Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
ARQUIDIÓCESIS DE TUNJA
VICARIA DE PASTORAL
MAYO 2019
LEMA: Hacia Isabel en cinta corrioó Maríóa presurosa,
nos ensenñ e a ayudar al hermano en forma carinñ osa.
MENSAJE: Somos una comunidad de fe, que como Maríóa lleva a Cristo.
Queridos hermanos, iniciamos este mes de mayo y con eó l una grandiosa oportunidad
para reunirnos en torno a la devocioó n del Santo Rosario. Esta guíóa se propone como un
instrumento que nos permitiraó acercarnos a la figura espiritual de la Santíósima Virgen
Maríóa. En primer lugar, seraó mediante la meditacioó n del Santo Rosario bíóblico y en
segundo lugar, por medio de tres encuentros catequeó ticos donde profundizaremos
coó mo el Santo Rosario es: Escuela de Oracioó n, Base de la familia y Escenario de caridad
y fraternidad.
Esperamos que estas herramientas nos ayuden a profundizar en el amor hacíóa Nuestra
Madre del cielo y a contemplar desde los misterios del Senñ or, el amor que Dios tiene
hacia cada uno de nosotros.
El rosario en su forma actual fue entregado por la misma Virgen Maríóa a Santo Domingo
de Guzmaó n en el anñ o 1214. Se lo entregoó para dar batalla a los herejes y pecadores de
aquellos tiempos y ademaó s le encomendoó que ensenñ ara a rezarlo y a propagar su
devocioó n. Un mandato que sigue vigente y nos compete a todos los catoó licos. Desde
aquellas eó pocas los cristianos lo rezamos acompanñ ado de la meditacioó n de 15 misterios
sobre la vida de Nuestro Senñ or Jesuó s y de Maríóa nuestra Madre. Y, en el anñ o 2002 el
Papa san Juan Pablo II introdujo 5 misterios adicionales: los Misterios Luminosos.
Hoy son 20 misterios los que meditamos.
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su
uó nico Hijo, nuestro Senñ or, que fue concebido por obra y gracia del Espíóritu Santo, nacioó
de Santa Maríóa Virgen, padecioó bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y
sepultado, descendioó a los infiernos, al tercer díóa resucitoó de entre los muertos, subioó a
los cielos y estaó sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allíó ha de
venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíóritu Santo, la santa Iglesia catoó lica, la
comunioó n de los santos, el perdoó n de los pecados, la resurreccioó n de la carne y la vida
eterna. Ameó n.
ACTO DE CONTRICIÓN
MISTERIOS
Se enuncia en cada decena el "misterio", por ejemplo, en el primer misterio
contemplamos: "La Encarnacioó n del Hijo de Dios".
Despueó s de una breve pausa de reflexioó n (lectura del evangelio), se rezan: un Padre
nuestro, diez Avemaríóas y un Gloria.
A cada decena del "rosario" se puede anñ adir una invocacioó n.
4- Jesucristo, la cruz a cuestas y camino al Calvario. (Mt, 27, 31; Jn 19, 17; Mc 15,
21)
“Cuando se hubieron burlado de eó l, le quitaron el manto, le pusieron sus ropas y le
llevaron a crucificarle”. “Y eó l cargando con su cruz, salioó hacia el lugar llamado Calvario”.
“Y obligaron a uno que pasaba, a Simoó n de Cirene, (...) a que llevara su cruz”.
5- La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor (Lc 23, 33 - 34, 44 - 46; Jn 19, 33 - 35)
“Llegados al lugar llamado Calvario, le crucificaron. (...) Jesuó s decíóa: Padre, perdoó nales,
porque no saben lo que hacen (...). Era ya cerca de la hora sexta cuando, al eclipsarse el
sol, hubo oscuridad sobre toda la tierra hasta la hora nona (...). Jesuó s, dando un fuerte
grito, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíóritu y, dicho esto, expiroó .” “Como le
vieron muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le traspasoó el
costado con una lanza y al instante salioó sangre y agua”.
5 -La Coronación de la Virgen Santísima como Reina de Cielos y Tierra. (Sal. 45, 14-
15; Ap 11, 19; 12, 1)
“Toda espleó ndida, la hija del rey, va adentro, con vestidos en oro recamados; con sus
brocados es llevada ante el rey.” Y “una gran senñ al aparecioó en el cielo; una mujer,
vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su
cabeza.”
Monición inicial:
Con la entronizacioó n de Maríóa como Reina de nuestra casa, queremos invitar a todos los
que visitan esta casa a responder con generosidad a la llamada que Cristo nos dirige,
recordando sobre todo el momento de su bienaventurada Pasioó n, para que como lo hizo
el discíópulo amado, podamos recibir a Maríóa Madre en nuestra casa.
“No temas al recibir a María, tu esposa” (Mt 1, 20). Como san Joseó en Nazaret y san
Juan al pie de la Cruz, recibamos a la Madre de Dios en nuestra casa y en nuestra vida
de cada díóa, para santificar con su ayuda todas las dimensiones del díóa a díóa, con la guíóa
segura del Espíóritu Santo.
OREMOS
Dios Padre de Bondad, que no repruebas el que se pinten las imaó genes (o se
esculpan las estatuas) de tus Santos, a fin de que cuantas veces las veamos con los ojos
de nuestro cuerpo, otras tantas veces nos determinemos a imitar los ejemplos de su
santidad: te rogamos que te dignes bendecir y santificar esta Imagen (o estatua) hecha
en honor y memoria de la Santíósima Virgen Maríóa, conceó denos que cuantos ante ella
procuremos honrarla, obtengamos por sus meó ritos infinitos e intercesioó n, las gracias en
la vida presente y la gloria en la Eterna. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor.
Amén.
MÉDITACIÓN
EN MARÍA, ABRIR NUESTRA VIDA A LA GRACIA
Al elegir entronizar a Maríóa como Reina de nuestro hogar, queremos dejarle tomar
posesioó n de nuestras vidas, para que nos ensenñ e a recibir la gracia de Dios y haga de
nosotros verdaderos hijos e hijas de la Iglesia. Deseamos aprender de Ella a amarnos en
la tierra como se ama en el Cielo: nuestras vidas seraó n de ese modo testimonios vivos
del Dios de caridad.
ORACIÓN DE ENTRONIZACIÓN
Maríóa, Reina Inmaculada, Nuestra Madre, hoy queremos recibirte en nuestra casa.
Desde ahora este lugar te pertenece y queremos vivir aquíó en tu presencia, bajo tu
mirada. Libera este lugar de todo poder de las tinieblas y que el Reino de Dios aquíó se
extienda.
Que esta casa se transforme en un lugar de gracia para todos aquellos que vengan aquíó,
que ellos se dejen tocar por tu presencia y aprendan de ti el poder del Amor. Amén.
Invocación trinitaria:
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Cantemos:
Junto a ti Maríóa como ninñ o quiero estar.
Invitación inicial:
Queridos hermanos: el Santo Rosario es una escuela de oracioó n que nos ensenñ a a amar
a nuestra madre y seguir su ejemplo de sencillez, humildad y disponibilidad, por eso,
participemos con fe y alegríóa, confiados de que su amor de madre nos alcanzaraó
bendiciones incesantes.
Meditemos juntos:
Maríóa forma parte del pueblo de Israel que espera la llegada del Mesíóas. Lleva una vida
como toda mujer Israelita, consagrada a las labores de la casa, en un pequenñ o lugar de
Galilea, llamado Nazaret; y se une todos los saó bados a las oraciones que dirige el pueblo
a Dios, para que le envíóe pronto a Aquel que seraó la alegríóa y la luz de su pueblo. Dios
escucha, por fin, su oracioó n y colma todas sus esperanzas.
Maríóa nos ensenñ a que desde la sencillez de la vida se obtienen las gracias del Senñ or,
por eso es importante que desde esta oracioó n tan sencilla como la del Santo Rosario,
aprendamos a pedir con humildad y confianza al buen Dios que siempre estaó
dispuesto a socorrer a los sencillos de corazoó n.
Maríóa es modelo de oracioó n y con el rezo del Santo Rosario nos ensenñ a a estar a los
pies del Senñ or con el corazoó n abierto a sus palabras y con la vida dispuesta a su
voluntad.
Maríóa es modelo de silencio y meditacioó n interior, por eso, no es rezar por rezar, es
hacerlo con la confianza de que esos misterios son vida y salvacioó n para nosotros,
por eso la invitacioó n es a orar con calma e interiorizar desde el silencio el mensaje
de Dios.
Maríóa es modelo de amor, por eso al rezar el Santo Rosario, debemos ser movidos
por el amor que es capaz de donarse con generosidad por el bien de sus hermanos.
¡Oh señora mía! ¡Oh madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti y en prueba de mi filial
afecto te consagro en este día, mis ojos, mis odios, mi lengua, mi corazón; en una palabra,
todo mi ser. Ya que soy todo tuyo ¡Oh madre de bondad!, guárdame, y defiéndeme como
hijo tuyo. Amén.
Terminemos nuestro encuentro orando al buen Dios con las palabras que Jesuó s nos
ensenñ oó : Padre Nuestro…
Invocación trinitaria:
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Cantemos:
Madre míóa, que estaó s en los cielos
Invitación inicial:
Queridos hermanos: el Santo Rosario es la base de la familia, pues al rezarlo nos une
con nuestros padres, hermanos, hijos, amigos y demaó s seres queridos en una oracioó n
comunitaria a Dios para dar gracias y rogar por estos seres amados, por eso
participemos en familia con fe y alegríóa.
Meditemos juntos:
En el evangelio de San Lucas, en especial en sus primeros capíótulos, se muestran
algunos relatos que nombran a la Sagrada Familia de Nazaret; la caracteríóstica principal
de estos pasajes es el amor familiar que mueve a san Joseó y a la Virgen Maríóa a estar
unidos en el crecimiento del Ninñ o Jesuó s, a presentarlo en el templo seguó n la ley, a volver
a Jerusaleó n para buscarlo en medio del gentíóo y a admirarse por haberle encontrado en
medio de doctores en el templo. Ahora bien, tal amor se volvíóa educacioó n y formacioó n
familiar; y allíó, en Nazaret, el ninñ o crecíóa en gracia y sabiduríóa delante de Dios y de los
hombres.
La Sagrada Familia de Nazaret nos ensenñ a a estar unidos en amor y por amor en
cada momento de la vida, no solo en celebraciones y alegríóas, tambieó n en momentos
difíóciles, donde es necesario el abrazo y una voz de aliento.
La Sagrada Familia de Nazaret es modelo de entrega generosa y disponibilidad a la
educacioó n familiar, pues es en Nazaret, donde Jesuó s, el Hijo del carpintero, aprende
la nobleza de los quehaceres, la responsabilidad y el amor en cada labor, por míónima
que fuese.
La Familia de Nazaret es ejemplo de solidaridad, pues allíó todos se preocupan por
todos, nadie se deja atraó s o se menosprecia, todos tienen su lugar y todos son
importantes.
Sagrada Familia de Nazaret, modelo de amor y comunión, te pedimos nos concedas el don
de amar y cuidar a quienes están a nuestro lado, para que así podamos amar y servir
cada día según la voluntad de Dios. Amén.
Terminemos nuestro encuentro orando al buen Dios por nuestras familias con las
palabras que Jesuó s nos ensenñ oó : Padre Nuestro…
Encomendeó monos en las manos de Maríóa santíósima, esposa de Joseó y madre del
salvador diciendo: Dios te salve María…
Invocación trinitaria:
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Cantemos:
Mientras recorres la vida, tu nunca solo estaó s.
Invitación inicial:
Queridos hermanos: el rezo del Santo Rosario nos motiva a ser promotores de caridad y
fraternidad, no solo entre nosotros, sino tambieó n en nuestras familias y comunidades,
por eso unaó monos en este encuentro para pedirle al Senñ or que nos ayude a tener gestos
de carinñ o y bondad con todos. Abramos nuestro corazoó n a la accioó n del Senñ or.
Meditemos juntos:
El saludo del Isabel a la Virgen Maríóa es una expresioó n de amor y fraternidad: allíó se
encuentran dos realidades ejemplares; en primer lugar, estaó la figura de Isabel que
representa la grandeza de Dios en favor de los menos favorecidos y por otra, la figura de
Maríóa, la sierva del Senñ or, que representa la humildad y disposicioó n de quienes saben
amar y servir al Senñ or con la totalidad de su ser. Ahora bien, el sentido de fraternidad
movioó a Maríóa, en su embarazo, a tener un gesto de cercaníóa y amor con su prima
Isabel, a la vez la caridad la llevoó a brindarle los cuidados que requiere el proceso de
embarazo. En definitiva, son la fraternidad y la caridad, las virtudes que llevan a los
seres humanos a salir de síó mismos para encontrarse con los demaó s y brindarles una
mano amiga y solidaria.
Maríóa e Isabel son un gran ejemplo de fraternidad, cercaníóa y caridad, y nos ensenñ an
que no importan las distancias y las condiciones, lo que vale es el amor que mueve a
tener gestos de entrega generosa con los demaó s.
El encuentro de Maríóa e Isabel son una muestra de la grandeza de Dios en quienes lo
aman y cumplen su voluntad con humildad de corazoó n.
Maríóa e Isabel nos ensenñ an a preocuparnos del otro, de mi hermano, aquel que estaó
inmerso en dificultades, aquel que sufre y no puede valerse por sus fuerzas, es allíó
donde resplandece el don de la caridad y brilla el verdadero amor de Dios
encarnado en nuestra humanidad.
Te invitamos para que durante nueve díóas hagas la Novena en honor a Nuestra Senñ ora
del Rosario de Chiquinquiraó , Reina y Patrona de Colombia. Pide en esta novena una
gracia especial: Que Dios te Renueve, a ti y a los tuyos.
RENOVACIÓN
INTRODUCCIÓN
En Chiquinquiraó , hacia 1586, ocurrioó un gran prodigio que ha cambiado las vidas de
miles y miles de personas: La Renovacioó n del lienzo de nuestra Senñ ora del Rosario de
Chiquinquiraó . Esto llevoó a que el Pueblo Catoó lico Colombiano peregrinara al Santuario
de Chiquinquiraó , llevando sus dolores y angustias, alegríóas y esperanzas. Incluso, el
Libertador Simoó n Bolíóvar, al ver el peligro inminente del fracaso en la campanñ a
libertadora, puso ante los pies de la Virgen Renovada la intencioó n de dar libertad a los
pueblos oprimidos por la tiraníóa espanñ ola.
¿Coó mo es que de algo danñ ado, roto y sin color, Dios hace surgir tanta belleza? Sin duda,
esta es una de las acciones propias de Dios: si es capaz de crear de la nada, como no va a
ser capaz de renovar algo ya danñ ado.
Lo importante de todo esto es que lo que le ocurrioó al lienzo tambieó n te puede pasar a
ti. Cuando sientes que tu vida estaó rota o sin color, cuando miras tu existencia sin
esperanza y sin alegríóa: Dios es capaz de renovarte. El capíótulo 37 del profeta Ezequiel
es una buena muestra de ello. Donde hay muerte y desesperanza Dios es capaz de
infundir vida.
Cuando los demaó s te vean triste y afligido o con desesperacioó n en tu vida y digan de ti
¿podraó n revivir esos huesos secos? (Ez. 37, 3), recueó rdales que Dios en Chiquinquiraó
mostroó la grandeza de su poder al renovar un sencillo lienzo danñ ado, roto y utilizado
para secar maíóz. Recueó rdales que el Senñ or todopoderoso levanta del polvo al desvalido
y alza de la basura al pobre (Sal. 113, 7; Lc. 1, 46 - 55); eso pasoó en Chiquinquiraó y eso
puede pasar en tu vida.
Realiza esta novena con amor y devocioó n. Píódele al Todopoderoso que renueve tu vida,
que haga grandes obras en ti. Y canta con Maríóa ese canto hermoso a la grandeza de
Dios: Proclama mi alma la grandeza del Senñ or... (Lc. 1, 46 - 55).
Dios de bondad y santidad que has mirado a nuestro pueblo colombiano con compasioó n
y has querido dejar tu recuerdo y companñ íóa con la imagen sagrada de Maríóa. Gracias te
damos porque revelas tu amor y bondad en nuestra tierra de Chiquinquiraó y desde aquíó
bendices a todos los hombres, mujeres, ninñ os, joó venes y familias de buena voluntad de
nuestra patria. Mira esta nacioó n que sufre a causa de la injusticia y la violencia, pero
que camina en la esperanza de la reconciliacioó n y el futuro de prosperidad, paz y
justicia que tanto anhela nuestro pueblo. Permite que Maríóa camine con nuestro Pueblo
y anime nuestros corazones para lograr que en nuestra patria nazca tu reino. Amén.
PRIMER DÍA
RENOVACIÓN, MOTIVO PARA SEGUIR ADELANTE
Reflexión:
Una sencilla mujer venida de Espanñ a a buscar a su esposo se encuentra con una
realidad dolorosa y agobiante: eó l ya se ha organizado con otra mujer. Sin duda, un
duro golpe. Pero es la situacioó n de muchas personas.
Ella se encontroó con un lienzo en el que habíóa estado pintada la imagen de Nuestra
Senñ ora del Rosario, pero ahora estaba danñ ado y roto y se usaba para secar trigo y
maíóz. En 1585 ella se lleva el lienzo a una humilde villa llamada Chiquinquiraó . Allíó
lo deposita en un sencillo altar y todos los díóas con angustia, laó grimas y, sobre todo,
esperanza oraba diciendo “¿Hasta cuaó ndo Rosa del cielo te vas mostrar”?
Dios escucha al humilde. El salmista nos recuerda que, aunque esteó triste y ya no
haya voz en su garganta, sin embargo, espera en el Senñ or. Ese es un motivo para
continuar: la esperanza de que, aunque las cosas se vean mal siempre hay un Dios
que nos ama y escucha. Maríóa Ramos, la espanñ ola que llegoó buscando a su marido,
se encontroó con una oportunidad para seguir adelante y con su angustia y oracioó n
pide y suplica a Dios que haga justicia a su reclamo.
REPITE CON TU FAMILIA: En el camino de la renovación, acompaña a colombia,
maría
Dios te salve María, llena eres de gracia...
SEGUNDO DÍA
RENOVACIÓN, MOTIVO PARA CREER
Ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro y Tomás con ellos. Se
presentó Jesús en medio estando las puertas cerradas, y dijo: "La paz con ustedes."
Luego dice a Tomás: "Acerca aquí tu dedo y mira mis manos; trae tu mano y métela
en mi costado, y no seas incrédulo sino creyente." Tomás le contestó: "Señor mío y
Dios mío. “le dice Jesús: "Porque me has visto has creído. Dichosos los que no han visto
y han creído." Jesús realizó en presencia de los discípulos otras muchas señales que
no están escritas en este libro. Estas han sido escritas para que creáis que Jesús es el
Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre.
Palabra del Señor
Reflexión:
Creer no es faó cil. El evangelio de Juan nos muestra la incredulidad con que muchos
viven a pesar de las evidencias. Tomaó s, el apoó stol habíóa estado con Jesuó s, comioó con
eó l, compartioó con eó l y sin embargo no creíóa en eó l. Es la historia de muchos.
Maríóa Ramos, la espanñ ola que oraba ante el lienzo danñ ado de la Madre Bendita,
teníóa claro algo: creer mueve montanñ as; creer es la fuerza maó s poderosa del
universo; creer es el poder que Dios le da a sus hijos para que en su nombre sean
capaces de seguir, de hacer maravillas, de elevar su espíóritu hasta los maó s alto.
Maríóa Ramos oraba ante el lienzo para demostrarse a síó misma y a los demaó s que
creer vale la pena, que Dios premia al que cree, que la fe no es algo vacíóo y absurdo,
sino la posibilidad de hacer que ocurra lo inimaginable, lo impensable, lo
imposible.
¡Cree, cree y veraó s lo que el Senñ or haraóó por ti!
TERCER DÍA
RENOVACIÓN, MOTIVO PARA CELEBRAR
Reflexión:
Estar con Dios es motivo de alegríóa y celebracioó n. El episodio del hijo proó digo nos
muestra que cuando alguien se aleja de su centro vital, normalmente cae en la
desesperacioó n y la angustia. Volver a Dios es motivo de celebracioó n. EÓ l celebra la
vida, la alegríóa, el encuentro.
Una caracteríóstica de los cristianos es que celebran. En medio del dolor o del gozo,
celebran; en medio de la angustia y de desesperanza, celebran; en medio de la
pobreza y la riqueza, celebran. Un cristiano siempre celebra porque esto es
muestra de la esperanza de que Dios no se olvida de nosotros. Celebrar con alegríóa
la fe, la vida, la esperanza es lo que nos ayuda a mantenernos en pie.
Palabra de Dios.
Reflexión:
Estamos en un mundo donde parece que es maó s faó cil encontrar motivos para la
muerte que para la vida. Hoy faó cilmente una persona se quita la vida o se la quita a
otros. Cualquier cosa nos vuelve personas deó biles y apocadas: nos hundimos por
cualquier cosa.
Se parece a la historia de Maríóa Ramos. Una mujer fiel y de familia, pero que ve en
un momento coó mo lo que construyoó se va al piso. Y esta historia puede ser incluso
la tuya.
En Chiquinquiraó ocurrioó algo: Dios no se olvida del dolor de nadie y mucho menos
del indefenso y del que es bueno. La oracioó n, unida a la fe y a la esperanza se
convierten en motor de vida. Un buen creyente no se deja acabar por las
situaciones, pues Dios siempre va mostrando su bondad y amor: el buen creyente
aprende a ver luz y vida, donde solo hay dolor, oscuridad y muerte.
QUINTO DÍA
RENOVACIÓN, MOTIVO PARA AYUDAR
Este es el ayuno que yo amo –oráculo del Señor–: soltar las cadenas injustas, desatar
los lazos del yugo, dejar en libertad a los oprimidos y romper todos los yugos;
compartir tu pan con el hambriento y albergar a los pobres sin techo; cubrir al que
veas desnudo y no despreocuparte de tu propia carne. Entonces despuntará tu luz
como la aurora y tu llaga no tardará en cicatrizar; delante de ti avanzará tu justicia
y detrás de ti irá la gloria del Señor. Entonces llamarás, y el Señor responderá;
pedirás auxilio, y él dirá: "¡Aquí estoy!". Si eliminas de ti todos los yugos, el gesto
amenazador y la palabra maligna; si ofreces tu pan al hambriento y sacias al que
vive en la penuria, tu luz se alzará en las tinieblas y tu oscuridad será como el
mediodía. El Señor te guiará incesantemente, te saciará en los ardores del desierto y
llenará tus huesos de vigor; tú serás como un jardín bien regado, como una vertiente
de agua, cuyas aguas nunca se agotan. Reconstruirás las ruinas antiguas, restaurarás
los cimientos seculares, y te llamarán Reparador de brechas", "Renovador de
moradas en ruinas".
Palabra de Dios.
Reflexión:
SEXTO DÍA
RENOVACIÓN, MOTIVO PARA SOÑAR.
Luego vi un cielo nuevo y una tierra nueva - porque el primer cielo y la primera tierra
desaparecieron, y el mar no existe ya. Y vi la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que
bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia ataviada para su
esposo. Y oí una fuerte voz que decía desde el trono: "Esta es la morada de Dios con
los hombres. Pondrá su morada entre ellos y ellos serán su pueblo y él Dios - con -
ellos, será su Dios. Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y no habrá ya muerte ni
habrá llanto, ni gritos ni fatigas, porque el mundo viejo ha pasado." Entonces dijo el
que está sentado en el trono: "Mira que hago un mundo nuevo." Y añadió: "Escribe:
Estas son palabras ciertas y verdaderas." Me dijo también: "Hecho está: yo soy el Alfa
y la Omega, el Principio y el Fin; al que tenga sed, yo le daré del manantial del agua
de la vida gratis. Esta será la herencia del vencedor: yo seré Dios para él, y él será
hijo para mí.
Palabra de Dios.
Reflexión:
Todos sonñ amos con un mundo mejor. En eso nos parecemos a Dios: el suenñ a con
que su creacioó n vuelva a su santidad y justicia primera. EÓ l tiene un suenñ o con la
vida de cada uno de nosotros: que sea significativa, que sirva de aliento para otros,
que sea llena de luz y de paz.
Algo cambioó la vida de Maríóa Ramos: el suenñ o de Dios de renovar las cosas, de
hacer nuevo aquello que el tiempo, pero tambieó n la maldad humana danñ an. Dios
renovoó un lienzo para dejar una gran ensenñ anza a la humanidad, y de manera
especial al pueblo colombiano: Aun, cuando el tiempo y la maldad humana danñ en,
EÓ l estaó dispuesto a volver a la vida; aun cuando las malas decisiones personales y
comunitarias terminen en fracaso, EÓ l siempre estaó dispuesto a sacar de ahíó algo
grande; aun cuando veamos nuestros suenñ os y aspiraciones rotos, EÓ l estaó dispuesto
a sanar.
Al igual que el lienzo de Nuestra Senñ ora del Rosario, Colombia es un paíós roto,
danñ ado por los niveles exagerados de violencia y corrupcioó n. Pero se nos da la
oportunidad de sonñ ar, porque eso es Dios, el Senñ or de las oportunidades.
“Si Dios quiso renovar en Chiquinquirá el rostro de su Santísima Madre, Él también
puede renovar el rostro de Colombia.” Papa Francisco
SÉPTIMO DÍA
RENOVACIÓN, MOTIVO PARA CONFIAR
Así habla el Señor: ¡Maldito el hombre que confía en el hombre y busca su apoyo en la
carne, mientras su corazón se aparta del Señor! Él es como un matorral en la estepa
que no ve llegar la felicidad; habita en la aridez del desierto, en una tierra salobre e
inhóspita. ¡Bendito el hombre que confía en el Señor y en él tiene puesta su confianza!
Él es como un árbol plantado al borde de las aguas, que extiende sus raíces hacia la
corriente; no teme cuando llega el calor y su follaje se mantiene frondoso; no se
inquieta en un año de sequía y nunca deja de dar fruto.
Palabra de Dios.
Reflexión:
Confiar es el acto maó s tierno que puede tener un ser humano para con Dios. Pues la
confianza estaó rodeada por el amor y al mismo tiempo la fortaleza.
Maríóa Ramos puso su confianza en el Senñ or. Con laó grimas rogaba y con laó grimas
recibioó la promesa. Su espera se vio retribuida: eso hace la confianza.
OCTAVO DÍA
RENOVACIÓN, MOTIVO PARA ESTAR ALEGRES
Porque la higuera no florece, ni se recoge nada en las viñas; fracasa la cosecha del
olivo y los campos no dan alimento; las ovejas desaparecen del corral y no hay bueyes
en los establos. Pero yo me alegraré en el Señor, me regocijaré en Dios, mi Salvador.
El Señor, mi Señor, es mi fortaleza: él da a mis pies la agilidad de las gacelas y me
hace caminar por las alturas.
Palabra de Dios.
Reflexión:
Renovacioó n es entender que la vida con sus maó s y sus menos, se hace maó s vivible si
tenemos fe. Dios no resuelve mis problemas, pero si camina conmigo tendreó
fuerzas para caminar. No permitireó que la angustia me acabe. No dejareó que el
dolor y la desesperanza se apoderen de mi vida. Hay problemas, claro que síó, pero
hay un Dios que camina conmigo. Hay una Madre clemente y píóa que escucha mis
clamores y los lleva a Jesuó s.
Esteó n alegres, se los repito, esteó n alegres (Fil. 4,4), pues Dios ha dejado su huella en
Chiquinquiraó .
REPITE CON TU FAMILIA: En el camino de la Renovación, acompaña a
Colombia, María.
Dios te salve María, llena eres de gracia...
NOVENO DÍA
RENOVACIÓN, MOTIVO PARA VOLVER LA MIRADA A DIOS
En seguida el Espíritu lo llevó al desierto, donde estuvo cuarenta días y fue tentado
por Satanás. Vivía entre las fieras, y los ángeles lo servían. Después que Juan fue
arrestado, Jesús se dirigioó ó a Galilea. Allíó ó proclamaba la Buena Noticia de Dios,
diciendo: "El tiempo se ha cumplido: el Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean
en la Buena Noticia".
Reflexión:
En queó concluye todo esto. ¿Queó sacamos con que un lienzo se haya renovado?,
¿Queó tanto pretendemos sacar con un Centenario de Coronacioó n? cuando algo se
rompe, nuestra cultura consumista nos dice que hay que tirarlo, o simplemente
reemplazarlo. Maríóa Ramos pudo hacer lo mismo con el lienzo que encontroó ó roto y
abandonado; pero no lo hizo.
Todo camino del Senñ or, por maó s difíócil que se vea, siempre concluye en una
invitacioó n. Si Dios es el Senñ or de las Promesas, de los suenñ os y la alegríóa, tambieó n lo
es de las invitaciones.
En un lienzo acabado y danñ ado, Maríóa Ramos encuentra una invitacioó n: por un
lado, a orar insistentemente y a esperar que el Todopoderoso cumpla su promesa.
Ella es consciente de que la voz de Jesuó s gritaba en ese lienzo diciendo:
“Convieó rtanse y crean en el Evangelio” (Mc 1, 15). En otras palabras: Volver la
mirada a Dios.
La Renovacioó n del lienzo de Nuestra Senñ ora tiene como fin esto: que tuó y yo
volvamos la mirada a Jesuó s que viene a nuestra tierra con su paz. Que nos
convenzamos de que la verdadera religioó n es amar a Dios, seguirlo y vivir conforme
a lo que nos ensenñ a.
Por eso en este centenario aprovecha para mejorar tu relacioó n con Dios. Aceó rcate a
Maríóa y ella te ayudaraó en tu camino. Ella estaraó contigo para que conozcas y ames
a Jesuó s.
Señor Jesucristo, que vienes en brazos de María para llenar de esperanza nuestras
vidas y familia. Te reconocemos como nuestro Dios y Señor, como aquel esperado por
los pueblos. Te reconocemos a ti, ¡Oh Hijo de María!, como el Dios con nosotros, que
camina con nosotros y estás junto a nosotros.
Te damos gracias por la presencia de María en nuestra tierra. Ella, la llena de gracia,
siempre ruega por nosotros, siempre está atenta a nuestros llantos y gritos de auxilio
para llevar nuestras súplicas ante ti.
Señor Jesús, gracias porque tu Santísima Madre es la Reina de Colombia. Al igual que
su rostro en el lienzo de Chiquinquirá, RENUÉVANOS.
Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén
3. Fíóate de Dios. No te dejes arrastrar por la críótica ambiental sobre la iglesia. Maríóa
vivioó de espaldas a toda murmuracioó n. Fue fiel al Senñ or.
4. Allaó donde esteó s (reuniones, convocatorias, trabajo, colegio, etc.) procura ser
reflexivo. Medita, como Maríóa, las decisiones que vayas a tomar. En los temas,
especialmente delicados, toó mate tu tiempo. Es bueno hablarlo con Dios.
6. Trata, como Maríóa, con delicadeza a los que te rodean. Seó respetuoso. Uno recoge
aquello que siembra.
8. Como Maríóa, en las Bodas de Canaó , haz lo posible para que –en situaciones de
inquietud- todo pueda volver a la normalidad. A veces, una palabra a tiempo, vale
maó s que cien mil fuera de lugar.
9. Si sabes de alguna persona que sufre, no lo dudes, aceó rcate a ella. Maríóa no lo
dudoó ni un solo instante: Jesuó s subioó a la cruz, pero, Ella, estuvo a los pies del
madero.
10. Cuando sientas que, la fama de alguien estaó en peligro, escapa de esas
situaciones y no las alimentes. Maríóa, con Joseó , supo marchar hacia Egipto antes de
que la maldad se aduenñ ara de un Ninñ o inocente.