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2 domingo de Cuaresma, la liturgia, después de habernos presentado el evangelio de las tentaciones de el corazón, como él, la esperanza de la resurrección.

rección. La transfiguración comienza cuando, en lugar de


Jesús en el desierto, nos invita a reflexionar sobre el acontecimiento extraordinario de la Transfiguración pensar y escucharnos a nosotros mismos, lo escuchamos a Él y pensamos en Él.
en el monte. Considerados juntos, ambos episodios anticipan el misterio pascual: la lucha de Jesús con
el tentador preludia el gran duelo final de la Pasión, mientras la luz de su cuerpo transfigurado anticipa Es bueno/hermoso estar aquí: Ciertamente, Pedro, en verdad qué bien estaría quedarnos aquí con
la gloria de la Resurrección. Por una parte, vemos a Jesús plenamente hombre, que comparte con Jesús, y permanecer aquí para siempre. ¿Hay algo más dichoso, más elevado, más importante que estar
nosotros incluso la tentación; por otra, lo contemplamos como Hijo de Dios, que diviniza nuestra con Dios, vivir en la luz? Cada uno de nosotros, puede exclamar con alegría: Qué bien estaría quedarnos
humanidad. Podríamos decir que estos dos domingos son como dos pilares sobre los que se apoya todo aquí, donde todo es resplandeciente, donde está el gozo, la felicidad y la alegría, donde el corazón
el edificio de la Cuaresma hasta la Pascua, más aún, toda la vida cristiana, que consiste esencialmente en disfruta de absoluta tranquilidad, serenidad y dulzura...
el dinamismo pascual: de la muerte a la vida.
El apóstol querría inmediatamente estar en la paz y en la gloria de la pascua, borrando la cuaresma de la
Transfiguración: Jesús sube a un monte alto y toma consigo a tres apóstoles -Pedro, Santiago y Juan-, vida con su camino oscuro y difícil, con el silencio de Dios, con la pasión y con la muerte. Pedro nos
que estarán especialmente cercanos a él en la agonía extrema, en otro monte, el de los Olivos. Poco representa a todos cuando queremos que no exista para nosotros el camino de la cruz, cuando soñamos
tiempo antes el Señor había anunciado su pasión y Pedro no había logrado comprender por qué el un atajo fácil que nos lleve inmediatamente al monte de la transfiguración.
Señor, el Hijo de Dios, hablaba de sufrimiento, de rechazo, de muerte, de cruz; más aún, se había Como Abrahán, en cambio, debemos recorrer el valle oscuro de las pruebas; como Cristo debemos
opuesto decididamente a esta perspectiva. Ahora Jesús toma consigo a los tres discípulos para ayudarlos descender a la llanura cotidiana de Galilea, dispuestos a subir hacia el pico más alto de la prueba, el
a comprender que el camino para llegar a la gloria, el camino del amor luminoso que vence las tinieblas, Moria y el Calvario, pero en donde se abrirá también la luz de la promesa y de la pascua.
pasa por la entrega total de sí mismo, pasa por el escándalo de la cruz. Y el Señor debe tomar consigo,
siempre de nuevo, también a nosotros, al menos para comenzar a comprender que este es el camino Quien quiera conocer a Dios, debe contemplar el rostro de Jesús, su rostro transfigurado: Jesús es la
necesario. La transfiguración es un momento anticipado de luz que nos ayuda también a nosotros a perfecta revelación de la santidad y de la misericordia del Padre. La voluntad de Dios se revela
contemplar la pasión de Jesús con una mirada de fe. La pasión de Jesús es un misterio de sufrimiento, plenamente en la persona de Jesús. Quien quiera vivir según la voluntad de Dios, debe seguir a Jesús,
pero también es la «bienaventurada pasión» porque en su núcleo es un misterio de amor extraordinario escucharlo, acoger sus palabras y, con la ayuda del Espíritu Santo, profundizarlas.
de Dios. Tenemos necesidad de ella en nuestro camino diario.
Queridos hermanos, participemos también nosotros de esta visión y de este don sobrenatural, dando
La Transfiguración es un acontecimiento de oración: orando, Jesús se sumerge en Dios, se une espacio a la oración y a la escucha de la Palabra de Dios. Invoquemos a la Virgen, para que nos ayude a
íntimamente a él, se adhiere su voluntad, y así la luz lo invade y aparece visiblemente la verdad de su escuchar y seguir siempre al Señor Jesús, hasta la pasión y la cruz, para participar también en su gloria.
ser: él es Dios, Luz de Luz. La presencia de Moisés y Elías significa que en Cristo se cumple el AT y más
precisamente en su Misterio Pascual del cual “hablan entre ellos”.  Como los tres Apóstoles del Evangelio, también nosotros necesitamos subir al monte de la
Transfiguración para recibir la luz de Dios, para que su rostro ilumine nuestro rostro. Y este encuentro
Punto crucial: la Transfiguración es anticipo de la resurrección, pero esta presupone la muerte. Jesús no es sólo un hecho personal; sino que debe ser comunicado, anunciado a todos. No esperemos que
manifiesta su gloria a los Apóstoles, a fin de que tengan la fuerza para afrontar el escándalo de la cruz y otros vengan a traer mensajes diversos, que no llevan a la verdadera vida; seamos misioneros de Cristo
comprendan que es necesario pasar a través de muchas tribulaciones para llegar al reino de Dios. para los hermanos allí donde vivo, trabajo, estudio o sólo paso el tiempo libre. (aborto)

Pedro, Santiago y Juan, contemplando la divinidad del Señor, se preparan para afrontar el escándalo de Queridos hermanos y hermanas, desde el Tabor, el monte de la Transfiguración, el itinerario cuaresmal
la cruz, como se canta en un antiguo himno: «En el monte te transfiguraste y tus discípulos, en la nos conduce hasta el Gólgota, monte del supremo sacrificio de amor de Dios. En ese sacrificio se
medida de su capacidad, contemplaron tu gloria, para que, viéndote crucificado, comprendieran que tu encierra la mayor fuerza de transformación del hombre y de la historia. Asumiendo sobre sí todas las
pasión era voluntaria y anunciaran al mundo que tú eres verdaderamente el esplendor del Padre». consecuencias del mal y del pecado, Jesús resucitó al tercer día como vencedor de la muerte y del
Maligno. La Cuaresma nos prepara para participar personalmente en este gran misterio de la fe, que
La voz del Padre, que resuena desde lo alto, proclama que Jesús es su Hijo predilecto, añadiendo: celebraremos en el Triduo de la pasión, muerte y resurrección de Cristo. Encomendemos a la Virgen
"Escúchenlo". Cristo mismo es la Palabra hecha carne. Quien lo escucha a Él, viene a ser hijo, como él. María nuestro camino cuaresmal, así como el de toda la Iglesia. Ella, que siguió a su Hijo Jesús hasta la
Para entrar en la vida eterna es necesario escuchar a Jesús, seguirlo por el camino de la cruz, llevando en cruz, nos ayude a ser discípulos fieles de Cristo, cristianos maduros, para poder participar juntamente
con ella en la plenitud de la alegría pascual. Amén.

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