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FORMULAN DENUNCIA

Señor Juez Federal:

Jorge Enríquez, Waldo Wolff, Fernando Iglesias,

Álvaro de Lamadrid, diputados de la nación, con domicilio real en

Ríobamba 25, y constituyéndolo legal a los efectos de la presente junto

a los letrados que nos patrocinan, Luis Cevasco, inscripto en la

matrícula del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal al

Tomo 17 Folio 900, con domicilio electrónico 20085861598, y Eric

Natansohn, inscripto en la matrícula del Colegio Público de Abogados

de la Capital Federal al Tomo 65 Folio 918, con domicilio electrónico

23239585129, en Talcahuano 638, 5° "H", a V.S. nos presentamos y

decimos:

I. Objeto.
Venimos a denunciar a la interventora de la

Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Dra. Cristina Liliana Caamaño

Iglesias Paíz (D.N.I. N° 12.946.045), a los Fiscales Federales Dres. Cecilia

Patricia Incardona, titular de la Fiscalía Federal N°2 de Lomas de

Zamora, y su coadyuvante Santiago Eyherabide, y al Juez subrogante a

cargo del Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional N° 2 de Lomas

de Zamora, provincia de Buenos Aires, Dr. Juan Pablo Augé, por la

comisión del delito de revelación de secretos políticos y militares (arts.

222 y 223 del Código Penal).

Subsidiariamente, se plantea que la Dra.

Caamaño habría incurrido en un incumplimiento de los deberes de

funcionario público (art. 248 del CP).

II. El carácter clasificado de la información de Inteligencia.

La inteligencia nacional es una actividad que se

inscribe dentro del marco del Estado constitucional social y


democrático de derecho, orientada fundamentalmente a producir

conocimientos acerca de las problemáticas -riesgos, conflictos- que

afectan a la defensa nacional y a la seguridad interior, en función de la

protección y la promoción de intereses políticos, institucionales,

sociales, económicos y culturales del pueblo argentino.

A esas problemáticas hay que abordarlas

institucionalmente a los fines de su prevención y/o conjuración a

través de intervenciones institucionales que en su conjunto conforman

los ejes de las políticas de defensa nacional y seguridad interior,

orientadas todas al resguardo del sistema democrático. Constituyen

acciones fundamentales para la estabilidad y protección del sistema

democrático.

La Agencia Federal de Inteligencia (AFI) es el

organismo rector del sistema de inteligencia nacional, conducido por

un Director General con rango de Ministro (Ley de Inteligencia N°

25.520, art.15).
En el art. 4 se establece que "Ningún organismo

de inteligencia podrá: (...) 4. Revelar o divulgar cualquier tipo de

información adquirida en ejercicio de sus funciones relativa a cualquier

habitante o a personas jurídicas, ya sean públicas o privadas, salvo que

mediare orden o dispensa judicial".

El art. 16 de dicha Ley dispone que "Las

actividades de inteligencia, el personal afectado a las mismas, la

documentación y los bancos de datos de los organismos de inteligencia

llevarán la clasificación de seguridad que corresponda en interés de la

seguridad interior, la defensa nacional y las relaciones exteriores de la

Nación.

El acceso a dicha información será autorizado en

cada caso por el Presidente de la Nación o el funcionario en quien se

delegue expresamente tal facultad, con las excepciones previstas en la

presente ley.

La clasificación sobre las actividades, el personal,

la documentación y los bancos de datos referidos en el primer párrafo


del presente artículo se mantendrá aun cuando el conocimiento de las

mismas deba ser suministrado a la justicia en el marco de una causa

determinada o sea requerida por la Comisión Bicameral de

Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia".

El art. 16 bis establece las clasificaciones de

seguridad, que deben ser observadas por los organismos integrantes

del Sistema de Inteligencia Nacional:

"a) SECRETO: Aplicable a toda información, documento o material cuyo

conocimiento por personal no autorizado pueda afectar gravemente

los intereses fundamentales u objetivos vitales de la Nación, entre

ellos, la soberanía e integridad territorial; el orden constitucional y la

seguridad del Estado; el orden público y la vida de los ciudadanos; la

capacidad de combate o la seguridad de las Fuerzas Armadas o de sus

aliados; la efectividad o la seguridad de operaciones de las fuerzas de

seguridad; las relaciones diplomáticas de la Nación; y las actividades

de inteligencia específicamente determinadas y fundadas de los

organismos del Sistema de Inteligencia Nacional.


b) CONFIDENCIAL: Aplicable a toda información, documento o material

cuyo conocimiento por personas no autorizadas pueda afectar

parcialmente los intereses fundamentales de la Nación o vulnerar

principios, planes y métodos funcionales de los poderes del Estado,

entre ellos, la soberanía e integridad territorial; el orden constitucional

y la seguridad del Estado; el orden público y la vida de los ciudadanos;

la capacidad de combate o la seguridad de las Fuerzas Armadas o de

sus aliados; la efectividad o la seguridad de operaciones de las fuerzas

de seguridad; las relaciones diplomáticas de la Nación.

c) PÚBLICO: Aplicable a toda documentación cuya divulgación no sea

perjudicial para los organismos del Sistema de Inteligencia Nacional y

que por su índole permita prescindir de restricciones relativas a la

limitación de su conocimiento, sin que ello implique que pueda

trascender del ámbito oficial, a menos que la autoridad responsable

así lo disponga".

Es decir, toda la información o documentación

que pudiera afectar a las actividades de inteligencia, debe ser


secreta, y aun cuando fuera calificada como pública no debe

trascender el ámbito oficial, entendiéndose a éste como al

comprendido por el Sistema de Inteligencia Nacional, por lo que

cualquier documentación perteneciente a la AFI (aún calificada como

"pública conf. Art. 16 bis ley 25.520" deberá necesariamente contar

con un acto de desclasificación dispuesto por el Presidente de la

Nación (art. 16) o el funcionario en quien se haya delegado tal

facultad (Director General de la AFI conforme art. 11 Decreto 950/02)

Asimismo, "Los organismos de inteligencia

enmarcarán sus actividades inexcusablemente dentro de las

prescripciones generales de la Ley de Protección de los Datos

Personales 25.326. El cumplimiento de estas disposiciones será

materia de directivas y controles por parte del titular de cada

organismo integrante del Sistema de Inteligencia Nacional en el

ámbito de su respectiva Jurisdicción.

La revelación o divulgación de información

respecto de habitantes o personas jurídicas, públicas o privadas,


adquirida por los organismos de inteligencia con motivo del ejercicio

de sus funciones, requerirá sin excepción de una orden o dispensa

judicial" (art. 16 quáter de la citada Ley).

"Los integrantes de los organismos de

inteligencia, los legisladores miembros de la Comisión Bicameral de

Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia y el

personal afectado a la misma, así como las autoridades judiciales,

funcionarios y personas que por su función o en forma circunstancial

accedan al conocimiento de la información mencionada en el artículo

16 de la presente ley deberán guardar el más estricto secreto y

confidencialidad.

La obligación de guardar secreto subsistirá no

obstante haberse producido el cese de las funciones en virtud de las

cuales se accedió al conocimiento de la información clasificada.

La violación de este deber hará pasible a los

infractores de las sanciones previstas en el Libro II Título IX, Capítulo II,

artículo 222 y/o 223 del Código Penal de la Nación, según

correspondiere" (art. 17).


III. Hechos.

Según ha sido informado mediante un

comunicado emitido por la Fiscalía Federal N° 2 de Lomas de Zamora:

"En la causa FLP 14149/2020 y su conexa 5056/2020 se

investiga a ex funcionarios de la Agencia Federal de Inteligencia

por presuntos delitos de espionaje político prohibidos por la Ley

25.520. Las defensas pidieron que se incorpore como prueba un

listado con todas las resoluciones firmadas por Gustavo Arribas,

durante su gestión como director de la Agencia Federal de

Inteligencia.

En consecuencia, se solicitó esa documentación al organismo

que, previa desclasificación, remitió copias de un libro de actas

de las resoluciones en cuestión, y se reservó en la Fiscalía junto

con otros documentos relevantes.

Al igual que la totalidad de la causa, conforme la

reglamentación vigente y lo dispuesto adicionalmente en el

punto 11 de la Acordada 4/2020 de la Corte Suprema de Justicia

de la Nación por el contexto de pandemia, y tras pedidos de las


defensas de Silvia Majdalani y de Gustavo Arribas para que se

digitalice la prueba documental, se cargaron los documentos en

el sistema informático Lex 100 del Poder Judicial de la Nación,

al que solo tienen acceso las partes de este expediente.

Transcurridas unas semanas, el libro de actas llegó a manos de

periodistas, quienes no estaban autorizados judicialmente a

obtener dicho material.

Ello motivó que los fiscales que investigan el caso, Cecilia

Incardona y Santiago Eyherabide, pusieran inmediatamente en

conocimiento al juez, a quien le solicitaron se baje del sistema la

copia digital de la documentación, la cual sólo estará a

disposición de las partes en las oficinas de la Fiscalía.

También, los fiscales pidieron que se intime a las partes a que

presten especial cuidado en la protección de la información

sensible que obra en todo el sumario"1.

1 https://www.fiscales.gob.ar/fiscalias/espionaje-politico-la-fiscalia-advirtio-sobre-la-
filtracion-a-la-prensa-de-informacion-confidencial-a-la-que-tienen-acceso-las-partes-
del-caso/
IV. El acceso a la información de inteligencia

debe ser autorizado por el Presidente de la Nación.

Lo primero que debe cuestionarse es si la Dra.

Caamaño tiene facultades para desclasificar por si sola información de

inteligencia.

Conforme al citado art. 16 de la Ley 25.520, el

acceso a la información de la Agencia Federal de Inteligencia debe ser

autorizado en cada caso por el Presidente de la Nación o el funcionario

en quien se delegue expresamente tal facultad.

Esta delegación fue otorgada por el Presidente de

la Nación al titular de la por entonces Secretaría de Inteligencia en el

artículo 11 del Decreto 950/2002 reglamentario de la Ley de

Inteligencia Nacional, que establece "delégase en el Secretario de

Inteligencia de la Presidencia de la Nación la facultad contenida en el

segundo párrafo del artículo 16 de la Ley".


Es decir que el Secretario de Inteligencia y a partir

del dictado de la Ley 27.126 el Director General de la Agencia, tuvieron

esta facultad delegada en forma expresa por el Presidente de la

Nación.

Desde el 20 de diciembre de 2019 la Agencia

Federal se encuentra intervenida, no hay un Director General

designado por el Poder Ejecutivo Nacional con acuerdo del Honorable

Senado de la Nación conforme al procedimiento establecido en el art.

15 de la ley N° 25.520 sino que está dirigida por una Interventora,

funcionaria designada en un régimen de excepción.

En efecto, por Decreto N° 52/2019 se designó a la

Dra. Cristina Liliana Caamaño Iglesias Paíz (D.N.I. N° 12.946.045) como

Interventora, por un plazo de 180 días prorrogables (art. 2° del citado

Decreto PEN).
El citado Decreto estableció que, en el ejercicio de

sus funciones, la Interventora "tendrá las facultades de gobierno y

administración de la AFI establecidas en las Leyes Nros. 25.520 y

27.126, el Decreto N° 1311/15 y el Decreto N° 2415/15 (cfr. su art. 4°)".

Sin embargo, nada dispuso sobre las facultades conferidas por otras

normas al Director General y particularmente, en lo que aquí interesa,

el Decreto no hace ninguna referencia a la delegación de la facultad

de desclasificar información prevista en el Decreto 950/2002.

Tampoco incluye dicha facultad entre las que taxativamente le otorga

en el art. 8 de su decreto de designación.

En consecuencia, dicha delegación que

reiteramos, de acuerdo al artículo 16 de la Ley de Inteligencia, debe

ser expresa, no se ha verificado.

En consecuencia, se debe concluir que la

Interventora habría brindado información tutelada sin contar con

facultades para ello, y omitiendo tramitar la autorización pertinente

ante el Presidente de la Nación, en clara infracción a la ley de

Inteligencia Nacional.
La importancia de la autoridad habilitada para

decidir sobre la desclasificación de información secreta también fue

destacada en un precedente extranjero de aristas similares al actual.

En la sentencia N° 10/1995, el Tribunal de

Conflictos Jurisdiccionales de España -14 de diciembre de 1995-,

expresó: "...se olvida la vigencia del bloque normativo constituido por

las tantas veces citada legislación reguladora de los secretos oficiales

y principalmente: a)que, de acuerdo con la misma y conforme,

asimismo, se anticipó, la declaración de materia clasificada, que

corresponde exclusivamente al Consejo de Ministros y a la Junta de

Jefes de Estado Mayor en el ámbito de su respectiva competencia y sin

posibilidades de delegación....así como la declaración de su

cancelación, constituyen un "acto formal"...no susceptible, por tanto,

de ser desvirtuado o sustituido por situaciones "de facto" y más aún si

el conocimiento público se ha producido con trasgresión de la


normativa protectora de la confidencialidad..." (ver Boletín Oficial

Español N° 306 del 23 de diciembre de 1995).

V. Una desclasificación graveme

despreocupada y exorbitada.

Aún en la hipótesis de que la Dra. Caamaño

hubiere contado con facultades delegadas para autorizar el acceso a la

información, desclasificándola a tales efectos, habría incumplido sus

deberes al brindar acceso, sin ningún recaudo tutelar, a una enorme

cantidad de información secreta, que claramente resultaba ajena al

objeto procesal de la investigación judicial en curso.

En efecto, a partir de los hechos comunicados por

la Fiscalía interviniente y de lo manifestado por la propia Dra. Caamaño

a diferentes medios de comunicación, cabe concluir que, con el

supuesto pretexto de dotar de mayor seriedad y transparencia a su


gestión administrativa, y argumentando la existencia de una manda

fiscal, la interventora de la AFI remitió a la Justicia copias de al menos

una parte sustancial de un libro de actas donde se registran todos los

actos administrativos dictados por el Director General entre los años

2015 y 2019 que reflejan las actividades de la inteligencia de

Argentina.

Conforme lo ha comunicado la propia fiscalía

interviniente, "Las defensas pidieron que se incorpore como prueba un

listado con todas las resoluciones firmadas por Gustavo Arribas,

durante su gestión como director de la Agencia Federal de

Inteligencia". El objeto de la medida se orientaría a determinar "cómo

encararon la reorganización de la agencia en los años del macrismo"2.

2 https://www.infobae.com/politica/2020/09/26/quedo-expuesta-la-identidad-de-
decenas-de-agentes-y-ex-agentes-de-inteligencia-por-la-difusion-de-un-documento-
judicial/
Al remitir copias en una extensión

inusitadamente mayor que la que era requerida y al haberlo enviado

sin testar en todas las partes que no tuvieran estricta vinculación con

lo que se investigaba en sede judicial, la Dra. Caamaño incumplió un

deber de guarda elemental a "su cargo".

En efecto, si lo que se requería era un listado de

resoluciones, no se comprende la razón por la que se remitieron

copias de hojas completas sin testar del libro de registros en el que

se transcribieron todas las resoluciones de la AFI durante tres años y

medio, es decir el lugar donde se asientan todos los actos de mayor

trascendencia del organismo.

Según informa la prensa3, asentar las resoluciones

en ese libro es una tradición que viene desde tiempos inmemoriales.

Ese libro de registro que la Dra. Caamaño tenía el deber de custodiar y

mantener en secreto, contiene los nombres y apellidos y números de

documentos de identidad de los agentes que se dieron de baja, las

3 Ver nota 2.
altas, los pases en comisión, los traslados, los que solicitaron su

jubilación y a quienes se concedió, los datos de a qué agentes los

relevaron del secreto para que testificaran en causas penales, las

sanciones disciplinarias, así como las adquisiciones de tecnología y los

acuerdos firmados con otras instituciones, etc. En ese libro se

encuentran los nombres de sociedades de "cobertura" y los nombres

de los agentes que fueron destacados a cumplir misiones en el

exterior.

Especial mención merece los acuerdos con

instituciones de inteligencia y que fueron clasificados como secretos o

confidenciales respecto de los cuales, para acceder a la

desclasificación y exhibición de tal información, se requiere

ineludiblemente de la anuencia de la institución del otro Estado como

"cotitular" del secreto que se pretende develar. La interventora de la

AFI ciertamente no cuenta con facultades para levantar el secreto de

un documento o una actividad perteneciente a un servicio de

inteligencia correspondiente a otro estado como ha ocurrido,


habiéndose revelado inexcusablemente la existencia de acuerdo

transnacionales con el servicio de inteligencia del reino de España

(CNI) - ver Resolución 1542/17-; el acuerdo entre la AFI, el Ministerio

de Seguridad, la Dirección Nacional de Migraciones y el Centro de

Detección de Terroristas de Estados Unidos -v e r Resolución 1541/17-

; el que se celebró con la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) de la

República del Paraguay -ve r Resolución 1543/17; el que se celebró con

el Ministerio de Gobierno con el Estado Plurinacional de Bolivia -ver

Resolución 1544-; el celebrado con el Ministerio del Interior del

Paraguay .ver Resolución 295/18-; y el celebrado con la Secretaría

Nacional de Inteligencia del Paraguay -v e r Resolución 649/18-

La sola mención de dichos extremos expone la

estructura, las actividades, estrategias, planificación y vínculos del

organismo.

Conforme lo relatan los medios de comunicación,

se digitalizaron en formato PDF desde la página 58 hasta la 326 del


libro de protocolos de resoluciones de la AFI. El libro se inició el 7 de

julio de 2015, pero se enviaron a la causa las resoluciones escritas a

mano a partir del 28 de diciembre de 2015. La última página del libro

corresponde al 8 de enero de 2019.

Allí se describe que en las primeras páginas del

libro se asientan las renuncias a sus cargos de personas que revistaron

como espías durante el gobierno de la Dra. Cristina Fernández de

Kirchner, por lo que figurarían sus datos personales. Asimismo,

figurarían los nombres de quienes los sucedieron en los respectivos

cargos cuando asumió el gobierno del Ingeniero Mauricio Macri. De

ese modo están expuestas las identidades de los que ocuparon cargos

relevantes en la AFI en ambas administraciones.

Así, se habrían exhibido los nombres tanto de

personal jerárquico, como los sucesivos directores de

Contrainteligencia de la AFI, como de personal que habría viajado en

“comisión” a otros países como Uruguay, Colombia, Panamá, Israel,


Ecuador, Estados Unidos, El Salvador, Rusia, Francia, Chile, Bolivia,

Perú, El Líbano, China, Inglaterra, Alemania, Corea y Paraguay. Además

de la identidad de los agentes o ex agentes, esto revela un panorama

sobre las alianzas de la AFI con agencias de otros países.

No puede perderse de vista que la AFI maneja

información sensible y tiene vínculos con otros organismos de

inteligencia internacionales que, a raíz de las filtraciones, podrían

verse gravemente perjudicados.

Quien sabe lo que busca, con la información

revelada puede encontrar confirmación concreta de operaciones

secretas que involucran terceros países y organizaciones terroristas,

de crimen organizado y de narcotráfico y puede vincularlas con

nombres de personas concretas con sus números de documento, todo

lo cual pone en grave riesgo no sólo a los agentes intervinientes y sus

familiares sino incluso a operaciones de inteligencia que pudieran

estar en curso.
A raíz de la filtración de esa documentación, la

prensa ha expuesto que al lado del nombre de los agentes aparece la

categoría que ocupan/ocupaban en el organigrama de la AFI. Se

consignó que algunos tienen una letra D que implica que eran

"Personal Superior", es decir profesionales en tareas de conducción,

otros tienen letra E que corresponde al "Personal Auxiliar" y que

implica tener el secundario completo y colaborar con las tareas de

conducción, y los que tienen una letra F al lado de sus nombres

revistaron como "Personal de apoyo". Asimismo, el número que

acompaña las letras indicaría la antigüedad en la categoría en la que

se desempeñan o desempeñaron.

La intimidad de muchos ex agentes ha quedado

expuesta frente a sus familiares, amigos y vecinos, pese a que

presumiblemente han continuado con su vida, desarrollando

actividades que ya nada tienen que ver con los servicios de

inteligencia.
Mucha de la información allí contenida poseía la

clasificación de seguridad "SECRETO", esto es la que amerita el mayor

grado de clasificación, o CONFIDENCIAL, ello se puede advertir

fácilmente por la sigla "S" o "C" que acompaña al número de

resolución.

La documentación, secreta y confidencial,

lamentablemente ya está en manos de periodistas, espectadores,

organismos internacionales, miembros del crimen organizado,

terroristas, narcotraficantes y demás interesados en conocer el

sistema de inteligencia nacional de la República Argentina,

configurándose en un hecho de una gravedad institucional inusitada.

Los agentes allí mencionados y sus familias han

sido expuestos a potenciales represalias y silenciamientos, en forma


totalmente deliberada, injustificada e irresponsable. Su organigrama,

sus actividades y vínculos de la AFI se encuentran exhibidos y en riesgo.

La propia Dra. Caamaño declaró a los medios que

"Es un hecho grave, de eso no hay dudas. Desde el primer día, estamos

trabajando en evaluar el impacto hacia dentro de la Agencia,

determinar las funciones específicas de cada agente cuya identidad fue

expuesta y atender cada situación puntual, en función de la

particularidad del caso". Ella misma admitió que "Está claro que la

información sobre la identidad de los y las agentes de la AFI debía ser

resguardada y esta filtración genera un grado de incertidumbre lógico,

que la Intervención asume. Se lo planteamos a la Fiscalía al momento

de enviar la documentación requerida y lo reiteramos apenas

trascendió la información, por lo que los fiscales del caso actuaron de

inmediato. Le pedimos a los medios de comunicación que sean

prudentes en el tratamiento de la información" 4.

4 https://www.darin.com/politica/espionaje-ilegal-escandalo-filtracion-3-850-
resoluciones-agencia-federal-inteligencia-datos-personales-100-
espias_0_MyVlFqjJ a.html
Evidentemente, es demasiado tarde para exigir a

terceros la prudencia que la Dra. Caamaño no tuvo en el ejercicio de

las delicadas responsabilidades que le fueron confiadas al designarla

como interventora de la AFI.

Luego expresó que "Es claro que, a partir de

ahora, vamos a requerir mayores precisiones y no enviaremos

información en bloque"5 "y sólo se enviará información puntual y

específica"6.

Admitió así que voluntariamente entregó copias

de un libro que contenía información de cientos de agentes y ex

agentes y de tres años de actividades de la Agencia Federal de

Inteligencia, exteriorizando inclusive su estructura orgánica para ese

entonces secreta, sin haber solicitado previamente a tribunal

requirente la más mínima aclaración sobre el objeto de la información

peticionada. Tampoco habría realizado una evaluación previa del

5 https://www.lanarion.com.ar/politica/centenares-agentes-afi-quedaron-expuestos-
porque-se-nid2462038
6 Ver nota 4.
requerimiento para establecer su pertinencia y modalidad de

cumplimiento con el pedido judicial, recaudo imprescindible para

evitar exponer innecesariamente información sensible del organismo

y que podía poner en riesgo actividades y personas. Por el contrario,

habría enviado la documentación en un trámite expreso7, carente del

mínimo control inexcusable dada la naturaleza y magnitud del registro

documental que estaba entregando.

La Dra. Caamaño no podía desconocer la

importancia que tiene esa información y los riesgos que implicaba

entregarla sin los recaudos adecuados.

Ello, dado que la Dra. Caamaño es una abogada

de extensa trayectoria en el ámbito de la investigación y lucha contra

la delincuencia, así como en el manejo y resguardo de datos sensibles,

pues ejerció por más de 30 años como Fiscal Nacional en lo Criminal,

7 . . ,
Según comunicó la propia Dra. Caamaño, el oficio fue respondido el mismo día en
que fue recibido, ver nota 3.
en 2015 fue designada por la Dra. Alejandra Gils Carbó a cargo del

Departamento de Interceptación y Captación de las Comunicaciones

(DICOM, ex Dirección de Observaciones Judiciales), es decir la oficina

de escuchas que por art. 24 de la Ley N° 27.126 había sido transferida

de la disuelta Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) a la

Procuración General de la Nación (PGN); y entre 2010 y 2013 se tomó

licencia para ocupar los cargos de Secretaria de Seguridad Operativa y

Secretaría de Cooperación con los Poderes Judiciales, Ministerios

Públicos y Legislaturas del Ministerio de Seguridad de la Nación, por

entonces bajo la conducción de Nilda Garré.

Por otro lado, el trámite de la causa judicial en la

cual la información fue requerida viene teniendo una amplia cobertura

y difusión a través de los medios masivos de comunicación, se han

admitido alrededor de 80 personas como querellantes y su objeto

procesal se orienta a investigar la actuación de la propia AFI que hoy

conduce la Dra. Caamaño, por lo que no podía desconocer los riesgos

que implicaba entregar una cantidad desmedida de información

secreta, sin testar ni adoptar los recaudos necesarios para evitar el

acceso y difusión indiscriminados de datos sensibles.


Para ello, no resultaba suficiente advertir lo

evidente, es decir, "que la información desclasificada para la causa

estaba alcanzada por la ley de inteligencia, que debía ser tratada con

medidas de seguridad, que solo debía consultarse personalmente y que

no podía reproducirse, duplicarse o divulgarse por medios técnicos o

humanos"8.

La AFI debió haber seleccionado la información a

entregar, limitándola a lo peticionado e indispensable para el avance

de la investigación judicial, así como debió haber testado o eliminado

los datos personales de sus agentes y todos aquellos otros que

pudieran comprometer su normal funcionamiento o el desarrollo de

sus actividades.

o
Ver nota 3.
En definitiva, en su carácter de máxima

autoridad de la AFI, la Dra. Caamaño era la responsable de la custodia

de la información secreta.

Evidentemente, la Dra. Caamaño actuó con

absoluto desprecio por las gravemente perjudiciales y previsibles

consecuencias de sus actos.

Pero también aquí corresponde señalarse la

disparidad de criterio que la interventora ha exhibido en sus

colaboraciones a la justicia, ya que se ha advertido en diversas

presentaciones que la AFI bajo su conducción la observación de un

cerrado celo en la observación de las medidas de contrainteligencia

y tutela documental respecto de la información desclasificada

procediéndose a testar aquella información que si bien podía estar

inserta en un documento desclasificado, podía no tener que ver con

el objeto de requisitoria (por ej. el nombre del firmante, la

enunciación de una persona ajena a la investigación, el nombre de


un testigo de identidad reservada, etc.). En el supuesto bajo estudio,

la Sra. Interventora actuó con marcado desprecio hacia la gestión

pasada sin que se adopte un solo recaudo respecto de un sinnúmero

de datos que afectaron severamente a la institución, a la actividad y

a las personas reveladas generando un daño irreparable de enormes

proporciones.

Tal como lo admitió la Fiscal Incardona, a través

de una presentación al juez Augé:

"ese informe, junto a otros que revisten el mismo tenor, fueron

digitalizados y puestos a disposición de las partes de este

proceso y su conexa (5056/2020), a través del sistema

informático lex 100. Desde ya, al sistema informático

mencionado tienen acceso todas las partes que componen los

actores de este proceso junto a las abogadas y abogados que

ejercen su representación legal.

En el día de ayer, tomamos conocimiento de que el portal de

noticias www.eldestapeweb.com publicó una nota en la cual se


afirma que, dicho medio periodístico, accedió al libro de actas

2016-2018 de la Agencia Federal de Inteligencia, mostrando

además en el texto de la nota imágenes de segmentos de tal

documentación. Ver:

https://www.eldestapeweb.com/politica/exclusivo-las-actas-

secretas-de-la-afi-que-revelan-como-se-armo-el-espionaje-

ilegal-en-la-era-macri- 20209191859.

La filtración y divulgación de esa clase de documentos por fuera

de la causa, tratándose de información confidencial y más allá

de su desclasificación a los efectos de servir de prueba en

relación con el objeto de estas actuaciones, podría afectar

intereses de la Nación (art. 16 bis inciso a ley 25.520)... Cuando

se trata de material catalogado como secreto, las limitaciones

posibles al derecho de los ciudadanos de conocer todo lo que

hace el Estado, se basan siempre en la defensa y la seguridad

nacional (PlDCyP art. 19 3.b; CADH 13 2.b), tal como ocurre en

este c a s o ." 9.

9 Ver nota 4.
Si bien tanto los Fiscales Federales como el Juez

intervinientes no tenían la obligación de conocer el contenido ni la

sensibilidad de la información desclasificada, lo cierto es que parecen

haber actuado imprudentemente, sin tener en consideración el origen

de la documentación y las circunstancias que rodean la tramitación de

esta compleja, politizada y mediatizada investigación.

VI.- El perjuicio

Si bien el delito que V.S. investiga en esta causa

es de producción instantánea y no requiere para su encuadre típico

la producción de un resultado dañoso concreto, entendemos que

corresponde poner de resalto hasta qué extremo perjudica la

irresponsable conducta de los denunciados como para que V.S.

dimensione la gravedad de los hechos que se denuncian.


Ha sido publicada en la web y en todos los diarios

la actividad del organismo rector del Sistema de Inteligencia

Nacional; se ha publicado información (convenios internacionales) y

el desclasificante ni siquiera es el titular de ese derecho o facultad;

se ha colocado en riesgo a cientos de personas difundiendo sus

identidades y sus actividades (las que habían sido mantenidas bajo

reserva durante décadas); se ha expuesto todo y develado

absolutamente todo el nivel jerárquico y de mandos altos, medios y

menores, con indicación de las áreas que conducían; se ha expuesto

la identidad de los delegados de la AFI en el extranjero, los que

habían contado con una cobertura institucional otorgada por el

Ministerio de Relaciones Exteriores y han estado acreditados en

otros estados en misiones secretas y de altísima importancia

institucional; se ha minado la confianza del servicio de inteligencia

con sus pares colaterales quienes seguramente en el futuro

difícilmente confíen en la seguridad y el celo en la reserva de

información sensible, insumo fundamental para el combate del

delito transnacional, en particular el terrorismo.


¿Cómo se repara el daño causado por esta

desaprensiva conducta? ¿Cuántos años llevará recuperar la confianza

de la comunidad internacional de inteligencia? ¿Hasta qué punto se

ha expuesto al peligro a cientos de agentes en actividad o ex agentes

que podrían haber participado en actividades encubiertas

exponiendo su propia vida o las de sus familias?

VI. La difusión pública de Información secreta.

Tal como lo expusieron los Fiscales intervinientes,

el portal digital de noticias "El Destape Web" publicó fotografías de la

documentación secreta que fue puesta a disposición de las partes por

la Justicia y replicó muchos de los datos que contenía.

Los autores de la nota son los periodistas Franco

Mizrahi y Ari Lijalad y el director periodístico del portal es el señor

Roberto Navarro.
En un primer momento, las fotografías de la

documentación se publicaron sin testar10 en el siguiente link:

https://www.eldestapeweb.com/politica/exclusivo-las-actas-

secretas-de-la-afi-que-revelan-como-se-armo-el-espionaje-ilegal-en-

la-era-macri- 20209191859.

El link consta en la presentación que los Fiscales

realizaron ante el Juez para que retire la documentación del sistema

informático del Poder Judicial.

Luego, dicho link fue retirado del portal digital de

noticias y la nota periodística se volvió a publicar, con los datos que

aparecían en las fotografías testados, en un nuevo link:

https://www.eldestapeweb.com/politica/exclusivo-las-actas-

secretas-de-la-afi-que-revelan-como-se-armo-el-espionaje-ilegal-en-

la-era-macri-202091918590

10 Ello parece haber sido corroborado por los propios Fiscales intervinientes, que
informaron al Juez que “El Destape Web” había difundido la información "mostrando
además en el texto de la nota imágenes de segmentos de tal documentación", ver nota
4.
Sin embargo, el daño ya se encontraba producido

de manera irremediable.

Según publicó Alejandro Alfie en el diario Clarín,

"Varios portales digitales de noticias publicaron las actas, algunas

tachando los nombres y DNI de los agentes. 'Pero hubo un portal que

puso todos los datos íntegramente a disposición de los lectores, el

viernes por la noche, con lo cual se produjo una fuga de información

imposible de controlar, que podría afectar la seguridad nacional', dijo

una fuente judicial con acceso al expediente que se tramita en Lomas

de Zamora... Sin embargo, lo que dejó en evidencia esa nota del portal

dirigido por Roberto Navarro era que ya había periodistas y medios de

comunicación ligados al kirchnerismo que tenían todas las actas que la

AFI había realizado entre 2016 y 2018. Y esa información luego se filtró

a otro portal digital, que este viernes por la noche puso online las 3.850
resoluciones de la AFI macrista, que ya estaban circulando con reserva,

dejando en evidencia la fuga de información del organismo oficial."11.

Así, la noticia fue replicada luego por múltiples

medios de comunicación y el propio portal "El Destape Web" continuó

publicando notas en las que se expusieron más datos secretos como

nombres de agentes y personas jurídicas de cobertura. A modo de

ejemplo pueden verse las siguientes notas:

https://www.eldestapeweb.com/investigaciones/stiuso-y-las-

empresas-fantasma-en-la-afi-macrista-una-inmobiliaria-y-una-

agencia-de-noticias-202091918590

https://www.eldestapeweb.com/politica/espionaje-ilegal/actas-

secretas-el-hijo-del-fiscal-carlos-stornelli-fue-agente-de-la-afi-

macrista-202092218440

11 Ver nota 4, el resaltado es propio.


Conforme lo establece el art. 17 de la Ley 25.520,

las "...personas que por su función o en forma circunstancial accedan

al conocimiento de la información mencionada en el artículo 16 de la

presente ley deberán guardar el más estricto secreto y

confidencialidad...

La violación de este deber hará pasible a los infractores de las

sanciones previstas en el Libro II Título IX, Capítulo II, artículo 222 y/o

223 del Código Penal de la Nación, según correspondiere".

En consecuencia, más allá de investigar quienes

fueron los autores materiales de la filtración, corresponde analizar la

responsabilidad de los periodistas y las autoridades de dicho medio

de comunicación, por otorgar difusión pública a datos a los que

accedieron en función de su profesión y cuyo secreto tenían

obligación de guardar.

VII. Calificación jurídica.


En el presente caso, como ya dijimos, se

exhibieron datos correspondientes a la estructura, funcionamiento y

actividades de la AFI y se reveló la identidad de personal de inteligencia

a través de medios de comunicación, lo que implica una publicidad

masiva.

Dicha información se encuentra protegida como

secreta o confidencial por los artículos 4, 16 y 17 de la Ley 25.520,

anteriormente citados, bajo la expresa advertencia de resultar

aplicables las sanciones previstas en el Código Penal para la violación

de secretos.

No puede perderse de vista que, más allá de las

debatibles facultades de la Dra. Caamaño para disponer la

desclasificación de la información, lo cierto es que ello se realizó a los

específicos efectos solicitados por la Justicia, por lo que no implicó un

levantamiento indiscriminado de allí en más del secreto que

caracteriza a la información de inteligencia.


En este sentido, el citado artículo 16 establece

que el acceso a la información clasificada deberá ser autorizada en

cada caso y que el secreto de la información se mantendrá aun cuando

deba ser suministrada a la justicia en el marco de una causa

determinada o sea requerida por la Comisión Bicameral de

Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia.

Así, la conducta desplegada por las personas

denunciadas se encuentra inmersa en el delito previsto por el artículo

222 del Código Penal que dispone: "Será reprimido con reclusión o

prisión de uno (1) a seis (6) años, el que revelare secretos políticos,

industriales, tecnológicos o militares concernientes a la seguridad, a

los medios de defensa o a las relaciones exteriores de la Nación.

En la misma pena incurrirá el que obtuviere la revelación del secreto."


Más allá de los evidentes peligros y perjuicios que

esta difusión pública de información secreta acarrea para los

involucrados y el propio organismo de inteligencia, este delito no exige

la producción de algún perjuicio efectivo sino que la acción típica se

consuma con la revelación (conf. Sebastián Soler, "Derecho Penal

Argentino", Tomo V, Ed. Tea, Bs. As., 1992, pág. 55).

En este sentido, si bien los alcances concretos que

tuvo esta conducta no pueden precisarse en toda su extensión dada la

naturaleza estrictamente confidencial de la actividad de inteligencia,

no es posible negar a priori su potencialidad de daño a la seguridad

(bien jurídico tutelado por el artículo 222 del C.P.) en virtud de la

importancia de las funciones que competen a la AFI tanto a nivel

nacional como internacional y, consecuentemente, de la importancia

del resguardo del secreto de su información (cfr., en similar sentido,

CCCF, Sala I, causa N° 40.545, caratulada "Beliz, Gustavo O.

s/procesamiento", rta. el 11/09/07, reg. N° 1031).


Desde el aspecto subjetivo, explica el Catedrático

de Derecho Penal y Magistrado del Tribunal Supremo de España

Enrique Bacigalupo, coincidiendo con la opinión de Jakobs, que, "no

cabe admitir que la llamada culpa consciente sea una forma de la

imprudencia; sólo habrá culpa inconsciente, dado que cuando el autor

se haya representado la realización del tipo como no improbable, se

estará en todos los casos ante supuestos de dolo eventual (Jakobs,

Strafrecht, Allgemeiner Teil, 2° ed. 1991, pág. 317). Dicho de otra

manera, si el autor conoció el peligro no permitido generando por su

acción, se dará dolo eventual...". (Bacigalupo, Enrique, Derecho Penal

Parte General, 2° ed. totalmente renovada y ampliada, Ed.

Hammurabi, Buenos Aires, 1999, pág. 344).

Tal como se ha explicado, dada su experiencia, el

cargo que ocupa y las circunstancias particulares del caso, la Dra.

Caamaño actuó con conocimiento y voluntad, o al menos con

conciencia y absoluto desprecio por las consecuencias perjudiciales de

sus actos, al desclasificar y entregar una cantidad exorbitante de


documentación, sin adoptar los más mínimos recaudos para

discriminar la información útil y eliminar o testar los datos que debían

ser protegidos o mantenidos en secreto.

Aun en el hipotético caso que se estime que la

Dra. Caamaño no pudo prever que la información secreta entregada a

requerimiento judicial iba a ser públicamente difundida, debe

concluirse que incurrió en una violación de sus deberes de funcionaria

pública.

En efecto, conforme a los citados arts. 4, 16, 16

quáter, y 17 de la Ley 25.520 y en su carácter de Interventora y máxima

autoridad de la AFI, la Dra. Caamaño tenía el deber de preservar el

secreto y la confidencialidad de la información correspondiente al

organismo a su cargo, deber que incumplió al remitir fuera de su

ámbito documentación indiscriminada que contenía más información

de la que le fue requerida y era necesaria para la investigación judicial

en curso, sin adoptar los recaudos necesarios para proteger o eliminar


los datos que no debían ser conocidos por ninguna persona ajena a su

estructura.

En ese sentido, el artículo 248 del CP establece

que "Será reprimido con prisión de un mes a dos años e inhabilitación

especial por doble tiempo, el funcionario público que dictare

resoluciones u órdenes contrarias a las constituciones o leyes

nacionales o provinciales o ejecutare las órdenes o resoluciones de esta

clase existentes o no ejecutare las leyes cuyo cumplimiento le

incumbiere".

También actuaron con plena voluntad los

periodistas Mizrahi, Lijalad y Navarro que, habiendo accedido a

documentación e información cuyo carácter secreto resultaba

evidente, la publicaron y pusieron a libre disposición del público en

Internet.
Por su parte, los Fiscales y el Juez responsables de

la causa judicial en la que la información fue requerida, Dres.

Incardona, Eyherabide y Augé, actuaron al menos con grave

negligencia al digitalizarla y ponerla a disposición de las partes, alguna

de las cuales evidentemente se la entregó a los referidos periodistas.

En este sentido, el art. 223 del CP establece: "Será

reprimido con prisión de un mes a un año e inhabilitación especial por

doble tiempo, el que por imprudencia o negligencia diere a conocer los

secretos mencionados en el artículo precedente, de los que se hallare

en posesión en virtud de su empleo u oficio."

VIII. Petitorio.

Por todo lo expuesto, a V.S. solicitamos:

1) Tenga por presentada esta denuncia y tenga presente el

domicilio constituido al comienzo.


2) Se requiera de la Sra. Interventora de la AFI que informe: (i) si

en la página web institucional de esa Agencia Federal de Inteligencia

se procedió a publicar o difundir el libro de ACTAS referido a las

resoluciones dictadas por la AFI durante la gestión anterior en todo o

en parte; (ii) Si se labraron actuaciones internas disciplinarias,

sumariales o de cualquier naturaleza con motivo de la publicación

objeto de esta causa y, en su caso, acompañe copias certificadas a esta

causa; (iii) remita las actuaciones que pudieron haberse labrado en esa

AFI que culminaron en el aporte de la documentación revelada -oficio,

dictamen, memorandos, etc.-

3) Con la intervención del Sr. Fiscal que por derecho corresponda, le

de curso a esta investigación, cite a las personas denunciadas a prestar

declaración indagatoria y las procese conforme a la calificación jurídica

que estime corresponder.

Proveer de conformidad,

SERA JUSTICIA.-
$A. ■
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i Aa Co-ulI

ERIC NATANSOHN
ABOGADO
T°65 F°918 C.P.A.C.F.

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