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Determinación de enzimas séricas pancreáticas

Las cifras elevadas de las diferentes enzimas pancreáticas en plasma y orina apoya en una lesión pancreática. Este
hallazgo constituye a los pilares del diagnóstico de la pancreatitis aguda.

Las principales causas de pancreatitis son las enfermedades de las vías biliares y el alcoholismo crónico, la situación
en las enzimas pancreáticas elevan sus niveles en sangre. Sin embargo no existe una relación directa entre la duración
y la altura de los aumentos de actividad enzimática en suero con la gravedad y pronóstico de esta enfermedad. Una
enzima que se dosa es la amilasa en condiciones normales, sólo el páncreas y las glándulas salivales contribuyen en
niveles séricos, esta enzima proviene de las trompas de Falopio, los ovarios, las glándulas salivales, el intestino, el
pulmón, la próstata y el hígado. Por esta razón, en los procesos inflamatorios pueden provocar elevaciones de las cifras
de amilasa.

Debido a la inespecificidad suele utilizarse la detección sérica de la fracción P3 de la amilasa (isoenzima de origen
pancreático, aislada por electroforesis) que ha sido observada de forma casi constante en la pancreatitis aguda y está
prácticamente ausente en los abdómenes agudos. Además se emplea la cuantificación de la lipasa sérica, que es la
segunda determina para el diagnóstico de la pancreatitis aguda. La lipasa es más del páncreas, aunque se produce por
el intestino, la faringe, el riñón y el bazo que en procesos inflamatorios y provoca elevaciones de la enzima.

Otra posibilidad es fraccionar la amilasa en sus isoenzimas salival (S) y pancreática (P). La inhibición de la isoamilasa
tipo S, por un doble anticuerpo monoclonal, es un método sencillo que permite juzgar la elevación aislada de la enzima
de origen pancreático, evitando el problema de confusión con hiperamilasemias extrapancreáticas.

En oposición al aumento de amilasa, puede estar elevado en enfermedades no pancreáticas (ejemplo parotiditis) el
aumento de lipasa solo se debe al páncreas.

La amilasa, se filtra por el glomérulo por su bajo peso molecular, en cambio la lipasa presenta un alto peso molecular
no se filtra y en consecuencia no aparece en orina. Por tal motivo, se determina la amilasa en orina, recogiendo la
muestra de dos horas. Sin embargo, en ocasiones, es posible detectar niveles urinarios de amilasa elevados mediante
la sangre, ya que en algunos casos la elevación de amilasa sérica.

Las enzimas pancreáticas pueden ayudar en el pancreatitis crónica. En esta enfermedad, la disminución de los niveles
de amilasa total, amilasa pancreática, lipasa y tripsina orientan a la pérdida del parénquima exócrino. Por el contrario,
su elevación, con intensidad discreta, coincide con brotes de dolor, donde señala la permanencia de actividad
inflamatoria aguda sobre tejido, en el contexto de enfermedad crónica.

Debemos de tener en cuenta los casos graves de necrosis pancreática pueden disminuir de actividades enzimáticas
elevadas. Las determinaciones enzimáticas no se realizan con anticipación deja de ser de comprobar actividades
elevadas.

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