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SEMANA 2: ENVEJECIMIENTO Y SOCIEDAD

Lección 2.2 Envejecimiento y ciudad

El envejecimiento de la población y su urbanización son dos tendencias que juntas caracterizarán


la sociedad del siglo XXI. Una transformación demográfica, en que tanto las ciudades como la
proporción de personas mayores de 60 y más años, crecerán en tasas sin precedentes, en un
proceso inevitable e irreversible.

Hoy definiremos el rol del medio ambiente construido en nuestras ciudades y su relación con las
personas mayores que las habitan.

Envejecimiento y urbanización

Hoy, las tasas de población urbana, en América Latina alcanzan el 80% de la población total, y
continuarán creciendo para alcanzar el 89% al 2050, incluyendo en ella a las personas mayores que,
por su condición en este contexto, son mayormente vulnerables social, económica y culturalmente,
y vivirán en hábitats inadecuados.

Ambos fenómenos plantean desafíos en cuanto la provisión de ambientes seguros, que promuevan
la autonomía, la independencia, el envejecimiento activo y la integración de las personas mayores
en la sociedad, asegurando una adecuada calidad de vida para este grupo etario.

Tradicionalmente, el estudio y las acciones referidas al proceso de envejecimiento han tenido una
mirada medicalizada, focalizándose en acciones paliativas de las patologías y la disminución natural
de las capacidades que experimentan las personas mayores. Es decir, se ha priorizado un enfoque
focalizado en los aspectos intrínsecos del envejecimiento, tanto físicos como mentales, que si bien
son indispensables, debe acompañarse, con igual atención en los aspectos extrínsecos asociados
al hábitat en el que nos desenvolvemos. El logro de una mejor calidad de vida y de un
envejecimiento saludable depende de ambos aspectos complementariamente.

Accidentabilidad en el espacio urbano

La accidentabilidad de las personas mayores fuera del hogar, es un problema relevante a tratar, que
se traduce principalmente en caídas (81% de los casos), afectando al menos un tercio de las
personas mayores, debido a condiciones de diseño y/o mantención inadecuadas, y que en nuestras
ciudades abundan, como son los pavimentos dañados, la existencia de escalones y desniveles, los
semáforos que no otorgan los tiempos necesarios para cruzar o la existencia de obstáculos
temporales o permanentes, que no permiten un desplazamiento sin riesgos.
Las caídas, definidas como cualquier acontecimiento que precipita al individuo al suelo en contra de
su voluntad, están relacionadas con alteraciones de la marcha en las personas mayores, dado que
los cambios que experimenta con la edad, han sido reconocidos desde hace décadas. Esta se
modifica negativamente, siendo el origen de caídas e incluso causa de muerte de muchas personas
mayores.

La postura erecta, gran salto de la humanidad respecto de los simios, tiene costos en la senectud, al
producirse cierta regresión mecánica hacia etapas anteriores, observándose el necesario uso del
bastón debido a factores multifactoriales.

En Chile, existe una mayor prevalencia de fracturas en sectores populares, debido al mayor
deterioro de las calles y espacios públicos. Las caídas generan efectos devastadores para los
sistemas de salud y las familias, incrementando los ingresos hospitalarios por urgencias,
intervenciones quirúrgicas y tratamientos de rehabilitación, que conforme a las estimaciones
poblacionales sin duda aumentarán.

Entre las mayores dificultades del medio construido podemos distinguir:


 Salvar desniveles y escaleras, debido a problemas musculares y/o de equilibrio, a los que
se agregan problemas de disminución de las capacidades visuales y/o auditivas.
 Dificultad para realizar trayectos largos sin descanso o necesidad de uso de baño.
 Mayor peligro de caídas por tropiezos o resbalones
 Dificultad para abrir y cerrar puertas o para accionar mecanismos que precisan de ambas
manos a la vez.
 Dificultad en la identificación de objetos como botoneras en ascensores.

La solución no consiste en incrementar la infraestructura de centros de atención hospitalaria, sino


en las acciones de prevención, dado que la mayoría de los casos pueden evitarse, analizando y
actuando sobre sus causas del medio ambiente construido que las generan. Si se conocen sus
causas, los factores predisponentes y sus consecuencias, pueden hacerse intervenciones que logren
disminuir su frecuencia y la gravedad de sus consecuencias.

Para evaluar la calidad y seguridad del medio ambiente construido, existen modelos, como el
modelo ecológico desarrollado a fines de los '70, para intervenir en aquellas variables del medio
ambiente que inciden directa o indirectamente sobre un individuo, en este caso las personas
mayores, permitiendo su adecuada adaptación al entorno.

Si realizamos adaptaciones, tanto en las viviendas de las personas mayores, como en su entorno
urbano, es posible disminuir de manera relevante las caídas hasta en un 60%, y con ello los costos
de salud asociados. De igual modo, en lo que se refiere al impacto en la calidad de vida, luego de la
incorporación de adaptaciones, las personas mayores reportan un 89% de mejoramiento en dicho
aspecto y un 65% en lo que se refiere al aumento de su independencia.
Accesibilidad y Movilidad

Conforme al arquitecto español Enrique Rovira-Beleta, el concepto de accesibilidad es clave, el cual


se define como “la característica del urbanismo, la edificación, el transporte o los medios de
comunicación que permite a cualquier persona su utilización y la máxima autonomía personal.” Esta
es adecuada cuando pasa desapercibida, y conlleva la supresión de barreras arquitectónicas,
entendidas como aquellos impedimentos físicos que limitan la movilidad. Podemos clasificar las
barreras arquitectónicas en:

 Urbanas: aquellas referidas a la edificaciones;


 Relacionadas con el transporte
 Asociadas a la comunicación y la expresión y recepción de mensajes

Un segundo concepto clave es el de movilidad, entendiendo que en el siglo XXI habitamos un


tejido urbano que ha sufrido una degradación y saturación producto del crecimiento y complejidad
de funciones que se han concentrado en ellas. Los problemas de movilidad pueden clasificarse en
tres grandes temas:

 La mantención de los espacios urbanos y su mobiliario,


 La ubicación y materialidad del espacio urbano y sus elementos incorporados y
 La configuración estructural de los espacios urbanos, es decir sus dimensiones.

Cuatro son los elementos a observar en la definición de barreras urbanas: las aceras, la altura libre
de paso, los cambios de nivel y cruces, y sus componentes en cada caso. Los elementos más
determinantes de inaccesibilidad y riesgo de caídas en el espacio urbano son las aceras y los cruces
de calzadas.

Reflexión final

¿Podemos determinar cuáles son las condiciones del medio ambiente construido que favorecen la
accidentabilidad de las personas mayores en el entorno que ustedes habitan? ¿Podemos identificar
aquellas barreras y definir las adaptaciones necesarias de realizar para evitar la accidentabilidad?
Su eliminación es nuestra responsabilidad.

Para citar este material educativo:

Pizzi K., Marcela (2017) “Envejecimiento y ciudad”. Material del curso Obra acogida a licencia de
Creative Commons Atribución-
"Cómo envejecemos: una mirada transdisciplinaria”, impartido en
No Comercial- CompartirIgual
UAbierta, Universidad de Chile.
4.0 Internacional.

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