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 Peleano (Monte Pelé). Se forma por la extrusión de lavas poco fluidas, viscosas, acompañadas de nubes ardientes.

A
veces, conserva la forma cilíndrica de la chimenea y forma una aguja que se fragmenta en prismas al enfriarse; esta
aguja aparece flanqueada por amplias grietas de hundimiento, por las que salen gases en forma de nubes ardientes.
Cuando la lava se acumula en la boca eruptiva crea un domo o cúpula volcánica.

4.1.3. Las coladas


Son emitidas a partir de bocas o fisuras eruptivas y dan lugar a formas estructurales primitivas originales. La naturaleza
del magma, su temperatura, la cantidad de gas a presión que contiene y la topografía sobre la que se extienden, hacen
que presenten características variables:
 Lavas viscosas. Por su acidez (riolitos) o por su temperatura poco elevada, forman coladas cortas y espesas de perfil
abombado.
 Lavas fluidas. Por lo general basálticas, forman largas coladas de varios kilómetros, que a veces corren por los valles
próximos. Si la topografía subyacente está poco diferenciada forman extensos mantos.
 Trapps. Amplias mesetas estructurales de escasa pendiente, limitadas por enormes escarpes escalonados.
Las lavas poseen una estructura prismática característica, debido a su fragmentación según fisuras de retracción,
normalmente perpendiculares a la superficie de enfriamiento: como tubos de órgano o columnas, en sentido vertical, y
de forma poligonal, en horizontal.
 Apariencia cordada. Cuando la lava es muy fluida se desliza rápidamente y la capa superficial se solidifica, pero el
interior se frunce, dando lugar a arrugas estiradas en el sentido del movimiento.
 Superficie pedregosa, con grandes bloques, pináculos y agujas. Cuando el deslizamiento es lento, puede formarse
una capa más ancha y rígida, cuya ruptura da este tipo de superficie.
Las coladas, a veces aparecen colgadas con aspecto de franja de meseta o cerros tabulares. Estas mesas muestran la
mayor resistencia a la erosión de las lavas respecto a las rocas del sustrato.

4.1.4. Las formas excavación


Aparecen al actuar la erosión diferencial sobre las rocas sedimentarias que cubrían formaciones intrusivas o extrusivas
de volcanita, dando lugar a formas estructurales exhumadas:
 Entre las intrusiones (plutones ígneos):
o Concordantes. Intruyen a favor de las estructuras de la roca encajante:
 Lacolitos. Forman domos elípticos, de perfil convexo, rodeados de
cuestas o falsas cuestas, modelados en su cobertera sedimentaria
 Sills. Son cornisas escalonadas a lo largo de las vertientes, producidas en
las series sedimentarias afectadas.
o Discordantes. Intruyen cortando las estructuras de las rocas encajantes.
 Batolitos: Formas irregulares, ocupan áreas enormes, se agrandan hacia
abajo.
 Diques, filones, venas: plutones pequeños de forma tabular, con bordes
irregulares y tamaño variable.
 Entre las extrusiones:
 Espigones. Columnas o escarpados pilones de lava compacta solidificada
en los conductos.
 Necks (agujas volcánicas). Resultado de exhumación de la lava
solidificada en la antigua chimenea, su forma recuerda a los domos y agujas
volcánicas.
 Dykes. La erosión deja al decubierto las lavas solidificadas en las fisuras del antiguo volcán, constituyendo autenticas
murallas o diques rectilíneos. Ring-dykes, si son circulares.
 En los lugares donde las coladas recubrían rocas blandas, se forman mesas aisladas por encima de zonas rebajadas
por la erosión (inversión del relieve); en los sitios donde reposaban sobre rocas duras del zócalo cristalino han
permanecido en la posición primitiva, Cheires.
Resumiendo, los diferentes relieves volcánicos dependen de tres hechos fundamentales:
1. Del tipo de erupción que los ha originado, depende de:
 La importancia relativa de las coladas y el material de explosión.
 La mayor o menor viscosidad de la lava según sea su composición química, hecho fundamental de cara a la
resistencia de las rocas. Las lavas ácidas (riolitas) son mucho más duras que los basaltos.
2. De la edad más o menos antigua de las erupciones, que determina la mayor o menor duración de los ataques
erosivos al relieve primitivo.
3. Del relieve y de la naturaleza del basamento sobre el que se ha instalado el edificio y material volcánico. Un
basamento plano favorece la formación de mesetas volcánicas. Si es poco resistente favorece la desaparición, por la
acción de la erosión, de las formas primitivas.
Por otra parte, la erosión actúa sobre la estructura volcánica apareciendo los barrancos y las planèzes, los trapps, las
franjas de meseta y cerros tabulares, o actúa sobre la cobertera sedimentaria que recubría formaciones intrusivas y
extrusivas, originando relieves estructurales exhumados como los sills, espigones, necks o dykes, según sea la estructura
exhumada.

Tema 9. MORFOLOGÍAS LITOLÓGICAS

1. INTRODUCCIÓN
2. RELIEVE GRANÍTICO
El granito es una roca ígnea plutónica, constituida esencialmente por cuarzo, feldespato y mica. Es la roca más
abundante de la corteza continental y suele aparecer en superficie por la acción de la erosión. A causa de su gran
dureza, es frecuente que terminen siendo la cima de una montaña.
2.1. Características de las rocas graníticas
Son rígidas y resistentes, pero pueden descomponerse por alteración química. Notable homogeneidad que no favorece
la erosión diferencial. Dan lugar a formas de modelado que dependen mucho del ambiente bioclimático. Las rocas
cristalinas están compuestas por diferentes componentes. El granito: cuarzo, feldespato y mica más otros minerales
accesorios que le confieren caracteres diversos según sus proporciones, así como el tamaño y la porosidad.
Cuando las rocas plutónicas aparecen en superficie tras la erosión de las capas superiores pueden comportarse como
rocas blandas o duras, dependiendo de:
 Estructura heterogénea: si el granito es rico en cuarzo, será prácticamente inalterable en clima frío y muy poco en
clima templado.
 Tamaño del grano: el granito de grano fino es más resistente que el de grano grueso.
 Porosidad: a mayor porosidad, mayor meteorización.
 Diaclasas y fisuras: consecuencia de su formación. Su abundancia favorece la erosión mecánica y química. Su red
guiará el proceso de modelado.
 Clima:
 frío  alteración química pequeña; erosión mecánica importante (gelifracción).
 cálido  las temperaturas elevadas favorecen la alteración de la roca.
 desértico  las fuertes amplitudes térmicas provocan su desescamación (arenización).
Proceso de emersión de rocas intrusivas: 1. intrusión del magma hasta encajarse en materiales diferentes (plutones); 2.
proceso de acoplamiento y posterior afectación de la tectónica> fracturas y fisuras; 3. erosión y exhumación > expuesta
a la meteorización y la erosión.
Si hay un importante afloramiento de material cristalino con gran contenido en cuarzo > macizo granítico, que destaca
del entorno y tiene un ritmo de erosión más lento. si hay una zona de material más blando, con la erosión > cubeta
granítica, una depresión relativa. En afloramientos graníticos es frecuente ver resaltes aislados con forma de cerros o
alineaciones, o pitones o crestas, restos de un dique o chimenea de cuarzo intercalada en la masa de roca plutónica.

2.2. Las formas graníticas


2.2.1. Formas mayores
 Formas prismáticas y domos.
 Domos. zonas frías, montañosas o templadas.
Forman relieves aislados, destacando del nivel de cumbres, con
paredes lisas y curvilíneas de forma convexa. Se agrupan bajo este
nombre todo un conjunto de formas de resalte más o menos
abovedado, que presentan una variada tipología, simétricas o no.
La clave de su formación está en el diaclasado curvo y en la acción de
la gelifracción, que se da cuando las condiciones climáticas dan lugar a
la alternancia de ciclos de hielo y deshielo en el agua.
A su pie suelen aparecer acumulaciones de bloques o lajas,
apareciendo el granito en superficie.

 Agujas alpinas. zonas frías, montañosas o templadas.


Se sitúan de forma aislada talladas en primas cuadrangulares o dando a formas piramidales o formando cresterías.
La gelifracción es la principal causante; las diaclasas rectas, predominantemente verticales, provocan la formación de
relieves más o menos monolíticos, estrechos y alargados, limitados por paredes verticales,. Pueden presentarse aisladas
o no. Progresivamente estos relieves se van estrechando y el relieve se hace más afilado y escarpado, según la red de
diaclasas verticales y lo riguroso de los procesos de congelación y deshielo.
Al igual que en las formas dómicas, el granito aparece sano en superficie y a su pie suelen acumularse bloques de roca
desgajados.
 Crestas y aristas.
Menos espectaculares, configuran perfiles de sierra, más o
menos agudas, con tendencia piramidal, guiadas por un
diaclasado vertical importante.

 Panes de azúcar y medias naranjas


En forma de domo, grandes semiesferas o cúpulas, más
regular y perfecta que los así denominados, y que también
pueden alcanzar grandes dimensiones. Se desarrolla en
climas tropicales, sin frío y sin necesidad de que existan
diaclasas curvas. Constituyen relieves de resalte sobre
superficies llanas, de arrasamiento, a modo de grandes
cerros, de planta aproximadamente circular, con paredes
curvilíneas.
El granito está alterado en superficie y al pie no aparecen
acumulaciones de bloques, sino profundos y extensos
mantos de roca granítica muy alterada.

 Monte-Isla o Inselberg
Bajo climas subtropicales aparecen relieves aislados que sobresalen de superficies de erosión recubiertos por mantos
de arenización, en general poco potentes. Están constituidos por granito masivo poco alterado en superficie. Al pie de
estos relieves se desarrolla un talud de derrubios generado en procesos mecánicos de rotura de la roca. Los mantos de
alteración de potencia variable son transportados por el viento y pueden dejar al descubierto la zona de contacto del
inselberg con el material de la penillanura.

 Paisajes de bolas
Típico de un clima templado y cuando la red de diaclasas tiene marcado carácter ortogonal. Muy generalizado en las
zonas graníticas españolas, donde recibe el nombre de canchal y berrocal. Se caracteriza por su aspecto caótico, de
formas elementales de diversos tipos y tamaños medianos y pequeños, en zonas deprimidas o laderas. En zonas
deprimidas alargadas, suelen aparecer sobre granito descompuesto (alvéolos o pasillos de arenización). En zonas más
elevadas se habla de caos, con bloques aislados denominados bolos. Los bolos tienen forma variada (esféricos, cúbicos,
de losa, torre) y su agrupación recibe el nombre de Tors, cuando los bloques se agrupan fragmentados siguiendo las
diaclasas y sin sufrir desplazamiento, formando castillos. Cuando aparecen en precario sobre otras rocas se denomina
piedras caballeras.
Se deben a alteraciones generalizadas de la zona, de intensidad media, que ha seguido la red ortogonal de diaclasas con
una evacuación posterior de los materiales alterados. En su desarrollo se distinguen dos fases: Hídrica, capaz de
erosionar a partir de las diaclasas (arenización); De arrastre, capaz de limpiar los núcleos rocosos no alterados.

2.2.2. Formas de detalle


Sobre el relieve granítico abundan las microformas, que son muy características y abundantes.
 Acalanaduras. Surcos que recorren la superficie de la roca de más o menos vertical. Aparecen en paredes con alguna
inclinación, en las vertientes de domos o en las caras laterales de los bolos. Corresponden a la trayectoria de las aguas
que circulan por la superficie.
 Pilancones. Concavidades relativamente grandes, que pueden superar el metro de diámetro, que se forman fuera de
los cauces fluviales, por hidrólisis. Son frecuentes en la parte superior de bolos, domos, lajas… Se producen en zonas
donde el agua puede quedar retenida y provoca una arenización local.En los cursos altos de los ríos, sobre el lechoso
rocoso, pueden formarse mediante remolinos unas formas similares, llamadas marmitas de gigantes.
 Taffoni. Cavidades que horadan la roca en superficie, en paredes laterales. Pueden evolucionar hacia rocas en forma
de seta. Se forma por escurrimiento y concentración del agua, provocando un vaciado progresivo de dentro afuera.
 Nerviaciones. Resaltes en la roca, que son causadas por filones de materiales más resistentes, como el cuarzo.
2.3. La variedad de paisajes graníticos según el clima
 Clima frío La alteración química es pequeña, pero la acción mecánica, resultante de los cambios térmicos y los
procesos de gelifracción, puede ser muy intensa. Abundan:
 Agujas alpinas: crestas de fuertes pendientes y agujas afiladas de paredes lisas verticales.
 Canchales: grandes depósitos de derrubios al pie de las agujas.
 Crestas en oruga: montañas de formas más suaves debido a que la erosión glaciar no ha sido tan importante.
Son frecuentes las formas de erosión glaciar.
 Clima cálido y húmedo .Se ve muy afectado por la alteración química, dando lugar a formas espectaculares, con
mantos de roca alterada. El agua tibia ataca la sílice y la disuelve, mientras que se alteran las micas que se
descomponen, dando óxidos de hierro. Resulta de ella la formación de un espeso manto de alteritas de característico
color rojo. La distinta resistencia de los materiales graníticos, unido a la forma de meteorización química dominante, da
lugar a la aparición de formas características como, Panes de azúcar y Medias naranjas.
 Clima tropical seco Los fuertes contrastes térmicos dan lugar a procesos de descamación y arenización.
 Clima templado son muy frecuentes los paisajes de amontonamiento caótico de bloques y bolos junto a superficies
suaves de macizo antiguo con presencia de relieves residuales a modo de cerros. Formas redondeadas, pendientes
suaves, abundancia de bloques desgastados, procedentes de la desintegración del granito. Sobre la llanura monótona
se elevan los monte-isla o inselberg, de abruptas paredes. Formas típicas: piedras caballeras, tors, acanaladuras y taffoni.
Predomina la acción mecánica a favor de las diaclasas ayudada por la importancia de los cambios térmicos, que facilita
una acción química considerable.
En las zonas donde se dan estos materiales cristalinos, cuando han sido afectados por la tectónica, aparecen
fracturados. Las fracturas se traducen en escarpes más o menos desgastados, así como en la presencia de valles que se
alojan en las líneas de falla y en las fosas tectónicas. El resto de rocas plutónicas y metamórficas tienen un
comportamiento semejante y los principios básicos explicativos son similares.

3. MODELADO KÁRSTICO
Buna parte de las rocas sedimentarias, en particular las calcáreas, presentan una especial sensibilidad a los procesos de
disolución, configurando, unos paisajes de notable interés geomorfológico, caracterizados por la presencia de formas
originales, a cuyo conjunto se conoce por el nombre de karst. El relieve kárstico o carso es el nombre que se da al
conjunto de formas modeladas sobre rocas sedimentarias, e incluso metamórficas (mármoles), como consecuencia casi
exclusiva de la disolución de sus componentes minerales. Se desarrolla principalmente sobre rocas carbonatadas de
origen orgánico (calizas, dolomías), pero también en otras rocas, como las evaporitas (yeso, sal…),menos abundantes.

3.1. Las características de las rocas calcáreas y su disolución


La caliza, como la dolomía, son rocas sedimentarias de origen químico, carbonatadas, compuestas por carbonatos de
calcio (CO3Ca) o de calcio y magnesio, junto con pequeñas impurezas de carácter silíceo o arcilloso. Son rocas duras e
impermeables, atravesadas por fisuras o diaclasas. Es insoluble en agua pura, pero cuando el agua es acidulada, cargada
de ácidos, sobretodo ácido o anhídrido carbónico (CO2), la disuelve fácilmente.

El ácido carbónico ataca la caliza y produce bicarbonato cálcico. Este es muy soluble en agua y es arrastrado hacia el
interior, provocando la erosión de la roca, de hecho el modelado kárstico se da más en profundidad que en superficie.
Se da más en climas templados y sobre todo fríos, ya que el gas carbónico es más soluble en agua fría que en caliente,
por eso el agua procedente de la fusión de la nieve es muy agresiva. Cuando el bicarbonato cálcico se encuentra con un
medio favorable, se vuelve a desprender el CO2 y el carbonato cálcico precipita, provocando que los materiales
disueltos se acumulen. De esta forma se originan las estalactitas y estalagmitas. Más típico de climas cálidos, como los
tropicales húmedos.
Las condiciones principales para el desarrollo del karst son:
 Que la roca se presente de forma relativamente masiva y que no esté excesivamente plegada.
 La roca debe estar surcada por una importante red de fisuras y diaclasas.
 Suficiente volumen de precipitaciones que aporten el agua y posibilite la presencia de vegetación, productora de
anhídrido carbónico.

3.2. Las formas kársticas


El término karst procede de una región de la península de Istria (Eslovenia), donde se manifiesta de forma
predominante y significativa. El paisaje se caracteriza por la presencia de extensas superficies desnudas, con escaso
valles y un desarticulado sistema de drenaje superficial, con poca circulación de agua en superficie, a pesar de que las
precipitaciones son abundantes, y donde, en cambio, aparecen numerosas depresiones cerradas.
3.2.1. Las formas exteriores o exokársticas
 Depresiones cerradas y cañones
 Dolina o torca. Pequeña depresión cerrada,
cuya planta tiene de forma desde circular a ovalada, de
contorno redondeado, cuyo diámetro puede oscilar
entre unos metros y centenares de ellos. Su perfil
predominante es el de cuba o cubeta, puede presentar
forma cercana al embudo o pozo, con profundidades
muy variables, desde pocos m hasta los 200 m. Con
paredes de fuertes pendientes, en el que aflora la roca
desnuda. El fondo suele estar cubierto de tierra,
generalmente arcilla de descalcificación (terra rossa),
espacio muy propicio para el cultivo. Se llama Torca al
pozo con paredes escarpadas, como las famosas de Cuenca.
Se forman en lugares que favorecen la retención y profundización del agua y se relaciona con fenómenos de
hundimiento, provocados por un déficit de masa caliza superficial. En profundidad el límite lo pone el nivel del manto
freático, cuando éste está próximo a la superficie, la dolina no alcanza gran profundidad y puede aparecer su fondo
inundado.
 Uvala. Dolina de grandes dimensiones y de
perfil sinuoso.
 Poljé. También es una depresión cerrada de
grandes dimensiones, pero cuya planta no es
circular. Configura una llanura enmarcada por
paredes más o menos escarpadas. Su forma es
más o menos alargada, de anchura entre varios
centenares de metros a varios km y de longitud
superior, con frecuencia de decenas de Km.
Suelen estar relacionados con accidentes
tectónicos importantes, apareciendo en potentes
series calizas, deformadas por fallas o pliegues
amplios, con condiciones favorables a la
disolución y hundimiento.
El fondo es marcadamente plano, a menudo
cubierto de arcilla de descalcificación y
accidentado por la presencia de cerros residuales de forma piramidal, hum; suelen se valles muy fértiles al funcionar
coma trampas de sedimentos.
Suelen estar recorridos por una corriente fluvial que surge desde una surgencia (izvort), a menudo situada en los
bordes, y que desaparece a través de un sumidero (ponor). La génesis del poljé no está del todo clara, pero parece que
la periódica inundación que suelen sufrir juega un papel fundamental, cuando en épocas de abundancia de lluvias, el
nivel freático, que está relativamente cercano a la superficie, asciende.
 Cañones. Valles caracterizados por tener flancos rectos, verticales, a cuyo pie se acumula un talud de derrubios.
Suelen estar recorridos por cursos de agua, que, a menudo, proceden de áreas externas al karst. En las paredes se
observan aberturas de cuevas y son frecuentes las surgencias. En ocasiones terminan en auténticos fondos de saco,
cerrados por escarpe de roca dura, donde aparece el río en forma de fuente vauclasiana. Se producen por disolución de
antiguos cauces que han formado galerías subterráneas, el hundimiento de estos techos darían lugar a la formación del
cañón y a que el agua volviera a correr en superficie. En el cañón se produce una poderosa erosión lineal con
karstificación. Dado que en los cañones el aporte de agua procede de surgencias laterales, no se observan valles
afluentes, que alteren las características de las paredes.

 Las formas menores


 Lapiaz, lenar o karren. Acanaladuras formadas por disolución a modo de surcos, más o menos profundos y de
distinta anchura, que pueden a aparecer en zonas planas o en vertientes y paredes verticales. Se forman por disolución
superficial de la caliza por el agua de escorrentía o por aguas retenidas; esta disolución se ve acentuada por la
existencia de discontinuidades estructurales, fisuras…
o Según el proceso de formación pueden ser:
 De arroyada. Formados por el agua corriente, suelen presentar canales estrechos
 De fractura. Tienen anchas grietas, de hasta varios m
o Según su forma:
 Lineales. Formados por aristas y ranuras más o menos continuas, finas, sinuosas; entre los canales quedan tabiques
estrechos como pequeñas crestas.
 Acanaladura. Trazos rectos, que siguen las diaclasas o planos de estratificación; presentan aristas romas y macizas.
 Mesas de lapiaz. Cuando las fisuras forman una trama cuadrangular.
 Alveolares. Presentan pequeñas cubetas, entre las que se intercalan pozos profundos en las intersecciones de las
diaclasas. Son propios de zonas planas de escasa fisuración. Tienen el aspecto de la superficie ondulada del mar, por lo
que se les conoce como mar de piedra. Si las cavidades son muy numerosas y pequeñas se denominan de nido de abeja.
Si los pozos son importantes y profundos, se llaman pozos.
o También pueden ser:
 Cubiertos. Rellenos de tierra. Propio de terrenos calcáreos con muchas impurezas, por lo que quedan cubiertos por
la arcilla de descalcificación.
 Descubiertos.
 Bogaz. Estrechos pasos excavados en la roca, formados por disolución, y por lo que nunca ha corrido el agua.
Algunos los consideran macrolapices.
 Tormos. Grandes bloques de caliza de acusado aspecto fungiforme, de varios m de altura.
 Arcos o puentes.
 Pináculos o karst de mogotes. La masa caliza se dispone en gruesas columnas puntiagudas y macizas de varios m de
altura. Es típico de regiones de clima tropical, pero también
tenemos ejemplos en zonas templadas, herencia de un pasado
diferente.
 Simas. Aberturas, normalmente estrechas, que van
ensanchándose en profundidad, que comunica las cavidades
subterráneas con el exterior. Pueden alcanzar cientos de m de
profundidad. Se suelen diferenciar las que son pozos de disolución
de las que se han formado par hundimiento del techo de una
cueva.

3.2.2. Las formas endokársticas


La clave está en la circulación subterránea de las aguas. En el karst
apenas hay ríos, porque el agua de la superficie se infiltra y la
circulación no sigue las reglas de las corrientes al aire libre. Los
cauces fluviales son raros en superficie, manteniéndose casi sólo
los ríos que ya llegaron a las tierras calcáreas siendo caudalosos. Es
frecuente que los ríos que circulan desaparezcan súbitamente, pudiendo reaparecer a larga distancia. La red
subterránea es más anárquica que la de superficie, siendo menos frecuente las grandes concentraciones de caudal y se
adapta al cañamazo que le impone la red formada por los planos de estratificación, las diaclasas, las fisuras y fracturas
ensanchadas por la disolución. Provoca la formación de una impresionante red de galerías. El agua penetra en el macizo
calcáreo y sigue la dirección natural del desagüe, realizando una labor disolvente, en profundidad es superior al que
realiza en superficie, incrementado por la acción de los materiales que transporta y que provoca una mayor erosión al
circular a presión por los conductos kársticos. La profundización continúa hasta que el nivel freático alcanza la zona
impermeable.
La salida del agua se hace a través de surgencias, constituyendo verdaderas fuentes vauclasianas, en las que el agua
puede brotar de forma intermitente, al actuar el conducto subterráneo como un sifón. Pueden ser: Exurgencias. Si el
curso de agua se ha formado en el interior por infiltración. Resurgencias. Ríos alóctonos que se han introducido en el
interior del roquedo calcáreo y vuelven al exterior.
En ocasiones las surgencias pueden formar terrazas de travertino, por precipitación de los minerales disueltos al salir al
exterior. El agua va descendiendo a zonas cada vez más profundas, abandonando las galerías superiores, que quedan
convertidas en cuevas, con lo que la caliza se va quedando literalmente hueca.
Algunos estudiosos han distinguido tres zonas: superior, seca y con infiltración con predominio de trayecto vertical
descendiente; media, con la red de galerías y conductos; inferior, permanentemente inundada.

Las principales formas subterráneas


En principio, su forma general es la de un río subterráneo. La forma elemental es la galería, más o menos horizontal y
suelen estar dispuestas en pisos, que pueden estar conectados entre sí por sifones. La galería puede estrecharse en
túneles y pasillos, a menudo ramificados y sin salida. Localmente se desarrollan grandes salas o cámaras, a veces de
enormes dimensiones, cuya parte superior forma una bóveda. Estas formas sólo son visibles cuando quedan fuera de la
acción del agua, que continúa profundizando. En las galerías, el modelado kárstico continúa, el modelado por
precipitación. El agua de la superficie se infiltra y cae continuamente desde el techo y las bóvedas. Esa agua lleva
disuelta caliza, que se precipita formando estalactitas (macarroni si son finitas)que cuelgan del techo y estalagmitas,
que se levantan del suelo. Cuando estas concreciones calizas entran en contacto forman columnas, tabiques y cortinas.

Se habla de holokarst cuando se ha desarrollado un karst completo; merokarst, asociado a caliza impura, donde
abundan valles secos; karst cerrado, cuando la masa caliza está rodeada de terrenos permeables que favorecen el
estancamiento de aguas subterráneas; karts cubierto, cuando las formas superficiales están enterradas bajo los
productos de descalcificación.

3.3. El karst en las diversas zonas climáticas


o Climas tropicales húmedos. Se manifiestan con formas espectaculares, grandes poljes accidentados por hums
elevados, dolina de formas estrelladas y abundancia de pináculos y mogotes. Las elevadas temperaturas no favorecen la
presencia de CO2, pero se compensa por la producción abundante de ácidos húmicos y anhídrido carbónico en el suelo,
consecuencia de las precipitaciones y de la vegetación. Vietman.
o Climas fríos y de alta montaña. Abundan los grandes lapiaces descubiertos y muy activos, dada la abundancia de
aguas muy frías, con mucho CO2. Las dolinas suelen ser modestas, muchas en forma de embudo y de pocos metros. Las
formas subterráneas suelen ser muy ricas, grandiosas, con un gran desarrollo de la circulación de agua en profundidad.
o Climas templados. Hay tanta variedad como en los propios climas. Si son húmedos, suelen tener importante
circulación subterránea y formas modestas y con frecuencia se presenta cubierto. En el área mediterránea, donde es
muy abundante, las formas superficiales son muy numerosas, pero sólo de grandes dimensiones si están afectadas por
la tectónica. Al ascender en altura se pasan a las características del grupo de clima frío.
o Climas desérticos. Las condiciones para que se forme este modelado no se dan, no obstante existen ejemplos, que
constituyen paisajes relictos.

Tema 10. MODELADO DEL RELIEVE POR ACCIÓN DE LAS FUERZAS EXTERNAS I. LOS
PROCESOS ELEMENTALES METEORIZACIÓN Y DINÁMICA DE VERTIENTES.
1. INTRODUCCIÓN
Las fuerzas internas de la Tierra actúan configurando las rocas, provocando su afloramiento, su deformación,
dislocación y desplazamiento. En la superficie, entra en juego la acción de las fuerzas externas, que proceden de fuentes
de energía exteriores al globo, y van dando lugar a la transformación del relieve.

2. LAS FUERZAS EXTERNAS


La gravedad y la energía térmica procedente del Sol son las dos principales fuerzas capaces de realizar la dinámica
geomorfológica externa, que tiene lugar en la superficie de la litosfera. Hay que tener presente que hay una interacción
entre las fuerzas internas y externas, ya que actúan simultáneamente, en un proceso que se desarrolla de forma
ininterrumpida y constante.

2.1. La gravedad
La gravedad actúa sobre todos los cuerpos y juega un importante papel en las acciones de modelado. Su actuación
puede ser:
 Forma directa. Provoca el desplazamiento de partículas sueltas, que por su propio peso tienden a caer, a moverse.
 Forma indirecta. Afecta muy especialmente a masas que tienden a fluir, desplazándose y ejerciendo una acción
sobre la superficie por la que se movilizan.
La existencia de desniveles en la superficie terrestre es esencial para que actúe la gravedad. Su acción tiende
teóricamente a buscar el equilibrio y suavizar los desniveles, en un proceso constante, pues las fuerzas internas lo
renuevan constantemente.

2.2. La energía procedente de la radiación solar


La energía procedente del Sol es la causa última que pone en marcha una serie de procesos, que constituyen parte
esencial de la acción de las fuerzas externas. Como consecuencia del desigual balance de radiación solar se producen
unos desequilibrios térmicos que originan flujos convectivos de aire y agua que entran en contacto con la superficie
terrestre y, si tienen la suficiente energía, pueden movilizar partículas, produciendo efecto de modelado.
El viento es un importante agente capaz de actuar de forma directa, movilizando partículas; e indirecta, al producir
sobre las aguas movimientos ondulatorios, que alcanzan gran energía al contacto con la costa. El agua en movimiento
es el más activo de los agentes de erosión. Las diferencias de temperatura son, también, directamente causantes de
tensiones sobre los materiales de la superficie, que colaboran en la preparación de los procesos erosivos.

2.3. Incidencia de las características de los materiales de la superficie y las condiciones externas
Inicialmente, la mayor parte de las rocas necesitan un proceso previo para ser afectadas por los procesos de modelado.
Éstas son acciones físicas o químicas que se producen en contacto con la atmósfera y sus fenómenos meteorológicos.
Por eso son llamados procesos de meteorización.
Los procesos de modelado, o morfogenéticos, se producen en la superficie de la litosfera por acción de las fuerzas
externas, por medio de procesos físicos y químicos, condicionados por las características de los materiales del roquedo,
las condiciones topográficas y medioambientales. Las fuerzas internas, al ser causantes de la configuración y evolución
de los materiales iniciales son, naturalmente, una parte clave del proceso.

3. LA METEORIZACIÓN
La meteorización es la alteración de la roca por la acción de agentes atmosféricos y biológicos. La roca sufre la acción de
estos agentes, que tienden a descomponerla y desintegrarla, dejando los materiales dispuestos para ser movilizados
por los agentes de la erosión.
La acción geológica de la erosión por meteorización se lleva a cabo de forma física (por ruptura de la roca) y química
(transformación de sus propiedades), actuando en conjunto. La meteorización actúa constantemente en todas partes.
Es de decisiva importancia, pues prepara la formación del suelo y deja las rocas a disposición de la erosión. Sin ella no
existirían ni la vegetación ni los continentes.

3.1. Procesos mecánicos de meteorización.


Fragmentación
Las acciones físicas o mecánicas producen rupturas
en las rocas (clastos, de formas angulosas) sin
alterar la naturaleza química de las mismas.

3.1.1. Fragmentaciones o clastias de origen térmico


Termoclastia: fragmentación de la roca por
variaciones de temperatura. La roca, al sufrir
cambios de temperatura se dilata y contrae y si este
proceso se da con la amplitud y frecuencia
suficiente, llega a romperse. juegan un papel
esencial las características de la roca (color, textura,
material), ya que la capacidad de absorción y la
conductividad difieren.
 Disgregación granular. Se desprenden pequeños elementos.
 Descamación. Separación de capas enteras de la roca, como si se produjera una descamación.
 Cuarteamiento. Se cuartea en bloques la roca fisurándose.
 Fractura irregular: bloques angulosos en rocas coherentes (amontonamiento de derrubios).

3.1.2. Fragmentaciones de origen hídrico


La crioclastia o gelifracción se produce cuando, por las variaciones de temperatura, el agua que rellena los huecos de las
rocas se congela. Esto provoca una tensión en la roca que puede llevar al desprendimiento de granos o fragmentos.
Microgelifracción si actúa en los poros, macrogelifracción si actúa en fisuras o grietas.
La hidroclastia se produce por los cambios de volumen que experimentan ciertas rocas al sufrir variaciones importantes
en su contenido de agua. Hay rocas muy hidrófilas –sobre todo las arcillosas- capaces de absorber gran cantidad de
agua, hinchándose; cuando se secan se retraen a su volumen inicial. La descamación y las redes de grietas poligonales
se observan en terrenos que se secan tras ser inundados.
La haloclastia se produce cuando el agua, con gran cantidad de sales, se evapora dando lugar a la formación de cristales
capaces de provocar una considerable tensión en los poros y fisuras de las rocas.

3.2. Procesos químicos


Provoca transformaciones químicas en la roca y actúa conjuntamente con la meteorización física, de forma que cuanto
mayor sea la fragmentación física, mayor será la eficacia de la química, y viceversa. El agua juega un papel esencial en la
meteorización química.

3.2.1. La disolución
Proceso que combina acciones físicas y químicas, en el cual las moléculas de un cuerpo se disocian en iones por acción
de un disolvente, en este caso el agua. En el proceso de disolución es muy importante la constitución mineralógica,
pero también la porosidad y fisuración de la roca, que permite la penetración del agua, así como que esta contenga
determinados compuestos químicos, capaces de aumentar su poder disolvente.
Disolución de ciertas rocas por el agua, tanto en superficie como en profundidad (aguas subterráneas), jugando un gran
papel en la formación de los suelos. Es especialmente notable en el caso de rocas calcáreas (carbonatación). En algunas
rocas la disolución actúa sólo sobre los componentes solubles (como el feldespato en el granito).

3.2.2. Alteraciones químicas


Diversas acciones químicas provocan la alteración del roquedo, transformando, al menos, una parte de los
componentes minerales de la roca. Este proceso de descomposición superficial da lugar a lo que se denomina mantos
de alteración o alteritas, deleznables y que pueden penetrar incluso bastantes m y que están formados por los
minerales iniciales y por otros nuevos generados en el proceso.
 Oxidación
Es el proceso más común. El oxígeno del aire se une a los componentes de las rocas, sobre todo a carbonatos y sulfuros,
transformándose en óxidos. Produce cambios en el color, adquieren un tono rojizo, así como en la dureza y solubilidad,
provocando la intensificación de otros procesos mecánicos.
 Hidrólisis
Es la reacción más importante, y consiste en el desdoblamiento de las moléculas en presencia de agua, cuyos iones H+ y
OH- se combinan con los minerales de la roca, produciendo su alteración, como en el granito y basalto. En climas cálidos
y húmedos actúa hasta 90 m en el subsuelo. La eliminación de la sílice que provoca y la formación de hidróxidos de
aluminio causa la aparición de costras lateríticas de gran dureza.
 Hidratación
Fijación del agua sobre un cuerpo que se convierte en hidrato, aumentando de volumen y desintegrándose (en especial
rocas ígneas de grano grueso). Afecta muy especialmente a los esquistos y pizarras.
 Acción de ácidos orgánicos.
Siempre que existe un suelo con materia vegetal en proceso de descomposición, se desarrollan en él ácidos orgánicos,
que también son capaces de reaccionar con los minerales y contribuyen a la meteorización química.

3.3. Acciones biológicas


No es despreciable la acción de los organismos vivos en el ataque a las rocas:
 Animales. Actúan de varias formas, sobre todo de forma mecánica sobre materiales deleznables, e incluso
excavando galerías, que favorecen otras acciones mecánicas.
 Plantas. Las raíces de plantas que penetran por fisuras facilitan la fragmentación.
 Líquenes. Se alimentan de los minerales de la roca y pueden generar un barniz que recubre la superficie.
 La descomposición microbiana de los desechos vegetales, que se depositan sobre la roca, provoca la formación de
humus y desempeña un importante papel en la génesis y evolución de los suelos, que se forman sobre el regolito, capa
que recubre la roca, resultante de la meteorización.

3.4. Factores condicionantes de la meteorización


Los principales son los siguientes:
 Características de la roca: tanto físicas (color, porosidad, fisuración y tamaño de los componentes) como
mineralógicas.
 Clima.
 Intensidad y duración de los procesos.
3.5. El regolito
El regolito es la capa formada por el resultado de los procesos de meteorización. No es uniforme, y su potencia puede
oscilar desde cero a varias decenas de metros. También son muy variadas en su capacidad de infiltración, grado de
resistencia, propiedades, etc. Sobre esta capa se desarrollan los suelos.

4. LA DINÁMICA DE VERTIENTES. PROCESOS ELEMENTALES DE EROSIÓN

Los procesos de meteorización genera unos materiales detríticos que son susceptibles de ser transportados por los
agentes erosivos, que llevan a cabo el modelado de esa superficie, constituyendo la erosión propiamente dicha, que
incluye destrucción y construcción de relieve.
Llamamos dinámica de vertientes al conjunto de procesos de desplazamiento de partículas a corta y media distancia
desarrollados en los sectores del territorio situados fuera de los cauces de los grandes agentes de evacuación (es decir,
en el ámbito de los interfluvios).
Los procesos se desencadenan por la acción de la gravedad, que tiende a que los materiales sueltos se desplacen hacia
lugares más bajos y se ven apoyados por los agentes meteorológicos y biológicos.

4.1. Desplazamiento por elementos


4.1.1. Caída libre y desprendimiento
Caída libre de fragmentos de roca
Es el movimiento más rápido. Resulta de la
rotura de la pared rocosa en fragmentos de
varios tamaños que descienden por la
pendiente hasta quedar estabilizados en un
punto. La trayectoria depende de la inclinación
y la rugosidad de la vertiente y del tamaño y
forma de los fragmentos. Por acumulación se
forman conos o taludes de derrubios, que se
mantienen estables hasta una pendiente
máxima próxima a los 35°, y hay selección de
tamaños, con los más gruesos en la base. Los
taludes y conos de derrubios son inestables,
por cualquier perturbación produce nuevos
deslizamientos de roca. La vertiente generada por gravedad presenta un escarpe o cornisa, de inclinación acusas
(siempre de +45°), un talud, y una base suave.
Desprendimiento o derrumbamiento
Puede revestir carácter catastrófico. Son menos frecuentes y se desencadenan por diversas causas, incluso por
movimientos sísmicos. Al pie del escarpe se acumulan en forma caótica grandes masas de bloques rocosos.

4.1.2. Reptación (creeping)


Consiste en un desplazamiento y redistribución de
partículas en el seno de una formación deleznable, por
acción de la gravedad. El movimiento se realiza de forma
individual, pero la suma de todos esos movimientos
imperceptibles se traduce en un lento descenso de todo
el conjunto. Resulta apreciable a simple vista por la
inclinación de los troncos de los árboles, postes y estacas,
e incluso por la presencia de estratos curvados hacia la
vertiente. La razón de la reptación está en la gravedad,
pero los agentes desencadenantes son variados: pisadas,
raíces, calentamiento y enfriamiento de la superficie, etc.
Un fenómeno que participa en la reptación es el realizado
por el agua que se hiela en la capa superficial del terreno que empapa, y que forma unas columnillas que levantan un
grano de arena. Cuando se deshiela, el grano cae y se produce un descenso respecto a la posición inicial (pipkrake).
La eficacia de la reptación varía según el medio. Los más favorables son aquellos donde existe un manto de derrubios
pequeños o donde son importantes los fenómenos de gelifracción en la roca, como en laderas de montañas expuestas
a la acción hielo/deshielo.

4.2. Desplazamientos en masa


Son aquellos que movilizan en conjunto un volumen más o menos grande de materiales, afectando a todo el

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