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DEL “DIVÁN” AL POLICLÍNICO: UN MODELO DE PSICOTERAPIA PARA


INSTITUCIONES. APRENDIENDO DE LA EXPERIENCIA (EMPÍRICA)

Article  in  Revista Argentina de Clinica Psicologica · January 2018


DOI: 10.24205/03276716.2018.1057

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5 authors, including:

Guillermo de la Parra Elyna Gómez-Barris


Pontificia Universidad Católica de Chile Pontificia Universidad Católica de Chile
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Ana Karina Zúñiga Paula Dagnino


Pontificia Universidad Católica de Chile Alberto Hurtado University
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Revista Argentina de Clínica Psicológica
182 2018, Vol. XXVII, N°2, 182-202
DOI: 10.24205/03276716.2018.1057

DEL “DIVÁN” AL POLICLÍNICO: UN MODELO DE PSICOTERAPIA PARA


INSTITUCIONES. APRENDIENDO DE LA EXPERIENCIA (EMPÍRICA)
FROm ThE “COuCh” TO ThE OuTPATIENT CLINIC: A mODEL OF PSyChOThERAPy
FOR INSTITuTIONS. LEARNING FROm (EmPIRICAL) EXPERIENCE

Guillermo De la Parra1, Elyna Gómez-Barris1,


Ana Karina Zúñiga1, Paula Dagnino1,2 y Camila Valdés1

Resumen
La Unidad de Psicoterapia de Adultos (UPA) se formó hace 15 años en el contexto de la Unidad
de Salud Mental, un centro universitario que ofrece servicios psiquiátricos y psicoterapéuticos. El
presente artículo tiene dos objetivos: (1) dar cuenta de la implementación de un modelo de atención
que se sustenta en el modelo de factores comunes, indicación adaptativa (responsiveness) y prác-
tica basada en la evidencia; (2) presentar resultados respecto al efecto de la implementación de
este modelo en la práctica rutinaria. Se discuten los resultados en cuanto a sus consecuencias clíni-
cas, de formación e investigación.
Palabras clave: Psicoterapia en instituciones, Práctica rutinaria, Modelo Contextual, Indicación
Adaptativa, Evidencia basada en la práctica, Práctica basada en la evidencia, Investigación orientada
por la práctica.

Abstract
The Adult Psychotherapy Unit (UPA) was formed 15 years ago in the context of the Mental Health
Unit, an university center that offers psychiatric and psychotherapeutic services. The present article
has two objectives: (1) to account for the implementation of a care model that is based on the model
of common factors, adaptive indication (responsiveness) and evidence based practice; (2) to present
results regarding the effect of the implementation of this model in the routine practice. The results
are discussed in terms of their clinical, training and research consequences.
Key words: Psychotherapy in institutions, Routine practice, Contextual Model, Adaptive indi-
cation, Practice based evidence, Evidence based practice, Practice Oriented Research.
Recibido: 15-10-17 | Aceptado: 05-02-18

INTRODUCCIÓN municipales) o privados (red de prestadores princi-


palmente en centros urbanos) (minoletti y Zaccaria,
En la medida que nuestro país ha mantenido su 2005). En el área de Salud mental, Chile cuenta
crecimiento económico, han aumentado las exigen- desde 1993 con un Plan Nacional de Salud mental y
cias de calidad en los servicios públicos de atención Psiquiatría que enfatiza un enfoque comunitario,
en salud mental y, dado el modelo de salud mixto dada la evidencia de los condicionantes psicosocia-
(público-privado) implementado desde la década de les en la aparición y duración de los trastornos psi-
los ochenta, también crece la oferta de psicoterapia quiátricos. Aun cuando este modelo tiene un fuerte
en centros privados. Esto requiere tener modelos de énfasis en las acciones preventivas, locales y con
salud mental y de psicoterapia acordes a las carac- participación de la comunidad, el sistema contempla
terísticas de nuestra población. Nuestro sistema de intervenciones psicosociales para personas con
salud cubre alrededor del 80% de la población a tra- diagnóstico de enfermedades mentales realizada
vés de servicios de salud administrada ya sea  públi- por psicólogos en todos los niveles de resolución y
cos (hospitales y centros de atención primaria psicoterapia en los niveles secundario y terciario
(mINSAL, 2017). La unidad de Salud mental (uSm)
1
Pontificia Universidad Católica de Chile. del Centro médico San Joaquín, perteneciente a la
Pontificia universidad Católica,  donde se inserta
2
Universidad Alberto Hurtado
E-Mail: gdelaparra@uc.cl
REVISTA ARGENTINA DE CLÍNICA PSICOLÓGICA XXVII p.p. 182-202 nuestro grupo de trabajo (unidad de Psicoterapia
© 2018 Fundación AIGLÉ.

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Adultos, uPA) atiende a los  deciles  de ingresos eco- focales, de modo que las terapias de tiempo ilimitado
nómicos 4º a 9º (entre 200 y 1000 dólares de ingreso fueran una indicación excepcional (para lo referente
individual, promedio  familiar), los cuales represen- a la implementación de Intervención en Crisis véase
tan aproximadamente un 60% de la población chi- De la Parra et al., 2008). La segunda estrategia fue
lena (ministerio de Desarrollo Social, 2016). La uSm buscar un modelo "emergente” de atención, que pu-
ofrece servicios psiquiátricos y psicológicos  a un diera integrar las miradas de las diferentes corrientes
costo accesible para sus usuarios, aunque las aten- terapéuticas representadas por los terapeutas del
ciones deben ser financiadas en parte importante grupo. La práctica de reflexionar y discutir semana a
por ellos mismos, lo que tiene consecuencias en la semana indicaciones de psicoterapia, supervisiones
respuesta de los pacientes a las intervenciones y al de caso, observación de entrevistas y psicoterapias
modelo de atención que habrá que implementar, en espejo ayudó en ese proceso, donde desde la prác-
como se verá más adelante. tica fue posible comprobar que era posible integrar
El objetivo del presente trabajo es a) dar cuenta conocimientos desde diferentes corrientes y prácticas
del modelo de atención psicoterapéutica implemen- clínicas (Besio, 2007). Complementariamente al ejer-
tado por la uPA a partir de 2002 y b) presentar los cicio de integración en la diversidad teórica, la unidad
resultados de esta implementación  en la atención se propuso como tercera estrategia, incorporar infor-
realizada (evidencia basada en la práctica) y  las im- mación derivada de la investigación en psicoterapia.
plicancias de estos resultados para futuros desarro- La idea era poder desarrollar una psicoterapia empí-
llos, tanto a nivel de la práctica psicoterapéutica ricamente informada y no sólo teóricamente infor-
como de la investigación. mada que es la tradición de la formación clínica
psicoterapéutica de nuestro medio en particular y del
medio latinoamericano en general. Esta fue una pri-
EL MODELO mera manera de incorporar el campo de investigación
a la práctica clínica, en la línea de lo propuesto por la
Los inicios de la Unidad de Psicoterapia de Practice Oriented Research (Investigación Orientada
Adultos (UPA) y la atención psicoterapéutica en el a la Práctica, POR, por su sigla en inglés), paradigma
contexto institucional de investigación que busca hacerse cargo de la difi-
Después de haber formado otras unidades de psi- cultad de generalización de los hallazgos empíricos a
coterapia en servicios de psiquiatría en instituciones la práctica del día a día y de la desconexión entre clí-
públicas en Santiago de Chile, formamos en 2002 la nicos e investigadores. La Investigación Orientada a
unidad de Psicoterapia Adultos (uPA), en el Centro la Práctica propone involucrar activamente a los clíni-
médico San Joaquín bajo el alero del Departamento de cos en los diseños, implementación y diseminación
Psiquiatría de la Pontificia universidad Católica de de la investigación y hasta ahora sus aproximaciones
Chile. hasta ese momento la atención psicoterapéu- principales se han desarrollado en torno a la investi-
tica era realizada por un grupo pequeño de psicólogas gación centrada en el paciente, la práctica basada en
de diversas orientaciones (psicodinámica, cognitivo- la evidencia y las redes de práctica-investigación (Cas-
conductual y sistémica), que atendían las interconsul- tonguay, Barkham, Lutz y mcAleavey, 2013).
tas de los psiquiatras y otros especialistas que
trabajaban allí. El modelo de atención y supervisión Lo "institucional” en la psicoterapia
tenía un encuadre tipo consulta particular (de “diván”, El apellido “institucional “ del modelo de psicote-
por eso el uso metafórico de la palabra), de tiempo ili- rapia de la unidad destaca un factor de contexto insu-
mitado, con procesos de hasta seis meses a un año o ficientemente desarrollado en las formaciones de
incluso dos.  El tiempo de espera estaba en torno a los pregrado y de especialidad de los psicólogos clínicos.
ochenta días para la primera atención. Se hacía así ne- En su gran mayoría éstas entregan herramientas clíni-
cesaria una atención que se adecuara mejor a los re- cas y proponen encuadres (v.g. tres-cuatro sesiones
querimientos asistenciales de un centro de salud de estudio más una de devolución) difíciles de imple-
mental abierto a población general de nivel socioeco- mentar en la rutina clínica asistencial. La práctica clí-
nómico medio y medio-bajo, que cumpliera con los li- nica “real”, en su mayoría se realiza en centros de
neamientos propios de una unidad inserta en una atención públicos y privados de alta demanda, pacien-
universidad, es decir con requerimientos clínico-asis- tes complejos por su psicopatología y contexto psico-
tenciales, docentes y de investigación y que lograra in- social e importantes obstaculizadores externos para
tegrar las diferentes perspectivas teóricas de los poder acudir y mantener un tratamiento psicoterapéu-
profesionales que ya trabajaban en el lugar. tico (Bedregal, 2017; minoletti y Zaccaria, 2005; Scha-
Para afrontar el desafío se utilizaron tres estrate- rager y molina, 2007), por lo que el consultante
gias. La primera fue implementar terapias de tiempo necesita recibir ayuda desde el primer contacto con el
limitado y priorizar intervenciones en crisis y terapias profesional. Los textos sobre teoría y técnica de la psi-

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coterapia, así como los programas de formación de 2013b); sus resultados perduran en el tiempo (por
psicólogos generalmente no incorporan estos factores ejemplo, Lambert, 2013b; Sandell et al., 2000); las psi-
de contexto;  la clínica se aborda preferentemente coterapias son breves y pueden ser efectivas en cortos
desde la dinámica de la díada paciente terapeuta den- períodos según muestran estudios internacionales an-
tro del box y los componentes de contexto (detallados glosajones (hansen, Lambert y Forman, 2002) y tam-
en el modelo Genérico de Psicoterapia Orlinsky, 2009; bién latinoamericanos (Espinosa, Jaramillo y Ocampo,
Orlinsky y howard, 1986) que rodean al terapeuta y 2017; Espinosa, 2016); y, por último, estudios compa-
al  paciente y por ende al proceso quedan relegados a rativos entre técnicas de terapia muestran equivalen-
segundo plano o invisibilizados. Además, la supervi- cia respecto a promover el cambio (Lambert, 2013a;
sión clínica tanto de los alumnos de pre y postgrado Wampold, 2001; Wampold, 2015). Estos resultados
como de los profesionales jóvenes frecuentemente es permitieron transmitir confianza, especialmente a las
realizada por especialistas experimentados que atien- generaciones jóvenes, sobre la factibilidad de  imple-
den (exclusivamente) en sus consultas particulares mentar modelos breves, con efecto en períodos de
("de diván", de ahí el título del artículo que utiliza la tiempo más cortos y así satisfacer también a una po-
palabra “diván” de manera metafórica) a pacientes blación demandante en las listas de espera.
que representan más bien una submuestra de la élite
cultural y económica,  dentro del universo de las po- Los aportes del Modelo Genérico y Modelo de
blaciones clínicas. Así, se replican perspectivas sesga- Factores Comunes (MFC)
das de realidades clínicas, y cursos de tratamiento, El modelo de Factores Comunes (mFC) y el modelo
fenómeno descrito como la ilusión del clínico (Cohen Genérico se ajustan bien a una institución como la nues-
y Cohen, 1984; Jiménez, 2000). tra, donde trabajan terapeutas de diferentes orientacio-
nes que atienden una población de pacientes con gran
El desarrollo de un modelo adecuado a los re- diversidad de motivos de consulta y donde la co-morbi-
querimientos de la demanda asistencial local lidad es lo más usual. El modelo Genérico  (Orlinsky,
Nuestra propuesta es un modelo de psicoterapia 2009; Orlinsky y howard,1986; Orlinsky, Ronnestad y Wi-
que se fundamenta en la Práctica Basada en la Evi- llutzki, 2004) es un modelo transteórico construido en
dencia,  el modelo Genérico o de Factores Comunes base a resultados de investigación empírica en psicote-
y la Indicación Adaptativa (Responsiveness). rapia que permite organizar los resultados de ésta y
orientar sobre las líneas de investigación en proceso de
Aportes de la investigación: práctica basada en psicoterapia. Su nombre hace referencia a los factores
la evidencia identificados y descritos, que son comunes a todas las
La Práctica Basada en la Evidencia, en su acep- psicoterapias, independiente de la modalidad terapéu-
ción contemporánea, consiste en un proceso de tica, es decir al “género psicoterapia”. Lo importante para
toma de decisiones clínicas que se sostiene sobre una práctica institucional es que el modelo no asume una
tres pilares:  a) la evidencia de la investigación em- orientación terapéutica como superior a otra sino que re-
pírica, frecuentemente estudios randomizados, b) la leva el que las terapias más se parecen en estos elemen-
experiencia del clínico y c) las características, cultura tos entre sí de lo que se diferencian; y asume también la
y preferencias del paciente (American Psychological importancia de la alianza terapéutica, tanto como mode-
Association 2006, Spring, 2007; mulder, murray y rador así como mediador del cambio (Orlinsky, 2009; Or-
Rucklidge, 2017). La integración de la investigación linsky y howard, 1986;  Orlinsky, Ronnestad y Willutzki,
a nuestro quehacer clínico partió con los planes es- 1994). Este modelo dio respaldo empírico para el trabajo
tratégicos que guian nuestra unidad, al definir nues- colaborativo de las diferentes perspectivas teóricas den-
tra psicoterapia como "empíricamente informada y tro de la unidad en las discusiones clínicas y en defini-
sometida a una permanente evaluación". Para lograr ciones de la práctica clínica. El diálogo entre teorías y
estas estrategias implementamos un registro esta- entre los profesionales de los casos clínicos ha sido faci-
dístico de las atenciones, aplicaciones periódicas de litado además por el mFC o modelo Contextual  (Laska,
instrumentos de resultado psicoterapéutico, revisio- Gurman y Wampold, 2014; Wampold, 2001; 2015): diver-
nes en equipo de trabajos empíricos, presentaciones sos metaanálisis y revisiones sistemáticas concluyen que
de investigadores invitados, y colaboraciones en in- entre los factores que explican el cambio terapéutico, la
vestigaciones de instituciones externas (por ejemplo técnica específica da cuenta de un 5% a 15% de estos
como campo clínico para levantar datos). cambios (Lambert, 2013a, 2013b) y que alrededor de un
Por otra parte, ciertos hallazgos de la investigación 35% depende de los factores comunes (Lambert 2013a).
en psicoterapia han conformando una base de cono- La dificultad de encontrar diferencias entre orientaciones
cimiento suficientemente sólida como para poder sus- terapéuticas respecto a sus resultados daría cuenta que
tentar nuestra propuesta: la psicoterapia es efectiva y son justamente estos factores comunes importantes
es más efectiva que la no terapia (véase, Lambert, contribuidores al cambio. Esto ha opuesto dos tenden-

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cias en la forma de mirar la investigación y sus efectos La indicación de la psicoterapia institucional


sobre la práctica psicoterapéutica: el modelo médico o desde una perspectiva adaptativa
modelo específico y el mFC o contextual. El primero La indicación adaptativa (IA) según fue propuesta
(Wampold, 2001) asume un trastorno, problema o mo- por Thomä y Kächele (1989) consiste en  “tomar al pa-
tivo de consulta; una explicación psicológica; un meca- ciente allí donde se encuentra”. En un encuadre adap-
nismo de cambio e ingredientes específicos para obtener tativo de indicación, el tratamiento se altera para
resultados específicos. A cada diagnóstico corresponde- adaptarse al paciente, esto significa una perspectiva
ría un determinado tratamiento-psicoterapia: psicotera- abarcativa de la terapia la que debiera beneficiar a
pia para la depresión, psicoterapia para los trastornos de todo tipo de pacientes, de diferentes edades y niveles
pánico, etc. Frente a este paradigma, horvath (2013) sociales en un amplio espectro de alteraciones psíqui-
plantea la pregunta si estos dos pares de variables, “ca- cas y psicosomáticas (Baumann y Wedel, 1981), la in-
tegoría diagnóstica” vs. “tratamiento”, capturan real- dicación orientada al paciente ofrece diversas vías y
mente la mayor parte de la varianza de los resultados oportunidades para el cambio. La IA debe considerar
terapéuticos. Lo que la investigación muestra en realidad (adaptado de Thomä y Kächele, 1989) las condiciones
es que los pacientes de una categoría diagnóstica, por externas que deben cumplirse para que el tratamiento
ejemplo, depresivos, más se diferencian entre sí de lo pueda realizarse, cómo se armoniza el tratamiento con
que se parecen (véase por ejemplo Botto, Acuña y Jimé- la vida familiar, laboral del paciente, si el paciente
nez, 2014; De la Parra, Dagnino, Valdés y Krause, 2017). puede/está dispuesto a financiarla y considerar los
Los metaanálisis llevados adelante por Wampold y otros factores institucionales de la actividad terapéutica. Es-
investigadores (Laska, Gurman y Wampold, 2014; Wam- tamos hablando de una “indicación hecha a la me-
pold, 2015; Wampold y Imel, 2015)  les permiten argu- dida” que toma en cuenta el contexto interno y externo
mentar que los factores comunes son más responsables del consultante, incluyendo los factores instituciona-
del cambio que los específicos. Así, el mFC aporta con un les. En el medio anglosajón, esta conceptualización es
modelo explicativo para entender en perspectiva los abarcada por el término responsiveness (Stiles,
datos aportados por la investigación. En este modelo se honos-Webb y Surko, 1998), y sugiere que las compe-
describen componentes suficientes y necesarios de una tencias psicoterapéuticas están basadas en sensibili-
psicoterapia exitosa: la existencia de una relación de con- dad y ajuste hacia aspectos relevantes del contexto
fianza, con carga emocional con una persona en función terapéutico (Stiles et al., 1998), e implican conoci-
de ayuda; el contexto de la relación se da en un encuadre miento respecto a cuándo y cómo desplegar una inter-
de curación, donde el consultante se presenta frente a vención (Kramer y Stiles, 2015). Ejemplos de
un profesional en quien confía que es capaz de proveer responsiveness en los terapeutas son: la elección de
ayuda y que tiene un compromiso (de salud mental- tratamientos de acuerdo a los requerimientos inter-
adaptativo) con él; la existencia de una teoría o un mito personales y estructura de personalidad (hardy, Stiles,
que provee de una explicación plausible de los síntomas Barkham & Startup, 1998; más ejemplos en Kramer y
y que prescribe procedimientos o rituales para resolver- Stiles, 2015); planificar los tratamientos en base a los
los; esta teoría debe ser consistente con la visión de problemas que los pacientes presentan y ajustarlo
mundo, y valores del consultante o, como alternativa, el según el progreso que estén teniendo, utilizar la res-
terapeuta debe asistir al consultante a acordarlos (Frank puesta de los pacientes al tratamiento para guiar las
y Frank, 1991; Laska, Gurman y Wampold, 2014). La psi- intervenciones (Stiles y horvath,  2017).
coterapia es considerada como una práctica de curación En resumen, el marco de referencia del conoci-
construida y mediada socialmente (Frank y Frank, 1991; miento científico acumulado y del mFC nos permitie-
Wampold, 2001) y predice que toda terapia que contenga ron decantar un modelo de atención para un trabajo
todos los ingredientes del mFC va a ser eficaz para el pro- clínico mancomunado desde diferentes orientacio-
blema que está siendo tratado, que los factores de la re- nes, con la premisa de atender a los pacientes de
lación, incluyendo la alianza terapéutica predicen los manera adaptativa/responsiva donde se intencionó
resultados de la psicoterapia, que habrá diferencias entre la necesidad de trabajar con terapias breves, no sólo
terapeutas que proveerán de estos factores más hábil- por el hecho que por la literatura y experiencias pre-
mente y que los tratamientos que se proponen como vias sabíamos que los pacientes se iban a quedar
efectivos tendrán mejores resultados que “grupos con- poco tiempo (ver antes, Lambert, 2013; de la Parra,
trol”, apoyo o placebo (Laska, Gurman, y Wampold, Araos y Isla, 1989)  sino por un deber ético en la ins-
2014). Este marco referencial, nos llevó a dar importancia titución de liberar horas para atender a los pacientes
al "matching" terapeuta-paciente en la asignación de te- que llenaban las listas de espera. Es por esta razón,
rapeuta, más allá de la pertenencia teórica. También ha y como mostrarán nuestros registros en lo acápites
sido criterio para seleccionar a los terapeutas que iban a que vienen, que se estimuló a que se indicaran te-
trabajar con nosotros: énfasis en las competencias más rapias focales de no más de  de 20 sesiones o inter-
que en la orientación. vención en crisis de no más de 6 a 8 sesiones (De la

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Parra et al., 2008). Prácticamente la totalidad de los Estadística (véase Figura 1) que además de la infor-
pacientes atendidos en la uPA llegan derivados, por mación demográfica del paciente incluye la fecha de
medio de un formulario de interconsulta específico la derivación a psicoterapia y la fecha de la primera
para psicoterapia, por psiquiatras que establecen consulta con el fin de medir tiempo de espera, motivo
esta indicación después de una o más entrevistas de consulta y diagnósticos (aportados por derivante
médicas. una vez que la interconsulta es enviada a de haberlo), la indicación respecto al tipo de terapia
la uPA, esta era leída y discutida por el staff asig- (individual, de crisis, de pareja, familiar, de grupo) y
nándosele un terapeuta. El terapeuta luego llamaba número de sesiones pactadas. En la ficha, que es
personalmente al paciente para concertar una pri- completada por los terapeutas de la uPA para cada
mera entrevista. paciente que atienden, se anotan además la sesiones
realizadas y las que el paciente faltó y, una vez finali-
zado el proceso, se consigna si fue una interrupción
EVALUACIÓN EMPÍRICA DEL MODELO: (decisión unilateral por parte del paciente) o un alta
PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO EMPÍ- acordada. También se consigna si no se presentó a
RICO A PARTIR DE LA PRÁCTICA primera entrevista. Entre los años 2005 y 2016, el staff
de terapeutas estuvo constituido por 12 a 15 profesio-
Instrumentos y procedimiento nales que tenían entre tres a 10 años de  experiencia,
Con el fin de hacer un seguimiento de los pacien- quienes llegaron a registrar 1866 consultantes, cuyos
tes que ingresaban a la uPA se confeccionó una Ficha datos presentaremos más adelante.

Figura 1. Formato papel ficha estadística

A una parte de los consultantes (n=169) se porte que mide el bienestar del sujeto en tres
les realizó además mediciones de resultado de áreas; sintomatología ansiosa-depresiva, rela-
las intervenciones. Se aplicó el Outcome Ques- ciones interpersonales y rol social. El instru-
tionnaire (OQ-45.2, Lambert et al., 1996) en su mento entrega un puntaje final (OQ Total) y
versión chilena, validada en Chile (Von Bergen y puntajes para las tres escalas. Como resultado
De la Parra, 2002; De la Parra, Von Bergen y Del de su validación se pudo calcular el puntaje de
Río, 2002).  Este es un instrumento de autorre- corte (PC= 73 para nuestra población, para el

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OQ Total) y el índice de cambio confiable (ICC). RESULTADOS


El ICC se define como la diferencia mínima entre
una medición inicial y otra final para ser consi- El tiempo de espera de los pacientes entre la con-
derada como estadísticamente significativa más sulta con el psiquiatra donde recibía la derivación a
allá del error de medida esperado. Von Bergen y psicoterapia y la primera entrevista con el psicote-
De la Parra (2002) estimaron que el ICC para la rapeuta, antes de implementar el modelo era de 80
muestra chilena es de 17 puntos para la escala días en promedio. Cuando se inicia la uPA el prome-
Total. El OQ fue aplicado antes de comenzar su dio de días de espera disminuye  a 23 días en un
psicoterapia de manera presencial y al finalizar lapso de 12 meses (Figura 2). Entre los años 2005 y
el proceso. 61 de los 169 además se evaluaron 2016, el promedio de días de espera se ha mante-
una vez al mes de manera telefónica hasta fina- nido estable en un promedio de 22 días, con un me-
lizar su proceso. diana de 17 días (véase Tabla 1).

Figura 2. Días de espera entre interconsulta a psicoterapia y primera entrevista

Sobre el total de 1866 consultantes que ingresa- trastorno depresivo, presente en el 50% de los
ron al registro estadístico ya descrito (es decir que casos. Le siguieron el trastorno adaptativo y el tras-
fueron citados a psicoterapia) entre 2005 y 2016, la torno por ansiedad. Estos tres diagnósticos en con-
mayoría eran adultos entre 18 y 40 años (62%), ma- junto abarcaron el 74% de los casos y el 80% se
yormente mujeres (75%). El 92% tenía escolaridad encontraba en tratamiento farmacológico.
completa y un 55% estudios superiores (técnicos o En la tabla 1 se muestran las características de
universitarios) completos. El 58% trabajaba remu- todos los procesos terapéuticos registrados entre
neradamente. El diagnóstico más frecuente fue el 2005 y 2016 para los 1866 consultantes.

Tabla 1. Características de los procesos psicoterapéuticos entre 2005-2016


2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 2016 TOTAL
Días de espera
media 23.53 23.87 21.63 17.52 20.23 20.17 21.91 25.9 29.67 21.24 18.12 23.41 22.08
DS 16.32 16.76 22.21 13.63 18.22 10.56 18.04 19.69 26.21 24.5 15.01 22.27 19.66
mediana 21 21 18 16 14 19 16 21 24 15 14 16.5 17
mínimo 1 0 1 3 1 1 2 2 2 0 0 0 0
máximo 85 122 210 86 103 59 131 112 157 248 98 120 248
Tipo de Intervención (%)
Terapia Breve 56.5 37.8 50 53.5 76.1 76.1 70.1 63.2 63.3 76.2 83.7 79.1 65.9
Intervención en Crisis 27.4 43.7 32.5 39.6 21.3 21.3 22.4 28.7 20.3 16.2 10.5 10.1 24.7
Terapia de Pareja 4.8 11.9 16.7 3 1.9 0 2.8 5.7 5.5 2.1 0.5 0.7 4.2
Terapia Familia 11.3 5.9 0.8 3 0.7 2.6 1.9 2.3 1.6 0.4 0 0 1.9
Terapia en Grupo 0 0 0 0 0 0 2.8 0 0 0 0 0 0.2
EmDR - - - - - - - - 0.8 0.4 1.1 1.4 0.4
Terapia de Tiempo Indefinido - - - - - - - - 8.6 4.7 4.2 8.6 2.6

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188 GUILLERMO DE LA PARRA, ELynA GóMEZ-BARRIS, AnA KARInA ZúñIGA, PAULA DAGnInO y CAMILA VALDéS

Nº Sesiones Pactadas
media 6.19 11.7 12.37 12.18 14.55 12.8 15.46 14.05 15.07 13.29 14.77 14.9 13.14
DS 6.05 6.21 6.68 5.84 6.28 5.47 7.32 7.41 6.84 6.71 7.77 6.75 6.97
mediana 3 10 12 12 12 12 16 12 12 12 12 16 12
mínimo 1 2 1 1 1 4 4 1 3 1 1 2 1
máximo 24 44 44 30 32 30 36 48 32 32 40 40 48
Nº Sesiones Realizadas
media 8.56 10.78 8.03 9.67 11.5 8.58 12.78 12.41 13.52 9.63 8.66 11.8 10.31
DS 5.81 8.69 6.72 8.82 9.07 7.55 18.76 10.68 16.91 11.24 7.79 15.47 11.28
mediana 8 8 6 7 9 6 8 9 9 6 6.5 8 8
mínimo 1 2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
máximo 33 44 34 43 48 39 127 46 130 100 39 120 130
Tipo de Cierre (%)
Interrupción 37.2 40.5 41.5 51.7 52.6 45.7 37 47.3 32.6 41.3 41.1 48.6 43.2
Alta 46.1 49.2 52.4 48.3 40.9 51.2 52.8 40.5 48 49.6 44.1 43 47.1
Cambio de tratamiento 16.7 10.3 6.1 0 6.5 3.1 10.2 12.1 19.4 9.1 14.9 8.4 9.7
No se presenta 1ª sesión (%) 12.4 12.8 16.3 21.3 18.3 26.2 25.2 25.7 25.8 20.3 18 5.8 19.1

Como se aprecia en la tabla, la indicación más fre- lograr una respuesta (cambio por parte del pa-
cuentemente realizada fue de terapia focal e interven- ciente). Los resultados mostraron que el 50% de los
ción en crisis;  ésta última fue disminuyendo con el pacientes evidencian mejoría en su bienestar a la se-
paso del tiempo así como la indicación de otras tera- sión 4 en la modalidad de Intervención en Crisis y a
pias. Fiel al modelo implementado, las sesiones pac- la sesión 7 en el caso de la modalidad de Psicotera-
tadas no superaron las 15 sesiones donde las pia Focal (Dagnino, Behn, Rodríguez, Luzio y De la
sesiones realizadas fueron, en promedio, de alrede- Parra, 2017).
dor de 10. Respecto a los pacientes que no se presen-
tan a primera entrevista pueden llegar hasta más de
un 25% en alguno de los años de registro, disminu- DISCUSIÓN, CONCLUSIONES FINALES Y
yendo ostensiblemente en los dos últimos. En el “tipo ORIENTACIONES FUTURAS EN PSICOTE-
de cierre” de la terapia el porcentaje de pacientes que RAPIA EN INSTITUCIONES
interrumpe puede llegar hasta a casi un 53% (prome-
dio= 43,2%), superando el porcentaje de pacientes En la primera parte del trabajo describimos los
dados de alta en dos años del registro. marcos referenciales que guiaron la implementación
Las psicoterapias de los 169 pacientes que fue- de un modelo emergente de psicoterapia institucio-
ron evaluados con el OQ-45.2 al comienzo y final de nal que condicionó el trabajo  de la unidad de Psico-
sus procesos duraron en promedio 9,2 sesiones terapia de Adultos, que opera en un consultorio de
(DS= 5,3), cercano al promedio de la población total. Salud mental. En la segunda parte mostramos los
un cálculo de t pareado muestra que existen diferen- datos empíricos que dan cuenta del efecto de esta
cias significativas entre ambas mediciones (t=9,658, implementación, así como el perfil de pacientes que
pl=168, p=0,00) mostrando en promedio un puntaje atendemos, mujeres, adultas jóvenes, con un relativo
inicial de 84,34 puntos (DS=26,5) y al finalizar un buen nivel de educación, con el diagnóstico mayori-
promedio de 63,5 puntos (DS=29,4). Al considerar tario de depresión que inician psicoterapia estando
la diferencia de los puntajes finales e iniciales to- ya en tratamiento farmacológico. Los resultados re-
mando en consideración el Índice de Cambio Confia- velan el efecto del modelo en la lista de espera, lo
ble se encontró que un 5,9% (n=10) de los pacientes que cumple con los mandatos éticos de una psicote-
tiene un cambio negativo, un 43,8% (n= 74) no pre- rapia institucional (“compromiso ético con el pa-
senta cambio sobre el ICC y un 50,3% (n=85) pre- ciente que se atiende y con el que espera”). La
senta un cambio en los puntajes que es igual o disponibilidad de horas para disminuir la lista de es-
mayor que el ICC. pera se debe probablemente a la consistencia en in-
Con una submuestra de este último grupo dicar terapias breves: intervención en crisis y terapias
(n=61), se realizó un análisis de dosis respuesta, es focales principalmente. La disminución de la indica-
decir, cuanta dosis (sesiones) son necesarias para ción de intervención en crisis  en los últimos tres años

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se puede deber en parte a la fundación de una uni- portancia de trabajar a nivel institucional con mode-
dad de Trauma en la uSm, que se puede estar ha- los breves, como mencionamos más arriba, y la im-
ciendo cargo de los pacientes en crisis y en parte a portancia de que desde el primer   contacto del
que existe en estos momentos una lista de espera consultante con el terapeuta, éste  debe incluir me-
para que los consultantes sean vistos por los psiquia- didas terapéuticas: “el paciente siempre se debe ir
tras que envían los pacientes a psicoterapia, es decir con algo”. Si bien las cifras de abandono de nuestro
son atendidos cuando la crisis ha pasado y se en- estudio, podrían estar engrosadas en aquellos años
cuentran con los síntomas residuales. La disminución que se recibieron alumnos en práctica (por ejemplo
relativa de las otras indicaciones se debe a la funda- en 2008 se registró un 63% de abandono en pacien-
ción de otros programas en la uSm: de terapia de pa- tes vistos por alumnos vs. un 38% de abandono en
reja y de familia que ya no son entonces atendidos pacientes visto por terapeutas del staff (Reyes,
en la uPA. Consistente con el modelo las sesiones 2009), cifras de interrupción por encima del 40% con-
pactadas son relativamente pocas, así como las final- tinúan siendo altas, considerando que revisiones si-
mente realizadas. un dato relevante es verificar el túan la tasa de abandono alrededor del 20% (Swift y
alto porcentaje de pacientes que no se presentan a Greenberg, 2012) o menos, según un reciente metaa-
primera entrevista, especialmente entre los años nálisis sobre pacientes depresivos (Cooper y Conklin,
2007 y 2015, después de la derivación por parte del 2015) . Si bien algunos estudios sobre abandono
psiquiatra, a pesar de haber establecido un contacto plantean que variables demográficas no tienen peso
telefónico personal con quien sería su terapeuta. predictivo (Cujiño, monsalve y Zambrano, 2010; mo-
Pensamos que esto se debe a una derivación no su- reno, Rozo y Cantor, 2012), el metaanálisis de Cooper
ficientemente co-construida con el paciente, por lo y Conklin (2015) muestra cómo el pertenecer a mino-
que tenemos el desafío de seguir formando a los re- rías raciales predice mayor abandono en terapia de
sidentes de psiquiatría en diferenciar indicaciones la depresión lo que sí podría apuntar hacia el peso
médicas de la indicación psicoterapéutica. de factores socioeconómicos como discutiremos más
Los resultados de los procesos psicoterapéuticos adelante. Entre otras variables que se han mencio-
aparecen como medianamente satisfactorios, el t pa- nado como predictoras de adherencia, se ha mencio-
reado del OQ muestra cambios significativos, un 50% nado, variables del paciente, como las expectativas;
de los pacientes cambia por encima del ICC, y el 50% variables del terapeuta, como su experiencia y capa-
de los pacientes a los que se les indica intervención cidad de estar interesado en el problema de su pa-
en crisis cambia según ICC a las 4 sesiones y a las 7 ciente desde el inicio del proceso; institucionales,
sesiones cuando se le indica terapia focal; lo que una como la accesibilidad y continuidad del servicio; y la
vez más apoya la validez de los modelos más breves calidad de la alianza terapéutica, especialmente en
en el contexto institucional. Sin embargo, un 10% las primeras sesiones (Kegel y Flückiger, 2015; Ron-
tiene cambios negativos, lo que quizás es un porcen- dón, Otálora y Salamanca, 2009).
taje difícil de disminuir y un 40% se va de la terapia En el caso del porcentaje de abandono de nues-
sin cambios registrables según el ICC del OQ. una al- tra muestra, nos hemos planteado  en principio dos
ternativa es que los OQ de inicio no sean suficiente- hipótesis. Para una parte de los pacientes la terapia
mente altos para registrar un cambio, al inicio los probablemente no se ajustó a las expectativas que
puntajes están cercanos a la población funcional (84 traían, ésta no se ajustó a su perfil, no fue adapta-
vs. 73 que es el puntaje de corte), lo que se puede tiva, no fue responsiva a ese perfil. Recordemos que
deber a que el 80% de los pacientes están recibiendo el 50% de los pacientes tiene el diagnóstico de de-
medicamentos, como mencionamos más arriba. En presión. En un trabajo previo (De la Parra et al.,
nuestro medio latinoamericano, margni, molina, Sar- 2017) mostramos, combinando los resultados de di-
tori, Rebull, Vásquez (2012) evaluaron las terapias de ferentes estudios realizados por el Instituto milenio
274 pacientes, también en contexto natural y tam- para la Investigación en Depresión y Personalidad
bién con el OQ. Si bien obtuvieron menor porcentaje (mIDAP, por su sigla en inglés; http://midap.org/)
de deterioro (4.4%), el porcentaje de pacientes que cómo el funcionamiento autocrítico en el paciente
cambió fue inferior al nuestro (41.9% vs. 50%). Es in- depresivo se asocia a mala respuesta al tratamiento
teresante que los autores interpretan estos resulta- en terapias breves y a interrumpirlas precozmente.
dos a la luz de que los pacientes no se habrían Si bien ésta es una forma específica de ver cómo la
quedado el suficiente tiempo en terapia (en prome- personalidad influye sobre el pronóstico y evolución
dio 6 sesiones), ya que aquellos que llegaban a la 9ª del tratamiento de la depresión, diversos estudios
sesión, mostraban mejoría significativa. Quizás eso muestran cómo la co-morbilidad de depresión y
explica el mejor desempeño de nuestra muestra que trastorno de personalidad influye en deserciones y
en promedio sí llegó a la sesión 9. Estos resultados, evolución tanto para psicoterapia (Cooper y Conkiln,
tomados en conjunto, enfatizan una vez más la im- 2015) como para otros tratamientos (Newton-

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howes et al., 2014). una mirada dimensional sobre exitosos. El terapeuta flexible, sensible a percibir y
el funcionamiento de la personalidad, en el que se evaluar las características cambiantes de los pacien-
pudieran distinguir diversas subfunciones, como tes y su contexto (Stiles y horvath, 2017), capaz de
ocurre en el sistema Diagnóstico Psicodinámico reflexionar acerca de las propias habilidades y cono-
Operacionalizado (OPD, 2008), nos permitiría adap- cimientos podrá afrontar los desafíos de la atención
tarnos mejor en cuanto a estrategias y técnicas a las en contexto institucional de una forma más adapta-
vulnerabilidades estructurales específicas de cada tiva y efectiva. Dado que se ha profundizado en el
paciente (Rudolf, 2013)   Esto abre nuevos desafíos diagnostico o caracterización de los consultantes y
de investigación para conocer al paciente que tene- de las características de la atención en el contexto
mos al frente y su funcionamiento (evaluaciones institucional, una linea de investigación futura es
psicométricas de ingreso, por ejemplo) para tener desarrollar modelos de capacitación a terapeutas
una respuesta adaptativa/responsiva específica a con el objetivo de optimizar su respuesta en el con-
ese funcionamiento. texto de la atención psicoterapéutica institucional
La segunda hipótesis se refiere a que otro por- como lo son la  interrupción y adherencia de los tra-
centaje de pacientes sí encontró precozmente lo que tamientos,  y ayudarlos a desarrollar competencias
necesitaba, y decidió retirarse cuando alcanzó una que les permita tener mayor sensibilidad para detec-
recuperación suficientemente buena (Stiles et al., tar e incorporar las condiciones individuales y con-
2015; Barkham et al., 2006).  Stiles et al (2015) de- textuales de los pacientes durante el curso de los
mostraron en su estudio sobre 26.430 casos que tratamientos y que impactan en los resultados de los
cada paciente alcanza el mismo nivel de mejoría en servicios clínicos ofrecidos.  
distintos números de sesiones de la psicoterapia El implementar registros de terapias, para así
cuando ha encontrado esta mejoría suficientemente contribuir con información y aprender de la experien-
buena. Recordemos que los pacientes que acuden a cia, de la evidencia basada en la práctica, en el
la unidad de Salud mental donde está inserta la marco de la Investigación Orientada a la Práctica en
uPA, pertenecen al nivel socioeconómico medio, el medio latinoamericano continúa requiriendo un
medio-bajo de nuestra sociedad y que en nuestra gran esfuerzo y sigue siendo un gran  desafío, por
institución deben financiar parte importante de su las características materiales de países en desarro-
tratamiento, por lo que deben superar diferentes llo. Sin embargo el avance tecnológico en la automa-
obstáculos contextuales, económicos, laborales, fa- tización de estos procesos (a implementar en breve
miliares, para mantenerse en el proceso. De ahí el en nuestro servicio) abre nuevas perspectivas, inclu-
factor socioeconómico al que nos referíamos más yendo la posibilidad de establecer redes de colabo-
arriba. Nosotros proponemos que, en el momento ración en nuestro subcontinente.
de consultar, el dolor psíquico “pesa” más que la
carga contextual mencionada, pero que mientras
avanza el tratamiento el menor dolor psíquico hace Agradecimientos
aumentar la carga contextual relativa, lo que los Este estudio recibió apoyo del Fondo de Innovación para la Com-
hace interrumpir los tratamientos. Investigaciones petitividad (FIC) del ministerio de Economía, Fomento y Turismo, a
previas (Araya, Rojas, Fritsch, Acuña y Lewis, 2001) través de la Iniciativa Científica milenio, Proyecto IS130005. Agra-
con pacientes que interrumpieron tratamiento en la decemos a todos los terapeutas de la unidad de Psicoterapia Adul-
uSm, ha mostrado un desfase entre la expectativas tos del Departamento de Psiquiatría de la Pontificia universidad
de terapeutas, más exigentes, y pacientes, los que Católica de Chile, que aportaron con su trabajo clínico y registros
contactados después de interrumpido los tratamien- de pacientes. También agradecemos a los colegas que aportaron
tos han manifestado estar conformes con la terapia sus ideas y reflexiones al modelo, en especial a Ricardo Besio, por
recibida. Esto abre nuevas líneas de implementa- su incondicional entrega en los inicios de nuestra unidad.
ción/investigación en el marco de la Investigación
Orientada a la Práctica: un monitoreo sesión a se-
sión con un instrumento de resultados tipo OQ de REFERENCIAS
los pacientes que entregue feedback al terapeuta
para informar una mejoría suficientemente buena y American Psychological Association (2006). Evidence-Based
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REVISTA ARGENTINA
Vol. XXVII 2 mAyO 2018 DE CLÍNICA PSICOLÓGICA

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