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Existen dos proposiciones con respecto a las formas de gobierno, sus instituciones y de qué
manera emergen;
Otros consideran a las formas de gobierno como un producto espontaneo. Según ellos,
las formas de gobierno no son materia de elección. Los gobiernos no pueden erigirse
sobre una idea premeditada. “No se hacen, sino que crecen”. Esta escuela de
pensamiento considera a las instituciones políticas fundamentales de un pueblo como
una forma de desarrollo natural de la vida de ese pueblo, debido a sus hábitos,
instintos, necesidades inconscientes. Su voluntad no forma las instituciones políticas,
sino que se formaron para satisfacer necesidades del momento.
Si se adaptan a la opinión y al carácter nacional se eleva la posibilidad de que las
instituciones políticas perduren, al aumentar su numero de manera notable forma un
sistema político que satisface al pueblo que pertenece, pero que el mismo fracasaría si
se instala en un pueblo de distinta naturaleza y condiciones, el cual no lo genero de
manera espontánea.
Mill considera que ninguna de estas teorías esta en lo cierto, pero tampoco están
totalmente equivocadas.
-Las instituciones políticas son formadas por la voluntad del hombre, por lo tanto,
pueden ser tanto buenas como malas, pueden razonar con juicio y habilidad o todo lo
contrario. Lo fundamental de las instituciones políticas para Mill es que no deben ir en
contra de la cultura del pueblo.
-Considera que la maquinaria política no funciona por si misma, por ello los hombres
(incluso el vulgo), deben hacerla funcionar. Requiere de la conformidad de los
hombres y de su participación activa.
Haciendo referencia nuevamente a la negativa de aceptación por parte del pueblo hacia una
forma de gobierno, Mill establece que no se puede imponer una forma de gobierno a
ciudadanos que no la aceptan o respetan. A su vez, existen pueblos que si aceptan la forma de
gobierno, incluso la desean, pero no cumplen con las condiciones necesarias para esa
determinada de forma de gobierno. “existe la posibilidad que un pueblo prefiera un gobierno
libre, pero que por su indolencia, descuido, cobardía o falta de espíritu cívico, sea incapaz de
hacer los esfuerzos necesarios para conservarlo”. HAY PUEBLOS INCAPACITADOS PARA LA
LIBERTAD.
Existe también la posibilidad de que un pueblo no tenga la capacidad para cumplir con las
exigencias que impone determinada forma de gobierno. Aunque comprende los beneficios de
una sociedad civilizada, un pueblo con ciudadanos incultos puede estar incapacitado para
cumplir con las exigencias que impone una forma de gobierno en particular, es posible que
sean dominados por sus pasiones o que no quieran subordinar a las leyes la venganza de sus
problemas. En este caso, un gobierno despótico es el mas conveniente para estos pueblos, una
forma de gobierno en la cual los ciudadanos no tengan poder de ejercer el control. SI NO
COOPERA CON LA LEY Y LAS AUTORIDADES PUBLICAS SOLO PUEDE DISPONER DE UNA
LIBERTAD RESTRINGIDA Y CONTROLADA.
Es posible que un pueblo no este preparado para que en él se asienten instituciones buenas,
pero una parte esencial de su preparación (por parte del estado) consiste en avivar en él el
deseo de contar con esa clase de instituciones. Recomendar y abogar por ciertas instituciones
o formas de gobierno, y exponer sus ventajas de la forma mas eficaz, representa la forma mas
conocidas de educar el criterio de una nación, no solo para aceptar o reclamar, sino para hacer
funcionar a la institución.
Mill esta en contra de las monarquías, por mas que se diga que un buen despótico puede
instalar un buen régimen monárquico. En una monarquía un hombre maneja todos los asuntos
de un pueblo mentalmente pasivo, cuya pasividad entra dentro de las características del poder
absoluto. La nación y todos los ciudadanos carecen de una voz potencial sobre su propio
destino, no ejercen ninguna voluntad respecto a sus intereses colectivos, todo lo dictamina
una única voz externa a los intereses del pueblo.
El incentivo suficiente para la práctica mental consiste tener la perspectiva de poder aplicar los
pensamientos, es decir, son muy pocas las personas que se toman el trabajo de pensar cuando
sus ideas no producirán ningún efecto trascendente, o que se considere a si misma como apta
para cumplir funciones, pero que carece de toda oportunidad para llevarlas a cabo.
rey: tenes que dejar participar políticamente a las personas ya que las mejora y además
pueden perseguir sus propios intereses. Siempre y cuando no dañe a terceros o surja la
opresión de las mayorías a las minorías.
Si una persona no puede hacer nada por su país, este no le importara.
La mejor forma de gobierno para Mill es aquella en que la soberanía, o fuerza suprema de
último recurso, se deposita en el conglomerado total de la comunidad, y la cual el ciudadano
además de tener voz en el ejercicio de esa soberanía, en ocasiones, es llamado para formar
parte activa del gobierno, por el desempeño de alguna función publica.
La mejor forma de gobierno no consiste en una que sea practicable o elegible en todos los
grados de civilización, sino en una que, en las circunstancias en la que sea practicable y
elegible, vaya acompañada de la mayor proporción de consecuencias benéficas, inmediatas y
futuras. PARA ELLO LA MEJOR FORMA DE GOBIERNO, ES EL GOBIERNO POPULAR.