1. Relativismo en administración: esta teoría rechaza los principios universales y
definitivos de administración. La práctica es administrativa es situacional y circunstancial. En otros términos, la práctica administrativa es contingente, pues depende de situaciones y circunstancias diferentes y variadas. 2. Bipolaridad continua: los autores de este enfoque no utilizan conceptos únicos y estáticos y en términos absolutos y definitivos, como como conceptos dinámicos y que pueden ser enfocados en diferentes situaciones y circunstancias. 3. Énfasis en el ambiente: se enfoca en la organización de afuera hacia adentro. A pesar de que autores más radicales hayan pregonado un determinismo ambiental lo que ciertamente es una exageración, el hecho es que el enfoque situacional muestra la influencia ambiental en la estructura y en la conducta de las organizaciones. 4. Énfasis en la tecnología: La visión situacional se enfoca en la organización como un medio de utilización racional de la tecnología. 5. Compatibilidad entre enfoque de sistemas cerrados y abiertos: dificultad de integrar los enfoques de sistema abierto, la teoría clásica, de las relaciones humanas y modelo burocrático, ya que sus perspectivas eran contradictorias. 6. Carácter ecléctico e integrador: absorbe los conceptos de las teorías administrativas para ampliar horizontes y muestra que nada es absoluto.