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LA PRODUCTIVIDAD

Uno de los conceptos más relevantes en el análisis de los procesos económicos en


la actualidad es el que se refiere a la productividad ya que es central para el
crecimiento económico de los países. Con frecuencia se confunden entre si los
términos productividad, eficiencia y efectividad: eficiencia es la razón entre la
producción real obtenida y la producción estándar esperada y efectividad es el grado
en que se logran los objetivos. En otras palabras, la forma en que se obtiene un
conjunto de resultados refleja la efectividad, mientras que la forma en que se utilizan
los recursos para lograrlos se refiere a la eficiencia. La productividad es una
combinación de ambas, ya que la efectividad está relacionada con el desempeño y la
eficiencia con la utilización de recursos.

La productividad es la relación entre la cantidad de productos obtenido por un


sistema productivo y los recursos utilizados para obtener dicha producción. También
puede definirse como la relación entre los resultados y el tiempo utilizado para
obtenerlos: cuanto menor sea el tiempo que lleve obtener el resultado deseado, más
productivo es el sistema. En realidad, la productividad debe ser definida como el
indicador de eficiencia que relaciona la cantidad de recursos utilizados con la
cantidad de producción obtenida.

En periodos pasados se pensaba que la productividad dependía de los factores


trabajo y capital, sin embargo, actualmente se sabe que existe un gran número de
factores que afectan su comportamiento. Entre ellos se destacan la calidad de los
recursos humanos, las inversiones, la razón capital/trabajo, la investigación y
desarrollo científico tecnológico, los sindicatos, la globalización, la utilización de la
capacidad instalada, las leyes y normas gubernamentales, las innovaciones
tecnológicas, etc. Según Martínez citado por Torres (2008), define la productividad
como:

Un indicador que refleja que tan bien se están usando los recursos de una
economía en la producción de bienes y servicios; traducida en una
relación entre recursos utilizados y productos obtenidos, denotando
además la eficiencia con la cual los recursos -humanos, capital,
conocimientos, energía, etc.- son usados para producir bienes y servicios
en el mercado. (p.01).

Por lo anterior, puede considerarse la productividad como una medida de lo bien


que se han combinado y utilizado los recursos para cumplir los resultados específicos
logrados. 

Para Sladagna (2017), señala que la productividad es “el uso eficiente de recursos–
trabajo, capital, tierra, materiales, energía, información en la producción de diversos
bienes y servicios-. Es la posibilidad de aumentar la producción a partir del
incremento de cualquiera de los factores productivos antes mencionados”. (p.02). En
función de esto, la productividad se incrementaría mediante:

1. Una mayor cantidad de trabajo o trabajo más calificado


2. Un aumento de los recursos naturales explotados
3. Un aumento del equipamiento
4. Un uso más eficiente de la tecnología o la aplicación de nuevas tecnologías
5. Un uso más eficiente de las tecnologías de la información
6. Un uso más eficiente de las energías

Comprenderemos que la productividad puede definirse como una relación entre


los resultados y el tiempo que lleva en conseguirlos y una relación entre cantidad y
calidad de bienes o servicios producidos y la cantidad y calidad de recursos utilizados
para producirlos.

El objetivo de la productividad es medir la eficiencia de producción por


cada factor o recurso utilizado, entendiendo por eficiencia el hecho de obtener el
mejor o máximo rendimiento utilizando un mínimo de recursos. Es decir, cuantos
menos recursos sean necesarios para producir una misma cantidad, mayor será la
productividad y por tanto, mayor será la eficiencia.
El aumento de productividad es tan importante porque permite mejorar la calidad
de vida de una sociedad, repercutiendo en los sueldos y la rentabilidad de los
proyectos, lo que a su vez permite aumentar la inversión y el empleo. Para una
empresa, una industria o un país, la productividad es un factor determinante en
el crecimiento económico. Cuando se estima la tendencia de crecimiento a largo
plazo de un país se descompone en dos componentes principales: los cambios en el
empleo (que dependen a su vez del crecimiento de la población y de la tasa de
empleo) y la productividad (que depende sobretodo del gasto en bienes de capital y
de los factores productivos que veremos más abajo). Un análisis de lo más productivo
supone:

 Ahorro de costes: Es posible al permitir deshacerse de aquello que es


innecesario para la consecución de los objetivos.

 Ahorro de tiempo: Debido a que permite realizar un mayor número de tareas


en menor tiempo y dedicar ese tiempo «ahorrado» a seguir creciendo a través
de otras tareas.

Un buen análisis permite establecer la mejor combinación de maquinaria,


trabajadores y otros recursos para conseguir maximizar la producción total de
bienes y servicios.

Teniendo esto en cuenta podemos definir cuáles son los distintos tipos de


productividad:  

1. Productividad laboral: se le conoce también por el nombre de productividad


por hora trabajada, que se define a su vez como la disminución o aumento del
rendimiento para la elaboración del producto en función del tiempo de trabajo
para el producto final.
2. Productividad parcial: los factores que influyen en ésta categoría son la
cantidad producida con el uso de un solo tipo de insumo.
3. Productividad de factor total: se le conoce también por sus siglas PFT. En
este tipo de productividad se tiene en cuenta la cantidad de producción, pero a
diferencia de la anterior, para ésta se utilizan diferentes medios para realizar
dicha labor.
4. Productividad marginal: también se le conoce como Producto Marginal del
Insumo y se trata del producto adicional que puede ser fabricado, debido a la
unidad adicional de un insumo, mientras que el resto de los insumos
permanecen concentrados en una misma labor.
5. Productividad total: este permite conocer cuál ha sido la productividad a
escala total en la industria de cada uno de los insumos, así como también la
cantidad que ha sido producida. A través del conteo total se puede conocer si
ha habido aumento o disminución en la producción común de la empresa
y qué cambios o mejoras ha experimentado la producción durante el proceso.

La productividad del trabajo es una relación entre la producción y el personal


ocupado y refleja que tan bien se está utilizando el personal en el proceso productivo.
El coeficiente entre la producción y el empleo de personal, también nos permite
comparar el pasado con el presente y establecer objetivos para el futuro. Esto lo
podemos lograr por medio del estudio de cambios en la utilización del trabajo,
proyectando los requerimientos futuros de mano de obra, estableciendo la política de
entrenamiento de recursos humanos, examinando los efectos del cambio tecnológico
en el empleo y el desempleo, evaluando los costos laborales, etc. La productividad
total de los factores, en cambio, es una medida simultánea de la eficiencia en la
utilización conjunta de los recursos.

Se puede mencionar varias formas en que se puede aumentar la productividad:


trabajar más inteligentemente, y la inteligencia se consigue con dinero, tiempo y
esfuerzo para aumentar los conocimientos y eliminar la ignorancia; encontrar
herramientas que nos permitan hacer el trabajo más fácil, con menor esfuerzo o para
producir más; modificando la técnica de trabajo para facilitarlo, mejorar la calidad o
aumentar la cantidad.
Varios estudios han examinado las experiencias de crecimiento económico de
países desarrollados y en vías de desarrollo durante los últimos cincuenta años,
tratando de identificar aquellos factores o actividades que mejor explican el
crecimiento económico, intentando a su vez de diferenciar entre el aporte del
crecimiento de la acumulación de factores de producción (capital físico y capital
humano) y la eficiencia en el uso de estos factores, es decir la productividad total de
los factores de producción (PTF).

Los resultados de estos estudios en algunos casos son muy similares, pero en
otros la evidencia empírica es débil y contradictoria. Por ejemplo, hay poco consenso
en algunos de los conceptos más básicos como la importancia de la acumulación de
capital en el proceso de crecimiento económico. Así, King y Levine (1994),
encuentran que, si bien la acumulación de capital es un factor importante para el
crecimiento, éste no es un factor dominante en la explicación de las diferencias tasas
de crecimiento entre los países. En contraste, Young (1994), encuentra que las altas
tasas de acumulación de factores explican de manera importante el rápido crecimiento
de las economías. Es importante señalar que estos estudios han tenido la seria
limitación de no poder contar con una base de datos multi-país amplia y de larga data,
así como dificultades para medir apropiadamente la acumulación de factores como el
capital humano.

Como se mencionó antes, Olley y Pakes (1996), señalan la importancia de


analizar el crecimiento de la productividad en un país desde dos perspectivas
complementarias, una relacionada a la productividad promedio de las empresas
dentro de un mismo sector y otra a la asignación de los recursos entre las empresas.
Además, Syverson (2011), agrupa los principales determinantes que afectan la
productividad de las empresas en dos grandes grupos, uno de factores internos
(elementos derivados de las prácticas de producción de las empresas y sobre los
cuales, en teoría, éstas tienen algún grado de control directo) y otro de factores
externos (entornos en que operan las empresas, sobre los cuales éstas no tienen
control directo alguno).
Para finalizar se puede decir que la productividad evalúa la capacidad de un
sistema para elaborar los productos que son requeridos y a la vez el grado en que
aprovechan los recursos utilizados, es decir, el valor agregado. Una mayor
productividad utilizando los mismos recursos o produciendo los mismos bienes o
servicios resulta en una mayor para la capacidad de rentabilidad. La productividad
tiene una relación directa con la mejora continua del sistema de gestión de la calidad
y gracias a este sistema de calidad se puede prevenir los defectos de calidad del
producto y así mejorar los estándares de calidad sin que lleguen al usuario final. La
productividad va en relación con los estándares de producción. Si se mejoran estos
estándares, entonces hay un ahorro de recursos que se reflejan en el aumento de la
utilidad y proceso.

Aporte:

Las mejoras en la producción se pueden realizar teniendo en consideración alguna


de las siguientes variables: Tecnología, organización, recursos humanos, relaciones
laborales, condiciones de trabajo. Es importante tener en cuenta que la
productividad mejora o aumenta siempre y cuando se ajusten algunas de estas
variables, pero sin que decaiga (y preferentemente que aumente) las salidas o ventas
del producto. Algunas estrategias para elevar la productividad son:

 Reconocer que las personas que conforman una empresa u organización son
diferentes y poder regular o adaptar esas diferencias o al menos minimizarlas
para que se cumplan los objetivos propuestos. Para ello también es
conveniente contar con una buena selección de personal.
 Proponer objetivos específicos y reales para cada empleado.
 Estimular mediante obsequios que sean de interés para los empleados.
 Dejar en claro que el sistema es equitativo y que cualquier empleado puede
alcanzar las metas propuestas por la organización.
Utilizando los diferentes tipos de productividad se puede lograr la consolidación de
un trabajo de eficiencia y calidad, lo cual va a repercutir en las ganancias, solo se
trata de tomar en cuenta todos los factores mencionados y, además, mientras mayor
acceso al avance tecnológico tenga, será más sencillo el trabajo.

Con ello no habrá necesidad de utilizar a los empleados para todas las labores de
manera forzada, así se puede garantizar el bienestar y la comodidad del recurso
humano y continuar produciendo sin sufrir pérdidas de ningún tipo.

REFERENCIAS CONSULTADAS:

King, R. y R. Levine. 1994. “Capital Funda-mentalism, Economic Development, and


Economic Growth”, Carnegie-Rochester Conference Series on Public Policy.
[Documento en Línea]. Disponible en
https://www.researchgate.net/publication/337167702_ESTUDIOS_SOBRE_P
RODUCTIVIDAD_PRODUCTIVIDAD_Y_CRECIMIENTO_ECONOMICO
_EXPERIENCIAS_DE_ALGUNOS_PAISES_DE_RECIENTE_DESARROL
LO

Olley, G. y A. Pakes. 1996. “The Dynamics of Productivity in the


Telecommunications Equipment Industry”, Econometrica. [Documento en
Línea]. Disponible en
https://www.researchgate.net/publication/337167702_ESTUDIOS_SOBRE_P
RODUCTIVIDAD_PRODUCTIVIDAD_Y_CRECIMIENTO_ECONOMICO
_EXPERIENCIAS_DE_ALGUNOS_PAISES_DE_RECIENTE_DESARROL
LO

Sladogna, M. 2017. PRODUCTIVIDAD - DEFINICIONES Y PERSPECTIVAS


PARA LA NEGOCIACIÓN COLECTIVA. [Documento en Línea].
Disponible en http://www.relats.org/documentos/ORGSladogna2.pdf

Syverson, C. 2011. What Determines Produc-tivity? Journal of Economic Literature.


[Documento en Línea]. Disponible en
https://www.researchgate.net/publication/337167702_ESTUDIOS_SOBRE_P
RODUCTIVIDAD_PRODUCTIVIDAD_Y_CRECIMIENTO_ECONOMICO
_EXPERIENCIAS_DE_ALGUNOS_PAISES_DE_RECIENTE_DESARROL
LO

Torres, M. 2008. La productividad: concepto y factores. [Documento en Línea].


Disponible en http://infocalser.blogspot.com/2008/07/la-productividad-
concepto-y-factores.html
Young, A. 1994a. “Lessons From the East Asian NICS: A Contrarian View,”
European Economic Review. [Documento en Línea]. Disponible en
https://www.researchgate.net/publication/337167702_ESTUDIOS_SOBRE_P
RODUCTIVIDAD_PRODUCTIVIDAD_Y_CRECIMIENTO_ECONOMICO
_EXPERIENCIAS_DE_ALGUNOS_PAISES_DE_RECIENTE_DESARROL
LO

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