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UNIVERSIDAD DE GUADALAJARA.

CENTRO UNIVERSITARIO DE CIENCIAS DE LA SALUD.

SOCIEDAD Y SALUD.

ALIMENTACIÓN Y ODONTOLOGÍA.

ALUMNA: CARMELINA TORRES.

MAESTRA: DRA. BRENDA ELIZABETH GONZÁLEZ RUÍZ.

LICENCIATURA CIRUJANO DENTISTA.

CICLO: 2020-A.

VIERNES 09 DE OCTUBRE DE 2020. GUADALAJARA, JALISCO, MÉXICO.


Hábitos de alimentación en menores
de 36 meses de edad y su relación con
la caries de infancia temprana tipo II.
Este estudio tiene como objetivo, determinar la asociación de las prácticas de
alimentación con caries de infancia temprana tipo II en niños menores de 36
meses de edad.
La caries de infancia temprana (CIT) se define como la ocurrencia de algún
signo de caries dental en cualquiera de las superficies dentales que ocurra durante
los tres primeros años de vida, especificando que el caso de con llevar un patrón
específico de lesión, como el que típicamente deja la caries del biberón, sería de
la CIT.
La más integral definición de CIT propone que de ella existen tres tipos así: uno
(leve): lesiones cariosas que afectan solo uno o dos dientes, molares o incisivos;
dos (moderada): lesiones cariosas que afectan los incisivos superiores, los
molares pueden estar o no afectados por caries y los incisivos inferiores están
sanos; tres (severa): las lesiones cariosas afectan todos los dientes.
La CIT es un problema de salud pública que se presenta tanto en países de
altos como de bajos ingresos y por cada año de aumento en la edad la prevalencia
incrementa.
Entre los factores relacionados con el desarrollo de esta patología se encuentran
los hábitos alimenticios, especialmente el reemplazo temprano de la lactancia
por el biberón con sustancias azucaradas, el chupete endulzado con
edulcorantes, permitir que el niño duerma con el biberón en boca y una higiene
oral deficiente.
Una salud dental deficiente en un menor de 36 meses, puede producir
alteraciones alimentarias que lo conducen a retrasos en su desarrollo, dolor
dental, infecciones, y alteraciones en la fonación, afecta el crecimiento y
desarrollo de los maxilares y la oclusión dental, generando problemas
estéticos, hábitos nocivos como la interposición lingual o labial, malposición
dental por alteración de la erupción de los dientes permanentes,influye en el
desempeño académico, puede generar ausentismo escolar y problemas
psicológicos. Además, algunos estudios han encontrado que esta salud dental
deficiente se relaciona con anemia ferropénica.
Se ha considerado que la práctica de lactancia es un factor protector para CIT
debido a que el patrón natural de succión y deglución de la misma, minimiza el
contacto de fluidos cariogénicos sobre los dientes y en caso contrario, el uso
del biberón permite que todos los dientes entren en contacto con sustratos
fermentables, favorecedores de los procesos de desmineralización dental.
Métodos.
Estudio observacional, analítico, de casos (122) y controles (296). Se
entrevistaron a las madres de los menores, mediante encuestas con variables
sociodemográficas y las prácticas de alimentación de los niños. Se usó
consentimiento informado para padres de los menores. Se calcularon Odds Ratio
de Mantel y Haenszel y sus Intervalos de confianza al 95%, usando chi2 y el
test exacto de Fisher.
Resultados.
El promedio de edad de los menores se encontró alrededor de los dos años de
vida. Tanto en los casos como en los controles hubo más hombres que mujeres
y la raza predominante fue la mestiza. El OR del uso del biberón fue de 1,14 p=
0.015, y tener una alimentación que combine la lactancia materna junto con
alimentos sólidos tuvo un OR de 0,31 p=0.0001. La práctica de lactancia
materna, la duración de la lactancia materna, el uso del chupo de
entretención, el uso endulzado del chupo y la alimentación mediante taza o
cuchara, no mostraron asociación con la CIT tipo II.
Conclusión.
Es importante destacar la práctica de lactancia materna, como la principal vía de
alimentación que él bebe hace en sus primeros meses de vida, se ha encontrado
como factor de riesgo para CIT cuando es realizada en la noche y sin medidas de
higiene bucal, sin embargo se recomienda mantener esta práctica de alimentación
por al menos los 24 meses de edad, sin necesidad de utilizar el biberón como
vehículo para alimentarse, relacionando al patrón natural de amamantamiento
como un factor protector de la CIT, comportamiento que aunque no pudo ser
determinado por este estudio, si se muestra en una investigación en la India.
Este estudio encontró que la alimentación mixta entre lactancia materna y
alimentos es un factor protector de la CIT, si bien este estudio no midió el horario
de consumo del biberón, también encontró que esta práctica es un factor de riesgo
para la CIT, pero no encontró asociación entre el uso de chupos de entretención
endulzados, también relacionados en el estudio realizado en la India. Uso de
biberón, tener alimentación únicamente con alimentos sin haber tenido nunca
lactancia materna, tener una dieta moderada y altamente cariogénica, mostraron
asociación como factores de riesgo para el desarrollo de la CIT tipo II. Tener
alimentación con alimentos en combinación con lactancia materna, mostró
asociación.
Bibliografía.
Salas Zambrano A. Pizano V. Alvarado. G. Díaz Hábitos de alimentación en
menores de 36 meses de edad y su relación con la caries de infancia temprana
tipo II. Revista colombiana de Investigación en Odontología. 2015; 6 (17); pág. 99-
105. https://acfo.edu.co/ojs/index.php/rcio/article/view/208

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