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Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 1

Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 2

ANEXO 2

CARTA DE AUTORIZACIÓN DE LOS AUTORES


(Licencia de uso)

Bogotá, D.C., 9 de Agosto de 2013

Señores
Biblioteca Alfonso Borrero Cabal S.J.
Pontificia Universidad Javeriana
Cuidad

Los suscritos:
YULY LORENA ARDILA ROMERO , con C.C. No 1013580940 Btá
, con C.C. No
, con C.C. No

En mí (nuestra) calidad de autor (es) exclusivo (s) de la obra titulada:


TERAPIA SISTÉMICA EN JOVENES CON SINTOMAS DEPRESIVOS HACIA LA
COMPRENSION Y CAMBIOS EN LAS RELACIONES

(por favor señale con una “x” las opciones que apliquen)
Tesis doctoral Trabajo de grado X Premio o distinción: Si No X
cual:
presentado y aprobado en el año 2013 , por medio del presente escrito autorizo
(autorizamos) a la Pontificia Universidad Javeriana para que, en desarrollo de la presente
licencia de uso parcial, pueda ejercer sobre mí (nuestra) obra las atribuciones que se indican a
continuación, teniendo en cuenta que en cualquier caso, la finalidad perseguida será facilitar,
difundir y promover el aprendizaje, la enseñanza y la investigación.

En consecuencia, las atribuciones de usos temporales y parciales que por virtud de la presente
licencia se autorizan a la Pontificia Universidad Javeriana, a los usuarios de la Biblioteca
Alfonso Borrero Cabal S.J., así como a los usuarios de las redes, bases de datos y demás sitios
web con los que la Universidad tenga perfeccionado un convenio, son:

AUTORIZO (AUTORIZAMOS) SI NO
1. La conservación de los ejemplares necesarios en la sala de tesis y trabajos
X
de grado de la Biblioteca.
2. La consulta física o electrónica según corresponda X
3. La reproducción por cualquier formato conocido o por conocer X
4. La comunicación pública por cualquier procedimiento o medio físico o
X
electrónico, así como su puesta a disposición en Internet
5. La inclusión en bases de datos y en sitios web sean éstos onerosos o
gratuitos, existiendo con ellos previo convenio perfeccionado con la
Pontificia Universidad Javeriana para efectos de satisfacer los fines
X
previstos. En este evento, tales sitios y sus usuarios tendrán las mismas
facultades que las aquí concedidas con las mismas limitaciones y
condiciones
6. La inclusión en la Biblioteca Digital PUJ (Sólo para la totalidad de las Tesis
Doctorales y de Maestría y para aquellos trabajos de grado que hayan sido X
laureados o tengan mención de honor.)
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De acuerdo con la naturaleza del uso concedido, la presente licencia parcial se otorga a título
gratuito por el máximo tiempo legal colombiano, con el propósito de que en dicho lapso mi
(nuestra) obra sea explotada en las condiciones aquí estipuladas y para los fines indicados,
respetando siempre la titularidad de los derechos patrimoniales y morales correspondientes, de
acuerdo con los usos honrados, de manera proporcional y justificada a la finalidad perseguida,
sin ánimo de lucro ni de comercialización.

De manera complementaria, garantizo (garantizamos) en mi (nuestra) calidad de estudiante (s)


y por ende autor (es) exclusivo (s), que la Tesis o Trabajo de Grado en cuestión, es producto de
mi (nuestra) plena autoría, de mi (nuestro) esfuerzo personal intelectual, como consecuencia de
mi (nuestra) creación original particular y, por tanto, soy (somos) el (los) único (s) titular (es) de
la misma. Además, aseguro (aseguramos) que no contiene citas, ni transcripciones de otras
obras protegidas, por fuera de los límites autorizados por la ley, según los usos honrados, y en
proporción a los fines previstos; ni tampoco contempla declaraciones difamatorias contra
terceros; respetando el derecho a la imagen, intimidad, buen nombre y demás derechos
constitucionales. Adicionalmente, manifiesto (manifestamos) que no se incluyeron expresiones
contrarias al orden público ni a las buenas costumbres. En consecuencia, la responsabilidad
directa en la elaboración, presentación, investigación y, en general, contenidos de la Tesis o
Trabajo de Grado es de mí (nuestro) competencia exclusiva, eximiendo de toda responsabilidad
a la Pontifica Universidad Javeriana por tales aspectos.

Sin perjuicio de los usos y atribuciones otorgadas en virtud de este documento, continuaré
(continuaremos) conservando los correspondientes derechos patrimoniales sin modificación o
restricción alguna, puesto que de acuerdo con la legislación colombiana aplicable, el presente
es un acuerdo jurídico que en ningún caso conlleva la enajenación de los derechos
patrimoniales derivados del régimen del Derecho de Autor.

De conformidad con lo establecido en el artículo 30 de la Ley 23 de 1982 y el artículo 11 de la


Decisión Andina 351 de 1993, “Los derechos morales sobre el trabajo son propiedad de los
autores”, los cuales son irrenunciables, imprescriptibles, inembargables e inalienables. En
consecuencia, la Pontificia Universidad Javeriana está en la obligación de RESPETARLOS Y
HACERLOS RESPETAR, para lo cual tomará las medidas correspondientes para garantizar su
observancia.

NOTA: Información Confidencial:


Esta Tesis o Trabajo de Grado contiene información privilegiada, estratégica, secreta,
confidencial y demás similar, o hace parte de una investigación que se adelanta y cuyos
resultados finales no se han publicado. Si No X
En caso afirmativo expresamente indicaré (indicaremos), en carta adjunta, tal situación con el
fin de que se mantenga la restricción de acceso.

No. del documento


NOMBRE COMPLETO FIRMA
de identidad
YULY LORENA ARDILA ROMERO 1013580940
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 4

FACULTAD: PSICOLOGIA
PROGRAMA ACADÉMICO: MAESTRÍA EN PSICOLOGIA CLINICA CON ENFOQUE
SISTEMICO

ANEXO 3
BIBLIOTECA ALFONSO BORRERO CABAL, S.J.
DESCRIPCIÓN DE LA TESIS O DEL TRABAJO DE GRADO
FORMULARIO

TÍTULO COMPLETO DE LA TESIS O TRABAJO DE GRADO


TERAPIA SISTEMICA EN JOVENES CON SINTOMAS DEPRESIVOS HACIA LA
COMPRENSION Y CAMBIOS DE LAS RELACIONES CONSIGO MISMOS Y CON SUS
SISTEMAS SIGNIFICATIVOS.

SUBTÍTULO, SI LO TIENE

AUTOR O AUTORES
Apellidos Completos Nombres Completos
ARDILA ROMERO YULY LORENA

DIRECTOR (ES) TESIS O DEL TRABAJO DE GRADO


Apellidos Completos Nombres Completos
DURAN ECHEVERRI ALICIA DEL SOCORRO

FACULTAD
PSICOLOGIA
PROGRAMA ACADÉMICO
Tipo de programa ( seleccione con “x” )
Pregrado Especialización Maestría Doctorado
X
Nombre del programa académico
MAESTRIA EN PSICOLOGIA CLINICA CON ENFASIS EN TERAPIA SISTEMICA
Nombres y apellidos del director del programa académico
HUGO ALBERT ESCOBAR MELO
TRABAJO PARA OPTAR AL TÍTULO DE:
MAGISTER EN PSICOLOGIA CLINICA CON ENFASIS EN TERAPIA SISTEMICA

PREMIO O DISTINCIÓN (En caso de ser LAUREADAS o tener una mención especial):

CIUDAD AÑO DE PRESENTACIÓN DE LA NÚMERO DE PÁGINAS


TESIS O DEL TRABAJO DE GRADO
BOGOTA 2013 135
TIPO DE ILUSTRACIONES ( seleccione con “x” )
Dibujos Pinturas Tablas, gráficos y Planos Mapas Fotografías Partituras
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diagramas

SOFTWARE REQUERIDO O ESPECIALIZADO PARA LA LECTURA DEL DOCUMENTO


Nota: En caso de que el software (programa especializado requerido) no se encuentre licenciado por la
Universidad a través de la Biblioteca (previa consulta al estudiante), el texto de la Tesis o Trabajo de Grado
quedará solamente en formato PDF.

MATERIAL ACOMPAÑANTE
DURACIÓN FORMATO
TIPO CANTIDAD
(minutos) CD DVD Otro ¿Cuál?
Vídeo
Audio
Multimedia
Producción
electrónica
Otro Cuál?

DESCRIPTORES O PALABRAS CLAVE EN ESPAÑOL E INGLÉS


Son los términos que definen los temas que identifican el contenido. (En caso de duda para designar estos
descriptores, se recomienda consultar con la Sección de Desarrollo de Colecciones de la Biblioteca Alfonso
Borrero Cabal S.J en el correo biblioteca@javeriana.edu.co, donde se les orientará).
ESPAÑOL INGLÉS
Jóvenes Youth
síntoma depresivo Depression
relaciones familiares Family relationships
identidad Identity
enfoque sistémico Systemic approach
RESUMEN DEL CONTENIDO EN ESPAÑOL E INGLÉS
(Máximo 250 palabras - 1530 caracteres)
En esta investigación - intervención se indagó acerca de la comprensión que tenían tres
jóvenes diagnosticados con depresión sobre la relación consigo mismos y con sus sistemas
significativos: padres, parejas y pares; y se describe cómo por medio de un proceso
terapéutico de enfoque sistémico se construyen nuevas identidades y nuevas formas de
verse y relacionarse, disminuyendo así sus síntomas depresivos. Se evidenciaba
inicialmente cómo el diagnóstico de depresión rotulaba a estos jóvenes dejándoles pocas
posibilidades de intervención y de cambio a ellos y a sus sistemas significativos, los cuales
carecían de límites claros obstruyendo sus procesos de diferenciación. Las relaciones con
sus familias estaban caracterizadas por estructuras y pautas de interacción asfixiantes
donde la voz del joven se silenciaba, encontrando en el síntoma depresivo la única manera
de visibilizar los impases familiares. Es así, como por medio de reacomodaciones en las
estructuras y pautas de interacción en los sistemas significativos de los jóvenes, se logró que
se acercaran, por medio de historias alternativas, a la reconfiguración de aspectos de su
identidad que restringían su autonomía y permitieran la emergencia de nuevas formas de
verse y narrarse en el presente.
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 6

ABSTRACT

This research - intervention provides an understanding of the relationships that three young
people diagnosed with depression have with themselves and with their significant systems:
parents, couples and parents. And how systemic therapeutic processes are useful in the
reconstruction of new identities and new ways of being in the world and interact with their
families, friends and couples, reducing depressive. It initially evident how depression
diagnose these young lettered leaving few tools other than the individualistic approach and
little chance of significant change to their systems, lacking clear boundaries obstructing
differentiation processes, in the same way the relationships with their families were
characterized by patterns of interaction structures and suffocating where young voice
silenced, finding in depressive symptoms the only way to visualize the family impasses. This
is how through rearrangements in the structures and patterns of interaction in significant
systems of youth, it was possible that will come, through alternative histories, to the
reconfiguration of aspects of their identity that restricted their autonomy and allow the
emergence of new forms of being and narrated in the present.
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 7

TERAPIA SISTEMICA EN JOVENES CON SINTOMAS DEPRESIVOS HACIA LA

COMPRENSION Y CAMBIOS DE LAS RELACIONES CONSIGO MISMOS Y CON SUS

SISTEMAS SIGNIFICATIVOS

Lorena Ardila Romero

Alicia Durán Echeverri*

Trabajo de Grado para optar al título de Maestría en psicología clínica con énfasis sistémico

PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA

FACULTAD DE PSICOLOGIA

MAESTRIA EN PSICOLOGÍA CLÍNICA SISTÉMICA

Bogotá, Colombia

18 de Julio, 2013

*Directora del trabajo de grado


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 8

AGRADECIMIENTOS

A las personas participantes de esta investigación-intervención por permitirme acompañarlos en

sus procesos

A Miguel Cote por la confianza que depositó en mí.

A mi esposo Jesús por acompañarme amorosamente.

A mi hijo Santiago por su paciencia y comprensión.

A mi directora de Tesis por sus sabias orientaciones.


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 9

TABLA DE CONTENIDO

TABLA DE CONTENIDO………………………………………………….……….…...… Pág. 9

RESUMEN O ABSTRACT……………………………………...................……………. Pág.10

1. INTRODUCCION………………………………...……….……...……………...……. Pág. 11

2. MARCO CONCEPTUAL……………….………………………………………….…... Pág. 19

2.1. Consideraciones acerca de la juventud………………………………………………... Pág. 19

2.2. Consideraciones acerca de la Depresión………………………………………...….… Pág. 32

2.3. Proceso terapéutico en sistemas con síntomas depresivos…………………………… Pág. 39

3. OBJETIVOS…………………………………………………………………..….…....... Pág. 51

3.1 Objetivo General……………………………………………………………………….. Pág. 51

3.2 Objetivos Específicos……………………………………………………….................. Pág. 51

4. MÉTODO……………………………………………………………….……….……… Pág. 52

4.1 Diseño.………………………………………………………..………………………... Pág. 52

4.2 Recolección de información y análisis……………………………………………… Pág. 53

4.3 Participantes…………………………………………………………………….……… Pág. 54

4.4 Implicaciones éticas……………………………………………………………………. Pág. 57

4.5 Métodos para el análisis de la información y procedimiento..………….……………... Pág. 57

5. RESULTADOS…………………………………………………...…………….………. Pág. 61

6. DISCUSIÓN…………………………………………………………...……..………. Pág. 108

7. CONCLUSIONES…….………………………………………...………..………..… Pág. 128

8. REFERENCIAS………………………………………………………..…………….... Pág. 131


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 10

RESUMEN

En esta investigación - intervención se indagó acerca de la comprensión que tenían tres jóvenes
diagnosticados con depresión sobre la relación consigo mismos y con sus sistemas significativos:
padres, parejas y pares; y se describe cómo por medio de un proceso terapéutico de enfoque
sistémico se construyen nuevas identidades y nuevas formas de verse y relacionarse,
disminuyendo así sus síntomas depresivos. Se evidenciaba inicialmente cómo el diagnóstico de
depresión rotulaba a estos jóvenes dejándoles pocas posibilidades de intervención y de cambio a
ellos y a sus sistemas significativos, los cuales carecían de límites claros obstruyendo sus
procesos de diferenciación. Las relaciones con sus familias estaban caracterizadas por estructuras
y pautas de interacción asfixiantes donde la voz del joven se silenciaba, encontrando en el
síntoma depresivo la única manera de visibilizar los impases familiares. Es así, como por medio
de reacomodaciones en las estructuras y pautas de interacción en los sistemas significativos de
los jóvenes, se logró que se acercaran, por medio de historias alternativas, a la reconfiguración de
aspectos de su identidad que restringían su autonomía y permitieran la emergencia de nuevas
formas de verse y narrarse en el presente.

Palabras claves: Jóvenes, síntoma depresivo, relaciones familiares, identidad y enfoque sistémico.

ABSTRACT

This research - intervention provides an understanding of the relationships that three young
people diagnosed with depression have with themselves and with their significant systems:
parents, couples and parents. And how systemic therapeutic processes are useful in the
reconstruction of new identities and new ways of being in the world and interact with their
families, friends and couples, reducing depressive. It initially evident how depression diagnose
these young lettered leaving few tools other than the individualistic approach and little chance of
significant change to their systems, lacking clear boundaries obstructing differentiation processes,
in the same way the relationships with their families were characterized by patterns of interaction
structures and suffocating where young voice silenced, finding in depressive symptoms the only
way to visualize the family impasses. This is how through rearrangements in the structures and
patterns of interaction in significant systems of youth, it was possible that will come, through
alternative histories, to the reconfiguration of aspects of their identity that restricted their
autonomy and allow the emergence of new forms of being and narrated in the present.

Symptoms Keywords: Youth, depression, family relationships, identity, systemic approach.


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 11

INTRODUCCION

Todos, en algún momento de nuestras vidas y en mayor o menor grado, hemos

experimentado sentimientos de tristeza, soledad, angustia y pesimismo; sin embargo, vale la pena

resaltar que no es lo mismo sentirse triste a estar deprimido, dado que este último involucra un

mayor grado de intensidad, temporalidad y dificultades con las actividades que implican calidad

de vida. Según Jones, E. & Asen E., (2005), los síntomas depresivos se dan en un sistema, en la

interacción de sus miembros y no es algo meramente individual, en este sentido, dentro del

enfoque sistémico la depresión se conceptualiza como el síntoma o producto que demuestra el

desequilibrio en las relaciones que se dan en un sistema, de esta manera, comprender la

depresión, superando el ámbito individual y farmacológico, permite una terapia eficaz (Micucci,

J., 2005; Linares, J., 2008). Por lo tanto, la presente investigación tiene por objeto identificar, en

tres personas jóvenes de ambos sexos, cómo son las relaciones consigo mismos, con sus sistemas

significativos y cómo lo anterior puede llegar a influir en los síntomas depresivos.

En la experiencia laboral de la terapeuta, se destaca su trabajo en una institución

encargada de brindar apoyo a adolescentes y jóvenes en situación de alta vulnerabilidad por su

condición de habitabilidad en calle, consumo de SPA y disfunciones familiares, entre ellos

jóvenes que tenían algún síntoma depresivo, quienes eran abordados desde un enfoque médico-

psiquiátrico, farmacológico e individualista, debido a múltiples factores, como el hecho de ser

personas en riesgo y de tener escasas redes familiares y de apoyo. Esto le causaba curiosidad,

tratando de entender cómo principalmente por medio de medicamentos se buscaba que una

persona pudiese dejar de hacer intentos de suicidio, enfrentarse a la vida con otra actitud o hacer

cambios en sus sistemas significativos. Sin embargo, junto con algunas personas del equipo
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 12

interdisciplinario de la institución, se propuso una manera distinta de acercarse a las familias, a

través de encuentros, en los cuales se pudo ver que existían múltiples disfunciones a nivel

familiar, entre ellos: ausencia paterna, sobreprotección materna, conflictos intrafamiliares y

disfunciones en la autopercepción de sí mismo, reforzado por lo que las familias creían del joven

y él aceptaba de sí mismo. Lo cierto es que, al realizar intervenciones con dichos sistemas

disfuncionales, enfocados en mejorar las relaciones consigo mismos y con sus familias, se pudo

notar cómo esto repercutía en la disminución de los síntomas depresivos del joven, en la

reacomodación de los sistemas familiares y en la reconfiguración de la identidad de los jóvenes,

por lo cual floreció el interés de la terapeuta por este tema de investigación – intervención.

Comprendiendo en detalle los diferentes tópicos de la depresión, desde el punto de vista

epidemiológico, se puede decir que de acuerdo a estadísticas de la organización mundial de la

salud (OMS), la prevalencia global de los trastornos mentales es de 851 millones de personas,

incluyendo los trastornos neuróticos, afectivos, retardo mental, epilepsia, demencias y la

esquizofrenia. Además, los problemas de salud mental constituyen el 15% de la carga mundial de

enfermedad. Los datos del Banco Mundial, señalan que la depresión representa un problema de

salud mental, ya que se estima que para el año 2020, será la segunda causa de enfermedad en el

mundo (Citado en la ley de salud mental del Ministerio de salud, 1998).

Los datos con respecto a Colombia indican, según el Segundo Estudio Nacional de Salud

y Consumo de Sustancias Psicoactivas realizada a 25.235 personas en Colombia, que la

depresión en la población general es un 25,1% y en particular para Bogotá es de 19.7%, este

estudio sugiere que en Colombia el 10.3% del grupo de hombres tiene depresión leve, un 3.4%

moderada y 0.6% depresión severa, cifras menores con respecto a la encontrado en el grupo de

mujeres, en ellas el 14.7% presenta depresión leve, el 5.3% depresión moderada y el 1.3%

depresión severa. En cuanto a la juventud colombiana, esta tiene el mayor índice de suicidios,
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 13

convirtiéndola en la tercera causa de muerte en esta población, cuyo desencadenante principal es

la depresión, además se realizó una investigación en el 2003 en la Universidad Javeriana de Cali

para medir depresión en jóvenes universitarios cuyos resultados muestran de un 25% a un 30%

de jóvenes con síntomas inherentes a trastornos depresivos, cifras similares a otros estudios sobre

juventud y depresión a nivel nacional (Arrivillaga, M., et al, 2003). De igual manera, el instituto

de medicina legal dio a conocer cifras sobre suicidios en adolescentes en los que un total de 174

personas entre 9 y 17 años se quitaron la vida, 114 hombres y 60 mujeres en 2012, además

durante la primera mitad del presente año, en la misma población se han presentado 80 suicidios.

En este punto, es importante resaltar que esta investigación dirigió su mirada hacia los

jóvenes debido a que según Compas & Grant (1993); Lewinsohn., et al (1996), la tendencia a la

depresión y al suicidio aumenta de manera significativa durante la pubertad y se mantiene casi

constante en la juventud según las estadísticas que resaltamos anteriormente. Otros estudios

apuntan a afirmar que hasta un tercio de los adolescentes tienen episodios depresivos y entre un

tercio y la mitad de ellos presentan las características de un trastorno depresivo mayor durante la

adolescencia. Además Garland & Zigler (1993), así como Lewinson et al., (1996) plantean que el

suicidio es la tercera causa de muerte entre las personas de 14 a 24 años, siendo que la tasa de

suicidios ha crecido más notoriamente en los adolescentes y jóvenes que en la población en

general (Micucci, 2005).

Teniendo en cuenta que en la adolescencia los casos de depresión son más altos, muchos

autores se han preguntado por qué durante esta etapa de este ciclo vital aumentan esos índices.

Algunos plantean que estos síntomas depresivos se deben a los cambios evolutivos que conllevan

cambios físicos y hormonales para los cuales algunos jóvenes no se encuentran preparados. En el

aspecto de los cambios físicos, en especial en las mujeres, hay una tendencia a sentirse

incomodas con su apariencia, teniendo en cuenta los estándares de belleza que cada vez se
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 14

imponen en la realidad de nuestro país, donde existen parámetros que marcan las tendencias en la

juventud. Esto hace que quien se salga de este patrón no se considere merecedor de pertenecer al

grupo de pares, ni de ser valorado y reconocido, por el contrario es segregado y discriminado por

su entorno (Gracia et al., 1995).

De esta forma, la relevancia social de esta investigación, está en generar nuevas

comprensiones, maneras de abordaje y prevención de problemáticas como la aparición de los

síntomas depresivos en especial en nuestros jóvenes colombianos, quienes están enmarcados en

una sociedad violenta y con altos índices de depresión y suicidio, muchos de los cuales son

abordados solamente desde modelos médico-psiquiátricos o individualistas que miran al joven

como único responsable de su síntoma depresivo o ansioso.

Teniendo presente que existen diversas comprensiones acerca de la depresión, se

considera útil ponerlas en diálogo para tener mayor claridad y visión amplia de las maneras de

abordarla, lo curioso es que, la depresión, ha tenido a lo largo de la historia muchos significados

y maneras de ser afrontada, a pesar de ello actualmente no hay una unificación de criterios, sino

acercamientos fenomenológicos que sirven para diagnosticarla y, en cierto modo, tratarla desde la

psicofarmacología. En un contexto médico-psiquiátrico es habitual diagnosticar a una persona,

verla, comprenderla y tratarla desde un enfoque individualista, donde es él el portador de un

“problema individual”, y por ende, se autodescribe y es definido como “deprimido”, “problema”

o “enfermo”, lo cual perpetúa y ahonda más sus síntomas depresivos, dejando de lado sus

sistemas significativos donde construye relaciones. Por otro lado, para la familia, alejada del

proceso, constituye una forma de ver al joven como “el del problema”, quitándose

responsabilidades que evidentemente las tiene en la generación y mantenimiento de esos

síntomas depresivos, concibiendo un círculo vicioso que causa impotencia, frustración y

sufrimiento en el mismo sistema. Este énfasis individualista se evidencia en las tablas de


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 15

diagnósticos médicos, por ello, según el CIE-10 (F32.0), el episodio depresivo debe durar al

menos dos semanas, un paciente con un episodio depresivo leve suele encontrarse afectado por

síntomas como alteraciones en el apetito, alteraciones del sueño, poca energía o fatiga, baja

autoestima, concentración disminuida, dificultad en la toma de decisiones, solución de problemas

y dificultad para llevar a cabo sus actividades laborales y sociales, aunque es probable que no las

deje por completo (Rojas, L., 2011).

Estos enfoques limitan la comprensión del problema ya que ven la depresión y los

síntomas depresivos como un problema exclusivamente del individuo sin tomar en cuenta los

contextos, grupos sociales y sistemas significativos en que se encuentra inmerso y en relación el

joven. En algunos casos, la predisposición genética y los aspectos biológicos están relacionados

con el desarrollo de los síntomas depresivos, dado por un desbalance en los neurotransmisores

propugnado por un modelo fisiopatológico, la primera hipótesis bioquímica de los trastornos

afectivos surge en 1965, cuando Schildkraut postula la hipótesis aminérgica de los estados

afectivos y sugiere que los trastornos depresivos pueden ser consecuencia de deficiencias de

noradrenalina en receptores centrales, otras teorías postulan alteraciones en la feniletilamina

(FEA) o el ácido amino butírico (GABA) (Lara, M. &Chávez, R., 2000).

Sin embargo, reducirnos a estas explicaciones sería cerrar los ojos a otras realidades

prometedoras en cuanto a conocimiento, manejo y prevención de los síntomas depresivos, ya que

la realidad humana es amplia por lo que, la depresión, debe ser vista desde muchos aspectos sin

ser reducido a uno solo, en este sentido, el modelo sistémico representa una visión diferente de

esta realidad (Linares, 2008).

Un aporte importante del enfoque sistémico, base para el manejo de la depresión, es la

conexión entre los modelos o patrones relacionales de las familias en el surgimiento y

mantenimiento de los síntomas depresivos en jóvenes. Según Minuchin (1998) las diversas
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 16

configuraciones familiares realizan demandas funcionales diferentes sobre sus miembros, es por

ello que una estructura familiar que podría ser adaptativa para un determinado tipo de familia en

un contexto singular, pudiera llegar a ser desadaptativa para otro tipo de familia en otro contexto,

en este sentido, las familias son sistemas sociales que organizan a sus miembros en pro de un

funcionamiento previsible, además, las familias evolucionan y se mueven a través de periodos

críticos en los que se da un cambio progresivo en las maneras de relacionarse para mantener y

perpetuar roles, que muchas veces son limitantes, con el objetivo de conservar dicho sistema. De

ahí que, se considera al familiar con depresión como el “síntoma” que perpetúa el funcionamiento

de todo el sistema familiar, entonces, el diagnóstico del familiar que carga con el síntoma puede

verse como algo que es una mezcla entre lo interno y lo externo, entendiendo este último como

algo que ocurre en las interacciones de los miembros de la familia, esto da paso a una visión más

integral del paciente, como un ser biopsicosocial.

Tomando conciencia de esta interacción entre el individuo y su sistema familiar, también

las familias sufren sutiles adaptaciones para perpetuar las pautas de interacción en su sistema,

como cuando los miembros adquieren roles alrededor del familiar con depresión o síntoma. Es

por ello que los cambios de los patrones de relaciones familiares requieren del uso de nuevas

formas de comportamientos y de relaciones entre ellos mismos. Por ende, el papel del terapeuta,

en el marco de un modelo sistémico, una vez identificado el patrón perpetuador en la familia, es

introducir el cambio de en el sistema (Linares, J., 2008 & Minuchin S., 1998).

Esta investigación se justifica y servirá para comprender y resignificar, en los diversos

escenarios terapéuticos, el término “depresivo” y el abordaje del mismo, desde una visión

individual, relegado tan solo al sujeto que tiene la depresión o los síntomas depresivos. Cuando

en la conceptualización se da lugar al sistema familiar como factor importante dentro de los

síntomas depresivos y se trabaja en las pautas relacionales se influye positivamente


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 17

disminuyendo el síntoma y afianzando pautas para evitar perpetuarse en las pautas de relación.

Frente a lo anterior, es importante mencionar que en la actualidad la tendencia es a abordar la

depresión desde modelos integrales, ya que el abordaje individual no es garante de que se

arranque el síntoma depresivo en un sistema que no realiza ninguna acomodación en sus

estructuras y pautas de interacción (Salazar, A., 2005).

El aporte investigativo de este trabajo tiene que ver con lo anterior, pues evidenciará, en la

práctica, todo el poder del modelo sistémico en el tratamiento efectivo de una realidad cada vez

en aumento como son los síntomas depresivos en los adolescentes y jóvenes. Los sistemas

relacionales de jóvenes con síntomas depresivos se caracterizan por tener, en la mayoría de los

casos, estructuras rigidificadas donde se invisibilizan las necesidades y la autonomía del joven,

además la dificultad en la señalización de los limites no contribuye al proceso de diferenciación e

independencia de los miembros del sistema, lo cual restringe las posibilidades de una

reconfiguración identitaria en el joven generando como única manera de sentar su voz, el síntoma

depresivo. Es por esto que, desde movilizaciones de las estructuras familiares, del equilibrio en

los roles y jerarquías al interior del sistema, así como las transformaciones en las relaciones del

joven con sus sistemas significativos (padres, pares y pareja), se posibilitarán nuevas narrativas

que den cuenta de cambios en aspectos de la identidad en el joven, entendiendo que en la

actualidad se presentan diferentes formas de serlo, comprendido como un proceso dinámico e

integral más allá del aspecto cronológico, que desde el respeto, la valía y los recursos,

contribuye en el sistema la disminución en los síntomas depresivos (Minuchin, 1998; White &

Epston, 1993; Margulis, 2001).

Por todo lo anterior surge la pregunta central del presente estudio: ¿Cómo la terapia

sistémica promueve cambios en la comprensión de las relaciones que tienen tres jóvenes

diagnosticados con depresión, consigo mismos y con sus sistemas significativos? Para responder
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 18

a esta pregunta se trabajó con tres jóvenes, uno de ellos en el servicio de Consultores de

psicología de la Universidad Javeriana remitido del Hospital San Ignacio y en la consulta

particular de la terapeuta, con otros dos jóvenes referidos del servicio de Psiquiatría de la

Universidad Nacional. La presente investigación-intervención se encuentra en el marco de la

maestría en Psicología Clínica con énfasis en sistémico de la Pontificia Universidad Javeriana.


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 19

MARCO CONCEPTUAL

El marco conceptual se organiza principalmente con algunas consideraciones sobre

juventud como proceso, las diferentes miradas que hay con respecto a lo que es ser un joven hoy

en día y cómo son las relaciones del joven consigo mismo, con sus pares, padres y pareja.

Posteriormente se describen las nociones y concepciones alrededor de la depresión, cómo es

abordada desde diferentes visiones y cómo es entendida desde el enfoque sistémico, brindando

algunas aproximaciones sobre lo que son las relaciones de un joven con síntomas depresivos a

nivel individual, familiar, de pares y de pareja. Luego se describen algunas ideas de los procesos

terapéuticos a la luz del enfoque sistémico, desde la terapia estructural y pasando por la terapia

narrativa, las cuales han sido útiles para esta investigación.

Consideraciones acerca de la juventud

La juventud como proceso

Hoy en día, en nuestras sociedades actuales existe un deseo colectivo que busca encontrar

el secreto para la juventud eterna que teme envejecer y morir, que ve el éxito, la salud y la belleza

como sinónimos de lozanía, que entiende la juventud como el momento más importante en la

vida de todo ser humano, su punto máximo de productividad, el florecimiento del ser humano en

su mayor expresión. Es por esta influencia exterior que se llega a la juventud con la presión de ser

y hacer más de lo que posiblemente cada quien se ha planteado para ese momento, de esta

manera, en el proceso de la juventud se reconstruye la identidad del individuo y se sientan las

bases para ser un adulto capaz de encontrar su propio lugar en el mundo, por eso la importancia
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 20

de este proceso en el ciclo vital y la necesidad de entender que adolescencia y juventud son

conceptos estrechamente relacionados (Larraín, 2010).

Cronológicamente, la juventud abarca el proceso de la adolescencia, pues la juventud es

la edad que se sitúa entre la infancia y la adultez y entiende el rango entre los 10 y los 24 años,

comprendiendo la adolescencia temprana de 10 a 14 años, media o tardía de los 15 a los 19 años,

así como la juventud plena que va de 20-25 años (García, L., 2008).

Para Margulis (2001), si bien cronológica y biológicamente existen unos rangos de edades

para enmarcar lo que llamamos adolescencia y juventud, ubicarlas como lapsos de tiempo, no es

tan útil ya que es mejor comprenderlas como un proceso que está influido por factores culturales,

sociales y políticos que contribuyen a su vez, a la construcción particular del sujeto, mediado por

sus sistemas de relaciones. En este caso, las identidades de los jóvenes emergen de sistemas de

relaciones articuladas en diferentes marcos institucionales como la familia, el trabajo, la

universidad, el grupo de pares, entre otros. Y es así que hay diversas posibilidades de ser joven

como individuos hay en el mundo, por tanto, no se habla de “juventud” sino de “juventudes”

rehusando acoplarse al término simplista de lo que es ser un joven en el mundo actual.

Paralelamente, se habla de juventud como una categoría histórica, siendo una manera de

incorporar la diversidad social, observando fenómenos como el que se ha llamado moratoria

social, entendida como aquel momento en el cual se aplazan acciones normalizadas, como la

conformación de una familia o la adquisición de un trabajo, de modo que se alarga la estadía del

joven en el seno familiar, permitiéndole así avanzar en la educación superior y dedicarse a otros

aspectos impensables siglos atrás, así empieza a aparecer este concepto para referirse a algunos

jóvenes de familias con posición social alta quienes continuaban en sus familias de origen hasta

edades prolongadas, por esta razón se habla del término juventud como algo relativamente

reciente en la historia (Erickson, 1989).


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 21

Desde la psicología psicoanalítica, cuando se habla de adolescencia se hace referencia a la

analogía del tiempo lógico opuesto al cronológico entendiéndola como un momento fundamental

para resignificar huellas y marcas y reescribir el legado simbólico personal, y un

reposicionamiento del joven frente a sus figuras parentales de la infancia y caída de

identificaciones colocadas en los objetos idealizados. Es decir, el joven pasa por perderse a sí

mismo, vivirse como un extraño, alterar el orden del legado de sus padres y replantearse la

imagen de sí (Barrantes, 2001).

Desde corrientes más recientes de la psicología, como el modelo sistémico, la

adolescencia es entendida como un proceso dinámico y relacional influido por los sistemas

significativos para la persona, además, es una etapa de poner a prueba la visión de la vida, los

valores y de cuestionar las reglas ya existentes, por ello es vital tener una comunicación asertiva

entre padres e hijos, ya que si no llegase a existir, aumentan los riesgos de que el adolescente

desarrolle un síntoma, para nuestro caso un síntoma depresivo. Sumado a lo anterior, está el

hecho de que en la adolescencia se dé un proceso natural de emancipación y autonomía

importantes en el desarrollo del pensamiento formal y que consolidan la estructura cognoscitiva

del adolescente (Hernández, A, 2009 & Micucci, J., 2005).

Es más amplio hablar de juventud sin desconocer las particularidades del proceso de la

adolescencia en los jóvenes, el cual ha estado enmarcado en un contexto sociocultural que

impone, en ocasiones, unos estándares que, en un proceso de transición como lo es la

adolescencia, vienen a jugar un papel importante en la construcción de una identidad propia. Por

eso es necesario entender el proceso de la adolescencia de manera compleja, relacional y

dinámica, influido no solamente por la biología sino también por la evolución histórica, el rol

cultural y el género entre otro cúmulo de aspectos que se mezclan a esta concepción que

llamamos juventud. Las crisis de la adolescencia no responden necesariamente a la visión


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 22

estereotipada de la adolescencia vinculada a la idea de riesgo, no concebida como un problema

sino como una oportunidad para el desarrollo y el crecimiento personal en los términos expuestos

por Oliva (2004). Asimismo, la juventud ha de ser concebida como una condición social

heterogénea, es decir, un modo de transición social característica y producto singularizado de

diversas subculturas juveniles. En suma, más que aumentar la conceptualización de un período

de tensión por excelencia, la juventud ha de convertirse en la significación de crisis como

cambio, manifestándose desajustes en la conformación de la identidad en los adolescentes

contemporáneos que tienden a resolverse adaptativamente, y cuando no sucede así es probable

que surjan síntomas como los depresivos.

Relaciones significativas en la juventud

Es importante mencionar que la juventud, como se ha descrito desde diferentes enfoques,

es el proceso en el que pasan a tener mayor importancia las relaciones consigo mismo, con los

pares y la pareja más allá de la relación con los padres, por lo tanto, se privilegian los espacios y

las comunicaciones con los amigos y con otros jóvenes con quienes se comparten afinidades. El

foco pasa del limitado mundo del sistema familiar y de las relaciones con los padres a situarse en

las relaciones con otros iguales que reafirman y reconstruyen lo que es el mismo joven y se

influyen mutuamente ya que se construye identidad en tanto existen otros (Hernández, 2004).

Con respecto a las redes significativas del joven, es significativo señalar que en la

adolescencia se conforma lo que se ha llamado la red social personal, como aquella que brinda

soporte al joven y con la que el joven se construye permanentemente. Además, la red conforma

una experiencia coherente en tiempo y espacio que constituye la identidad de un individuo en la

interacción con familiares, amigos y pares, que a su vez forman una red significativa en el

individuo, acompañándolo a lo largo de su proceso adolescente (Sluzki,1998).


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 23

De esta misma manera, para Berkman & Glass (2000) en la adolescencia la red social del

sujeto es el tejido de relaciones sociales que están estrechamente relacionadas con el bienestar a

través de diversos dispositivos, como por ejemplo el hecho de brindar apoyo emocional que

soporta la toma de decisiones del joven (Flores, 2010).

Por lo anterior, para los jóvenes es importante, en su proceso de construcción y

reconstrucción de sí mismos, la calidad en términos de la satisfacción personal de las relaciones

significativas con sus pares y parejas casi al mismo tiempo que con sus familias ya que esto

influye directamente en la narración y significación de sí mismos y de su identidad.

Relaciones consigo mismo e identidad

Cuando un niño es pequeño, la imagen de sí mismo empieza a construirse en las

interacciones con sus sistemas importantes, entre ellos sus padres y hermanos. Estas interacciones

dan lugar a significados y comprensiones sobre el mundo y sobre lo que se cree y cuenta de sí

mismo. Es habitual que las pautas de interacción del niño en los años iniciales, estén

caracterizadas por el egocentrismo, las cuales a través del proceso adolescente se van hacia la

emergencia de la alteridad y de la propia voz en relación con otros (White & Epston, 1993).

Desde los planteamientos del psicoanálisis, se dice que la imagen de sí mismo, el

autoestima o el self son conceptos que aluden al sentimiento valorativo de nuestro ser, de quienes

somos nosotros y del conjunto de rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran

nuestra personalidad, por lo tanto, un buen nivel autoestimativo le permite a una persona

quererse, valorarse, respetarse, siendo algo que se reconstruye constantemente. Lo anterior

depende del ambiente familiar, social y educativo en el que está inmersa la persona, pero a veces

los padres actúan de maneras que pueden ser perjudiciales para el niño dejándole marcas difíciles

de superar y un continuo dolor oculto que influirá en el desarrollo de su vida. Aunque también
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 24

están los padres que valoran y reconocen los logros, así como sus esfuerzos y contribuyen a

afianzar la personalidad del niño, contribuyendo a la formación de un concepto de sí mismo

(Stern, 2002).

Desde los planteamientos sistémicos, se habla de identidad para referirse a la estima que

se tiene de sí mismo y al autoconcepto en continua reconfiguración, constituyendo un marco de

referencia desde el que interpretar la realidad externa y las propias experiencias influyen en el

rendimiento, condiciona las expectativas y la motivación y contribuye a la salud y al equilibrio

personal. Por lo tanto, la imagen de sí mismo se edifica siendo los padres las primeras personas

con las que el niño se mira y se construye a sí mismo. Cabe resaltar que el medio para construir la

identidad propia es la interacción a través del lenguaje de la persona con sus redes significativas,

es por esto que la terapia sistémica trabaja desde el lenguaje y busca transformar significados que

a su vez transformen realidades. La identidad es una constante creación y revisión dentro de una

red de relaciones y conversaciones con otras personas (Tarragona, 2006, citado por Viloria,

2012).

Sin embargo, algunos autores como Maturana consideran pertinente hacer la diferencia de

la imagen de sí mismo y la identidad. Según Maturana (1995) la primera no es auténtica, en la

medida en que proyectamos algo que queremos mostrar a los demás y que no siempre concuerda

con lo que en realidad somos, en cambio, la identidad está caracterizada por la naturalidad, es

decir, por mostrarse el joven tal cual es, en este proceso él se cuestiona, reflexiona y cambia de

opinión reinventándose constantemente. Se entiende pues la identidad, como el sistema que auto-

organiza, es decir, un sistema que constituye su experiencia de realidad y que a su vez la

identidad mantiene, por todo el ciclo de vida, la unidad de sí mismo como sistema, teniendo en

cuenta su flexibilidad y el hecho de que esta se transforme constantemente. Por consiguiente, la

identidad no es estática porque es una construcción y no es una representación como lo plantean


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 25

los enfoques racionalistas. La construcción de la identidad personal implica la tarea de

individualizarse y de diferenciarse respecto a un mundo, lo que siempre involucra una manera de

ver el mundo y, lo que es más importante, una manera de sentirse en él. Por lo tanto, desde el

primer momento cada acto de identidad, es un acto de individualizarse respecto al otro,

conduciendo a la elaboración y construcción de un significado personal.

Así pues, la identidad es construida por las personas a lo largo de su vida social, siendo

esta histórica y cultural. Se comprende entonces, el mundo a través de los acuerdos sociales que

se hacen en las prácticas sociales y que la realidad está sujeta a las negociaciones que se crean en

dichas prácticas. La identidad es vista como un producto de las interacciones entre las personas,

de los acuerdos y negociaciones que se hacen a través del lenguaje, igualmente, el

interaccionismo simbólico señala que las personas construyen su identidad a través de

interacciones sociales, las cuales están influidas por los significados que se le dan a la realidad, es

decir, las personas, como seres sociales, otorgan un significado a las cosas o situaciones que

observan o viven, influidas por la forma de ver o definir las cosas por parte de otras personas

(Burr, 1995 citado por Flores, 2010).

Para Linares (2008) la identidad es un producto narrativo especializado que se empieza a

desarrollar muy tempranamente en los primeros meses de vida y que no termina nunca. La

identidad, se origina desde la narrativa, dirigida por la nutrición relacional y emocional, es decir,

de la vivencia de ser complejamente valorado o de participar en una relación complejamente

amorosa.

Retomando los planteamientos sistémicos, ser individuo es un proceso dinámico,

cambiante, evolutivo, que va tomando diferentes formas y expresiones en diferentes momentos

del ciclo vital. Por otra parte, los procesos de individuación y construcción de la identidad de un

joven son procesos de diferenciación que se dan en el contexto relacional de su familia y en los
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 26

que tienen que ver aspectos socioculturales en los que se enmarca la interacción del joven

(McNamee & Gergen, 1992).

Relaciones con los padres en la juventud

La familia es el grupo social básico donde se producen los primeros intercambios de

conducta social y afectiva, los que ofrecen la posibilidad de crecer, desarrollarse y comunicarse.

Los padres son los modelos más significativos en este ámbito y los hermanos constituyen la

primera instancia de socialización para aprender sobre las relaciones interpersonales. Los

hermanos ayudan a aprender a compartir, competir y a tolerar frustraciones. Cómo se señaló

anteriormente las relaciones con la familia se redistribuyen y reacomodan durante el proceso de

la juventud. Se busca que exista un mayor espacio y apertura en el sistema, para que la persona

logre reconstruir su identidad caracterizada por la autonomía, la imposición de límites y reglas en

sus relaciones.

En este sentido Angela Hernández (2009) se refiere a familias con hijos adolescentes,

entendiendo que es la adolescencia la etapa en que se dan mayores cambios en el joven. Esto

hace que se incrementen los conflictos en especial por el cuestionamiento de normas y por las

diferentes expectativas respecto de la vida. Es allí donde se ponen a prueba los recursos de las

familias para poder superar dichas situaciones y asimilar los eventos del ciclo vital. Es importante

resaltar que la adolescencia es un momento del ciclo vital individual donde se ponen a prueba la

maduración sexual y los cambios que esta conlleva, así como el hecho de que la autoimagen se

de en un proceso constante de cambio, teniendo en cuenta la importancia que los jóvenes dan a

pertenecer a grupos de pares, quienes son la fuente principal de reconocimiento.

Las discordias familiares, están relacionadas con la depresión y el suicidio adolescente, en

la medida en que algunas de las alteraciones de la estructura familiar, como los conflictos de rol,
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 27

el desdibujamiento de los límites, las coaliciones y el ocultamiento, son factores que podrían

contribuir a la depresión y al suicidio de jóvenes (Richman, 1979, citado por Micucci, J., 2005).

Los conflictos entre progenitores pueden llegar a desplazarse hacia los hijos, quienes

quizás sientan que no hacen lo suficiente para mantener unidos y felices a sus padres y esto se

retroalimenta cuando los padres tienen narrativas de invalidación o de sobrecarga frente a sus

hijos, es por esto que los casos de suicidio y depresión en jóvenes podrían ser una forma

desesperada por hacerse visibles frente a los padres y demás familiares a una situación familiar

no tramitada (Pfeffer, C., 1981, citado por Micucci, J., 2005).

El suicidio puede ser un desenlace cuando el joven siente que ha decepcionado a uno de

los padres, cuyo apoyo está condicionado al cumplimiento de sus elevadas expectativas. Existe

una asociación entre el suicidio en los jóvenes y la inversión de los roles de padres e hijos, es

decir, que el adolescente debe asumir el rol de progenitor frente a un padre dependiente a su hijo,

por consiguiente, los conflictos que se dan entre ambos padres pueden desplazarse hacia el hijo,

quien quizás sienta que no hace lo suficiente para evitar la infelicidad de sus padres. Se evidencia

entonces, que por un lado el rol y la relación que tenga un adolescente con sus padres puede dar

origen a la depresión, sin embargo, también puede constituirse en un apoyo para amortiguar

algunos efectos estresantes familiares sobre los jóvenes, es decir, que una adecuada relación

padres- hijos, modera los efectos de la aparición de síntomas depresivos y el intento de suicidio

(Petersen et al., 1991, citado por Micucci, 2005).

Una dimensión facilitadora y un elemento crítico para la movilidad en la vinculación

emocional es, como señala Olson et al. (1991), la comunicación. En este sentido, la revisión de

los programas de prevención del abuso de alcohol entre los adolescentes indican que la capacidad

de comunicación y de los conflictos en la familia, cumplen funciones protectoras, en cambio, la

ausencia de comunicación paterno-filial o pautas disfuncionales de comunicación tales como


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 28

dobles mensajes o críticas, así como un clima familiar de conflictos frecuentes con peleas y

discusiones tanto entre padres e hijos como entre los padres, se considera un factor importante en

el ajuste psicosocial de los hijos y en particular en la conducta de consumo de drogas (Minuchin

et al., 1998).

En un estudio llevado a cabo por la Organización Panamericana de la Salud citado por

Hernández (2004) se evidencian algunas características en las familias con bajo nivel estresor y

con características más satisfactorias para los jóvenes, las cuales son: adecuada comunicación

entre padres-hijos, adecuada comunicación entre esposos, mayor grado de estructuración y

organización de la vida familiar, más fuentes de apoyo tanto para el joven como para su familia,

sentimientos de satisfacción consigo mismos y mayor uso de la restructuración como estrategia

de afrontamiento. Todas las cuales deberían restablecerse por medio de la terapia sistémica, de no

estar presentes, con el fin de brindar una homeostasis y equilibrio al sistema.

Las relaciones individualizadas son aquellas que muestran un equilibrio entre

individualidad y la cohesión de los miembros, de esta forma, en términos sistémicos la cohesión

familiar es vista como una dimensión con dos extremos, el aglutinamiento, que comporta un alto

grado de cohesión, en la que los miembros de la familia actúan y piensan todos del mismo modo

y el desligamiento que significa un bajo grado de cohesión, en el que los miembros son

ampliamente independientes y tienen poca influencia los unos sobre los otros (Grotevant &

Cooper, 1986).

Relaciones con los pares en la juventud

Las relaciones con los pares en la adolescencia y en la juventud se tornan en las más

importantes en este periodo y toman auge los grupos y el hecho de pertenecer a ellos o no marca

una gran diferencia, pues toma mucho valor el hecho de ser aceptado y reconocido, aparecen las
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 29

tribus urbanas, las modas y estilos de los jóvenes en la actualidad y a la vez los conflictos de

autonomía que se dan en los núcleos familiares.

La adolescencia representa el momento en que se va dando una reestructuración en la

construcción de la identidad y se van diversificando, con mayor fuerza que en la infancia, las

referencias de otros más allá de los padres. La afirmación como otro distinto a los padres, en

general se presenta como una necesidad de la diferenciación con relación a pautas, valores,

elecciones estéticas, por esto, la sociabilidad de los adolescentes muestra ciertas constantes en las

formas de interacción entre pares que se extienden, a su vez, más allá de las diferencias sociales y

de género (Flores, 2010).

Los grupos de pares representan una referencia muy importante en la construcción de la

identidad adolescente, pues los intercambios y los movimientos que se originan a través de estos

grupos son fundamentales en la confirmación de la identidad del adolescente. Lo anterior, se

confirma en una encuesta realizada por UNICEF, donde la importancia asignada a los amigos

como ámbito de vida preferido por los adolescentes es significativa. Una característica casi

invariable de esta grupalidad es la necesidad de estar juntos, estar juntos no supone formas más

estructuradas de organización, con regularidades o compromisos mutuos (Efron, 1996; Taber &

Zandperl, 1997 citados por Urresti, 1998).

En la adolescencia el joven tiende a agruparse con sus pares y surgen amistades muy

estrechas, especialmente entre los del mismo sexo. En la adolescencia el joven tiene una

conciencia de ser social y una cierta competencia y adecuación en sociedad, en esta etapa ya tiene

un grupo de amigos y se siente identificado con un grupo de iguales es decir compañeros que

comparten los mismos intereses. Para el adolescente, el grupo de pares es el mecanismo que le

permite salir del ámbito familiar e ingresar al ámbito social de una forma adecuada y de cierta

manera protegida, ya que el grupo se convierte en un espacio donde puede actuar, reflexionar,
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 30

desarrollar destrezas e ir elaborando su identidad, por lo cual, el grupo le da al joven una

sensación de seguridad y de pertenencia (McNamee, S. & Gergen, 1992).

Paralelamente, los adolescentes viven sus rápidos cambios físicos compartiendo con otros

que viven la misma situación, de modo que desafían los patrones de los adultos y la autoridad

paterna encontrando un nuevo afianzamiento al buscar consejo de amigos que están en su misma

situación, por este motivo, el grupo de compañeros es una fuente de afecto, simpatía,

entendimiento y orientación moral, un sitio para experimentar, un ambiente para lograr

autonomía e independencia de los padres, además es un sitio para establecer relaciones íntimas

que sirven como ensayos para familiarizarlos con las relaciones de pareja en la edad adulta.

Hay que resaltar que las relaciones construidas con las amistades son diferentes de las

relaciones familiares, dado que son más igualitarias pero a la vez inestables y se basan en la

elección y el compromiso. En un estudio realizado se analizó la evolución e importancia del

apoyo social en el ajuste de los adolescentes. La muestra estaba constituida por 1002 adolescentes

de 12 a 20 años, los resultados demuestran que la red de apoyo constituye, sin duda, uno de sus

principales recursos con los que cuenta la persona para afrontar cambios y situaciones nuevas,

como sería el caso de la adolescencia. Se encontró que existe una disminución en la percepción

de apoyo de los padres conforme se avanza en la adolescencia. Además, al tiempo que la

percepción de apoyo paterno disminuye, se incrementa la importancia concedida a las relaciones

con los iguales (Musitu & Cava, 2003).

En este sentido, es importante mostrar conformidad con el grupo social, lo cual

constituye una poderosa fuente de presión del grupo de pares. Así, la imagen personal o el nivel

económico pueden ejercer una fuerte presión durante la adolescencia, sirviendo de índices con los

que se puede medir el valor de los otros (Gracia, E., 1998)


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 31

Relaciones de pareja en la juventud

Otra de las relaciones significativas en la juventud es la relación de pareja, el hecho de

poder compartir con una persona igual de entre el grupo de pares, escoger y ser escogido,

reafirmarse y reconstruirse con cada conversación y con cada momento de la relación, es un

punto crucial en la transformación de la identidad del joven.

Desde el psicoanálisis, se entienden las relaciones de pareja como relaciones derivadas de

las relaciones de apego. Las expectativas o modelos de apego construidos pueden incluir entre

otros: qué tan cómoda la persona se siente en relaciones cercanas, habilidades para confiar y

depender de otros y los miedos con respecto al abandono. El hecho de involucrarse en relaciones

de pareja provee a los adolescentes de contextos en los cuales la sexualidad y la intimidad son

abordadas, convirtiéndose en un punto central para el desarrollo de la identidad, por otro lado, el

no establecer relaciones de pareja durante esta etapa puede llevar al rechazo y aislamiento

(Simpson & Rholes, 1998).

La relación de pareja, desde el enfoque sistémico, es comprendida como una construcción

conjunta sobre el sistema particular de creencias, es decir, que el adolescente tiene un cúmulo de

experiencias familiares, ideas, afirmaciones heredadas de sus sistemas significativos entre ellos

quizás el más importante el sistema familiar. La construcción consciente de una vida de pareja es

una de las fuentes de realización personal que surgieron a partir de las libertades del Siglo XX, el

destino de las familias del siglo XXI entonces, está marcado por estas nuevas posibilidades del

amor, que la llevarán a encontrar camino lo que se denomina como relación de pareja, distintos a

los ya transitados en caminos donde el amor que supera la posesión del otro garantice la

generosidad material y el soporte afectivo para todos los miembros de una familia (Solórzano,

2012).
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 32

La relación entre juventud y depresión

En la adolescencia, por ser un proceso donde el sujeto experimenta tantos cambios existe

mayor vulnerabilidad a desarrollar síntomas depresivos o síntomas en general y es por esto que

los índices de depresión y suicidio en jóvenes siguen siendo de los más altos. Al menos en

Colombia esta tiene el mayor índice de suicidios, convirtiéndola en la tercera causa de muerte

secundaria a la depresión (Arrivillaga, M., et al, 2003).

Entre los adolescentes, los síntomas surgen como bloqueos al cumplimiento de la tarea

fundamental de esta etapa de asumir la propia identidad, la autonomía personal y la realidad

familiar y social. El rango de síntomas es amplio, pueden aparecer depresión y crisis de angustia

entre otras. A su vez, las dificultades familiares tienen que ver con las alteraciones de la jerarquía

familiar, relación conflictiva entre padres, triangulación del adolescente en un conflicto conyugal

previo y no resuelto (Hernández, A., 2009).

Consideraciones acerca de la depresión.

Generalidades de la depresión

La depresión ha tenido, a lo largo de la historia, muchos significados y maneras de ser

abordada, a pesar de ello actualmente no existe un consenso como tal, sino que desde diferentes

enfoques tiene una comprensión determinada, en ese sentido se dan acercamientos

fenomenológicos que sirven para diagnosticarla y en cierto modo tratarla. Es importante ver

algunas concepciones de diferentes autores acerca del tema de la depresión para así poder ver qué

hay de común y diferente en ellas.

Dentro de los principales exponentes relacionados con el tema de la depresión

encontramos a Beck (1979) quien considera que entre las características de los pacientes
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 33

depresivos pueden enumerarse la subestimación de sí mismo, las ideas de pérdida, la autocrítica,

la autoinculpación, los frecuentes auto preceptos y mandatos y los deseos de huida y suicidio. En

los estados depresivos más graves, el pensamiento del sujeto puede llegar a estar totalmente

absorto en pensamientos negativos, repetitivos y perseverantes, encontrando extremadamente

difícil concentrarse en estímulos externos como escribir o emprender actividades mentales

voluntarias como recordar. Subyacente a todos estos síntomas se encuentra una distorsión de la

realidad y un prejuicio constante de los pacientes contra sí mismos (Beck, A. T., Rush, J., Shaw,

B., Emery, G. 1979, citado por Rojas, L, 2011).

Otra explicación que se le da a la depresión es la conceptualización del DSM IV de la

American Psychological Association, que comienza por retomarla como un estado de ánimo,

posteriormente como un síndrome por agregarle la serie de síntomas a la existencia del estado de

ánimo y finalmente se considera como un trastorno depresivo, debido a la explicación de que un

episodio depresivo no se debe en mayor medida a los síntomas propios de una condición clínica,

sino que tienen una explicación en la que intervienen otros elementos como algún duelo,

situación familiar, problemas económicos, entre otros (Vázquez, Hernán, et al, 2006; en Caballo,

2006).

Entre tanto, Dio (1999), explica la depresión como aquel malestar que afecta a todo el

cuerpo, el estado de ánimo y los pensamientos; alterando la forma en cómo la persona come y

duerme, así como el deseo sexual, la opinión de sí mismo y el concepto de la vida en general; sin

embargo también toma en consideración el término trastorno para poder diferenciarlo de un

pasajero estado de ánimo triste y realzándolo como una condición que se puede alejar a la

voluntad.

De la misma manera, Garza (2004) define la depresión como una enfermedad

caracterizada por un estado de ánimo triste, con pérdida de interés o capacidad para sentir placer
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 34

por situaciones que antes lo producían, pérdida de confianza en sí mismo y un sentimiento de

inutilidad. Aunque ése es el núcleo principal de síntomas, la depresión también puede expresarse

a través de afecciones de la voluntad, del pensamiento y a nivel corporal, como por ejemplo falta

de concentración o de disminución en atención o enfermedades somáticas como la migraña o las

de tipo inmunológico.

Frente a lo anterior, esbozan con respecto a la depresión y al suicidio que se encuentran

íntimamente relacionados con las discordias familiares, así mismo, en la depresión presentada en

uno de los miembros adolescentes del sistema influyen aspectos como conflictos de rol, falta de

consistencia en los límites y disfunciones en la estructura familiar (Berman & Jobes, 1991 citados

por Micucci, 2005).

En los adultos se reconoce que el género femenino es más propenso a deprimirse que el

masculino y esta diferencia de género se hace más notable en la adolescencia, vale la pena

resaltar que sobre las diferencias de género en la depresión se han escrito múltiples teorías, sin

embargo las presiones de la socialización, que exigen a la mujer inhibir la ira y asumir la

responsabilidad cuando las relaciones fracasan, aumentan la vulnerabilidad femenina a la

depresión, muchas jóvenes extrañan la relación abierta y cálida de los padres, la cual se sintieron

obligadas a dejar de lado para construir relaciones con sus pares (Kaplan, 1991 citada por

Micucci, 2005).

Es interesante ver cómo el concepto de depresión ha evolucionado desde abordajes más

centrados en el sujeto como único responsable, a abordajes más complejos, circulares y

sistémicos, involucrando los miembros de la familia o de los sistemas más significativos de la

persona portadora del síntoma depresivo.


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 35

Diferentes comprensiones de la depresión

La conceptualización del fenómeno de la depresión tiene que ver estrechamente con la

forma como se trata. Algunas de ellas como las individualistas, llevan al tratamiento

farmacológico, mientras que otras comprensiones como la sistémica, sin lugar a dudas llevan a

abordajes familiares donde se ve la depresión como un síntoma que viene a decir algo frente a las

relaciones que se están dando al interior de un sistema.

La depresión desde la perspectiva clínica es un problema de múltiples facetas

caracterizado por un amplio número de síntomas que pueden, o no, estar presentes en cada

consultante en particular. No todas las depresiones obedecen a las mismas causas, por ello, en la

actualidad hay un amplio número de teorías que intentan explicar la etiología de la depresión

(Vázquez, et al., 2000, citado por Rojas, 2011).

Por otro lado, desde la perspectiva del psicoanálisis con Freud (1950) la depresión es

considerada como aquel resultado de la hostilidad hacia sí mismo, donde la persona siente

necesidad de sufrir y hacerse daño, lo cual está asociada al origen de aquellos dolores no

resueltos por pérdidas durante la niñez, cuando el niño se siente abandonado, entonces inclina

aquella agresión hacia sí mismo (Stern, 2002).

Algunos conductistas, definen la depresión como el resultado del debilitamiento de la

conducta y de aquella interrupción de secuencias establecidas que habían sido reforzadas

positivamente por el ambiente social y es el resultado final de cambios iniciados por el ambiente

en la conducta, el afecto y las cogniciones (Skinner, 1953, citado por Caballo, 1998).

Cabe señalar que, el modelo sistémico explica que la depresión es considerada como un

trastorno emocional que tiene su base en las danzas familiares y la forma cómo se conecta el

sistema familiar, las cuales se originan a partir de inadecuadas relaciones como por ejemplo las

triangulaciones. De esta manera, autores como Micucci (2005) afirman que para que se genere la
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 36

depresión por lo general hay un detonante como por ejemplo una pérdida o un duelo. Otro de los

factores que puede contribuir a que se desencadene la depresión son los conflictos familiares y la

etapa más común es la adolescencia. Es así que, la depresión puede verse desencadenada por el

hecho de que muchos jóvenes asumen roles para los cuales no se encuentran preparados, lo cual

genera una gran frustración.

El tema de los trastornos clínicos visto desde la perspectiva sistémica abre un panorama

en cuanto a la forma de acercarse a los síntomas depresivos, ya que el individuo portador del

síntoma es parte de un sistema y comprendemos el sistema como un todo resultante de partes

interdependientes. Esta mirada muestra una perspectiva diferente a la habitual, frente a los

síntomas que podrían resultar en determinado sistema. Esos sistemas al estar enmarcados dentro

de algo más grande, se llaman subsistemas y vienen a organizarse de una manera jerárquica,

mediados por patrones de comunicación y con unas delimitaciones específicas. En este mismo

sentido, la familia se concibe como un sistema social natural, conformada por una red de

relaciones y sujeta a diversos ciclos familiares, por lo cual podemos comprender los síntomas que

se presentan en uno de los miembros del sistema como interdependientes de la relación con los

demás (Hernández, 2004).

Lo anterior está en la misma línea de los planteamientos de Villalba (2003, citando a

Bronfenbrenner, 1994) quien plantea el modelo ecológico, el cual encierra un conjunto de

estructuras ambientales en diferentes niveles dentro de los cuales se desenvuelve el ser humano

desde que nace. Cada uno de estos niveles contiene al otro. Se categoriza estos niveles como: el

microsistema, el mesosistema, el exosistema, el macrosistema, el cronosistema y el globo

sistema.
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 37

La mirada sistémica del síntoma depresivo

Como se ha mencionado anteriormente, mirar el síntoma depresivo de manera circular y

no desde la linealidad hace cambios en la manera de comprenderlo y abordarlo, en la

responsabilidad compartida de su aparición y en la carga que recae sobre el joven que presenta el

síntoma, de ese modo, se hace más llevadero para él, repartiendo así cargas, responsabilidades y

contribuyendo a la resolución del síntoma depresivo como competencia de todos los miembros

del sistema.

Para poder entender la depresión como un síntoma se han dado saltos no sólo en la

comprensión sino en el abordaje institucional de la depresión, es bien sabido que la institución

médico psiquiátrica a través de la historia se ha encargado de cuidar, asistir y curar a las personas

que tienen un trastorno psiquiátrico, logrando el mejoramiento del paciente como meta

primordial. Sin embargo, desde el enfoque sistémico, se ha ido dando una transformación desde

la comprensión del síntoma como algo patológico a aquel indicador de que los patrones

específicos de interacción en un sistema determinado vienen a mostrar algo que en ese sistema no

es posible evidenciar de otra manera (Hernández, 2004; Slusky, 1971)

Por tanto, es entendible que las familias donde uno de sus miembros presenta un síntoma

depresivo tengan algunas características que predisponen a que se genere dicho síntoma. Según

Linares (2008) la familia de origen del depresivo se caracteriza principalmente por presentar una

buena relación de pareja, pero tratan de mala manera al joven y no asumen bien sus roles

parentales, esto influye negativamente en la relación general de la familia, de modo que los hijos

no pueden ingresar al sistema parental porque los padres no necesitan alianzas con ellos.

Por lo anterior, los padres del depresivo tienen características narcisistas o generan

relaciones de desigualdad entre ellos, en primer lugar, quienes tienen las características

narcisistas se comunican con el hijo de manera autosuficiente y usan frases como: “no hace nada
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 38

bien”, manifestando una actitud crítica y casi despectiva hacia el hijo, porque como padres se

sienten perfectos y atribuyen muchas veces la causa de sus males o discusiones indirectamente a

sus hijos. En segundo lugar, hay padres que se caracterizan por relaciones de desigualdad donde

uno de ellos es dominante y otro es sumiso o enfermizo, de modo que la pareja funciona en forma

complementaria, la figura fuerte envía mensajes al hijo como: “¡tienes que cuidar a tu pobre

madre!” y la débil acepta la definición reforzándola ante su hijo. Con todo esto podemos decir

que la relación se caracteriza por una baja nutrición emocional al joven, donde es común que un

padre rechace al hijo y el otro lo sobreproteja, dándose una situación paradójica donde el

rechazante es cercano al hijo, aunque con una actitud agresiva, y el sobreprotector es lejano

porque su calidez resulta ineficaz (Linares, 2008).

Frente a lo anterior, Haley (1985) plantea que en los adolescentes que presentan una

dificultad para desengancharse de la familia, se generan cierta serie de comportamientos que

pueden manifestarse como síntomas depresivos ya que uno de los recursos con los que cuenta el

joven es desarrollar un problema que lo inhabilite y lo lleve a ser un fracaso de manera que siga

necesitando de sus padres. Entonces, la función del fracaso es permitir que los padres se sigan

comunicando a través del joven, persistiendo la organización estructural y relacional sin

alteraciones. Dentro de su familia, al consultante con síntomas depresivos, le falta sentirse

valorado y además posee una alta exigencia implícita que puede vivirse desde edades muy

precoces y, en determinadas circunstancias, pueden conducir al adolescente al suicidio.

Además, esta falta de apoyo familiar y alta exigencia pueden convertir los pequeños

episodios en hechos tormentosos que se agravan cuando existen hermanos que reciben un trato

diferente por razones que pueden depender del ciclo vital de los padres, del género o de múltiples

y aleatorios factores. Las pautas de interrelación están unidas a la organización familiar a nivel

cognitivo donde los valores y creencias, asumidos por todos rígidamente, encierran un culto a las
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 39

apariencias, al deber ser y hacer y donde se disfrazan los impases conyugales y familiares en un

sistema que asfixia y que no deja ser al joven. Si bien las funciones de una familia exigen que sea

reconocedora y valoradora del adolescente, comunicando cariño a nivel emocional y facilitando

una buena socialización, generando protección en sus miembros, la minusvaloración provoca, a

su vez, un fracaso en la socialización que deja una huella en la identidad generando acciones

cargadas de presión por lo esperado (Linares, 1996).

Proceso Terapéutico Sistémico

Históricamente, desde el posmodernismo se han buscado nuevas maneras de comprender

y abordar, lo que en otros momentos de la historia se trató como trastornos o enfermedades

mentales y que desde el enfoque sistémico es comprendido como síntoma, entendido como la

forma en que un miembro del sistema hace visible una situación entramada en las dinámicas

familiares que de otra manera no podría evidenciarse, entendiendo la singularidad de las

experiencias y lo que el sujeto vivencia como único, teniendo en cuenta el contexto y el equilibro

entre lo que vivencia el sujeto y su sistemas significativos (Pakman, 2011). Si bien nos

construimos en relación con los otros importantes en nuestras vidas, estos tipos de relaciones,

estructuras y pautas vienen a influir directamente sobre nuestras configuraciones identitarias, por

ello se hacen imprescindibles dentro de este paradigma nuevas maneras de abordar un

determinado síntoma poniendo en inter-juego los sistemas del consultante a nivel familiar, de

pares, de pareja y de comunidad.

Proceso terapéutico de enfoque sistémico

Para Fruggeri (1996) la psicoterapia es un proceso eficaz cuando el joven cambia sus

premisas, narraciones o conversaciones que constituyen el contexto dentro del cual se presentan
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 40

los síntomas depresivos. En psicoterapia sistémica se trabaja tratando de cambiar la manera de

actuar alrededor de la depresión o la manera de verla y las historias que se cuentan acerca de la

misma. Se busca tener un mapa de las interacciones sociales que contribuyen tanto a las

reacciones depresivas del individuo como a las respuestas que lo alejan de la depresión, así como

identificar la pauta de interacción que rodea a la aparición de la depresión para planear alguna

intervención que ayude a interrumpir esa pauta. Se mantiene presente el cuadro más amplio, los

sistemas socioculturales y la manera como las expectativas y creencias de estos contextos tienden

a subyugar las vidas de las personas tendiendo a moldearlas dentro de un estereotipo social ideal

que, cuando no puede ser alcanzado, contribuye a que la persona se sienta deprimida. Se explora

la manera como las personas construyen su depresión, qué hacen, de qué hablan, con quien, en

quien piensan y cómo piensan, detectando el impacto de estos aspectos en la aparición e

intensidad de la depresión.

Los síntomas depresivos se interpretan como un proceso que se inicia en un

acontecimiento que pone en crisis y obliga a un joven a adaptarse y al sistema a reacomodarse

proactivamente, poniendo en marcha factores personales, interpersonales y contextuales. Es así

que pueden empezar a manifestarse síntomas depresivos en jóvenes poco capaces de adaptarse, lo

cual afecta a su red familiar que puede responder con indiferencia, tolerancia o de modo crítico e

impaciente, dependiendo de su estructura específica y de sus dinámicas propias. Por ende, las

respuestas de los miembros de la familia hacia el joven generalmente mantienen la angustia y los

síntomas depresivos, forjando un sistema elaborado de retroalimentación que eterniza los

síntomas del consultante y afecta los comportamientos y actitudes de los demás. Es importante

tener en cuenta que los síntomas depresivos pueden aumentar cuando los familiares prestan una

especial atención a los síntomas negativos de la persona, a su vez, los intentos de ayuda o cuidado
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 41

pueden lograr mantener y afianzar dichos síntomas debido al significado que tienen para el

individuo (Linares, 2008).

La terapia sistémica tiene el propósito de contextualizar los síntomas tanto en el pasado

como en el presente de las relaciones del joven con sus relaciones significativas tomando en

cuenta el ámbito interno, familiar, social y cultural, de tal modo que el cambio de uno afecta el

cambio del otro, por lo que se devuelve la confianza en las potencialidades de la familia para

lograr el cambio en un miembro. Por lo general, la familia consulta cuando cree que el problema

se les salió de las manos creyendo que sus herramientas fallaron o son inútiles. En este caso es

importante clarificar, con el consultante y la familia, cuál ha sido el proceso para que se queden

ligados a pautas de interacción que perpetúan síntomas depresivos, para luego descubrir nuevos

patrones de interacción devolviendo responsabilidad, confianza y protagonismo a la familia

(Pakman, 2011).

Terapia estructural en sistemas de jóvenes con síntomas depresivos

Desde un enfoque sistémico la familia es de vital importancia puesto que la forma como

están organizados sus miembros, el rol que juega cada uno de ellos, la forma en la que se

comunican, sus subsistemas, alianzas y coaliciones, van a determinar el tipo de pautas de

relaciones que se establecen en dicho sistema, lo que a su vez posibilitará o no la presencia o

mantenimiento de síntomas en alguno de sus miembros.

Dentro de la terapia estructural se entiende al consultante y a su familia como sistemas

abiertos y homeostáticos que se codifican a sí mismos y que construyen relaciones entre sí. En la

estructura familiar se dan determinadas pautas de interacción que establecen la funcionalidad de

sus relaciones, es por esta razón que cualquier síntoma o disfuncionalidad que aparezca en el

sistema es abordado desde lo familiar. Por ende, dentro de este modelo se trabaja con cualquier
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 42

sistema de relaciones humanas como las relaciones parentales, de pares, de pareja y demás

sistemas significativos del consultante, donde lo que cada miembro del sistema hace, representa

un rol que a su vez tiene una funcionalidad (Bertalanffy, 1987).

Siguiendo con los planteamientos de la terapia estructural, todo sistema tiene niveles más

pequeños de organización que son llamados subsistemas, también llamados holones, los cuales

constituyen el todo y la parte a la misma vez, así por ejemplo en la familia vemos la relación que

se forma entre padre e hijo, entre los esposos, entre dos hermanos, a su vez ese sistema llamado

familia pertenece a otro mayor como lo es el barrio o la localidad. En este mismo sentido es

importante mencionar que un sistema tiene límites espaciales o relacionales y que es capaz de

autorregularse, siendo un organismo que está sujeto a cambios y transformaciones. En ese

sentido, el cambio en uno de los elementos afecta a todo el sistema, así pues, el cambio en la

relación de la madre con su hijo, afectará todas las relaciones del sistema y gestará cambios en

varios niveles, por lo tanto, el conflicto individual en alguno de los miembros de un sistema es

sólo la manifestación de un conflicto o disfuncionalidad a nivel familiar.

Dentro de la terapia estructural el terapeuta debe dirigir su atención sobre la estructura

familiar, guiando su análisis hacia lo holístico porque examina propiedades del sistema familiar

como un todo. Sin embargo, Minuchin (1998) menciona que los miembros de la familia localizan

el problema sólo en uno de ellos y esperan que el terapeuta trabaje en ese individuo, por lo cual

no es tarea fácil la de descentrar el síntoma del individuo y a su vez redistribuirlo en todo el

sistema, haciendo entender que quien tiene el síntoma está mostrando la disfunción que existe a

nivel del sistema.

Pasando al tema que nos compete, en abordajes de trastornos depresivos el terapeuta

asume una posición de facilitador que, conjuntamente con el consultante, evalúa pautas

interaccionales de comunicación y resolución de problemas, con el fin de generar nuevas pautas


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 43

comunicacionales y nuevas formas relacionales e interpersonales en entornos familiares, de pares,

académicos y laborales (Alarcón Velandia, R., 2004). Teniendo en cuenta que muchas veces los

consultantes ya han sido o están siendo tratados desde la psicofarmacología, hay la necesidad de

acomodación para crear un ambiente relacional de aceptación (Linares, 2008) y de compromiso

mayor a comparación de lo que sería sólo tomar un medicamento, esto constituye la fase de

evaluación donde se busca hacer un enganche terapéutico con cierto compromiso del consultante.

En cuanto a la depresión, el objetivo fundamental del tratamiento en adolescentes es la

necesidad de reconectarlos con su familia, si bien se interna en un centro psiquiátrico cuando hay

un alto riesgo de autoagresión, este debe prolongarse por un corto tiempo. Es importante tener en

cuenta que, en el tratamiento terapéutico de sistemas con jóvenes depresivos se deben garantizar

factores como la seguridad del adolescente ayudando a sus padres a tomar medidas apropiadas

para evitar un intento de suicidio; de igual manera, mantener la esperanza abriendo las

posibilidades de diálogo entre el adolescente y sus padres, sobretodo en temas que antes no eran

posible hablar y finalmente ayudar a la familia a educar al joven sin infantilizarlo, consentirlo o

privarlo de una autonomía adecuada para su edad (Micucci, J., 2005).

En este mismo sentido, Hernández (2009) plantea que en los inicios terapéuticos es

importante un re encuadre del motivo de consulta ya que normalmente se acude a la terapia por el

síntoma depresivo del joven pero luego de un acercamiento a la familia, surge la necesidad de

expandir el síntoma a todo el sistema con el fin de tener una comprensión de esta patología como

algo más circular, relacional y sistémico. Con esto se logran reactivar los recursos personales del

consultante para que pueda hacerle frente a las dificultades existentes, resolver las situaciones

interaccionales que alimentan los síntomas y se replantee los proyectos vitales tanto de la persona

con el síntoma depresivo como los de la familia. En los casos de depresión y de ansiedad, el

objetivo inmediato no es suprimir los síntomas ya que son respuestas emocionales de tristeza y de
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 44

miedo respectivamente, y que aunque aparentemente son exageradas, si se generan y se

mantienen es porque son funcionales para el sistema. Entonces, se trata de aceptar el síntoma

depresivo identificando qué es lo que viene a representar y a alarmar al interior de la familia, para

trabajar sobre ello, con lo cual necesariamente el síntoma se verá alterado y cambiará de

intensidad.

Es necesario referirse a los diagnósticos, su importancia o el excesivo interés de rotular a

los consultantes en una primera entrevista. Es así que las ideas sobre el diagnóstico varían

notablemente según los modelos teóricos de los terapeutas, ya que algunos, especialmente de

formación médica y psiquiátrica, utilizan el modelo biomédico, otros, sobre todo psicólogos, se

inspiran en un modelo mixto biopsicosocial o modelo integral. Un común denominador entre

estos dos grupos existe la distinción entre aquello que es considerado como sano y aquello que en

cambio es considerado como patológico y el acento puesto en la importancia del diagnóstico. Por

ello desde el abordaje sistémico, no se realizan diagnósticos ni en la primera entrevista ni durante

el proceso, ya que está demostrado que el sólo diagnóstico es capaz de bloquear y encasillar al

joven en una identidad que quizás no le corresponde, por lo tanto al hablar de síntomas se da

mayor énfasis al dominio del joven sobre el mismo, ampliándose la apertura de cambios e

intervenciones posibilitadores de reconfiguraciones identitarias. (Burr, 1995)

Por otra parte, es posible que algún miembro desee modificar una situación relacional del

sistema buscando en la terapia algunos caminos, alguna luz, que le permita ayudar a cambiar

incluso a los otros. También puede ser que uno de los consultantes, de manera encubierta, haya

solicitado participar en una terapia no por sí mismo, sino para disminuir las angustias de un grupo

de personas preocupadas por un presunto problema.

Sobre quienes deben asistir a la terapia, en sus orígenes, el modelo de Milán presuponía

que a la terapia fueran siempre convocados todos los miembros de la familia nuclear, pero la
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 45

evolución del modelo terapéutico ha llevado a aceptar aquello que el sistema familiar escoge traer

a la terapia, de este modo se ha pasado así al principio de que venga aquél que desee venir. En la

terapia sistémica las hipótesis juegan un papel crucial, una hipótesis es calificada como sistémica

si considera a todos los componentes del sistema en juego y propone una explicación de sus

relaciones que no es ni verdadera ni falsa sino un instrumento de investigación. En este sentido el

terapeuta evalúa la recomendación de las propias hipótesis en base a las retroalimentaciones

verbales y no verbales del consultante. La circularidad es, de hecho, el principio a través del cual

el terapeuta confía en estas retroalimentaciones para evaluar sus propias hipótesis y desarrollar

otras nuevas (Boscolo, 1987).

Joseph A. Micucci (2005), frente a la depresión en jóvenes, comenta que se han planteado

hipótesis como por ejemplo que ellos son susceptibles o que se encuentran en un alto grado de

vulnerabilidad, sin embargo existen múltiples factores que contribuyen a la depresión, por

ejemplo un proceso elemental que se sustenta en las tendencias depresivas y suicidas del

adolescente es el aislamiento y la desconexión respecto de las relaciones que lo nutren

emocionalmente y donde se siente respetado y valorado. Es por ello que un objetivo de la terapia

sistémica en adolescentes con síntomas depresivos es la necesidad de vincularlos con sus

sistemas significativos, esto echa por tierra la creencia de mantener internado por mucho tiempo a

dichos jóvenes en centros hospitalarios.

Para Hernández, A. (2004), quien hace un estudio exhaustivo de la tipología familiar

aplicada al surgimiento de los síntomas depresivos, la diferencia entre las familias donde existen

trastornos psicológicos y las demás está basada en la comunicación ya que, en las segundas, la

falta de comunicación y adecuado vínculo relacional, hace que se generen los síntomas en el

adolescente. Este hecho hace que muchos terapeutas clínicos se interesen más por los procesos de

interacción en los sistemas familiares que por las características estructurales de la familia.
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 46

Terapia narrativa como herramienta para la construcción de una

identidad emergente en el joven

La terapia narrativa, como se conoce hoy en día, tiene por padres a White y Epson, surge

como terapia post estructuralista basada en el construccionismo social, tratando de abordar, desde

un lugar diferente, los sucesos que se dan en un sistema determinado, entendiendo que el

individuo no es capaz de reconocer, describir o copiar la realidad y que sólo puede construir un

modelo aproximado que se ajuste a ella, como un mapa que denota una representación

significativa para el consultante (Pakman, 1991). Se trabaja con las historias que el joven trae

acerca de su depresión, explorando qué cree que tendría que pasar para que empezara a dejar de

tener el síntoma depresivo, por qué se siente como se siente, quienes más comparten con él o ella

esta idea, cómo es que la comparten, quienes no la compartirían, cómo es que tendrían una

versión alternativa. De igual manera se indaga por el impacto de la depresión en la vida del

consultante, de qué manera está afectando su vida, cómo lo limita, qué está dejando de vivir

debido a la depresión. Lo que busca la terapia sistémica es construir nuevas historias que ayuden

a liberar al joven de los síntomas depresivos viéndolos de manera distinta en una realidad donde

se observa al joven al margen del problema, construyendo una identidad distinta donde se

implementen nuevas formas de relacionarse consigo mismo (Linares 2008; Bobadilla, 2010).

El lenguaje representa la realidad de un sistema, es decir las experiencias vividas, los

roles, las expectativas, las alegrías y penas de la vida, los proyectos y la vivencia actual, por lo

que es la única manera de comunicarla eficazmente en el proceso terapéutico, de otro modo se

necesitaría que el terapeuta comparta toda una vida en el sistema, lo cual es imposible. En este

sentido, el lenguaje concretado en narrativas crea un mapa de la realidad, lo cual tiene diversas

ópticas dependiendo de los miembros del sistema y de las circunstancias en las que se narran.
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 47

Dado que existen múltiples narraciones en un sistema, para llegar a un acuerdo sobre el

significado se requiere una negociación de los marcos de referencia de cada uno en un contexto

determinado. Es así que, cuando se mandan los mensajes hay que tener en cuenta que cada quien

lleva a la relación toda su experiencia personal y única, en el tejido vivido. Por lo anterior es más

seguro que hayan desacuerdos acerca de los significados de cada quien en una conversación, que

pueden llevar a descalificar lo que el otro propone sin analizar que cada cual ve una parte de la

realidad y la representa de manera singular sin ser una verdad absoluta y que la realidad se co-

construye con el otro (McNamee, & Gergen, 1992).

Los miembros de la familia fabrican su mapa del mundo, con el que se establecen reglas

de selección de información acerca de los objetos y eventos percibidos así como los significados

asignados, por ello en la terapia narrativa se busca construir nuevas realidades a través de la

negociación de los significados, analizando cómo la historia personal, que se capta en una

narrativa, crea una visión de la realidad saturada por el problema y no toma en cuenta otras

experiencias que aportarían elementos para una historia alternativa no saturada del problema a

través de los relatos saturados de soluciones (White y Epston, 1993).

Por lo tanto, hay una relación cercana entre lo vivido y el modo como referimos lo vivido,

por eso, las historias que las personas tienen de su vida determinan el significado que dan a su

experiencia y el proceso de transformación de la experiencia en historia es necesario para asignar

sentido a la vida y para darle coherencia, continuidad y propósito, pero además su historia señala

a qué aspectos de su vida hay que enfocarse puesto que la narrativa no concentra toda la vida,

pero si la organiza y le da significado. Por su parte, Cyrulnik (2002), menciona que en la historia

de vida de las personas, existen estrellas simbólicas, que hacen referencia a aquellas redes de

apoyo significativas en momentos determinados, que pueden aportar a un proceso de resiliencia

frente a situaciones adversas, en este caso la depresión, en ocasiones las voces internalizadas de
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 48

uno de los miembros de la familia que brinda al joven un soporte y equilibro emocional frente a

narrativas dominantes o historias de sí rígidas que, visibilizando dichas estrellas simbólicas,

logran movilizar relatos nuevos de cómo se narra el consultante.

Para White (1994), cuando una persona tiene un problema determinado, le es difícil verse

y narrarse al margen de este y hace del problema parte constitutiva de su identidad, por ejemplo,

para un joven con síntomas depresivos en un inicio sus narraciones podrían ser del estilo: “yo soy

depresivo”, “mi familia dice que soy depresivo”, “me diagnosticaron como depresivo mayor”,

desde la terapia narrativa lo que se propone es la objetivación o cosificación del problema.

Lingüísticamente se desarrollan construcciones, en las cuales el problema se sitúa fuera de la

persona a través de la externalización, en lugar de dentro de ella, se considera que la identidad es

construida en las relaciones y es negociada en una comunidad determinada, por lo tanto se espera

que, por medio de la terapia narrativa, los relatos de la persona comprendan la realidad desde

narraciones como: “tengo un síntoma depresivo”, “a veces me llega la tristeza”, “la tristeza se va

cuando…”, lo cual hace que en su identidad se resalten aspectos que permanecían ocultos,

teniendo mayor dominio y maniobrabilidad para generar cambios con respecto al problema. Es

importante acentuar que los relatos dominantes son cimentados en la interacción con los sistemas

significativos de la persona y estos se hacen constitutivos de los significados de sus experiencias.

Dentro de los beneficios de la externalización se destacan el hecho de que contribuye a la

disminución de los conflictos personales más estériles incluyendo las disputas en torno a quién es

responsable del problema, por otro lado combate la sensación de fracaso ante la persistencia del

problema pese a sus intentos de resolverlo, también allana el camino para que las personas

cooperen entre sí, se unan en una lucha común contra el problema y logren sustraerse a su

influencia, igualmente abre nuevas posibilidades de que las personas actúen para apartar sus

vidas y relaciones de la influencia del problema, permitiendo afrontar de un modo más tranquilo,
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 49

más eficaz y menos tenso problemas que parecían terriblemente serios, finalmente ofrecen

opciones de diálogo sobre el problema. Es fundamental la identificación de acontecimientos

extraordinarios de los cuales partir para estimular al consultante a que dé nuevos significados

tanto de sí mismo como de las relaciones con los demás, para ello la terapia narrativa utiliza

primordialmente el preguntar como guía para externalizar, el panorama de la acción contiene

eventos unidos en secuencias en las cuales existen puntos ciegos en las narraciones, que logran

ser vislumbrados y agrietar identidades pasadas, dando paso a puntos de luz, o excepciones que

encadenadas constituyen lo que se conoce como narrativas alternativas del sí mismo (White,

1994).

Para White y Epson (1990) citados por Micucci, J. (2005), los relatos de los sistemas

donde existe un síntoma familiar, están llenos de quejas y de relatos pesimistas donde se narra el

problema como algo poco deseado y sin utilidad aparente. Para lo cual se deben de-construir este

tipo de relatos y remplazarlos por una nueva forma narrativa que preste más atención a los

resultados singulares, por medio de una externalización. Básicamente con la externalización se

busca posicionar al consultante desde un rol de escritor activo de su vida, de editor central de las

aspectos que desea mejorar y de mayor poder de decisión y de autocontrol, lo cual hace que el

consultante, para nuestro caso el joven sienta que el problema no está dentro de él, sino que tiene

que ver con su exterior y las relaciones que ha construido, lo cual le posibilita verlo cómo en

realidad es, enfrentarse a él y dominarlo, lo cual contribuye a narraciones de mayor valía y poder

en su propia existencia.

Los sujetos, por tanto, buscan por medio de lo que algunos llaman hablar, conversar y

otros lenguajear, trascender el lenguaje más allá del sistema de significaciones y del sistema

semiótico que busca la manera de entender y comprender los significados. Por ende la función de
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 50

la psicoterapia es poder escuchar otras formas de hablar y otras maneras de mirar una realidad ya

sea una situación particular o un impase familiar.

Luego de analizar diversas comprensiones de lo que es ser un joven hoy en día, de las

presiones sociales y los estándares que exige la sociedad y cómo estos se han ido transformando a

lo largo de la historia, y también, de observar los síntomas depresivos a la luz de las diferentes

explicaciones que dan cuenta de abordajes integrales y ecológicos desde el enfoque sistémico, se

hace útil pensar en los alcances de la terapia sistémica en jóvenes que tienen un síntoma

depresivo en la reconfiguración de sus relaciones consigo mismos y con sus sistemas

significativos entendidos estos como padres, pares y parejas, y por ello es pertinente, para el

presente estudio, comprender las estructuras familiares y las pautas de interacción que vivencia el

joven a lo largo del proceso.


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 51

OBJETIVOS

Objetivo General

Comprender las relaciones que tienen jóvenes que presentan síntomas depresivos, consigo

mismos y con sus sistemas significativos (padres, pares y parejas), antes y después de iniciar un

proceso terapéutico de enfoque sistémico.

Objetivos Específicos

1. Describir las relaciones de los jóvenes con sus familias antes y después del proceso

terapéutico.

2. Comprender las dinámicas relacionales entre los jóvenes que presentan síntomas

depresivos y sus pares significativos.

3. Entender las relaciones de los jóvenes con sus parejas antes y después del proceso

terapéutico.

4. Identificar la imagen que tienen de sí mismos los jóvenes con síntomas depresivos y los

cambios luego del proceso terapéutico.

5. Identificar las intervenciones del proceso terapéutico que promovieron cambios en los

consultantes y en sus sistemas significativos.


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 52

MÉTODO

Diseño

El tipo de investigación implementado en el presente trabajo de grado es un estudio de

caso enmarcado en la investigación-intervención, de tipo cualitativo, donde se tratan tres casos de

jóvenes que presentan síntomas depresivos y que se encuentran en tratamiento de tipo

farmacológico y además asisten a psicoterapia sistémica.

El estudio de caso, según Kazdin (2001), se ha convertido en fuente única de información

que complementa y contribuye a la teoría, investigación y práctica. De igual manera, puede

constituirse como el estudio de algunos hechos específicos y la recolección selectiva de

información de índole diverso con respecto del sujeto y del caso específico, permitiendo capturar

y reflejar elementos de la situación que le da significado al conjunto de hechos estudiados.

Sin embargo, es oportuno mencionar las amenazas a la validez interna presentadas en una

investigación, las cuales son referidas por Kazdin (2001) como historia o los efectos de los

acontecimientos comunes de la vida diaria, maduración o procesos dentro de los sujetos, y

pérdida de población. Este tipo de diseño es pertinente puesto que este trabajo de investigación se

realiza dentro del marco de la formación en psicología clínica de enfoque sistémico, en donde se

promueve la investigación de los casos que reciben terapia por los estudiantes en formación.

Este trabajo de grado está enmarcado en la Maestría de psicología clínica de la Pontificia

Universidad Javeriana, de la cual la terapeuta escogió el enfoque sistémico a profundizar y será

un requisito para optar por el título de la misma Universidad de “Magister en Psicología

Clínica”.
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 53

Recolección de información y análisis

La recolección de información se hizo a través de las sesiones realizadas en los procesos

terapéuticos. La mayoría de las sesiones fueron grabadas en audio y luego transcritas en tablas

con líneas para mayor facilidad de acceso a las conversaciones terapéuticas, además se realizaron

protocolos en donde se consignaron observaciones generales de las sesiones realizadas en los tres

casos.

Para el análisis de la información se realizó un análisis de narrativas propuesto por los

autores Lieblich, Mashiach & Zilber (1998). Se escogió este tipo de análisis pues se enfoca en la

comprensión de los relatos que construye cada individuo acerca de su vida o de una situación en

particular. Como no existe una conclusión única acerca de lo que el narrador quiere decir y

tampoco una sola forma de leer o interpretar; se trata de una continua interacción entre quien

cuenta la historia y el lector para así develar el significado de los relatos. En la intervención

clínica, el análisis de narrativas se utiliza para la restauración o el desarrollo de una historia de

vida, como proceso terapéutico (Lieblich et al., 1998), y de aquí es de donde se parte para la

realización de este ejercicio de investigación, de la revisión de los relatos de los participantes en

los proceso terapéuticos.

Los relatos pueden analizarse desde muchas perspectivas, sin embargo se escogió el

análisis Categorial de narrativas donde se realiza una lectura del texto de manera cuidadosa,

identificando las categorías y subcategorías determinadas que dieron cuenta de los objetivos de

investigación y haciéndoles un seguimiento a las mismas a través del proceso de análisis de la

información para ello recogida en transcripciones de cada sujeto participante en la investigación-

intervención.
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 54

Con el propósito de realizar el análisis conversacional, las transcripciones se codificaron

por medio de tabla con números de línea, lo cual permitió mayor organización en la información.

Posterior a esto, se realizó una matriz categorial por cada uno de los casos desarrollados, en

donde se dio cuenta de interpretaciones alrededor de cada una de las categorías de análisis, las

cuales se construyeron, desde los intereses de la terapeuta, con el propósito de sistematizar la

información y facilitar su comprensión.

La matriz que se construyó para llevar a cabo el análisis categorial estuvo constituida por

todas y cada una de las categorías y subcategorías que atravesaron, a lo largo y ancho, el proceso

de investigación e intervención. Otro de los elementos consignados en la matriz hace referencia al

número de la sesión y al número de línea, que dan cuenta de narrativas iniciales, intervenciones y

cambios, seguido de una casilla denominada análisis del caso y posteriormente una columna que

hace referencia a las observaciones y los procesos auto-reflexivos de la terapeuta.

Es importante tener en cuenta que con la letra “S” se hizo referencia al número de sesión,

con la letra “L” se hizo referencia a la línea correspondiente a las transcripciones. Por ejemplo, en

el siguiente párrafo que pertenece a la primera sesión de Julieta (SUJ1): “Lo que pasa es que...

cómo le cuento, es una historia larga, yo tuve que dejar de ir al colegio…. mi novio Santiago

también se enteró y pues todos me odiaban”. En este párrafo entonces, la matriz de análisis se

consignará de la siguiente manera: (S1L19), la cual se refiere a la sesión uno, línea 19. La tabla

de transcripción, en donde se consigna número de línea y contenido, hace parte de los anexos.

Participantes

Los participantes de este estudio fueron: un caso atendido en Consultores de psicología de

la Universidad Javeriana y remitido por el Hospital San Ignacio y dos casos atendidos en la

consulta particular de la terapeuta y referidos del Departamento de Psiquiatría de la Universidad


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 55

Nacional. Como se menciona más adelante en el apartado de implicaciones éticas, se cambiaron

los nombres originales de los consultantes para mantener su confidencialidad, además se

realizaron con el primer caso trece sesiones, con el segundo diez sesiones y siete con el tercer

caso, transcribiendo las sesiones más relevantes para la terapeuta dentro del proceso. Vale la pena

resaltar que, de acuerdo a la situación particular de cada uno de ellos, posterior a la realización de

este estudio se continuó con la atención a los participantes. (Ver en anexos Transcripciones por

líneas y sesiones).

SUJ1

Julieta es una joven de 17 años, quien finalizó su bachillerato en diciembre del año pasado

y en la actualidad se encuentra a punto de entrar a estudiar medicina en una universidad de

Bogotá. Se atendió durante dos semestres comprendidos entre el primer semestre de 2012 y Abril

de 2013 en el servicio de Consultores de Psicología de la Pontificia Universidad Javeriana, con

una duración de una hora en promedio por sesión. Las sesiones realizadas con Julieta fueron 13,

de las cuales se transcribieron 9, escogiéndose las más significativas, vale la pena destacar que a

terapia vinieron su mamá, su papá y su novio, Julieta es la hija menor de un sistema familiar, vive

con sus padres y su hermano mayor, su hermana vive en Barranquilla. (Ver anexo 3.1)

SUJ2

Nubia es una joven de 21 años quien se encuentra, en el momento, en calidad de reintegro

a la Universidad Nacional en la carrera de Economía, luego de ausentarse por un semestre. Vive

con sus padres y con dos hermanas mayores, es atendida en la terapia privada de la terapeuta,

remitida del Departamento de Psiquiatría de la Universidad Nacional, a la terapia asiste solo


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 56

Nubia. Se realizaron 10 sesiones durante los meses de enero y mayo del año 2013, se

transcribieron las 10 sesiones de 1 hora aproximadamente cada una.

SUJ3

Juan, es un joven de 26 años, quien en la actualidad estudia dos carreras, Ingeniería

Electrónica en la Universidad Distrital se encuentra en el último año y Medicina en la

Universidad Nacional cursa el tercer semestre, llega remitido del departamento de psiquiatría de

la Universidad Nacional y es atendido por la terapeuta en su práctica privada. Se realizan 7

sesiones en el periodo comprendido entre febrero y mayo del año 2013, en sesiones de

aproximadamente una hora, se transcribieron la totalidad de dichas sesiones.

Las familias llegaron a través de Consultores de Psicología de la Universidad Javeriana y

consulta particular de la terapeuta, quienes participaron de forma voluntaria expresada en el

consentimiento informado. Así mismo, la investigación se llevó en conformidad con los

parámetros éticos para la investigación en psicología consignados en la ley 1090 de septiembre

de 2006 del código deontológico y bioético, establecidos en el Título I de la profesión de

psicología, en los apartados 5 y 6 de la siguiente forma:

“Confidencialidad. Los psicólogos tienen una obligación básica respecto a la

confidencialidad de la información obtenida de las personas en el desarrollo de su trabajo como

psicólogos. Revelarán tal información a los demás sólo con el consentimiento de la persona o del

representante legal de la persona, excepto en aquellas circunstancias particulares en que no

hacerlo llevaría a un evidente daño a la persona o a otros. Los psicólogos informarán a sus

usuarios de las limitaciones legales de la confidencialidad”.

“Bienestar del usuario. Los psicólogos respetarán la integridad y protegerán el bienestar

de las personas y de los grupos con los cuales trabajan. Cuando se generan conflictos de intereses
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 57

entre los usuarios y las instituciones que emplean psicólogos, los mismos psicólogos deben

aclarar la naturaleza y la direccionalidad de su lealtad y responsabilidad y deben mantener a todas

las partes informadas de sus compromisos. Los psicólogos mantendrán suficientemente

informados a los usuarios tanto del propósito como de la naturaleza de las valoraciones, de las

intervenciones educativas o de los procedimientos de entrenamiento y reconocerán la libertad de

participación que tienen los usuarios estudiantes o participantes de una investigación.”

Implicaciones Éticas

A cada consultante se le informó que los datos permanecerán bajo anonimato, se les dio a

conocer todo el procedimiento que se realizó durante la intervención, tanto verbal como por

escrito, de tal manera que firmaron su consentimiento sobre el rol que tienen ellos en la

investigación-intervención.

Métodos para el análisis de la información y procedimiento

Una vez se tuvo recolectada la información por medio de las anteriormente mencionadas

fuentes de recolección, se realizó un análisis categorial de las transcripciones, teniendo en cuenta

categorías predeterminadas, las cuales fueron establecidas de la siguiente manera:

Categorías predeterminadas

1. Estructura familiar:

Sub categorías: alianzas, coaliciones, límites, diferenciación.

2. Pautas de interacción:

Sub categorías: con padres, pares y parejas.

3. Identidad.
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 58

Estructura Familiar

Esta categoría se define, desde la perspectiva sistémica, como "el conjunto invisible de

demandas funcionales que organizan los modos en que interactúan los miembros de la familia"

(Minuchin, 1998; pag. 86). La estructura de la familia es un sistema sociocultural abierto en

proceso de transformación, con un desarrollo a través de etapas que exigen reestructuraciones

pues se debe adaptar a las circunstancias cambiantes de modo que mantiene una continuidad y

fomenta el crecimiento psicosocial de cada miembro. Una familia se transforma a lo largo del

tiempo, adaptándose y reestructurándose de modo tal que pueda seguir funcionando, por ello

posee una estructura que sólo puede observarse en movimiento.

En ella es posible identificar las alianzas que son la unión de dos o más miembros del

sistema familiar para obtener algún beneficio sin dañar a otros, lo cual es diferente de las

coaliciones donde las uniones de los miembros se dan en contra de otro y hacen referencia a la

existencia de un conflicto entre dos miembros de la familia.

Los límites "están constituidos por las reglas que definen quiénes participan y de qué

manera lo hacen en la familia... tienen la función de proteger la diferenciación del sistema"

(Minuchin, 1990; pp. 88 y 89). Los límites al interior del sistema se establecen entre los

subsistemas familiares a nivel individual, conyugal, parental y fraterno; y pueden ser de tres

tipos: son claros cuando definen las reglas de interacción con precisión; difusos o porosos cuando

no definen las reglas de interacción con precisión y caracterizan a las familias con miembros muy

dependientes entre sí; finalmente, rígidos cuando definen interacciones en las que los miembros

de la familia son independientes, desligados.

La diferenciación, es el proceso con el que establecemos los límites que posibilitan al

consultante sentirse diferente del resto de los individuos y es un proceso que implica un
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 59

desarrollo de la autonomía que capacita para establecer relaciones de intimidad con personas

ajenas a la familia.

Pautas de Interacción

Las pautas de interacción son el modo particular como opera un sistema familiar en la

cual se constituyen las formas acerca de con quién, cuándo y de qué manera relacionarse, pautas

que son mantenidas por cada uno y por todos los integrantes del sistema (Minuchin & Fishman,

1991). La familia, como personas unidas emocionalmente y/o por lazos de sangre, que han vivido

juntos, ha creado y desarrollado pautas de interacción e historias que las justifican y explican, de

modo que los miembros se co-construyen entre sí en las interacciones modeladas con el otro.

Dicha construcción complementaria de los miembros familiares necesita de periodos de

reorganización, compromiso y negociación. Pero la manera en que la familia organiza pautas de

interacción alrededor de un miembro con síntomas depresivos tiende a mantener las cosas

iguales, y esto hace necesario, a través de la terapia sistémica, un cambio en la narrativa que

genere la emergencia de nuevas formas de relación que disminuyan los síntomas depresivos.

Identidad

Desde la perspectiva sistémica la identidad se refiere a la estima y auto-concepto de sí

mismo, constituyendo un marco de referencia desde el cual se interpreta las propias experiencias

y la realidad externa, de modo que influye en el rendimiento, condiciona las expectativas, la

motivación y contribuye a la salud y al equilibrio personal. Desde el construccionismo social la

identidad es un producto de las interacciones con las redes significativas, de los acuerdos y

negociaciones que se hacen a través del lenguaje, influidas por los significados que se le dan a la
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 60

realidad o cosmovisión (Burr, 1995). La identidad se expresa en narrativas dominantes

compartidas susceptibles de ser movilizadas, cosa que se aprovecha dentro de la terapia dirigida

hacia cambios de síntomas depresivos. Es por esto que la terapia sistémica trabaja desde el

lenguaje para transformar significados que a su vez transforman realidades. Por ello, la identidad

es una constante creación y revisión dentro de una red de relaciones y conversaciones con otras

personas (Tarragona, 2006, citado por Viloria, 2012).


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 61

RESULTADOS

Comprender las relaciones que tienen jóvenes diagnosticados con depresión, consigo

mismos y con sus sistemas significativos (padres, pares y parejas), antes y después de iniciar un

proceso terapéutico de enfoque sistémico, fue el objetivo general planteado en este trabajo de

investigación-intervención.

A continuación presentamos los resultados con los tres casos respectivos desarrollados en

el transcurso del proceso de investigación, los cuales se van a presentar por cada una de las

categorías y subcategorías luego de una descripción de cada uno de los casos.

SUJ1 (Julieta) 13 sesiones

48 51
S.Depres. Piloto

28 17
24 S. depresivo

Julieta es la hija menor de un sistema familiar, que proviene de Barranquilla y que hace

ya varios años se radicó en Bogotá, su papá y su hermano son pilotos, y trabajan turnos de día y
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 62

a veces de noche por lo cual el contacto que tienen en ocasiones no es tanto como la madre de

familia quisiera. El motivo de consulta es el siguiente: “es que mi mamá cree que yo hice eso por

mala, y pues no, o sea lo que pasaba es que me sentía muy triste, y no sé porque lo hice, como

que no tenía otra opción no sabía que más hacer porque llega un punto donde uno ya no puede ni

pensar bien y por eso me intenté suicidar hace un par de meses, ocurrió en dos ocasiones, por lo

cual me internaron en la Clínica Inmaculada y después en el San Ignacio, el psiquiatra después

de un tratamiento me sugirió iniciar con Psicoterapia, el año pasado hice dos meses con un

psicólogo particular lo cual me sirvió mucho sin embargo ahora quiero retomar porque me

hablaron de Consultores en Psicología (S1L17).Así mismo, Julieta comentaba que a veces le

costaba manejar la ansiedad y se estresaba muy fácilmente, perdiendo el control de sí misma.

El sistema familiar de Julieta, se ha caracterizado por la existencia de impases conyugales

no tramitados entre sus padres, en la joven durante su vida, en otra oportunidad ya habían

emergido diversos síntomas, por ejemplo comenta su mamá que de pequeña había tenido asma, y

que se mejoró hace un par de años cuando la familia se vino a vivir a Bogotá.

La mamá de Julieta también fue diagnosticada con depresión mayor, y a la par con Julieta

se encontraba en terapia psiquiátrica, es de resaltar el hecho de que el síntoma se genere en

madre e hija develando lealtades entre ellas que de otro modo no se podrían explicar, sino a la luz

de las necesidades de la mamá de Julieta. “Yo no sé si es que Julietica sacó eso de mí, porque

como eso es hereditario y el psiquiatra ya me está viendo hace varios años y me dieron a tomar

fluoxetina…” (S1L24).

Las relaciones al interior de la familia de Julieta en un inicio estaban caracterizadas por

ser desligadas y conflictivas con sus dos hermanos, quienes constantemente culpaban a la joven

de generar el síntoma para “llamar la atención” y cuestionaban lo que ella hacía. Su hermana al

vivir en otra ciudad se aislaba por prolongado tiempo, y su hermano aunque vivía en la misma
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 63

casa compartía poco con Julieta ya que su tiempo libre lo dedicaba a los videojuegos y a su novia.

“mi hermana empezó a reclamarme, que le metí en problemas, que voy a acabar con mi mamá y

así a pelearme… y yo no le dije nada en ese momento, me quedé callada y preferí ignorarla.

Luego de eso, ella estaba brava conmigo. “(S8L112)

En cuanto a la relación con sus padres, es importante mencionar que el padre de la joven

si bien ha tenido un trabajo que le absorbe mucho tiempo, inicialmente no compartía

significativamente con su esposa y su hija, por lo cual la relación inicial de la joven con su padre

era muy desligada. Esto en contraposición en la relación con la madre, en donde el subsistema

madre-hija absorbía a Julieta y la dejaba sin muchas posibilidades de acercarse a su padre y/o

hermanos, o inclusive a sus amigos y pares. Existía una alianza donde Julieta no estaba de

acuerdo del todo en estar, pero donde no tenía otra salida que formar parte de ella por la lealtad y

solidaridad con su mamá. La relación era de notable sobreprotección, donde la madre se dedicaba

plenamente al cuidado de su hija, y silenciaba en muchas oportunidades la voz de la joven,

descargando en ella sus inconformidades con la lejanía de sus hermanos y padre. A pesar de

ambas ser muy unidas existían constantes discusiones, donde la joven expresaba sus

inconformidades de manera poco asertiva, y hasta en ocasiones se tornaba agresiva. De esta

manera Julieta, en su lealtad con la madre, genera el síntoma depresivo, atrayendo a la familia y

en palabras de ella “uniéndolos” cosa que la madre de la joven no había logrado ni aun también

habiendo generado el síntoma depresivo con anterioridad.

Los límites y la diferenciación de la joven en su sistema estaban desdibujados, y tenía

muy poco espacio para ser ella misma, ya que hasta la chapa del cuarto le habían quitado para

vigilarla, en especial la madre, por recomendaciones iniciales luego de sus intentos de suicidio.

Esta carencia de espacios, y de límites claros creaba en la joven un deseo de sentar su voz de
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 64

inconformidad en ocasiones por medio de la agresividad hacia los miembros de su familia y hacia

sí misma.

SUJ2 (Nubia) 10 sesiones

46
59

27
28
21
Nubia

Nataly
21 s. Depresivo

Nubia es la menor de tres hermanas, en un sistema que se ha caracterizado por mostrar

ante su familia extensa como una familia casi perfecta, donde no hay lugar a equivocaciones o

pérdidas. Dicha presión a recaído de cierta manera sobre Nubia, lo cual se evidenció cuando llega

a consulta con el siguiente motivo: “ fue intento(refiriéndose al intento de suicidio)pero yo le

quise decir a mi mamá, como ”mire estoy pensando hacer esto”, o sea que quería ahorcarme, pues

porqué yo no quería hacer eso” (S1L101) ; “Y todo se desencadenó porque yo perdí la calidad de

estudiante y pues entonces yo pensaba que era más fuerte el dolor para mi familia de saber que yo

había perdido la calidad de estudiante, que el de mi propia muerte” (S1L103).Nubia comenta que

tenía miedo de ir a clase y tenía muy pocos amigos ya que tendía a evitar situaciones sociales con
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 65

otros, para no tener que contar que había perdido la calidad de estudiante y que por muchos

meses mantuvo el secreto y la mentira hasta que no pudo más con esa situación.

La familia de Nubia, está conformada por sus dos padres, y sus dos hermanas mayores, su

padre quien durante la mayor parte de su vida se dedicó al trabajo en un banco, se encuentra en la

actualidad pensionado y realiza algunos negocios independientes, su mamá se dedica al hogar y

al cuidado de sus hijas. Sus dos hermanas estudian y trabajaban.

La relación de sus dos padres, durante el último tiempo comentaba Nubia que había

estado caracterizada por constantes discusiones, donde la madre demostraba su inconformidad

hacia el padre por permanecer alejado y dejarla a ella a cargo de todo lo relacionado con el hogar,

y además de no ser muy hábil con los negocios por lo cual la madre de la joven se sentía frustrada

de no tener demasiadas comodidades como quisiera.

La relación de Nubia con su padre refiere ella que ha sido lejana, y que se ha

caracterizado por no existir mucha confianza ni comunicación, aunque refiere que por ser la

menor, él la protege de sus otras hermanas en ocasiones gritando que la dejen en paz, cuando sus

hermanas por ejemplo querían molestarla.

La relación de Nubia con su mamá, caracterizada por mantener una alianza entre las dos,

había sido de mucha sobreprotección, la mamá la acompañaba inicialmente casi a todos los

lugares donde iba Nubia, lo cual generaba en la joven una sensación de asfixia, y de temor de ser

ella misma y no ser aprobada por su mamá o por otras personas. Este temor la paralizaba

constantemente y la hacía huir inclusive de sus propias aulas de clase, no estaba preparada para

frustrarse o no proyectar la imagen de “perfección” que había tenido que cargar como legado

familiar en su espalda, aunque la relación con su madre era estrecha, al punto de ser

sobreprotegida, se tornaba conflictiva en ocasiones ya que la manera que encontraba Nubia para
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 66

manifestar su asfixia era por medio de la agresividad hacia los miembros de su familia y/o hacia

ella misma en otras ocasiones.

La relación con su hermana mayor estaba caracterizada en su mayoría por tener episodios

de agresividad y conflicto, donde ambas se gritaban y con su hermana del medio más bien la

relación era alejada y no solían compartir muy a menudo. Nubia sentía inicialmente que sus

hermanas se coalicionaban en contra de ella, ya que ellas eran casi de la misma edad y ya estaban

avanzadas en sus carreras y trabajos, y la criticaban y ponían sobre ella mucha presión, como por

ejemplo el hecho de que como ella estaba estudiando en la Universidad Nacional debía dar lo

mejor de sí y obtener los mejores resultados. Criticaban sus constantes silencios, y según Nubia

casi cualquier cosa que ella hacia pasaba por la crítica de sus dos hermanas en especial de la

mayor.

El sistema familiar de Nubia, como ya se mencionó hacía que ella se sintiera asfixiada, ya

que los límites no eran claros, sino demasiado porosos, donde la joven no podía ser ella misma, y

debía ser lo que todos sus miembros esperaban que fuese, una joven casi perfecta sin

equivocaciones, su proceso de diferenciación del sistema era muy pobre ya que con este tipo de

límites muy pocas veces podía ser ella misma, y cada vez que lo era estaba en constante

vigilancia de no equivocarse o de no ser menos de las expectativas que tenían en especial su

madre y hermanas, lo cual reforzaba su sentimiento de minusvalía y de autocastigo. Surge así el

síntoma depresivo como mecanismo para poder romper las cadenas que la asfixiaban y sentar su

voz de protesta frente a dicha situación.


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 67

SUJ3 (Juan) 7 sesiones

52

S. Depres. 57

31 31
Juan
26

S. Depres.

Juan, estudia dos carreras a la par, en universidades públicas, Ingeniería Electrónica en la

Universidad Distrital en último año y Medicina en segundo año en la Universidad Nacional. Es el

menor de dos hermanos, en una familia humilde en Bogotá, asiste comentando que a veces

pierde el control, se muestra demasiado irritable y que se deja llevar por el pesimismo, dice que

es como una nube gris que lo envuelve. La mamá de Juan también es diagnosticada con

depresión, y Juan refiere que su abuelo también, por lo cual en su familia el síntoma depresivo ha

sido la manera como se ha aprendido a sentar una crítica frente a un sistema que asfixia. SUJ3:

“Pues, lo que me dijo el psiquiatra es que yo tengo trastorno depresivo, yo siempre ando bajito de

nota, ese es como mi estado habitual, es como que se me baja todo y no tengo ganas de hacer

nada” (L1S60).

En la familia de Juan son 3 hombres, el padre y los dos hijos y la figura materna, quien

según el sentir inicial de Jorge se inmiscuye demasiado en la vida de los tres, en especial en la
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 68

suya. Por esta razón existen discusiones y conflictos entre ambos padres, aunque Juan dice que

ahora son menos. El padre de Juan trabaja como operario hace varios años en una empresa, y la

madre se dedica al hogar, y según ella al cuidado de los hijos que ya son adultos y poco tiempo

permanecen en el hogar. La alianza que sin embargo ha hecho Juan con su mamá viene de tiempo

atrás, se muestra solidario frente a las necesidades e inconformidades de la madre, el por ejemplo

es el que más la ayuda a realizar los oficios de la casa, ya que ella constamente dice sentirse

sobrecargada con las labores del hogar, Juan le demostraba su lealtad ayudándola a cargar con el

síntoma depresivo que ella cargaba desde hacía mucho tiempo, aun a sabiendas de que se estaba

perdiendo a sí mismo y a lo que él quería ser y hacer. Sin embargo, luego de un tiempo se

empezaba a sentir tan asfixiado que aumentó su insatisfacción personal y su valía disminuyó

tanto que Juan no encontraba otra manera para expresar su inconformidad con la sobreprotección

de la madre que el síntoma depresivo, y con ello pone de manifiesto su desinterés en la alianza

que mantiene con la mamá.

En cuanto a la relación con el padre esta es inicialmente lejana, comparten poco tiempo

aunque cuando comparten dice Juan que se entienden muy bien, bajo el respeto y una adecuada

comunicación. Con su hermano, quien en la actualidad estudia y trabaja, la relación según Juan es

alejada, sin embargo, refiere que también se la llevan bien, y que en ocasiones él siente injusto

que su mamá le dé más libertades a él. Los límites de la familia no son claros y esto dificulta al

joven poder avanzar en su proceso de diferenciación.


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 69

Estructura Familiar

La primera categoría de análisis, que se estudiará a continuación es la de la estructura

familiar, la cual tiene por subcategorías: alianzas, coaliciones, límites y diferenciación.

Alianza

Con respecto a Julieta (SUJ1), inicialmente se evidenció una alianza entre ella y su

mamá, ambas cargaban con el síntoma de la depresión, la mamá de Julieta ilustra esta situación,

“yo no sé si es que Julietica sacó eso de mí, porque como eso es hereditario, y pues yo un tiempo

doctora no le voy a negar que también estuve así, como que me la pasaba triste, y el psiquiatra a

mí me está viendo hace ya varios años y me dieron a tomar…fluoxetina creo que se llama, me

dijeron que yo tenía depresión mayor y pues ahí sigo, como eso mismo le dijeron a Julietica que

ella tenía depresión”( S1L24). Julieta, relata su solidaridad con la mamá con relatos como los

siguientes, “la verdad es que yo me siento muy mal porque yo la veo a ella muy triste, ella para

todo el día llorando, y a mí eso me afecta, y yo no quisiera que me afecte tanto, porque no me

gusta verla sufriendo” (S1L30), “…y que también estén más pendientes de las cosas de la casa y

que no le dejen todo a mi mamá, porque pues es ella la que permanece en la casa”(S1L38).

La terapeuta una vez identificada la alianza, y viendo que le causa dolor a Julieta cargar

con el síntoma depresivo y permanecer en una relación de lealtad en la cual ella pasaba por

encima de sí misma, trabajó con el subsistema madre-hija en la comprensión de qué es lo que

viene a decir el síntoma depresivo al interior de la familia, y de descentrarlo de la joven y

explicarlo en términos del sistema, donde se devela que el síntoma tiene que ver con el

sentimiento de asfixia que siente Julieta en sus sistema al no poder ser ella misma, sino una

prolongación de la voz y las necesidades de la madre, quien en sus creencias considera

imprescindible la unión familiar a toda costa. Fragmentos que ilustran lo anterior son: T: ¿Qué
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 70

tan importante es para ti que se unan más como familia?; SUJ1: Pues es importante, además mi

mamá les vive diciendo que salgamos y a veces ellos no van; T: Te lo preguntaba porque no sé si

ese punto es tuyo o de tu mamá, y tú que eres tan buena hija, estas cargando con esa labor, de

unirlos. ¿Qué piensas de eso Mary? (S3L51-L53). La mamá de Julieta confía en los profesionales

de la salud, y la terapeuta utiliza esta situación tomando un rol de experta en pro de cuestionar la

alianza madre-hija, frente a lo que la mamá de Julieta demuestra sus dificultades en perder poder

sobre su hija, al darle espacio, “la estoy vigilando y ya estoy tranquila porque sé que está bien,

tendría que preguntarle a Jair que opina él, porque usted sabe doctora que esas decisiones se

toman en pareja, pero le voy a decir para que le arreglemos la chapa, ya si usted doctora nos lo

dice pues y es lo mejor para Julietica, es diferente”.(S3L76).

Desde la terapia estratégica se buscó que tanto madre e hija encontraran nuevas maneras

de comunicar sus insatisfacciones con respecto a la familia, donde no había cabida para

comunicaciones analógicas sino a comunicaciones asertivas y directas con los demás miembros

de la familia. Lo anterior se ilustra en apartados como el siguiente, “T: Bueno creo que el punto

de compartir más con tu esposo, debes decírselo directamente a él, y también creo que es muy

importante para los dos. Y el de tu hijo, me estaba preguntando ¿Qué pasa si le dejas de alzar su

ropa?” (S3L80); T: ¿Cómo les fue con el hecho de hablar con Jair papá, y Jair hijo el hecho de

que sería importante que llegaran a acuerdos como familia? (S3L4).

En el mismo sentido, en sesión con los padres de Julieta, se realiza un ejercicio desde la

terapia estructural, donde se tenía la intencionalidad de equilibrar el sistema padres-hija,

desacomodando una alianza en que la joven no se sentía cómoda (alianza en el subsistema madre-

hija), e invitando al padre a vincularse en medio para generar un equilibro de relaciones más

satisfactorias para todos en el sistema familiar. “ahora ¿Cómo tendrías que hacer tú Jair para
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 71

entrar?, Métete en la mitad de las dos” , frente a lo que el padre busca vincularse de una manera

diferente al núcleo familiar, “pues, separarlas….y quedar en medio de ellas”(S4L54), asumiendo

de esta manera el lugar en la estructura familiar que le corresponde como padre, “decir, que tenía

que separarse un poco la relación entre ellas para tomar yo mi rol de papá, y más siendo yo el eje

de la casa, tengo que involucrarme en todas las cosas que ocurren alrededor mío”.(S4L56) De

modo que si yo estoy mal o yo estoy contento también influye, si hay que tomar una decisión va a

afectar al grupo entero. De pronto como que también puedo formar parte de la solución, debo

estar centrado, para que también estén tranquilos en casa, y puedo ayudar a que estén bien todos.

Por otro lado, desde la terapia estratégica, se identificó que la joven tenía unas creencias

fijas sobre lo que era la depresión, la cual era una enfermedad sólo de ella y heredada de su

mamá, por lo cual esta idea influía en que Julieta no pudiera apartarse de la alianza con su mamá.

Por ello se buscó que se transforme la idea de que la depresión es hereditaria por medio de

deconstrucción, con preguntas que generasen duda en la joven como, “¿entonces no es

hereditaria en todos los casos como tú dices, sino que hay situaciones que pueden hacer que uno

tenga los síntomas de la depresión?” (S1L27).

También quedó al descubierto como los padres de Julieta en su deseo de que ella se

encontrara bien y no se volviera a intentar quitar la vida, hacen una alianza, “no seas mentirosa

mamá, si mi cuarto ni siquiera tiene chapa, es que mi mamá y mi papá se la quitaron porque, que

el psiquiatra les dijo eso” (S1L45). La terapeuta realizó intervenciones en pro de instaurar en el

sistema familiar límites claros continuando con los planteamientos de la terapia estructural, que le

permitieran a la joven ser ella misma, buscando además que los padres de la joven comprendan

que es adecuado que todos, incluida Julieta tengan un espacio y límites para su oportuno

desarrollo vital, y así reconfigurar la alianza que tenían los dos padres que si bien querían el

bienestar de su hija, estaban logrando causarle inseguridad e insatisfacción. Se connota


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 72

positivamente el hecho de que las relaciones al interior de la familia se reacomoden y se resalta

que cuando Julieta se separa de alianzas insatisfactorias, empieza a confiar más en ella, por lo

cual la madre no tiene que sobreprotegerla y las cargas se equilibran en la relación padres-hija

“T: has dejado la protección de ella, y a la vez, ella ha empezado también a confiar y a separarse

de ti”. (S4L60). Lo anterior también desde la instauración de nuevas historias o historias

alternativas de la joven como más segura de sí misma y menos necesitada de cuidado por parte de

sus padres.

Con respecto a Nubia (SUJ2) se evidenció que inicialmente existía una alianza entre ella

y su mamá, donde ellas guardaban secretos al resto de la familia para evitar las críticas hacia

ella, con respecto al examen que presentó en la Universidad para ingresar, comenta, “SUJ2: ya

después volvimos a presentarlo, pero pues sin decirles a mis hermanas, pues para que no dijeran

nada si yo no pasaba” (S1L75). Dicha alianza no le causaba un bienestar a Nubia ya que se

acostumbró a guardar silencio y a no contar a los demás miembros sus situaciones personales o

problemas, por ello en momentos de crisis sus posibilidades de ayuda eran muy reducidas.

Una vez identificada la alianza en el subsistema madre-hija y viendo que limitaba las

posibilidades de Nubia y la llevaba a mentir para satisfacer a los demás, la terapeuta amparada

bajo los postulados de Boscolo, en cuanto a respetar y trabajar con los miembros que el sistema

trae, en este caso la joven. Se trabaja con las voces internalizadas, dentro de la terapia narrativa,

entre ella la voz de la madre, y la influencia que tiene en las decisiones que Nubia toma,

haciéndole ver que mantener esta alianza opaca su propia voz. De esta manera se identifica que

en ocasiones Nubia carga con las inconformidades que la madre tiene con el papá, con respecto a

su situación económica y a su ausencia en ocasiones del hogar. Lo cual se ilustra en

intervenciones como la siguiente: “T: Y ¿qué crees que ha significado la tristeza en tu familia?”

(S6L33), frente a lo cual la joven responde: SUJ2: Pues es como demostrar que hay algo que
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 73

no,… como que no estoy conforme con cosas. (S6L34) De esta manera se comprende que para el

sistema familiar de Nubia el síntoma depresivo viene a demostrar inconformidades de la joven en

cuanto a sus relaciones en los diferentes subsistemas, y que además inicialmente no son sus

inconformidades sino las de la madre, (lo anterior como parte de descentrar el síntoma de la joven

y ponerlo en términos relacionales) con quien tiene una alianza que la lleva a ser solidaria y

sacrificarse. Y posteriormente, es una forma de expresar su deseo de no continuar ocultando

situaciones que la desbordaban entre ellas la pérdida de su calidad de estudiante. Al evidenciarse

la anterior situación, desde los postulados de White, la terapeuta buscó encontrar la propia voz de

la joven y que por medio de la comunicación directa con lo miembros de su familia pudiese

manifestar sus desacuerdos y serle fiel mayormente a lo que ella quería ser. De esta manera la

alianza con la madre para satisfacer las expectativas de otros, o para ser canal de expresión de

inconformidades fue desvaneciéndose, y fue en cambio apareciendo la voz de la joven. Lo cual se

ilustra en intervenciones como la siguiente: “SUJ2: No pues nunca nadie se pide perdón ni

disculpas en mi casa. No se dice literalmente perdón pero si con las acciones se demuestra porque

por ejemplo mi mamá después fue y me llevó un agüita porque a mí me estaba doliendo el

estómago y ya con eso. (S6L68); “T: Quizás haber hablado directamente con tu mamá de lo que

estaba pasando, que te molestó que ella hubiera metido la cebolla en lo que estabas cocinando y

quizás darle la oportunidad que te diga porqué lo hizo, y haber hablado en vez de gritado y

aislado en tu cuarto?” (S6L69).

Luego de las intervenciones de la terapeuta, la alianza con la madre se transforma, en la

medida en que por medio de procesos reflexivos se lleva a Nubia a darse cuenta que depender

tanto de una sola persona no es algo que le sume a su proceso de diferenciación, y por lo tanto

guardar secretos la hace cargarse de una presión por mantener una identidad desde la perfección,
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 74

“sí, igual mi mamá tiene que seguir confiando en mí, igual no somos la familia perfecta, pero yo

me siento como más libre para respirar para ser yo” (S10L185)

Se observa en la joven que al alejarse de la alianza con su mamá, la cual no era productiva

para ella, el sistema familiar empieza a reacomodarse y Nubia empieza a confiar en otras

personas, “sí, de pronto mi problema radicaba en que yo pensaba que ellos pensaban tal o cual

cosa de mi…entonces por eso no les contaba porque andaba con temor. Pero pues ahora estoy

más relajada porque me he dado cuenta que también puedo contarles otras cosas y como

conocerlos y saber que piensan cosas diferentes.” (S10lL187). Lo anterior fue trabajado por la

terapeuta desde la terapia estratégica donde se evidenciaron los miedos de Nubia con respecto a

los demás miembros de su familia, y por medio de técnicas como traer las voces del padre y las

hermanas, se fue deconstruyendo la idea de que ellos la iba a juzgar o a criticar por ser ella

misma.

Entretanto, los miembros del hogar, caracterizados por ser desligados e independientes, a

raíz del síntoma de la depresión generado en Nubia, se construye una alianza entre los dos padres

a favor de su hija. Ante el diagnóstico, emerge una alianza familiar que reconoce las cualidades

de Nubia, cuestionando una lectura psiquiátrica, enfocada en términos de un posible retraso

mental: “no, pues mis papás dijeron que no y se molestaron y yo también, fue como un insulto

para mí” (S2L93).La construcción identitaria que la familia ha hecho alrededor de Nubia, ha sido

en términos de cualidades y virtudes, en donde la depresión no es la vida de ella, sino un

problema humano como cualquier otro. Esto a ha configurado una alianza y un grupo de apoyo

que aportan a la disminución de los síntomas depresivos, “si, ellos estuvieron todo el tiempo, yo

pensé que se iban como a poner de mal genio, pero pues al contrario ellos me dieron como mucha

confianza y mucho amor, y creo que eso me ayudó mucho” (S3L46). En cuanto a la alianza de

los padres con Nubia y en contra de un diagnóstico que la dejaba en una condición de minusvalía,
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 75

se siguió alimentando esta alianza por medio de connotaciones positivas transmitida a través de

Nubia a la idea de que la joven es capaz y no está enferma, tanto así que los padres de Nubia

deciden aconsejarla no asistir nuevamente a terapia psiquiátrica, y tampoco asisten a la terapia

psicológica, dejando leer que no piensan que su hija se encuentra enferma, y que confían en que

ella tenga las herramientas para asumir las situaciones que se le presenten.

Para el caso de Juan (SUJ3), en un comienzo se evidenció que existía una alianza entre

Juan y su mamá, ya que ella tenía una insatisfacción con los demás hombres de su familia (padre

y hermano) porque eran muy independientes y ella quería que estuvieran unidos y dependientes

entre sí. Se trabajó desde la terapia narrativa en que Juan diferenciara hasta donde iba la voz de su

mamá y donde empezaba la suya, “yo te escucho y escucho a tu mamá sin conocerla, tal vez con

esto que te voy a decir esté muy equivocada, pero creo que tú te has cargado con un misión que

es más una creencia de tu mamá, de que todos deben depender los unos de los otros, y ser

demasiado unidos. Y creo que no es fácil ponerse uno una responsabilidad así, pero si bien no lo

es, tú la has tenido y la has llevado adelante, haciendo todo lo que has podido para que tu familia

se una, como tu mamá quiere, haciendo lo que tu mamá quiere que hagas para que sea feliz.”

(S2L103). Juan comenta, “a veces cocinamos arreglamos la casa, mi hermano en cambio no está

casi en la casa y mi papá trabajando”. (S2L56)

Esta relación de alianza, proviene más de la madre y el hijo en su relación de solidaridad y

lealtad con ella decide cargarse esa responsabilidad de evidenciar esa situación familiar, sin

embargo Juan se siente muy insatisfecho con esta situación, y quisiera dejar de cargar con algo

que no le corresponde, (alianza insatisfactoria con la madre) “pero yo veo que tú quieres tener

una familia donde tú puedas compartir pero sin asfixiar…ni que te asfixien. Es decir, una familia

donde tú puedas ser escuchado y escuchar a los demás pero sin perder tu libertad, teniendo tu

individualidad y tu propia voz” (S2L107)


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 76

Evidenciando que Juan no quería continuar con la alianza con su mamá, y era un peso

que él no quería cargarse, llevando el síntoma de la depresión legado por su mamá y su vez

legado a ella por su abuelo, la terapeuta busca realizar movilizaciones por medio de los

planteamientos de la terapia narrativa que enuncia Cirulnik, buscando una estrella simbólica

como por ejemplo la voz internalizada del padre que lo ayudara a contrarrestar las ideas y

creencias legadas por su madre de que la depresión es algo heredado y que es la manera como en

su familia se ha cargado con lealtades al precio que cueste, para que el joven se sienta más

cómodo dentro del sistema, y buscar generar relaciones más igualitarias dentro del subsistema

madre-hijo, a través del fortalecimiento del subsistema padre-hijo, por medio de la identificación

con el padre a través de ser visto como una estrella simbólica y un miembro con quien sería más

satisfactorio para Juan aliarse ya no a través de lealtades y síntomas sino para unir sus fuerzas y

lograr escuchar su propia voz, y su diferenciación del sistema.

Luego de algunas intervenciones, en algunos momentos Juan y su padre, quien también se

caracterizaba por silenciarse en el sistema familiar, se alían para darle peso a su voz frente a las

demandas de la madre. Lo cual se evidenció en relatos como los siguientes “¿Cómo sabes que tu

papá es menos problemático?”(S2L75), “pues porque él no me llama o si me llama me dice que

es que mi mamá está preocupada entonces yo sé que no es él. (S2L76); “quizás por lo mismo que

somos así como parecidos, y que él ha visto que no soy desjuiciado” (S2L78).Esta alianza

paterno-filial, facilita la emergencia de relatos alternativos en Juan que mantienen en cierta

medida un equilibrio en su sistema de creencias, y es la voz internalizada del padre la que en un

punto más avanzado de la terapia le permite a Juan conectarse con procesos identitarios más

auténticos.

En Julieta (SUJ1), Nubia (SUJ2) y Juan (SUJ3), se encontró que en la parte inicial

presentaban relaciones de alianza con su figura materna, en Julieta Y Juan la alianza con la
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 77

mamá fue más evidente que en Nubia, las cuales en los 3 casos eran relaciones de alianza

insatisfactorias para los jóvenes, por lo cual y a través de intervenciones sistémicas

comprendiendo cuales eran las lealtades con que se solidarizaban los jóvenes con sus madres, y

acompañando a los jóvenes a encontrar y diferenciar su voz de la de sus mamás, lo cual dio

origen a reacomodaciones en los subsistemas, acercando más a los jóvenes a otras relaciones

familiares como los subsistemas padre-hijo esto generaba que el sistema se equilibrara y se

dejaran alianzas que no eran satisfactorias y mantenían el síntoma depresivo. De igual manera en

el caso de Juan por ejemplo la alianza de la madre fue disuelta por medio de la alianza que

emergió del joven con su padre. De igual manera fue útil, desde la terapia narrativa, las

intervenciones que hicieron que se identificaran cuáles eran las voces de la mamá y cuales las

propias y se trabajó en encontrarla y subirle el volumen a su propia voz.

Coalición

En el caso de la familia de Julieta (SUJ1), se observa una búsqueda de coalición

inicialmente entre madre e hija, en contra del padre, la motivación provenía de la madre de la

joven en contra de su esposo, por sus constantes infidelidades y por el impase conyugal que se

develaba entre ellos dos. “No sé doctora, tal vez porque no quería que ella sufriera, yo la verdad

fue que todo eso fue a raíz de que empezamos a estar mal con Jair, fue que desde que yo estaba

embarazada de Julieta, hubo problemas con él y después cuando ella era niña y adolescente

nuevamente los hubo…” (S1L35)

El impase conyugal que existió en el pasado, fue la motivación para Mary (la mamá de

Julieta) de querer hacer una coalición con su hija en contra de su esposo, sin embargo la joven no

accede a la coalición, y como se explicó anteriormente prefiere aliarse con la madre aun

generando el síntoma depresivo. La terapeuta, aprovechando que este sistema llevó a los padres y
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 78

a la joven a terapia, interviene por medio del aprovechamiento de lo que a pesar de ser obvio trae

información importante del sistema, lo observable en físico y lo espacial de cómo se organizaba

este sistema en las sesiones, enfocada a lograr cambios a nivel estructural, propone un ejercicio

donde explica que Julieta siempre se sienta en medio de sus padres, y le pide que se siente en otro

lugar, cuando le pregunta por cómo se siente, Julieta refiere “siento como que les estoy dando

espacio a mis papás para que se comuniquen y hablen de lo que quieran” (S5L68)

Esta decisión de Julieta de salir de en medio de sus padres moviliza a su mamá a

solucionar el impase conyugal directamente con su esposo, sin intermediarios y sin querer cargar

a su hija del síntoma. La madre responde afirmativamente cuando la terapeuta le pregunta “¿Tú

sientes que te has separado un poco de tu hija para dar espacio a Jair? (S5L60), lo cual hace que

el impase conyugal vuelva al lugar donde le corresponde, es decir a la pareja. El padre de Julieta

asume también el reto de solucionar las dificultades en la relación de pareja, “de pronto que

pudiéramos hablar los dos, mi mujer y yo con usted, porque yo creo que hay cosas que han

afectado nuestra relación y de pronto todo eso influye en la relación con Julieta”. (S4L66). La

intención de la terapeuta, era establecer nuevas relaciones entre los padres y Julieta, que

generaran una restructuración y una reorganización familiar, en cuanto a los roles y funciones del

subsistema conyugal con la hija, disminuyendo la necesidad de la madre de buscar coalicionarse

en contra del padre por los impases conyugales no resueltos, sino que ellos dos como pareja

pudiesen afrontarlos de manera directa y sin poner como intermediarios a sus hijos.

Con respecto a Nubia (SUJ2), no es evidente en este sistema una coalición como tal, sin

embargo, en momentos las hermanas de Nubia intentan coalicionarse en contra suya, “y ¿eso

siempre ha sido así?, ¿tus hermanas siempre están tan encima de tus cosas, porque me da la

impresión que ellas te juzgan y te presionan demasiado?”(S1L87), a lo cual ella responde que sí.

Esta coalición entre las hermanas de Nubia generaba que la joven se mantuviera alejada y
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 79

protegida de ellas ya que pensaba que iba a ser juzgada. “ellas dos tienen una relación conflictiva

y como de competencia, y Adriana es un poco más conflictiva conmigo, a veces discutimos por

bobadas, cómo que porqué se me puso un saco o algo así.” (S1L37)

Si bien la terapeuta, acogió el relato de Nubia, frente a la manera en que sus hermana se

relacionaban con ella, también posibilitó un proceso reflexivo, confrontando la manera en la cual

Nubia, también hacía parte de esa relación: “T: A veces es fácil decir que son los otros los que

tienen la culpa de algo, y eso evita el hecho de uno mirarse y darse cuenta que cosas está

haciendo para que eso suceda. Y eso creo que te ayudaría mucho en el objetivo que tú tienes y es

el de asumir tu vida y enfrentar tus miedos” (S4:L93). Se podría decir, que en la familia existía

un juego relacional con sus hermanas, en donde Nubia se sentía agredida pero al mismo tiempo

también lo permitía, generándole esto, episodios de tristeza y posibilidades de ser narrada como

una niña depresiva.

La terapeuta por medio de técnicas como traer las voces de los otros miembros del

sistema, logra evidenciar cambios en esta coalición, preguntándole a Nubia la manera de

relacionarse desde la confianza y la solidaridad con sus hermanas, y transformando esta coalición

en una relación más cercana entre hermanas, así como connotando positivamente los pequeños

cambios que había tenido Nubia en la relación con sus ellas, con el fin de potenciarlos, “ Yo creo

que tú te abriste a ellos, y que tal vez fue como lo que me contabas hace un rato que cuando tú te

abriste a Sebastián y confiaste en él, él se abrió y empezaron a construir una relación más sólida,

tal vez eso también se aplica para tu familia, cuando tu venciste esos prejuicios e ideas que tenías

con respecto a lo que ellos iban a pensar o a decir, entonces pudiste confiar en ellos y contarles

las cosas, desaparecieron las mentiras y ahora ellos también se abren a confiar más en ti.”

(S10L90).
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 80

Para Juan (SUJ3) las coaliciones restringían sus procesos de diferenciación, ya que su

mamá tenía intentos de coaliciones selectivamente con él y su hermano en diferentes momentos.

Por lo cual Juan y su hermano tenían una relación lejana donde se peleaban por el reconocimiento

y la confianza de la madre, “él es el mayor, el estaría acostumbrado a que no hay preferencia por

ningún lado, aunque el a veces le decía a mi mamá, porque mi mamá era como el centro del

conflicto, porque ella le decía que tenía preferencia conmigo, y yo a su vez le decía a ella, que

ella tenía preferencia por él, ella le ha acolitado a él muchas cosas que a mí no me ha acolitado.

(S2L62); “¿cómo crees que se siente tu hermano con eso?(S2L6); “pues de pronto si, mientras

que a mí me protegen a él le dieron más libertad, entonces yo peleo porque yo quiero que no me

protejan tanto y me den más libertad y él lo contrario, es curioso sí.” (S2L68)

El proceso terapéutico consistió en que Juan pidiera ponerse en el lugar de su hermano y

así comprender que para él también existía una insatisfacción por los intentos de coalición de la

madre con él en contra del padre y del otro hermano. A través de preguntas reflexivas en torno a

la relación son su hermano y a unirse más compartiendo una elación de mayor confianza, sin

embargo, no se logran observar cambios en los intentos de coalición de la madre con cada uno de

sus hijos en contra del otro, ya que Juan sigue teniendo relatos donde comenta que su hermano

debe estar más unido a la familia y donde narra que a la vez la mamá le da más libertad al

hermano, y en cambio a él lo tiene sobreprotegido. Cuando Juan cuenta el hecho de que su mamá

a él no le deje fumar en la casa, la terapeuta le pregunta si lo mismo sucede con su hermano a lo

cual Juan refiere, “pues no sé, mi mamá a él no le dice nada” (S3L165) En una de las últimas

sesiones el joven menciona, “pues las cosas han ido mejorando, con mi hermano muy igual el

casi no para en la casa, pero igual cuando esta es bien, compartimos, con mis padres las

relaciones han bajado de discusiones” (S7L66).


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 81

En suma, en la familia de Julieta existe un intento de coalición de la madre con la hija en

contra del padre, sin embargo esta se diluye por medio del proceso terapéutico que buscó que el

padre y la hija mejoran su relación, y la joven deja de ser solidaria con su mamá y de cargar con

sus necesidades, en Nubia los intentos de coalición se dieron en sus dos hermanas contra ella,

precisamente por ser la menor y sobre la que recaía el acompañamiento a la madre, dejándola en

un mundo irreal donde debía cumplir las expectativas de la sociedad y que el mundo impone en la

actualidad, esta coalición fue desapareciendo una vez Nubia empezó a confiar y a relacionarse

más cercanamente con sus hermanas y padres, y a pedir ayuda en los momentos en los que lo

necesitaba mostrándose lo más humana posible. En Juan el intento de coalición al igual que

Julieta era de la madre con él, pero en este caso en contra del hermano. En los 3 casos la labor

terapéutica consistió en acompañarlos a descubrir las relaciones de coalición en las que estaban

participando, y narrarse desde lo que podía ellos empezar a hacer para salir de dichas relaciones

que no les causaban beneficio y que por el contrario eran insatisfactorias para ellos, esto por

medio de preguntas reflexivas desde la terapia narrativa y ejercitando su autonomía en las

decisiones y las relaciones que querían construir y vivenciar en el presente, lo cual activo su

“autoría” en las historias y relaciones de su vida y en el poder que tenían para modificarlas.

Límites

En cuanto a los límites en la familia de Julieta, se establecieron en un comienzo límites

rígidos caracterizados por la ausencia de su padre y hermano, quienes escudados en sus trabajos,

se alejaron del sistema y las únicas que permanecían en la casa eran Julieta y su mamá “lo que

pasa es que es difícil, porque cada uno ya está en su cuento, mi hermano y mi papá trabajando y

mi mamá en la casa” (S2L130).


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 82

Donde también la mamá de Julieta no expresaba sus emociones ni pedía ayuda

explícitamente a ningún miembro, por ejemplo a veces ella solía llorar frente a Julieta, pero no le

contaba lo que le sucedía, la joven le preguntaba con el fin de escucharla o ayudarla pero la

madre se cerraba a pedir cualquier ayuda explícita, “le preguntaba pero ella no me decía nada”

(S1L33).

Por medio del síntoma depresivo, la familia se unió y los límites de los padres de Julieta

hacia ella cambiaron hacia unos límites porosos o difusos, es decir que Julieta sintió coartada su

libertad y se sentía dependiente a lo que sus padres querían hacer de ella, sintiendo que no tenía

un espacio propio, que no tenía privacidad y que estaba sobreprotegida, en especial por la madre

la mayoría del tiempo “sí, y antes dormía en el tercer piso y ahora ellos me pasaron todas mis

cosas para el segundo piso y al frente del cuarto de ellos, y ni siquiera me dejaron la chapa del

cuarto, entonces es tenaz, porque uno no se puede ni cambiar tranquilo, porque siempre siento

que me están mirando o que van a entrar o a veces es tarde y yo estoy en el computador haciendo

algún trabajo y ella entra a mirar que estoy haciendo” (S1L47). Allí podría pensarse que los

padres, en su desesperación por proteger y cuidar a Julieta, generaron relaciones que, más allá de

unirlos, producen distanciamiento.

Con el fin de sacudir la estructura familiar, desde los límites construidos difusamente, se

confrontó a la familia por medio de conversaciones donde participaron, padre, madre e hija, a

crear límites más claros, conectando a los padres de la joven con su propia experiencia personal,

y la manera como ellos vivieron su adolescencia, connotando positivamente el hecho de que ellos

buscaban el bienestar de su hija, pero cuestionando lo métodos que estaban usando para tal fin, e

invitándolos a pensar en otros donde su hija se sintiera más cómoda, “yo creo que para cualquier

persona es sano que pueda tener un espacio propio, te invitaría Mary a que te pusieras un poco en
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 83

el lugar de Julieta, uno necesita tener un espacio privado y el cuarto es uno de ellos, así que es

bueno que vayan averiguando cómo hacer para arreglar esa chapa” (S1L59).

Igualmente la terapeuta usa como pretexto el dilema de poner o no una chapa para

construir relaciones sustentadas o fundamentadas en límites claros, límites que involucran la

elaboración de procesos de reparación emocional, basados en la confianza y en la seguridad: “¿y

cómo podrían hacer Jair y Mary para demostrarle a Julieta esa confianza en ella, que está

pidiendo a gritos?” (S4L46). A lo que contesta la madre, “pues de pronto si dejándola salir, y no

estarla vigilando, porque yo sé que si a veces me quedo esperando y hasta que ella no se acueste

yo no me acuesto, o si veo que no hace ruido pues yo voy a mirar ella que está haciendo y ella

ahora está siendo más responsable” (S4L47).

Se realizaron ejercicios donde Julieta pudiese plasmar gráfica y concretamente su deseo

de tener lugares propios en la casa, privacidad, libertad de hablar con quienes ella quisiera, entre

otras cosas, afianzando el establecimiento de reglas y límites claros al interior del sistema “que

me dejen salir a fiestas, que no me estén vigilando y eso se relaciona con el tercer punto, que es

que me pongan la chapa del cuarto” (S3L44). Este establecimiento de límites se hizo potenciando

en la sesiones la voz de Julieta que estaba silenciada en el sistema familiar, apoyando y

resignificando la imposición de límites como cuidado, pero invitándolos a ponerlos de una

manera más clara. “¿En cuánto tiempo podría ella tener la chapa?”(S3L47); “Que sintiera

seguridad, de hecho nosotros le dimos mensajes a ella, le llevaba y le iba a recoger de todos

lados”. (S5L92)

Se evidencia que para la madre es más difícil poder acomodar la relación con Julieta a

unos límites claros que para el padre, el padre evidencia mayor confianza en su hija y esto le

permite instaurar límites claros en la relación con ella “sí, yo también he visto que ella se la pasa

pendiente de Julieta, y yo le he dicho, vamos a dejarla que ella tiene derecho a sus cosas, y a estar
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 84

sola pero para mi mujer es más difícil” (S4L48). Lo anterior, fue cambiando en la medida en que

se habló con los padres de sus miedos a que Julieta estuviese sola y tuviese sus espacios. T: ¿Cuál

era tu intensión cuando lo hacías?, P: Que no le sucediera nada malo. Yo tenía miedo porque

todos los días veía la televisión lo malo que les pasa a algunos jóvenes, sentía angustia,

inseguridad, que salían y no regresaban, la sociedad se los tragaba. Pero ahora sé que yo no

puedo estar con ella toda la vida, hace un tiempo estaba pensando, y ella ya es joven, el otro año

estaría sola en la universidad, sin ruta…, T: Y tú Mary ¿Qué querías decirle a ella con la

sobreprotección?, M: Pues yo estaba más pendiente de que no se me enfermara mucho de

pequeña y tenía mucho miedo de que se me ahogara, más cuando llegué a Bogotá, pero ya acá se

mejoró y era menos. (S5L87-L90)

Luego se evidenció en la madre, algunos relatos que dan cuenta de que el cambio de

límites se fue acomodando en la relación de ella con su hija, “Pues de pronto si dejándola salir, y

no estarla vigilando, porque yo sé que si a veces me quedo esperando” (S4L47), en la última

sesión Julieta comentó “Por ejemplo, aún no permite que cierre la puerta de mi cuarto con seguro,

aunque ahora ya tiene seguro y eso es algo positivo”. (S9L42)

Luego empieza a observarse en Julieta mayor fuerza para hacer sentir su voz en el

sistema, y para poner límites a sus padres, en especial a su mamá, a quien en ocasiones le sigue

costando respetar las decisiones que toma su hija. Julieta refiere en una de las últimas sesiones,

“sucede, por ejemplo hoy ella me dijo como 5 veces “también voy contigo a la consulta”…. Yo le

dije: “voy sola, mamá” (S9L67), o cuando dice “aunque a veces mi mamá quiera que no pusiera

el seguro pues igual yo lo pongo y ella no dice nada” (S9L108).

Inicialmente el sistema de Nubia evidenciaba límites rígidos, en los que cada miembro de

la familia se encontraba desligado y no había una actitud solidaria ni colaborativa evidente. “Pues
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 85

es que ella es como muy alejada de todos, y esa es su forma de ser como que ella siempre que

está en la casa es en su cuarto” (S1L33).

Nubia refiere que con su papá comparte tiempo pero no hay una relación de confianza

como si la hay con su mamá, “pues es buena, pero no tengo tanta confianza con él porque es

hombre, aunque compartimos harto tiempo juntos.” (S1L41) Este mismo patrón de relaciones

viene de la familia paterna, “con la familia de mi papá somos muy lejanos” (S1L15).

La joven también como en su sistema se mantiene alejada y guardando la fachada de una

joven sin problemas y que no necesita ayuda, “y pues es que yo mantuve esa mentira por mucho

tiempo, o sea era que ni a la psicóloga de acá de la facultad le contaba lo que me estaba pasando”

(S3L32).

Frente a este sistema que construyó límites de una manera tan rígida, con demasiada

lejanía de sus miembros, no permitiendo que nadie se involucre en los problemas o situaciones de

los otros, y suponiendo que son tan autónomos que no necesitan de otros, la terapeuta, de

acuerdo a los planteamientos de Linares y evidenciando que en la joven existía una carencia

emocional y afectiva, realizó intervenciones que apuntan a construir relaciones de mayor

nutrición emocional para la joven, le pregunta por cuales han sido los aprendizajes después de

haber pasado por momentos difíciles cargando sola con el síntoma. “pues por ejemplo que yo no

puedo hacer todo sola, que siempre necesito de alguien, que debo confiar en mí misma y en las

demás personas” lo anterior da muestra de reacomodaciones en los límites del sistema, donde de

parte de Nubia empiezan a generarse relaciones de mayor honestidad y confianza con sus padres

y hermanas.

La joven empieza a identificar además que cuando se carga sola con responsabilidades,

situaciones, o inclusive el síntoma, la que se hace daño es ella misma, por lo cual y de acuerdo a

sus reconfiguraciones identitarias, Nubia busca un bienestar y equilibrio en su vida, abandonando


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 86

la idea de tener lejanía y distanciamiento con sus padres, hermanas y amigos, por lo cual los

límites que empieza a construir son más claros. Estos límites claros le permiten a Nubia

expresarse emocional y explícitamente entre los miembros de su familia, sin temor a ser juzgada

o no ser escuchada. “T: Me llama la atención eso que me cuentas ¿que antes no llorabas en tu

casa? ¿Porque pasaba esto?; SUJ2: No sé, no quería como que mis papás me vieran mal…, T: ¿y

qué crees que pasó para que hayas llorado delante de tu mamá?, SUJ2:Pues es que me sentía

como que no encontraba salida, y pues de pronto lo que hemos hablado que era como mostrarme

más como soy yo, y tenía ganas de llorar y lloré y después me sentí mejor y fue cuando pude

empezar a buscar soluciones. (S9L19-L22). SUJ2“yo antes cuando estaba cargada de problemas

prefería mantener la mentira de que todo estaba bien, pero ahora me permito llorar y ser más

como soy en realidad, entonces que no se preocupe por eso porque igual cuando lloro y cuando

me siento triste por lo general viene un momento donde veo las cosas más claras y encuentro

soluciones a los problemas. Es como decirle que ahora que expreso las cosas eso me permite

buscar soluciones” (S9130).

Con respecto a Juan (SUJ3), los límites en esta estructura familiar inicialmente eran

porosos o difusos con la figura materna, se hace difícil poder restringir las voces de los demás y

privilegiar la suya, como en el siguiente relato “no, mi mamá se ponía brava no le gustaba, a ella

nunca le gustan mis amigos, dice que son malas amistades, bueno entonces por eso no la llevaba.

(S1L58), lo anterior refiriéndose a la pareja que él tenía; “no, porque mi mamá decía que esa

música era fea, que no la escuchara” (S7L17). Lo anterior, genera en Juan una confusión entre

sus gustos y los de su mamá y causa restricciones que limitan su proceso de diferenciación así

como su reconfiguración identitaria.


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 87

Para no tener discusiones, Juan evitaba poner límites claros en la relación con sus padres,

en especial con su mamá, “quizás yo debería restringirla más, porque entonces ella cree que

puede pasar por encima mío tal vez porque no me ve como muy convencido. Y a veces yo por

evitar la discusión no le decía nada” (S4L106)

La terapeuta acompañó al joven a que pudiera encontrar su auténtica voz, y

aprender a hacerse respetar y a poner límites claros de manera firme inclusive a sus padres, y

utiliza la excusa del cigarrillo para potenciar en Juan su libertad y toma de decisiones frente a sus

padres: “T: ¿Y tú te has dado cuenta que debes ser más claro cuando la gente te lo dice no?;

SUJ3: Si, por eso creo que podría decirle a mi mamá eso hacerle caer en cuenta de las veces

donde te dice mensajes contradictorios, pues de pronto haciendo más preguntas, como diciéndole

o sea que lo que tú me quieres decir es tal cosa o tal otra, o así como para ver si nos entendemos;

T: Y ¿qué vas a hacer con respecto al cigarrillo?; SUJ3: Pues igual yo no fumo mucho, pero sí de

vez en cuando, y voy a seguir fumando, igual si hay algo cierto es que la casa es de ella y de mi

papá entonces pues evitaría fumar ahí pero si ocasionalmente fumo pues ella debe respetarme eso

igual ella le molesta es como el olor entonces fumaria con la ventana abierta;T: Sería bueno que

lo puedan hablar con más claridad y puedan llegar a esos acuerdos, creo que es importante que

hagas respetar lo que quieres antes de irse a gritos.(S3L210-L214).

Luego del proceso de toma de consciencia de cómo lo estaba afectando no saber poner

límites claros, y de aprender a instaurarlos en sus relaciones familiares, en Juan se leen relatos

como: “pues por lo menos ahora me dice una vez y si no bajo pues ella dice que allá yo si es que

me gusta comer frio, y pues no me sigue llamando”. (S7L176); “si, y porque de pronto no era

suficientemente fuerte como para decir que si me gustaba y que la iba a escuchar” (S7L19).

Para el padre de Juan, el hecho de respetar límites y espacios es más sencillo, y lo valida

confiando en él y dejándolo que haga cosas que él quiere como por ejemplo fumar y salir “él me
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 88

respeta más si yo le pongo un límite él lo acepta, digamos el respeta mis espacios, mi cuarto, mi

música, él nunca me dice nada por llegar tarde, de pronto me pregunta que cómo me fue y ya”

(S7L120), Lo anterior es reforzado desde el proceso terapéutico, por medio de la alianza que

construyen padre e hijo y las nuevas maneras de relacionarse con el fin de que Juan tenga mayor

peso en su familia y sea más escuchado.

En cuanto a los límites, se encuentra que existe una similitud entre Julieta, Nubia Y Juan,

quienes provienen de sistemas que inicialmente han tenido límites rígidos, es decir donde los

miembros se encuentran desligados. Sin embargo, luego de presentado el síntoma depresivo las

familias se van al otro extremo en cuanto a los límites, en especial las madres de los 3 jóvenes

tienden a relacionarse con ellos por medio de límites difusos, es decir invadiendo la

individualidad de ellos, con el fin de protegerlos pero con el efecto de causar inseguridad en

ellos. Esto no ocurre con los padres de los tres jóvenes quienes comparten el mismo tipo de

límites para relacionarse con sus hijos, siendo estos, límites claros, que causan seguridad y

confianza en los jóvenes. Dentro de las intervenciones relevantes y útiles para que se instauraran

límites claros en los sistemas familiares, estuvo el hecho de acompañar por medio de la

conversación terapéutica a los jóvenes a encontrar su propia voz en el sistema, y comunicar a sus

familias las cosas que les molestaban, lo que los causaba tristeza, derrumbando así la fachada de

“familias sin problemas” que inicialmente mostraban. Lo cual permitió que se reestructuraran las

relaciones al interior del sistema, surgiendo relaciones de honestidad y confianza. También fue

útil trabajar en los miedos de los padres ya sea en sesión o trayendo sus voces, y conectarlos con

sus experiencias personales y con lo que ayudaba a sus hijos a encontrar su autonomía e

independencia. Finalmente, se acompañó a los jóvenes a encontrar manera eficaces y asertivas de

hacer sentir su voz en sus familias, y aprender a ser ellos mismos.


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 89

Diferenciación

Por las características porosas de los límites en especial con la figura materna, los

procesos de diferenciación de Julieta (SUJ1) se vieron altamente influenciados, “es que eso es lo

que mi mamá no entiende que yo quiero estar callada a veces no porque este mal sino porque no

quiero hablar, y ella no respeta eso, ella quiere que yo le cuente todo y que hable aunque no tenga

ganas de hacerlo” (S1L53) donde se muestra cómo la mamá no acepta la diferencia en su hija y

quiere modelarla como es ella, sin respetar su individualidad y sus procesos de decisión y

autonomía.

La mamá de Julieta en algunos aspectos quiere que su hija se parezca a ella, no sólo

cargando el síntoma depresivo sino en su devoción por la religión. “ella es muy devota y quiere

que yo sea igual. Si bien yo no dejo de orar a Dios, ni venerar a la Virgen y los santos, a veces no

quiero ir a misa ni rezar el rosario y ella tiene que entender eso y no decirme que no soy

espiritual, yo me considero muy espiritual y la fe en Dios es de todos los días, todo el tiempo, sin

necesidad de asistir tanto a la iglesia” (S9L112). Al no poder ser la propia autora de su vida,

Julieta pone el poder en manos de sus padres, y construye relaciones dependientes con ellos por

el miedo de ellos a que la joven se equivoque, “que pues a mí me afecta mucho cuando no

confían en mí y no me dejan ser, o sea que me corten las alas”. (S4L25)

Se realizan una intervención con el fin de evidenciar la dificultad que tiene la madre para

que su hija crezca y se narre como una joven independiente, “pero es que Julietica como tú la

llamas, o Julieta, dependiendo de lo que tú quieras” (S1L70) El hecho de que la mamá la

subvalore y la llame “Julietica” crea en la joven la imagen de que aún es una niña y que necesita

el cuidado de su madre, y que no es válido que crezca. Lo cual influencia no solo en sus procesos

identitarios sino también, en su proceso de maduración de adolescencia latente y paso a la

juventud.
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 90

De igual manera se encuentran narraciones del padre como la siguiente, que dan cuenta de

reacomodaciones y cambios para reconocer a su hija como diferente y apoyarla en la consecución

de nuevas relaciones por fuera de la familia, “Sí, ella a los 17 años ya es una joven adulta, y

cambió, yo he quedado sorprendido por la capacidad mental y algo que puede ver de muchas

formas la realidad, ella, me dice con una sola palabra y es contundente, y sale con unas preguntas

que yo no puedo resolverlas, pero ella sí tiene una capacidad intelectual muy grande que a veces

crea conflicto, eso me ha llevado a ver que ella está ya adulta y ha cambiado de etapa”(S5L118)

Movilizar las estructuras que ha establecido la familia, permitió la construcción de nuevos

procesos identitarios, desde la individuación y la autonomía, personal y familiar. Por medio de

potenciar los episodios donde los padres de la joven confiaron en ella y le permitieron avanzar en

su proceso de diferenciación “y bueno cuéntame Julieta, ¿Cómo te sentiste tú en ese momento

que fue la primera vez que tus papás confiaron en ti, te dieran permiso como un voto de

confianza?” (S5L11); “me sentí con mucha responsabilidad, ellos han estado mejor conmigo, han

cambiado de actitud y me tratan como a una persona mayor.” (S5L12).

Importante mencionar que los procesos de diferenciación, involucran la emergencia de la

autonomía en una interdependencia, es decir, en un contexto relacional y responsable. Si bien los

padres otorgan un sentimiento de confianza, la hija debe generar acciones desde la

responsabilidad. Desafiar esos miedos y esas inseguridades que limitaban la autonomía de la

familia fue uno de los focos de trabajo para la psicóloga, quien en conversaciones narrativas, dio

paso a la construcción de capítulos de vida novedosos, autónomos y transformativos: “T: ¿qué

tendría que pasar Mary, para que tú puedas confiar en Julieta, si tu vieras qué?” (S4L52).

“M: Sí… yo la viera más segura de sí misma, a veces yo la escucho llorar porque se pelea con el

noviecito” (S4L53). “T: Y qué implica que ella llore, es decir, todos lloramos, más en la edad en

que esta ella, y eso no quiere decir que estemos mal, al contrario es normal que lloremos cuando
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 91

nos sentimos tristes. ¿Tu Jair y tu Mary lloraban de adolescentes?” (S4L54), “M: Pues sí, claro

uno llora más cuando es joven (S4L56)”, “T: Por eso Mary entonces, tal vez tengas que empezar

a confiar más en Julieta, porque de pronto tu no la vez segura de sí misma como tu quisieras

porque también tú has hecho cosas para que ella este molesta contigo o insegura, si la vigilas todo

el tiempo o si no tiene ni derecho a cerrar su puerta pues creo que eso no ayuda a que ella se

sienta segura de sí misma” (S4L57).

En un comienzo el proceso de diferenciación de Nubia (SUJ2), se vio obstaculizado por la

dificultad de poder sentar su voz en su familia, ya que ninguno acostumbra a comunicarse

asertivamente, además el padre no favorece que Nubia pueda aprender a defenderse sola, sino

que es la hora que todavía el sale a defenderla transmitiéndole inseguridad. “pues mi papá es

como el que me defiende.” (S6L52) y aunque Nubia quiere avanzar en su proceso de

individuación, no tiene la fuerza para hacerse valer en su sistema que generalmente opaca su voz.

En algunos casos es la mamá la que no la deja ser, como en el siguiente: “pues por

ejemplo el domingo estábamos haciendo el almuerzo las 3, mi mamá, mi hermana Adriana y yo,

y pues yo le dije a mi mamá que iba a comprar un ingrediente con mi hermana y le dije a mi

mamá “me lo deja ahí que ya vengo a terminar” y cuando volví mi mamá le había echado cebolla.

Y entonces yo le grité “Que porqué había hecho eso” y ella dijo que así quedaba más rico “y

entonces yo le dije entonces no hago nada” y me fui y me encerré en mi cuarto a dormir”

(S6L62).

Como su sistema familiar no le permitía diferenciarse ni poner límites claros, Nubia

aprendió a expresar sus inconformidades y su propia voz a través de la agresión, por medio de

gritos o silencios. Por esto la terapeuta, le connota positivamente el hecho de que este empezando

a poner límites claros, y que se esfuerce por subir el volumen de su voz en su familia, “bueno

pues creo que es un buen comienzo en tu familia. Sé que nos es fácil porque por lo que me
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 92

cuentas no es lo usual en tu familia hablar, sino que son más de acciones, pero para ti es

importante empezar a hablar las cosas a permitirte conversar con otros y poder ver las cosas

como realmente son. Tú tienes 21 años, y estas en el proceso de hacer la diferenciación de ti

misma de tu casa y de buscar tu libertad, ¿cómo has empezado a mostrarles a tus papás que tú ya

creciste? , frente a lo que Nubia menciona, (S6L81) “Pues salgo con mis amigos. Y trato de tener

muchos espacios para mí.”(S6L82) Y por medio de la conversación terapéutica como se

evidenció anteriormente se hacen preguntas a la joven con el fin de que evidencie lo que está

haciendo diferente para que sus padres la vean de manera distinta, es decir como una joven capaz

de pensar por sí misma. De igual manera, se construyen nuevas narrativas de Nubia ya no como

la niña, sino como la joven, que está en proceso de encontrar y mostrar lo que es y lo quiere ser,

“Pues estoy como tratando de pensar más en mí, en hacer lo que yo quiero y no lo que otros

quieren, y como de enfrentarme a los demás (S10L197).

Y finalmente en el caso de Juan (SUJ3), para quien su mamá quedarse sola implicaría

explorar facetas de su vida que no se ha permitido visibilizar ya que siempre ha estado dedicada

mayoritariamente al hogar y a sus hijos, a propósito del proceso de diferenciación de Juan de su

sistema familiar, la terapeuta realiza preguntas en pro de buscar que el joven reflexione sobre la

diferencia entre unión y dependencia “¿crees que en cierta medida no hablan de unión sino de

dependencia?” (S2L97), “sí, mi mamá a veces nos ha llegado a decir a mí y a mi hermano que

ella hubiera preferido que no hubiéramos estudiado nada, pero que no nos hubiéramos alejado así

de ella.” (S2L98)

Al ver que para Juan la desconfianza y límites porosos en la relación en especial con la

mamá, le obstaculizaba diferenciarse de su sistema y encontrarse consigo mismo, se buscó

también, encontrar excepciones en sus narraciones, en donde él lograra hacerse respetar de

manera asertiva sobretodo de la mamá, y donde se encontrara consigo mismo, para potenciar esas
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 93

excepciones y que empezaran a hacer parte de sus narraciones dominantes. Intervenciones que

dieron cuenta de transformaciones en la forma como Juan instauró límites claros y por ende tuvo

un avance en su proceso de diferenciación, fueron de este tipo: SUJ3: no por ejemplo esta semana

estaba comiendo y empezamos a hablar del matrimonio gay, entonces pues ella tiene su punto de

vista y es como muy conservadora y dijo que a ella eso le parecía un pecado, y pues uno ya

piensa diferente yo no tengo nada contra que se les respeten a todas las personas los derechos

entonces ella no puede entender que hay personas que piensan diferente de ella. T: y ¿cómo haces

tú cuando tú tienes un punto de vista diferente?; SUJ3: pues con las otras personas tiendo a evitar

las discusiones, pero no es como con mi mamá porque la gente por lo general no tiende a

convencerlo a uno, ni yo tampoco a ellos; T: ¿y entonces que pasa en la relación con tu mamá?;

SUJ3: creo que yo hago lo mismo, pero quizás yo debería restringirla más, porque entonces ella

cree que puede pasar por encima mío tal vez porque no me ve como muy convencido. Y a veces

yo por evitar la discusión no le decía nada (S4L102-L107).

Se empiezan a observar cambios en la narrativa de Juan en las últimas sesiones donde

comenta, “Ahora trato de poner mi punto de vista y que si ella quiere gritar que grite pero

entonces yo me voy y le digo como que no tiene derecho a tratarme así” (S4L108)

Para Julieta, Nubia y Juan los procesos de diferenciación de su sistema familiar se vieron

influidos por la dificultad en sentar su voz y poner límites claros en sus relaciones familiares, sin

embargo, cuando por medio de conversaciones terapéuticas a favor de confrontar las

inseguridades y la desconfianza de los padres, en especial las madres hacia sus hijos, y el temor a

que crecieran, y potenciar lo voz de los jóvenes en un sistema que asfixiaba, contribuyó a que se

dieran nuevas maneras de relacionarse más cómodas para los jóvenes. También desde la terapia

narrativa se hizo énfasis en buscar las excepciones de los momentos en que los padres confiaron

y creyeron en sus hijos, para ver qué hacían los jóvenes para que se esto se diera, como se
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 94

sentían, y como podrían seguir contribuyendo a que se dieran más momentos como estos,

reacomodándose así los roles al interior de la familiar y transformando los límites lo cual

repercutió en que avanzara con mayor celeridad el proceso de diferenciación de cada joven, de

maduración y autonomía.

Pautas Interaccionales/Relacionales

Pautas de interacción con padres

En Julieta (SUJ1) se evidenció que las pautas relacionales con sus padres en un inicio

estaban caracterizadas en que la joven y la mamá tenían una relación que estaba basada en un alto

grado de desconfianza, frente a lo cual ella muestra su inconformidad y su deseo de que la dejen

ser y confíen en ella sin criticarla. La relación con el padre de Julieta aunque era un poco lejana,

la hace sentir cómoda, pero el padre se deja guiar por la voz de su esposa en muchas ocasiones,

pasando por encima de lo que él es y piensa, lo cual hace que Julieta tenga como única opción el

secreto o la mentira, para sobrevivir a un sistema que la ahoga y no la valida, “No estar todo el

tiempo encima mío, ni preguntándome que, que hice, porque a veces creo que él quiere saber que

estoy haciendo aunque es menos que mi mamá” (S4L39).

Julieta percibe que su mamá quiere que ella no se equivoque, y si no se equivoca entonces

es madura y si la ve como madura confiará en ella y dejará de sobreprotegerla, para lo cual ella

siente que no puede equivocarse, “exacto, en cambio yo apenas cometo un error se me viene todo

encima.” (S6L43). Se observa también la relación de lealtad y solidaridad de la joven con las

tristezas e inconformidades de la madre con respecto a la familia, “y a raíz de lo que le pasó a

Julietica mi esposo y mis hijos, todos nos hemos unido más como familia”. (S1L74).
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 95

Se induce entonces, por medio de preguntas a la madre a decir que ya ha empezado a

confiar, en el marco de la terapia narrativa y la emergencia de historias alternativas, lo cual a ella

le genera una sensación de tranquilidad y a hacer visible la inconformidad de la joven por cargar

algo que no le pertenece, porque es de la mamá, “Mary, ¿Podrías entender que tu hija no cargue

con esa responsabilidad que no le corresponde a una sola persona sino a todos en la familia si es

que así lo decidiesen?” (S3L69) A la madre y a la hija se les dificulta ver los cambios de la otra,

pero en cambio se quedan con narrativas dominantes y anteriores. En cambio el padre ve los

cambios propios, de su esposa y su hija con mucha más facilidad, “mi papá es como más

calmado, trata de darse cuenta que las cosas han cambiado, en cambio a mi mamá a veces no le

pasa, como que no abre más su mente” ( S6L62).

Por su parte, el padre le transmite confianza a Julieta por medio de los permisos que le da

para salir “así es, se puso sobre la mesa la situación y acordamos entre todos dar un voto de

confianza a Julieta para que fuera con Santiago.” (S5L16) Además, para el padre, como para

Julieta las crisis son oportunidades de cambio, para la madre en cambio las crisis son

oportunidades de unirse más a su familia.

Como parte del proceso conversacional, el padre menciona que a mayor confianza en la

relación con la hija, la sobreprotección va disminuyendo y Julieta dice que el mensaje que le

transmite es, “tú puedes” (S5L100), el padre menciona “ella es una mujer adulta, sobre-

protectores necesitamos que nos retroalimente con la confianza, le apoyamos, con esa decisión

que ella quiera, le toca ir solita, ya no hay padre de familia, no hay uniforme (en la

universidad)…” (S5l126).

Se evidencian cambios en la relación sobreprotectora de los padres cuando confían en su

hija, la madre de Julieta afirma , “pues doctora, yo me sentí tranquila también, era la primera vez

que ella salía lejos de nosotros con otra familia, pero no me sentí ansiosa, sino con confianza, me
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 96

sentí bien y espero que ella siga con esa confianza y que corresponda a esa confianza que se le

da” (S5L18). Fue útil dentro de la terapia sistémica con este núcleo familiar, el énfasis en las

reacomodaciones estructurales por medio de ejercicios sencillos desde las técnicas de Minuchin,

que lograron desacomodar el sistema para reacomodarlo nuevamente en roles, jerarquías y poder,

retomando la voz y el lugar de Julieta como hija en su casa e involucrando a cada una de las

voces en la construcción de nuevas formas de organización familiar que proporcionan una nueva

identidad a la familia, comprendiendo que el problema no es la depresión, sino que ésta se ha

construido en las formas de relación que la mantienen.

Con respecto a Nubia (SUJ2) y la relación con los padres, ella se alió a su mamá, para

manifestar la inconformidad que ella tenía con su esposo, con respecto a la economía,

manifestando que en su familia extensa se mide el valor por la posición económica y que a su

padre en momentos no le ha ido bien en los negocios, “ya después mire bien economía y me

enamoré más de esa carrera, pero pues valía mucho en la javeriana, entonces pues no se podía y

me presenté para entrar a mitad de año en la Nacional” (S1L67); “que yo siempre molesto con la

parte económica, es que en la familia de mi papá siempre hay unos de más dinero, y yo lo señalo

más seguido” (S6L34).

Nubia cargaba con el peso de no contarle a sus padres y hermanas lo que a ella le sucedía,

para no afectarlos, “en lo que me estás contando creo que había un sentimiento grande tuyo de

proteger a tu familia de sufrir porque antes me mencionabas que tú creías que ellos sufrirían

mucho si se enteraban que tú habías perdido la calidad de estudiante y que tú querías evitarle ese

dolor, inclusive sacrificándote tú misma…” (S1L132). Desde la lectura de Nubia, su familia ha

puesto por encima de su hija, una calidad de estudiante con relación a unos estudios superiores, lo

cual, no sólo intensifica los síntomas depresivos, sino que también la consumen, hasta el punto de

sentir que su vida ya no tiene sentido.


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 97

Los relatos que están articulados y anclados en las percepciones de Nubia, alrededor de su

familia que no han sido legitimados directamente por su ellos. Se puede ver, que los procesos de

comunicación, al parecer, no son los más óptimos y por tanto los mensajes que se quieren

entregar, no se reciben de una manera adecuada, confundiendo la información: “SUJ2: Pues yo

pensé que mi mamá estaba diciendo que iba a quedar feo” (S6L74).“T: Pero fíjatela diferencia, tú

estás poniendo palabras que tu mamá no dijo, ella simplemente dijo “para que quedara más rico”.

(S6L75).

Se podría decir, que la sintomatología de la depresión, así como el intento de suicidio,

eran las formas que había encontrado Nubia para manifestarse desde formas de comunicación

analógicas, “pues fue intento pero yo le quise decir a mi mamá, como “mire estoy pensando hacer

esto”, o sea que quería ahorcarme, pues porqué yo no quería hacer eso” (S1L101).

Su sistema familiar, en las creencias de Nubia, no le permitía equivocarse y mucho menos

perder la calidad de estudiante, como en el caso de ella que la perdió por un punto. Esta situación

arrojó a Nubia a la salida a través de la mentira, ella mantiene el engaño y así se mantenía a salvo

ella de las críticas que creía le harían sus padres y hermanas, y a la vez los mantenía a salvo a

ellos de sufrir por ver que su hija no lograba cumplir sus expectativas, “creo que es más que yo

me presionaba a mí misma, de que ellos se sintieran orgullosos de mí” (S1L47); “sí, digamos que

siempre mis problemas eran el miedo a perder la calidad de estudiante, y además cargaba todo el

peso sola, y llegaba a mentirle a mis padres y a mis hermanas” (S1L127). La relación con sus

padres está basada en la inseguridad que le trasmiten al sobreprotegerla en algunas ocasiones lo

cual caracteriza aspectos de Nubia como el hecho de que su voz parezca de una persona menor y

de que sus padres crean que ella tiene menor edad y se relaciones con ella desde el poder y la

minusvalía. Con respecto a esta situación, al terapeuta busca la manera de acercar el subsistema
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 98

padre-hija al ver la necesidad de Nubia de construir otras relaciones de confianza diferentes a la

que tenía con su mamá, trayendo la voz del padre, y lo que esperaba Nubia de la relación con él.

Sin embargo, no fue evidente en las narrativas de Nubia que la relación con el padre hubiese sido

transformada, ni el subsistema padre-hija, “igual algo que se ahora es que hablaría más con mis

padres” (S6L6). Emergió en la psicóloga, una preocupación por generar desequilibrio en la

organización familiar para posibilitar otras formas de acción que posibilitaran un contexto que

beneficiara el desarrollo humano de Nubia y sus familias basadas en la confianza y la seguridad:

“T: ¿Cómo vas a protegerte ahora Nubia para no cumplir las expectativas de otros a través de la

mentira?” (S10L196)…hablaría con mis padres y con las personas cercanas y no cargaría eso

sola, y pues trataría de buscar soluciones” (S6L6B).

A través de las conversaciones que generó la psicóloga, se han construido nuevos relatos

identitarios en forma bidireccional, desde nuevas formas de vinculación que abren paso a

novedades adaptativas frente a las situaciones difíciles.

Es allí, que a través del proceso, el tema de la depresión pareciera haberse desvanecido en

la emergencia de nuevas formas de relación: “T: ¿Qué dirían ellos de ti ahora?” (S10L192).

“SUJ2: Pues que soy una persona fuerte, porque ha enfrentado cosas difíciles, mi mamá diría que

soy terca pero que lucho por las cosas que quiero, mi papá diría que soy consentida pero ya

menos que antes, mis hermanas creo que dirían que a pesar de las dificultades sigo en pie”

(S10L193). El siguiente relato da cuenta del cambio en la comunicación del subsistema madre-

hija “y si eso llegara a pasar (perder la oportunidad de estar en la Universidad) ¿tú como se lo

dirías?” (S10L123), Nubia contesta, “pues normal, yo creo que ella igual aunque le va a dar duro,

lo va a entender” (S10L124). Lo anterior esta soportado en los demás movimientos relaciones,

manifestados en acciones concretas que Nubia hizo, como el hecho de asistir a clases, y reunir

diferentes redes de apoyo.


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 99

Para Juan las pautas relacionales con sus padres estaban inicialmente dadas, desde la

queja y no desde el diálogo posibilitador, “pues es que yo siento que ellos nunca se han

interesado por lo que a mí me ha pasado, hasta les dije que por eso fue que intenté buscar ayuda

profesional, porque a ustedes no les interesa lo que pasa conmigo” (S3L170).

Las pautas de relación con su padre están permeadas por la confianza que Juan siente en

dicha relación, en contraste con lo que ocurre en la relación con la madre, “pues de pronto con mi

papá, él es como muy relajado no se pone con cantaletas como mi mamá” (S1L48).

La dificultad de Juan para ser escuchado y respetado en su familia es similar a lo que

sucede con el padre, ya que la voz de la madre opaca a los demás miembros del hogar, “quizás

por lo mismo que somos así como parecidos, y que él ha visto que no soy desjuiciado, y que él ve

que si yo salgo de la casa pues es a divertirme sanamente y no a cometer locuras” (S2L78); “no

sé, pero yo creo que mi mamá es diferente de mi papá, quizás porque mi papá es más

independiente de su familia, en cambio ella con los años que tiene y todavía es dependiente de la

familia” (S2L80).

La terapeuta realiza la pregunta milagro como parte de la terapia para conocer las

creencias de Juan con respecto a la dinámica familiar, frente a lo cual refiere lo siguiente: “pues

sería de pronto que mi hermano se acercara bien bien a la hija, y la atrajera más al núcleo

familiar, porque yo quisiera tener una relación de verdad con mi sobrina, que mi papá estuviera

más apegado a mi mamá, que fuera un apego que no fuera dependiente, sino que fuera como más

una relación que estuviéramos más unidos” (S2L102).

Se le hace notar a Juan que sus creencias están influidas por las de su mamá y se

resignifica el síntoma a favor de su gran lealtad con ella, “yo te escucho y escucho a tu mamá sin

conocerla, tal vez con esto que te voy a decir esté muy equivocada, pero creo que tú te has

cargado con una misión que es más una creencia de tu mamá, de que todos deben depender los
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 100

unos de los otros y ser demasiado unidos. Y creo que no es fácil ponerse uno una responsabilidad

así, pero si bien no lo es, tú las has tenido y las has llevado adelante, haciendo todo lo que has

podido para que tu familia se una, como tu mamá quiere, haciendo lo que tu mamá quiere que

hagas para que sea feliz” (S2L103).

Se empiezan a notar cambios en cuanto a que la voz de Juan toma volumen dentro de su

familia, en especial con respecto a su relación con la mamá, lo cual altera la pauta de relación

acostumbrada a silenciar a los hombres de la casa (Juan, su padre y su hermano), “ahora trato de

poner mi punto de vista y que si ella quiere gritar que grite pero entonces yo me voy y le digo

como que no tiene derecho a tratarme así” (S4L108). Juan empieza a posicionarse diferente con

respecto a la relación con sus padres desde un papel activo, y comenta que la relación, en la

medida en que él se diferencia, se torna menos autoritaria y sobreprotectora, “pues que mis papás

le han bajado como al tono de regaño o de reclamo por todo y creo que ha servido que me vean

como más fuerte, como tomando mis decisiones, haciéndome respetar; “¿y cómo ha sido estar

igual que tus papás? (S6L49); “pues, yo creo que es como crecer, como que ellos ya me vean

como Juan el que es adulto, el que decide, el que sabe lo que quiere, al que no toca decirle las

cosas sino que él las hace” (S6L50).

Los tres jóvenes inicialmente tenían relaciones de sobreprotección con sus mamás, es

importante resaltar que tienen la característica de ser los hijos menores, además las mamás están

dedicadas exclusivamente al cuidado de los hijos y del hogar, en contraste con una relación lejana

con sus papás y hermanos. Se evidenció en las tres madres, en un inicio, la incapacidad para

comunicar a sus parejas sus inconformidades, y es donde buscan aliarse con sus hijos,

cargándoles de un síntoma y de una voz que no les pertenece. A través del proceso terapéutico se

intentó que los jóvenes se apartaran de los conflictos conyugales y encontraran su propia voz,

tomando así, las riendas de su vida, además por medio de la deconstrucción de los miedos de los
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 101

padres se logró abrir paso a relaciones de mayor honestidad y confianza. En este proceso se notó

que fue más fácil entablar relaciones de confianza padre-hijo (a) que deshacer la sobreprotección

materna.

Pautas de interacción con Pares

Las relaciones con pares en un inicio para Julieta estaban dadas por la dificultad de

mantener la independencia, ya que ella misma comenta que se “apegaba” a los pocos amigos que

tenía. Así como le cuesta poner límites en sus relaciones familiares, también le cuesta hacerlo con

sus amigos y amigas aunque en momentos lo intentaba, además se le facilitaba entablar

relaciones de amistad con hombres más que con mujeres.

Para Julieta es muy importante lo que digan sus pares y cuando se sintió criticada y

juzgada por sus amigos y compañeros del colegio, prefirió huir a enfrentar la situación “sí pues

de las veces que me intenté quitar la vida y las personas del colegio anterior” (S2L42).

En el inicio las pautas de relación del proceso daban cuenta de una organización

complementaria, en la cual Cristofer, su amigo, configuraba algunos de los escenarios de Julieta,

en los cuales ella, desde su estado de ánimo, decidía aceptar estar en las propuestas relacionales

que él le ofrecía.

Emergió en la terapeuta preocupaciones acerca de cómo Julieta estaba configurando las

relaciones con sus pares, desde la entrega del poder, aun sabiendo que lo que hacía con Cristofer

no era lo más pertinente para su vida. De allí, la curiosidad de la terapeuta enmarcó un contexto

que intentaba posibilitar reflexiones en torno a la entrega del poder pero también a su

recuperación: “cuando tú dices que él era una influencia negativa, yo me pregunto si lo sabías de

cierta manera ¿Por qué crees que tú permitías darle tanto poder a él para que influyera así en ti?”

(S2L42).
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 102

Desde la recuperación del poder, el proceso interventivo, no sólo posibilitó la emergencia

de nuevas formas de verse, leerse y relacionarse, sino que también generó en los otros, nuevas

formas de verla, leerla y relacionarse con ella, “pues es darme cuenta que cuando uno está con

alguien, de amigos o lo que sea, siempre los dos deben poner por igual, porque además uno no

tiene porque, como humillarse así por nadie, y si es alguien que lo quiere a uno pues no hay

necesidad de estar buscándolo sino que él solito lo va a hacer” (S2: L78).

La terapeuta busca, por medio de un proceso confrontativo, develar cómo Julieta estaba

permitiendo relaciones insatisfactorias con el fin de no quedarse sola y se indaga por medio de un

proceso reflexivo sobre de qué tipo de personas quería dejarse acompañar. Avanzado el proceso

terapéutico, escoge sus amistades de acuerdo con las que se siente valorada, respetada y se aleja

de las que no. Además, se narra como una joven con pocos amigos, pero cuenta que se divierte y

sale con ellos, lo cual también es una paradoja. Por lo general esta narrativa se mantuvo, sin

embargo, por medio de procesos reflexivos, se logró que ella pudiera empezar a identificar que sí

tenía varios amigos y amigas. Lo anterior está enmarcado en la terapia narrativa de White y en la

búsqueda de historias alternativas, evidenciando puntos de luz en sus narraciones dominantes,

para el caso, el hecho de que Julieta tenga varios amigos y amigas que sí la nutran

emocionalmente. También, decide terminar con amistades que no le nutran emocionalmente,

“siento que no me aporta, y en este momento me hace daño el hecho de seguir” (S2L8).

Para Nubia, inicialmente, las relaciones con pares eran insatisfactorias, venía con una

historia de rechazo en su colegio, refiere que le costaba relacionarse con amigas y en especial con

amigos, “pues me sentía bien pero como que no se me hacía fácil entablar amistades” (S1L89);

“me veían como bobita porque no hablaba” (S3L16).

Además, le cuesta mostrarse auténticamente frente a sus compañeros de clase y amigos,

“mi miedo era como a encontrarme como a los que yo conocía y a ser juzgada, yo pensaba qué
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 103

dirán de mí” (S1L11); “siempre tuve el pensamiento de sentirme inferior ante todos ellos”,

identifica que la causa de perder la calidad de estudiante radicó en el miedo a encontrarse con sus

compañeros y a ser juzgada, “ pues yo a raíz del miedo deje de ir a clase y perdí varias materias

que me hicieron perder la calidad de estudiante” (S3L8).

Por esta razón y aunque la joven hizo cambios en su manera de relacionarse con otros

iguales, le costaba mucho reconocer que tenía amistades, decía inicialmente que no tenía amigos,

lo cual se fue desvirtuando en las sesiones siguientes donde comenta que sale a fiestas, a

actividades con amigos y que pertenece a un grupo católico de jóvenes, donde se siente muy a

gusto “sí a veces de un grupo de jóvenes de la iglesia a la que voy, o a algún amigo aunque tengo

pocos” (S2L52). La tarea de la terapeuta, buscando excepciones en las narrativas de Nubia donde

ella daba cuenta de sus amigos, estuvo enfocada en trabajar sobre sus inseguridades y el poder

que le estaba dando a los demás, en su dominio y también en mostrar que sí tiene amigos, que

aunque pocos, se constituyeron en una fuente de nutrición emocional para ella, como es el caso

de Sebastián, su mejor amigo desde hace varios años y con quien ha logrado construir una

relación de confianza, respeto y vencer el miedo a ser juzgada por él.

En esta nueva etapa de reingreso también manifiesta el mismo temor a ser juzgada por sus

pares, pero lo vence enfrentaron de maneras diferentes y relacionándose desde lo que es y no lo

que ella quisiera proyectar, es decir, “perfección”, “y pues mis dos amigos también les gusta pero

lo hacen más por mí porque a mí es a la que más le gusta ese grupo” (S8L117), “mira que ahí va

una tercera cosa importante, en lo que me estas contando, que tienes amigos ahora y permites

verte en todas tus facetas, no solamente como Nubia en la parte académica, Nubia la estudiante,

sino Nubia la amiga, Nubia la que le gustan los Pet Shop Boys, más como tú eres realmente, más

jovial, y creo que has construido amistades que te valoran mucho” (S8118).
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 104

Para Juan (SUJ3), su grupo de pares ha sido muy importante, tanto que ha condicionado

muchas de las decisiones que él ha tomado, “pues cuando yo me salí de ingeniería electrónica y

me pasé a eléctrica fue porque yo estaba aburrido ya, tanto de la gente como de los profesores

porque el ambiente era como muy individual, como que cada uno andaba en los suyo, y en la

competencia, y a uno lo trataban de vago porque uno se tiraba las materias” (S1L14). Esto hace

ver que, inicialmente, Juan tenía relatos donde daba mucho poder a los pares, lo cual lo

“exoneraba” de la responsabilidad por las decisiones que había tomado con respecto a su cambio

de carrera.

Juan busca en sus pares la aceptación que no encuentra en su familia y por lo tanto se

constituye en uno de los sistemas más significativos para él, “yo creo que no hay que depender

así de la familia, yo opino diferente a ella, opino que los vínculos más fuertes no vienen dado por

la sangre, sino vienen dado con la gente con la que uno compagina, con la que uno tiene intereses

comunes, con la gente con la que uno puede contar y no necesariamente por una obligación, sino

porque a uno le nace compartir con otros su vida” (S2L94).

Se empieza a evidenciar en Juan mayor responsabilidad en cuanto a la decisión de qué

pares y amigos rodearse, “de momento lo que te digo, estoy intentado cambiar actitudes, la

actitud de mostrarme así tan pesimista, la de ver las cosas como de una manera tan oscura… de

pronto más que todo estoy buscando gente con la que hablar, antes de gente con la que quejarme”

(S3L112); “¡qué bien Juan!, y ¿has encontrado algunas personas interesadas en no quejarse sino

en buscar soluciones, de pronto en ver el lado de luz y no de oscuridad?” (S3L113); “voy a

buscar buenas amistades, y las amistades que me doy cuenta que me aportan es seguir

cultivándolas y alejarme de las que no me aportan, de los amigos que me buscan para quejarse”

(S4L74). Los anteriores relatos de Juan, dan cuenta de cambios en pautas de relación con los

pares y apuntan hacia una nueva reconfiguración identitaria, donde se narra como valioso.
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 105

En los tres jóvenes hay una nueva reconfiguración de lo que es una amistad que nutra

emocionalmente, distinguiéndola de aquellas relaciones con pares donde hay límites porosos que

no les hacen sentirse cómodos. Para Julieta, inicialmente le era más fácil relacionarse con

hombres, mientras que para Nubia era al contrario, estas diferencias estaban influenciadas por sus

historias personales. Los tres jóvenes, al empoderarse de su vida, empiezan a tomar decisiones de

quienes quieren que los acompañen y quienes no, por lo cual se alejan de ciertas amistades e

inician otras.

Pautas de interacción con Pareja

Con respecto a las pautas en la relación de Julieta y su pareja en un comienzo la relación

de pareja tenía límites difusos, Julieta refería que no le gustaba encasillar la relación. “Es que no

me gusta ponerle rótulo” (S2L31). Además, la comunicación entre ambos jóvenes era cercana,

sin embargo en ocasiones se evidenciaba dependencia en la relación, “pues yo creo que apegarse

tanto como yo me apegaba antes es malo, pero pues yo sí creo que una relación es para

disfrutarla, y pasarla bien, y por eso no me gusta ponerle nombre a mi relación con él.” (S2L90)

Una de las características iniciales era la mentira y el secreto como manera de evitar

discusiones y por ende una posible ruptura, por parte de Julieta, “mi novio Santiago también se

enteró, y pues todos me odiaban y ella lo publicó en el face, y en fin a mí eso me afectó mucho”

(S1L19). Se buscó que Julieta lograse reconstruir y cuestionarse la forma como estaba planteada

la relación de pareja empleando preguntas como, “¿Santiago, tu novio de ahorita?” (S2L30) y

preguntas confrontativas, con el fin de replantear los límites de la relación que no era nombrada

ni como amistad ni como noviazgo. También, la pareja respeta las decisiones de Julieta, lo cual

genera en ella el hecho de empoderarse de su propia vida y de sentirse más autónoma, esto se

confirma cuando su pareja la narra diferente, contribuyendo así a la reconfiguración de su


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 106

identidad “ahora la veo que es más madura, que piensa mejor las cosas y no se estresa tanto”

(S7L37).

Sin embargo, en la relación de pareja hay un miedo de ella y de su novio por terminar la

relación, un temor a que se enamoren de otros y de separarse. En este sentido, le genera a ella

inseguridad “pues que uno de pronto, o sea tanto yo como él nos enamoremos de otras personas”

(S7L46). Esta necesidad de certezas en la relación no les permite vivir una relación de amor y de

libertad para escogerse cada día.

Se replantea la posibilidad de estar sola como el hecho de buscar nuevas amistades, de

abrirse a conocer más personas, de sentirse mejor con ella misma sin culparse por nada que

ocurriera, permitiendo equivocarse y aprender también no desde la perfección sino desde la

humanidad.

Para Nubia, inicialmente la relación de pareja es una relación en la que ella no tiene una

definición y límites claros si son pareja o si es una amistad, ya que se vive sin compromiso “yo

nunca había tenido novio y estuve saliendo con un muchacho pero no se dieron las cosas”

(S1L89), la difusión en los límites se ve en narraciones como la siguiente: “pero pues aceptando

lo que él decidió y somos amigos, a veces salimos” (S1L93).

La joven no se siente valorada, ni reconocida por su pareja, quien además de no tener las

cosas claras con ella, tiene una exnovia con la cual vuelve un tiempo después de estar con ella y

ella se entera por una red social, lo cual le causa mucha rabia. “Llegamos hasta la propuesta de

ser novios, pero él tenía el fantasma de la ex, y la familia de él lo presionaba mucho, y la familia

le decía que no viniera por acá, que era muy peligroso, pues porque él estudiaba en los Andes,

medicina” (S1L91). Además se dejan ver expectativas de los padres del joven que causan una

relación de presión y constantes discusiones.


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 107

Nubia se da cuenta que está con él, más por no sentirse sola que porque en verdad se

sienta satisfecha en esa relación. Y luego de varios procesos donde ella se confronta con lo que

realmente quiere y espera de una relación, decide dejarlo “y también me preguntaba si es

necesario estar al lado de un novio ahora, o si también estaría la posibilidad de estar sola y poder

estar tranquila así” (S2L5), “es que…no sé cómo decirlo pero es como la persona así como

mejor que se ha fijado en mí, él estudia medicina y en los Andes, y pues es lindo físicamente”

(S5L41). Deja ver la importancia que para ella tiene lo que impone la moda y la sociedad y la

importancia que le da al qué dirán. Y es así que en las siguientes sesiones comenta que salen

menos y después de un proceso reflexivo comenta que ya terminó la relación, no volvió a tener

ningún contacto con él, “pues a veces me pongo triste cuando recuerdo a mi ex, me pongo triste”

(S2L66). Se da cuenta que ella quiere estar al lado de alguien que la valore y la respete, “pienso

que no me merezco algo así, yo creo que una persona puede estar conmigo pues como novios y

no a medias” (S4L54).

Se confronta a Nubia sobre su responsabilidad frente a las relaciones que construye con el

fin de posibilitar cambios en las relaciones con pares y pareja. Preguntas que ilustran lo anterior

son: T: En este momento donde estás reconstruyendo tu seguridad en ti misma, la confianza, y

una nueva Nubia que cómo me decías antes, es un recomenzar quizás haya que replantearte la

actitud que asumes frente a relaciones cómo la de Rafael; SUJ2: SÍ, quizás tienes razón. Es qué

no sé por qué siempre doy con hombres que son como todos desinteresados, como que no les

importa el compromiso; T: y ¿por qué te imagines que pasa eso? Que ideas tienes?;SUJ2: No

sé… ¿coincidencia?,T: ¿Será coincidencia?; SUJ2: No sé…,T: Bueno creo que sería importante

que empieces a ver que quizás no es coincidencia y a ver qué cosas hay en ti que hace que los

hombres que se acercan a ti, no piensen en el compromiso.(S4L85-L92)


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 108

También, así como se lleva a Nubia a reflexionar acerca de su responsabilidad en la relación de

pareja que ha construido, se traslada esto a las demás relaciones que ella construye,

incentivándola a que tome una posición autónoma y no desde la victimización. “T: A veces es

fácil decir que son los otros los que tienen la culpa de algo, y eso evita el hecho de uno mirarse y

darse cuenta que cosas está haciendo para que eso suceda. Y eso creo que te ayudaría mucho en

el objetivo que tú tienes y es el de asumir tu vida y enfrentar tus miedos; SUJ2: Si, creo que a

veces es más fácil mirar a los demás que mirarse a sí mismo” (S4L92-L94)

De esta manera, Nubia comenta que aunque se encuentra sola quisiera encontrar una

pareja para compartir y que tiene un amigo con el que se está dando el tiempo de pensar si iniciar

una relación de pareja, pero esta vez va con más calma que en su relación pasada y cuidándose y

protegiéndose para no sufrir, “sí, hay uno de este semestre, Camilo, él es todo chistoso, por

ejemplo un día que no los salude el me escribió un mensaje el celular diciéndome que porque era

así que yo le parecía muy bonita, que habláramos…y es todo chistoso” (S7L92).

Sin embargo, esta vez tiene narrativas de más cuidado hacia sí misma, “pues, si llega tarde

o me deja plantada en alguna cita, hacerme sentir, decirles que no me gusta, y hacerme respetar y

si no cambian pues tomar decisiones porque si no me siento bien en una relación así, soy yo la

que debe decidir” (S9L98).

La relación de pareja que tenía inicialmente Juan estaba caracterizada por la ausencia de

límites y por el hecho de no tener las reglas claras de si era solo una amistad o una relación de

pareja. La crisis que tuvo y por el hecho de que acudió a psiquiatría fue por un episodio generado

luego de una situación con su pareja de ese momento, “vi que ella había puesto unas fotos con

otro y bueno me dieron como celos no se ni que me dio, porque es que nosotros éramos casi

novios, porque ella aún tenía un novio pero se estaban dando un tiempo, y ver que volvieron y

que a ella no le importó y además lo publicó delante de todos los que nos conocen, a mí me dio
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 109

mucha rabia” (S1L70), de igual manera Juan en sus narrativas iniciales le da el poder a los otros

de decidir, lo cual le quita responsabilidad a él sobre lo que sucede en sus relaciones de pareja,

“pues es que como siempre ha pasado, que siempre las mujeres me dejan porque terminan

guiándose por los recuerdos y no por los hechos del presente” (S2L48).

La terapeuta realiza intervenciones confrontativas frente a la dificultad de clarificar la

relación de la que fue su pareja. Juan se refiere a su novia como, “con esa persona” (S4L4); “¿con

cuál persona? Porque te cuesta tanto decir que es tu ex” (S4L5); “no sé, pero si era con mi ex”

(S4L6).

Juan quema una carta de su expareja, como parte de su proceso de duelo por la ruptura y

como parte de cerrar ese ciclo, lo cual es retomado por la terapeuta para connotar la nueva

configuración de Juan en las relaciones de pareja, lo cual apunta a procesos identitarios donde él,

se da un lugar importante y está dispuesto a sentar su voz frente a las situaciones con las que no

está de acuerdo en su la relación de pareja como en otros subsistemas, “¿y cómo te sentiste

cuando la quemaste?” (S4L37); “fue ciertamente liberador, fue antes de salir a clase…dije

necesito que se vaya eso, necesito quitarme eso de encima, y lo hice…” (S4L38).

Como parte de las herramientas que la terapeuta usó para empoderar a Juan de sus

relaciones de pareja y de sus decisiones, estuvo poder explorar que la forma de afrontar las

rupturas amorosas, le había sido útil, y resignificar el dolor del duelo, como la oportunidad de

encontrarse consigo mismo y de ampliar sus sistemas de relaciones con pares, “bien, pues creo

que con el dolor que tenía por haber terminado la relación con mi novia de esa vez pues estaba

como muy cargado y muy afligido, y entonces ese viaje me sirvió como para centrarme en que

todavía tenía muchas cosas para hacer” (S3L38).

Se retoma la metáfora que trae Juan a sesión, sobre las relaciones de pareja que hasta el

momento él estuvo dispuesto a vivir, y a partir de ella se plantea una intervención donde se
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 110

evidencie cuáles son los cambios que él quiere tener en sus próximas relaciones de pareja. Se

trabaja la siguiente metáfora, “cada uno carga una maleta con determinados problemas, pero me

especializaba en meterme con gente que me ponía a cargar la maleta de ellas, pero no me

ayudaban a cargar mi maleta, y tampoco me dejaban cargármela a mí solo” (S3L80). Con

intervenciones en torno a que Juan se haga responsable y consciente de las relaciones que está

dispuesto a construir en el presente. T: bueno creo que es una metáfora que devela un poco el

aprendizaje que has ido teniendo, ¿qué otros aprendizajes has tenido?; SUJ3: a mí como que

siempre me terminan atrayendo personas con muchos problemas; T: bueno y crees que es

coincidencia, que pasa por casualidad que siempre te metas con personas que tienen muchos

problemas, hay que mirar que es lo que estás haciendo uno por meterse con esas personas. Creo

que estas ahora pudiendo ver por encima de la situación, pero tú ya estas yendo más allá de la

queja y buscando respuestas en ti… ¿Juan en este momento que aprendizajes significativos crees

que has tenido de ti?

Dentro de las nuevas narraciones de Juan se empiezan a observar intentos de

responsabilizarse de las decisiones que toma y de la manera en que ha instaurado y aceptado las

relaciones que ha vivido, “pues mejor dicho escogería mejor….o más bien dicho, escogería…

antes de aceptar lo que llegue, que por lo general son princesas que rescatar. Me permitiría como

conocer bien a la persona antes” (S3L142). De dicho relato, se puede evidenciar el cambio de

pautas de relación que vivencia Juan, de rescatar princesas como él lo llama, a relacionarse con

personas de manera que no tenga que sacrificarse ni estar en un rol de mayor o menor poder, sino

en una posición igualitaria, “sería buscar otros tipos de personas, ya no me centraría en una sola

persona, creo que ahorita quiero conocer más personas, darme el permiso de tener amigas,

amigos, sin presiones ni nada, lejos de querer salvar princesas o de sacrificarme por otros”

(S5L34).
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 111

Los tres jóvenes compartían la forma de instaurar la relación de pareja basada en poca

claridad de lo que fuese esa relación “sin compromiso” y siendo parte secundaria de triángulos

amorosos, excepto en el caso de Julieta, los cuales conocían y aceptaban. Los tres jóvenes

comparten una característica de dependencia en sus relaciones afectivas y es importante resaltar

que Julieta y Juan, tuvieron una crisis luego de una discusión con sus parejas. Un elemento

común es la prolongación de lo vivenciado en la familia, es decir, la dificultad de colocar límites

claros y de aceptar la relación de pareja, aunque no fuera satisfactoria, por el hecho de tener

miedo a estar solos. Dentro de las intervenciones terapéuticas útiles estuvieron las

confrontaciones a las que se llevó a los jóvenes, responsabilizándolos en las relaciones que

construyeron y las que quieren construir en el presente, se usaron metáforas, rituales de cierre de

ciclos (quemar una carta), de igual manera se hicieron ejercicios de visualizar la pareja con la que

querían construir una relación en el presente.

Identidad

Con respecto a Julieta, en un comienzo los procesos de reconfiguración de la identidad

estaban estancados por la situación que vivía, donde no podía tener su propia voz en la familia

sino que cargaba con la voz de su mamá, “no sé qué digo” (L128), es la respuesta frente a la

pregunta de quién es ella, lo que daba cuenta de las dificultades y confusiones identitarias que

vivía la joven.

En los relatos iniciales de la joven, no asume con claridad la responsabilidad de sus actos

y deja las consecuencias a circunstancias o a otras personas, “no sé porque lo hice, como que no

tenía otra opción no sabía que más hacer porque llega un punto donde uno ya no puede ni pensar

bien y por eso me intenté suicidar” (S1L17).


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 112

Existe rigidez en aspectos de su forma de ser que han ido conviviendo con ella

alimentados por las exigencias que según ella tienen sus padres, “tengo que ser perfecta y no me

puedo equivocar” (S1L64).

En su proyecto de vida, tiene claridad con respecto de lo que quiere estudiar, “quiero ser

médico con especialidad en neumología” (S1L86). “Tú sabes que yo en este momento me estoy

replanteando y reconstruyendo muchas cosas, y reconstruyendo todo” (S2L12) relato que da

cuenta del momento de reconfiguración identitaria que está viviendo la joven.

Adicional a esto la identidad de Julieta en un comienzo está muy influenciada por el

diagnostico depresivo, “pues eso fue lo que nos dijo el psiquiatra que ella tenía una enfermedad,

que se llamaba depresión mayor.” Relato que deja en Julieta poca capacidad de maniobrabilidad

o cambio. Dichos relatos cristalizaron una identidad en torno a Julieta como una persona

enferma.

Aquí, la labor importante de la terapeuta, parada desde una perspectiva sistémica

compleja, consistió en generar un contexto reflexivo frente a la manera en que la familia se

organizaba alrededor de una identidad construida desde la sintomatología de la depresión. “T:

sería bueno que le pregunten sobre eso que el psiquiatra les dijo” (S1:L59). “T: yo no creo que

Julieta esté enferma, yo lo que creo es que esto es algo que tiene que ver con todos en la familia”

(S1:L80).Cuando la terapeuta pone en juego sus lecturas con las lecturas del psiquiatra y la

familia en torno a Julieta como depresiva, se posibilitó la emergencia de procesos reflexivos, en

los cuales se reconstruyeron procesos identitarios que dieron paso a la disminución de los

síntomas depresivos: “T: Y ¿Qué les dijo el psiquiatra con respecto al hecho de estar vigilantes?”

(S2: L158). “SUJ1: Pues como ya me quitó el medicamento, le dijo a ella que ya no tenía que

estar tan pendiente porque ya yo estaba mejor” (S2:159).


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 113

La terapeuta connota positivamente a la mamá para que tenga cuidado en la manera como

está narrando a su hija, ya que todas estas narraciones pueden construir en el presente nuevos

aspectos de la identidad como la autonomía que aún no están presentes en los relatos ni de la

joven ni de la mamá, “entonces te agradecería que no vuelvas a decir que ella está enferma, o

estuvo enferma, ella lo que tuvo fue una tristeza que estamos aquí para ver por qué se dio, y que

factores influyeron y como cada uno de ustedes contribuyó a que esa tristeza se dibujara”

(S4L28).

En la identidad de Julieta empieza a verse nuevas narraciones que dan cuenta de los

procesos de cambio que vive, “hace poco leí el libro “el sentido de la vida” del padre Gallo. Dice

que la vida está en un cambio continuo, cuando duerme es como si muriera y cuando despierta es

como que vuelve a la vida” (S5L76). Nuevos relatos de sí misma construidos con sus padres,

pares y pareja, empiezan a afianzarse en la identidad de Julieta, “pues lo noto en que ahora pienso

más las cosas, ya no soy tan impulsiva, trato de ponerme en el lugar del otro” (S6L7). Inclusive

influye la forma como la terapeuta empieza a narrarla diferente desde sus recursos y no desde un

modelo de la deficiencia, “veo a Julieta con más luz, te veo madura, te veo diferente” (S7L49).

Así pues Julieta refiere, “hay cosas que me afectan y me siento triste a veces, pero yo creo

que mis sentimientos ya los puedo manejar” (S8L108), lo cual da cuenta de nuevas

reconfiguraciones en su identidad desde la autonomía, la libertad y la confianza en sí misma,

manteniendo el poder de su vida en ella misma.

En suma, las voces de sus padres, su pareja, sus amigos y la terapeuta donde dan muestra

de la percepción diferente que tienen de Julieta en el presente se van incorporando lentamente a

las narraciones que tiene de sí misma, “al principio me sentía mal al decir las cosas, pero ahora

tengo más control de mis emociones, con la fuerza de voluntad para decir no” (S9L139) y con la
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 114

fuerza para ser ella misma y de esta manera disminuyen los síntomas depresivos en ella al tomar

el control directo de sí, de su presente y su fututo.

Inicialmente Nubia tiene narraciones de sí misma que son las voces de sus hermanas, de

sus padres, de sus amigos, pero su voz es demasiado débil como para reconfigurar e integrar las

anteriores voces como una en un proceso identitario. Debido a que en su familia existieron

límites demasiado grandes entre una persona y otra, y que la llevaron construir relaciones de

pareja sin compromisos formales, la construcción de sí misma en un inicio está saturada de

problemas, viéndose como una persona incapaz de asumir y enfrentar el miedo a relacionarse con

otros y a soportar las críticas de sus padres, pares y pareja.

Si construimos nuestros miedos en las relaciones y en las formas de conversar, también es

posible que generando nuevas formas de relación y de comunicación se vayan desvaneciendo

temores, se creen fortalezas y empiecen a desaparecer los síntomas depresivos, “¡Qué bueno! O

sea que cuando tomas la decisión de enfrentar tus temores y miedos te sientes mejor, y estos

empiezan a desvanecerse” (S7L27). Fragmento de proceso de externalización: “y si tu pudieras

significar esas lágrimas que tenías contenidas ese día, ¿qué dirías?” (S7L11).

Nubia, dice, “sí, en realidad si tengo muchos pensamientos que yo sé que me hacen daño,

pero es como que siempre me estoy dando duro a mí misma” (S7L18). Al posibilitar ese lenguaje

verbal, se abre a la posibilidad de generar conversaciones en torno a los miedos, rabias y

sentimientos, desde las cuales se puede empezar a construir nuevas esperanzas, recursos y

herramientas para iniciar procesos de afrontamiento.

Es así que, para la joven, empezar a ver la vida desde la saturación de soluciones a sus

problemas, encontrando excepciones a lo que le ocurría y narrándose como una mujer valiosa,

bonita, inteligente pero también humana, que se puede equivocar, y que no tiene por qué darle el

poder a los otros, la hizo tener un proceso real de reconfiguración identitaria, donde hasta cambió
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 115

su forma de vestir de acuerdo a lo que ella fue encontrando en sí misma y en donde se permitió

soñar, por medio de un ejercicio que se realizó con ella, de la caja de los sueños, donde Nubia se

dio cuenta de las metas y sueños que quiere cumplir y cómo va a llegar a cumplirlos.

Juan, por su parte daba mayor peso al diagnóstico psiquiátrico que lo encasillaba en

ciertos tipos de comportamiento, por lo cual se encontraba relatos como “pues, lo que me dijo el

psiquiatra es que yo tengo trastorno depresivo, yo siempre ando bajito de nota, ese es como mi

estado habitual, es como que se me baja todo y no tengo ganas de hacer nada” (S1L60); ante lo

cual, la terapeuta, resignifica los síntomas de Juan utilizando los argumentos científicos y teóricos

a favor de la terapia, “entonces fíjate que todos estos cambios se están dando en un momento y

ciclo que soporta dichos cambios, es tu empezar a ser adulto, es muy simbólico el que tú hayas

buscado en este último tiempo a verte diferente, a pensar cosas diferentes (S2L99).

Por medio de la metáfora del “paro”, se resignifican los momentos de crisis que ha

vivenciado Juan poniendo esto en beneficio de los cambios en los procesos identitarios de joven,

de cara a narrativas con historias alternativas donde se relate cómo se ha fortalecido tomándose

un tiempo para nutrir sus relaciones, “que bueno, fíjate que coincidencia, las veces que ha habido

paro en la universidad tú has aprovechado para hacer un paro en tu vida, en el sentido que te has

dado el tiempo para pensar en qué cosas quieres cambiar y te has dado el tiempo de sentirte triste

o alegre, te has permitido hacer ese viaje hacia ese lugar” (S3L41).

Juan empieza a narrarse diferente, “pues ha sido de pronto por el lado del autoestima, ha

estado el hecho de que a pesar de que ha subido, en comparación de lo que era antes, igual es

cuestión como de mirar todo desde otro lente y empezar a usar otras alternativas, o sea no ir

siempre por el mismo lado creyendo que es el correcto, al menos intentar no cerrarme siempre a

actuar de la misma forma basado en lo que veo, sino observar las cosas desde otro lado” (S3L84).
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 116

Aspectos transformados en la identidad de Juan empiezan a emerger cómo parte de la

nueva reconfiguración de sí mismo, como los siguientes: “si yo creo que las palabras son un arma

de doble filo, pueden ser tus amigas o tus enemigas” (S4L138); “sí, sí y el principal afectado es

uno mismo, y puede hacer y hacerse daño, además a uno lo educan para ver el punto en la pared y

no toda la pared” (S4L140), “y ver toda la pared implica ver no solo los aspectos a mejorar en

uno y en los demás, sino ver las cosas en conjunto, las cualidades, los aspectos positivos, las

posibilidades” (S4L141).

Dentro de los procesos útiles con respecto al abordaje del síntoma depresivo de Juan, que

él definió como el miedo a aceptarse, fue útil la externalización con el fin de ubicar el síntoma

fuera de Juan y que pudiera verse fuera del problema, encontrando relatos alternativos de sí

mismo, fragmentos de la externalización fueron los siguientes: “Juan, cuando decías que este

espacio te ha ayudado a encontrarte con tus miedos, yo pensaba ¿cuál es el gran miedo con el que

Juan se ha encontrado?” (S6L55); “pues yo diría que es el miedo a aceptarme tal como soy, es el

miedo a aceptarme tal y como soy, de no criticarme tanto, o en vez de hacer críticas tan

destructivas, hacer críticas constructivas, como de darme cuenta que quiero cambiar algo y hacer

cosas para cambiarlas y no decirme que tengo tal o cual defecto y que soy así, sino pensar que las

cosas pueden cambiar” (S6L56).

Una vez se logran reordenar las pautas relacionales de los sistemas significativos de Juan,

empiezan a emerger nuevas narrativas que dan cuenta de la transformación de algunos aspectos

de su identidad y, en esta medida, Juan se centra en lo que quiere hacer a corto y mediano plazo,

y se permite creer y soñar, “si, obviamente tengo metas, pero lo que prima para mí ahorita es el

presente y lo que estoy haciendo ahora por ser un buen profesional, un buen ingeniero y médico,

un buen amigo, un buen novio, un buen hijo, no el que los demás quieren sino el que yo creo que

debo ser” (S4L65).


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 117

Para Julieta, Nubia y Juan, los procesos de reconfiguración de sus identidades estuvieron

ampliamente relacionados con el proceso de diferenciación de sus familias y con el hecho de

poder hacer sentir su voz en un sistema familiar que a los 3 los asfixiaba inicialmente y no les

dejaba otra puerta que el síntoma depresivo. A medida que los tres jóvenes fueron descubriendo

sus fortalezas personales y fueron aceptándose pudieron tomar un rol de hijos que se hicieron

escuchar de maneras diferentes al síntoma en sus sistemas familiares. Las relaciones con padres,

pares y parejas fueron decisivas en la reconfiguración de los jóvenes, quienes empezaron a

mostrar progresivamente un trato desde el respeto y la valía.


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 118

DISCUSION

En la investigación-intervención realizada se buscó tener una comprensión de las

relaciones de jóvenes con síntomas depresivos, consigo mismos y con sus sistemas significativos

entendidas estas como las relaciones con padres, pares y pareja. Fueron tres jóvenes, dos mujeres

y un hombre de edades entre 17 y 26 años, en la adolescencia y la juventud. Lo anterior teniendo

en cuenta que dichos síntomas son generados en sistemas donde el joven y sus estructuras

familiares se relacionan por medio de pautas caracterizadas por la minimización de la voz de este,

por presiones y expectativas demasiado altas y por las relaciones con límites insatisfactorios para

el joven que lo llevan en dado momento a pensar en atentar con su propia vida como salida a sus

problemas o a impases conyugales o familiares que de otra manera no podrían visibilizarse

(Linares, 2008).

Desde lo anterior, y con la idea de poder dar respuesta a los objetivos planteados

inicialmente, se expondrá un análisis por categorías, con el fin de comprender las relaciones que

tiene el joven con síntomas depresivos consigo mismo y con sus sistemas significativos, así como

las intervenciones sistémicas que fueron útiles a lo largo del proceso terapéutico.

Dentro de las circunstancias que se tuvieron en este proceso, vale la pena mencionar que

aunque las tres personas fueron diagnosticadas desde enfoques médico - psiquiátricos con un

trastorno depresivo y que se encontraban medicados, no suspendieron el medicamento mientras

se realizó la intervención psicológica, lo cual más allá de verlo como una limitación, lo vemos

dentro del modelo biopsicosocial que plantean los nuevos abordajes de sintomatologías como la

depresión. Esto está en coherencia con Linares (2008) quien plantea que reducir un fenómeno a

explicaciones únicas sería cerrar los ojos a otras realidades prometedoras en cuanto a
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 119

conocimiento, manejo y prevención de los síntomas depresivos, ya que la realidad humana es

amplia por lo que, la depresión, debe ser vista desde muchos aspectos sin ser reducido a uno solo,

en este sentido, el modelo sistémico representa una visión nueva de esta realidad (Linares, 2008).

Julieta y Nubia se encontraban más cerca en edad, 17 y 21 años compartiendo la

adolescencia-juventud, Juan de 26 años, se encontraba en un estadio juventud-adultez, lo

anterior no se basa en las edades cronológicas sino como lo plantea Margulis, (2001) si bien

cronológica y biológicamente existen unos rangos de edades para enmarcar lo que llamamos

juventud, ubicar la adolescencia y la juventud como lapsos de tiempo no es de ninguna manera

útil, lo mejor es comprenderla como un proceso influido por factores culturales, sociales y

políticos que contribuyen a su vez, a la construcción particular del sujeto, mediado por sus

sistemas de relaciones.

Las dos jóvenes habían tenido intentos de suicidio durante el último año y por dicha razón

habían estado hospitalizadas en entornos médico-psiquiátricos. El participante de sexo masculino,

tuvo un intento de suicidio, pero este fue hace varios años y no había estado hospitalizado en

ninguna oportunidad, es importante resaltar que los tres se encontraban medicados y en

seguimientos por psiquiatría. Lo anterior va de acuerdo a las comprensiones de lo que es ser

joven hoy en día, donde sobre las mujeres recaen mayores presiones no sólo a nivel familiar sino

también a nivel social y en sus relaciones de pares, por el modelo físico que la sociedad impone y

los estereotipos que existen de ser mujer, joven y bella. Acerca de las diferencias de género en la

depresión se han escrito múltiples teorías, sin embargo, las presiones de la socialización, que

exigen a la mujer inhibir la ira y asumir la responsabilidad cuando las relaciones fracasan,

aumentan la vulnerabilidad femenina a la depresión (Kaplan, 1991 citado por Micucci, 2005;

Gracia et al., 1995).


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 120

Dentro de la estructura familiar, los sistemas familiares de Nubia, Julieta y Juan,

presentaban algunas similitudes, entre ellas un aspecto que llamó notablemente la atención, fue el

hecho de que los tres jóvenes ocuparan el rol de hermanos menores, el rol de hijos que de irse

dejaría en nido vacío a sus padres, ya que sus hermanos son independientes, incluso algunos ya

no viven en el núcleo familiar y otros ya van avanzados en sus procesos de individuación y

autonomía. Lo anterior va de acuerdo a Linares (2006) quien afirma que en las estructuras

familiares del joven con síntomas depresivos es habitual que haya deficiencia en la nutrición

emocional de los miembros, por lo cual muchos de los hijos del sistema pueden salir de la familia

en edades tempranas, mientras que el joven que desarrolla el síntoma depresivo permanece

anclado por el miedo de sus padres a quedar solos.

De la misma manera y dentro de los mapas estructurales se observó que existían impases

conyugales en algunos casos más evidentes, como en el caso de Julieta, donde el padre le había

sido infiel en varias oportunidades a la madre. El rol de mayor poder era el materno y las voces

de los padres, quienes aunque estaban presentes en el hogar, se silenciaban en ocasiones. Micucci

(2005) afirma que de los factores que pueden contribuir a que se desencadene la depresión son

los conflictos familiares y la etapa más común es la adolescencia, lo cual también está de acuerdo

con lo planteado en este estudio.

Las alianzas en sistemas asfixiantes y de gran carga y presión, son muy difíciles, por ello

en los tres casos se hizo necesario construir relaciones terapéuticas empáticas y de alta nutrición

emocional para los jóvenes, basadas en el respeto y la valía pero sobretodo en la comprensión y

la alianza frente a lo que estos jóvenes le habían permitido al sistema. De esta manera, frente a

los inadecuados límites como poner una chapa o dejar salir un viernes, o dejar cocinar a su

manera, la terapeuta encontraba la manera de aliarse a la voz minimizada del joven, tratando de

darles mayor peso y poder al interior familiar como en el caso de Julieta en las sesiones
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 121

familiares. Esto va de la mano con lo planteado por Pfeffer (1981, citado por Micucci, J., 2005)

cuando afirma que los conflictos entre progenitores, pueden llegar a desplazarse hacia los hijos,

quienes quizás sientan que no hacen lo suficiente para mantener unidos y felices a sus padres, y

esto se retroalimenta cuando los padres tienen narrativas de invalidación o de sobrecarga frente a

sus hijos, es por esto que los casos de suicidio y depresión en jóvenes podrían ser una forma

desesperada por hacerse visibles frente a los padres y demás familiares a una situación familiar

no tramitada.

Por ello la terapia sistémica apunta al fortalecimiento de subsistemas parentales, desde el

equilibro y el respeto, al finalizar este estudio, los tres jóvenes tenían relaciones más sanas con su

padres, de mayor cercanía, y a la vez más diferenciados de la relación con sus madres. Minuchin

& Fishman (1991), refieren que dentro del sistema familiar se deben crear procesos de

diferenciación que tengan en cuenta la forma cómo el sistema familiar favorece u obstaculiza la

desvinculación y la individuación de cada uno de sus miembros.

La coalición, es comprendida como aquella relación en donde dos miembros de la familia

se unen en contra de un tercero, donde la voz del joven es silenciada, las coaliciones al interior

del sistema en contra de los tres jóvenes del presente estudio, estuvieron dadas en la medida en

que el hecho de generar el síntoma depresivo llegó a ser la única manera de sentar su voz y

visibilizarse en un sistema asfixiante. Cuando un joven siente que su sistema primario, sus

familiares se encuentran contra él, esto empieza a generar sentimientos de minusvalía y baja

percepción de sus capacidades narrándose como una persona incapaz y dependiente, lo cual no

posibilitará procesos de autonomía (Linares, 2008). De igual manera y regresando a los impases

conyugales descritos anteriormente, es común que uno de los padres busque coalicionarse con el

hijo en contra del otro padre, como salida para obligar a que se generen cambios en la relación

conyugal, sin embargo en los jóvenes que participaron en la presente investigación intervención,
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 122

aunque las madres trataban de coalicionarse con ellos con este fin, existieron recursos

provenientes de las relaciones de ellos con sus padres que no permitieron dicha coalición.

En el caso de Nubia, existía una coalición entre sus hermanas en contra de ella, basada en

la crítica y la exigencia, allí la labor terapéutica fue señalar la existencia de coaliciones en contra

de la joven a nivel familiar y confrontar esta situación logrando generar movimientos en los

subsistemas relacionales y transformando las coaliciones en alianzas que le permitieron a la joven

desarrollarse en un entorno emocional satisfactorio que reunía las demandas y necesidades que

ella tenía en ese momento de cambios y de reconfiguraciones.

Para Minuchin (2005) la estructura de las relaciones, ya sean familiares, de pares, o

pareja, están influidas estrechamente con el trazo de los limites, sin embargo en sociedades donde

los límites de las relaciones muchas veces se han ido desdibujando, a nivel familiar los límites

rígidos están dados en familias desligadas donde cada quien es un mundo impenetrable para el

otro y donde pedir ayuda es un acto impensable. Esta característica se pudo develar que era una

de las que poseían en algún momento las familias de los jóvenes, sin embargo y a raíz de la

generación del síntoma se dieron cambios en la configuración de los límites y se pasó de ser

límites rígidos a porosos, es decir donde los miembros de la familia se inmiscuyen demasiado en

las vidas de los otros miembros, sin embargo esta característica se encontraba en las madres de

los tres jóvenes, frente a límites rígidos que era la forma de relacionarse en el subsistema padre-

hijo. Por esta razón la terapia sistémica ayuda a dibujar nuevamente límites claros en las

relaciones de estos jóvenes y en la medida en que estos son instaurados los procesos de

diferenciación empiezan a avanzar posibilitando reconfiguraciones de sí mismos en relación con

los demás. Las discordias familiares, están relacionadas con la depresión y el suicidio

adolescente, en la medida en que algunas de las alteraciones de la estructura familiar, como los

conflictos de rol, el desdibujamiento de los límites, las coaliciones y el ocultamiento, son factores
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 123

que podrían contribuir a la depresión y al suicidio de jóvenes (Richman, 1979, citado por

Micucci, J., 2005). Por lo anterior, vale la pena apuntarle a reconfiguraciones estructurales en

sistemas que ahogan y silencian a un joven, construyendo procesos de reacomodación de roles,

jerarquías y relaciones en los subsistemas, por medio de la confrontación y de la reflexión, sin

embargo es voluntad del propio joven tomar la iniciativa en los cambios para que su sistema forje

miradas diferentes frente a él, que favorezcan a su vez la diferenciación del sistema.

Las pautas interacciónales con las familias en los tres casos están caracterizadas por roles

de sumisión y donde el joven cree que no tiene derecho a escoger y elegir, esto mismo fue uno de

los principales cambios generados en los tres casos, que sientan la valía suficiente para no

sacrificarse por causas de uno de los progenitores. Si bien en el subsistema madre-hijo y en los 3

casos estudiados en el presente trabajo, existió inicialmente una relación de sobreprotección

guiada entre otros por el temor a quedarse solas con sus impases conyugales, este tipo de

relaciones fue disolviéndose en la medida en que los jóvenes firmemente se empoderaron de sus

vida y decidieron salirse de juegos donde ellos cargaban con la voz y las insatisfacciones de las

madres, es importante resaltar que dos de los jóvenes tienen en la actualidad madres con síntomas

depresivos, ello va en coherencia con lo expuesto por Minuchin (1998) quien plantea que el

“síntoma” está perpetuado por el funcionamiento de todo el sistema familiar, entonces, el

diagnóstico del familiar que carga con el síntoma puede verse como algo que ocurre en las

interacciones de los miembros de la familia y por ello puede ser desarrollado a intervalos por uno

u otro miembro de la familia.

Las pautas interaccionales de las relaciones de los tres jóvenes del presente estudio, se

caracterizaban por tener dificultades en la comunicación y en la comprensión del otro, en la

relación con los padres puede ser que uno tenga un rol de orden y el otro un rol de sumisión, por

ello el joven se une lealmente con que considera que debe apoyar, inclusive sacrificándose a sí
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 124

mismo, esto se ve mucho en las relaciones materno-filiales, es el caso de Julieta y Juan cuyas

madres ya tenían síntomas depresivos y lealmente lo fueron cediendo a sus hijos menores,

mediante maneras inadecuadas de interrelación.

Se evidencia entonces, que por un lado el rol y la relación que tenga un adolescente con

sus padres puede dar origen a la depresión, sin embargo, también puede constituirse en un .apoyo

para amortiguar algunos efectos estresantes familiares sobre los jóvenes, es decir, que una

adecuada relación padres- hijos, modera los efectos de la aparición de síntomas depresivos y el

intento de suicidio (Petersen et al., 1991, citado por Micucci, 2005).

En cuanto a las pautas de relación con pares, estas estaban caracterizadas por ser

informales, no tener un compromiso serio y por ser insatisfactorias pero son aceptadas por los

jóvenes con la idea de que si no se quedarían solos y bajo la creencia de que estar acompañado es

mejor que estar solo así sea dentro de una relación insatisfactoria. Berkman & Glass (2000)

plantean que en la adolescencia la red social del sujeto es el tejido de relaciones sociales que

están estrechamente relacionadas con el bienestar a través de diversos dispositivos, como por

ejemplo el hecho de brindar apoyo emocional que soporta la toma de decisiones del joven

(Flores, 2010), por lo tanto en los casos de los jóvenes que participaron en el presente estudio, las

relaciones con pares tendían inicialmente a repetir las pautas de relación con sus familias, sin

embargo en el momento en que los jóvenes toman la decisión de realizar cambios significativos,

sus redes sociales y de pares empiezan a ser un soporte para ellos y a causar bienestar a los

jóvenes.

En los tres jóvenes hay una nueva reconfiguración de lo que es una amistad que nutra

emocionalmente, distinguiéndola de aquellas relaciones con pares donde hay límites porosos que

no les hacen sentirse cómodos. Para Julieta, inicialmente le era más fácil relacionarse con

hombres, mientras que para Nubia era al contrario, estas diferencias estaban influenciadas por sus
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 125

historias personales. Los tres jóvenes, al empoderarse de su vida, empiezan a tomar decisiones de

quienes quieren que los acompañen y quienes no, por lo cual se alejan de ciertas amistades e

inician otras. Fue significativo que los jóvenes lograsen empezar a cuestionarse sobre sus pares y

amigos, tarea difícil en nuestro momento sociocultural actual, donde es importante mostrar

conformidad con el grupo social, lo cual constituye una poderosa fuente de presión del grupo de

pares. Así, la imagen personal o el nivel económico pueden ejercer una fuerte presión durante la

adolescencia, sirviendo de índices con los que se puede medir el valor de los otros (Gracia, E.,

1998)

Para Julieta, Nubia y Juan, la relación de la que más se habló a lo largo de las sesiones en

especial para Nubia y Juan fueron las relaciones de pareja y en estas se dieron transformaciones

significativas que para el caso fue el cierre de dichas relaciones que les permitían vivir la relación

que quisieran tener en el actual presente. Desde los planteamientos de Solórzano (2012) la

relación de pareja es comprendida como una construcción conjunta sobre el sistema particular de

creencias, es decir, que el adolescente tiene un cúmulo de experiencias familiares, ideas,

afirmaciones heredadas de su sistemas significativos entre ellos quizás el más importante, el

sistema familiar. Con Julieta, Nubia y Juan se evidenció que sus relaciones de pareja tendían a

instaurarse sin límites claros, por lo cual fue un reto para la terapia sistémica lograr ubicar las

relaciones de pareja en noviazgo y no en amistades con derechos, que no es otra cosa que

relaciones sin límites que causan insatisfacción y dolor a los jóvenes, quienes no se sienten

merecedores de una relación nutritiva emocionalmente y con compromiso. En los 3 jóvenes las

relaciones de pareja presentaban inicialmente límites difusos, que no facilitaban su valía y no

permitían que ellos supieran a qué atenerse en determinada relación, por lo tanto la labor del

terapeuta allí dibujar conjuntamente con el consultante los límites que le facilitarían la

comprensión de nuevas narraciones de sí mismo y a su vez de nuevos procesos identitarios.


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 126

A nivel identitario, y en sus relaciones consigo mismos, los tres casos en el momento del

encuadre terapéutico y al construir los objetivos terapéuticos al inicio del proceso plantearon la

importancia de poder trabajar en la aceptación y el autoestima, como un trabajo de reformación

de su identidad como producto esperado atravesado por las formas de relaciones con sus sistemas

significativos. Lo anterior está de la mano con lo planteado por Maturana (1995) donde plantea

que en la construcción de nuestra identidad se poner en juego las historias que nos contamos de

nosotros, pero también las que otros significativos cuentan de nosotros, reconfigurando y

posibilitando reconfigurar aspectos de la identidad. En esta medida, fue realmente movilizador

para los tres jóvenes ubicarse en perspectiva de presente y futuro, encontrando o reencontrando

sus sueños, sus metas y sus ideales con respecto a sí mismo, en ellos se potenciaban nuevas

narraciones desde los paradigmas de los recursos y de las historias saturadas de soluciones.

Para los tres el diagnóstico que les dieron desde el enfoque medico psiquiátrico fue, más

que favorecedor del manejo, rotulador y configurador de aspectos de la identidad que no hacían

parte de sí mismos, en especial para Julieta y Juan, quienes veían su situación como una

enfermedad, algo trasmitido generacionalmente. Desde la perspectiva sistémica la identidad se

refiere a la estima y auto-concepto de sí mismo, constituyendo un marco de referencia desde el

cual se interpreta las propias experiencias y la realidad externa, de modo que influye en el

rendimiento, condiciona las expectativas, la motivación y contribuye a la salud y al equilibrio

personal. La identidad es un producto de las interacciones con las redes significativas, de los

acuerdos y negociaciones que se hacen a través del lenguaje, influidas por los significados que se

le dan a la realidad o cosmovisión (Burr, 1995).

Aspectos que ayudaron a los jóvenes a tener narraciones más posibilitadoras de sí

mismos, fueron basados en técnicas del enfoque sistémico como la externalización, la cual se

realizó en diferentes momentos del proceso de los jóvenes. Lo anterior evidenció como cuando
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 127

los síntomas son ubicados fuera de las personas, es decir en contextos relacionales son mucho

más asequibles, es más fácil hablar de ellos, es más fácil reflexionar y buscar formas de abordaje

diferentes. Donde el joven se ve a sí mismo como artífice de su propia vida, experto en sus

historias, y toma un papel de escritor, reeditando aspectos de su vida con los que no se siente a

gusto y tomando un papel de agente de cambio. Cuando este aspecto fundamental se vio en los

consultantes se planteó la posibilidad de alargar el tiempo entre sesión y sesión, para brindarle

mayor confianza al joven en su propio agenciamiento y herramienta para el afrontamiento de las

situaciones que se le presenten (White & Epston, 2003).

Fue así que para esos jóvenes comprender sus relaciones consigo mismos, con sus padres,

pares y parejas desde una perspectiva diferente, donde ellos se posicionaron y sentaron su voz

haciéndose importantes y escritores en su propia vida, facilitó la emergencia de nuevos procesos

identitarios, desde la autonomía y la búsqueda del bienestar emocional en Julieta, Nubia y Juan,

dándose así una despedida al síntoma depresivo quien ya no tienen cabida en estructuras

familiares cómodas para el joven y en relaciones donde se siente satisfecho. Lo anterior, iría de la

mano con lo planteado por Hernández (2004), quien afirma que en la adolescencia y la juventud

el foco pasa del limitado mundo del sistema familiar y de las relaciones con los padres a situarse

en las relaciones con otros iguales que reafirman y reconstruyen lo que es el mismo joven y se

influyen mutuamente ya que se construye identidad en tanto existen otros (Hernández, 2004).
Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 128

CONCLUSIONES

A continuación se plantean a partir de la investigación-intervención algunas conclusiones que

emergen luego del análisis realizado.

1. La intervención en la adolescencia y la juventud implica miradas integradoras y

amplias de estos procesos dinámicos, comprendiendo los diferentes elementos que en

la actualidad conforman las juventudes posibles y los paradigmas bajo los que estos se

mueven, entendiendo nuevas maneras de relaciones enmarcadas en grupos sociales y

en macrosistemas. Lo anterior, implica un reto para el terapeuta al poder tener una

lectura amplia del contexto en el que se desenvuelve el joven y para lo cual el enfoque

sistémico brinda herramientas bastante adecuadas y eficaces en estos casos.

2. La depresión hoy en día es una problemática que está en aumento, sobretodo en

adolescentes y jóvenes, por ello al ser un fenómeno complejo, debe analizarse de igual

manera integralmente, teniendo en cuenta los factores que se suman para el

surgimiento del síntoma depresivo, el cual desde el enfoque sistémico, y en el

presente estudio se pudo ver como una forma de comunicación del joven de su

insatisfacción e incomodidad con estructuras y relaciones familiares dominadas por

algunos de los padres, basadas en la sobreprotección y la desconfianza, y donde ellos

se veían silenciados, lo cual también pasaba en relaciones con pares y parejas donde

ellos sentían que eran minusvalorados e irrespetados. Al no poder comunicar esto de


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 129

manera verbal y poner un límite en las relaciones, surgen síntomas que hablan, como

el síntoma depresivo.

3. En sistemas familiares donde se tienen altos índices de expectativa y presión sobre los

hijos, y donde los padres disfrazan sus impases tras familias “perfectas” que como

Linares llamaría, se esconden tras una honorable fachada, siempre hay alguien

dispuesto a cargar con el síntoma que demuestre dicha disfuncionalidad, y es por ello

el síntoma depresivo para la terapeuta, una herramienta de poder visibilizar lo que de

otra manera no sería posible en estas familias, por lo tanto si se quiere el sentido del

síntoma en sí es beneficioso para el sistema familiar, quien luego de presentarse y

abordarse terapéuticamente logra acomodaciones y cambios que reestructuran no solo

al joven sino a su familia, en pro de relaciones más satisfactorias. Sin embargo en

familias donde esto no es posible se pueden llegar a tener desenlaces fatales.

4. La lectura de un síntoma, debe realizarse teniendo en cuenta no solo las relaciones y

pautas familiares, sino también de las demás relaciones en las que se mueve un joven,

con sus parejas y pares, que dan pie a la propia identidad, la cual se construye y

reconstruye en relación con los demás, y que al estar en constante cambio posibilita la

emergencia de reconfiguración identitarias

5. Los diagnósticos y rotulación de una persona, tienen a hacer que esa persona se ajuste

a lo que dice la categoría o trastorno en la cual es descrita, teniendo carácter de

autoprofecía en un sentido negativo. Por lo tanto se ha demostrado que cuando se


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 130

dejan de lado estas rotulaciones a la persona, en este caso el joven es visto desde

paradigmas de los recursos y las posibilidades que le permiten reconfigurar sus

relaciones con sus sistemas significativos, de padres, pares y pareja y que tienen un

efecto directo sobre su relación consigo mismo.

6. El trabajo en equipos interdisciplinarios, para el abordaje de los síntomas depresivos,

es fundamental en la disminución del mismo y el bienestar del joven y su familia, fue

para la terapeuta satisfactorio poder trabajar de la mano de profesionales de la salud

que respetara el trabajo desde el enfoque sistémico incorporando a sus abordajes

médico, farmacológicos, y sociales, el abordaje sistémico en pro de buscar modelos de

terapia más integradores que en últimas benefician al joven y su familia quienes en

menor tiempo logran solucionar lo que los lleva a consultar y tener una nueva mirada

de sus problemáticas encontrando soluciones en familia, a situaciones que también

deben ser consideradas desde lo familiar.


Intervención Sistémica en jóvenes con síntomas depresivos 131

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