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F O R O 5

Geología General
Como se indicó en la clase ya dada, el resultado más significativo de la meteorización
química es la descomposición de los minerales inestables y la generación o retención de
aquellos minerales que son estables en la superficie terrestre.
Además de alterar la estructura interna de los minerales, la meteorización química produce
también cambios físicos. Por ejemplo, cuando el agua corriente ataca a los fragmentos
rocosos angulosos a través de las grietas, los fragmentos tienden a adoptar una forma
esférica. El redondeado gradual de las esquinas y los bordes de los bloques angulares se
ilustra en la Figura.
Las esquinas son atacadas con más facilidad debido a su mayor área de superficie con
respecto a su volumen, en comparación con los bordes y las caras. Este proceso,
denominado meteorización esferoidal, proporciona a la roca meteorizada una forma más
redondeada o esférica.
A veces, durante la formación de los bloques esferoidales, se separan envueltas sucesivas
del cuerpo principal de la roca. Por fin las capas externas se desprenden, permitiendo que
la actividad de la meteorización química penetre más en profundidad en el cuerpo rocoso
principal. Esta descamación esférica se produce porque, a medida que los minerales de la
roca se meteorizan a arcilla, su tamaño aumenta mediante la adición de agua a su
estructura. Este mayor tamaño ejerce una fuerza hacia el exterior que induce el
debilitamiento y desprendimiento de las capas concéntricas de la roca.
Por consiguiente, la meteorización química produce fuerzas lo bastante grandes como para
causar meteorización mecánica. Este tipo de meteorización esferoidal, en el cual las capas
se desgajan, no debe confundirse con el fenómeno de lajeamiento comentado antes. En el
lajeamiento, la fractura se produce como consecuencia de la descompresión, y las capas de
roca que se separan del cuerpo principal están en gran medida inalteradas en el momento
de la separación.

Meteorización esferoidal de una roca intensamente diaclasada. El agua que se mueve


a través de las grietas empieza a agrandarlas. Dado que las rocas son afectadas más
en las esquinas y en los bordes, adoptan una forma esférica. La foto muestra la
meteorización esferoidal en el monumento nacional Joshua Tree, California. (Foto de
E. J. Tarbuck.)
Lugar: Quebrada Carrizalillo / Región de Atacama (Chile); Foto W.
Griem 1999 (R1999)

METEORIZACIÓN ESFEROIDAL
Forma especial de la meteorización en rocas intrusivas. A causa del fracturamiento la
meteorización afecta las rocas en bloques esferoidales.
Una forma de la meteorización esferoidal más avanzada. Solamente se quedaron bloques
bien redondos en una llanura. Alrededor de los bloques se encuentra el material suelto que se
desintegró de las rocas. La roca era una roca intrusiva.

Foto: Sector entre Jarilla y Vallenar (Región Atacama / Chile). W. Griem


2005; Kodak7619. Foto en grande
Este proceso de meteorización puede ocurrir en rocas de origen variado.
Merced al mismo, la roca produce fragmentos que se desprenden como láminas
concéntricas. Por tal razón y debido a su semejanza con las hojas (catáfilas)
que conforman una cebolla, también se la denomina disyunción catafilar. En
este proceso juegan diversos factores. En primer lugar es fundamental la
infiltración de agua a lo largo de grietas, y la diferente facilidad de distintos
minerales para ser alterados a partir de las soluciones circulantes por los poros
de las rocas. En los casos en los que ocurre este proceso en rocas graníticas
expuestas en la superficie, también juega un rol importante la dilatación y
contracción de los minerales constituyentes, ante el calentamiento diurno por
insolación y el enfriamiento nocturno.
También es llamada encamación concéntrica, consisten en la separación,
en forma de delgadas escamas curvadas de la roca, semejando a una
cebolla. Se piensa que esto ocurre, al menos en parte, debido a la
reducción de la presión que se produce cuando la roca situada encima es
erosionada, un proceso denominado descompresión.
Las masas rocosas no se meteorizan de una manera uniforme. Observe la foto
de un dique de la Figura.

La estructura vertical
del fondo es un dique,
que es más resistente a
la meteorización que la
roca circundante. Este
dique se encuentra al
oeste de Granby,
Colorado, cerca del
Arapaho National
Forest. (Foto de R. Jay
Fleisher.)

La masa ígnea duradera permanece encima del terreno circundante como una
pared de piedra. A este fenómeno se le denomina meteorización diferencial.
Los resultados varían en escala de la superficie rugosa e irregular de la lápida
de mármol de la Figura, a las exposiciones enérgicamente esculpidas del valle
de los Monumentos.

El examen de las lápidas revela la velocidad de meteorización química en


diversos tipos de roca. La lápida de granito (izquierda) se colocó cuatro
años después que la de mármol (derecha). La fecha de inscripción de 1872
del monumento de mármol es casi ilegible. (Fotos de E. J. Tarbuck.)
Muchos factores influyen en la velocidad de meteorización de la roca. Entre los
más importantes se encuentran las variaciones de la composición de la roca. La
roca más resistente sobresale en forma de montes o puntas o como acantilados
más empinados en una ladera irregular. El número y el espaciado de las
diaclasas también puede ser un factor significativo. La meteorización
diferencial y la erosión ulterior son responsables de la creación de muchas
formaciones rocosas y morfologías inusuales, a veces espectaculares.
La crioclastia (de kryos, frío) llamada también gelifracción, consiste en la
fragmentación de la roca cuando, por las variaciones de temperatura, el agua,
que rellena los huecos de las rocas y que puede penetrar más o menos en ella,
se congela. El paso de líquido a sólido provoca un aumento de volumen de en
torno a un 10 por ciento, lo que somete a la roca a una tensión, que provoca el
desprendimiento de granos o fragmentos. Las características de la roca son
fundamentales en los resultados, muy especialmente la porosidad y la
fisuración. Si el hielo penetra por los poros se produce lo que se denomina
microgelifracción, que da lugar a formación de partículas finas. Si aprovecha
las grietas y fisuras hablamos de macrogelifracción y el resultado son
fragmentos mayores, que pueden ser incluso bloques.
La crioclastia o gelifracción es el proceso consistente en la fragmentación de
las rocas debido a las tensiones producidas al congelarse agua contenida en sus
grietas, fracturas y poros. El agua de lluvia, deshielo o rocío se introduce en las
oquedades de las rocas. Al helarse, aumenta el volumen produciendo una
fragmentación de la roca. La gelifracción puede dar origen a canchales.

La crioclastia o gelifracción es uno de los procesos de la fragmentación


mecánica de la roca producido por la congelación del agua que se ha
introducido en las diaclasas y porosidades de la roca.
Fragmentación de la roca que tiene lugar cuando penetra por sus fisuras agua
que tiene un importante contenido en sales. Al producirse la evaporación da
lugar a la formación de cristales, capaces de provocar una considerable tensión
en los poros y fisuras de la roca. Las sales depositadas en los poros y fisuras de
la roca al mezclarse con el agua aumentan de volumen, ejerciendo una presión
sobre la roca y fragmentándola.
La haloclastia consiste en la fragmentación de la roca debida a las tensiones
que provoca el aumento de volumen que se producen en los cristales salinos.
Estos se forman cuando se evapora el agua en las que están disueltos. Las
sales, que están acogidas en las fisuras de las rocas, presionan las paredes, a
manera de cuña, hasta romperlas. En realidad no son los cristales formados los
que ejercen la presión suficiente para romper la roca, si no el aumento de
volumen de los cristales al captar nuevos aportes de agua, que hacen crecer el
cristal. La haloclastia sólo funciona en los países altamente salinos y áridos, es
decir en las franjas litorales y en las regiones muy áridas. El mecanismo es
muy similar a la gelifracción, aunque su ámbito de incidencia es menor.
Debido al reducido tamaño de los cristales salinos este mecanismo apenas tiene
importancia en las rocas con fisuras, sin embargo es muy efectivo en las rocas
porosas, por lo que el material que se forma es de pequeño calibre: arenas,
limos, margas y arcillas.
Se produce por la variación diurna de las temperaturas en lugares como los
desiertos, donde las temperaturas altas del mediodía favorecen la dilatación
diferencial de los minerales de las rocas y su contracción durante la noche,
cuando bajan sensiblemente las temperaturas. Esto produce la disgregación
granular de las rocas y posibles roturas de ellas a favor de sus planos de
discontinuidad.

Al calentarse las rocas y minerales se producen diferencias de tensión en su


estructura. Los materiales oscuros absorben más calor que los claros y están
expuestos. Las altas variaciones de temperatura entre el día y la noche
imprimen a las rocas fuertes contracciones y dilataciones, que provocan fisuras
y, con el tiempo, su fragmentación.
La termoclastia consiste en la fragmentación de la roca debida a los cambios de
temperatura bruscos. Las dilataciones y las contracciones producidas por los
cambios de temperatura producen tensiones en las rocas que terminan por
romperla. Para que se produzca esta ruptura son necesarios cambios bruscos en
períodos muy cortos de tiempo, como los que se dan en los desiertos áridos,
pero también rocas cuyo color y textura permitan una absorción y disminución
de la radiación calorífica. Además deben tener una composición mineralógica
que permita diferencias de dilatación y contracción, para que las tensiones sean
efectivas. Las condiciones para que se produzca la termoclastia son tan
difíciles que no ha sido posible reproducirla en un laboratorio, por lo que en
ocasiones se duda de que sea un mecanismo natural, sin embargo en los
desiertos cálidos sí parece funcionar, al menos en combinación con otros
mecanismos. Este mecanismo produce fenómenos de exfoliación y
desagregación granular. Posiblemente sea el mecanismo que actúe en la Luna.

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