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CÓDIGO: 300030
Presentado a:
Julieth Cristina Mendoza
Entregado por:
Jhon Anderson Luna
Jhon Leandro Cruz
Keily Johana Barragan Rendon
Grupo: 300030_23
Por lo tanto, es posible intuir que en la medida que un órgano vertedero se encuentre más
cerca de la fuente, va a tener más foto asimilados disponibles en sus tubos cribosos y por
ende va a tener la posibilidad de crecer más y mejor, en la medida que aumente su
demanda al desarrollarse. Así mismo, si disminuye el número de órganos vertedero también
aumenta la disponibilidad de nutrientes para cada uno de ellos, favoreciendo nuevamente
su crecimiento y desarrollo.
PODA:
Es una serie de principios que se basa en:
La poda permite mejorar la calidad del fruto, al eliminar las ramas secas y poco
productivas se consigue una mejor distribución y aprovechamiento de nutrientes, una
mejor distribución y desarrollo de los frutos en el exterior e interior del árbol.
Casierra y Fischer (2012) afirman que con el fin de lograr los objetivos que se buscan con
la poda es necesario entender la respuesta de las plantas tanto a las intervenciones
hechas con la poda, como de la planta en general en cuanto a fructificación y a calidad de
la fruta. En un contexto fisiológico, la poda está relacionada con el balance entre el
desarrollo vegetativo y el reproductivo, así como con el nutricional entre la copa y la raíz,
que influyen en proceso como la regulación de la floración y la fructificación (Agustí, 2003
El estudio del caso que se evaluó la intensidad de la poda sobre el rendimiento y calidad
de los frutos en mandarinos, se puede decir que, si hacemos una poda, estamos
redireccionando los foto-asimiladores a una parte más específica y útil de la planta, con la
finalidad de mejorar su distribución y tener un mejor equilibrio en la planta.
Una poda fuerte a menudo resulta en la producción de ramas jóvenes vigorosas, que
producen frutos de buen tamaño. La poda reduce el número de flores y brotes, por tanto,
también el número de bayas, lo que dará como resultado un aumento en el tamaño de las
bayas en combinación con un menor rendimiento. Cuando las plantas no se podan
suficientemente, el número de brotes florales y bayas es demasiado alto, lo que dará
como resultado bayas más pequeñas y de menor calidad (Jansen et al., 1997).
CONCLUSIONES
Podemos concluir, de acuerdo con nuestro argumento, que la poda (probablemente) genera
efecto de aumento en el tamaño de los frutos en el cultivo de mandarina, lo que podría
deberse a la alteración positiva de las relaciones fuente vertedero en los árboles tratados.
Umara, et al, (2019) encontraron resultados congruentes con la conclusión aquí
expresadas, evidenciándose un significativo incremento en el tamaño de fruto en las plantas
podadas al compararlos con los frutos de árboles que no recibieron el tratamiento de poda