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LA IMPORTANCIA DE LA ORATORIA EN EL
ÁMBITO UNIVERSITARIO
J. ALFREDO OBARRIO & ANICETO MASFERRER
(Eds.)
LA IMPORTANCIA DE LA ORATORIA EN EL
ÁMBITO UNIVERSITARIO
Todos los derechos reservados. Ni la totalidad ni parte de este libro, incluido el diseño de la cubierta, puede reproducirse
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© Copyright by
Los autores
Madrid, 2013
ISBN: 978-84-xxxx-xxx-x
Depósito Legal: xx-xxx-xxxx
Maquetación:
Balaguer Valdivia, S.L.
german.balaguer@gmail.com
Impresión:
ÍNDICE
PRÓLOGO ................................................................................................................13
PARTE I.
LA ORATORIA EN LA ANTIGÜEDAD CLÁSICA Y SU VIGENCIA EN LA
ACTUALIDAD
PARTE II.
EL ORADOR Y SU DISCURSO
PARTE III.
EXPRESIÓN ORAL Y PROCESO DE APRENDIZAJE
PARTE IV
LA EXPRESIÓN ORAL EN EL ÁMBITO UNIVERSITARIO DESDE LA
PERSPECTIVA DEL ESTUDIANTE
El libro que el lector tiene en sus manos no contiene tan sólo las Actas del IV Con-
greso Universitas, celebrado los días 15-16 de octubre de 2012, en el Salón de Grados
de Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia. El IV Congreso Universitas,
organizado por la Fundación Universitas, en colaboración de la Facultad de Derecho
de la Universidad de Valencia, se preparó con la ilusión y el convencimiento de estar
ofreciendo un programa cuyos contenidos y ponentes no podían defraudar. Y no sólo no
defraudaron, sino que la actitud y participación activa de los estudiantes fueron fiel reflejo
de su grata acogida, así como del interés que despertaron a lo largo de las jornadas. Unas
jornadas en las que hubo tiempo para reflexionar, para discutir –en el sentido anglosajón
del término–, para aprender y para disfrutar. Fueron, sin duda, días gratos y enriquecedo-
res. No queremos –ni podemos–, pues, terminar esta ‘Breve nota preliminar’ sin agradecer
la notable contribución que han realizado tanto los ponentes como los estudiantes, sin
la cual el Congreso no hubiera sido lo que fue, ni la presente obra hubiera visto la luz.
También queremos agradecer a todas las personas de la Fundación Universitas que
contribuyeron a la organización administrativa del Congreso, en particular a Víctor
Sanchis y Luis Sebastián, sin los cuales el Congreso, y todo lo que éste lleva consigo
–tramitación y entrega de certificados, etc.–, no hubiera sido posible. Asimismo, a la
editorial Dykinson le agradecemos la publicación de esta obra.
Dedicamos esta obra al Profesor José Sarrión Gualda († Valencia, 9.XII.2011), del
que aprendimos tanto como docente y como persona, y con quien pudimos contar siem-
pre, también desde el I Congreso Universitas (‘El Derecho en la civilización Occidental:
Presupuestos filosóficos, culturales y sociales’), celebrado los días 14 y 15 de octubre de
2010, donde ofreció una interesante ponencia, en la que transmitió a los estudiantes, no
sólo su magisterio, sino una sana curiositas y un noble afán por un mayor conocimiento.
Esperamos que esta modesta obra contribuya a incentivar este mismo ánimo inconfor-
mista en los estudiantes universitarios de hoy, de mañana y de siempre.
Cuando hace unos días los profesores Masferrer y Obarrio me plantearon la idea de
prologar el libro Expresión oral y proceso de aprendizaje. La importancia de la oratoria
en el ámbito universitario, en el que se contiene las Actas del IV Congreso Universitas,
celebrado los días 15-16 de octubre de 2012, en el Salón de Grados de Facultad de De-
recho de la Universidad de Valencia, sentí un profundo agradecimiento por la invitación
que recibía, ya que se trata de poder contribuir, aunque sea mínimamente, a una actividad,
en este caso académica, de la Fundación Universitas, a la que me honro en presidir, y que
cabría sintetizar en varios aspectos.
En primer lugar, ofrecer a los universitarios una oportunidad de desarrollar, promover
y fortalecer entre ellos, un conjunto de valores tales como la solidaridad, la exigencia
profesional, el espíritu de servicio y, muy importante, el deseo de búsqueda de la verdad.
Asímismo, promover su sensibilización y formación, estimulando su capacidad de
análisis, pensamiento y espíritu crítico, fomentando una cultura basada en un marcado
sentido de la libertad y del respeto, condiciones necesarias para un verdadero diálogo
dentro de una sociedad plural como la nuestra.
Y, por último, desarrollar su capacidad de analizar las realidades sociales, buscando,
en todo momento, consolidar su profunda madurez humana e intelectual.
Pienso que la Universidad tiene ante sí la apasionante tarea de pensar y transmitir
una auténtica y verdadera visión del hombre que responda a la dignidad de la persona y,
a partir de ahí, encaminar a nuestro mundo globalizado hacia planteamientos más justos,
equilibrados y solidarios. Esta labor exige a todos sus miembros, tanto a los profesores
como a las sucesivas generaciones de estudiantes, poner todo su talento al servicio de
metas que transcienden el mero provecho individual. No sin razón se ha dicho que “La
Universidad ha sido, y está llamada a ser siempre, la casa donde se busca la verdad propia
de la persona humana”.
14 PRÓLOGO
Esta misma línea de pensamiento fue defendida, en 1930, por José Ortega y Gasset,
cuando, en su obra Misión de la Universidad, sostuvo que el objetivo de la Universidad
era “capacitar a los alumnos para comprender la íntima unión que existe entre la ciencia
y la vida, pues si algo ha de caracterizar al universitario es una vocación al análisis, una
inclinación al continuo contraste de los ideales con la realidad, un espíritu de observación
capaz de descubrir la causalidad entre las decisiones libres y sus consecuencias sociales”.
Por este conjunto de razones, entendemos que la misión de un profesor universitario
no es exclusivamente la de formar profesionales competentes y eficaces que satisfagan
demandas laborales, buscando tan sólo su capacitación técnica, sino ir más allá, esto es,
a un proceso de educación más completo que incorpore el conjunto de aspectos a que me
he referido anteriormente, porque si sólo buscamos la utilidad y el pragmatismo, gran
parte de nuestra cultura y de nuestros valores se habrán perdido.
Hace un tiempo, escuchando al filósofo Alejandro Llano, antiguo Rector de la Uni-
versidad de Navarra, me llamó la atención cómo destacó la idea de que tal vez había
pasado ya la etapa de la “Sociedad de la información” o la “Sociedad del conocimiento”
y había llegado el momento de desarrollar y fomentar la “Sociedad de la Educación”, y
lo afirmó refiriéndose a la sociedad actual.
Pienso que la educación puede definirse como un proceso multidireccional, median-
te el que se trasmiten unos conocimientos, valores, costumbres y modos de actuar que
desarrollan y fortalecen el modelo motivacional de la persona, fomentando su libertad,
entendida como un derecho adquirido a hacer lo que se debe, porque se quiere.
Pero no sólo conocimientos, sino actitudes y valores, porque educar implica estimular
a cada alumno para que desarrolle su personalidad y un adecuado conjunto de valores
profesionales y humanos, recordando que educar lleva consigo un sentido de participa-
ción en aquello que se quiere trasmitir.
Desde mi punto de vista, una de las facetas clave de la misión de la Universidad es el
desarrollo de sus estudiantes como buenos profesionales, lo que significa conformar en
ellos, como vengo insistiendo, además de sus conocimientos y habilidades, un conjunto
de actitudes y valores, una cultura de excelencia y servicio, que les lleve a mejorar la
sociedad en la que están inmersos y de la que, de algún modo, representan un cierto y
significativo conjunto. Con palabras de Ortega, “la enseñanza universitaria es primor-
dialmente… transmisión a la nueva generación del sistema de ideas sobre el mundo y
el hombre”.
Los valores, como conceptos de lo deseable, se corresponden con convicciones
razonadas y firmes de lo que es bueno o malo, de lo que nos conviene más o menos. El
conjunto de valores asumidos libremente permite definir con claridad los objetivos de
nuestra vida y el modo recto de actuar. En análogo sentido se manifiesta Bernabé Tierno
cuando sostiene que “la escala de valores de cada persona será la que determine sus
pensamientos y su conducta. La carencia de un sistema de valores bien definido, sentido
PRÓLOGO 15
Felipe Prósper
Presidente de la Fundación Universitas
CAPÍTULO PRELIMINAR.
EL ARTE DE LA PALABRA EN PÚBLICO. LA
IMPORTANCIA DE LA ORATORIA EN EL ÁMBITO
UNIVERSITARIO
CAPÍTULO PRELIMINAR.
EL ARTE DE LA PALABRA EN PÚBLICO...
J. A O &A M
El libro que el lector tiene en sus manos no contiene tan solo las Actas del IV Con-
greso Universitas, celebrado los días 15-16 de octubre de 2012, en el Salón de Grados de
Facultad de Derecho de la Universidad de Valencia, cuyo título hemos querido reflejar
en el capítulo preliminar de esta obra: El arte de la palabra en público. La importancia
de la oratoria en el ámbito universitario.
Esta monografía colectiva refleja, más bien, las inquietudes de un grupo de profesores
universitarios al constatar la indiferencia y pasividad con la que, no pocos estudiantes
universitarios, pretenden formarse en su paso por las aulas, mostrando un mayor interés
en la posesión de un titulo universitaria que en la obtención de una formación capaz de
marcar su futura trayectoria profesional y humana.
Muchos de los que trabajamos en la universidad y constatamos esas carencias de
nuestros estudiantes, también tenemos el convencimiento de que el estudiante de hoy no
es menos capaz que el de ayer. Es más, en algunos aspectos muestra incluso unas aptitudes
mayores. Se trata, sencillamente, de potenciar todas sus capacidades, sacando de cada
uno lo mejor de sí. Para ello, se requiere recibir una formación que, complementando los
conocimientos que se imparten en las asignaturas marcadas por los planes de estudios
de las diversas titulaciones universitarias, que permita mejorar tanto las aptitudes como
las actitudes del estudiante.
A este objetivo responden los ‘Congresos Universitas’ que la Fundación Universitas,
bajo nuestra dirección científica, ha venido organizando desde octubre de 2010 hasta
la actualidad, celebrados todos ellos en el Campus de los Naranjos de la Universidad
de Valencia1. Algunos de ellos se organizaron por iniciativa de los propios estudiantes,
alguno de los cuales se repitió también a petición suya.
1
I Congreso Universitas: ‘El Derecho en la civilización Occidental: Presupuestos filosóficos, culturales
y sociales’ (14-15 de octubre 2010), al que asistieron más de 120 estudiantes; II Congreso Universitas: ‘La
Justicia y el Derecho ante la opinión pública y los medios de comunicación’ (octubre 2011), al que asistieron
250 estudiantes; III Congreso Universitas: ‘Universidad e incorporación al mercado laboral en tiempos de crisis’
18 J. ALFREDO OBARRIO & ANICETO MASFERRER
(8-9 de marzo de 2012), al que asistieron 300 estudiantes; IV Congreso Universitas: ‘El arte de la palabra en
público. La importancia de la oratoria en el ámbito universitario’ (15-16 de octubre de 2012), al que asistieron
más de 150 estudiantes; V Congreso Universitas: ‘Claves para la incorporación al mercado laboral en tiempos
de crisis’ (8-9 de noviembre de 2012), al que asistieron 130 estudiantes; VI Congreso Universitas: ‘Límites al
poder político: Pasado, presente, futuro’ (11-12 de marzo de 2013), al que asistieron más de 150 estudiantes.
CAPÍTULO PRELIMINAR. EL ARTE DE LA PALABRA EN PÚBLICO... 19
ética. Entroncándolas con la tradición clásica grecolatina, el autor las enumera y describe:
1) la lectura: abre a un mundo de sabiduría acumulada con el paso de los siglos, y permite
la búsqueda de información pertinente para formar una opinión propia; 2) la escritura:
a partir de la información pertinente, posibilita la construcción de textos, tanto escritos
como dirigidos a la comunicación oral. La necesidad de persuadir al que escucha o al
lector sitúa la dimensión retórica en el núcleo de la escritura; y 3) el habla en público:
los discursos persuasivos orales se fundamentan en la lectura y la escritura, y exigen un
ejercicio de memorización y dramatización.
La Parte II, que lleva por título ‘El orador y su discurso’, se inicia con el capítulo V,
cuyo título se abre con un interrogante que no puede ser más directo: ‘¿Puede cualquiera
hablar en público? Requisitos para ser un buen orador’, elaborado por Alberto Bouzas.
En él se señala que el arte de hablar bien en público ha tenido siempre gran importan-
cia para el hombre. El arte de entusiasmar y convencer a los demás utilizando las palabras
adecuadas puede resultar una herramienta de gran valor. Aunque nos encontramos en la
era de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, donde las imáge-
nes cobran una gran importancia, no conviene desdeñar el poder de la oratoria. En este
contexto, el autor reflexiona sobre las escasas posibilidades que tienen los estudiantes
universitarios de hablar en público, lo cual atribuye a diversos factores, entre los que
destaca la existencia de grupos muy numerosos de alumnos y el propio sistema docente.
Asimismo, se analizan los principales pilares sobre los que debe basarse una exposición
oral, prestando especial atención a dos aspectos clave: la imagen y el mensaje. Por último,
se ofrecen una serie de reglas para la preparación de una exposición pública y su posterior
puesta en escena de manera exitosa.
En el siguiente capítulo, el VI, Jesús de la Llave versa sobre ‘El correcto uso del
lenguaje no verbal’. El mencionado autor sugiere algunos consejos prácticos para
aprender a utilizar el lenguaje no verbal en las exposiciones, centrándose principalmente
en cuatro aspectos. Cómo nunca hay una segunda oportunidad de causar una primera
buena impresión, el autor sugiere cuidar muy especialmente lo referido a la presencia
corporal, acorde a cada circunstancia y la elección de las primeras palabras que vamos a
pronunciar. También profundiza en la importancia del movimiento y de los gestos cor-
porales, el cuidado de la voz y su modulación para terminar exponiendo algunos trucos
para gestionar eficazmente la mirada como pieza clave para el éxito en la comunicación.
Algo tan intangible como la naturalidad se propone a lo largo de todo el capítulo como
objetivo-tendencia para aquellos que se inician en el mundo de la expresión verbal.
Entrando ya propiamente en la cuestión del discurso, en el capítulo VII, bajo el
título, ‘¿Cómo preparar un discurso? Algunas claves prácticas’, Rafael Fayos Febrer
describe cinco consejos y ejercicios prácticos sobre cómo preparar un discurso. Subraya,
de entrada, la importancia de una buena preparación si de verdad se quiere despertar el
entusiasmo de los oyentes. Según él, en oratoria no puede existir la improvisación, y si
existe es porque quién habla se ve obligado a ello y tiene muchas horas de vuelo.
CAPÍTULO PRELIMINAR. EL ARTE DE LA PALABRA EN PÚBLICO... 21
peroratio), así como las finalidades que se anudan a cada una de las mismas, cuyo co-
nocimiento es fundamental si se quiere conseguir un discurso más eficaz y persuasivo,
recogiendo diversas recomendaciones ciertamente útiles. Finalmente, el capítulo aborda,
brevemente, el estudio de las distintas variantes del discurso, cada una con sus peculia-
ridades propias que introducirán ligeras variantes en la estructura general del discurso.
La Parte III se adentra, ya más en concreto, en la cuestión de la ‘Expresión oral y
proceso de aprendizaje’, y se inicia con el capítulo X (‘Importancia y fines de la oratoria
en el ámbito universitario’), elaborado por Juan A. Obarrio.
El autor aborda su estudio a través de un doble ámbito: el universitario y la impor-
tancia de la oratoria. Con relación a la Universidad, se cuestiona si realmente se puede
afirmar que la Universidad nos prepara, nos enseña a pensar, a conocer el saber, un saber
que trasciende a un mero conocimiento técnico, o si, por el contario, únicamente nos in-
duce a aprobar un número de créditos variopintos con los que completar una licenciatura.
Créditos o asignaturas de libre opción que la mayoría de las veces no tienen relación con
la licenciatura que el estudiante cursa, pero que le reportan un ahorro de horas notables,
dado que lo único que se busca es la nula exigencia académica: la ausencia de todo exa-
men, esto es, la usencia de todo conocimiento. Idea pesimista que no es novedosa, ya
que se puede hallar en gran parte de nuestros intelectuales de la pasada centuria, como
Miguel de Unamuno o en Ortega y Gasset.
Por lo que respecta a la Oratoria, se evidencian dos aspectos de una misma realidad:
su lado negativo, representado por la experiencia trágica de Sócrates, o por la vivida por
Vargas Llosa en su incursión política; y su lado positivo. En relación a este último aspecto,
el autor señala cómo desde la antigüedad existen relatos en los que se incide sobre su
importancia y su utilidad práctica. Un buen ejemplo de esta afirmación cabe encontrarlo
en un texto por el que siempre ha sentido una atracción especial: la obra Fedro. En uno
de los diálogos se sostiene que la escritura no puede enseñar, la lectura no puede con-
ducir al conocimiento, sino a una vana apariencia de sabiduría, a la memorización de lo
aprendido. Sólo la erudición del diálogo permanece, porque el que piensa que al dejar
un arte por escrito deja algo claro y firme, rebosa ingenuidad.
En el capítulo XI (‘La comunicación en el aula y el aprendizaje de los estudiantes’),
Ernesto de los Reyes López aborda diversos aspectos de notable interés.
Por una parte, la teoría social del aprendizaje centra su interés en el aprendizaje
como participación social y define el conocimiento como una cuestión de competencia
en relación con actividades valoradas socialmente. La comunicación en el aula es un
instrumento básico de la participación social en el contexto educativo y, por lo tanto,
sus características influyen sobre el aprendizaje y el conocimiento que adquieren los
estudiantes. El conocimiento funcional, base de la competencia, es un saber complejo
configurado por conocimientos de tipo declarativo, procedimental y condicional.
Según Ernesto de los reyes, los tres modos de aprendizaje más habituales, por recep-
ción, guiado y autónomo, producen diferentes flujos de información en la comunicación
CAPÍTULO PRELIMINAR. EL ARTE DE LA PALABRA EN PÚBLICO... 23
sido capaces de entender, o cae en la cuenta de que algo no se había entendido tan bien
como uno creía. Además, si solo se conoce lo que se es capaz de expresar, y lo que se sabe
carece de valor si no se es capaz de expresarlo, se entiende que esas sesiones interactivas
en las que uno expresa lo que piensa constituyan el marco ideal para que el estudiante
constate lo que sabe y lo que no sabe, lo que ha entendido y lo que no ha entendido. Por
otra parte, esa expresión oral practicada en un proceso de aprendizaje presidido por el
método interactivo parte de un principio capital: que el aprendizaje es una actividad
personal, que exige un razonamiento y reflexión personales.
Este aspecto es, según el parecer del autor, tan importante, que cabe afirmar que en
todo proceso de aprendizaje –y, particularmente, el que sigue una metodología interac-
tiva–, es preferible decir lo que se piensa realmente (estando en el error) que dejar de
expresarlo (creyendo estar en lo cierto, e incluso estándolo).
Esta fuerte dimensión personal del aprendizaje explica, en buena medida, por qué el
principal obstáculo para expresarse en público es, en el fondo –y demasiado a menudo–,
uno mismo, el propio interior, la falta de aceptación del propio yo, y no las circunstancias
externas; las propias tensiones y no el entorno. Quien se acepta a sí mismo (con sus luces
y con sus sombras), procura pensar por sí mismo (evitando aceptar ideas ajenas sin un
análisis y crítica personales), y está convencido de lo que piensa (estando dispuesto a
rectificar, si es el caso), no puede tener demasiados problemas para expresarse en público.
Aceptarse y pensar por uno mismo son, sin duda, las principales claves para superar
esos temores o miedos que nos atenazan cuando tenemos que hablar en público. Si,
además, uno está convencido de lo que piensa y es capaz de expresarlo con pasión, sin
faltar jamás al respeto que los demás se merecen y dispuesto a admitir otro parecer mejor
fundado, estaremos ante un orador que muchas veces podrá ser brillante; y cuando no lo
sea, no me cabe la menor duda de que, por lo menos, jamás dejará de expresarse por falsos
temores, su discurso será instructivo e interesante, y difícilmente aburrirá a su auditorio.
El capítulo concluye afirmando que el vencimiento del miedo constituye una condi-
ción necesaria para vivir en libertad. Pensar de una manera y actuar de otra por falta de
gallardía o entereza, por no superar los temores que la propia psicología presenta, lleva a
perder las riendas de la propia existencia, a dejar de ser uno mismo, a vivir bajo el yugo
que esclaviza e impide desarrollar libérrimamente la propia personalidad.
El libro concluye con la Parte IV, en el que se persigue abordar ‘La expresión oral en
el ámbito universitario desde la perspectiva del estudiante’, recogiéndose así –en parte,
por lo menos– las aportaciones llevadas a cabo por los estudiantes en la mesa redonda
que puso punto final al IV Congreso Universitas.
Esta parte se inicia con el capítulo XIV, en el que, bajo el título ‘Nuestros obstáculos
a la hora de hablar en público’, Susana Moliner Sesma, estudiante de 5º de la Licenciatura
de Derecho, trata del miedo a hablar en público desde otra perspectiva, viendo los obstá-
culos existentes desde el ángulo del estudiante, a partir de sus reflexiones y experiencias,
así como las de otros estudiantes.
CAPÍTULO PRELIMINAR. EL ARTE DE LA PALABRA EN PÚBLICO... 25