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ENSAYO SOBRE LA ÉTICA Y EL TRABAJO SOCIAL

Realizado por:

LUISA FERNANDA CHAURRA CORREA- C.C 1.000.869.812

Docente:
MARIA NUBIA ARISTIZÁBAL SALAZAR

Proyecto de Aula:
FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA, METODOLÓGICA Y DISCIPLINAR DEL
TRABAJO SOCIAL II

UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA
FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS
DEPARTAMENTO DE TRABAJO SOCIAL
MEDELLÍN, COLOMBIA
SEMESTRE 2019-2
INTRODUCCIÓN

El presente ensayo, surge a partir de la lectura de los textos: “Ética y Política” (1992)
y; “Hacia un Humanismo Crítico Intercultural y Decolonial como Horizonte Ético del
Trabajo Social” (2019); asimismo, se basa en el análisis de la transcripción de la conferencia
“Ética y Globalización” (2002), dictada en el seminario internacional “Los desafíos éticos
del desarrollo”; por último, también se apoya en el vídeo de la conferencia “Ética del
posconflicto ¿Y ahora qué?”, diálogo que hace parte del proyecto “La paz se toma la
palabra”.

Este escrito tiene como propósito principal defender y dar argumentos sobre la
premisa: la dimensión ética en el Trabajo Social es un componente importante que
define el quehacer profesional; que se formuló a partir de las lecturas propuestas en clase,
ya mencionadas anteriormente. Con base en dicha bibliografía, se parte sobre el concepto de
“ética” y su diferencia con la moral; en un segundo momento, se continúa con los argumentos
y el desarrollo de la premisa planteada; por último, se pretende dar una mirada sobre las
distintas propuestas de ética que plantean los autores y autoras, relacionándolas con el
Trabajo Social y realizando un análisis de cada texto; esto seguido por las conclusiones del
ensayo.
Ética y Trabajo Social

La palabra “ética” puede tener muchas nociones, y limitar su significado a una sola,
puede resultar reduccionista, ya que desde hace mucho tiempo atrás, el ser humano se ha
preguntado sobre este concepto y lo ha estudiado desde distintas ciencias y teorías.
La pregunta por la ética surge siempre en momentos de crisis, en tiempos oscuros,
cuando las sociedades, al borde del abismo, sienten amenazada su supervivencia; los
sujetos confrontados con ellos mismos, vuelven a preguntarse por sus raíces, por su
devenir, por el sentido de sus vidas, en fin, por lo que podríamos llamar la condición
humana. (Uribe, 1992, p. 67).

De esta pregunta y de las discusiones que se derivan de ella, han surgido diversas
definiciones. Como consecuencia de esto y con base en el material revisado, a continuación,
se delimita lo que no es “ética” y se hace una construcción del significado de la palabra desde
los puntos en común que tienen las diferentes acepciones de esta.

Ética no es civilidad ni urbanidad; tampoco es leyes o normas; y mucho menos es


moral, si bien, se puede decir que la ética parte y delibera sobre la moral, es un error decir
que significan lo mismo, ya que la moral, contrario a la ética, sí es un conjunto de normas,
reglas y creencias que se establecen en las diferentes culturas, dictando lo que “está bien” y lo
que “está mal”. Incluso, la moral establecida socialmente, muchas veces puede truncar el
camino reflexivo hacia la ética interna “... y los valores morales antes que propiciar el
surgimiento de una ética ciudadana, civil y secularizada, la obstruye.” (Uribe, 1992, p. 72).

En este orden de ideas, podemos establecer que la ética se pregunta por la justicia y la
felicidad en la sociedad y además, cumple un papel importante en ella; también, es preciso
puntualizar, que si bien la ética es una construcción dinámica e interna, se da a partir de la
reflexión y la filtración de la moral creada a partir de la alteridad, es decir, de la interacción
con lo otro (todo lo que nos rodea). Al preguntarse por la justicia; y retomando las palabras
del periodista Javier Darío Restrepo, en la conferencia “Ética del Posconflicto ¿Y ahora
qué?” “la ética es ese impulso, una pulsión que existe en todo ser humano para ser siempre
mejor y llegar a la excelencia” (Banrepcultural, 2015, 5m14s).
Al indagar en las diversas ciencias y profesiones, se puede encontrar que en cada una
de ellas se reflexiona y debate constantemente sobre la ética profesional. En cuanto al
Trabajo Social, se debe reconocer y exaltar la importancia de este componente en el quehacer
profesional, ya que esta, es una profesión aplicada; y como consecuencia, la componen y se
debe hacer, una reflexión teórica, práctica y esencialmente ética como dimensión humana,
porque lo ético es inherente a nuestra vida.

Asimismo, la ética en el Trabajo Social también define el horizonte, el sentido y el


compromiso que tienen los y las profesionales de esta área para con la sociedad; además de
darle salida a los dilemas que se presentan en cada intervención (praxis).

Como ya se mencionó anteriormente, el Trabajo Social es una ciencia aplicada; y


sobre la teoría, la práctica, y mucho más sobre la ética, hay un componente deontológico, que
si bien es importante para la regulación de la profesión, no es la ética total de la intervención.
Este componente en Colombia está reglamentado por el CONSEJO NACIONAL DE
TRABAJO SOCIAL, mediante el acuerdo 013 del 2015, que establece el código de ética de
los trabajadores sociales en Colombia, y en cual se plantea: las diversas definiciones de
“Trabajo Social”; los principios y valores que deben fundamentar el ejercicio; los
compromisos profesionales y el régimen disciplinario.

Retomando los párrafos anteriores, se hace preciso recalcar que, la ética en el trabajo
social ampara diversas dimensiones que definen la intervención y el quehacer profesional. La
ética no es estática, por el contrario, es una construcción constante que se realiza y se
reflexiona desde lo humano y político de cada trabajador social.

Análisis del material bibliográfico

Inicialmente, Morin (2002) nos puntualiza que en el modelo economicista, del sistema
capitalista, nor-euro-céntrico, el ser humano es visto y reducido únicamente desde una
dimensión económica, y desde ahí, nos llevan a la idea de “desarrollo”, esto sin entender y
resaltar los demás componentes de la humanidad “Si consideramos la noción de desarrollo
desde un punto de vista ético, debemos saber que no existe ningún tratado ético posible si
pensamos que el concepto de desarrollo tiene como núcleo una noción ética y económica”
(Morin, 2002, p. 1). De esta manera, se coincide con el autor cuando menciona que existe una
anti-ética del sistema en el que vivimos, esto en cuanto a la desintegración que se establece
en el tejido social.

Con lo anterior y partiendo de un ser humano como ser complejo, se resalta la


necesidad de una regeneración ética desde la educación y desde la vida, que se enseñe lo que
el autor llama, la comprensión humana; y con esto, se hace necesario tener en cuenta esta
regeneración, desde las direcciones éticas, la ética para uno, para la sociedad y para la
humanidad. El análisis ético de este autor, es importante retomarlo en el Trabajo Social, ya
que como él menciona, las ciencias sociales son profesiones contracorriente y regeneradoras,
que tienen como labor humanizar y potenciar a la sociedad, para así, de esta manera,
transformar la anti-ética del modelo que nos rige.

Continuando con el análisis del material, Uribe (1992), establece la importancia de la


relación que existe entre ética y política, entendiendo esto como lo público (colectivo), y
también como las libertades. Asimismo, teniendo en cuenta que los trabajadores sociales son
profesionales que accionan en lo público, se enfatiza y se recoge la importancia de una
construcción ética ciudadana que este en la búsqueda del bien común y de la colectividad
Se debe entender, además, que la existencia de lo público y la gestación de nuevos
referentes ético culturales no se garantiza desde la identidad y la unanimidad sino
desde la diferencia, desde los conflictos y las divergencias propias de cualquier
sociedad compleja que se transforma (Uribe, 1992, p. 73).

Del vídeo “Ética del Posconflicto ¿Y ahora qué?” se retoma para el Trabajo Social la
importancia del conflicto como algo que constituye al ser humano, y por ende, el deber de la
existencia de una eticidad en el mismo, esto exaltando la importancia del arte y la cultura
para tramitar los conflictos sin violencia; y así, con las palabras de Sergio de Zubiría “Es anti-
ético no considerar el conflicto como una oportunidad, sino como un fracaso”
(Banrepcultural, 2015).

Por último, del texto “Hacia un Humanismo Crítico Intercultural y Decolonial como
Horizonte Ético del Trabajo Social” exaltamos el llamado que le hacen los autores a los
trabajadores sociales, para movilizar a las personas y dar a entender que el modelo
antropocéntrico que nos rige es un modelo que no permite la diversidad, la pluralidad y el
respeto a las diferencias:
Una de las tareas del Trabajo Social es contribuir, desde su fundamentación teórica,
metodológica y ética, a la generación de procesos que desde la praxis social permita
que los grupos humanos con los que trabajamos se conecten desde su cotidianidad
consigo mismos, con los otros, con el resto de los seres vivos “no humanos” y con la
naturaleza, para plantear salidas a los problemas de la civilización moderna que
alimenta el bienestar material de una minoría en detrimento del desarrollo espiritual
de la mayoría de los pueblos ancestrales y la depredación de la naturaleza (Aristizábal
& Castaño, 2019, p. 14).

Con ello, también se hace menester, asumir la ética en Trabajo Social como un acto
político, como un acto de reconocimiento y como una simbolización decolonial que permita
desde la pedagogía, transformar, resistir y re-existir.

A modo de conclusión

Cuando se habla de ética, es importante establecer principios; y por ello, se concluye


y se resalta de todos los autores tratados en este ensayo, la importancia del biocéntrismo
como componente ético; como seres humanos, no se puede seguir agrediendo y
desconociendo la importancia de los otros seres que co-habitan el planeta. Se debe entender
la ética como una reflexión que parte desde el consenso, y también, desde el disenso con el
otro; pero no “el otro salvaje” o “el otro distinto”, sino con el otro con el cual se puede
construir identidades, culturas y diversas formas de tramitar la vida humana.

Por otro lado, si bien, se resalta la importancia de entablar debates sobre lo ético, es
claro que este componente se vive y se establece en pautas distintas en cada ser humano; por
ello, es importante reconocer, como ya se mencionó, que la ética es dinámica y constitutiva al
ser humano.
Referencias

Aristizábal Salazar, M.N. & Castaño Galeano, A. (2019). Hacia un Humanismo Crítico
Intercultural y Decolonial como Horizonte Ético del Trabajo Social. En Ética
Intercultural y Decolonial en Trabajo Social. Seminario llevado a cabo en Medellín,
Colombia.
Banrepcultural. (23 de octubre de 2015). Ética del posconflicto ¿Y ahora qué? [archivo de
vídeo]. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=ZNSpk1rpvgY.

Morin, E. (2002). Ética y Globalización. En Los Desafíos Éticos del Desarrollo. Seminario
llevado a cabo en Buenos Aires, Argentina.

Uribe de Hincapié, M. T. (1992). Ética y política. Estudios Políticos, (01), 67-75. Recuperado
a partir de https://revistas.udea.edu.co/index.php/estudiospoliticos/article/view/13559.

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