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Como podemos observar son distintas las formas que una acción de una sociedad
anónima puede configurarse, como son las acciones liberadas, pagadoras, las
acciones con valor nominal y sin él, las comunes y especiales, además
encontramos a las preferentes o de voto limitado y las acciones nominativas, todas
ellas poseen un distintivo específico que no da lugar a confundirlas.
Cuando las acciones están representadas por medio de títulos, éstos podrán ser
nominativos o la portador. Tal distinción es aplicable exclusivamente a los títulos
que representan las acciones.
Los títulos de las acciones deberán ser necesariamente nominativos en los 4
supuestos siguientes:
Todo accionista tendrá derecho a recibir los títulos que le correspondan, si bien un
mismo título podrá incorporar una o más acciones de la misma serie.
Si las acciones son nominativas, han de figurar en un libro - registro que llevará la
sociedad, en el que se inscribirán las sucesivas transferencias de las acciones, así
como la constitución de derechos reales y otros gravámenes sobre ellas.
Aunque el accionista tiene derecho a que la sociedad le entregue el título, tal
derecho puede sustituirse, como viene haciéndose tradicionalmente, por una
certificación en la que consten las acciones que el accionista tiene inscritas a su
nombre. Estas certificaciones se denominan en la práctica "extractos de
inscripción".
Transmisión de las acciones
Puede afirmarse que la transmisibilidad de la acción es un principio connatural a
toda sociedad anónima (Art. 34 ,LSC, Art. 116 ,LSC, Art. 120 ,LSC y Art.
123 ,LSC)
La transmisión de las acciones se produce conforme a los principios generales de
nuestro ordenamiento, mediante el acuerdo entre las partes o negocio de
disposición y la entrega de la cosa. Ha de producirse, por tanto, un negocio de
transmisión (normalmente una compraventa) y la entrega de los títulos.
Si las acciones son al portador, la simple tradición del documento producirá su
transmisión. Si las acciones son nominativas, su transmisión ha de inscribirse en
el ya mencionado libro-registro, y la sociedad solo reputará accionista a quien se
halle inscrito como tal en dicho libro. Ahora bien, antes de esa inscripción, la
transmisión ha podido reflejarse en el propio título a través de un endose, al que
se aplican las normas de la Ley Cambiaria y de Cheque. Presentado el título con
el endoso a los administradores, éstos deberán inscribir la transmisión en el libro-
registro.
El régimen de la circulación de las acciones y la legitimación de su titular, operan
al margen del registro mercantil, por consiguiente, no podrá inscribirse en éste el
embargo o la traba que se decrete judicialmente sobre las acciones.
Restricciones a la libre transmisibilidad de las acciones.
Las acciones son, en principio, libremente transmisibles, ya que uno de los
principios que caracterizan a la Sociedad Anónima es precisamente el de la libre
transmisibilidad de las acciones. Dicha transmisibilidad tiene como presupuesto
que la sociedad esté inscrita en el registro mercantil, ya que hasta que no se
produzca esta inscripción no pueden entregarse ni transmitirse las acciones.
Sin embargo, los estatutos sociales pueden establecer restricciones a la libre
transmisibilidad de las acciones; restricciones que sólo serán validas frente a la
sociedad si están expresamente impuestas por los estatutos, recaigan sobre
acciones nominativas e indiquen el contenido de la restricción. Las cláusulas
estatutarias no solo pueden ser establecidas en los estatutos originarios, es decir,
en los redactados en el momento de la fundación de la sociedad, sino con motivo
de una modificación de los mismos. Ahora bien, en este caso se establece una
norma especial consistente en que los accionistas afectados que no hayan votado
a favor del acuerdo no quedan sometidos a él durante e plazo de tres meses
contados desde su publicación en el Boletín Oficial del Registro Mercantil.
Las distintas clases de cláusulas limitativas son muy frecuentes en las sociedades
"cerradas" (familiares o de pocos socios). La Ley de Sociedades de capital ha
querido paliar los efectos de éstas cláusulas estableciendo algunas normas sobre
ellas:
Son nulas las cláusulas que hagan prácticamente intransmisible la acción.
Podrán inscribirse en el registro mercantil las cláusulas estatutarias que prohiban
la transmisión voluntaria de las acciones durante un período de tiempo no superior
a los 2 años.
No es inscribible la cláusula que establece que habrá de tenerse en cuenta "el
mero valor contable", ya que tal valor no tiene en cuenta "la indudable relevancia
económica de los elementos inmateriales como la clientela y las expectativas, y en
general, el denominado fondo de comercio, así como la actualización de los
valores de algunas partidas".
Clasificación de las diversas cláusulas:
Acciones
Cabe precisar que esto no impide que las acciones puedan transmitirse por
cualquier otro medio legal, pues como bien mueble que son, de acuerdo con lo
establecido en el artículo 755 del Código Civil Federal, pueden cederse por
cualquiera de las formas de transmisión de propiedad que este ordenamiento
regula.
Por ello se infiere que en materia mercantil puede transferirse por endoso,
mientras que civilmente mediante contrato de compraventa; herencia o legado;
adjudicación judicial; donación, o cualquier otro medio general de transmisión de la
propiedad reconocida en el derecho mexicano.
la concesión a los socios del “derecho del tanto”, es decir, que los
accionistas deban ser preferidos en caso de que alguno de ellos quiera vender sus
acciones
Partes sociales
Las restricciones operan de manera total, es decir, tanto respecto a los socios,
como frente a terceros que pretendieran adquirirlas.
El libro puede ser consultado libremente por cualquier persona que compruebe un
interés legítimo.
Como puede apreciarse para las partes sociales no operan otras formas de
transmisión como en el caso de las acciones.