Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
LEMA: “El Espíritu Santo que transformó a María, nos llene de sus dones y nos de
alegría”
Así está llamada a ser siempre la Iglesia: capaz de sorprender anunciando a todos que
Jesús el Cristo ha vencido la muerte, que los brazos de Dios están siempre abiertos, que
su paciencia está siempre allí esperándonos para sanarnos, para perdonarnos.
Precisamente para esta misión Jesús resucitado entregó su Espíritu a la Iglesia.
Alguno, en Jerusalén, hubiese preferido que los discípulos de Jesús, bloqueados por el
miedo, se quedaran encerrados en casa para no crear turbación. Incluso hoy muchos
quieren esto de los cristianos. El Señor resucitado, en cambio, los impulsa hacia el
mundo: «Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo» (Jn 20, 21). La
Iglesia de Pentecostés es una Iglesia que no se resigna a ser inocua, demasiado
«destilada». No, no se resigna a esto. No quiere ser un elemento decorativo. Es una
Iglesia que no duda en salir afuera, al encuentro de la gente, para anunciar el mensaje
que se le ha confiado, incluso si ese mensaje molesta o inquieta las conciencias, incluso
si ese mensaje trae, tal vez, problemas; y también, a veces, nos conduce al martirio. Ella
nace una y universal, con una identidad precisa, pero abierta, una Iglesia que abraza al
mundo pero no lo captura; lo deja libre, pero lo abraza como la columnata de esta plaza:
dos brazos que se abren para acoger, pero no se cierran para retener. Nosotros, los
cristianos somos libres, y la Iglesia nos quiere libres.
Papa Francisco.
MONICIÓN DE ENTRADA.
Queridos hermanos, La fiesta de Pentecostés es el broche del tiempo pascual. El Señor
glorificado derrama su Espíritu sobre nosotros. Este Espíritu mora en nosotros desde el
día de nuestro bautismo y se actualiza cada vez que nos alimentamos de la Eucaristía,
transformándonos en verdaderos torrentes de agua viva para el mundo. Acojamos el
Espíritu Santo presente en esta celebración.
ACTO PENITENCIAL
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que por el misterio de Pentecostés, que hoy celebramos, santificas a
tu Iglesia en todo pueblo y nación, derrama los dones del Espíritu Santo por toda la
extensión de la tierra, y continúa realizando ahora en los corazones de tus fieles
aquellas maravillas que obraste en los comienzos de la predicación evangélica. Por
nuestro Señor Jesucristo.
PRIMERA LECTURA
Todos quedaron llenos del Espiritu Santo y empezaron a hablar.
Palabra de Dios.
SEGUNDA LECTURA
Por obra del único Espíritu, al bautizarnos nos hemos unido al único cuerpo de
Cristo.
ALELUYA
EVANGELIO
ORACIÓN UNIVERSAL
1. Por el santo Padre Francisco, los obispos, los sacerdotes y los diáconos, para que el
Espíritu de fortaleza y de ciencia los haga guías iluminados y maestros auténticos de
la verdad del Evangelio para el pueblo de Dios en camino hacia el Padre. R/.
2. Por los gobernantes de la tierra, para que el Espíritu de sabiduría guie sus mentes y
sus conciencias, para que en lugar de la cerrazón, elijan el diálogo, en lugar de la
violencia, elijan la paz y en lugar del egoísmo, la caridad. R/.
3. Por los que trabajan por la paz y la concordia entre los pueblos, para que logren reunir
a los hombres en el amor. R/.
4. Por todos nosotros para que sintamos la presencia del Espíritu Santo que nos envía a
evangelizar y a dar testimonio de la fe. . R/.
5. Por el pueblo de Dios, por los fieles de nuestra comunidad parroquial y de nuestra
Arquidiócesis, para que la fuerza del Espíritu nos haga crecer a todos en la fe y en la
unidad. R/.
Oh Dios, que en el misterio de esta festividad santificas a tu Iglesia, extendida por todas las
naciones: escucha la oración de tu pueblo y multiplica los dones de tu Espíritu para que realice
también en nosotros las maravillas de Pentecostés. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Has comunicado a tu Iglesia, Señor, los bienes del cielo, concédenos que el Espíritu
Santo haga crecer en nosotros sus dones y este alimento espiritual sea plenitud de
redención eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.
Lunes 01: Santa María Virgen, Madre de la Iglesia. Hch 1,12-14 / Sal 86(87), 1-2,3y
5.6-7 / Jn 19,25-34.
Martes 02: Santos Marcelino y Pedro, mártires. 2P 3,12-15a.17-18/ Sal 90(89), 2.3-
4.10.14+16 (R. 1) / Mc 12,13-17.
Miércoles 03: Santos Carlos Lwanga y compañeros, mártires. 2Tm 1,1-3.6-12 / Sal
123(122),1-2a.2bcd(R. 1a) / Mc 12,18-27
Jueves 04: 2Tm 2,8-15 / Sal 25(24), 4-5ab.8-9.10+14(R. 4a) / Mc 12,28b-34.
Viernes 05: San Bonifacio, obispo y mártir. 2Tm 3,10-17 / Sal
119(118),157.160.161.165.166.168(R. 165a) / Mc 12,35-37.
Sábado 06: San Norberto, obispo. 2Tm 4,1-8 / Sal 71(70),8-9.14-15ab.16-17.22(R. cf.
15)/Mc 12,38-44.