INSTITUTITO: ESAP

DOCENTE: JAIME FAJARDO OLIVEROS

ESTUDIANTES: OFELIA ADELINA LOSANO RUBIO, AURA RUIZ Y JUAN

CARLOS VALBUENA.

FECHA. 28/06/2017

ENSAYO

EL TIEMPO LIMITADO DE UN GOBERNANTE CON PROYECTOS POLÍTICOS

Y SOCIALES BUENOS SIGNIFICARÍA UN ERROR HISTÓRICO.

En texto titulado El líder sin Estado mayor, del autor Carlos Matus particularmente
en el apartado: limitación de tiempo para mostrar efectividad, plantea dos
cuestiones muy interesantes, la primera reza: “que la posición del gobernante es
transitoria en las democracias y se ejerce en periodos demasiado breves, si se
trata de darle continuidad a un buen gobierno” (Romo, 1997, p.51). Aunque, no se
podría decir lo mismo de los malos gobiernos, pues la intención del pueblo sería
que el periodo de gobierno fuese efímero. Respecto a lo mencionado, es
pertinente analizar lo planteado en un contexto específico. En este caso Colombia,
país en el que la gran mayoría de su población ha sido víctima por la violencia
suscita por diferentes ideologías políticas, ejemplo de ello es lo vivid en los años
50, donde la población tuvo que soportar la sangrienta violencia entre los partidos
políticos: liberales y conservadores.

Ahora bien, con esas realidades concretas es acertado respaldar la tesis del autor
cuando enuncia que el periodo de gobierno, de un líder político, se torna corto
cuando se trata de llevar a cabo proyectos políticos y sociales buenos. Debido a
que, si nos ponemos a reflexionar sobre el momento coyuntural por el que está
pasando Colombia, actualmente; es menester que el próximo gobernante elegido
en el 2018 tenga proyecciones políticas que garanticen el acuerdo Paz. De lo
contario quizá y lo más probable es que se desate nuevamente una guerra
sangrienta que cada vez nos deshumaniza, más pobreza, más niños huérfanos,
más viudas, a la sociedad más sesgada, lo que nos hará más vulnerables y en
ultimas a la exterminación de nosotros mismos. A su vez, incrementaría la
destrucción del medio ambiente, guerra por el territorio, el agua, las minas. Etc.

Como lo plantea el expresidente Uruguayo Pepe Mujica: “es necesario cultivar una
mirada que no se deje dominar por el odio a pesar del fogón del dolor, que a
veces nos toca llevar adentro. Por eso no les den la pelota a los viejos.
Muchachos ustedes son de otra generación, no deben cometer el error de la
nuestra, no cometan el error de vuestro tiempo. Pero, aprendan de los errores
que cometimos nosotros. Construir la Paz es un proyecto de una Colombia
nueva, no solo es no tener tiros. Construir la Paz es, acordarse de que hay que
darle la oportunidad a 12 o 13 millones de campesinos pobres, es llevar escuelas
por todas partes, servicios de salud, y si no tiene recursos ¡llevar por lo menos
afecto, compartir, un abrazo, por lo menos convivir y lucha contra el capitalismo
que supone que la felicidad es el dinero y consumir¡ ” y las palabras del filósofo
judío Emmanuel Lévinas (2012) que expresa: “la guerra no sólo lo afecta como el
hecho más patente, sino como la patencia misma -o la verdad- de lo real. En ella,
la realidad desgarra las palabras y las imágenes que la disimulan para imponerse
en su desnudez y dureza” (p. 47). Éste último, es sobreviviente de la segunda
guerra mundial llevada a cabo por el mal gobierno de Hitler justificando su
holocausto en ideologías políticas absurdas, pero legitimada por la gran mayoría
de alemanes. En gobiernos como estos; es que el autor Romo hace referencia
cuando el pueblo quiere que su gobierno sea efímero. Cabe aclarar, que Alemania
Nazi se considera como un gobierno totalitario. Sin embargo, en el gobierno
democrático sucede asuntos similares miles de asesinatos a campesinos por la
tierra, falsos positivos. Entre otras violencias cometidas en Colombia “país
democrático”.

Respecto el segundo planteamiento del autor sobre: la distinción que hay que
hacer frente al principio y el final del periodo de gobierno puesto que hay un
desperdicio de los seis primeros meses de gobierno, que a juicio del autor, pueden
marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso de los proyectos de gobierno ya que
“infelizmente, los conductores tienden a pensar en serio en sus planes de gobierno
solo cuando han superado las dificultades de las campañas electorales” (Romo,
1997, p. 51). Es relevante porque solo haciendo veeduría de los planes
proyectados por el que pretende representar la voluntad del pueblo, en el sentido
estricto de la palabra democracia, se evitarán y corregir algunos errores realizados
en años atrás, en donde la única proyección del “representante” es el poder.

Para configurar una nueva sociedad con miras a garantías de derechos humanos
y de no repetición de violencias es importante la tarea de veeduría y propuestas
para llevar a cabo un plan bueno que lleve a la sociedad a un estado permanente
de armonía, o mejor dicho, un Estado fuerte que logre cumplir las demandas de
sus ciudadano como: salud, vivienda, educación, el respeto por el Otro y sus
implicaciones, entre otras garantías, que llevan a tener una vida digna de vivir y
con justicia.