Está en la página 1de 8

TECNOLÓGICO NACIONAL DE MÉXICO CAMPUS

CERRO AZUL

TRABAJO:
LECTURA DEL LIBRO EL PODER DE LOS HÁBITOS (CHARLES
DUHIGG)
MATERIA:
PLAN DE NEGOCIOS

SEMESTRE: 7° GRUPO: 1 TURNO: MATUTINO


DOCENTE:
CDOR. REINALDO MORA NÚÑEZ
NOMBRE:
FANNY AYLIN HERNÁNDEZ SANTIAGO
N° DE CONTROL: 19500221

PERIODO ESCOLAR:

AGOSTO 2022 – DICIEMBRE 2022

LUGAR Y FECHA:

CERRO AZUL, VER. SEPTIEMBRE DEL 2022


EL PODER DE LOS HÁBITOS (CHARLES DUHIGG)
RESEÑA
PARTE 3: LOS HABITOS DE LAS SOCIEDADES
Capítulo 8: La iglesia de Saddleback y el Boicot del autobús de
Montgomery
Como se producen los movimientos sociales
En este capítulo nos habla sobre cómo se producen los movimientos sociales, un
movimiento social empieza por los hábitos sociales de la amistad y los fuertes
vínculos entre allegados, se desarrolla por los hábitos de una comunidad y los
débiles vínculos que mantienen Unidos a los barrios y los clanes. Estos perduran
porque los lideres de un movimiento dan nuevos hábitos a los participantes que les
crean un nuevo sentido de identidad y el sentimiento de pertenencia a algo.
De acuerdo a la historia del capítulo nos habla que la ley de segregación racial en
el autobús era muy respetada y estaba muy integrada dentro de su comunidad. De
modo que cuando la arrestaron se desencadenaron la serie de hábitos sociales, los
hábitos de la amistad, que iniciaron la primera protesta. Parks pertenecía a docenas
de redes sociales de Montgomery, lo que hizo que sus amistades respondieran
antes de que se impusiera la apatía habitual de la comunidad. En general lo que
nos menciona, es que los psicólogos dicen que la mayoría tenemos amigos que son
como nosotros, pues ellos pueden que tengan unos cuantos conocidos que son más
ricos, otros que son más pobres y algunos que sean de otra raza, pero lo habitual
es que nuestras relaciones más íntimas sean con personas como nosotros, que
ganen aproximadamente lo mismo y que tengan orígenes parecidos.
Las amistades de Parks, por el contrario, se repartían entre todas las jerarquías
sociales y económicas de Montgomery. Tenía lo que los psicólogos llamaban
vínculos fuertes, relaciones directas con docenas de grupos de toda la ciudad que
no solían tener ningún contacto entre ellos. Esa era la clave pues Rosa Parks
trascendía las estratificaciones sociales de la comunidad negra y de Montgomery
en su totalidad. Era amiga tanto de campesinos como de catedráticos de la
universidad.
También nos habla sobre que los estudiantes demuestran que las personas no
tienen demasiados problemas para olvidar los agravios perpetrados a personas que
no conocen, pero que cuando se insulta a un amigo, nuestro sentido de ultraje es
capaz de superar la inercia y que generalmente dificulta la organización de
protestas, pues cuando los amigos de Parks se enteraron de su arresto y del boicot,
los hábitos sociales de la amistad , que es la inclinación natural que tenemos para
ayudar a alguien que respetamos, entraron en juego.
Mark Granovetter descubrió que los vínculos débiles muchas veces eran más
importantes que las amistades cercanas, porque los vínculos débiles nos dan
acceso a redes sociales a las que de otro modo no podemos acceder. Muchas de
las personas que estudió Granovetter se enteraron de las vacantes a través de
vínculos débiles, el lugar de hacerlo a través de amistades más allegadas, lo cual
Es lógico porque siempre estamos hablando con nuestros amigos íntimos,
trabajamos con ellos o leemos los mismos blogs, cuando ellos se enteraran de una
oportunidad laboral, probablemente nosotros ya la conocemos. Por otra parte,
nuestros conocidos por vínculos débiles, las personas a las que vemos cada seis
meses son las que nos informan de trabajos de los que, de otro modo, nunca nos
hubiéramos enterado.
También lo explica que McGravan había diseñado una estrategia que instruía a los
que quisieran crear una iglesia, a qué hablaron a la gente en su propio idioma, para
crear lugares de adoración donde los feligreses se encontrarán con sus amistades,
escuchar a la música que les gustaba y experimentaran las lecciones de la Biblia
con metáforas digeribles. Pero lo más importante, según McGravan, era que los
ministros tenían que convertir a grupos de personas, más que a individuos, para
que los hábitos sociales de la comunidad fomentaron la participación religiosa, en
vez de disuadirla.
Lo que nos menciona McGravan es que sin tentas asustar a la gente para que siga
el ejemplo de Cristo, no funcionará durante mucho tiempo, la única forma de
conseguir que las personas se responsabilizan de su madurez espiritual es
enseñarles hábitos de fe, también nos menciona que cuando se produce esto se
autoalimenta, ya que la gente no sigue a Cristo porque tú se lo hayas enseñado,
sino porque sale de ellos, por lo que sí deseamos tener un carácter como el de
Cristo, debemos de desarrollar los hábitos que él tenía.
Nos explica que la meta de los cursos de saddleback es ayudar a sustituir algunos
hábitos malos por otros buenos a las personas para que les ayuden a desarrollar su
similitud con Cristo, en donde les piden a todos los miembros que firmen una tarjeta
de convenio de madurez, Por lo cual se comprometen a seguir tres hábitos, dedicar
un tiempo cada día a estar en silencio y a reflexionar, entregar un diezmo de sus
ingresos y pertenecer a un grupo pequeño, pues nada todos nuevos hábitos se ha
convertido en el objetivo de la iglesia.

Capítulo 9: La neurología del libre albedrío


¿Somos responsables de nuestros hábitos?
En este capítulo nos menciona sobre que un neurocientífico cognitivo, Reza Habib,
pidió a 22 personas que introdujeran en un aparato de resonancia magnética y
miraran una maquina tragaperras que giraba constantemente. La mitad de los
participantes eran ludópatas. Lo que descubrió es que era que para los ludópatas
el perder por poco era como haber ganado. Su cerebro reaccionaba casi de la
misma manera. Pero para los que no eran adictos al juego perder Por poco era
perder. Las personas que no tenían problemas de ludopatía podían reconocer mejor
que, aunque perdieron Por poco, habían perdido.
En los dos grupos vieron exactamente lo mismo, pero desde una perspectiva
neurológica lo vieron de forma distinta. Las personas con adicción al juego tenían
un subidón cuando perdían un poco, lo que, según Habib, probablemente sea la
razón por la que juegan durante mucho más tiempo que los demás, ya que perder
Por poco activa esos hábitos que los hacen apostar de nuevo. Los jugadores
sociales, al perder por poco, experimentaban una dosis de aprensión que
desencadenaba otro hábito, el de voy a dejarlo antes de que sea peor.
Las áreas del cerebro que investigó Habib en su experimento fueron los ganglios
basales y el tronco encefálico, qué es donde residen los hábitos, así como donde
empiezan los terrores nocturnos. En la neurociencia siempre se ha dicho que las
personas que tienen algún problema en su cerebro pierden parte de su libre albedrío
según Habib.
Los hábitos no son tan sencillos como parecen, pues los hábitos arraigados en
nuestra mente no son el destino. Podemos elegir nuestros hábitos, una vez que
sabemos cómo, todo lo que hemos aprendido sobre nuestros hábitos, de los
neurólogos que han estudiado amnésicos hasta los expertos en remodelar
empresas, es que todo se puede cambiar, sí entendemos cómo funciona. Sin
embargo, para modificar un hábito, tenemos que decidir cambiarlo, así como
también aceptar conscientemente el duro trabajo de identificar las señales y
recompensas que dirigen las rutinas de los hábitos, también cómo encontrar
alternativas, también saber que nosotros tenemos el control y que tenemos lo
suficiente como para usarlo. Cuando entendemos que los hábitos se pueden
reconstruir, es más fácil entender el poder del hábito, y la única opción que nos
queda es ponernos a trabajar.
"Toda nuestra vida" dijo William James en un prólogo, no es sino una masa de
hábitos prácticos, emocionales intelectuales sistemáticamente organizados para
bien o para mal, qué nos conduce irresistiblemente hacia otro destino, sea este lo
que fuera.
Nos menciona sobre qué William James escribió en su diario en 1970 cuando tenía
28 años que casi toca fondo y que percibió claramente que debía enfrentarse a la
opción con los ojos abiertos, así como también se hizo la pregunta ¿Debo
sinceramente lanzar por la aborda el tema de la moral, por no ser adecuado para
mis aptitudes innatas?
Dos meses después, James tomo una decisión. Antes de cometer una imprudencia,
realizaría un experimento de un año. Pasaría 12 meses creyendo que tenía el
control sobre sí mismo y sobre su destino, qué podría mejorar, que tenía el libre
albedrío para cambiar. No había pruebas de que fuera cierto, pero se libraría para
creer que el cambio era posible, aunque todo demostrará lo contrario. “creo que
ayer mi vida estaba en crisis”, escribí en su diario y respecto a su capacidad para
cambiar escribió, de momento hasta el año que viene voy a suponer que no es una
ilusión, mi primer acto de libre albedrío será creado el libro albedrío.
Cuando elegimos quiénes queremos ser las personas nos desarrollamos del modo
en que nos hemos estado ejercitando, del mismo modo que una hoja de papel
arrugada o un abrigo doblado, tienden a doblarse siempre por los mismos pliegues.
Sí creemos que podemos cambiar, esto lo convertimos en un hábito. Pues el
verdadero poder del hábito es sobre la idea de que nuestros hábitos solo que
elegimos que sean. Una vez que hemos elegido y se vuelven automáticos,
habituales, no solo es real, sino que empieza a ser inevitable como escribió James
aquello que nos conduce “irresistiblemente hacia nuestro destino, sea este lo que
fuere”.

Apéndice: Guía del lector para utilizar estas ideas


En el apéndice se muestra un esquema, el cual es un intento de resumir, de una
forma muy básica, Las tácticas que han descubierto los investigadores para
diagnosticar y modelar los hábitos dentro de nuestras vidas. Es una guía práctica,
un punto de partida y junto con las lecciones más profundas de los capítulos del
libro, es un manual para saber hacia dónde nos dirigimos.
El cambio puede que no sea rápido y no siempre es fácil. Pero con tiempo y esfuerzo
casi todos los hábitos se pueden cambiar.
El esquema:
✓ Identifica la rutina
✓ Experimenta con recompensas
✓ Aísla la señal
✓ Ten un plan
Paso 1: identifica la rutina
En el capítulo 10 cómo los investigadores del MIT descubrieron un bucle neurológico
simple que era la esencia de todo hábito, un bucle que se compone de tres partes
una señal una rutina y una recompensa.
Para comprender nuestros propios hábitos, debemos identificar los componentes
de nuestros bucles. Cuando hemos diagnosticado el hábito de una conducta en
particular, podemos buscar formas de sustituir los viejos vicios como nuevas rutinas.
Paso 2: experimenta con recompensas
Las recompensas son poderosas porque satisfacen nuestros deseos. Pero muchas
veces no somos conscientes de las ansias que desatan nuestras conductas. Por
ejemplo, cuando el equipo de marketing de Febreze descubrió que los
consumidores deseaban un aroma de frescor al final del ritual de limpieza,
descubrieron un anhelo que nadie sabía que existía. No era visible. Eso es lo que
sucede con la mayoría de los anhelos, son obvios cuando los vemos
retrospectivamente, pero muy difíciles de identificar cuando estamos bajo su poder.
Para averiguar qué deseos nos conducen a ciertos hábitos, es útil experimentar con
distintas recompensas. Esto puede llevarnos algunos días, una semana o más
tiempo. Durante ese período, no debemos sentirnos obligados a hacer ningún
cambio definitivo.
Paso 3: aísla la señal
No sabes la que hace aproximadamente una década, un psicólogo de la universidad
de Ontario occidental intento responder una pregunta que hacía años que volvía
locos a los científicos sociales: ¿Porque algunos testigos presenciales de delitos
recordaron mal lo que habían visto mientras otros los recordaban a la perfección?
Nos menciona que los testigos que no recordaban bien los hechos solían ser los
que eran integrados por policías que utilizaban un tono suave y amable. Cuando los
testigos sonreían más o se sentaban más cerca de interrogador, también les
costaba más recordar.
Es decir, cuando las señales del entorno les indicaban "somos amigos" un tono
gentil, un rostro sonriente, a los testigos les costaba más recordar lo ocurrido.
Quizás era porque, inconscientemente, esas señales de amistad desencadenaban
el hábito de complacer al interrogador.
La razón por la que es tan difícil identificar las señales que desencadenan nuestros
hábitos es porque hay demasiada información que nos está bombardeando cuándo
manifestamos nuestras conductas.
Los experimentos nos han demostrado que casi todas las señales habituales se
encajan en una de estas cinco categorías
Emplazamiento (¿Dónde está?)
Tiempo (¿Qué hora es?)
Estado emocional (¿Cuál es el estado emocional?)
Otras personas (¿Quién más hay por aquí?)
Acción anterior inmediata (¿Qué acción ha precedido al impulso?)
Paso 4: ten un plan
Cuando ya has descubierto el bucle del hábito, has identificado la recompensa que
te conduce a esa conducta, la señal que la desencadena y la rutina, puedes
empezar a cambiar tu conducta. Puedes mejorarla planificando la señal. Y eligiendo
una conducta que te ofrezca la recompensa que estás ansiando. Pues lo que
necesitas es un plan.
Un hábito es una fórmula que nuestro cerebro siga automáticamente, cuando vea
una señal, seguiré la rutina, a fin de obtener una recompensa.
Para rediseñar esa fórmula hemos de volver a empezar a tomar decisiones. Y la
forma más sencilla de hacerlo, según todos los estudios, es tener un plan. En
psicología, estos planes se conocen como intenciones de implementación.
Es evidente que cambiar algunos hábitos puede ser más fácil, pero este esquema
es un buen punto de partida. A veces el cambio lleva mucho tiempo, así como
también requiere de repetir los experimentos y fracasos. Pero cuando entendemos
cómo actúa un hábito cuando diagnosticamos la señal, la rutina y la recompensa,
adquirimos poder sobre él.

SEÑALE LO MAS IMPORTANTE PARA USTED


➢ Un movimiento social empieza por los hábitos sociales de la amistad y los
fuertes vínculos entre allegados, se desarrolla por los hábitos de una
comunidad.
➢ Los vínculos débiles muchas veces eran más importantes que las amistades
cercanas, porque los vínculos débiles nos dan acceso a redes sociales a las
que de otro modo no podemos acceder.
➢ Los hábitos no son tan sencillos como parecen, pues los hábitos arraigados
en nuestra mente no son el destino.
➢ Para modificar un hábito, tenemos que decidir cambiarlo, así como también
aceptar conscientemente el duro trabajo de identificar las señales y
recompensas que dirigen las rutinas de los hábitos.
➢ El esquema, el cual es un intento de resumir, de una forma muy básica, Las
tácticas que han descubierto los investigadores para diagnosticar y modelar
los hábitos dentro de nuestras vidas.
1. Identifica la rutina
2. Experimenta con recompensas
3. Ahí se la señal
4. Ten un plan

APRENDIZAJE ADQUIRIDO
Un punto que entendí en el capitulo 8 es sobre los vínculos débiles que son las
personas o amistades que vemos de vez en cuando, pues, por ejemplo, como ellos
no están 100% en el mismo entorno de amistades que nosotros, ellos nos pueden
ayudar a poder salir o conocer de nuevas oportunidades, ya sea de trabajo o entre
otros, ya que ellos están en otras cosas, tienen distintos intereses y nos hacen que
conozcamos o vayamos por caminos que aún no tenemos conocimiento.
En el capitulo 9 entendí que los hábitos si se pueden cambiar pero que, para esto
debemos decidir cambiarlo, pues tenemos que estar conscientes del duro trabajo
que será identificar las señales y las recompensas que van a dirigir las rutinas de
nuestros hábitos, por lo que se deben de encontrar alternativas al saber que
nosotros tenemos el control de ellas y que somos lo suficientemente capaces para
usarlas.

Del esquema que muestra en el apéndice entendí que primero se debe de identificar
la rutina, pues debemos de checar cual es aquella rutina que hacemos
habitualmente y qué recompensas nos lanza para poder experimentar con estas y
ver cuáles son los deseos que nos conducen a realizar esos ciertos hábitos, otro
punto es el de aislar la señal pues aquí debemos de saber identificar la señal que
tenemos para poder cambiar el hábito malo por uno bueno, para esto debemos de
tener un plan, pues cuando ya hayamos identificado la recompensa que nos
conduce a esa conducta al igual que la señal que la desencadena y la rutina, ya es
cuando podemos mejorar nuestra conducta planificando la señal, y de igual manera
elegir una conducta que nos ofrezca la recompensa que estamos ansiando.

APLICACION DEL APRENDIZAJE


Yo no tengo muy arraigado el hábito de la lectura, es por eso que he tomado la
decisión de que soy capaz de cambiarlo, pues lo que busco es que con la lectura,
obtenga mas conocimientos y así poder contar con una mejor fluidez en la
comprensión lectora, para esto debo de identificar la señal que me hará querer
buscar leer distintos temas de mi interés, la cual sería que tengo muchas incógnitas
que quiero conocer, por lo cual me llevaría a mi rutina que será buscar leer
constantemente los libros que den respuesta a mis incógnitas, para que me de como
recompensa el tener más conocimiento de distintos temas importantes.

De tal manera que esto se haga de forma usual, para que yo pueda llegar al gusto
por la lectura y me produzca una sensación de bienestar al obtener los
conocimientos deseados de cada lectura que realizo.

CONCLUSION FINAL
Para concluir, sabemos que los hábitos surgen de forma inesperada, pero nosotros
somos responsables de cómo nos comportamos ante ellos. Aunque lo queramos o
no, nosotros somos los que los creamos, pero también somos capaces de
cambiarlos, el hecho de que sea difícil no es excusa.

Este libro es muy importante por que te muestra de distintos aspectos que los
hábitos si son posibles de cambiar, siempre y cuando tengamos la iniciativa, así
como la disposición para poder identificar nuestro bucle del habito y a partir de hay
corregirlo por alguna conducta que nos de la recompensa que nosotros queremos.

También podría gustarte