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El miedo es parte de la vida emocional normal, es una emoción

primaria junto con la alegría, la pena y la ira. Nos permite alejarnos


de situaciones indeseadas y en condiciones normales puede ser
manejado con realismo y lógica. No tiene por qué ser irracional.

Por el contrario, una fobia convierte una respuesta de miedo en


algo imposible de controlar.
Los miedos suelen basarse en experiencias desagradables, en este
sentido es posible llegar a sentir miedo de casi todo.
Por ejemplo, si de pequeño has sido atacado por un perro es
probable que les tengas miedo o si tu madre temía a las arañas,
puede que tu también les temas.
Sin embargo en las fobias la respuesta es extrema. Tomemos como
ejemplo el miedo a volar: si es solo un miedo, puede que te
mediques o que estes nervioso en los días o momentos previos
pero no eludirás viajar en avión.
En una fobia en cambio, cada turbulencia de sacará de quicio,
transpirarás y te revolverás en tu asiento en el mejor de los casos.
En el peor, ni siquiera serás capaz de tomar ese avión, cancelando
viajes de negocio o vacaciones si no existe un medio alternativo de
locomoción.
Siguiendo con la extensión de la fobia, puede que no accedas a
entrar en un aeropuerto o ni siquiera soportar un avión volando
sobre tí. ¿captas la diferencia?

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