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REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD NACIONAL
EXPERIMENTAL DE LOS LLANOS OCCIDENTALES – EZEQUIEL ZAMORA
EN CONVENIO CON ENLACE LATINOAMERICANO DE UNIVERSIDADES

LA FAMILIA Y EL DERECHO DE FAMILIA

PARTICIPANTE LUZTAMAR RAMIREZ MENDEZ

V- 13366964

PROFESOR: ABG. MAYRA MALDONADO

TRIMESTRE V.

OCTUBRE 2020
Introducción

El presente trabajo tiene por objeto estudiar el concepto Familias y el Derecho


de familia, a través de una investigación documental. Entre otros aspectos se va a
tratar el concepto de derecho de familia, así como sus características y fundamentos
legales, su alcance en la normativa jurídica vigente.

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1. El derecho de familia
El Derecho de Familia constituye la rama del Derecho Civil que regula las
relaciones o instituciones familiares. Estas últimas vendrían dadas por una noción de
familia en sentido amplio que abarca instituciones que se reflejan en el programa de
la materia, tales como el parentesco, la obligación de alimentos, la filiación, el
matrimonio y el concubinato. (Domínguez, 2008)

1.1. Caracteres
El Derecho de familia presenta unas características propias y definidas que, si
bien no permiten adscribirlo al Derecho público ni separarlo del Privado, hacen que
ofrezca dentro de éste último una especial fisonomía.

Como notas características podemos destacar las siguientes:

1º Su contenido ético. Al decir que en ningún otro campo jurídico influyen como en
éste la religión y la moral, hasta el punto de que el Derecho se apropia muchas veces
de preceptos éticos para convertirlos en preceptos jurídicos. Así se explica que en el
Derecho de familia haya numerosos preceptos sin sanción o con sanción atenuada y
obligaciones incoercibles.

2º En el Derecho de Familia existen factores de orden público y puede hablarse de un


“orden público familiar”, en la medida en que las reglas básicas sobre las que la
familia se organiza se encuentran recogidas en el texto constitucional.

3º La idea expuesta en el apartado anterior determina que exista una estrecha


conexión de las instituciones jurídico-familiares y el estado civil de las personas. Si el
estado civil está constituido por aquellas cualidades o condiciones que marcan su
impronta en la persona y que determina el trato que ésta recibe dentro de la
comunidad, es claro que el puesto ocupado dentro de la familia puede ser
determinante de algunos estados civiles.

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4º La finalidades fundamentalmente tuitivas que se asignan a la familia transcienden
de los intereses estrictamente individuales, de modo que su cumplimiento no puede
dejarse al arbitrio individual. Consecuencia de ello, es que, así como los poderes
jurídicos que se atribuyen a la persona en el campo patrimonial son de libre ejercicio,
los poderes derivados de las relaciones jurídico familiares son instrumentales y de
atribuyen a su titular para que mediante su ejercicio puedan ser cumplidos los fines
previstos por el ordenamiento jurídico. Por ello les conviene más el nombre de
derechos-deberes o, más técnicamente, el de potestades, en función del puesto que
ocupa aquel titular dentro del grupo.

1.2. La familia
La palabra familia proviene de la voz latina famulia, la cual deriva de famulus
que a su vez procede del osco famel, que significa siervo y, más remotamente, del
sanscrito vama, hogar o habitación, por lo cual su significando es el conjunto de
personas y esclavos que moraban con el señor de la casa. La familia es la agrupación
humana histórica y jurídicamente de más profunda historia en nuestra civilización, ha
sido conceptualizada en distintos sentidos, además por muchas disciplinas y con
diversos alcances; todo concepto es importante para la disciplina que lo fórmula, así
para la ciencia del Derecho es trascendental el concepto jurídico de familia, pero
creemos que antes es necesario conceptualizarla en su aspecto biológico y social, ya
que aquellos inciden directamente en el campo jurídico.

La familia desde una concepción más amplia se puede definir como el


“conjunto de personas ligadas por un vínculo conyugal, de parentesco o afinidad que
incluye a personas difuntas "antepasados" y concebidas ‘nasciturus’” o un grupo
formado por los padres y los hijos bajo su patria potestad. La familia es el conjunto
de personas físicas relacionadas entre sí por vínculos conyugales o de parentesco.

Es, pues, un conjunto de personas físicas: seres humanos nacidos que cumplan
las conditiones iuris para serles reconocida su personalidad incluyéndose al
nasciturus. Las personas jurídicas quedan fuera del concepto de familia.

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El Derecho acepta, reconoce y regula la relación conyugal, en el sentido de
matrimonial, con estabilidad reconocida por el Derecho, pero no la extramatrimonial
(aunque sí admite y regula la filiación que pueda surgir de tal relación).

Las fuentes de las relaciones jurídicas familiares, en el derecho venezolano, se


circunscriben a las siguientes: el matrimonio y la filiación (en el entendido que esta
última incluye la adopción), clasificadas como vínculos jurídicos de acuerdo al
mencionado artículo 3 de la Ley de Protección a las Familias, la Maternidad y la
Paternidad; y las uniones estables de hecho (concubinato), que se clasifican como
vínculos de hecho según la misma disposición legal. De estas fuentes derivan los
siguientes estados familiares:

El estado conyugal, que deriva del vínculo jurídico que es el matrimonio.

El estado de pariente consanguíneo, que en principio es generado por un


hecho natural o biológico que son los vínculos de sangre (artículo 37 del CC), el cual
es calificado por el derecho como la filiación. Sin embargo, también puede derivar de
una ficción legal que es la adopción (artículos 425 y 426 LOPNNA 1). Así, se tiene el
parentesco por consanguinidad natural y el parentesco por consanguinidad legal. Este
parentesco también puede ser matrimonial o extramatrimonial, según la filiación que
la origine provenga de una unión matrimonial o no.

El estado de pariente afín, tal como lo define el Código Civil en su artículo 40,
es el vínculo que une a uno de los cónyuges con los parientes consanguíneos del otro;
en otras palabras, las fuentes del estado de pariente afín son el matrimonio y la
filiación (consanguinidad natural o legal).

El estado de concubino, que deriva del vínculo de hecho que es el


concubinato, única unión estable de hecho reconocida hasta ahora por el
ordenamiento jurídico venezolano vigente, y siempre que tal unión cumpla con los
requisitos establecidos en la ley, por ejemplo, que se trate de la unión entre un solo
hombre y una sola mujer y que no tengan impedimentos para contraer matrimonio.
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Ley Orgánica para la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes

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1.3. Importancia de la familia
Teniendo conciencia de la trascendencia social de la familia podemos deducir
claramente su importancia jurídica ya que las normas que regulan las relaciones
familiares inciden en lo más íntimo del ser humano, como son sus relaciones
conyugales y filiales por lo tanto el Derecho de Familia necesariamente debe
comprender valores éticos, morales y jurídicos tratando de armonizarlos sin excluir
ninguno.

El hecho de que la familia se base principalmente en el amor, que es la causa


del matrimonio y de las uniones no matrimoniales, que asimismo se manifiesta en las
relaciones paterno filiales y en las demás relaciones familiares, hacen que esta rama
del derecho sea especial y que debe ser regulado por cada país de acuerdo a la
realidad de su propia familia nacional, a fin de que pueda lograrse la protección social
y jurídica de la familia, reglamentando los derechos y obligaciones familiares, y
estableciendo los deberes del estado hacia la familia, todo ello en función de la
promoción y bienestar familiar.

Por lo tanto para conservar y perpetuar nuestra sociedad es indispensable


redoblar esfuerzos para conservar la institución de la familia. De todo lo dicho se
desprende que la importancia social y jurídica de la familia es invaluable, pues ella es
el mayor tesoro para el hombre y constituye el futuro de la humanidad, en ese sentido
consideramos muy acertadas las ideas de Pettigiani (citado en Beltrán y Molina,
2012) quien al respecto expresa las siguientes conclusiones:

a) Toda pretensión de sustituir el rol social de la familia por la acción de otra


institución, organismo o sociedad intermedia, resultará inicua y predestinada al
fracaso;
b) Todo intento de destruir la familia representará una suerte de auto aniquilamiento
o suicidio social; y
c) Toda pretensión de manipular la familia con vistas a su utilización para otros fines
distintos de aquellos que le son específicos, estará sustrayendo a la humanidad su

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más valioso elemento de socialización y privándola de su alimento espiritual más
nutricio, socavando sus cimientos más sólidos, lo que ocasionará irremisiblemente
la destrucción de aquella y, transitivamente, su propio exterminio.”

1.4. La familia desde el punto de vista jurídico

A la familia se le atribuye un conjunto de facultades y derechos a los


ascendientes, a fin que puedan cumplir con las obligaciones que tienen con sus
descendientes. En este sentido, la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela establece, en su Art. 75 que el Estado protegerá a la familia como
asociación natural de la sociedad y como espacio fundamental para el desarrollo de
las personas. Así como también, establece que el niño, niña y adolescente tiene el
derecho a criarse y desarrollarse en el seno de su familia de origen y, de no ser
posible, en familia sustituta. Asimismo, el Código Civil y la Ley Orgánica de
Protección del Niño y del Adolescente (LOPNA), establecen un conjunto de normas
para proteger a los menores de edad, la patria potestad, la protección que el estado da
al menor, la administración de justicia en caso de minoridad, entre otros.

Por otro lado, la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH), le


otorga a la familia el derecho de protección por parte de la sociedad y del Estado y, a
su vez, la considera un elemento natural y fundamental para la sociedad. Así mismo,
hay que resaltar a la Doctrina de Protección, la cual es el conjunto de acciones,
políticas, planes y programas que se dictan y ejecutan para la protección general del
niño y el adolescente. Donde el Estado participa de manera solidaria con la familia y
la sociedad para garantizar que todos los niños y niñas, sin excepción, gocen de
manera efectiva y sin discriminación de los derechos humanos.

1.5. Evolución histórica de la familia

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Existen tres grandes etapas o fases en la organización familiar: en clan, la gran
familia y la pequeña familia. (Enciclopedia jurídica en línea)

En la primera, la sociedad se organiza en clanes, que son vastas familias, con


su numerosa parentela, o grupos de familias, unidas bajo la autoridad de un jefe
común. En ellos se desenvuelven todas las actividades sociales, políticas y
económicas.

El aumento de la población, el progreso de la cultura, la necesidad de crear un


poder más fuerte que sirviera eficazmente en la guerra, demostrando la insuficiencia
de tal organización. Nace el Estado, que asume el poder político; y llega entonces la
fase de mayor esplendor de la familia. Desembarazada de las actividades políticas,
disueltos los vínculos con otras familias, que introducían confusión y conflictos,
desaparecido el sistema de igualitarismo democrático que el clan imponía, se
estructura entonces bajo la autoridad absoluta del jefe. Buen ejemplo de esta etapa lo
brinda la familia romana primitiva. El pater familiae preside una comunidad
constituida por su mujer, hijos, clientes y esclavos. Tenía sobre todos poder de vida y
muerte, podía venderlos o pignorarlos; casaba a sus hijos a capricho y los obligaba a
divorciarse.

Este poder se extendía a toda la vida de sus hijos, fueran o no casados,


ocuparan o no funciones pública.

Era el dueño de todos los bienes familiares y disponía libremente de ellos,


quienquiera los hubiera adquirido con su trabajo. Oficiaba como sacerdote en las
ceremonias religiosas y muerto, era adorado como Dios lar. Era el señor, el
magistrado, el pontífice. La familia constituía toda una organización económica:
labrada la tierra, hacia el pan y el vino, tejía las telas, construía la casa. En suma, se
bastaba a sí misma.

Muchos factores fueron resquebrajando la solidez del sistema. El aumento de


la riqueza, y consiguientemente de las necesidades, la mayor complejidad de las

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relaciones económicas, con su inevitable especialización, el creciente intercambio
comercial, mostraron la insuficiencia de la industria familiar.

En un lento proceso milenario, las funciones económicas que pesaban sobre


ella fueron transferencias primero a los mercaderes, más tarde a las corporaciones,
finalmente a las grandes organizaciones capitalistas y al propio Estado.

Además, la rudeza con que el pater familiae ejerció su poder se hizo


intolerable.

A través de muchas etapas de avance y retroceso, la mujer fue saliendo de su


sujeción hasta conquistar la igualdad jurídica que hoy se le reconoce.

Sobre todo bajo la influencia del cristianismo, se alteró profundamente el


concepto de la patria potestad, que más que otorga derechos, impone deberes.

La abolición de la esclavitud y la emancipación de los hijos por la mayoría de


edad, o por contraer matrimonio, redujeron notablemente la fuerza y las posibilidades
económicas de la familia, al disminuir el número de sus integrantes. La penuria del
presupuesto familiar ha obligado a abandonar ciertas funciones en manos del Estado.
El cual se ha hecho cargo en buena medida de la educación de los menores creando
escuelas gratuitas e imponiendo la enseñanza obligatoria. La familia ha quedado
dispensada del cuidado de los enfermos. Si la enfermedad es seria o prolongada, los
ricos se internan en un sanatorio, los pobres en un hospital. El Estado se encarga
también de los ancianos y los inválidos, a quienes acuerda subsidios o recoge en
asilos.

En la etapa actual la familia ha dejado de ser una unidad política o económica,


limitándose a su función biológica y espiritual. Reducida al pequeño círculo de padres
e hijos, es el centro de procreación, de formación moral de los niños, de solidaridad y
asistencia recíproca.

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1.6. Estado familiar

La teoría general del “estado civil”, en su concepto amplio, presenta tres


estados: civitatis, familiar y personal. Dentro del estado familiar o posición del
individuo frente a la familia se estudian u ubican fundamentalmente las situaciones
relacionadas con el matrimonio, parentesco y concubinato. Se señalan entre los
caracteres del estado familiar las características comunes al “estado civil” marcadas
por la noción de orden público, tales como la intransmisibilidad, irrenunciabilidad,
inalienabilidad, imprescriptibilidad, alternatividad o unicidad, oponibilidad
(ergaomnes), estabilidad o permanencia y universalidad (comprende toda relación
familiar)

1.7. Parentesco
El parentesco es un vínculo o nexo jurídico que une las personas en razón de
la sangre o de la ley. Al parentesco en razón de la sangre se le denomina
consanguinidad y al que impone la ley sin mediar un vínculo de sangre afinidad.

El parentesco de una persona respecto de otra se determina por el número de


generaciones que las separan y cada generación es un grado.

La sucesión de grados forma la línea de sucesión.

La línea de sucesión puede ser recta o directa, formada por personas que
ascienden o descienden unas de otras (abuelos, padres, hijos, nietos), o colateral,
formada por personas que proceden de un mismo tronco común (hermanos, tíos,
sobrinos).

Así, la línea puede descendiente, porque liga a una persona con aquellas que
descienden de él (abuelos, padres, hijos, nietos) o ascendente y ligar a una persona
con aquellos de los que desciende (nietos, padres, abuelos).

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El cómputo de los grados de parentesco se realiza de forma distinta según la
línea de sucesión:

En la línea recta o directa: Los grados se cuentan subiendo hasta el


ascendiente o descendente común dependiendo de si la línea es ascendente o
descendente. Así, en línea ascendente, el hijo dista un grado del padre, dos del abuelo
y tres del bisabuelo; en la línea descendente, el abuelo dista un grado del padre, dos
del nieto y tres del biznieto.

En la línea colateral: Los grados se cuentan subiendo en primer lugar hasta el


tronco común (como en la línea recta) y, en segundo lugar, descendiendo hasta la
persona respecto de la que se pretenda establecer el grado de parentesco. Así, el
hermano dista dos grados del hermano (el primer grado sería el padre en línea recta
que constituiría el tronco común, y el segundo sería el hermano que, como hijo, dista
del padre otro grado), tres del tío (el primer grado sería el padre, el segundo el abuelo
y el tercero el hijo del abuelo, esto es, el tío), cuatro del primo (el primero sería el
padre, el segundo el abuelo, el tercero el tío y el cuarto el primo).

También debe distinguirse entre el parentesco por consanguinidad y el


parentesco por afinidad. El primero se da respecto de la propia familia, y el segundo
respecto de la familia del cónyuge, computándose los grados de la misma forma.

a. Efectos del parentesco

Los efectos del parentesco vienen determinados por el tipo de parentesco y


por la proximidad en los grados, pues la cercanía o lejanía del parentesco determina la
intensidad de sus efectos. Ciertamente el parentesco por consanguinidad en efectos es
mucho más relevante que el de afinidad que ha quedado relegado a considerarlo para
algunas prohibiciones o impedimentos. Dentro del parentesco por consanguinidad los
efectos de mayor trascendencia personal y patrimonial acontecen en razón del estado
filiatorio entre padres e hijos, esto es, en razón de la paternidad o la maternidad. Los
mismos pueden ser personales o patrimoniales, y dentro de éstos ocupa un lugar

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fundamental la vocación hereditaria y la obligación de alimentos, según veremos. Se
podrán presentar también derechos sucesorales y de alimentos respecto de otros
parientes distintos a los inmediatos (padres e hijos) y de allí la importancia del tema.

b. Otras clasificaciones de parentesco: agnación y cognación

Agnación: Se llamaba agnación al parentesco civil reconocido por el derecho


romano que unía a todos las personas que estaban sometidas a la patria potestad
(patria potesta) o potestad marital (manus) de un jefe o paterfamilias común.

Cognación en el derecho romano, parentesco por consanguinidad o lo que es


lo mismo basado en un vínculo de sangre referido exclusivamente a línea materna.
Este concepto se opone al de agnación o parentesco por consanguinidad que tiene en
cuenta la línea paterna.

En un sentido más amplio la cognación aludía al parentesco de sangre


mientras que la agnación se hallaba referida al parentesco civil. Cabe aclarar que en
este segundo sentido ambos conceptos se superponían ya que una persona podía ser
pariente civil y de sangre, como ocurría con el hijo legítimo respecto del padre. O
bien podía ocurrir que solo fuera un pariente civil, como por ejemplo el hijo adoptivo;
a su vez podía darse el caso de que fuera pariente de sangre aunque no civil, como el
hijo emancipado o la hija casada cum manu.

Parentesco consanguíneo, por línea femenina, entre los descendientes de un


tronco común. En el Derecho Romano primitivo, y en los pueblos primitivos, este
parentesco cedía en importancia al de la agnación (v.), único productor de efectos
legales en un principio.

c. Parentesco espiritual

Parentesco por Espiritual es aquel que se produce entre un Padrino y su


ahijado. Tiene importancia en materia procesal familiar en el campo de recusaciones

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y excusas. V. gr. Si el juez en lo familiar es padrino de alguna de las partes que se
están divorciando, la otra parte puede recusar al juez. (Machicado, 2009)

1.8. La familia civil

1.8.1. La adopción
La adopción es “el acto jurídico solemne, en virtud del cual la voluntad de los
particulares con el permiso de la ley y de la autoridad judicial, crea entre personas
naturalmente extrañas, relaciones jurídicas análogas a las de la filiación”. (Dusi,
citado en Benavides, 2005). La adopción es el acto jurídico solemne, sometido a la
aprobación de la justicia, que crea entre dos personas relaciones análogas a las que
resultarían de la filiación.

1.8.2. Naturaleza jurídica


En cuanto a su naturaleza jurídica, han existido básicamente dos corrientes:
una que afirma su carácter contractual, y otra más moderna y la mayormente
aceptada, que la considera una institución del Derecho de Familia.

Sobre la primera, sólo queda decir que lo único en común entre la adopción y
el contrato es la necesidad de los consentimientos; no obstante, el carácter de orden
público de la adopción limita la autonomía de la voluntad, elemento esencial y
distintivo de la materia contractual.

En Venezuela no existe ninguna duda acerca de la naturaleza institucional de


la adopción, de acuerdo con lo establecido en el artículo 406 de la Ley Orgánica para
la Protección del Niño y del Adolescente.

1.8.3. Caracteres
La adopción es una institución de Derecho de Familia, con caracteres muy
especiales que se resumen a continuación (Grisanti de Luigi, 2002):

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- Es un acto bilateral, ya que se requiere del consentimiento tanto del adoptante
como del adoptado o de su representante legal, y de otras personas señaladas en la
ley.
- Es un acto solemne, pues su perfeccionamiento exige el cumplimiento
obligatorio de una serie de formalidades taxativamente establecidas por la ley.
- Es un acto puro y simple, no susceptible de sometimiento a término o condición,
prohibición aplicable tanto a los consentimientos como al decreto judicial que la
acuerde, y demás actos administrativos relacionados.
- Es un acto entre vivos, por cuanto no se permite en nuestra legislación la
adopción mortis causa, por testamento o póstuma, ya sea en lo referente al
adoptante o al adoptado, quienes deben estar vivos tanto al inicio del
procedimiento, como al final, es decir, al momento de dictar el decreto de la
adopción.
- Es un acto regulado por normas de orden público por cuanto crea estados
familiares, cuya naturaleza es de orden público en lo atinente a su creación,
modificación y extinción. La adopción es un acto jurídico solemne que crea entre
adoptante y adoptado una relación jurídica similar a la filiación, y por ello, de
orden público, cuyas normas no son relajables por acuerdo entre las partes.
- Es un acto personalísimo, o intuito persona, esto significa que sólo se admite el
consentimiento expresado de manera personal y directa, por lo que no se admite
la representación impropia, o actuación mediante apoderados, en virtud de la
limitación de este principio en el ámbito del Derecho de Familia, que sólo lo
admite de manera excepcional.

1.8.4. Adopción internacional


La adopción internacional es aquélla en la cual el candidato de adopción o los
solicitantes tienen su residencia habitual en otro Estado, para la cual se exige como
requisito indispensable que Venezuela haya suscrito tratados sobre la materia. Lo

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anterior tiene por finalidad garantizar la protección del niño o adolescente respecto a
todos los requisitos que deben cumplirse para aprobar la adopción.

En relación con los niños y adolescentes que tengan su residencia habitual en


Venezuela, la adopción internacional se considera subsidiaria de la adopción
nacional, es decir, deben agotarse todas las posibilidades de efectuar ésta última, y
sólo si se comprueba que la adopción internacional responde mejor al interés superior
del candidato a la adopción.

Para adoptar de los solicitantes que tengan su residencia habitual fuera de


Venezuela, deberán comprobarla según la normativa jurídica del Estado donde
residen, cuya vigencia y contenido deberán poner en conocimiento del juez, a fin de
facilitar la decisión del caso. El traslado del candidato a ser adoptado al país de
residencia de los solicitantes sólo puede ser autorizado por el juez, previa
comprobación del cumplimiento de tres circunstancias: la autorización expedida por
las autoridades competentes para la entrada y residencia permanente; que la adopción
concedida tendrá los mismos efectos que en Venezuela.

Igualmente, y aunque no lo señale expresamente el texto de la LOPNA, es


aplicable la prohibición de cualquier tipo de lucro o beneficio financiero indebidos
para los participantes de la adopción internacional.

Cuando los solicitantes tengan su residencia habitual fuera de Venezuela,


deberán acompañar a la solicitud de adopción presentada a las autoridades
competentes venezolanas, toda la documentación referente a los informes y la
acreditación, expedidos por las autoridades o funcionarios competentes de acuerdo
con el derecho de su país de residencia, todo de conformidad con los términos del
convenio vigente entre ambos países en materia de adopción internacional.

1.8.5. Régimen de la adopción legal en Venezuela

a) Requisitos de fondo

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La LOPNA exige el cumplimiento de determinadas condiciones, en relación
con el adoptado, con el adoptante y demás personas y entes involucrados, en relación
con la edad, estado civil, ejercicio de determinados cargos, consentimientos y
opiniones, informes, prohibición de lucro y período de prueba que se comentan a
continuación.

1. Edad para ser adoptado (artículo 408).

En principio, sólo los menores de dieciocho años para la fecha de la solicitud


son aptos para ser adoptados, salvo en tres casos excepcionales:

a) cuando existen relaciones de parentesco; b) cuando el candidato a ser


adoptado ya se encontraba integrado al hogar del adoptante antes de cumplir dicha
edad; y c) cuando se trate de la adopción del hijo del otro cónyuge.

Esto se explica porque la adopción es una institución cuyo fin es crear lazos
filiales o conferir el status jurídico correspondiente a los que ya existían, con el
consiguiente fortalecimiento de los afectos familiares

2. Capacidad para adoptar (artículo 409).

Esta capacidad se adquiere a los veinticinco años de edad, sin ningún tipo de
distinción o discriminación en razón del sexo, de acuerdo con el principio de igualdad
jurídica del hombre y la mujer, consagrado en el artículo 21, numeral 1, de la CRBV.

3. Diferencia de edad entre adoptante y adoptado.

Entre el adoptante y el adoptado, en principio, debe existir una diferencia


mínima de dieciocho años, salvo que se trate del hijo del cónyuge, en cuyo caso podrá
reducirse dicha diferencia a diez años. No obstante, atendiendo al interés superior del
niño o adolescente, dicha diferencia podrá ser menor a las exigidas por justos motivos
debidamente comprobados, circunstancia que deberá estudiar el juez.

4. Estado civil de los adoptantes (artículo 411):

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La adopción puede ser solicitada de manera conjunta por cónyuges no
separados legalmente, y en forma individual por cualquier persona, sea casada o
soltera, siempre que tenga capacidad para adoptar.

5. Adopción de uno entre varios hijos del adoptante (artículo 412).

Puede ocurrir que el cónyuge quiera adoptar a uno sólo entre varios hijos del
otro cónyuge, situación que deberá ser cuidadosamente estudiada por el Tribunal de
Protección, mediante un informe elaborado por un equipo multidisciplinario, para
considerar la conveniencia o no de esa adopción, en atención del interés de los otros
hijos, siempre que éstos sean niños o adolescentes.

6. Adopción por el tutor (artículo 413).

El tutor puede adoptar al pupilo o expupilo, siempre y cuando dicha solicitud


sea posterior a la presentación y aprobación definitiva de las cuentas de la tutela, esto
con la finalidad de evitar la intención de ocultar actos de administración fraudulentos
o perjudiciales a los intereses patrimoniales del pupilo.

7. Consentimientos (artículo 414).

Para adoptar y ser adoptado, se requiere del consentimiento de las personas


involucradas en el acto de adopción (adoptante, adoptado y otras personas señaladas
en la ley). Tal consentimiento debe reunir ciertas condiciones:

- Debe ser puro y simple;

- Debe ser prestado directamente ante el juez, o ante la Oficina de Adopciones


respectiva (en ciertos casos señalados en el artículo 416);

- Debe estar exento de vicios, y en ningún caso podrá ser obtenido mediante
pago o compensación económica o de cualquier otro tipo, prohibición que se extiende
a toda persona que intervenga directa o indirectamente en la adopción (artículo 419).

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El artículo 418 señala como requisito indispensable y previo al otorgamiento
de los consentimientos, la asesoría e información que debe suministrar la Oficina de
Adopciones o el equipo multidisciplinario del Tribunal de Protección del Niño y del
Adolescente, sobre los efectos de la adopción, antes de que se otorguen los
consentimientos, circunstancia que deberá constar en el acta del respectivo
consentimiento.

¿Quiénes deben prestar su consentimiento?

- El candidato a adopción, siempre que tenga doce años o más;

- Los padres que ejerzan la patria potestad, o el representante legal si fuere el


caso. Si los padres fueren menores, se debe suplir dicha incapacidad con el
representante legal, o con una autorización del juez;

- La madre, el cual debe prestarse luego del nacimiento del niño y no antes;
- El cónyuge del candidato a ser adoptado, y el cónyuge del posible
adoptante, salvo que exista separación legal entre ellos.

8. Opiniones.

Al respecto, la LOPNA establece que si el candidato a ser adoptado es menor


de doce años, puede expresar su opinión favorable o desfavorable.

Igualmente se requiere la opinión del Fiscal del Ministerio Público, y de los


hijos del solicitante de la adopción si fuere el caso. Adicionalmente, el juez podrá de
manera discrecional solicitar la opinión de otros parientes del candidato de la
adopción, así como de terceros interesados.

Sin embargo, conforme a la segunda parte del artículo 416, no se exigirán los
consentimientos u opiniones cuando las personas que deban prestarlos se encuentren
en imposibilidad permanente de hacerlo o se desconozca su residencia.

9. Informe de adoptabilidad (artículo 420)

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La Oficina de Adopciones tiene la obligación de elaborar un informe sobre
todo niño o adolescente que llene las condiciones legales para la adopción, y de su
familia de origen, el cual deberá contener datos referidos a su identidad, medio social,
evaluación personal y familiar, historia médica propia y familiar y necesidades
particulares del niño o adolescente. Si fuere el caso, se debe hacer constar el motivo
por el cual alguno de estos requisitos no se encuentra en el informe. Respecto a los
consentimientos y opiniones, deberá tomarse en cuenta lo señalado en el punto
correspondiente.

10. Certificado de idoneidad o acreditación de los solicitantes (artículo


421).

Los candidatos a adoptar deberán igualmente ser estudiados por la Oficina de


Adopciones a fin de comprobar y acreditar su aptitud e idoneidad, para lo cual se
elaborará un informe con los datos relativos a su identidad, capacidad jurídica,
situación personal, médica y familiar, aptitud para adoptar, medio social, motivos que
los animan, así como las características de los niños y adolescentes que están
encapacidad de adoptar.

11. Período de prueba (artículos 422, 423 y 424).

La adopción no puede decretarse sin antes cumplir con un período de prueba


mínimo de seis meses, durante el cual el candidato a la adopción debe permanecer de
manera ininterrumpida en el hogar de los solicitantes, bajo la figura jurídica de la
colocación familiar (artículo 396). Esta convivencia deberá ser objeto de al menos
dos evaluaciones por el equipo multidisciplinario de la Oficina de Adopción, a fin de
conocer los resultados de la misma. Este período podrá prorrogarse de oficio, a
petición de parte o del Fiscal del Ministerio Público.

1.8.6. Procedimiento de inscripción en el registro civil y el pase o


exequatur

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1- Solicitud: El procedimiento de la adopción comienza con la solicitud, en
relación con esta vamos a establecer quién debe hacerla, en que forma puede hacerse,
ante quien debe hacerse, que debe contener y cuales recaudos deben consignarse
junto con ella.

2- ¿Quién debe hacer la solicitud?: La persona (adopción individual) o los


esposos no separados legalmente de cuerpos (adopción conjunta) que pretendan
adoptar, personalmente.

3- ¿En qué forma puede hacerse?: La solicitud de la adopción puede hacerse


en forma escrita o verbal. En este último caso, el juez levantara un acta e interrogara
al solicitante sobre los requisitos previstos en el artículo 494 de la LOPNNA, (los que
debe expresar la solicitud escrita).

Durante la vigencia de la ley sobre adopción de 1972, la solicitud de adopción


tenía que ser escrita, el legislador, al prever la posibilidad de la solicitud verbal en la
nueva ley de adopción busca facilitar la adopción.

4- ¿Ante quién debe hacerse?: Es necesario distinguir si se trata de adopción


de menores, corresponde conocer el procedimiento de adopción al juez de menores
del domicilio o de la residencia de la persona que pretende adoptar. En cualquier otro
caso conocerá del procedimiento el juez de primera instancia en lo civil con
competencia en materia de familia, del domicilio o de la residencia de la persona que
proyecta adoptar.

5- Contenido de la solicitud de adopción en el artículo 494 de la LOPNA


enumera los datos y menciones que el adoptante debe expresar en la solicitud algunos
de tales datos se refieren al adoptante; otros a eventuales relaciones de familia o
cualquier otra situación que se considere pertinente o de interés.

En la solicitud de adopción se expresara:

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a. Identificación del solicitante y señalamiento de su fecha de nacimiento,
nacionalidad, profesión u ocupación, domicilio o residencia y estado civil.

b. Identificación, cuando se trate de adopción conjunta, de la fecha de


matrimonio de los solicitantes. De tratarse de adopción individual y si el solicitante es
persona casada, habrá igualmente que señalar la fecha de matrimonio, la
identificación completa del conyugue, nacionalidad, fecha de nacimiento, profesión u
ocupación, domicilio o residencia de este.

c. Identificación de cada una de las personas por adoptar y señalamiento de


sus respectivas fechas de nacimiento, nacionalidad, domicilio o residencia.

d. Indicación del vínculo de familia, consanguíneo o de afinidad entre el


solicitante y la persona por adoptar, o la mención de que no existe vínculo familiar
entre ellos.

e. Indicación, cuando se trate de la adopción de una persona casada, de la


fecha de matrimonio, identificación completa del conyugue, el domicilio o residencia
de este, y si existe separación legal entre ambos, la fecha de la sentencia o del
derecho respectivo.

f. Si el solicitante tuviere descendencia consanguínea o adoptiva.

g. Indicación, cuando se trate de la adopción de niños, adolescentes,


entredichos o inhabilitados, el nombre y apellido, domicilio o residencia de cada una
de las personas naturales que deben consentir o han consentido en la adopción, con
indicación del vínculo familiar o del cargo que desempeñan respecto a la persona por
adoptar. Si alguna de esas personas estuviese impedida de consentir la adopción
solicitada, se indicara esa circunstancia así como su causa.

h. Indicación de si la adopción en proyecto se encuentra en el supuesto del


artículo 412 de la LOPNA.

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i. Indicación, cuando se trate de la adopción de un niño, adolescentes o de un
entredicho, respecto a si el solicitante o alguno de los solicitantes es o ha sido tutor y,
en caso afirmativo, se expresara si han sido o no aprobadas las cuentas definitivas de
la tutela.

j. Cualquier otra circunstancia que se considere pertinente o de interés.

Documentación Anexa: La solicitud de adopción será presentada con los


siguientes documentos:

a. Copia certificada de la partida de nacimiento de casa uno de los solicitantes.

b. Copia certificada de la partida de nacimiento de cada una de las personas


por adoptar, o la comprobación, mediante cedula de identidad o pasaporte, de la fecha
de nacimiento y la nacionalidad de estas personas.

c. Prueba autentica de estado civil de la persona para adoptar, salvo que esta
fuese soltera.

d. Prueba autentica del estado civil de los solicitantes de la adopción.

e. Copia autentica de los respectivos consentimientos, cuando estos no hayan


sido presentados ante el Juez, conforme al artículo 416 de la LOPNA

f. Informe sobre la aptitud para adoptar de los solicitantes.

Obtención de documentos: si el solicitante manifiesta que le es difícil obtener


alguno de los documentos, el Juez, dentro de los tres días siguientes al recibo de la
solicitud y si encuentra está justificada, requerirá los documentos faltantes a los
organismos competentes. Así mismo, el Juez ordenara la elaboración del informe
sobre la aptitud para adoptar de los solicitantes, si fuese el caso.

1.8.7. Efectos de la adopción


El artículo 407 contiene una de las innovaciones más importantes, al
consagrar la Adopción Plena como única modalidad. Este tipo de adopción confiere

22
al adoptado la condición de hijo y a los adoptantes la condición de padres, tal como lo
señala el artículo 425, con todos los deberes y derechos correspondientes a dicho
estado familiar (patria potestad, guarda, obligación alimentaría, etc.)

El efecto principal de la adopción es crear parentesco equiparable a la filiación


consanguínea, entre el adoptado y el adoptante, su cónyuge y demás parientes del
adoptante, y entre el adoptante y el cónyuge y descendencia futura del adoptado, si
fuere el caso, y entre la descendencia futura del adoptado y los miembros de la
familia del adoptante, conforme a lo establecido en el artículo 426, y al mismo
tiempo, extingue el parentesco del adoptado con los miembros de su familia de
origen, salvo que el adoptado sea hijo del cónyuge del adoptante. No obstante,
persistirán los impedimentos matrimoniales basados en la consanguinidad entre el
adoptado y su familia de origen (artículo 427 y 428).

Como consecuencia de la filiación, el adoptado llevará el apellido del


adoptante, si se trata de adopción individual; en tanto que si se trata de adopción
conjunta por cónyuges no separados legalmente, el adoptado llevará el apellido del
adoptante y a continuación el apellido de soltera de la adoptante. El juez puede
acordar la modificación del nombre propio del adoptado a solicitud del adoptante,
pero si éste tiene doce años o más debe dar su consentimiento y si es menor de esa
edad, debe ser oído (artículos 430 y 431).

Con la adopción nace la vocación hereditaria, es decir, se adquieren derechos


sucesorales en condiciones idénticas a las de la filiación biológica, tanto en lo que
respecta al adoptado como al adoptante y demás familiares, de acuerdo con las
relaciones de parentesco que se establecen, en los términos señalados en la normativa
correspondiente.

En contraste, la normativa derogada contemplaba dos tipos de adopción, la


plena y la simple, que establecía un vínculo civil de naturaleza especial únicamente
entre el adoptante y el adoptado, de modo que éste último conservaba los lazos
afectivos y de parentesco con su familia de origen, pero no se establecía ningún

23
parentesco con la familia del adoptante, lo que creaba al adoptado un conflicto en el
plano afectivo, a la vez que le imponía una doble carga de deberes y
responsabilidades.

1.8.8. Revocación

La adopción es irrevocable una vez decretada cumpliendo todos los requisitos


y condiciones legales, por ello el estudio de los casos y las personas involucradas
debe ser serio y profundo, y los consentimientos deben otorgarse luego de conocer los
efectos de la adopción una vez decretada (artículo 437).

1.8.9.Nulidad de la adopción

Si bien la adopción no es revocable, sí puede ser anulada en los siguientes


casos: a) violación de disposiciones referidas a la capacidad, impedimentos o
consentimientos previstos en los artículos 408 al 414 LOPNA; b) infracción de las
normas sobre período de prueba, establecidas en el artículo 422; c) error en el
consentimiento sobre la identidad del adoptante o del adoptado; d) violación de
cualquier otra disposición de orden público (artículo 438).

Los legitimados activos se indican en el artículo 439 (el adoptado o su


representante, el Ministerio Público y quienes pueden hacer oposición a la adopción),
siempre y cuando ejerzan dicha acción en el plazo de un año contado a partir de la
fecha de inscripción del decreto de adopción en el Registro Civil correspondiente.
Dicho término se computará en el caso del adoptado, partir de la fecha en que alcance
su mayoridad (artículo 440).

Una vez firme, deberá remitirse copia certificada de la sentencia a las oficinas
de Registro Civil en donde se encuentra inscrito el decreto de adopción, para su
inserción en los libros correspondientes. También deberá publicarse y observarse lo

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dispuesto en el artículo 507 del Código Civil, acerca de las sentencias relativas al
estado y capacidad de las personas (artículo 441).

En cuanto a la oposición a terceros, la nulidad se retrotrae a la fecha del


decreto de adopción, dejando a salvo los derechos de terceros adquiridos de buena fe
antes de la inscripción de la sentencia conforme al artículo 441.

1.8.10. Inscripción de la adopción


La inscripción del derecho de adopción es muy importante ya que la adopción
produce importantes efectos jurídicos que no solo interesa a las partes, sino también a
terceros y a la sociedad, por esta razón el legislador ha considerado conveniente
imponer un sistema de publicidad de la adopción mediante su inscripción en el
Registro Civil, el cual debe seguir los siguientes pasos:

El juez o jueza, una vez decretada la adopción, debe enviar una copia
certificada del correspondiente decreto al Registro Civil de la residencia habitual del
adoptado o adoptada, a fin de que le levanten una nueva partida de nacimiento en los
libros correspondientes.

Los funcionarios o funcionarias del Registro Civil deben proceder, sin


dilación, a elaborar esta nueva partida de nacimiento en el cual no debe hacer
mención alguna del procedimiento de adopción, de los vínculos del adoptado o
adoptada con sus progenitores consanguíneos o de cualquier otra información o dato,
que afecte la confidencialidad de la adopción.

En el caso que el adoptado o adoptada haya nacido en el extranjero los


funcionario o funcionarias del mencionado Registro están facultados para levantar
dicha partida de nacimiento, en la cual deben indicar el lugar y la fecha que se
produjo el nacimiento de que se trata.

En casos de adopción internacionales en que el o los adoptantes tienen


residencia habitual en otro país, los funcionarios o funcionarias del Registro Civil
debe identificar como presentantes del niño, niña y adolescente en la nueva partida de

25
nacimiento, al adoptante o adoptantes, según sea individual o conjunta la adopción
decretada.

El decreto de adopción surte efecto desde la fecha en que quede firmado, pero
no es oponible a terceros sino una vez efectuada su inscripción en el Registro Civil.

Invalidación de la Partida Original de Nacimiento.

El juez o jueza también debe remitir una copia certificada del decreto de
adopción al Registro Civil donde se encuentre la partida original de nacimiento del
adoptado o adoptada, a fin de que se estampe al margen de la misma, las palabras
Adopción Plena. Dicha partida queda privada de todo efecto legal mientras subsista la
adopción, excepto para comprobar la existencia de impedimento matrimonial, de
acuerdo con lo previsto en el artículo 428 de la LOPNA.

En caso de tratarse del mismo Registro Civil el juez o la jueza solo remitirá
una sola copia del decreto de adopción, debiéndose estampar la respectiva nota
marginal una vez levantada la nueva partida de nacimiento.

Inscripción si el Adoptado o Adoptada es un Adolescente casado o tiene


hijos.

Si el adoptado o adoptada fuese un adolescente o tuviese hijo o hija, el juez o


la jueza debe ordenar al Registro Civil que deje constancia de la adopción al margen
de las correspondientes partidas de matrimonio o de nacimiento, según sea el caso.

Información sobre las inscripciones realizadas.

Los funcionarios o funcionarias del Registro Civil deben informar, de


inmediato, al juez o jueza respectiva, de la adopción o de su nulidad.

26
2. Régimen legal del los alimentos derecho

2.1. Concepto de la obligación alimentaria


El derecho de alimentos se traduce en la posibilidad de percibir de un tercero
los medios necesarios para la subsistencia, por imperativo de la ley, un contrato, un
testamento o un hecho ilícito. Al primero de ellos nos referiremos en las siguientes
líneas, es decir, a la obligación de alimentos existente en razón de la ley.
Específicamente, como es natural, la que se deriva de la materia correspondiente al
Derecho de Familia, la cual tiene su razón de ser en la ayuda o auxilio recíproco que
debe brindarse la familia y puede extenderse a lo económico Es una manifestación en
el orden jurídico de la piedad, caridad o solidaridad en razón de la sangre; surge como
elemental deber de conciencia preexistente como obligación de carácter natural y
moral, siendo la cristalización en el campo jurídico positivo del deber de protección y
asistencia del grupo familiar..

En palabras de Granadillo “La ley, pues, lo que ha hecho es plasmar en sus


letras un deber que ya vivía en nuestras aspiraciones. Los alimentos constituyen una
de las principales consecuencias del parentesco. El derecho de percibir alimentos y la
correlativa obligación de prestarlos deriva de una relación alimentaria legal, de
contenido patrimonial, pero cuyo fin es esencialmente extrapatrimonial: la
satisfacción de las necesidades que la subsistencia requiere.

Ciertamente, la expresión “alimentos” no puede entenderse en un sentido


estricto limitado a “comida”. Por subsistencia ha de considerarse todo lo necesario
para vivir, como alimentación, vivienda, vestido, medicamentos, estudios, recreación,
etc. Así se evidencia del artículo 365 de la LOPNNA que en materia de niñez y
adolescencia alude además de sustento a “vestido, habitación, educación, cultura,
asistencia, atención médica, medicinas, recreación y deportes”. En determinados
casos, el derecho u obligación de alimentos podría estar limitado a suministrar los
recursos o medios necesarios para los más importantes requerimientos o necesidades
económicas.

27
Al efecto, diferencia la doctrina entre alimentos congruos y alimentos
necesarios, incluyendo en los primeros los que cubren necesitos o necesidades del que
los precisa; mientras que en los segundos se ubican los medios estrictamente
necesarios (como su propia denominación lo denota) o indispensables para vivir al
margen de las consideraciones personales del necesitado. Los congruos responden a
una noción subjetiva y los necesarios a una objetiva. Según distingue la doctrina,

Los congruos proceden respecto al cónyuge, ascendientes y descendientes, así


como niños o adolescentes; los necesarios tienen lugar respecto de hermanos, tíos y
sobrinos.

No obstante según veremos, la obligación de alimentos no puede basarse


únicamente en las necesidades personales del solicitante o requirente sino que
dependerá en gran medida de la capacidad económica del obligado, pues nadie puede
dar más de lo que tiene, o más precisamente, no se podría cubrir los alimentos de un
tercero en perjuicio de la propia subsistencia.

2.2. Caracteres
Entre los caracteres de la obligación de alimentos señala la doctrina:

Es de orden público. Es decir, dada su importancia familiar está sustraída de la


autonomía de la voluntad; de lo anterior se desprende que es irrenunciable según el
artículo 293 del CC que dispone “la acción para pedir alimentos es irrenunciable”, así
como el art. 377 LOPNNA y por ende no opera la transacción, aun cuando la ley
prevé la posibilidad de realizar acuerdos para establecer el monto o forma de pago de
conformidad con el artículo 297 CC29 y 375 LOPNNA.
No compensable. Según el artículo 377 LOPNNA y 292 CC aun cuando según dicha
norma pueden renunciarse y compensarse las pensiones atrasadas.
Inembargable. Es decir, dado su carácter necesario para la subsistencia, no es
susceptible de ejecución forzosa respecto del patrimonio del necesitado.
Es perpetua o imprescriptible, pues la ley no establece limitación temporal para su
reclamación si proceden los supuestos correspondientes, aunque sí prescriben las

28
pensiones atrasadas y no 374 LOPNNA; divisible y no solidaria, pues de existir
varios obligados el deber se distribuye entre ellos en la proporción determinada por el
Juez según las circunstancias (artículo 296 CC40 y 372 LOPNNA);
Constituye crédito privilegiado en materia de menores según art. 379 LOPNNA
que también prevé la responsabilidad del patrono si no realiza la retención debida
(art. 380).
Reclamadas según dispone el artículo 1982, ord. 1° CC por dos (2) años y según art.
378 LOPNNA por diez (10) años;
Personalísima, intransmisible e inalienable, en razón de depender de las
circunstancias personales o particulares del reclamante y del obligado, se extingue
con la muerte de éstos a tenor del artículo 298 CC y 383 a) LOPNNA.
Es recíproca, pues constituye un derecho-deber entre familiares que supone no sólo
el deber de dar alimentos a los parientes sino de recibirlos, de darse las condiciones;
variable o condicional, al depender de ciertas condiciones de parte del requirente y
del obligado y que al variar las mismas podría cambiar o desaparecer, según el
artículo 294 CC;
No retroactiva, pues sus efectos rigen en lo sucesivo a partir de la sentencia; de
cumplimiento sucesivo, es decir, no se consuma en un solo pago sino que se pagan
por mensualidades anticipadas según se deduce del artículo 291 CC y 374 LOPNNA;
Divisible y no solidaria, pues de existir varios obligados el deber se distribuye entre
ellos en la proporción determinada por el Juez según las circunstancias (artículo 296
CC y 372 LOPNNA); constituye crédito privilegiado en materia de menores según
art. 379 LOPNNA que también prevé la responsabilidad del patrono si no realiza la
retención debida (art. 380).

2.3. Nacimiento y extinción de la obligación alimentaria legal


La obligación de alimentos se extingue por diversas razones. Dicha obligación
puede variar, modificarse o extinguirse por decisión judicial si varían las causas que
le dieron origen a tenor del artículo 294 CC porque según indicamos es variable o
condicional. Se extingue también dado su carácter personalísimo por la muerte del

29
requirente o del obligado, y así lo prevé expresamente el artículo 298 CC y 383, letra
a LOPNNA. Esta última norma en su letra b), dispone también que se extingue la
obligación de manutención por la “mayoridad”, salvo en caso de discapacidad o
estudios hasta los 25 años de edad. Si excepcionalmente se pierde el vínculo legal que
da lugar a la obligación la misma desaparece como es el caso de la nulidad de la
adopción.

Al disolverse el matrimonio se extingue la obligación de alimentos, salvo los


casos de divorcio de los artículos 185, ord. 7, 195 CC85. En el caso de este último
artículo se extingue además de la muerte, si cesa la incapacidad del necesitado o éste
contrae nuevas nupcias.

También se pierde la obligación alimentaria, por obvias razones de moralidad


en los citados supuestos de los artículos 299 y 300 CC. El primero de éstos relativo a
la mala conducta del requirente respecto del obligado en tanto que el artículo 300
prevé el caso de delitos que ameriten al menos prisión cometidos respecto del
obligado o sus familiares, adulterio con el cónyuge del obligado o abandono del
obligado si éste estuvo en estado de demencia.

La negativa injustificada a prestar alimentos constituye causa de indignidad a


tenor del artículo 810, ord. 3° que dispone que son incapaces de suceder como
indignos: “Los parientes a quienes incumba la obligación de prestar alimentos a la
personas de cuya sucesión se trate y se hubieren negado a satisfacerla, no obstante
haber tenido medios para ello”.

Ello, por razones de moralidad, lo ubica la doctrina dentro de las


incapacidades especiales de goce, que excepcionalmente puede ser solventada por el
afectado, según prevé el artículo 811 CC.

30
2.4. Procedimiento para la reclamación de alimentos
En cuanto al procedimiento judicial en materia de alimentos, sólo cabe referir
que el mismo está previsto en los artículos 747 al 751 del Código de Procedimiento
Civil, bajo el título “Del juicio de Alimentos”, Capítulo V 89. Según López Herrera
sigue vigente el Capítulo III de la Ley de Protección Familiar y el procedimiento
relativo a los alimentos entre cónyuges, pues no fueron derogados ni por la Ley
Tutelar de Menores ni por la LOPNNA. Sin embargo, ni la doctrina ni las decisiones
judiciales encontradas refieren tal procedimiento sino el del CPC inclusive en el caso
de solicitud de alimentos al cónyuge, suponemos que en atención a que el Código
Adjetivo de 1987 es posterior a la Ley de Protección Familiar. Por su parte, en
materia de niños y adolescentes la denominada a partir de la Reforma “obligación de
manutención” consagrada en los artículos 365 y ss., es susceptible de ser reclamada
judicialmente por el procedimiento ordinario contencioso establecido al efecto a tenor
de los artículos 177, parágrafo primero letra d, 450 y ss, 384 de la LOPNNA94. Entre
los legitimados activos de la solicitud de alimentos el artículo 376 eiusdem incluye al
adolescente.

3. El matrimonio

3.1. Concepto
De acuerdo con la enciclopedia jurídica en line, el matrimonio es el “acto
jurídico, que origina la relación familiar, consistente en la unión de un hombre y una
mujer, para la plena comunidad de vida”.

A diferencia del contrato, negocio jurídico patrimonial, el matrimonio es un


acto jurídico con fines transindividuales, los propios de la institución familiar de la
que es su fuente creadora legítima.

En la legislación venezolana vigente no existe una definición de matrimonio.


Sin embargo, el Código Civil (CC), en el artículo 44, solo establece que solo puede
contraerse entre un solo hombre y una sola mujer.

31
3.2. Evolución histórica de la institución
Es necesario hacer en forma breve un recuento de la evolución histórica del
matrimonio, especialmente porque de ella puede apreciarse el profundo significado,
que esta institución ha tenido a través de la existencia dela Humanidad.

Sojo Bianco, divide en cuatro períodos la historia del matrimonio, y aclara que
no necesariamente ha sido exactamente igual en todas partes y hace el enfoque desde
el punto de vista del Hemisferio Occidental. Estos son: Período Primitivo; Período
del Derecho Romano, Período del Cristianismo y Período Contemporáneo.

1.- En efecto, debe admitirse, que el matrimonio, para llegar a su estructura


actual, ha debido sufrir un largo proceso de evolución y perfeccionamiento, a partir
de la época más primitiva de la humanidad, cuando parece ser que era práctica
corriente la unión del hombre con varias mujeres (poligamia), sin descartar la
situación contraria, es decir, la unión de una mujer con varios hombres (poliandria),
aunque no existen muchos ejemplos de esto último. Hoy se conserva la poligamia
entre los mahometanos, con tendencia a desaparecer. El cese de la vida nómada
origina un fenómeno de gran interés en la vida del hombre primitivo. El apareamiento
del hombre y la mujer deja de ser un hecho circunstancial y la vida de la pareja se
estabiliza en busca de soluciones a sus necesidades vitales y así surgen nuevas formas
de comportamiento que derivan en la formación del núcleo familiar, el clan, la tribu y
mucho más tarde el estado, como organizaciones que van a responder a las cada vez
más crecientes necesidades del hombre.

2.- Con el Derecho Romano el matrimonio empieza a perfilarse hacia su


actual estructura. Durante la etapa del Derecho Romano Arcaico, se conserva el
matrimonio de hecho, pero el extraordinario criterio jurídico de este pueblo, confiere
a esta unión una significación especial, desde el punto de vista espiritual. Es así que si
bien se tiene en cuenta el elemento material configurado por la deductio de la esposa
in dominis mariti, o sea, el traslado de la esposa a la casa del marido para iniciar la
cohabitación, se le da mayor relevancia al aspecto espiritual, a la intención de

32
quererse y permanecer unidos para toda la vida, denominada afectio maritales, cuya
importancia es tal que su extinción provocaba la disolución del vínculo matrimonial.
Así pues, el consentimiento matrimonial romano debía renovarse día a día. En
consecuencia, aunque no indisoluble y es en este sentido como debe entenderse la
definición de Modestito, que en el Digesto, señaló que el matrimonio es “unión del
hombre y la mujer; consorcio para toda la vida; comunidad de derechos divinos y
humanos”.

La expansión de Roma, la vida licenciosa a que se entregaron los


conquistadores y el contacto con otros pueblos y costumbres, hacen que cada día se
relaje más el matrimonio y aumenten el divorcio y el adulterio, al punto que las
reformas religiosas impuestas bajo Augusto, con las Leyes Julia Maritandis y Papia
Popea, no son suficientes para corregir tales vicios.

Ante esta situación, el Cristianismo emprende la tarea de reivindicar la


institución del matrimonio, llegando a imprimirle una profunda transformación,
rechazando el divorcio y dignificando a la mujer.

3.- El período del Cristianismo, dentro de la historia de la evolución del


matrimonio, puede separarse en dos etapas: la anterior al Concilio de Trento y la que
sigue a éste. La primera se inicia hacia el siglo IX, cuando comienza tímidamente a
ser regulado el matrimonio por normas cristianas, siendo de señalar que éstas no se
aplican por igual en todas partes ni son rigurosamente ordenadas. El proceso de
estructuración de estas normas hubo de ser lento y gradual, acentuándose a medida
que la iglesia va ganando adeptos para imponer sus puntos de vistas al poder secular.
Para el siglo X ya se reconoce que es la Iglesia la única fuente de autoridad en
materia de matrimonio y en el siglo XII llega a establecerse de manera uniforme el
pensamiento canónico respecto a la naturaleza del vínculo matrimonial y a la forma
de constituirlo, para culminar con el Concilio de Trento (1542-1563), por el cual se
establece que toda la materia relativa a la institución del matrimonio queda regida por

33
normas del Derecho canónico y se afirma que es de la sola competencia dela Iglesia
cuanto concierne al estado y condición de las personas.

El matrimonio es elevado a la dignidad de sacramento solemne, la unión de


los esposos es la imagen de la unión de Cristo con su Iglesia y como tal indisoluble
“Lo que Dios une, el hombre no lo puede separar”. Así pues si bien el vínculo nace de
la libre voluntad de los contrayentes su consagración ante la Iglesia lo eleva a la
categoría de sacramento indisoluble.

4.- Esta hegemonía dela Iglesia en lo concerniente al matrimonio, se mantiene


durante toda la Edad Media y sólo comienza a decrecer durante el Siglo XVI, sin que
pueda señalarse un momento exacto de su desaparición, ésta se acentúa a medida que
surgen los Estados Modernos aunados a la influencia del movimiento dela Reforma,
iniciada por Martín Lucero en Alemania y que pronto se extiende a todo el mundo
cristiano. Para este monje agustino, el matrimonio no es indisoluble; puesto que no es
un sacramento, “sino una cosa mundana, externa, como el vestido, la comida y la
casa” y, en consecuencia no debe estar regulado por la Iglesia sino exclusivamente
por la autoridad secular.

En Holanda, hacia 1580, ya aparece el matrimonio civil para que puedan


legalizar su unión aquellos no afiliados a la Iglesia Católica y de esta manera el Poder
Civil va reivindicando para sí lo concerniente al matrimonio, variando desde luego en
los diferentes países según varía en ellos la influencia dela Iglesia. En Francia
igualmente aparecen en el Siglo XVI Ordenanzas que atribuyen al Estado jurisdicción
sobre algunas causas matrimoniales, sustrayéndolas de los Tribunales Eclesiásticos,
para culminar con la Revolución francesa, cuando la Constitución de 1971 proclama
el principio de que el matrimonio es un es un estado civil y no religioso, cuya
regulación por tanto corresponde exclusivamente al poder civil; debe celebrarse ante
la autoridad civil y registrarse en los libros correspondientes.

Se debe acotar igualmente, que ya en Inglaterra en el Siglo XVIII se había


establecido el matrimonio civil obligatorio, así como en Holanda y Alemania, pero es,

34
sin duda, con la Revolución Francesa, como se extiende a todo el mundo católico el
matrimonio civil.

3.3. Historia del matrimonio en Venezuela


No escapó Venezuela a la influencia secularizante del matrimonio y, aunque
durante la Colonia y período dela Independencia sólo se aplicaron las normas del
matrimonio canónico, la Ley del 7 de abril de 1826, sancionada por el Congreso
General de Colombia, establece que los varones menores de 21 años y las mujeres
menores de 18, necesitaban autorización de sus ascendientes, y en defecto de éstos de
determinados funcionarios, para poder contraer matrimonio válidamente.

El 9 de agosto de 1828, por Decreto del Libertador, se prohibió a los


españoles contraer matrimonio en Venezuela, prohibición derogada por el Congreso
de Venezuela en 1831.

Entre tanto, el primer Código Civil Venezolano aparecido en 1826, establece


para los católicos el matrimonio canónico y para los que no profesan esta religión, la
exigencia de informar a la Primera Autoridad Civil de la parroquia o Municipio, en
presencia de dos testigos, la unión que han celebrado, sin necesidad de otra
formalidad.

Para el 1º de enero de 1873 queda implantado definitivamente en Venezuela el


matrimonio civil obligatorio, mediante decreto del General Antonio Guzmán Blanco,
conforme al cual sólo se reconocería el matrimonio celebrado de acuerdo a sus
disposiciones y luego, el 12 de febrero del mismo año, otro decreto autoriza a las
personas que antes del 1º de enero hubiesen contraído matrimonio canónico, para
celebrarlo civilmente si así lo desearen. El Código Civil del mismo año incorpora
estas disposiciones relativas al matrimonio, las cuales quedan así definitivamente
sancionadas hasta hoy, ya que los Códigos posteriores las han ratificado.

35
3.4. Importancia y fines del matrimonio
El matrimonio es la base fundamental del Derecho de Familia, puesto que la
mayoría de las relaciones jurídicas que constituyen esta rama del derecho, están
fundadas o derivan en una u otra forma del vínculo matrimonial, y, si bien es cierto
que existen situaciones especiales (concubinato, por ejemplo), que el derecho de
Familia no puede ignorar, éstas se encuentran en un orden inferior y en todo caso
asimiladas a las relaciones jurídicas que el matrimonio genera.

A través de todos los tiempos se ha dado esta importancia especial al


matrimonio por parte de los filósofos del Derecho, y ya Cicerón dice que el
matrimonio es el principio de la sociedad y el fundamento de la cosa pública
(principium urbis et quasi seminarium rei publicae) “El matrimonio es el centro de la
familia y las demás instituciones que integran el Derecho de Familia no son más que
consecuencias o complementos de aquél”.

No obstante, el fin del matrimonio, que es educar y procrear a los hijos, puede
ser siempre un fin que la naturaleza se ha propuesto, al dar al hombre la inclinación
recíproca de los sexos; pero el hombre que se casa no está obligado, so pena de
ilegitimidad en la unión, a proponerse ese fin. De otro modo, al cesar la facultad de
engendrar, el matrimonio se disolvería por sí mismo de pleno derecho”. En el mismo
sentido dicen Collin y Capitant, que el hombre “se casa por amor, pero también se
casa por razonamiento, por deber. Estas uniones tienen un valor jurídico y a veces
también adquieren una dignidad moral igual a la de los matrimonios por amor”.

Ahora bien, en el matrimonio deben distinguirse tres aspectos: El natural, que


responde a la Ley biológica de la reproducción de la especie y estaría constituido por
la unión física del hombre y la mujer para constituir una organización social necesaria
a la convivencia humana; y el aspecto religioso que hace del matrimonio un
sacramento bendecido por Dios.

De las anteriores consideraciones, se puede deducir que en el matrimonio


concurren dos aspectos: el meramente físico o biológico y el espiritual; y de ahí que

36
para muchos autores se distinga en el matrimonio entre fines primarios y fines
secundarios; Siendo los primeros los que propenden a la procreación y los segundos
los que se encaminan hacia la comunidad de vida, para ayudarse y protegerse
mutuamente y labrarse un destino común.

El Código Civil venezolano, acoge ambos fines. Pues mientras que por una
parte exige para la validez del matrimonio la capacidad de procrear (Arts. 46 y 47) y
establece como causal de nulidad la impotencia manifiesta y permanente anterior a su
celebración (Art. 119), acepta tácitamente la validez del matrimonio entre personas
que por su edad avanzada no están en capacidad de procrear, al no señalar edad
máxima límite para contraerlo.

3.5. Caracteres
Las principales características de matrimonio son:

Los efectos jurídicos del matrimonio vienen predispuestos por la ley, salvo en
lo que respecta a ciertos efectos patrimoniales, que pueden pactarse.

Es un negocio de duración indefinida, si bien cualquiera de las partes puede


desvincularse del mismo sin alegar causa alguna, mediante el divorcio

Su causa se corresponde con los deberes que los cónyuges asumen,


básicamente vivir juntos, guardarse fidelidad y socorrerse mutuamente, prescindiendo
de los motivos que impulsen a cada uno de ellos. En la voluntad de esa convivencia
plena consiste la llamada affectio maritalis

No obstante, esos deberes conyugales que surgen del matrimonio son


inejecutables.

3.6. Naturaleza jurídica del matrimonio


En relación con su naturaleza jurídica hay distintas teorías. Para unos, se trata
de un negocio jurídico bilateral de derecho de familia, pues tiene su origen en un

37
acuerdo de voluntades entre los que lo celebran. Otros defienden su carácter
institucional: es una institución normativa ad hoc. Ambas concepciones son
compatibles.

Por lo tanto, su naturaleza jurídica es la voluntad de las partes contrayentes


expresada en las declaraciones que emiten, dirigidas a unirse en matrimonio, y sin
prejuicio de la intervención de los funcionarios pertinentes, la unión se crea en virtud
de un acto de autonomía privada de la voluntad de los contrayentes.

Ese consentimiento debe caer en un proyecto de vida en común, aunque puede


disolverse por causas sobrevenidas. Ese consentimiento se expresa de por vida
mediante determinados ritos y formalidades legales por razón de seguridad y de
ritualización. Por tanto el contrato matrimonial en Derecho civil se perfecciona con la
emisión de los consentimientos y con la observancia de ciertas formalidades legales.

Cumplidos todos los presupuestos, el matrimonio se convierte en una


institución básica de la vida social. EI carácter institucional es lo que diferencia con
otros tipos de uniones, como las uniones libres. Además va a generar entre los
cónyuges un cambio en el estado civil, pues esta unión va a generar unos deberes y
responsabilidades para cada uno de los cónyuges.

3.7. Caracteres modernos en la legislación venezolana

3.8. Avances de la legislación extranjera en la atención a la institución del


matrimonio

3.9. Requisitos del matrimonio


El matrimonio como acto solemne precisa de algunos requisitos de fondo
(existencia) y de forma (validez), los cuales están dispersos a lo largo del Código
Sustantivo. Entre los requisitos de fondo, se ubican: la diversidad de sexos, la
capacidad (discernimiento, sexualidad y pubertad), consentimiento y ausencia de
impedimentos. Por su parte, entre los requisitos de forma se encuentran los
esponsales y las solemnidades que dispone la ley en cuanto a su celebración.

38
3.10. Capacidad
La capacidad matrimonial –en forma semejante a la capacidad delictual– no
depende de la capacidad legal sino del discernimiento. Por ende ciertos incapaces de
obrar pueden contraer matrimonio, siempre que cuenten con una edad o condición
mental que le permita medir la trascendencia y consecuencias del negocio jurídico
personal a realizar. Así, el menor de edad puede contraer matrimonio a la edad
prescrita en el artículo 46 del CC (14 años la mujer y 16 el varón). E

3.11. Impedimentos dirimentes


Los impedimentos dirimentes impiden la formación del vínculo y se dividen
en absolutos y relativos, según afecten la posibilidad de contraer matrimonio con
cualquier persona o con alguien en particular, respectivamente. Es decir, el absoluto
supone que la persona a quien está referido no puede contraer matrimonio con nadie y
el relativo alude a la imposibilidad de matrimonio de dos personas determinadas
vínculo (art. 50 CC) amén de configurar el delito de bigamia94; orden, pues no puede
celebrar matrimonio el ministro de cualquier culto o religión que se lo prohíba (art. 50
CC)95; de rapto, pues según el citado artículo 56 del CC no puede contraer
matrimonio hasta tanto cumpla la condena, salvo que sea con la mujer agraviada.

Los impedimentos dirimentes relativos son: consanguinidad, pues no pueden


contraer matrimonio los consanguíneos en línea recta, sea ascendente o descendente
como padres o abuelos (art. 51 CC) ni los hermanos que son parientes colaterales
aunque sean de simple conjunción (art. 52 CC); afinidad, en razón que los afines en
línea recta (suegros, yernos) no pueden contraer matrimonio aun cuando se haya
disuelto el vínculo (art. 51 CC); crimen, pues no se permiten matrimonio entre el reo
o cómplice de homicidio ejecutado, frustrado o intentado contra uno de los cónyuges
y el otro cónyuge (art. 55 y 107 CC). Anteriormente se incluía en los impedimentos la
“adopción” (art. 54 CC), pero al desaparecer la adopción simple y subsistir sólo la
plena equiparable al parentesco, se considera –según refiere el Máximo Tribunal– que
ya no tiene sentido la distinción, pues la situación se incluye en el impedimento de
“consanguinidad”

39
3.12. Impedimentos impendientes
Los impedimentos impedientes (que no afectan la validez del matrimonio no
obstante ser prohibiciones) se dividen en dispensables y no dispensables. Los
dispensables –como su denominación lo indica– se pueden dispensar o exonerar, por
el Juez86 entre los que se aprecia: consanguinidad, relativo a la prohibición de
matrimonio entre tíos y sobrinos (artículos 53, 65 y 131, ord. 1° CC); Afinidad87, que
por razones morales prohíbe matrimonio entre uñados cuando ha mediado divorcio,
es decir, no aplica en caso de viudez (arts. 53, 65 y 131, ord 1° CC) y la tutela que
prohíbe matrimonio entre “tutor” y pupilo mientras no culmine el régimen y se hayan
aprobado cuentas (arts. 58 CC y 131 ord. 2 CC). Se agrega turbatio sanguinis que
prohíbe matrimonio de mujer si no ha transcurrido trescientos (300) días –período
máximo de gestación– de la sentencia de disolución o anulación del matrimonio (art.
57). Esto a los fines de evitar conflictos de paternidad. Según la norma citada no
aplica si ha tenido lugar el parto o se acredita prueba médica de no gestación89, de
allí que siendo a López Herrera lo ubiquemos como “dispensable”.

Los impedimentos impedientes no dispensables que no pueden relevarse,


viene dado por el de la autorización que precisan los menores de edad que tienen la
edad mínima para contraer matrimonio de quienes prevé la ley (artículos 59-64 y 131
ord. 3 CC). Finalmente, se ubica el impedimento impediente de inventario que se
precisa realizar en caso de hijos menores (artículos 110-112 CC). Esto a los fines de
dejar claro cuáles son los bienes del menor antes de que uno de sus progenitores
contraiga nuevas nupcias y pueda ver afectada la administración de aquéllos.

3.13. Requisitos de forma: anteriores a la celebración del matrimonio


Por su parte, entre los requisitos de forma se encuentran los esponsales y las
solemnidades que dispone la ley en cuanto a su celebración.

40
3.14. Los esponsables
Previamente a la celebración del matrimonio, los futuros contrayentes pueden
prometerse en matrimonio. La promesa recíproca de futuro matrimonio recibe el
nombre de esponsales. Esta figura, que históricamente tuvo gran importancia y se ce-
lebró frecuentemente en la práctica, hoy se halla caída en desuso.

Los esponsales, pues, consisten en la promesa recíproca de futuro matrimonio,


que intercambian un hombre y una mujer. También pueden definirse los esponsales
como la promesa de futuro matrimonio, hecha y aceptada recíprocamente entre un
hombre y una mujer.

La palabra castellana esponsales proviene del término latino sponsalia, y ésta


deriva del verbo spondere, que significa prometer.

3.15. Promesa reciproca del futuro matrimonio


La promesa recíproca de futuro matrimonio recibe el nombre de esponsales.
Esta figura, que históricamente tuvo gran importancia y se celebró frecuentemente en
la práctica, hoy se halla caída en desuso.

Los esponsales, pues, consisten en la promesa recíproca de futuro matrimonio,


que intercambian un hombre y una mujer. También pueden definirse los esponsales
como la promesa de futuro matrimonio, hecha y aceptada recíprocamente entre un
hombre y una mujer.

3.16. Efecto
El Código venezolano le niega toda eficacia a los esponsales; tanto en orden a
obligar a contraer el matrimonio prometido, como en orden a cumplir la prestación
que se hubiere estipulado para el caso de inejecución de la promesa.

El artículo 41 del Código Civil dice, textualmente: “La promesa recíproca de


futuro matrimonio no engendra la obligación legal de contraerlo, ni de cumplir la
prestación que haya sido estipulada para el caso de inejecución de la promesa”.

41
La finalidad que se persigue con esta ineficacia de los esponsales es evitar
cualquier tipo de coacción sobre la voluntad contraer matrimonio. Dada la
trascendencia del matrimonio, ley procura asegurar, por todos los medios a su
alcance, libertad del consentimiento, evitando cualquier coacción que pueda
disminuirla o modificarla. El legislador evita la coacción directa, al establecer que los
esponsales no crean la obligación jurídica de contraer el matrimonio prometido, y
evita la coacción indirecta, al preceptuar que los esponsales no obligan a cumplir con
la prestación que se hubiera estipulado para el caso de inejecución de la promesa.

3.17. Ruptura de la promesa matrimonial


La ruptura de la promesa matrimonial, por sí misma, no produce ningún efecto
jurídico directo. Genera uno accesorio: la ruptura de la promesa matrimonial deja sin
efecto todas las donaciones que con ocasión del matrimonio hubiere hecho un novio a
otro, o un tercero a cualquiera de los futuros contrayentes o a ambos. La ruptura, por
sí sola, no engendra ninguna otra consecuencia jurídica.

3.18. Consecuencia jurídica


La ruptura de la promesa matrimonial, por sí misma, no produce ningún efecto
jurídico directo. Genera uno accesorio: la ruptura de la promesa matrimonial deja sin
efecto todas las donaciones que con ocasión del matrimonio hubiere hecho un novio a
otro, o un tercero a cualquiera de los futuros contrayentes o a ambos. La ruptura, por
sí sola, no engendra ninguna otra consecuencia jurídica.

3.19. Acción
uando uno de los prometidos rehúse, sin justa causa, el cumplimiento de la
promesa matrimonial, es decir, cuando se produzca la ruptura de la promesa
matrimonial, sin justa causa, el novio incumplidor debe resarcir al otro los gastos que
éste hubiere hecho por causa del prometido matrimonio. En consecuencia, la acción
que engendra la ruptura injustificada de la promesa de futuro matrimonio es una
acción para demandar indemnización por los gastos hechos por causa del prometido
matrimonio que la ley reconoce, al novio inocente, contra el novio incumplidor.

42
A. Condiciones para el ejercicio de esta acción. El titular de esta acción es el
novio inocente. Como no es una acción de naturaleza estrictamente personal, puede
ser ejercida por los acreedores del titular, mediante la acción oblicua.

Para ejercerla deben reunirse los requisitos siguientes:

a) Que los esponsales hayan sido celebrados por personas capaces.


b) Que los esponsales consten de documento público o de los carteles
esponsalicios previstos por el legislador para dar publicidad a la
manifestación esponsalicia.
c) Que los esponsales, la promesa matrimonial, haya sido rota sin justa
causa.
d) Es necesario acompañar la demanda con el documento público o los
carteles donde consten los esponsales. La no presentación de estos
recaudos junto con la demanda, constituye una excepción de
inadmisibilidad.

3.20. La celebración propiamente dicha: matrimonio ordinario

3.21. Matrimonio extraordinario o matrimonio en artículo de muerte


Ocurre esta situación, conocida también como matrimonio por causal de
muerte o matrimonio “in extremis” cuando la unión matrimonial es solicitada por los
contrayentes en forma urgente ya que uno de ellos está ante una situación de padecer
una enfermedad muy grave y con muerte inminente.

3.22. Matrimonio de los venezolanos en el extranjero


El venezolano que contrajere matrimonio en un país extranjero deberá remitir,
dentro de los seis meses de haberse celebrado el matrimonio, a la Primera Autoridad

43
Civil de la Parroquia o Municipio de su último domicilio en Venezuela, copia
legalizada del acta de matrimonio, a los fines de la inserción y de las actuaciones
ordenadas en el artículo

3.23. Matrimonio de los extranjeros en Venezuela


El extranjero no puede contraer válidamente matrimonio en Venezuela sino
ante el competente funcionario venezolano o ante las personas a que se refiere el
artículo 98 del CC, y llenando todas las formalidades pautadas por la Ley venezolana,
sin que puedan exigírseles otras especiales, salvo la de presentar pruebas fehacientes
de que es soltero, viudo o divorciado y hábil para contraer matrimonio según su Ley
nacional; o, por lo menos, un justificativo, evacuado judicialmente, en el cual tres
testigos, cuando menos, mayores de edad y que den razón fundada y circunstanciada
de sus dichos, declaren bajo juramento, afirmando la expresada capacidad.

3.24. Sanciones por la inobservancia de los requisitos matrimoniales

Sanciones preventivas: la oposición al matrimonio


Son aquellas qué se oponen al matrimonio es decir se entiende por oposición
al matrimonio al medio legal para protestar la celebración del acto, cuando en el
mismo se violan requisitos exigidos por el legislador e impedir con ellos que el
matrimonio se lleve a cabo.

Sanciones Preventivas: son aquellas qué se oponen al matrimonio es decir se


entiende por oposición al matrimonio al medio legal para protestar la celebración del
acto, cuando en el mismo se violan requisitos exigidos por el legislador e impedir con
ellos que el matrimonio se lleve a cabo.

Personas que pueden oponerse al matrimonio: Es importante resaltar que,


aunque el legislador busca evitar que se celebren matrimonios en contravención a la
legislación vigente, también buscó la manera de evitar que se abusare de esta
institución (esto es fundamento además de la aclaratoria que se hizo en el párrafo
anterior), así se distingue entre quienes:

44
Pueden oponerse en todo caso: El padre, la madre, los abuelos, los hermanos,
los tíos, el tutor y/o el curador de cualquiera de los contrayentes. Pueden oponerse
además el Síndico Procurador Municipal, el funcionario público que recibió la
manifestación esponsalicia y, el funcionario que se haya escogido para celebrar el
matrimonio. En definitiva sólo pueden oponerse las personas y en los casos
enumerados taxativamente por los artículos: Art. 72 CC: “El padre, la madre, los
abuelos, el hermano, la hermana, el tío, la tía y el tutor o curador, pueden hacer
oposición al matrimonio por toda causa que, según la Ley, obste a su celebración”

Art. 76 CC: “El Síndico Procurador Municipal del domicilio o residencia de


cualquiera de los esposos, debe hacer oposición al matrimonio si tiene noticia
fundada de que existe cualquier impedimento de los declarados por la Ley”.

Art. 79 CC: “Cuando el funcionario encargado de la sustanciación del


expediente de esponsales o el escogido para celebrar el matrimonio, tuviere noticia
fundada de que existe algún impedimento que obste legalmente a su celebración,
procederá sin pérdida de tiempo a hacer la averiguación del caso, y hecha que sea,
remitirá todo lo actuado al Juez de Primera Instancia, procediéndose como en el caso
de oposición”.

Pueden oponerse en algunos casos: Dentro de esta clasificación entran


obviamente las personas que pueden oponerse en todo caso, pero además de ellas y,
según las circunstancias podrán oponerse:

1.- el cónyuge de quien ya esté casado y figure como contrayente Art. 74 CC:
“El derecho de hacer oposición compete también al cónyuge de la persona que quiera
contraer otro matrimonio”;

2.- Los ascendientes, descendientes y hermanos del ex marido de aquella


mujer que pretenda contraer matrimonio en contravención del impedimento de
turbatio sanguinis, aún más, cuando el matrimonio fuere disuelto judicialmente, dicha
oposición corresponde además al ex esposo

45
Art. 75 CC: “Si se trata del matrimonio que quiera contraer la mujer en
contravención del artículo 57, el derecho de hacer oposición corresponde a sus
ascendientes y a los ascendientes, descendientes y hermanos del marido. En caso de
un matrimonio anterior que se ha anulado o disuelto, el derecho de hacer oposición al
que se quiera contraer después, corresponde también a aquél con quien se había
contraído”.

3.25. Procedimientos
El procedimiento puede hacerse en forma regular o de oficio, así tenemos:

Procedimiento regular: Lo hace quien esté facultado por la ley, ya sea en


forma personal o, por medio de su apoderado (quien deberá tener un poder especial
para ello).

Ante el funcionario que haya recibido la manifestación esponsalicia o ante el


funcionario que los contrayentes hayan designado para efectuar el matrimonio.

Debe hacerse por escrito. Debe contener la cualidad de la persona que hace la
oposición, es decir, deberá expresar conforme a qué está facultado para ellos y, los
fundamentos de su oposición.

Oportunidad: Como ya se dijo, debe hacerse antes de la celebración del


matrimonio, la oportunidad exacta es entre la manifestación esponsalicia y la
celebración del matrimonio.

Decisión de la oposición: Corresponde al juez de primera instancia en lo civil,


quien recibirá la oposición porque el funcionario que la recibió debe enviársela, el
procedimiento para decidirla será el Juicio breve establecido en el Art. 766 CPC.
Dicha decisión no requiere consulta alguna, pero puede ser apelada, e incluso, contra
la decisión del superior puede ejercerse el recurso de casación Art. 77 CC: “La
oposición al matrimonio se hará ante el funcionario que haya recibido la
manifestación de voluntad de los futuros contrayentes o ante el escogido para
presenciarlo, en escrito firmado por el que la hace o por su apoderado con poder

46
especial, en el cual se enunciará la calidad que da el derecho de formar la oposición y
se expondrán los fundamentos de ésta”.

Procedimiento de oficio: Es el procedimiento a aplicar cuando la oposición es


hecha por el funcionario que recibió la manifestación esponsalicia o por aquel que
haya sido escogido por los contrayentes para celebrar el matrimonio. Recuerden
ustedes que el funcionario puede hacer la oposición él mismo, cuando advirtiere que
se pretende celebrar un matrimonio que no cumpla o que contravenga los requisitos
legales establecidos para ello, salvo las excepciones en que no se deben cumplir
ciertas formalidades y sólo frente a éstas de las que se pueda prescindir (matrimonio
en artículo de muerte y matrimonio celebrado para legalizar el concubinato). En este
caso el funcionario deberá abstenerse de celebrar el matrimonio, seguidamente
realizará la investigación pertinente y, si encontrare que en efecto se está violando un
requisito legal del matrimonio, remitirá el Juez de primera instancia las actuaciones
correspondientes a la investigación, así como el expediente esponsalicio, para que sea
el juez quien decida lo conducente (a partir del envío, el procedimiento a seguir es el
regular) Art. 79: “Cuando el funcionario encargado de la sustanciación del expediente
de esponsales o el escogido para celebrar el matrimonio, tuviere noticia fundada de
que existe algún impedimento que obste legalmente a su celebración, procederá sin
pérdida de tiempo a hacer la averiguación del caso, y hecha que sea, remitirá todo lo
actuado al Juez de Primera Instancia, procediéndose como en el caso de oposición”.

3.26. Efectos de la oposición


El principal efecto de la oposición es la suspensión de la celebración del
matrimonio, mientras dure el juicio que se pronuncie sobre la procedencia o no de la
admisión, dicha decisión judicial debe haber quedado firme, para que entonces se
pueda proceder, según la decisión, a realizar o no el matrimonio Art. 78 CC: “Hecha
la oposición por quien tenga carácter legal para hacerla, y fundada en una causa
admitida por la Ley, no podrá procederse a la celebración del matrimonio mientras el
Juez de Primera Instancia, a quien se pasará el expediente, no haya declarado sin

47
lugar la oposición. Aun en el caso de ser retirada ésta, dicho Juez decidirá si debe o
no seguirse.

Cuando la oposición se fundare en la falta de licencia por razón de menor


edad, sólo se abrirá el juicio de que se trata, si el interesado sostuviere que es mayor o
que ha obtenida la licencia”.

3.27. Sanciones punitivas: civiles, penales, económicas


Violación de la libertad en el consentimiento matrimonial:

Artículo 176 del c.p y en el incurre que por medio de amenazas, violencias y
otros apremios ilegítimos, constriñe a una persona a ejecutar un acto al cual no está
legalmente obligado, la pena normal del delito de violencia es de prisión de quince
días a treinta meses, se s ha cometido con abuso de autoridad pública esta se eleva a
prisión de treinta meses a cinco años.

El delito de rapto aparece tipificado y sancionado en los artículos 384 y 387


del código penal y únicamente existe cuando la víctima es mujer.

Violación de los impedimentos dirimentes:

Bigamia: se encuentra previsto en los artículos 402 al 404 del código penal
con una sanción de dos a cuatro años.

Incesto: articulo 381 código penal es de acción pública y su pena es presidio


de tres a seis años.

Sanciones económicas: Sanción por Impedimento impediente de


consanguinidad: Es el que prohíbe el matrimonio entre tíos y sobrinos, así como entre
los cuñados. La razón de este impedimento es histórica, pero con él el legislador
buscó además, proteger el buen orden de las familias, así como las buenas
costumbres. Es relativo, porque se prohíbe el matrimonio sólo frente a determinadas
personas (me puedo casar con todas las demás) y, es dispensable porque la propia ley
prevé la posibilidad de que sea levantada la prohibición y se pueda celebrar el

48
matrimonio (Art. 65 CC: “Los Jueces de Primera Instancia en lo Civil pueden
dispensar el impedimento que existe entre los tíos y sobrinos de cualquier grado y
entre los cuñados”). Art. 53 CC: “No se permite el matrimonio entre tíos y sobrinos,
ni entre tíos y los descendientes de los sobrinos” Sanción: Sólo existe cuando el
matrimonio se celebra sin solicitado la dispensa del Art. 65 o cuando ésta ha sido
negada Art. 131 CC: “Independientemente de las sanciones impuestas a los cónyuges
por otras leyes, cuando ocurra violación de disposiciones relativas al matrimonio se
aplicarán las siguientes: 1º Si se violare el artículo 53 por no haberse pedido la
dispensa, los contrayentes serán penados con multa de quinientos (500) a dos mil
(2.000) bolívares. Cuando pedida la dispensa hubiere sido negada, se les impondrá
una multa hasta de tres mil bolívares (Bs. 3.000)” El matrimonio es válido.

Sanción por Impedimento impediente de afinidad: Como su nombre lo indica,


prohíbe el matrimonio entre cuñados cuando el matrimonio que produjo el parentesco
por afinidad haya sido disuelto mediante el divorcio. Igual que el caso anterior, el
impedimento es relativo, porque se refiere a personas determinadas. Es dispensable
porque se puede utilizar la vía del Art. 65 CC (dispensa), para levantar la prohibición.
Art. 53 CC: “…Tampoco se permite el matrimonio entre cuñados cuando el que
produjo la afinidad quedó disuelto por divorcio” Sanción: La Multa establecida en el
Ord. 1º del Art. 131 CC (es la misma del caso anterior) El matrimonio sigue siendo
válido.

Sanción por impedimento de tutela: No se permite que el tutor o el curador,


así como de sus descendientes con alguna de las personas que hayan tenido bajo su
protección. El fundamento de esta prohibición se encuentra en evitar que quien ejerza
el cargo se aproveche de su condición, en perjuicio de su protegido. Es dispensable
porque existe la posibilidad de que el Juez ante quien se constituyó la tutela, o en su
defecto, el del domicilio del tutor, autorice el matrimonio. Art. 58 CC: “No se permite
el matrimonio del tutor o curador o alguno de sus descendientes con la persona que
tiene o han tenido bajo su protección, en tanto que, fenecida la tutela o curatela, no
haya recaído la aprobación de las cuentas de su cargo; salvo que el Juez ante quien se

49
constituyó la tutela o el del domicilio del tutor, por causas graves, expida la
autorización” Sanción: Art. 131 CC, Ord. 2º: “Independientemente de las sanciones
impuestas a los cónyuges por otras leyes, cuando ocurra violación de disposiciones
relativas al matrimonio se aplicarán las siguientes: 2º Si se violare el artículo 58, el
tutor o curador será privado de toda remuneración por razón del cargo”, aunque el
tutor o curador sea privado de su cargo, el matrimonio es válido.

Sanción por Impedimento de autorización: Los menores de edad requieren de


la autorización de sus padres para poder contraer matrimonio, si los padres no pueden
prestar su consentimiento o no logran un acuerdo al respecto, entonces dicha
autorización corresponde al Juez de Menores (ahora los tribunales de la LOPNA) y
frente a lo que ese juez decida no se podrá ejercer recurso alguno. En ausencia de los
padres dicha autorización quedará en manos de los abuelos (nótese que aquí es
porque los padres están AUSENTES y en el caso del juez es porque los padres NO
PUEDEN consentir o NO LOGRAN ponerse de acuerdo). Por otra parte, si no hay ni
padres, ni abuelos, la decisión corresponde al tutor y, si tampoco lo hay, se recurre al
juez. Es absoluto porque la prohibición existe para contraer matrimonio con cualquier
persona. Art. 59 CC: “El menor de edad no puede contraer matrimonio sin el
consentimiento de sus padres. En caso de desacuerdo entre los padres, o de
imposibilidad de manifestarlo, corresponderá al Juez de Menores del domicilio del
menor autorizar o no el matrimonio, oída la opinión de los padres si fuere posible.
Contra esta decisiones no habrá recurso alguno”. Sanción: Art. 131 CC:
“Independientemente de las sanciones impuestas a los cónyuges por otras leyes,
cuando ocurra violación de disposiciones relativas al matrimonio se aplicarán las
siguientes: 3º Si se violare el artículo 59, se castigará al autor de la falta con la
privación de la administración de sus bienes hasta que llegue a la mayoridad”, De
todas, el matrimonio sigue siendo válido.

3.28. Nulidad absoluta


Entre los supuestos de nulidad absoluta ubica la doctrina: 1.- Violación de los
supuestos matrimoniales (identidad de sexos, ausencia de consentimiento y ausencia

50
del funcionario autorizado); 2.- Violación de impedimentos dirimentes (vínculo
anterior101, orden, rapto, consanguinidad, afinidad, crimen). 3.- Violación de
formalidades en matrimonio mortis causa (número insuficiente de testigos y testigos
inhábiles).

La nulidad absoluta en principio podría ser alegada por todo interesado102 y


no está sometida a plazo de caducidad.

3.29. Nulidad relativa


La nulidad relativa, por su parte, es en principio convalidable y está sujeta en
algunos casos a término de caducidad (siendo el caso de la impotencia sexual una
excepción). Se indica que “si bien en principio, la acción de nulidad relativa al
matrimonio está sujeta a plazo de caducidad (no de prescripción), existe un caso en el
cual ella no prescribe ni caduca”.

La doctrina distingue que algunos supuestos son alegables por todo


interesado:

1.- Matrimonio de incapaces por razón de la edad, es decir, por no tener la


edad mínima para contraerlo (art. 117 CC) salvo en los casos del artículo 120 CC
(que se alcanzó la edad mínima o la mujer está embarazada)

2.- Incompetencia territorial del funcionario, porque si bien está investido de


autoridad no es el competente en razón del territorio (art. 117) y

3.- Defecto de testigos, es decir, la no participación de los testigos precisados


por la ley, lo que es aplicable al matrimonio simple y en artículo de muerte (117 CC).
En estos dos últimos casos (funcionarios y testigos) el artículo 117 CC prevé la
caducidad de la acción transcurrido un año.

51
3.30. Diferencias
De seguidas se diferencia la nulidad relativa alegable sólo por determinadas
personas: 1.- Vicios del consentimiento (118 CC) que corresponde exclusivamente al
cónyuge pero caduca o se convalida al mes en caso de cohabitación; 2.- Falta de
discernimiento (121 CC) acción que corresponde al contrayente rehabilitado, al tutor,
al otro cónyuge y al Síndico Procurador Municipal, igualmente caduca o se convalida
por un mes de cohabitación después de revocada la interdicción; 3.- Impotencia
sexual107 (art. 119 CC) que corresponde exclusivamente al cónyuge no impotente,
que no obstante ubicarse en la nulidad relativa no esconvalidable ni está sujeta a
término ni caducidad. Naranjo Ochoa señala que tal nulidad por impotencia coeundi
afecta igualmente al marido con un hijo por inseminación homóloga.

3.31. Efectos de la nulidad relativa del matrimonio


Cuando el matrimonio se declara nulo por alguna de las causales establecidas
para tal fin, dicha nulidad también produce unos efectos jurídicos, dichos efectos se
encuentran contemplados en el artículo 148 del código civil de la siguiente manera:

«Anulado un matrimonio, cesan desde el mismo día entre los consortes


separados, todos los derechos y obligaciones reciprocas que resultan del contrato de
matrimonio; pues si hubo mala en alguno de los contrayentes, tendrá este obligación
de indemnizar al otro todos los perjuicios que le haya ocasionado, estimados con
juramento.»

Entonces las consecuencias de declarar la nulidad de un matrimonio es que


todas las obligaciones que existían entre estos cesan, tales como el socorro y la ayuda
mutua, la cohabitación, se disuelve la sociedad conyugal y la obligación de fidelidad
etc., hay que tener en cuenta que el artículo mencionado castiga al cónyuge que actuó

52
de mala fe con la obligación de indemnizar al cónyuge de buena fe los perjuicios que
le haya ocasionado.

Cuando se declara la nulidad de un matrimonio en el cual se procrearon hijos,


la ley establece que la patria potestad les corresponde a ambos, si el matrimonio se
anula por culpa de uno de los cónyuges están a cargo de este los alimentos y
educación de los hijos si tiene los medios para ello.

3.32. El matrimonio putativo


El matrimonio putativo es el matrimonio declarado nulo cuando concurre la
circunstancia de que se repute válido y, en consecuente, produce efectos para el o los
cónyuges de buena fe y siempre en relación con los hijos, desde su celebración hasta
la fecha de la sentencia que declare su nulidad.

3.33. Efectos del matrimonio putativo


Los efectos del matrimonio putativo, vale indicar que éstos se despliegan
como si el matrimonio fuese válido. Dispone el artículo 127 del CC:

El matrimonio declarado nulo produce efectos civiles tanto


respecto de los cónyuges como respecto de los hijos, aun nacidos
antes del matrimonio, si ha sido contraído de buena fe por ambos
contrayentes. Si sólo hubo buena fe de uno de los cónyuges, el
matrimonio suerte efectos civiles únicamente a favor de él y de
los hijos Si hubo mala fe de ambos cónyuges, el matrimonio sólo
produce efectos civiles respecto de los hijos.

Recordemos que los efectos del matrimonio putativo son personales para el
cónyuge de buena fe; si es putativo respecto de ambos contrayentes, entre la fecha de
celebración y de la sentencia generará todos los efectos de un matrimonio válido; no
así respecto del cónyuge de mala fe, quien no tendrá a su favor efecto alguno del
matrimonio porque para él será como si no hubiese existido. Los referidos efectos,
deben considerarse en relación a ciertos aspectos, tales como capitulaciones
matrimoniales, comunidad conyugal (art. 173 CC) vocación hereditaria y donaciones.

53
Respecto a la patria potestad, además de la citada norma del artículo 127 del
CC que indica que en caso de mala fe de ambos progenitores, el matrimonio sólo
produce efectos respecto de los hijos, vale observar que la LOPNNA136 consagra la
titularidad y ejercicio compartido de la patria potestad en cabeza de ambos
progenitores, al margen del vínculo existente entre ellos, por lo que la misma sería
compartida independientemente de la buena o la mala fe. Al efecto, deben tenerse en
cuenta las previsiones de los artículos 351 y 360 eiusdem.

54
Conclusiones

Las conclusiones que podemos verter, de manera muy sintética,


fundamentalmente al contenido de los distintos instrumentos internacionales ya sean
codificados en un foro de ámbito regional como universal son las siguientes:

La familia tiene gran importancia para la sociedad y los Estados. Por tanto el
legislador ha creado un marco jurídico para protegerla. En este sentido, existen una
serie de normas que rigen la familia civil, la adopción y el matrimonio.

En el caso particular de Venezuela, la carta magna protege la institución


familiar. Además, la LOPNA protege a los menores; sus deberes y derechos.

55
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