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UNIVERSIDAD DEL ATLANTICO

FACULTAD CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN ESPECIAL


Programa educativo

30939
Código de la asignatura

MANUEL CONSUEGRA ALGARÍN


Docente

NEUROCIENCIA Y EDUCACIÓN
Tema

GERALDINE GISELLA MANGA CABALLERO


KELANY MILETH ARRIETA RODRIGUEZ
Estudiantes

23

Grupo

2020
El poder de la neurociencia: hacia la construcción de nuevos métodos de enseñanza.
En el presente ensayo explicaremos la importancia de la neurociencia en el ámbito
educativo, debido a la gran necesidad que se tiene por modificar los métodos de enseñanza
de hoy en día que son los mismos que se han utilizado sin algún cambio aparente. Lo creamos
importante porque nosotras como futuras docentes, esperamos que para ese entonces todos
los maestros y maestras de Colombia utilicen a la neurociencia como un conducto que los
pueda llevar a la diversificación o al cambio radical de las formas de enseñarle al alumnado,
ya que la neurociencia les brinda las herramientas necesarias para comprender la manera
en la que aprenden sus estudiantes y así darle un giro de 360° a la escuela o lo que se
entiende por esta.

También, se hará mención de algunos aspectos que se consideran importantes para el


desarrollo oportuno del aprendizaje, a través de ejemplos y explicaciones claras daremos a
entender factores que se necesitan para la mejoría de la relación alumno-docente-entorno
entre otros aspectos y claramente cada uno de ellos enfocados en nuestro tema principal que
es la importancia o el poder transformador que podría alcanzar la neurociencia si todos los
docentes la aplicaran

La neurociencia se encarga específicamente de la investigación, observación,


experimentación, etc. del sistema nervioso humano y todo lo que tiene. Actualmente, se tiene
información útil y valiosa de la “máquina” más compleja del mundo. Nos proporciona una
forma de comprender parcialmente la mente humana, especialmente el cerebro, su función,
estructura y desarrollo. A su vez, está provee muchos estudios que tienen aplicación directa
e indirecta a las prácticas educativas.

El cerebro humano cuenta con tantas neuronas como estrellas en la vía láctea. Por lo tanto,
no es de extrañar que, a pesar del brillo de los recientes avances en la ciencia del cerebro y
la mente humana, todavía se encuentran entrecerrando los ojos un poco en la oscuridad. Pero,
al menos se está iniciando la comprensión de los misterios más cruciales para conseguir
respuestas. Incluso las respuestas parciales que se obtengan podrían reestructurar nuestra
comprensión de la materia gris y blanca que define quiénes somos.

Además, es el responsable de comenzar a organizar nuestros pensamientos y brindar el


espacio para vincular este nuevo conocimiento con nuestro aprendizaje previo. Tiene la
capacidad de generar lenguaje, aprender, almacenar y evocar conocimientos aprendidos,
expresar emociones y puede convertirse en el principal diseñador de todas nuestras
habilidades sensoriales, sociales, intelectuales y motrices. Por lo cual, es considerado como
un órgano del aprendizaje, puesto que, posee la destreza de producir respuestas más
complejas en función del estímulo o entorno al cual esté sujeto una persona. Si bien por la
neurociencia, y demás ciencias afines, sabemos que los niños prácticamente nacen
preparados para aprender, pero necesitan el estímulo adecuado bien sea por parte de sus
padres o docentes para así alcanzar la totalidad de un aprendizaje.

Si el aprendizaje es un conjunto de procesos neurobiológicos, entonces es necesario traducir


la neurociencia en educación para comprender las necesidades de todos los alumnos. Es decir
que, una mejor comprensión del funcionamiento cognitivo del cerebro permitirá a los
profesores mejorar la forma de atender y enseñar a cada alumno asegurando un método de
enseñanza más eficaz.

La neurociencia contribuye en la investigación de la parte cognitivo-conductual que poseen


las personas, pues, su enfoque se basa en el análisis de nuestra parte nerviosa y todo lo que
la componen, incluyendo el cerebro. Tenemos entendido que todas nuestras ideas y
pensamientos provienen de él, pero los mayores interrogantes que surgen para la neurociencia
sería ¿Cómo es el proceso de la creación de ideas? ¿Cómo intervienen las neuronas en él?
¿Cuáles son los factores que intervienen directamente en la parte emocional, cognitiva,
sensorial?. Gran parte de nuestro actuar se guía por el camino de las emociones que según
algunos neurocientíficos influye de manera positiva (mejorando así la memoria) o negativa
en la educación.

El estado de emoción del maestro y de los alumnos ejercerá una influencia muy significativa
en el desarrollo cognitivo y en el aprendizaje. Juegos, buen humor, atención personalizada,
cariño, y tantas otras actitudes más pueden redefinir el éxito del aprendizaje y por qué no,
redefinir la relación maestro-alumno y el clima de la clase (Humano, s.f).

Tomando en cuenta lo dicho anteriormente, si un estudiante conecta su parte emotiva en una


clase siempre va a estar atento y tratará de entender todo lo que el maestro dispone, y en una
situación contraria, un alumno que no se sienta identificado para nada con su maestro va a
ser más propenso a distracciones de cualquier grado, en esto nos podemos basar en las
afirmaciones del doctor y neurocientífico Francisco Mora, el cual afirma que “solo se puede
aprender lo que se ama”. Cabe mencionar que, aunque la investigación sobre las emociones
en el campo de la neurociencia es reciente, las investigaciones e hipótesis de grandes
científicos permiten vislumbrar la enorme influencia de las emociones en el comportamiento
humano y los procesos cognitivos. Con base en esta información, los docentes tienen la
responsabilidad de cuidar sus emociones personales y de las personas que están a su cargo.

Por otro lado, el entorno educativo es un determinante importante del comportamiento de los
estudiantes y sus elementos están asociados con el rendimiento académico, la satisfacción
del curso e influye notablemente en el aprendizaje. La docencia ha sido reconocida no solo
por proporcionar información e intercambio de experiencias, sino también por crear la
atmósfera y facilitar el entorno de aprendizaje. Se espera que los estudiantes experimenten
diferentes actividades de aprendizaje en la escuela. Pero, la educación y el aprendizaje
pueden estar condicionadas por: el entorno socioeconómico, geográfico, familiar, entre otros.
De manera que contribuyen o afectan el proceso de formación y es visible que varía según
las circunstancias, por ejemplo, un estudiante puede ser afectado si su entorno geográfico se
encuentra en constante conflicto sus experiencias vivenciales le afectarán a nivel emocional,
cognitivo y social. Como resultado va a asociar dichos eventos como “su vida natural”, lo
cual, le perjudica respecto a ciertos temas educativos como la convivencia y la paz; esto
sucede, según la neurociencia, por activaciones de patrones de actividad cerebral.

El factor nutricional también ejerce influencia a la hora de aprender. El órgano que


constantemente necesita energía es el cerebro. Aprender es una compleja función que
depende de un nivel óptimo de contratación y atención al ambiente para almacenar, captar y
memorizar la información sin ningún problema. Esta ardua tarea exige una alimentación
balanceada para obtener la energía, la fuerza, la coordinación para el aumento en la capacidad
de aprendizaje.

Finalmente, si hablamos de los medios adecuados para innovar o transformar la educación y


las prácticas de enseñanza, primero debemos comprender qué sucederá. Los seres humanos
no solo poseen habilidades cognitivas y racionales, sino que también poseen habilidades
emocionales, sociales, morales, físicas y espirituales. Las cuales proceden del órgano
superior del cuerpo: el cerebro. En el cerebro, encontramos la respuesta a la transformación,
y en el cerebro: del docente y en el cerebro del alumno. Para que una clase tenga éxito se
debe examinar la fuerza, energía, creatividad, autoridad, confianza y los métodos
pedagógicos con los que un docente imparte una clase. La neurociencia puede "iluminar" a
la educación, llevarla a comprender por qué algunas acciones de la pedagogía funcionan tan
bien (y otras no). Gracias a esta se dispone de un amplio espectro de comprensión que le
permite entender a los docentes de una manera más clara de cómo aprenden los estudiantes
y así modificar sus maneras de impartir una clase, asegurando una manera de enseñanza
mucho más eficaz y al mismo tiempo capaz de contribuir al desarrollo individual y colectivo
de todos los estudiantes.

Referencias
Humano, A. E. (s.f.). Neurociencia y educación: una puerta hacia el desarrollo humano. 9-14.

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