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UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA.

CENTRO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS DE LA SALUD.

HISTORIA DE LA ODONTOLOGÍA.

CULTURA ROMANA Y BISANTINA.

ALUMNA: CARMELINA TORRES.

MAESTRA: DRA. POLA JOSEFINA PEÑA TENORIO.

LICENCIATURA CIRUJANO DENTISTA.

CICLO: 2020-A.

VIERNES 16 DE OCTUBRE DE 2020. GUADALAJARA, JALISCO, MÉXICO.


Cultura Romana.
Etapa en la historia en la que Roma fue gobernada por emperadores. Estos implantarion el
gobierno absoluto, concentrado en una persona todos los poderes: político,
administrativos, religiosos y militares.

Esta etapa se inició en el año 29 a.C. con el gobierno de Augusto (Octavio) y concluyó
con Rómulo Augústulo en el año 476 d.C.

El territorio del Imperio Romano abarcaba tres continentes: sur y oeste de Europa, el
oeste de Asia y el norte de África.Dentro de sus límites quedaron: Britania, Galia,
España, Suiza, los países situados al sur del rio Danubio, Italia, Grecia, Turquía, Asia
Menor y el norte de África.

Organización política y social.


š El emperador: Concentraba todo el poder político y estaba a cargo de los asuntos
militares, legislativos, religiosos y judiciales.
š El Senado: Actuaba como consejero del emperador, pero no tenía suficiente poder
para tomar decisiones.
š Las asambleas: Se mantuvieron como una tradición romana desde la época de la
república, pero no tenían poder efectivo.

Economía.
Las principales actividades económicas eran la agricultura y el comercio.

La actividad agrícola estaba especializada por regiones. Se destinaba en gran parte al


comercio y se realizaba en explotaciones rurales trabajadas por esclavos.

El comercio, facilitado por la circulación monetaria, se vio favorecido por el dominio del
mar Mediterráneo.

Alimentación.
El alimento básico de la sociedad romana era el trigo. Otro alimento destacado en la dieta
romana era el vino.

Quienes no se podían permitir grandes dispendios en tiempos de carestía desayunaban


sopas de pan y vino. Estas abundaban: de farro, garbanzos y verduras, coles, hojas de
olmo, malva, etc.

El romano que podía hacía un gran consumo de leche, de cabra o de oveja. Así como de
las aceitunas. La carne más consumida era la de cerdo, a la que con el tiempo se le fueron
sumando las de buey, cordero, oveja, cabra, ciervo, gamo y gacela. Incluso la de perro.
La dieta del romano durante la República apenas alcanzaba las 3.000 calorías, de las que al
menos 2.000 procedían del trigo.

Los romanos comían tres o cuatro veces al día:

š Desayuno (ientaculum)
š Almuerzo (prandium)
š Merienda (merenda)
š Cena (cena)

La odontología y la cultura romana.


La antigua Roma dedicaba cuidados especiales a la higiene bucal. Tras las comidas, era
habitual usar mondadientes (dentiscalpium). Por lo general, consistían en un palillo de
madera, una pluma o una astilla de algún material que se pudiera utilizar fácilmente
para este propósito. El Lentisco era el mejor producto.

En la limpieza bucal se utilizaba el vinagre, los nitratos, la soda y el bicarbonato.

Existía un método para blanquear los dientes. Los romanos conocían una costumbre
importada de Hispania o del norte de África: enjuagar la boca con orina.

Se utilizaban, además, cepillos dentales fabricados en madera, e incluso existieron


prótesis dentales fabricadas en hueso y en marfil.

Existía una especie de pasta de dientes primitiva que se componía de diferentes


ingredientes que arrastraban los restos de comida. Este dentífrico contenía polvo de piedra
pómez, vinagre, miel y sal.

Los remedios para camuflar el mal aliento eran diversos. Plinio el Viejo recomienda
enjuagar la boca con vino por las noches antes de dormir.

De forma más sencilla, había un remedio para el dolor de dientes recomendado por Plinio
el Viejo: enjuagar la boca con agua fría por las mañanas pero un número de veces
impar. También se recurría a las hierbas aromáticas, como una tal Mírtale que menciona
Marcial: “Mírtale suele oler fuertemente a vino y, para disimularlo, mastica hojas de
laurel y, astuta, mezcla el vino con hierbas, no con agua.”

Los dentistas conseguían encapsular los dientes y construir una especie de puente o
prótesis de oro.

Los métodos que ellos utilizaban están descritos en doce tablas promulgadas 450 años a.
c.

En ese tiempo, los ricos acostumbraban a quemar o enterrar sus muertos con adornos de
oro; pero el oro escaseaba y los mayores temían que esta práctica debilitara
económicamente al Estado; por lo tanto, una de las leyes prohibía específicamente
enterrar oro con la única excepción de los adornos dentales.
El enciclopedista romano Celso, el instrumental quirúrgico utilizado por los médicos de
la época. Entre ellos, un instrumento especial llamado “tenaculum”, utilizado para
extraer las raíces de los dientes. En su compendio médico, recomendaba a quien tuviese
un diente en mal estado, no apresurarse a extraerlo y utilizase otros métodos primero.
Si la pieza que había que extraer estaba en muy mal estado y presentaba orificios, se
recomendaba rellenar dicho hueco para que ésta no se rompiese al extraerla.
Recomienda también limar las coronas fracturadas y reposicionar.

Época Bizantina.
El Imperio Bizantino, conocido también por «Bizancio o de Imperio Romano de
Oriente». Bizancio, Constantinopla o Estambul tres nombres para la misma ciudad que
fue la capital más importante de todo Oriente Próximo.

La Alta Edad Media es el período de la historia de Europa y Oriente Medio que


comienza en el siglo V y termina entre los siglos IX y X, distinguiéndose así este periodo
del siguiente, conocido como Baja Edad Media. Comienza en 476, con la deposición del
último emperador romano de Occidente; Rómulo Augústulo. El final de esta época
suele ser colocado en el año 1000, con el comienzo de las instituciones feudales, las
incursiones vikingas y magiares.

Durante la Alta Edad Media el cristianismo se consolidó en Europa y llegó a pueblos


situados fuera del ámbito romano (eslavos, magiares, germanos) A la vez que las
regiones donde surgió pasaron al poder de los musulmanes.

En lo político, está marcada por la existencia de dos grandes imperios; el romano de


Oriente y el Califato, junto con la aparición en Occidente de los reinos romano
bárbaros y la aparición del efímero imperio carolingio.

En lo cultural, el imperio de Oriente desarrolla una cultura cristiana de lengua griega,


preserva gran parte del saber de la Antigüedad pero desarrollado de manera propia

El Levante, Egipto, el norte de África y España se integran en la naciente cultura


árabe islámica y en Occidente los monasterios cumplen el rol de transmitir los restos de
la cultura latina, mientras se desarrollan las lenguas romances.

Religión y cultura del imperio bizantino.

En la época de Justiniano, Bizancio vivió su máximo esplendor, con figuras tan


destacadas como Nano de Panópolis y Pablo Silenciario o el historiador Procopio,
desgraciadamente también fue en esta época cuando se clausuró la Academia de Atenas.

Política y diplomacia.
Durante la vigencia del Imperio bizantino se impuso la figura del "Basileus", que no era
más que el propio emperador, pero con una investidura que mezclaba la política con la
religión.

Economía.

Los bizantinos, durante el mandato del emperador Justiano , lograron un crecimiento


económico sin precedentes gracias a tres factores:
š La acumulación de las riquezas captadas de los territorios conquistados.
š El comercio.
š Los impuestos.

Artes.

En la pintura, el imperio bizantino dejó muchas representaciones religiosas de figuras


relevantes del Cristianismo llamadas iconos. En la literatura, los bizantinos dejaron un
legado de géneros propios como los bestarios (recopilaciones de animales mitológicos) o
lapidarios (recopilaciones sobre el poder de las piedras).

Odontología en la época bizantina.

Ecio de Amida, el más importante enciclopedista médico, fue facultativo del


Emperador Justiniano I (gobernó entre 527- 565). Éste hombre escribió Tetrabiblion, el
cual contenía información detallada acerca de las enfermedades y el tratamiento optimo
de la boca y los dientes.

Alejandro de Tralles, compilado bizantino que demostró originalidad en su trabajo, autor


de doce libros de medicina. En estos escritos reflejaron el uso de los fórceps para la
extracción de muelas, donde se aconsejaba a los aprendices que aflojasen las piezas
afectadas, hasta que se pudiera sacar con los dedos.

Pablo de Egina, fue capaz de resumir el conocimiento médico de los antíguos dando un
imagen fiel de la situación de la cirugía dental de su tiempo. Dio detalles de cómo realizar
una extracción, explicó el uso de las limas para rebajar los dientes que sobresalieran
del nivel de los otros. Probablemente fue el primero en escribir sobre la necesidad de
limpiarse las piezas dentales.

En la Éuropa Occidental (siglos V-XII), los avances se estancaron por las continuas
incursiones de las tribus bárbaras germánicas del norte. En el siglo VI el poder del
conocimiento quedó completamente en manos del Clero. El progreso de la medicina
cada vez iba desapareciendo a medida que las escuelas se hundían y el vacío se llenaba
de dogmas religiosos. El hombre más culto de este tiempo fue el obispo Isidoro de
Sevilla, quien compiló su enorme Etimologías, una enciclopedia sobre los orígenes de
las palabras. Describió la dentición usando el termino praecisores para los incisivos.
Repitió el error de Aristóteles, de que los hombreas poseían 32 piezas dentales,
mientras que las mujeres tenían solo 30.

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