TEMA: ETICA E INFINITO DE EMMANUEL LEVINÁS.

IDEAS CENTRALES

- El pensar nos viene por sí solos o también por los pensamientos y obras con las que
nos colocamos en contacto.
- La lectura es la que alimenta nuestra alma, es el escape de la realidad, por eso,
destaca la Biblia, junto con otros libros que Levinás considera importantes, sirven
como buenos libros para poder hacerlo, ya que le dan un sentido a la vida.
- Para Levinás es muy importante la Biblia, pues es una manera de dirigirse a los
hombres.
- El rostro es lo que identifica al individuo y hace que se relacione con los demás, de
esta manera, se genera y hay comunicación
- El reconocimiento del rostro, existen órdenes como los mandamientos de la ley de
Dios, los cuales, son una forma de salir de sí, de esta manera se ayuda a los que lo
necesitan y también ayuda a salir de la zona de confort para poder relacionarse con
los demás.
- En la multiplicidad aparecen los terceros, lo cual hace que se condicionen las leyes
y se haga presente la justicia. Las buenas relaciones deben brindarse a todos por
igual.
- La estructura esencial de la subjetividad es la responsabilidad, donde debe asumirse
como propia.
- La responsabilidad se da para el otro, por lo tanto, la responsabilidad se origina en
la subjetividad, que es un salir propio para ir en relación con el otro, a es
intercambio es a lo que Levinás lo llama rostro.
- El “yo”, esa misma subjetividad, que es traducida en responsabilidad, la cual es la
que nos humaniza.
- Levinás también relaciona lo infinito con el rostro, pues ese obrar con
responsabilidad personal es lo que no me hace ajeno del otro
- El “Infinito” se revela cuando la subjetividad se manifiesta y la responsabilidad
sobre el "rostro"(otro) se hace efectiva, a esto lo llama testimonio.
- En el devenir de la historia, es el hombre quien soporta el universo
- Levinás afirma que la Biblia tiene una correlación y coherencia con la humanidad
del hombre.
- La religión y la ética coinciden, porque el único modo de entrar en contacto con
Dios, es practicar la propia responsabilidad ante el otro.