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anales de psicología, 1996, 12(1), 41-60

Creencias sobre la madurez psicológica y desarrollo adulto

(*)
Juan José Zacarés González y Emilia Serra Desfilis

Universidad de Valencia

Resumen: Las creencias normativas sobre el curso vital Title: Beliefs about psychological maturity and adult
humano, en especial sobre el cambio psicológico espe- development
rado, son importantes para la autopercepción que el Abstract: Normative beliefs about the human life cour-
adulto tiene de su desarrollo como tal.. Se presenta un se, especially the psychological change expected, are
estudio empírico centrado en la perspectiva lega, con el important for the self-perception of adult subject of his
objetivo de indagar en el conocimiento implícito sobre la own development. This empirical study concerns the lay
madurez psicológica que poseen los adultos de nuestro perspective, and has the aim of inquiring into implicit
contexto. Este conocimiento estuvo constituido por las knowledge about psychological maturity that is adopted
teorías implícitas que, en forma de creencias, los adultos by the Spanish adult subjects. Likewise,there are
asumen como propias en relación al proceso de madura- attempts to relate these cognitive contents to two so-
ción psicológica Se trata, igualmente, de relacionar estos ciodemographic variables (age and sex). Lay knowld-
contenidos cognitivos con la edad y sexo de los sujetos. edge was speficied as implicit theories, in the form of
Se diseñó un cuestionario al efecto, el CCM (Cuestiona- beliefs about the process of psychological maturation,
rio de Creencias sobre la Madurez). Se delimitaron cua- that are.assumed by adults. A ad hoc questionnaire was
tro conjuntos de creencias mediante ACP: teorías pasi- devised, with the aim of evaluating: the CCM (Beliefs
vo-externa, humanista, relativista-situacionista y activo- about Psychological Maturity Questionnaire). Four
interna. Se desprende de los resultados un mayor peso de groups of beliefs or implicit theories were identified
la edad de los sujetos, mientras que las diferencias según through ACP: passive-external, humanistic, relativistic-
el sexo fueron bastante menores. situational and active-internal. In general, the results
Palabras clave: madurez psicológica, creencias, teorías show significant and important age differences in be-
implícitas, desarrollo adulto, desarrollo de la personali- liefs, whereas sex differences were less significant.
dad. Key words: Psychological maturity, beliefs, implicit
theories, adult development, personality development.

1. Introducción

La actual investigación sobre el desarrollo a un fenómeno determinado primariamente por


lo largo del ciclo vital ha generado un reno- la estructura social. Esta aprozimación impli-
vado interés por las creencias subjetivas sobre ca que dicha estructura es la que proporciona
el curso vital humano1. Tanto las tradiciones unas pautas temporales que sirven para mar-
sociológicas como las psicológicas se retroa- car la dirección de la ontogénesis, lo que se
limentan mutuamente en este interés. Así, la manifiesta en un elevado consenso entre los
tradición sociológica considera las concep- sujetos sobre la deseabilidad y temporaliza-
ciones normativas sobre el curso vital como ción de los fenómenos evolutivos a lo largo
del curso vital. El estudio de las normas y es-
tereotipos de edad (Neugarten y Datan, 1973;
(*)Dirección para correspondencia: Juan J. Zacarés González.
Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación. Facul- Zepelin et al., 1987) son ejemplos de esta lí-
tad de Psicología. Universidad de Valencia. Avda. Blasco Ibá- nea de trabajo. En un plano más psicológico,
ñez 21, 4610- Valencia. E-mail: Juan.J.Zacares@uv.es
© Copyright 1996: Servicio de Publicaciones de la Universidad
las concepciones normativas sobre el desarro-
de Murcia, Murcia (España). ISSN: 0212-9728. Artículo reci- llo, es decir, lo que se espera ocurra evoluti-
bido: 6-5-96, aceptado: 30-9-96. vamente a la “mayoría de la gente” funcionan
1 En este artículo los términos “creencias”, “concepciones” y
“teorías implícitas” son usados de manera intercambiable.
probablemente como marcos de referencia
mediante los cuales los sujetos evaluan su tra-

- 41 -
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yectoria evolutiva personal. Conocer el curso mento en no deseables como dos modos de
evolutivo típico informa al sujeto sobre si su significar pérdidas. La escasa investigación al
pasado evolutivo es normativo o desviado, respecto nos muestra unas expectativas gene-
sobre si su situación actual es adecuada tem- ralmente optimistas hacia el desarrollo psico-
poralmente al “reloj social” o está “fuera de lógico del adulto y con un elevado consenso
tiempo” y sobre lo que puede anticipar de su respecto a ellas entre grupos de diferentes
futuro desarrollo. edades (Heckhausen y Baltes, 1991; Hec-
Las creencias de los adultos sobre el de- khausen et al., 1989; Mc.Farland et al., 1992).
sarrollo psicológico en la etapa adulta for- Las ganancias esperadas superaban claramen-
man parte precisamente de este sistema gene- te a las pérdidas y el grado de controlabilidad
ral de conocimiento sobre el curso vital y de los rasgos psicológicos fue alto. Las curvas
constituyen en sí mismos un objeto de estu- de ganancias y pérdidas esperadas asociadas a
dio. Estas creencias sobre el desarrollo adulto la edad indicaron un cambio gradual desde el
tienen la capacidad de orientar la conducta del predominio de ganancias en la juventud adulta
sujeto hacia el logro de unas determinadas hasta un ligero predominio de pérdidas en la
metas evolutivas y de determinar el grado en vejez. Estos hallazgos sugieren que los adul-
que se autopercibe como activo constructor de tos esperan, a medida que avanzan cronológi-
su propio desarrollo. Hay que señalar que es- camente un declive en su potencial para el
tas concepciones sobre el cambio adulto po- crecimiento. De este modo, lo característico
drían reflejar o no cambios objetivos, pero del proceso de envejecimiento “no es tanto
como afirman Heckhausen y Baltes (1991, p. que se vaya empeorando sino que se tengan
165), “pueden servir para funciones múltiples menos oportunidades para mejorar” (Heck-
y potencialmente en conflicto (...) y son im- hausen y Krueger, 1993, p. 546).
portantes para mantener y lograr adecuados ¿Cuáles son estas características que los
niveles de respeto a uno mismo y de identi- adultos esperan incrementar a medida que
dad, incluso a expensas de su veracidad”. No- atraviesan esta etapa?¿ Cuáles son las metas
sotros partimos igualmente de considerar es- evolutivas deseables normativamente y que se
tas creencias como algo más que teorías arbi- consideran como “ganancias” a lo largo del
trarias, culturalmente transmitidas y de limita- ciclo vital?.En la tabla 1 se resumen algunos
da validez por sus numerosos sesgos (McFar- hallazgos empíricos relevantes procedentes de
land et al., 1992). Son parte de un conoci- diversos estudios. Aunque mediante diversas
miento implícito que, generado en comunida- metodologías y con diferentes propósitos, to-
des de prácticas socioculturales (Rodrigo, dos ellos inciden en una visión del desarrollo
1994), reflejan elementos del desarrollo real adulto como progresivo más que regresivo.
con importantes consecuencias psicológicas Podríamos afirmar sin duda que conciben el
para los sujetos inmersos en el proceso de en- desarrollo en esta etapa como un proceso de
vejecimiento. Sirven, por ejemplo, a funcio- maduración psicológica continuado.
nes de autoevaluación, autofortalecimiento y Efectivamente, el constructo de “madurez
automejora como modalidades de compara- psicológica” se configura así como aglutina-
ción social (Krueger y Heckhausen, 1993; dor de esas creencias normativas sobre el
Ryff, 1989). cambio durante la etapa adulta, oponiéndose
El desarrollo psicológico esperado para el en gran medida a la imagen de estabilidad to-
adulto puede describirse esquemáticamente tal que nos ofrece la perspectiva psicométrica
como perteneciendo a uno de estos cuatro ti- sobre la personalidad adulta (Mc.Crae y Cos-
pos: incremento en atributos positivos o de- ta, 1990). La misma línea convergente de re-
seables y decremento en atributos negativos o sultados encontramos cuando preguntamos a
no deseables como ejemplos de ganancias; los sujetos, no ya por sus teorías normativas
decremento en atributos deseables e incre- sino sobre su propia experiencia interna. Así,

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las preguntas clave bajo el prisma fenomeno- se autorrepresenta evolutivamente -como tal
lógico se centran en la experiencia personal vez necesite en esta época de rápidos y confu-
de cambio en la propia personalidad y en el sos cambios- embarcado en un proceso de
significado de tales cambios: ¿son cambios continua maduración personal, en términos
para peor o para mejor?, ¿en qué sentido con- más o menos coincidentes con los empleados
ducen estos cambios autopercibidos hacia la en las principales teorizaciones psicológicas
madurez personal?, ¿con la edad, se vivencia del desarrollo adulto (Kimmel, 1990; Papalia
una progresiva maduración personal?. Los y Olds, 1992; Smelser y Erikson, 1982). La
trabajos, aquí más numerosos, (por ejemplo, anterior afirmación es sostenible tanto respec-
Handel, 1987a, 1987b; Ryff, 1984, 1991; Vi- to al "tono" o cualidad de las autorrepresenta-
ney, 1987, 1992) indican que el adulto de ciones como respecto al contenido de los des-
hoy, al menos en nuestro contexto occidental, criptores utilizados.

Tabla 1: Características psicológicas normativamente asociadas al proceso de desarrollo adulto y envejecimiento se-
gún distintos estudios.

Heckhausen et al. (1989) Mc.Farland et al. (1992) Ryff (1989)

Los quince rasgos en los que Rasgos de personalidad que los Respuestas a la pregunta: ¿Cuá-
más se espera incrementar con sujetos consideraron se incre- les son los cambios positivos con
la edad (sobre un total de 148) mentaban con la edad el envejecimiento?
- Experimentado - Independiente En sujetos de mediana edad (de ma-
- Conocedor de la naturaleza - Comprensivo yor a menor porcentaje de respuesta):
humana - Voluntad por mantener las
- Bien preparado propias creencias - Llegar a estar mejor con los de-
- Maduro - Cariñoso más
- Olvidadizo - Bondadoso - Ser tolerante y abierto de mente
- Sentido del deber - Relajado - Mantener un funcionamiento
- Sabio - Satisfecho con la vida positivo
- Responsable - Preocupado por los demás - Más relajado
- Sensato - Orgulloso de uno mismo - Con mayor crecimiento personal
- Comprensivo - Bien ajustado - Más sabio
- Realista - Inteligente - Aceptación del cambio
- Consistente
- Conservador
- Preocupado
--------------
Todos los rasgos salvo tres (olvida-
dizo, conservador y preocupado)
fueron valorados como altamente
deseables.

Un ejemplo de ello lo constituye el estudio grado de cambio (desde "mucho más" a "mu-
de Handel (1987a) sobre cambio autopercibi- cho menos" respecto al pasado) y cualidad del
do en la propia personalidad. Los sujetos se mismo(positivo/negativo) en estas caracterísi-
autovaloraron en una serie de atributos, hábi- ticas. Halló que la autopercepción de conti-
tos, valores y actitudes en el momento presen- nuidad predominó entre los sujetos (entre el
te (por ejemplo "Soy optimista", etc.). Poste- 40 y el 83 % según la submuestra). El cambio
riormente valoraron retrospectivamente el percibido se consideró predominantemente
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más como "ganancia" que como "pérdida". a) Describrir , el contenido y estructura inter-
Una amplia mayoría de los sucesos vitales na de las principales teorías implícitas sobre
acontecidos fueron considerados retrospecti- la madurez psicológica que, en forma de
vamente con un impacto positivo más que ne- creencias, muestran los adultos en nuestro
gativo en la propia biografía. Se observó una contexto. Las teorías implícitas son repre-
fuerte semejanza y regularidad interindividua- sentaciones individuales conformadas en
les en los atributos en los que se constató contextos de interacción social (Rodrigo,
cambio: un sentido de haber logrado mayor 1993). Esto supone adoptar una postura in-
nivel de autoconocimiento, de estar más segu- termedia de corte socioconstructivista que
ro de uno mismo, de haber ganado un mayor postula que las teorías implícitas son fruto
control de los impulsos, de haber madurado de una construcción personal a partir de
en definitiva. Este último resultado para Han- contenidos culturales. Los contenidos de
del, (1987a, p. 326) es "como si nuestros res- esas unidades representacionales están so-
pondientes dispusieran por ellos mismos de cialmente normativizados, al menos dentro
una teoría implícita, sostenida comúnmente, de cada grupo social. La cultura, por un la-
sobre el significado evolutivo del término do, es la que proporciona el sustrato tanto
`madurez´”. de ideas o contenidos históricamente confi-
Esta direccionalidad es reconocida por gurados (por ejemplo, "la adultez como pe-
Baltes y Smith (1994, p. 132), en el concepto ríodo de maduración personal") como de
de “sabiduría”: "Parece, pues, justificable experiencias (directas, vicarias o simbóli-
afirmar que la sabiduría significa algo bas- cas) para la elaboración de teorías legas.
tante semejante a un objetivo evolutivo que Nos interesamos en este caso más por las
da direccionalidad al funcionamiento cogni- "síntesis de creencias" que por la de "cono-
tivo y de la personalidad durante la edad cimientos", según la distinción de Rodrigo
adulta" Consideramos que el constructo de (1993), es decir, por aquellas concepciones
madurez, equivalente en este sentido al de sa- de la madurez que son compartidas y asu-
biduría, permite otorgar igualmente dicha di- midas de modo efectivo por los adultos,
reccionalidad al curso vital humano, espe- aunque sean capaces de recnocer otras al-
cialmente en el ámbito de desarrollo de la ternativas distintas a las propias (“síntesis de
personalidad adulta (Serra y Zacarés, 1991; conocimientos”).
Zacarés, 1994). Sin embargo, al constatar la b) Verficar las posibles diferencias en el con-
escasez de estudios desde la perspectiva lega, tenido de estas teorías en función del mo-
decidimos que indagar en este terreno supon- mento evolutivo del ciclo adulto en el que se
dría avanzar en la conceptualización del cons- encuentra el sujeto, indicado por su edad
tructo, al preguntarnos por las creencias del cronológica y en función de su sexo. La
"hombre de la calle" sobre la madurez psico- primera fuente de variación responde al
lógica. Varias son las hipótesis que nos plan- propósito general de toda investigación evo-
teamos, algunas de las cuales, por la poca dis- lutiva por hallar la función evolutiva de una
ponibilidad de otros resultados contrastables, determinada dimensión conductual, en este
poseen un marcado carácter generalista, algo caso, de las creencias legas sobre la madu-
inevitable en estudios exploratorios como el rez. La segunda se asienta en aquellas teorí-
nuestro. Las hipótesis no pueden formularse as que han postulado una diferencial trayec-
de forma acabada, concreta y perfectamente toria evolutiva para varones y mujeres (por
contrastable a priori, como sería de desear. ejemplo, Gilligan, 1985), lo que llevaría
Nuestra investigación empírica se dirigió a di- asociado distintas visiones de la madurez
rimir la cuestión fundamental, concretada en personal.
dos objetivos:

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2. Método expresiones descriptivas -palabras sueltas o


frases con unidad semántica propia.
2.1. Sujetos Se procedió posteriormente a un análisis
de contenido de todas estas expresiones. Cin-
El universo de la presente investigación co jueces, todos ellos estudiantes de segundo
corresponde a todos aquellos sujetos adultos, ciclo, junto con el investigador principal, co-
varones y mujeres, entre 20 y 60 años que re- dificaron independientemente las 320 expre-
uniesen las siguientes características en mo- siones y las clasificaron en categorías de se-
mento de realización de la observación trans- gundo orden. Tras varias sesiones de discu-
versal: sión, se elaboraron trece categorías que sirvie-
- Poseer un nivel de estudios universitarios, ron para agrupar exhaustivamente a todas las
tanto en grado superior como en grado medio. expresiones recogidas (las categorías en las
- Ser residente en la Comunidad Valenciana que se incluyeron fueron aquellas en las que
en contextos urbanos; específicamente, en al menos cuatro de los seis jueces mostraron
ciudades de más de 15.000 habitantes. coincidencia): responsabilidad, coherencia,
La muestra total definitiva fue finalmente afrontamiento de problemas y dificultades, fi-
de 404 sujetos, distribuidos en los siguientes losofía y proyecto de vida, reflexión, compe-
subgrupos muestrales por sexo y edad: 170 tencia interpersonal, autonomía, conocimien-
sujetos entre 20 y 34 años (86 mujeres y 84 to y aceptación de uno mismo, equilibrio
varones), 122 sujetos entre 35 y 45 años (65 afectivo, edad cronológica, experiencia e
mujeres y 57 varones) y 112 entre 46 y 60 ideas generales sobre la madurez (Zacarés,
años (211 mujeres y 193 varones). 1994).
El análisis de la anterior categorización
2.2. Variables e Instrumentos nos llevó a distinguir, dentro del conocimien-
to social lego sobre la madurez psicológica
Con el objeto de acercarnos al propósito dos grandes subdominios:
de nuestro trabajo y dada la escasez de inves- a) Los rasgos y características psicológicas
tigaciones semejantes que lo orientasen, deci- que definen en nuestro contexto a una per-
dimos efectuar un primer estudio preliminar sona madura, a modo de rasgos prototípicos
sobre la concepción lega de la madurez. Pe- de la misma Las diez primeras categorías se
dimos para ello a 343 adultos, que contestasen enmarcaban claramente en este primer do-
por escrito a la siguiente cuestión abierta: "Si minio y un análisis detallado del mismo se
tuviera que decir que alguien es maduro diría expone en otro lugar (ver Zacarés y Serra,
que es una persona...". Dicho reactivo figura- en prensa).
ba en la parte superior de una ficha de 15x10 b) Las creencias de carácter más general so-
cm. y el sujeto disponía de todo el resto del bre la madurez, considerada ésta como un
espacio en blanco para responder. Esta frase constructo global y diferenciado de otros
incompleta trataba de inducir y activar en los semejantes. En este subdominio encuadra-
sujetos aquellas ideas y concepciones implíci- mos directamente la última categoría.. Pues-
tas sobre la madurez sin ningún tipo de res- to que las categorías 11ª y 12ª no hacen re-
tricciones establecidas por el investigador. El ferencia a características psicológicas pro-
nivel educativo no fue controlado aunque sí se piamente dichas sino a creencias sobre las
aseguró que se hallasen representados sujetos consecuencias del paso del tiempo y de la
de todos los niveles (desde estudios primarios experiencia acumulada en el desarrollo
hasta universitarios). Se obtuvieron, en un adulto decidimos incluirlas en el segundo
primer análisis de las respuestas, hasta un to- subdominio. Quedaban así esbozados los
tal de 320 "unidades significativas" enten- dos campos del conocimiento social implíci-
diendo como tales cada una de las distintas to sobre la madurez.

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El estudio preliminar nos puso en la pista tiende pero que nunca se alcanza plenamen-
de un dominio del conocimiento implícito, el te").
de las creencias sobre la madurez psicológica - Relativismo cultural: 1 ítem (por ejemplo,
considerada como un constructo global, que "En cada cultura se tiene un concepto de
está presente en los juicios sociales cotidianos madurez psicológica distinto").
(por ejemplo, a la hora de evaluar el propio Tras sucesivos análisis de estos enuncia-
desarrollo personal). Se generó, junto con el dos iniciales, se formularon los 28 items que
grupo de investigación de estudiantes de 2º constituyeron el CCM que utilizamos en la
ciclo de Psicología un total de 110 enunciados investigación empírica y que describimos a
que reflejaban una amplia gama de creencias continuación. El Cuestionario de Creencias
sobre dicho conceptos. A continuación selec- sobre la Madurez (CCM) es un instrumento
cionamos un conjunto de 47 proposiciones psicométrico que pretende evaluar el grado en
representativas de 7 categorías conceptuales que los sujetos comparten y asumen como
que guiaron la elaboración de enunciados. Las propias las principales creencias que en nues-
categorías son semejantes a las que se podrían tro entorno cultural existen respecto a la ma-
generar respecto a constructos semejantes ta- durez psicológica considerada globalmente.
les como el de inteligencia o sabiduría (Mug- Trata de recoger las expresiones que los adul-
ny y Pérez, 1988; Sternberg, 1994). Estas ca- tos usan comúnmente para referirse a este
tegorías fueron las siguientes: constructo y los aspectos más relevantes del
- Edad cronológica, experiencia y madurez: 7 mismo vistos desde su perspectiva.. Los suje-
items (por ejemplo, "El simple paso del tos deben indicar su grado de acuerdo con ca-
tiempo no hace madurar a una persona"; da una de las proposiciones o creencias en
"Un anciano es normalmente más maduro una escala que va desde 0 (completamente en
que un adolescente"). desacuerdo) hasta 100 (completamente de
- Factores externos que favorecen la madu- acuerdo) para favorecer la máxima precisión
rez: 11 items (por ejemplo, "Es muy proba- en el tratamiento de los datos, siguiendo el
ble que dos niños que reciban el mismo tipo criterio de Molpeceres (1991)..
de educación consigan un grado de madurez El presupuesto de partida no verificado
parecido; "La independencia económica es empíricamente es que estas proposiciones son
necesaria para lograr la madurez personal"). representativas en distinto grado de las más
- Correlatos e implicaciones de la madurez importantes teorías implícitas sobre la madu-
11 items (por ejemplo,"Las personas madu- rez. En este sentido no hemos realizado hasta
ras sufren más que las no maduras"). el momento ningún estudio normativo previo
- Valoración de la madurez como objetivo de- sobre síntesis de "conocimientos" que haya
seable a nivel social: 2 items (por ejemplo, demostrado que las teorías implícitas son
"Lograr la madurez es una meta buena y de- "conjuntos de ideas organizadas según un
seable para todos los seres humanos"). continuo de tipicidad" (Triana, 1991, p. 25).
- Limitaciones para el desarrollo de la madu- Esto quiere decir según la distinción de Ro-
rez: 5 items (por ejemplo, "No todo el mun- drigo (1993) que teóricamente las proposicio-
do tiene capacidad para llegar a ser madu- nes del CCM pueden distinguirse según el ni-
ro"; "Es necesario cierto nivel de inteligen- vel de prototipicidad de la teoría implícita
cia para que una persona llegue a ser madu- subyacente: las más prototípicas sustentan in-
ra"). formación muy representativa de esta teoría,
- Desarrollo de la madurez: 10 items (por las moderadamente típicas contienen informa-
ejemplo, "Lo importante de la madurez no ción referente tanto a esta teoría como a cual-
es que se logre sino que uno camine hacia quier otra, y las de baja tipicidad hacen refe-
ella"; "La madurez es algo hacia lo que se rencia a ideas propias de alguna otra teoría.

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Para determinar la fiabilidad como consis- zará como prueba a posteriori el test de Tu-
tencia interna del cuestionario se aplicaron key, uno de los más conservadores a nivel es-
diversos coeficientes. En general, estos índi- tadísitico, ya que dado el carácter exploratorio
ces alcanzan cifras bastante variables, entre el de la investigación nos interesa detectar sólo
.596 y el .806. Los más elevados fueron los los efectos de mayor magnitud que surjan con
coeficientes de Spearman-Brown y el de nitidez. Todos los análisis de datos del estu-
Guttman-Rulon ambos entorno al .80. El co- dio fueron llevados a cabo con los paquetes
eficiente alpha para todos los items del cues- estadísticos StatView 4.01 y CLR Anova para
tionario (interrelación efectiva entre ellos) fue ordenadores Macintosh.
de .785, no excesivamente satisfactorio pero
aceptable. De estos resultados podemos dedu- 3. Resultados y discusión
cir que la representatividad o generalizabili-
dad del CCM es suficiente. De este modo, las a) Análisis de Componentes Principales
variables independientes consideradas fueron del CCM
el sexo y edad de los sujetos de la muestra
(operativizada en tres grupos, 20-34 , 35-45 y El ACP identificó cuatro componentes,
46-60 años) mientras que la variable depen- que explican el 41.2% de la varianza total de
diente.la constituyeron las creencias sobre la las puntuaciones en el CCM. Para la interpre-
madurez psicológica operativizadas como tación de los factores, se asignó cada ítem al
puntuaciones en los distintos factores del factor en el que se registraba la mayor satura-
CCM. ción Señalemos también que hemos conside-
rado variables componentes de un factor
2.3. Análisis de datos aquellas que obtenido una saturación igual o
superior a .30. A nivel conceptual, hemos de-
Tras el correspondiente estudio psicomé- cidido considerar a cada uno de estos factores
trico de los ítems del CCM, el cual ofreció como representativos de una determinada teo-
coeficientes de fiabilidad y homogeneidad sa- ría implícita de la madurez, siguiendo el mo-
tisfactorios, se procedió a aplicar la técnica de delo general especificado en Correa y Cama-
análisis de componentes principales (ACP) al cho (1993): entendemos así que el análisis
CCM, dado que desconocíamos las dimensio- factorial ha logrado identificar componentes
nes subyacentes teóricamente relevantes al asimilables a teorías y especifica dicha teoría
conocimiento implícito sobre la madurez psi- mediante los enunciados que le han "corres-
cológica. El ACP, a diferencia del análisis pondido" según las saturaciones factoriales.
factorial en sentido más restringido, se centra Los factores identificados fueron los siguien-
en la varianza total y no sólo en la varianza tes:
común. Cada componente explicará por tanto
una parte de la varianza total. Realizamos con Factor CM- F1: TEORIA PASIVO-EXTERNA
el cuestionario diversos ACPs, hasta retener
aquel con una solución que combine parsio- Como se advierte en la tabla 2, este factor
moniosamente potencia explicativa y cohe- agrupa a aquellos ítems que hacen referencia
rencia conceptual. En todos los ACPs segui- a una concepción eminentemente pasiva de la
remos un criterio de rotación ortogonal Vari- madurez psicológica al subrayar el desarrollo
max. Los análisis de varianza se emplearon de la madurez como algo que escapa en gran
como pruebas de significación estadística de medida a la conducta activa del sujeto. Se en-
las diferencias en la variable dependiente con- tiende así que la madurez "aparecerá" gracio-
siderada (factores del CCM) en función de las sa o súbitamente en la persona si se cumplen
variables independientes cualitativas. Para la ciertas condiciones: llegar a cierta edad (más
comparación entre más de dos grupos se utili- de 40 años). vivir determinados sucesos vita-

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les normativos (por ejemplo, la paternidad) o de esa madurez. De hecho, y esto es coherente
simplemente experimentar la misma vida tal y con lo anterior, desde esta teoría se valora
como venga (los golpes de la vida). La expe- más el mundo instrumental del trabajo (y de-
riencia o la edad cronológica en sí mismas son ntro de él las relaciones por supuesto) que
la que harán madurar. Incluye igualmente co- propiamente las relaciones interpersonales
rrelatos externos de la madurez relacionados como factor favorecedor de la madurez. En
con el status socioeconómico del individuo: consecuencia podemos hablar de una teoría de
éxito profesional y nivel económico. la madurez bastante tradicional, de naturaleza
La madurez se concibe pues, tanto como no psicológica y que la hace sinónima de
antecedente como consecuente de la posición adultez como etapa cronológica y de éxito so-
social, sin importar los referentes psicológicos cial.

Tabla 2: Nominación del factor I del CCM, varianza explicada, descripción y saturaciones factoriales

TEORIA PASIVO-EXTERNA Porcentaje de Varianza total explicada: 12.85 %


Nº ítem Descripción Saturaciones factoriales
Ítem nº 24 Uno sólo madura realmente cuando se casa y tie- 0.69
ne hijos
Ítem nº 25 Las personas con más éxito profesional son las 0.66
más maduras
Ítem nº 28 La madurez personal se relaciona en gran medida 0.63
con el nivel económico del individuo
Ítem nº 19 Uno no tiene que hacer nada para madurar porque 0.59
son los mismos golpes de la vida los que se en-
cargan de ello
Ítem nº 5 La madurez sólo se puede alcanzar cuando se pa- 0.57
san los 40 años
Ítem nº11 Las relaciones en el trabajo ayudan a madurar 0.48
más que las relaciones íntimas (pareja, amigos,
etc.)

Factor CM-F2: TEORIA HUMANISTA Además, se trata de una teoría optimista y


de base organicista sobre la madurez: se pue-
Consideramos que la denominación de es- de aprovechar la tendencia natural interna de
te factor resulta bastante evidente a la vista de los sujetos para desarrollar intencionalmente
la tabla 3. La calificación de "teoría humanis- su grado de madurez (interacción organismo-
ta de la madurez" responde a la semejanza ambiente). El factor también recoge las dos
con las afirmaciones que se sostienen desde variables referidas a la relación entre madurez
los enfoques psicológicos humanistas tales y bienestar subjetivo, lo cual es consistente
como los de Maslow (1991) o Rogers (1984). con la principal preocupación por la realiza-
El punto de similaridad básico es la concep- ción personal del enfoque humanista. Un dato
ción holística de la madurez psicológica: se importante que conviene reseñar es que desde
trata de una cualidad personal que muestra el conocimiento lego se distingue entre dos
consistencia transituacional y que como tal concepciones del bienestar subjetivo: la feli-
impregna todas las acciones particulares de un cidad (ítem 15, M= 53.37) no es equivalente
individuo, especialmente las propias de las re- al sentimiento de realización (ítem 8, M=
laciones interpersonales. 72.85) como demuestra la diferencia entre las
medias de ambas variables La madurez se re-

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laciona desde esta teoría implícita más con el tualmente al anterior. De los ítems que lo
segundo concepto, esto es, los adultos de componen se desprende una visión de la ma-
nuestra muestra consideran que una persona durez mucho más relativista y menos holística
más madura puede no experimentar senti- que la anterior: no hay una "madurez" sino
mientos placenteros a corto plazo (“sentirse "varias", en función de la dimensión de la
bien”), pero que es más probable que mani- personalidad de la que se esté tratatando. Ló-
fieste un mayor sentido de realización perso- gicamente con esta percepción "sectorizada"
nal. Este hecho se corresponde con la pers- del sujeto, se adopta una postura situacionista
pectiva teórica que ha distinguido entre sen- de la madurez, que admite cierto grado de in-
timientos de “disfrute hedónico” y de “expre- consistencia o incoherencia intrapersonal en-
sividad personal” (Waterman, 1993). tre ocasiones distintas (por ejemplo, en el ca-
so en el que una persona muestre un desfase
Factor CM-F3: TEORIA RELATIVISTA- entre su elevado desarrollo intelectual y el
SITUACIONISTA menor a nivel emocional y el sujeto se halle
Consideramos, a la vista de la tabla 4, que en una situación interpersonal de alta carga
este factor es el que más se opone concep- emotiva).

Tabla 3: Nominación del factor II del CCM, varianza explicada, descripción y saturaciones factoriales

TEORIA HUMANISTA Porcentaje de Varianza total explicada: 11.37 %


Nº ítem Descripción Saturaciones factoriales
Ítem nº 15 A mayor madurez personal, mayor felicidad 0.67
Ítem nº 8 La persona madura se siente más realizada y mejor con- 0.64
sigo misma que la inmadura
Ítem nº 13 Alguien que es maduro se comporta como tal en todo 0.56
momento y circunstancia
Ítem nº 21 Si los padres son personas inmaduras, con mucha proba- 0.55
bilidad sus hijos también lo serán.
Ítem nº 6 La intervención de los educadores (padres, maestros, 0. 48
etc.) consigue hacer madurar al niño o adolescente
Ítem nº 20 La mayor parte de los problemas que existen en las rela- 0.45
ciones personales no aparecerían si la gente fuese más
madura
Ítem nº 18 Desde el nacimiento todos tenemos una tendencia natu- 0.33
ral hacia la madurez

Este relativismo abarca también al ciclo ducta en beneficio de la situación y de la di-


vital, al definir un tipo de "madurez según la mensión específica afectada. Se podría inferir,
edad". En paralelo con la perspectiva situa- aunque no tenemos datos confirmatorios, que
cionista del teórico de la personalidad (Hamp- esta teoría sostiene una visión de madurez con
son, 1986), esta teoría otorgaría menor impor- atributos más propios de la noción psicológica
tancia a la noción de "personalidad madura", de "estado" que de "rasgo" (Chaplin et al.,
dado su menor poder explicativo de la con- 1988).

anales de psicología, 1996, 12(1)


50 J.J. Zacarés y E. Serra

Tabla 4: Nominación del factor III del CCM, varianza explicada, descripción y saturaciones factoriales

TEORIA RELATIVISTA-SITUACIONISTA Porcentaje de Varianza total explicada: 8. 601 %


Nº ítem Descripción Saturaciones factoriales
Ítem nº No existe una única clase de madurez psicológica sino va- 0.72
22 rios tipos (social, emocional, intelectual, etc.)
Ítem nº 9 Para cada edad o período de la vida existe un tipo de madu- 0.67
rez distinto
Ítem nº 3 Una persona puede ser muy madura en unas situaciones y 0.67
poco en otras

Factor CM-F4: TEORIA ACTIVO-INTERNA tradicional que se hace de la mujer con una
mayor repercusión interna de los aconteci-
Aunque no es exactamente el opuesto al mientos y experiencias acontecidas y a la
primer factor, como podría parecer a la vista creencia en su superior capacidad de resisten-
de su denominación, el contenido de los ítems cia al sufrimiento, sobre todo en situaciones
(ver tabla 5), sí que hace referencia a aspectos interpersonales difíciles.
no considerados en la teoría Pasivo-externa de Así pues, los cuatro factores resultantes
la madurez. En concreto, todos aquellos que del análisis del CCM pueden asimilarse a cua-
enfatizan la importancia del afrontamiento ac- tro importantes teorías implícitas sobre la ma-
tivo de las dificultades y crisis vitales y de los durez que los adultos en nuestro contexto
recursos personales, tales como las creencias asumen en mayor o menor medida. Estas teo-
religiosas, que se disponen para ello (Lazarus rías no son "puras" en el sentido de recoger
y Folkman, 1986; Slaikeu, 1988). únicamente aspectos de una sola teoría cultu-
Las tres primeras variables del factor inci- ral (por ejemplo, la madurez como función de
den asimismo en la cualidad fenomenológica la edad cronológica y experiencia), sino que
que determinados sucesos "críticos" tienen combinan las creencias según criterios múlti-
para el proceso de maduración personal, es- ples y complejos. De este modo, por ejemplo,
pecialmente aquellos que conllevan tensión y la teoría pasivo-externa de la madurez, aun-
sufrimiento emocionales. Estas serían las pro- que es la que mayor peso concede al paso del
posiciones más "tipicas" de la teoría activo- tiempo en el proceso de maduración también
interna, si asumimos la saturación factorial señala el valor clave de algunos sucesos evo-
como indicador de tipicidad del enunciado. El lutivos (Serra et al., 1989) como catalizadores
ítem 4 es sin duda uno de los más difícilmente de la madurez. Lo hace, eso sí, en un sentido
interpretable. Su peso factorial no es muy ele- más nomotético que idiográfico, más conven-
vado, pero sí lo suficiente como para ser re- cionalizado que biográfico, si la comparamos
cogido por este factor de modo significativo. con la teoría activo-interna.
Consideramos que responde a la asociación

anales de psicología, 1996, 12(1)


Creencias sobre la madurez psicológica y desarrollo adulto 51

Tabla 5: Nominación del factor IV del CCM, varianza explicada, nº ítem, descripción y saturaciones factoriales

TEORÍA ACTIVO-INTERNA Porcentaje de Varianza total explicada: 8.373 %


Nº ítem Descripción Saturaciones
factoriales
Ítem nº 1 El sufrimiento es lo que hace madurar a las personas 0.68
Ítem nº 2 Para madurar son más importantes las experiencias vividas 0.54
que la edad que uno tiene
Ítem nº 12 Hay acontecimientos en la vida que nos hacen madurar más 0.48
que otros
Ítem nº 23 Un sentido religioso de la vida hace que la persona afronte 0.41
sus problemas de manera más madura
Ítem nº 4 Las mujeres suelen ser más maduras que los varones 0.39
Ítem nº 27 Lo que nos hace más maduros no es la cantidad de expe- 0.34
riencias que hayamos vivido sino el modo en que las asu-
mimos

Para concluir con la descripción de la es- rechazadas. La pregunta básica a la que que-
tructura interna del CCM, en la tabla se remos responder en este punto es si todas las
muestran los coeficientes de fiabilidad de ca- teorías sobre la madurez son compartidas en
da una de las escalas, los cuales son inferiores la misma medida por los sujetos de nuestra
a los del cuestionario total (0.785) y por tanto muestra. En la tabla 7 se reflejan los estadísti-
son parcialmente satisfactorios. La de mayor cos principales de los factores del CCM; me-
consistencia interna es la teoría relativista- diante la simple inspección visual de las me-
situacionista, como ya se intuía a la vista de dias calculadas (última columna), destaca la
las saturaciones. El más bajo corresponde a la teoría pasivo-externa como aquella con la que
teoría activo-interna, lo que nos indica una menor nivel de acuerdo muestran los sujetos,
mayor hetereogeneidad en el contenido de es- es decir como la más rechazada, con mucho,
ta escala. de las cuatro.
Para demostrar la significación estadística
Tabla 6: Coeficientes alpha de fiabilidad para cada una de estas diferencias entre medias, realizamos
de las escalas factoriales del CCM un ANOVA intrasujetos o de medidas repeti-
das. Como era de esperar, sí que aparecieron
Teoría pasivo-externa 0.695 diferencias significativas en función de la teo-
Teoría humanista 0.657
ría implícita de que se tratase, con una F (3,
Teoría relativista-situacionista 0.775
Teoría activo-interna 0.536 1209)= 876.2; p<0.0001. Las diferencias de
medias entre teorías fueron todas significati-
vas con un nivel de significación del .01, uti-
b) Contenido y estructura interna de la
lizando la prueba de Tukey, salvo la compa-
síntesis de creencias sobre la madu-
ración entre la teoría humanista y la activo in-
rez psicológica
terna. En consecuencia, la teoría relativista-
situacionista sobre la madurez es la mayor-
Antes de verificar el peso de las variables
mente aceptada en este grupo de adultos, se-
sociodemográficas sobre el conocimiento im-
guida con idénticos niveles de preferencia,
plícito referido a la madurez psicológica, nos
por las teorías activo-interna y humanista. La
interesa acercarnos al contenido y estructura
teoría pasivo-externa es, de modo muy evi-
interna de dicho conocimiento para detec-
dente, la más rechazada. Los sujetos compo-
tar:aquellas teorías implícitas sobre la madu-
nentes de esta muestra se muestran en franco
rez, con las que los adultos de nuestra muestra
desacuerdo con la noción de madurez como
están más de acuerdo y aquellas que son más
anales de psicología, 1996, 12(1)
52 J.J. Zacarés y E. Serra

estado al que sólo puede se puede llegar con periencias socialmente "madurativas" (por
el mero paso del tiempo y sin construcción ac- ejemplo, el casarse o el tener hijos).
tiva del sujeto, aunque éste atraviese por ex-

Tabla 7: Estadísticos de los factores del CCM

Escalas factoriales Media Desv.St. Máximo Mínimo Total /n


del total (=nºítems escala)
T.Pasivo-Externa 131.07 87.2 465 0 21.8 (n= 6)
T.Humanista 435.56 111.05 685 100 62.2 (n= 7)
T.Relativista- 202.82 62.94 300 0 67.6 (n=3)
Situacionista
T.Activo-Externa 380.63 85.02 600 150 63.4 (n=6)

Otra manera de acercarse al mismo fenó- Como puede apreciarse, sólo se constata una
meno es mediante el cálculo del índice de po- clara polarización en el rechazo de la teoría
laridad de los sujetos en cada una de las teo- pasivo-externa, que es la menos compartida
rías consideradas, según la fórmula especifi- por los sujetos. Los otros índices nos señalan
cada por Correa y Camacho (1993). Este índi- que no existe ninguna teoría que sea preferida
ce permite comprobar si los adultos de la de modo exclusivo por los sujetos, sino que se
muestra se decantan exclusivamente por algu- comparten aspectos de todas ellas.
na de las teorías en particular (máxima polari-
zación) o bien comparten ideas de todas ellas Tabla 8: Indices de polaridad promedio de todos los su-
(ausencia de polarización). Este índice oscila jetos para cada factor del CCM
entre -1 y +1. Cuando la polaridad se
aproxima a -1, nos indica que el sujeto está Teoría pasivo-externa -0.426
Teoría humanista 0.113
polarizado respecto a cualquier otra teoría di-
Teoría relativista-situacionista 0.184
ferente de la teoría considerada. Si se acerca a Teoría activo-interna 0.124
+1, nos informa que ese sujeto está polarizado
respecto a la teoría considerada. Por úlitmo, si
el valor del índice se aproxima a 0, indica que
Esta misma ausencia de polarización entre
el sujeto no está polarizado El índice de pola-
los distintos conjuntos de creencias sobre la
ridad para el sujeto "s" en la teoría "a"
madurez aparece indirectamente en la tabla 9,
(IPs(a)), sería pues:
donde se exponen los coeficientes de correla-
ción de Pearson entre los factores del CCM.
IPs (a) = Xs (a) - (∑ Xs (b, c, d))/3
Todas las correlaciones entre las cuatro teorí-
100
as fueron significativas (p<0.001) y positivas.
donde:
Las que menor intercorrelación guardan entre
Xs(a): Media de las puntuaciones del sujeto
sí son la teoría humanista y la relativista-
"s" en los ítems de teoría "a"
situacionista, lo que resulta coherente con el
∑Xs (b, c, d): sumatorio de las medias de las
contenido de dichas teorías. Resulta especial-
puntuaciones del sujeto "s" en los ítems
mente llamativa la correlación positiva de la
correspondientes a las otras tres teorías
teoría pasivo-externa con el resto de teorías,
3 = Nº de teorías -1
especialmente con la humanista y la activo-
100 = Amplitud de la escala de acuerdo
interna: el mostrarse más de acuerdo con los
enunciados de estas dos teorías, lleva también
Los índices de polaridad promedio totales
aparejada mayor preferencia por la teoría pa-
para cada teoría se muestran en la tabla 8.
anales de psicología, 1996, 12(1)
Creencias sobre la madurez psicológica y desarrollo adulto 53

sivo-externa, aunque conceptualmente hubié- bastante moderadas, lo que prueba la ortogo-


semos esperado una relación ligeramente ne- nalidad de los factores.
gativa. De todas formas, son correlaciones

Tabla 9: Correlación de Pearson entre los factores del CCM

FACTORES F1 F2 F3 F4
F1.Teoría pasivo-externa 1.000
F2. Teoría humanista 0.304 1.000
F3. Teoría relativista-situacionista 0.165 0.159 1.000
F4. Teoría activo-interna 0.280 0.368 0.255 1.000

Para finalizar con este punto descriptivo, riencia asumida, afrontada, hecha conciencia
señalaremos aquellas creencias sobre la ma- y asimilada, como factor de maduración psi-
durez específicas con mayor grado de acuerdo cológica. Coherentemente con esta visión más
y de rechazo, independientemente de la teoría "psicologizada" de los sujetos de nuestra
a la que pertenezcan. Hemos escogido arbitra- muestra, las creencias más rechazadas, perte-
riamente aquellas creencias por encima o por necientes todas a la teoría pasivo-externa, son
debajo de una media de acuerdo de 75 y de aquellas que entienden la madurez como sim-
25, respectivamente. Como se puede observar ple reflejo de determinado status profesional y
en la tabla 10 ,no son demasidas creencias las social hasta llegar a confundirse con él. El lo-
que suscitan acuerdo de modo unánime. Sin gro y éxito "ejecutivo" en la mediana edad en
embargo, todas ellas son representativas de la el ámbito profesional y familiar, por ejemplo,
teoría activo-interna y enfatizan el papel de la no sería en absoluto un signo de madurez psi-
experiencia frente a la edad pero de la expe- cológica para la mayoría de estos sujetos.

Tabla 10: Creencias sobre la madurez con mayores nivel de acuerdo y desacuerdo entre los sujetos de la muestra

Creencias sobre la madurez con las que el Creencias sobre la madurez con las que el grado
grado de acuerdo es mayor (Media > 75) de acuerdo es menor (Media < 25)
CM2: Para madurar son más importantes las CM5: La madurez sólo se puede alcanzar cuando se
experiencias vividas que la edad que uno tiene pasan los 40 años.
CM12: Hay acontecimientos en la vida que nos CM24: Uno sólo madura realmente cuando se casa y
hacen madurar más que otros. tiene hijos
CM27: Lo que nos hace más maduros no es la CM25: Las personas con más éxito profesional son
cantidad de experiencias que hayamos vivido las más maduras
sino el modo que las asumimos CM28: La madurez personal se relaciona en gran
medida con el nivel económico del individuo

c) Variables individuales diferenciado- los factores del CCM en función de la edad de


ras los sujetos y que la magnitud de estos efectos
principales resulta considerable, especialmen-
Los resultados de los ANOVAS dirigidos te para las teorías pasivo-externa, humanista y
a verificar la hipótesis referida a la existencia activo-interna. Puesto que la prueba F no in-
de diferencias significativas en el CCM en forma sobre la direccionalidad de estas dife-
función de la edad de los sujetos se muestran rencias, se procedió como en el resto de los
en la tabla 11 , junto con el contraste estadís- ANOVAS, a la realización del test de Tukey
tico entre medias. Se puede comprobar que en la comparación entre pares de medias. Las
aparecieron diferencias significativas en todos mayores diferencias en todas las teorías se

anales de psicología, 1996, 12(1)


54 J.J. Zacarés y E. Serra

producen en el grupo de adultez tardía en re- conductas interpersonales (Bar-Yam y Bar-


lación a los otros dos. Así, los sujetos con la Yam, 1987; White et al., 1987).
edad muestran una creciente tendencia a estar La tendencia con la edad es menos clara
de acuerdo con la teoría pasivo-externa, aun- en el caso de la teoría relativista- situacionis-
que este incremento sólo es significativamente ta, donde el grupo de mediana edad es el que
superior a partir de los 45 años. obtiene unas puntuaciones promedio signifi-
La vivencia con la edad de determinadas cativamente más bajas respecto del de mayo-
experiencias y sucesos vitales, algunos de res de 46 años. Aparentemente, sería explica-
ellos imprevisibles, puede incidir en el sujeto ble este hecho por la mayor gama de expe-
a la hora de considerar que en el desarrollo de riencias vividas que incrementaría el grado de
la madurez hay también un componente de relativismo y especificidad de las conductas
aceptación pasiva de las circunstancias. Los consideradas maduras. Sin embargo, no resul-
sujetos del grupo de adultez tardía además, ta del todo coherente con el dato anterior de
tienen mayores elementos reales de juicio en un mayor grado de acuerdo con la teoría
relación a los grupos más jóvenes para reali- humanista en el grupo de adultez tardía. Co-
zar comparaciones intra- e interindividuales mo ya vimos en el comentario de los resulta-
sobre creencias del tipo "La madurez solo se dos generales, las teorías asumidas sobre la
puede alcanzar cuando se pasan los 40 años". madurez no forman un sistema "puro" de
Aunque con la edad también sería factible el aceptaciones y rechazos sino que se relacio-
incremento en el desacuerdo escéptico con nan entre sí de manera más compleja. Dada la
proposiciones de esta teoría, lo que se observa diferencia de contenidos y el hecho de que en
es la tendencia opuesta. todas las teorías, los sujetos mayores de 45
años puntúan significativamente más alto que
También aparece una consistente tenden- el resto de grupos, habría que tener en cuenta
cia con la edad a mostrarse de acuerdo con las la posiblidad de que exista uan mayor tenden-
proposiciones pertenecientes a la teoría hu- cia a la aquiescencia al responder al cuestio-
manista, es decir, con aquellos enunciados nario en este grupo de edad. Esta singularidad
que asociaban la madurez con la realización vuelve a destacarse en la teoría activo-interna,
personal (más que con la felicidad) y que ex- donde los sujetos de más edad obtienen pun-
presaban su carácter holístico. Se trata en de- tuaciones significativamente superiores a las
finitiva de constatar que los adultos de nuestro de las otras dos categorías, que apenas si se
contexto, a medida que avanzan por esa etapa diferencian entre sí. Además del efecto de la
del ciclo vital, asumen una visión más positiva edad, podría encubrirse aquí un efecto gene-
de la madurez y le conceden un mayor estatus racional que enfatiza el papel del sufrimiento
explicativo tanto de los propios sentimientos per se y de las creencias religiosas en el pro-
eudaimónicos (Waterman, 1993) como de las ceso de maduración psicológica.

anales de psicología, 1996, 12(1)


Creencias sobre la madurez psicológica y desarrollo adulto 55

Tabla 11: Medias de las categorías de la variable "edad de los sujetos" en los factores del CCM y significación esta-
dística de su diferencia

Variable 1.Juventud 2.Mediana 3.Adultez F P Contrastes


adulta edad tardía significativos
T.Pasivo-externa 112.85 121.66 170.74 17.99 0.0001 1<3 (**)
2 <3 (**)
T.Humanista 402.73 442.81 475.53 15.14 0.0001 2 <3 (*)
1 < 2 (**)
1 <3 (**)
T.Relativista- 204.89 188.32 214.99 6.04 0.0026 2 < 3 (**)
situacionista
T.Activo-interna 365.02 364.57 419.35 19.75 0.0001 1 <3 (**)
2 <3 (**)
**: (p< 0.01) *:( p < 0.05) n.s.: (p>0.05)

Los resultados de los ANOVAS dirigidos teorías entre los dos grupos, indican mayor
a verificar la hipótesis referida a la existencia nivel de acuerdo en los varones con las pro-
de diferencias significativas en el CCM en posiciones de la teoría pasivo-externa mien-
función del sexo de los sujetos se muestran en tras que las mujeres lo estarían en mayor me-
la tabla 12, junto con el contraste estadístico dida con los enunciados de la teoría activo-
entre medias. Aparecieron diferencias signifi- interna. La significación estadística, no obs-
cativas según el sexo en dos de los factores tante, es de mayor magnitud en este último
del CCM, concretamente en las dos teorías caso, es decir, la teoría activo-interna es asu-
conceptualmente opuestas, la pasivo-externa y mida en mayor medida por las mujeres que la
la activo-interna. Las comparaciones en estas pasivo-externa por los varones.

Tabla 12: Medias de las categorías de la variable "sexo de los sujetos" en los factores del CCM y significación estadís-
tica de su diferencia

Variable Varones Mujeres F P N.S.F.


T.Pasivo-externa 144.16 126.01 4.57 0.03 V>M*
T.Humanista 433.02 447.69 1.83 0.17 n.s.
T.Relativista- 200.07 205.40 711 0.39 n.s.
situacionista
T.Activo-interna 372.01 393.96 7.19 0.007 V<M**
*:(p < 0.05) **: (p< 0.01) n.s.: (p>0.05)

Estos resultados siguen apuntando hacia dero proceso de maduración. Especialmente,


una diferenciacion según el sexo en cuanto a en lo referido a la teoría activo-interna, consi-
las creencias fundamentales sobre el desarro- deramos que el mantenimiento de estas creen-
llo humano y hasta cierto punto las diferencias cias influirá en los estilos de afrontamiento
detectadas vuelven a incidir en los estereoti- y/o mecanismos de defensa que uno y otro
pos sociales sobre diferencias de sexo: el va- sexo emplearán ante los sucesos vitales y evo-
rón concediendo más importancia a factores lutivos asociados a la vida adulta (Labouvie-
externos, relacionados con la esfera de lo pú- Vief et al., 1987; Lazarus y Folkman, 1986):
blico (relaciones en el trabajo, éxito profesio- más dirigidos hacia el problema o más hacia
nal, nivel económico, etc.) y la mujer preocu- la emoción, más o menos motivados por los
pada por el mundo más fenomenológico y compromisos fundamentales del sujeto, etc.
privado, del que para ella se deriva el verda- No hay que exgerar, sin embargo, las diferen-
anales de psicología, 1996, 12(1)
56 J.J. Zacarés y E. Serra

cias según el sexo, ya que como se puede en cuanto a la edad, es cuando surgen las dife-
constatar comparando las tablas 11 y 12, estas rencias. Así, los varones asumen en mayor
diferencias son de menor magnitud que aque- medida la teoría pasivo-externa que las muje-
llas a las que da origen la edad, ya que sólo res, pero sólo los mayores de 45 años en rela-
aparecieron diferencias en dos de las cuatro ción a las más jóvenes. Paralelamente, las mu-
teorías consideradas. Este hecho vuelve a in- jeres se identifican más con la teoría activo-
cidir en el carácter evolutivo del constructo de interna que los varones, pero sólo las mayores
madurez también desde la perspectiva lega. de 45 años en relación a los más jóvenes. Por
Finalmente, los resultados de los ANO- estos resultados se vuelve a confirmar la pre-
VAS entresujetos dirigidos a verificar la exis- ponderancia de la variable "edad" sobre la
tencia de una interacción estadísticamente variable "sexo" en la determinación de las
significativa entre el sexo y edad de los suje- creencias que se asumen sobre la madurez
tos en las puntuaciones en el CCM se mues- psicológica y en definitiva sobre el desarrollo
tran en la tabla 13, junto con el contraste esta- adulto.
dístico entre medias. Aunque no hay ningún
efecto claro de la interacción sexo x edad de
los sujetos, se producen algunas comparacio- 4. Conclusiones
nes significativas entre las categorías origina-
das dignas de comentario. Así, los varones Antes de resumir las principales conclu-
mayores de 45 años, son con mucho, los que siones del trabajo se hace preciso señalar una
se muestran de acuerdo en mayor medida con importante limitación del mismo. Hubiera re-
la teoría pasivo-externa en relación a las otros sultado muy adecuada una fase previa de es-
subgrupos. Sería este grupo, pues, el que mos- tudio normativo de las síntesis de "conoci-
traría una visión más "ejecutiva" de la madu- miento" (Rodrigo, 1993), es decir, de las
rez, ligada al éxito profesional y a la consoli- concepciones culturalmente relevantes sobre
dación de una determinada posición social. la madurez y el proceso de maduración, sean
Por otra parte, las mujeres jóvenes adultas o no asumidas por los sujetos. Gracias a este
son las que significativamente más en des- estudio previo hubiéramos podido identificar
cuerdo se muestran con las proposiciones de todas las teorías implícitas sobre la madurez
la teoría humanista y sostienen por ello la con mayor entidad representacional en el
concepción más escéptica y menos optimista hombre de la calle. Se hubiera podido tam-
sobre la madurez de todos los subgrupos de la bién asignar los distintos enunciados a cada
muestra. Finalmente, como era esperable, las teoría sobre la base de sus índices de tipici-
mujeres mayores de 45 años, son las que en dad y polaridad, para verificar luego psico-
mayor medida asumen la teoría activo-interna, métricamente en el cuestionario de creencias
mientras que en los otros dos grupos de edad, esta configuración de teorías (Correa y Ca-
apenas si difieren de los varones. macho, 1993). Este análisis normativo, en
No se observa, por tanto que haya una cla- definitiva, hubiera conducido a un cuestiona-
ra tendencia con la edad a aumentar las dife- rio de síntesis de creencias con mayor vali-
rencias entre sexos. Sí que se constata en dez interna. No obstante, dada la escasez de
cambio, que las diferencias se producen sobre estudios al respecto ha resultado enorme-
todo al comparar el grupo de adultez tardía mente interesante adentrarnos por primera
con el resto. En cada factor y para cada grupo vez en este dominio de conocimientos sobre
de edad, los varones y mujeres no difieren en- la realidad, prácticamente inexplorado.
tre sí de modo significativo. Sin embargo,
cuando la comparación entre sexos es cruzada

anales de psicología, 1996, 12(1)


Creencias sobre la madurez psicológica y desarrollo adulto 57

Tabla 13: Medias de las categorías de la interacción entre las variables "sexo de los sujetos" y "edad de los sujetos" en
los factores del CCM y significación estadística de su diferencia

Variables 1.Var- 2.Var- 3.Var- 4.Muj- 5.Muj- 6.Muj- F P Contrastes significa-


JA ME AT JA ME AT tivos
T.Pas-ext. 116.0 127.1 189.3 109.6 116.2 152.1 1.27 0.28 Muj JA < MujAT (*)
VarAT>Var JA(**)
VarAT>VarME (**)
VarAT>Muj JA (**)
VarAT> Muj M.E(**)
T.Hum. 410.1 423.4 465.4 395.2 462.2 485.5 2.11 0.12 VarME< MujAT(*)
VarJA < VarAT(*)
MujJA <VarAT (**)
MujJA <MujME(**)
MujJA <MujAT (**)
VarJA <MujAT(**)
T.Rel-sit- 203.3 184.6 212.1 206.3 192.0 217.8 0.4 0.96 Var.ME < MujAT (*)
T.Act.-int. 367.3 349.3 399.3 362.7 379.7 439.3 2.74 0.06 VarAT>Var.ME. (**)
MujAT>.VarJA (**)
MujA.T >VarM.E (**)
MujA.T> MujJA(**)
MujAT> Muj.ME (**)
*:(p < 0.05) **: (p< 0.01) n.s.: (p>0.05)

La imagen general que se desprende de camente polarización alguna. Estas tres teo-
los resultados respecto al contenido lego rías no se eligen con carácter exclusivo, si-
sobre la madurez es la de un amplio con- no que los sujetos comparten los enuncia-
senso entre los sujetos de nuestra muestra y dos pertenecientes a las tres, con un ligero
que podría extrapolarse a la población de predominio de los correspondientes a la
adultos universitarios de nuestro contexto. teoría relativista - situacionista.
En efecto, las concepciones subjetivas so- Además, al menos en el nivel de análisis
bre la madurez parecen responder a un en el que nos hemos movido, la estructura
mismo patrón de signficado cultural, am- del sistema de creencias sobre la madurez
pliamente compartido, si bien fue menor el no guarda demasiada coherencia con-
consenso para las teorías activo-interna y ceptual, ya que se asumen teorías su-
pasivo-externa. La teoría más rechazada fue puestamente contradictorias (por ejemplo,
la teoría pasivo-externa, con una alta pola- la humanista y la relativista-situacionista).
rización de los sujetos en ese rechazo. Los Se haría preciso realizar análisis más por-
adultos evaluados distinguen claramente la menorizados de grupos de adultos diferen-
madurez psicológica del status de "adulto" ciados según las teorías aceptadas y recha-
que conlleva el tener determinada edad y zadas para confirmar esta conclusión, de
desempeñar determinados roles. En ese sen- modo semejante al análisis efectuado por
tido, se trata de una muestra "psicologi- Triana (1991) con las teorías de los padres
zada", al no aceptar una visión simplista de sobre el desarrollo y educación de sus hijos.
madurez donde los factores internos son se- Igualmente resultaría conveniente explorar
cundarios en beneficio de factores de es- estas creencias en una muestra de adultos
tructuración social. Las otras tres (humanis- con mayor variabilidad en cuanto a su nivel
ta, relativista - situacionista y activo- educativo, situación laboral u otros indica-
interna), sin embargo, no muestran prácti- dores sociodemográficos, dado que sería
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esperable que el consenso detectado dismi- El grupo de adultez tardía (a partir de


nuyese considerablemente. los 46 años), en efecto, es el que muestra un
A medida que se avanza en edad se carácter más diferenciado, en relación a los
incrementa el acuerdo con la teoría pasivo- otros grupos de edad, respecto de las creen-
externa (sobre todo en los varones a partir cias sobre la madurez. Los diferentes gru-
de la mediana edad) pero también con la pos de edad sostienen distintas perspectivas
teoría activo-interna (tendencia más clara del ciclo vital. Mientras que los jóvenes
en las mujeres). Se incrementa igualmente adultos necesitan confiar en sus expectati-
con la edad, el acuerdo con la teoría huma- vas y estereotipos sobre el desarrollo adul-
nista (sobre todo en mujeres a partir de la to, los adultos mayores pueden elaborar su
mediana edad). Esto confirma la visión op- visión del curso vital a partir de abundantes
timista que poseen los adultos del proceso experiencias: experiencias de situaciones,
de maduración adulta y envejecimiento, en de interacciones e incremento de la propia
el que perciben más ganancias que pérdidas conciencia del yo (Kimmel, 1990) Este
(Heckhausen et al., 1989). Una ganancia hecho puede marcar muchas de las diferen-
sería precisamente el incremento en madu- cias encontradas. El grupo de mediana edad
rez personal. Además, este optimismo ge- presenta un perfil en nuestra muestra más
neralizado es mayor en el grupo de más difuso. Esta tendencia evolutiva se ve debi-
edad: este grupo mostró una tendencia a litada por una limitación inherente al tipo
juzgar los atributos negativos como menos de diseño muestral utilizado. Las diferen-
autodescriptivos y a considerar más contro- cias de edad transversales confunden siem-
lable su incremento con la edad (Heckhau- pre efectos de edad y de cohorte por lo que
sen y Baltes, 1991; Krueger y Heckhausen, no intentamos equiparar el cambio interin-
1993; Ryff, 1991). El sexo de los sujetos no dividual con el cambio intraindividual. Es
parece diferenciar excesivamente a los más, esperaríamos que una gran parte de la
adultos de la muestra en el grado de acuer- varianza en las creencias sobre la madurez
do que muestran con las proposiciones de fuese explicada por efectos generacionales,
cada teoría ni en los rasgos considerados dado el rápido cambio de imagen de sí
más característicos de la persona madura. mismo que el adulto está experimentando
La excepción más interesante lo constituye, en nuestros días (Lichtman, 1987; Smelser
por un lado, la preferencia superior de los y Erikson, 1984). Queda abierta a la futura
varones por la teoría pasivo-externa y de las investigación el papel que estas creencias
mujeres por la teoría activo-interna (dife- sobre la madurez psicológica y en definiti-
rencia agrandada en el grupo más edad), re- va, sobre el desarrollo adulto ,juega en la
flejando de nuevo diferencias en el proceso percepción y regulación de los adultos tanto
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