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LA CHAMPETA

La Champeta es un género musical y cultural, también considerado baile que nace en Colombia en
la Región caribe, de las zonas afrodescendientes de los barrios de las calles de Cartagena de
Indias, vinculado con la cultura del corregimiento del Palenque de San Basilio e influenciado por
géneros de descendencia de la gran madre patria África. Hija nieta de unas prácticas musicales que
la historia de manera posterior ha rebautizado como soukous, fenómeno musical y cultural que se
dio en el Congo belga y francés a principios de la década de los 40 en un contexto de represión,
esclavitud y político a partir de la dictadura de Leopoldo Primero.

Desde las décadas de los 40s y 50s, cada ‘picotero’ hacía exclusivas sus fiestas al tener música
exclusiva que reproducir en su picó, competían entre sí por el mejor repertorio. Al igual que los
juglares, los picós se convirtieron en discotecas ambulantes que se hacían sonar en fiestas
populares, fiestas de barrio como verbenas o fiestas organizadas como casetas o carnavales y que
masificaron la música y la cultura popular afrocaribeña, casetas donde compartían sus gustos,
donde se sentía una sensación de bienestar, y por ende la causa alegría. Estos primeros bailes, por
su condición relajante y desentendida de los problemas económicos del país, fueron llamados
terapia. La música champeta ha estado fuertemente discriminada y subvalorada desde las clases
altas y medias del Caribe colombiano y este nombre fue puesto por la élite económica en un
intento de menospreciar a esta cultura sobreviviente, la cual decían que este fenómeno música
eran para personas de estratos socioeconómico bajo. Este nombre, antiguamente conocido como
terapia criolla y transformado, se originó por la relación de la mencionada población con la
machetilla "champeta", y se le asociaba a elementos de vulgaridad, pobreza y negritud. En los
años 1970s en Cartagena se conocían como fiestas de Terapia a las verbenas ambientadas con la
música africana que llegaba en los barcos; a dicha música se la empezó a conocer como música de
terapia, o terapia criolla. Ya no se competía por repertorio, si no por volumen, entre más sonaba
en los grandes altavoces era mejor. Luego empezaron a aparecer los primeros cantantes, hacia
1981 nace por primera vez la música cantada e interpretada: la terapia criolla, construida por
primera vez por personajes cartageneros afrodescendientes y palanqueros de San Basilio, donde
luego incursionaron cantautores y mercados de Barranquilla, Santa Marta y en otros lugares del
país.

En sus inicios se difundió a través de los potentes equipos de sonido denominados picós (pick-up)
que suenan en las verbenas o casetas. Se caracteriza porque la base rítmica prevalece sobre las
líneas melódicas y armónicas, convirtiéndola en una expresión musical bailable en la que
predominan una fuerza y una plasticidad desbordantes. Los instrumentos empleados en la
ejecución de este alegre y contagioso ritmo son la voz, la batería, las guitarras eléctricas, el bajo,
las congas y el sintetizador, que añade efectos rítmicos. Este género musical tiene como elemento
único de él, una división temporal de tres aceleraciones, la música inicial, el coro y un tercer
elemento llamado el Despeluque, que es propio de ritmos fuertes y repetitivos acompañado por lo
general de placas (intervenciones digitales) Con un lenguaje popular y lleno de inventivas los
champeteros cantan sus vivencias. Las letras, sobrepuestas a pistas africanas o con música original,
evidencian la actitud contestataria de los sectores afrocartageneros discriminados, que arremeten
contra la exclusión social y económica o cuentan sus sueños de cambio y progreso. Músicos
intérpretes Abril y Soto (2002) mencionan como las "estrellas de la champeta" aquellos artistas
que han logrado trascender el entorno local y firmar contratos con los grandes sellos discográficos
nacionales e internacionales

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