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09/03/2015 · aceptado: 07/04/2015}

DORIS SALCEDO: CREADORA DE MEMORIA*


DORIS SALCEDO: CRIADORA DE MEMÓRIA

DORIS SALCEDO: CREATOR OF MEMORY

recibido:
Gina Beltrán Valencia**

{original
Traducción del inglés: Santiago Restrepo***

El texto aborda el trabajo escultórico de la artista colombiana Doris Salcedo, desde su apuesta por los temas de
la violencia, la memoria y el trauma, en diálogo con la experiencia de la guerra en Samuel Beckett. A partir de
una breve reflexión sobre la relación entre lenguaje y experiencia traumática, se discute la manera en que Salcedo
explora los temas de la pérdida, el duelo y el recuerdo en sus obras Unland (1995-98) y Noviembre 6 y 7 (2002). A
modo de conclusión, se comenta la obra Shibboleth (2007) como un abismo de significado que abre un espacio crítico
y productivo de interpretación.
Palabras clave: Doris Salcedo, representación estética, violencia, duelo, memoria, Colombia.

O texto aborda o trabalho escultórico da artista colombiana Doris Salcedo, desde sua aposta pelos temas da violên-
cia, da memória e do trauma, em diálogo com a experiência da guerra em Samuel Beckett. A partir de uma breve
reflexão sobre a relação entre linguagem e experiência traumática, se discute a maneira em que Salcedo explora os
temas da perda, da dor e da lembranças em suas obras Unland (1995-98) e Noviembre 6 y 7 (2002). A modo de con-
clusão, comenta-se a obra Shibboleth (2007) como um abismo de significado que abre um espaço crítico e produtivo
de interpretação.
Palavras-chave: Doris Salcedo, representação estética, violência, dor, memória, Colômbia.

This text addresses the sculpture work of Colombian artist Doris Salcedo from her take on the topics of violence, mem-
ory and trauma and in dialogue with Samuel Beckett´s war experience. From a short reflection on the relation between
language and traumatic experience, the text discusses the ways in which Salcedo explores the topics of loss, mourning
and recollection in her works Unland (1995-98) and Noviembre 6 y 7 (2002). In the conclusions, the text comments on
the work Shibboleth (2007) as an abyss of meaning that opens up a critical and productive space of interpretation.
nomadas@ucentral.edu.co · Págs. 185~193

Keywords: Doris Salcedo, aesthetic representation, violence, mourning, memory, Colombia.

* Las reflexiones del presente artículo fueron escritas a modo de charla para el ciclo anual de conferencias organizado por el Centro
de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Toronto (2013-2014). Hacen parte de un proyecto de investigación que explora la
representación estética de la violencia en el arte y en la literatura colombiana.
** Magíster en Literatura Comparada y Doctora en Literatura Latinoamericana. Escritora e investigadora. Actualmen-
te trabaja como investigadora visitante en el Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Toronto (Canadá).
E-mail: beltranv.g@gmail.com
*** Antropólogo con estudios de Filosofía y de Maestría en Economía. E-mail: srestre@gmail.com

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a representación de la vio- “Sí, vamos”. La acotación final dice: naria de este detalle. Los silencios
lencia es un tema que “No se mueven”. La inacción de los prolongados de los personajes llenan
siempre me ha fascinado. personajes derrota a la acción, la el escenario con un vacío incómodo
Comencé a investigarlo en las pa- cual es justamente la característica que señala los límites del lenguaje
labras y el lenguaje, el medio que fundamental del género teatral. Los en la obra. Este vacío es sintomá-
mejor conozco, pero pronto me di personajes no tienen intención, nin- tico del colapso del lenguaje como
cuenta de que hay cierto impulso gún propósito los anima. Esto quiere orden estructurador que moldea la
destructivo en la violencia que reve- decir que la acción dramática de la experiencia y la interpreta: Vladimir
la los límites del lenguaje. Es decir, obra es esencialmente una inac- y Estragon están esperando a Godot,
hay cierto impulso destructivo que ción dramática donde nada sucede pero no saben quién es Godot, por
evidencia la ineficacia de las estruc- y donde, fundamentalmente, nada qué lo esperan o si vendrá. Además,
turas lingüísticas mediante las cuales cambia desde las primeras hasta las constantemente olvidan que están
organizamos el mundo. En términos últimas líneas. Muchos críticos han esperando a Godot. Vladimir y Es-
más sencillos, pronto me di cuenta hablado de la estructura cíclica de tragon no pueden darle sentido a sus
de lo más evidente: la experiencia la obra, pero yo prefiero pensar que acciones y el silencio se convierte
violenta sobrepasa el lenguaje. El Esperando a Godot es una obra sus- en la señal de esta crisis ontológica.
escritor alemán Winfried Georg Se- pendida en el tiempo. En esta vía, la obra apunta continua-
bald, preocupado por los temas de la mente a un abismo de significado;
memoria y el trauma en relación con Me parece que existe casi una se desplaza hacia un vacío semánti-
el Holocausto, plantea una pregunta atemporalidad, una falta de desa- co en el cual la discrepancia entre
muy importante: ¿cómo formar un rrollo temporal determinada por la la palabra y la acción es a la vez có-
lenguaje en el que las experiencias inacción de los personajes. Esto se mica y trágica, como cuando alguien
terribles, las experiencias capaces ve reforzado por el fracaso del len- dice que se va a mover y no lo hace.
de paralizar el poder de la articula- guaje, y con ello nos acercamos al Nos reímos del comportamiento in-
ción, puedan expresarse a través del punto de interés de este artículo. coherente de los personajes, pero
arte?1. Esta pregunta es fundamental En la obra de Beckett, el lengua- la desconexión entre el lenguaje y la
en la obra de Doris Salcedo y el tema je ha perdido su función principal: realidad, las palabras y la experien-
central que me dispongo a discutir. su rol comunicativo. Los persona- cia, en última instancia, describe
jes intercambian palabras pero sin un mundo trágico que resuena con
Para comenzar, si me lo permi- elaborar significados, sin desarrollar el mundo de la posguerra en el que
ten, quisiera hacer una pequeña una conversación o una compren- Beckett escribía.
digresión para esclarecer un poco sión temporal de la experiencia. Con
más esta pregunta sobre la repre- frecuencia se repiten, se contradicen Martin Esslin, en su célebre libro
sentación de la violencia antes de y olvidan sus pensamientos o afirma- El teatro del absurdo, postula la obra
enfocarme en la obra de Salcedo. ciones recientes. El lenguaje deja de de Beckett como la principal repre-
Comenzaré con un breve comenta- organizar las acciones en el tiempo y sentante de este tipo de teatro. Para
rio sobre el teatro vanguardista de deja de ser una estructura coheren- Esslin: “El teatro del absurdo es so-
Samuel Beckett. En su dramatur- te que le da sentido a la experiencia; bre todo una nueva forma de teatro
gia, Beckett confronta y desarticula por el contrario, se convierte en algo que dice algunas cosas muy impor-
algunas de las convenciones más im- similar al ruido, algo excesivo e in- tantes sobre nuestra época” (2004:
portantes del teatro de Occidente y, necesario. A medida que el lenguaje 184). Estas “cosas muy importantes”
de cierta manera, del pensamiento se desconecta de la acción, práctica- se relacionan íntimamente con la
occidental. Después de volver de mente se convierte en un accesorio guerra, la violencia y la destrucción.
la Segunda Guerra Mundial, Bec- de la experiencia y el silencio ad- La irrupción del silencio y el fracaso
kett decidió dedicarse a la literatura quiere una importancia primordial. del lenguaje en la obra de Beckett
y en 1953 escribió su famosa obra se relacionan con la Europa de la
Esperando a Godot (1955). En las lí- Esperando a Godot es una obra posguerra como un mundo desarti-
neas finales de esta pieza, Vladimir plagada de silencio; dada la cen- culado donde todas las estructuras
le pregunta a Estragon: “¿Entonces? tralidad del diálogo en el teatro, se sociales, políticas e ideológicas ha-
¿Vamos?” y Estragon le responde: entiende la importancia revolucio- bían sido sacudidas y desgarradas.

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gina beltrán valencia | doris salcedo: creadora de memoria

Doris Salcedo | Fuente: Cortometraje Doris Salcedo’s public works, Museo de Arte Contemporáneo de Chicago, 2015
Tomado de: <https://www.youtube.com/watch?v=xdt2vZ9YpwE>

Además, categorías conceptuales y realizó la siguiente afirmación cé- y el trauma a través de su carre-
sociológicas como tiempo, lenguaje, lebre: “Escribir poesía después de ra. Salcedo estudió Bellas Artes en
acción y razón también habían sufri- Auschwitz es un acto de barbarie” la Universidad Jorge Tadeo Loza-
do cambios radicales y habían tenido (1967: 34). Sus palabras indican que no y en 1984 cursó una Maestría
que encontrar nuevos significados el terror sin precedentes de la gue- en Bellas Artes en la Universidad
para reconectarse con ese mundo rra y el genocidio marcaron un nivel de Nueva York. Tras su regreso a
profundamente afectado y averiado. de deshumanización en el cual la Colombia, dirigió la Escuela de Ar-
práctica estética de la poesía ya no tes Plásticas del Instituto de Bellas
Pero uno de los desafíos más gran- era ética o incluso posible. De ma- Artes de Cali y enseñó en la Univer-
des le correspondió al arte que de nera similar, en el mundo dramático sidad Nacional. Su obra comenzó a
repente se vio confrontado ante de Beckett el lenguaje entra en cri- ser reconocida internacionalmente
preguntas urgentes y profundas. sis y llega a un punto estático en el a partir de 1993, año en que reci-
Por ejemplo, ¿qué formas artísti- que ya no puede narrar o describir bió una beca de la Fundación Penny
cas pueden retratar o expresar una el contexto violento del que emerge. McCall. Dos años más tarde, recibió
destrucción sin precedentes? ¿Qué Es precisamente esta incapacidad una beca de la Fundación Guggen-
lenguaje puede desarrollarse para para narrar la experiencia traumá- heim y desde entonces su carrera
decir lo indecible y honrar y hacer tica, este quiebre entre lenguaje y ha seguido creciendo en volumen
justicia a un dolor inimaginable? violencia, el punto de partida desde y reconocimiento; sus esculturas e
¿En qué términos resulta ético re- el cual quisiera acercarme a la obra instalaciones han sido expuestas en
presentar la violencia o, incluso, de Doris Salcedo. algunos de los museos más impor-
cómo puede representarse sin repe- tantes del mundo, entre los cuales
tir o perpetuar la violencia misma? Doris Salcedo (1958), escultora y se encuentran el Museo de Arte
Theodor Adorno tenía presentes to- artista colombiana, ha explorado los Moderno de Nueva York, el Museo
das estas preguntas cuando en 1951 temas de la violencia, la memoria Tate Modern de Londres, el Centro

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Pompidou de París y el Museo Na- jo de campo en el que se sumerge manto de su instalación. Dentro de
cional Centro de Arte Reina Sofía en vivencialmente en la experiencia su proceso creativo, Salcedo inten-
Madrid. Su larga trayectoria artísti- de pérdida y violencia de las víc- ta mantenerse en el espacio físico y
ca además cuenta con prestigiosos timas. La artista habla, observa y a psicológico de las víctimas; tiende a
premios nacionales e internacionales veces convive con personas que han elaborar sus instalaciones a partir de
entre los cuales se destacan el Pre- perdido a sus seres queridos en el objectos y materiales muy básicos
mio Velázquez de Artes Plásticas y el conflicto armado, identificando los —el cemento, la madera, muebles
Premio de Arte de Hiroshima. Como efectos más sutiles y brutales de la viejos, ropa, zapatos y pelo, entre
agregado a su importancia en el pa- violencia y sus repercusiones en otros— que son los mismos de los
norama artístico mundial, el Museo la vida cotidiana. Una anécdota que que dispondrían los familiares de las
de Arte Contemporáneo de Chicago Salcedo recuenta es la de una mujer víctimas. De esta manera, inicia una
(2015) realizó este año entre los me- que tras años de la desaparición de labor de duelo que en su rigor, labo-
ses de febrero y mayo una exposición su esposo, sigue sirviéndole el pla- riosidad y especificidad material no
retrospetiva de su carrera, exponien- to de comida cada vez a la hora de se distancia de la situación de violen-
do sus obras más representativas. comer. El dolor, e incluso el horror cia concreta de la que emerge.
que encierra tal anécdota es uno de
Sin embargo, muy a pesar de su los elementos que utiliza Salcedo Ahora bien, aunque el trabajo de
visibilidad y reconocimiento interna- en su arduo proceso creativo. Este Salcedo suele partir de un testimonio
cional, las esculturas e instalaciones proceso constituye un minucioso y o de una experiencia de violencia,
de Salcedo suelen surgir de una pro- laborioso trabajo de ínfimos detalles, el resultado es con frecuencia una
funda reflexión e interacción con el como el llevado a cabo en A flor de pieza no sentimental que gene-
contexto colombiano. Salcedo tar- piel (2014), en el cual la artista se da ra un desafío conceptual. Un buen
da varios años en completar cada a la tarea de coser quirúrgicamente, ejemplo es la instalación Unland2.
una de sus obras, tiempo durante uno a uno, el incontable número de Elaborada entre 1995 y 1998, esta
el cual hace un extenuante traba- pétalos de rosa que crean el amplio obra es una exploración de los tes-
timonios de los niños del norte del
país que presenciaron el asesina-
to de sus padres. La instalación está
compuesta por un conjunto de tres
mesas de madera que a primera vista
no llaman la atención, pero a medida
que el espectador contempla la obra,
resulta evidente la violencia inscrita
en éstas. Cada mesa se compone de
dos viejas mesillas de madera cor-
tadas relativamente por la mitad y
pegadas unas con otras; las mesas re-
sultantes tienen colores, texturas y
alturas distintas, y, por tanto, no tie-
nen nada de armonioso. A medida
que el espectador le presta atención
a los detalles, se da cuenta de que
una textura extraña cubre las mesas y
descubre que hay miles de pequeños
huecos perforados en la superficie a
través de los cuales se entretejen pe-
los humanos con hilos de seda. Estas
Unland, madera, acero, seda, pelo, tela e hilo, 1995-1998 | Instalación: Site Santa Fe, 1998
puntadas que cubren la mayor par-
White Cube, Londres | foto: herbert lotz | Tomado de: <http://www.art21.org/images/doris- te de las mesas no son homogéneas
salcedo/installation-view-of-unland-at-site-santa-fe-1998> y difieren en densidad y color. Las

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puntadas son especialmente den- transformado en un signo de la desa- absoluta de la experiencia comuni-
sas en la mitad, donde las partes de parición de los seres queridos. Sobre cativa es una de las muchas caras del
las mesas pegadas se encuentran, el tema de la desaparición, es impor- trauma, y la obra de Salcedo la cap-
como sugiriendo que estas fibras las tante comentar el uso que Salcedo tura de forma brillante. Sus obras se
mantienen unidas. En este caso, las hace del pelo humano como elemen- distancian del testimonio del testigo;
puntadas se parecen a la gaza médica to poderoso que denota, a la vez, la no ofrecen una narración del acto
como un tejido delgado que tiene el presencia y la ausencia de seres hu- violento, sino, más bien, como ella
propósito de ayudar a curar, pero su manos. El pelo es la huella más real misma lo afirma, nos muestran “la
color y densidad desiguales también de esta obra. Funciona como sinéc- textura de la violencia”3.
sugieren una cicatriz. La curación y doque del cuerpo vivo, señalando la
la cicatrización son elementos im- presencia humana, pero, al mismo En una entrevista reciente, parte
portantes a los que Salcedo regresa tiempo, haciendo énfasis en aquello de una serie sobre “Arte, violencia
constantemente en muchas de sus que falta: el resto del cuerpo, es de- y memoria”, Salcedo (2013) plan-
otras obras para seguir explorando, cir, la corporalidad de la víctima. Aún tea que una de las funciones del
casi de forma obsesiva, los temas de más importante, el pelo se convierte arte es producir imágenes podero-
la memoria y el duelo. en la única señal de supervivencia, el sas y significativas que contrarresten
único elemento que ha trascendido la excesiva cantidad de imágenes
Desde un punto de vista represen- el acto violento, y que, sin embargo, crudas y brutales que el conflicto
tacional, Unland dista mucho del es un objeto frágil y casi invisible que y la violencia producen, y que cir-
testimonio de los huérfanos, pero permanece callado y es incapaz de culan con frecuencia en los medios
conceptualmente se acerca mucho narrar lo sucedido. de comunicación. Salcedo habla
a su trauma y sufrimiento. Es una específicamente del conflicto co-
instalación que lleva el peso de la Salcedo no nos proporciona un re- lombiano y menciona imágenes de
ausencia y la pérdida. Las mesas hí- cuento detallado de la violencia. Su masacres y desmembramientos. Las
bridas portan la huella de sus mitades obra no es de ningún modo una na- palabras de Salcedo apuntan hacia
cortadas y su naturaleza distorsiona- rración o descripción de la violencia, la dirección correcta en el momento
da las hace inadecuadas como mesas lo que nos proporciona es una venta- de considerar su arte como crea-
funcionales; son útiles que han na hacia lo inimaginable, una simple dor de imágenes significativas y en
dejado de desempeñarse como mo- mirada que es casi una provocación. oposición a las crudas imágenes de
biliario mundano y que, más bien, Su obra pide una respuesta afectiva, violencia que saturan el imaginario
se han convertido en objetos muy sin ofrecer una interpretación o un nacional. Una obra importante que
sugestivos dentro de un espacio pú- significado fijos, y, en cambio, nos destaca tal creación significativa de
blico que reconfigura su significado. empuja a sentir que algo se ha daña- memoria es Noviembre 6 y 7.
Lo mismo ocurre con una cuna su- do para siempre y que ha quedado
jetada a una de las mesas. La cuna una cicatriz imborrable. El efecto es A las 11:35 a. m. del 6 de noviem-
está volteada, hundida con violencia doble: por una parte, Salcedo abre bre del 2002, una silla apareció en
en la superficie de madera de la mesa su obra a la inmensidad de una in- la fachada del Palacio de Justicia de
y cosida con las puntadas de pelo hu- terpretación que va más allá de la Colombia. Exactamente en la mis-
mano y seda. Se ha convertido en un especificidad colombiana y, por otra, ma fecha y a la misma hora, 17 años
objeto desolado y extraño que ya no enfatiza la incapacidad para dar antes, la primera víctima de la toma
puede cumplir su función de cuidado cuenta con exactitud de la experien- del Palacio de Justicia fue asesina-
y ternura, sino que señala la ausencia cia de la violencia. Esto nos acerca a da. Miembros del grupo guerrillero
de un niño y de la vida allí conteni- nuestra reflexión sobre la violencia y M-19 atacaron el edificio y tomaron
da. El uso de los objetos domésticos el lenguaje. Walter Benjamin se pre- como rehenes a muchos funcio-
alude a la noción de hogar como es- guntó con agudeza: “¿Acaso no se narios de la Corte Suprema. Los
pacio de violencia política. Unland notaba que al final de la guerra los militares reaccionaron con una
sugiere que el espacio doméstico hombres volvían del campo de bata- ataque violento que extendió la
está perturbado y desfigurado por la lla más silenciosos, no más ricos, sino confrontación hasta el día siguien-
guerra hasta el punto de convertirse más pobres en su experiencia comu- te, el 7 de noviembre. La cifra de
en un lugar inhabitable porque se ha nicativa?” (1969a: 83). Esta pobreza muertos ascendería a casi 100. La

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instalación de Salcedo, que algunos


críticos prefieren considerar como
performance, duró exactamente lo
mismo que la toma: 53 horas. Du-
rante ese lapso, las sillas siguieron
deslizándose por la fachada del edi-
ficio hasta que su número igualó el
de las víctimas. Cabe destacar 2 ele-
mentos fundamentales de la obra:
primero, el uso del espacio público
para conmemorar el acto violento
y, segundo, la importancia de la re-
petición temporal del acto dentro
de ese mismo espacio público. Co-
mencemos por el primero.

Salcedo utiliza sillas, otro objeto


mobiliario mundano, para represen-
tar las vidas perdidas en el ataque.
Este objeto, que pertenece a los
espacios interiores, se exhibe en el
exterior como si invirtiera el espa-
cio: el interior se lleva al exterior y
a través de éste se exponen conno-
taciones de privacidad e intimidad.
Pero esta intimidad se refiere no so-
lamente a la especificidad del evento Noviembre 6 y 7, 280 sillas de madera suspendidas con cuerdas | Palacio de Justicia, Bogotá, 7 de
noviembre de 2002 | Fuente: Museo de Arte Contemporáneo de Chicago | foto: sergio clavijo
de puertas para adentro, sino tam-
Tomado de: <http://www3.mcachicago.org/2015/salcedo/works/noviembre_6_y_7/>
bién al espacio privado que ocupa
dentro de la conciencia nacional.
Aunque la toma es un evento impor- ficio de forma que el nuevo Palacio las sillas se retiraron y solamente
tante en la historia de Colombia, es de Justicia no muestra ningún rastro quedó el registro fotográfico. Em-
uno de los muchos incidentes de la de la masacre. Dicho de forma simple, manuel Lévinas argumentó que
Violencia, ese término vago y gene- no existen ruinas físicas o registros “el arte congela el tiempo, abor-
ral que cubre más de medio siglo de históricos primarios del evento. Por da un entretiempo, una duración
una guerra sin nombre. Me atrevo ello, la instalación de Salcedo es una en el intervalo, en esa esfera que
a afirmar que en Colombia la gen- acción valiente y valiosa que resal- un ser puede atravesar, pero don-
te experimenta una relación casi ta lo que ha sido estratégicamente de su sombra se puede desplazar”
íntima con la violencia, porque aun- borrado. Salcedo lleva la memoria (citado en Bal, 2010: 221). La ins-
que muchos eventos se presentan de la violencia afuera, a las calles, a talación de Salcedo es un intervalo,
y discuten en los medios de comu- la vista de todos: deliberadamente una instancia perfectamente de-
nicación, históricamente ha habido llena el espacio público de significa- limitada que es a la vez duradera
una resistencia muy fuerte, particu- do político. y efímera. Duró lo mismo que el
larmente por parte del Gobierno, a ataque, abarcó el mismo tiempo
crear y desarrollar una conciencia y Pero, ¿exactamente qué tipo de que duraron los asesinatos, y, sin
una cultura de la memoria. La toma remembranza realiza la instalación? embargo, fue efímera como la vio-
del Palacio de Justicia es un ejemplo Esta pregunta nos lleva a consi- lencia del evento. Esta ambigüedad
de ello. Después del evento, el Ejér- derar la temporalidad de la obra. refleja la naturaleza de la violencia y
cito destruyó todos los archivos y el Noviembre 6 y 7 sólo duró 53 horas; la dificultad inherente de construir
Estado procedió a restaurar el edi- después de ese lapso de tiempo, memoria. Como hemos visto, la

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violencia es una fuerza devastadora sus propias preocupaciones amenaza en el Antiguo Testamento donde la
que puede afectar profundamente con desaparecer irremediablemen- pronunciación de esta palabra se
el lenguaje, la razón y cualquiera de te” (1969b: 255). La instalación de usaba para identificar a quienes no
las herramientas cognitivas median- Salcedo es una de esas imágenes, pertenecían a un grupo étnico par-
te las cuales podemos entenderla y pues proviene del pasado y se hace ticular y por ello eran masacrados.
digerirla. Por ello, la violencia siem- relevante para que no sea olvidada, En términos generales, shibboleth
pre amenaza con borrar su propia mas es una imagen pasajera que no se refiere a una palabra, sonido o
huella. Sin embargo, la violencia permanece en el presente. La con- frase que se utiliza como test para
también es un fenómeno poderoso dición temporal de la instalación nos reconocer a los forasteros o a las
que tiene el potencial de causar un recuerda que la memoria no es una personas ajenas a un grupo es-
daño irreparable. Noviembre 6 y 7 actividad pasiva, sino un esfuerzo ac- pecífico. La obra de Salcedo nos
constituye un intervalo de tiempo tivo y consciente que debe realizarse recuerda la discriminación, la se-
que es a la vez permanente y fugaz en el presente. La memoria ocurre gregación y la inmigración en el
porque se desarrolla en un tiempo en el tiempo y, aunque Salcedo trae mundo actual. Salcedo describe su
presente que repite el pasado. El al presente la imagen de la toma y propia obra mediante el concepto
espectador no presencia el evento la convierte en una preocupación de racismo:
violento, sino la sombra del even- actual, en última instancia sólo es
to, que le produce una sensación momentánea: el edificio recupera Shibboleth es un espacio negati-
de frustración sobre lo que ya ocu- pronto su fachada limpia sin conno- vo: se refiere al hueco-total4 en la
rrió. Mieke Bal, uno de los críticos taciones de violencia y la imagen de historia que señala la diferencia
más prominentes de Salcedo, llama nuevo se pierde irremediablemente. sin fondo que separa a los blancos
a esto la experiencia de la demora, Noviembre 6 y 7 es una instalación de los no blancos. El hueco-total
pues la experiencia sugiere que uno muy consciente de sí misma que en la historia al que me refiero es
ha llegado tarde, que uno no estu- reconoce sus propios límites y los lí- la historia del racismo, que trans-
vo allí para presenciar o prevenir mites de la memoria en el espacio y curre paralelamente a la historia
la violencia. Después de 53 horas, el tiempo. Además, reconoce la inca- de la modernidad, y a su lado os-
la matanza ha terminado, de nue- pacidad del arte para reparar el daño curo no narrado (2007b: 64).
vo, la instalación ha finalizado, y no producido por la violencia. Pero
se puede hacer nada. El espectador incluso así, incluso durante un mo- Algunos críticos han comen-
queda con un sentido profundo de mento fugaz, Salcedo logra realizar tado que esta obra desafía “la
inevitabilidad y repetición que alu- una breve instancia de duelo colecti- comprensión predominantemente
de a una noción de daño y dolor vo a través de la cual conmemora las Occidente-céntrica de la moderni-
permanentes. víctimas y las vidas perdidas. Salcedo dad” (Todolí, 2007: 7). Aunque aquí
logra mostrar públicamente, en las no me alcanza el espacio para dis-
Debido a su configuración tem- calles y a la vista de todos, un gesto cutir esta afirmación, creo, por el
poral, Noviembre 6 y 7 es una que dignifica y confiere significado momento, que basta con imaginar-
conmemoración que contrasta con a lo que se ha perdido y se perde- nos esta obra en su nivel más básico:
los monumentos oficiales. Los mo- rá para siempre, especialmente en una artista colombiana rompiendo
numentos, con frecuencia fabricados el silencio de la historia colombiana. el suelo y las bases mismas del Mu-
en piedra, intentan fijar el tiempo seo Tate Modern, el cual es un signo
y crear una memoria permanente Quisiera terminar con un breve institucional del arte en Occidente.
de lo perdido. En cambio, Salcedo comentario sobre una última insta- Es evidente que esta obra contiene
ofrece una instancia de contempla- lación muy poderosa. En el 2007, algo esencialmente intrusivo, vio-
ción, un intervalo, cierta duración el Museo Tate Modern de Londres lento y perturbador.
de tiempo que no puede crear una le encargó a Salcedo una obra para
memoria fija y permanente sino un el Salón de las Turbinas y el resul- Me interesa especialmente la per-
simple momento fugaz de remem- tado fue la instalación Shibboleth, turbación del espacio que, como
branza. Benjamin afirma que: “Cada una grieta de 167 metros que corta hemos visto, es un motivo en las ins-
imagen del pasado que no es reco- a lo largo todo el Salón de las Tur- talaciones de Salcedo. Shibboleth
nocida por el presente como una de binas. El título alude a una historia pone en escena cierta estética de

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ruptura que enfatiza la noción de un vació aún más el espacio llenándolo y ahora me atrevo a decir que Shib-
espacio negativo5. En el núcleo de de significado. Un significado que boleth representa este abismo. La
esta obra se encuentra la negativi- evoca la ausencia y la pérdida, ya sea grieta en el Salón de las Turbinas no
dad, si se considera que Salcedo en que uno considere la grieta como nos cuenta la violencia que la causó,
vez de llenar el Salón de las Turbinas una larga cicatriz transversal, como ni produce una narración sobre el
con su trabajo, hizo todo lo contrario: evidencia de un terremoto o demoli- dolor, el sufrimiento o el daño. Per-
ción, o como un efecto de cualquier manece en silencio, mostrándonos
otro fenómeno poderoso y violento simplemente los poderosos efec-
que ha dejado su marca. Shibboleth tos de la violencia que destruyen el
es la inscripción de un espacio ne- lenguaje, la acción, la subjetividad y
gativo abierto a la interpretación. Es la capacidad de comunicar todo lo
el espacio de los objetos domésticos que se ha dañado y perdido.
abandonados que ya no pueden rea-
lizar su función práctica, el espacio Pero para concluir quisiera termi-
de los hogares que se han converti- nar en una nota positiva. Considero
do en lugares de violencia política y que la estética perturbadora de Sal-
el espacio de la ausencia humana, de cedo (Shibboleth, en particular)
la pérdida de los seres queridos. Es constituye un espacio generador de
el espacio de la violencia política si- pensamiento crítico. Más allá del
lenciada, el espacio de las masacres hogar como lugar destrozado por
y las fachadas restauradas, el espa- la guerra y la imagen fugaz del re-
cio de las imágenes irrecuperables y cuerdo colectivo, el arte de Salcedo
de los límites de la memoria y la re- genera un intervalo invaluable de
membranza. contemplación. Congela el tiempo,
por un momento, abriendo canales
Pero Shibboleth sobrepasa el para una conexión afectiva visible
contexto colombiano y también se y accesible para todos. Esta ins-
posiciona como espacio para los tancia de contemplación dignifica
desposeídos y para todos aquellos y rememora a incontables víctimas
excluidos de los sistemas de poder. y, al mismo tiempo, constituye un
Shibboleth revela el componente punto de partida para pensar la
oculto de catástrofe que transcu- violencia, el trauma y la memoria.
rre paralelo a la modernidad y sus Su obra permite contemplar una
valores de desarrollo, progreso y gran cantidad de sufrimiento que
guerra. Creo que al respecto, pode- ha permanecido invisible, silencia-
Shibboleth, concreto y acero, 2007, 167 m mos regresar a Beckett y su mundo do e innombrado, y constituye una
Instalación: Turbine Hall, Tate Modern, Londres, 2007 de la posguerra. Argumenté que en invitación a reflexionar sobre la vio-
Fuente: Museo de Arte Contemporáneo de Chicago
Beckett el lenguaje se mueve hacia lencia sin sentimentalismo y con
foto: sergio clavijo
Tomado de: <http://www3.mcachicago.org/2015/salcedo/ un abismo de significación donde mucha humanidad. Espero que to-
works/shibboleth/> ya no puede expresar o comunicar, dos podamos aceptar esa invitación.

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gina beltrán valencia | doris salcedo: creadora de memoria

NOTAS

1 Salcedo plantea esta pregunta de do, catálogo preparado por el Museo 4 En el original en inglés: w(hole),
Winfried Georg Sebald como la cues- de Arte Contemporáneo de Chicago juego de palabras entre whole, todo,
tión central a partir de la cual desarro- en el 2015 para la exposición retros- total, y hole, hueco. (N. del T).
lla su instalación Neither, exhibida en la pectiva de su obra. 5 La noción de estética de ruptura
galería White Cube de Londres en el 3 Salcedo usa la expresión en una la tomo de Mieke Bal, quien en su ar-
2004 (Salcedo, 2007a).
entrevista llevada a cabo como parte tículo “Earth Aches: the Aesthetics of
2 Una excelente fuente para ver fo- de la serie “Arte, violencia y memoria”, the Cut” (2007: 42-63) hace una muy
tos y documentación de Unland, y de realizada por Razón Pública en marzo acertada lectura de varias instalaciones
todas las obras a las que me referiré en del 2013. de Salcedo, entre éstas Shibboleth.
este artículo, es el libro Doris Salce-

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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