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APARATOS.
Recipiente para Almacenaje. Una vasija de porcelana de 115 mm (4 ½”) de diámetro
aproximadamente.
Espátula. De hoja flexible de unos 75 a 100 mm (3" – 4”) de longitud y 20 mm (¾") de ancho
aproximadamente.
Aparato del límite líquido (o de Casagrande).
Acanalador.
Calibrador. Ya sea incorporado al ranurador o separado, de acuerdo con la dimensión crítica
"d" mostrada en la Figura 1, y puede ser, si fuere separada, una barra de metal de 10.00 ±
0.2 mm (0.394” ± 0.008") de espesor y de 50 mm (2") de largo, aproximadamente.
Recipientes o Pesa Filtros. De material resistente a la corrosión, y cuya masa no cambie con
repetidos calentamientos y enfriamientos. Deben tener tapas que cierren bien, sin costuras,
para evitar las pérdidas de humedad de las muestras antes de la pesada inicial y para evitar
la absorción de humedad de la atmósfera tras el secado y antes de la pesada final.
Balanza. Una balanza con sensibilidad de 0.1 gr.
Estufa. Termostáticamente controlado y que pueda conservar temperaturas de 110 ± 5 °C
(230 ± 9 °F) para secar la muestra.
PROCEDIMIENTO
• Colóquese la muestra de suelo en la vasija de porcelana y mézclese completamente con 15
a 20 ml de agua destilada, agitándola, amasándola y tajándola con una espátula en forma
alternada y repetida. Realizar más adiciones de agua en incrementos de 1 a 3 ml. Mézclese
completamente cada incremento de agua con el suelo como se ha descrito previamente,
antes de cualquier nueva adición.
• Algunos suelos son lentos para absorber agua, por lo cual es posible que se adicionen los
incrementos de agua tan rápidamente que se obtenga un límite líquido falso. Esto puede
evitarse mezclando más y durante un mayor tiempo, (1 hora aproximadamente).
• Cuando haya sido mezclada suficiente agua completamente con el suelo y la consistencia
producida requiera de 30 a 35 golpes de la cazuela de bronce para que se ocasione el
cierre, colóquese una porción de la mezcla en la cazuela sobre el sitio en que ésta reposa
en la base, y comprímasela hacia abajo, extiéndase el suelo hasta obtener la posición
mostrada en la Figura 3 (con tan pocas pasadas de la espátula como sea posible), teniendo
cuidado de evitar la inclusión de burbujas de aire dentro de la masa. Nivélese el suelo con la
espátula y al mismo tiempo emparéjeselo hasta conseguir una profundidad de 1 cm en el
punto de espesor máximo. Regrésese el exceso de suelo a la Vasija de porcelana.
• Divídase el suelo en la taza de bronce por pasadas firmes del acanalador a lo largo del
diámetro y a través de la línea central de la masa del suelo de modo que se forme una
ranura limpia y de dimensiones apropiadas. Para evitar rasgaduras en los lados de la ranura
o escurrimientos de la pasta del suelo a la cazuela de bronce, se permite hacer hasta 6
pasadas de adelante hacia atrás o de atrás hacia adelante, contando cada recorrido como
una pasada; con cada pasada el acanalador debe penetrar un poco más profundo hasta que
la última pasada de atrás hacia adelante limpie el fondo de la cazuela. Hágase una ranura
con el menor número de pasadas posible.
• Elévese y golpéese la taza de bronce girando la manija F, a una velocidad de 1,9 a 2,1
golpes por segundo, hasta que las dos mitades de la pasta de suelo se pongan en contacto
en el fondo de la ranura, a lo largo de una distancia de cerca de 13 mm (0.5"). Anótese el
número de golpes requeridos para cerrar la ranura.
• En lugar de fluir sobre la superficie de la taza algunos suelos tienden a deslizarse. Cuando
esto ocurra, deberá a agregarse mas agua a la muestra y mezclarse de nuevo, se hará la
ranura con el acanalador y se repetirá el Punto anterior; si el suelo sigue deslizándose sobre
la taza de bronce a un número de golpes inferior a 25, no es aplicable este ensayo y deberá
indicarse que el límite líquido no se puede determinar.
• Sáquese una tajada de suelo aproximadamente del ancho de la espátula, tomándola de uno
y otro lado y en ángulo recto con la ranura e incluyendo la porción de ésta en la cual se hizo
contacto, y colóquese en un recipiente adecuado. Pésese y anótese. Colóquese el suelo
dentro del pesafiltro en el horno a 110 ± 5 °C (230 ± 9 °F) hasta obtener peso constante y
vuélvase a pesar tan pronto como se haya enfriado pero antes de que pueda haber
absorbido humedad higroscópica. Anótese este peso, así como la pérdida de peso debida al
secamiento y el peso del agua.
• Transfiérase el suelo sobrante en la taza de bronce a la cápsula de porcelana. Lávese y
séquese la taza de bronce y el ranurador y ármese de nuevo el aparato del límite líquido
para repetir el ensayo.
• Repítase la operación anterior por lo menos en dos ensayos adicionales, con el suelo
restante en la vasija de porcelana, al que se le ha agregado agua suficiente para ponerlo en
un estado de mayor fluidez. El objeto de este procedimiento es obtener muestras de tal
consistencia que al menos una de las determinaciones del número de golpes requeridos
para cerrar la ranura del suelo se halle en cada uno de los siguientes intervalos: 25-35; 20-
30; 15-25. De esta manera, el alcance de las 3 determinaciones debe ser de 10 golpes.
Cuchara de Casagrande durante la realización del ensayo de una muestra de suelo.
Esta propiedad se mide en laboratorio mediante un procedimiento normalizado en que una mezcla
de suelo y agua, capaz de ser moldeada, se deposita en la cuchara de Casagrande, copa de
Casagrande o cazuela de Casagrande y se golpea consecutivamente contra la base de la máquina,
haciendo girar la manivela, hasta que el surco que previamente se ha hecho en la muestra se
cierre en una longitud de 12,7 mm (1/2"). Si el número de golpes para que se cierre el surco es 25,
la humedad del suelo (razón peso de agua/peso de suelo seco) corresponde al límite líquido.
Para calcularlo, se deben realizar al menos dos ensayos, ajustando el contenido de agua de la
muestra de forma aproximada, de manera que el surco se cierre con un número de golpes entre 15
y 25 en un caso, y entre 25 y 35 en otro. La humedad correspondiente se obtiene interpolando
linealmente el valor de la humedad correspondiente a 25 golpes entre los dos valores previamente
obtenidos.2
Otra forma de obtener el límite líquido es empleando el penetrómetro de cono inglés, construido
en acero inoxidable con una longitud de 35 mm, un ángulo de ápice de 30° con una masa de 80 g
incluyendo su eje. Está montado sobre un soporte que le permite deslizar y mantenerse en posición
vertical, midiendo su movimiento mediante una carátula. El ensayo consiste en colocar la punta del
cono tocando la superficie del suelo contenido en una cápsula, se libera de su sujeción oprimiendo
un pulsador y cae por su propio peso, dejándolo penetrar en la masa de suelo durante 5 segundos;
tras lo que se fija y se toma la lectura en el medidor. El límite líquido del suelo se define como el
contenido de agua cuando la penetración del cono es de 20 mm.
Límite líquido: cuando el suelo pasa de un estado plástico a un estado líquido. Para la
determinación de este límite se utiliza la copa de Casagrande.
Equipamiento de Laboratorio
Realización Práctica
A - Por secado y desmenuzado: Se aplica en suelos en que no es posible individualizar
manualmente las partículas.
Aplicando el procedimiento indicado en la norma se obtiene una cantidad de 150 a 200 g
de material, que pase por el tamiz de 400 µm. .
Se amasa con la cantidad de agua necesaria, según criterio indicado en la norma.
Se deja reposar en cámara húmeda durante 2 horas.
Ensayo de la muestra
Se aplican golpes hasta que las paredes del surco se unan en el fondo en una longitud de
13 mm.
Si el número de golpes está comprendido entre 15 y 35 se toma una muestra de 10 a 15 g
de suelo, próximo a las paredes del surco donde se cerró, incluyendo la zona de contacto.
Se repite el ensayo hasta obtener una determinación entre 15 y 25 golpes y otra entre 25 y
35, para lo que debe modificarse el contenido de agua; deben tomarse muestras para
humedad.
Cálculos y Resultados
Para cada caso se determina el número de golpes y la humedad del suelo.
Para el cálculo del límite líquido se realiza una recta similar a la de esta figura:
El Límite Líquido, (LL) conjuntamente con el Límite Plástico, (LP) permiten calcular el Índice
de Plasticidad, (IP), de un suelo:
Exigencias del PG-3
l límite líquido es el contenido de agua, expresado en porcentaje respecto al peso del suelo seco,
que delimita la transición entre el estado líquido y plástico de un suelo remoldeado o amasado. En
las imágenes a continuación podemos observar un esquema hipotético del estado de un suelo antes
y después del ensayo de Límites de Atterberg:
Se define como el contenido de agua necesario para que la ranura de un suelo ubicado en el equipo
de Casagrande, se cierre después de haberlo dejado caer 25 veces desde una altura de 10 mm.
También puede definirse como el menor contenido de humedad de un suelo que puede fluir por
vibración.
El límite líquido como fue definido por Atterberg ha estado sujeto a distintas variaciones en su
determinación. Fue Terzaghi, quien le sugirió a Casagrande en 1927, que diseñara un dispositivo
mecánico que pudiera eliminar en lo posible los errores del operador en la determinación del mismo
(figura 1).
Para entender el significado del ensayo mediante el dispositivo detallado en la Figura 2, podemos
decir que para golpes secos, la resistencia al corte dinámica de los taludes de la ranura se agota,
generándose una estructura de flujo que produce el deslizamiento (ver Figura 3).
La Curva de Flujo
Casagrande observó que el número de golpes necesarios para cerrar la ranura dependía del
contenido de agua del suelo y que cuando una serie de resultados de un suelo se representa en un
grafico donde el eje de la humedad es aritmético y el eje del número de golpes es logarítmico, esos
resultados forman una línea recta. Esa curva fue llamada curva de flujo.
Las ventajas de graficarla de este modo son: la curva puede ser dibujada con pocos puntos, se
pueden detectar mas fácilmente los errores en una línea recta (escala semilogarítmica) que en una
línea curva (escala aritmética) y el índice de flujo puede ser definido por la pendiente de la recta (ver
Fig.4).
Esta curva puede ser representada por la siguiente ecuación:
ω = - F Log N + C (1)
donde:
ω : contenido de humedad en porcentaje de suelo seco.
F : constante, llamada “índice de flujo”.
N : numero de golpes.
C : constante.
El numero de golpes “N” puede ser considerado como representada por la fuerza igual a N veces la
fuerza ejercida en la aplicación de un solo golpe. La resistencia al corte de un suelo es obviamente
proporcional a la fuerza requerida para producir una deformación dada (en nuestro caso el cierre de
la ranura). Entonces, el número de golpes “N” de la ecuación (1), puede ser tomado como
proporcional a “s”, la resistencia al corte de un suelo, y puede ser escrita como:
ω = - F Log s + C1 (2)
donde “C1” es diferente a “C” debido a que “s” está expresado en unidades físicas.
Efecto de la Maceración
El concepto “tempering” corresponde a la maceración de la pasta de suelo preparada con una
humedad cercana a la del límite líquido, estacionándola herméticamente un período determinado de
tiempo.
De acuerdo a investigaciones realizadas por Raymond F. Dawson, se observó que el efecto del
tiempo de maceración de la muestra modificaba los valores obtenidos de límite líquido con respecto
a los valores obtenidos si no se dejara macerar la muestra.
Los resultados de una serie de ensayos sobre dos suelos diferentes realizados con distintos períodos
de maceración, se graficaron como se muestra en la Fig.5. Para el Suelo Nº 2, el límite líquido se
redujo desde aproximadamente 70% a alrededor de 63%, donde la mayoría del efecto de reducción
se produjo durante la primera hora de maceración. Para el suelo Nº 1, el límite líquido se redujo
desde 50% a 45%, donde la mayoría del efecto se produjo en las primeras 8 horas de maceración.
Al comparar los resultados obtenidos sobre distintos tipos de suelos en estado natural, secados al
aire y secados al horno, se observó que todos los suelos no reaccionaban de la misma manera frente
al secado.
Luego se determinó que el mayor efecto producido por el secado se daba en los suelos con
contenidos considerables de materia orgánica, donde la diferencia entre un suelo secado al horno
podía dar un valor de límite líquido inferior al 30% del valor obtenido sobre un suelo en estado natural.
Ensayos de Penetración
Partiendo del ensayo original desarrollado por Atterberg en 1911, donde la técnica del operador
influía grandemente en los resultados obtenidos; y la mecanización del ensayo por Casagrande en
1932 donde minimizó los errores del operador, las normas de todo el mundo han adoptado como
metodología para la obtención del límite líquido, el Cascador de Casagrande.
Sin embargo, a pesar de la normativa, se genera un importante número de errores como ser en la
ejecución del ensayo: la dificultad de realizar la ranura en ciertos suelos arenosos, la tendencia de
los suelos de baja plasticidad de deslizar por la cuchara en lugar de fluir, sensibilidad de pequeñas
diferencias en el aparato (forma del acanalador, dureza de la base, la forma de la leva, la rugosidad
de la cuchara, etc.), la sensibilidad de la técnica del operador en realizar el ensayo, etc. La
combinación de todos estos factores deriva en pensar lo conflictivo del uso de este método ya que
ensayos realizados sobre un mismo suelo dan distintos resultados. Existe un método alternativo
donde minimiza estos errores.
Esencialmente el ensayo de límite líquido es una medida de la resistencia de corte de un suelo blando
cuya humedad se acerca al estado líquido. La teoría de plasticidad desarrollada por Prandtl
estableció una relación entre la resistencia de corte y la resistencia a penetración de un suelo. Esta
relación es una constante en materiales como las arcillas saturadas. Entonces podemos decir que el
ensayo de penetración debería ser una medida válida de límite líquido. Para ello existen distintos
tipos de conos para determinar el límite líquido como se muestran en las Fig.6 a Fig.8.
Uno de los principales cambios introducidos por la Norma Británica 1975 (BS 1377) fue que el método
preferido de las pruebas de límite líquido se convirtió en el penetrómetro de cono.
Esta preferencia se ve reforzada en la Norma revisada de 1990, British que se refiere al penetrómetro
de cono como el "método definitivo. El penetrómetro de cono se considera un método más
satisfactorio que la alternativa porque es esencialmente una prueba estática que se basa en la
resistencia al corte del suelo, mientras que el método alternativo de Casagrande taza introduce
efectos dinámicos.
Cono de Caída
El Cono Ruso
Inicialmente se uso la aguja de Vicat y conos estrechos. Aparentemente esos ensayos no proveían
resultados satisfactorios. El primer ensayo estandarizado fue el mencionado por Vasilev en 1949,
donde el aparato empleado es el mostrado en la Fig.6, y en el que una penetración de 10 mm indica
el límite líquido.
El Cono Hindú
El desarrollo de un ensayo simplificado de límite líquido por el Indian Central Road Research Institute
comenzó en 1953 y concluyó con el dispositivo mostrado en la Fig.7, donde una penetración de una
pulgada indica el límite líquido.
En suelos con arena o materia orgánica no puede usarse el ranurador y entonces se utiliza la
espátula, usando el ranurador para verificar las dimensiones. No se aconseja utilizar el ranurador
curvo con sección trapezoide porque genera una pérdida de adherencia al suelo.
(a)
(b)
Figura 9.
(a) Cuchara Ranuradora Estándar para Determinación de Límite Líquido.
(b) Dimensiones de la Ranura en la Copa de Casagrande.
En general, este límite líquido corresponde al de Atterberg, definido como el contenido de agua en el
punto de transición de la muestra, de un estado líquido a un estado plástico, en donde el suelo
adquiere una cierta resistencia al corte.
Figura 10. Dispositivo para Determinación del Límite Líquido (Aparato de Casagrande).
En la práctica es difícil mezclar el suelo de manera tal que el cierre ocurra exactamente a 25 golpes,
pero Casagrande encontró que graficando los valores del contenido de agua de las pruebas que se
acercaran al número de golpes contra el logaritmo del número de golpes se obtenía una línea recta
llamada curva de flujo (ver figura 11). Donde la curva de flujo atraviesa los 25 golpes, este contenido
de agua se denomina límite líquido.
donde,
La prueba de límite líquido es de alguna forma más arbitraria y requiere de alguna práctica para
adquirir consistencia y resultados reproducibles.
Aunque los ensayos de límite líquido y límite plástico parecen sencillos, ambas pruebas requieren de
alguna práctica para obtener resultados consistentes. En Inglaterra y Suecia, la prueba de caída de
cono es utilizada para determinar el límite líquido (Hansbo, 1957). Parece producir resultados más
consistentes que el dispositivo de Casagrande, especialmente para arcillas suecas y es de alguna
forma más simple y fácil de usar. Karlsson (1977) presenta una excelente discusión de la
confiabilidad de ambos procedimientos, en su artículo “Consistency Limits” en cooperación con el
Laboratory Committee of The Swedish Geotechnical Society, Swedish Council for Building Research,
Document D6, 40 pp.
Método de Un Punto
Donde tan β es la pendiente de la curva de flujo en escala doble logarítmica y “ω” es la humedad
correspondiente al número de golpes “n” obtenido en la determinación de un punto mediante el
Aparato de Casagrande.
Para mejores resultados, el número de golpes n, debe estar dentro del rango 10 - 40. Lambe (1951),
la U.S. Army Corps of Engineers (1970) y Karlsson (1977) brindan muy buenas discusiones sobre la
prueba de límite líquido de un punto.
El valor obtenido de tan β para 432 ensayos de suelos aluvionales fue de 0.115. Para 136 ensayos
de los suelos del Oeste del Valle, tan β=0.125 y para 135 ensayos de los suelos del Este del Valle,
tan β=0.130. Para los 767 ensayos realizados en todo el proyecto, el valor promedio obtenido fue de
tan β=0.121 con una desviación estándar de ±0.032. Lo que significa que todos los suelos no poseen
exactamente la misma pendiente pero están cerca de un valor medio.
En la determinación del límite líquido por el método de un punto, W. J. Eden propone multiplicar la
humedad obtenida “ω” para cierto numero de golpes “N” por un factor de corrección “Cn” como se
muestra en la Tabla I, suponiendo que la pendiente de la curva de flujo es constante (0.100) para
todos los suelos excepto para suelos con gran contenido de materia orgánica o cuando se requiera
una exactitud especial en la determinación.
De lo anterior puede deducirse que la resistencia de todos los suelos en el límite líquido debe ser la
misma, siempre y cuando el impacto sirva solamente para deformar el suelo, como es el caso de los
suelos plásticos; pero en el caso de los suelos no plásticos (arenosos), de mayor permeabilidad que
las arcillas, las fuerzas de impacto producen un flujo del agua hacia la ranura, con la consecuencia
de que el suelo se reblandece en las proximidades de aquella, disminuyendo su resistencia al
esfuerzo cortante; por ello en esos suelos, el límite líquido ya no representa un contenido de agua
para el cual el suelo presente una resistencia al corte definida.
Por pruebas de laboratorio se determinó que el límite líquido de un suelo plástico corresponde a una
resistencia de 25 gr/cm². La hipótesis de que el número de golpes es una medida de la resistencia al
corte del suelo fue enunciada por A. Casagrande y se confirma por el hecho de que una gráfica
semilogarítmica de la resistencia contra el contenido de humedad es recta y no solo en la vecindad
del límite líquido, sino en consistencias bastante diferentes.
El límite líquido parece ser directamente proporcional a la compresibilidad de las arcillas y para suelos
cohesivos este límite representa un estado cercano al líquido, es decir, presenta una resistencia al
corte no drenada de alrededor 0.01 lb/pie².
Apéndice
1. Descripción:
Este método cubre la determinación del límite líquido de un suelo mediante la elaboración de una
curva de flujo, resultado de la determinación de tres puntos con la ayuda del Aparato de Casagrande.
2. Definición:
El límite líquido es el contenido de agua, expresado en porcentaje respecto al peso del suelo seco,
que delimita la transición entre el estado líquido y plástico de un suelo.
Se define como el contenido de agua necesario para que la ranura de un suelo ubicado en el equipo
de Casagrande, se cierre después de haberlo dejado caer 25 veces desde una altura de 10 mm.
3. Muestra:
4. Procedimiento:
4.1. Ubique la muestra dentro de un recipiente adecuado que permita mezclarlo con agua.
4.2. Adicione agua y empiece un proceso de homogenización, de tal forma que el agua se incorpore
a la muestra de suelo.
4.3. Cuando el suelo y el agua formen una masa consistente, ubique una porción en el recipiente del
equipo de Casagrande, con la ayuda de la espátula verifique que el nivel de la muestra de suelo no
supere el borde del recipiente y que el nivel máximo entre la base del recipiente y el suelo sea de 10
mm. El exceso de suelo retírelo y retórnelo al recipiente donde está realizando la mezcla.
4.4. Con la ayuda del ranurador, divida el suelo que está en el recipiente del equipo de Casagrande
en dos mitades, mediante un movimiento suave a lo largo del diámetro de éste, de atrás hacia la
parte frontal. El movimiento debe ser cuidadoso propiciando la construcción de la ranura en un solo
movimiento y de manera que esta llegue hasta el fondo, quede limpia y no se dañen los bordes de
las mitades de suelo generadas.
4.5. Una vez hecho el surco o ranura, con la ayuda de la manivela del equipo, damos golpes sin parar
a la cuchara a una velocidad de 2 golpes/segundo, hasta que las dos mitades se junten 12 mm. Se
debe registrar el número de golpes en los cuales se cerró la ranura.
4.6. Se remueve del equipo parte de la muestra de suelo, procurando tomarla del sector donde se
cerró la ranura. La muestra tomada es llevada a una cápsula, se registra su peso y se somete a
secado para determinar su humedad.
4.7. Este proceso se repite 3 veces, adicionando agua o extendiendo la muestra para someterla a
secado, facilitando así la obtención de otros puntos con diferente humedad y número de golpes.
5. Cálculos:
Determine el contenido de agua, expresado en porcentaje de peso respecto al peso del suelo seco:
w= Ww / Ws x 100
Donde:
Ww: Peso del agua presente dentro de la muestra. Se determina como la diferencia entre el peso
húmedo y el peso seco de la muestra.
Recuerde que en varias ocasiones es necesario tener en cuenta el peso del recipiente en que la
muestra es llevada al horno.
El objetivo de este procedimiento es obtener los puntos suficientes para construir un gráfico con el
número de golpes vs. humedad en escala semilogarítmica, obtener una recta e interpolar a los 25
golpes para conocer la humedad, y este valor es el correspondiente al Límite Líquido.
3. Suelo típico rico en arcilla --> LL = 40-60%; no obstante puede ser > 100% (más de la mitad de la
masa es agua)
4. LL y f (tan f) están inversamente relacionadas.
La relación entre el Límite Líquido y el Índice de Plasticidad ofrece importante información sobre la
composición granulométrica, comportamiento, naturaleza y calidad de la arcilla.
Esta es otra interesante pregunta que surge durante la realización del ensayo de límite líquido y que
gracias a la serie de artículos sobre los Límites de Atterberg que nos ocupa, traigo desde el
recomendado blog geodiendo.
Como es sabido, la resistencia a esfuerzo cortante, o cohesión, no es un valor intrínseco del suelo,
depende de las tensiones soportadas en el pasado y de la humedad.
Pues bien, justo en ese punto, cuando la humedad coincide con el Límite Líquido, "casi todos" los
suelos presentan la misma cohesión o resistencia a corte: 2,50 kN/m².
Por esa razón da 25 golpes la cuchara (también llamada cazo o copa) de Casagrande, porque está
diseñada para crear un esfuerzo de 0,1 kN/m² en cada golpe, es decir, que si el suelo rompe a 25
golpes es que está en su Límite Líquido. Y no doy más detalles del ensayo porque para eso ya hay
normas.
que ni todos los suelos son iguales ni la resistencia a corte es exactamente de 2,50 kN/m², digamos
que oscila entre 1,10 y 3,20 kN/m².
que darle golpes al suelo es un ensayo dinámico, algo totalmente desaconsejado para materiales
arcillosos en casi todos los textos y normativas.
que el propio Arthur Casagrande, el mismo que propuso el "invento" en 1932, planteó en 1958, tras
25 años de pruebas, cambiarlo por algún otro ensayo que presentara menos errores, aunque como
dice en las páginas de Géotecnique de aquel año "Desafortunadamente, por ahora ninguno de estos
ensayos está lo suficientemente simplificado como para competir, en simplicidad y coste, con el
actual".
la norma British Standard propone un material distinto para la superficie de rebote de la cuchara,
obteniendo valores más bajos, algo a tener en cuenta si se usan correlaciones de suelos británicos,
como las arcillas de Londres, por ejemplo.
Conclusión:
La resistencia al corte de una arcilla amasada depende sólo de su índice de liquidez, y como dice el
Tomo I del Geotecnia y Cimientos, "Desgraciadamente, para muestras inalteradas no existe una
relación parecida, que pudiera servir al menos para tanteos".
Claro que, si los índices de plasticidad son algo intrínseco del suelo... ¿sería posible entonces
obtener la carga de hundimiento de un suelo a partir de los límites de Atterberg?