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SALA PLENA
"Artículo 759. "Los títulos traslaticios de dominio que deben registrarse, no darán o
transferirán la posesión efectiva del respectivo derecho mientras no se haya
verificado el registro en los términos que se dispone en el título Del Registro de
Instrumentos Públicos".
"Artículo 785. "Si la cosa es de aquellas cuya tradición deba hacerse por
inscripción en el registro de instrumentos públicos, nadie podrá adquirir la
posesión de ellas (sic) sino por este medio".
"Artículo 789. "Para que cese la posesión inscrita, es necesario que la inscripción
se cancele, sea por voluntad de las partes, o por una nueva inscripción en que el
poseedor inscrito transfiere su derecho a otro o por decreto judicial.
"Artículo 980. "La posesión de los derechos inscritos se prueba por la inscripción,
y mientras esta subsista y con tal que haya durado un año completo, no es
admisible ninguna prueba de posesión con que se pretenda impugnarla".
". Los preceptos del Código Civil referentes a la llamada posesión inscrita son
inoperantes en cuanto dan efectos posesorios a la inscripción de los títulos en la
Oficina de Registro y sobre ellos priman los del mismo código relativos a la
posesión material o simple posesión; y, de hecho, no se aplican para decidir litigios
con fundamento en lo que literalmente disponen sobre esta materia".
Pero encuentra que tales normas han sido derogadas por uno de los medios
legales (C. C., Arts. 71 y 72, Ley 153 de 1887, Arts. 3o. y 9o.) por lo cual la
decisión debe ser inhibitoria por sustracción de materia; estas son sus
conclusiones:
"Es más lógico, en mi opinión, estimar que lo que realmente sucede es que los
preceptos del Código Civil que aluden a la posesión inscrita han sido
implícitamente derogados por los de leyes posteriores citadas en las sentencias de
que se ha hecho mérito, normas nuevas que junto con las del mismo código que
se refieren a la posesión material o simplemente a la posesión sin calificaciones,
forman un conjunto armónico y consagran un sistema absolutamente incompatible
con el establecido en el primer grupo de disposiciones que incluye las que son
objeto de acusación.
"Si no es posible conciliar las dos instituciones como lo tiene demostrado la Corte
en Sala de Casación Civil y lo predica la doctrina, parece ineludible situar el
fenómeno en la derogación tácita prevista en el artículo 71 inciso tercero del
Código y en la Ley 153 de 1887 artículo 3o.
"Se llega así por vía legislativa a la prevalencia de normas ya establecidas por vía
jurisprudencial y mejor a la insubsistencia de aquellas que concedían efectos
posesorios a la inscripción del título.
CONSIDERACIONES
El ataque del demandante a las normas citadas del código Civil, vigente desde el
veintidós (22) de julio de 1887, como contrarias al artículo 30 de la Constitución
Nacional, ha de examinarse desde los dos ángulos conceptuales que esta
disposición ofrece, es a saber: a) Como garantía " de la propiedad privada y de los
demás derechos adquiridos con justo título con arreglo a las leyes civiles" y b)
Como afirmación de que "la propiedad es una función social que implica
obligaciones".
Para el examen de lo primero, debe observarse que los artículos demandados del
Código Civil son reguladores de la forma o manera de efectuar la tradición del
dominio de los bienes raíces, mediante el registro delos títulos adquisitivos o
traslativos del mismo. El claro texto de aquellos no deja duda. Al respecto, pues el
759 reza que "los títulos traslaticios de dominio que deban registrarse, no darán o
transferirán la posesión efectiva del respectivo derecho mientras no se haya
efectuado el registro. " y el 785 asienta que "si la cosa es de aquellas cuya
tradición deba hacerse por inscripción en el registro de instrumentos públicos,
nadie podrá adquirir la posesión de ellas (sic) sino por ese medio" y el 980
establece que "la posesión de los derechos inscritos se prueba por la inscripción".
En consonancia con las anteriores, otras normas del mismo Código, no acusadas
por el demandante, confirman el aserto. Tal, v. gr., el 756 que determina: "Se
efectuará la tradición del dominio de los bienes raíces por la inscripción del título
en la Oficina de Registro de Instrumentos Públicos". Por último, el 789 y el 2526
(estos sí señalados como inconstitucionales), son consecuencia del aludido
principio de que la tradición del dominio delos bienes raíces solo se realiza por la
inscripción del respectivo título, pues la lógica impone que inscrito uno se requiera
otro registro posterior para cancelar el antecedente, a fin de que haya mutación
del dominio, y que el apoderamiento material del inmueble no modifique, por si
solo, la situación jurídica que compórtale título inscrito.
RESUELVE:
Son constitucionales los artículos 759, 785, 789, 980 y 2526 del Código Civil.
EUSTORGIO SARRIÁ