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La lámpara maravillosa

Literatura Mondadori
La lámpara maravillosa
Cuatro ensayos sobre educación y un elogio de la lectura

Q u e d a rigurosamente p r o h i b i d a , sin a u t o r i z a c i ó n escrita de


los titulares de copyright, bajo las sanciones establecidas p o r las
leyes, la r e p r o d u c c i ó n total o parcial de esta obra p o r cualquier
m e d i o o p r o c e d i m i e n t o , c o m p r e n d i d o s la r e p r o g r a ñ a , el trata-
m i e n t o i n f o r m á t i c o , así c o m o la d i s t r i b u c i ó n de ejemplares de
la m i s m a mediante alquiler o p r é s t a m o p ú b l i c o s .

P r i m e r a e d i c i ó n , a b r i l de 2012

© W i l l i a m Ospina
c / o G u i l l e r m o Schavelzon & A s o c , A g e n c i a Literaria
www.schavelzon.com

© 2 0 1 2 , Para t o d o el m u n d o en lengua castellana:


R a n d o m H o u s e M o n d a d o r i , S.A.
T e r r a p u e r t o E l D o r a d o , bodega 4. A u t o p i s t a Preguntas para una nueva e d u c a c i ó n • 9
M e d e l l í n , k m 1,7. Entrada Parque la Florida.
Cota - Cundinamarca, C o l o m b i a
Carta al maestro desconocido " 3 5
P b x (57-1) 7 4 3 0 7 0 0

I l u s t r a c i ó n de cubierta: R ó d e z Lo que puede el lenguaje - 5 1

I S B N 978-958-8640-17-4
El cuerpo y la creación artística " 6 7
I m p r e s o en C o l o m b i a / P r i n t e d i n C o l o m b i a
Impreso p o r Panamericana Formas e Impresos S.A., La lámpara maravillosa " 8 3
q u i e n s ó l o a c t ú a c o m o impresor.
Preguntas para una
nueva educación
Cada cierto t i e m p o circula por las redacciones de
los diarios una noticia s e g ú n la cual muchos j ó v e -
nes ingleses no creen que W i n s t o n C h u r c h i l l ha-
ya existido, y muchos j ó v e n e s norteamericanos
piensan que Beethoven es el nombre de u n perro
o M i g u e l Á n g e l el de u n virus i n f o r m á t i c o . Hace
poco tuve una larga conversación con u n j o v e n de
veinte años que no sabía que los humanos h a b í a n
llegado a la luna, y c r e y ó que yo lo estaba e n g a ñ a n -
do con esa noticia.

Estos hechos llaman la atención por sí mismos, pero


sobre todo porque pensamos que nunca en la his-
toria hubo una humanidad mejor informada. E n
nuestro tiempo recibimos día y noche altas y so-
fisticadas dosis de i n f o r m a c i ó n y de conocimiento:
ver la televisión es asistir a una suerte de aula l u m i -

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nosa donde se nos trasmiten sin cesar toda clase de ciudad, cumple todos sus deberes, y vuelve apaci-
datos sobre historia y geografía, ciencias naturales blemente a los suyos al atardecer, eso no p r o d u c i r á
y tradiciones culturales; sin cesar se nos enseña, se ninguna noticia. E l cubrimiento periodístico sue-

nos adiestra y se nos divierte; nunca fue, se dice, tan le tender sobre el planeta la red fosforescente de las

entretenido aprender, tan detallada la i n f o r m a c i ó n , desdichas, y lo que menos se cuenta es lo que sale

tan cuidadosa la explicación. ¿Será que ocurre con bien. Nada t e n d r á tanta publicidad como el crimen,

la sociedad de la i n f o r m a c i ó n lo que decía Estanis- ! tanta difusión como lo accidental, nada será m á s i m -

lao Zuleta de la sociedad industrial, que la caracte- perceptible que lo normal. E n otros tiempos, la h u -

riza la mayor racionalidad en el detalle y la mayor manidad no contaba con el m i l l ó n de ojos de mosca

irracionalidad en el conjunto? de los medios zumbando desvelados sobre las cosas,


y es posible que ninguna é p o c a de la historia haya
Podemos saberlo todo de c ó m o se c o n s t r u y ó la
v i v i d o tan asfixiada como esta por la a c u m u l a c i ó n
presa de las tres gargantas en C h i n a , de c ó m o se de evidencias atroces sobre la c o n d i c i ó n humana.
hace el acero que sostiene los rascacielos de C h i - A h o r a todo quiere ser espectáculo, la arquitectura
cago, de c ó m o fue el proceso de la R e v o l u c i ó n I n - quiere ser e s p e c t á c u l o , la caridad quiere ser espec-
dustrial, de c ó m o fueron los combates de R o m m e l ! t á c u l o , la i n t i m i d a d quiere ser e s p e c t á c u l o , y una
y Patton p o r las dunas de Africa. ¿Por q u é a veces parte inquietante de ese e s p e c t á c u l o es la caravana
sentimos t a m b i é n que n o ha habido una é p o c a tan de las desgracias planetarias.
frivola y tan ignorante c o m o ésta, que nunca han
Nuestro tiempo es paradójico y apasionante, y de él
estado las muchedumbres tan pasivamente sujetas podemos decir lo que Oscar W i l d e decía de ciertos
a las manipulaciones de la i n f o r m a c i ó n , que pocas doctores: " l o saben todo pero es lo ú n i c o que saben".
veces hemos sabido menos del mundo? E l periodismo no nos ha vuelto informados sino

Nada es m á s omnipresente que la i n f o r m a c i ó n , pe- noveleros; la propia d i n á m i c a de su labor ha hecho

ro hay que decir que los medios tejen cada día so- que las cosas sólo nos interesen por su novedad: si no
ocurrieron ayer sino anteayer ya no tienen la misma
bre el m u n d o algo que t e n d r í a m o s que llamar "la
importancia.
telaraña de lo infausto". E l periodismo está hecho
para contarnos casi siempre lo malo que ocurre, de Por otra parte, la humanidad cuenta con u n o c é a -
manera que si u n hombre sale de su casa, recorre la no de memoria acumulada; al alcance de los dedos

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y de los ojos hay en los ú l t i m o s tiempos u n de- m o c r i m i n a l , con Galba la avaricia, con O t ó n la
p ó s i t o universal de conocimiento, y parecería que vanidad, y así se s u c e d í a n en el trono los vicios,
casi cualquier dato es accesible; sin embargo tal vez hasta que llegó V i t e l i o y con él se e x t e n d i ó sobre
nunca había sido tan voluble nuestra i n f o r m a c i ó n , R o m a la enfermedad de la gula. Pero u n día llegó
tan frágil nuestro conocimiento, tan dudosa nues- al trono N e r v a , y con él se impuso la m o d e r a c i ó n ,
tra sabiduría. E l l o demuestra que no basta la i n - lo sucedió Trajano y con él ascendió la justicia, l o
f o r m a c i ó n : se requiere u n sistema de valores y u n sucedió A d r i a n o y con él r e i n ó la tolerancia, l l e -
orden de criterios para que ese ilustre d e p ó s i t o de g ó A n t o n i n o P í o y con él la bondad, y finalmente
m e m o r i a universal sea algo m á s que una sentina de con M a r c o A u r e l i o g o b e r n ó la sabiduría, de m o d o
desperdicios. que así como se h a b í a n sucedido los vicios, durante

Es verdad que solemos descargar el peso de la educa- u n siglo se sucedieron las virtudes en el trono de

c i ó n en el llamado sistema escolar, olvidando la i m - R o m a . Tal era en aquellos tiempos, al parecer, el

portancia que en la e d u c a c i ó n tienen la familia, los poder del ejemplo, el peso p e d a g ó g i c o de la política

medios de c o m u n i c a c i ó n y los dirigentes sociales. sobre la sociedad.

H o y , cuando todo lo m i d e n sofisticados sondeos E n nuestro tiempo el poder del ejemplo lo tienen los
de o p i n i ó n , d e b e r í a m o s averiguar c u á n t o influyen medios de c o m u n i c a c i ó n : son ellos los que crean y
para bien y para m a l la constancia de los medios y destruyen modelos de conducta. Pero lo que rige su
la conducta de los líderes en el comportamiento de interés no es la a d m i r a c i ó n por la v i r t u d n i el res-
los ciudadanos. peto por el conocimiento. N o son la cordialidad de
Cuenta G i b b o n en La historia de la decadencia y caí- W h i t m a n , la universalidad de Leonardo, la perple-
da del Imperio romano que, cuando en R o m a existía j i d a d de Borges, la elegante claridad de pensamien-
el poder absoluto, en tiempos de los emperadores, to de Oscar W i l d e , la pasión de crear de Picasso
dado que en cada ser h u m a n o p r i m a siempre u n o de Basquiat, o el respeto de Pierre M i c h o n por
carácter, con cada emperador subía al trono una pa- la compleja humanidad de la gente sencilla lo que
sión, que por lo general era u n vicio: con T i b e - gobierna nuestra época, sino el deslumbramiento
r i o subió la perfidia, con C a l í g u l a la crueldad, con ante la astucia, la fascinación ante la extravagancia,
Claudio la pusilanimidad, con N e r ó n el narcisis- el sometimiento ante los modelos de la fama o la

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opulencia. Podemos admirar la elocuencia y ciertas aunque tenga una t r a d i c i ó n de medio siglo, y las
formas de la belleza, pero admiramos m á s la fuerza ventas bajarían de u n m o d o apreciable. •

que la lucidez, m á s los ejemplos de o s t e n t a c i ó n que Todo sucede y nada se recuerda en esos gabinetes cris-
los ejemplos de austeridad, m á s los golpes bruscos talinos, dice u n poema de Jorge Luis Borges que
de la suerte que los frutos de la paciencia o de la habla de los espejos. Podemos decir lo m i s m o de
disciplina. las pantallas que llenan el m u n d o . Y c o r r e s p o n d e r á
tal vez a la psicología o a la n e u r o l o g í a descubrir si
Q u i e r o recordar ahora unos versos de T. S. E l i o t :
de verdad los medios audiovisuales tienen esa capa-
¿Dónde está la vida que hemos perdido en vivir? ¿Dónde
cidad p e d a g ó g i c a que se les atribuye, o si pasa con
la sabiduría que hemos perdido en conocimiento? ¿Dón-
ellos lo m i s m o que con los s u e ñ o s del amanecer,
de el conocimiento que hemos perdido en información?
que después de habernos cautivado se b o r r a n de la
Veinte siglos de historia humana nos alejan de Dios y nos
memoria con una facilidad asombrosa. Pero el p r o -
aproximan al polvo.
p ó s i t o principal de la p r o g r a m a c i ó n de televisión
Es verdad que v i v i m o s en una é p o c a que a toda no es p e d a g ó g i c o sino comercial, y lo m i s m o o c u -
prisa cambia costumbres por modas, conocimiento rre ahora con la industria editorial: así los bienes
p o r i n f o r m a c i ó n y saberes por rumores, a tal p u n t o que comercialicen sean bienes culturales, su lógica
que las cosas ya no existen para ser sabidas sino para es la lógica del consumo, les interesan por i g u a l los
ser consumidas. Hasta la i n f o r m a c i ó n se ha conver- malos libros que los buenos, y no siempre hay u n
t i d o en u n dato que se tiene y se abandona, que se criterio educativo en su trabajo. U n p é s i m o l i b r o

consume y se deja. N o sólo hay una estrategia de la que se venda bien, a l o sumo puede ser justificado

p r o v i s i ó n sino una estrategia del desgaste, pues ya se como u n m o m e n t o que a y u d a r á a atenuar las p é r -

sabe que después de usar el vaso hay que destruirlo didas de los buenos libros que se venden m a l .

enseguida. La publicidad tiene previsto que vere- La inevitable c o n c l u s i ó n es que las cosas demasia-
mos los anuncios comerciales pero t a m b i é n que los do gobernadas por el lucro no pueden educarnos
olvidaremos: por eso las pautas son tan abundantes. porque están dispuestas a ofrecernos incluso cosas
Por la lógica misma de los medios modernos, bas- que atenten contra nuestra inteligencia si el ne-
taría que u n gran producto dejara de anunciarse, gocio se salva con ellas, del m i s m o m o d o que las
industrias de alimentos y de golosinas e s t á n dis- bos a u n colegio en Inglaterra, y al llegar p r e g u n t ó
puestas a ofrecernos cosas malsanas si el negocio cuáles eran los criterios de la e d u c a c i ó n en esa ins-
lo justifica. T e n d r í a que haber alguna instancia que t i t u c i ó n : ' A q u í e n s e ñ a m o s a los n i ñ o s a creer en sí
nos ayude a escoger con criterio y con responsa- mismos", le dijeron. " O h , dijo ella, eso fue lo que
bilidad, y es entonces cuando nos volvemos hacia hizo siempre su pobre padre. Y o preferiría que los
el sistema escolar con la esperanza de que sea allí e n s e ñ a r a n a entenderse con los d e m á s " .
donde a c t ú a n las fuerzas que nos a y u d a r á n a resis-
A veces me pregunto si la e d u c a c i ó n que trasmite
t i r esta mala fiebre de i n f o r m a c i ó n irresponsable,
nuestro sistema educativo no es demasiado c o m p e -
de c o n o c i m i e n t o indigesto, de alimentos onerosos
titiva, hecha para reforzar la idea de i n d i v i d u o que
y de pasatiempos d a ñ i n o s .
forjó y ha fortalecido la modernidad.Todo nuestro
Si bien los a ñ o s que vamos a la escuela son decisi- modelo de civilización reposa sobre la idea de que
vos, al llegar a ella ya han o c u r r i d o algunas cosas "el h o m b r e es la medida de todas las cosas", de que
que s e r á n definitivas en nuestra f o r m a c i ó n , y des- somos la especie superior de la naturaleza y que
p u é s de salir, toda la vida tendremos que seguir nuestro triunfo consistió precisamente en la exal-
f o r m á n d o n o s . A veces he llegado a pensar que n o t a c i ó n del i n d i v i d u o c o m o objetivo ú l t i m o de la c i -
vamos a la escuela tanto a recibir conocimientos vilización. M e llama la a t e n c i ó n ver que las pruebas
cuanto a aprender a c o m p a r t i r la vida con otros, a universitarias tienden a fortalecer sus i n s t r u m e n -
conseguir buenos amigos y buenos h á b i t o s socia- tos para detectar c u á n d o los alumnos que están
les. Suena u n poco escandaloso pensar que vamos presentando e x á m e n e s cometen el pecado de aliar-
a la escuela a conseguir amigos antes que a c o n - se c o n otros para responder, y copian las respuestas.
seguir conocimientos, pero hay una a n é c d o t a que Pero tantas veces en la vida necesitamos de los otros,
siempre me p a r e c i ó valiosa. E l poeta r o m á n t i c o que p e n s é que t a m b i é n d e b e r í a concederse algún
Percy Bysshe Shelley, que p e r d i ó la vida por e m - valor a la capacidad de aliarse c o n los d e m á s . ¿Por q u é
p e ñ a r s e en navegar en m e d i o de una tormenta en tiene que ser necesariamente u n error o una trans-
la b a h í a de Spezia, fue siempre u n h o m b r e rebelde gresión que el que no sabe una respuesta busque al-
y solitario. Se dice que d e s p u é s de su muerte su guien que la sepa? Sé bien lo que nos diría el profe-
mujer, M a r y Wollstonecraft, llevó al hijo de a m - sor: en ciertos casos específicos estamos evaluando

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l o que el a l u m n o ha aprendido, n o l o que ha apren- N o hay el mismo grado de verdad cuando pasamos
dido su vecino, y no podemos estimular la pereza de lo general a l o particular: u n árbol es igual a otro
n i la u t i l i z a c i ó n oportunista del saber del otro.Todo árbol en abstracto, pero u n pino no es igual a una
eso está bien,pero no sé si se desaprovecha para fines ceiba, una flor de Jacaranda no es igual a una flor de
educativos la capacidad de ser amigos, de ser c o m - madreselva, y si pretendemos que u n perro es igual a
p a ñ e r o s e incluso de ser c ó m p l i c e s . Y dado que t o - otro perro, nos veremos en dificultades para demos-
do l o que se m e m o r i z a finalmente se olvida, m á s trar que u n gran danés es igual a u n chihuahua.
vale e n s e ñ a r procedimientos y maneras de razonar
Y en cuanto a los humanos, la cosa se complica
que respuestas que puedan ser copiadas.
tanto que las verdades de la estadística no pueden
Esto nos lleva a la pregunta de lo que es verdadera- eclipsar las verdades de la psicología o de la esté-
mente saber. A veces es algo que tiene que ver c o n tica. U n hombre debe ser igual a otro h o m b r e en
la m e m o r i a , a veces, con la destreza, a veces, c o n las oportunidades y en los derechos, pero t a m b i é n
la recursividad. Si los estudiantes tienen que dar, es importante que sea distinto. U n h o m b r e y u n
todos, la misma respuesta, es fácil que haya quienes hombre posiblemente sean dos hombres, pero re-
copien la del vecino. Pero ello sólo es posible en el cuerdo ahora una frase de Chesterton, llena de co-
marco de modelos que u n i f o r m i z a n el saber c o m o n o c i m i e n t o del m u n d o y de poder s i m b ó l i c o . " D i -
u n producto igual para todos, y eso sólo vale para cen que u n o y u n o son dos, decía, pero el que ha
lo que l l a m a r í a m o s las ciencias cuantitativas. U n o conocido el amor y el que ha conocido la amistad
y u n o deben ser dos, y la suma de los á n g u l o s i n - sabe que uno y u n o no son dos, sabe que u n o y
teriores de u n t r i á n g u l o debe ser igual a dos rectos u n o son m i l veces u n o " . Cuando tenemos dos seres
en cualquier lugar de la galaxia. Pero t a m b i é n es humanos juntos tenemos la posibilidad de que se
posible contrariar en la i m a g i n a c i ó n esas verdades, enfrenten y se neutralicen, tenemos la posibilidad
y el arte de la p e d a g o g í a debe ser capaz de hacer- de que se alien, tenemos la posibilidad de que cada
lo sin negarlas. La tesis elemental de que u n o es u n o de ellos transforme al otro, tenemos incluso la
i g u a l a u n o sólo funciona en lo abstracto. S ó l o en posibilidad de que se m u l t i p l i q u e n . Para este fin no
abstracto una mesa es i g u a l a otra mesa, una vaca nos sirven las simples verdades de la a r i t m é t i c a n i
igual a otra vaca, u n h o m b r e igual a o t r o hombre. las comunes verdades de la estadística.
A veces la e d u c a c i ó n no está hecha para que c o - d a r w i n i a n a se ha apoderado del m u n d o . Se supo-

laboremos con los otros sino para que siempre c o m - ne que así como ese d i m i n u t o espermatozoide que

pitamos con ellos, y nadie ignora que hay en el m o - fuimos se a b r i ó c a m i n o entre u n m i l l ó n para ser el

delo educativo una suerte de lógica del derby, a la ú n i c o que lograra fecundar aquel ó v u l o , debemos
que sólo le interesa q u i é n llegó primero, q u i é n lo avanzar por la vida siendo siempre el privilegiado
h i z o mejor, y casi nos obliga a sentir o r g u l l o de ha- ganador de todas las carreras. Y hasta la palabra
ber dejado atrás a los d e m á s . carrera, para aludir a las disciplinas escolares, pa-
rece postular esa competencia incesante.
C u a n d o yo iba al colegio, se nos formaba en el
p r o p ó s i t o de ser los mejores del curso. Y o casi n u n - N o digo que esté mal: a lo mejor los seres humanos
ca l o c o n s e g u í , y tal vez h o y me sentiría avergon- sólo avanzamos a través de la rivalidad. Pero estoy
zado de haber hecho sentir m a l a mis c o m p a ñ e r o s , seguro, viendo la p é s i m a p e d a g o g í a de las socieda-
ya que por cada a l u m n o que es el p r i m e r o varias des excluyentes, que la f ó r m u l a de que uno triunfe
decenas quedan relegados a cierta c o n d i c i ó n de al precio de que los d e m á s fracasen, puede ser m u y
inferioridad. ¿Sí será la lógica deportiva del p r i m e r reconfortante para los triunfadores pero suele ser
lugar la m á s conveniente en t é r m i n o s sociales? L o m u y deprimente para todos los d e m á s . N o estoy se-
pregunto sobre t o d o porque no toda f o r m a c i ó n guro de que no sea u n semillero de resentimientos.
tiene que buscar individuos superiores, hay p o r lo ¿ N o estaremos excesivamente contagiados de esa
menos u n costado de la e d u c a c i ó n cuyo énfasis de- lógica norteamericana que considera que los seres
b e r í a ser la convivencia y la solidaridad antes que humanos nos dividimos sólo en ganadores y per-
la rivalidad y la competencia. dedores? Hasta en el arte, reino por excelencia de

Pero esto nos lleva a lo que tal vez es m á s i m p o r - lo cualitativo sobre lo cuantitativo, suele aceptarse

tante. Y o no dudo que todos aspiramos, si no a ahora esa superstición del primer lugar, del n ú m e r o

ser los mejores, por lo menos a ser excelentes en uno, del triunfador, que tanto estimulan los c o n -

nuestros respectivos oficios. A eso se lo llama en cursos y los premios. Recuerdo, ya que estamos en

la jerga moderna ser competentes, con lo cual ya Buenos Aires*, una a n é c d o t a de Jorge Luis B o r -

se i n t r o d u c e el criterio de rivalidad como el m á s


* Este ensayo tue leído en el Encuentro de Ministros de Ed u c a c ió n de Ibe-
i m p o r t a n t e en el proceso de f o r m a c i ó n . La lógica roamérica, en el Teatro R e x de Buenos Aires, en septiembre de 2010.
ges. A l g u n a vez le preguntaron c u á l era el mejor el aprender fuera perder y no ganar? T a l parece que
poeta de Francia: "Verlaine", contestó. "Pero, ¿y así es realmente, si pensamos en las e n s e ñ a n z a s de
Baudelaire?" le dijeron. " A h sí, Baudelaire t a m b i é n P l a t ó n , para q u i e n aprender de verdad no es tanto
es el mejor poeta de Francia". "¿Y V í c t o r Hugo?", recibir una carga de saber nuevo sino renunciar o
" t a m b i é n es el mejor". " Y Ronsard", a ñ a d i ó , "por poner en duda u n saber previo posiblemente fal-
supuesto que Ronsard es el mejor poeta de Francia. so. P l a t ó n d e c í a que la ignorancia no es u n v a c í o
¿Por q u é sólo u n o tiene que ser el mejor?". sino una llenura. E l que no sabe es el que m á s cree

Por otra parte, hay una s e p a r a c i ó n demasiado m a r - saber. Cuando en u n m o m e n t o de nuestro apren-

cada entre los medios y los fines, entre el aprendi- dizaje alguien nos pregunta, por ejemplo, por q u é

zaje y la práctica, entre los procesos y los resulta- las cosas caen hacia el suelo, es frecuente que res-

dos. Pero aprender d e b e r í a ser algo en sí m i s m o , no pondamos, "porque es l ó g i c o , porque tiene que ser

apenas u n c a m i n o para llegar a otra cosa. D i e z años así". A l g u i e n en tono socrático nos explicará que

de estudio no se pueden justificar por u n c a r t ó n no es lógico, que no tiene que ser así, y nos mos-

de grado: d e b e r í a n valer por sí mismos, darnos no trará que hay cosas que no caen, c o m o las nubes, o

sólo el o r g u l l o de ser mejores sino la felicidad de los globos, o la luna, y que por l o tanto el caer no

una é p o c a de nuestra vida. Así como a medida que es una necesidad sino algo que obedece a una ley

dejemos de v i v i r para el cielo aprenderemos a hacer que merece ser interrogada. Nos d e m o s t r a r á n que

nuestra morada en la tierra, a medida que dejemos lo que parecía ser evidente no era m á s que nuestra

de estudiar para el grado aprenderemos que la rama falta de i n t e r r o g a c i ó n , y que muchas certezas que

del c o n o c i m i e n t o y el oficio que escojamos deben tenemos p o d r í a n derrumbarse. T o d o está c o m -

ser nuestro goce en la tierra. prendido en o t r o famoso aforismo de W i l d e : " N o


soy lo suficientemente j o v e n para saberlo todo".
Y ello tal vez nos ayude a avanzar en la i n t e r r o -
g a c i ó n de las claves del aprendizaje. ¿ Q u i é n dice N o somos c á n t a r o s vacíos que hay que llenar de
que el aprender es algo cuantitativo, que consis- saber, somos m á s bien cántaros llenos que habría
te en la cantidad de i n f o r m a c i ó n que recibamos? que vaciar u n poco, para que vayamos reempla-
¿ Q u i é n nos dice que el c o n o c i m i e n t o es siempre zando tantas vanas certezas por algunas preguntas
algo que se adquiere, que se recibe? ¿ Q u é pasaría si provechosas. Y tal vez l o mejor que p o d r í a hacer
la e d u c a c i ó n formal por nosotros es ayudarnos a mismos. Pienso en la felicidad que suelen dar a
desconfiar de l o que sabemos, darnos i n s t r u m e n - quienes las practican las artes de los m ú s i c o s , de
tos para avanzar en la s u s t i t u c i ó n de c o n o c i m i e n - los actores, de los pintores, de los escritores, de los
tos. Pero ¿estará dispuesto u n j o v e n a pagar por u n inventores, de los jardineros, de los decoradores, de
modelo educativo que en vez de convencerlo de los cocineros, y de incontables apasionados maes-
que sabe lo convenza de que no sabe? Posiblemen- tros, y lo comparo c o n la tristeza que suele a c o m -

te no; entonces llegamos a u n o de los secretos del p a ñ a r a cierto tipo de trabajos en los que n i n g ú n

asunto. Claro que la escuela puede darnos c o n o c i - operario siente que se esté engrandeciendo al rea-

mientos y destrezas, pero a ello no lo llamaremos lizarlo. Nuestra é p o c a , que convierte a los obreros

en sentido estricto e d u c a c i ó n sino adiestramiento. en a p é n d i c e s de los grandes mecanismos, en seres

Y claro que es necesario que nos adiestren. Pero cuya individualidad no cuenta a la hora de ejercitar

mientras la e d u c a c i ó n siga siendo sólo b ú s q u e d a sus destrezas, es especialmente cruel con millones

del saber personal o de la destreza personal, toda- de seres humanos.

vía no habremos encontrado el secreto de la a r m o - N o se trata de escoger profesiones rentables sino


n í a social, porque para ello no necesitamos t é c n i - de volver rentable cualquier profesión, por el he-
cos n i operarios sino ciudadanos. cho de que se la ejerce con pasión, con i m a g i n a -

¿ D ó n d e se nos forma c o m o ciudadanos? Y ¿ d ó n d e ción, con placer y c o n recursividad. Podemos as-

se nos forma c o m o seres satisfechos del oficio que pirar a que no haya oficios que nos h u n d a n en la

realizan? E l tema de la felicidad no suele conside- pesadumbre física y en la neurosis.

rarse demasiado en la d e f i n i c i ó n de la e d u c a c i ó n , y La creencia de que el conocimiento no es algo que


sin embargo yo creo que es prioritario. Creo que se crea sino que se recibe, hace que olvidemos i n -
necesitamos profesionales si no felices por l o m e - terrogar el m u n d o a partir de lo que somos, y f u n -
nos altamente satisfechos de la profesión que han dar nuestras expectativas en nuestras propias nece-
escogido, del oficio que c u m p l e n , y para ello es ne- sidades. Algunos maestros lograron, por ejemplo, la
cesario que la e d u c a c i ó n no nos d é apenas u n re- proeza de hacerme pensar que no me interesaba la
curso para el trabajo, una fuente de ingresos, sino física, sólo porque me trasmitieron la idea de la física
u n ejercicio que p e r m i t a la v a l o r a c i ó n de nosotros como u n conjunto de fórmulas abstractas y p r o -

27
blemas h e r m é t i c o s que no tenía nada que ver con disciplinas distintas, h o y nos gusta separar todo, l l e -
m i propia vida. N i n g u n o de ellos l o g r ó establecer gamos a creer que es posible estudiar p o r separado
c o n m i g o una suficiente relación de cordialidad para la geografía y la historia, creemos que no hay n i n -
ayudarme a entender que centenares de preguntas guna relación entre la g e o m e t r í a y la política. Sin
que yo me hacía desde n i ñ o sobre la vista, sobre el embargo en nuestras sociedades está claro que es-
esfuerzo, sobre el m o v i m i e n t o y sobre la magia del tar en el centro o en la periferia es ciertamente u n
espacio t e n í a n en la física su lugar y su tiempo. asunto político.

Es m á s , nadie p u d o ayudarme a ver que buena par- ¿Por q u é asumir pasivamente los esquemas? ¿Por
te de las angustias, los miedos y las obsesiones que q u é las enfermeras no pueden ser m é d i c o s ? ¿Por
gobernaron el final de m i adolescencia eran l u j o - q u é aceptar u n tipo de p a r á m e t r o profesional que
sas puertas de entrada a algunos de los temas m á s convierte u n oficio en una l i m i t a c i ó n insuperable?
importantes de la psicología, de la filosofía y de la Nada debería ser definitivo, todo d e b e r í a estar en
metafísica. Si u n o sale del colegio para entrar en la discusión.
ciudad, en el campo o en la noche estrellada, eso
Solemos ver, por ejemplo, la e d u c a c i ó n como el
equivale a decir que u n o a m e n u d o sale de las aulas
gran remedio para los problemas del m u n d o ; sole-
para entrar en la sociología, en la b o t á n i c a o en la
mos ver el aprendizaje como la m á s grande de las
astronomía.
virtudes humanas. Y lo es. Pero hay que decir que
Solemos separar en realidades distintas la habita- ese aprendizaje es t a m b i é n una grave responsabili-
c i ó n , el estudio, el trabajo y la recreación, de m o d o dad de la especie. Para aproximarnos u n poco a este
que la casa, la escuela, el taller y el área de juegos tema hay que pensar en el resto de las criaturas. Se
son lugares donde cumplimos actividades distin- diría que el saber instintivo de las especies es una
tas. Para Samuel Johnson la casa era la escuela, para suerte de seguro natural contra los accidentes y los
W i l l i a m Blake y para Picasso una casa era u n taller imprevistos. Nada nos permite tanto confiar en una
o no era nada, para Oscar W i l d e no p o d í a haber abeja como la certeza de que siempre sabrá hacer
u n abismo entre la creación y la recreación. A d i - miel y nunca se le o c u r r i r á destilar otra cosa. Si u n
ferencia del Renacimiento, donde había verdade- día las abejas optaran por producir vinagre o ácido
ros pontífices, es decir, hacedores de puentes entre sulfúrico, el caos se a p o d e r a r í a del m u n d o . U n pe-


rro o u n oso pueden ser adiestrados para que repitan que amenaza a la otra media, la c o r r u p c i ó n , la de-

ciertas conductas, pero el ser humano es el ú n i c o g r a d a c i ó n del m e d i o ambiente, tenemos la t e n -

capaz de aprender y sobre todo el ú n i c o capaz de dencia a pensar que la e d u c a c i ó n ha fracasado.

inventar cosas distintas. La conclusión necesaria de Cada cierto t i e m p o la h u m a n i d a d tiende a poner


esta reflexión es que los seres humanos aprendemos, en duda su sistema educativo, y se dice que si las
y porque aprendemos somos peligrosos. N o somos cosas salen m a l es porque la e d u c a c i ó n no está f u n -
una inocente abeja destilando para siempre su cera cionando. Pero m á s angustioso resultaría a d m i t i r
y su m i e l , sino criaturas admirables y terribles capa- la posibilidad de que si las cosas salen m a l es p o r -
ces de inventar hachas y espadas, libros y palacios, que la e d u c a c i ó n está funcionando. Tenemos u n
sinfonías y bombas atómicas. Nuestras virtudes son m u n d o ambicioso, competitivo, amante de los l u -
t a m b i é n nuestras amenazas; el privilegio de pensar, jos, derrochador, donde la industria m i r a la n a t u -
el privilegio de inventar y el privilegio de aprender raleza como una mera bodega de recursos, donde
comportan t a m b i é n aterradoras responsabilidades, el comercio m i r a al ser h u m a n o como u n mero
y u n filósofo se atrevió ya a decirle a la h u m a n i d a d consumidor, donde la ciencia a veces olvida que
algo que ella no esperaba oír: "perecerás por tus tiene deberes morales, donde a todo se presta una
virtudes". a t e n c i ó n presurosa y superficial, y lo que hay que

Cada vez que nos preguntamos q u é e d u c a c i ó n que- preguntarse es si la e d u c a c i ó n está criticando o está

remos, lo que nos estamos preguntando es q u é tipo fortaleciendo ese modelo.

de m u n d o queremos fortalecer y perpetuar. L l a - ¿ C ó m o superar una é p o c a en que la e d u c a c i ó n c o -


mamos e d u c a c i ó n a la manera como trasmitimos rre el riesgo de ser sólo u n negocio, donde la exce-
a las siguientes generaciones el modelo de vida que lencia de la e d u c a c i ó n está concebida para perpe-
hemos asumido. Pero si bien la e d u c a c i ó n se puede tuar la desigualdad, donde la f o r m a c i ó n tiene u n fin
entender como trasmisión de conocimientos, t a m - puramente laboral y a d e m á s no lo cumple, donde
bién p o d r í a m o s entenderla como b ú s q u e d a y trans- los que estudian no necesariamente t e r m i n a n sien-
f o r m a c i ó n del m u n d o en que vivimos. do los m á s capaces de sobrevivir? ¿ C ó m o convertir

A veces, m i r a n d o la trama del presente, la p o b r e - la e d u c a c i ó n en u n camino hacia la plenitud de los

za en que persiste media humanidad, la violencia individuos y de las comunidades?


Para ello t a m b i é n hay que hablar del modelo de ta años no serán como para nosotros el consumo, la

desarrollo, que suele ser el que define el m o d e l o opulencia, la novedad, la moda, el derroche, sino la

educativo. Durante mucho tiempo los modelos de creación, el afecto, la c o n s e r v a c i ó n , las tradiciones,

Occidente han sido la productividad, la rentabili- la austeridad. Y a lo mejor ello no c o r r e s p o n d e r á n i

dad y la t r a n s f o r m a c i ó n del m u n d o . Pero hay u n siquiera a u n modelo filosófico o é t i c o sino a unas

tipo de productividad que n i siquiera nos da e m - limitaciones materiales. A lo mejor lo que volverá

pleo, u n tipo de rentabilidad que n i siquiera e l i m i n a vegetarianos a los seres humanos no serán la r e l i -

la miseria, una t r a n s f o r m a c i ó n del m u n d o que nos g i ó n o la filosofía sino la física escasez de p r o t e í n a

hace v i v i r en la sordidez, m á s lejos de la naturaleza animal. A lo mejor lo que los volverá austeros no

que en los infiernos de la Edad M e d i a . ¿Y q u é pa- será la m o r a l sino la estrechez. A l o mejor lo que los

saría si de pronto se nos demostrara que el m o d e l o volverá prudentes en su relación con la t e c n o l o g í a

de desarrollo tiene que empezar a ser el equilibrio y no será la p r e v i s i ó n sino la evidencia de que t a m -

la c o n s e r v a c i ó n del mundo? ¿ Q u é pasaría si el saber b i é n hay en ella u n poder destructor. A lo mejor lo

cuantitativo que transforma es reemplazado p o r el que h a r á que aprendan a m i r a r c o n reverencia los

saber previsivo que equilibra, si el poder transfor- tesoros naturales no será la reflexión sino el miedo,

mador de la ciencia y la t e c n o l o g í a se convierte en la i n m i n e n c i a del desastre, ó lo que es a ú n m á s gra-

u n saber que ayude a conservar, que no piense sólo ve, el recuerdo del desastre.

en la rentabilidad inmediata y en la t r a n s f o r m a c i ó n
irrestricta sino en la d u r a c i ó n del mundo?

C o n ello lo que quiero decir es que nosotros pode-


mos dictar las pautas de nuestro presente, pero son
las generaciones que vienen las que se encargarán
del futuro, y tienen todo el derecho de dudar de la
excelencia del modelo que hemos creado o perpe-
tuado, y pueden tomar otro tipo de decisiones con
respecto al m u n d o que quieren legarles a sus hijos. A
lo mejor los grandes paradigmas al cabo de c i n c u e n -

32

Carta al maestro desconocido


Los gobiernos suelen confiar a los guerreros la m i -
sión de salvar a sus pueblos. "Salve usted la patria",
le dicen a u n h o m b r e a caballo que tiene una lanza
en la mano, y que tiene el deber heroico de desba-
ratar a grupos feroces de enemigos armados. H o y ,
la s i t u a c i ó n es otra. Es el maestro el que tiene el
deber y la posibilidad de salvar a la sociedad.

Pero ¿ q u i é n es el maestro? N o necesariamente a l -


guien que tiene esa profesión y a quien se le paga
por e n s e ñ a r : y o creo que en todos nosotros tiene
que haber u n maestro, así c o m o en todos tiene
que haber u n alumno. Es tanto lo que hay por
aprender que nadie puede darse el lujo de ser solo
el que e n s e ñ a y nadie puede darse el lujo de ser
solo el que aprende. Estamos en tiempos difíciles,
estamos en tiempos s o m b r í o s , p o r eso tampoco
podemos darnos el lujo de pensar que sólo hay demuestran que no saben manejar los principios
unos sitios especializados llamados escuelas donde básicos de la l ó g i c a , que^no l o g r a n razonar, que no
se e n s e ñ a y se aprende. E l país entero es la escuela, saben deducir, que no comprenden bien el senti-
el m u n d o entero es la escuela, y u n buen maes- do de los textos, que no consiguen argumentar
tro debe ayudarnos a aprender t a m b i é n las leccio- con claridad y con m é t o d o , a menudo lo que nos
nes que nos dan los ríos cuando se desbordan, las están demostrando es que viven en u n m u n d o que
selvas cuando son taladas, la industria cuando no no e n s e ñ a lógica, que no muestra sensatez, que no
tiene conciencia de sus responsabilidades, los p o l í - trasmite orden mental, que no enseña a entenderse
ticos cuando en lugar de c u m p l i r c o n la noble m i - con los d e m á s .
s i ó n de administrar los recursos p ú b l i c o s para el N o cometamos el error de pensar que todo ello se
beneficio c o m ú n , se abandonan a la c o r r u p c i ó n y debe exclusivamente a que están fallando los maes-
al e g o í s m o . tros, a que están fallando los m é t o d o s p e d a g ó g i -

Todos los seres humanos estamos aprendiendo a cos, a que está fallando la escuela. L o que ocurre

cada instante. L o real no es que no aprendamos, es que la escuela es una parte apenas del sistema

sino que a menudo aprendemos lo que no se debe. educativo, y a veces descargamos sobre ella toda la

Porque de nada se aprende tanto c o m o del ejem- culpabilidad de los males y toda la responsabilidad

plo: y cualquier persona en el m u n d o m o d e r n o de las soluciones. Por eso repito que la e d u c a c i ó n

está expuesta siempre a elocuentes y p é s i m o s ejem- tiene el deber de corregir los males de la sociedad

plos. N a d i e d i r í a que la televisión es una c á t e d r a y de salvarla en momentos de tanta c o n f u s i ó n y de

de buenas maneras, la p o l í t i c a no es siempre una tanta angustia, pero me apresuro a aclarar que esa

l e c c i ó n de honestidad, la publicidad no es que sea e d u c a c i ó n tiene que comprometer a toda la c o m u -

una l e c c i ó n de modestia y de austeridad, la econo- nidad y no sólo a la escuela y a sus maestros.

m í a m u n d i a l no es n i m u c h o menos una l e c c i ó n de La escuela, sin embargo, tiene unas posibilidades de


generosidad, el m o d o c o m o se gobierna el m u n d o ayudar al cambio que otros sectores no tienen. R e -
no es por supuesto una admirable l e c c i ó n de l ó g i - cibe a las personas en una edad temprana, cuan-
ca. Y cuando los alumnos, al responder las pruebas do son m á s receptivas, m á s curiosas, m á s vivaces
de e v a l u a c i ó n de sus procesos de entendimiento, y m á s capaces de confiar en quien las g u í a . T i e -
ne todo el t i e m p o para experimentar m é t o d o s de deben serlo t a m b i é n . E l m u n d o m o d e r n o parece
aprendizaje apelando al entusiasmo, a la solidari- demostrarnos que cuanto m á s separadas ambas c o -
dad, a la sana e m u l a c i ó n , a la c o o p e r a c i ó n , a la ca- sas, m á s rentables son, y m á s d a ñ i n a s . Si l o que
pacidad de juego, a la extraordinaria m e m o r i a y comemos nos hace d a ñ o , la industria f a r m a c é u t i c a
al alto sentido del honor y del orgullo personal gana m á s .
que normalmente tienen los j ó v e n e s cuando n o se
T o d o eso tiene que ver c o n la idea que planteaba
los trata de u n m o d o ofensivo o d e s p ó t i c o . T o d o
antes de que el m u n d o entero es en cierto m o d o la
n i ñ o está lleno de preguntas, y la e d u c a c i ó n sería
escuela, y que la e d u c a c i ó n está, o d e b e r í a estar, en
m á s fácil si n o creyera estar llena de respuestas, si
todas partes. V o y a poner otro ejemplo que tiene
aprendiera que, como decía Novalis, todo enigma
que ver c o n la a l i m e n t a c i ó n . U n a especie tan a n -
es u n alimento, algo que nos mueve a buscar, que
tigua y diestra como la especie humana d e b i ó apren-
debe movernos a buscar la vida entera; que l o peor
der hace m u c h o t i e m p o que los alimentos c o n -
que le puede o c u r r i r a una pregunta verdadera es
fiables tienen cincuenta siglos de seguro. Q u i e r o
saciarse con la primera respuesta que encuentre.
decir, alimentos que hayamos puesto a prueba d u -

La e d u c a c i ó n n o debe consistir tanto en llenarnos rante cinco m i l a ñ o s , nos b r i n d a n ya todas las ga-

de certezas c o m o en orientar y alimentar nuestras rantías de que son sanos, de que son provechosos.

b ú s q u e d a s . Si a alguien le interesa, p o r ejemplo, Esas semillas que hemos domesticado a lo largo de

el tema de la salud y de la enfermedad, v a l d r í a la los milenios: el m a í z , el trigo, la cebada, el cente-

pena preguntarle p o r q u é casi todas las medicinas no; esa leche, esos quesos, esas frutas, esas v e r d u -

vienen de las plantas, q u é misterio casi milagroso ras y esas nueces. H a y que decir que esas bebidas,

hay en esos surcos y en esas semillas. Y a todos t a m b i é n , los jugos, las cervezas, los vinos. Pero en

nos conviene preguntarnos c u á n d o se separaron la tiempos recientes la e x p e r i m e n t a c i ó n científica ha

g a s t r o n o m í a y la medicina. Y o n o tengo duda de empezado a modificar esas semillas tan largamen-

que en sus o r í g e n e s la g a s t r o n o m í a y la medicina te conquistadas. La g e n é t i c a está en condiciones

d e b í a n ser la misma cosa, c o m o creo que t e n d r á n de incorporar genes de una especie a otra, para

que volver a serlo. La medicina preventiva son los fortalecer o alterar algunas de sus características,

alimentos, y buena parte de la medicina curativa y todo eso está bien, es m u y h u m a n o investigar
y experimentar. Pero por supuesto, una especie fin de hacerse d u e ñ o s de las patentes y de obligar
sensata y prudente lo que no puede hacer es i n c o r - a los cultivadores a tener que comprar las semillas
porar enseguida esos resultados a la dieta c o m ú n , de nuevo, siempre y siempre. Pretenden que haber
cuando faltan décadas, si no siglos, para saber c u á - obrado una i n n o v a c i ó n sobre los bienes de la tierra
les serán las consecuencias de esas modificaciones. les asegura la propiedad sobre ellos, la p r i v a t i z a c i ó n
Conviene estar alertas frente a las locuras de la i n - de sus dones. N u n c a he visto nada que c o n t r a r í e de
dustria, capaz a veces de proponer que se incorpore u n m o d o m á s alarmante la prodigalidad de la vida.
de m o d o abrupto a la dieta humana u n p r o d u c t o ¿ C u á n d o nos c o b r ó la naturaleza por sus semillas?
manipulado g e n é t i c a m e n t e , por mero afán de r e n - ¿ C u á n d o nos p r i v ó del derecho a cultivar naranjas
tabilidad, pretendiendo que se han hecho pruebas y v i ñ e d o s ? Y o no suelo hablar de pecados, pero
suficientes, sin saber a ú n q u é efecto causarán esos me resulta difícil concebir u n pecado m á s eviden-
cambios sobre la i n f o r m a c i ó n g e n é t i c a de las ge- te que ese de reemplazar la generosidad infinita
neraciones. de la naturaleza por la mezquindad del mercado.
E d u c a c i ó n es plantear el debate sobre temas como
O t r a característica casi d i v i n a de la naturaleza
es la prodigalidad de las simientes. Desde siempre estos, y en ese sentido, lo que hay que aprender

en el m u n d o cada especie derrocha sus semillas, el a q u í es lo m i s m o que hay que aprender en todo el

polen fecundo vuela en el viento, la simiente h u m a - planeta. E l planeta es la escuela. Hay, sin embargo,

na y animal, los mecanismos de r e p r o d u c c i ó n , son otros campos en que la e d u c a c i ó n tiene que ver

de una abundancia abrumadora, y ello prueba que con temas locales.

la principal tendencia de la vida es la voluntad de D i c e n que cuando u n c h i n o visita o t r o país, asume


permanencia, el designio de la p e r p e t u a c i ó n , y que que no es una persona sino la C h i n a misma quien
el principal seguro de las especies es la generosidad, viene. N o sé si eso es verdad, pero me parece re-
la abundancia de recursos para multiplicar eso que comendable: cada u n o de nosotros d e b e r í a ser una
R u b é n D a r í o llamaba, "la universal, o m n i p o t e n - especie de síntesis consciente de la tierra a la que
te, f e c u n d a c i ó n " . A h o r a la t é c n i c a y la industria pertenece. Ello significa conocer el país, su geogra-
han empezado a obrar modificaciones curiosas: a fía, su naturaleza, su historia, sus costumbres, ser
inventar, por ejemplo, frutos sin semilla, con el vocero de una c o m u n i d a d , representante de una

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y experimentar. Pero por supuesto, una especie fin de hacerse d u e ñ o s de las patentes y de obligar
sensata y prudente lo que no puede hacer es i n c o r - a los cultivadores a tener que comprar las semillas
porar enseguida esos resultados a la dieta c o m ú n , de nuevo, siempre y siempre. Pretenden que haber
cuando faltan décadas, si no siglos, para saber c u á - obrado una i n n o v a c i ó n sobre los bienes de la tierra
les serán las consecuencias de esas modificaciones. les asegura la propiedad sobre ellos, la p r i v a t i z a c i ó n
Conviene estar alertas frente a las locuras de la i n - de sus dones. N u n c a he visto nada que c o n t r a r í e de
dustria, capaz a veces de proponer que se incorpore u n m o d o m á s alarmante la prodigalidad de la vida.
de m o d o abrupto a la dieta humana u n p r o d u c t o ¿ C u á n d o nos c o b r ó la naturaleza por sus semillas?
manipulado g e n é t i c a m e n t e , por mero afán de r e n - ¿ C u á n d o nos p r i v ó del derecho a cultivar naranjas
tabilidad, pretendiendo que se han hecho pruebas y v i ñ e d o s ? Y o no suelo hablar de pecados, pero
suficientes, sin saber a ú n q u é efecto causarán esos me resulta difícil concebir u n pecado m á s eviden-
cambios sobre la i n f o r m a c i ó n g e n é t i c a de las ge- te que ese de reemplazar la generosidad infinita
neraciones. de la naturaleza por la mezquindad del mercado.
E d u c a c i ó n es plantear el debate sobre temas como
O t r a característica casi d i v i n a de la naturaleza
es la prodigalidad de las simientes. Desde siempre estos, y en ese sentido, lo que hay que aprender

en el m u n d o cada especie derrocha sus semillas, el a q u í es lo m i s m o que hay que aprender en todo el

polen fecundo vuela en el viento, la simiente h u m a - planeta. E l planeta es la escuela. Hay, sin embargo,

na y animal, los mecanismos de r e p r o d u c c i ó n , son otros campos en que la e d u c a c i ó n tiene que ver

de una abundancia abrumadora, y ello prueba que con temas locales.

la principal tendencia de la vida es la voluntad de D i c e n que cuando u n c h i n o visita o t r o país, asume


permanencia, el designio de la p e r p e t u a c i ó n , y que que no es una persona sino la C h i n a misma quien
el principal seguro de las especies es la generosidad, viene. N o sé si eso es verdad, pero me parece re-
la abundancia de recursos para multiplicar eso que comendable: cada u n o de nosotros d e b e r í a ser una
R u b é n D a r í o llamaba, "la universal, o m n i p o t e n - especie de síntesis consciente de la tierra a la que
te, f e c u n d a c i ó n " . A h o r a la t é c n i c a y la industria pertenece. Ello significa conocer el país, su geogra-
han empezado a obrar modificaciones curiosas: a fía, su naturaleza, su historia, sus costumbres, ser
inventar, por ejemplo, frutos sin semilla, con el vocero de una c o m u n i d a d , representante de una

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t r a d i c i ó n y de una manera singular de estar en el plenamente conscientes de que nuestra capacidad
m u n d o . M á s a ú n , en los tiempos que corren c o n - de aprender es a la vez nuestro p r i n c i p a l p r i v i l e g i o
viene que cada ser h u m a n o sea de a l g ú n m o d o el y nuestro p r i n c i p a l peligro. Q u e los recursos c o n
m u n d o , que represente a la h u m a n i d a d , su m e m o - que construimos nuestra civilización: el lenguaje,
ria y sus valores, sus recursos y sus esperanzas, y la el Estado, la t é c n i c a , la ciencia, el pensamiento, la
e d u c a c i ó n d e b e r í a ayudarnos a tener esa alta c o n - disciplina, t a m b i é n pueden servir para construir
ciencia de nosotros mismos y del m u n d o al que per- nuestro i n f i e r n o . Somos hijos de la naturaleza,
tenecemos. pero somos distintos del resto de la naturaleza,
andamos buscando c o m o n i n g u n a otra criatura, y
La principal característica del ser h u m a n o , l o que
si se puede esperar de nosotros lo peor, t a m b i é n es
lo diferencia de todas las otras criaturas, es su capa-
u n consuelo saber que se puede esperar l o mejor.
cidad de aprender. A l g u n o s animales son capaces
de adiestramiento, de asimilar conductas, pero la Aprender, es, en p r i m e r lugar, aprender la lengua,
m a y o r í a tiene incorporada una i n f o r m a c i ó n ins- porque sólo en el á m b i t o de la lengua se da nuestra
tintiva que sólo le p e r m i t e sobrevivir y repetir u n habilidad para interpretar el m u n d o , entenderlo y
m o d o de estar en el m u n d o . La abeja fabrica m i e l y transformarlo. La lengua es t a m b i é n , por supuesto,
nunca se le o c u r r i r á fabricar otra cosa; la h o r m i g a la memoria, y no sólo la m e m o r i a personal sino la
innumerable saber retacear las hojas y alimentar memoria acumulada de las generaciones: desde el
con ellas al hongo que alimenta su h o r m i g u e r o ; arte de preparar alimentos, utensilios, i n d u m e n t a -
este felino sabe cazar a n t í l o p e s y este h i p o p ó t a m o rias, desde las ceremonias que nos e n s e ñ a n a pasar
sabe refrescarse en el agua, esta a r a ñ a sabe tejer su de una edad a otra, a compartir, a celebrar, a agra-
malla exquisita y este castor sabe hacer diques con decer, hasta las técnicas que nos p e r m i t e n c u l t i -
leños, pero sólo el ser h u m a n o es capaz de aprender var, habitar, transformar, enfrentar l o desconocido.
y de innovar. La aventura de v i v i r es formidable, y la realidad es
esencialmente increíble.
Es fácil advertir que es peligrosa una criatura ca-
paz de inventar espadas y arados, violmes y c a ñ o - Pero, ¿de q u é m o d o aprendemos la lengua? E n todas
nes, catedrales y campos de c o n c e n t r a c i ó n , s i n - las edades el recurso fueron los cuentos y los cantos.
fonías y bombas nucleares, pero no sé si somos U n a voz afectuosa narraba historias desde la cuna, la

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música de cada r e g i ó n nos traía en canciones los se- esa facultad humana. Se cree que l o que no se re-
cretos elementales del m u n d o . N o tengo la certeza cuerda n o se sabe. Pero, si u n o recuerda algo, ¿lo
de que los cuentos y los cantos sigan a c o m p a ñ a n d o sabe de verdad?
desde temprano a los seres humanos; a lo mejor la
Parece exagerada la frase de Nietzsche "sólo sabe-
letra escrita, la letra impresa, consiguen reempla-
mos lo que sabemos hacer", pero es interesante y
zarlos, pero yo dudo que las pantallas de televi-
desafiante. La e d u c a c i ó n formal a veces hace pensar
sión y los llamados m é t o d o s audiovisuales logren
que las m a t e m á t i c a s , que la física, son u n conjunto
introducirnos de la misma manera en los secretos
de fórmulas para ser memorizadas. Pero esas cien-
del lenguaje, que no son sólo secretos del sentido
cias exigen m u c h o m á s que m e m o r i a , exigen que
sino secretos del sonido, del r i t m o , del afecto, de la
seamos capaces de razonar, de analizar, de resolver
identificación. A través de esas palabras cordiales
los problemas de muchas maneras distintas.
escuchadas temprano aprendemos a sentirnos parte
de una comunidad, de una manera de ser, y eso sólo Las pruebas evaluadoras de nuestra e d u c a c i ó n nos

lo da la c o m p a ñ í a de otros seres humanos. C o m o revelan que no estamos aprendiendo a razonar, n i a


decía Juan de la C r u z , mira que la dolencia de amor que argumentar, y n i siquiera a entender lo que leemos.
no se cura, sino con la presencia y la figura. Y se cree que n o tenemos pruebas que p e r m i t a n

Pero hemos entrado en una edad donde sólo pare- evaluar c u á n t o estamos aprendiendo en t é r m i n o s

ce atendible lo que está lejos: el que habla a nues- de convivencia, de respeto por los d e m á s , de i n c o r -

tro lado resulta menos i m p o r t a n t e que el que l l a - p o r a c i ó n de valores éticos, de cordialidad con la

ma por teléfono, los cuerpos parecen estorbar; los naturaleza, de pertenencia a la comunidad. Yo me

fantasmas, las señales, las meras voces, resultan atrevo a decir, c o n tristeza, que esas otras evaluacio-

m á s c ó m o d a s . H a y quien piensa que la e d u c a c i ó n nes de nuestra e d u c a c i ó n sí existen: son los índices

consiste principalmente en proveernos de i n f o r - de criminalidad, los niveles de c o r r u p c i ó n , los í n -


m a c i ó n . A l g u n o s llevan m á s lejos su fe y piensan dices de violencia intrafamiliar, los incontables p r o -
que la e d u c a c i ó n debe llenarnos de c o n o c i m i e n t o . cesos que se acumulan en los juzgados, el auge de
A u n q u e es u n error creer que aprender es m e m o - la delincuencia, el t o n o de los comentarios en los
rizar, los e x á m e n e s a m e n u d o sólo ponen a prueba foros públicos.

4b
Gracias a u n vasto proceso de reflexión hemos i d e n - de la justicia, de la a r m o n í a y de la cortesía. Es f u n -
tificado algunos problemas que es urgente resolver damental que las cosas que se aprenden sean v e r -
en los procesos educativos. T i e n e n que ver con el daderas y sean bellas, pero t a m b i é n es necesario
pensamiento, la creatividad, la afectividad, la c o - que sean buenas, y ello implica u n sistema de v a l o -
m u n i c a c i ó n y la socialización. E n s e ñ a r a pensar por raciones.
sí m i s m o requiere el reconocimiento respetuoso de T a m b i é n requerimos capacidad de c o m u n i c a c i ó n ,
la dignidad y la importancia de quien aprende. La y el i n s t r u m e n t o en este campo no es sólo el lengua-
ciencia, decía Estanislao Zuleta, exige argumenta- j e sino el d i á l o g o . L a c o n v e r s a c i ó n , a la que K a n t
c i ó n y d e m o s t r a c i ó n , y sólo se le demuestra algo a consideraba la m á s importante de las artes.
quien es nuestro igual: a alguien inferior se le o r -
Y p o r ú l t i m o , el p r o p ó s i t o de todo proceso educa-
dena, a alguien superior se le suplica, sólo al que es
tivo no es sólo crear seres humanos libres, lúcidos,
igual a nosotros se le argumenta y se le demuestra.
armoniosos y expresivos, sino seres c o n u n senti-
Por esto el desafío principal en el campo del pen-
m i e n t o profundo de pertenencia a una comunidad.
samiento y de la a r g u m e n t a c i ó n es el respeto por la
La competitividad extrema estimula el e g o í s m o , los
dignidad de aquel a quien e n s e ñ a m o s o con quien
ejercicios de c o o p e r a c i ó n estimulan nuestra c o n -
dialogamos: todo autoritarismo forma seres some-
ciencia de que necesitamos de los otros, fortalecen
tidos o resentidos, nunca seres libres e iguales.
nuestro sentido de comunidad.
E n el campo de la creatividad el principal aliado es
Tal vez los contenidos de la e d u c a c i ó n , siendo tan
el arte. Resolverlos problemas de u n m o d o o r i g i n a l
importantes, son secundarios; tal vez l o que m á s
y armonioso requiere u n sentimiento de l o bello,
necesitamos es una filosofía de la e d u c a c i ó n , una
u n sentido del r i t m o y del equilibrio, y conciencia
actitud, u n m é t o d o , y sobre todo u n p r o p ó s i t o . E l
de que los procesos deben ser placenteros. Para que
p r o p ó s i t o de la e d u c a c i ó n no puede ser hacernos
sea artística, la e d u c a c i ó n debe proporcionar placer
exitosos y rentables: eso l i m i t a la e d u c a c i ó n a la
y entusiasmo. Debe tener el rigor de la p e r f e c c i ó n
f o r m a c i ó n de operarios sin gracia y sin valores, nos
y la alegría del j u e g o .
hunde en el peligro de creer que allí donde hay
E n el orden de la afectividad, donde están c o m p r o - é x i t o individual se ha c u m p l i d o la m i s i ó n . H a y
metidos los sentimientos, es necesario u n sentido que ver de q u é manera el n a r c o t r á f i c o d e s n u d ó la

49
locura d Q UJ? £u \cicm
c orientada a la rentabili-
dad y al ^ i é ^ ^ r r ^ t r a i n d o que esas cosas pueden
alca^izar^ i ; ! K ° ' ^ a por la escuela, y demostrando
J t r

que la r i ^ W 1 ; pa ida de u n sentido profundo de


dignidad y '{ ) ^ m ^ n i d a d sólo trae espanto a los


i n d i y i d u ^ ^lOS u s i'iedlades. 0

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Nunca v^^iM ^ L O S bastante el papel del hacer en
los p r o c e r ¡rase -anvos.. Conviene recordar la anti-
01

gua ¡jente^alH , Cc^ríucio: " L o escuché y l o olvidé,


cía * *
lo v i y lo J I Í í ;, 1^> hicte y lo aprendí". D e m o d o
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que ^uisi^ iti£t¡ ,.;as 'e steñalar tres cosas. Una,la i m -
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la civijizaci'/j i -
locura de una e d u c a c i ó n orientada a la rentabili-
dad y al é x i t o , demostrando que esas cosas pueden
alcanzarse sin pasar por la escuela, y demostrando
que la riqueza separada de u n sentido profundo de
dignidad y de c o m u n i d a d sólo trae espanto a los
individuos y a las sociedades.

N u n c a valoraremos bastante el papel del hacer en


los procesos educativos. Conviene recordar la anti-
gua sentencia de Confucio: " L o escuché y lo olvidé,
lo v i y lo entendí, lo hice y lo aprendí". D e m o d o
que quisiera finalmente señalar tres cosas. Una,la i m -
portancia del aprendizaje a través del hacer. La segun-
da, entender que la e d u c a c i ó n no educa a todos
sino a cada uno: que una f o r m a c i ó n que ayude a
v i v i r debe tener en cuenta las preguntas que b r o -
tan de cada conciencia, de cada ser h u m a n o . Y la
tercera, que en el c a m i n o de superar el aspecto p u -
ramente cerebral, t e ó r i c o e intelectual, es urgente
aprender c o n todo el cuerpo.

Para todo ello se requiere, sin duda, que los maestros


sean el m á s valorado de los bienes de una sociedad.
Son los principales encargados de introducir a toda
una nueva g e n e r a c i ó n en el universo. ¿ C ó m o pue-
den tener u n reconocimiento menor que el de los
guerreros? T a m b i é n los recursos destinados a la edu-
cación deben ser la prueba de que queremos aban-
donar la edad de la barbarie, entrar en el espíritu de
la civilización.
D i c e n que desde la-aurora de la h u m a n i d a d están
con nosotros los cuentos y los cantos. N o los de-
b í a n llamar así al comienzo, y a l o mejor n i siquiera
se d i s t i n g u í a m u y bien u n cuento de u n poema.
D e b í a n ser f ó r m u l a s m á g i c a s con las cuales el l e n -
guaje r e c i é n adquirido para n o m b r a r el m u n d o y
para resolver necesidades prácticas de c o m u n i c a -
c i ó n se ahondaba en recuerdos, se prolongaba en
reflexiones, se demoraba en el disfrute de su propio
r i t m o y alzaba ante las fuerzas de la naturaleza su
i n v o c a c i ó n y su conjuro.

Pero es que con a l g ú n recurso h a b í a que responder


al agua que canta y a la lluvia que arrulla, al tigre
que amenaza y al trueno que ensordece. Así como
las canciones las debieron inventar las madres a r r u -
llando a sus hijos y sembrando en las huertas, los
cuentos fueron siempre y siguen siendo las historias instrumentos refinadísimos que sólo saben m a n e -
que traen los viajeros después de travesías arries- j a r l o s expertos, el lenguaje es p a t r i m o n i o de todos,
gadas, el relato de los sobrevivientes que vuelven y hasta p o d r í a decirse que hay secretosjie ese tejido
de las guerras, de las catástrofes y de la p e r d i c i ó n . que son propiedad de cada persona. H a y acentos y
T o d a v í a en nuestro lenguaje coloquial decimos maneras de hablar característicos de una r e g i ó n y
que alguien habla m á s que u n perdido cuando lo de una comunidad, pero ¿ q u i é n no ha o í d o mane-
encuentran: tan poderosa es esa necesidad de c o m - ras de hablar que son típicas de una familia, estilos
partir los recuerdos, de entender lo que ha pasado y recursos que sólo caracterizan a una persona?
r e c o n s t r u y é n d o l o en palabras.
Q u e algo tan universal como la lengua, que algo
A veces miramos el pasado remoto como algo inac- tan vasto como u n i d i o m a , que algo tan antiguo
cesible, pero las experiencias esenciales del m u n d o como la lengua castellana, hablada h o y por casi
t o d a v í a son accesibles para nosotros en estas-ciuda- quinientos millones de personas pueda ser u t i l i -
des desmesuradas, entre los cantos de sirena de la zado con u n estilo personal, es milagroso. La l i -
t e c n o l o g í a y a la sombra de los rascacielos. Ese ser teratura es buen ejemplo de c ó m o u n i n d i v i d u o
p r i m i t i v o que siente volver los recuerdos al r i t m o puede utilizar una lengua personal perfectamente
de la lluvia nocturna, que se estremece de terror comprensible p o r los otros y a la vez tan i n c o n -
bajo los cielos despedazados por los truenos, que fundible como u n rostro o como u n tono de voz.
oye volver catástrofes en el avance de los ciclones y Y se diría que una e d u c a c i ó n es buena si a d e m á s
en la masa incontenible de los tsunamis, sigue v i v o de hacernos c o m p a r t i r valores, destrezas, c o n o c i -
en nosotros. Y el lenguaje n o ha dejado de ser ese mientos, memorias, todo u n orden mental, puede
i n s t r u m e n t o para responder a los peligros del m u n - ayudarnos a tener u n estilo personal, originalidad
do, para c o m p a r t i r las experiencias, para examinar de pensamiento, recursos propios en r e l a c i ó n con
los acontecimientos, para encontrar soluciones y el m u n d o .
expresar nuestro asombro o nuestra satisfacción. Temprano se d e b i ó descubrir que ese lenguaje i n -
De todos los instrumentos que ha inventado la es- ventado por la necesidad estaba lleno de utilidades
pecie, n i n g u n o es tan complejo, tan asombroso, nuevas, que era de a l g ú n m o d o inagotable. Aquella
tan s o ñ s t i c a d o y tan m í s t i c o . Pero mientras hay fue la época de los grandes inventos. A h o r a fabrican
muchos aparatos para hacernos creer que estamos en eran esfuerzos por i m i t a r el m u n d o con sonidos,
la edad de las invenciones insólitas, pero la verdad esfuerzos exitosos en la medida en que a veces no
es que las grandes invenciones o c u r r i e r o n cuando pensamos que son convenciones, sino que esos so-
aprendimos a nombrar el m u n d o , cuando i n c o r p o - nidos son las cosas.
ramos a la realidad cosas que antes no existían: las
Si (como el griego afirma en el Crátilo)
palabras, las fábulas, los conceptos y los razona-
el nombre es arquetipo de la cosa,
mientos. en ias letras de rosa está la rosa

Si en u n diccionario están todas las palabras, u n o y todo el Nilo en la palabra Nilo.

p o d r í a sentir que allí está todo lo que existe. La c u -


Así comienza Borges su poema sobre el G ó l e m ,
riosa realidad es que no es así: el universo no es u n
que cuenta c ó m o los cabalistas j u d í o s intentaban
inventario de cosas y palabras, sino la inesperada
encontrar una palabra m á g i c a que pronunciada so-
c o m b i n a c i ó n de todas ellas, de los conceptos que
bre una figura de arcilla o sobre cualquier simula-
las representan y de los significados que les damos.
cro con forma humana, le confiriera de repente el
E l c í r c u l o está en el diccionario, el v i c i o está en el
don de la vida. Pero los cabalistas no son los ú n i c o s
diccionario, pero el c í r c u l o vicioso no está en el
que han c r e í d o en la magia de la palabra; todos
diccionario sino en el m u n d o . E l cielo está en el
creemos en ella, todos v i v i m o s en u n m u n d o de
diccionario, la sordera está en el diccionario, pero palabras, que utilizamos para todos los fines.
el sordo cielo es u n invento o u n descubrimiento de
A través del lenguaje aprendemos l o existente, y
Shakespeare, que q u e r í a expresar su sensación de
aprendemos t a m b i é n lo posible. ¿Y q u i é n p o d r á de-
que los seres humanos estamos solos y de que no
cirnos c u á n d o dejamos de nombrar sólo lo eviden-
hay por fuera de la tierra nadie que nos escuche.
te, lo conocido, y empezamos a tener palabras pa-
M u y p r o n t o se d e b i ó advertir que m á s allá de los ra nombrar cosas improbables o imposibles, c u á n -
nombres de las cosas había u n universo de i n f i n i - do el lenguaje e m p e z ó a llenarse de dragones y
tas combinaciones que daba r a z ó n de los f e n ó m e - unicornios, de silfos y fuegos fatuos, de quimeras
nos pero t a m b i é n creaba posibilidades nuevas en y sortilegios? ¿De q u é manera fueron brotando, al
el m u n d o . La columna, la botella, la lluvia, la silla, amparo de las cosas concretas, las abstractas; c u á n -
la palmera, la sombra, la estrella, el pájaro, el r í o , do o b t u v i m o s nombres para el amor, para la p i e -
dad, para la e n s o ñ a c i ó n , para la m e l a n c o l í a o para dójica, y la sabiduría de u n vecino que se alimenta
la esperanza? del saber de la t r a d i c i ó n , y casi siempre se expresa
3

a través de refranes y frases hechas. Porque, a ú n de


E n sus comienzos el lenguaje tenía que ser m á s p o -
los sabios, la h u m a n i d a d aprecia especialmente el
deroso. Borges decía que en los primeros tiempos
saber que es capaz de condensarse en breves sen-
seguramente no se pensaba en el dios del trueno,
tencias y que por ello se parece al saber que han
sino que el trueno y el dios eran la misma cosa, y
acumulado las generaciones.
se nombraban con la misma palabra. E n su forma
actual tendemos a perder de vista la larga historia La religión t u v o que ser anterior a la ciencia porque
de las palabras. Y la e t i m o l o g í a puede ayudarnos a la religión quiere explicarlo todo y la ciencia sólo
ver de q u é manera las palabras se fueron formando explica parcelas del m u n d o . U n científico puede
y transformando. A ver que en la palabra desastre decirnos q u é son los metales, q u é son los planetas,
están los astros, porque desastre significaba p r i m e r o c ó m o funciona la ley de la gravedad, pero no nos
caída de estrellas. A ver que en la palabra considerar dirá q u é es el universo. U n b i ó l o g o puede hablar-
está l o sideral, porque considerar significaba al co- nos del h e l é c h o o de la h o r m i g a pero no nos dirá
mienzo tener en cuenta el firmamento. con certeza q u é es la vida. Cuanto m á s amplios son
los temas menos pertenecen al orden del c o n o c i -
La experiencia de las generaciones e m p e z ó a a m o -
miento científico y m á s al orden de la e s p e c u l a c i ó n
nedarse en proverbios y en refranes, que casi siem-
o de la fe. E l científico ve en la h o r m i g a u n u n i v e r -
pre contienen verdades indudables. Es cierto que
so inabarcable, y en cambio el filósofo se anima a
"no por mucho madrugar amanece m á s tempra-
proponer una f ó r m u l a que descifre la totalidad.
no", es cierto que "el que mucho abarca poco aprie-
ta", es verdad que "no hay peor ciego que el que Algunas de las preguntas m á s importantes de la
no quiere ver". Y es apasionante leer el Quijote, humanidad, la pregunta por el lenguaje, por la be-
pues una de las muchas cosas que Cervantes l o - lleza, por el amor, por la amistad, por el alma, por
g r ó fue establecer u n contraste entre dos tipos de la i n m o r t a l i d a d , por el bien, fueron siempre te-
sabiduría: la sabiduría de u n lector que siempre es- mas favoritos de los filósofos. Sobre ellos discu-
tá pensando cosas originales, m i r a n d o de una m a - rren los diálogos de P l a t ó n , quien ya examinaba
nera nueva las cosas, de una manera absurda o para- hace veinticinco siglos esas preguntas con la m i s -

59
m a curiosidad y la misma i n c e r t i d u m b r e con que cios verbales de la Suma Teológica, donde T o m á s de
podemos examinarlas hoy. Q u i z á sus d i á l o g o s si- A q u i n o i n t e n t ó atrapar en la lógica el m i t o cristia-
guen teniendo para nosotros la misma vigencia no y razonar toda la metafísica de la Edad M e d i a ;
que entonces porque aunque hayan pasado dos m i l a M o n t a i g n e , que utilizó el lenguaje ya no para
quinientos años seguimos v i v i e n d o en su m i s m o buscar a Dios en el cielo p l a t ó n i c o sino para bus-
h o r i z o n t e mental. C o n esos d i á l o g o s llegó a su carse a sí mismo por medio de la o b s e r v a c i ó n , de la
madurez la capacidad del lenguaje de convertirse memoria, de la sincera i n t e r r o g a c i ó n de su propia

en i n s t r u m e n t o para pensar el m u n d o y para ela- conducta, y a través de esa b ú s q u e d a descifrar tal

borar t e o r í a s sobre él. vez la c o n d i c i ó n humana; a Spinoza, que i n t e n t a r í a


llevarnos a percibir a D i o s en la suma del universo,
U n poco antes t o d a v í a el pensamiento q u e r í a c o n -
la divinidad c o m o una existencia i n f i n i t a de la que
fundirse con el m i t o , con la fábula, con la poesía.
forman parte lo mismo los árboles que las estrellas,
E n Occidente desde P l a t ó n , el conocimiento bus-
los peces del mar que los seres humanos. E l lenguaje
có r e c u r r i r sólo a explicaciones lógicas, renunciar a
ha tratado de comprender el m u n d o : no sólo nues-
explicaciones mágicas o m i t o l ó g i c a s . E l ser h u m a -
tra vida, nuestro trabajo, nuestra relación con los
no no p o d í a abandonar la poesía, la m i t o l o g í a , pero
seres cercanos, sino este abismo de tierras y mares,
muchos filósofos intentaron p o r u n tiempo utilizar de galaxias y siglos, al que por comodidad y por fe
el lenguaje corno u n instrumento lógico. Estudiar damos el nombre de universo.
por ejemplo la teoría del c o n o c i m i e n t o que S ó c r a -
N o s i n t e r e s ó el lenguaje c o m o conjuro ante una
tes expone, las ideas sobre la e d u c a c i ó n que f o r m u -
realidad desconocida, c o m o red para recoger la
la, es t o d a v í a una experiencia apasionante.
experiencia de las generaciones, c o m o laboratorio
L o fundamental de aquella manera platónica fue para entender el m u n d o ; el lenguaje c o m o magia,
la propuesta tácita de que el principal instrumento c o m o m e m o r i a y c o m o pensamiento, pero eso no
de reflexión es el d i á l o g o , que a través del d i á l o g o a g o t ó nuestra e x p l o r a c i ó n de este recurso que ha-
es posible acceder a una verdad. Era el comienzo b í a m o s refinado a través de los m i l e n i o s .
de una aventura fascinante aue tuvo incontables Hay quien discute si al comienzo existió una sola
matices. Pero t a m b i é n por los caminos del lengua- lengua, la que fue fragmentada en muchas en el m i -
je como e x p l o r a c i ó n solitaria llegamos a los pala- to de la Torre de Babel, o si en cada r e g i ó n del m u n -
do fueron brotando lenguas distintas que r e c o g í a n manos, no se c o n f o r m ó con ser u n recurso para la

diversas experiencias, y que después se han a p r o x i - c o m u n i c a c i ó n y una ayuda para la supervivencia,

mado para intentar una i n t e r p r e t a c i ó n compartida sino que alzó vuelo en busca de u n sentido m á s alto

del universo. para la existencia, y ha rozado el misterio.

E l doctor Samuel Johnson, el gran sabio inglés, dijo Mi mal es ir a tientas con alma enardecida
alguna vez que no era tan ignorante en lexicogra- ciego sin lazarillo bajo el azul de enero;
mi pena, estar a solas errante en el sendero;
fía como para ignorar que las palabras brotaron de
y el peor de mis daños, no comprender la vida.
la tierra en tanto que las cosas brotaron del cielo.
Supongo que q u e r í a decir que las cosas tienen u n Mi mal es ir a ciegas, a solas con mi historia,
origen d i v i n o y que las palabras tienen u n origen hallarme aquí sintiendo la luz que me tortura
y que este corazón es brasa transitoria
humano. Pero desde la a n t i g ü e d a d hay quien piensa
que arde en la noche pura.
que hay algo d i v i n o en el lenguaje. Y si no pode-
mos afirmar que el origen del lenguaje sea d i v i n o , Y venir sin saberlo, tal vez de algún oriente
podemos sentir que el fin del lenguaje lo es, ya que que el alma en su ceguera vio como un espejismo,

los seres humanos hemos emprendido a través de él y en ansias de la cumbre que dora un sol fulgente
ir con fatales pasos hacia el fatal abismo.
una b ú s q u e d a del sentido y de la belleza, una b ú s -
queda de lo misterioso y de l o sublime. Con todo, hubiera sido quizás un noble empeño
el exaltar mi espíritu bajo la tarde ustoria
Q u é es la poesía sino ese á m b i t o en el cual las pala-
como un perfume santo...
bras buscan ser a la vez m ú s i c a y sentido, e m o c i ó n
¡Pero si el corazón es brasa transitoria!
y conjuro, m e m o r i a y pensamiento, r e v e l a c i ó n y
profecía. Cuando o í m o s palabras que de una m a - Y sin embargo, siento como un perenne ardor

nera misteriosa nos conmueven y nos liberan, nos que en el combate estéril mi juventud inmola...

i l u m i n a n y nos reconfortan, nos atan a la vida y (¡Oh noche del camino, vasta y sola,

nos prometen u n futuro, cuando sentimos en el en medio de la muerte y del amor!)*

vuelo de las palabras la e m o c i ó n de la poesía, c o m -


prendemos que este viejo i n s t r u m e n t o brotado de
* " L a m e n t a c i ó n baldía'', en Antorchas contra el viento,
los dolores y las aventuras de millones de seres h u - de Porfirio Barba Jacob.
La principal v i r t u d de la poesía es arrancarnos a la Estoy mirando el último poniente.

insignificancia de los días y enfrentarnos al sentido Oigo el último pájaro.


Lego la nada, a nadie*
profundo de nuestra existencia. E l poeta m i r a las
calles y los atardeceres y deriva de la c o n t e m p l a c i ó n La lengua, que a veces miramos como u n tedioso
de esas cosas conocidas consecuencias tremendas: mecanismo de repeticiones, es el prodigio que l l e -

De esas calles que ahondan el poniente, na nuestra vida de sentido, de aventura, acaso de
una habrá (no sé cuál) que he recorrido felicidad, y eso es sobre todo lo que t e n d r í a que
ya por última vez, indiferente trasmitir la p e d a g o g í a . Q u e el m u n d o es asombro-
y sin adivinarlo, sometido
so, que minuciosamente vale la pena v i v i r l o .
A Quien prefija omnipotentes normas
Es lo que expresan estos versos de H ó l d e r l i n :
y una secreta y rígida medida
a las sombras, los sueños y las formas Y abiertamente consagré mi corazón a la tierra
que destejen y tejen esta vida. Grave y doliente
Y con frecuencia, en la noche sagrada
Si para todo hay término y hay tasa
Le prometí que la amaría fielmente, hasta la
y última vez y nunca más y olvido
¿quién nos dirá de quién, en esta casa, muerte,

sin saberlo, nos hemos despedido? Sin temor, con toda su pesada carga de fatalidad,
Y que no despreciaría ninguno de sus enigmas.
T a m b i é n es Borges quien ha escrito aquel m i l a - Y así me ligué a ella, con un lazo mortal.
groso poema, " E l suicida", que poniendo a hablar
Y es lo que nos dicen estos versos de W a l t W h i t -
a u n h o m b r e de todo lo que pierde al m o r i r , nos
m a n en el "Canto a m í m i s m o " :
da u n sentido a l t í s i m o de todo lo que tenemos.

Creo que una hoja de hierba no es menos que


No quedará en la noche una estrella.
el camino recorrido por las estrellas,
No quedará la noche.
Moriré y conmigo la suma
Y que la hormiga es perfecta, y que también lo
del intolerable universo.
son el grano de arena y el huevo del zorzal.
Borraré las pirámides, las medallas,
los continentes y las caras,
haré polvo la historia, polvo el polvo. * " E l suicida', en La rosa protunda, de Jorge Luis Borges.
Y que la rana es una obra maestra,
digna de las más altas,

Y que la zarzamora podría adornar los salones


del cielo,

Y que la menor articulación de mi mano puede


humillar a todas las máquinas,

Y que la vaca paciendo con la cabeza baja supera


todas las estatuas,

Y que un ratón es un milagro suficiente para


confundir a millones de incrédulos.

cuerpo y la creación artística


D i c e n que cuando Z e n ó n de Elea e x p o n í a en A t e -
nas sus aporías de la flecha y de Aquiles y la t o r -
tuga, y demostraba de una manera irrefutable que
el m o v i m i e n t o es imposible, D i ó g e n e s el c í n i c o se
paseaba al fondo del auditorio, de u n lado a o t r o ,
sin decir palabra. N o h a b í a manera m á s elocuente
de refutar las teorías del otro.

Esa i n s t a n t á n e a que nos ha dejado D i ó g e n e s Laer-


cio de los debates irrecuperables de la Grecia c l á -
sica tiene u n valor singular para nosotros, porque
tenemos la tendencia a pensar que casi en t o d o
tiempo, en Occidente, el discurso valió m á s que
los hechos. D i ó g e n e s Laercio ha salvado ese m o -
mento en que u n filósofo u t i l i z ó la realidad física
como argumento, contra la lógica invencible del
lenguaje. C o m o se sabe, nadie ha sido capaz de
Refutar verbalmente las aporías de Z e n ó n : dilata-
abandonando la c o m o d i d a d de su casa para irse a
das escuelas filosóficas han intentado en vano ha-
v i v i r a u n tonel, que no usaba ropas, que v i v í a de
cer que Aquiles gane la carrera contra la tortuga,
los alimentos con que los ciudadanos le pagaban
y dos m i l quinientos años después la tortuga sigue
su oficio filosófico, que p e d í a monedas a las esta-
adelante por una fracción infinitesimal.
tuas de Atenas para acostumbrarse a no recibir, y
Por el m i s m o tiempo, se p r e s e n t ó t a m b i é n para los que r o m p i ó contra u n m u r o el p e q u e ñ o cuenco de
griegos el problema del nudo gordiano. Le contaron b a r r ó en el que b e b í a agua de las fuentes públicas
a Alejandro de Macedonia que para poder conquis- cuando v i o u n n i ñ o que b e b í a en el propio cuenco
tar el Asia tenía que deshacer aquel célebre nudo, y de la mano. "Ese n i ñ o me e n s e ñ a que a ú n me sobra
cuando Alejandro se p r e s e n t ó a intentar resolver el algo" e x c l a m ó .
enredo, c o m p r e n d i ó que era imposible. N i n g u n a
D e paso por C o r i n t o , Alejandro e x p r e s ó el deseo
destreza, n i n g u n a paciencia le p e r m i t i r í a desatar-
de conocer a D i ó g e n e s . L o llevaron hasta el tonel
lo. Pero Alejandro era Alejandro, suprema encar-
donde el filósofo vivía, y la h u m a n i d a d no ha o l -
n a c i ó n de la voluntad, y cuando v i o que su indus-
vidado que cuando aquellos dos seres tan distintos
tria no p o d í a resolver el enigma seguramente se
se encontraron, la gran sombra ecuestre de A l e j a n -
dijo, "si no soy yo no será nadie", y sacando su
dro cayó sobre el filósofo que estaba apaciblemen-
espada d e s t r o z ó el nudo con el filo. H a b í a algo de
te tendido en la tierra y le dijo: " P í d e m e lo que
o r á c u l o en aquel asunto: el conquistador del Asia no
quieras, D i ó g e n e s , y te l o d a r é " . La respuesta del
sería el que se ciñera al reglamento sino quien fuera
mendigo al rey no p o d r í a ser m á s poderosa: " Q u e
capaz de pasar p o r encima de él, y todos sabemos
no me quites el sol".
que Alejandro se a p o d e r ó del Asia precisamente
porque tenía ese carácter. Es posible que D i ó g e n e s haya sido uno de los ejem-
plos que contribuyeron a formar el ideal de pobre-
H u b o u n día en que aquellas dos encarnaciones de
za que Cristo p r e d i c ó en el m u n d o griego y a partir
la elocuencia de los actos, D i ó g e n e s y Alejandro
del cual se f o r m ó el pensamiento cristiano. Pero
se encontraron. Alejandro había acumulado todo
buena muestra de lo que pasa en nuestro m u n d o es
el poder, las riquezas y los honores, y o y ó hablar
que el cristianismo a s u m i ó la p r é d i c a de la pobreza
del hombre que había renunciado a todas las cosas,
en la teoría, y no dejó de acumular riquezas en la

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práctica, hasta el p u n t o de que el mayor templo de E n todos estos ejemplos advierto una suerte de

la cristiandad, la basílica de San Pedro, en R o m a , contrapunto, ya que no,de discordia, entre la rea-

es u n palacio que sólo habla del fasto de los p r í n - lidad y el lenguaje, una tendencia a responder a los

cipes italianos y no i n s i n ú a siquiera la pretendida desafíos del lenguaje con hechos m á s que con pa-

h u m i l d a d de obispos y pontífices. labras. E l lenguaje es m u y poderoso, y cada vez


juega u n papel m á s i m p o r t a n t e en la vida y en la
U n discípulo de Cristo, Francisco de Asís, o p t ó p r i -
educación.
mero por la desnudez y después por la pobreza t o -
tal, para responder, sin palabras, al fasto de los obis- H o y el m u n d o se ha vuelto como los mapas: se

pos romanos. T a m b i é n dicen que u n día, cuando ha llenado de palabras, y esas palabras no siempre

M i g u e l A n g e l estaba pintando la Capilla Sixtina, el sirven para aclarar la realidad, a menudo se las u t i -

papa J u l i o I I quiso ver las figuras con que el artista liza m á s para c o n f u n d i r y para e n g a ñ a r . Sobre cada

estaba cubriendo la capilla, y de p r o n t o e x c l a m ó hecho de la realidad, el periodismo, la publicidad,

sorprendido: "Pero, ¡están desnudos!". M i g u e l Á n - la política, tienden hoy u n tejido de palabras que

gel r e s p o n d i ó , m i r a n d o los trajes lujosos del papa: altera, enmascara o modifica lo que vemos.

" ¿ Q u é quiere usted? Son gente h u m i l d e " . Las palabras son u n o de los grandes hallazgos y de

Siglos después, H ó l d e r l i n escribió u n poema so- los grandes recursos de la c i v i l i z a c i ó n , pero hay

bre u n o de los muchos discípulos de Alejandro, que apresurarse a decir que t a m b i é n son a m e n u d o

N a p o l e ó n Bonaparte. D i c e en el poema que los peligrosos instrumentos de la barbarie, de la m a -

poetas son ánforas sagradas que guardan el v i n o de n i p u l a c i ó n y del caos. Y en el campo de la peda-

la vida, las almas de los h é r o e s , pero que el alma g o g í a está claro que no siempre lo que se nos en-

impetuosa de aquel j o v e n está hecha para romper el seña hace de nosotros seres mejores, que una de

c á n t a r o que quiera contenerla. A ñ a d e que a h o m - las muchas tareas de la e d u c a c i ó n d e b e r í a ser de-

bres c o m o este, el poema no debe tocarlos, que en sarrollar la sospecha frente a las manipulaciones

asuntos tales el maestro es tan solo u n aprendiz. del lenguaje, frente a los peligros del texto, y que

Y termina diciendo que Bonaparte no está hecho es necesario recordar que somos algo m á s que pa-

para v i v i r y perdurar en el poema, sino que vive y labras, algo m á s que teorías, algo m á s que pensa-

perdura en el m u n d o . miento y razón.


La h u m a n i d a d ha r e c u r r i d o durante milenios no Esto t a m b i é n significa que hay cosas que no sabe-
sólo al saber positivo sino t a m b i é n a su saber i n t u i - mos con la r a z ó n pero que m u y a m e n u d o sabemos
tivo. N o hace m u c h o unos científicos descubrie- con el cuerpo. Las personas que conducen autos
r o n que el o x í g e n o es el gran favorecedor de los desde una edad temprana tienen u n sistema de
procesos de g e r m i n a c i ó n de las semillas, y que p o r
reflejos que no tienen las personas que aprenden
eso es fundamental remover la tierra a la hora de la
t a r d í a m e n t e . Es u n saber que por cierto no es ra-
siembra. Eso que ahora sabemos racionalmente, los
cional. Hay u n saber sentarse, hay u n saber c a m i -
cultivadores lo supieron desde hace milenios y es
nar, hay u n saber bailar, del m i s m o m o d o que hay
la principal e x p l i c a c i ó n de la i n v e n c i ó n del arado.
u n saber comer, u n saber cantar, u n arte de la m e -
La o b s e r v a c i ó n les e n s e ñ ó hace m u c h o que ger-
m o r i a , del r i t m o , u n arte del c o n o c i m i e n t o de los
m i n a b a n m á s p r o n t o y mejor las semillas en tierras
otros seres humanos que no s a b r í a m o s trasmitir de
removidas que en tierras quietas, y ellos optaron
manera a c a d é m i c a .
por arar la tierra aunque no supieran la e x p l i c a c i ó n
racional. Acaso esto nos lleve a comprender que las c o -
sas que se pueden e n s e ñ a r no son muchas, y que
Por eso son tan importantes los saberes de la t r a d i -
a ú n allí donde la e n s e ñ a n z a es posible, el grado
ción, los rituales y las ceremonias. A u n q u e parezcan
de aprovechamiento de l o que se recibe depende
a veces irracionales, lo m á s probable es que c o n -
m u c h o de los talentos naturales de q u i e n apren-
tengan secretos nacidos de la o b s e r v a c i ó n , la per-
de. La e d u c a c i ó n d e b e r í a olvidarse u n poco de su
c e p c i ó n y la i n t u i c i ó n , que no han alcanzado la
caudal de conocimientos listos para ser t r a s m i t i -
claridad del razonamiento. Nietzsche escribió que
dos, y detenerse m á s en los talentos que v i e n e n ya
toda costumbre, a ú n la m á s absurda o caprichosa,
incorporados en los seres que llegan a la escuela,
como la costumbre de ciertos pueblos de no r e m o -
porque es de allí de donde saldrán finalmente los
ver con u n cuchillo el hielo de las botas, o como
grandes creadores.
la costumbre de los japoneses de que no se pueden
Hay unos versos del Paracelso de R o b e r t B r o w -
pinchar los alimentos con los palillos, sino sólo t o -
n i n g que expresan de manera enfática y si se q u i e -
marlos con ellos, que cualquier costumbre, repito,
re extrema esa verdad que suele olvidarse:
es preferible a la falta de costumbres.
La verdad está dentro, no nace de algo externo, Los artistas son esa clase de gente de la que siem-
hlay en todos nosotros un recóndito centro
pre decimos que n a c i ó aprendida. Sentimos que
Donde íntima y plena la verdad nos habita.
M o z a r t sabía m ú s i c a desde siempre, que R i m b a u d
Saber consiste más en abrirse un camino era u n maestro de la lengua desde el origen, que
Por donde pueda huir nuestra luz prisionera, R e m b r a n d t y M i g u e l Á n g e l d e b í a n saber dibujar
Que en abrir una puerta para los resplandores
antes de saber hablar, pero ello no significa que no
Que imaginamos fuera.
tuvieran que aprender. A l contrario, cuanto m á s

N o es que no podamos aprender: es que hay c o - dotado u n ser h u m a n o para u n lenguaje y para u n

sas que estamos m á s predispuestos a aprender que arte, m á s arduo le será d o m i n a r ese talento hasta

otras, y la e d u c a c i ó n se equivoca de entrada si pre- convertirlo en algo verdaderamente fecundo.

tende que todos los estudiantes son i d é n t i c o s y van N o olvidamos la ardua disciplina a la que fue so-
a aprenderlo todo de i d é n t i c a manera. metido M o z a r t desde n i ñ o , las desmesuradas dosis

Parece m á s fácil educar en masa que educar i n - de lectura a que se s o m e t i ó R i m b a u d desde su i n -


dividualmente, pero esa supuesta facilidad suele fancia y a lo largo de su primera adolescencia, no
conducir a u n fracaso de conjunto. M á s vale apren- sólo de la gran literatura en francés sino t a m b i é n
der que el camino difícil puede ser el verdadero, de los clásicos latinos, el d u r o trabajo que d e b i ó
y que su aparente dificultad se debe a la falta de ser el estudio de M i g u e l A n g e l en el taller de sus
u n m é t o d o para tratar a cada quien c o n la sutileza maestros o el de R e m b r a n d t con los suyos.
adecuada, al i n t r o d u c i r l o en los r i t m o s de la edu-
L o que pasa es que si conocemos los talentos que
cación.
vienen escritos en el cuerpo de cada quien, sabre-
U n a e d u c a c i ó n que se funde sólo en la m e m o r i a , mos t a m b i é n a q u é disciplinas estarán dispuestos a
sólo en la disciplina, o sólo en el discurso, desper- someterse, porque hay una correspondencia m i -
diciará las posibilidades que tiene la propuesta de lagrosa entre las habilidades y la d e d i c a c i ó n : na-
aprender con todo el cuerpo. Porque no sólo la die se aplica de manera abnegada y obstinada sino
mente recuerda: los ritmos del cuerpo a menudo a aquello que lo estremece profundamente. Y lo
son t r u t o de u n intenso aprendizaje v de una m e - que digo del arte puedo decirlo de todas las dis-
m o r i a cultivada.
ciplinas, porque en realidad, no i m p o r t a c u á l sea
la disciplina escogida, si corresponde a una v o - a la rapidez y a la eficiencia, es bueno recordar t o -
cación, la persona t e r m i n a r á haciendo de ella u n do esto. Tarde o temprano comprenderemos que
verdadero arte. T o d o profesional c o m p r o m e t i d o y para v i v i r plenamente en el m u n d o no basta pensar
apasionado es u n artista; y arte no significa a q u í en ser productivo o eficiente, a l g ú n d í a tendremos
sólo la b ú s q u e d a de a r m o n í a y de r i t m o , de be- que volver a escribir con todo el cuerpo.
lleza y refinamiento, sino de sentido profundo, de
Cada vez se esfuerzan m á s por que la e d u c a c i ó n nos
fuerza creadora, de revelación y de fecundidad.
convierta en ejecutores insensibles de tareas con las
Para nosotros, por ejemplo, la caligrafía es cada vez que no estamos comprometidos. Se dice que en
más una disciplina olvidada, pero en la China es cierto país había obreros trabajando en una fábrica
considerada una de las bellas artes, y es bueno sa- de aspiradoras y nunca se dieron cuenta de que en
ber que por momentos se confunde con la danza. realidad estaban fabricando piezas para armas de
Recordemos entonces que el principal secreto de la guerra. Para la m a c r o e c o n o m í a insensible y perver-
danza es que el pintor no es la pintura, el escultor no sa ese es el ideal: ese tipo de trabajador que no i n -
es la escultura, el m ú s i c o no es la música, pero el bai- terviene n i en el d i s e ñ o n i en la c o n c e p c i ó n n i en
larín es la danza. La danza suele considerarse la m á s la valoración de l o que produce. Pero para una idea
antigua de las artes porque en ella la obra se c o n - respetable de humanidad, algo por lo que valga la
funde con el cuerpo de quien la ejecuta. pena vivir y m o r i r , cada individuo merece tener
una inteligencia de l o que hace, el trabajo no debe
Y ahora sí volvamos a la reflexión sobre la cultura
dar sólo u n rendimiento sino u n sentido a la vida,
china: si la escritura se confunde con la danza es
porque el que escribe y lo que se escribe han llega- una justificación m o r a l al esfuerzo, u n sentido de

do a una suerte de extática identificación, en la que dignidad y de belleza.

el cuerpo es la escritura. Es algo que en Occidente Y si estas cosas le parecen tonterías al gran capital y
sólo algunos visionarios lograron i n t u i r c o m o posi- sus áulicos, es porque son de verdad peligrosas; p o -
bilidad, p o r ejemplo Franz Kafka cuando dijo que nen en cuestión no sólo los procesos sino los resulta-
la caligrafía es el sismógrafo del alma. dos, no sólo los medios sino los fines; nos recuerdan

H o y , cuando en Occidente, y en realidad en todo que la democracia no está sólo para p r o d u c i r el bien

el m u n d o , la m e c a n i z a c i ó n tiende a sujetarlo todo de todos, supuesto fin de los totalitarismos, sino el


bien de cada uno, y para ello debe ser i m p o r t a n t e E n su discurso a los graduados de la universidad
lo que cada quien piensa de lo que hace. de Stanford en 2005, Steve Jobs recomendaba p r e -

Originalmente estaba en el infierno de R o d i n la fi- ferir la i n t u i c i ó n a la disciplina, la v o c a c i ó n a los

gura sedente del pensador que t e r m i n ó engendran- conocimientos impuestos, el ejercicio de la c u r i o -

do la sensación de que pensar es u n ejercicio largo e sidad sin p r o p ó s i t o s a la disciplina inflexible, la i n -

i n m ó v i l . Pero desde tiempos de Aristóteles sabemos certidumbre del que experimenta a la certeza del

que se piensa mejor cuando se camina: era el secre- é x i t o , la p a s i ó n de buscar a la satisfacción de haber

to de la llamada escuela peripatética, y ello supone encontrado. Parecen las palabras de u n hippie, y

conceder a la acción y al m o v i m i e n t o una f u n c i ó n de cierta manera l o son, de m o d o que los encor-

a la vez saludable y filosófica. T a m b i é n Nietzsche batados ejecutivos de las multinacionales y de sus

alertó con ironía contra la conspiración del sedenta- satélites a c a d é m i c o s no a c e r t a r á n a explicar c ó m o

rismo, que hoy es una de las tendencias del mercado. fue que u n hombre con esa mentalidad, m á s p o é -

Pero Nietzsche llevó m á s lejos su reflexión sobre el tica que p r a g m á t i c a , y tan científica como estética,

m o v i m i e n t o , cuando dijo de su pensador Zaratustra se c o n v i r t i ó en u n empresario tan exitoso, en u n

aquella frase: " C a m i n a como si danzara". Insinuaba innovador tan genial, y en u n h o m b r e tan digno

que el verdadero pensador no puede v i v i r sólo en de respeto y de memoria.

función de los resultados, que debe haber u n arte, Hasta nos dijo que fue su ocioso e i m p r o d u c t i v o
una plenitud en cada paso y no sólo en la meta. amor p o r la caligrafía lo que hizo que en el d i s e ñ o

E l viejo ideal de hacer de cada oficio u n arte puede de los computadores personales hubieran i n c o r p o -

parecer u n desvarío r o m á n t i c o a los prosélitos de rado tipos de letras tan delicados y artísticos, y h u -

la eficacia y del s o m e t i m i e n t o a la dictadura del bieran puesto al alcance de la h u m a n i d a d recursos

cerebro central. Pero recientemente ese ideal ha estéticos tan notables c o m o los que ofrece la i n -

venido a ser ratificado desde donde menos se es- f o r m á t i c a c o n t e m p o r á n e a . D ó n d e viene a saltar la

peraba: del c o r a z ó n de la sociedad industrial, en la liebre de la poesía, que parecía desterrada del j a r d í n

voz del fundador de la segunda gran c o r p o r a c i ó n de las cosas prácticas.

de los Estados U n i d o s . Steve Jobs, a quien el m u n - E n los reinos del c o r a z ó n , en el arte de la afecti-
do despidió agradecido hace poco. vidad, en el necesario viaje a pie que debería ser
nuestro aprendizaje del m u n d o , en esas otras artes
que deben ser la d i g e s t i ó n y la salud, el cuerpo es
la medida de nuestra verdadera sabiduría. Si apren-
demos la pasión, si aprendemos el r i t m o , si apren-
demos la levedad, si aprendemos el sentido de la
belleza, si aprendemos el sentido de la gratitud y
de la convivencia, estaremos preparados para las
grandes empresas del porvenir.

Q u i z á faltan milenios antes de que la muerte deje


de ser nuestra p r e o c u p a c i ó n cotidiana, de m o d o
que conviene v i v i r teniendo en cuenta que la aven-
La lámpara maravillosa
tura es breve, y sin demasiadas ataduras, para poder
decir al final, como A n t o n i o Machado:

Y cuando llegue el día del último viaje,


Y esté al partir la nave que nunca ha de tornar,
Me encontraréis a bordo, ligero de equipaje,
Casi desnudo, como los hijos de la mar.
Yo supe a los nueve años que hay mujeres con cola
de pez cuyo canto lleva a los marinos a la muerte.
Q u e hay gigantes que tienen u n solo ojo en mitad
de la frente. Q u e hay alforjas de cuero en los barcos
que no deben abrirse porque en ellas van guardados
los vientos. Q u e hay hechiceras que convierten a los
hombres en cerdos, diosas que avanzan velozmente
p o r los caminos del aire, diosas cuyo látigo es el arco
iris, una reina que desteje en la noche todo lo que
ha tejido en el día, u n arco tremendo que sólo hay
u n hombre en el m u n d o que pueda tensar, un can-
tor ciego que conoce todos los relatos y u n dios f u -
rioso que despierta en las olas las tempestades. Q u e
hay u n rey que lleva diez años tratando en vano de
volver a su isla, una planta que servida en infusiones
ofrece a la gente el olvido, naves que no obedecen

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al viento n i a los remos sino al pensamiento de sus
nunca sabemos definir, el tiempo al que nunca p o -
tripulantes y amores que sobreviven a veinte años
demos explicar, los árboles cuya fecundidad se en-
de ausencia. Q u e hay u n caballo de madera lleno de
mascara en belleza, la tierra que se abre sin fin en
guerreros silenciosos, u n mar lleno de naufragios y
alimentos y en tesoros, el fuego que anima y fascina
tentaciones, u n hijo que va de isla en isla buscando a
y destruye, la oscuridad que aterra y que adorme-
su padre, u n viajero extraviado p o r los mares al que
ce, pero t a m b i é n está lleno de amenazas y límites.
sin embargo cuidan los dioses desde sus palacios,
Nuestro cuerpo es u n instrumento exquisito para
unos h u é s p e d e s abusivos que devoran la hacienda
el que todo es promesa y peligro.
de sus anfitriones, u n m e n d i g o que en realidad es u n
rey, una mujer que ha esperado a su marido veinte E l cuerpo, la vida, el m u n d o , son continuamen-
años y que a su llegada n o lo reconoce, u n hombre te b e n d i c i ó n y tormento, y desde m u y temprano
que viene de la guerra y trae la guerra consigo, u n tenemos el deber de conocer sus dones y prevenir
hombre que ha tenido que visitar el reino de los sus peligros; es de vida o muerte saber c u á n d o es
muertos para poder volver a la vida. provechosa la audacia y cuando es salvadora la p r u -

U n solo libro me dio todas esas cosas y con cada una dencia. Y para todo eso sólo tenemos dos recursos:

de ellas se abrió una puerta que ya no se cerraría la experiencia y la i m a g i n a c i ó n .

nunca. Puertas al mar y puertas a la magia, puertas La experiencia nos va e n s e ñ a n d o que no podemos
a la venganza y puertas al milagro. M e d i o siglo me acariciar el fuego n i descansar en el fondo del agua,
ha durado ese gozo y todavía m i r o el libro con el que no conviene empujar la punta de la espina n i
mismo asombro infantil c o n que l o miraba en aquel
molestar demasiado a la abeja, que en lo alto del
tiempo. Desde entonces c o m p r e n d í que algunos de
día hay una cosa que no se debe m i r a r y que en
los mayores tesoros del m u n d o y algunas de sus m á s
lo alto de la noche hay una que siempre queremos
altas libertades están en la i m a g i n a c i ó n . Las imagina-
m i r a r otra vez. Pero esos juegos de la experiencia
ciones de otros nos dan t a m b i é n licencia para i m a -
se ahondan en los juegos de la i m a g i n a c i ó n , y en
ginar, y todo invento que vemos nos recuerda que
los reinos de la i m a g i n a c i ó n está p e r m i t i d o todo
t a m b i é n nosotros podemos inventar.
aquello que la experiencia prohibe. Por fortuna
E l m u n d o está lleno de dones v regalos: el agua existe el paraíso de los libros, que nos permiten
musical, el aire invisible y saludable, la luz a la que escarmentar por cabeza ajena, v i v i r lo no v i v i d o ,
recordar memorias de otros, o í r los pensamientos unas expediciones aterradas; vemos a u n hombre

de todos, las aventuras, las audacias, las atrocida- cruzar países al l o m o de u n dromedario para i r a

des, las violencias, el relato de los que supieron buscar el tesoro que v i o en u n sueño; v i v i m o s la
v i v i r y la magia de los que supieron cantar. historia de una muchacha risueña y transparen-
te que en realidad es el espíritu del agua; o í m o s
U n a de las experiencias inevitables de la vida es la
el relato fascinante del pecado que h i z o que u n
soledad, otra es la amistad, otra es la felicidad. Pero
hombre ciego a las puertas de Bagdad sólo reciba
en nuestra relación c o n los libros están juntas las
una limosna si viene a c o m p a ñ a d a de una bofetada;
tres. La soledad nos p e r m i t e dialogar con nosotros
conocemos el m o d o como, perdidos en una guerra
mismos; y la relación con los libros es, c o m o diría
Borges, el hallazgo de una l e g i ó n de amigos que enorme que abarca u n continente, dos hombres

puede ser inagotable. U n o nos cuenta la historia de de u n m i s m o ejército se persiguen y se enfrentan

u n hombre de vida ordinaria a quien la lectura le toda la vida en una guerra privada; vemos c ó m o

contagia el deseo de ser h é r o e y l o pone a v i v i r una u n muchacho impaciente se mata a las puertas m i s -

vida fantástica; otro nos relata la cacería obsesionada mas de la dicha; vemos a u n caballero sobre una

y satánica de una enorme ballena blanca; otro nos bestia alada que viaja a la luna, donde están todas

cuenta la historia triste de u n hombre que se c o n - las cosas que se han perdido en la tierra; vemos a

vierte en escarabajo; otro nos muestra a u n hombre u n hombre que con tal de poder encontrar a una

inseguro y celoso que, manipulado p o r otro, t e r m i - muchacha que ha muerto, se atreve a recorrer paso

na matando sin causa a la mujer que adora. a paso el infierno y el purgatorio; conocemos al
hombre desdichado que no puede olvidar n i una
Q u é alivio p e r m i t i r que por momentos otros p r o -
sola de las hormigas que ha visto en su vida; es-
tagonicen nuestra vida. Los libros nos convierten
cuchamos la voz del joven aterrado que llega a un
en el escenario donde ocurren hechos ilustres, v i a -
pueblo lleno de fantasmas hasta cuando c o m p r e n -
jes asombrosos, acontecimientos fantásticos. Por u n
demos que el pobre j o v e n está muerto t a m b i é n y
contacto que sólo podemos llamar m á g i c o , gracias
al libro vemos cosas que están guardadas m á s allá es uno de los fantasmas del pueblo; vemos la vida

de sus p á g i n a s , v i v i m o s las navegaciones, los c o n - del hombre que ha vendido su alma a cambio de

flictos, los c r í m e n e s ; vemos desembarcar en M a r t e una música hermosa; y llegamos a conocer la vida
de numerosos seres que fueron, como si h u b i é r a - N o suele decirse, pero los mejores mundos son los
mos estado a su lado día tras día. Los libros per- mundos incompletos, l o que está apenas sugerido,
m i t e n que seamos confidentes de M i g u e l Á n g e l y lo que nos obliga a completar la historia con nuestra
asistentes de Leonardo, secretarios de N a p o l e ó n y i m a g i n a c i ó n . Por eso u n libro es m á s generoso que
guardias de Cleopatra; que veamos en el Capitolio una película, porque la m i t a d de lo que nos revela
c ó m o a p u ñ a l a n a C é s a r sus propios amigos y que lo ponemos nosotros mismos. Shakespeare pone
a c o m p a ñ e m o s al herido cuando se envuelve en su la partitura pero nosotros ponemos el sonido y la
t ú n i c a para m o r i r de una manera decorosa; que furia, Shakespeare nos da palabras y nosotros las
veamos a B o l í v a r nadando por el O r i n o c o con las llenamos de vida, nos da letras y nosotros ponemos
manos atadas y a C é s a r B o r g i a sirviendo p o r error los colores y los escenarios, y al final, con h u m i l -
en su propia copa el veneno que pensaba darle a dad que nos honra, pensamos que esa maravillosa
su enemigo. historia del rey asesino y esa otra del rey viejo y
necio que no distingue entre el amor y la a d u l a c i ó n
¿ Q u é sería de nuestra vida sin libros? E n otros
y esa otra del prestamista que pide en pago de la
tiempos los reemplazaban bien los relatos de los
deuda una libra de carne de su deudor, creemos
ancianos j u n t o al fuego, las largas noches de cuen-
que todo eso nos lo ha dado Shakespeare.
tos de fantasmas, la r e c i t a c i ó n de los mitos, la voz
de los rapsodas y de los contadores de historias que E l arte está para darnos conciencia de nuestra i m -

e n r i q u e c í a n el m i e d o y la esperanza; ahora hay ca- portancia: si no estamos allí Julieta no suspira y la

jas de cristal que siguen hablando aunque no este- reina Margarita no maldice, si no prestamos aten-

mos y que no le dejan nada a nuestra i m a g i n a c i ó n . c i ó n las brujas no son capaces de decir sus palabras

Los libros tienen la curiosa cortesía de n o d á r n o s l o siniestras, si no le prestamos nuestros ojos la luna

todo: son como esos hábiles dibujantes de O r i e n - no se alza en el cielo.

te que i n s i n ú a n el caballo con u n trazo, o c o m o ; Q u é importa que Shakespeare haya sido leído por
R e m b r a n d t que con cuatro líneas nos da el campo, otros? Sólo se vuelve verdaderamente Shakespeare
el monje y el castillo, a quien le basta u n arabesco cuando lo leemos, y a partir de ese m o m e n t o na-
trazado con u n solo impulso para darnos a Cristo die sabrá de él lo que nosotros sabemos, porque los
predicando entre sus seguidores. libros no sólo tienen u n relato para todos sino u n
relato para cada uno. U n o de los m á s bellos secretos a u n p e ñ a s c o hasta convertirse casi en una a l i m a ñ a
del arte es que aunque miles de ojos hayan visto u n mientras el Espíritu Santo les anuncia en R o m a a
cuadro, es posible que l o m á s importante que hay sus cardenales que esa a l i m a ñ a debe ser el nuevo
en ese cuadro sólo pueda ser descubierto p o r al- Pontífice, hemos arrojado por tierra las monedas de
guien que todavía no lo ha mirado. E l arte es c o m o la traición, somos pobres pero en una isla distante
el mar de Valery, "que siempre recomienza": siem- tenemos enterrado u n tesoro, nos hemos ido detrás
pre queda algo p o r descubrir, u n buitre en el manto de u n viejo loco que nos ha prometido u n i m p e -
de la virgen, el m o n t e Fuji en las espumas de la ola, rio, hemos visto peñascos que se abren al soplo de
una tonada de albigenses en la primera sinfonía de unas palabras, hemos descendido con ojos lúcidos
Mahler, una pareja que se aleja p o r una p á g i n a de por u n r e m o l i n o en el mar, hemos o í d o "todos los
Proust y que sigue doliendo en el c o r a z ó n . tormentos de u n barco que sufre", hemos visto a
las palabras tejer ante nosotros mundos insospecha-
Claro que se puede v i v i r sin libros, pero corremos
dos, hemos o í d o a tres brujas decir que " l o bello es
el riesgo de que las peores cosas del m u n d o se apo-
asqueroso y lo asqueroso es bello", le hemos o í d o
deren de nosotros: la codicia, la prisa, el estruendo,
decir a u n muchacho de larga barba blanca que
la cólera y sobre t o d o el tedio. La mente por sí m i s -
"aquel que camina una sola legua sin amor camina
ma tiende a la r e p e t i c i ó n y por eso conviene acer-
amortajado hacia su propio funeral", hemos visto a
carla a la diversidad; la m e m o r i a personal suele ser
dos hombres que se odian, que han descubierto la
m o n ó t o n a : los libros y los diálogos la llenan de r i -
f ó r m u l a para hacerse invisibles y ahora son la lucha
queza y de matices; el arte hace que no sólo seamos
despiadada de una sombra con u n arcoíris.
protagonistas de nuestra propia vida sino personajes
enriquecidos de la vida del m u n d o . Y al cabo nos Claro que los libros no son sólo i m a g i n a c i ó n , t a m -
convertimos en personajes m á g i c o s : hemos absuel- b i é n son memoria y pensamiento, sabiduría y can-
to a Sócrates, hemos emparedado u n gato negro, to. Si p e r m i t e n i r a cazar dinosaurios en selvas que
hemos robado la l á m p a r a maravillosa, hemos visto ya no existen, t a m b i é n p e r m i t e n oír las palabras
la pared donde D o r i a n Grey está guardando sus que en u n atardecer se dijeron unos hombres de
pecados, hemos visto u n j o r o b a d o en la catedral, labios resecos de una cruz a otra cruz, y nos per-
hemos visto a u n muchacho penitente encadenarse m i t e n ver a u n muchacho que a la cabeza de u n
ejército se a p o d e r ó del Asia, al que no p u d i e r o n de- milagroso en las manos de u n n i ñ o . Y o tal vez

rrotar todos los reyes de Oriente, y que al final fue r e n u n c i a r í a a muchas cosas de m i infancia, pero no

derrotado por ese invisible mosquito i n d o s t á n i c o a las aventuras de los exploradores del espacio, n i

que le c o n t a g i ó el paludismo. Si nos p e r m i t e n ver al relato de c ó m o u n n i ñ o de Macedonia d o m ó a

a P l a t ó n inventando el arte de dialogar, de hacer u n caballo furioso con el solo recurso de i m p e d i r

que el c o n o c i m i e n t o nazca de la fascinación de u n que viera su sombra, n i al relato del muchacho que
espíritu por otro, t a m b i é n nos p e r m i t e n viajar m u y e n c o n t r ó una ciudad en lo alto de u n árbol i n m e n -
lejos, hasta la cabellera de las galaxias, y m á s lejos so, n i a los viajes desoladores de Simbad el M a r i n o .
a ú n , hasta el n ú c l e o lleno de abismos de los á t o m o s Nadie ha logrado en el m u n d o tantos prodigios
de nuestra propia mano. c o m o los tejedores de palabras: u n dios n i ñ o que
tiene el universo guardado en su boca, una mucha-
Los libros son labios de papel o de luz que nos ense-
cha que duerme rodeada por u n c í r c u l o de fuego,
ñ a n a hacer p i r á m i d e s y catedrales, a hacer puentes
y barcos, a curar enfermedades y a construir es- u n hombre que en el m o m e n t o en que está m á s

tados, a refutar errores y a adorar a los dioses que despojado t o d a v í a es capaz de prometerle el cielo a

están en el alma o en el agua, y t a m b i é n , cuando otro, u n soplo de trompetas que derriba murallas,

es necesario, nos e n s e ñ a n a maldecir, y a combatir u n gran poeta que deja de escribir a los diecinueve

infamias y tiranías. T o d o cabe en ellos, la lucidez años, una ciudad que arde por el rostro de una

y la necedad, la oscuridad y la luz. Son u n j u g u e t e mujer, u n hombre de D u b l í n que convierte u n día


que es t a m b i é n u n arma, u n veneno que es t a m - de su ciudad en una frase de ochocientas p á g i n a s ,
b i é n una medicina, una blasfemia que es t a m b i é n u n hombre de Francia que convierte su pasado en
una alabanza. una frase de siete tomos, u n hombre de M a n h a t t a n
que toma "la decisión de ser todos los hombres" y
U n o de los dioses m á s antiguos, el que había dado
u n hombre de A m s t e r d a m quo-toma la decisión de
uno de sus ojos a cambio de la sabiduría, puso una
ser dios y todas las estrellas, una mujer de Nueva
vez una espada en las manos de u n n i ñ o . Esas cosas
Inglaterra que conversa con las abejas y con las co-
en el m u n d o de la experiencia no son recomenda-
linas, y u n mendigo de las orillas del Ganges cuyo
bles, pero en cambio en el m u n d o de la i m a g i n a -
s u e ñ o v i g i l a n tres millones de dioses.
c i ó n son venturosas. U n libro es u n i n s t r u m e n t o
Y en su m o n t a ñ a está la poesía, que es m ú s i c a y misterio que se alza contra la r a z ó n : El hombre es un
verdad, e m o c i ó n y conjuro. Esa voz que nos dice dios cuando sueña y solo 'un mendigo cuando piensa; es
que Una cosa bella es alegría para siempre, que El verde u n muchacho que grita en la noche ante el b a l c ó n
es de todos los colores, que hay u n anciano que va donde asoma su amada: ¿Qué luz se abre paso por
llorando A orillas del consternado mar, que el amane- aquella ventana?; es u n viajero pensativo que dice:
cer tiene dedos rosados, que Ese dulce planeta que nos El mar fiel duerme aquí, junto a mis tumbas; y que
consuela con amores iba haciendo reír todo el Oriente; siente que eso que viene avanzando tal vez sea el
este lenguaje que no quiere simplemente contar atardecer: La niebla amarilla que frota su hocico contra
historias sino jugar consigo mismo, luchar consigo las vidrieras, / el humo amarillo que frota su espalda
mismo: Es hielo abrasador, es fuego helado, / es herida contra las vidrieras, / hundió su lengua en los rincones de
que duele y no se siente, / es un soñado bien, un mal la tarde, / se demoró un instante sobre los estanques en
presente, / es un breve descanso muy cansado; advierte calma, / dejó rodar sobre su lomo el hollín que cae de las
que el pueblo, ante el incendio, Huye cubierto de chimeneas, / dio un súbito salto, / y viendo que era una
amarillo espanto; sabe que lo bello no tiene que j u s - plácida noche de octubre se ovilló suavemente alrededor de
tificarse: La rosa es sin por qué, florece porque florece. la casa y cayó al sueño. Es la voz que se asombra con
Esta voz que habla en el m á r m o l , es la de u n poeta lo m á s conocido: Bruscamente la tarde se ha aclarado /
que, herido por la espina de una rosa, agradece porque ya cae la lluvia minuciosa, / cae o cayó, la lluvia
que detrás de la naturaleza no esté la voluntad de es una cosa, / que sin duda sucede en el pasado; es el
alguien, que la espina sea en realidad la inocencia amigo que m i r a n d o la estrella vespertina le dice al
del m u n d o : Rosa, oh pura contradicción, voluptuosidad amigo: Apoya tu fatiga en mi fatiga / que yo mi pena
de no ser el sueño de nadie bajo tantos párpados; y aho- apoyaré en tu pena, / y llora como yo por el influjo /
ra condensa en una sentencia las metamorfosis del de la tarde translúcida y serena; es u n r u m o r que no
o t o ñ o : Del verde al rojo todo el amarillo muere; y ahora t e r m i n a r á nunca, que no puede terminar, pero que
describe el cielo n o c t u r n o c o n c e d i é n d o l e atributos cierra ahora su canto repitiendo la antigua con-
de nigromante: Negras estrellas sonreían en la sombra fianza de que la vida triunfe sobre el horror, y que
con dientes de oro; y nombra la r e n o v a c i ó n m á g i c a exclama de pronto en el alivio de sus once sílabas:
del m u n d o : Hace siglos la luz es siempre nueva. Es el La luz vino a pesar de los puñales.
¿ C ó m o renunciar a todos esos dones? ¿ C ó m o o l v i -
dar a Helena a quien le fue concedida la m i t a d de la
belleza destinada a los seres humanos, c ó m o olvidar
los labios de u n anciano que besan las manos que
mataron a su hijo, las pesadillas que Poe c o n v i r -
tió en bálsamos, los viajes libertinos de B y r o n que
ahora son música, las largas vigilias de la mujer de
Tolstoi, la santidad de Franz Kafka, la m ú s i c a ca-
llada de San Juan de la Cruz? ¿ C ó m o renunciar a
las promesas de H ó l d e r l i n , a los salmos de W h i t -
man, a los c r í m e n e s de Chesterton, a las m e l o d í a s
de Verlaine, a los recuerdos laberínticos de M a r c e l
Proust, a las sinfonías de L e ó n de G r e i f f y de J o -
yce, al r í o de las sangres de G a r c í a M á r q u e z , a las
enciclopedias m á g i c a s de Borges, a los signos que
Cristo escribió una vez sobre la tierra, a las palabras
que el a r c á n g e l Gabriel le d i c t ó a M a h o m e t , a los
lotos verbales que brotan de los labios de Buda?
¿ C ó m o renunciar a los miles de mitos de la selva
que vuelan c o m o pájaros hacia los libros? ¿ C ó m o
renunciar a esas irreductibles flores del lenguaje y
resignarnos a una mera r u t i n a de oficinas y de fac-
torías?

El que abre u n libro ha encendido la l á m p a r a mara-


villosa, y q u é grato es saber que nunca acabaremos
de descubrir lo que hay oculto en la transparencia,
lo que hay escrito en la oscuridad.

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