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Consideraciones fundamentales.

La Biblia es un libro fuera de discusión, es importante darse se cuenta que es


el libro donde se fundamenta la fe cristiana y ha servido de guía para la
iglesia.

La solidez o calidad del pensamiento Cristiano está basado de hecho en el


lugar que ocupa la Biblia para nuestras vidas y en la manera de como
examinamos sus textos. De hecho la historia de la iglesia, es la historia de la
interpretación de las sagradas escrituras.

Pero se considera que no es suficiente una aceptación formal de la escritura


si el mensaje llega a nosotros desfigurado por interpretaciones torcidas, es
debido a eso que es importante el uso de una hermenéutica correcta.

Concepto de Hermenéutica.
Hermenéutica es la ciencia de la interpretación, viene del termino
Hermeneuo y significa explicar, traducir, interpretar.
El término sinónimo de Hermenéutica es exégesis del griego exegeomai que
significa: explicar, exponer, interpretar. Esta se usa para expresar la práctica
de la interpretación del texto, mientras que la hermenéutica determina los
principios y reglas que deben regir la exégesis.

En la teología cristiana la Hermenéutica tiene por objeto fijar los principios y


normas que han de aplicarse en la interpretación de los libros de la Biblia.
Es importante recalcar que el proceso de comprensión de un texto no se
agota a la aplicación de unas reglas hermenéuticas. La verdadera
interpretación solo es posible a partir de la situación del intérprete el cual
accede al texto con sus propias presuposiciones.
Necesidad de la hermenéutica
El trabajo hermenéutico es indispensable en el estudio de muchos textos.
Son muchos los obstáculos que se presentan cuando se requiere
interpretar atinadamente, en el caso de la biblia, las dificultades se
multiplican a causa de su complejidad, pero en la medida en que se
agrandan las distancias entre quien habla y quien escucha se hace más
patente la necesidad de aclarar conceptos y términos, de explicar, de
ilustrar, en una palabra de: interpretar. Se cree que lo esencial de la biblia
es suficientemente claro y no precisa de minuciosos estudios exegéticos.
Pero tal creencia es insostenible. Hay quienes opinan que la dirección del
Espíritu Santo es suficiente para una recta interpretación, por lo que no
solo se pone en tela de juicio la utilidad de la hermenéutica, sino que
cuestiona la legitimidad por estimar que constituye un intento de
sustituir con la acción del hombre lo que debe ser obra de Dios.
La obra del Espíritu Santo es indispensable para la comprensión de la
palabra de Dios; pero no es, por lo general, una obra que nos ahorre la
saludable tarea de la hermenéutica. Es guía, no atajo para llevarnos al
conocimiento de la verdad de Dios.

La interpretación como riesgo


La necesidad de la hermenéutica nos sitúa ante un problema. Por un
lado, es obvio que no podemos prescindir de ella. Por otro, existen
posibilidades de que la interpretación sea incorrecta e incluso dañina,
que en lugar de aclarar engendre confusión. La iglesia católica ha resuelto
tradicionalmente el problema mediante la autoridad de su magisterio,
por el cual se decide la interpretación verdadera, infalible de la escritura.
En la interpretación de la escritura, la autoridad final aseveraban no es la
iglesia, sino la propia escritura. La escritura sagrada es intérprete de sí
misma.
Interpretación en la comunidad de fe
El consejo internacional ampliado de la unión bíblica, en sus conclusiones
sobre “interpretaciones de la Biblia hoy”, hizo en 1979 la siguiente
declaración: La interpretación responsable de las escrituras no se da en
aislamiento, sino dentro de la comunidad redimida de los que se han
sometido a la autoridad de la palabra de Dios.”

Dimensiones de la interpretación Bíblica


Conviene tener presente que no podemos llegar a la comprensión
profunda y al mismo tiempo correcta de un texto sin un análisis
cuidadoso que nos permita llegar a descubrir lo que el escritor pensaba y
quiso comunicar. Hacer caso omiso de este objetivo primario puede
convertir la hermenéutica en mera especulación. Cuando esto sucede, el
resultado suele ser una distorsión del texto. Dicho esto, hemos de
subrayar el carácter especial de las escrituras. Sus páginas son portadoras
de un mensaje dirigido a los hombres con alcance universal. El mensaje
bíblico no es la exposición de una verdad abstracta, aislada de la situación
en que vive el hombre, sino todo lo contrario. La interpretación de la
escritura ha de ser mucho más que un mero ejercicio intelectual; debe
hacer posible la asimilación de la fuerza vital de su mensaje.
Así pues todo significado de un texto diferente de su sentido original,
debe ser controlado y autorizado por la propia escritura. De otro modo lo
más probable es que se produzca el extravió.

Los requicitos del interprete


Los libros de la biblia tienen mucho en común con otros textos literarios,
pero también poseen características propias que lo distinguen como
especiales. Sus autores aparecen como instrumentos de la revelación de
Dios. A través de ellos Dios habla a los hombres. La interpretación de
tales escritos exige:

Requisitos generales
Objetividad
Espíritu científico
Humildad

Requisitos especiales
Capacidad espiritual
Actitud de compromiso
Espíritu de mediador

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