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KARIME PILAR AMADOR CURIEL LIC.

PSICOLOGIA TANATOLOGIA

DUELO Y MELANCOLIA
Sigmund Freud

Tanatología
Karime Pilar Amador Curiel
Lic. Psicología
KARIME PILAR AMADOR CURIEL LIC. PSICOLOGIA TANATOLOGIA

En este texto Duelo y Melancolía Freud estable las premisas de la melancolía a


partir de su analogía con el duelo. Estas premisas son de un valor clínico
psicoanalítico de la melancolía. En este trabajo ademásse se explican las primeras
conjeturas inconclusas, sobre la manía, su función, mecanismo y su relación con la
melancolía.

Bueno en un principio desde el punto de vista psicoanalítico de Sigmund Freud La


melancolia se parece al duelo tanto en lo que lo que la genera como en lo que
caracteriza el cuadro de su dolor. Pero a pesar de las similitudes en el cuadro del
duelo y la melancolía, existen diferencias como algo perfectamente normal y
necesario, y como una patología.

Las causas dque desencadenen un duelo pueden ser muchas, pero todas ellas
tendrán como base común la valoración afectiva que consciente e
inconscientemente es atribuida a aquello que se ha perdido. No lo considera un
estado patológico, pasado cierto tiempo se lo supera, eso es lo que normalmente
se piensa que pasado de un tiempo dejara de doler, de importar y seguirá el ritmo
de vida normal de la persona sin embargo freud señala y divide la diferencia entre
duelo y melancolía a partir de ahí cuando de pasar a un duelo superado comienza
la melancolía como un estado patológico.

Tanto el dueloo como la melancolía se caracterizan por un estado de desazón,


dolor, cancelación del interés por el afuera, pérdida de la capacidad de amar y
la inhibición de toda productividad.

La melancolía es entonces, una pérdida objetal que se sustrae a la conciencia. en


ella hay una pérdida, pero no hay objeto perdido o, como señala freud en el texto,
desconocemos qué hay más allá del dato económico de la regresión de la libido
objetal al yo. Por ello la inhibición melancólica nos produce una impresión
enigmática, porque no podemos inquirir qué es lo que cautiva tan por completo al
aquejado.

Se trata de un empobrecimiento del Yo, éste se menosprecia y enfurece contra sí


mismo. Este cuadro por lo general va acompañado de insomnio, repulsa del
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alimento y un desfallecimiento de la pulsión que compele a todos los seres vivos a


aferrarse a la vida..

El proceso que yo pude determinar es el siguiente, en rimera instancia El sujeto


melancólico establece una conexión libidinal con algún objeto determinado. Por los
motivos que sean, se produce la ruptura de esa relación objetiva, y la carga de
objeto queda abandonada. Sin embargo, la libido de tal carga, en lugar de
desplazarse a otro objeto, como sucede en situaciones normales, se retrotrae al yo,
provocando la identificación del yo con el objeto abandonado y transformando así
la pérdida del objeto en pérdida del yo.

Por medio de esta identificación, el conflicto entre el yo y el objeto abandonado se


transforma en conflicto del yo con el yo. Las grandes instancias del yo que freud
maneja en esta primera etapa de su pensamiento habrá que sumarle, en el proceder
de la melancolía, la instancia yoica como conciencia moral, que disocia el yo en
objeto humillado y en instancia crítica humilladora.

El desapego es entendido como desligamiento del objeto o de la libido objetal, lo


cual vincula que se haya establecido lo libidinal al objeto, pero predomina la libido
desligada. Dicha vinculación entre lo narcisista y la elección de objeto está
planteada sobre la base de que desde el inicio hay vínculo amoroso con el objeto,
confundiendo el amor libidinal de obj eto con el apego de orden autocon servativo.

Puedo explicarlo como que la carga erótica en el mecanismo de la patología


melancólica juega un doble destino, se retrotrae al narcisismo, como también a la
fase sádica. Es de este modo como el yo puede tratarse a sí mismo como un objeto,
y dirigirse contra sí mismo con la hostilidad que representa la reacción primitiva del
yo contra los objetos del mundo exterior también los infinitos combates amor/odio
que se dan con el objeto pertenecen al sistema Inconsciente, y es esta
consideración que constituye lo importante en la explicación de la melancolía.

Entonces La manía, a diferencia de la mmelancolía, no es un fenómeno primario,


sino un fenómeno de retorno de lo reprimido, y responde a una afirmación narcisista
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tras la derrota de la instancia crítica que atormentaba al sujeto en la fase


melancólica

Durante mi carrera especialmente en la materia de psicoanálisis llegue a ver una


palabra que hasta este momento le tomme relación que es ‘’ metapsicológicos’’ que
es justo lo que relaciona la parte patológica con el duelo.

En lo personal la visión psicoanalítica no me gusta ya que dificulta la comprensión


profunda de ese proceso psicopatológico, además de que obstaculiza el modo de
abordaje clínico y de la labor psicoterapéutica a llevar a cabo en esas situaciones
pues va mas alla en la constitución del yo, no se puede trabajar levantando e
interpretando lo reprimido, ya que el problema está en que no se cuenta con una
represión originaria suficientemente bien establecida y consolidada a través de la
represión secundaria. Dichos procesamientos que tienes que trabajar desde el
punto de vista objetal y libidinal puede llegar a ser un proceso demasiado largo y
incluso doloroso para la persona que está atravesando por un proceso de duelo
crónico o patológico, yo recomendaría terapias mas breves, pero contimueos…

Por otra parte el síntoma es para Freud no un trastorno funcional del sistema
nervioso, sino un efecto lingüístico es aquello que por traumático, no puede decirse
con palabras y encuentra una forma de expresión alternativa en los síntomas como
el sueño, y como cualquier otra formación del inconsciente, el síntoma es otra forma
de expresar aquello que no puede ser expresado en el discurso de la identidad y
esto es bien típicom de los procesos primarios del sistema inconsciente Tambien es
verdad que desde el psicoanalisis podemos accedera a la sintomatología al lenguaje
consciente. Pero illegará un punto en que choque con aquello que no puede darse
a conocer, esto no implica una renuncia al sentido

Si bien freud señala de manera compleja pero que me gustaría desglozar tres
premisas fundamentales de la melancolía:

 La pérdida de objeto
 La ambivalencia
 La regresión de la libido al Yo.
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las dos primeras responden a la neurosis obsesiva, pero no a la tercera, El


neurótico obsesivo puede sufrir la pérdida real de un objeto amado y vivirla como
un típico proceso de duelo. Además es característica, según se ha hecho
referencia en este trabajo, la relación con el objeto mediada por el conflicto de
ambivalencia.

En la tercer premisa de freud, de la regresión de la libido al narcisismo del Yo,


una premisa que no concierne a la estructura de la neurosis obsesiva.

De esta manera, ffreud establece el punto de divergencia fundamental entre


melancolía y neurosis obsesiva, atribuyendo a la melancolía la característica de
la regresión de la libido al narcisismoe sta observación freudiana se constituye
como una clave en la clínica para el diagnóstico diferencial.

Por ultimo me gustaría agregar un poco del pensamiento dela muerte


psicoanalítica de Sigmund freud ya que su postura es muy compleja
personamlemte en comparación con otros paradigmas…

Desde el psicoanálisis podemos afirmar que para superar el duelo será


necesario experimentar la realidad de la falta, sentir el dolor con todas las
emociones que conlleve y adaptarse al ambiente con la falta que ha devenido.
Freud dirá que una vez retirada la libido del objeto perdido, esta se podrá dirigir
hacia nuevos objetos.

El trabajo de duelo implica el desinvestimiento de una multitud de


representaciones ligadas al objeto. Precisamente conlleva tiempo porque no es
solo el objeto, sino una multitud de representaciones vinculadas a él; de allí que
tomar en tratamiento a alguien doliente es realmente dejarlo hablar. Cada
verbalización es un combate interno que libra el sujeto. Como señala Freud, este
vuelve a vivir la experiencia acontecida con el objeto.

Es un combate entre el deseo de que vuelva a ocurrir y el deseo de liberarse de


eso. El sujeto necesita volver a recordar, pensar, representar, pero también
sentir, y esto es el trabajo de duelo.
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El ser humano normalmente acaba sometiéndose a la realidad, a pesar de


necesitar un tiempo para ello. La pérdida y el duelo son inherentes a la vida,
propias del proceso evolutivo y constituyentes del sujeto: pensemos en la
retirada de la leche materna a un bebé, todo el contacto con el pezón materno
desaparece, dejando al bebé con una falta que deberá suplir; también en la vida
adulta nos encontramos con separaciones inevitables, como es el caso de la
muerte de los padres, o con pérdidas a veces traumáticas, a las cuales debemos
hacer frente muchas veces no sin dificultades. El duelo no es una enfermedad
sino un proceso normal del aparato psíquico. De allí que del sujeto que está en
duelo suela decirse: "No está enfermo, está de duelo".

Freud concibe el duelo como algo habitual que hay que dejarlo expresar sin
perturbarlo. El sujeto en duelo presenta una serie de síntomas: pérdida del
interés por el mundo exterior en todo lo que no recuerde al muerto, pérdida de
la capacidad de escoger algún nuevo objeto de amor en reemplazo, se diría, del
llorado, extrañamiento respecto de cualquier trabajo productivo que no tenga
relación con la memoria del muerto.

Freud nos dice que la vida misma consiste en un conjunto de pérdidas, y para él
la palabra "pérdida" es sinónimo de castración. Por consiguiente, este camino
que va desde la vida hacia su desarrollo y finalmente hacia la muerte, está
jalonado por continuas pérdidas, frente a las cuales el aparato mental está
generalmente preparado, obviamente, para algunas más que para otras.

Para concluir como en todo paradigma/teoría existen variaciones en la edad,


situación, parentesco, reciprocidad, apego, motivaciones, distorciones del
pensamiento, variaciones de emociones, cognición y pensamiento. El trabajo en
respecto al duelo y la melancolía es muy amplio, este texto sin embargo deja
claro la línea que cruza del duelo al melancolico y las intervenciones de la libido,
de manera de apego en sus diferentes manifestaciones.
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GLOSARIO:

Ello: Es una reserva de energía psíquica inconsciente que lucha todo el tiempo
para satisfacer impulsos básicos de agresividad, supervivencia y reproducción.
Es decir que el Ello opera según el principio del placer: si no se ve restringido
por la realidad, busca gratificación inmediata.

Yo: se va desarrollando, el pequeño niño aprende a enfrentarse con el mundo


real. El Yo se maneja sobre el principio de realidad: busca la satisfacción del Ello
pero de un modo más realista, lo que le dará placer a más largo plazo y le evitara
el dolor y la destrucción. El Yo contiene pensamientos, recuerdos y juicios
parcialmente conscientes.

Melancolía: se refiere por tanto a una pérdida de objeto sustraída de la conciencia, algo
en lo que se diferencia del duelo. En el trabajo que el melancólico realiza ante la pérdida.

Dolor: es la respuesta original frente a la pérdida de objeto de la satisfacción o frente a


la separación con ese objeto.

Narcisismo:es una catectización libidinal de uno mismo, un amor a sí mismo, pero en


segundo lugar, dicha catectización pasa necesariamente en el hombre por una
catectización libidinal del yo, y tercera, esta catectización es inseparable de la
constitución.

Libido: es la energía de las pulsiones o instintos que dirige toda conducta. Aunque
inicialmente aseguró que la libido tenía un carácer sexual, a lo largo de su teoría incluyó
en este concepto otros tipos de energías .

Bibliografía:

Freud, Sigmund. "Duelo y melancolía" (1917 [1915]). En Obras completas,


vol. xiv. Buenos Aires: Amorrortu, 2005.

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