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IDONEIDAD DE LOS DOCUMENTOS OFRECIDOS EN MATERIAL

FOTOCOPIA

¿Qué se entiende con el nombre de documentos auténticos? y ¿cuál es la


idoneidad ofrecida por un documento en fotocopia, que concursa como
material de estudio grafotécnico, con el objeto de establecer la autenticidad de
sus firmas?

Tema bastante álgido y más bien complicado dentro de la realidad del día a
día de las personas que manejan documentos, alusivos de manera objetiva a
los soportes de la propiedad raíz, compra y venta de autos y títulos valor entre
otros tantos.

¿Porque aseguro o lo tomo como Tema bastante álgido y más bien


complicado?

Por razones muy sencillas, que se encuentran fundamentadas nada más ni


nada menos que en nuestra actual legislación. Por ejemplo: el Código General
del Proceso, en sus artículos 243, 244, 245, 246, 248 y 249, de alguna manera
contempla y da legalidad a las copias fotostáticas, comúnmente denominadas
fotocopias.

Por ejemplo: el Artículo 246. Valor probatorio de las copias, menciona


puntualmente lo siguiente: …” Las copias tendrán el mismo valor probatorio
del original, salvo cuando por disposición legal sea necesaria la presentación
del original o de una determinada copia.

Sin perjuicio de la presunción de autenticidad, la parte contra quien se aduzca


copia de un documento podrá solicitar su cotejo con el original, o a falta de
este con una copia expedida con anterioridad a aquella. El cotejo se efectuará
mediante exhibición dentro de la audiencia correspondiente.”

Acabo de mencionar lo concerniente a la parte legal; sinembaergo no porque


la legislación se encuentre dando legalidad a los documentos en fotocopia es
que las cosas vayan sobre ruedas. En el día a día las cosas se presentan con
variedad de colores; precisamente algunas de las modalidades de la falsedad y
por extensión las estafas, se presentan a través de documentos que obran en
material fotocopia; algunas incluso aprovechando la parte legal, determinada
en el código general del proceso.
Para justificar y lograr que un documento fotocopiado haga curso en los
despachos judiciales, los amigos de los ajeno, regularmente dan como
extaviado su original y esta fotocopia a su vez, obra debidamente autenticada
(NO SABEMOS EN QUE NOTARIA DE VEREDA); es decir con todos los
argumentos de la norma que dan legalidad a las fotocopias. Para el ejemplo,
miremos el contenido del “Artículo 245. Aportación de documentos.- que a
la letra menciona: …” Los documentos se aportarán al proceso en original o
en copia.

Las partes deberán aportar el original del documento cuando estuviere en su


poder, salvo causa justificada. Cuando se allegue copia, el aportante deberá
indicar en dónde se encuentra el original, si tuviere conocimiento de ello.”
Óigase bien: si tuviere conocimiento de ello. (No sé cómo resolverán la
situación cuando estas personas aducen que no tienen conocimiento de
donde se encuentra el original).

Pero otra cosa muy diferente es la situación cuando el documento ha sido


cuestionado y por demás, ya obra en un laboratorio forense, con la finalidad
de establecer la autenticidad integral del documento: lo cual involucra
seguridades del soporte, características del formato y autenticidad de la firma
que abala el documento; allí, independiente de los paramentos de legalidad, el
experto asumirá su responsabilidad de investigar, bajo los parámetros
exclusivamente de la ciencia. En consecuencia, tendrá que saber, que de los
documentos fotocopiados, tanto su contenido, alusivo a la imprenta,
seguridades del soporte y manuscritura, pierden fundamentales peculiaridades,
necesarias a la hora de valorar su identidad; la manuscritura, por ejemplo:
estoy hablando de las firmas, que pierden la realidad alusiva al color de la
tinta, forma de los rastros distintivos de la presión ejercida por el amanuense,
calibre del trazado, peculiaridades relacionadas al tipo de instrumento escritor,
rastros diminutos indicadores incluso, de algún estado de salud de la persona
que escribe, dejados en razón y efecto de su situación patológica o
cardiorrespiratoria de la persona; a lo cual se agrega, la imposibilidad de
constatar las seguridades del material soporte.

Estoy hablando de lo que deja de percibirse de un documento, presentado en


material fotocopiado; pero ahora, sumemos a estos, las acciones y efectos
dejados por cuenta de las maniobras artimañosas:
Una fotocopia, siempre facilita perfeccionar una maniobra de calco, una
maniobra de imitación, una maniobra relacionada con un injerto, con un
trasplante o transferencia de escritos o firmas.

En consecuencia son estos, motivos suficientes para estimar de manera


objetiva, categorica y con muchas reservas la autenticidad de un documento
obrante en fotocopia; por lo tanto, si no existe su original, en un laboratorio
forense una firma fotocopiada, nunca podrá tomarse como material idóneo
para el desarrollo de una investigación grafotécnica. Cualquier procedimiento
que se lleve a cabo con este documento, siempre estará sujeto a una serie de
consideraciones y de reservas.

No obstante de lo anterior, el investigador en su condición de perito


grafotécnico, siempre será la persona nombrada para asesorar el despacho
judicial y para resolver los planteamientos, dudas e incógnitas que se dan en
los litigios; si el perito grafotécnico no es quien analiza, estudia, valora y
conceptúa de acuerdo a su real saber y entender sobre el particular…
¿entonces quién lo deberá hacer?

Bajo estas premisas, el perito grafotécnico valora los parámetros o puntos de


pericia solicitados, a determinar del documento que obra en fotocopia; valora
igualmente la calidad de la fotocopia, teniendo especial cuidado en cuanto a la
resolución y definición de los componentes; es decir, que podrán concursar
para el proceso, las fotocopias de primera generación “ 1 A “, que provengan
en lo posible de una impresión láser; aunque de una impresora de tinta injec,
también es factible llevar a cabo un proceso de verificación. Sin embargo,
pese a la calidad de la impresión la mayor parte de cuestionamientos, no
podrán ser estudiados; reduciéndose las posibilidades, casi siempre, solo a la
determinación probabilistica de uniprocedencia manuscritural. Por lo tanto el
perito bajo las salvedades del caso hará la crítica correspondiente, enfatizando
en que mucho se ha dicho y debatido acerca del tema de la manuscritura
obrante en reproducciones fotostáticas; sin embargo, la posibilidad de pericia
no puede desecharse totalmente, máxime cuando se obtienen variedad de
firmas patrón de referencia que obraran en soporte original y el procedimiento
de descripción y comparación, no vincula, para estos casos, procedimientos o
análisis cualitativos de la sustancia escritora o componentes del sustrato
(identificación físico-química); por lo tanto, no tendrá que ver el análisis con
tonalidad cromática o seguridades del soporte cuestionado. Luego entonces,
las formalidades y desde luego que también las peculiaridades que se perciban
de uno y otro campo, nos será de mucha utilidad en el desarrollo de la
investigación, aportando esa verificación lo práctico, lo comparable de cara a
los elementos cuestionados.

Entonces mis queridos amigos, de conformidad a su inquietud, es del caso


afirmar: que un documento, obrante en material fotocopia no podrá tomarse en
el campo de la investigación, como material idóneo; sin embargo, la
posibilidad de pericia, determinada para establecer uniprocedencia
manuscritural, no puede desecharse totalmente, máxime cuando si se pueden
obtener abundantes y variedad de firmas patrón de referencia que obraran en
soporte original y el procedimiento de descripción y comparación, no
vinculara para nada, procedimientos o análisis cualitativos de la sustancia
escritora o componentes del sustrato, como tampoco tendrá que ver con la
determinación de seguridades que pueda o no tener el sustrato.

Espero que el tema haya sido de su agrado; pero en especial que les sirva de
algo. Gracias por escucharme.

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