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La Competencia Jurisdiccional y Judicial en Roma (Juan Ramón Robles Reyes) PDF
La Competencia Jurisdiccional y Judicial en Roma (Juan Ramón Robles Reyes) PDF
jurisdiccional y
judicial en Roma
Juan Ramón Robles Reyes
La Competencia jurisdiccional y
judicial en Roma
Prólogo
Antonio Díaz Bautista
Universidad de Murcia
2003
Robles Reyes, Juan Ramón
La competencia jurisdiccional y judicial en Roma / José Ramón
Robles Reyes ; prólogo Antonio Díaz Bautista.- Murcia : Universidad
de Murcia, Servicio de Publicaciones, 2003
182 p.
ISBN 84-8371-435-3
1. Jurisdicción (Derecho romano). 1 Universidad de Murcia. Servi-
cio de Publicaciones. 11. Título
laEdición, 2003
Reservados todos los derechos. De acuerdo con la legislación vigente, y bajo las sanciones en
ella previstas, queda totalmente prohibida la reproducción y10 trasmisión parcial o total de
este libro, por procedimientos mecánicos o electrónicos, incluyendo fotocopia, grabación
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ISBN: 84-8371-435-3
NOTA PRELIMINAR
La presente obra tuvo su origen, hace más de diez años, cuando la compleja
situación competencia1 que existía entre los diversos juzgados y tribunales este país,
llevó a su autor a preguntarse cómo se resolverían en Roma los problemas de
competencia jurisdiccional y judicial. La labor a realizar era compleja, habida
cuenta que Roma fue una civilización que perduró muchos siglos, se extendió por
territorios muy diversos, y la conjugación de estos dos elementos garantizaba un
trabajo muy extenso. El resultado obtenido ha sido un mejor conocimiento de la
organización jurisdiccional romana, así como la sistematización de sus criterios
para resolver los problemas competenciales entre magistrados y jueces.
El Dr. Antonio Díaz Bautista estableció la pauta a seguir y dirigió la
investigación que se circunscribió a la jurisdicción civil o privada, utilizando una
terminología jurídica actual, ya que en Roma esta distinción entre lo público y lo
privado no se entendía como en la actualidad. A pesar de ello, en ocasiones se
entrecruzan ambas esferas, especialmente por la incidencia que en la administración
de justicia van a tener figuras como los nuevos magistrados con competencias
jurisdiccionales, los magistrados municipales o el praefectus urbis. Sin esta
delimitación el trabajo habría sido difícil de acometer. A pesar de ello fue preciso
una labor de búsqueda de fuentes, selección y síntesis, ya que ni las normas
procesales ni los magistrados fueron los mismos a lo largo de los más de mil años
que se analizaron.
Esta obra partió del texto de Pugliese, Il processo civile romano, que, junto con
la siempre inagotable obra de Mommsen, romische Zivilprozessrecht, fueron el
punto de inicio de la investigación. Se visitaron archivos y bibliotecas, como la
Bibliothkque de Droit et Sciencies Économiques de la Universidad de la Soborna y
Sainte-Geneviéve en Par's, o la Biblioteca de la Ruprecht-Karls-Universitat de
Heidelberg, entre otras, además de los fondos bibliográficos existentes en la ciudad
de Murcia. A ella colaboraron también los consejos de importantes figuras del
Derecho romano, como son los doctores Antonio Ortega Carrillo de Albornoz,
Esteban Varela Mateos, Antonio Fernández de Buján, Ricardo Panero Gutiérrez y
Manuel Abellán Velasco cuya colabación y consejo fue de gran ayuda,
especialmente en los capítulos relativos al concepto de iurisdictio y a la justicia
municipal. Finalmente mi agradecimiento a Ma José García Tejera,Manuel Martínez
Arnaldos y al Servicio de Publicaciones de la Universidad de Murcia por su
esfuerzo para que esta obra viera la luz.
De todos los citados me siento deudor y a todos ellos dedico este libro, deseando
que sirva como muestra de mi gratitud.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
literarios. Junto a las fuentes estrictamente jurídicas y literarias, también nos hemos
servido de fuentes epigráficas, de modo que tuviésemos una visión, lo más
completa posible, del panorama jurisdiccional romano.
c) De gran importancia ha sido la consulta de la doctrina elaborada por autores
que en sus amplias obras, aunque de forma fragmentaria, han tratado el tema,
especialmente Mommsen, Kaser, Girard o Pugliese, siempre citados por los autores
posteriores. Su estudio ha sido de gran utilidad en la parte primera de este libro, en
la concreción conceptual de iurisdictio y competencia, habida cuenta que los
autores clásicos no lo hicieron. También fue muy importante la aportación doctrinal
en el análisis de los capítulos relativos a la prejudicialidad y derogación voluntaria
de la competencia
11) En cuanto al método utilizado, se ha seguido el sistema tradicional. Se
procedió a la selección de los textos, fragmentos o constituciones que trataban sobre
jurisdicción, competencia o actividad de magistrados y jueces y, todo ello referido
a los catorce siglos de duración de la vida de Roma. Una vez seleccionada esta
ingente cantidad de información, y como si de un laboratorio de alquimista se
tratase, se analizaron y escogieron los más significativos, se introdujeron en un
"alambique" y se obtuvo, finalmente, la formulación de los criterios
competenciales, de la forma más objetiva y esquemática, acompañando dicha
formulación de los textos jurídicos y literarios más descriptivos, que se unieron al
texto,debiendo omitir el resto.
INDICE DE ABREVIATURAS
1 Tac. Ann.13.28,I-2 .. nam inter Vibulium praetorem et plebei Tribunum Antistium ortorum
certamen, quod inmodestos fautores histrionum et a praetores vinda ductos tribunos omitti iussisset..
En Ann. 14.41,1, relata este autor como algunos intentaban aprovecharse de la coexistencia de
magistrados con nuevas competencias jurisdiccionales y los magistrados tradicionales, como era el
caso del pretor urbano y praefectus urbis en la ciudad de Roma.
2 Aulo Gelio. Not. Att.13,12.
3 Nuevo Testamento. Mt. 26,57-68;. 27,l; 27, 11-26. Mc. 14,53-65; 15,l-15. Lc. 22,66-71; 23,l-
25. Jn. 18,12-14; 18,19-22; 18,39; 19,l-16.
4 Vid. Nov. 26, en ella se expone por Justiniano cómo debió de suprimir a uno de los dos vicarios
de Tracia por sus interminables disputas, quedando uno subsistente con funciones civiles y militares
... illi autern unum habent perpetuam et infinitam actionem litigandi inter alterutros imortaliter. En
el mismo sentido Nov. 8 (535) y Nov. 30 (536). En el mismo sentido Tac. Ann. 6.11,l y 4.32,l,.en
referencia a los cónsules. MOMMSEN, TH., Derecho público romano, T. VI, p. 267, trad. por Girard,
P.F. París, 1891, apunta la posibilidad de que el senado actuase como elemento de equilibrio entre
magistraturas con jurisdicción, repartiendo las competencias en atención a las necesidades del
momento.
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de que actúe en la actualidad con carácter subsidiario para aquellos casos en los que
no existen normas especiales que prescribiesen otro distinto. A pesar de su
importancia, el factor territorial siempre determinó el llamadoforum domicilii pues,
en atención al lugar en que tuviese el demandado su domicilio, los magistrados y
las normas a aplicar eran distintos. Los magistrados y jueces de la ciudad de Roma
eran distintos que los de los municipios o colonias de Italia y, a su vez, en las
diversas provincias, los magistrados también eran distintos y con distintas normas
procesales. Prueba de la importancia en la tramitación o resolución de los litigios
son las luchas por la introducción de los equites en el album iudicum6, en perjuicio
de la omnipresente clase senatorial, o las limitaciones que por razón de la cuantía
establece Roma en los estatutos a los magistrados municipales7.
El ciudadano romano tenía que saber siempre en qué lugar tenía que plantear su
acción; qué magistrado era el encargado de tramitar el procedimiento y qué
magistrado, juez, árbitro o tribunal tenía que dictar la sentencia. Este conocimiento
del ámbito jurídico en el que se desenvolvía le daba lo que hoy se denomina
seguridad jurídica*; una seguridad que se manifestaba tanto en el ámbito público
como en el privado, es decir, tanto en los iudicia publica, como en los iudicia
privata. Este último ámbito fue el más rico de la producción romana, e intentar
refundir en una obra el estudio de ambos ámbitos sería pretencioso, teniendo en
6 Sobre la inclusión de los equites en los jurados vid. MOMMSEN, TH, Derecho público romano
VY2, p.131; Tac. Ann.11.22,5-6 y 12.60,3 expone como César favoreció la inclusión de los equites en
los tribunales. Suet. Cae.1.41,2 ..Iudicia ad duo genera iudicium redegit, equestris ordinis ac
senatorii; Tac. Ann. 12.60,3 relata como Claudio entregó toda la jurisdicción a miembros del orden
ecuestre, previamente atribuida por Sila al Senado en virtud de una Lex Cornelia, lo que, según refiere
este autor, habría producido ya tantas veces sediciones y luchas armadas. Con referencia a la inclusión
de los equites en el album iudicum vid. D'ORS, A.,Derecho Privado Romano, Pamplona, 1977,
p.139.
7 El reciente descubrimiento de las leyes municipales de Irni, ha completado el conocimiento que
de las leyes Malacitana y Salpensana se tenía, pudiendose afirmar que, los municipios de la Bética,
no eran ajenos a la limitación de competencia jurisdiccional de sus magistrados municipales en
atención a la cuantía del proceso. Estas limitaciones se encuentran no sólo en estos textos municipales,
o en el del municipio de Urso, sino también en otros lugares, siendo paradigmática la referencia a la
lex Rubria de la Galia Cisalpina o al Frag. Atestino, en donde se supera la limitación de los mil
sestercios de Imi, llegando a los quince mil y diez, mil, respectivamente, en atención a la mayor
importancia de estos últimos municipios. Vid. GIMENEZ-CANDELA, T., La "Lex Irnitana". Una
nouvelle loi municipale de la Bétique, en RIDA 30 (1983) pp. 125 y SS.D'ORS, A y D'ORS, J. Lex
Imitana, en Cuadernos Compostelanos de Derecho Romano, no 1, Univ. de Santiago de Compostela.
1988.
8 Muestra del esfuerzo imperial para establecer los criterios de atribución de competencia de los
magistrados y jueces, aparece en la redacción de los estatutos municipales. Vid. D'ORS, A. La Ley
Flavia Municipal. Roma, 1986, p. 34 y SS.
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17 DE MARTINO., Giurisdizione nel diritto romano, Padova 1937, pp. 149 y ss. Esta definición
es matizada por este mismo autor al señalar en la misma obra, p. 174, que en numerosos textos clásicos
la expresión iurisdictio equivale a potere giudiziario, sfera di potere, competenza e simili, in altri essa
si referisce alla funzione del magistrato nel processo di cognizione uficiale ... Es decir, para De
Martino el término iurisdictio englobaría todas las facultades del poder judicial, incluyendo la
competencia, tanto en el período formulario como en el de la extraordinaria cognitio.
18 LUZZATTO., Vid. Giurisdizione, en Enciclopedia del Diritto, p.1.
19 En esta línea comprensiva en el concepto de juridicción, tanto de la actividad d&irrollada en
la fase in iure como en la fase apud iudicem, vid. KASER, M . Das romische Zivilprozessrecht, op. cit.
pp. 183 y 184 En el mismo sentido DE MARTINO, para el período de la extraordinaria cognitio, vid.
Giurisdizione, op. cit. pp. 174 y 175. En el derecho penal español vigente, y para los delitos comunes,
se observa que hay dos fases en el procedimiento establecido en la vigente Ley de Enjuiciamiento
Criminal, al estilo civil clásico romano; frente a ello, en materia jurisdiccional civil se sigue el sistema
cognitorio, aunando las dos fases in iure y apud iudicem ante un único magistrado, por lo que el
término "jurisdicción" reúne actualmente tanto la iurisdictio como la iudicatio.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
20 Sobre competencias concretas de magistrados y jueces vid. Ulp. 1 reg. D.2.1.1: lus dicenti
oficium latissimum est: narn et bonorum possessionem dare potest et In possesionem mittere, pupillis
non habentibus tutores constituere, iudices litigantibus dare. Respecto a competencias de los jueces
Paul. 3 ed. D.2.2.2: Hoc edicto dolus debet ius dicenti puniri: narn si adsessores imprudentia in aliter
dictum sit quam oportuit, non debet hoc magistratui oficere, per ipsi adsessori. Respecto a la de los
magistrados es preciso acudir a su lex creadora, como es el caso de las leyes Liciniae Sextiae para el
pretor urbano.
21 PUGLIESE. G,. 11 processo civile Romano, 11.11 processo formulare. Milán, 1963, p.140.
22 Suet. Aug., 1.29,l hace refrencia expresa al creciente número de ciudadanos y juicios a
celebrar, debiendo construir un nuevo foro. Publica opera plurima extruxit..Fori extruendi causa fuit
hominum et iudiciorum multitudo, quae videbatur non sufficientibus duobus etiam tertio indigere.
Con relación al aumento de los pleitos y la exasperante lentitud de los mismos vid. Suet. Vesp.7.9,10.
Litium series ibique maiorem in modum excreverant, manentibus antiquis intercapedine iuris
dictionis, .. En el mismo sentido Tac. Ann. 6.11,2.
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"correspÓndiente".23 Por fin, hay que notar que en los poquísimos fragmentos que
emplean estos términos en su sentido técnico, de atribución a un órgano
jurisdiccional o judicial determinado el conocimiento de una controversia24, la
crítica textual ha reputado alteradas las frases que los contienen. Es evidente que, si
bien los juristas romanos conocieron y analizaron los problemas de competencia
jurisdiccional, siguieron en este punto su tradición casuística y no se preocuparon
de construir una categoría abstracta que comprendiera todos los supuestos. Al no
existir el concepto abstracto tampoco acuñaron el término jurídico adecuado.25
25 Para más profundización acerca del término competencia y las interpolaciones existentes vid.
PUGLIESE., G. 11 processo civile Romano, 11. op. cit. pp.140 y SS.
26 Vid. C.1.29.1 (Grac. Val. Theod. 386-87) sobre distinción entre jurisdicción civil y militar: Viri .
illustres comites et magistri peditum et equitum in provinciales nullam penitus habeant potestatem,
nec amplissima praefectura in militares viros. C.1.29.2 (Hon. Theod. 414) ... sciat igitur illustris
magnificentia tua sub te, sive civiliter sive criminaliter appetantul; eos litigare debere. En identico
sentido y con referencia a materia criminal C.3.15.1 (Sev. Ant, 196) y C.3.8.3 (Val. Gal. 262).
27 Una jusrisdicción especial, vinculada a la religión y separada del ámbito seglar no se desarrolla
en el mundo romano hasta el Dominado, cuando el cristianismo se convierte en "religión oficial".
Sobre jurisdicción eclesiástica es muy explícita, como resumen de la postura de los emperadores frente
a la naciente iglesia católica, la Novela 73 cuyo título es de por sí expresivo:Ut clerici apud episcopos
respondeant (trad. de Scholl y Kroll) titulada en el Authenticum: Ut clerici apud proprios episcopos
primum conveniantul; et post hoc apud civiles iudices. Sobre episcopalis audientia vid. VISMARA,
Episcopalis audientia. L'attivitb giurisdizionale del Vescovo per la risoluzione delle controversie
private tra laici nel diritto romano e nella storia del diritto italiano fino al secolo nono, Milán 1937;
BIONDI, 11 diritto romano cristiano, 1, Milán, 1952, pp. 445 y SS. CUENA, F., La episcopalis
audientia. La justicia episcopal en las cusas civiles entre laicos, Valladolid 1985. Distinta de ella es
la actuación de los obispos en cuestiones seglares, vid. DIAZ BAUTISTA, L'intervention des éveques
dans la justice seculi2re d'aprks les Novelles de Justinien, en Eglises et pouvoir politique. Actes des
journées internationales dJHistoiredu Droit dlAngers, 1985.
28 MOMMSEN, TH., El Derecho Penal Romano. T.I., p.1, traduc. de DUQUESNE, J., París,
1907.
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33 Sobre el tema del maltrato a los esclavos vid. Gai. 1,53; Gai. 1 inst. D. 1,6,1,2; Ulp. 8 de off.
proc. D. 1,6,2; Inst. Just. 1,8,2. Respecto a los hijos inpotestate vid. Pap. 11 quaest. D. 37,12,5; Marc.
14 inst. D. 48,9,5; CTh. 9,15,1=CJ.9,17,1 (Const. 318-319); CJ. 4,43,2 (Const. 329).
34 Dionisio de Halicarnaso. Ant. Rom. 4.25,l-2.
35 Aunque es más extraño, también podía suceder a la inversa, es decir, que en un pleito en el que
se plantease una cuestión penal como principal, se añadiese una cuestión civil que determinase aquel
pleito. Vid. C.3.8.3 (Valer. Gal. 262).
36 La Ley de Enjuiciamiento Civil española de 1881, en su art. 362 prescribía la suspensión del
pleito civil cuando su sentencia se vería prejuzgada por la sentenciade un proceso penal. La vigente
Ley procesal española de 2000 se refiere de forma expresa a la prejudicialidad penal en el art. 40 y SS.
En ellos tiende a evitar la suspensión del proceso civil, siguiéndolo hasta estar sólo pendiente de
sentencia, momento en el que el tribunal decidirá la suspensión, si se dan las condiciones allí
recogidas.
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distinción entre iudicia publica y iudicia privata. De este modo y en atención a que
el bien protegido más importante era el público, las resoluciones penales tendrían
preferencia respecto a las civiles. La preferencia absoluta del juicio penal sobre el
civil parece que fue el criterio general y "lógico", siendo el que se sigue observando
en el Derecho actual. Sin embargo en los textos jurídicos romanos las soluciones
son variadas y, en algún caso, abiertamente contradictorias, mereciendo por ello un
análisis más detallado.
En primer lugar hemos de considerar lo que acabamos de caracterizar como
principio general y "lógico": la preferencia de la cuestión criminal sobre la jurídico-
privada. Hay, efectivamente, textos en el Digesto en los que se concede preferencia
a las cuestiones penales frente a las civiles, quedando paralizadas éstas hasta la
resolución de aquellas. Así se recoge en C.3.8.4 (Const.336) al entender que existe
jerarquía entre ellas, o en el rescripto de Adriano recogido en Ulp. 40 ed. D. 5.3.5.1.
en donde se exige fianza a quien paraliza un proceso hereditario alegando la
existencia de falsedad en el testamento, porque, como dice expresamente el
rescripto "... se suspende el juicio de petición de herencia, mientras se sustancie la
causa de falsedad"
Pero este criterio no era absoluto; así, en Paul. 37 ed. D.48.1.4 se hace
referencia a que al juicio público se hace prejudicialidad con cuestiones privadas
como la acción de la Ley Aquilia, la de hurto, la de robo con violencia, y los
interdictos unde vi y de tabulis exhibendis "por tratarse de bienes de familia", es
decir de bienes del patrimonio familiar.
46 En iguales términos sobre declaración testifical falsa C.7.58.3 (Alex. sin fecha). Falsam quidem
testationem, qua diversa pars in iudicio adversus te usa est, ut proponis ...
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crimini prius instituto civilis causa adiungitul; potest iudex eodem tempore
utramque quaestionem sua sententia dirimere.
Parece, por tanto, que el mismo juez podía resolver cuantas cuestiones civiles o
penales se planteasen en el litigio, siendo numerosos los textos que apoyan esta
idea47 que, para algún autor48 se asentaría, más que en unas reglas jurídicas fijas, en
una praxis o costumbre (mos) que aparece citada en C.Th.9.19.2 (Const. 326) 49
Sin embargo este criterio, que hoy llamaríamos de economía procesal, según el
cual, podría el juez resolver conjuntamente, en la misma sentencia, las cuestiones
civiles o criminales que surgieran como incidentales a la cuestión deducida como
principal, aparece claramente impedido por la afirmación tajante contenida en
C.7.48.1 (Alex. 223) que establece que el juez sólo podía dictar sentencia válida
para el tema que fue nombrado, y no para otros distintos del asunto principal, como
podrían ser temas penales concomitantes.
Iudex ad certam rem datus, si de aliis pronumtiavit, quam quod ad eam rem
pertinet, nihil egit. 50
47 En C.3.8.1 (Sev. Ant. 203) se dice que el juez debe resolver de cuantas cuestiones incidentales
vengan al juicio sobre herencia, porque, al fin y al cabo, sobre la misma herencia falla. Pertinet enim
ad officium iudicis qui de hereditate cognoscit universam incidentem quaestionem quae in iudicium
devocatur examinare, quoniam non de ea, sed de hereditate pronuntiat. En el mismo sentido Vid.
C.7.62.1 (Alex.209):Prius de possessione pronuntiare et ita crimen violentiae excutere praeses
provinciae debuit. quod cum non fecerit, iuste provocatum est. C.9.22.23 pr.(Valens Grac. Valent.
376): Damus licentiam litigantibus, si apud iudicem proferatur scriptura, de qua oritur aliqua
disputatio, utrum de falso criminaliter statuat, qui dubitet de instrumenti fide experiri an civiliter.
C.9.22.24 (Val. Theod. Arc. 389): Praebemus licentiam, ut civiliter sive criminalitel; ut actor elegerit,
super prolatis codicillis ve1 aliis instrumentis requiratur et incumbat probatio fidei instrumenti ei
primitul; qui scripturam obtulerit, deinde ei, qui scripta instantiafalsum argere paratus est.;
48 RAGGI, L.,. op cit. p. 191.
49 C.Th. 9.19.2 (Const. 326):Cum in praeterito is mos in iudiciis servaretul; ut prolatis
instrumentis, si ea falsa quis diceret, a sententia iudex civilis controversiae temperaret eoque
contingeret...
50 No resulta fácil conciliar lo establecido en esta constitución de Alejandro Severo con los
abundantes textos en que se permite al juez pronunciarse sobre cuestiones criminales incidentales, y
sobre todo, con la ya analizada de Valerio y Galieno recogida en C.3.8.3 que también aparece
redactada en términos generales. Hay que observar que la constitución de Valerio y Galieno se refiere
al supuesto de que la cuestión criminal haya sido promovida ( ...motae quaestio criminis ...), es decir
que no se trata tanto de una cuestión "ajena" al juicio sino suscitada en el curso del mismo. Por otra
parte es significativa la expresión de la constitución de Alejandro Severo iudex ad certam rem datus
que hace pensar inmediatamente en un iudex datus del proceso formulario que evidentemente sería
incompetente para conocer de cualquier otra cuestión juridíco privada no contenida en la litis
contestatio y muchísimo menos de una cuestión criminal. Resulta difícil pensar que una constitución
tan tardía como ésta se refiriese todavía al procedimiento formulario, pero no hay que descartar
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
totalmente que se estuviera hablando de este sistema procedimental que sería entonces un resíduo, ya
pasado de moda, pero quizás aún practicable excepcionalmente. Si fuera así y la constitución del año
262, treinta y un años posterior, viniera referida al juez funcionario imperial de la cognitio extra
ordinem, que sí podría tener atribuciones en materia criminal, la antinomia entre ambas constituciones
quedaría eliminada.
51 En Ulp. 40 ed. D. 5.3.7.1, se dice que la suspensión del testamento sólo se concederá si ya se
ha constestado la querella de inoficioso. Ita demum autem sustinentur liberalia iudicia, si iam de
inofficioso iudicium contestatus est...
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juristas docentes del tiempo de los Severos: Calístrato y Marciano. Nos dicen
ambos autores que cuando se litigue sobre la violencia cometida y sobre la
posesión, los actos de fuerza serán juzgados con preferencia respecto a la
reclamación de la "propiedad" 52.
relativamente pronto y dió lugar a que en nuestros días tales conductas caigan
claramente dentro de la jurisdicción penal.
54 Vid. Ulp. 1 inst. D. 1.6.4. En C. 12.3.5 (Just.) se refleja que aún persiste en esta época el poder
paterno, como lo atestigua el hecho de que se conceda, como gracia especial por el emperador, la
libertad respecto de la potestad paterna, para los que hubieren alcanzado la dignidad de varones
patricios.
55 Sobre el concepto jurisdicción doméstica, y su aplicación a libertos, vid. MOMMSEN, TH,
Derecho Público romano, cit. T.VIJ2, p.16. También se refiere este autor a la jurisdicción doméstica,
como la utilizada por el senado para resolver las discordias existentes entre villas federadas o los
sujetos de las mismas cuando estaban descontentos con sus autoridades locales. T.VII, p. 427.
56 Gai. 1 Inst. D. 1.6.1 De iure personarum alia divisio sequitul; quod quaedam personae sui iuris
sunt, quaedam alieno iuri subiectae sunt ....
57 MOMMSEN, TH., Derecho Penal Romano T.I. p. 2., trad. DUQUESNE, J. París, 1907.
58 En Suet. Cae. 49,3 relata como César impuso la pena a muerte a su liberto, por seducir a la
esposa de un caballero romano, habiendo sido intepretado por la doctrina como la extensión de la
jurisdicción familiar a la persona del liberto.
59 En Gai.1 ed. D.5.1.4 se establece una excepción a esta norma, pues se dice expresamente que
no cabe litigio con el que tenemos bajo nuestra potestad, salvo en lo relativo al peculio castrense.
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60 La Ley de las XII Tablas, en su Tabla IV se refería a este poder del pater familias sobre sus
hijos; Pap. Coll. 4,s: Cum patri lex ... dederit in filium vitae necisque potestatem. Este poder
omnímodo y sin limitación, expuesto en las XII Tablas sufrió matizaciones, como lo reflejan los textos
del Digesto. En Ulp. 1 de adult. D. 48.8.2 establece que el padre no puede matar a su hijo sin que éste
haya sido oído, debiendo dirigirse al prefecto o presidente de la provincia. .
61 El núcleo de la familia romana era la patria potestas dibujada en el derecho arcaico como un
poder absoluto de vida y muerte del pater familias sobre los descendientes sometidos. Pero la
conciencia social romana se rebelaba contra el abuso de la patria potestad y la pietas limitaba el rigor
de este derecho. El emperador Trajano obligó a un padre a emancipar al hijo maltratado, y le hizo
perder la herencia del hijo (D. 37,12,5). Adriano, subrayando que la patria potestad debe consistir en
el afecto y no en la crueldad, deportó a un padre que en una cacería mató a su hijo porque cometía
adulterio con la madrastra, (D.48,9,5). Constantino castigaba a quien daba muerte a su hijo (C.Th.
9,15,1=CJ.9,17,1). Justiniano sólo permitía la venta del hijo como esclavo en caso de extrema
necesidad, facultando a éste para recobrar su libertad ofreciendo al comprador el precio u otro esclavo
(C.Th. 5,10,1; CJ. 4,43,2). Tac. 4.22,l refiere que se juzgó a instancias de Tiberio, al pretor Plaucio
Silvano por precipitar a su esposa por la ventana.
62 El derecho dominical del dueño sobre el esclavo le permite cualquier actuación sobre él, pero
la condición humana de aquél hace que paulatinamente se vaya considerando que un rigor excesivo
supone un abuso del derecho porque choca con las concepciones éticas de la sociedad, especialmente
con la moral estoica y la cristiana, que subrayaron la igualdad de todos los hombres ante el Derecho
natural.
La única regla general romana que nos ha llegado sobre abuso de derecho, por lo demás muy
' expresiva, rotunda, y conocidísima es la afirmación que hace Gayo en sus Instituciones 1,53 a
propósito del mal trato a los esclavos. Et utrumque rectefit [regula], male enim nostro iure uti non
debemus,. Esta regula gayana según la cual no debemos usar mal de nuestro derecho, tan sólo aparece
así formulada en las Instituciones y no en los demás pasajes en que se repite el tema de la
argumentación: un rescripto de Antonino Pío en el cual se obliga al dueño a vender los esclavos que
huyeron por su mal trato y se refugiaron bajo las estatuas del emperador. (Gai. 1 inst. D. 1,6,1,2.; Ulp.
8 de oJjT proc. D. 1,6,2: Si dominus in servos saevierit, ve1 ad impudicitiam turpemque violationem
compellat, quae sint partes praesidis, ex rescripto divi Pii ad Aelium Martianum proconsulem
Baeticae manifestabitux.. Inst. Just. 1,8,2). En el mismo sentido Suet. Clau.25, privando de
jurisdicción a los dueños de los exclavos enfermos abandonados en la isla de Esculapios, situada en el
Tiber, junto a la ciudad de Roma.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
imponer voluntariamente una pena al culpable del acto antijurídico, como muestra
del poder jurisdiccional doméstico, pero, tanto en el supuesto de que el estado
reclamase su competencia para juzgar e imponer una pena, como en el supuesto de
que un cives perjudicado reclamase una cantidad de dinero por la comisión de un
delito privado, el pater familias se veía compelido a ceder ante el juicio y pena
impuestos por el estado, aunque, posteriormente, ejecutase él mismo la pena63, o
bien a pagar la suma de dinero señalada por el juez, salvo que recurriese al recurso
procesal de entregar la persona que cometió el delito al demandante (noxalidad),
liberándose así de toda obligación derivada de aquél delito64.
De lo anteriormente expuesto se desprende la práctica inexistencia de supuestos
de concurrencia entre esta "jurisdicción privada" y la que constituía el derecho
público del estado65. En primer lugar porque, como ya hemos expuesto, la
jurisdicción doméstica no era técnicamente una jurisdicción y, en segundo lugar,
porque, cualquier demanda o pretensión ejercitada por una persona ante los órganos
jurisdiccionales públicos, debía resolverse con preferencia ante estos y su resultado
tenía que ser ejecutado con independencia de la conformidad del pater familias,66
quien podía no tener interés en juzgar al alieni iuris, o bien ya lo había absuelto. Las
mujeres sine manu eran juzgadas por un tribunal formado por parientes próximos,
y si estos no existían, como en el caso de Publilia y Licinia que asesinaron a sus
maridos67 quedando sin parientes, actuaban los magistrados directamente68.
63 Vid. Val. Max. 8.4,l donde relata cómo el pater familias aplicaba la tortura personalmente al
esclavo condenado por la comisión de un delito, incluso la muerte o permitía a la víctima del delito
que infligiera la pena. (Ulp. 57 ed. D. 47,10,15,34 y 42 admiten igual solución, siempre que en la
administración de la pena no se extralimitase el extraño).
64 Gai. 2 ad. ed. prov. D. 9,4,1..liceat nobis deditione ipsius corporis quod deliquerit evitare litis
aestimationem.
65 Caso especial era el del pater familias que además era magistrado. En este caso podría actuar
sólo como particular, ya que Ulp. 3. ed. D.2.1.10 dice que el que ajerce jurisdicción no lo haga sobre
sí mismo ni sobre las personas que tiene consigo: Qui iurisdictioni praeest, neque sibi ius dicere debet
neque uxori ve1 liberis suis neque libertis ve1 ceteri, quos secum habet. En A ~ 3K quaest. D. 5.1.77 se
recoge el supuesto en el que un hijo in potestate es juez de su propio padre, pudiendo emitir sentencia
en los negocios privados de aquél, del mismo modo que el padre puede ser juez de su hijo, ya que in
privatis negotiis pater filiurn ve1 filium patrem iudicem habere potes. La justificación de dicha
afirmación se halla en Paul.16 ad Plaut. D. 5.1.78 al establecer que la actividad de juzgar munus
publicum est.
66 Asconius. In Milon, 46. En el supuesto de absolución por el tribunal doméstico el magistrado
inició procedimiento contra el absuelto sin respetar el principio de cosa juzgada ante la injusticia de
aquella decisión.
67 Val. Max 6,3,8.
68 C.8.46 (47)4 recoge un supuesto extraño, al ser una mujer, Cala, quien se dirige personalmente
a los emperadores solicitando que sean estos quienes castiguen a sus hijos por las injurias recibidas
...Congruentius quidem videtur intra domum, inter te ac jilios tuos si quae controversiae oriuntur;
terminari.. Llama la atención el tono paternalista del rescripto, al referirse a que los asuntos entre
madre e hijos se deben de resolver en casa.
Juan Ramón Robles Reyes
Si fllius tuus iu potestate tua est, res acquisitas tibi alienare non potuit
quem, si pietatem patri debitam non agnoscit, castigare iure patriae
potestatis non prohiberis, artiore remedio usurus, si in pari contumacia
perseveraverit, eunque praesidi provinciae oblaturus, dicturo sententiam,
quam tu quoque dici volueris.
lugar a mera amonestación, leve pena corporal, venta del esclavo a familia rústica
u otras de carácter leve no se utilizaba el consilium71.
Como conclusión, se puede decir que el ambito jurisdiccional del pater familias
no era excluyente de la jurisdicción civil pública y no llegaba a incidir en la misma,
salvo de forma moral, en el supuesto de que el acto ilícito hubiese sido ejemplar y
suficientemente castigado por el pater familias.
El deseo innato que sienten los litigantes, en el sentido de que los litigios se
tramiten en su propia ciudad, ante sus vecinos, sus propios magistrados, su lengua,
derecho y costumbres, es algo totalmente justificado y punto de partida procesal en
cualquier sociedad. Este es, además, el supuesto natural en tiempos en los que las
relaciones mercantiles aún no estaban muy desarrolladas y los litigios se producían
en municipios con poca población. Posteriormente, el desarrollo de las actividades
mercantiles a lo largo del Mediterráneo, las conquistas militares y los negocios y
transacciones realizadas en lugares alejados, darían lugar a procedimientos
judiciales en los que el domicilio de las partes no sería un criterio competencia1
determinante para la resolución de los mismos, debiendo acudir a otros más
adecuados. En una tercera fase en la evolución de Roma, ya en época del
Dominado y hasta Justiniano, el domicilio de las partes volverá a ser, de nuevo, el
criterio determinante para el establecimiento de la competencia jurisdiccional. La
razón no será otra que la nueva estructura administrativa y social que, desde
Diocleciano, obliga a los pobladores a permanecer en sus lugares de origen72,
quedando adscritos a la tierra y oficio de sus antepasados. De este modo, se volverá
al domicilio como criterio básico, no tanto por razones de técnica jurídica, como por
la imposibilidad de los sujetos de derecho para moverse libremente por el imperio.
No hemos hallado en ningún texto el origen de este criterio de atribución de
competencia, quizás por su antigüedad o por el hecho de considerarlo consustancial
a la propia organización de la primitiva ciudad. Como se recoge en las XII Tablas73,
72 Sobre la distinción entre los conceptos domicilium y origo, y sus implicaciones procesales vid.
BETHMANN-HOLWEG, Der rom. Zivilprozess, 11, Bonn 1865, p. 121; SCIALOIA, V. Procedura
Civile Romana, Roma 1935, pp. 90 y SS. VOLTERRA, E., Instituciones de Derecho Romano, trad.
Daza Martínez, J. Alicante,l986, p.221; GIRARD, P.F., Manuel de Droit Romain, París 1929,
p.1.063, n.1.
73 XII Tablas. Tab. 1.
Juan Ramón Robles Reyes
se aplicó desde los primeros tiempos a los ciudadanos de la ciudad de Roma, siendo
el criterio preferente, sólo relegado en los supuestos de jurisdicción especial o la
existencia defoedera con otras ciudades. El domicilio de los litigantes determinaba,
salvo norma de rango prioritario que estableciese lo contrario, personas y ley a
aplicar. Si el lugar en el que habitaban los litigantes no tenía estatuto o norma
propia, se entendía que su domicilio era el mismo de la ciudad de Roma. Igual
sucedía para aquellos ciudadanos romanos en provincia extranjera, estando sujetos
al Derecho romano y a los magistrados y jueces de Roma; si existía gobernador u
otro magistrado nombrado por Roma, éste sería el competente para conocer del
litigio, en caso contrario, sería preciso comparecer ante los magistrados de la Urbe.
74 Pomp. lib. sing. ench. D.50.16.239, define lo que se debe de entender por íncola como ...q ui
aliqua regione domicilium suum contulit, siendo, como dice el fragmento un "habitante advenedizo",
morando en esa ciudad o en los campos que la circundan. Aparece una contradicción entre lo
establecido por Pomponio y el fragmento de Modestino, recogido en D. 50.1.35, donde se excluye del
concepto de habitantes a las personas que habitan en el campo en atención a que no utilizan de los
servicios de la ciudad. En la Lex Irnitana se hace mención expresa a los incolae, estableciendo la
obligación de cumplir la Ley en los mismos términos que los municipes ..Huic legi uti municipes
parere debuerint, ita eius rnunicipii incolae parento. Vid. D'ORS, A., y D'ORS, J., Lex Irnitana,
Santiago de Compostela. 1988, p.82.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
75 Pap. 1 resp. D.50.1.17.13: Sola domus possessio, quae in aliena civitate comparatul;
domicilium non facit.
76 Paul. 24 quaest. D.50.1.20: Domicilium re et facto transfertul; non nuda contestatione: sicut in
his exigitul; qui negant se posse ad munera ut incolas vocari.
77 C.10.40(39).2, in fine (Alexsin fecha): Sed si aliis rationibus domicilium in splendidissima
civitate Laodicenorum habere probatus fueris, mendacium, quo minus muneribus fungaris, non
proderit.
Juan Ramón Robles Reyes
Gai. l. ed. prov. D. 50.1.29: Incola et his rnagistratibus parere debet, apud
quos incola est, et illis, apud quos civis est: nec tanturn
rnunicipaliiurisdictioni in utroque municipio subiectus est, verum etiarn
ornnibus publicis rnuneribus fungi debet.
78 Ulp. 2 ed. D. 50.1.1 : Municipem aut nativitasfacit aut manumissio, aut adoptio.
79 Vid. Paul. 24 quaest. D. 50.1.22 pr. En Ulp. 2 ed. 50.1.27 se ve la posibilidad del liberto de
tener tres municipalidades distintas. En C.10.39(38).2 se da la misma solución para el supuesto de que
la manumisión fuese adoptada por medio de fideicomiso ..eorum enim condicionem sequi ex causa
fideicommisi manumissos pridem placuit, qui libertatem praestiterunt, non qui rogaverunt.
80 Paul 1 sent. D. 50.1.22.1: Vidua mulier amissi mariti domicilium retinet ... En idénticos
términos Mod. 4 di# D. 50.1.32 respecto a la mujer desposada que aún no ha contraído las nupcias:
Ea, quae desponsa est, ante contractas nuptias suum non mutat domicilium.
81 Vid. C. 10.39 (38) De municipibus et originariis.
82 Ulp. 61 ad ed. D. 50.1.30:..Qui ex vico ortus est, eam patriam intellegitur habere, cui rei
publicae vicus ille respondet.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
Nihil est impedimento, quominus quis ubi velit habeat domicilium, quod ei
interdictum non sit.
83 C.10.40(39).5 (Diocl. Max. sin fecha), hace referencia a la libertad para establecer el domicilio
en cualquier lugar, Si in patria uxoris tuae ve1 in qualibet alia domicilium defixisti, incolatus iure ultro
te eiusdem civitatis muneribus obligasti.
84 Ulp. 39 ed. D. 50.1.4 Non utique ibi, ubipater habuit, sed ubicumque ipse domicilium constitui
85 Igual facultad se reserva a los libertas. Paul 1 sent. D. 50.1.22 pr. .
86 Paul. 24 quaest. D. 50.1.22.6: Senatores, qui liberum commeatum, id est ubi velint morandi
arbitrium impetraverunt, domicilium in urbe retinent. En el mismo sentido Herm. 1 iur: epit. D.
50.1.23 pl:
87 C.10.40 (39).8 (Val. Theod. Arc.390). Senatores in sacratissima urbe domicilium dignitatis
habere videntur: Dicha posibilidad de ser demandados no los equiparaba al resto de los ciudadanos,
prueba de ello es la prohibición que se recoge en C. 12.29.1 pr, de que sean sometidos a tormento,
azotados o degradados por los condes de los colegios palatinos. En el mismo sentido para las clases
privilegiadas C. 12.1.17.1 y C. 12.1.17 pr. (Zen.)
88 Sobre jurisdicción de los militares vid. GIUFFRÉ, V. 11 "dirittomilitare" dei romani. Bolonia,
1983
Juan Ramón Robles Reyes
1.- Si quis negotia sua non in colonia, sed in municipio semper agit, in
illlo vendit emit contrahit, in eo foro balineo spectaculis utitul; ibi festos
dies celebrat, omnibus denique municipii commodis, nullis coloniarum
fruitul; ibi magis habere domicilium, quam ubi colendi causa deversatul:
89 C.3.13.6 (Hon. Theod., 413) establece que los jueces naturales de los militares son sus
superiores, prescribiendo el sometimiento absoluto a su jurisdicción, incluso en los supuestos en que
se litigue entre un civil y un militar, y aún en el supuesto de que el tema litigioso también sea
exclusivamente civil ...Magisteriae potestati inter militares viros ve1 privato actore in reum militarem
etiam civilium quaestionum audiendi concedimusfacultatis ...
90 Herm. 1 iur epit. D. 50.1.23.1.
91 La distinción que aquí se realiza entre municipio y colonia no parece realizarse en un sentido
técnico, pues el jurista hace hincapié en la cuestión temporal y de arraigo y no en el distinto tipo de
fundación y derechos. Vid. Aulo Gelio, Not. Att. 16.13, distinguiendo los conceptos colonia y
municipio.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
2.- Celsus libro primo digestorum tractat, si quis instructus sit duobus locis
aequaliter neque hic quam illic minus frequenter commoretur: ubi
domicilium habeat, ex destinatione animi esse accipiendum. ego dubito,si
utrubique destinato sit animo, an possit quis duobus locis domicilium
habere. et verum est habere, licet difficile est: quemadmodum difficile est
sine domicilio esse quemquam. puto autem et hoc procedere posse, si quis
domicilio relicto naviget ve1 iter faciat, quaerens quo se conferat atque ubi
constituat: nam hunc puto sine domicilio esse.
Una vez determinado que el órgano jurisdiccional que, con carácter general,
debía resolver un litigio era el correspondiente al domicilio de las partes, hay que
plantearse el problema de que demandante y demandado tuviesen su domicilio en
municipios distintos97. En estos casos ja qué magistrados habría que dirigirse, a los
del domicilio del demandante o del demandado?. En este punto, la doctrina
jurisprudencia1 ha mantenido una línea unitaria, determinando que serían los
magistrados del domicilio del demandado los competentes. A este respecto es muy
importante la constitución recogida en C. 3.19.3. ya que en la misma se afirma con
rotundidad que será el fuero del reo o demandado el competente para la tramitación
del litigio, ya se trate de acciones reales como acciones personales, es decir,
cualquier tipo de acción.
94 Ulp. 2 ed. D. 50.1.27 pr. ...Et si patronum habeat duarum civitatium municipem, per
manumissionem earundem civitatium erit municipe. Sobre impugnación o negación de la condición de
habitante, vid. Call. 1 de lurisd. D. 50.1.37 pr. estableciéndose que será el presidente del territorio
donde se le reclame el cumplimiento de cargos donde tendrá que litigar y no ante el correspondiente
al lugar de donde se dice ser habitante.
95 En materia de delitos públicos el forum delicti commisii es aceptado con carácter general, como
se recoge en la Nov. 69.1 o en C. 3.15.1 (Sev. Ant.196)
96 Vid. supra.
97 La situación de doble domicilio podía venir determinada por una actitud fraudulenta del deudor
que intentaba buscar fuero más favorable o, simplemente, preconstituir una exceptio por plurispetitio
loco. Esta problemática fue resuelta con la creación de la acción arbitraria, como nos refiere Gayo en
D.13.4.1 y se ratifica en una constitución del emperador Alejandro del año 225, C.3.19.18.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
Actor rei forum, sive in rem sive in personam sit actio, sequitul: Sed et in
locis, in quibus res propter quas contenditul; constitutae sunt, iubemus in
rem actionem adversus possidentem moveri.
Iuris ordinem converti postulas, ut non actor rei forum, sed reus actoris
sequatur: nam ubi domicilium habet reus ve1 tempore contractus
habuit,licet hoc postea transtulerit, ibi tantum eum conveniri oportet.
No se aplicaban las mismas leyes en todos los lugares del orbe romano, ni los
magistrados y jueces que conocían y resolvían los procesos eran idénticos en todos
los territorios del mismo~o3.El dominio de Roma comenzó siendo una hegemonía
indirecta o encubierta sobre sus vecinos para, posteriormente, convertirse en una
101 Los supuestos excepcionales vendrán originados de una evolución jurisprudencial, creándose
nuevas acciones, como la actio de eo quod certo loco dari oportet -recogida en Gai. 9 ed. prov.
D.13.4.1. -o dando una completa regulación a figuras como el ius domun revocandi. De otra parte, las
reclamaciones a tutores, banqueros y otras personas que prestaban operae o servicios en lugar distinto
de aquél en que se celebró el contrato, supondrá igualmente una excepción al principio general.
102 C. 3.13.7 (Anast. 502) establece de forma expresa la prohibición de sustraerse a los jueces
naturales de las corporaciones ...Periniquum et temerarium esse perspicimus eos, qui professiones
aliquas seu negotiationes, exercer noscuntul; iudicum, ...iurisdictionem et praeceptionem declinare
conari...
103 Para PUGLIESE. G, op.cit. p.153 el problema de la delimitación territorial de la competencia,
aunque comenzó con los más antiguos municipios, se desarrolló cuando el pretor asumió
competencias sobre la península itálica y comenzó a enviar a sus delegados, los praefecti iure dicundo,
para administrar justicia a los municipios más alejados de Roma. LUZZATO,G.I,. 11 tema di processo
provinciale e autonomia cittadina, en RIDA. 11 (1964) p.356 y SS. afirma que no se aplicó el mismo
derecho en todas las provincias, siendo diferente, incluso, entre estas. La explicación estaría en la
distinción existente entre provincias de la zona oriental y occidental y, dentro de éstas, en su
independencia, otorgada por el decreto provincial y el desarrollo del proceso de romanización y
municipalización con que contasen. Sobre estatutos, gobierno y administración en los municipios vid.
BÉCHARD, F., Droit municipal dans 1 ántiquité, París, 1980.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
104 Muestra de la creación de los nuevos magistrados y de las competencias que van a asumir se
recoge en Hermog. 2 iul: Epit. D. 1.18.10: Ex omnibus causis, de quibus ve1 praefectus Urbis, ve1
Praefectus Praetorio itemque Consules, et Praetores ceterique Romae cognoscunt, Correctorem et
Praesidum provinciarum est notio.
105 LEVY-BRUHL, Le trés ancien procés romain, SDHI, 18 (1952) pp.1-20
106 Sobre la formación de la Liga Latina y composición de la Asamblea Federal vid. DE
FRANCISCI, P, Storia del diritto Romano, Roma, 1925, pp.87 y SS. BONFANTE, Historia del
Derecho. Los orígenes de Roma. Trad. José Santa Cruz Tejeiro, Madrid 1944, pp. 67 y SS.
MOMMSEN, TH, Derecho Público, T.V1/2 pp. 226 y SS.
107 BONFANTE,P., p.69 op.cit. apoya la tesis de que las ciudades federadas conservaron intactas
su administración, jurisdicción y leva de milicias, por tratarse de una alianza puramente defensiva. El
ius migrandi existente entre ellas permitía, además, adquisición de la una nueva ciudadanía y el
sometimiento a sus magistrados En el mismo sentido DE FRANCISCI, P, Storia op. cit. p. 91.
108 Para BONFANTE, op. cit. pp. 71-72 el ius migrandi existente entre las diversas ciudades del
Lacio, que permitía adquirir la ciudadanía con el mero cambio de domicilio, unido al ius commercii,
potenciaron la cohesión entre pueblos con similitud de instituciones, como la manus, potestas,
mancipium y mancipatio.
Juan Ramón Robles Reyes
109 DE FRANCISCI, P., Storia del Diritto romano 1, op. cit. pp.291 y SS. distingue entre el
hospitium como foedus privado, y como foedus publicum. En virtud del primero, los particulares
darían protección y cobertura jurídica a amigos no cives. En virtud del segundo se crearía una situación
de igualdad jurídica en virtud del tratado, concediendo una serie de prerrogativas, entre las que
destacaba el ius commercii, que, finalmente serían el germen del naciente derecho municipal. Para
MOMMSEN, TH., Derecho público cit. T.VY2, p.220, la figura del hospitium guardaría grandes
similitudes con la figura de la clientela, en tanto el huesped tiene el derecho de agere derivado de su
protector, si bien nunca sería este patrono del hospes, por ser éste un derecho meramente temporal y
que no confiere status personal. En el mismo sentido ARANGIO-RUIZ, V , Storia del Diritto Romano,
p. 142, Nápoles, 1974, afirmando que mediante el hospitium cualquier ciudadano podía comerciar con
cualquier ciudad que no estuviese en guerra con Roma. Para GIRARD, P F, Manuel de Droit Romain,
París 1929, p.115, la diferencia entre el cliente y el peregrino, frente al huesped, estaría entre que
aquellos gozan de una situación de protección, ya fuere por un patrono o por un tratado, mientras que
el huesped tiene como única protección la que le otorga la persona que lo acoge.
110 ARANGIO-RUIZ, V., Storia, op, cit. p.145, entiende que el ius gentium, en esta época,
obedece más a una creación filosófica y doctrinal, que a una creación jurisprudencial, ya que existe el
error de considerarlo como un derecho común a los diversos pueblos de la antigüedad, reconocido por
todos ellos en los mismos términos, cuando, no existiendo tratados internacionales que lo instituyesen,
no dejaba de ser creación jurídica de cada uno de los pueblos que lo aplicaban, a pesar de existir
figuras como el fenus nauticum o la tutela que eran reconocidas por todos los pueblos del entorno.
111 MOMMSEN. TH., Derecho Público Romano op. cit. T.Vü2, pp.221 y SS. ARANGIO-RUIZ,
V.,Storia, op. cit. p. 144.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
Latina quedando todas las ciudades-estado en una situación parecida a la que tenían
cuando la Liga existía ya que, en lugar de volver cada una de ellas a un estado de
libertad e independencia política, propia de la situación anterior a la constitución de
la Liga, a la disolución de ésta, el único cambio existente fue la sustitución de los
órganos colegiados federales por los de la hegemónica ciudad de Roma. De este
modo, en lo que se refiere a órganos legislativos, los comicios de Roma pudieron
dictar normas o elegir magistrados cuya competencia se extendía a estas ciudades.
De lo anterior se deduce que las ciudades latinas tenían sus magistrados, pero eran
los cónsules y pretores romanos, así como sus leyes comiciales las que dirigían la
vida jurídica pública y privada112 cada vez con más fuerza. Como dato a resaltar,
hay que destacar que en materia civil el forum domicilii era el de mayor aplicación,
de ahí la importancia del domicilio y la ciudadanía propia de cada una de las partes,
dado el carácter personalista del Derecho de la mayoría de los pueblos de la
antigüedad, que llevaba a regular las relaciones jurídicas de cada ciudadano de
acuerdo con las normas de su ciudad. Como consecuencia de lo expuesto, era
imposible la existencia de doble ciudadanía, de modo que el cambio de domicilio,
de una ciudad a otra, suponía el cambio de estatuto jurídico. Prueba de ello es que
los ciudadanos romanos que marchaban a municipio que no fuese "óptimo iure" o
de ciudadanía completa -latina, por ejemplo-, perdían los derechos propios de
sufragio, activo y pasivo, que ostentaban en la ciudad de la que marchaban. Por
contra, el regreso a la ciudad de Roma devolvía al cives su estatuto de ciudadano
pleno de derechos, como si fuere una forma más de postliminiuml~3.
Como antes hemos expuesto, el mero hecho de habitar en Roma no suponía la
adquisición de la ciudadanía romana pues se mantenía el estatuto jurídico del lugar
de origen o domicilio anterior. Reflejo de ello es el hecho de que los pobladores de
la ciudad de Roma, mientras no figurasen inscritos en el censo no adquirían la
ciudadanía romana. A igual solución nos conduce Gayo114 cuando nos dice en sus
112 Una muestra de promulgación de disposiciones que, de facto, eran aplicables a todos los
pueblos bajo la influencia romana es el SC. Bacchanalibus del año 186 a.C (1-9). En virtud dicho
senadoconsulto, y a pesar de no tener estas disposiciones la fuerza vinculante que ostentaran en el
principado, fueron juzgadas siete mil personas. El texto prohibía participar en las bacanales no sólo a
los varones romanos, sino también a los latinos y socios, salvo que contasen con la autorización del
pretor y del senado. Vid. D'ORS, J., Antología de textos jurídicos de Roma, Madrid, 2001, p.190.
113 MOMMSEN, TH., Derecho Público Romano cit., T.VIíí, p.147 expone los efectos de la
emigración de los latinos, adquiriendo y perdiendo la ciudadanía romana por el mero cambio de
domicilio.En T.1, p.45, equipara los derechos de ciudadanía romana y los de familia, a efectos de su
readquisición, ya fuere por retorno a la ciudad de Roma o por recuperación de la libertad.
114 Gai. Inst. 1,32 b-1,34. Es reseñable como estos modos de accesión a la ciudadanía se
mantuvieron cuando todos los socii habían accedido a la ciudadanía tras la guerra social y el
principado estaba en un período avanzado, como es la referencia a Trajano, debiendo entenderse que
su referencia es a extranjeros afincados en Roma.
Juan Ramón Robles Reyes
Instituciones que los pobladores de Roma que sirviesen en tareas de vigilancia seis
años, o tres, como militares, adquirirían la ciudadanía romana. También se
convertirían en ciudadanos los latinos que construyeran un barco con capacidad de
carga no menor a diez mil modios de trigo y transportasen con ella trigo a Roma
durante seis años; igual privilegio se otorgaba a quienes gastasen su fortuna en
construir grandes edificios o mantuvieran abierta en Roma una tahona durante tres
años. En todos estos casos, se vivía en Roma pero no se adquiría la ciudadanía
romana hasta cumplir cualquiera de las condiciones citadas. La prohibición
impuesta por Roma a sus vecinos latinos de emigrar a esta ciudad"5, así como las
trabas a la concesión de la ciudadanía plena será una de las causas de la Guerra
Social. Prueba de ello es la ley dictada en el año 176 a. C. que ponía como condición
a los latinos que deseasen emigrar a Roma y adquirir la ciudadanía romana, el dejar
un hijo, por lo menos, como ciudadano en su ciudad de origen"6. Siendo esto
insuficiente para evitar la emigración se dictaron normas con carácter retroactivo
que anulaban las concesiones de la ciudadanía (por la ley del año 177 a. C. Roma
anulaba las concesiones posteriores al año 189 a.c., expulsando a los ciudadanos
latinos que habían adquirido la ciudadanía romana después de esa fecha)ll7. A estas
leyes siguió la ley dada por los cónsules Q. M. Escevola y M. Gassus el año 94 a.c.
que suprimía el derecho de concesión de la ciudadanía por emigración a la ciudad
de Roma, (probablemente también con carácter retroactivo), que fue una de las
causas que dió lugar a la citada Guerra Socialll*. Como resultado de esta guerra se
extendió la ciudadanía a todas las ciudades del latium, así como a los aliados
itálicos que hubiesen permanecido fieles a Roma, e incluso a los que prestasen
fidelidad a partir de ese momento, o que "findi facti essent1'l19. En este sentido hay
que resaltar el esfuerzo unificador que supusieron las leyes Iulia de Civitate del año
90 a.c., así como Pompeia y Plautia Papiria del 89 a.c., concediendo la ciudadanía
a los aliados, itálicos y socios, y que, junto con la legislación cesariana,
establecieron un modelo municipal caracterizado por la desaparición de las
primitivas magistraturas -o su relegación a funciones religiosas- y el
establecimiento de una asamblea o consejo, al estilo senatorial, junto a los I V viri y
II viri. Cicerónlzo señala que las funciones entre estos eran similares, con la
115 HUMBERT, M., Les institutions politiques et sociales de l'antiquité. París, 1991, pp.196 y SS,
expone la situación de los latinos y socios, con los efectos que supuso la prohibición del ius migrandi
para los latinos.
116 Tito Livio 41.8.9: Ley sociis ac crominis latinis uri extirpem ex sese domi relinquerent, dabat,
ut cives romanifierent.
117 Sobre la problemática de los latinos derivada de la supresión del ius migrandi, vid.
ALBANESE, A,, Le persone nel diritto privato romano, Palermo, 1979, p. 181.n. l.
118 GIRARD, P.F., Manuel de Droit Romain. París, 1929, p. 122.
119 Cic. Pro Balbo. 8, 21; App. Be11 civ. 1. 49; Gelio 4,4, 3.
120 Cic. ad. Att. 10. 13.1.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
121 Polibio 3.22 y SS. relata como en el siglo IV se firmó un acuerdo por el que se reconocía
eficacia a los contratos celebrados por latinos y romanos en el área púnica. GIRARD, P.E,
L'Organisation judiciaire des Romains cit. p.207, llega a afirmar que incluso se reconocería a los
Cartagineses el derecho a litigar ante el pretor urbano, discrepando KARLOWA, M., Rechtsgeschichte
1, Leipzig, 1901, p. 287.
122 Aulo Gelio, en Noches Aticas, 16, 13, constata que en su época existía confusión respecto a
la preferencia entre los estatutos de colonias y municipios, señalando que los pobladores de unos y
otros pedían el cambio estatutario al emperador, ... /Cuán lejos estamos de saber qué es un
municipium, cuáles sus derechos, y en qué se diferencia de una colonia! Hasta hemos llegado a
imaginar que la colonia se encuentra en mejores condiciones que el municipio....
Juan Ramón Robles Reyes
123 Estas civitates sine sufragio, de las que hablan los autores como Aulo Gelio,16.13, o Tito
Livio 9.43.24. fueron modelo de extensión del derecho de latinidad, estatuto jurídico ofrecido a
Ceritas, Sabinos, Fundanos, Formianos, Carnpanos, mucho antes que a los hispanos por Vespasiano
(Tito Livio 5,40.9).
124 El hecho de que el praefectus iure dicundo fuese elegido por los pobladores y no por el pretor
se debe de entender como concesión graciosa a estos municipios y excepción muy notable a la regla
general.
125 Tito Livio 23.4.3. habla de elección de los tribunales entre los "senadores" locales.
126 Con relación a las magistraturas de las diversas ciudades antes de la unificación que supuso
la guerra social vid. BONFANTE, op. cit. p. 68
127 Se discute si una vez nombrado un praefectus iure dicundo mantenía su competencia
jurisdiccional el magistrado local. A favor del mantenimiento de la competencia de éste MOMMSEN.
Derecho Público VI12, p.195, n.1, en contra P.F. GIRARD. L'Organisation judiciaire des Romains. op.
cit. pp.301 y SS.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
128 Con semejantes funciones que las de Roma, y con límites a sus multas en 1000 sestercios. Vid.
lex de Malaca (cap.66) y Salpensa (caps.26 y 24). Vid Lex Flavia Municipal cap.19.
129 Estos eran como un apéndice más de la ciudad de Roma y, en muchos casos sus magistrados
eran los de esta ciudad a pesar de la lejanía. Son un ejemplos Ostia o Autium, lugares que nacieron
sin magistrados distintos a los de Roma. Autium nace 416 años después de fundarse Roma y no los
tendrá hasta veintiún años después. Vid. Tito Livio 9, 20, 10. "..Autiatibus qui se sine legibus certis,
sine magistratibus agere querebautur, dati ab senatu ad iura statuenda ipsius coloniae patroni ...".
130 Vid. Ulp. 61 ed. D. 50.1.30: Qui ex vico ortus est, eam patriam intellegitur habere, cui rei
publicae vicus ille respondet.
131 Sobre la diversa denominación que recibieron los gobernadores provinciales vid. Macexl de
08praes. D. 1.18.1; Ulp. 39, ed. D. 1.18.4. Praeses provinciae maius imperium in ea provincia habet
omnibus post principem; En las provincias conocía el gobernador de las causas que en Roma juzgaban
cónsul, pretores o prefecto de la ciudad, Herm. lur: Epit. D.1.18.10 ..ex omnibus causis, de quibus ve1
praefectus urbi ve1 praefectus praetorio itemque consules et praetores ceterique Romae cognoscunt,
- ~
correctorum et praesidum provinciarum est notio. Sobre su forma de administrar justicia vid.
ARANGIO-RUIZ. V., Storia, op, cit, p. 120.
132 Excepto a Preneste y Tibur (Polibio 6, 14 y Tito Livio 43.2), y Cora C.I.L. X p. 465.
Juan Ramón Robles Reyes
133 GAUDEMET, J., La jurisdiction provinciale d ápr2s la correspondance entre Pline et Trajan,
en RIDA 11 (1964), pp. 351 y SS. afirma que la diversidad de estatutos y normas a aplicar en los
procesos se debe, no sólo al respeto del derecho local, en cuanto no se oponía a los principios
jurísdiccionales de Roma, sino también, a otros factores, como la ausencia de una cancillera imperial
bien organizada, al menos en los primeros tiempos, lo que daba lugar a una desordenada
administración provincial, y al hecho de que las medidas legales dadas para una zona no serían de
general aplicación, aunque fuesen alegadas como exempla o precedente por los habitantes de otras
zonas. Los problemas jurisdiccionales existentes en las provincias son atestiguados por autores como
Cicerón, In Verr: 11, 2,13,32 o en textos como los edictos de Augusto promulgados por éste para la
Cyrenaica. Con relación a estos edictos y el papel del gobernador, tanto en el supuesto de que litigasen
sólo helenos, lo hiciesen con romanos o existiese sumisión expresa a jueces romanos vid. DE
VISSCHER, F. La justice romaine en Cyrénaique, RIDA (ll), Bruselas, 1964, p. 321 y SS.
134 La existencia de los pretores fideicommissarius o tutelarius se recoge en diversos textos
Justinianeos, como Inst. 2.23.1; D. 1.2.2.32 o D.1.20.4 y D.1.12.1.7, respectivamente.
135 Sobre la competencia de los iuridici vid. MOMMSEN, TH., Derecho Público cit. T.V, pp. 292
y 293.
136 Sobre las competencias del Praefectus urbis de Roma y Constantinopla, vid. CHASTAÑOL,
A., La préfecture urbaine á-Rome sous le Bus-Empire, París, 1960;
C. 1.28.4 (Valent. Theod. Arcad. 391): Omnia corporatorum genera, quae in Constantinopolitanae
civitate versantul; universosque cives atque populares praefecturae urbanae regi moderamine
cognoscas.
137 La rebeldía del pueblo judio motivó que se dictasen constituciones imperiales en las que se
prohibía que los litigios entre judios y cristianos se dirimieran por los consejos de ancianos judios
debiendo remitirse a la jurisdicción ordinaria, Vid. C. 1.9.15. En el mismo sentido, y para cualquier
tipo de asunto en que interveniesen judios C.1.9.8 (Arc. Hon. 398). Sobre la justicia episcopal en las
causas civiles entre laicos, vid. CUENA BOY, F., La episcopalis audientia, Valladolid, 1985.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
138 Sobre legislación municipal y limitación de competencia en atención a la cuantía del proceso
vid. BETHMANN-HOLWEG, Zivilprozess, VJI, p.18 y SS. MOMMSEN,TH. Derecho civil, TVIl2,
p.466 y SS.;KASER, M, Das romische Zivilprozessrecht, op. cit. p.173 y SS.GIMENEZ CANDELA,
T., La "Lex Irnitana". Una nouvelle loi municipale de la Bétique, en RIDA, Bruselas, 1983(30).
GONZALEZ, J. Bronces jurídicos romanos de Andalucia, Sevilla, 1990.
139 DE MARTINO F., Storia. 111, pp. 370 y SS.
140 Como señala MANGAS, J., "Leyes Coloniales y Municipales de la Hispania Romana", en
Cuadernos de Historia, Madrid, 2001, pp. 14 y SS, partiendo de la información que nos aporta Plinio
el Viejo (Nat. 4.117; 3.7; 3.18), en la península ibérica no se había producido un desarrollo municipal
importante hasta la legislación cesariana. Realiza este autor un estudio en el que destaca la inexistencia
de colonias latinas en esta zona, por haber recibido estatuto municipal antes de la normativa
cersariana, frente a las doscientas noventa y una ciudades estipendiarias. El resto de las ciudades,
colonias romanas y municipios, romanos y latinos, no sumaban, en su conjunto, la cantidad de ciento
diez.
141 DECLAREUIL, J., Quelques problhes d 'histoire des institutions municipales, París, 1973,
pp. 258 y SS,afirma que en el s. IV la jurisdicción de los magistrados municipales quedó muy reducida
tras la reordenación administrativa realizada por Diocleciano. Según este autor, los estatutos
municipales, ya unificados por la legislación flaviana, habrían quedado anticuados y obsoletos, siendo
los gobernadores, ahora con circunscripciones territoriales muy reduciadas, quienes centralizasen el
poder jurisdiccional.
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142 Para GIRARD, P,F. L'Organisation judiciaire des romaines, cit. p. 296 los praefecti se habrían
creado en tomo al s. 11 a. C. para descentralizar la administración de justicia, siendo enviados, como
delegados del pretor de Roma, a las localidades más alejadas, con el fin de dispensar a las partes de
acudir a litigar a esta ciudad.
143 Festus. Praefectura: In quam legibus praefecti mittebantur quodanis, qui ius dicerent ...
miserat legibus; Suet.Cae.7,l. narra que César se encontraba en Gades, uno de los más alejados
municipios hispanos respecto a Roma, administrando justicia, como delegado del pretor, cuando
decidió marchar a Roma para hacer cosas más importantes. Según MOMMSEN, TH., Derecho
Público, T. 111, p. 262, estos prefectos que nacieron para Italia y fueron extendidos, posteriormente,
para administrar justicia en los municipios de cives, quedaron inútiles con el establecimiento de la
justicia municipal, siendo abolidos por Augusto.
144 KASER, M., Das romische Zivilprozessrecht, op.cit. p.180. SIMSHAUSER, W. Iuridici und
Munizipalgerichtsbarkeit in Italien, München, 1973.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
145 No hay que olvidar que cuando se implantan definitivamente los iuridici por Marco Aurelio
y Lucio Vero, en el año 160 d. C., las competencias de los pretores iban en retroceso por la
implantación del sistema de la extraordinaria cognitio y la creación de funcionarios judiciales con
competencias civiles, como eran los mismos iuridici.
146 Hermog. 2. iur. epit. D. 1.18.10: Ex omnibus causis, de quibus ve1 praefectus Urbi, ve1
Praefectus Praetorio itemque consules, et Praetores ceterique Romae cognoscunt, correctorum et
praesidum provinciarun est notio.
147 Tópico ejemplo es Cicerón con "las Verrinas" o In Verres.
148 G. PUGLIESE. 11 processo Civile Romano 11. p. 156. MOMMSEN, TH. Derecho Público,
T.VIl2, pp. 463-469; GIRARD, Organisation Judiciaire des Romains, p. 301 y SS. DE MARTINO,
Storia, op.cit. pp. 363 y SS hace un interesante análisis de esta cuestión recogiendo la opinión de
autores como Niebuhr, para quien los municipios mantuvieron su independencia con la lex Julia y
otras, por las que se concedió un estatuto uniforme y de respeto a los derechos municipales y sus
nuevos magistrados. Por contra, como señala De Martino, otros autores, como Puchta, mantienen la
idea de que los municipios tuvieron en origen autonomía pero posteriormente la perdieron a favor de
los nuevos praefecti iure dicundo.
149 Cic. Pro Cincio 6 y SS,28.78,83.
150 Ulp. 12 ed. D.4,6,28,4 . .. si minus, videri esse experiendipotestatem,quiaet Romae contestari
litem potuit.
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151 Paul 17 ad Paut D. 5,1,28,4: Sed et si dies actionis exitura erit, causa cognita adversus eum
iudicium praetor dure debet, ut lis contestetur ita, ut in provinciam transferatul:
152 GIRARD, P.F., L'Organisation judiciaire des romains op. cit. p.317 mantiene que los
magistrados de Roma no perdieron su competencia. Afirma este autor que es principio fundamental
de la constitución romana, la inexistencia sobre territorio perteneciente a Roma, de otra autoridad
judicial distinta a la de los magistrados de la ciudad de Roma, aunque, fuera de esta ciudad, o de la
península, debían ejercerla por medio de sus delegados, siempre que no lo hiciesen de forma directa.
153 De los fragmentos encontrados de las diversas leyes municipales españolas, como los de
Salpensa, Malaca, Osuna o, más recientemente, la Lex Irnitana, se desprende que la cuantía
económica hasta donde eran competentes sus magistrados no alcanzaría la importancia de municipios
más poblados, como eran los existentes en la zona de las Galias, y, por tanto el límite de 1.000
sestercios establecido para el municipio de Irni 4ap.84-, sería una cuantía media, que ascendería en
el municipio de Malaca, por tener mayor población e importancia, pero sin alejarse demasiado de
aquella. Cuestión distinta era la competencia para realizar embargos o imponer multas, que podían
superar dicha cantidad, como atestigua el cap. 19 de la Lex Irnitana, permitiendo imponer multas de
5.000 sestercios por persona y día, o embargar bienes hasta la cuantía de 10.000 sestercios. A
propósito de los textos de las leyes de Salpensa, Málaga y Osuna vid. Historia de España, V.11, la
España Romana, de MENÉNDEZ PIDAL, R., pp. 416 y SS.Dicha obra es interesante por acompañar
al texto latino la transcripción paleográfica de E. Hübert, así como precisas fotografías de los bronces
donde se observa el estado de aquellos, en el Museo Arqueológico de Madrid.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
154 La Lex Irnitana, en su cap. 84 hace referencia a la acción, petición o persecución que
privadamente se realicen en dicho municipio, de hecho la rúbrica expresamente se refiere a Quarum
rerum et ad quantam pecuniam in eo municipio iurisdictio sit, . En el mismo capítulo de la citada ley
se incluye en la cuantía el valor de la promesa que se haya realizado, mientras que, por el contrario,
este criterio quedará relegado, cualquiera que sea la cuantía, cuando la acción provenga de actividad
mercantil de las que en dicho capítulo se consideran infamantes, tales como sociedad, fiducia o
mandato, cuando existiese dolo. Igualmente se hace referencia en ambos capítulos, a los supuestos de
fraude en la determinación de la cuantia litigiosa, dividiendo el asunto, o reclamando sobre asunto que
en Roma sería enjuiciado por recuperatores.
155 Vid. Lex Irnitana, op.cit.cap. 89
156 P. S. 1,12,8: Per minorem causam maiori cognitioni praeiudicium fieri non oportet maior
enim quaestio minorem causam ad se trahit.
157 En iguales términos Gai. 1 ed. prov. D.2.1.11.
158 Ulp. 6 fideic. D.2.1.19: Quotiens de quantitate ad iurisdictionem pertinente quaeritu~;semper
quantum petatur quaerendum est non quantum debeatur:
Juan Ramón Robles Reyes
159 La figura del prefecto adquirió gran importancia en la organización municipal provincial,
como lo demuestran las leyes municipales encontradas en el sur de España. La lex Irnitana, en sus
caps. 24 y 25 se hace mención expresa al prefecto del emperador Domiciano y al derecho del prefecto
dejado por un dunvir. En ambos casos el prefecto ostenta todas las funciones jurisdiccionales del
dunvir, siendo distinto sólo su nombramiento. En el primer caso era nombrado por el emperador, al
serle ofrecido el cargo a éste, que, obviamente, nombraba un delegado, y, en el segundo, son los
propios dunviros que se ausentan de la ciudad los que procedían a delegar facultades. En este último
caso no cabía la subdelegación, ausencia de la ciudad, o adquisición de la ciudadanía como premio.
Vid. D'ORS, A, y D'ORS, J, Lex Imitana, texto bilingüe, op. cit. p. 18.
160 Para MOMMSEN, TH., Derecho Público, T.Vl2, p.469, cunca llegaron a existir problemas
ya que, cuando la justicia municipal era competente, no cabía ningún tipo de concurrencia. A pesar de
su afirmación este mismo autor, y en la misma página admite que siempre existió una lucha por los
políticos de la urbe para limitar sus competencias, haciendo una interpretación restrictiva de las
mismas, lo que dio lugar a conflictos.
161 Girard P.F., y Senn F. Textos. Ley de la Galia Cisalpina 21-22,
162 Sobre las posibles interpolaciones en el texto y su aplicación vid. PUGLIESE, G., 11 processo
civile, cit. p.149 y SS.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
163 Como señala GIRARD, P.F. L'Organisation judiciaire des romains cit. p. 331-2, en España la
jurisdicción civil, criminal y administrativa la ostentó el gobernador provincial personalmente, o por
delegación suya, sin ningún tipo de restricción, como sucedió para otras zonas, como Sicilia.
Juan Ramón Robles Reyes
164 El descubrimiento de los fragmentos de bronce en Hispania, en donde se recogían los estatutos
de los municipios de Urso, Malaca, Salpensa y, en los últimos años, del municipio de Irni, ha llevado
a la mayoría de los autores - D'ORS, A. y D'ORS, J. "Lex Irnitana", en nOl de Cuadernos
Compostelanos, Univ. de Santiago de Compostela, 1988 - a afirmar que existió un modelo municipal
único, (fijado por la propia lex Iulia municipal, que, con adaptaciones, según la categoria y entidad del
municipio, establecería un Iímite jurisdiccional cuantitativo distinto. Prueba de lo expuesto, según
afirma D'ORS, A, Lex Flavia Municipal, p. 154, Roma, 1986, es para este municipio el límite
jurisdiccional establecido distinto al existente en las Galias. GIRARD, P.F., Organisation judiciaire
cit. p. 306. n.3, citando a De Ruggiero, afirma que los magistrados municipales pudieron tener como
límite de su competencia la cantidad que tenían fijada como máximo los ediles curules de la Roma,
citando, para el Bajo imperio, la cantidad de 1000 sestercios, lo que guardaría relación con la Lex
Malacitana. Esta hipótesis sería válida para municipios pequeños, como Irni, pero resulta de muy
difícil justificación para los municipios galos.
165 TORRENT, A,, en "lurisdictio" de los magistrados municipales, op. cit. pp.159 y 160,
propone la tesis de que la diferencia de cuantía competencia1 obedeció a una cuestión inflacionista
padecida en el último siglo de la república. Esta tesis se apoya en el contrasentido de que Capua
tuviese como Iímite 20.000 sestercios, mientras que la Galia Cisalpina tuviese 15.000. La referencia a
la inflación, que indudablemente debió ser tenida en cuenta por los emperadores, no se ve corroborada
con los textos municipales dados por los Flavios, en donde parece ser la importancia del municipio el
criterio preferente para establecer la cuantía.
166 En Gai. 1 ed. prov. D. 2.1.11.2 se observa la discrepancia entre juristas en la determinación
de la cuantía del procedimiento ... quod Ofilio et Proculo placet ... Quo et Cassio et Pegaso placet; et
sane eorum sententia probabilis est. En parecidos términos Paul. 13 ad Sab. D. 5.1.58 : Iudicum
solvitur vetante eo qui iudicare iusserat, ve1 etiam eo qui maius imperium in eadem iurisdictionem
habet, ve1 etiam si ipse iure eiusdem imperii esse coeperit, cuius erat qui iudicare iussit.
167 PUGLIESE, op. cit. p.146.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
168 Estaríamos ante un supuesto de sumisión tácita, permitido por la ley, siempre que no versase
sobre materias reservadas al estado. En Irni se establece que la cuantía sobre la que tenían competencia
de los ediles, que era de 200 sestercisos, se igualase a la de los dunviros en el supuesto de sumisión
expresa, caps. 19 y 84, infine.
169 En parecidos tCrminos la distinción que aparece en GIFFARD, A., "Etudes de droit Romain".
París, 1972, p.118 la distinción entre maiores y minores causas en el Bajo imperio romano, según
excediesen de 300 sólidos de oro.
170 BIONDI, B., La compensazione ni1 diritto romano. (1929) in A.P. 12, p. 221,
171 Estos procesos se reservan con carácter expreso a la competencia del gobernador provincial
en la Ley de Irni, cap. 84.
172 Paul, 2 ed. D. 50.17.106.
Juan Ramón Robles Reyes
173 De hecho se podían desobedecer impunemente las sentencias dictadas por jueces que juzgaban
sobre cuantía más allá de su jurisdicción: Paul 1 ed. D. 2.1.20: Extra territorium ius dicenti impune
non paretul: Idem est et si supra iurisdictionem suam velit ius dicere.
174 Paul62 ed. D.2.14.9 pr: Si plures sint qui eandem actionem habent, unius loco habentur ... y
Pap. 10 resp. D.2.14.8.
175 Jul. 5 Dig. D.5.1.7: ludex, qui usque ad certam summam iudicare iussus est, etiam de re
maiori iudicare potest, si inter litigatores conveniat.
176 Sobre la posibilidad de somerse voluntariamente a los magistrados municipales, incluso en
asuntos que excedían de sus competencias, vid. Lex irnitana, cap. 84. En este capítulo se posibilita a
las partes la elección de acudir ante el gobernador provincial, previo vadimonium, o bien someterse a
los jueces y árbitros locales. Dicha sumisión se extiende incluso a los ediles locales.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
Juliano, sería entender que los juristas justinianeos incluyeron unos supuestos que
no eran de aplicación, circunstancia esta poco probable. Por el contrario, entender
que no existió la limitación cuantitativa en la competencia de los magistrados
municipales tampoco parece lógico si atendemos a las fuentes existentes. La
conciliación entre ambas concepciones se halla, de una parte, en admitir que Roma
limitó la competencia de los magistrados municipales, entendiendo que, a partir de
determinada cuantía no tendrían competencia, siendo competentes los magistrados
de la urbe, pero, de otra parte, admitiendo que las partes podían someterse
expresamente a magistrados y jueces municipales, en principio incapacitados para
dictar válidamente sentencia, derogando el principio general de competencia
cuantitativa. Con la sumisión expresa de las partes el magistrado y juez,
respectivamente, participaban de las características de los árbitros ya que las partes
se sometían a la jurisdicción de personas que, sin el compromiso previo, no tendrían
competencia para resolver el litigio planteado. A pesar de que ésta parece ser la
conclusión lógica, tampoco existe ningún texto que permita dirimir el tema con total
certeza, dejando abierta la polémica doctrinal.
La cuantía también fue un criterio que incidió en la competencia de otros
órganos judiciales y jurisdiccionales. Baste recordar el límite que centumviri o
defensor civitatis tenían para resolver litigios derivados de cuestiones sucesorias
cuya cuantía excedía de cien mil sestercios.177
El criterio jurisdiccional que determina la competencia del órgano jurisdiccional
para el conocimiento y resolución de un litigio en atención a la cuantía de éste, por
analogía a la práctica romana, es un criterio que ha sido acogido por la totalidad de
las legislaciones modernas, estableciéndose procedimientos y magistrados distintos
en atención a las diversas cuantíasl78. En las legislaciones modernas se otorga
177 Vid. KASER, M., Das romische Zivilprozessrecht, cit. p. 54. En el Bajo imperio también se
aprecia que el aspecto cuantitativo del pleito sirvió para determinar competencias jurisdiccionales.
Prueba de ello es la constitución dada por los emperadores Valentiniano y Valente de año 365, en la
que se establece que el defensor civitatis tendrá competencia para resolver todas las contiendas
judiciales cuya cuantía no exceda de cincuenta sueldos, debiendo remitir las cuestiones que superasen
tal cantidad a los gobernadores provinciales: C.1.55.1 Si quis de tenuioribus ac minusculariis rebus
interpellandum te esse crediderit, in rninoribus causis, id est usque ad quinquaginta solidorurn
summam, acta iudicialia conficias, scilicet ut, si quando quis ve1 debitum iustum ve1 servum, qui per
fugam fierit elapsus, ve1 quod ultra delegationern dederit postulaverit ve1 quodlibet huiusmodi, tua
disceptatione restituas. Justiniano, en un intento de reimplantar la antigua figura del defensor civitatis,
establece en la Nov. 15 (533, entre otras medidas, que los defensores de las ciudades tengan
competencia jurisdiccional hasta la cantidad de trescientos aureos o sueldos.
178 La Ley de Enjuiciamiento Civil española de 1881, en su T.11, cap.lO,establecía la distinción
entre los procedimientos de mayor cuantía, menor cuantía, cognición o verbal en atención a la cuantía
del procedimiento, estableciendo una serie de reglas para el cálculo de la misma. Este criterio ha sido
seguido por la vigente Ley de Enjuiciamiento Civil 112000, de 7 de Enero, que establece la cuantía de
quinientas mil pesetas, como criterio delimitador entre los procesos Verbal y Ordinario, - arts. 249 y
250, respectivamente-. Incluso se fijan unas normas para determinar la cuantía del proceso -m. 251-
y la impugnación por el demandado, si discrepase de la misma. -art.255-.
61
Juan Ramón Robles Reyes
179 Los miembros del Tribunal Supremo español son designados por los representantes de los
partidos políticos mayoritarios
180 Para PUGLIESE,.G., 11 processo formulare. op. cit. pp. 145 y SS.,los magistrados urbanos no
tuvieron ninguna limitación competencial derivada del valor del litigio, incluidos los ediles curules,
creándose la competencia en base a este concepto para los magistrados locales y como una forma de
mantener el control por parte del estado.
181 El capítulo 84 de la Lex Imitana, excluye de la jurisdicción de los ediles, cualquiera que sea
la cuantía del litigio, aquellos procesos que, por tratarse de acciones infamantes, las criminales; sobre
status de libertad; por desacato a un interdicto o decreto del magistrado; acciones contractuales de
sociedad, fiducia y mandato, cuando exista dolo; acciones de depósito y tutela, cuando resulte
condenado el mismo depositario o tutor; actio de dolo y fraude; actiofurti y la actio iniuriarum contra
persona libre, entre otras acciones. En todos estos casos sería competente, como señala D'ORS, A,
Lex Flavia municipal, op. cit. p. 172, el gobernador de la provincia, salvo que las partes se sometiesen
de forma expresa a la jurisdicción de los dunviros, y no se tratase de jurisdicción criminal.
182 MOMMSEN, TH., Derecho Público, V, p. 468.
183 Fragmentun Atestinum. ...et si ea res HS CCICC minorisve erit, quo minus ibi de ea re iudex
arbiterve addicatur detul; ..
184 Fragmentum Atestinum. ..sive illud plebi scitum est, quod L. Roscius ad. V eid Mart. populum
plebemve rogavit , quodprivatim ambigetul; iuris dictio iudicis arbitri recuperatorum datio addictiove
fuit quantaque rei pecuniaeve fuit: eius rei pecuniaeve quo magis privato Romae revocatio sit..;
KASER, M., Das romische Zivilprozessrecht, cit. p.177.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
4.1.- Introducción
Existe una relación muy estrecha entre el locus solutionis (lugar del
cumplimiento de la obligación) y el fuero competente para reclamar judicialmente
el cumplimiento de la prestación esperada y que no se realiza de forma voluntaria
por el deudor. Esta relación es muy estrecha, hasta el punto de determinar la
competencia jurisdiccional en algunos supuestos pero, es importante precisar que,
no siempre el locus solutionis coincidía con el domicilio del deudor, ni con el locus
petitionis, ni con el lugar de celebración del contrato.
En una primera aproximación hay que señalar que es frecuente que el lugar del
cumplimiento de la obligación determine el lugar competente para iniciar el
procedimiento en aquellos contratos, como los de prestación de servicios187 o de
ejecución de obras, en los que las prestaciones están muy delimitadas
territorialmentelss. Ejemplo paradigmático189 es Iav. 6 ex Cass. D.38.1.21
185 Para TORRENT, A,, La "iurisdictio" de los magistrados municipales, op. cit. p. 161, al ser
Roma la que establecía los límites de competencia para los municipios, lo que hizo fue crear una
jurisdicción superior -la de la urbs- sobre la municipal.
186 Con carácter general Vid. AMARELLI, E, Locus Solutionis, contributo alla teoria del luogo
dell' adempimento in diritto romano. Milán. 1984. IGLESIAS, J., Derecho romano, p.207, Barcelona,
1972, entiende que este fuero es especial por la relación jurídica precedente y lo designa como forum
destinatae solutionis.
187 Estos supuestos eran especialmente frecuentes en los procedimientos en los que se habían de
rendir cuentas por banqueros, administradores o tutores.
188 LEONI., Solutionis locus, in Studi Schupfer, 1, Torino, 1898 (Roma 1975) pp.87 y SS. señala
que en las obligaciones de hacer, el lugar del cumplimiento es aquél donde la prestación debe ser útil,
por ejemplo en el caso de operas -Dig. 38.1.21-, o en la actio ad exhibendum, -D.10.4.4.1.-
189 En el mismo sentido Gai. 23 ed. prov. D. 42.5.3.
Juan Ramón Robles Reyes
Operae enirn loco edi debent ubi patronus rnoratul; surnptu scilicet et
vectura patroni.
190 Vid. AMARELLI, F., h c u s Solutionis, op. cit. p.26, n.26 "FR. MOMMSEN Beitrage zurn
Obligationenrecht. Die Unmoglichkeit der Leistung in ihrern Einjluss auf obligatorische Verhaltnisse,
Braumschweig 1853; 11 Zur Lehre von dem Interesse, Braumschweig 1855; Die Lehre von der mora
nebts Beitragen zur Lehre von der culpa, Braunschweig 1855"..
19 1 MASSOL., Du lieu du paiement et du lieu de la cornpetence dans le cas du paiement en droit
rornain et en droit francais, París, 1882.
192 Vid. SAVIGNY: Systern des heutigen romischen Rechts, Berlín, 1849 y Das Obligationenrecht
als Theil des heutigen rornischen Rechts, Berlín 185 1 , pp.508 y S S .
193 SAVIGNY., op. cit., p. 230. En el mismo sentido parecen expresarse los fragmentos recogidos
en D. 12.1.22 ...Interrogavi, cuius loci pretiurn sequi oporteat? Respondit, si convenisset, ut certo loco
redderetul; quanti ea loco esset,si dictum non esset, quanti ubi esset, petitum., o D.33.1.1.Curn in
annos singulos quid legaturn sit neque adscriptum, quo loco detur: quocurnque loco petetur dari debet,
sicuti ex stipulatu aut nornine facto petatux
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
Gai. 9 ed. prov. D. 13.3.4: Idemque iuris in loco esse, ut primum aestimatio
sumatur eius loci, quo dari debuit, si de loco nihil convenit, is locus
spectetul; quo peteretur: quod et de ceteris rebus iuris est.
Este texto, citado por Savigny, no es el único que indica que el lugar del
cumplimiento de la obligación determina el fuero competetente ya que Gayo, con
relación a la venta de bienes en subasta judicial, en D. 42.5.3, afirma que dichos
bienes se han de vender, finalmente, donde uno hubiere contratado, considerando
este lugar como aquél en que se debió de pagar el dinero, entendiendo que el
contrato no se hizo solo donde se ha convenido, sino donde hay que pagar la deuda.
cosas en lugar concreto (normalmente aceite, vino o trigo), así como en los
supuestos consistentes en la entrega de dinero197 o bienes legados también en lugar
concreto, el deudor podía intentar evitar el cumplimiento ejecutivo de su prestación
variando su domiciliol98, de modo que no pudiese el acreedor seguir un litigio
contra él en el lugar del cumplimiento de la obligación, es decir, el estipulado.
Igualmente podía intentar un cumplimiento fraudulento, desplazándose a lugar
donde el objeto de la prestación tuviese menor valor, en atención a la variación del
precio de los objetos entre unas zonas u otrasl99. Para evitar problemas de este tipo,
el Digesto recoge el fragmento Ulp. 4 ex Min. D. 12.1.22 que es texto modélico de
sabiduría y pragmatismo jurisprudencial, ya que, preguntado Ulpiano acerca del
valor del vino, reclamado en juicio a quien lo había recibido en mutuo, respondió
que habría que atender al precio del lugar y fecha convenidos pero, si nada se
hubiese establecido al respecto, se atendería al lugar donde se realizaba la petición.
197 En atención al diverso valor del dinero entre unos lugares y otros, en Ulp. 47ad. Sub. D.13.4.9
establece que el que prometió pagar en determinado lugar, no puede hacerlo, contra la voluntad de
quien estipuló, en otro lugar distinto. Sobre entregas de dinero vid. D.13.4.2.8 infine, y D.13.4.3.
198 En D. 23.4.2.3, Ulpiano el supuesto de una persona que pudiendo elegir el lugar de la entrega
o cumplimiento de la prestación entre varios, no cumpliese en ninguno, de modo que siempre que era
demandado en un lugar, alegaba una excepción procesal por entender que debía de haber sido
demandado en el otro, quedando a su arbitrio el poder ser demandado.
199 Las referencias al distinto valor de los productos o el dinero en los distintos territorios y
momentos es ampliamente recogido en los textos. Así en Ulp. 27 ed. prov. D.13.4.3...q ui scimus,
quam varia sint pretia rerum per singulas civitates regionesque, maxime vini olei frumenti; Gai. ed.
prov. D.13.3.4...idemque iuris in loco esse, ut primun aestimatio sumatur eius loci, quo dari debuit,
si de loco nihil convenit, is locus spectatul; quo peretul: .
200 La regla general nos viene dada por Ulpiano en D.13.4.2.3 donde señala, siguiendo las
palabras de Escévola, que el demandante tiene la elección de dónde se haya de pedir, y, el reo, de
dónde se halla de pagar, por supuesto, antes de la demanda.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
La causa que dio origen a esta acción se recoge en Gai. 9 ed. prov., recogida por
los compiladores en D. 13.4.1
Alio loco, quam in quem sibi dari quisque stipulatus esset, non videbatur
agendi facultas competere. sed quia iniquum erat, si promissor ad eum
locum, in quem daturum se promisisset, numquam accederet (quod ve1 data
opera faceret ve1 quia aliis locis necessario distringeretur), non posse
stipulatorem ad suum perveniere, ideo visum est utilem actionem in eam
rem comparare".
Qui certo loco se soluturum pecuniam obligat, si solutioni satis non fecerit,
arbitraria actione et in alio loco potest conveniri..
Esta acción tenía varias virtudes. La primera de ellas era posibilitar que el
acreedor pudiese plantear la lis en lugar distinto del establecido en el contrato sin
incurrir en pluris petitio loco. En efecto, era frecuente que se planteasen problemas
procesales derivados del cambio de domicilio del deudor, quién situaba al acreedor
en una posición jurídica difícil, desde el punto de vista procesal. Si reclamaba
judicialmente éste en el lugar que figuraba en el contrato como estipulado por las
partes para cumplir la obligación, podía suceder que, al no tener allí su domicilio el
deudor, no se pudiese realizar la litis contestatio del procedimiento formular y, si
planteaba el litigio en lugar distinto al que figuraba en la obligación para realizar el
cumplimiento (pero correspondiente al lugar donde tenía su domicilio el deudor en
ese momento), podía incurrir en pluris petitio loco, con el efecto correspondiente de
preclusión. Habría perdido la oportunidad de volver a demandar al deudor en otro
lugar201. Para evitar estos problemas se creó la actio de eo quod certo loco dari
201 Ulpiano recoge dos supuestos en los que no es posible el ejercicio de la acción arbitraria. En
D. 13.4.2.5se expone el supuesto de que se realice una estipulación inválida, por faltarle un elemento
esencial, como es el lugar de cumplimiento de una prestación de hacer..si quis insulamfierit stipuletur
et locum non adiciat, non valet stipulatio. Este supuesto difiere de los supuestos en que se discute
sobre el valor de bienes o dinero en diversos lugares, pues el factor de discusión se remite a un lugar
o fuero, mientras que aquí deviene imposible. Igual causa recoge el fragmento recogido en D. 13.4.2.6,
por tratarse de una estipulación en la que se establece una prestación de contenido imposible, ya sea
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por exigir al deudor que acuda al lugar donde ha de cumplirse la prestación o pago, sin que exista
posibilidad temporal para ello, o porque se le exija estar en dos lugares al mismo tiempo ..quare verum
puto quod Iulianus ait eum, qui Romae Stipulatur hodie Carthagine dari, inutiliter stipulari..
202 D.13.4; Lene1 E.P. 17,96; Vid. SACCONI, G. La "pluris petitionnel processo formulare.
Contributo allo studio del1 'oggeto del processo. Milán. 1977.
203 Paul 28 ed. D. 13.4.5: Si heres a testatore iussus sit, certo loco quid dare, arbitraria actio
competit:
204 Pomp. 22 Sub. D. 13.4.6: Aut mutua pecunia sic datafierit, ut certo loco reddatur:
205 Paul 28 ed. D. 13.4.7.1: Si tamen certo loco traditurum se quis stipulatus sit, hac actione
utendum erit.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
Interdum iudex, qui ex hac actione cognoscit, cum sit arbitraria, absolvere
reum debet cautione ab eo exacta de pecunia ibi solvenda, ubipromissa est.
Quid enim si ibi ve1 oblata pecunia actori dicatur ve1 deposita ve1 ex facili
solvenda? Nonne debebit interdum absolvere? In summa aequitatem
quoque ante oculos habere debet iudex, qui huic actioni addictus est.
206 Ulp. 27 ad ed. D. 13.4.2 pr.: Arbitraria actio utriusque utilitantem continet tam actoris quam
rei..
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ser presentar reclamación o demanda ante los magistrados del lugar en que se
administraban los bienes209 ya que, incluso, el vínculo que daba lugar a la
obligación de administrar podía haberse constituido en un lugar lejano, sin
incidencia en el futuro cumplimiento del mismo. A pesar de lo expuesto, en algunos
textos justinianeos también se hace referencia al lugar en que se formalizó la
relación, como aquél en el que debe plantearse el litigio derivado de la citada
actividad, dándose lugar a dos tipos de soluciones dispares.
La primera opción elegida por los compiladores es la referida al lugar en que se
desarrolla la actividad contratada, recogiéndose en diversos textos, siendo uno de
los más reveladores el de Ulp. 60 ed. D. 5.1.19.1 que establece:
Si quis tutelam ve1 curam ve1 negotia ve1 argentariam ve1 quid aliud, unde
obligatio oritul; certo loci administravit: etsi ibi domicilium non habuit, ibi
se debebit defendere et, si non defendat neque ibi domicilium habeat bona
possideri patietul:
209 KASER, M., Das romische Zivilprocessrecht, op. cit. p.246, cita este criterio competencial
como el adecuado para los procesos dirigidos contra tutores, curadores y aquellos que administran
negocios ajenos.
210 Lic. RuJ 4 Reg. D.5.1.3 en materia de legados; C. 3.17.1 (Sev. Ant. 204), sobre fideicomisos.
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211 Es decir, que los libros podían estar en la provincia, en donde se realizaba la actividad que se
reflejaba en los mismos (este sería el supuesto habitual, ya que no tendría sentido que el contrato se
celebrase en Roma, la actividad se siguiese en una provincia alejada y los libros de cuentas, con los
apuntes diarios de caja, se redactasen en Roma). A pesar de todo ello, se obligaba a los demandados
a desplazarse al lugar en que se formalizó el contrato para seguir el procedimiento judicial en dicho
lugar,
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
212 Vid. en el mismo sentido Ulp. 4 ed. D.2.13.4.5 donde, a propósito de la exhibición de libros
por los banqueros, se dice expresamente que se han de exhibir allí donde se ejerció de cambista: Sed
ibi quis compellitur edere, ubi argentariam exercuit, et hoc est constitutum. quod si instrumentum
argentariae in provincia habeat, in alia administraverit, ibi puto cogendum edere, ubi argentariam
exercuit: hoc enim primum deliquit, quod alio instrumentum transtulit. quod si in alio loco
argentariam exercet, alibi autem ad editionem compelletul; minime hoc facere cogitur: nisi descriptum
velis ubi de ea re agitur eum tibi dare, tuis videlicet sumptibus.
213 Esta posibilidad se podría deber, a nuestro jucio, al hecho de que la frase final de D. 5.1.45 pr.
sea una glosa. Por otra parte, y aún suponiendo que el texto sea genuino en su totalidad, cabe suponer
que la referencia a la tutela no está pensada para el lugar en que se constituyó la misma, pues resulta
difícil calificarla de contractus, sino el lugar donde el tutor realizó el negocio que después es discutido
con la actio tutelae, como perjudicial para el patrimonio del pupilo. Con esta interpretación
desaparecería la contradicción con D. 3.3.54.
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donde, como dice el citado párrafo, los tutores fueron vencidos en juici0214.
214 El hecho de que el proceso se perdiese por los tutores de la menor, y fueren los curatores
quienes procediesen a hacer efectivo el cumplimiento de la pena ha suscitado algunas cuestiones,
derivadas de su actuación simultánea y la posible incidencia en la competencia procesal. Del estudio
de C.2.25, relativo a la intervención de tutor y curador, así como de C. 5.36, referido los casos en que
se puede dar tutor o curador a quien tiene ya tutor, se puede concluir que la coexistencia de ambas
figuras no parece obeder al hecho de que fuese precisa una vigilancia o control de los tutores de la
menor, sino al hecho de que ésta tuviese su domicilio en una provincia. En estos casos, como se recoge
en C.5.36.3 (Alex.231) y C.5.36.5 (Dioc. Max. 294), Cum ob augmentum facultatum curatores adiungi
solent,.. si el patrimonio estaba muy repartido o los tutores precisaban ayuda, era frecuente nombrar
curadores adjuntos, no incidiendo este hecho en materia competencial.
215 Esta afirmación sólo es válida para la ciudad de Roma, sin que pueda extenderse a los
municipios, habida cuenta que las acciones derivadas del ejercicio de la tutela solían estar excluidas
de las competencias de los dunviros municipales,(actos magis imperii quam iurisdictionis). Vid. Ley
Irnitana, cap.84 donde se excluye la jurisdicción de los dunviros, salvo sumisión expresa de las partes,
en caso contrario, sería competente el gobernador.
74
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
Eum, qui aliena negotia sive ex tutela sive ex quocumque alio titulo
administravit. ubi haec gessit, rationem oportet reddere.
De este modo se dice que tutores, y cualesquiera otras personas que administran
negocios ajenos rindan cuentas donde administraron, y no en otro lugar. A igual
solución llega Call. 1 cog. cuando en D.5.1.36.1 dice que si un senador hubiese
asumido en una provincia el compromiso de administrar negocios ajenos, no debe
rehusar el juicio por esta gestión y, como dice Juliano, había de contestar a la
demanda por haber contraído de forma voluntaria esta obligación216.
Caso especial es el recogido en Ulp. 3 ed. D.5.1.2.3 en donde, recogiendo una
opinión de Celso y un rescripto de Antonino Pío, a propósito del ius domum
revocandi atribuido a los legados municipales, se hace referencia a otras personas
que, como señala Ulp. 5 ed. D.5.1.5 tienen derecho a ser demandados en su
domicilio. Entre estas personas aparece la figura del tutor, quien, como señala el
fragmento, si es llamado a Roma para rendir cuentas (es decir, se desplaza de su
domicilio) puede rechazar allí demandas relacionadas con otras tutelas o negocios,
debiendo el demandante ejercitar su acción en donde tenga aquél su domicilio.
216 D.5.1.36.1: Senator si negotiis alienis se optulerit in provincia, non debet iudicium recusare
negotiorum gestorum, sed actionem eum excipere oportere Iulianus respondit, cum sua sponte sibi
hanc obligationem contruxerit.
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217 El nombramiento de tutor fue desde las XII Tablas un acto formal muy importante y tratado
por legisladores y juristas. Vid. Liv. 26,33; Gai. 1.185 .. Si cuis nullus omnimo tutor sit, ei datur in
urbe Roma ex lege Atilia a praetor urbano et maiore "tribunorum plebis; Suet. Claud. 23, GARCÍA
GARRIDO, M. "iustus tutor" y "legítimo tutoc " en AHDE 25 (1955), pp. 839-844.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
La importancia de este contrato llevó a los juristas romanos a dar soluciones que,
sin constituir un sistema, sí permitieron elaborar una construcción jurídica sólida. A
pesar de ello no pudieron evitar que surgieran múltiples litigios derivados del
incumplimiento de los contratos de compraventa, tanto en su forma más tradicional,
necesidad jurídica, dado que podía haberse pactado otra cosa, sino por el
pragmatismo que exigían las relaciones mercantiles que se desarrollaban por todo
el Mediterráneo aprovechando la pax romana. Como muestra de la reflexión y
conocimiento de la práctica existente en su tiempo, Ulpiano hace referencia a lo
lógico que es el hecho de que comprador y vendedor realicen de forma inmediata
el contenido de su prestación con independencia del domicilio de cada uno de ellos.
De acuerdo con esta idea, en la continuación del fragmento D.5.1.19.2, sigue
postulando el jurista, con relación a las ventas de quienes son mercaderes
ambulantes225, o a quien se sabe que ha de partir de allí de forma inmediata, la
competencia de los jueces del lugar en que se celebra el contrato:
225 Sobre la compraventas realizadas en los mercados y las competencias de los ediles curules
vid. IMPALLOMENI,G., L'Editto degli edili curuli, Padova, 1955, la giurisdizione edilizia, p.109;
Ulp. 1 ed. cur. D. 21.1.1.; Paul. 2 ed. cul: D. 21.1.41. En las instituciones de Gayo, y a propósito del
derecho a promulgar edictos (Inst.l,6) se hace referencia a que en las provincias sus competencias
serían asumidas por los cuestores, no así en las del César, en donde no habría edicto ..nam in
provincias Caesaris omnino quaestores non mittuntuc... Este precepto se explica por ARANGIO
RUIZ,V., La compravendita op. cit. pp. 361 y SS. al referirse a las competencias de pretor y edil,
distinguiendo entre provincias senatoriales, en donde habría una jurisdicción similar a la de los ediles
curules, y las provincias imperiales en donde no eran nombrados cuestores; en el mismo sentido vid
op. cit. p.362,n.l.
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Ulp. 60. ed. D. 5.1.19.2 :..at si quo constitit, non dico iure domicilii, sed
tabernulam pergulam horreum armarium officinam conduxit ibique
distraxit, egit: defendere se eo loci debebit.
.. si
homo provincialis sewum institorem vendendarum mercium gratia
Romae habeat: quod cum eo sewo contractum est, ita habendum atque si
cum domino contractum sit: quare ibi se debebit defendere...
226 En este fragmento se distinguen por el jurista los conceptos domicilio y la morada
transitoria,..egit.... a pesar de que dichos conceptos se posponen ante el principio general en materia
de compraventa, como es el forum contractus.
227 Sobre la representación en las actividades mercantiles, vid, Gai.4,69-74, actiones adiecticiae
qualitatis.
80
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
228 Prueba de las dudas que presenta el fragmento, con referencia a su autenticidad es que, en
Paul. 28 ad ed. D.5,1,20, se incide de nuevo por el jurista que toda obligación debe de ser considerada
como contrato, de modo que, en cualquier lugar en que alguien se obligue, se entienda también que
se celebró el contrato, y ello, aunque no fuere por préstamo, contrato con relación al que se le hizo la
consulta. Ornnem obligationern pro contractu habendarn existirnandurn est, ut, ubicurnque aliquis
obligetul; et contrhai videatur; quamvis non est crediti causa debeatul:
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En este supuesto, es "la opinión de Juliano y otros muchos", tal y como recoge
Ulpiano, que el obligado podrá ser demandado "aquí y allí" ... utrubique posse
conveniri et hic et ibi ....
229 Paul. 3 resp. D. 5,1,49 pr,: Venditor ab emptore denuntiatus, ut eum evictionis nomine
defenderet, dicit se privilegium habere sui iudicis: quaeritur; an possit litem ab eo iudice, apud quem
res inter petitorem et emptorem coepta est, ad suum iudicem revocare. Paulus respondit venditorem
emptoris iudicem sequi solere.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
cuantitativas a que se podían ver sometidos los juzgadores del lugar, de tratarse de
un municipio, que obligarían a remitir la celebración del pleito al gobernador o
presidente de la provincia, así como la posibilidad de las partes de someterse
voluntariamente a la jurisdicción de jueces y magistrados no competentes, dentro de
las limitaciones propias de la sumisión230.
7.- COMPETENCIA EN MATERIA DE FIDEICOMISOS
Fideicommissum ibi petendum esse, ubi hereditas relicta est, dubitari non
oportet.
Si ea res quae perfideicommissum relicta est eo loci sit, dicendum est non
debere praescribi ei qui petit, quasi maior pars hereditatis alibi sit.
lugar233. Tampoco hay que olvidar que podía darse el caso de que la mayoría de los
bienes de la herencia se encontrasen en un lugar alejado, respecto del bien o derecho
que se debía transmitir por fideicomiso, haciendo más racional la reclamación en el
lugar en que éste se hallase.
233 En este caso primaba la cercanía del magistrado respecto al lugar en donde se hallaba el
objeto, teniendo, por esta causa, mejores medios para tramitar el proceso, como eran la posibilidad de
aplicar medidas cautelares o de aseguramiento más efectivas; proximidad de los testigos; posibilidad
de reconocimiento judicial del lugar u objetos litigiosos o mayor facilidad para ejecutar la sentencia.
Juan Ramón Robles Reyes
A las anteriores excepciones a la regla general, hay que añadir una tercera, que
se incluye por Ulpiano en su obra defideicommissis, y se recoge en D. 5.1.50.2, en
la que se reconoce el domicilio del heredero como jurisdicción competente.
234 Ulp. 6 de fidei. D.S.1.52.2: Sed et si proponat quibusdam clarissimi viris argenti ve1 auri
pondo relicta et sit suficciens ad huiusmodi fideicommissa Romae patrimonium: licet maior pars
totius patrimonii in provincia sit, dici oportet Romae esse praestandum: nec enim verisimilem est
testatorem, qui honorem habitum voluit is quibus reliquit tam modica fideicommissa, in provincia
praestari voluisse.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
235 La cuestión debió de dar lugar a vacilaciones en la época clásica tardía que, sin duda se
manifestarían, no sólo en opiniones jurisprudenciales, sino también en decisiones imperiales (... et ita
multis Constitutionibus cavetuK. en D. 5.1.50 pr.), (sed et rescriptum est... en D.5.1.50.2), pero de las
"muchas constituciones", como dice el fragmento, que establecieron como criterio competencia1 el
lugar en donde se hallaba la mayor parte de la herencia, no se nos cita ninguna en Digesto, la única
muestra sería la de Severo del año 204, recogida por los compiladores en C.3.17.1. Pero es que, el
criterio contrario, el domicilio del heredero fideicomisario, también parece estar avalado por un
rescripto imperial aludido en D.5.1.50.2 por Ulpiano, sin precisar más detalles. Dada la
burocratización de la jurisprudencia en este período, quizás los posibles rescriptos contradictorios
reflejarían alguna polémica entre jurisconsultos. Pero los compiladores justinianeos no nos dan más
que un mosaico de soluciones contrapuestas sin que podamos saber cual de ellas triunfó, o de qué
modo pudieron conciliarse. Quizás fuese aquí de aplicación, y sólo por la vía de la analogía, el
fragmento de Pomponio, recogido en D. 33.1.1, Cum in annos singulos quid legatum sit neque
adscriptum, quo loco detur: quoqunque loco petetur dari debet... que viene a establecer, para los
legados, el principio de que, en la duda, el objeto debe ser entregado allí donde se reclame, evitando
dilaciones en la entrega o alegación de injustas excepciones procesales.
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236 Marc. inst. D.5.1.5 1: Quamvis ad eurn hereditasfuerit devoluta qui domicilium in provincia
habet. per et divi Severus et Antoninus rescripserunt, si consenseritfideicommissarius alio loco dure,
necesse habere secundum consensum dare ubi consenserit. Resulta extraño que una cuestión, en
principio tan poco problemática, necesitase un rescripto imperial para resolverla. Lo único que cabe
pensar es que el fideicomisario, después de haber consentido en que le entregasen los bienes
fideicomitidos en un lugar determinado, se arrepintiese y solicitara acogerse a las reglas generales que,
como se ha expuesto, también eran vacilantes.
237 Gayo nos informa en Inst.2,278 que la jurisdicción sobre fideicomisos en Roma la tienen el
cónsul y el pretor, mientras que en las provincias la tiene el presidente .$deicommissa ver0 Romae
quidem apud consulem ve1 apud eurn praetorem, qui praecipue de fideicommissis ius dicit,
persequimul; in provinciis ver0 apud praesidem provinciae.
238 Suet. Claud. 23,l confirió competencia a estos magistrados y, además, extendió la
competencia sobre esta materia a los gobernadores provinciales ..iuris dictionem defidei commissis
quotannis et tantum in urbe delegari magistratibus solitam in perpetuum atque etiam per provincias
potestaatibus demandavit..
239 D'ORS A. Manual de derecho Privado. Losfideicomisos. Univ. de Navarra. 1977, p.373
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
Quod legatul; si quidem per personalem actionem exigetul; ibi dari debet
ubi est, nisi si dolo malo heredis subductum fuerit: tunc enim ibi dari debet
ubi petitul: praeterea quod pondere aut numero aut mensura continetul; ibi
dari debet ubi petitul; nisi si adiectum fuerit "centiurn modios ex illo
horreo" aut: "vini amphoras ex illo dolio". si autem per in rem actionem
legatum petetur etiam ibi peti debet ubi res est. et si mobilis sit res, ad
exhibendum agi cum herede poterit, ut exhibeat rem: sic enim vindicari a
legatario poterit.
8.2.- Casuística derivada de legados. Actitud dolosa del heredero. Ausencia del
heredero. Litigios iniciados por el de cuius.
También recoge dicho fragmento el supuesto de que, el objeto legado, hubiese
sido trasladado de forma maliciosa por el heredero242 a lugar distinto de aquél en
240 Es reseñable la relación con D.13.4.6 en donde Paulo señala que si al heredero se le hubiere
mandado entregar algo por el testador en un lugar concreto, será de aplicación la acción arbitraria.
241En lo que se refiere al ejercicio de acciones reales sí se hallan precedentes que permitan
perseguir los bienes allá donde se encuentren, como se refleja en la constitución de los emperadores
Valentianiano, Teodosio y Arcadio del año 385 recogida en C.3.19.3, en donde para el ejercicio de
acciones personales se prescribe atender al fuero del reo, pero, para el supuesto de acciones reales,
junto a este fuero también se permite litigar allá donde las cosas se hallaren.
242 En Ulp. 22 ad Sub. D. 30.1.47 pr. se señala que si el traslado de las cosas se realizó por el
heredero sin dolo malo, las cosas habrán de entregarse allí donde fueron trasladadas. Igualmente
ratifica el jurista que, si las cosas legadas fueron dejadas por el testador en un lugar concreto, deben
ser reclamadas en dicho lugar, salvo que la voluntad del testador hubiese sido expresamente otra y,
siguiendo las palabras de Juliano, tanto para los legados de cosa propia como de cosa ajena.
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243 En el mismo sentido Pomponio, D. 33.1.1 con referencia a las cosas que se legaron para cada
año, no expresándose el lugar en donde debieron de ser entregadas. En este caso establece el jurista
que se debe de entregar el objeto en cualquier lugar en que se pida, Cum in annos singulos quid
legatum sit neque adscriptum, quo loco detur: quoqunque loco petetur dari debet...
244 Ulp. 22 ad Sub. D.30.1.47: Sed si id petatur quod pondere numero mensura continetur; si
quidem certum Corpus legatum est, veluti frumentum ex illo horreo ve1 vinum ex apotheca illa, ibi
praestabitur ubi relictum est, nisi alia mens fuit testamentis: sin ver0 non fuit cerca species, ibi erit
praestandum ubi petitur.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
245 Ulp. 60 ed. 50.1.19: ... et conveniendus, si ibi inveniatul; nulloque suo proprio privilegio
excusatur
246 Marcell. 1 dig. D.5.1.30: Ubi acceptum est semel iudicium, ibi etfinem accipere debet.
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possessione agi oportet y Ubi in rern actio exercerit debet, que a pesar de su
reducido número, son de aplicación en innumerables litigios.
Actor rei forurn, sive in rern sive in personam sit actio, sequitul: sed et in
locis, in quibus res, propter quas contenditur constitutae sunt, iubemus in
rern actionem adversus possidentern rnoveri.
247 De la fecha de estas constituciones se desprende que este criterio competencial no fue
formulado hasta la época postclásica, a pesar de que su aplicación proviene de épocas precedentes.
248 Para VOLTERRA, E., Instituciones de derecho privado romano, op. cit. p. 222, este fuero
habría surgido en Derecho postclásico, para los juicios en los que el objeto era una cosa inmueble, ya
que en los procesos extra ordinem la condena no era meramente pecuniaria.
249 SCIALOIA,V., Procedura civile romana, op. cit. p.90, recuerda que a pesar de la general
aceptación de este principio, no hay que olvidar los supuestos en que el demandado era citado en la
ciudad de Roma, patria común de todos los ciudadanos, o el supuesto de concurrencia de los fueros
concurrentes de domicilio y origo, en el Bajo imperio.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
El T.XIX del libro 111 del Digesto tiene por título Ubi in rem actio exerceri
debeat, es decir, señala el lugar donde ha de plantearse la acción real, que será
donde se halle el objeto y contra el poseedor del mismo252. Se establece un fuero
concurrente, como recoge expresamente D. 3.19.3, citado ut supra, para conceder
mayor protección a quien ha sido desposeido de sus bienes, debiendo entender aquí,
por la amplitud del precepto también los derechos reales como son las
servidumbres.
250 Siempre que el delito se cometiese en aquel lugar, pues, el forum delicti commissi, aceptado
de forma generalizada, por pragmatismo procesal y ejemplaridad para con el pueblo, prescribía que si
el hecho se cometía en el poblado vecino o en otro lugar se celebrase ante sus magistrados el proceso,
vid. SCIALOIA,V., Procedura civile romana, op. cit. p. 90.
251 Vid. Nov. 69.1 (538)
252 Vid. C.3.19.1 (Dioc. Max. 293-304)
253 De alienatione iudicii mutandi causa facta. En el mismo sentido D. 4.7. Este Título recoge
diversos supuestos en los que se declara la restitutio in integrum cuando se enajena un objeto para
variar la competencia, conseguir la usucapión, evitar la novi operis nuntiatio o situar a un poderoso en
la posesión, de modo que el poseedor demandado pueda variar la competencia jurisdiccional o,
simplemente, empeorar dolosamente la 'posición del demandante. En D.4.7.1 se refiere Gayo
expresamente a la enajenación realizada para conseguir como adversario a una persona de otra
provincia o quehese más poderosa ...
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Ubi aut vis facta dicitur aut momentaria possessio postulanda est, ibi loci
iudicem adversus eum qui possessionem turbavit convenit iudicare.
254 La constitución citada evoca el Edicto del pretor, no siendo muy lejana, por la fecha en que
se emite, de la propia redacción dada por Juliano. Vid. KASER, M. Das romische Zivilprozessrecht,
op. cit. pp. 637 y 638.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
La jurisdicción penal, como señala Girad255 no es más que "una derivación del
sistema de venganza privada que le precede", aunque, ahora, regulada por normas
racionales.
Desde la fundación de Roma, sus habitantes tuvieron presente que había dos
tipos de delitos: los delitos cometidos contra el orden de la ciudad y los delitos
cometidos contra los intereses particulares. En el primer tipo se incluían todos los
delitos contra la seguridad interior y exterior de la ciudad-estado y sus principios de
convivencia, incluyéndose también aquí la profanación de lugares u objetos
sagrados o los atentados contra la vida del rey o pater familias. Todos estos
supuestos siempre estuvieron incluidos en el concepto crimina y su jurisdicción no
era la civil, ni los magistrados competentes para conocer de los mismos eran los
propios de este orden.256 Los "delitos privados" fueron tramitados ante el rey, el
cónsul y, posteriormente, fueron los pretores quienes asumieron la plena
competencia jurisdiccional. Con la creación de nuevas magistraturas en el período
de la cognitio extraordinem, sobre todo en la época del Dominado, se ampliará el
número de magistrados con competencia en esta materia. Así, además de los ya
citados y los gobernadores en las provincias, los magistrados municipales también
tuvieron competencia257, del mismo modo que la tuvieron los prefectos de la ciudad
y, en menor medida, el defensor civitatis. Estos dos últimos magistrados asumieron
las competencias que antes tenían los pretores teniendo competencia excluyente
respecto a los gobernadores, vicarios o prefectos que sólo actuarían en materia de
255 GIRARD, P,E, Histoire de 1 'organisation judiciaire des romains, op. cit. p. 26
256 Sobre la distinción entre crimina y delicta vid. MOMMSEN,TH., Derecho penal romano,
op.cit., T.1, p.9. También en C.3.15.2 se hace referencia a la competencia del magistrado si vive en su
jurisdicción el que cometió el crimen.Este fragmento remite la competencia jurisdiccional al domicilio
de la persona que comete el crimen de plagio, vendiendo a un hombre libre coino esclavo, a sabiendas
de su libertad, postponiendo así el forum delicti commissi frente al forum domicilii. Dada la fecha de
esta constitución, a comienzos del siglo cuarto, momento en que el forum delicti commissi era
ampliamente reconocido, solo puede explicarse el texto en atención a la existencia de una
interpelación. Prueba de ello es que la constitución que precede a la citada, es decir, C.3.15.1,
promulgada cien años antes, ya reconoce que las causas criminales, penadas por leyes públicas o
privadas, se perseguirán en el lugar en que se cometieron, o empezaron o, finalmente, en el lugar en
que fue hallado el delincuente. No hay remisión al domicilio del delincuente.
257 La competencia de los magistrados municipales en esta materia siempre estuvo restringida,
siendo prueba de ello la Ley de Irni que, recogiendo la práctica común establecida por Roma, en virtud
de la cual no podían los magistrados municipales juzgar sobre asuntos relativos a la pena capital o
delitos que se considerasen infamantes, como la actio furti o la actio iniuriarum, ejercitadas contra
persona libre.
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258 Vid. MOMMSEN, TH. Derecho penal romano, op. cit. T.11, pp.23-24, sobre la evolución que
supuso el conocimiento de los casos penales por los magistrados, pasando, de aplicar el forum
domicilii, al forum delicti commissi.
259 Vid. C.8.1.2 en donde, con referencia a los interdictos, se establece que el presidente de la
provincia no puede conocer, ni tan siquiera de los interdictos, contra los que no son de su provincia.
260 Vid. Cels. dig. 37 D. 48.3.11 hace mención expresa a la competencia de los magistrados del
lugar en donde se ventila el caso, aunque, una vez resuelto se pueda remitir al reo ante el gobernador
en donde tiene el domicilio. En similares términos D. 48.2.7.4. Vid. Paul. 17 ad Plaut.
D.5.1.24.l.respecto a la jurisdicción de Roma respecto a los delitos que hubiese cometido el Legado
tras el inicio de la legación, Legati ex delictis in legatione commissi coguntur iudicium Romae pati
sive ipsi admiserunt sive servi eorum. Con relación a los delitos cometidos por los esclavos, estos
deben ser defendidos en el lugar en que cometieron el delito o emplearon la fuerza, tal y como
establece Pomponio en D.9.4.43: Servi..ibi defendendi sunt, ubi deliquisse arguentur: itaque servos
dominus eodem loco exhibere debet, ubi vim intulisse dicentul;..; KASER, M., Das romische
Zivilprozessrecht, op.cit. p.247. VOLTERRA,E. Instituciones de derecho Romano, op. cit. p. 222 lo
designa también como forum maleficii.; PUGLIESE, G, 11 processo formulare, op. cit. p. 160.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
261 Caso especial es el recogido por Tac. Ann. 4,20 infine, donde se dice que se propuso que, por
un decreto del senado, se estableciera que, a los magistrados, aunque fueran personalmente inocentes
e ignorantes de la culpa ajena, se los considerara responsables en las denuncias de los provinciales
contra sus esposas, como si fueran contra ellos mismos.
262 El llamado forum delicti commissi no solo era de derecho perpetuo, sino de aplicación en
todos los lugares, pues, como se recoge en Pap. resp. 16, D. 48.3.22, reproduciendo un rescripto
imperial, los que cometieren delitos en las provincias deben ser enjuiciados y condenados ante
aquellos ante quientes cometió el delito, incluso en el supuesto de que se tratase de militares..alterius
provinciae reus apud eos accusatur et damnatul; apud quos crimen contractum ostenditul: quod etiam
in militibus esse observandum..
Juan Ramón Robles Reyes
Exigere dotem mulier debet illic, ubi maritus domicilium habuit, non ubi
instrumentum dotale conscriptum est: nec enim id genus contractus est, ut
et eurn locum spectari oporteat, in quo instrumentum dotis factum est,quam
eurn, in cuius domicilium et ipsa mulier per condicionem matrimonii erat
relitura.
265 La finalidad perseguida por la ley, como se señala en Gai. 4 ad ed. D. 4.5.8 infuze, a propósito
de la restitución de bienes dotales, existiendo capitis deminutio del marido, es la consecución de lo
justo y lo bueno para la esposa, quia in bonum et aequum concepta est.. Esta tesis se ve avalada por
otros textos, como el recogido en Paul. ad Plaut. 17 D.5.1.28.4, en donde, a propósito de que el Legado
hubiese sido instituido heredero, y en el supuesto de que éste debiese de entregar bienes de la herencia
a personas a quienes se les pasaba el plazo fijado por una acción, se permitía que se ejercitase acción
in legationem, obligando al Legado a comparecer ante el pretor y seguir el procedimiento hasta la litis
contestatio: Sed et si dies actionis exitura erit, causa cognita adversus eum iudicium Praetor dure
debet, ut lis contestetur, ita ut in provincia transferatur. Como se desprende del texto, se incluye una
derogación más al llamado ius domun revocandi, y remite la iudicatio al municipio de origen del
Legado, una vez transcurrida la legación.
266 Vid TALAMANCA. Giuliano et il locus solutionis,cit. pp. 629 y SS.;AMARELLI. F. Locus
solutionis, op.cit., Milán.1984, p.78. En contra de esta corriente y a favor de la competencia de los
magistrados del lugar en que se celebró el contrato SOLAZZI, L'estinzione del1 'obligazione, op. cit.
pp. 110 y SS.
Juan Ramón Robles Reyes
Alio loco, quam in quem sibi dari quisque stipulatus esset, non videbatur
agendi facultas competere, sed quia iniquum erat, si promissor ad eum
locum, in quem daturum se promisisset, numquam accederet (quod ve1 data
opera faceret ve1 quia aliis locis necessario distringeretur), non posse
stipulatorem ad suum pervenire, ideo visum est utilem actionem in eam rem
comparare.
267 TALAMANCA. op. cit. p. 636 11.34, a partir de C. 3.13.2 (Diocl. Max. 293): luris ordinem
converti postulas, ut non actor rei forum, sed reus actoris sequatur: nam ubi domicilium habet reus
ve1 tempore contractus habuit, licet hoc postea transtulerit, ibi tantum eum conveniri oportet.
268 LENEL.0. E.P., París 1901 (reed.1975), 17,96,p. 240, cuya intentio sería: s.p. Nm.Nm. Ao.Ao
X Ephesi dare oportere..
269 En el mismo sentido Afric. 3 quaest. D. 13.4.8 en lo referente al pago de intereses para evitar
perjuicios al acreedor. A mayor abundamiento Pap. 27 quaest. D. 5.1.43 en donde expresamente se
afirma que se puede demandar en cualquier lugar la indemnización de su interés: Eum qui insulam
Capuae fieri certo tempore stipulatus est, eo finito quocumque loco agere posse in id, quod interest
constat.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
Is qui certo loco dure promittit nullo alio loco, quam in quo promisit,
solvere invito stipulatore potest.
Interdum iudex, qui ex hac actione cognoscit, cum sit arbitraria, absolvere
reum debet, cautione ab eo exacta de pecunia ibi solvenda ubi promissa est
270 En Pomp. 5 ad Sab. D. 33.1.1 se manifiesta que en los casos de estipulación regirá la misma
solución que para los legados, cuando no se fijó el lugar de la entrega, debiendo de ser entregado el
objeto en aquel lugar en que se pida, ..quocumque loco petetur dari debet..
27 1 En todos los casos en que el demandado alegaba cumplimiento y afianzaba, se veía el juez en
la necesidad, aplicando criterios generales, de remitir a las partes al juez natural u ordinario pues su
excepcionalidad quedaba ya sin justificación. Este criterio se aprecia en D.5.1.2.6, en donde, a
propósito de la duda acerca de si una persona debía ser juzgada en su ciudad, estando transitoriamente
en otra, se resuelve por el jurisconsulto afirmando que el pretor debe conocer de esta cuestión y
remitir al demandado a los jueces de su ciudad, siempre que garantice que acudirá ante dichos jueces.
Juan Ramón Robles Reyes
procedimientos judiciales.
En general, se puede señalar que la normativa jurídica de la época republicana
no fue muy discriminatoria socialmente, si la comparamos con el Derecho del
Dominado, manteniéndonos dentro del contexto social de una época en la que la
esclavitud era reconocida socialmente como algo "normal". La pretendida unidad
jurídica para el imperio chocó con el incremento de situaciones de privilegio, a
pesar que por influencia estoica y cristiana, se acrecentó la protección de los más
desfavorecidos de la sociedad
275 A pesar de la dudosa aplicación de este precepto, lo cierto es que se transmitió a las Siete
Partidas. En la Partida Tercera, título 23, ley 20 se recoge como las alqadas, e los pleitos que las
biudas, e los huerfanos, e las otras tales personas aduxeren a la corte que el Rey los debe judgal:
276 Otro supuesto de protección a una viuda se recoge en C. 8.47.4. Vid. KASER, M., Das
rosmische Zivilprozessrecht, op. cit. p.636
Juan Ramón Robles Reyes
277 Si esta debilidad no es referida a enfermedad, sino a economía, más acorde con el título, habría
que atender a Herm. 6 iul: epit. D.48.2.10, Nonnulli propter paupertatem, ut sunt qui minus quam
quinquaginta aureos habent, es decir, sería "pobre" el que dispone de menos de 50 aúreos.
278 Tampoco arroja claridad sobre este tema la constitución al no determinar qué viudas o
pupilos sí podían acceder a este privilegio, para evitar así injusticias o agravios comparativos, ni quién
es el encargado de valorar las causas de derogación competencial, si el emperador o los magistrados
municipales o gobernadores, pues, de ser estos los competentes, no habría sido fácil declinar
comparecer ante ellos para alegar el privilegio citado, máxime sin dar caución de ningún tipo que
asegurase la asistencia a la corte y el cumplimiento de la eventual condena.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
otra parte, se cita a una serie de personas que tenían la posibilidad de derogar su
propio fuero en favor de la jurisdicción del emperador en supuestos de "temor" ..
praesertim cum alicuius potentiam perhorrescunt, .. pero, en este caso, tampoco se
dice lo que ha de entenderse por gran temor. Con ello, y ante la inexistencia de otras
fuentes, parece que serían los jueces del emperador los que valorarían todas las
cuestiones "formales" del litigio para declararse, o no, competentes y entrar a
conocer en el fondo del asunto o remitirlo a otra jurisdicción279. Este supuesto, el de
delegación de jurisdicción, es el recogido en la primera parte de la constitución y
no daría lugar a problemas competenciales ya que, el emperador, podía delegar su
sacra iurisdictio, en cualquier magistrado o juez menor.
279 Se puede encontrar el concepto de lo que se deba de entender por temor en D. 4.6., Título
referido a las causas por las que son retituidos por el todo los mayores de veinticinco años. En D. 4.6.3
Ulpiano nos dice que está ausente por causa del miedo el que se halla aterrado por justo temor de
muerte o de tortura corporal; y esto se entiende por su afecto. Pero no basta que haya temido
impulsado por un temor cualquiera, sino que al juez corresponde la averiguación de este particular.
Este iusto timore mortis ve1 cruciatus corporis conterritus.. tiene que ser real y de importancia, ya que,
como señala Calístrato en D.4.6.2.1, no debe de tratarse de un vano temor. Referencia al temor también
aparece en el Edicto, tal como refiere D.4.6.1.
280 Vid. C.10.40 (39).8 (Val. Theod. Arc. 390): Senatores in sacratissima urbe domicilium
dignitatis habere videntux
281 Siempre tuvieron privilegios como el de tener domicilio, a efectos jurisdicionales, en Roma,
aunque viviesen en la provincia.
282 Vid. C.3.24.1 (Const. 317): Quicumque non illustris, sed tantum clarissima dignitate... C.
3.24.3.3 (Zen. 485-486?): Quotiens autem viri illustres in provinciis constituti....
Juan Ramón Robles Reyes
283 C.1.31.4 (Theod. Valent. 443); C.1.46.4 (Theod. Valent. 443) sobre los duces castrorum; C.
1.31.3 (Theod. Valent. 441) le atribuye competencia exclusiva para los delitos por los que se pueda
azotar o degradar a senadores o ducenarii. Sobre todos los habitantes de la corte: C.12.16.4 (Zen. sin
fecha): Ne ad diversa tracti viri devoti silentiarii iudicia sacris abstrahi videantur obsequiis, iubemos
eos, qui quemlibet devotissimorum silentiariorurn scholae ve1 eius uxorem civiliter ve1 etiam
criminaliter pulsare maluerint, minime eurn ex cuiuslibet alterius iudicio nisi ex iudicio tantummodo
viri excellentissimi magistri ofJiciorum conveniri. C.12.19.12 pr. (Anast. sin fecha, dirigida al Magister
oflciorum): In sacris scriniis militantes et parentes atque mores eorum nec non liberos ex sententia
tantummodo tuae celsitudinis criminales et civiles intentiones agentium excipere iubemus, insuper
etiam colonos seu adscripticios et servos eorum in hac regia urbe degentes eodem beneficio potiri, ...
C. 12.20.4 pr.(leo sin fecha) Ex eo, quo primum ducenae ve1 centenariorum gradum in schola agentum
in rebus militantes meruerint, desinant in sacratissima videlicet civitate constituti alterius iudicis
cuiuslibet auctoritate pulsari, ve1 in alio quolibet examine praeterquam viri magnifici magistri
ofJiciorum et cui forsitan ipse concesserit actionibus sui quisque adversarii respondere. quod multo
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
C.3.23.1 Si quis ve1 curiae, ve1 officiis iudicum aut aliis quibuscumque
corporibus .... convictus eorum societati quos declinaverat adgregetul:
magis in criminalibus causis observari decemimus: absurdum est enim, ut in eius salutem ve1
existimationem valeat quisquam proferre sententiam, cuius de nulla re possit pecuniaria iudicare.
C.12.25.3 (Leo. Anthem. sin fecha, dirigida al Magister oficiorum) Hi, qui in schola vestis sacrae
militant, ve1 matres eorum ve1 mores criminalem ve1 litem contra se commovendam in nullo alio nisi
in sublimitatis tuae suscipiant examine. C.12.26.2 pr. (Theod. Valent. 443-444?): Nostrae pietatis
famulationibus adhaerentes decanos non oportet pro desiderio pulsantium ad alia protrahi iudicia,
sed viri illustris tantum magistri oficiorum observare examen. C.11.10.6 (Leo Anthem. sin fecha):
Eos, qui inter fabricenses sacrae fabricae sociati sunt, ve1 eorum mores aut filios, qui itidem inter
fabricenses militare dicuntul; non alibi pulsare volentibus respondere praecipimus, nisi in iudicio tuae
sublimitatis, ad cuius iurisdictionem potestatemque pertinent: nec eos post stipendiorum finem
militiae super civilibus ve1 curialibus muneribus, quibus nullo modo subiacere rnonstrantul; a viris
clarissimis rectoribus provinciarum ve1 eorum oficiis praeter licitum inquietari. En el mismo sentido,
C.11.60.3 pr. (Theod. Valent. 443 dirigida al Magister oficiorum) sobre reivindicación de predios
fronterizos por los soldados que los tenían encomendados.
284 La prioridad de los jueces del lugar de origen o domicilio cedería siempre en materia de
delitos -forum delicti commissi- u otras jurisdicciones especiales, como podía ser la de los militares.
Juan Ramón Robles Reyes
285 El fuero militar sólo se podría alegar antes de iniciado el proceso judicial, tal y como se recoge
en Ulp. 7 ed. D. 5.1.7, pues, después de ser citado a juicio, ya no podrá alegar dicha causa. En C.
12.52.(53) pr. establece que el final del privilegio de fuero coincide con la terminación del servicio en
la milicia, estando sometidos a partir de ese momento a la jurisdicción civil.
286 Sobre derecho militar vid. GIUFFRÉ, V, Il 'iiiritto mi1itare"deiRomani. Bologna, 1983.
287 Tac. Ann. 13.51.1 refiere que Nerón introdujo modificaciones legales, presionado por el
pueblo, ordenando por un edicto, entre otras disposiciones, que a los militares se les conservara su
inmunidad, salvo en las cosas en las que negociaran, lo que evidenciaba que hasta esta época los
militares estaban sujetos a la jurisdicción civil.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
En materia civil se produjo, como en todos los órdenes jurídicos, una doble
tendencia. De una parte se pretendía la unidad jurisdiccional en favor de los jueces
ordinarios, pero, de otra, se mantenían los fueros y jurisdicciones privilegiados288.
Prueba de ello es la constitución de Honorio y Teodosio del año 413, recogida en
C. 3.13.6, en la que se reconocía al militar la facultad de intervenir en negocios
civiles y se establecía el fuero militar como competente, evitando situaciones de
duda, por recuerdo de épocas en las que los militares podían ser juzgados por
magistrados y jueces ordinarios civiles289. En los litigios que pudieran surgir de
aquellos negocios los contratantes no militares intentarían demandar al militar ante
la jurisdicción civil, pero la solución dada en la constitución citada es clara y
terminante, el militar solo puede ser condenado por su propio juez290, y este no es
otro que el maestre, superior jerárquico militar.
288 Respecto a los privilegios de las mujeres de militares en orden a ser privadas de bienes por
usurpación, vid. C.2.51(52).1 (Alex. 226) y 2.51(52).2 (Diocl. Max. 290-293).
289 Vid. LUZÓN DOMINGO, M., El derecho privado militar de los romanos, en Anales de la
Facultad de Derecho de Murcia, Murcia 1951-52, pp. 631 y SS.
290 En el mismo sentido C.3.13.5 (Arc. Hon. 397) y C.3.23.2 (Theod. Val. 490).
291 En las Novelas justinianeas se observa el deseo unificador de ambas jurisdicciones. Coexistían
en los mismos territorios vicarios, procónsules, condes.. y todos ellos mantenían continuas disputas de
tipo jurisdiccional y ámbito de poder. Reflejo de lo expuesto son las propias palabras de Justiniano en
la Nov. 26 donde se queja de que perpetua e interminablemente litiguen entre sí los dos vicarios de
Tracia ..illi autem unum habent perpetuam et infinitam actionem litigandi inter alterutros
inmortalitex. Esta circunstancia llevará a la supresión de uno de las dos gobernantes, quedando el
subsistente con competencias civiles y militares. En el mismo sentido Nov. 8 ( 5 3 9 , Nov. 30 (536).
Juan Ramón Robles Reyes
Este precepto es coherente con la prescripción que se hace a los jueces militares
de no intervenir en los negocios de los particulares292 y que se reitera, una vez más,
en C.1.46.2 (Hon. Theod. 416) al insistir que no se obligue a litigar, contestar
acciones o demandar a los "hombres de condición privada", ante la jurisdicción
militar bajo pena de 50 libras de oro293.
Podía darse el caso que el militar interviniese en algún tipo de negocio en su
tiempo de estancia en la ciudad, tanto de Roma como de Constantinopla. En estas
ciudades, y por el régimen jurídico privilegiado de que gozaban sus magistrados, la
jurisdicción competente para conocer de los procedimientos en los que interviniese
el militar sería el praefectus urbis. Esta afirmación se apoya en diversos textos
como el recogido en C.1.28.4 (Val.Theod. Arc. 391) en donde se reconoce el
sometimiento de todos los habitantes de la ciudad al prefecto (... universos quoque
cives atque populares praefecturae urbanae regi moderamine recognoscas.). Aquí
el imperium domi del prefecto de la ciudad se impondría al imperium militiae del
general, inexistente dentro de la ciudad. A pesar de ello, no deja de ser elemento en
contra de esta tesis, el que en este fragmento no se cite a militares, bajo la
jurisdicción del Prefecto de la ciudad, así como el hecho de que el prefecto del
pretorio, magistratura de mayor autoridad en la organización administrativa
imperial que el prefecto de la ciudad, no tuviese jurisdicción sobre los militares
mientras que el prefecto de la ciudad sí294, Quizás la razón tenga su origen en el
carácter excluyente y especial que los prefectos de estas ciudades, cabeza del
imperio, tenían sobre su territorio. Prueba de ello es que en Ulp. lib. sing. de o$
praej urb. D. 1.12.1. se dice expresamente que la prefectura de la ciudad "avocó
para sí el conocimiento de absolutamente de todos los crímenes", ..Omnia omnino
crimina praefectuar urbis sibi vindicavit nec tantum ea, quae intra urbem
292 C. 1.46.1 (Val. Theod. Arc. 393): Nunquam omnino in negotiis privatorum ve1 tuitio militaris
ve1 exsecutio tribuatul:
293 C.1.46.2 (Hon. Theod. 416): Praecipimus, ne quando curiales ve1 privatae condicionis
homines ad militare exhibeantur iudicium ...
294 En igual sentido C.1.38.1 (Val. Grac. Valent. 377) respecto a los vicarios, quienes, a pesar de
su mayor autoridad, debían ceder en temas militares ante el conde: In civilibus causis vicarios
comitibus militum convenit anteferri, in militaribus negotiis comites vicariis anteponi ...
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
amittuntul; verum ea quoque, quae extra urbem intra Italiam epistula divi Severi ad
Fabium Filonem praefectum urbi missa declaratux..
Es curioso que esta especialidad jurisdiccional con que contaban los militares no
era extensiva a los funcionarios administrativos del general; estos, por ser
trabajadores de tareas burocráticas habían de responder ante la jurisdicción civil.
Esta remisión a la jurisdicción civil se producía tanto en temas privados como en
materia derivada del pago de impuestos295.
295 Vid. (2.1.29.3 (Zen. 476-485): Eos, qui ultra statutos in oficio magisteriae per Orientem
potestatis militatant, civilium quoque iudicum sententiis super quolibet negotio subiacere. ipsis quin
etiam statutis in tributariis collationibus civilium quoque iudicium dispositionibus procul dubio
parituris. En similares términos C.12.56.5 (Anast), que prescribe la excepción de fuero solo para los
militares de plantilla.
296 Vid. con carácter general D. 50.7 De Legationibus;. PUGLIESE.G, 11 proc. civ. Rom. 11
processo formulare p. 157 y SS;KASER, M., Das romische Zivilprozessrecht, op. cit. p. 245.; DÍAZ
BAUTISTA,A., Manual de Derecho romano, op. cit. pp.172-173; VOLTERRA, E. Instituciones de
Derecho privado, op. cit. p. 221.
297 Pau1.1 res. D. 50.7.9(8).1, matiza que no es preciso que la legación se dirija a la ciudad de
Roma, sino que, como establecieron los emperadores Antonino y Severo, el privilegio es igualmente
alegable cuando la legación se dirigiese a otra provincia donde ellos se hallasen ..nec interest, utrum
legatio in urbe an in provincia agentibus nobis mandata sit.
298 Ulp. 3 ed. D. 5.1.2.3: Legatis in eo quod ante legationem contraxerunt, item his, qui testimonii
causa evocati sunt ve1 si qui iudicandi causa arcessiti sunt ve1 in provinciam destinati, revocandi
domum suam ius datur: eo quoque qui ipse provocavit non imponitur necessitas intra tempora
provocationis exercendae Romae ve1 alio loco ubi provocatio exercetur aliis pulsantibus respondere:
nam Celsus huic etiam domus revocationem dandam ait, quoniam ob aliam causam venerit.
Juan Ramón Robles Reyes
300 En contra G. PUGLIESE. 11 proc. civ. Rom. Il processo formulare, op. cit. pp. 154-5.
301 Vid. D. 50.1.2.6 sobre actos magis imperii quam iurisdictionis.
302 Ulp. 3 ed. 5.1.2.4-5
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
A mayor abundamiento, Ulp. 3 ed. D.5.1.2.6 afirma que, ante la duda, de si una
persona debe ser juzgada en su ciudad de origen o no, en virtud del privilegio, debe
conocer el pretor y resolver con conocimiento de causa.
303 El desempeño de la legación era una obligación personalísima, por ello no se admitía el
nombramiento de mandatarios que desempeñasen tal función, sólo se permitía que se nombrase para
la misma a un hijo en calidad de vicario, como se recoge en Marc. 12 inst. D.50.7.5.4. Legati vicarios
dure non alios possunt nisi filios suos. En la legislación municipal del s.1 sí se permite, en ciertos
casos, la sustitución de un legado por otro miembro de la curia local, siempre que la sustitución sea
aceptada.
113
Juan Ramón Robles Reyes
Sed si dubitetui; utrum in ea quis causa sit, ut domum revocare possit nec
ne, ipse praetor debet causa cognita statuere..
Sed si non constat, legatus sit an non, Romae praetor de hoc cognoscit.
Es también rotundo Paul. 1 ed. en D.2.5.2 cuando afirma que el citado por
cualquier causa ante el pretor u otros magistrados con jurisdicción debe comparecer
para comprobar si está sometido o no a su jurisdicción.
13.5.2.2.- Aplicación del ius domum revocandi sólo a petición del interesado.
... nam et legati ceterique qui revocandi domum ius habent in ea sunt causa,
ut in ius vocati veniant privilegia sua allegaturi.
304 Ulp. 3 ed. D.5.1.2.5 ... sed et si agant, compelluntur se adversus omnes defendere: ... Este
es consecuencia de la regla general que recoge Paul. 7 ad Plaut. D.5.1.22: Qui non cogitur in
aliquo loco iudicium pati, si ipse ibi agat, cogitur excipere actiones et ad eundem iudicem mitti. Quien
demanda en un lugar sin tener obligación de hacerlo allí, debe someterse al mismo juez.
305 Vid. Paul. 17 ad Plaut. D. 5,1,26 sobre la fianza del Legado ante los legatarios.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
En este fragmento se afirma que una vez terminada la legación, el Legado que
no se marchase a su lugar de origen, sino que permaneciese en Roma, sí podría ser
306 Scaev. 1 reg. D.50.7.6(5) pr.: Legato tempus prodest, ex quo legatus creatus est, non ex quo
Romam venit.. En D. 4.6.38. se dice que se está al servicio de la República desde que se desempeña el
cargo y, en D. 4.6.32 se recoge que el que partió de su ciudad está al servicio de la república, aunque
no haya abandonado aún la provincia.
307 En Mod. 9 reg. D. 4.6.32 se dice que estará ausente por causa de la república hasta que regrese
a su ciudad,entendiendo que una vez terminada la misión. El mero hecho de pasar por la ciudad,
legatione in no supone que deje estarse al servicio de la república D.4.6.35.7.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
13.5.4.- Legitimación.- Personas autorizadas para hacer uso del ius domum
revocandi.
Otra cuestión que habría que determinar, a la luz de los textos, es la delimitación
de las personas que podían ejercitar este "privilegio procesal". A este respecto Ulp.
3 ed. D.5.1.2.3 nos da una enumeración de quiénes podían aducir derecho ante el
magistrado. Refiere Ulpiano que podrán ejercitar este derecho los que se desplazan
a otra ciudad como Legados, es decir, como representantes de su ciudad, provincia
o municipio para realizar gestiones del tipo que fueren en nombre de los pobladores
de dichos lugares, lo cual parece ser el supuesto primario de esta institución, ..
Legatis in eo quos ante legationern contraxerunt,...
También podían utilizar dicho privilegio los obligados a salir de su ciudad para
declarar en procedimientos judiciales como testigos ...item his qui testimonii causa
evocati sunt. Quienes eran desplazados para actuar como jueces, ...ve1 qui
iudicandi causa arcessiti sunt ..., al igual que los que iban destinados a una
provincia, ...ve1 in provinciam destinati, revocandi domum suam ius datul;...
El apelante que durante el tiempo en que se tramitaba la apelación era
demandado, por otra causa, en el lugar en que se conocía la segunda instancia, no
estaba obligado a contestar allí, pues, según Celso, también tenía éste el ius domum
revocandi puesto que vino por otra causa.
...eo quoque qui ipse provocavit non imponitur necessitas intra tempora
provocationis exercendae Romae ve1 alio loco ubi provocatio exercetur
aliis 'pulsantibus' respondere: nam Celsus huic etiam domus revocationem
dandam ait; quoniam ob aliam causarn venerit: haec Celsi sententiam et
rationabilis est.
308 Ulp. com. lex Iul et Pap. D. 4.6.38 afirma que alguien está ausente por causa de la república,
tanto tiempo cuanto desempeña algún cargo, porque concluido éste deja de estar ausente por esta
causa. De este modo cesa la existencia del ius domum revocandi, pero, como señala el jurista, habrá
que tener en cuenta el tiempo que prudentemente es preciso para que el Legado regrese a su ciudad
..Sed ad revertendum illi tempora computabimus statim atque desiit Republicae causa abesse ea,
quibus reverti in Urbe potuit. ... Igualmente se incluye en este fragmento la enfermedad, que, como
caso fortuito, y por razones de humanidad, debe de computarse como tiempo durante el cual se está
ausente aún por causa de la república, al igual que la tempestad en la navegación ..Plane si infirmitate
impeditus continuare iter non potuit, habebitur ratio humanitatis, sicuti haberi solet et hiemis, et
navigationis, et ceterorum, quae casu contingunt.
Juan Ramón Robles Reyes
Los tutores desplazados a Roma para rendir cuentas de la tutela cuando se les
demandaba por otra tutela distinta para la que no habían sido llamados, según un
rescripto de Antonino Pío
Nam et divus Pius Plotio Celsiano rescripsist eum, qui tutelae reddedendae
causa Romam erat a se evocatus, alterius tutelae causa, cuius no erat
evocatus, non debere compelli iuducium suscipere.
Existían una serie de supuestos en los que estaba excluido, de forma expresa, el
uso de este privilegio, permitiendo a los demandantes litigar contra el Legado in
309 Ulp. 3 ed. D.5.1.2.4. En el supuesto de haberse celebrado el negocio en Roma antes de la
legación, no podrían ser demandados los Legados en esta ciudad, ....Omnes autem isti revocant, si non
ibi contraxerunt, ubi conveniuntu~..,siendo una excepción al criterio en el mismo fragmento recogida
en el sentido de que todos tienen derecho a ser demandados en su domicilio, salvo que la demanda se
plantease en el lugar en donde se contrató, debiendo entenderse que el litigio proviene de dicho
contrato y no de otro distinto.
310 Vid. Ulp. 3 ed. D.5.1.2.3 infine, en donde se ordena que no sea oido el menor de veinticinco
años que solicitaba la restitutio in integrum contra quien había contratado con 4 y se encontraba en
Roma por otra causa, .. Idem Claudio Flaviano rescripsit minorem viginti quinque annis, qui
desiderarat in integrum restitui adversus Asinianum, qui alterius negotii causa venerat, non esse
Romae audiendum..
311 Marc. 12 inst. D. 50.7.5(4) pr.: Sciendum est debitorem reipublicae legationefungi non posse..
312 Marc.12 inst. D. 50.7.5(4).1: Sed et eos, quibus ius postulandi non est, legatione fungi non
posse et ideo harena missum non iure legatum esse missum divi Severus et Antonius rescripserunt.
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313 Mod. 7 reg. D.50.7.16(15): Is, qui legationefingitu~;libellum sine permissu principis de aliis
suis negotiis dure non potest.
3 14 La actuación dolosa del legado excluía cualquier privilegio; en primer lugar porque el forum
delicti commissi era de general aplicación y, en segundo lugar, porque todos los textos están de
acuerdo en que el provecho propio y la actuación dolosa excluyen la aplicación del ius domum
revocandi. En D. 4.6.5 se dice expresamente que no están ausentes por causa de la República los que
salen antes de tiempo, de forma dolosa, o adelantan el viaje para evitar que se inicie pleito contra ellos.
También los que no vuelven cuando terminó la misión encomendada o la utilizan en provecho propio,
(D.4.6.4). Igualmente se expresa D. 4.6.38, al manifestar que quien cometió un delito no goza de los
privilegios de quien está ausente por causa de la República, cum crimen admisit, non habere eum
privilegia eorum, qui Republicae causa absunt.. En el mismo sentido D. 4.6.29 al señalar que los
cargos públicos no deben servir para provecho de nadie, o D. 4.6.38.1 cuando se niegan privilegios a
quien, a la vuelta de realizar un servicio a la República, se detiene o realiza gestiones de tipo particular.
En D. 50.7.15(14) se afirma que el que está susente por libre legación, no se considera que está
ausente por causa de la república.
3 15 Paul 17 ad Plaut. D.5.1.24.1 Legati ex delictis in legatione commissis coguntur iudicium
Romae pati, sive ipsi admiserunt sive servi eorum .
3 16 Ulp. 3 ed. D. 5.1.U ...sed et si agant, compelluntur se adversus omnes defendere...
3 17 Ibid. ...non tamen si iniuriam suam persequantur ve1firtum ve1 damnum quod nunc passi
sunt: alioquin, ut et lulianus eleganter ait, aut impune contumeliis et damnis adficietur aut erit in
potestate cuiusque pulsando eos subicere ipsos iurisdictioni, dum se vindicant. En el mismo sentido
se expresa Paul. 1 resp. D. 50.7.10(9) al afirmar que por el daño sufrido por el legado in legationem
se podía ejercitar acción también durante el tiempo de la legación.
Juan Ramón Robles Reyes
3 18 Paul. 17 ad Plaut. D. 5.1.28.3: Aedium nomine legatus damni infecti promittere debet aut
vicinum admittere in possessionem.
319 Ulp. 1 ed. D.39.2.4 pr.: Dies cautioni raestitutus si finietur praetoris ve1 praesidis officcium
erit. En el mismo sentido, D.39.2.4.3: Duas ergo res magistratibus municipalibus praetor ve1 praeses
iniunxit, cautionem et possessionem, cetera suae iurisdictioni reservavit, donde se dice expresamente
que los pretores y presidentes se reservaron expresamente la jurisdicción.
320 Sobre el cuidado, restauración y decoración de los edificios públicos, vid. PENDÓN
MELÉNDEZ, E., Régimen jurídico de la prestación de servicios públicos en Derecho Romano.
Madrid, 2002, p. 343 y ss.
321 Vid Ulp. 3. ed. D.5.1.2.4 y D.5.1.2.5. En el mismo sentido Pap. 3 quaest. D.5.1.39 infine, a
propósito de la posibilidad de constituir fianza. Explícito es también Paul. 17 Plaut. D.5.1.24 al negar
acción en Roma contra los Legados salvo que hubiesen contratado estando allí.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
322 Afl: 3 quest. D.50.7.4(3): Cum quaeritucan in eum, qui in legatione sit, actio dari debeat, non
tam interest, ubi quis aut crediderit aut dari stipulatus sit, quam illud, an id actum sit, ut legationis
tempore solveretul:
323 Scaev. 1 reg. D.50.7.6.(5).1: Sed si non constat, legatus sit un non, Romae praetor de hoc
cognoscit.
324 Pap. 24 quaest. D.5.1.42., respecto a la obligación que tenía el legado de defenderse en la
ciudad de Roma frente a la reclamación de devolución de dote ejercitada por su esposa, una vez
divorciada en el lugar de origen. Si uxor a legato Romae diverterit, dotis nomine defendendum Romae
virum responsum est.
325 En este último caso de inadmisión injustificada del privilegio, el Legado tenía la posibilidad
de acudir al otro pretor, colega en la magistratura, cónsul, princeps o, posteriormente, emperador para
que interpusiesen su intercessio o prohibición contra el decreto del pretor o funcionario, en su calidad
de magistrados de superior jerarquía, aunque esta intervención sería bastante infrecuente.
Juan Ramón Robles Reyes
Existen una serie de supuestos en los que la actividad contractual del legado
excluye el uso válido del privilegio, siendo competentes los magistrados de Roma.
En lul. 1 dig. D. 5.1.25 se señala la posibilidad de demandar a los Legados en
litigios derivados de las compras de esclavos u otros objetos durante la legación326,
o que hubiesen adquirido la posesión por otra causa, para que la legación no se
convirtiese en medio para adquirir la impunidad.
Si legationis tempore quis sewum ve1 aliam rern emerit aut ex alia causa
possidere coeperit, non inique cogetur eius nomine iudicium accipere: ...
Sed si postulatur in rern actio adversus legatum ... Cassius respondit ... si
ver0 ex multis sewis de uno agatur non sit inhibenda: Iulianus, sine
distinctione denegandam actionem:
326 En D. 50.7.13(12) se plantea por Escévola el supuesto de que un Legado realizase la compra
de una casa en su municipio de origen, estando en Roma, in legatione, planteándose si habría incurrido
en el senadoconsulto que prohibe a los Legados mezclarse en asuntos o negocios privados,
contestándose que no. La razón estaría en que la jurisdicción era de los magistrados del domicilio del
Legado y no del pretor de Roma, pero, a pesar de ello, deja ciertas dudas, en el sentido de qué
sucedería si se plantease demanda derivada de este negocio, realizado in legatione. El jurista no tiene
dudas. El Legado puede adquirir y no pierde el privilegio de rechazar demandas hasta su regreso al
lugar de origen.
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327 Liv. 4.37.1 refiere el envio de una legación al senado desde la Hispania Ulterior; 4.37.43 sobre
legación de lacedemonios y mesenios y 3.60, 1-3, en donde Tiberio ordena que todas las ciudades
griegas que decían tener un derecho, o prerrogativa especial de ius asilii en sus templos, lo justifiquen
ante el senado para que no se conviertan esos lugares en lugar de impunidad.
Juan Ramón Robles Reyes
la importancia económica y social que para la propia vida municipal tenía su envío,
se creó una compleja regulación que se incorporaba en los propios estatutos
municipales.328
Como señala D'Ors329, el desempeño de las embajadas o legationes municipales
constituía un munus o carga municipal que, en ocasiones era deseado por los
elegidos para las mismas, pero que no siempre era así, por las incomodidades y
peligros que las mismas conllevaban. Prueba de la frecuencia con que debían ser
rehusados estos nombramientos, es que en la llamada legislación Flavia municipal
se establecen una serie taxativa y cerrada de excusas y exenciones. Partiendo de la
Lex Irnitana330, que es el estatuto municipal que mejor se nos ha conservado, en lo
que a legaciones se refiere, se puede llegar a las siguientes conclusiones:
328 Vid. cap. 92 de la Lex Genetivae Juliae o Ley de Urso, en relación al envío de legaciones
públicas.
329 D'ORS, A, Lex Flavia municipal (comentario y textos), op. cit. p. 121, cap. 44.
330 Seguimos en este punto la traducción y comentarios realizados por D'ORS, A., y D'ORS, J.,
en Lex Flavia municipal y Lex Irnitana . op. cit. caps. 44-47.
331 Lex Irnitana, cap. 45..dum ne quem mittat legatve qui tum aut proximo anno in eo municipio
Ilvir; aedilis, quaestorve sit jüerit, neque IIviratus acti aedilitatis quaesturaeve actae rationem
reddiderit et adprobaverit decurionibus conscriptisve eius municipii; qui ve pecuniam quae communis
municipum eius municipii essetpenes se habuerit; quive rationes negotiave communia municipum eius
municipi gesserit tractaverit, neque dum eam pecuniam rettulerit in commune municipum eius
municipi rationesve reddiderit <et> adprobaverit decurionibus conscriptisve, cui quibusve de iis
rebus accipiendis cognoscendis ex d(ecreto) d(ecurionum) conscriptoquod decretum factum erit, cum
eorum partes non minus quam duae tertiae adessent, negotium datum erit; nisi uti eorum quis mittatur
legetur omnium decurionum conscriptorumve non minus quam duae tertiae partes censuerint. Qui hac
lege legatus erit, is, nisi iius exccusationem decuriones conscriptive acceperint, aut iuraverit coram
decurionibus conscriptisve per lovem, et divum Aug(ustum), et divum Claudium, et divum
Vespasianum Aug(ustum), et divum Titum Aug(ustum), et genium imp(eratoris) Caesaris Domiini
Aug(usti), deosq(ue) Penatis, se annorum LX maio(rem)ve esse, aut sibi morbum causam esse
quominus earn legationem obire possit, earn legationem obito, aut vicarium arbitratu decuriorium
conscriptorumve ex eo ordine dato qui eam legationem obeat, dum ne eum det qui eius legationis
munus suo nomine obire debeat. Qui ita neque legationem obierit sciens d(o1o)m(alo), neque vicarium
ex hac lege dederit qui pro se earn legationem obeat, neque iuraverit ut ~ ( u p r a~(criptum)
) est neque
excusationem suam decurionibus conscriptisve atproba(v)erit, lis] HS (sestertiorum)MM (duo milia)
nummorum municipibus eius municipi d(are) d(amnas) esto, eiusque pecuniae deque ea pecunia
municipi eius municipii qui volet cuique per hanc legem licebit actio petitio persecutio esto.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
-c) Las excusas que podían alegar los designados para evitar marchar de su
ciudad en el cumplimiento de su cometido eran la enfermedad, que había de ser
crónica o de importancia, no bastando una enfermedad común, así como la
avanzada edad. El cumplimiento de los sesenta años era una causa d&exención, del
mismo modo que también lo era la vacatio o exención basada, en no haber
transcurrido el plazo de dos años, desde el desempeño de otra legación.332
-d) A pesar de ser una carga o munus personal, el designado podía presentar a
otro decurión, que no hubiese sido nombrado para la misma misión, para que le
sustituyese. En este caso era preciso el consentimiento de la curia local.
332 Sobre la vacatio o exención vid. D. 9.7.9(8) pr. donde se dice expresamente que, aunque se
tratase de un mismo asunto, el que fue Legado no puede ser compelido a defender negocio público
hasta que transcurra el tiempo prefijado. Este plazo de exención era de un bienio, como se desprende
de D.50.7.8(7) en donde se indica que, en caso de sustitución de un hijo, el plazo de un bienio
aprovecha al padre nombrado para la legación y no para el hijo que, voluntariamente, la desempeñó.
El mismo plazo se cita en D. 50.7.9(8).1.
333 Lex Irnitana, cap. 46.R(ubrica): Quantum legatis detul: Legatis singulis diariorum nomine
IIvir tantum dato quantum dandum esse decuriones conscriptive censuerint.
Juan Ramón Robles Reyes
14.1.- Introducción
Una vez determinadas las reglas por las que se determina la competencia
jurisdiccional, se plantea la cuestión de si era posible que, tanto el magistrado
competente, como las partes en litigio, pudiesen designar otro magistrado, en
principio incompetente, a quien se revistiese de competencia para que su resolución
fuese válida y eficaz334. Con carácter general se puede concluir que en materia de
competencia jurisdiccional la regla general era la de su derogabilidad, aunque se
produjo una evolución que condujo, a partir del s. IV, a la solución contraria. En
efecto, en Roma y desde sus orígenes, la posibilidad de que pudiese resolver el
litigio un magistrado, de por sí jurisdiccionalmente incompetente, era reconocida y
admitida, prueba de ello es la afirmación de Jul. 1 dig. D.2.1.5 por la que se
reconoce que ya los antepasados practicaban la delegación de jurisdicción dentro de
ciertas condiciones.
Del mismo modo que se podía delegar jurisdicción por el que estaba provisto de
ésta, también existía la posibilidad de que las partes renunciasen al magistrado
llamado a resolver un litigio, en favor de 0tro335, cumpliendo ciertas condiciones
334 Como señala SCIALOIA,V., Procedura civile romana, op. cit. p.92, las partes podrían
prorrogar la jurisdicción de un magistrado incompetente, siempre que ambas fuesen conscientes de su
incompetencia y, a pesar de ello, decidiesen que fuese éste el que resolviese el litigio.
335 Nunca es válida la sumisión a favor de quien no tiene jurisdicción, como se encarga de
recordar C. 3.13.3 (Diocl. Max. 293): Privatorum consensus iudicem non facit eum, qui nulli praeest
iudicio, nec quod is statuit, rei iudicatae continet auctoritatem. Es evidente que si las partes querían
ver resuelta su controversia por quien no tiene poder para juzgar, tendrían que haber acudido al
compromissum y haber nombrado un árbitro. En el mismo sentido Pap. resp. lib. XIX. D. 49.1.23.1
sobre la invalidez de sentencia dictada por juez sin jurisdicción para resolver un litigio
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
establecidas para que esta práctica no se convirtiese en una forma de burlar la ley,
ni fuese inválida la sentencia dictada en el procedimiento. La importancia del tema
está fuera de toda duda, habida cuenta que por vía de sumisión voluntaria a la
jurisdicción de unos magistrados u otros, se convertirían en inútiles todas las reglas
que sobre competencia jurisdiccional se establecieron, limitando la competencia
magistratual por razón de la naturaleza o la cuantía del tema debatido336.
Ulp. 3 ed. D. 5.1.2 pr.: Consensisse autem videntur, qui sciant se non esse
subiectos iurisdictioni eius et in eum consentiant ...
Iudex, qui usque ad certam summam iudicare iussus est, etiam de re rnaiori
iudicare potest, si inter litigatores conveniat...
En este texto se dice expresamente que el juez a quien se sometió un litigio sobre
cierta cuantía puede juzgar sobre asunto de mayor cuantía si se conviniera entre los
litigantes341. Esta afirmación, al no señalar a que cuantía se refiere podría dar lugar
a conjeturas respecto a si se podía superar el límite establecido para los magistrados
municipales. Pero tal exclusión parece improbable, si la ponemos en relación con
otros textos como,
339 Se refiere concretamente a la posibilidad de dirigirse al pretor urbano en lugar del peregrino
y viceversa. En favor de la negación de poder derogar la competencia territorial vid. Paul. 1 ed.
D.2.1.20 Extra territorium ius dicenti impune non paretul: idem est et si supra iurisdictionem suam
velit ius dicere.
340 GIRARD., P.F., Las Leyes Iuliae Iudiciorum priv. et publ. in ZSS, 34 (1913), p.334.
341 Sobre delimitación del poder del juez, vid. LEMOSSE., M., Iudicationes nouvelles sur le
iussum iudicandi; RIDA. 47 (1969), pp. 291 y SS.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
342 Prueba de la posibilidad de derogar los límites cuantitativos de los magistrados municipales
la encontramos en la Lex Irnitana, cap. 84, en donde, de forma expresa se permite a los ediles, cuya
competencia jurisdiccional estaba cuantitativamente limitada a temas que no superasen los doscientos
sestercios, superar dicha cifra, y hasta la cuantía de mil sestercios, siempre que hubiese acuerdo entre
las partes. Igual autorización se recoge, referida a los dunviros, en asuntos que, en principio, estarían
reservados a la jurisdicción del gobernador.
343 Vid. Lex Rubria y Fragmentum Atestinum. Más explícito parece Paul I ed. D.50.1.28 supra.
También hay autores que opinan que la lex Julia iudiciorum privatorum reflejaría esta teoría. En contra
D.2.1.20 infine.
344 C.3, 13, 1 pr. (Sev. Ant. 214), parece dirigirse también en este sentido.
Juan Ramón Robles Reyes
Si per errorem alius pro alio praetor fuerit aditus, nihil valebit quod actum
est ...
C.3.13.1 pr.: Non quidem fuit competens iudex procurator noster in lite
privatorum: sed cum ipsi eum iudicem elegiritis et is consentientibus
adversariis sententiam tulerit, intelligitis vos adquiescere debere rei ex
consensu vestro iudicatae, cum et procurator iudicandi potestatem inter
certas habeat personas, ... Quod et in aliis similibus iudiciis...
345 Catón. De agric. 149: Si quid de iis rebus controversiae erit, Romae iudiciumfiat.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
Convenire autem utrum inter privatos sufficit an ver0 etiam ipsius praetoris
consensus necessarius est? lex Iulia iudiciorum ait: 'quo minus inter
privatos conveniat': sufSicit ergo privatorum consensus. proinde si privati
consentiant, praetor autem ignoret consentire et putet suam iurisdictionern,
an legi satisfactum sit, videndum est: et puto posse defendi eius esse
iurisdictionem.
346 Vid. Ulp. 51 ad Sab. D. 2.1.13: Eum qui iudicare iubet magistratum esse oportet. Magistratus
autem ve1 is qui in potestate aliqua sit, ut puta proconsul ve1 praetor ve1 alii qui provincias regunt,
iudicare iubere eo die, quo privati futuri essent, non possunt.
347 A favor PUGLIESE, Il processo civile romano, op.cit. pp. 360 y SS. ; GIRARD, P.E, Las
Leyes luliae Iudiciorumpriv. etpubl. in ZSS. 34, (1913) p.334.n.1, señala que será la litis contestatio
el momento hasta el que se puede renunciar a someterse a la competencia de un magistrado
incompetente.
348 En dicha constitución se recoge la situación de un mandatario que compró para otras personas
unos predios vendidos por un procurator. Si el mandatario reclama de sus mandantes el pago del
precio y los impuestos por la transmisión, podrá llamar al juicio al procurator de los vendedores si
hubiera elegido para litigar la jurisdicción a la que el procurator estaba sometido.
Juan Ramón Robles Reyes
Es decir, se afirma que la lex Iulia iudiciorum privatorum intentaba limitar los
convenios entre particulares, y el jurista deduce que, por tanto, era suficiente el
convenio entre estos para atribuir competencia a un pretor u otro. No se requería por
tanto el consentimiento por parte del magistrado, siendo incluso indiferente que
conociese o no el convenio entre las partes. Solo habría que matizar la existencia de
materias para las que existían magistrados especiales, nombrados para conocer de
las mismas con exclusión de los demás, como eran el pretor de los fideicomisos o
el pretor de liberalibus causis. En estos casos el magistrado al que se sometían las
partes, si el tema no era de su especialidad, rechazaría de plano el conocimiento del
litigio por imperativo legal, del mismo modo que si considerase, por cualquier
circunstancia, que era incompetente para el conocimiento de la causa a pesar del
convenio entre los litigantes que, no lo olvidemos, podían tener intereses ocultos e
ilegales en que conociese magistrado distinto del competente.
De otra parte, y abundando en el tema, el magistrado también debía de vigilar su
propia jurisdicción, para evitar juzgar materias vedadas para él349 y evitar
responsabilidad penal. A este respecto, se produjo una lenta evolución, a la par que
se producía el cambio social y administrativo introducido por Diocleciano y
Constantino. Difícilmente sería viable la nueva estructura administrativa y judicial
si a los pobladores del imperio, adscritos ahora a su lugar de origen o residencia con
carácter imperativo, se les permitiese derogar la competencia jurisdiccional y
someter sus litigios a magistrados de otros territorios. Los textos de los juristas más
relevantes al respecto, como son los de Ulpiano o Paulo, son de principios del siglo
111, y las reformas de Diocleciano y Constantino se produjeron con posterioridad.
Por ello, se desarrollaría necesariamente esta evolución restrictiva, siendo prueba
de ello los textos del mismo Paulo350, en donde se dice que lo hecho por un juez
fuera de su competencia no es válido. Existen igualmente abundantes referencias
que señalan que en el Dominado debían someterse los pobladores del imperio al
fuero de su lugar de origen, domicilio o corporación351. Como texto que sirve de
fundamento a la anterior afirmación nos encontramos en el Código Justinianeo, en
su libro tercero, capítulo tercero, relativo a la "Jurisdicción de todos los jueces y del
fuero competente", una constitución de los emperadores Arcadio y Honorio, del año
352 ALEJANDRE GARCÍA, J. A., Temas de Historia del Derecho: derecho primitivo y
romanizaciónjurídica, Sevilla, 1977. p.74.
353 ALEJANDRE GARCÍA,J.,A, op. cit. p.72.
354 Liber ludiciorum, II,1,8: Flavius Gloriosus Reccesvindus Rex. «De remotis alienarum gentium
1egibus.- Aliene gentis legibus ad exercitiam utilitatis inbui et permittimus et optamus; ad negotiorum
ver0 discussionem et resultamus et proibemus. Quamvis enim eloquiis polleant, tamen diflcultatibus
herent. Adeo, cum suficiat ad iustitie plenitudinem et prescrutatio rationum et conpetentium ordo
verborum, que codicis huius series agnoscitur continere, nolumus sive Romanis legibus seu alienis
institutionibus amodo amplius convexarix.
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Responder non deve el demandado en juizio, ante otro alcalde, si non ante
aquel, que es puesto para judgar la tierra do el mora cotidianamente ...
Esta afirmación se completa unas líneas más abajo, en el texto de la misma Ley,
cuando se dice: "Empero en todo pleyto es tenudo de responder delante del Rey, si
fuere fallado en su corte ... E esto es, porque la corte del Rey es fuero comunal de
todos, e non se puede ninguno escusar de estar a derecho ...".
En estos.fragmentos se recoge la filosofía de Alfonso X el Sabio en materia
jurisdiccional. La Corte tiene todas las prerrogativas, "por ser cabeza de toda la
tierra" y, una vez declarada su primacía competencial, tanto personal como
territorialmente se habla de los restantes jueces y de los alcaldes, sentando el
criterio básico de que el fuero general será el del domicilio del demandado, salvo
que, como hemos indicado, el Rey utilice su vis atractiva para conocer del asunto
en la corte. A pesar de no tener la Partida Tercera la riqueza del Digesto, los juristas
alfonsinos demostraron alto nivel técnico, como se demuestra en la pormenorizada
actividad magistratual y sus directrices para no incurrir en "yerro". Incluso se
encuentran supuestos innovadores respecto de la obra de Justiniano y a la
regulación vigente en la actualidad, como es el tema del ius domum revocandi
alfonsino.
360 Vid. Ley de Enjuiciamiento Civil española 112000, de 7 de enero, art. 50, en donde se
establece el domicilio del demandado como fuero competente con carácter general, pero, al igual que
en la Ley procesal precedente, tiene carácter dispositivo (art.54), postergado en los supuestos de
sumisión voluntaria o tácita de las partes a otros jueces (arts. 55-56). Igualmente se halla postergado
el forum domicilii a los diversos fueros especiales, como se establece en art. 52, de la citada Ley.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
361 La vigente Ley de Enjuiciamiento Civil española en su artículo 44 y SS. recoge las reglas para
determinar la competencia territorial, objetiva y funcional, señalando ante qué juez debe de responder
el demandado.
362 Este criterio cobra importancia en los litigios regulados por el Derecho internacional privado
pues, el origen o nacionalidad de los litigantes, así como los convenios y reciprocidad existentes,
determinarán la competencia de los tribunales y la norma a aplicar. A nivel nacional también se
manifiesta dicho principio en los supuestos derivados de la diversa regulación existente entre las
diversas comunidades autónomas de un país, como es el caso de España.
Juan Ramón Robles Reyes
caso, y en una época en la que las migraciones y cambio de domicilio eran más
frecuentes, como consecuencia de la repoblación de zonas reconquistadas, no se
derogaba el forum domicilii, más bien lo que se deseaba es igualar dichos fueros
competenciales, de modo que, si el demandado era emplazado en el lugar donde
moraba habría de contestar a la demanda, pero, igualmente habría el demandado de
contestar a la demanda ante los magistrados de su lugar de origen, si se hallase en
esta demarcación en el momento de ser demandado.
364 La vigente Ley de Enjuiciamiento Civil ha terminado con la discriminación que recogía el
antiguo art. 64 de la Ley procesal precedente, que establecía que "el domicilio de las mujeres casadas,
que no estén separadas legalmente de sus maridos, será el que estos tengan". El domicilio de menores
será el de sus padres, pero, en los juicios en los que se ejerciten acciones relativas a la asistencia o
representación de incapaces, incapacitados o pródigos, será su domicilio el fuero competente, y no el
de los guardadores (art.52.5).
365 La formulación de este criterio desaparece en la Ley de Enjuiciamiento vigente. El antiguo
art. 68. de la Ley Procesal hacía referencia expresa a los militares en activo, prescribiendo que su fuero
sería el del lugar en donde estuviese el cuerpo militar a que perteneciese en el momento del
emplazamiento. La vigente Ley prescribe que el domicilio de los profesionales y empresarios, en
litigios derivados de su actividad será donde desarrollen su actividad, pudiéndose entender que el
militar, como profesional, también puede ser demandado donde presta servicio.
Juan Ramón Robles Reyes
En este párrafo, junto a la sumisión tácita por haber demandado ante aquella
jurisdicción, se recogen dos situaciones que tienen en común la existencia de
promesa, es decir, se hace una mención al criterio surgido de la antigua stipulatio,
con todas sus consecuencias368. Hay que destacar que junto a los supuestos del que
"promete" o hereda al que lo hizo, se recogía el supuesto del que habiendo
prometido en otro lugar debía cumplir en el territorio en el que el juez tenía
jurisdicción. En este caso y por sometimiento voluntario de las partes imperaría el
fuero del lugar del cumplimiento de la obligación, respecto al del domicilio del
demandado, o lugar de formulación de la promesa369.
La setena es, si ouiese seydo morador de aquella tierra diez años, en que
367 Sobre sumisión tácita, vid. Ley de Enjuiciamiento Civil vigente art. 56 n.1 y 2.
368 Como obligación personal, se puede decir que las "promesas", se tramitan en la actualidad, al
igual que las restantes acciones personales, por el juez en donde ha de cumplirse la obligación o, a
elección del demandante, en el domicilio del demandado o lugar del contrato.
369 Vid. Ley de Enjuiciamiento Civil, art. 55 y SS. con relación a la sumisión expresa de las partes
a jueces distintos de los llamados por la ley para resolver los litigios.
Juan Ramón Robles Reyes
le fazen la demanda.
Este octavo criterio se remite al arraigo del demandado respecto del lugar en el
que se le demanda por razón de tener allí la mayor parte de sus bienes370. Su origen
parece obedecer a la idea de que quien tenía un gran patrimonio en un lugar era
porque vivía o tenía arraigo allí, circunstancia que podía no ser cierta en el caso de
que el mismo hubiese sido adquirido por donación o herencia371. Se podría concluir
370 Guarda cierta relación con las referencias recogidas en la compilación justinianea respecto al
lugar en que podían ser demandados el heredero o fiduciario por legatarios o fideicomisarios u otros
acreedores de la herencia cuando la mayor parte de ésta se hallaba en un lugar concreto. La
compilación era más coherente al establecer unos criterios de competencia en atención al ejercicio de
acciones reales o personales, sin entrar en la cuantía o valoración de los bienes de que era propietario
el demandado. Por lo demás, dicha referencia meramente económica, podía dar lugar a conflictos
jurisdiccionales cuando el demandado tenía patrimonio de difícil o discutible valoración, o un fuero
personal que le remitía a jueces distintos del lugar en que tenía aquél patrimonio
37 1 Otra explicación que justifica la admisión de dicho fuero es la que entiende que el patrimonio,
para lo que realmente servía en este caso, era para asegurar el cumplimiento de obligaciones que, de
ser juzgadas en otros lugares, pudiera ser que no llegasen a ser ejecutadas al estar el patrimonio bajo
la jurisdicción de otro juez.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
que este criterio gozaba de más pragmatismo que justicia material, habida cuenta
que la mera tenencia de bienes en otra demarcación jurisdiccional no debiera ser un
motivo suficiente como para sustraer al demandado de sus jueces naturales.
372 El art.54 de la vigente Ley de Enjuiciamiento Civil establece que las reglas legales atributivas
de la competencia territorial sólo se aplicarán en defecto de sumisión expresa o tácita de las partes a
los tribunales de una determinada circunscripción. La sumisión jurisdiccional se acoge incluso con
preferencia respecto al domicilio, como muestra del respeto a la voluntad de las partes litigantes,
aunque con las limitaciones allí establecidas, relativas a fueros imperativos o de protección de
consumidores y usuarios.
Juan Ramón Robles Reyes
373 Al igual que entonces, si el demandado no prestaba garantía suficiente podía ser demandado
en el lugar donde fue hallado, pero si hubiese prestado fianza suficiente podría ser demandado en uno
de los tres lugares allí señalados, a elección del demandante
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
374 Son supuestos de reclamación de bien mueble en los que se otorga competencia al juez del
lugar en que se encuentra el poseedor del objeto, presuntamente no propietario, a instancias de
demandante, presuntamente propietario. Aquí se hace hincapié en la vertiente penal de la acción, ya
que, de lo contrario, no se diría que el demandado habrá de responder do fuere hallado, con clara
referencia al forum delicti commissi.
375 Forum delicti commissi en Part.3.2.32.10a. Es de notar, a pesar de la época en que se redactan
las Partidas, que se establece una equiparación entre los siervos, las bestias y otros objetos muebles.
Probablemente no existiría en Castilla la esclavitud al modo romano, pero los juristas alfonsinos la
incluyen por su analogía con la situación de los siervos y reminiscencia del pasado.
Juan Ramón Robles Reyes
Aquí se recoge e1 principio de que quien demandó ante un juez debe someterse
a la jurisdicción de éste, ya que, como se señala en esta regla, si se reconoce
competencia del juzgador para demandar, igualmente debe de ser admitida para ser
demandado. En este caso el demandado podía accionar, a su vez, contra el
demandante, sin que éste pudiese alegar válidamente incompetencia jurisdiccional.
jurisdicción, como por la función que de patronazgo existía en ese momento sobre
los siervos. No se recoge en la regulación alfonsina referencia a los caballeros y
nobles otorgándole fuero privilegiado para temas de derecho civil. En cuestiones
derivadas de su condición de nobles respecto al rey tendrían sus propias normas,
pero frente al resto de la sociedad y, entre sí, los nobles se regirían por los criterios
generales expuestos.
4.1- Introducción.
Con relación a los maestros se hace en las Siete Partidas referencias a su deber
de "mostrar sus saberes bien e lealmente a los alumnos leyendo libros ."379. Pero
no sólo se concedió a los maestros el derecho y deber de enseñar, sino que además
se les otorgaba la facultad de juzgar los pleitos que se suscitasen entre sus alumnos,
siempre que los mismos no fueren "pleitos de sangre"380. Así se recoge en Part.
2,3 l,7 que comienza con la rúbrica "Quales juezes deven judgar a los escolares ",
Los maestros que muestran las sciencias en los estudios, pueden iudgar sus
escolares en las demandas, que ouieren vnos con otros, e en las otras que
los omes lesfiziessen, que no fiessen sobre pleyto de sangre e non les deuen
demandar: nin traer a juyzio delante otro alcalde, sin su plazer dellos.
De este modo se crea un fuero privilegiado para los estudiantes ya que serían
juzgados por su propios maestros, constituido por esta ley en jueces
extraordinarios381. En este caso, especial por la persona demandada, como era el
alumno, tenía éste la ventaja de ser juzgado por persona conocida pero, igualmente
podía someterse a la jurisdicción del obispo o, en último extremo, a la jurisdicción
ordinaria. Así se recoge en la misma Ley,
Se observa como se reservan al estudiante derechos que estaban cada vez más
limitados por el poder real, como era el privilegio de escoger juez en el supuesto de
ser demandado. Pero el privilegio no actuaba de forma automática, sino que
requería el cumplimiento de los requisitos citados en el propio text0382. NO dice el
texto qué maestro fuese el competente para juzgar las causas civiles de los
381 El legislador no solo entendía que el maestro era competente para juzgar pleitos entre sus
alumnos, sino que cualquier demanda que se dirigiese contra ellos también habría de ser enjuiciada
por el maestro.
382 El primero de ellos, tal y como se desprende del texto citado, era la obligación del escolar de
alegar su privilegio, ya que, de no hacerlo así, se entendería que renunciaba al mismo y, una vez
contestada la demanda se entendería que existía sumisión tácita a juez, incluso aunque fuere
incompetente. El segundo requisito era que no se tratase de pleitos de sangre; en este caso la alegación
del privilegio habría de tenerse como desestimada y juzgarían los jueces ordinarios. El tercer requisito
para que el privilegio fuese de aplicación era que si el escolar era demandante, la demanda no se
plantease contra persona no escolar, ya que, como se aprecia en el texto, en este caso sería competente
el juez del lugar en que debía ser juzgado el demandado.
Juan Ramón Robles Reyes
estudiantes, pero, quizás debiera interpretase la Ley siete, a la luz de la Ley seis,
que habla de "como los maestros, e los escolares pueden fazer ayuntamiento, e
hermandad entresí, e escoger uno que los castigue". En esta ley se habla de la
figura del rector que, como "mayoral de todos" sería el que tendría la facultad de
castigar, o como dice dicha Ley:
383 Quizás aquí esté la razón de ser del privilegio. Los estudiantes, al estar alejados de sus lugares
de origen, de sus domicilios y de sus padres, precisaban en los estudios generales, lugar en donde
podían ser demandados, una forma de suplir las deficiencias de juventud o lejanía de los padres que
los habían enviado a estudiar a aquel lugar. Esta opinión encuentra apoyo en la Ley número dos de la
Partida Segunda, en donde se habla acerca de "En que lugar debe ser establecido el estudio e como
deven ser seguros los maestros".
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
384 Part.2.31.2 ... E los mensajeros que vienen a ellos, de sus logares, e non los debe ninguno
prenda< nin embargar por debda que sus padres deviessen, ni los otros de las tierras donde ellos
fiessen naturales...
385 Part.2.31.2 ...Eporende mandamos, que los maestros, los escolares, e sus mensajeros, e todas
sus cosas sean seguras, e atreguadas, en viniendo a las escuelas, e estando en ellas, e yendo a sus
tierras ...De este modo, el estudiante, y en tanto estuviese en camino, o partiendo de la escuela, gozaba
de un estatuto especial privilegiado por el que sólo podía ser enjuiciado por su maestro u obispo, si así
era solicitado, derogando la jurisdicción del juez ordinario. Respecto a estos últimos, Alfonso X quiso
que fueran extremadamente exigentes en la protección de los escolares y maestros, y, para ello
estableció penas muy duras para los jueces que no protegían a aquellos, o que aplicaban la ley en su
perjuicio, en estos casos el escarmiento público y pérdida de sus oficios era la reacción por hacer caso
omiso a los deseos del rey, quebrantando el orden y paz que debía regir entre los escolares y maestros,
en atención a su importancia para el futuro del reino.
386 Part. 3 , 3 , 4 ... la corte del Rey es fiero comunal de todos, e non se puede ninguno escusar de
estar a derecho. Pero si el demandado, viniesse a ella, por acompañar a su señor; a quien fuesse
tenudo de guardar; o si viniesse por mandado del, o por su concejo, o para ser testigo de algund
pleyto, sobre que fuere llamado, o viniesse y por seguir su alcada, o si le llamasse el Rey, por alguna
cosa, que oviesse de veer conel, non seria tenudo de lo facel; sobre pleyto que estonce le moviessen,
si el primeramente, non tomasse a su casa...
Juan Ramón Robles Reyes
Part. 3.2.47: Asechan los omes vnos a los otros maliciosamente, por
embidia o por mal querencia, que han contra ellos. E esto fazen contra los
mercadores, e contra los otros omes, que han a fazer sus viajes, por mar o
por tierra. Ca luego que saben que tienen sus mercaderias, e sus cosas
aparejadas, para yrse, mueven demandas escatimosamente, contra ellos,
ante los judgadores, para estowar les que se non puedan yr de la tierra, en
la sazón que devian .
En este supuesto se aprecia la inteligencia de los juristas reales ya que para todas
aquellas personas que no gozaban del privilegio del ius domus revocandi,
propiamente dicho, por no estar incluidos en los supuestos de la citada Part. 3.3.4,
también cabía la posibilidad de rechazar demanda una vez comenzado el viaje si,
con carácter previo, se había instado al presunto y fkturo demandante a la
presentación de demanda y éste se había negado a su presentación389. Es este un
supuesto excepcional en el ámbito procesal ya que, prácticamente en ningún
ordenamiento jurídico, se otorga al juez la facultad de "apremiar" o instar a alguien
a demandar, sí puede el juez aceptar o rechazar. acciones o demandas, pero nunca
exhortar al demandante a que presente su demanda.390 Sólo dos objeciones presenta
este supuesto, ambas de difícil solución. La primera se refiere a la posible
389 Como dice la Ley 47 citada, en su parte final, el juez podía instar al "presunto demandante"
para que se decidiese entre demandar antes del viaje o esperar al regreso del viajero. Es preciso
destacar la originalidad y pragmatismo del precepto, no encontrado ni en Roma ni en la actualidad. De
este modo se podían evitar demandas intempestivas y esperadas, que, con el solo ánimo de querer
obstaculizar un viaje, se presentaban de forma dolosa.
390 Las Leyes de Enjuiciamiento Civil y Ley Orgánica del Poder Judicial españolas vigentes no
contienen este precepto, que podría ser de gran utilidad al ampliarse a cualquier tipo de "viajeros", no
solo al personal del cuerpo diplomático.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
vulneración del derecho a demandar que tienen todas los sujetos de Derecho, en el
momento que lo consideren oportuno y no en otro, por lo demás establecido por el
futuro demandado. La segunda objeción es la relativa a la vía de fraude que se
podría abrir con esta práctica, ya que el futuro demandado podría intentar utilizar la
vía judicial para provocar una demanda cuando se sabe que el demandante aún no
está en condiciones de interponerla por circunstancias varias, como podrían ser el
estar recopilando pruebas. De este modo podría el futuro demandado iniciar con
tranquilidad un viaje sabiéndose sin posibilidad de demanda en su contra; conseguir
el tiempo preciso para reconvenir o buscar la impunidad. A pesar de estas posibles
utilizaciones torticeras del recurso procesal, no deja de tener su utilidad en aquellos
casos en que una persona va a iniciar un viaje, trabajo o campaña política y una
demanda intempestiva harían fracasar dichos proyectos.
La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
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Pauli sententiae.
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B) JUSTINIANEAS
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La Competencia jurisdiccional y judicial en Roma
Codex Iustinianus
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Iustinianus institutiones
Novellae Iustiniani
B) POST JUSTINIANEAS
Liber Iudiciorum
Art. 63
" 64
" 68
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Art. 40
" 44
" 50
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" 52,2
" 52,4
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ASCONIUS
In Milon
M. TULLIUS CICERO
Ad. Att.
10.13.1 p.54,n. 120
De Bellum Civ.
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CATON
- -
De agric.
149 p. 149
DIONYSIUS DE HALICARNASUS.
Antiquitates Romanae
4.25,l-2 p.23,n.33
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FESTUS (Grammaticus).
De Verb. Significatione.
GELLIUS (AULUS).
Noctes Atticae.
4,4,3 p.53, n.119
13,12 p.13, n.2
16,13 p.43, 11.91; p.47, n.102; p.54, 11.122; p.55, n.123.
LIVIUS T.
Ab Urbe Condita
NUEVO TESTAMENTO
Mt. 26,57-68
Mt.27,l
Mt.27.l l,26
Mc. 14,53-65
Mc. 15,l-15
Lc. 22,66-71
Lc.23,l-25.
Jn.18,12-14
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C. PLINIUS SECUNDUS
Naturalis historia
POLIBIUS
Historiae
SUETONIUS.
Augusto.
l.29,l
Vita Claudi.
23.1
25
Caes.
1.41,2
p.59,n. 143
p.3,n.58
Tiber.
p.36,n.71
Vesp,
7.9,lO
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TACITUS.
Annales.
4.16,3
4.20
4.22,l
4.32,l
6.11,l
6.11,2
11.22,5-6
12.60,3
13.28,l-2
13.51,l
14.41,l
VALERIUS MAXIMUS.
M. TERENTIUS VARRO.
De Lingua Latina.
6,30 p. 17,n.13
Fragmentum Atestinum
C.XXI p.60; p.61; p.62; p.64; p.65; p.65, n.165; p.70, n.181; p.149~1.354
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cap.92
Lex Irnitana
Cap. 19
" 24
" 25
" 44
" 45
" 46
bb 47
" 84
" 89
Lex Malacitana
Lex Salpensa