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Literatura Mondadori
La lámpara maravillosa
Cuatro ensayos sobre educación y un elogio de la lectura
P r i m e r a e d i c i ó n , a b r i l de 2012
© W i l l i a m Ospina
c / o G u i l l e r m o Schavelzon & A s o c , A g e n c i a Literaria
www.schavelzon.com
I S B N 978-958-8640-17-4
El cuerpo y la creación artística " 6 7
I m p r e s o en C o l o m b i a / P r i n t e d i n C o l o m b i a
Impreso p o r Panamericana Formas e Impresos S.A., La lámpara maravillosa " 8 3
q u i e n s ó l o a c t ú a c o m o impresor.
Preguntas para una
nueva educación
Cada cierto t i e m p o circula por las redacciones de
los diarios una noticia s e g ú n la cual muchos j ó v e -
nes ingleses no creen que W i n s t o n C h u r c h i l l ha-
ya existido, y muchos j ó v e n e s norteamericanos
piensan que Beethoven es el nombre de u n perro
o M i g u e l Á n g e l el de u n virus i n f o r m á t i c o . Hace
poco tuve una larga conversación con u n j o v e n de
veinte años que no sabía que los humanos h a b í a n
llegado a la luna, y c r e y ó que yo lo estaba e n g a ñ a n -
do con esa noticia.
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nosa donde se nos trasmiten sin cesar toda clase de ciudad, cumple todos sus deberes, y vuelve apaci-
datos sobre historia y geografía, ciencias naturales blemente a los suyos al atardecer, eso no p r o d u c i r á
y tradiciones culturales; sin cesar se nos enseña, se ninguna noticia. E l cubrimiento periodístico sue-
nos adiestra y se nos divierte; nunca fue, se dice, tan le tender sobre el planeta la red fosforescente de las
entretenido aprender, tan detallada la i n f o r m a c i ó n , desdichas, y lo que menos se cuenta es lo que sale
tan cuidadosa la explicación. ¿Será que ocurre con bien. Nada t e n d r á tanta publicidad como el crimen,
la sociedad de la i n f o r m a c i ó n lo que decía Estanis- ! tanta difusión como lo accidental, nada será m á s i m -
lao Zuleta de la sociedad industrial, que la caracte- perceptible que lo normal. E n otros tiempos, la h u -
riza la mayor racionalidad en el detalle y la mayor manidad no contaba con el m i l l ó n de ojos de mosca
ro hay que decir que los medios tejen cada día so- que las cosas sólo nos interesen por su novedad: si no
ocurrieron ayer sino anteayer ya no tienen la misma
bre el m u n d o algo que t e n d r í a m o s que llamar "la
importancia.
telaraña de lo infausto". E l periodismo está hecho
para contarnos casi siempre lo malo que ocurre, de Por otra parte, la humanidad cuenta con u n o c é a -
manera que si u n hombre sale de su casa, recorre la no de memoria acumulada; al alcance de los dedos
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y de los ojos hay en los ú l t i m o s tiempos u n de- m o c r i m i n a l , con Galba la avaricia, con O t ó n la
p ó s i t o universal de conocimiento, y parecería que vanidad, y así se s u c e d í a n en el trono los vicios,
casi cualquier dato es accesible; sin embargo tal vez hasta que llegó V i t e l i o y con él se e x t e n d i ó sobre
nunca había sido tan voluble nuestra i n f o r m a c i ó n , R o m a la enfermedad de la gula. Pero u n día llegó
tan frágil nuestro conocimiento, tan dudosa nues- al trono N e r v a , y con él se impuso la m o d e r a c i ó n ,
tra sabiduría. E l l o demuestra que no basta la i n - lo sucedió Trajano y con él ascendió la justicia, l o
f o r m a c i ó n : se requiere u n sistema de valores y u n sucedió A d r i a n o y con él r e i n ó la tolerancia, l l e -
orden de criterios para que ese ilustre d e p ó s i t o de g ó A n t o n i n o P í o y con él la bondad, y finalmente
m e m o r i a universal sea algo m á s que una sentina de con M a r c o A u r e l i o g o b e r n ó la sabiduría, de m o d o
desperdicios. que así como se h a b í a n sucedido los vicios, durante
Es verdad que solemos descargar el peso de la educa- u n siglo se sucedieron las virtudes en el trono de
portancia que en la e d u c a c i ó n tienen la familia, los poder del ejemplo, el peso p e d a g ó g i c o de la política
H o y , cuando todo lo m i d e n sofisticados sondeos E n nuestro tiempo el poder del ejemplo lo tienen los
de o p i n i ó n , d e b e r í a m o s averiguar c u á n t o influyen medios de c o m u n i c a c i ó n : son ellos los que crean y
para bien y para m a l la constancia de los medios y destruyen modelos de conducta. Pero lo que rige su
la conducta de los líderes en el comportamiento de interés no es la a d m i r a c i ó n por la v i r t u d n i el res-
los ciudadanos. peto por el conocimiento. N o son la cordialidad de
Cuenta G i b b o n en La historia de la decadencia y caí- W h i t m a n , la universalidad de Leonardo, la perple-
da del Imperio romano que, cuando en R o m a existía j i d a d de Borges, la elegante claridad de pensamien-
el poder absoluto, en tiempos de los emperadores, to de Oscar W i l d e , la pasión de crear de Picasso
dado que en cada ser h u m a n o p r i m a siempre u n o de Basquiat, o el respeto de Pierre M i c h o n por
carácter, con cada emperador subía al trono una pa- la compleja humanidad de la gente sencilla lo que
sión, que por lo general era u n vicio: con T i b e - gobierna nuestra época, sino el deslumbramiento
r i o subió la perfidia, con C a l í g u l a la crueldad, con ante la astucia, la fascinación ante la extravagancia,
Claudio la pusilanimidad, con N e r ó n el narcisis- el sometimiento ante los modelos de la fama o la
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opulencia. Podemos admirar la elocuencia y ciertas aunque tenga una t r a d i c i ó n de medio siglo, y las
formas de la belleza, pero admiramos m á s la fuerza ventas bajarían de u n m o d o apreciable. •
que la lucidez, m á s los ejemplos de o s t e n t a c i ó n que Todo sucede y nada se recuerda en esos gabinetes cris-
los ejemplos de austeridad, m á s los golpes bruscos talinos, dice u n poema de Jorge Luis Borges que
de la suerte que los frutos de la paciencia o de la habla de los espejos. Podemos decir lo m i s m o de
disciplina. las pantallas que llenan el m u n d o . Y c o r r e s p o n d e r á
tal vez a la psicología o a la n e u r o l o g í a descubrir si
Q u i e r o recordar ahora unos versos de T. S. E l i o t :
de verdad los medios audiovisuales tienen esa capa-
¿Dónde está la vida que hemos perdido en vivir? ¿Dónde
cidad p e d a g ó g i c a que se les atribuye, o si pasa con
la sabiduría que hemos perdido en conocimiento? ¿Dón-
ellos lo m i s m o que con los s u e ñ o s del amanecer,
de el conocimiento que hemos perdido en información?
que después de habernos cautivado se b o r r a n de la
Veinte siglos de historia humana nos alejan de Dios y nos
memoria con una facilidad asombrosa. Pero el p r o -
aproximan al polvo.
p ó s i t o principal de la p r o g r a m a c i ó n de televisión
Es verdad que v i v i m o s en una é p o c a que a toda no es p e d a g ó g i c o sino comercial, y lo m i s m o o c u -
prisa cambia costumbres por modas, conocimiento rre ahora con la industria editorial: así los bienes
p o r i n f o r m a c i ó n y saberes por rumores, a tal p u n t o que comercialicen sean bienes culturales, su lógica
que las cosas ya no existen para ser sabidas sino para es la lógica del consumo, les interesan por i g u a l los
ser consumidas. Hasta la i n f o r m a c i ó n se ha conver- malos libros que los buenos, y no siempre hay u n
t i d o en u n dato que se tiene y se abandona, que se criterio educativo en su trabajo. U n p é s i m o l i b r o
consume y se deja. N o sólo hay una estrategia de la que se venda bien, a l o sumo puede ser justificado
p r o v i s i ó n sino una estrategia del desgaste, pues ya se como u n m o m e n t o que a y u d a r á a atenuar las p é r -
sabe que después de usar el vaso hay que destruirlo didas de los buenos libros que se venden m a l .
enseguida. La publicidad tiene previsto que vere- La inevitable c o n c l u s i ó n es que las cosas demasia-
mos los anuncios comerciales pero t a m b i é n que los do gobernadas por el lucro no pueden educarnos
olvidaremos: por eso las pautas son tan abundantes. porque están dispuestas a ofrecernos incluso cosas
Por la lógica misma de los medios modernos, bas- que atenten contra nuestra inteligencia si el ne-
taría que u n gran producto dejara de anunciarse, gocio se salva con ellas, del m i s m o m o d o que las
industrias de alimentos y de golosinas e s t á n dis- bos a u n colegio en Inglaterra, y al llegar p r e g u n t ó
puestas a ofrecernos cosas malsanas si el negocio cuáles eran los criterios de la e d u c a c i ó n en esa ins-
lo justifica. T e n d r í a que haber alguna instancia que t i t u c i ó n : ' A q u í e n s e ñ a m o s a los n i ñ o s a creer en sí
nos ayude a escoger con criterio y con responsa- mismos", le dijeron. " O h , dijo ella, eso fue lo que
bilidad, y es entonces cuando nos volvemos hacia hizo siempre su pobre padre. Y o preferiría que los
el sistema escolar con la esperanza de que sea allí e n s e ñ a r a n a entenderse con los d e m á s " .
donde a c t ú a n las fuerzas que nos a y u d a r á n a resis-
A veces me pregunto si la e d u c a c i ó n que trasmite
t i r esta mala fiebre de i n f o r m a c i ó n irresponsable,
nuestro sistema educativo no es demasiado c o m p e -
de c o n o c i m i e n t o indigesto, de alimentos onerosos
titiva, hecha para reforzar la idea de i n d i v i d u o que
y de pasatiempos d a ñ i n o s .
forjó y ha fortalecido la modernidad.Todo nuestro
Si bien los a ñ o s que vamos a la escuela son decisi- modelo de civilización reposa sobre la idea de que
vos, al llegar a ella ya han o c u r r i d o algunas cosas "el h o m b r e es la medida de todas las cosas", de que
que s e r á n definitivas en nuestra f o r m a c i ó n , y des- somos la especie superior de la naturaleza y que
p u é s de salir, toda la vida tendremos que seguir nuestro triunfo consistió precisamente en la exal-
f o r m á n d o n o s . A veces he llegado a pensar que n o t a c i ó n del i n d i v i d u o c o m o objetivo ú l t i m o de la c i -
vamos a la escuela tanto a recibir conocimientos vilización. M e llama la a t e n c i ó n ver que las pruebas
cuanto a aprender a c o m p a r t i r la vida con otros, a universitarias tienden a fortalecer sus i n s t r u m e n -
conseguir buenos amigos y buenos h á b i t o s socia- tos para detectar c u á n d o los alumnos que están
les. Suena u n poco escandaloso pensar que vamos presentando e x á m e n e s cometen el pecado de aliar-
a la escuela a conseguir amigos antes que a c o n - se c o n otros para responder, y copian las respuestas.
seguir conocimientos, pero hay una a n é c d o t a que Pero tantas veces en la vida necesitamos de los otros,
siempre me p a r e c i ó valiosa. E l poeta r o m á n t i c o que p e n s é que t a m b i é n d e b e r í a concederse algún
Percy Bysshe Shelley, que p e r d i ó la vida por e m - valor a la capacidad de aliarse c o n los d e m á s . ¿Por q u é
p e ñ a r s e en navegar en m e d i o de una tormenta en tiene que ser necesariamente u n error o una trans-
la b a h í a de Spezia, fue siempre u n h o m b r e rebelde gresión que el que no sabe una respuesta busque al-
y solitario. Se dice que d e s p u é s de su muerte su guien que la sepa? Sé bien lo que nos diría el profe-
mujer, M a r y Wollstonecraft, llevó al hijo de a m - sor: en ciertos casos específicos estamos evaluando
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l o que el a l u m n o ha aprendido, n o l o que ha apren- N o hay el mismo grado de verdad cuando pasamos
dido su vecino, y no podemos estimular la pereza de lo general a l o particular: u n árbol es igual a otro
n i la u t i l i z a c i ó n oportunista del saber del otro.Todo árbol en abstracto, pero u n pino no es igual a una
eso está bien,pero no sé si se desaprovecha para fines ceiba, una flor de Jacaranda no es igual a una flor de
educativos la capacidad de ser amigos, de ser c o m - madreselva, y si pretendemos que u n perro es igual a
p a ñ e r o s e incluso de ser c ó m p l i c e s . Y dado que t o - otro perro, nos veremos en dificultades para demos-
do l o que se m e m o r i z a finalmente se olvida, m á s trar que u n gran danés es igual a u n chihuahua.
vale e n s e ñ a r procedimientos y maneras de razonar
Y en cuanto a los humanos, la cosa se complica
que respuestas que puedan ser copiadas.
tanto que las verdades de la estadística no pueden
Esto nos lleva a la pregunta de lo que es verdadera- eclipsar las verdades de la psicología o de la esté-
mente saber. A veces es algo que tiene que ver c o n tica. U n hombre debe ser igual a otro h o m b r e en
la m e m o r i a , a veces, con la destreza, a veces, c o n las oportunidades y en los derechos, pero t a m b i é n
la recursividad. Si los estudiantes tienen que dar, es importante que sea distinto. U n h o m b r e y u n
todos, la misma respuesta, es fácil que haya quienes hombre posiblemente sean dos hombres, pero re-
copien la del vecino. Pero ello sólo es posible en el cuerdo ahora una frase de Chesterton, llena de co-
marco de modelos que u n i f o r m i z a n el saber c o m o n o c i m i e n t o del m u n d o y de poder s i m b ó l i c o . " D i -
u n producto igual para todos, y eso sólo vale para cen que u n o y u n o son dos, decía, pero el que ha
lo que l l a m a r í a m o s las ciencias cuantitativas. U n o conocido el amor y el que ha conocido la amistad
y u n o deben ser dos, y la suma de los á n g u l o s i n - sabe que uno y u n o no son dos, sabe que u n o y
teriores de u n t r i á n g u l o debe ser igual a dos rectos u n o son m i l veces u n o " . Cuando tenemos dos seres
en cualquier lugar de la galaxia. Pero t a m b i é n es humanos juntos tenemos la posibilidad de que se
posible contrariar en la i m a g i n a c i ó n esas verdades, enfrenten y se neutralicen, tenemos la posibilidad
y el arte de la p e d a g o g í a debe ser capaz de hacer- de que se alien, tenemos la posibilidad de que cada
lo sin negarlas. La tesis elemental de que u n o es u n o de ellos transforme al otro, tenemos incluso la
i g u a l a u n o sólo funciona en lo abstracto. S ó l o en posibilidad de que se m u l t i p l i q u e n . Para este fin no
abstracto una mesa es i g u a l a otra mesa, una vaca nos sirven las simples verdades de la a r i t m é t i c a n i
igual a otra vaca, u n h o m b r e igual a o t r o hombre. las comunes verdades de la estadística.
A veces la e d u c a c i ó n no está hecha para que c o - d a r w i n i a n a se ha apoderado del m u n d o . Se supo-
laboremos con los otros sino para que siempre c o m - ne que así como ese d i m i n u t o espermatozoide que
pitamos con ellos, y nadie ignora que hay en el m o - fuimos se a b r i ó c a m i n o entre u n m i l l ó n para ser el
delo educativo una suerte de lógica del derby, a la ú n i c o que lograra fecundar aquel ó v u l o , debemos
que sólo le interesa q u i é n llegó primero, q u i é n lo avanzar por la vida siendo siempre el privilegiado
h i z o mejor, y casi nos obliga a sentir o r g u l l o de ha- ganador de todas las carreras. Y hasta la palabra
ber dejado atrás a los d e m á s . carrera, para aludir a las disciplinas escolares, pa-
rece postular esa competencia incesante.
C u a n d o yo iba al colegio, se nos formaba en el
p r o p ó s i t o de ser los mejores del curso. Y o casi n u n - N o digo que esté mal: a lo mejor los seres humanos
ca l o c o n s e g u í , y tal vez h o y me sentiría avergon- sólo avanzamos a través de la rivalidad. Pero estoy
zado de haber hecho sentir m a l a mis c o m p a ñ e r o s , seguro, viendo la p é s i m a p e d a g o g í a de las socieda-
ya que por cada a l u m n o que es el p r i m e r o varias des excluyentes, que la f ó r m u l a de que uno triunfe
decenas quedan relegados a cierta c o n d i c i ó n de al precio de que los d e m á s fracasen, puede ser m u y
inferioridad. ¿Sí será la lógica deportiva del p r i m e r reconfortante para los triunfadores pero suele ser
lugar la m á s conveniente en t é r m i n o s sociales? L o m u y deprimente para todos los d e m á s . N o estoy se-
pregunto sobre t o d o porque no toda f o r m a c i ó n guro de que no sea u n semillero de resentimientos.
tiene que buscar individuos superiores, hay p o r lo ¿ N o estaremos excesivamente contagiados de esa
menos u n costado de la e d u c a c i ó n cuyo énfasis de- lógica norteamericana que considera que los seres
b e r í a ser la convivencia y la solidaridad antes que humanos nos dividimos sólo en ganadores y per-
la rivalidad y la competencia. dedores? Hasta en el arte, reino por excelencia de
Pero esto nos lleva a lo que tal vez es m á s i m p o r - lo cualitativo sobre lo cuantitativo, suele aceptarse
tante. Y o no dudo que todos aspiramos, si no a ahora esa superstición del primer lugar, del n ú m e r o
ser los mejores, por lo menos a ser excelentes en uno, del triunfador, que tanto estimulan los c o n -
nuestros respectivos oficios. A eso se lo llama en cursos y los premios. Recuerdo, ya que estamos en
la jerga moderna ser competentes, con lo cual ya Buenos Aires*, una a n é c d o t a de Jorge Luis B o r -
Por otra parte, hay una s e p a r a c i ó n demasiado m a r - saber. Cuando en u n m o m e n t o de nuestro apren-
cada entre los medios y los fines, entre el aprendi- dizaje alguien nos pregunta, por ejemplo, por q u é
zaje y la práctica, entre los procesos y los resulta- las cosas caen hacia el suelo, es frecuente que res-
dos. Pero aprender d e b e r í a ser algo en sí m i s m o , no pondamos, "porque es l ó g i c o , porque tiene que ser
apenas u n c a m i n o para llegar a otra cosa. D i e z años así". A l g u i e n en tono socrático nos explicará que
de estudio no se pueden justificar por u n c a r t ó n no es lógico, que no tiene que ser así, y nos mos-
de grado: d e b e r í a n valer por sí mismos, darnos no trará que hay cosas que no caen, c o m o las nubes, o
sólo el o r g u l l o de ser mejores sino la felicidad de los globos, o la luna, y que por l o tanto el caer no
una é p o c a de nuestra vida. Así como a medida que es una necesidad sino algo que obedece a una ley
dejemos de v i v i r para el cielo aprenderemos a hacer que merece ser interrogada. Nos d e m o s t r a r á n que
nuestra morada en la tierra, a medida que dejemos lo que parecía ser evidente no era m á s que nuestra
de estudiar para el grado aprenderemos que la rama falta de i n t e r r o g a c i ó n , y que muchas certezas que
te no; entonces llegamos a u n o de los secretos del p a ñ a r a cierto tipo de trabajos en los que n i n g ú n
asunto. Claro que la escuela puede darnos c o n o c i - operario siente que se esté engrandeciendo al rea-
mientos y destrezas, pero a ello no lo llamaremos lizarlo. Nuestra é p o c a , que convierte a los obreros
Y claro que es necesario que nos adiestren. Pero cuya individualidad no cuenta a la hora de ejercitar
mientras la e d u c a c i ó n siga siendo sólo b ú s q u e d a sus destrezas, es especialmente cruel con millones
se nos forma c o m o seres satisfechos del oficio que pirar a que no haya oficios que nos h u n d a n en la
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blemas h e r m é t i c o s que no tenía nada que ver con disciplinas distintas, h o y nos gusta separar todo, l l e -
m i propia vida. N i n g u n o de ellos l o g r ó establecer gamos a creer que es posible estudiar p o r separado
c o n m i g o una suficiente relación de cordialidad para la geografía y la historia, creemos que no hay n i n -
ayudarme a entender que centenares de preguntas guna relación entre la g e o m e t r í a y la política. Sin
que yo me hacía desde n i ñ o sobre la vista, sobre el embargo en nuestras sociedades está claro que es-
esfuerzo, sobre el m o v i m i e n t o y sobre la magia del tar en el centro o en la periferia es ciertamente u n
espacio t e n í a n en la física su lugar y su tiempo. asunto político.
Es m á s , nadie p u d o ayudarme a ver que buena par- ¿Por q u é asumir pasivamente los esquemas? ¿Por
te de las angustias, los miedos y las obsesiones que q u é las enfermeras no pueden ser m é d i c o s ? ¿Por
gobernaron el final de m i adolescencia eran l u j o - q u é aceptar u n tipo de p a r á m e t r o profesional que
sas puertas de entrada a algunos de los temas m á s convierte u n oficio en una l i m i t a c i ó n insuperable?
importantes de la psicología, de la filosofía y de la Nada debería ser definitivo, todo d e b e r í a estar en
metafísica. Si u n o sale del colegio para entrar en la discusión.
ciudad, en el campo o en la noche estrellada, eso
Solemos ver, por ejemplo, la e d u c a c i ó n como el
equivale a decir que u n o a m e n u d o sale de las aulas
gran remedio para los problemas del m u n d o ; sole-
para entrar en la sociología, en la b o t á n i c a o en la
mos ver el aprendizaje como la m á s grande de las
astronomía.
virtudes humanas. Y lo es. Pero hay que decir que
Solemos separar en realidades distintas la habita- ese aprendizaje es t a m b i é n una grave responsabili-
c i ó n , el estudio, el trabajo y la recreación, de m o d o dad de la especie. Para aproximarnos u n poco a este
que la casa, la escuela, el taller y el área de juegos tema hay que pensar en el resto de las criaturas. Se
son lugares donde cumplimos actividades distin- diría que el saber instintivo de las especies es una
tas. Para Samuel Johnson la casa era la escuela, para suerte de seguro natural contra los accidentes y los
W i l l i a m Blake y para Picasso una casa era u n taller imprevistos. Nada nos permite tanto confiar en una
o no era nada, para Oscar W i l d e no p o d í a haber abeja como la certeza de que siempre sabrá hacer
u n abismo entre la creación y la recreación. A d i - miel y nunca se le o c u r r i r á destilar otra cosa. Si u n
ferencia del Renacimiento, donde había verdade- día las abejas optaran por producir vinagre o ácido
ros pontífices, es decir, hacedores de puentes entre sulfúrico, el caos se a p o d e r a r í a del m u n d o . U n pe-
2«
rro o u n oso pueden ser adiestrados para que repitan que amenaza a la otra media, la c o r r u p c i ó n , la de-
Cada vez que nos preguntamos q u é e d u c a c i ó n que- preguntarse es si la e d u c a c i ó n está criticando o está
desarrollo, que suele ser el que define el m o d e l o opulencia, la novedad, la moda, el derroche, sino la
educativo. Durante mucho tiempo los modelos de creación, el afecto, la c o n s e r v a c i ó n , las tradiciones,
tipo de productividad que n i siquiera nos da e m - limitaciones materiales. A lo mejor lo que volverá
pleo, u n tipo de rentabilidad que n i siquiera e l i m i n a vegetarianos a los seres humanos no serán la r e l i -
hace v i v i r en la sordidez, m á s lejos de la naturaleza animal. A lo mejor lo que los volverá austeros no
que en los infiernos de la Edad M e d i a . ¿Y q u é pa- será la m o r a l sino la estrechez. A l o mejor lo que los
de desarrollo tiene que empezar a ser el equilibrio y no será la p r e v i s i ó n sino la evidencia de que t a m -
saber previsivo que equilibra, si el poder transfor- tesoros naturales no será la reflexión sino el miedo,
u n saber que ayude a conservar, que no piense sólo ve, el recuerdo del desastre.
en la rentabilidad inmediata y en la t r a n s f o r m a c i ó n
irrestricta sino en la d u r a c i ó n del mundo?
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•
Todos los seres humanos estamos aprendiendo a cos, a que está fallando la escuela. L o que ocurre
cada instante. L o real no es que no aprendamos, es que la escuela es una parte apenas del sistema
sino que a menudo aprendemos lo que no se debe. educativo, y a veces descargamos sobre ella toda la
Porque de nada se aprende tanto c o m o del ejem- culpabilidad de los males y toda la responsabilidad
está expuesta siempre a elocuentes y p é s i m o s ejem- tiene el deber de corregir los males de la sociedad
de buenas maneras, la p o l í t i c a no es siempre una tanta angustia, pero me apresuro a aclarar que esa
La e d u c a c i ó n n o debe consistir tanto en llenarnos rante cinco m i l a ñ o s , nos b r i n d a n ya todas las ga-
de certezas c o m o en orientar y alimentar nuestras rantías de que son sanos, de que son provechosos.
pena preguntarle p o r q u é casi todas las medicinas no; esa leche, esos quesos, esas frutas, esas v e r d u -
vienen de las plantas, q u é misterio casi milagroso ras y esas nueces. H a y que decir que esas bebidas,
hay en esos surcos y en esas semillas. Y a todos t a m b i é n , los jugos, las cervezas, los vinos. Pero en
d e b í a n ser la misma cosa, c o m o creo que t e n d r á n de incorporar genes de una especie a otra, para
que volver a serlo. La medicina preventiva son los fortalecer o alterar algunas de sus características,
alimentos, y buena parte de la medicina curativa y todo eso está bien, es m u y h u m a n o investigar
y experimentar. Pero por supuesto, una especie fin de hacerse d u e ñ o s de las patentes y de obligar
sensata y prudente lo que no puede hacer es i n c o r - a los cultivadores a tener que comprar las semillas
porar enseguida esos resultados a la dieta c o m ú n , de nuevo, siempre y siempre. Pretenden que haber
cuando faltan décadas, si no siglos, para saber c u á - obrado una i n n o v a c i ó n sobre los bienes de la tierra
les serán las consecuencias de esas modificaciones. les asegura la propiedad sobre ellos, la p r i v a t i z a c i ó n
Conviene estar alertas frente a las locuras de la i n - de sus dones. N u n c a he visto nada que c o n t r a r í e de
dustria, capaz a veces de proponer que se incorpore u n m o d o m á s alarmante la prodigalidad de la vida.
de m o d o abrupto a la dieta humana u n p r o d u c t o ¿ C u á n d o nos c o b r ó la naturaleza por sus semillas?
manipulado g e n é t i c a m e n t e , por mero afán de r e n - ¿ C u á n d o nos p r i v ó del derecho a cultivar naranjas
tabilidad, pretendiendo que se han hecho pruebas y v i ñ e d o s ? Y o no suelo hablar de pecados, pero
suficientes, sin saber a ú n q u é efecto causarán esos me resulta difícil concebir u n pecado m á s eviden-
cambios sobre la i n f o r m a c i ó n g e n é t i c a de las ge- te que ese de reemplazar la generosidad infinita
neraciones. de la naturaleza por la mezquindad del mercado.
E d u c a c i ó n es plantear el debate sobre temas como
O t r a característica casi d i v i n a de la naturaleza
es la prodigalidad de las simientes. Desde siempre estos, y en ese sentido, lo que hay que aprender
en el m u n d o cada especie derrocha sus semillas, el a q u í es lo m i s m o que hay que aprender en todo el
polen fecundo vuela en el viento, la simiente h u m a - planeta. E l planeta es la escuela. Hay, sin embargo,
na y animal, los mecanismos de r e p r o d u c c i ó n , son otros campos en que la e d u c a c i ó n tiene que ver
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y experimentar. Pero por supuesto, una especie fin de hacerse d u e ñ o s de las patentes y de obligar
sensata y prudente lo que no puede hacer es i n c o r - a los cultivadores a tener que comprar las semillas
porar enseguida esos resultados a la dieta c o m ú n , de nuevo, siempre y siempre. Pretenden que haber
cuando faltan décadas, si no siglos, para saber c u á - obrado una i n n o v a c i ó n sobre los bienes de la tierra
les serán las consecuencias de esas modificaciones. les asegura la propiedad sobre ellos, la p r i v a t i z a c i ó n
Conviene estar alertas frente a las locuras de la i n - de sus dones. N u n c a he visto nada que c o n t r a r í e de
dustria, capaz a veces de proponer que se incorpore u n m o d o m á s alarmante la prodigalidad de la vida.
de m o d o abrupto a la dieta humana u n p r o d u c t o ¿ C u á n d o nos c o b r ó la naturaleza por sus semillas?
manipulado g e n é t i c a m e n t e , por mero afán de r e n - ¿ C u á n d o nos p r i v ó del derecho a cultivar naranjas
tabilidad, pretendiendo que se han hecho pruebas y v i ñ e d o s ? Y o no suelo hablar de pecados, pero
suficientes, sin saber a ú n q u é efecto causarán esos me resulta difícil concebir u n pecado m á s eviden-
cambios sobre la i n f o r m a c i ó n g e n é t i c a de las ge- te que ese de reemplazar la generosidad infinita
neraciones. de la naturaleza por la mezquindad del mercado.
E d u c a c i ó n es plantear el debate sobre temas como
O t r a característica casi d i v i n a de la naturaleza
es la prodigalidad de las simientes. Desde siempre estos, y en ese sentido, lo que hay que aprender
en el m u n d o cada especie derrocha sus semillas, el a q u í es lo m i s m o que hay que aprender en todo el
polen fecundo vuela en el viento, la simiente h u m a - planeta. E l planeta es la escuela. Hay, sin embargo,
na y animal, los mecanismos de r e p r o d u c c i ó n , son otros campos en que la e d u c a c i ó n tiene que ver
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t r a d i c i ó n y de una manera singular de estar en el plenamente conscientes de que nuestra capacidad
m u n d o . M á s a ú n , en los tiempos que corren c o n - de aprender es a la vez nuestro p r i n c i p a l p r i v i l e g i o
viene que cada ser h u m a n o sea de a l g ú n m o d o el y nuestro p r i n c i p a l peligro. Q u e los recursos c o n
m u n d o , que represente a la h u m a n i d a d , su m e m o - que construimos nuestra civilización: el lenguaje,
ria y sus valores, sus recursos y sus esperanzas, y la el Estado, la t é c n i c a , la ciencia, el pensamiento, la
e d u c a c i ó n d e b e r í a ayudarnos a tener esa alta c o n - disciplina, t a m b i é n pueden servir para construir
ciencia de nosotros mismos y del m u n d o al que per- nuestro i n f i e r n o . Somos hijos de la naturaleza,
tenecemos. pero somos distintos del resto de la naturaleza,
andamos buscando c o m o n i n g u n a otra criatura, y
La principal característica del ser h u m a n o , l o que
si se puede esperar de nosotros lo peor, t a m b i é n es
lo diferencia de todas las otras criaturas, es su capa-
u n consuelo saber que se puede esperar l o mejor.
cidad de aprender. A l g u n o s animales son capaces
de adiestramiento, de asimilar conductas, pero la Aprender, es, en p r i m e r lugar, aprender la lengua,
m a y o r í a tiene incorporada una i n f o r m a c i ó n ins- porque sólo en el á m b i t o de la lengua se da nuestra
tintiva que sólo le p e r m i t e sobrevivir y repetir u n habilidad para interpretar el m u n d o , entenderlo y
m o d o de estar en el m u n d o . La abeja fabrica m i e l y transformarlo. La lengua es t a m b i é n , por supuesto,
nunca se le o c u r r i r á fabricar otra cosa; la h o r m i g a la memoria, y no sólo la m e m o r i a personal sino la
innumerable saber retacear las hojas y alimentar memoria acumulada de las generaciones: desde el
con ellas al hongo que alimenta su h o r m i g u e r o ; arte de preparar alimentos, utensilios, i n d u m e n t a -
este felino sabe cazar a n t í l o p e s y este h i p o p ó t a m o rias, desde las ceremonias que nos e n s e ñ a n a pasar
sabe refrescarse en el agua, esta a r a ñ a sabe tejer su de una edad a otra, a compartir, a celebrar, a agra-
malla exquisita y este castor sabe hacer diques con decer, hasta las técnicas que nos p e r m i t e n c u l t i -
leños, pero sólo el ser h u m a n o es capaz de aprender var, habitar, transformar, enfrentar l o desconocido.
y de innovar. La aventura de v i v i r es formidable, y la realidad es
esencialmente increíble.
Es fácil advertir que es peligrosa una criatura ca-
paz de inventar espadas y arados, violmes y c a ñ o - Pero, ¿de q u é m o d o aprendemos la lengua? E n todas
nes, catedrales y campos de c o n c e n t r a c i ó n , s i n - las edades el recurso fueron los cuentos y los cantos.
fonías y bombas nucleares, pero no sé si somos U n a voz afectuosa narraba historias desde la cuna, la
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música de cada r e g i ó n nos traía en canciones los se- esa facultad humana. Se cree que l o que no se re-
cretos elementales del m u n d o . N o tengo la certeza cuerda n o se sabe. Pero, si u n o recuerda algo, ¿lo
de que los cuentos y los cantos sigan a c o m p a ñ a n d o sabe de verdad?
desde temprano a los seres humanos; a lo mejor la
Parece exagerada la frase de Nietzsche "sólo sabe-
letra escrita, la letra impresa, consiguen reempla-
mos lo que sabemos hacer", pero es interesante y
zarlos, pero yo dudo que las pantallas de televi-
desafiante. La e d u c a c i ó n formal a veces hace pensar
sión y los llamados m é t o d o s audiovisuales logren
que las m a t e m á t i c a s , que la física, son u n conjunto
introducirnos de la misma manera en los secretos
de fórmulas para ser memorizadas. Pero esas cien-
del lenguaje, que no son sólo secretos del sentido
cias exigen m u c h o m á s que m e m o r i a , exigen que
sino secretos del sonido, del r i t m o , del afecto, de la
seamos capaces de razonar, de analizar, de resolver
identificación. A través de esas palabras cordiales
los problemas de muchas maneras distintas.
escuchadas temprano aprendemos a sentirnos parte
de una comunidad, de una manera de ser, y eso sólo Las pruebas evaluadoras de nuestra e d u c a c i ó n nos
Pero hemos entrado en una edad donde sólo pare- evaluar c u á n t o estamos aprendiendo en t é r m i n o s
ce atendible lo que está lejos: el que habla a nues- de convivencia, de respeto por los d e m á s , de i n c o r -
tro lado resulta menos i m p o r t a n t e que el que l l a - p o r a c i ó n de valores éticos, de cordialidad con la
ma por teléfono, los cuerpos parecen estorbar; los naturaleza, de pertenencia a la comunidad. Yo me
fantasmas, las señales, las meras voces, resultan atrevo a decir, c o n tristeza, que esas otras evaluacio-
4b
Gracias a u n vasto proceso de reflexión hemos i d e n - de la justicia, de la a r m o n í a y de la cortesía. Es f u n -
tificado algunos problemas que es urgente resolver damental que las cosas que se aprenden sean v e r -
en los procesos educativos. T i e n e n que ver con el daderas y sean bellas, pero t a m b i é n es necesario
pensamiento, la creatividad, la afectividad, la c o - que sean buenas, y ello implica u n sistema de v a l o -
m u n i c a c i ó n y la socialización. E n s e ñ a r a pensar por raciones.
sí m i s m o requiere el reconocimiento respetuoso de T a m b i é n requerimos capacidad de c o m u n i c a c i ó n ,
la dignidad y la importancia de quien aprende. La y el i n s t r u m e n t o en este campo no es sólo el lengua-
ciencia, decía Estanislao Zuleta, exige argumenta- j e sino el d i á l o g o . L a c o n v e r s a c i ó n , a la que K a n t
c i ó n y d e m o s t r a c i ó n , y sólo se le demuestra algo a consideraba la m á s importante de las artes.
quien es nuestro igual: a alguien inferior se le o r -
Y p o r ú l t i m o , el p r o p ó s i t o de todo proceso educa-
dena, a alguien superior se le suplica, sólo al que es
tivo no es sólo crear seres humanos libres, lúcidos,
igual a nosotros se le argumenta y se le demuestra.
armoniosos y expresivos, sino seres c o n u n senti-
Por esto el desafío principal en el campo del pen-
m i e n t o profundo de pertenencia a una comunidad.
samiento y de la a r g u m e n t a c i ó n es el respeto por la
La competitividad extrema estimula el e g o í s m o , los
dignidad de aquel a quien e n s e ñ a m o s o con quien
ejercicios de c o o p e r a c i ó n estimulan nuestra c o n -
dialogamos: todo autoritarismo forma seres some-
ciencia de que necesitamos de los otros, fortalecen
tidos o resentidos, nunca seres libres e iguales.
nuestro sentido de comunidad.
E n el campo de la creatividad el principal aliado es
Tal vez los contenidos de la e d u c a c i ó n , siendo tan
el arte. Resolverlos problemas de u n m o d o o r i g i n a l
importantes, son secundarios; tal vez l o que m á s
y armonioso requiere u n sentimiento de l o bello,
necesitamos es una filosofía de la e d u c a c i ó n , una
u n sentido del r i t m o y del equilibrio, y conciencia
actitud, u n m é t o d o , y sobre todo u n p r o p ó s i t o . E l
de que los procesos deben ser placenteros. Para que
p r o p ó s i t o de la e d u c a c i ó n no puede ser hacernos
sea artística, la e d u c a c i ó n debe proporcionar placer
exitosos y rentables: eso l i m i t a la e d u c a c i ó n a la
y entusiasmo. Debe tener el rigor de la p e r f e c c i ó n
f o r m a c i ó n de operarios sin gracia y sin valores, nos
y la alegría del j u e g o .
hunde en el peligro de creer que allí donde hay
E n el orden de la afectividad, donde están c o m p r o - é x i t o individual se ha c u m p l i d o la m i s i ó n . H a y
metidos los sentimientos, es necesario u n sentido que ver de q u é manera el n a r c o t r á f i c o d e s n u d ó la
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locura d Q UJ? £u \cicm
c orientada a la rentabili-
dad y al ^ i é ^ ^ r r ^ t r a i n d o que esas cosas pueden
alca^izar^ i ; ! K ° ' ^ a por la escuela, y demostrando
J t r
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Nunca v^^iM ^ L O S bastante el papel del hacer en
los p r o c e r ¡rase -anvos.. Conviene recordar la anti-
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da, ^ n t e r w t í i 1^ e d u c a c i ó n n o educa a todos
J.CÍ
aprender u p ^ ^ encuerpo.
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Para todo i ^ili otó are,, sin duda, que los maestros
, 'ell"
sean mác Jo ¿e Icos bienes de una sociedad.
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Son l^s pn: JpJW e t arpeados de introducir a toda
n
la civijizaci'/j i -
locura de una e d u c a c i ó n orientada a la rentabili-
dad y al é x i t o , demostrando que esas cosas pueden
alcanzarse sin pasar por la escuela, y demostrando
que la riqueza separada de u n sentido profundo de
dignidad y de c o m u n i d a d sólo trae espanto a los
individuos y a las sociedades.
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m a curiosidad y la misma i n c e r t i d u m b r e con que cios verbales de la Suma Teológica, donde T o m á s de
podemos examinarlas hoy. Q u i z á sus d i á l o g o s si- A q u i n o i n t e n t ó atrapar en la lógica el m i t o cristia-
guen teniendo para nosotros la misma vigencia no y razonar toda la metafísica de la Edad M e d i a ;
que entonces porque aunque hayan pasado dos m i l a M o n t a i g n e , que utilizó el lenguaje ya no para
quinientos años seguimos v i v i e n d o en su m i s m o buscar a Dios en el cielo p l a t ó n i c o sino para bus-
h o r i z o n t e mental. C o n esos d i á l o g o s llegó a su carse a sí mismo por medio de la o b s e r v a c i ó n , de la
madurez la capacidad del lenguaje de convertirse memoria, de la sincera i n t e r r o g a c i ó n de su propia
mado para intentar una i n t e r p r e t a c i ó n compartida sino que alzó vuelo en busca de u n sentido m á s alto
E l doctor Samuel Johnson, el gran sabio inglés, dijo Mi mal es ir a tientas con alma enardecida
alguna vez que no era tan ignorante en lexicogra- ciego sin lazarillo bajo el azul de enero;
mi pena, estar a solas errante en el sendero;
fía como para ignorar que las palabras brotaron de
y el peor de mis daños, no comprender la vida.
la tierra en tanto que las cosas brotaron del cielo.
Supongo que q u e r í a decir que las cosas tienen u n Mi mal es ir a ciegas, a solas con mi historia,
origen d i v i n o y que las palabras tienen u n origen hallarme aquí sintiendo la luz que me tortura
y que este corazón es brasa transitoria
humano. Pero desde la a n t i g ü e d a d hay quien piensa
que arde en la noche pura.
que hay algo d i v i n o en el lenguaje. Y si no pode-
mos afirmar que el origen del lenguaje sea d i v i n o , Y venir sin saberlo, tal vez de algún oriente
podemos sentir que el fin del lenguaje lo es, ya que que el alma en su ceguera vio como un espejismo,
los seres humanos hemos emprendido a través de él y en ansias de la cumbre que dora un sol fulgente
ir con fatales pasos hacia el fatal abismo.
una b ú s q u e d a del sentido y de la belleza, una b ú s -
queda de lo misterioso y de l o sublime. Con todo, hubiera sido quizás un noble empeño
el exaltar mi espíritu bajo la tarde ustoria
Q u é es la poesía sino ese á m b i t o en el cual las pala-
como un perfume santo...
bras buscan ser a la vez m ú s i c a y sentido, e m o c i ó n
¡Pero si el corazón es brasa transitoria!
y conjuro, m e m o r i a y pensamiento, r e v e l a c i ó n y
profecía. Cuando o í m o s palabras que de una m a - Y sin embargo, siento como un perenne ardor
nera misteriosa nos conmueven y nos liberan, nos que en el combate estéril mi juventud inmola...
i l u m i n a n y nos reconfortan, nos atan a la vida y (¡Oh noche del camino, vasta y sola,
De esas calles que ahondan el poniente, na nuestra vida de sentido, de aventura, acaso de
una habrá (no sé cuál) que he recorrido felicidad, y eso es sobre todo lo que t e n d r í a que
ya por última vez, indiferente trasmitir la p e d a g o g í a . Q u e el m u n d o es asombro-
y sin adivinarlo, sometido
so, que minuciosamente vale la pena v i v i r l o .
A Quien prefija omnipotentes normas
Es lo que expresan estos versos de H ó l d e r l i n :
y una secreta y rígida medida
a las sombras, los sueños y las formas Y abiertamente consagré mi corazón a la tierra
que destejen y tejen esta vida. Grave y doliente
Y con frecuencia, en la noche sagrada
Si para todo hay término y hay tasa
Le prometí que la amaría fielmente, hasta la
y última vez y nunca más y olvido
¿quién nos dirá de quién, en esta casa, muerte,
sin saberlo, nos hemos despedido? Sin temor, con toda su pesada carga de fatalidad,
Y que no despreciaría ninguno de sus enigmas.
T a m b i é n es Borges quien ha escrito aquel m i l a - Y así me ligué a ella, con un lazo mortal.
groso poema, " E l suicida", que poniendo a hablar
Y es lo que nos dicen estos versos de W a l t W h i t -
a u n h o m b r e de todo lo que pierde al m o r i r , nos
m a n en el "Canto a m í m i s m o " :
da u n sentido a l t í s i m o de todo lo que tenemos.
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práctica, hasta el p u n t o de que el mayor templo de E n todos estos ejemplos advierto una suerte de
la cristiandad, la basílica de San Pedro, en R o m a , contrapunto, ya que no,de discordia, entre la rea-
es u n palacio que sólo habla del fasto de los p r í n - lidad y el lenguaje, una tendencia a responder a los
cipes italianos y no i n s i n ú a siquiera la pretendida desafíos del lenguaje con hechos m á s que con pa-
pos romanos. T a m b i é n dicen que u n día, cuando ha llenado de palabras, y esas palabras no siempre
M i g u e l A n g e l estaba pintando la Capilla Sixtina, el sirven para aclarar la realidad, a menudo se las u t i -
papa J u l i o I I quiso ver las figuras con que el artista liza m á s para c o n f u n d i r y para e n g a ñ a r . Sobre cada
sorprendido: "Pero, ¡están desnudos!". M i g u e l Á n - la política, tienden hoy u n tejido de palabras que
gel r e s p o n d i ó , m i r a n d o los trajes lujosos del papa: altera, enmascara o modifica lo que vemos.
" ¿ Q u é quiere usted? Son gente h u m i l d e " . Las palabras son u n o de los grandes hallazgos y de
Siglos después, H ó l d e r l i n escribió u n poema so- los grandes recursos de la c i v i l i z a c i ó n , pero hay
bre u n o de los muchos discípulos de Alejandro, que apresurarse a decir que t a m b i é n son a m e n u d o
poetas son ánforas sagradas que guardan el v i n o de n i p u l a c i ó n y del caos. Y en el campo de la peda-
la vida, las almas de los h é r o e s , pero que el alma g o g í a está claro que no siempre lo que se nos en-
impetuosa de aquel j o v e n está hecha para romper el seña hace de nosotros seres mejores, que una de
bres c o m o este, el poema no debe tocarlos, que en sarrollar la sospecha frente a las manipulaciones
asuntos tales el maestro es tan solo u n aprendiz. del lenguaje, frente a los peligros del texto, y que
Y termina diciendo que Bonaparte no está hecho es necesario recordar que somos algo m á s que pa-
para v i v i r y perdurar en el poema, sino que vive y labras, algo m á s que teorías, algo m á s que pensa-
N o es que no podamos aprender: es que hay c o - dotado u n ser h u m a n o para u n lenguaje y para u n
sas que estamos m á s predispuestos a aprender que arte, m á s arduo le será d o m i n a r ese talento hasta
tende que todos los estudiantes son i d é n t i c o s y van N o olvidamos la ardua disciplina a la que fue so-
a aprenderlo todo de i d é n t i c a manera. metido M o z a r t desde n i ñ o , las desmesuradas dosis
el cuerpo es la escritura. Es algo que en Occidente Y si estas cosas le parecen tonterías al gran capital y
sólo algunos visionarios lograron i n t u i r c o m o posi- sus áulicos, es porque son de verdad peligrosas; p o -
bilidad, p o r ejemplo Franz Kafka cuando dijo que nen en cuestión no sólo los procesos sino los resulta-
la caligrafía es el sismógrafo del alma. dos, no sólo los medios sino los fines; nos recuerdan
H o y , cuando en Occidente, y en realidad en todo que la democracia no está sólo para p r o d u c i r el bien
i n m ó v i l . Pero desde tiempos de Aristóteles sabemos certidumbre del que experimenta a la certeza del
que se piensa mejor cuando se camina: era el secre- é x i t o , la p a s i ó n de buscar a la satisfacción de haber
to de la llamada escuela peripatética, y ello supone encontrado. Parecen las palabras de u n hippie, y
rismo, que hoy es una de las tendencias del mercado. fue que u n hombre con esa mentalidad, m á s p o é -
Pero Nietzsche llevó m á s lejos su reflexión sobre el tica que p r a g m á t i c a , y tan científica como estética,
aquella frase: " C a m i n a como si danzara". Insinuaba innovador tan genial, y en u n h o m b r e tan digno
función de los resultados, que debe haber u n arte, Hasta nos dijo que fue su ocioso e i m p r o d u c t i v o
una plenitud en cada paso y no sólo en la meta. amor p o r la caligrafía lo que hizo que en el d i s e ñ o
E l viejo ideal de hacer de cada oficio u n arte puede de los computadores personales hubieran i n c o r p o -
parecer u n desvarío r o m á n t i c o a los prosélitos de rado tipos de letras tan delicados y artísticos, y h u -
cerebro central. Pero recientemente ese ideal ha estéticos tan notables c o m o los que ofrece la i n -
peraba: del c o r a z ó n de la sociedad industrial, en la liebre de la poesía, que parecía desterrada del j a r d í n
de los Estados U n i d o s . Steve Jobs, a quien el m u n - E n los reinos del c o r a z ó n , en el arte de la afecti-
do despidió agradecido hace poco. vidad, en el necesario viaje a pie que debería ser
nuestro aprendizaje del m u n d o , en esas otras artes
que deben ser la d i g e s t i ó n y la salud, el cuerpo es
la medida de nuestra verdadera sabiduría. Si apren-
demos la pasión, si aprendemos el r i t m o , si apren-
demos la levedad, si aprendemos el sentido de la
belleza, si aprendemos el sentido de la gratitud y
de la convivencia, estaremos preparados para las
grandes empresas del porvenir.
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al viento n i a los remos sino al pensamiento de sus
nunca sabemos definir, el tiempo al que nunca p o -
tripulantes y amores que sobreviven a veinte años
demos explicar, los árboles cuya fecundidad se en-
de ausencia. Q u e hay u n caballo de madera lleno de
mascara en belleza, la tierra que se abre sin fin en
guerreros silenciosos, u n mar lleno de naufragios y
alimentos y en tesoros, el fuego que anima y fascina
tentaciones, u n hijo que va de isla en isla buscando a
y destruye, la oscuridad que aterra y que adorme-
su padre, u n viajero extraviado p o r los mares al que
ce, pero t a m b i é n está lleno de amenazas y límites.
sin embargo cuidan los dioses desde sus palacios,
Nuestro cuerpo es u n instrumento exquisito para
unos h u é s p e d e s abusivos que devoran la hacienda
el que todo es promesa y peligro.
de sus anfitriones, u n m e n d i g o que en realidad es u n
rey, una mujer que ha esperado a su marido veinte E l cuerpo, la vida, el m u n d o , son continuamen-
años y que a su llegada n o lo reconoce, u n hombre te b e n d i c i ó n y tormento, y desde m u y temprano
que viene de la guerra y trae la guerra consigo, u n tenemos el deber de conocer sus dones y prevenir
hombre que ha tenido que visitar el reino de los sus peligros; es de vida o muerte saber c u á n d o es
muertos para poder volver a la vida. provechosa la audacia y cuando es salvadora la p r u -
U n solo libro me dio todas esas cosas y con cada una dencia. Y para todo eso sólo tenemos dos recursos:
nunca. Puertas al mar y puertas a la magia, puertas La experiencia nos va e n s e ñ a n d o que no podemos
a la venganza y puertas al milagro. M e d i o siglo me acariciar el fuego n i descansar en el fondo del agua,
ha durado ese gozo y todavía m i r o el libro con el que no conviene empujar la punta de la espina n i
mismo asombro infantil c o n que l o miraba en aquel
molestar demasiado a la abeja, que en lo alto del
tiempo. Desde entonces c o m p r e n d í que algunos de
día hay una cosa que no se debe m i r a r y que en
los mayores tesoros del m u n d o y algunas de sus m á s
lo alto de la noche hay una que siempre queremos
altas libertades están en la i m a g i n a c i ó n . Las imagina-
m i r a r otra vez. Pero esos juegos de la experiencia
ciones de otros nos dan t a m b i é n licencia para i m a -
se ahondan en los juegos de la i m a g i n a c i ó n , y en
ginar, y todo invento que vemos nos recuerda que
los reinos de la i m a g i n a c i ó n está p e r m i t i d o todo
t a m b i é n nosotros podemos inventar.
aquello que la experiencia prohibe. Por fortuna
E l m u n d o está lleno de dones v regalos: el agua existe el paraíso de los libros, que nos permiten
musical, el aire invisible y saludable, la luz a la que escarmentar por cabeza ajena, v i v i r lo no v i v i d o ,
recordar memorias de otros, o í r los pensamientos unas expediciones aterradas; vemos a u n hombre
de todos, las aventuras, las audacias, las atrocida- cruzar países al l o m o de u n dromedario para i r a
des, las violencias, el relato de los que supieron buscar el tesoro que v i o en u n sueño; v i v i m o s la
v i v i r y la magia de los que supieron cantar. historia de una muchacha risueña y transparen-
te que en realidad es el espíritu del agua; o í m o s
U n a de las experiencias inevitables de la vida es la
el relato fascinante del pecado que h i z o que u n
soledad, otra es la amistad, otra es la felicidad. Pero
hombre ciego a las puertas de Bagdad sólo reciba
en nuestra relación c o n los libros están juntas las
una limosna si viene a c o m p a ñ a d a de una bofetada;
tres. La soledad nos p e r m i t e dialogar con nosotros
conocemos el m o d o como, perdidos en una guerra
mismos; y la relación con los libros es, c o m o diría
Borges, el hallazgo de una l e g i ó n de amigos que enorme que abarca u n continente, dos hombres
u n hombre de vida ordinaria a quien la lectura le toda la vida en una guerra privada; vemos c ó m o
contagia el deseo de ser h é r o e y l o pone a v i v i r una u n muchacho impaciente se mata a las puertas m i s -
vida fantástica; otro nos relata la cacería obsesionada mas de la dicha; vemos a u n caballero sobre una
y satánica de una enorme ballena blanca; otro nos bestia alada que viaja a la luna, donde están todas
cuenta la historia triste de u n hombre que se c o n - las cosas que se han perdido en la tierra; vemos a
vierte en escarabajo; otro nos muestra a u n hombre u n hombre que con tal de poder encontrar a una
inseguro y celoso que, manipulado p o r otro, t e r m i - muchacha que ha muerto, se atreve a recorrer paso
na matando sin causa a la mujer que adora. a paso el infierno y el purgatorio; conocemos al
hombre desdichado que no puede olvidar n i una
Q u é alivio p e r m i t i r que por momentos otros p r o -
sola de las hormigas que ha visto en su vida; es-
tagonicen nuestra vida. Los libros nos convierten
cuchamos la voz del joven aterrado que llega a un
en el escenario donde ocurren hechos ilustres, v i a -
pueblo lleno de fantasmas hasta cuando c o m p r e n -
jes asombrosos, acontecimientos fantásticos. Por u n
demos que el pobre j o v e n está muerto t a m b i é n y
contacto que sólo podemos llamar m á g i c o , gracias
al libro vemos cosas que están guardadas m á s allá es uno de los fantasmas del pueblo; vemos la vida
de sus p á g i n a s , v i v i m o s las navegaciones, los c o n - del hombre que ha vendido su alma a cambio de
flictos, los c r í m e n e s ; vemos desembarcar en M a r t e una música hermosa; y llegamos a conocer la vida
de numerosos seres que fueron, como si h u b i é r a - N o suele decirse, pero los mejores mundos son los
mos estado a su lado día tras día. Los libros per- mundos incompletos, l o que está apenas sugerido,
m i t e n que seamos confidentes de M i g u e l Á n g e l y lo que nos obliga a completar la historia con nuestra
asistentes de Leonardo, secretarios de N a p o l e ó n y i m a g i n a c i ó n . Por eso u n libro es m á s generoso que
guardias de Cleopatra; que veamos en el Capitolio una película, porque la m i t a d de lo que nos revela
c ó m o a p u ñ a l a n a C é s a r sus propios amigos y que lo ponemos nosotros mismos. Shakespeare pone
a c o m p a ñ e m o s al herido cuando se envuelve en su la partitura pero nosotros ponemos el sonido y la
t ú n i c a para m o r i r de una manera decorosa; que furia, Shakespeare nos da palabras y nosotros las
veamos a B o l í v a r nadando por el O r i n o c o con las llenamos de vida, nos da letras y nosotros ponemos
manos atadas y a C é s a r B o r g i a sirviendo p o r error los colores y los escenarios, y al final, con h u m i l -
en su propia copa el veneno que pensaba darle a dad que nos honra, pensamos que esa maravillosa
su enemigo. historia del rey asesino y esa otra del rey viejo y
necio que no distingue entre el amor y la a d u l a c i ó n
¿ Q u é sería de nuestra vida sin libros? E n otros
y esa otra del prestamista que pide en pago de la
tiempos los reemplazaban bien los relatos de los
deuda una libra de carne de su deudor, creemos
ancianos j u n t o al fuego, las largas noches de cuen-
que todo eso nos lo ha dado Shakespeare.
tos de fantasmas, la r e c i t a c i ó n de los mitos, la voz
de los rapsodas y de los contadores de historias que E l arte está para darnos conciencia de nuestra i m -
jas de cristal que siguen hablando aunque no este- reina Margarita no maldice, si no prestamos aten-
mos y que no le dejan nada a nuestra i m a g i n a c i ó n . c i ó n las brujas no son capaces de decir sus palabras
Los libros tienen la curiosa cortesía de n o d á r n o s l o siniestras, si no le prestamos nuestros ojos la luna
te que i n s i n ú a n el caballo con u n trazo, o c o m o ; Q u é importa que Shakespeare haya sido leído por
R e m b r a n d t que con cuatro líneas nos da el campo, otros? Sólo se vuelve verdaderamente Shakespeare
el monje y el castillo, a quien le basta u n arabesco cuando lo leemos, y a partir de ese m o m e n t o na-
trazado con u n solo impulso para darnos a Cristo die sabrá de él lo que nosotros sabemos, porque los
predicando entre sus seguidores. libros no sólo tienen u n relato para todos sino u n
relato para cada uno. U n o de los m á s bellos secretos a u n p e ñ a s c o hasta convertirse casi en una a l i m a ñ a
del arte es que aunque miles de ojos hayan visto u n mientras el Espíritu Santo les anuncia en R o m a a
cuadro, es posible que l o m á s importante que hay sus cardenales que esa a l i m a ñ a debe ser el nuevo
en ese cuadro sólo pueda ser descubierto p o r al- Pontífice, hemos arrojado por tierra las monedas de
guien que todavía no lo ha mirado. E l arte es c o m o la traición, somos pobres pero en una isla distante
el mar de Valery, "que siempre recomienza": siem- tenemos enterrado u n tesoro, nos hemos ido detrás
pre queda algo p o r descubrir, u n buitre en el manto de u n viejo loco que nos ha prometido u n i m p e -
de la virgen, el m o n t e Fuji en las espumas de la ola, rio, hemos visto peñascos que se abren al soplo de
una tonada de albigenses en la primera sinfonía de unas palabras, hemos descendido con ojos lúcidos
Mahler, una pareja que se aleja p o r una p á g i n a de por u n r e m o l i n o en el mar, hemos o í d o "todos los
Proust y que sigue doliendo en el c o r a z ó n . tormentos de u n barco que sufre", hemos visto a
las palabras tejer ante nosotros mundos insospecha-
Claro que se puede v i v i r sin libros, pero corremos
dos, hemos o í d o a tres brujas decir que " l o bello es
el riesgo de que las peores cosas del m u n d o se apo-
asqueroso y lo asqueroso es bello", le hemos o í d o
deren de nosotros: la codicia, la prisa, el estruendo,
decir a u n muchacho de larga barba blanca que
la cólera y sobre t o d o el tedio. La mente por sí m i s -
"aquel que camina una sola legua sin amor camina
ma tiende a la r e p e t i c i ó n y por eso conviene acer-
amortajado hacia su propio funeral", hemos visto a
carla a la diversidad; la m e m o r i a personal suele ser
dos hombres que se odian, que han descubierto la
m o n ó t o n a : los libros y los diálogos la llenan de r i -
f ó r m u l a para hacerse invisibles y ahora son la lucha
queza y de matices; el arte hace que no sólo seamos
despiadada de una sombra con u n arcoíris.
protagonistas de nuestra propia vida sino personajes
enriquecidos de la vida del m u n d o . Y al cabo nos Claro que los libros no son sólo i m a g i n a c i ó n , t a m -
convertimos en personajes m á g i c o s : hemos absuel- b i é n son memoria y pensamiento, sabiduría y can-
to a Sócrates, hemos emparedado u n gato negro, to. Si p e r m i t e n i r a cazar dinosaurios en selvas que
hemos robado la l á m p a r a maravillosa, hemos visto ya no existen, t a m b i é n p e r m i t e n oír las palabras
la pared donde D o r i a n Grey está guardando sus que en u n atardecer se dijeron unos hombres de
pecados, hemos visto u n j o r o b a d o en la catedral, labios resecos de una cruz a otra cruz, y nos per-
hemos visto a u n muchacho penitente encadenarse m i t e n ver a u n muchacho que a la cabeza de u n
ejército se a p o d e r ó del Asia, al que no p u d i e r o n de- milagroso en las manos de u n n i ñ o . Y o tal vez
rrotar todos los reyes de Oriente, y que al final fue r e n u n c i a r í a a muchas cosas de m i infancia, pero no
derrotado por ese invisible mosquito i n d o s t á n i c o a las aventuras de los exploradores del espacio, n i
que el c o n o c i m i e n t o nazca de la fascinación de u n que viera su sombra, n i al relato del muchacho que
espíritu por otro, t a m b i é n nos p e r m i t e n viajar m u y e n c o n t r ó una ciudad en lo alto de u n árbol i n m e n -
lejos, hasta la cabellera de las galaxias, y m á s lejos so, n i a los viajes desoladores de Simbad el M a r i n o .
a ú n , hasta el n ú c l e o lleno de abismos de los á t o m o s Nadie ha logrado en el m u n d o tantos prodigios
de nuestra propia mano. c o m o los tejedores de palabras: u n dios n i ñ o que
tiene el universo guardado en su boca, una mucha-
Los libros son labios de papel o de luz que nos ense-
cha que duerme rodeada por u n c í r c u l o de fuego,
ñ a n a hacer p i r á m i d e s y catedrales, a hacer puentes
y barcos, a curar enfermedades y a construir es- u n hombre que en el m o m e n t o en que está m á s
tados, a refutar errores y a adorar a los dioses que despojado t o d a v í a es capaz de prometerle el cielo a
están en el alma o en el agua, y t a m b i é n , cuando otro, u n soplo de trompetas que derriba murallas,
es necesario, nos e n s e ñ a n a maldecir, y a combatir u n gran poeta que deja de escribir a los diecinueve
infamias y tiranías. T o d o cabe en ellos, la lucidez años, una ciudad que arde por el rostro de una