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Analisis Le Sacre
Analisis Le Sacre
INTRODUCCIÓN
CONCLUSIONES
BIBLIOGRAFÍA
ANEXOS
INTRODUCCIÓN
1
TOURAINE, Alain. Crítica de la modernidad. México: fondo de cultura económica, 2000, p247 y ss.
La danza contemporánea como disciplina reciente (Siglo XIX), históricamente
hablando, se encuentra aún en la búsqueda y el desarrollo de las categorías
que la sustentan como actividad artística. Existen abordajes especulativos que
intentan tomar prestadas categorías conceptuales de otras disciplinas para
pensar la danza, lo que por un lado es un ejercicio arriesgado ya que de alguna
manera, en algunos casos, se imponen desarrollos conceptuales ajenos a la
práctica misma de la danza contemporánea; pero por otro lado, es un ejercicio
inevitable si pretendemos pensar una disciplina que, a pesar de sus influencias
históricas en el marco de la danza, posee reglas discursivas que no se
deducen directamente de esas influencias; esto si tenemos en cuenta las
referencias históricas del surgimiento de la danza contemporánea en
contraposición al lenguaje estético y disciplinar de la danza clásica 2. Ahora
bien, con cautela, manteniendo nuestros límites, nos introducimos al ejercicio
de la investigación teórico práctica, tomando prestadas las reflexiones
filosóficas en torno al sujeto y al cuerpo y cierta literatura estética, no
propiamente de la danza contemporánea, para encontrar elementos y poder
pensar el problema del sujeto en torno a la danza.
3
FOUCAULT, Michel. La verdad y las formas jurídicas. Pág. 7.
4
IBIDEM. Pág. 13.
diferentes discursos modernos y post-modernos dan cuenta de la relación
inextricable entre dichos ámbitos.
Piaget da cuenta de dos ejemplos de epistemologías preparacientíficas; El psicologismo de Hume y la
dialéctica hegeliana que anticipará a la Sociología.
Como respuesta al empirismo, especialmente al empirismo de Hume, Leibniz, a
partir de la reflexión sobre el cálculo infinitesimal, construye una epistemología
metacientífica la cual es un momento intermedio entre el cogito cartesiano y
los juicios sintéticos a priori de Kant. Para Leibniz todo lo que está en la
inteligencia pasa por los sentidos, excepto la inteligencia misma. En otras
palabras, si bien el conocimiento necesita de las percepciones, tales
percepciones sólo serán conocimiento al ser interpretadas por la estructura,
propia del sujeto, que Leibniz llama inteligencia.
La interpretación adecuada de los argumentos que llevan a Kant a postular la relación
Ciencia-fenómeno excedería el espacio y el propósito del presente marco teórico. Véase, por
ejemplo, HÖFFE, Otfried. Immanuel Kant. Barcelona: Editorial Herder, 1986.
En el siglo XIX, nacerá otra epistemología, radicalmente opuesta a la de Kant,
que marcará significativamente los discursos posteriores a propósito del
conocimiento. Esta epistemología científica es el positivismo de Comte; desde
dicha postura, el sujeto episteme desaparece nuevamente. Para Comte el
conocimiento tiene origen en la observación de los hechos; tal observación
debe conducir a procedimientos de medición y cuantificación que permitan la
descripción objetiva de los fenómenos. El neopositivismo del siglo XX agregará
a los requisitos decimonónicos la necesidad de plantear la descripción objetiva
en términos lingüísticos estrictamente lógico-matemáticos.
Es importante tener en cuenta que cuando se habla de post-modernidad, no se está haciendo
referencia a una unidad; precisamente una de las características del discurso post-moderno es que no
existe un discurso, lo que se presenta en tal contexto es la pluralidad de discursos que no
necesariamente son causales entre sí.
Y, por último, el concepto de sujeto construido por las disciplinas sociales que,
aún en proceso de formación, serán uno de los principales objetivos de la
crítica post-moderna.
6
FOUCAULT, Michel. Un diálogo sobre el poder y otras conversaciones. Madrid: Alianza editorial., 2004.
Pág. 147.
7
FOCAULT, Michel. Hermenéutica del sujeto. México: Fondo de cultura económica, Segunda edición,
2002.
conforman y atraviesan los sujetos. En palabras de Foucault; el poder no
pesa sólo como potencia que dice no, sino que cala de hecho, produce cosas,
induce placer, forma saber, produce discursos; hay que considerarlo como una
red productiva que pasa a través de todo el cuerpo social en lugar de como
una instancia negativa que tiene por función reprimir 8.
8
IBIDEM. Pág. 148.
9
FOUCAULT, Michel. SEGURIDAD, TERRITORIO, POBLACIÓN. Curso en el Collège de France (1977-1978).
Fondo de Cultura Económica. Buenos Aires 2006. Pág. 16.
10
IBIDEM. Pág. 20.
11
IBIDEM.
12
IBIDEM. Pág. 95.
mecanismos jurídico legales, los mecanismos disciplinarios y los mecanismos
de seguridad 13.
Como puede observarse, la razón por la cual la historia del poder que
reconstruye Foucault no parte del sujeto es porque éste se encuentra inmerso,
en tanto objeto, producto y medio, en la circulación del poder; el poder habla
también de un sujeto, pero de un sujeto vaciado de ser o cualquiera de sus
sustitutos lingüísticos, de un sujeto que es tal precisamente porque se
encuentra sujetado a las formas que asume el poder.
13
IBIDEM. Pág. 23.
14
FOUCAULT, Michel. Un diálogo sobre el poder y otras conversaciones. Alianza Editorial. Madrid 2004.
Pág. 156.
15
IBIDEM.
16
BUTLER, Judith. Mecanismos psíquicos del poder. Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S.A.) Madrid, 2001.
Pág. 39.
El territorio, por excelencia, donde el sujeto será susceptible de "ser" es la
cultura o, para decirlo “post-modernamente”, las sub-culturas; en ellas se da el
encuentro del hombre con sus semejantes, en ellas se recrean los universos
simbólicos y se fabrican -intersubjetivamente- las realidades; en ellas se da,
también, la acción política que permite la problematización del poder y su
desplazamiento; en ella se dan las condiciones bajo las cuales puede
configurarse y reproducirse comunicativamente una autocomprensión 17
17
HABERMAS, Jürgen. La inclusión del otro. Estudios de teoría política. Paidós. España, 1999. Pág. 141.
Motivo por el cual la Teoría de la Comunicación, la Semiótica, la Semántica, la Semiología, la
Informática y la misma Lógica emergen como discursos contemporáneos dominantes.
desplazamiento de los regímenes de verdad?; ¿Cómo construir las condiciones
sobre las cuales puede darse la acción -comunicativa- política?
***
Por tanto, no sobra subrayar una vez más que la pretensión de esta reflexión
no apunta a la discusión sobre el valor artístico de la danza contemporánea en
la limitación de ciertas posturas estéticas o a la definición taxativa de lo que es
o no danza, sino a la indagación sobre, primero, los matices del discurso que
sustenta a la danza contemporánea y, segundo, sobre los elementos más
inmediatos, más cercanos, más específicos que caracterizan la práctica de la
danza contemporánea; dicho a manera de preguntas ¿Cuáles son las
particularidades del discurso que sustenta a la danza contemporánea? ¿Cuáles
son las prácticas, las técnicas, los dispositivos en los que se apoya dicho
discurso? y por último ¿Qué tipo de subjetivización produce ese discurso, esa
práctica? ¿Cómo es el sujeto que emerge a partir de tales relaciones?
Aún con todas estas precisiones es difícil ubicar el momento histórico y las
razones particulares del surgimiento de la danza contemporánea; incluso, no se
comprende realmente por qué tiene este adjetivo temporal. Por otro lado
distinguimos claramente el ballet clásico por el desarrollo y evolución tanto de
las prácticas que lo constituyen como de su vocabulario técnico; de hecho
distinguimos la danza moderna por elaboraciones técnicas particulares como
la técnica Graham basada en el principio de la contracción y la técnica Limón
iniciada por Doris Humphrey basada en los principios contrapuestos de la caída
- recuperación, así mismo se la reconoce en el surgimiento de nuevas
elaboraciones que subvierten los ideales estéticos y las narrativas cotidianas
del ballet clásico como se observa, sólo por nombrar algunas, en diferentes
obras de Martha Graham, Doris Humprey o la danza expresionista alemana
iniciada por Mary Wigman, Kurt Joss y continuada por Pina Baush. La danza
moderna surge como respuesta de trasgresión hacia la danza clásica,
pensaríamos entonces que aquélla, en sus prácticas, instaura un nuevo
régimen de cosas, disciplinas, aparatos conceptuales, normas y
comportamientos (elementos de transición y ruptura que estudiaremos más
adelante con un poco más de detalle); de esta manera supondríamos
igualmente un cambio de las prácticas y las disciplinas que explicarían de cierto
modo esta nueva denominación de la danza como contemporánea; pero,
¿dónde ubicar este nuevo estado de cosas que inaugura la danza
contemporánea, en contraposición con la danza moderna?, ¿en realidad son
cosas distintas?. Realmente no se trata de definir qué es la danza moderna o
la danza contemporánea, tal ejercicio se encuentra imposibilitado dada la
cantidad de diversas manifestaciones desde el punto de vista de los productos,
es decir, de las obras de danza, los procesos de composición, estilos y
técnicas; nos centraremos entonces, como hemos insistido desde el principio,
en las diferentes prácticas para observar más de cerca el lugar de la danza
contemporánea más allá de su referencia temporal y así mismo identificar
aquello que construye al sujeto cuando se encuentra inmerso en dicha práctica.
En el siglo XVIII Jean Jaques Noverre, en su texto Cartas sobre la danza y los
ballets, realiza una fuerte crítica a los coreógrafos de su tiempo por enfocar
exclusivamente la formación de sus bailarines en el virtuosismo técnico, que
considera igualmente importante pero que al ser tomado como única referencia
menoscaba las funciones expresivas del bailarín; Noverre creará un nuevo
concepto en su teoría del ballet d’action que consistirá en redirigir el ballet
hacia su función expresiva e imitativa con el fin de recuperar su estatuto
artístico. A juzgar por la crítica que instala Noverre -también por el
surgimiento de otros textos contemporáneos a éste como el tratado de Thoirot
Arbea llamado Orchesographie, minucioso en su descripción de aspectos
técnicos, o textos donde se inaugura la pregunta por la función de la danza
como arte de imitación en autores como Batteaux, Bomet, Cahusac y Diderot 19-
18
Es posible estudiar con más detalles este análisis en la obre de Abad: Abad Carlés, Ana. Historia del
ballet y la danza moderna Madrid. España: Alianza Editorial, 2004, p
19
Selma Jeanne Cohen realiza una breve exploración histórica de las primeras indicaciones teóricas
acerca del estatuto de arte del ballet y su referencia constante con la función imitativa del arte. Véase.
COHEN, Selma Jeanne. COPELAND, Roger Ed. What is Dance? Oxford, UK; New York: Oxford University
existe entonces, primero , todo un vocabulario común y evolución técnica del
ballet en lo que concierne tanto a desarrollos complejos y detallados de los
pasos como adiestramiento del cuerpo; y segundo, una intención teórica y
crítica que viene soportada por una visión artística del ballet.
Hablar acerca del cuerpo en su relación intrínseca con el poder tiene claras
influencias históricas, de hecho, la emergencia de tal evidencia conceptuales
se empieza a gestar a principios del siglo XV, para dar nacimiento a las
disciplinas como dispositivos generales de dominación en el siglo XVII , luego
de una serie de rupturas epistemológicas y matices en torno al lugar ontológico
del cuerpo.
23
David Le Breton. Antropología del cuerpo y modernidad. Buenos Ideas: Edición Nueva Edición, 1990,
p. 46.
cuerpo como concepto autónomo, en este momento a partir de una serie de
sutiles transformaciones históricas se refinará la distinción ontológica del alma
y el cuerpo y el lugar poco privilegiado que tiene este último en el orden del
pensamiento24.
24
Lugar poco privilegiado que hunde sus raíces en la tradición socrática-platónica que dominará la
concepción del hombre hasta la modernidad.
25
DESCARTES, Renato. Meditaciones Metafísicas. Editorial progreso. Buenos Aires, 1982. Pág. 250.
Se observa claramente el lugar del cuerpo en el ejercicio de la duda metódica
cartesiana; el cuerpo es susceptible de ser conocido en tanto modo extenso;
esto es, matemáticamente y en sus dimensiones geométricas y también en su
dimensión orgánica y taxonómica tal como lo explica David Le Breton en su
texto Antropología del cuerpo en la modernidad; y de una manera más
profunda y en una investigación de otro tipo, Michel Foucault en las
trasformaciones epistemológicas que suceden entre la época clásica y la
moderna en lo que respecta la Historia natural y posteriormente la biología 26.
Sin embargo, aun cuando las reflexiones acerca del cuerpo en Descartes y las
reflexiones epistemológicas de Michel Foucault nos ayuden a visualizar la
percepción del cuerpo que pudo haber influenciado al ballet, es preciso acercar
un poco más estas reflexiones a esta disciplina particular; y es en este
momento donde es pertinente ubicar la segunda pregunta: ¿Qué papel jugaría
el suelo epistémico de la representación en el ballet clásico, que de hecho se
establece como institución a partir del siglo XVII?. Esta pregunta nos remite a
una suerte de disyuntiva histórica en la cual entra a jugar un papel
preponderante el gesto como elemento fundamental de la representación en la
danza, porque, aun cuando la reflexión de las perspectiva del cuerpo y las
condiciones epistemológicas que lo constituyen permitan tocar tangencialmente
la concepción de cuerpo en las practicas del ballet en lo que concierne a la
comprensión mecánica, perfeccionista y disciplinar de su técnica, no obstante
en las reflexiones de Noverre, donde hay una fuerte intención en la búsqueda
de la expresión de los bailarines y su función artística, esta se centra en el
gesto en su condición naturalista, representativa de los afectos. Es decir, la
danza del siglo XVII se debate entre la representación entendida como la
presencia en escena de los cuerpos tecnificados y una representación más
ecuménica que pretende abarcar la presencia de las emociones o las
estructuras psíquicas como elemento insoslayable del arte de la danza.
Disyuntiva que posteriormente ubicará al gesto 28 ya no en el marco de la
representación que en la imitación encuentra su función expresiva sino en la
27
Http://grupodeestudio.multiply.com/journal/item/7/_Danza_y_pensamiento_moderno_por_Susana_T
ambutti.
28
Por gesto entendemos el movimiento que no es explicado cinética o biológicamente sino
dramatúrgicamente.
función expresiva que emerge de un estudio del movimiento y del gesto por el
cuerpo mismo.
29
Los textos de historia y de crítica en danza de habla inglesa y especialmente Norteamericana
establecen una división clara en la historia de la danza, el ballet, la danza moderna y la danza
posmoderna. No aparece en ningún texto la nominación de danza contemporánea-
ellos se les atribuye el desarrollo y culmen de la danza moderna en
Norteamérica aún cuando son otros quienes instalan paralelamente un discurso
revolucionario del cuerpo. Por otro lado y en este último grupo, importa
mencionar a Isadora Duncam en el caso de Norteamérica y Mary Wigman en
Alemania y su gran influencia a partir de los estudios del movimiento de Rudolf
Von Laban y las investigaciones acerca del gesto de Delsarte para comprender
la intención primera de esa nueva danza que postula sus principios no
exclusivamente en oposición a las narrativas del ballet clásico pero que
obviamente al abrir la perspectiva del cuerpo se genera como consecuencia de
ello, nuevas técnicas, estilos y particularidades estéticas.
30
Fraleigh, Sondra Horton. Dance and the lived body a descriptive aesthetics. Pittsburgh, Pennsylvania:
University of Pittsburgh Press, 1987, p
Es necesario detenernos en este punto para hacer una serie de aclaraciones
que nos irán conectando paralelamente al problema del origen de la danza
contemporánea.
Desde esta nueva exploración de gesto como expresión se reconoce que hay
una dislocación o mas bien una ruptura entre el lenguaje verbal y la actividad
motriz, esta última no puede ser entendida en virtud de la primera, el cuerpo
tiene su propio lenguaje y es en virtud de esto que el gesto al ser expresivo
significa; “el cuerpo es la zona de producción de signos que Delsarte llamará
semiótica”34. El sistema de signos del cuerpo, por llamarlo de alguna manera,
se desarrolla en otra esfera donde el gesto no es mas el soporte mimético de
un referente ya estructurado; el colorario de esta ruptura y aceptación de un
lenguaje que se desarrolla al margen de lo verbal y la representación es el
cuerpo como agente, como campo de producción pero también el agente
lector, un hecho que no solo permite que las posibilidades investigativas y
poéticas del cuerpo se expandan es de vital importancia en el arte escénico,
sobre todo en danza en lo que respecta a la relación entre interprete y
espectador.
34
IBIDEM p. 53.
cuerpo que permeará las prácticas que instalan, independientemente de los
estilos e innovaciones estéticas35
La composición.
35
Expondremos más adelante que precisamente en virtud de la noción de cuerpo y las prácticas que
instala la danza contemporánea ya no es pertinente definirla o por lo menos identificarla con ciertos
estilos y posturas estéticas como si podemos hacerlo con el Ballet.
muy pronto que era imprescindible una teoría practica de la composición. No
fue únicamente porque deseaba con fervor conocer y penetrar en la
composición, sino por los muchos discípulos a quienes estaba guiando e
iniciando poco a poco en la alegría de la individualidad y del pensamiento
independiente.
36
Humphrey, Doris. La composición en la danza. México: Fondo nacional para actividades sociales,
1981, p. 19, 20.
37
Véase. LABAN, Rudolf Von. Danza educativa moderna. Barcelona, Buenos Aires: Paidós, 1993.
producto de la danza, es decir de la obra de arte 38. Existen diversas teorías y
técnicas de la composición pero a pesar de las diferencias en cuanto a los
métodos en la mayoría de ellas encontramos similitud en tres puntos
estructurales: La exposición de los elementos materiales de la danza en donde
encontramos específicamente los estudios concernientes al movimiento en
relación con el espacio y el tiempo; de hecho muchos manuales se ciñen aún al
análisis de movimiento de Laban en sus conceptos y terminología ya que
abarca un gran espectro del movimiento humano dentro de marcos de
referencia fácilmente reconocidos; 2. Métodos de construcción que se realizan
a partir de ejercicios de exploración como la improvisación, l selección a partir
de ciertas pautas y la organización de aquello que se selecciona; 3. La
comprensión del estilo de la obra a relaizar o la intención estética de la obra
38
Smith-Autard, Jacqueline. Dance Composition: A practical guide to creative success on dance making.
New York: Routledge, Fifth Edition, 2004, p. 1 y ss.
conocer la danza como arte a través de la composición, la actuación o
interpretación y en la apreciación de obras de danza.
La danza moderna entra en una época de codificación pero con una expansión
expresiva de las posibilidades del cuerpo que indican una evolución en el
estudio de las dinámicas de movimiento y su relación con el espacio y el
tiempo. El acercamiento científico del movimiento y el espacio expande las
posibilidades del cuerpo e introduce una visión pedagógica de la danza no
exclusivamente con el fin de adiestrar y dirigir el cuerpo hacia ciertas destrezas
y virtuosismo técnico; a partir de esta época se distingue la danza moderna en
sus peculiaridades teatrales y estética y la danza educativa moderna en sus
objetivos pedagógicos; es decir que a partir del estudio del movimiento y las
posibilidades expresivas del cuerpo desde una postura científica establece la
composición como elementos importantes de formación y creación de
movimiento.
39
Por improvisación en danza en un sentido muy general se entiende la acción de explorar movimientos,
esta puede ser guiada, es decir, a partir de pautas o totalmente libre. La improvisación de contacto
como su nombre lo indica tiene el mismo principio de exploración pero implica mínimo la acción de dos
personas siempre en contacto. Existen manuales que explican los tipos de improvisación para
contextos de formación educativa. Véase: CHENEY, GAY. Basic Concept in Modern Dance. A Creative
Approach. New Jersey: A Dance Horizon Book, Princeton Book Company Publishes, Third Edition, 1975.
p. 28 y ss.
danza y llevaría hasta el límite una concepción de cuerpo que influirá en la
posterior danza contemporánea. Veamos entonces en una breve historia el
trasfondo de los diferentes contextos y usos de la improvisación.
40
Novack, Cynthia. Origenes et influences du Contact improvisation. Extrait de Sharin the dance. En
Contact Improvisation. Nouvelles de danse, perodique semestriel printemps. 1999. Francia
y bailarines fijan la mirada hacia la espontaneidad, lo informal y la acción
colectiva en el cuadro de las producciones y las puestas en escena de la
danza.
41
Louppe, Laurence. L’utopie du corps indéterminé. États-Unis, Anées 60. En Le corps en jeu. Paris:
CNRS Editions, 2003. P. 219.
42
Para evitar equívocos con respecto al término Pos moderno. Hemos utilizado esta nominación para
ubicar la danza americana de los años sesentas hasta los años ochentas. De hecho Sally Banes en su
texto Terpsíchore in Sneakers menciona que el término empezó a ser acuñado por Yvonne Rainer
(Bailarina y coreógrafa pos moderna) en un sentido exclusivamente cronológico para diferenciar la
danza moderna de los años veinte hasta los años cincuenta. No estamos haciendo ninguna relación de
esta nominación cronológica de la danza con el concepto que surge en el marco de las ciencias sociales
y la filosofía.
43
Kirby Michael. The Dance Review. En Sally Banes. Terpsichore in sneakers post-modern dance.
Connecticut : Wesleyan University, 1987. P. 28
artísticos ya hechos, rompimiento de los límites entre el arte como forma
artística y arte como vida, nuevas relaciones entre el espectador y el artista,
nuevos espacios, el uso del performance y los happenings, etc.
Pero lo que sobresale de esta nueva postura son las prácticas que construye y
la ruptura de muchos elementos que operaban en la producción de la danza:
La improvisación será una práctica utilizada en el momento mismo de la
proyección en escena, la búsqueda será movilizada por las tareas y
sustentadas por técnicas de observación del cuerpo. Es Anna Halprin quien
inicia estas estructuras de improvisación e improvisación de contacto en lugar
de fijar todos los movimientos; implicara al público en la observación de estas
improvisaciones, de hecho algunas obras de Halprin fueron hechas a partir de
indicaciones del público hacia los bailarines. “Ella pondrá el acento sobre la
experiencia directa y sensorial del movimiento, haciendo que sus discípulos
experimenten la toma de ‘conciencia kinestesica’ y sentir las ‘configuraciones
cambiantes del cuerpo’. El entrenamiento estaba fijado sobre la experiencia
del movimiento más que sobre su apariencia”. Se percibe un cambio en la
concepción del entrenamiento y la improvisación se eleva a un estatuto
escénico y artístico que antes no había tenido. En la toma de conciencia del
cuerpo existen otros elementos que coadyuvan a esta nueva percepción como
el interés sobre los aspectos terapéuticos del movimiento, los juegos y las
tareas como criterios determinantes en la exploración, etcétera.
(Descripción de las obras de montaje del quinto año académico: Les Vies
Silenciuses y La consagración de la primavera)
La investigación estuvo animada por una construcción teórica a partir de
elementos históricos de la danza y el concepto de sujeto tratados por otras
disciplinas como la filosofía. A propósito de la discusión acerca del sujeto de
la danza contemporánea atravesamos necesariamente un análisis histórico de
la noción de cuerpo y sus rupturas, rupturas que al enfocarlas dentro de la
perspectiva de la danza se circunscribe inexorablemente a la relación con el
problema del gesto. Examinar las obras específicas de los montajes
académicos de danza contemporánea a la luz de este constructo teórico
significa describir las prácticas y los discursos que se tejieron alrededor de los
procesos de creación coreográfica; pues en gran medida y por la naturaleza de
la investigación el análisis se encuentra ya desarrollado en profundidad a lo
largo del texto.
Bailarines: Antonia Muñoz Correal, Johanna Cruz Pinzón, Ana maría Vitola
Cogollo y Fredy Orlando Bernal Rodríguez.
Ficha técnica
***
50
Si bien este concepto nace de una reflexión del lenguaje y de la acción comunicativa, podría pensarse
que en el contexto de la danza no sólo se produce esto en el marco del lenguaje verbal sino también
corporal, en cuanto que la improvisación de contacto y el bailar con otros dispone un mecanismo de
intersubjetivación a partir del cuerpo. Pues en el contacto reconozco mi cuerpo a partir del cuerpo de
los otros.
poéticos, es el sujeto de la danza contemporánea. Ahora bien, la exploración
acerca del sujeto y sus prácticas nos induce a una comprensión del cuerpo y el
gesto en la danza que son a su vez conceptos que permiten tocar
tangencialmente la danza como fenómeno artístico. Todo intento de explicar
mas allá el fenómeno artístico en su singularidad, de describir en su
complejidad la emergencia de estos estados poéticos y su hecho comunicativo
está destinado al fracaso, pues hablamos del hecho artístico.
BIBLIOGRAFÍA
CABALLERO, Antonio. Los siete pilares del toreo. Bogotá: Editorial Planeta
Colombiana ; Madrid, España Espasa Calpe, 2003.
DESCARTES, René. El discurso del método. Madrid, España: Editorial
Tecnos (Grupo Anaya), 2006.
FOCAULT, Michel. Las palabras y las cosas: Una arqueología de las ciencias
humanas. Argentina: Siglo Veintiuno Editores, 2002
ABAD CARLÉS, Ana. Historia del ballet y la danza moderna. Madrid, España:
Alianza Editorial, 2004.
FRALEIGH, Sondra Horton. Dance and the lived body a descriptive aesthetics.
Pittsburgh, Pennsylvania: University of Pittsburgh Press, 1987.
HUMPRHEY, Doris. La composición en la danza. México: Fondo nacional
para actividades sociales, 1981.
Http://grupodeestudio.multiply.com/journal/item/7/_Danza_y_pensamiento_mod
erno_por_Susana_Tambutti.