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Determinantes del movimiento de la demanda

Existen cinco tipos de determinantes que hacen posible un aumento o una


disminución de la demanda:

1. Precio: De los bienes y servicios, es inversamente proporcional a la demanda. Imagínese


que cuando el precio de un Smartphone de última generación sube de precio. Cuando
antes su precio de venta era 100 unidades monetarias y ahora son 150 unidades
monetarias, habrá menos gente que querrá o podrá comprarlo.
2. Oferta: La disposición de los bienes y servicios, expresada en la existencia de la empresa
que ofrece el servicio y en qué cantidad. Imagínese que en un mercado en el que ha
habido un terremoto y la cosecha de un producto agrícola se ha echado a perder. En esta
nueva situación, al haber menos cantidad de ese producto en el mercado el precio subirá
porque habrá gente dispuesta a pagar un precio superior.
3. Lugar: Espacio físico o virtual donde estos bienes son ofrecidos. Siempre hay un coste de
transporte atribuible al precio de venta de ese producto y, que es directamente
proporcional a la forma o método de transporte utilizado. Por ejemplo, es más barato el
transporte de productos envasados en cajas que el transporte de pescado congelado en
alta mar, donde los costes son elevados.
4. La capacidad de pago del demandante: En este punto la situación o poder de
negociación es clave a la hora de fijar un precio al bien o servicio en cuestión.
5. Deseos y necesidades: Tanto básicas como secundarias. En este sentido, imagínese
que usted tiene una necesidad imperiosa de comprar un producto en una zona geográfica
donde no se comercializa, necesario para el desarrollo de su vida cotidiana. Usted, como
demandante ofrecerá un precio de compra más elevado (está muy ligada al punto número
2).

En economía, el concepto de demanda siempre se suele estudiar ligado a la


‘oferta’, ya que ambas deben de ser analizadas conjuntamente para determinar la
cantidad de bienes y servicios producidos y su valor monetario (véase la ley de la
oferta y la demanda).

Elasticidad precio de la demanda


La demanda básicamente puede ser entendida como una función matemática, a
través de la ‘Curva de la Demanda’, cuya pendiente muestra como aumenta o
disminuye la misma según la variación del precio del producto o servicio. A este
concepto, se le denomina ‘Elasticidad precio de la demanda». La elasticidad
puede ser entendida como el impacto que tienen las variaciones en el precio sobre
la cantidad demandada.

Tomando en cuenta la elasticidad que tenga la curva, podemos encontrar


tres tipos de elasticidad precio de la demanda:

1. Demanda elástica: Esto significa que ante una variación del precio del bien o servicio, la
demanda aumenta considerablemente en una mayor proporción. Por ejemplo, los licores
o los productos considerados lujo. Son tremendamente elásticos, imagínese que
disminuye el precio de un deportivo, la demanda se verá aumentada en una cantidad
mayor.
2. Demanda inelástica: Esto significa que ante una variación del precio del bien o servicio,
la demanda se mueve en una menor proporción. Por ejemplo, productos que no puedan
ser sustituidos y son necesarios como las medicinas. En este caso, el hecho de que
aumente el precio de una medicina –por ejemplo la insulina-, la demanda se verá muy
poco afectada porque habrá personas que necesiten ese producto y no encuentren un
sustituto en el mercado.
3. Demanda unitaria: Cuando las variaciones en el precio de un bien o servicio producen la
misma variación en la cantidad demandada.

Representación gráfica de la demanda


Trasladando a un gráfico los comportamientos de la oferta y demanda que
acabamos de explicar, se comprende que la curva de oferta (S) sea creciente y
la curva de demanda (D) sea decreciente.

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