Está en la página 1de 5

Procrastinación

En ocasiones, las pilas de papel amontonadas pueden ser un signo de procrastinación, por decisiones
inconclusas.1

La procrastinación (del latín procrastinare: pro, adelante, y crastinus, referente al


futuro)2, postergación o posposición es la acción o hábito de retrasar
actividades o situaciones que deben atenderse, sustituyéndolas por otras
situaciones más irrelevantes o agradables por miedo a afrontarlas.
Trata de un trastorno volitivo del comportamiento que tiene su raíz en la
asociación de la acción por realizar con el cambio, el dolor o la incomodidad
(estrés). Este puede ser psicológico (en la forma de ansiedad o frustración), físico
(como el que se experimenta durante actos que requieren trabajo fuerte o ejercicio
vigoroso) o intelectual. El término se aplica comúnmente al sentido de ansiedad
generado ante una tarea pendiente sin tener una fuerza de voluntad para
concluirla. El acto que se pospone puede ser percibido como abrumador,
desafiante, inquietante, peligroso, difícil, tedioso o aburrido, es decir, estresante,
por lo cual se autojustifica posponerlo a un futuro sine die idealizado, en que lo
importante es supeditado a lo urgente.
Los individuos de la sociedad actual, se caracterizan por desarrollar varias
actividades a la vez, lo cual puede ser contradictorio para no llevar a cabo
exitosamente ninguna actividad, pretender resolver actividades del hogar, escuela,
trabajo y cuestiones sociales, sin considerar que dichas acciones requieren de
esfuerzo, tiempo y dedicación para su elaboración, por lo que la complejidad de
dichas actividades incrementa, y por consiguiente su resolución se posterga sin
obtener resultados favorables para ninguna.
Es reconocido como un síntoma de algún trastorno psicológico,
como depresión o TDAH (trastorno por déficit de atención con hiperactividad).
Un artículo de New York Times reveló que la procrastinación es producto del
manejo de las emociones y no de la holgazanería 3 o “flojera”.4
El uso actual del verbo procrastinar se debe a la influencia del inglés,5 con el
mismo significado también existe trasmañanar.6

Índice

 1Características
o 1.1Bases psicológicas y de personalidad
 2Tipos de procrastinación
 3Véase también
 4Referencias
 5Bibliografía
 6Enlaces externos
Características
La procrastinación como síndrome que evade el responsabilizarse posponiendo
tareas puede llevar al individuo a refugiarse en actividades ajenas a su cometido.
La costumbre de posponer, si bien no se ha demostrado cabalmente, puede
generar dependencia de diversos elementos externos, tales como navegar en
Internet, leer libros, salir de compras, comer demasiado o dejarse absorber en
exceso por la rutina laboral, entre otras, como pretexto para eludir alguna
responsabilidad, acción o decisión.
Este problema de salud no necesariamente está ligado a la depresión o a la
baja autoestima. El perfeccionismo extremo o el miedo al fracaso también son
factores para posponer (por ejemplo: al no atender una llamada o una cita donde
se espera llegar a una decisión).
Existen dos tipos de individuos que ejecutan esta acción:

 Procrastinadores eventuales, cuya actitud evasiva no se repite


habitualmente.
 Procrastinadores crónicos, cuya conducta evasiva es constante y repetida
en el tiempo.
Los segundos son los que comúnmente denotan trastornos en los
comportamientos antes mencionados. Algunos autores [¿quién?] afirman que existen
en la actualidad conductas adictivas que contribuyen a este trastorno de evasión,
se refieren, por ejemplo, a adicciones como:

 La televisión.
 La computadora u ordenador, y más concretamente a Internet.
 El teléfono móvil.
 Principalmente el uso de redes sociales.
Otros autores [¿quién?] afirman que tales adicciones no existen; no obstante, pese a
que ya hay propuestas de tratamiento para este tipo de problemas conductuales
(terapia cognitivo-conductual sobre todo), se trata de un tema muy nuevo, en el
que aún hace falta realizar mucho trabajo de investigación.
Por otra parte, el llamado "síndrome del estudiante" (el hecho de que muchos
estudiantes pospongan la entrega de sus trabajos hasta el último minuto del día de
la fecha límite o el estudio hasta el día antes del examen) está presente, al
parecer, también en otros grupos sociales: en las temporadas en las que se
acerca la fecha límite para pagar los impuestos (para presentar las declaraciones
mensuales o anuales), las oficinas donde se llevan a cabo esos trámites (los
bancos, por ejemplo) se saturan de personas que asisten a realizar ese trámite
solo hasta el último momento. Asimismo, es una conducta procrastinativa la que
consiste en coleccionar muchas opciones como excusa para no decidirse por
ninguna en concreto.
La procrastinación, en particular, es un problema de autorregulación y de
organización del tiempo. Su solución consistiría, entre otras cosas, en lograr una
adecuada organización del tiempo, concentrándose en realizar las tareas
importantes que tienen un plazo de finalización más cercano. Quien pospone o
procrastina una decisión, por no sentirse preparado —esperando que todo se
resuelva por sí solo— suele aducir que lo hará después «... en cuanto tenga
tiempo», con lo que está presentando, en el fondo, una conducta evasiva.
Causas y consecuencias. Podríamos definir la procrastinación como posponer
un deber, o quitar tiempo a una obligación para destinarlo a otra. En definitiva, el
arte de dejar para mañana lo que se debería haber resuelto hoy. Procrastinar es
postergar o evitar un trabajo que debería hacerse.
Bases psicológicas y de personalidad[editar]
William Knaus, en «Superar el hábito de posponer», propone una serie de
características personales que son propias de las personas con tendencia a la
postergación:7

 Creencias irracionales: basadas en una


pobre autoimagen y autoconcepto de sí mismos que les hace verse como
inadecuados o incompetentes, o ven al mundo con demasiadas exigencias que
no se ven capaces de cumplir.

 Perfeccionismo y miedo al fracaso: postergar, y justificar un resultado


final por falta de tiempo, sirve de excusa para evitar el miedo al fracaso, en
tareas donde no hay garantías de éxito. Son personas perfeccionistas y
autoexigentes, que se marcan metas poco realistas.

 Ansiedad y catastrofismo: el cúmulo del trabajo supone un cúmulo


correlativo del nivel de ansiedad. La dificultad para tomar decisiones y la
búsqueda de garantías de éxito antes de iniciar una tarea provoca finalmente
sentimientos catastrofistas, y como resultado se sienten saturados
e indefensos. Pueden sentir autocompasión, escudándose en que no son
aptas para las exigencias del mundo que les ha tocado vivir.

 Rabia e impaciencia: las exigencias desmesuradas y el catastrofismo


provocan también rabia e impaciencia. Pueden surgir ideas del tipo «yo
debería ser capaz de realizar esto solo» «¡qué idiota que soy!» o «¡no puedo
tolerar esta ansiedad!». Estas personas perfeccionistas, al no cumplir con las
metas que se marcan, se muestran agresivas contra sí mismos. Terminan
atrapadas en un círculo de enfado-rebelión que empeora su rendimiento.

 Necesidad de sentirse querido: el deseo de realizar tareas sobre la base


de la recompensa en forma de amor o aceptación de los demás. La creencia
que subyace es: «todos deberían amarme para poder amarme a mí mismo».
Basa su valía como persona en la aceptación y atención recibida. Si se les
recompensa con sus demandas implícitas se sienten fuertes psicológicamente
y por el contrario se sienten inválidas cuando no obtienen lo que desean. Por
ese motivo estas personas aceptan todo tipo de demandas de los demás con
el fin de agradar.

 Sentirse saturado: el trabajo se les acumula, y se ven incapaces de


establecer prioridades; esto provoca sentimientos
de ansiedad, saturación, estrés, angustia, indecisión, impotencia, inmovilizació
n y fracaso, lo que cierra un círculo vicioso del que no pueden escapar.

Tipos de procrastinación[editar]
Existen tres tipos de procrastinación:

 Por evasión, cuando se evita empezar una tarea por miedo al fracaso. Es
un problema de autoestima.
 Por activación, cuando se posterga una tarea hasta que ya no hay más
remedio que realizarla. Es un problema contrario al anterior.
 Por indecisión, típico de las personas que, intentando realizar la tarea, se
pierden en pensar la mejor manera de hacerlo sin llegar a tomar una decisión.
Se denomina también complejo de Penélope (la mujer de Ulises, que tejía y
destejía siempre la misma tela para evitar casarse con los pretendientes al
reino insular de Itaca mientras esperaba que volviera Ulises).

Véase también
Precrastinación

 Ciberadicción
 Ensoñación excesiva
 Juego compulsivo
 Síndrome del estudiante
 Trastorno de personalidad por evitación
 Cyber Seduction: His Secret Life

Referencias
1. ↑ Pearce, Robyn (2003), Getting a Grip on the Paper War: Managing Information in the
Modern Office, Maruki Books, pág 81.
2. ↑ Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua
Española (2014). «procrastinar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
Madrid: Espasa. ISBN 978-84-670-4189-7. Consultado el 11 de noviembre de 2015.
3. ↑ Referencia vacía (ayuda)
4. ↑ «Procrastinacion».
5. ↑ García-Torne, Cristina (7 de febrero de 2016). «‘Procrastinar’, término muy en
boga». ComaConComilla. Consultado el 21 de febrero de 2020.
6. ↑ Real Academia Española y Asociación de Academias de la Lengua
Española (2014). «trasmañanar». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
Madrid: Espasa. ISBN 978-84-670-4189-7. Consultado el 21 de febrero de 2020.
7. ↑ [1] Archivado el 27 de octubre de 2011 en la Wayback Machine. «Superar el Hábito
de Posponer». William J. Knaus, D. RET, Revista de Toxicomanías. Nº 13, año 1997. Leído en
CAT-Barcelona.

Bibliografía[editar]
 Bauman, Zygmunt (1999). Modernidad líquida. Fondo de Cultura
Económica. Buenos Aires. ISBN 950-557-513-0.
 Beswick, G., y Mann, L. (1994). State orientation and procrastination. En J.
Kuhl y J. Beckmann (Eds.) Volition and personality: Action versus state
orientation. Gottingen: Hogrefe y Huber.
 Burka, J. B., y Yuen, L. M. (2008). Procrastination: Why you do it, What to
do about it now. Cambridge: Da Capo Press.
 Cuesta, R. (2007). Escaparse de las prisiones interiores: La ética como
proceso de liberación. (2.ª Ed.). New York: Xulon Press Incorporated.
 Ferrari, J. R. (2001). Procrastination as self-regulation failure of
performance: Effects of cognitive load, self-awareness, and time limits on
“working best under pressure.” European Journal of Personality, 15(1), 391-
406.
 Ferrari, J. R., Johnson, J. L., y McCown, W. G. (1995). Procrastination and
task avoidance: Theory, research and treatment. New York: Plenum Press.
 Hickman, E. (1998). The works of Jonathan Edwards (Vols. 1-2). Bath: Bath
Press.
 Judge, T.A., y Bono, J. E. (2001). Relationship of core self-evaluations
traits−self-esteem, generalized self-efficacy, locus of control, and emotional
stability−with job satisfaction and job performance: a meta-analysis. Journal of
Applied Psychology, 86(1), 80-92.
 Krause, K. y Freund, A. M. (2014). Delay or procrastination – A comparison
of self-report and behavioral measures of procrastination and their impact on
affective well-being. Personality and Individual Differences. 63(2014), 75-80.
Recuperado de http://dx.dpi.org/10.1016/j.paid.2014.01.050 (enlace roto disponible
en Internet Archive; véase el historial y la última versión)..
 Van Essen, Tanja y Schouwenburg, Henri C. (2004). Hazlo ahora. No lo
dejes para mañana. Madrid: Ediciones Pirámide.
 Schouwenburg, Henri C., Lay, Clarry H.,Pychyl, Timothy A. y Ferrari,
Joseph. R. (Eds.)(2004). Counseling the Procrastinator in Academic Settings.
Washington DC: American Psychological Association.

También podría gustarte