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C a p í t u l o 5

L a Revolución- I n d u s t r i a l
en G r a n B r e t a ñ a

5 1- L o s p r i m e r o s p r o c e s o s l i i s t ó r i c o s d e industrialización

Desde el siglo xviii, Europa Occidenial se transformó en la cima de la industria mo-


dcniii- La Revolución industrial comenzó en Inglateri'a y desde allísc difundió hacía el eon-
tiaciiíe, afectando a las distintas naciones y regiones con ritmos diversos.
-Los países continentales que primero transitaron el camino de la industrialización
fueron Bélgica, Erancia, Suiza y Alemania. La industria moderna fue después extendiéu-
: dosé hacia los países escandinavos, y los de Europa del Sur y del Este, incluyendo Ru-
. siá. Para fines del siglo XIX, la industrialización era un proceso en marcha en la mayor
parte del territorio europeo. Fuera de Europa, el único país qne se industrializó tempra-
namente fueron los Eslados Unidos, donde el proceso se inició ya en las primeras déca-
das del siglo XIX.
A partir de esa evidencia, una inquietud conu'ln-a muchos historiadores que esludian
csíos temas es tratar de comprender por qué fue Europa la primera región industrial, y no
otras zonas del planeta, considerando que existían en el siglo xvm algunas áreas con un
considerable desarrollo económico, político y cultural, como el Medio Oriente Islámico, la
China o la India.
Diversos autores han insistido en que cl problema de las causas de la Revolución In-
dustrial debe ser estudiado, en primer lugar, no tanto'desde la especificidad Inglesa como
desde la especificidad europea. Es decir, sostienen que ciertos rasgos comunes a los países
de Europa Occidental, distintos a su vez de los de las otras regiones del mundo, explican
• que el proceso de industrialización se haya iniciado en Europa, y que el caso de Inglaterra
debe ser visto dentro de este contexto.
Eiíic JONES afirma que no hay que dar prioridad al estudio de los elementos "únicos"
del caso Inglés, y que "es mucho más Instructivo considerar que Gran Bretaña estuvo afec-
tada por unas fuei-zas que estaban actuando en el conjunto del continente europeo, y a [jar-
tirde las cuales se destacó ligeramente como la primera potencia industrial sobre la base
del cambio tecnológico en la manufactura del algodón y del hierro"'.
A la hora de explicar la especificidad europea, las razones esgrimidas son múltiples y
diversas. Citaremos sólo a algunos autores que han-renexionado sobreesté tema, con la fi-
nalidad de ofrecer algunas interpretaciones alternativas que puedan servir de base para una
posterior profundización.

JONES (1990).
121
120 j-jii-ion;i ecoiíómiaii Jtujn^, •ónlndustri^í Gr«» Bretaña

¡*ara DAVID LANDES, la clave debe ser buscada eu ciertos rasgos cuíiiu'ales y po!fi¡i-j| .non SUP.SO un ™ p I i o „b:,„lco r « u . o . , lo g e n o » ct d c u r o l l o
de las sociedades europeas desde lines de la Hdad Medía. Enire ellos destaca, en primer]'
gur, la funcitjn de ia iniciativa económica privada, respaldada por el respeto a los derecliQ ' „.rcÍD niultilaterul. . (.nntexto cultural de Eu-
de propiedad y por la consolidación de unidades jiolfticas en conipciencia cnti-e sr(iascii, • de carácter único, contribuyó asimisnio u la acuiiuiLiiL,iuii ... _.
dades Estado, primero, y ¡os Eslados nacionales después). Todo eso, según LANDES, \\rí\)¡¡^ . .A. carácter ánico, contribuyo f^^^^^' . ,,i,,r,ados pa
'"'''[i'iveics de vida, o que los Estados nacionales europeos fueron más adecuados para el
tavorecido ia actividad comercial y cl desarrollo de una clase mercantil de gran viiaüfjjj^
^"'¿iniici'io económico que los imperios despóticos de Orlenle, ya que favorecieron el In-
y creciente inlluencia, que jugo un papel decisivo en el proceso de expansión económica j
• "|,^^j[)iü V la competencia, y respetaron más ¡a projiíedad privada. En este sentido dcsta-
de disolución dei viejo orden icudal.
•j qi'ie desde su punto de visla, el crecimiento n muy largo plazo de Europa "no fue tanto
El segundo elemento clave de la peculiaridad europea es para L A N D E S "el alto valor ¿[resallado de una conjunción de fuerzas que promovieron el desarrollo como la conse-
airibuido a la manipulación racional del medio natural", lo cual puede descomponerse j
cucíicia de ¡a eliminación de los impcdiinciitos"-\
su vez, en dos elementos: " L a racionalidad y lo que podríamos llamar el sentido de doinj,
• PAUL BAÍIÍOCM se pregunlo por qué el desarrollo económico moderno comenzó en In-
iiio iaustiauo .sobre el hombre y ia naturaleza". En esta inierpreiaclón, LANDES coincide en •
gran !\icdida con la tesis de M A X WEBEIÍ acerca de la vinculación entre la ética protesian- (ihtcm, y enumera ocho respuestas jiosiblcs, cada una de ellas enfal¡z;u)do c! peso de un
ic y el desarrollo dei capitalismo. Pero también sostiene que la ciencia consiiiuyó ei pnen. f ictor determinado. Dichos factores son la religión y las mentalidades, íu estructura políti-
te perfecto entre la racionalidad y cl dominio, y que el avance cienífrico hizo posible, por ca laáoiacidn de recursos naturales, el comercio Jnlernacional, la colonización, la existen-
su parte, el desarrollo tecnológico. c¡:i i'e grandes núcleos urbanos, un nivel avanzado de desarrollo y un cvec'íDÍienio demo-
gririco rápido. Después de analizarlos ano por uno, llega a la conclusión de c^ue no son
Segtin LANDES, "ía voluntad de dominio, el ealóque racional de los problemas al que
Cíclnycnies de Inglaterra, sino que se cncucnlran en diversos países europeos, a parlir de
llamamos niétodo científico, la competencia por la riqueza y e] poder, todo este conjunto
¡o cuíil sostiene que la pregunta "¿por que Europa?" es casi tan pcriinenie como el iníerro-
de teaónienos consiguieron cütninar la resistencia impuesta por las formas tradicionales de
comportamiento e hicieron del cambio un valor positivo". Agrega que, sin duda, estas ven- gaute "¿pof (¡"ó Inglaterra?"
lajas se vieron reforzadas por la conquista de territorios exíraeuropeos, y el ejercicio de b Buscando lu respuesta a la primera de dichas cuestiones, señala que sólo puede oble-
violencia y cl poder, lo cual tuvo consecuencias muy desiguales que, a su vez, profundiza- aeisc comparando la situación de Europa con la de otras icgioncs avanzadas, particular-
ron la distancia entre el mundo de los países colonizadores y los colonizados. No obstan- menie, lu China. Pui'a SAIROCH, los clcmcnlos decisivos serían cuatro: el espíritu europeo
te, insi.sie en que el inipcrialismo no es de m'ngún modo una explicación siiricientc, yaque abierto al cambio, las características geogi'áficas del coitlrnciUe (incluyen la localización,
las sociedades que sufrieron la conquista europea no eslnban en camino de llevar adelante •
el clima ien:platloy la disponibilidad de energía), cl fraccionamicnlo político (que favore-
una revolución industrial cuando fueron sometidas poi" las poleucias coloniaii.'ítas-.
ció, u sn vez, lu compeiencía entre Eslados, y a partir de ella, el desarrollo del eomerciü y
JONES sosliene, al igual que LANDES, que ío que denomina "el milagro europeo" debe !a innovación tecnológica) y, por último, la existencia de ciudades de dimensiones más ¡no-
ser comprendido como un proceso tle muy largo plazo, que se vislumbra, por lo mcncs, dcslas que las de los grandes imperios asiáticos (que absorben una propoicióu demasiado
deííde fines de la Edad Media. Considera que la industrialización tuvo lugar en prinier tér-
alta de los excedentes agrícolas)'*.
mino en las economías de mercado, "donde no sólo los productos, sino también loa facto-
res de producción podían comprarse y venderse librenienic". Una vez consiutudo ello, no
cree que las íuci-zas del mercado puedan ser compi'endidus sin tener en cuenta el papel del 5.2. L a R e v o l u c i ó n I n d u s t r i a l e í i G r a n Bretaña
poder político, ai que lambién aLribuye un rol signillcalivo a la hora de exj?licar la génesis
de la economía motlerna. El estudio deesie tema puede iniciarse con una pregunta que se formula lu mayor par-
te de los historiadores: ¿qué factores explican que Inglaterra haya sido la "primera nación-
.Además de ello, insiste con énfasis en que Europa se vio favorecida por las condicio-
industria"? ¿Por qué ella y no otros países que en el siglo xvui le disputaban la primacía
nes de producción que, como señalaba M A K X , no pueden generarse a sí mismas. Para JO-
NES, Europa poseía características tan especiales de empltizamiento. localización y dota- comercial y económica, como Holanda y Francia?
ción de recursos que lo llevan a asirse a una explicación ambiental, aunque entiende que ei Hemos visto en el punto precedente que buena parte de las razones que pueden adu-
papel de los factores aniblenUtles fue esbozar las sendas con menores costos pai-a la acción cirse para explicar lus ventajas británicas eran comunes a varios países europeos. Pero, más
humana, que siguió siendo decisiva.
allá de eso, ciei tas condiciones especíHcas <íe Gran Bretaña y la combinación de todas ellas
Desde este punto de vista, sostiene que tanto la fructífera variedad política como la dieron como resultado la primera Revolución Industrial.
acumulación de capital y el comercio pueden, en parte, explicarse como ajustes a! em- Debe íksUxcrirsc en primer término que la economúi británica creció u lo largo de todo
plazamiento y a los recursos concretos de Europa. Señala, por ejemplo, que en el conti- el siglo xvni. y que la Revolución industrial tuvo Ligaren c! marco de una expansión se-
nente europeo lus catástrofes naturales fueron menos frecuentes que en Asiii, o que la cular. Inglaterra era uno de los países más ricos del níundo al iniciarse lu Revolución In-
geografía contribuyó a la conformación de ios Estados nacionales, en cuyo marco tuvo dusíritil, ysu situación era muy diferente de la de los países subdesarrollados del siglo xx.
Jugar el proceso^de modernización. También afirma que ía variedad lopogeográflca, clí-

LANDEí(i97gj, 3 JOMES (1990).


12í

•ydlució'i Industrial en Gran Bretañn 133

. ,-,¡(ÍÓMALTHUS publicó en I79S su ftiincr ensayo sobre In poblaciúir. oslaba alarma-


• gj crecimiento de la población británica a lo largo del siglo xvm. MALTHUS sostenfa
'^^^ en el sig-Jo x VIII - capacidad de crecimienlo déla población era infinitamente mtiyorque la capacidad de
LA POBLACIÓN -'^-'p^parap''''^''^''''^''"^^"^^^ P'""^^' hombre. Señalaba que mientras que la población pue-
• '•''•'¿^cataren progresión geométrica, los alimentos ainnenlan sólo en progresión arltmétl-
Desc/cílne. del . í g , o , , , „ ^^•''Eii igtüíl''^'' de las demás circunstancias, se puede afirmar que la población de un pafs
' población inglesa "^^'en función de la cantidad de alimentos humanos que produce; ysu fellcidtid, determlna-
" tjor la generosidad con la cual estos allmcnlos son distribuidos, o, lo que viene a ser lo mls-
/ir h cantidad de productos que el trabajo de un dia es susceptible de adquirln"
'"Él problema que él vei'a era que la mejora de las condiciones económicas generaba un
alimento de población, pero que la población crecía más deprisa que la producción. Con-
•¡¡iernba que era el instinto natural de las personas —la atracción entre los sexos— lo que
]¡is llevaba necesarlamenie a reproducirse cuando la situación económica era favorable.
P^í^'^cion estimada (en millones) ' Él desequilibrio entre la olérta de alimentos y el crecimiento de la población podía, sc-
giín MALTHUS, resolverse por dos caminos. Uno era el que históricamente había servido de
frenó ni crecimiento demográfico: el incremento de la mortalidad como con.sccuencÍa de
la enfermedad y el hambre. A l aunjentar la mortalidad, la población se reducía, y el eípii-
¡ibriose restablecía. Lo que él proponía, en cambio, era la reducción de la natalidad, a ira-
vds del matrimonio tardío y del control de la reproducción, si bien era pesimista porque no
creía en la capacidad de las personas, fundamentalmente de las clases popuhu'es, para re-
primir sus instintos.
. Las previsiones de M A L T H U S no se cumplieron, y el crecimiento de la población, tan-
to de Gran Bretaña como del continente, no desembocó en un período de hambre y morta-
lidad. Lo que todavía no podían percibir los contemporáneos era que las condiciones en la
Inglaterra del siglo xviii diferían de las de los siglos precedentes.
El crecimienlo deinogidfico tuvo como causa inmediata principal c! aumento de la fe- Estaba desapareciendo la correlación positiva entre tasa de crecimiento de la población
cundidad, y en menor medida, el descenso de la mortalidad. E l crecimienlo de ia fecundi-
dad fue, a su vez, consecuencia del incremento tle la nupcialidad y de la reducción de la y lasa de cambio de los precios de los alimentos, lo cual permitía mantener un aumento sos-
edad del matrimonio^. teriido sin que se verificaran las consecuencias catastróficas que la experiencia de los si-
glos precedentes auguraba. Ello se debía principalmente al Incremento de la producción
¿Porqué creció ei mimero de matrimonios desde fmes del siglo xvu? Ello invoque ver .agrícola, que había posibilitado sadsfacer la creciente demanda generada por el aumento
tundamcntalnicnte con las condiciones económicas favorables de la econonn'a, ya que aun- de la población.
que las decisiones matrimoniales se ven, sin duda, afeciadas por un conjunto de presiones
individuales y sociales, además de las intluencias económicas, la nupcialidad tiende a in-
crementarse en las etapas de prosperidad. En Inglaterra, durante un largo periodo que du-
ró más de un siglo, los incentivos para casarse aumentaron conlinuamente, y ios frenos dis- LAS THAKSFORMAGIONBS E N L A AGRICULTURA
minuyeron a medida que las rentas reales crecfan.
En los siglos precedentes, todo aumento de la La principal actividad económica en la Inglaterra del siglo xvm era la agricultum, cu-
los precios de los alímH"!'"" ya prüductividad creció de modo constante en los siglos xvii y Xvni gracias a la introduc-
ción de mejoras en las técnicas de cultivo.
El incremento de la pr"oducción agrícola permitió no sólo que la población creciera a
un ritmo acelerado, sino lambién que una proporción cada vez mayor de ella pudiera ira-
bajaren aclividades no agrícolas, con lo cual aumentó la oferta de mano de obra para la In-
dustria y los servicios.
Diversos autores han sostenido que la Revolución Industrial no hubiera sido posible
sin una precedente "revolución agrícola"', que al incrementar la producción agraria habría
permitido y fomentado un desarrollo sin precedentes de los sectores industrial y minero.
WnjGL[-vfJ992).

MALTHUS (I9S2).
BAIROCH, en Cn'OLLA (1979).
Biütoi-ia econáinic-, . • i/irj lndíislrí'il en Grnn Bt-etnfiíi 125
:¡¡3voni°""'

sTjí- • • _
bi'ii "rcvoliluiüii" (la la idea de cambios aceleiados, mientras que la difusión de las iniieí'^"
pal,,: ^ ' ^ E n c l caso inglés, las Innovaciones en las técnicas agrícolas fueron acomiiailadas por
clones eu ias técnicas agrícolas fue muy gradual. E l proceso se inició en los Países Ba'^" ¡ific'ic'^"^^ '''^ sislGnvdS de propiedad. A principios del siglo xvui, aproximada-
a Enes de la Edad Media, y los cambios se fueron incorporando, Icntanicníc, en íngluic ./[UOí, ,j'_^'^^^jj.^d de las tierras en producción eran explotadas con el sistema de campos
y Europa coiuinemal. ,^
* ' ' ' ^ ¿ r t ^ o s ' m e d i e v a l . Los cultivos se llevaban a cabo en franjas discontinuas, y
La agricultura tradicional tenía tina serie de rasgos que hacían muy difícil lograr inctj- ^"'^^''canipssitios tenían derechos de pastura, de recolección de leña y de caza cu las tic-
mtínlos en la prtxiuctividad. El sistema de rotación (}ue se utilizaba desde la Edad iVlej¡j- • éonuinales incultas. Hacia ISjO, esta forma de explotación de ¡a tierra h;\bfa práctl-
dejaba en cada estación un tercio de ia tierra en barbecho, es decir, sin cultivar, para cviia^'
su agotamiento. Como ios rendimientos eran bajos, la cantidad de aninr.ilcí que podían nli' • S n c a í c desaparecido.
mentarse era reducida, lo cual redundaba, a su vez, en la escasez de abonos, que ¡nipe^íj ' L-i desaparición de los campos abiertos se dio como consecuencia de las Leyes dcCcr-
un uso más intensivo del suelo. La consecuencia más grave de esta situación —que per oira cai"'.'^'''?^ (É'nc/íJíif/'í.'Ac/j'j, que establecían la obligatoriedad de cercar tierras que podían
parte no era uniforme sino variada, segán las regiones—era qviesi ia población crecía a ta-- 'de'cultivo, de pastoreo o Incultas. Las antiguas parcelas alargadas, distribuidas entre las
sas muy elevadas, la producción de alimentos no podía hacerlo al nfismo ritmo. Comu viV liejT'is ^'^ cultivo, eran reemplazadas por nuevas parcelas en las que los propietarios cou-
mos, ello generaba un desequilibrio entre población y recursos que desembocaba en peno-" j.j,,jir.iban la superílcie de lien-a qtrc antes ícnían repartida.
dos de carestía, de hambre y de elevada mortalidad- Estas leyes, que habían comenzado en el siglo x v i , se muiiiplicaron eu 'a segunda mi-
La nueva agricultura consistió en la cümbinación de tres eiemcnios que se refoizamc. "
latl ilft! siglo xviil, en general, por presión de los grandes pro])iolarios, eu un contexto de
mutuamcnie; la introducción de cultivos novedosos, la alimemacíón de la ganadería ea es-.
alza (le los precios del grano, consecuencia, a su vez. del crecimiento de la población y del
tablos y la supresión del barbecho.
- ¡¡esarrollo de las ciudtides.
El resultado fue que los campesinos pudieron tener niás ganado y alimentarlo mejor; . • El resultado de los cercainlentos fue que una proporción muy alta de los pequeños pro-
locvuil aumcniaba cl suministro de productos animales. De animales mejor alimentados se pieiarios se vio obligada a vender sus tierras, que fueron compradas por grandes propieta-
obtenía más abono, lo que contribuía a aumentar ia producción de cereales. Las nuevas ce- rios locales o inversores provenientes de otras áreas. También se vieron fueriememc per-
.sechas de forraje, como la alfalfa, cl trébol, los pastos artificiales, los nabos y la remóla-. judicados los campesinos sin tierras que ocupaban campos comunales, y, en general, lodos
cha, resultaron ser cultivos útiles para alternar con los cereales en los sistemas de roiacién. ios campesinos que perdieron la posibilidad de utilizar dichos predios para cl pastoreo. Los
Atgmios de estos cultivos servían para fijare! nitrógeno y para acabar con los cielos de pia- • campesinos expulsados de sus tiems se [ntnsformaron, en su imyoi'hi, en jornaleros o arren-
gas y enfermedades de las plantas. Gracias al mayor uso de abonos y a la rolación de cui- datarios coa contratos de corto plazo.
Vivos fue posible suprimir el barbecho, lo cual permitió incrcmeniar la superílcie cíe tierra La couci;i\U'iicÍón de la propiedad de la tierra generó una mayor desigualdad social, pe-
cultivable. to coatribuyó a incrementar la pioducclón agraria, sobre, todo, porque creció la superficie
A los iUievos sistemas de ¡-otación se agregaron mejoras en las hen'amientas, en la se- de terreno cultivado, al Incoiporarsc a la agricultura tierras comunales y baldías.
lección üe semillas y en los sistemas de cría de ganado, así como otras innovaciones que
Diversos autores han sostenifio que los cercamlentos favorecieron la dit'uslón de las In-
contribuyeron a elevar los rendimientos y a modificar las condiciones en las que tenía la-
gar la producción agrícola. Desde mediados del siglo xvn comenzaron a uiitizarsa arado.'; aovaciones, en la medida en que los grandes propietarios y arrendatarios disponían de ma-
de hierro, que eran más fáciles de manejar y requerían menos anitnales de tiro. Alrededor yor capiUil y mayor información para incorporar ¡os avances tecnológicos. Se había elabo-
de n o ü fue inventada ia primera sembradora, aunque fue poco utilizada hasta principios rado una imagen de los grandes empresarios agrarios como fuertemente Innovadores a partir
del siglo xix.
de una serie de casos individuales de propietarios "apasionados por la moda del progreso
La nueva agricultura permitió rompercon el círculo vicioso de la contraposición entre agrícola'''^
agricultura y ganadería.
Los estudios recientes revelan, en cambio, que no hubo un proceso automático de in-
El desarrollo de este proceso fue lento c Irregular, afectando más a unas regiones que novación por parte de los propietarios incipientes. Mientras algunos de ellos aplicaron a
a otras, y aun en las áreas más adelantadas su adopción por paite de los agricultores no fue sus tierras las nuevas técnicas agrarias, oíros dejaron esta decisión en manos de los arren-
uniforme. No lodos los suelos eran aptos para los nuevos cultivos, pero la difusión de las
tíalurios, y algunos ni siquiera las explotaron'".
innovaciones se veía lambién (rabada por la falta de eapiiales, ia dispersión de las parcela.';
y la resistencia de los campesinos a las prácticas innovadoras. En el análisis que realizó KAJÍL M A I Í X en El capiial acerca de los orígenes y causas de
la Revolución Industrial, otorgó a los cercannento.'; una función clave en lo que llamaba
Desde principios del .ságío xvn las nuevas técnicas agrícolas comenzaron a difundirse
"proceso de acumulación originaria". Según M A U X , la acumulación originaria era el pun-
fuera de los Países Bajos, en primer lugar, a Ingiatevra, luego, a Francia (desde mediados
del xvm), y más\iarde, a otros países de Europa continental. En algunas mgiones se adop- to de partida del régimen capitalista de producción, y consistía, en esencia, en la separa-
taron recién a fines del siglo xix. ción de los trabajadores de la propiedad de los mcdio.s de prodticción. en "el proceso his-
tórico de disociación entre cl productor y los medios de producción". Para M A I Í X , al perder

MoKyRC1993). DE,\NE(t97l).
¡ncl>,strü^^ en Gran Brotan.
de alfileres qne describe SMITII y el
los inibüjacíorcs la propiedad de lo.s medios de nm,],,. • - " "'"^'^^ W^'''^ • , visio el ejemplo de la mamifactava
t b e . a de . . b a l o en ei melado, ea ua °^''S-'os a ve„. . Ú^-^^'''^:ZM^ WBDOWOOO ea la alfiirevía.
o las grandes tabricas üe cerveza,
• • Í Í l a s ^ f S o r e s , como la minería, los astü eres o las ,
ran los requenmicnlos de capUal,

leiarios libres y privado.'; de medios de vida que necesitaba la indnsiria de las cindndes'ní feióii^^- ^emaicnr que ^•i^^^ combinaron con el sistema uc .^^^^ ^^^^^^^
Tambie'n en este tema la investigación empírica ha ofrecido una visión mucho másij^^'p'ík?^-''^^^"^ 0111"^'°" Indasirial y se c^^ pava 1-acapacitaci ^^^^^^^ comerciales.
'.izada, yaque no necesariamente los campesinos que dejaban de ser propietarios e i n r ! * ^ ' - i r l i d " P'""^ '^'^'^"^""^'^•csario y parala conformación u
xm a las ciudades. Miiclios de eilos continuaban en la tierra como arrendalarios o jornap Sl^íel P'"^^^^^ ''¡Itución de un sector emprcs^
ros, y otros encontraban ocupación en tas IVvbvlcns establecidas en áreas i'urales, a la\e*'^''-l)3f^-'"^°^^
de los ríos que proporcionaban la energía hidráulica. La emigración del campo a la ciajaj s*^!^'
fue un proceso más paulatino, como ¡a tndusti-ialización en general. * • '•

liAS ^^IDUSTRLiVS
tTi mercado interna en Gran Bretaña a lo largo del siglo XVill se
: li^nfornmción de: mañereado ^
La actividad industria! tuvo en Gran Bretaña un crecinficnto sostenido a lo laigo del sí.
glo xviii, pero con un modelo muy ¡negular tanto en términos regionales como sectoriales _ r.,,^.- UTO;!!'
La producción tenía lugar a través de distintas formas or-ganizalivas. coexistiendo b r. .asó a casi 9 millones eri 18ÜÜ. ^ Fcu-
producción ai'lesanal, el sislema de trabajo a domicilio y la manufactura centralizada.
^— contribuía a la unincación. debido a
La producción artesanal se llevaba a cabo, sobre todo, en los centros in-banos y ios su- •
bmbios. .Además de ta organización gremial tradicional, existúin formas cooperativas dé •
las dimensiones reduci de transportes y comunicacio-
producción entre artesanos de un mismo oficio. . :'
• - - • -sioucs públicas y pii-
Gran parte de! avance industrial en la Jugialeira de! siglo .xviii consistió en la expan-
sión de las industrias ariesanales a través del sistema de indusiria a domicilio. Ello afeció iics. i ^ ^ - - . , , • nnvi'd fa través de la construcción Cw^.-
sohre todo a la industria textil, y también a algunos sectores de la industria del meta!, co-
mo [a fabricación de cuchillos y clavos.
del mar. y menos aun
El sistema de trabajo a domicilio tenía como principal ventaja su flexibilidati. El capi-
tos: ningún punto del país
tal podía cti-cular nuidamcnte de una indusuia a otra, ya qne la parte inmovilizada en in-' •
•ganos canales navegables. iicrcado que la del coatí-
versiones tijas (cdiHcios o eqifipo) eia muy reducida. También la fuerza de trabajo era fle-
' L aLa población i
^^^^J^^,,,^^
xibie, iácilmentc expandible o prescindible, dado que se trataba de una ocupación a tiempo población ruiui — ',„rnHn'; Pero el mcrenn;uiu .
parcial para las familias que vivían de la agricultura, la minería o la pesca. Los salarios eran „e,úe. y gastaba más en pro uctos de sectores urb
.•o. .l.hln sobre todo a las
las nnecesidades y pautas ^^^^^ ^.^^^^^ ^^^^^^^^^^^
muy bajos, inferiores en la mayoría de los casos a los salarlos de subsistencia, en parle por-
que para los trabajadores consiituían un ingreso suplementario, y en parte porque la des- _os n
centralización de la producción y la ausencia de. rcglanieniaclones gremiales daban a los rafo.se
rato se desarrollaron tempri
tempranamente . . , ,;dn x
empresarios un margen mayor de negociación.
El desarrollo del trabajo a domicilio contribuyó por diversas vías al crecimienlo Indus- ; " I c i e r o , , r3pUl.m=,«c, estimulndos por 1» pms
trial. Permitió la capacitación de los irabajadoi-es, y la acuniulación de capital y de expe- ííún estampadas
riencia empresarial por parte de los comerciantes empresarios. También favoreció el desa- peridad de los
iTollo de una infraeslructuia comercial en el mercado nacional e internacional. Por último, Parle de I;
ayudó a scstenerel crecimiento demográfico, al ofrecer mayores oportunidades de trabajo
nada por la moda, ^iv.^ ^.
a la población rural. ba la arisiocracia, que era imitada por los otros seciores ÜUI.I.I.V,L.. •
bricaban aitfculos para la realeza y la aristocracia, y luego producían artículos parecidos,
Otra forma de producción era la maimfacasra centralizada, difundida en la minería, la
en materiales diversos, que estaban a! alcance de todos los niveles de la sociedad. Un ejem-
metalurgia, tílíjinias ramas de ias industrias textil, del vidrio, de la cerveza, del papel, de la
plo de ello son las hebillas de los zapatos, que se fabricaban eu distintos materiales, desde
sa! y oíros rubros. En genei-al, se basaba en técnicas de trabajo intensivo, en la disciplina
de los trabajadores y en la maxlmización üe las habilidades como resultado del trabajo ar- diamantes y oro hasta piedrits de imitación y metales baratos.

MARX{!9GÍÍ).
8EitG(1995).
• • Jjidiistriíil tíii Orüii ffrtüiui/! 129

Además de emular n los más ricos, Ia.s clases medías incrcmemaron desde h •' • • " \S menores de las familias de abolengo se dedicaran a actividades mercantiles,
¿¡"^l"^ nobles propietarios de tierras fueran proclives a las innovaciones eu la produc-
los de loza, relojes, cuadros, espejos y coriinas. • y que 1°^ " _ inversión en otros negocios. Ello contribuía a legitimar el comercio y

• E! mercado externo '.' '^•'"""^Sldcg^'m^ncias'''.


Ijbásq'^^^^^^^^l barreras a la movilidad social eran más bajas que en cl continente, y la
Juntamente con el mercado inierno, Inglateiia coniabacon ia ventaja de poder acccti' ' 1" "iónde la reñía, más equitativa. Eso incidía en las pautas de consumo y creaba con-
un amplio mercado externo. Desde el siglo xvi había ido desairoliando .su floia hasta tra^ • tlj-l", ¡iivorables para la producción de bienes de consmno masivo, pero lambién favo-
formarse en la principal potencia marítima mmidial en el siglo XVni. Poseía importantes Jt" ''"^Ma versatilidad y el movinncnto de las personas hacia nuevas ocupaciones.
rritorios coloniales, sobre todo, las trece colonias de América del Norte, pero además dce||*' ^'"'{jnji'Jírelaña no ¡loseía una superioridad científica y técnica con respecto a los países
tenía elaciones comerciales, gracias a la extensión de su podeiío naval y a sti política • ['neníales: ^' terreno educativo, algunos de ellos la aventtijaban. Pero para la prime-
rioi; con ias colonias españolas y portuguesas en América, y con otras áreas de ultramar ""^Revolución Industrial estas condiciones no fueron decisivas. La realización de los pri-
Desde el siglo xvi, el Eslado había stislcjilado, niediante sn política exterior, h^.^ - ""^^^^^ inventos se encargó, en su mayoría, a los ariesanos, y las nuevas máquiiuis eran seu-
pansión económica y comercial. De su paiticipación en las guerras, Inglaterra habíaob. .¡.¡(¡asdcconslrulryde fácil uso.
tenido leri'itorios coloniales y tratados de comercio p re! ere aciales. Las Actas de Navc
gación del siglo xvn, que establecieron privilegios para los barcos ingleses en el comerció
de ultramar, habían servido para protegerá la flota inglesa y para debilitar el poderío i^j.
val holandés. ¿ o L f i primera Revolución Industrial

¿Consumo interno'o consumo externo? 'LAPERlODiaAOlÓN

Uno de los lemas en debate ha sido el de los roles de los mercados interno y externo co- .vAsícomo existen diversas detuuciones con respecto a la Revolución Induslrial, hay
mo motores del proceso de industrialización. Mienti-as que algunos autores estituaa qaccl . también fuertes discrepancias acerca de su cronología. Convenclonalnicnle se ubica a la
mercado interno jugó el papel decisivo, otros se lo atribuyen a las exportaciones. La escasa revdiacjón inglesa entre I760-17S(] y [S30-1850, aunque, como ya vimos, no hay de nln-
disponibilidad de estadísticas para el siglo xvm conti-ibuye a generar posiciones encontradas. •guaa manera un consenso generalizado. La periodización cambia según (¡ué aspectos secn-
Podemos aíirmarque hoy predomina la tendencia a otorgar un rol determinante al uler- - faticen'y según se vea cl proceso como una ruptura nvás o nienos vioicnta.
eado interno por lo menos hasta las dos liltimas décadas del siglo XVtit, y a cafaíizariii , " .-También, convencionalmentc en ella pueden a su vc7. distinguirse dos fases: la prime-
papel de las exportaciones para el período posterior a 17S0. Ello, en el marco de fluclira-.. ra entre 1760-nSOy ISOO. y la segunda cutre ISQQy 183Ü-1&50.
ciones a lo fargo tie todo el siglo, con etapas de expansión y de estancamiento de las ex- En lii primera etapa tuvo lugar un acelerado proceso de innovación en algimos .secio-
portaciones, debidas, en parle, a los avamres de los conflictos bélicos'^. res clave, que fueron ia industria textil y ía metalúrgica. Este proceso generó cambios en
Esto indicaría que el comercio exterior no tuvo un papel decisivo como motor de las jit organización y un rápido aumento de ¡a producción, n partir de los cuales la economía
transformaciones en las primeras décadas de la industrialización, pero que una vez en mar- ipglesa comenzó a diferenciarse de las econotnías de Europa continental.
cha el proceso de cambio, una proporción creciente de la produccÍü¡\e los sectores más
- • La etapa que iranscuire entre ISOQ y IS30-IS50 fue cl período de difusión de la me-
modernos de la industria estuvo destinada al mercado externo, tanto al de Europa cominea-,
tal como a los territorios de ultramar. canización y del sistema de fábrica. El incrcnieuto de! uso del vapor como fuente de ener-
gía permitió que la industria se concentrara cada vez mC\s en las ciudades, dejando de de-
Una de las ventajas mayores que tenía la Industria tc\fil del algodón era que fabricaba , pender de la existencia de cursos de agua.
un producto de demanda muy amplia y elástica, adecuado para todo lipo de climas y fácil-
mente colocable en los mercados ultramarinos. . El proceso de innovación tecnológica continuó, sobre lodo, en la industria metalúrgi-
ca y en la de maquinarias. A l final (le esta fase comenzó la consirucción de los p|-¡ meros fe-

Para mediados de! siglo XíX, Gran Bretaña se había transformado en "el taller del num-
U N A SOCIEDAD ABIERTA A L CAMBIO
tlo". La producción de niuclios bienes, como el carbón, el hierro o los textiles, había alcan-
zado niveles sin precedentes, que no tenían paralelo en ninguna paile. Los costos de produc-
Las características de la sociedad inglesa del siglo XVlll sin duda favorecieron el pro- ción Se habían reducido, conviniejido a la ind\islria británica en la más competitiva del mundo.
ceso de Ínclu.sTiialización. Se Halaba de una sociedad monos rígida que las de la mayoría de
A l mismo tiempo, las rentas reales de la población se habúm elevado, gracias a la cre-
los países <\&} continente, más abiertti a los cambios y a las imiovaciones.
LANDES ticstaca que se distinguía por una extraordinaria sensibilidad a las oportimlda- ciente disponibilidad de bienes y servicios.
des pecuniarias, y por una legitimación de las Innovaciones y de la búsqueda de riqueza Todo ello se debió principalmente a la expansión del sislema de fábrica y a la difusión
corno modo de vida. Señala que la aristocracia inglesa tenía rasgos peculiares; era habitual ée la innovación tecnológica, si bien, como ya señaláramos más de inui vez, las viejas foi-
nias produelivas y las ocupaciones tradicionales sobrevivieron por mucho tiempo.

MATHIAS. W MATUIAS y DAVIS (im).


LANDES (1979).
w
130

'4 Histonn
E L CRECIMIENTO ECONÓMICO •p/áji Industrial en Gran Bretaña 131

Uno de los criier


ÍO.S utilizados par. dciccfar,
^_^'stndhasidoeIdeIamed¡
^'-Jn.odeiodeRo.,^.,t^:;;:^;^^^^^^^
inicio de un proceso de
§ .^V.•
•Om
^.¿leídos indican un crecimiento del producto nacional a lo la rgo de todo el sl-
j.pi-,,0 una aceleración en ¡as dos últimas décadas, periodo en e¡ que el produc-

jTó'^XVi"'' •,p¡j,j.¡o[,5 mus rápido que el de la agricultura.


de m^cremenlo
Co de la producción """"'^ característicos del despegue j?" " " ^ V t'^^SAI nás^'O tiempo, las estimaciones de CRAFTS, que se basan en cálculos más sotistica-
'Os fp(j. _ niie entre í 7 S 0 y 1S30 la expansión fue menos rápida que loque D C A N E y Co-
la definición de ,a R c v o f ü ; : ^ . : ! : : . : : ^ " ; ' ? ^ ' ' ^ ^ P^^P^"'^ do. criterios giobufes
- ; - a n industria,. Según M^rniAS, en prin.er ^^'^^fows nuevas estimaciones sirvieron de base, como ya liemos visto, para las discusio-
,i5s recientes sobre la pertinencia tlel concepto de Revolución Industrial. Para aque-
^•'"^"""liisionaílores que ponen el énfasis sólo en el primero de los criterios propuestos por
sostenido. Deben considera rse tanto_ los índices ^..^o.-. ue ürccjiíij^p M^^^f 2_les decir, en la aceleración del crecimiento—, la comprobación de que las tasas
to globales como los índices do crecimiento per cápiía. • 'crecTniicaío de la economía británica en las úllJmas décadas del siglo xvni fueron más
Como indica MATHIAS, al mismo tiempo deben registrarse cambios csíructurales ^•'•^^'isqáeloque hasta ahora se había supuesto, bastaría para considerarla industrialización
implican un incremento de ¡a productividad y de la eficiencia del sistema, y transformacjo. ^oi^o uii proceso evolutivo, negando la existencia de la Revolución Industrial.
nes en la esiruciura sectorial de la econoniín.
- - Como también vimos precedentemente, este enfoque ha sido muy discutido. En parte,
La economía británica creció a lo largo de lodo el siglo x ,--^V:.MIS( fiJ' riiüe implica una visión excesivamente cuantilativista sobre un proceso que es mucho
ticeleró a partir de ia década de 1780, razón por la
^';''j^^,j.oiii|)lejo. A l mismo tiempo, diversos historiadores han insistido en qtie las lasas de
í-- crec'"''*^^^"' menos aceleradas pueden explicarse por distintas razones.

v ^ * a cabo, co„,o p„edo . " v ^ l S ! ! " " " ' " " ' " -.o,, En primer lugar, porque se trató de un proceso Interno, basado en recursos domésticos.
Elio íi¡í'^''^"'^''ó "^''^'^ Bretaila de otros países que se industrializaron más tardíamente y
"pudieron aprovechar la experiencia inglesa. Por otra parte, los parámetros de la evolu-
''i' ción tecnológica del siglo xvm eran limitados en relación con la evolución posterior.
' En segimdo lugar, y éste es un punto crucial, debe establecerse con fundamentos sóli-
^' dos qué se considera un crecimiento rápido, y con qué se lo compara. En relación con las
lasas de crecimienlo del siglo xx, las de la Revolución Industrial fueron bajas. Sin embar-
Cuacfro 5.2 go, fueron altas si se las confronta con los siglos precedeiilcs. y en general con el período
Crecimiento del producto preindustrial. Por último, como ya hemos señalado, la industrialización comenzó en deter-
nacional británico fpcrcenta/eantra/j
minadas famas (textil, metalurgia) y ea determinadas regiones (principalmente Laiicaslii-
Autores
Agricultura Mdusíria re). La medición del crecimienlo, en términos agregados a nivelrietoda Gran Bretaña, ocul-
Producto Producto ta los cambios que se estaban produciendo en los sectores y regiones clave, desde los cuales
CfíAm nacional
nacional el proceso se fue difundiendo al conjunto del len-itorio.
1700-1760
0,60 0,71
1760-1780 0.69
0,13 0,31
1780-1aoi •• i;5i 0,70
0;75 0,01 E L CAMBIO T E C N O L Ó G I C O
1801-1831 2.11 1,32
3,00 0,35
DEANE y COLÉ 1,97 0,52 Desde el punto de vista lecnológico, la Revolución industrial consistió en una fuerte
í700-1760 aceleración del proceso de innovación que se había iniciado en Europa a parlir de la Edad
0,24 0,98
1760-1780 0,66 Media.
QA7 0,49 0,45
1730-1SOO 0,65 Se combinaron dos factores: los inventos y la iniciativa de los empresarios para adop-
0,65 3,43 -0,04
1,64 2,06 1,08 • tarlo.í. Como ya vimos, SCHUMPETI-K distinguía invención de innovación. La invención es
4,44 3,06 el descubrimiento, el acceso al conocimlenlo teórico o práctico que hace posible un cam-
1,61
bio en los métodos de producción. La innovación es la aplicación de este nuevo conocí-
eNewEconomieHísíoryand the Industrial
BevDluí/or!", en MATHIAS y DAVIS {1989], micalo o el empleo de la nueva máquina en la actividad económica práctica; es ella la que
laultiplica la posibilidad de producción.
En la Gran Bretaña del siglo xvm, la actividad inventiva se desarrolló mucho más que
en cualquiera de los países del continente europeo. En ella se patentó la mayor parte de las
niáquinas que conmociotiaron a la industria y, más tarde, a los transportes, y la historia de
C«APr..enMATMiASyDAv,s(;9sy). la Revolución industrial es, también, !a de los hombres responsables de dichos inventos.
No hubo en esta época una conexión estrecha entre desarrollo cientííico y desarrollo
132
HistofintícoíJÓHijcnniiin(]¡^ 133
jlevoh'oióu hidusti-ial en Gran Broluña

0 por técnicos sin íbrinución cientíHcii o iiniversilnria. En uuichos ciisos, los inventos res- La mecanización del hilado incrementó la producción en tórma notable. Ello puede
pondieron :i In necesidad de resolver problemas muy concretos, y en oti-os consistiei-on en j^^gdlrsecou las impoitaciones de algodón, que entre I7Süy ISOO se multiplicaron parodio.
mejoras a máquinas ya exisicnies. Ello de ninguna manera invalida su impacto, ya tiiie, co. La innovación en e l lejido fue más tardía. El primer telar mecánico i'uc inventado cu
mo señalamos, la innovación tecnológica es, sobre lodo, un proceso acumulativo. 1787, psi'o se difundió muy gradualmente, y recién a partir de la década de 1820 comenzó
Hubo dos sectores que experimentaron los primeros cambios revolucionarios en la tec. utilizarse en gran escala.
nolúgía y en la organización económica: la industria del algodón y la industria del bierro. : El sislema de fábrica no suplantó rápidamente a la industria domésiica, con la cual con-
vivió por mucho tiempo. En el tejido, el aumento de la producción provenía, sobre todo,
• La ¡nduslria del algodón
del tmbajo a domicilio. Los trabajadores prefen'an este sistema a ¡a fábrica, y los empresa-
Esta industria pasó, en pocas décadas, de tener un papel insignificante a ser la princi- lios eran reacios a iucrenientar su inversión en capital fijo. La niecanización de ia indus-
pal actividad industrial, y fue el primer sector que utilizó máquinas en gran escala. tria algodonera concluyó recién hacia 1850.
LANDES aflrnui que para que tttviera lugar la Revolución Industrial debfan conjugarse . Una de las características del sector textil es que se trataba de una industria irabajo-in-
diversos l'aclores. Por un lado, eran necesarias máquinas que no sólo sustituyeran ai traba-,
lenslva, que no requería altas ¡nvei"siones de capital. Ello facilitó el proceso de innovación,
jo manual, sino que imptisieran la concentración de la producción en las fábricas, es decir,
ea la medida en que los empresarios pudieron disponer de capitales suficientes, provenien-
que no pudieran ser utilizadas con el sistema de trabajo a domicilio. Por el otro, era impres-,
tes de su aclividad en la industria a domicilio, de las utilidades obtenidas en las fábricas o
cindible mía gran industria que produjese una mercancía sujeta a una demanda amplia y
elástica, en la cual la mecanización de cualquiera de sus procesas de marnifactura crean del crédito comercial.
fuertes tensiones en los otros y en la que el efecto de las mejoras introducidas repercutie-
se cu toda la economía. • La industria meialúrgicn
En los primeros tiempos de la Revolución Industrial, el sector metalúrgico tuvo un cre-
Ello se dio en la industria del algodón, que presentaba una serie de vcrUajas. Desde e[
cinúeiito mucho menoi'que el del algodón, aunque ílebido a su irnpoiiaucia posterior se le ha
punto de vista tecnológico, se prestaba mejor que la lana a la mecanización, porque era más
atribuido un papel más slgnificaiivo que el que mei-ece. De todos modos, su peso fue decisi-
resistente. Tenía un mercado de consumo más amplio, por la diversidad de usos que se le
daba y por ser adecuada para todo tipo de clima, y la elasticidad de la oferta de materia pri- vo porque la creciente ofeita de metal barato facilitó la mecanización de las otras industrias,
ma era mayoi'que la de la lana. Iadrfu.s¡ón de la máquina de vapor y la transfomiación de los medios de transporte.
Desde principios del siglo xvitl fueron introduciéndose importantes innovaciones tec-
Los inventos ílicron lugar a ima secuencia de desafíos y respuestas, en la que la acelc- .
ración de una fase del proceso de industrialización llevaba a la necesidad de innovaren las nológicas en la metalurgia del hierro, que perniíticron obtener un producto más resistente
otras fases. y más barato.
La primera gran innovación tuvo lugar en el tejido, con la invención dií la lanzadera La industria del liiciTO se divide naturalmente en dos ramas principales: una comprende
volante de Joi-iN K A V en la década de 1730. Consistió en un perfeccionamiento del antiguo la extracción y el iraiamienlo del nn"ueral; la otra, c l irabajo del metal eu todas sus formas.
iclai-, al que se le adicionó im dispositivo que permitía a ios tejedores mover la lanzadera Los productos que se obtienen del tratamiento del mineral son el liieiTO fundido, el hle-
accionando tm mecanismo sencillo, en vez de Uacerla pasara mano entre los hilos de la ur- n-o forjado y el acero, que se diferencian entre sí ¡lor la proporción de carbono que contie-
dimbre. También simplificaba el lejido de telas anchas, para el que anteriormente se nece- nen y por su dureza. El hieiro fundido es el que posee más carbono y menos resistencia, y
sitaban dos tejedores por cada telar. el acero, el que tiene menos carbono y más resistencia.
Hacia I7Ó0 su uso se había generalizado, y al incrementar lu prockictividuí! del tejido Tradicionalnienle, para la fundición del hierro se usabaii la madera y c l carbón vege-
se había acelerado la demanda de hilado. tal, hnsla que en 1607 AÜIÍAHAM Ü A R H Y , un maestro de'farjíis británico, comenzó a utili-
La respuesta fue la invención de los primeros modelos de hiladoras mecánicas, entre zar con éxito un nuevo combustible, el coque (término qlic proviene de la palabra inglesa
los que se destacó la j'enny, patentada por JAMES HAticriEAVi-s en 1770. E l efecto imnedia- "coke "). Se trata de un derivado del carbón de piedra o hulla, que se obtiene por un proce-
to de su uso fue multiplicar la cantidad de hilado que podía ser producido por un solo tra- so de destilación que da como resultado un producto de mayor piu-eza.
bajador. Se difundió rápidamente, cnli'e otras cosas, porque era una máquina económica y La utilización del coque fue fundamental para el desarrollo de hi industria metalúrgi-
simple, y sus dimensiones reducidas pernn'tían instalarla tanto en fábricas como en los do- ca pordiversüs'razones. Eu primer lugar, porque la disponibilidad de hulla era mucho ma-
nucilios de los trabajadores. La jenny hizo posible un fuerte íncceniento de la productivi- yor que la de madeiii, que estaba empezando a convertirse en un recurso escaso y cada vez
dad, ¡)evQ.tío obligó a cambiar las formas de organización de la producción.
más caro.
Pero eJ.-invento que transformo más radicalmente a la industria algodonera fue la hila- En segundo téiniino, el coque genera una cantidad de energía superior a la del carbón
dora hidniullca patentada por RICHAÍÍD ARKWiíiGHTen 1769. A diferencia de la jenny, fue de leña, lo cual facilita el proceso de fusión del mineral. Por último, la difusión del uso del
una máquina destinada desde el princijiio a ias fábricas; en sus ÍIIÍCÍDS, se accionó por ener-
Coque exigió y estimuló ei uso de honios de fundición cada vez mayores, lo cual redundó
gía hidráulica, y en 1785 se la usó por primera vez con nníqiunas de vapor.
en economías de escala que permitieron abaratar los costos.
Las nuevas máquinas fueron constantemente modificadas y mejoradas. En 1779, S A -
Otras dos innovaciones clave en la.metalurgia del hierro fueron el pudelado y el lami-
MUtíL CROIMITON patentó una hiladora qtie esa una combinación de V.\ y la hiladora de
nado, y ambas luvlcron lugar en la última década del siglo xviii. E l metal obtenido por la
AiíKWRiGHT—porsu Carácter híbrido, recibió el nombre de "innle"— y que podía produ-
lundición (el hierro fundido) debía ser sometido a ima serie de procesos que eliminaran lus
134 j^gvalacián Industrini en Grnn Brotnña 135
Historia aaonómioa muncu^j
Como ya señalamos, la otra gran fuente de energía de la Revolución industrial fue el
lieos. En 17S4. HENIÍY C O R T puteiiló un nuevo sislema, llamado pudelado, que permitió e]¡,
yipoi", q'icse utilizó lanío para la producción manid'acturera como para los medios de irans-
minar las impui'ezas de carbono mediante el uso de un tipo especia! de liorno, el liomo lii-
reverbero. E l mismo CoRT inventó para esa época el proceso de laminado del melal, con e|' lorte: ferrocarriles y los barcos.
que se tei'minaba de purillcar el metal por martilleo y se lo moldeaba utilizando cilindros Las primeras máquinas a vapor comenzaron a emplearse desde principios del siglo xvui
El laminado permitió producir de manera más rápida y en grandes cantidades, c hizo posi. en la minería, para bombear el agua de las galerías. L a pionera fue construida por T H O M A S
ble obtener una serie de formas estandarizadas —-vigas, barras, rieles-— que fueron la ba- ^EVVCOMEN en 1712, y a lo largo del siglo Xvni se difimdio tanto en Inglaterra como en cl
se de lá industria, la construcción y el transporte. continente, c ' ^
La máquina de N E W C O M E N fue perfeccioiuida por J A M E S W A I T , un técnico de la Uni-
De acuerdo con los cálculos de BAIROCH"^, la producción de hierro en Inglaten'a pasó
de 25.000 toneladas en 1750 á 5S0.0Ü0 toneladas en 1825, y a 2.250.000 toneladas en 1850; versidad de Glasgow que le Introdujo una serie de mejoras que permitieron superar gran
en menos de cien años se imultiplicó por 100. En 1760, Inglaterra producía poco más dcun parte de los problemas técnicos que presentaba y adaptarla a nuevos usos. W A T T patentó su
tercio del hierro que consumía, e Importaba los casi dos tercios restantes. Un siglo más lar- propia máquina a vaporen 1769 y se asoció con un fabricante de herramientas, J O H N BouL-
de, exportaba una tercera parte de su producción. TON, para produciria comcrcialmeníe.
Debido al abaratamiento del precio hierro, su consumo se incremenlo en proporciones A diferencia de la máquina de NEV/COMEN, que se utilizaba sólo como máquina de bom-
que no tenían precedentes. Parte de la producción se destinó a la fabricación de instrumen- beo, la de W A T P comenzó a usarse como fuente de energía para la producción manufacui-
tos agrícolas, cuya demanda era creciente como consecuencia de la modernización de la agri- rera. Fue adoptada primero en las hilanderías de algodón (desde 1785), y más larde, en oíros
cultura. E l hierro .sirvió también de base para la fabricación de la maquinaria induslrial; en sectores de la industria. Su introducción fue paulatina, y aun en la industria textil su difu-
piámer término, las máquinas de vapor, y luego, la maquinaria textil, a medida que ésta se sién fue lenta: en la producción de tejidos recién se Impuso después de la década de 1830.
fue perfeccionando (las primeras máquinas textiles tenían una alta proporción de madera). Pero aunque su difusión no haya sido inmediata, ia máquina a vapor fue uno de los in-
Desde las décaílas Iniciales del siglo Xix se fue ampliando el uso del hierro en la cons- ventos que transforuíó más profundamente a la industria. En primer lugar, por(]ue permi-
trucción—porejemplo, de puentes— y fue esencial para el desarrollo de los nuevos slste- tió que ésta pudiera desarrollarse en forma crecietUe en las ciudades, liberándola de la de-
• mas de transporte, en primer lugar, los fen'ocarriles. pendencia con-respecto a los cursos de agua: las moderiias ciudades industriales fueron
lujas del vapon Además, a dlfei'encia de la energía íiidráulica, la del vapor no está sujeta a
variaciones estacionales (por ejemplo, la congelación del agua) o climáticas (como el des-
LAS NUEVAS FUENTES DE ENERGÍA censo del nivel de los ríos).
En segundo lugar, porque al utilizar como combustible e¡ carbón mineral hacía uso de
Como decíamos en el capítulo 4, la Revolución Industrial se basó en cl uso de dos fuen- !¡n recurso abimdanle y barato, y ofrecía la posibilidad de librarse de las fuentes orgánicas
tes de energía: la energía hidráidica y la del vapor. En ambos casos se trataba de energía de materias primas, que comenzaban a ser escasas, como en el caso de la madera.
inanimada, que reemplazó a la de! hombre y a la de los animales, y que permitió multipli-
El uso más intensivo de la energía hidráulica y, sobre iodo, el uso del vapor proporcio-
car la productividad de la industria.
naron etionnes incrementos en la productividad. Las máquinas pudieron funcionar más rá-
La energía hidráulica era un recurso queso había utilizado desde muchos siglos atrás,
pido y por más tiempo, multiplicándose muchas veces la cantidad de trabajo realizada por
ya que los molinos de agua se difundieron en Europa a partir de la Edad Media. Dnranie
mucho tiempo se los empleó sólo para moler cereales, pero desde el siglo IX comenzaron cada trabajadon
a ser usados en aclividades industriales, sobre todo en el sector textil y en el tnelalíirgico. " Él carbón
Los productores texlües los usaban especialmente para el abatanado de las lelas (un ])rocc- Como vimos, el carbón tuvo una importancia decisiva en la Revolución Industrial In-
so por el cual se las golpeaba para desengrasarlas y darles cuerpo), y los herreros, para mo- glesa, yaque se lo utilizó como combustible en las máquinas a vapor y como fuente de ca-
ver los martillos o los fuelles de las forjas'^. lor y de transformaciones químicas en la industria del hieiTO. L a dotación de recursos na-
Las primeras fábricas que nacieron a fines del siglo xvui para la producción de hilado turales cumplió im papel decisivo en los primeros tiempos de la Revolución Industrial, ya
de algodón (a partir de la utilización de la waterfraiiie de ARKWRIGI-IT) usaron la energía i^ue Gran Bretaña contaba con abundantes yacimientos de carbón y de hierro que le otor-
hidráulica. Ello explica porqué en inglés la palabra "mili" significa a la vez molino y fá- garon fuertes ventajas comparativas.
brica. Por mucho tleinpo la energía del agua siguió teniendo un rol primordial en la pro- Aunque en el largo plazo se trataba de un bien no renovable, los yacimientos de car-
ducción manufacturera, no sólo en Inglaterra, sino en lodos los países industrializados. bón mineral eran tan vastos que la demanda resultó pequeña en comparación eon las reser-
A lo Iflfgo del siglo Xix, el aprovechamiento de la energía del agua se Incrementó sig- vas disponibles. Es paradójico que la utilización de un recurso no renovable -—cl carbón
nincativaifj.chté gracias a unu serie de innovaciones tecnológicas, de las cuales la más im- tle piedra—permitiera a la industria liberarse de los límites de un recurso renovable—la
portante filé, como ya señalamos, la turbina hidráulica, que abrió a su vez el camitio para madera—^, pero, por cierto, renovable a im ritmo muy lento.
el nacimiento, en el último cuarto del siglo, de la energía hidroeléctrica. Como ya sefíalamos, WRIGLEY presenta como característica distintiva de ia Revolu-
ción Industrial el paso de una economía orgánica avanzada a una econonn'a basada en la
utilización de energía de origen mineral, y habla de una "revolución energética" en la in-
BAiROCit{iy79).
dustria manufacturera. Considera que en la Revolución Industrial inglesa hubo una cuota
I' WniTG, en CIPOLLA (1979). de azar, proporcionada por la riqueza mineral con ¡a que contaba el territorio británico.
136 IH ¡¡ovoluoión ¡iniastríiii en Gran Bretaña 137
Historhi eaonóinica mtUicl¡.

El impacio del uso del carbón Tne muy amplio. A l ser un produelo coa costos de [rans, foblemas concreíos de management, de gestión cotidiana de la empresa, que en muchos
porle elevados, generó una fuerte presión para el mejoramiento de las comuuicaciQues. E[ j^sos efan completamente nuevos. Con la Revolución Industrial nació también el manage-
Inglaterra, la demanda de carbón eslavo en la base de la extensión de la red de canales des. ijient moderno, fundamentalmente, a partirde ¡a difusión del sistema de fábrica y de la am-
de la década de 1760. en la que fue el principal producto transportado. E l canal que uniólq pliación de la dimensión de las empresas-".
ciudad industriid de Manchestercon el puerto de Liverpool, inaugurado en 1776, es coasi- Como decíamos, existen posiciones encontradas acerca de los rasgos del emprcsaria-
dorado un símbolo de la Revolución industrial. do inglés de la Revolución Industrial, sobre todo, a partirde la Idea de hasta dónde es po-
Más adelante, cl carbón cumplió un papel decisivo en el desarrollo de un nuevo y re- ' sible generalizar en un tema tan poco concreto como el del espíritu de empiesa. Existen
volucionario medio de transporte: el fciTOcarril (un [ema que analizaremos en detalle en los •ibaiidaníes ejenjplos de empresarios innovadores exitosos, ])ero a ellos se los conoce más
capítidos siguientes). En las minas, que se explotaban a una profundidad cada vez mayor, qiie a los que no lo fueron, porque sus empresas sobrevivieron por mucho más tiempo.
cl carbón se llevaba a rastras de las galerías al pozo principal, desde donde se subía a la .sa- Más allá de que el componente empresarial haya sido o no una clave del éxito inglés,
perficie. Este ti'abajo era realizado por mujeres y nlHos, a menudo las esposas e hijos de los es cierto que sin empresarios dispuestos a introducir Innovaciones, el cambio no hubiera
mineros. En la década de 1760, en algunas minas comenzaron a u.sarse ponies. que tiralían sido posible. La pregunta sigue siendo si lo hicicion porque eran personalidades fuera de
de vagones que circulaban sobre vías. Ya desde el siglo xvu se utilizaban vfas en las gran- serie o porque las condiciones ambientales eran sumamente favorables, y dicha cuestión
des cuencas carboníferas para comunicarlas minas con los muelles de los ríos o las costas,' iio tiene una sola respuesta.
hacia los cuales se desplazaban los cairos llenos de carbón, que eran luego transportados Bnírc los factores favorables se destaca, sin duda, el bajo costo de las invei-slones en los
de nuevo hacia las minas por caballos. Los primeros ferrocarriles fueron construidos des- primeros tiempos de la Revolución Industrial. Ello se debía a que las máquinas eran, en ge-
de principios del .siglo .\'ix justamente para transportar el carbón, y gracias a las mejoras nera!, sencillas y poco costosas, a.que .se podían utilizar cdil7cÍos ya existentes para instalar
que se introdujeron en ellos fue posible a partir de JS30 inaugiu-ar las primeras líneas fe- liis fábricas y, también, a que la mano de obra era barata, y las condiciones de contratación,
rroviarias para transporte de cargas y de pasajeros. n'uy flexibles. A l mismo tiempo, los beneficios eran muy elevados, y permitieron que la au-
lofinanciación fuera una práctica muy extendida. Más difícil que retmlrel capital necesario
erti probablemente lograr el reclutamiento, la organización y el control de los trabajadores.
EMPRESAS Y EMPRESARIOS Con la expansión del .sistema de fábrica fue surgiendo un nuevo tipo de empresario, el
capitalista industrial. En términos generales, ln mayoría de los nuevos empresarios prove-
nía de los sectores mcicauíiles, incluyendo en ésios a los "comercianles-empresarios" de
Además de las innovaciones tecnológicas, el proceso de industrialización requería em-
presarios dispuestos a adoptarlas y a introducir nuevas formas de organización del trabajo. la industria a domicilio.
En este campo, la Revolución Industrial inglesa contó con un sector empresarial dispues- A medida que la industria fue transformándose en la actividad donu'nante <le la econo-
to a motorizar los cambios y a correr los riesgos que ellos componuban (aunque algunos mía británica, la burguesía industrial pasó a ocupar un lugar destacado en la sociedad, jun-
autores sostienen que dichos riesgos no eran tan altos como suele suponerse). to a la burguesía comercial y financiera. Su [loder radicaba esencialmente en su riqueza, a
Como la mayor pane de los temas vinculados a la Revolución Industrial, el de la ac- diferencia de la aristocracia, deiniida por el nacimiento y los privilegios.
ción empresarial también ha sido profusamente discutido. Algunos historiadores ofrecen En las primeras etapas del proceso de industrialización, el modelo de organización era
una visión "heroica" de los empresarios Ingleses de la primera Revolución Industrial: otros, la empresa personal, en !a que el propietario del capital ejercía tanio las funciones empre-
en cambio, disienten en ello y Ies otorgan un papel menos relevante'^. sariales como las gerenciales. Las empresas eran mayoritariamente individuales o com-
puestas por un número reducido de socios, (jue se dividían las (áreas.
Sin entraren la polémica, puede ser útil tratar otros pi"oblemas. En primer lugar, debe-
mos distinguir entre la función empresarial propiamente dicha y la ftmción gerencial. Aunque existían algunas empresas de grandes dimensiones —sobre todo, en la mine-
El término "empresario" se utiliza pi eferentemente para designar a aquellos Individuos o ria y la metalurgia—, la mayor parte de las tuinas era de tamaño reducido, y no había re-
grupos que dentro de la empresa desempeñan funciones estratégicas, mientras que los geren- quisitos de escala, fundamentalmente, en el sector lextll, que fue el sector de punta duran-
tes o inanagers ejecutan las Ideas propuestas por los em presan os''^ Esta distinción es válida, te décadas. En general, lo que diferenciaba a las grandes empiesas de las pequeñas y
sobre lodo, para la gran empresa moderna, en la que las funciones están netamente diferen- medianas no era c! lipo de máquinas que u-saban, sino la cantidai!, y una grnn empresa era
ciadas, pero es de gran utilidad aim para el caso de los primeros tiempos de la industrializa- una yuxtaposición de empresas pequeñas-'.
ción, en la medida eu que permite reflexionar sobre dos campos de problemas diversos.
Aunque.duranle décadas ambas funciones hayan eslado en manos de las mismas per- Los R E C U R S O S F I N A N C I E R O S

sonas, no pbr ello dejaban de ser diferentes. Por una parte, debían enfrentarse problemas
La financiación de la Revolución Industrial británica, como ya hemos señalado, no pre-
de orden esfratégico, como el de adoptar un nuevo método de producción o de organiza-
sentó grandes desafíos. La demanda de crédito fue limitada, y pudo cubrirse salisfactoria-
ción, fabricTif un nuevo tipo de bien o penetraran ntievo mercado. Por otra, se prcsenlubaa
meitíe Con la oferta disponible.

PAYNn. en CHANOLEn;: PAYNE; KOCKA y YAMAMURA (J9S6). -° [^OLLARD{1965).-


Pl!NIÍOSIí(I959).
13AmocH(19í>7}.
138 ^ ¡{evolución Industrial en Grun Brelnñít 139
Histonn eapnómian inumii
jy producción rie muchos bienes de consumo o en buena parle de las minas y canteras, to-
Tul como mencioniimus, la índusiria se financió, dmanle las primeras décadas, concg
davía no había tenido lugar una "revolución industrial",
pítales propios de los empresarios (solos o asociados con parientes y/o amigos y conocj.
dos), con reinversión de utilidades y con crédito de corto plazo, otorgado por bancos o pQ,
comerciantes (y que podía renovarse en forma casi automática)^-. También indicamos q,,,, g 3 3. Lns consecuencias sociales de la industrialización '
la proporción de la inversión en capital fijo era reducida con respecto a la inversión inia]
y que el crédito se destinaba iLmdamentalnienlc a capital circulante. Aiíu las inversiones
La industrialización fue modificando profundamente a la sociedad británica. Fue un
más costosas eran bajas con respecto a otros gastos. En IS09-I0 el total de inversión enea,
proceso largo y complejo, cuyos efectos se hicieron visibles, sobre todo, a partirde media-
pital lijo en toda la Industria del algodón representó menos de un I % de los gastos miliig,
res (Grnn Bretaña esiaba en guen'a con Francia)--', dos del siglo XIX, y que se debió no sólo a la difusídu do la industria, sino también a las
,Pj(,gfonnaciones que tuvieron lugar en la agricultura.
Gran Bretaña contaba con suficiente capacidad de aliorro, y el principal desafío con- Entre 1751 y 1851, la población de Inglaterra y Gales pasó de 6,5 millones de habl-
sistió en trasladar los capitales desde las zonas agrícolas, en las cuales se acumulaba, ha- lijnles a casi 18 millones. Ello fue consecuencia principalmente del Incremento de la fer-
cia las áreas industriales en las cuales se utilizaba. Dada la importancia de ta inversión en
tlliilad. vinculada, a su vez, a las nuevas condiciones económicas. Dos factoics que in-
capital circulante, el crédito coniercial siguió cimipliendo un rol decisivo.
fluyeron signillcativamente en el incremenlo de la población fueron e¡ crecimiento de la
Los bancos funcionaron no sólo como intermediarios entre aliorrislas y presiatarios, economía y las nuevas posibilidades de empleo, tanto en el campo como en la ciudad, que
sino también como creadores de crédito, y.otorgaron más crédito a largo plazo que lo qne
favorecieron el matrinjonio temprano y cl atunento de la natalidad.
se suponía, actuando Incluso cómo accionistas en compañías.
Las consecuencias rie la industrialización no fueron uniformes en todos los sectores de
la sociedad. Si bien la economía creció a un ritmo sostenido, la nueva riqueza se repartió
en forma nuiy desigual, sobre todo en los primeros tiempos de la industrialización. Aun-
L A S REGIONES Y L A IWDUETRIAUZAGIÓN
que sobre estos temas se ha generado una larga polémica, como veremos más adelanie. Imy
razones sullcienics para afirmar (}ue la renta real pcrcáplia, en el mejor de los casos, se eu-
Como hemos remarcado más de una vez, la Revolución Industrial británica no fue un contmba estancada entre 177Ü y 1820 más que en cualquier otro período desde las prime-
proceso imitarlo e Ininterrumpido, y afectó en forma desigual a las diversas ramas de la in- ras décadas del siglo xvn, y que los salarios reales mejoraron —si es que efectivamente lo
dustria y a las distintas regiones. Los sectores industriales evolucionaron a ritmos diversos,
iácieron—recién a partirde 1820"''.
y sólo algunas áreas geográficas sufrieron el Impacto de los cambios.
Debemos aclarar que en la medida en que se impone unu visión tnás giaduaíista de la
Ya en la etapa previa a la Revolución Industrial, la aclividad nianufacturera había es- Revolución Industria!, Ia ruptura con las viejas formas de organización del trabajo y, en ge-
lado concentrada en algunas regiones, principalmente en fimción de la localización de los
neral, con las ibrmas de vida tradicionales es percibida como menos violenta y menos cos-
recursos naturales. Las industrias se ubicaban con preferencia cerca de los yacimientos de
tosa para los protagonistas. Desde este punto de vista, el carácter de largo plazo del creci-
carbón o de minerales, o bien, junto a los cursos de agua, ya que ésla se utilizaba como
miento de la industria de fábrica debió permitir uu cierto ajuste frente a los cambios y la
fuente de energía^ como medio de liansporle o como insumo en los procesos productivas.
posibilidad de elaborar algún tipo de respuesta a las nuevas condiciones^^.
Además de los recursos naltirales, otro factor de localización era la oferta de mano
Plecha esta aclaración, es evidente que la industrialización fue introduciendo profun-
de obra, sobre todo de Irabajadores calificados. Algunas regiones se fueron especializan-
das modificaciones en las condiciones de trabajo. En primer lugar, el sistema de fábrica
do en la producción de determinados bienes de acueulo cos\a piescucía de trabajadores
conllevó, como vimos en c) capítulo 3, un nuevo tipo de disciplina y largas jornadas de la-
de oficio, como los fabricantes de clavos de las Midlands o los trabajadores del metal de
bor con bajos salarios y gi-an inestabilidad. Como veremos en las páginas que siguen, im-
ShefHeld.
plicó también cambios muy grandes en el trabajo femenino e Infantil, todo ello con altísi-
Una vez comenzada la Revolución Industrial, la diferenciación regional se mantuvo, mos costos sociales. A l mismo tiempo, el debilitamiento de los antiguos mecanismos de
aunque no necesariamente en las mismas ái'eas. Ello explica en gran medida por qué el cam-
protección social redundó en mi empeoramiento de las condiciones cíe vida de los sectores
bio fue tan significativo, a pesar de que las cifras a nivel nacional indiquen un crecimien-
to lento. más vulnerables. _,/
Con el desarrollo urbano y la expansión de los servicios privados y públicos fue cre-
La induslria textil del algodón, que fue el sector más dinámico en las primeras déca-
das, estaba concentrada cu el condado de Lancashire. ciendo también la clase media urbana, otro de los sectores característicos de los nuevos
Aún a mediados del siglo xiK él impacto del nuevo industrialismo era limitado. SID- tiempos.
NtíY POLLARD propone la imagen de un mar de sectores preíndustriales masivos, que for- La expresión "clases medias" engloba a diversos grupos sociales, y en Inglaterra sue-
maban un océano en torno a las pequeñas isiíis de Industrialización. Sólo en algunas ramas le usarse como sinónimo de burguesía-^. Junto a los propietarios de empresas y a los pro-
de la industria textil había una mayoral de trabajadores empleados en fábricas, en otros sec- fesionales fue creciendo el número de empleados, que se diferencian de los obreros indus-
tores eran sólo una minoría, y en otros su presencia era excepcional. En la construcción, en
WiílOLEY(1992),

-- MATUIAS. en MATHIA.S y DAVIS (1990). STEVENSON, en O'BRIEN y QUINAULT (1993).

¡hid. HoBSBAWM, en KOCKA (I9S9).


140
Hiütoi-in económica mund¡,.¡
¿rf ¡¡óvolución Industrial en Gran Bretaña 141

tríales (jorque no <[cseiupeiíaa tvabajos manuales. Son los irabajadores "de cuello blanco"
• La industria niodÍI7có cl paisaje urbano, a medida que las fábricas ganaban terreno. En
por oposición a los trabajadores "de cuello azul". Su ntimero no era nniy elevado en IQS
pi-inieros tiempos de la Revokición Industrial, pero para Hues del siglo XiK habían adquiri- general, las nuevas ciudades industriales se caracterizaron por el deterioro de la calidad de
do tai peso siguincativo. vida y del medio ambiente urbano. E l hecho de qtie crecieran rápidamente, sin una Infraes-
i'ructura adecuada, creó condiciones de vida muy precarias pani los trabajadores, con fuer-
l¿s déllcil en lo relativo a la vivienda y a la sanidad.
L A URBANIZACIÓN En otros centros urbanos, en cambio, la Industria se desarrolló en forma más gradual,
5Íi] que los costos sociales fueran lau elevados: "Ver la urbanización induslrial sólo en léi'-
L;i difusión del uso de la energía del vapor hizo posible la localización de las activida- nános de Coketown es no sólo simplista, sino también erróneo"-'-'.
des industriales en las cluclades y la creciente coneeniración de la población en los centros En un caso o en el otro, el crecimienlo uibano Implicó un incremento de la escala de
urbanos. Esle proceso luvo lugar a lo largo del siglo Xix, pero en forma más acentuada en liis ciudades y una niayor densidad de población, y fue transforniando las relaciones socia-
la segunda mitad. Entre 1800 y 1850, la producción de energía generada por máquinas a les, que se hicieron más complejas y más anónimas.
vapor creció 10 veces, mienlms que entre 1850 y 1907 se multiplicó por 25. A mediados
del siglo XIX, menos del 12% de los trabajadores estaba empleado en fábricas, y todavía eu
187! el tamaño promedio de los establecimientos industriales era de menos de 20 perso- LA FORMACIÓN D E L A CLASE DBREHA
nas empleadas. Las actividades artesanales y los trabajos no mecanizados eran los más nu-
merosos. En 1851 había tnás zapateros que mineros, y en la minoría el uso de !a energía Junto con las fábricas nació un nuevo tipo de trabajador, el obrero industrial, cuyas
mecánica se combinaba con el irabajo manual-^. condiciones de trabajo se diferenciaron marcadamcnle de las de los oficios manuales tra-
La proporción de población empleada en la agricultura fue descendiendo desde prin- dicionales.
cipios del siglo XIX, pasando del 35,9% en 1800 al 21,7% en 1851 y a aproximadamente el El nioílerno obrero industrial recibe lanihién el nombre de proletario. En la antigua Ro-
8% en 1901. La población rural excedente emigró hacia las ciudades o hacia destinos tran- ma, esta palabra designaba a los no propietarios, a los que sólo tenían a su familia o prole.
soceánicos. El proletariado induslrial se caracleriza por no ser propietario de los medios de producción
A mediados del siglo xvm, Londres —con 675.000 habitantes— era la única ciudad —las fábricas y las máquinas, que pertenecen a los capitrüistas— y por vender su fueiza
inglesa con una población que superaba los 50.000. En 1851 había 29 ciudades con más de de trabajo en c! mercado, a cambio de un salario. Desarrolla sti actividad en las fábricas,
50.0D0 habitantes. 9 de las cuales tenían más de 100.000. En el censo que se realizó en di- trabajando con máquinas y sometido a una estricta disciplina.
cho año en Gran Bretaña, la población urbana superó a la rural. A fmes del siglo Xix, casi Así conio la difusión del sistema de fábrica fue gradual, también lo fue la formación
el 80% de la población británica vivía en áreas urbanas. íle la nueva clase obrera. A prinf^ipios de la década de 1830, los tejedores manimles de al-
godón eran todavía más numerosos que todos los hombres y mujeres empleados en el hi-
• Las nuevas undades industriales lado y el tejido de todas las fábricas a¡godoner;is, laneras y sederas.
En general, las ciudades que más crecieron fueron aquellas en las que se llevaban a ca- Todavía en 1S30 el obrero industrial caractenstico no irabajaba en una labrica, sino
bo actividades industriales. Entre 1770 y 1830, Manchester, centro de producción textil, (como aitesano o trabajador manual) en un pequci~io taller o en su propia casa, o (como
pasó de 27.000 habitantes a iSD.OOO, A l mismo iltmo se incrementó la población de los peón) en empleos más o menos cvenltiales^".
centros de la Industria metalúrgica, como Bírminghani. Sheffield y Leeds. L a induslria y
De todos modos, durante la primera mitad del siglo xix los empleos tradicionales es-
la minería eran también la actividad principal de una multitud de ciudades menores, que
tuvieron permanentemente amenazados por ¡a innovación tecnológica y la competencia del
tenían entre 3.000 y 5.000 habitantes.
trabajo no calificado. Ello generó la radicalización política de artesanos y trabajadores a
C H A U L E S DICKENS, en su novela Tiempos difíciles, ofrece un retrato fuei teniente nega- domicilio, así como movinilenios de resistencia contra las nuevas ibrmas de producción,
tivo de las ntievas ciudades industriales textiles del norte de í n g l a l e i T a . Cokeiown, el lugar que incluyeron la destrucción de máquinas, fenómeno (¡ue alcanzó su mayoi- virulencia a
donde uanscuiTc la acción, "era una ciudad de ladrillo rojo, e.s decir, de ladrillo que habría comienzos de la década de 1810.
sido rojo si cl humo y la ceniza se lo hubiesen consentido. [...1 Era una ciudad de máqui- Más allá de la supervivencia de los oficios tradicionales, la extensión de! sislema de
nas y de altas chimeneas, por las que salían interminables serpientes de humo que no aca- trabajo de fábrica constituye uno de los rasgos más destacados de la Revolución Industrial.
baban nunca de desenroscarse. [...] Pasaban por la ciudad un negro canal y un n'o de aguas
En el capítulo 3 hemos descripto las características de dicho sistema. Nos detendremos aquí
teñidas de púiiiura maloliente; tenía también grandes bloques de edificios Henos de venta-
en alguno.s temas especíricos.
nas, y en cuj-ií interior resonaba lodo el día un continuo traqueteo y temblor, y en el que el
émbolo de la'^ujáquina de vapor subía y bajaba con monotonía, lo mismo que la cabeza de • Las nuevas condiciones de trabajo
uu elefante eñroquccido de nielaneoiía"-^. Como ya hemos visto, el sistema de fábrica implicó una nueva forma de «rganiza-
clón del Irabajo, caracterizada por la concentración de gran número de trabaja alo res en

*' STEVENSON. op. cil.


DlCKENS(1982). HoHENDERG y LEES (1995).
143
Historia económica m
¡javolu^ión Industrial on Gran Bretaña 143
un mismo espacio para cumplir sus tarcas bajo vigilancia y según una estricUi discipü
na. En palabras tic LANDE.S. "la labrica era un nuevo tipo de prisión, y el reioj. un nuev( coniietizos de la mecanización, cuando empezó a utilizarse la jcnny en las ñíbricns, ésla se
tipo de carcelero"-". veía como una amenaza pani los oficios femeninos de base familiar. En la práctica, las con-
5ccueiicias de la mecainzación fueron otras. Las mujeres pasaron a trabajaren otras indus-
Los trabajadores habituados a otras foimias de trabajo, con hoi'arios irregulares y
supervisión directa, debieron adaptarse a i;is nuevas condiciones. La resistencia de los ob[T,. iriasrurales o en los nuevos oficios urbanos que norccicron desde la década de ¡830.
ros a aceptarla nueva disciplina e-xplica que las normas establecidas por ios patrones dcla^ • .•• La división sexual del trabajo había eslado relacionada, desde sus orígenes, i;on las .di-
fábricas fueran tan estrictas, y que se castigaran severamente el ausentismo, la falta de puQ. ferencias de fuerza y de desti-eza entre hombres y mujeres, lo que implicaba que ciertas ta-
tualidad y cualquier distracción durante el tiempo de trabajo. reas sólo podían ser desempeñadas por los hombres. A l mismo tiempo, los oficios especí-
ficamenl'i femeninos, que requerían unu habilidad curactei ística eu las manos, como el
El uso de maquinarias fue modificando también el grado de calineación requerido a
los obreros para realizar su trabajo. Ello varió según las ramas de la induslria, jjero en ge- hilacfo u otras tareas, eran consltierados por los hombres como inferióles a los oHcios mas-
neral tendió a crecer el número de trabajadores no calificados en relación con los califica- culinos, y ésta es una razón por la cual las mujeres recibían una paga menor por su traba-
dos, y el.trabajo de oricio fue perdiendo teireno. A l mismo tiempo, surgieron nuevos ira. jo. Aun las mujeres que realizaban trabajos calificados eran infiavaloradas: en los talleres
b-ajadores calificados, los mecánicos, encargados de la reparación y el mantenimiento de (Je ^YEDG^VOOD en Londres, una pintora de (lores ganaba dos tercios de lo ciue percibía un
las máquinas. hombre que luciera la misma tarea-'''.
El sistema de íábrica también modificó las condiciones de trabajo de los obreros que Cuando comenzai'on a utilizarse máquinas accionadas por energía Inanimada, la situa-
seguran realizando oficios manuales. ción se modificó parcialmente. Las mujeres pudieron desempeñar tareas antes reservadas
a los hombres, pero como el trabajo femenino se consideraba infei-íor, siguieron percibien-
El historiador británico E. P. THOMPSON ofrece una descripción pormenorizada de la
do salarios ujenores. En la primera milad del siglo xix, la mayor parte de las mujeres tra-
situación de los tejedores ingleses a lo largo de la Revolución hiduslrial. Eu el siglo xviii,
bajaba en la industria textil y la del vestido, que eran las principales ocupaciones jimio con
el oHcio era desempeñado por artesanos que trabajaban en sus talleres o por trabajadores :i
servicio doméstico. En la industria del hierro y en la minería las mujeres trabajaban muy
domicilio de tiempo parcial. Entre 1780 y IS30, su situación se degradó en gran medida, el servicio uuniuaui-o, ^i,... — ^
convirtiéndose en su mayoría en proletarios a doniicilio que tejían para agentes de las Ur poco, salvo en la fabricación de clavos, o scleccianando y clasificando los minerales en ¡a
bricas o para algún intermediario. Los artesanos y oficiales tejedores se transformaron ca
superficie de las minas. En general, estaban excluidas de lo^ oficios artesanales y de las or-
"tejedores manuales", expuestos a permanentes reducciones salariales.
ganizaciones de trabajadores masculinos calificados'^''.
En tma primera etapa, hasta la década de tS2Ü, el problema no fue la competencia coa El trabajo de las mujeres eu las fábricas tuvo un fuerte Impacto .•iobre la vida familiar.
el telar mecánico, sino la reducción de los salavioa.TnoMKSON remarca que el bajo precio A diferencia de las otras formas de actividad industrial, implicaba la ausencia del hogar por
y la abundancia de la mano de obra retrasaron la mecanización, pero al costo del empobre-
larguísimas horas y la imposibilidad de cuidar de los hijos durante ese licmpo. Desde co-
cimiento y la explotación de los tejedores manuales-'^.
mienzos del siglo XIX se incrementó el número de hogares en los que junto a un matiimo-
nio y sus hijos vivía alguna persona anciana —en general, la madre de uno de los cónyu-
ges—que se ocupaba de la.s tareas domésticas y de! cuidado de los niños mientras la mujer
E L T R A B A J O D E L A S M U J E E E S Y LOS NIÑOS
tuibajaba en la fábrica'*^. De todos modos, era más habilnal el trabajo fabril de las n-mjeres
solteras que el de las casadas.
Con el sistema de fábrica se incrementó el trabajo de las mujeres y los niños, para quie- Al igual que eu cl caso de las mujeres, en la época prcindustiíai los niños trabajaban,
nes se reservaban las tareas menos calificadas y que recibían luia paga menor que la út los pero lo hacían en genera! dentro de la unidad domésiica, ayudando a los adultos en las la-
hombres adultos, con respecto a los cuales eran además más disciplinados. reas agrícolas e induslriales, o bien, en el seno de otro grupo familiar en el cual realizaban
El trabajo femenino e infantil no era una novedad, ya que en la sociedad preindustrial 'el aprendizaje de un oficio. Sus condiciones no eran las mejores, y había muchos casos de
lambién trabajaba lodo el grupo fannliar, pei'o lo que cambio radicalmente con la industria- abuso y explotación, pero en comparación con ios primeros tiempos de la indusírialización,
lización fueran las condiciones laborales. <
la brecha es enorme.
Con la difusión de la industria doméstica en el siglo xvtii se había extendido el tmipleo Con la Revolución biduslrial, los niños con-ienzaron a trabajar masivamente en las fá-^
de mujeres y nii'ios, y sus ingresos eran generalmente imprescindibles para la subsistencia bricas. Eran más dóciles que los adultos, recibían una paga mucho menor e incluso eran
de la familia. A l estudiar estos temas es preciso no idealizar la situación precedente a la Re-
más adecuados para algunas tareas que requerían manos pequeñas o baja eslatura, porejem-
volución Industrial, en lu que las condiciones de [rabajo y de vida eran también muy duras
plo, el manejo de las máquinas de hilar o ciertos trabajos en las minas.
para los sectores populares. Pero ello no parece ser un argumento suficiente para negar los
El irabajo infantil constituye, sin duda, el aspecto más negro de la Fícvolucióu indus-
costos sociales que tuvieron las primeras décadas de la industrialización.
trial. Una enorme cantidad de testimonios —entre ellos, los informes gubernamentales—
La activ^ídad más característica de las mujeres era el hilado, y podían utilizar la rueca
confirma que las condiciones solían ser iniuunanas.
mientras deacmpenubun otras tarcas, como vigilar los rebaños o ctfidar a los niííos. En los

^' LANCES (I979J. 3.1 BEUG(I987}.


THOMI'SON(I989). 34 Rui.E(199Q). •
3i ANDERSON, en BAai3AGLi (1977).
144 145
Historia económica nuin,];^ ^jlevohioión Industrial en Gran Bretaña

En primer lugar, su redujo lu edad mfnima del ingreso en el meicado de Irabajo y critica de ella. Las obras clásicas en esle campo son lade A R N O L D ToYNi!EEf77íí.' Indii.strial
disminuyó la importancia dei aprendizaje, que era cl pcrfodo de transición por excelencin llevohition, 1S84), ¡adeSlDl^iHYy ^\iKV[{[CE\Vtm (Hisloiy oJ'Tradc Uiñonixm, [Z9A), y la
En la industria algodonera, los niños comenzaban a trabajar desde muy pequeños, a part¡[ de BAIÍBAÍW y J . L . H A M M O N D (The SkiUed Labouren 1919). Todas ellas veían a la Indus-
de los (S u S años.
írialización como un proceso que había generado un empobrecimiento creciente de la po-
El horario de trabajo era el m i s m o que ei de los adultos, entre 14 y 16 horas por día. • ijjacidn y una degradación de grandes grupos de productores, y consideraban que el resul-
Los salarios ei-an irrisorios: en las hilanderías de Lancashire.ja remuneración de los niño^, tado final había sido níuy ncgativo^l
de menos de 11 años eia 6 veces menor que la de un adulto no calificado, y con lo obteni- . En 1926. L , H . C L A P I I A M publicó su Econumic Hisiory qf Modera Brilain, en la que
do por un niño en una jornada de Irabajo se podía comprar menos de un kilo de pan^^ L-, discutió la visión pesimista desde una nueva perspectiva. Por una parte, sostenía que la si-
disciplina era muy dura, recurriéndose en muciios casos a los castigos corporales. Además tuación de los trabajadores no había empeorado durante la Revolución Industrial, pero ade-
de lodo ello, las condiciones insalubres del trabajo eu las fábricas tenían efectos muy ne-
más decfa que las afirmaciones que se hicieran en este campo debían fundamentarse en da-
gativos sobre la salud y el desarrollo infantiles.
los estadísticos. En ía base de su argumentación utilizaba dalos sobre salarios que habían
Aunque ya en ISÜ2 el Parlamento aprobó una ley pai'a protegerá los niños que tmhu- sido compilados por distintos autores, a pardrde los cuales afirmaba que entre 1790 y 1850
jaban c o m o aprendices en las fábricas, recién a partirde la década de 1830 el Estado co- el poder adquisitivo medio de los obreros industriales había aumentado aproximadamente
menzó a penalizaren forma efectiva los abusos cometidos por los propiclarios de las fábri- en un 60%. En los años cuarenta,'T. S. AsiiTON coniinuó la línea inaugurada porCLAi'HAM.
cas y a poner en vigencia nuevas reglamentaciones, dirigidas a regulare! tiabajo infantil. Utilizó nuevos dalos estadísticos porque consideraba que los que había usado CLAPI IAM no
AI avanzar el siglo xix, la situación fue mejorando paulatinamente, aunque pasaron mu- eran confiables, pero coincidió con él en sostener una posición optimista, afirmando que
chas décadas hasta que se prohibió cl irabajo de los menores en las fábricas.-
en IS30 los náembros de las clases trabajadoras que habían salido beneficiados eon el ad-
venimiento de la Indtislria fabril superaban en número a los que no habían experimentado
mejora alguna^'-^.-
E L DEBATE SOBRE E L m v B L D E v m A D B LOS TRABAJADORES
Hasta la década de 1950, las respuestas de los pesimistas se basaron uo en dalos esta-
dísdcos, sino en apreciaciones sobre la calidad de vida de la población trabajadora: unos
La discusión sobre las consecuencias sociales de la Revolución Industrial ha dado lu-
se situaban en el terreno de laeuanlificaeión, y oíros, en el del impacto cualitativo de la in-
gar a un largo debate acerca del nivel de vida de los Irabajadores, iniciado en la década de
1920 y todavía no concluido. L o que se discute fimdamentalmente son los electos de la Re- dustrialización.
volución Industrial sobre el nivel de vida de las clases populares {lower classes), equiva- En 1957, Eiíic H O B S B A W M fue cl primero que fundamentó la posición pesimista con
lentes a los 2/3 o 3/4 inferiores en la distribución del ingreso. Algunos autores consideran (latos cuantitativos, tratando de demosirarque la industrialización había tenido tm impac-
sólo a los Irabajadores, pero al hacerio dejan de lado a los sectores marginales y a los tra- to negadvo también en cl nivel material de existencia de las clases trabajadoras. En un ar-
bajadores ocasionales. También se debate, menos explícitamente, acerca de! efecto neto de tículo sobre el nivel de vida en Gran Bretaña entre 1790 y 1850, sostenía que ¡as estadís-
la Revolución Industrial sobre los niveles de vida (¿hubiera habido una crisis maltusiana ticas disponibles sobre salarios no eran adecuadas, y que para establecer cómo había
sin industrialización?) y si hubieran podido evitarse coslos sociales mediante políticas eco- evolucionado el nivel de vida debfan utilizarse otros ¡ndicadoi"es, como la mortalidad, la
nómicas adecuadas. El espacio geográfico considerado es Gi'an Bretaña (Inglaterra, Esco- salad, el desempleo y el consumo. Consideraba que cl aumento de la mortalidad entre 1810
cia y Gales) y no se incluye Irlanda, que no tuvo Revolución Industrial y se suele usar co- y 1840, y los datos disponibles sobre desempleo apuntalaban la posición pesimista, y que
mo ejemplo de lo que hubiera sucedido en Gran Bretaña con crecimiento demográrico y la información sobre consumo arrojaba bastantes dudas con respecto a la posición optimis-
sin Industrialización. E l período considerado es el que transcurre entre 1780 y 1S50; de allí ta. Como conclusión, afiimiaba que para el período comprendido entre 1790 y mediados de
en m á s hay consenso en que la situación mejoró. la década de 1840, los niveles de vida habían descendido, y que para dicha etapa la posi-
En general, los contendientes en la polémica suelen agruparse en dos líneas: los "pe- ción optimista carecía de toda base sólida'^".
simistas" (que enfalizan los aspectos negativos del proceso de Industrialización) y los "op- El trabajo de HOHSBAWM provocó la respuesta de R. M . H A R T W E L L , que publicó en
timistas" (que subrayan, eu cambio, las mejoras obtenidas por los irabajadores en sus con- 1961 un artículo titulado " E l aumento dei nivel de vida en Inglaterra, 1880-1850". Asu-
diciones materiales de vida). J O E L M O K Y I Í propone otra clasificación que resulta muy útil. miendo la posición optimista, la fundamentaba con una nueva argumentación. HAIÍT-
Divide a los pesimistas en "blandos" (aquellos para quienes los niveles se mantuvieron WELL decía quedado que en ese peri'odo había aumentado la renta media percápita. que
constantes) y "duros" (los que sostienen que los niveles de vida decilnaron)^^. Las eviden- no hubo en la distribución una tendencia en contra de los trabajadores, que desdé ISI5
cias utilizadas por los distintos autores pueden ser cuantitativas o cualilalivas; en la argu- bajaron los precios pero se mantuvieron constantes los salarios nominales, que se incre-
mentación piieden utilizarse o bien datos agregados o bien casos específicos. mentó el consumo per cápila de alimentos y otros bienes, y que el Estado intervino ere-
Como vimos en el capítulo 3, los primeros trabajos publicado^ sobre la Revolución In- cientemenle para proteger o elevar los niveles de vida, "hay que concluir que en los años
dustrial se centraban en sus consecuencias sociales, y brindaban una imagen fuertemente

RULE (1990). _
^f'^BAiR0CH(I997).
TAYLOR(I985).
MoKVR (I9SS).
HoiiSUAWM.iín HoiiSiíAWM (1979).
147

146 Hiatorín scoitómicfi ÍHIJJKJJ, ¿£n]osívin)o mediante un análisis economéirico que las lendcncias en el consutuo de ciei-
(os blcntiS ímporliióos como et tabaco, el azúcar y cl té no parecen respaldar ¡a leáis de uu
que van cié ISOO ;i 1850 se produjo un aumento en los sninrios reales de la m a y ü r á i de
nuntet'to de los salarios reales y qnt; aparentan sugerir mejoras muy limiiadas en cl nivel
los trabajadores Ingleses""''.
de vida de la mayoría de los obreros hasta mediados del siglo xix'^. Oirás investigaciones
La polémica adquirió a partir de entonces una gran intensidad. Se babían puesto en , recientes han resaltado que los salarios pttdierou aumentar pero el ingreso de las íamillas
marcha tres Ifneas básicas de invcsligación: el nivel de los salarios reales, las paulas de coi\ -disminuyó por la desocupación, que los salarios femeninos aumenlaron inás lentamente y
sumo y la distribución de la renia nacional. El enfrentamiento entre HOBSBAWM y HAR,T, que aunque aumenten los salarios, las condiciones de vida ]Hiedcn empeorar. También se
WELL se acentuó, y otros autores intervinieron en la contienda. Eu l a discusión se combi- ba argumentado que no subió el consumo de productos alimentarios, sino que sólo el de te-
naron la evidencia emptrica y las posiciones ideológicas, así como ei desacuerdo acerca de jidos fie algodón aumentó significativamente. Por último, los indicadores biológicos pare-
cuáles eran los datos m á s relevantes a lu hora de medir el impacto de la industrialización cen respaldar las (esis pesimistas, ya que la esperanza de vida creció hasta 1820 pero lue-
sobre cl nivel de vida. go se detuvo, al igual que la mortalidad infantil, y la.nutrición no mejoró. Mientras que
TiiOMPSON retomó en los años .sesenta la senda de los H A M M O N D . Sostuvo que los pro- áunme ñnas del siglo xvm y comienzos del xix los reclulamíeníos en el ejército habían
blemas m á s acuciantes de los primeros tiempos de la industrialización no se rctlejan nece- • cstdúo, disminuyeron en el s^gunúo y icrccr cuarto del siglo xix, lo que rellejaría un sta-
sariamente en una estadística sobre el cosió de vida y tienen que ver, en cambio, con la
puesta enjuego de valores como las cosuimhres Iradicionales, la justicia, la itidependen- , lus nutricioual menos satisfactorio'"''.
c i a , la seguridad o la econonn'a familiar. Considerando los estudios sobre cl consuma, Por otra parte, diversos autores coinciden en aUrmaí-que hubo fiieites variaciones ¡c-
THOMPSON insisie en que si bien la renta percápita aunienió, es enormemente difícil eva- giQital&s, y que también deben considerarse las'fluctuaciones económicas de corto plazo,
luar cómo estaba distribuida. Desiaca también que los cambios en ciertos hábitos de con- •jsf como el impaeiDrielas guerras a la liora de hacer cl balniiee de las consecuencias de la
sumo —-por ejemplo, ia disminución del consumo de cerveza y el paralelo aumento del Revolución ¡nduslria] en el nivel de vida tíc los trabajadores.
consumo de té, o el Ínciemento del consumo de papas— eran vividos por los conlempová- Los optimistas han enfaliz;)do que, en el largo plazo, la industrialización permitió un
neos como una degradación. incremento de! bienestar para el conjunto de la sociedad; no sólo una mayor abmidancía y
Para THOMPSON, "en conjunto, los logros no Fueron demasiado brillantes. Tras cincuen- variedad de bienes, sino lambién utójores condiciones sanitarias y educaiivns, y uu iuuueu-
ta años de Revolución Industrial, la clase obrera tenía una participación en el producto na-
10 sostenido de ¡a cxpcclaiiva de vida. Desde e.ste punto de vista, no puede nognrsc que un
cional que, casi con toda seguridad, había descendido en relación con la parllcipticlón de
- obrero Inglés del siglo XX vive mejor que nn noble del siglo xvn.
los propietarios y profesionales. El trabajador medio siguió estando níuy próximo al nivel
de subsistencia, en una época en que estaba rodeado de testimonios evidentes del aumen- Los pesimistas, en cambio, aun reconociendo esta realidad, sostienen que ella no pue-
to de la riqueza nacional. Gran parte de ella era, a todas luces, fruto de su propio irabajo y de ocultar ni hacernos olvidar los altísimos coslos sociales (¡ue se pagaron en los primeros
pasaba, también con toda transparencia, a manos de sus patronos. En términos psicológl-' tiempos de la industrialización, costos pagados por personas de came y hueso durante va-
eos, esto se vivía en forma muy parecida a un descenso de los niveles"''-.
rias generacÍone,s.
Desde los anos setenta el debate se hizo menos virulento, pero aún continúa, sin qiie
una posición haya triunfado sobre la otra en forma defunliva. PETÍ^R LlNDERxy jErFííEV VVi-
LLIAMSON, dos liisioriadores cuantitativislas norteamericanos, han propuesto una nueva pe-
riodización a parlir de sus cálculos sobre los salarios. Afirman que cnlre 1790 y 1820, los
salarios reales permanecieron estancados, y que pura este período sus conclusiones csián a
mitad de camino entre las de los pesimistas y ias de los optlmislas. A l mismo tiempo, sos-
tienen que entre 1820 y IS.^0. los stdarios reales prácticamente se duplicaron, y que ello
consistió en un incremento mucho mayor que lo que cualquiera de los optimistas hubiera
supuesto hasta ahora''^. CRAFTS ha calculado tasas de salarios reales menores para 1820-
1850, pero superiores para el período previo y en promedio similares a las de LiNDEUTy
VViLLiAMSON, si bien todos estos autores consideran sólo la situación de los hombres adul-
tos que trabajaban en fábricas, los que sólo constituían una porción de las clases popula-
res. FEiNSTGiNy CRAFTS afirman que el consumo per cápíta creció desde 1820, peí o no ana-
lizan .si hubo cambios en la distribución del ingreso''''.
Las posiiJiques pesimistas también han encontrado nuevos defensores. JOEL M O K V R ha

HARTWELL, en TAYLOR {19S5}.


•'- TnOMPsON(198y). '15 MOKVK(19SS).
""^ LiNDGKTy WlLLIAMSON (I9S3).

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