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En las alturas de los Andes se encuentra la bella ciudad de Huancayo, floreciente emporio

comercial de la región andina. Tiene una cocina fantástica y es abundante en productos que ellos
mismos cultivan, especialmente las alcachofas y otros vegetales, cereales y granos que crecen en
estas tierras.

La primera vez que los turistas visitan esta ciudad tienen que estar preparados para los efectos del
“soroche” o mal de altura, que afecta por uno o dos días. Es que es demasiado alto y se siente la
falta de oxígeno en forma de mareos, dolores de cabeza y náuseas. Quizás lo peor sea la sensación
de debilidad, pero los lugareños, conscientes de estos efectos, siempre reciben a los foráneos con
un buen mate de hoja de coca y otras hierbas, así les ayudan a sentirse mejor y, luego de un buen
descanso tienen nuevamente la energía para caminar por los alrededores y conocer los secretos
de esta parte del país.

Papa a la huancaína

Entre sus platos más emblemáticos está la famosa Papa a la Huancaína, que consiste de papas
cocidas, cubiertas por una sedosa y picante salsa y decorado todo con huevos duros y aceitunas
negras. Esta salsa es muy popular y se encuentra en todos lados: como dip para crudités o
tequeños, con choclitos hervidos, para acompañar yuquitas fritas, como salsa para pasta o sobre
Causa Limeña (me encanta, creo que es una combinación perfecta, aunque la verdad, me gusta de
todas formas), con risotto o arroz, con quinua, con lomo o churrasco, con pan… !Ay, Dios mío! Me
gustaría alguna receta para comerla como postre. Es tan deliciosa que me la comería a cucharadas
como si fuera un flan y les aseguro que no soy la única, conozco mucha gente que muere por esta
salsa.

Papa a la huancaína La textura varía: a veces es cremosa y sedosa, otras es grumosa y con trocitos
de queso. Depende de si se hace en licuadora o en batán (con piedra) o simplemente con el
tenedor, aplastando el queso con el ají y mezclando todo. Antes era común usar el batán para
moler los ingredientes pero las cocineras modernas usan la licuadora y les puedo asegurar que
tienen una huancaína deliciosa en pocos minutos. El procesador de alimentos también es una
buena idea.

papa-a-la-huancaina-jpg-2En vez de queso fresco –sabemos que no siempre es fácil encontrarlo


cuando se vive fuera de Perú- hay quienes usan requesón, queso crema o Feta. Si la salsa queda
muy densa, agrega un chorrito más de leche y, si queda muy líquida, corrige con unas galletas
adicionales. Debe tener la consistencia de una mayonesa ligera.
papas-listas- ¿Si es picante? !Claro que sí! A mí me gusta un poquito pero no super picante,
aunque esto depende de la resistencia de cada quien al ají. Hay quienes aman el sabor
extremadamente picante, pero creo que en ese caso ya uno pierde la habilidad de apreciar los
sabores y solo se siente el fuego del ají. En todo caso, debe estar bien equilibrada para poder
disfrutar toda la delicia de esta salsa tan rica y tan sencilla.

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