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ANÁLISIS JURISPRUDENCIAL DEL ARTICULO 229 DEL CÓDIGO PENAL

La Corte Suprema de Justicia, en Sala de Casación Penal se refirió sobre la configuración del
delito de violencia intrafamiliar y fijó un tratamiento diferente desde el enfoque institucional
que se le venía dando a la violencia física o psicológica por parte de las exparejas.

Parte entonces sobre el fundamento de que la familia es la base y núcleo fundamental de la


sociedad y el Estado deberá adelantar todas las acciones que garanticen su desarrollo,
reprochando todas las conductas que afecten su armonía pues van en contra vía de principios
constitucionales, pero mantener la tesis jurídica que dentro del núcleo y la unidad familiar se
encuentran las ex parejas con el propósito de poder tipificar el delito de violencia
intrafamiliar resulta desproporcionado y contrario a los principios que rigen el derecho penal.
Toda vez que no existe disposición legal que indique tal cosa, menos aún que la sugiera.

Bajo este argumento es inviable jurídicamente sostener que las ex parejas hacen parte de la
unidad familiar, inclusive sí tienen hijos, porque no existe vínculo legalmente aceptado para
sostener la subsistencia del concepto de familia. Dicho esto, es aceptable y sustentable
jurídicamente la posición de la Sala de Casación Penal respecto a este tema.

 Corte Suprema de Justicia, Sentencia SP-4682020 (53037), Feb. 19/20.

El alto tribunal puntualizó que históricamente este delito podía recaer:

1. Entre los cónyuges o compañeros permanentes entre sí, siempre que mantengan un
núcleo familiar.
2. En los padres, cuando el agresor es el hijo, sin que importe si ambos progenitores
conviven.
3. En los ascendientes y descendientes si conforman un núcleo familiar, y los hijos
adoptivos, porque frente a estos igualmente el concepto de familia impone deberes
más allá de la vida en común.
4. En uno o varios miembros de la familia en su domicilio o residencia, causada por
quien no siendo miembro del núcleo familiar sea encargado de su cuidado.

Estas cláusulas articulan de manera perfecta, agrega el fallo, la realidad social y las
disposiciones normativas, al reconocer que existen vínculos familiares intemporales que
imponen deberes infranqueables. Pero también convivencias que al terminar, como las de las
parejas, “pierden la protección especial que el derecho les dispensa cuando existe vida en
común”.

Vale decir que la jurisprudencia reciente de esta alta corporación ha resaltado la importancia
de auscultar las dinámicas propias de cada familia, a efectos de establecer la forma como se
interrelacionan sus integrantes, puesto que de ellas derivan los episodios de agresión.

No obstante, aclaró que a pesar de la importancia del contexto en los delitos de violencia
intrafamiliar, especialmente a efectos de visibilizar el fenómeno de la violencia ejercida en
aquellos ámbitos y comprender mejor esta problemática, bajo ninguna circunstancia puede
entenderse que se trata de un elemento estructural del delito, ni permite descartar que un solo
acto de agresión constituya violencia intrafamiliar.

“De allí que debe admitirse que se pueden presentar contextos en los que aunque la
coexistencia no resulte pacífica ni represente un proyecto colectivo que suponga el respeto
por la autonomía ética de sus integrantes pervive un núcleo familiar que es digno de
protección”, enfatiza la sentencia.

Finalmente, y refiriéndose al caso concreto objeto de estudio, cuyo análisis se efectuó bajo la
óptica de la legislación que regía antes de la Ley 1959 del 2019, encontró fundamental
señalar que la configuración del comportamiento, y particularmente de su elemento
normativo, referido al núcleo familiar, puede presentarse aunque la convivencia no sea
pacífica, inclusive cuando el victimario fuerza dicho vínculo a través del sometimiento y
dominación del sujeto pasivo, vulnerando el bien jurídico protegido (M. P. Patricia Salazar
Cuéllar).

BIBLIOGRAFÍA
Ley 906 (1 de septiembre de 2004). Congreso de la República. Por la cual se expide el
Código de Procedimiento Penal. Bogotá, D.C., Colombia: Diario Oficial No. 45658 de
septiembre 1 de 2004.

Sentencia C- 368. (11 de junio de 2014). Corte Constitucional. Sala Plena. M.P. Alberto
Rojas Ríos. Bogotá, D.C., Colombia: Referencia: expediente D – 9960. Obtenido de:
http://www.corteconstitucional.gov.co/RELATORIA/2014/C-368- 14.htm

Sentencia C-811. (3 de octubre de 2017). Corte Constitucional. Sala Plena. M.P. Marco
Gerardo Monroy Cabra. Bogotá, D.C., Colombia: Referencia: expediente D-6749. Obtenido
de: http://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2007/c-811-07.htm

Sentencia Casación 48047. (7 de junio de 2017). Corte Suprema de Justicia. Sala de Casación
Laboral. M.P. Luis Antonio Hernández Barbosa. Bogotá, D.C., Colombia: SP8064-2017.
Radicación N° 48047. Acta 182.

Sentencia Casación SP-4682020. (20 de febrero de 2020). Corte Suprema de Justicia. Sala de
Casación Penal. M.P. Sandra Salazar Cuéllar. Bogotá, D.C., Colombia: SP-4682020.
Radicación N° 53037. Acta 39.

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