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5.

- Perfil que debe cumplir el ministro extraordinario


La instrucción Immense Caritatis, en los números III-VI propone el orden y el perfil para
designar a la persona idónea, en caso de verdadera necesidad, en orden a la distribución de
la comunión.
La designación de la persona idónea se hará teniendo presente el siguiente orden, que puede
ser cambiado, según el parecer del ordinario del lugar: lector, alumno del seminario mayor,
religioso, religiosa, catequista, fiel varón o mujer.
El fiel designado ministro extraordinario de la sagrada Comunión y debidamente preparado,
deberá distinguirse por su vida cristiana, por su fe y sus buenas costumbres. Se esforzará
por ser digno de este nobilísimo encargo, cultivará la devoción a la sagrada Eucaristía y
dará a los demás fieles ejemplo de respeto al Santísimo sacramento del altar.
No será elegido para tal oficio una persona cuya designación pueda causar sorpresa a los
fieles.
Algunas Diocésis establecen, además:
1.- Que este confirmado.
2.- Que tenga por lo menos 18 años de edad.
3.- Si es casado, que lo esté por el sacramento de la Iglesia.
4.- que el individuo reciba de su párroco la certificación de que está debidamente entrenado
y calificado.
a. ¿Cómo debe ser la selección de los ministros extraordinario?
Es recomendable que el párroco seleccione cuidadosamente a las personas que considere
particularmente calificadas para servir como ministros extraordinarios, y que no
simplemente pidan voluntarios, pues se trata de un llamado. El propósito es escoger a
individuos cuya vida y moralidad católica ejemplar se refleje en la Iglesia, que demuestren
dignidad y den importancia a la sagrada Comunión.
b. ¿Qué preparación deben tener los ministros extraordinarios?
Se debe contar con un plan de capacitación formal, para que los ministros extraordinarios
puedan captar la naturaleza de su servicio, estén bien preparados para desempeñar la tarea y
entiendan con claridad las enseñanzas de la Iglesia, en especial lo referente al sacramento
de la Eucaristía.
Los programas pueden diferir de acuerdo a las necesidades y realidades de las diferentes
parroquias; sin embargo, algunas Diocésis piden incluir las siguientes pautas en todos los
programas de capacitación:
1.- Que la capacitación la realice el sacerdote correspondiente. En caso de no ser así, que
elija a una persona o equipo apto para dicha capacitación.
2.- la persona o equipo encargado debe haber cursado la capacitación dada por el equipo
diocesano y contar con una certificación.
c. ¿Qué terminología debe utilizarse para referirse a las especies eucarísticas?
Es importante expresarnos correctamente, pues, en la manera como hablamos reflejamos la
manera como creemos; por eso, es importante que el lenguaje que utilizamos referente al
sacramento de la Eucaristía, refleje nuestro entendimiento de su naturaleza y nuestra fe en
la presencia real de Cristo. Los términos “pan y vino”, deben ser usado al referirse al pan y
vino que se presentan como ofrenda sobre el altar, pero no como las especies consagradas,
las cuales no son ya pan y vino, sino el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Se acostumbra
referirnos al “Cuerpo sagrado” como hostia y a la “Sangre preciosa de Cristo” como el
cáliz, no hay ningún problema con expresarnos de ese modo.
d. ¿Cómo debe prepararse un ministro extraordinario al prestar su servicio?
Preparación remota:
Este tipo de preparación incluye el estudio y la oración, que ayudan a la apreciación del
gran don de la Eucaristía y a distribuirla con el cuidado apropiado. También se ha de
formar en el estilo de vida que ha de llevar el ministro extraordinario.
Preparación inmediata:
1.- el ministro extraordinario debe estar preparado para recibir la Comunión; es decir, está
en estado de gracia y ha ayunado antes de Misa de acuerdo a lo prescrito por la Iglesia.
2.- Conviene que haga la visita en la capilla del Santísimo para orar.
3.- Es importante que participe activa, consciente y enteramente en la Misa.
e. ¿Qué vestidura deben portar los ministros extraordinarios?
Será de acuerdo a las orientaciones que ha dado la Diocésis propias. Aquí veremos unos
ejemplos generales.
a). - Los varones portaran pantalón, camisa y zapatos de vestir y las mujeres falda, blusa y
zapatos de vestir.
b). - El color de las prendas de vestir será de acuerdo a la decisión que tome el párroco del
lugar.
c). - La vestidura puede uniformarse en estilo y color, según el servicio y función que
desempeñan dentro de las celebraciones litúrgica.
d). - El distintivo que los identificara formalmente será únicamente un crucifijo o una cruz,
que portarán de manera especial cuando ejecuten su servicio dentro o fuera de la acción
litúrgica.
e). - se busca que el modo de vestir sea digno, que refleje el respeto al Santísimo
sacramento y a la función que desempeñan.
f). - La ropa debe estar limpia y nítida.
g). - Cualquier ropa que exponga piernas, hombres u otras partes inapropiadas de la
anatomía, no debe ser usada, ni tampoco ropa como camisetas con lemas o logotipos.
h). - La ropa no debe distraer al que comulga, quien debe estar centrado en el Santísimo
sacramento, no en la persona que distribuye la Comunión o en la forma como viste.
6.- ¿Accidentes relacionados con el Santísimo sacramento?
El tipo de accidente que ocurre mas frecuentemente es el de partículas de la Hostia sagrada,
o parte de la Sangre de Cristo, al caer sobre el piso o sobre otro objeto. Si parte de la Hostia
cae sobre el piso, debe ser recogida y consumida.
Si por alguna razón no se puede consumir (por ejemplo, si ya ha estado en la boca de
alguien que no puede consumirla), se puede disolver en agua y luego esa agua derramarla
en una planta o un jardín; sin embargo, se puede consultar a un sacerdote o diacono si esto
es necesario.
La mayor dificultad se presenta si parte de la Sangre de Cristo llega a caer al piso. El
ministro extraordinario debe asegurarse de que nadie pise la mancha, tal vez delegando a
una persona para que vigile. Se puede usar un purificador limpio para marcar el punto.
Luego (tal vez con la ayuda del diacono) se debe traer agua para rociarla sobre la mancha.
Es importante aclarar que la Sangre de Cristo deja de ser Eucaristía cuando se diluye con
agua hasta el punto de perder su apariencia de vino. Sin embargo, el agua resultante debe
ser tratada con respeto y, por medio del uso de purificadores, recolectada en una vasija no
consagrada y posteriormente derramada sobre una planta o jardín.
Si parte de la Sangre es derramada en la ropa o pertenencias de alguna persona, debe ser
tratada de la misma manera, con el debido respeto hacia la persona involucrada.
7.- Al ejercer su función fuera de la Misa, el ministro extraordinario debe toar en
cuenta lo siguiente:
Los ministros extraordinarios también son requeridos frecuentemente para hacer llegar la
Comunión a quienes se encuentran enfermos o impedidos en sus casas u hospitales, en
ocasiones cuando al sacerdote o diacono no les es posible llevar la Comunión de manera
regular.
a). - El ministro extraordinario, recibirá el Santísimo sacramento de mano del sacerdote o
diacono, a veces dentro del contexto de la Misa.
b). - Debe tener una píxide (copón en el que se guardan las formas sagradas) de metal o
relicario para colocar las Hostias sagradas y un estuche o bolso con cordón para colocar la
píxide.
c). - El cordón se coloca alrededor del cuello y la píxide se puede colocar en un bolsillo de
la camisa. La píxide no se debe colocar en una cartera, bolsillo de pantalón u otra parte.
d). - Una vez que el ministro extraordinario ha recibido el Santísimo sacramento, es
importante que se dirija directamente al lugar donde va a distribuir la Comunión.
e). - No es apropiado llevar a casa el Santísimo sacramento para distribuirlo
posteriormente.
f). - Una vez en camino a distribuir la Comunión, es conveniente que el ministro
extraordinario evite cualquier distracción que pueda disminuir su atención en el Santísimo
sacramento, como, por ejemplo, entablar conversaciones innecesarias o escuchar la radio en
el carro.
g). - Cuando el ministro extraordinario ha llegado al lugar donde ha de distribuir la
Comunión, es bueno que se dirija directamente a la práctica del rito, puesto que se
encuentra en presencia del Santísimo Sacramento. Es mejor posponer el socializar hasta
después.
h). - Se puede recibir a la entrada de la puerta, con una vela encendida, al ministro que
porta la Comunión y acompañarlo hasta el lugar donde se va a distribuir la sagrada
Comunión.
i). - Es conveniente preparar una mesa con un mantel blanco y un crucifijo. Sobre la mesa
se coloca la píxide y se hace una genuflexión en adoración. Para el caso de que no haya
estos preparativos, llévese por lo menos un corporal.
j). - Debe seguir el rito dado para la distribución de la sagrada Comunión en toda ocasión.
Luego, al terminar, debe asegurarse de purificar la píxide de la manera usual.

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