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Ficha 2

Metacognición: mente y cerebro


Marianne Peronard Thierry
El objetivo del estudio fue realizar una revisión histórica de las investigaciones
relacionadas a la metacognición, en función de la premisa de “comprobar si el
conocimiento consciente de ciertos procesos cognitivos y de las características de los
textos escritos contribuye a mejorar el desempeño de adolescentes en actividades
relacionadas con el lenguaje escrito, es decir, a hacer de ellos comprendedores y
productores de textos escritos más estratégicos”.

La autora desarrolla una revisión histórica-bibliográfica de la metacognición. En una


primera instancia se centra en lo propuesto por Flavell en relación con la conciencia, de
este modo da cuenta de cómo diversos postulados y propuestas sugerían el desarrollo
consciente del aprendizaje (desde Aristóteles, centrado en el ser, hasta Chonsky, y su
gramática generativa trasnformacional). Luego de esta revisión, la autora se centra en el
origen de la psicolingüística y los aportes que surgieron desde esta disciplina hacia el
fenómeno de la metacognición.

En cuanto a la metodología, el artículo es principalmente una revisión histórico-


bibliográfica de lo que se ha estudiado sobre la metacognición. En ese sentido, da
cuenta de cómo la metacognición se vincula a otras áreas del saber, que han posibilitado
el surgimiento de otras disciplinas (psicolingüística y neurolingüística, principalmente).

La autora toma como definición central los postulados de Flavell, centrándose en la idea
de la consciencia del conocimiento metacognitivo consciente (declarativo) y
automatizado (procedural). Luego, plantea que, tanto el constructivismo, como el interés
de otros especialistas no lingüistas, en el estudio del lenguaje, han posibilitado
enriquecer los estudios en relación con este fenómeno, y permiten su practicidad en la
esfera educativa, y “en especial para la enseñanza del lenguaje” por medio del uso de
estrategias lingüísticas. Asimismo, Peronard cierra planteando que “las estrategias
(lingüísticas o comunicativas) son conscientes e intencionadas, y en consecuencia,
sujetas a la autoreflexión y al control”. No obstante, plantea que (aunque no
categóricamente) que “el conocimiento procedural no es consciente, ni enseñable”.

De acuerdo con la lectura, creo que es pertinente hacer una revisión pormenorizada del
fenómeno educativo y sus objetivos. La idea de “aprender a aprender” va emparejada
con la concientización de nuestros actos, y como esta consciencia favorecería a la toma
de decisiones, sea el caso que sea. Por ello, la metacognición como estrategia educativa
es fundamental. Concuerdo plenamente con la idea de Peronard en relación a las
estrategias, como acción consciente e intencionada, sin embargo me surge la duda de
¿qué tan verbalizable son nuestras acciones?. En ese sentido, el conocimiento
declarativo, ¿favorece la comprensión y el resultado último (o meta) de mis objetivos?.

Para finalizar, el texto induce a profundizar sobre el tema de la consciencia y los


postulados de Ramachandran, en relación con la mente y la consciencia del yo,
vinculándolos al uso de estrategias de lectura y escritura en estudiantes de educación
superior.
Referencias:
Peronard, M. (2009) Metacognición: mente y cerebro, en Boletín de Filología, Tomo
XLIV, n° 2: 263-275.

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