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Nombre: Helena Jaramillo Pérez

Código: 201943408

Aprender a través del cuerpo: la enseñanza de las actividades corporales

La forma en que expresamos nuestras emociones, percepciones sensoriales y


experiencias afectivas está moldeada a partir de nuestro entorno y cultura. Todo lo que
vemos, lo interpretamos de acuerdo con nuestro aprendizaje y sensibilidad.

Nuestras emociones no son solo procesos fisiológicos, sino que tiene su propio
significado para cada sujeto, pues en cada sociedad experimentamos los
acontecimientos de manera distinta gracias a la diferencia cultural y la pertenecía social
propia.

Solo tenemos conciencia a través del sentir, el aprendizaje y la experiencia y es así


como nos diferenciamos de los objetos, pues nuestro cuerpo se alimenta de los
momentos, de la reflexión y solo lo reconocemos por las vivencias que atravesamos
con él.

Contrario al resto de los seres vivientes nacemos indefensos y sin ese sentido de
supervivencia, pues como organismos prematuros, necesitamos ser moldeados en el
medio humano, no solo físicamente, también psicológica, social y culturalmente.
Necesitamos desarrollarnos, atender y ser atendidos por nuestros entornos, todo esto
con el fin de; tener el gusto por vivir, comprender y comunicarnos para formar parte de
la sociedad.

En los humanos la educación y cultura reemplaza a las orientaciones genéticas con las
que los animales vienen programados, pues no se nos asigna ningún comportamiento
pre establecido, y estamos expuestos a infinidad de posibilidades, que se reducen
cuando los miembros de nuestro entorno nos insertan en las relaciones sociales y así
nos proporcionan lenguajes, valores, gestos, para un futuro en nuestra cultura.

Y es así como el niño de la Edad de piedra sigue naciendo, pues abandonado a su


suerte no cuenta con las capacidades, habilidades o comprensión del mundo que lo
rodea, y está destinado a morir, pues dependemos biológicamente de la sociedad, la
cual puede asumir una modalidad suave o agresiva, según sus contextos.

Solo las relaciones con otros sirven de mediación para que un niño entre en el titulo de
partenaire social integral. Y estás relaciones transmiten registros a cada individuo
prematuro, pues son los adultos quienes a través de su vida cotidiana, correcciones y
enseñanzas formaran otro ciudadano y de esta forma las actividades ya valores pasan
de una generación a otra.
Sin embargo, la sociedad que se encarga del individuo está sujeta a la interiorización
del mismo y su pro actividad en los procesos, pues en la educación interviene varios
factores, que tiene una finalidad similar; y es formar un humano capaz de integrarse
personalmente, que pueda reunir de forma coherente las influencias exteriores;
socialmente, que sea capaz de participar activamente en la vida grupal; culturalmente,
que hace referencia a la forma de interpretar la vida, nuestros valores y sentimientos.

Ahora, el proceso de aprendizaje no se interrumpe jamás, siempre nos es posible ir


más allá y acceder a nuevos aprendizajes, adquiriendo nuevas prácticas para olvidar
otras. Rilke pone en juego su existencia, su aprender y desaprender y nunca cesa su
reflexión hacia lo que lo rodea.

Se plantea que el reciclaje de la memoria y las técnicas corporales transcurre a lo largo


de toda la vida y se acentúa a través de las crecientes disciplinas corporales,
participamos en distintas actividades no solo con el fin de aprender, sino de integrarnos
con la comunidad y a diversos mundos, en parte como escape de lo cotidiano.

No obstante, cada cultura realiza una selección de lo que considera como propio, ya
sean gestos o actitudes, progresos tecnológicos, evolución o creación, etc., un gran
ejemplo son los artistas quienes modifican a menudo su ordenamiento incorporando su
propios ajustes dentro de su cultura.

Y es así como decimos que la creación es un trastorno de la rutina, que se obtiene a


través del cuerpo, la música el arte, el silencio, etc., Toda creación avanza a través de
lo inconcluso, de la ignorancia del mañana.

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