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Madrid.
18 de mayo de 2012
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RESUMEN
PALABRAS CLAVE
Prematuro, Atención Temprana, Escalas, hito evolutivo.
ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN ............................................................................................................ 1
1.1. JUSTIFICACIÓN DEL TEMA ................................................................................................. 1
1.2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA ....................................................................................... 2
1.3. OBJETIVOS...................................................................................................................... 4
1.3.1. Objetivo general .......................................................................................................................4
1.3.2. Objetivos específicos................................................................................................................4
1. INTRODUCCIÓN
Cuando oía hablar de niños prematuros sabía que eran niños con menor peso y tamaño
de lo normal pero no era consciente de qué manera podía influir este nacimiento
temprano en el desarrollo neurológico posterior. Recientemente llegaron a mi
conocimiento varios casos de niños con dificultades de aprendizaje cuyo único
denominador común era el nacimiento prematuro, por lo que comencé a interesarme y
querer involucrarme en este tema que por desgracia parece estar cada vez más en boga
debido a su incremento, ya que el número de nacimientos prematuros ha aumentado
considerablemente.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística en España en 2010 hubo 478.037
partos, de los cuales 32.878 fueron prematuros. Lo que indica un porcentaje del 6,88% 1.
Teniendo en cuenta la elevada cifra, creo que es necesaria una revisión de lo que trae
consigo la prematuridad. Ya que considero que las consecuencias que puede acarrear ser
prematuro son desconocidas para la mayoría de la población y lo que es más grave, para
las personas que se dedican a la educación de los niños de 0 a 6 años.
Por estos motivos he decidido unir el interés pedagógico por este colectivo con la
especialidad a la que espero dedicarme profesionalmente en unos años, la Atención
Temprana, disciplina todavía en sus comienzos, pero que considero que será de vital
importancia para prevenir estas necesidades educativas especiales.
En la investigación se va a reflejar que este tipo de población suele presentar una mayor
incidencia que los niños nacidos a término de sufrir alteraciones relacionadas con el
1
Instituto Nacional de Estadística (INE). Recuperado el 15 de Mayo de 2012 de www.ine.es.
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Rodríguez, Rocío
La mayoría de las veces los profesionales médicos y los propios padres ante el
desconocimiento se conforman con que el niño progrese, olvidando muchas veces las
repercusiones evolutivas que tiene en el cerebro nacer antes de los 9 meses. Las
consecuencias del nacimiento prematuro no se manifiestan en el ámbito educativo hasta
edades avanzadas. Pero si se hace un seguimiento adecuado de este tipo de niños desde
que nacen, encontraremos déficits en diversas áreas evolutivas. Especialmente en
aspectos cognitivos y conductuales, que son los que más influirán posteriormente en un
correcto rendimiento escolar.
Finalmente la propuesta de intervención que planteo consiste en una serie de pautas que
los padres de niños prematuros podrán utilizar para detectar un desarrollo inadecuado en
su hijo y en el caso de ser así, la forma de actuar con la que deben proceder. Por medio
de estas pautas los padres podrán conocer las consecuencias que puede traer consigo la
prematuridad, así como el conocimiento de los principales hitos evolutivos en el desarrollo
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Rodríguez, Rocío
Las pautas que propongo han sido elaboradas en función de investigaciones que han
trabajado con esta población y han defendido la eficacia de la Atención Temprana en las
áreas de desarrollo cognitivo y motor del niño. Se propone como evaluación de las pautas
que los padres lleven un registro evolutivo del niño prematuro.
1.3. Objetivos
- Determinar unas pautas de actuación para que los padres de niños prematuros
valoren la eficacia de la Atención Temprana como intervención positiva en los niños.
- Conocer los beneficios que pueden tener los programas de Atención Temprana en
los niños prematuros.
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Rodríguez, Rocío
- Plantear una serie de pautas a seguir para ayudar a los padres de niños
prematuros en la aplicación de programas de Atención Temprana.
2. MARCO TEÓRICO
A raíz de estos estudios se concluye que no siempre el niño con un peso menor de 2.500
gramos nace antes de las 37 semanas, por lo que en 1961 la OMS, a través de la
Academia Americana de Pediatría y en el informe Intrauterine growth retardation del
2
Informe técnico nº 27 (1950). Organización Mundial de la Salud, Ginebra.
3
Tercer informe del Comité de Expertos en Higiene Materno infantil (1961). La insuficiencia ponderal del
recién nacido desde el punto de vista sanitario. Organización Mundial de la Salud, Ginebra.
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Rodríguez, Rocío
- Recién nacido de bajo peso al nacimiento (RNBP), con un PN inferior o igual a 2.500
gramos.
- Recién nacido de muy bajo peso (RNMBP), con un PN inferior o igual a 1.500 gramos.
b) A partir de la edad gestacional (EG) (edad de un embrión, feto o recién nacido desde el
primer día de la última regla)6:
4 nd
Intrauterine growth retardation. 2 European Congress of Perinatal Medicine. Pág. 238. London 1970.
5
Protocolo Diagnóstico Terapéuticos de la AEP. Neonatología (2008). Asociación Española de Pediatría.
Sociedad Española de Neonatología. Recuperado el 8 de Mayo de 2012 de
http://www.aeped.es/documentos/protocolos-neonatologia.
6
MedlinePlus. Enciclopedia médica en español (2007). Recuperado el 25 de Enero de 2012 de
http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/002367.htm
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Rodríguez, Rocío
Para poder llevar a cabo una intervención adecuada en estos niños es fundamental
conocer cuáles son sus principales características en las diferentes áreas evolutivas. Para
ello se darán a conocer los primordiales déficits que sufren estos niños a nivel sensorial,
motor, cognitivo, emocional y conductual.
Es evidente que por medio de las sensaciones y percepciones, el niño recibe información
de lo que le rodea, lo cual le lleva a transformar poco a poco ésta en procesos superiores
de conocimiento, y desarrollar lo que conocemos como inteligencia. En estos niños
algunas de sus capacidades sensoriales pueden encontrarse disminuidas o anuladas
debido a causas físicas (Toro, 2004).
Los datos existentes relacionados con estas minusvalías se centran en los sentidos de la
vista y la audición. En concreto, en un estudio realizado por varios investigadores se
afirma que existen diferencias en las alteraciones visuales del niño prematuro en
comparación con los niños que no lo son en base a diferentes estudios y los resultados
hallados. Se encontró que los niños prematuros presentan déficits visuales de más de 3
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Rodríguez, Rocío
dioptrías en un 2,7% de los casos frente al 0,3% de niños nacidos a término (Larroque et
al 2008, citado en Álvarez, 2009). Asimismo en un seguimiento realizado hasta los 6 años
en niños prematuros, un 2% estaban ciegos, el 5% tenía déficit visual severo y el 29%
presentaba estrabismo o defectos de refracción (Marlow, Wolke, Bracewell & Samara,
2005, citado en Álvarez, 2009).
En base a estas investigaciones se puede concluir que las deficiencias visuales en los
niños prematuros se concentran en tres básicas, la ceguera, los déficits visuales severos
y los problemas de refracción que son aquellos en los que la visión es imperfecta como
consecuencia de la falta de enfoque de la imagen sobre la retina7.
También se encontró que la incidencia de hipoacusia grave (<70dB) es del 0,4% a los 5
años en niños de 24 a 32 semanas de gestación, frente al 0% en el grupo control de niños
7
http://www.geosalud.com/Ojos/defectos_refraccion.htm. Recuperado el 8 de Mayo de 2012.
8
National Dissemination Center for Children with Disabilities. (s.f.). Recuperado el 20 de Enero de 2012, de
www.nidcd.nih.gov/health/spanish/hearingaid_span.asp
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Rodríguez, Rocío
Además otros investigadores (Marlow et al, 2005) encontraron que a los 6 años de edad,
el 10% de los niños extremadamente prematuros, presenta algún grado de déficit auditivo
y el 3% presenta hipoacusia profunda.
Las deficiencias relacionadas con el desarrollo motor de los niños prematuros hacen
referencia a la parálisis cerebral, la hipertonía transitoria y el retraso motor simple. La
parálisis cerebral es el trastorno motor causado por una lesión en el cerebro, que afecta a
la capacidad del niño para moverse y mantener la postura (Pallás & de la Cruz, 2006). En
los niños nacidos a término la incidencia de parálisis cerebral es del 0,1 al 0,2% (Zeldin,
Bazzano, & Ratanawongsa, 2011). Dicha patología afecta entre un 2 y 15% de estos
niños, pudiendo alcanzar hasta un 20 o 25% en los de muy baja edad gestacional
(Hernández & Marlow, 2004). También se encontró en una valoración realizada a los 5
años en mil ochocientos diecisiete prematuros con edad gestacional de entre 22-32
semanas que existe una incidencia de parálisis cerebral de un 9% (Larroque et al, 2008,
citado en Álvarez, 2009).
En otro grupo de doscientos ochenta y tres prematuros con edad de gestación inferior a
26 semanas sufrían parálisis cerebral el 19% de los casos y en un 10% había una
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Rodríguez, Rocío
discapacidad motora grave (Wood, Costeloe, Gibson, Hennessy, Marlow & Wilkinson,
2005 citado en Álvarez, 2009).
La hipertonía transitoria se trata del incremento del tono muscular, es decir, existe un
aumento en la contracción parcial, pasiva y continua de los músculos que ayudan a
mantener la postura10. Los músculos están biológicamente preparados para madurar en
un medio líquido hasta la 40 semana de edad gestacional. Cuando un niño nace
prematuro su desarrollo se ve alterado ya que sus músculos deben soportar toda la
acción de la fuerza de la gravedad sin estar capacitados para ello, lo que interrumpe de
forma brusca la posición de flexión natural del feto. Esta patología suele desaparecer
antes de los 18 meses de edad, aunque en ocasiones la hipertonía suele ser el primer
signo de parálisis cerebral (Pallás, 2004).
El retraso motor simple consiste en un aplazamiento a lo largo de los dos primeros años
en la adquisición de las habilidades motoras, pudiendo responder a una leve hipotonía
(Marlow, Hennessy, Bracewell & Wolke, 2007 citado en Álvarez 2009). Lo que puede
generar un retraso en la obtención de los principales objetivos motores del niño no
desarrollándose de forma adecuada a este nivel. La no adquisición ciertas habilidades
motoras durante los dos primeros años condicionará el desarrollo posterior.
9
Asociación de padres de niños prematuros (APREM) (25/09/09). Datos niños y niñas prematuros.
Recuperado el 18 de Enero de 2012, de http://www.aprem-e.org/images/stories/documentos/APREM-
DatosNiosPrematuros.pdf.
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Rodríguez, Rocío
Los datos en relación a problemas motores señalan que existe un mayor predominio de
estas patologías en los niños prematuros que en los nacidos a término. Aspecto que
puede influir posteriormente en la adquisición de hitos evolutivos psicomotrices, afectando
a la consecución de objetivos del aprendizaje. Ya que las principales adquisiciones del
bebé durante los primeros años están basadas en el movimiento y la exploración.
Por otro lado, Álvarez (2009) afirma que las alteraciones cognitivas son consideradas
como la discapacidad más frecuente en los niños muy prematuros. Encontrándose una
diferencia de 18 puntos en el cociente intelectual entre los niños prematuros y los nacidos
a término, considerándose esta distinción como variable predictiva de las dificultades de
aprendizaje y del bajo rendimiento escolar (Bloch, 2010). Las investigaciones demuestran
que los niños prematuros presentan mayor probabilidad de presentar dificultades
cognitivas que los niños nacidos a término, lo que en el futuro puede acarrear problemas
de aprendizaje.
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Rodríguez, Rocío
En un estudio realizado por Wolke y Meyer (1999) descubrieron que los déficits en el
lenguaje y en las habilidades de prelectura fueron de 3 a 5 veces más frecuentes en los
niños prematuros que en los niños nacidos a término, debido a los déficits cognitivos que
presentaban. Hay tres estudios diferentes de Salt & Redshaw (2006), Grunau, Whitfield &
Fay (2004) y Hagen, Palta & Albanese (2006) donde se confirma que es frecuente que los
resultados académicos en los recién nacidos prematuros sean inferiores a los de sus
compañeros nacidos a término, especialmente en lectura, lenguaje y matemáticas11.
En base a las investigaciones se puede concluir que los niños prematuros presentan
menores puntuaciones en cociente intelectual, memoria y lenguaje que los niños nacidos
a término. Y que en estos niños existe mayor prevalencia de problemas cognitivos
relacionados con habilidades visomotoras, viso-perceptivas y déficits de atención, lo que
deriva en un incremento del riesgo de desarrollo de dificultades de aprendizaje
posteriores.
Al igual que ocurre con los déficits cognitivos, los niños prematuros también presentan
problemas emocionales y de conducta.
11
Salt, A., & Redshaw, M. (2006). Neurodevelopmental follow-up after preterm birth: follow-up after two
years. Early Human Development, 82, 185- 197.
Grunau, R. E., Whitfield, M. F., & Fay, T. B. (2004). Psychosocial and academic characteristics of extremely
low birth weight (<800 g) adolescents who are free of major impairment compared with term-born
control subjects. Pediatrics, 114, 723- 725.
Hagen, E. W., Palta, M., & Albanese, A. (2006). School achievement in a regional cohort of children born
very low birthweight. Developmental and Behavioral Pediatrics, 27, 112- 120.
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Rodríguez, Rocío
externalizantes entre las que se puede señalar el TDAH y las conductas de oposición o
enfrentamiento.
En este sentido hay algunos estudios que confirman que los niños que nacen antes de la
semana 28 o que tienen poco peso (<1000g) tienen tendencia a presentar problemas de
desarrollo emocional o de comportamiento12. Álvarez (2009) afirma que los niños muy
prematuros o con muy bajo peso al nacer presentan en la edad escolar una mayor
incidencia de conductas internalizantes y externalizantes en comparación con los niños
nacidos a término. Dentro de las internalizantes encontraríamos: la ansiedad, depresión o
aislamiento y entre las externalizantes: el TDAH, las conductas de oposición o
enfrentamiento.
Otros investigadores como Johnson, Hollis, Kochhar, Hennessy, Wolke & Marlow (2010)
encontraron que los niños prematuros presentan un riesgo del 11, 5% frente al 2,9% en
relación a la población normal de sufrir TDAH. Además presentan otros problemas de
conducta (conductas agresivas, destructivas, de enfrentamiento y similares), tendencia al
aislamiento, timidez, ansiedad, depresión y otras alteraciones psiquiátricas (Álvarez,
2009). Esto implica que los niños prematuros presentan mayor incidencia de TDAH, así
como problemas de conducta y emocionales.
12
Anderson, P; Doyle, L W and Victorian Infant Collaborative Study Group. (2003). Neurobehavioral
outcomes of school-age children born extremely low birth weight or very preterm in the 1990s. The
Journal of the American Medical Association, 289, 3264- 3272.
Mick, E., Biederman, J., & Prince, J. (2002). Impact of low birth weight on attention- deficit hyperactivity
disorder. Developmental and Behavioral Pediatrics, 23, 16- 22.
Wolke, D. (1998). Psychological development of prematurely born children. Archives of Disease in
Childhood, 78, 567- 570.
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Rodríguez, Rocío
Los hitos evolutivos a los que me voy a referir son aquellos normalmente alcanzados a
determinado mes por los niños con un desarrollo normalizado. Para ello utilizaré la
investigación realizada por Olhweiler, Silva y Rotta (2002), que se centra en las
adquisiciones del equilibrio estático: sostener la cabeza, sentarse con y sin apoyo;
adquisiciones del equilibrio dinámico: gateo, andar con apoyo y sin apoyo; desarrollo de la
percepción y sociabilidad: fijación y seguimiento de sonidos con la vista, conocer a
familiares, extrañar, entender gestos, conocer su nombre, dar palmas, decir adiós con la
mano; y el desarrollo del habla donde incluyen: realizar gorjeos, repetición de sílabas,
aparición de la palabra- frase y utilización de tres palabras.
Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de evaluar el desarrollo de un niño
prematuro es el concepto de edad corregida, es decir, la edad que tendría el niño si
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Rodríguez, Rocío
hubiera nacido a término. Para ello se resta a las semanas de un nacimiento a término
(40), las semanas de edad gestacional y ésta es la cifra que habrá que restar a la edad
real (Toro, 2004).
Por ejemplo para saber la edad real de un bebé a los 6 meses (24 semanas) de vida, si
ha nacido a las 30 semanas de gestación, hay que restar primero 40 menos 30, que son
10 semanas y restar estas 10 semanas a las 24 semanas de vida. Es decir este niño
tendrá una edad real de 6 meses, pero una edad corregida de 14 semanas, que son 3
meses y medio. Y a la hora de establecer sus adquisiciones evolutivas es fundamental
tenerlo en cuenta. El concepto de edad corregida se aplica hasta los 2 años de edad,
momento en que el sistema nervioso del bebé ha completado su desarrollo (Toro, 2004).
En los niños prematuros, el 97,1% sostiene la cabeza (se mantiene al niño en posición
sentada y mantiene la cabeza en el eje durante por lo menos 15 segundos) a los 3 meses
y el 100% obtiene esta adquisición a los 6 meses (Olhweiler et al, 2002). Sin embargo, la
media para adquirirlo en niños nacidos a término es a los 2 meses (Berger, 2007). Se
puede ver como en los niños prematuros existe cierto retraso en esta adquisición básica,
lo que conllevará el retraso en la obtención de consecuciones posteriores.
Respecto a sentarse con apoyo (el niño se inclina hacia delante con el apoyo de los
brazos) en niños nacidos a término se adquiere a los 5 meses (Amiel- Tison & Gosselin,
2006) y el 100% de niños prematuros lo consiguió a los 6 meses (Olhweiler et al, 2002).
También vemos un ligero retraso al sentarse, ya que los niños prematuros se sientan
apoyando los brazos más tarde que los niños nacidos a término. En cuanto a sentarse sin
apoyo (el niño se mantiene sentado solo durante 15 segundos o más) en los niños a
término se obtiene de media a los 7 meses (Amiel- Tison & Gosselin, 2006) en los niños
prematuros el 10,8% lo hacía a los 6 meses, el 95% a los 9 meses y el 100% a los 12
meses (Olhweiler et al, 2002). Quizá este retraso es el más acusado, probablemente fruto
de la suma de los anteriores e impedirá otras adquisiciones posteriores del equilibrio.
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Rodríguez, Rocío
Andar con apoyo fue conseguido por el 15, 8% de los niños prematuros a los 9 meses y
por el 76,5% a los 12 meses (Olhweiler et al, 2002). En los niños nacidos a término se
adquiere en torno a los 12 meses (Amiel-Tison & Gosselin, 2006). La bipedestación
autónoma (el niño puede dar tres pasos por lo menos sin apoyarse), el 17, 6% de la
población prematura lo consiguió a los 12 meses (Olhweiler et al, 2002). La media de
adquisición en la población nacida a término es a los 13 meses (Amiel-Tison & Gosselin,
2006). En vista a los resultados obtenidos se puede concluir que existe retraso
significativo en los ítems de medición del equilibrio dinámico entre los niños prematuros y
los nacidos a término, lo que condicionará el desarrollo evolutivo motor posterior.
Se puede destacar entre los problemas los que señalan Olhweiler, Silva y Rotta (2002)
quienes afirman que en los niños prematuros, los ítems de percepción de sonidos, fijación
y seguimiento con la vista fueron conseguidos por el 100% a los 3 meses. Considerados
dentro de la normalidad si los comparamos con los niños nacidos a término. Conocer a
familiares se dio en el 83, 6% de los niños prematuros a los 6 meses y en el 100% a los 9
meses.
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Rodríguez, Rocío
En otros ítems como conocer su nombre, en los niños prematuros el 5,7% lo hacía a los 6
meses, el 43,2 % a los 9 y el 100% a los 12 meses (Olhweiler et al, 2002). Sin embargo,
los niños nacidos a término lo adquieren antes de los 9 meses (Amiel-Tison & Gosselin,
2006). Además, los niños nacidos a término dan palmas desde aproximadamente los 7
meses (Berger, 2007). Y en los niños prematuros, el 0% lo hacía a los 6 meses, el 97,1%
a los 9 y el 100% a los 12 meses (Olhweiler et al, 2002).
Berger (2007) señala que el gorjeo se da el segundo mes en los niños nacidos a término.
En cambio, el 86,1% de los niños prematuros realizaba gorjeos a los tres meses
desapareciendo progresivamente hasta el 2,9% a los 12 meses (Olhweiler et al, 2002).
Asimismo la repetición de sílabas en los niños nacidos a término se da en torno a los 6
meses (Berger, 2007) y en los niños prematuros el 33, 3% lo hacía a los 6 meses y el
97,5% a los 9 y 12 meses (Olhweiler et al, 2002).
También se resalta que la aparición de la palabra-frase (es decir, una sola palabra hace
referencia a una frase, por ejemplo, decir “coche”, para dar a conocer que ahí está el
coche) en los niños nacidos a término se da por lo general a los 10-12 meses (Amiel-
Tison & Gosselin, 2006). En cambio el 97, 1% de los niños prematuros lo hacía a los 12
meses.
Además en relación a comenzar a utilizar tres palabras, los niños nacidos a término lo
hacen a partir de los 12 meses (Berger, 2007). Sin embargo, según datos de Olhweiler y
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Rodríguez, Rocío
otros (2002) el 2, 7% de los niños prematuros lo hacía a los 9 meses y el 61,8 a los 12.
Por lo que podemos concluir que existe una tardía consecución de ítems relacionados con
el desarrollo del habla en los niños prematuros.
El conocimiento de una serie de signos de alerta relacionados con los ítems evolutivos
estudiados ayudará al maestro a poder detectar alteraciones en el desarrollo de los niños
prematuros de su aula.
Se consideran signos de alerta no reaccionar a los ruidos al mes y a los 3 no seguir con la
mirada. No sostener la cabeza, no balbucear ni hacer “gorgoritos” a los 6. Así como
también no mantenerse sentado y no emitir bisílabos a los 9. No tener un vocabulario de
dos palabras con o sin significado a los 12. Y a los 15 meses no andar y no tener un
vocabulario de tres o cuatro palabras con o sin significado (Gutiez, 2005).
3. ATENCIÓN TEMPRANA
Una vez conocidas las principales alteraciones que sufren los niños prematuros se dará a
conocer en qué consiste la Atención Temprana y de qué forma puede ayudar en el
desarrollo global posterior de estos niños.
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Rodríguez, Rocío
Según esta definición la Atención Temprana consiste en una serie de intervenciones que
garantiza el tratamiento de los niños que presentan algún tipo de dificultad, con el fin de
evitar que se desarrollen deficiencias o que las dificultades ya existentes perjudiquen en
mayor medida la evolución del desarrollo infantil dañado. Lo que hace necesario este tipo
de intervención en los niños prematuros.
Al hablar de trastornos en el desarrollo hay que tener en cuenta que la evolución infantil
normalizada se caracteriza por la progresiva adquisición de diferentes funciones, como
son el control postural, la autonomía de desplazamiento, la comunicación, el lenguaje
verbal, y la interacción social. Esta evolución del niño se encuentra ligada al propio
proceso de maduración del sistema nervioso, iniciado ya en la vida intrauterina, también
vinculado a la organización emocional y mental. Para un ajustado desarrollo evolutivo
infantil es fundamental tanto una estructura genética adecuada como la correcta
satisfacción de las necesidades básicas a nivel biológico y psicoafectivo (Federación
Estatal de Asociaciones de Profesionales de Atención Temprana (GAT), 2000).
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Rodríguez, Rocío
contemplado por esta disciplina como un factor de riesgo biológico, considerando esta
población como susceptible de tratamiento (Gutiez, 2005).
De lo explicado se puede concluir que la Atención Temprana podría ser la medida más
adecuada para lograr que el desarrollo del niño mejore al contemplar las diferentes áreas
evolutivas.
El principal objetivo de la Atención Temprana es que los niños que presentan trastornos
en su desarrollo o tienen el riesgo de padecerlos, reciban, siguiendo un modelo bio-
psicosocial, todo aquello que de forma preventiva y asistencial pueda potenciar su
capacidad de desarrollo y de bienestar, posibilitando de la forma más completa su
integración en el medio familiar, escolar y social, así como su autonomía personal (Vidal,
2007).
La Atención Temprana debe ser accesible a todos los niños que padecen o pueden
padecer algún tipo de alteración en el desarrollo, bien sea ésta de tipo físico, psíquico o
sensorial. El niño es un ser global y cualquiera de estos factores pueden influir en un
adecuado desarrollo posterior. Todas las acciones e intervenciones que se llevan a cabo
en Atención Temprana deben considerar la globalidad del niño, teniendo en cuenta todo lo
que interviene en su desarrollo, incluyendo la familia y el entorno.
Los objetivos que se marca la Atención Temprana como disciplina son aplicables a los
niños prematuros, ya que persigue la reducción de los efectos de una deficiencia o déficit
sobre el desarrollo global del niño. Introduciendo para ello los mecanismos necesarios con
el fin de evitar la aparición de déficits secundarios asociados13.
La prevención primaria tiene como finalidad evitar las condiciones que pueden llevar a la
aparición de deficiencias en el desarrollo infantil. De esta área se ocupan los Servicios de
Salud, Sociales, Educación y los centros de Atención Temprana.
13
Libro Blanco de la Atención Temprana. Real Patronato sobre Discapacidad. pag. 14. Madrid 2000.
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Rodríguez, Rocío
Por último la prevención terciaria hace referencia a las actividades centradas en el niño y
su entorno que tratan de mejorar las condiciones de su desarrollo.
Los niños prematuros presentan hándicaps en diferentes áreas del desarrollo, por lo que
los programas de intervención en Atención Temprana han de ser planificados por un
equipo de profesionales de orientación interdisciplinar o transdisciplinar, capacitados para
realizar un adecuado diagnóstico, evaluación e intervención del niño. Normalmente estos
equipos están formados por psicólogos, pedagogos, trabajadores sociales,
fisioterapeutas, logopedas, especialistas en psicomotricidad, estimuladores y terapeutas
ocupacionales. Dentro del programa cada profesional se encargará de un aspecto
concreto (Perpiñán, 2009).
En función de las dificultades que presente cada niño se llevará a cabo un programa
específico adecuado realizado por los diferentes profesionales (psicólogos, pedagogos,
trabajadores sociales, fisioterapeutas, logopedas, especialistas en psicomotricidad
estimuladores y terapeutas ocupacionales). Para la evaluación y detección de las
dificultades se utilizan diferentes escalas de desarrollo, que son una serie de instrumentos
de medición que permiten evaluar el progreso evolutivo de los niños en diferentes áreas
con el fin de establecer comparaciones en función de los logros adquiridos en cada etapa
de su vida. (Perpiñán, 2009).
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Estudios como Enhancing the outcomes of low-birth-weight, premature infants (The Infant
Health and Development Program (1990) señalan que el seguimiento de un programa de
Atención Temprana influye de forma positiva en el desarrollo cognitivo de los niños
prematuros de muy bajo peso al nacimiento. Además los niños alcanzan mejores
puntuaciones en cociente intelectual en la Escala de Inteligencia de Stanford- Binet14 a los
36 meses que los niños que habían recibido intervención de menor intensidad (Ramey,
Bryant, Wasik, Sparling, Fendt & La Vange, 1992, citado en Sánchez 2006).
Otros autores como Kleberg, Westrup y Stjiernqvist (2000) concluyeron que los efectos de
los programas de Atención Temprana a corto plazo son escasos por lo que para confirmar
sus efectos es necesario hacer un seguimiento a largo plazo.
La validez de la Atención Temprana también queda demostrada en una revisión sobre las
principales investigaciones que tratan la eficacia de esta disciplina en niños prematuros.
En ella se concluye que la intervención disminuía el descenso de cociente intelectual que
se suele dar en los niños prematuros nacidos con bajo peso. (Blair & Ramey, 2000 citado
en Sánchez, 2006).
14
Terman (1916). Universidad de Stanford. Stanford, California (EEUU).
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Rodríguez, Rocío
4. ESTUDIO DE CASO
Ana nace a las 36 semanas de gestación por cesárea y pesa 1800 gramos, por lo que es
considerada como recién nacida prematura de bajo peso al nacimiento. El psicólogo con
el que colaboro conoce a Ana en contexto extra profesional a los 15 meses de edad
cronológica. Al preguntar la edad de la niña, se sorprende por la falta de desplazamiento
motor, ya que todavía no gatea, ni presenta intención de andar. Finalmente anda a los 19
meses.
El psicólogo la describe como una niña tremendamente simpática con la cual es muy fácil
establecer relación y que accede fácilmente a jugar. También le sorprende la escasa
presencia de vocabulario. A través del juego y la estimulación consigue atraer la atención
de la niña y que poco a poco comience a desplazarse para conseguir un juguete que se la
ofrece, apareciendo un incipiente gateo. Advierte del retraso madurativo de la niña, pero
pierde el contacto con ella.
Alrededor de los 40 meses vuelve a verla y observa escaso vocabulario con mala
pronunciación. Habla poco y se le entiende mal. Y asegura que no presenta la actividad
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Rodríguez, Rocío
motora correspondiente para un niño de esta edad. Vuelve a intentar hacer ver a los
padres que su edad cronológica no corresponde con su etapa evolutiva, sugiriendo una
evaluación.
No es hasta los 5 años y 6 meses cuando los padres finalmente piden ayuda de este
profesional por petición expresa de la profesora de 3º de Infantil, que solicita un
diagnóstico y evaluación sobre el desarrollo para descartar problemas a nivel madurativo.
Lo primero que se les dice a los padres es que es necesaria una exploración médica a
nivel auditivo y visual al ver en la niña dificultad en la atención y una ligera desviación en
el ojo derecho. A partir de este momento comienza el proceso de intervención.
Por los datos recogidos después, se conoce que cuando la niña entra en el colegio a los 3
años no habla. También los padres afirman que era más tranquila de lo normal. Pero aún
así no es hasta los 5 años cuando la profesora solicita una evaluación. El padre no le da
importancia y piensa que únicamente se trata de una evolución lenta y hace
constantemente hincapié en sus propias dificultades para aprender hasta los 11 años,
déficits que no le han imposibilitado estudiar posteriormente una carrera.
Aseguran también que ni el pediatra ni ninguno de los profesionales médicos que existen
en la familia advirtieron nunca del retraso de la niña a nivel de lenguaje ni psicomotor. La
madre la describe como una niña que no se frustra y que es feliz en su mundo. Quien la
conoce la cataloga como “la niña feliz”.
15,
Escalas McCarthy de Aptitudes y Psicomotricidad para niños (MSCA). Madrid: TEA Ediciones, S. A. Las
escalas McCarthy permiten evaluar mediante una amplia serie de tareas de carácter lúdico aspectos
cognitivos y psicomotores del desarrollo del niño. La batería está integrada por 18 test que dan lugar a 5
escalas (verbal, perceptivo-manipulativa, cuantitativa, memoria y motricidad), además de un índice general
cognitivo (GCI). La aplicación es individual, el tiempo de aplicación entre 45- 60 minutos. La edad de
aplicación desde 2 años y medio hasta 8 y medio. Recuperado el 01 de Febrero de 2012 de
http://web.teaediciones.com/MSCA--ESCALAS-MCCARTHY-DE-APTITUDES-Y-PSICOMOTRICIDAD-
PARA-NINOS.aspx.
-pág. 24-
Rodríguez, Rocío
A los 7 años se le reconoce por la Comunidad de Madrid como alumna con Necesidades
Educativas Especiales, donde se la categoriza como con una discapacidad de grado
ligero, que cursa con Trastorno de Déficit de Atención y ambliopía en el ojo derecho.
También en este informe se advierte de la necesidad de desarrollar la atención, el
razonamiento y la comprensión, así como afirmar el lenguaje comprensivo y expresivo,
afianzar el proceso de la lecto-escritura, y desarrollar la motricidad gruesa y fina17.
También se insiste en que necesita recibir apoyo de PT (Pedagogía Terapéutica) y AL
(Audición y Lenguaje) y realizar adaptaciones curriculares en todas las áreas del currículo,
poniendo especial cuidado en aquellos contenidos relacionados con la comprensión, el
razonamiento, la adquisición de la lecto-escritura, el cálculo y el razonamiento
matemático.
En informes posteriores del colegio, se asegura que la niña va mejorando, aunque en las
notas no se aprecia un cambio significativo.
16
Información recogida del informe neurológico del médico.
17
Información recogida de informe de Determinación de Necesidades Educativas Especiales del Equipo de
Orientación Educativa y Psicopedagógica (EOEP) de la Comunidad de Madrid.
-pág. 25-
Rodríguez, Rocío
La niña continúa yendo al psicólogo y a los 7 años y 7 meses se sugiere otra evaluación,
ante la que la madre parece reacia. Finalmente se la evalúa de nuevo a los 7 años y 10
meses mediante la Escala Mc Carthy. A través de esta evaluación se puede apreciar una
cierta mejoría de la niña, ya que en casi todas las áreas presenta un desajuste de año y
medio entre la edad cronológica y la edad mental. Y en la anterior evaluación mediante la
misma prueba hecha dos años antes presentaba un desajuste de 1 año y 9 meses.
Debido a que a los 8 años deciden dejar de acudir al psicólogo por temas económicos, no
se puede continuar evaluando su desarrollo. La evolución que seguirá esta niña es
desconocida, pero a través de este caso, se puede ver como una niña prematura
progresó al comenzar a recibir una atención temprana especializada. En base a los
resultados obtenidos en la investigación considero que estos beneficios habrían sido
mucho mayores de haber detectado las dificultades que presentaba años antes.
Es criticable la actuación que se llevó a cabo con esta niña por parte de padres y
médicos. Teniendo en cuenta este caso es útil conocer qué aspectos fallaron en el
diagnóstico y cómo se podría haber mejorado la Intervención en base al estudio realizado
de los niños prematuros.
Con este caso se quiere confirmar los datos aportados por los diferentes estudios sobre
los niños prematuros, reafirmándose muchas de las dificultades encontradas en estos. Así
como la mejoría que aporta el comienzo de una intervención en Atención Temprana.
Ana nace a las 36 semanas de gestación por cesárea y pesa 1800 gramos. En función de
las semanas de un nacimiento a término (40) Ana presentará una edad corregida de 4
semanas menos. El concepto de edad corregida se aplica hasta los 2 años de edad,
momento en que el sistema nervioso del bebé ha completado su desarrollo (Toro, 2004).
-pág. 26-
Rodríguez, Rocío
A los 14 meses de edad corregida (15 de edad biológica) la niña no gatea, ni presenta
intención de andar. Hemos visto que se considera signo de alarma no andar a los 15
meses de edad corregida (Gutiez, 2005). Por lo que a pesar de que todavía está en lo
normativo, presenta un desarrollo motor tardío. Finalmente anda a los 18 meses de edad
corregida (19 de edad biológica), muy tarde para un desarrollo evolutivo normal, ya que la
media de adquisición de la marcha en la población nacida a término son los 13 meses
(Amiel-Tison & Gosselin, 2006).
Respecto al habla, a los 14 meses de edad corregida (15 de edad biológica) sorprende su
falta de vocabulario. A partir de los 12 meses, los niños nacidos a término, comienzan a
manejar tres palabras (Berger, 2007). Y no utilizar un vocabulario de tres o cuatro
palabras es considerado signo de alarma (Gutiez, 2005).
Se recalca que es una niña muy simpática con la cual es muy fácil establecer relación y
que accede fácilmente a jugar. Probablemente la existencia de este buen temperamento
encubre en cierto modo las dificultades existentes.
Como aporta el psicólogo, a través del juego y la estimulación aparece en la niña el gateo,
aspecto motor que faltaba y a través del cual se demuestra que con la motivación
adecuada surge espontáneamente. Indicando que hay un problema de falta de
estimulación, puesto que si hubiera existido un problema físico a nivel motor, la
adquisición no se habría dado de forma tan rápida.
Otro signo de alerta muy llamativo es que a los 36 meses cuando entra en el colegio no
habla. Es sorprendente como llegados a este punto en el colegio no sugieren una
evaluación. También se insiste en que ni el pediatra ni ninguno de los profesionales
médicos que existen en la familia advirtieron nunca del retraso de la niña a nivel de
lenguaje ni psicomotor.
Aquí entra en juego la actuación de los padres y las defensas utilizadas, ya que justifican
de forma continua las deficiencias de su hija con aspectos positivos. Insisten en que se
trata de una evolución lenta y que se repite como en el caso del padre. Enfatizan
continuamente lo simpática que es. El apodo de “la niña feliz” también es algo que
recalcan en el colegio. Perjudicándola mucho con la utilización de estas defensas.
-pág. 27-
Rodríguez, Rocío
Se sugiere una exploración médica a nivel auditivo y visual al detectar en la niña dificultad
en la atención y una ligera desviación en el ojo derecho. Se la diagnostica una ambliopía
en el ojo derecho, y se la pone gafas.
Hemos visto como los niños prematuros presentan un mayor porcentaje de problemas
visuales que los niños nacidos a término. Algo tan elemental como que un niño puede no
aprender porque no ve, muchas veces se les escapa a los profesionales de la educación.
Por este motivo lo primero que hay que hacer es descartar causas físicas.
Una vez detectadas estas dificultades, considero que lo adecuado como propuesta de
intervención temprana, habría sido comenzar con un tratamiento multidisciplinar y
transdisciplinar, donde los diferentes especialistas trabajaran de forma conjunta para
conseguir un desarrollo lo más ajustado posible dentro de las limitaciones propias de la
niña.
En primer lugar, un psicólogo debería haber realizado de forma mucho más temprana la
detección de las principales deficiencias mediante las pruebas de desarrollo oportunas.
Una vez realizado el correcto diagnóstico, se habría fijado un programa concreto con una
serie de objetivos delimitados en cada una de las áreas donde aparecían dificultades.
Por los datos de los que disponemos, lo correcto habría sido comenzar con una
intervención con psicólogo, logopeda y fisioterapeuta.
El psicólogo habría sido el encargado de potenciar todos aquellos aspectos cognitivos que
se encontraran mermados. Para ello se habrían ido trabajando cada uno de los objetivos
marcados por cada etapa evolutiva acompañado del adecuado apoyo emocional para
-pág. 28-
Rodríguez, Rocío
Mediante la estimulación con el logopeda se habría trabajado todo el área del lenguaje,
para la mejora de las dificultades verbales, por medio de los ejercicios correspondientes.
Al igual que el fisioterapeuta habría sido el encargado de trabajar el área motora.
5. PROPUESTA DE INTERVENCIÓN
Como se ha podido comprobar mediante el caso aportado, muchas veces una mala
actuación por parte de los padres dificulta la rápida intervención en los niños prematuros
con problemas de desarrollo. Por esta razón parece oportuno indicar una serie de pautas
que se deberían seguir con los padres de estos niños. Las diferentes fases que
podríamos incluir para actuar de forma correcta son las siguientes:
- Aportación de una guía con los principales hitos del desarrollo infantil, para el
seguimiento adecuado de la evolución de su hijo en colaboración con el pediatra.
-pág. 29-
Rodríguez, Rocío
qué aparecer en su bebé es importante que permanezcan atentos al desarrollo del niño.
Para ello se les puede entregar un calendario con la aparición de los principales hitos
evolutivos en el niño durante los primeros años, para que permanezcan atentos al
desarrollo de su hijo.
- 10 meses: Gateo.
18
Amiel-Tison, C., & Gosselin, J. (2006). Desarrollo neurológico de 0 a 6 años. Etapas y Evaluación. Madrid:
Narcea, S.A de Ediciones.
Berger, K. S. (2007). Psicología del Desarrollo. Infancia y Adolescencia (7ª ed.). Editorial Médica
Panamericana.
19
Gutiez Cuevas, P. (2005). Atención Temprana. Prevención, detección e intervención en el desarrollo (0- 6
años) y sus alteraciones.Editorial Complutense.
-pág. 30-
Rodríguez, Rocío
Gracias a esta información los padres detectarán de forma sencilla cuando su hijo no se
está desarrollando de forma correcta y podrá llevar un seguimiento más completo en
colaboración con el pediatra y consultar aquellas dudas que tengan partiendo de unos
conocimientos mínimos. En ocasiones las visitas al médico se centran únicamente en
valorar cuando el niño está enfermo y el pediatra no posee el tiempo necesario para
considerar otros aspectos evolutivos. Si los padres están informados sobre la aparición de
determinadas habilidades será mucho más fácil ayudar al pediatra a diagnosticar posibles
déficits. En este calendario se les explicarán además conceptos como el de edad
corregida y la importancia de tener en cuenta ésta en lugar de la edad cronológica hasta
los dos años a la hora de valorar la evolución del niño prematuro.
Tras esta investigación he llegado a la conclusión de que la Atención Temprana puede ser
una de las soluciones para lograr que el desarrollo infantil de estos niños evolucione
positivamente y sufra un menor retraso respecto a la de otros niños que no son
prematuros. Esto implica que sea necesario que los padres conozcan lo que es la
Atención Temprana. Por lo que también será de utilidad adjuntarles una información
mínima que les permita el conocimiento de esta disciplina y cómo puede ayudar a los
niños prematuros. Dicha información podría ser elaborada por los mismos centros de
Atención Temprana y distribuida en cada hospital. En ella se explicarían los diferentes
especialistas que forman parte de esta disciplina (psicólogos, pedagogos, fisioterapeutas
y logopedas), las funciones que realiza cada uno y a cuál de ellos es necesario acudir en
función del área o áreas en la que el niño presente dificultades.
En función de las áreas en las que el niño muestre carencias necesitará diferentes
especialistas. Si el niño presenta problemas motores la intervención la realizaría el
fisioterapeuta, si tiene trastornos del lenguaje y fonéticos el logopeda, el psicólogo se
encargaría de las alteraciones emocionales y de conducta y por último, las dificultades
cognitivas y del aprendizaje serían tratadas por el psicólogo o pedagogo.
Además, por medio de esta información se les hará ver la importancia que puede tener en
el futuro una buena y rápida detección de las dificultades del niño. Considero que si en
muchos casos los padres no saben actuar de la forma adecuada es principalmente por
falta de conocimiento. Por lo que es necesario ofrecerles todos los medios disponibles
para poder comenzar con la intervención lo antes posible. De esta forma cuando el niño
comience la escolaridad los padres podrán hablar con los maestros para darles a conocer
-pág. 31-
Rodríguez, Rocío
que son conscientes de los problemas evolutivos que puede presentar su hijo y
colaborarán de forma más activa y acertada con el centro educativo. Esta comunicación
deberá darse desde el comienzo de la etapa escolar mediante una entrevista personal
con los padres antes de la escolarización y reuniones establecidas periódicamente a lo
largo del curso escolar. Muchas veces los profesores se sienten cohibidos a la hora de
dar feedback negativo sobre el desarrollo del niño y de esta forma les será mucho más
fácil.
Una vez que los padres estén siendo guiados por profesionales será más fácil que una
vez pasados los 6 años el seguimiento del desarrollo del niño sea más global con el fin de
evitar problemas educativos, conductuales y emocionales futuros.
En base a las diferentes investigaciones se puede concluir que la aportación de una serie
de pautas a seguir por parte de los padres de niños prematuros resulta eficaz, ya que en
el caso de aparecer déficits en estos niños se ha demostrado que la aplicación de un
programa de Intervención Temprana resulta provechoso para ellos.
Es fundamental permanecer atento ante los diferentes signos de alarma que indican que
el niño prematuro no se está desarrollando como debería. Y el adecuado conocimiento de
los hitos evolutivos normativos por medio de las escalas de desarrollo ayudará a
detectarlos.
Para ayudar a la detección de las dificultades que aparezcan en el niño prematuro los
padres podrían llevar un registro en el que comparar las adquisiciones evolutivas de los
niños nacidos a término y las de su hijo. De forma que en el caso de tener que acudir al
-pág. 32-
Rodríguez, Rocío
especialista al observar retrasos en el desarrollo, quede bien anotado cuáles son y las
fechas de cada uno de ellos. Realizando un historial del niño.
Es cierto que muchos de estos problemas no son fáciles de detectar de los 0 a los 6 años,
pero si sabemos que existe una población específica que tiene mayor probabilidad de
sufrir déficits, es imprescindible estar alerta con el fin de poder detectar alteraciones en el
desarrollo. Ya que un diagnóstico acertado en el momento oportuno puede evitar
dificultades futuras. Y se ha comprobado mediante numerosos estudios como la
Intervención en Atención Temprana puede ayudar a ello.
Una vez que se conoce una problemática, conviene identificar qué individuos de la
población la sufren para ser estudiada, quizás el problema como en la mayoría de los
casos es el económico. Los centros de Atención Temprana están sobresaturados y se les
da preferencia a los niños más pequeños con patologías más graves.
6. CONCLUSIONES
-pág. 33-
Rodríguez, Rocío
Para poder llegar a la consecución de este objetivo general ha sido necesario el desarrollo
de otros más específicos:
-pág. 34-
Rodríguez, Rocío
Asimismo en los niños prematuros existe mayor incidencia de problemas motores, siendo
más probable la aparición de parálisis cerebral en los niños con menor edad de gestación.
Y surgiendo con mayor frecuencia en estos niños alteraciones en el tono, tales como
hipertonía transitoria y retraso motor simple.
En relación a otro tipo de secuelas se ha encontrado que las alteraciones cognitivas son
la discapacidad más frecuente en los niños prematuros y variable predictiva de las
dificultades de aprendizaje y el bajo rendimiento escolar. En ellos se ha encontrado mayor
prevalencia de alteraciones cognitivas, de inteligencia, memoria y lenguaje. Además, sus
resultados académicos son inferiores, especialmente en lectura y matemáticas.
Para saber si un niño se está desarrollando de forma adecuada se utilizan las escalas de
desarrollo, ya que a través de ellas podremos conocer si el niño está madurando de forma
correcta. Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de evaluar al niño prematuro
mediante una escala de desarrollo es el concepto de edad corregida. Para ello se resta a
las semanas de un nacimiento a término (40), las semanas de edad gestacional y ésta es
la cifra que habrá que restar a la edad real.
-pág. 35-
Rodríguez, Rocío
- Conocer los beneficios que pueden tener los programas de Atención Temprana
en los niños prematuros. Y defender la eficacia de esta disciplina en el niño
prematuro mediante el conocimiento de las dificultades que presentan y los
resultados positivos de la rápida intervención.
Para confirmar los efectos de los programas de Atención Temprana es preciso hacer
seguimientos a largo plazo. También el comienzo de la intervención lo antes posible es
uno de los factores que determina la eficacia de los programas de Atención Temprana y
consigue resultados más significativos.
- Plantear una serie de pautas a seguir para ayudar a los padres de niños
prematuros en la aplicación de programas de Atención Temprana.
Las diferentes fases incluidas para actuar de forma correcta con niños prematuros
consisten en primer lugar en proporcionar información médica sobre las posibles secuelas
de la prematuridad, aportando una guía con los principales hitos del desarrollo infantil
-pág. 36-
Rodríguez, Rocío
Esta información les permitirá una comunicación más eficaz con el profesorado del niño
que les ayudará a conocer si éste se está desarrollando de forma correcta y en caso de
no ser así poder ponerlo en conocimiento del pediatra y realizar la derivación al
profesional adecuado.
En base a las diferentes investigaciones se puede concluir que la aportación de una serie
de pautas a seguir por parte de los padres de niños prematuros resultará eficaz. Este
conocimiento ayudará a la detección de las deficiencias existentes lo antes posible, por lo
que se podrá intervenir de forma más temprana, mejorando el desarrollo global de estos
niños.
También puede ser conveniente establecer la obligación de evaluar a todos los niños
mediante escalas de desarrollo para conocer si su desarrollo evolutivo es el adecuado.
Para ello la creación de equipos psicopedagógicos en todos los centros de Educación
Infantil sería algo primordial.
-pág. 37-
Rodríguez, Rocío
Sería interesante un estudio más extenso que el que se presenta para lograr conocer en
que medida la Atención Temprana es eficaz. Desarrollando estudios sobre cuáles son los
aspectos concretos en los que esta disciplina puede ayudar. Así como plantear diferentes
programas especializados en función de las necesidades de los niños prematuros.
Puede ser importante idear diferentes modos de dar a conocer esta disciplina para
concienciar a la sociedad de los beneficios que empieza a generar.
-pág. 38-
Rodríguez, Rocío
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