Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Dialnet TeoriaSocioPoliticaYEducacionEntreLaModernidadIlus 5237751 PDF
Dialnet TeoriaSocioPoliticaYEducacionEntreLaModernidadIlus 5237751 PDF
PP. 324-346
Rodolfo J. Ochoa
rodolfoochoa2003@hotmail.com
Instituto Pedagógico “Rafael Alberto Escobar Lara” (IPMAR)
Maracay – Venezuela
RESUMEN
ABSTRACT
The study of the social political theory, which arose in the context of the enlightened
modernity and the early decades of the contemporaneity era, allows the access to the
notions of philosophical theory that supported the establishment of the modern State.
Therefore, the purpose of this essay is the analysis and reflection about the contributions
of this theory and its context into education. A critical and reflective analysis of reference
review was made creating interpretations and synthesis on the specific aids from the
social political theories and their impact on the goals of education at that time. As a result,
the relation between social political theories and education implied changes that urgently
produced a new episteme, which was a bourgeois or modern idea in the educational
systems introducing the rational scientific method not only as the way towards
knowledge, but also as the promotion of political righteousness such as the love for the
nation and laws, and citizenship education. All of these based upon the acquisition of
modern democratic values like freedom and equality.
INTRODUCCIÓN
Como tercer aspecto, se abordan algunas ideas rectoras del pensamiento socialista
de principios del siglo XIX, en particular, las referentes al ideario de Carlos Marx, su visión
acerca de los cambios políticos y sociales y la educación. Y finalmente, se expresaran
algunos elementos que tienen que ver con la emergencia de las teorías socio-políticas del
mundo moderno y la recepción de sus ideas filosóficas en las reformas y cambios que se
plantearon en el ámbito educativo hispanoamericano en general, y venezolano en
particular, en torno a la propuesta de una educación republicana. Finalmente, se
formulan algunas conclusiones que tienen que ver con la relación existente entre las
teorías socio-políticas y la educación durante el período histórico que transcurre entre la
modernidad ilustrada y la contemporaneidad temprana.
Esta praxis social propia del burgués se convertirá con el transcurrir del tiempo, en
una actitud ante la vida que se irá generalizando al conjunto de la sociedad; su misma
aparición constituye un cuestionamiento a las tradicionales ideas, valores y creencias del
mundo feudo cristiano.
A partir del siglo XVIII van a darse una serie de cambios políticos en los cuales se
pondrán de manifiesto el conjunto de ideas que se desprenden de la matriz ideológica
burguesa. Uno de ellos, la revolución francesa, demostrará que la posibilidad de intervenir
en el curso de la historia ya no está limitado a un plan divino. El hombre puede conocer,
por intermedio de métodos que combinan intelecto y experiencia, las leyes que explican
la naturaleza y el ritmo de los cambios y llegar a establecer cómo podían intervenir los
hombres para controlar ese mecanismo y utilizarlo para sus fines. Esta toma de conciencia
del funcionamiento de los mecanismos que rigen la economía, el mercado, la sociedad
civil, las relaciones de poder, va a convertirse progresivamente en el propósito por
excelencia de la investigación social.
John Locke, Ch. S Montesquieu y J.J Rousseau, arquitectos de la Teoría Socio Política
Moderna: algunas de sus ideas educativas
Agrega el filósofo John Locke, que los hombres deben vivir de acuerdo a reglas
fijas, dictadas por el legislativo y que esas reglas sean comunes a cuantos forman parte de
esa sociedad. En este sentido, nadie puede estar sometido a una voluntad inconstante,
insegura, desconocida y arbitraria de otro hombre. Cabe destacar aquí dos
Cabe destacar la importancia que tenía para Locke el hogar como espacio propicio
para una buena educación. Sin embargo, consideraba que los padres no tenían un poder
ilimitado para gobernar los actos de sus hijos. Evidentemente, debería existir de parte de
los hijos la obediencia, la gratitud, la obligación de honrar y sostener a los padres y de
parte de éstos, la obligación de alimentar y educar a sus hijos. No obstante, el tutelaje de
los padres termina en el momento en que su hijo ha alcanzado la madurez, a la que Locke
(1999: 80) llama también “edad de razón”, es decir, la capacidad de saber hasta qué punto
puede gozar de su propia libertad dentro de los límites que la ley impone. Igualmente, esa
madurez o edad de razón, implica una conciencia de la necesidad de someterse a las leyes
políticas, en tanto éstas garantizan a las personas la libertad de disponer de sus actos, de
sus bienes y la equidad política ante la ley.
Podría decirse que en esta separación de poderes está el equilibrio, sin el cual los
demás actos que respaldan un sistema democrático, como la elección de los
gobernantes por parte del pueblo, o la aplicación de las leyes, correrían el
Página | 332 http://revistas.upel.edu.ve/index.php/dialogica
peligro de ser actos espurios que amenazarían la libertad, que podrían degenerar en actos
arbitrarios y de opresión. En los sistemas democráticos es imprescindible, siguiendo la
opinión de Montesquieu (1972: 142) que “el poder frene al poder”, es decir, que existan
contrapesos y que los ciudadanos puedan confiar en sus instituciones. Si así no ocurriese,
estaríamos en presencia de un Estado corrompido, donde la ambición y la codicia, la
apropiación por particulares del tesoro público, alcanzarían los mayores niveles de
perversión contra el pueblo.
Con relación a la educación, Montesquiu afirma que las leyes que la rigen deben
estar en relación con el principio del gobierno. Las leyes de la educación serán distintas en
cada tipo de gobierno: en las Monarquías tendrán por objeto el honor; en las Repúblicas,
la virtud, y en el despotismo, el temor. La educación juega un papel fundamental en los
gobiernos republicanos, ya que en este tipo de gobierno es imprescindible el cultivo de la
virtud, es decir, el amor a las leyes y a la patria, y la educación, sería el medio por
excelencia para tal propósito.
Ese amor a la República, debe ser transmitido e inspirado por los padres a sus
hijos. Afirma Montesquieu (1972: 55) que sin esa condición es prácticamente imposible la
formación de un buen ciudadano: “Todo depende, pues, de instaurar ese amor a la
República, y precisamente la educación debe tender a inspirarlo. Hay un medio seguro
para que los niños puedan adquirirlo y es que sus propios padres lo posean.”
De acuerdo a Rousseau, no hay que confundir las desigualdades que son propias
de la condición natural o física con aquellas de naturaleza moral o política. Las
desigualdades entre los hombres descansan en la desigual aplicación de las leyes, lo cual
puede derivar en la práctica en la aplicación de ley del más fuerte. Una de las expresiones
más aberrantes, siguiendo a (Ob. cit), es el establecimiento de un orden en el cual los
privilegios son reservados a muy pocos y el pueblo sigue estando en condición de súbdito.
Para este autor, la tarea del educador es promover experiencias que contribuyan al
desarrollo de la naturaleza humana.
Los tres autores antes analizados, se ubican históricamente en una tendencia que
se opone a la arbitrariedad absolutista; y en esta oposición, optan por postular una
“condición natural” del hombre que debe ser, en todo caso, perfeccionada con la entrada
en una condición civil, social o política, pero adaptándose o respetando esa condición
natural ideal del hombre a ser libre y hacer todo lo que cabe dentro del plano del uso de la
razón para conservar tal condición. Las orientaciones que pudieran ubicarse en el plano
estrictamente pedagógico, se relacionan con las nuevas reglas de conocimiento
inauguradas en el contexto de la modernidad, asociadas a la experiencia y al uso del
método científico-racional como fuente de aprendizaje; pero también, podemos
encontrar críticas hacia viejos hábitos y costumbres que impregnaban la educación,
fomentados por las aristocracias feudo cristianas, que en nada ayudaban a la emergencia
de una nueva ciudadanía. Pero, lo que cobra especial trascendencia en estos autores, es la
formación de las virtudes republicanas, el valor de la democracia como sistema político
que garantiza la libertad y la igualdad y el fomento por parte de la educación de aquellas
virtudes republicanas, labor que comienza en el hogar.
Puede inferirse entonces, que los proyectos socio políticos suelen transformarse –
dialécticamente hablando− de una etapa de oposición (de crítica al orden existente) a la
del ejercicio del poder, en la cual adquieren un matiz conservador. Esta dialéctica del
poder lleva, por un lado, al triunfo de una clase social sobre el resto de aquellas que le
acompañaron en su ascenso, ayudándola a desplazar al antiguo régimen; y por otro, a
que una vez producido el cambio, pudieran persistir las relaciones de desigualdad social y
política y el nuevo régimen comienza a mostrar también contradicciones cada vez más
evidentes, entre lo ofrecido a las masas en el proyecto de cambio originario y la realidad
finalmente implantada.
El método que Carlos Marx consideraba científico para explicar la naturaleza de los
cambios histórico-políticos, que partía de una revisión crítica de la filosofía hegeliana, es
expuesto en un texto denominado Introducción a la Crítica de la Economía Política,
publicado en 1859. En dicho texto; Marx (2001: 1) lo explica de la manera siguiente:
No se conformó Marx, ni con la reforma gradual del sistema, postulada por los
socialistas utópicos, ni con la esperanza de perfectibilidad postulada por los ilustrados. La
transformación radical, la lucha de clases, la supresión de la propiedad privada de los
medios de producción (más no de la propiedad individual), la eliminación de las clases (no
la igualación entre ellas), la eliminación del trabajo asalariado, del dinero, la desaparición
de las fronteras nacionales, serían algunos de los principios que conducirían a una
verdadera comunidad humana mundial. Proletarios del Mundo Entero Uníos, fue la
consigna del Manifiesto del Partido Comunista, lo cual expresaba que los obreros no
limitaban sus luchas al ámbito nacional, no tenían patria que defender, su lucha por echar
abajo el capitalismo tendría que ser internacional.
En cuanto a lo educativo, Marx (1999: 38) tampoco hace una separación del
contexto social en que se imparte:
A finales del siglo XVIII, la entonces Capitanía General de Venezuela, se vio influida
por el pensamiento ilustrado, el cual postulaba un orden político basado en el uso
sistemático de la razón, la abolición de los privilegios de la aristocracia feudal y el
establecimiento de un sistema de leyes hechas conforme a la naturaleza del hombre. El
conocimiento alcanzado por los sectores más letrados del mantuanaje
caraqueño en torno a los progresos de la industria en Europa, de los
Página | 341 http://revistas.upel.edu.ve/index.php/dialogica
impresionantes adelantos de la ciencia, expresados en diversos campos como la física, la
mecánica o la navegación, provocaron gran admiración a lo que se consideraba el
epicentro de la civilización, el último peldaño de la evolución intelectual y material del
hombre.
Era fundamental que existiera la escuela, no sólo como un espacio que preparara al
educando para el respeto y amor por la patria, sino también para el trabajo. Ilustrados de
la talla de Miguel José Sanz reivindicaban esta posición, ya que era precisamente a través
de la educación ilustrada que se lograría el amor a la ley y la felicidad de los pueblos. Por
esta razón, era necesario no sólo un cambio en la educación como tarea urgente y
general, sino un cambio de mentalidad en el venezolano para acabar con los vicios que
entorpecían la verdadera función de la educación.
CONCLUSIONES
Es indudable la trascendencia de la teoría socio política gestada entre los siglos XVIII y
XIX, ella proporcionó las bases filosóficas y los principios políticos para la instauración del
Estado moderno. La búsqueda de la democracia a través del consenso, del acuerdo, de la
aplicación de valores como la tolerancia o la pluralidad de ideas, se convirtió en un
proyecto al cual, de una manera u otra, han aspirado la mayoría de las culturas a nivel
mundial. Pero también, dicha teoría socio política, nos advierte y a la vez nos invita a la
reflexión, sobre los peligros que supone la corrupción, en los términos planteados por
Montesquieu, de los principios del gobierno democrático; también, los elementos nocivos
que puede encerrar la persistencia de las desigualdades en la sociedad y su influencia en
el individuo, tal como lo señaló Rousseau; o los peligros que potencialmente tendría una
errada interpretación de la noción de libertad, tal como advirtiera Locke.
REFERENCIAS
Locke, J. (1999). Segundo Tratado sobre el gobierno. Madrid: Editorial Biblioteca Nueva.
Marx, C. (2001). Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política
[Documento en línea]. Marxists Internet Archive. Disponible:
https.//www.marxists.org/español/m-e/1850s/criteconpol.htm.
Rousseau, J. (2009). El Origen de las desigualdades entre los hombres. Bogotá: Ediciones
Universales.
RESUMEN CURRICULAR