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Manual de Discipulado Básico - Gabriel Guardia PDF
Manual de Discipulado Básico - Gabriel Guardia PDF
Este material ha sido confeccionado con el propósito de ayudar a los nuevos convertidos recibir las
primeras enseñanzas que le ayudarán a su crecimiento en Cristo y desarrollo espiritual y cuando estos
hayan asimilado las enseñanzas de este manual dando muestra de ello con el testimonio de sus vidas,
puedan hacerlo ellos mismos con otros nuevos discípulos. También tiene el propósito que los que ya
hace tiempo que son cristianos puedan afirmar sus enseñanzas y ayudarles a no perder el objetivo de las
cosas básicas que todo verdadero cristiano debe tener bien en claro.
Se han incluido en este manual algunas enseñanzas de índole reflexivo que todo cristiano debe tener en
cuenta toda la vida sin importar lo crecido que sea o ministerio en el cual sirva al Señor.
Doy gracias a Dios que me ha permitido armar este manual, no todo lo que contiene el manual es de mi
autoría, sino de muchos autores. Se tomó bajo la guía del Espíritu Santo algunas selecciones que se
entienden muy importantes para rescatar y colocar en el manual. Este manual no es para vender ni hacer
negocio con él. Este manual es totalmente gratuito, pudiendo reproducirlo por cualquier medio con tal
que no se venda. Y como nuestro Señor Jesús nos enseñó en Mateo 10:8 “Sanad enfermos, limpiad
leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; DE GRACIA RECIBISTEIS, DAD DE GRACIA.”
Dios les bendiga ricamente, su hermano en Cristo, pastor Antonio Gabriel Guardia.
Cel. / Whatsapp: +549 261 5 100 935
Email: gabrielguardia67@gmail.com
Blog: http://gabrielguardia.blogspot.es/
O
Índice General
Los Principios del Discipulado Cristiano ......... 1 Los escritos apócrifos .................................................. 55
La ley y el evangelio ..................................................... 55
¿Qué tal si... estoy fingiendo? ........................ 4
La Palabra de Dios es … ............................ 59
El pecado ................................................... 5
El secreto de la verdadera prosperidad ......... 65
¿Qué significa seguir a Cristo? ....................... 8
¿Cuál es la clave para aplicar la Biblia en mi
¿Qué es el señorío de Cristo? ........................ 9
vida? ........................................................ 67
¿Qué es el Nuevo Nacimiento? .................... 12
Anexos..................................................... 69
¿Porqué es necesario Nacer de Nuevo? ........ 13
Doctrina Cristiana Básica ............................ 77
Evidencias del Nuevo Nacimiento ................ 15
De la Tentación al Pecado .......................... 78
La actitud que Dios bendice ........................ 21
¿Cómo puedo vencer el pecado en mi vida
El Cristiano Debe Ser Esforzado y Valiente ... 25
cristiana? .................................................. 84
¿Qué debe hacer un cristiano? ..................... 26
Cómo Vencer la Tentación.......................... 88
Como vivir la Vida Cristiana ........................ 27
¿Eres Salvo? ¿Eres un verdadero Cristiano? ... 95
En Comunión Diaria................................... 29
Examine su fe - Características de una fe
La Confesión ............................................. 32
salvadora .................................................. 97
Disposiciones Necesarias Para El Estudio De
¿Cómo sabes que no eres un falso
Las Sagradas Escrituras............................... 33
converso? ............................................... 103
Algunas sugerencias para el estudio personal de Cosas que no necesariamente demuestran que ha habido
las Escrituras ............................................. 33 una conversión verdadera. ........................................ 103
Evidencias de una conversión verdadera...................... 107
7 Condiciones para La Oración Contestada ... 35
Hay tres cosas que nos dan seguridad de salvación:..... 111
LA ORACIÓN ........................................... 38 ¿Qué dice la palabra sobre Dios y el dinero? 112
1. Introducción. .......................................................... 38
El síndrome de Elí ................................... 116
2. La oración es conversar con Dios. ............................ 38
3. Beneficios de la oración. .......................................... 46 Formas de Bendecir mi Familia .................. 117
4. Elementos que incluye la oración.............................. 47 Como prospera la familia .......................... 119
5. La forma de orar, posición, lugar, estilo. ................... 49
Doctrina de la Biblia .................................. 50 Doce asesinos del Matrimonio ............... 120
La inspiración de la Biblia ............................................. 50 ¿Ha visto usted una Iglesia Bíblica? ............ 123
Evidencias de la inspiración divina ................................ 52 12 Marcas de una Iglesia Bíblica................ 126
Cómo recibimos nuestra Biblia ..................................... 54
Después de su muerte y resurrección, antes de ascender a los cielos, Jesús les dijo a los suyos en Mateo 28:18-20:
“… Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos
en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y
he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Ellos podían entender lo que Él quería decirles, porque únicamente les estaba pidiendo que continuaran lo que Él había
practicado con ellos. Los verdaderos discípulos no solamente crecerían a semejanza de su Maestro, sino que, por su
Espíritu y a su tiempo, ellos reproducirían su vida en otros. Dios escogió a algunas personas para pastorear una
congregación, o a predicar el evangelio a las multitudes mediante el evangelismo de masas, o a enseñar en seminarios
bíblicos, etc.; pero todos los convertidos hemos sido llamados a cumplir la Gran Comisión, es decir, a hacer discípulos.
La Gran Comisión no es un don especial, o un privilegio reservado a unos cuantos. Es un mandamiento dirigido a todos
los que creen y siguen a Jesús. La comisión de Cristo a su iglesia no fue la de ganar “adeptos” o “simpatizantes”, ni
entretenerlos con un espectáculo musical o artístico, sino la de hacer discípulos entre todas las naciones. Debemos de
proclamar el evangelio a los que forman nuestro círculo inmediato, pero nuestra responsabilidad no termina ahí, sino que
debemos enseñarles con nuestro ejemplo a ser fieles discipuladores. Puesto que se trata de transmitir a otros lo que el
mismo Jesús les había transmitido, lo lógico es que se hiciese siguiendo el mismo método que utilizó Jesús con ellos; es
decir, ejercer un discipulado personal. Jesús únicamente les estaba pidiendo que continuasen lo que había practicado con
ellos.
El discipulado es el mejor instrumento para evitar la desnutrición, la debilidad y la muerte de los nuevos creyentes, de los
cuales nosotros somos responsables
El Discipulado
En el pasaje de la Gran Comisión (Mateo 28:18-20) hay dos conceptos muy importantes que debemos resaltar que
son: “enseñar” y “guardar”.
La enseñanza cristiana no consiste solamente en transmitir conocimiento de las verdades y los mandamientos de Dios. Lo
que se enseña es un modo de vida, lo que se transmite no es sólo conocimiento, sino un carácter, una forma de ser.
Cuando las verdades y los mandamientos de Dios no sólo se aprenden, sino que se guardan y se viven, lo que queda, lo
que perdura, no es sólo conocimiento, sino un carácter, un modo de vida, una manera determinada de vivir, en definitiva,
una manera de ser. La enseñanza que solo imparte conocimiento, incide en el saber. La enseñanza cristiana auténtica, no
solo en el saber sino también en el ser.
Ellos, los nuevos creyentes, aprenderán a guardar los mandamientos de Dios viendo como nosotros los guardamos. El
ejemplo es la herramienta más didáctica para influir en el “ser”. Es convertir la ortodoxia en ortopraxis, o sea convertir el
dicho en hecho.
De acuerdo a todo lo anteriormente expuesto, ya podemos responder a la pregunta: ¿Qué es el discipulado? Y la respuesta
seria; El discipulado cristiano es una relación personal, de maestro a alumno, basada en el modelo de Cristo y sus
discípulos, en la cual el maestro enseña la verdad revelada y reproduce en el alumno la calidad de vida (el carácter) que él
tiene en Cristo, de tal forma que el alumno se capacita para enseñar y adiestrar a otros (reproducción).” Pero definamos
que es el carácter, según el diccionario Carácter es : conjunto de cualidades propias de una persona o de una colectividad
que las distingue, por su modo de ser u obrar, de las demás)
Discípulo es el que obedece a Cristo y aprende a ser como Él, para reproducir esa vida en otros. El término discípulo viene
del vocablo griego“maqhthj ” (“mazetés” o “mathetés”), que se traduce por “discípulo” es: “… uno que aprende
instrucción de otro. Se usaba en el mundo secular griego para el aprendizaje de un artesano”. “literalmente, un aprendiz,
… de la raíz “maqV” (“maz” o “math”), indicativa de pensamiento acompañado de esfuerzo, y que denota a uno que
sigue la enseñanza de un maestro (didaskaloV; didaskalos). … Un discípulo no es meramente uno que aprende, sino un
partidario; de ahí que se les mencione como imitadores de su maestro.” (W. E. Vine; Diccionario expositivo de palabras
del Nuevo Testamento). La identificación entre “cristiano” y “discípulo” es tan intensa en la Biblia que … “antes de decirles
a los seguidores de Jesús “cristianos”, se les llamaba “discípulos” Hechos 11:26. “… y a los discípulos se les llamó
cristianos por primera vez en Antioquía” Esto envuelve las implicaciones que el discipulado producía en su estilo de
vida.” Ser discípulo no es optativo. Es un mandato de Cristo. Quien dice que es cristiano, pero no vive como discípulo,
se está engañando.
Una gran mayoría de los pastores que hay hoy en día nunca fueron discipulados, solo tuvieron una gran cantidad de años
haciendo lo mismo reunión tras reunión. Y es por eso que a ellos les cuesta discipular a otros, no saben por donde
comenzar, porque el discipulado no es solo transmitir conocimientos sino enseñar un modo de vida. El apóstol Pablo
decía: "Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo." 1 Corintios 11:1
Todo cristiano es llamado a ser discípulo de Jesús y esto significa que seguirá a Jesús y pondrá las palabras de Jesús como lo
primero en su vida, no importa lo que le cueste a sí mismo, y por lo tanto requiere dos elementos importantes: Obediencia
en la Palabra y Sujeción en el quehacer, pero de acuerdo a la Palabra y no al capricho humano.
De modo que un discípulo cristiano es una persona que está determinada a seguir a Jesucristo, con el deseo de aprender
de él y vivir según su ejemplo o modelo. El discipulado es un asunto muy serio. Es algo costoso; así es como Jesucristo lo
veía. ¡No empezó ofreciendo a sus discípulos un mar de rosas! Un discipulado sin costo no es un discipulado verdadero.
Los cristianos son llamados a negarse a sí mismos y tomar su cruz diariamente para poder seguir a Cristo Jesús (Lucas
14:27).
Mucha gente viene a Dios, hace una oración de entrega, pero no le rinde su corazón a Dios, esa gente vive engañada
pensando que ya son verdaderos cristianos, discípulos de Cristo, pero en realidad no es así, y es por eso que su naturaleza
pecaminosa no ha sido crucificada en la cruz de cristo. Mateo 15:8 “Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está
lejos de mí.”
No hay salvación sin arrepentimiento. El Señor Jesucristo fue muy claro al decir el costo de ser un discípulo de Cristo:
1. Él es la prioridad.
Lucas 14:25-26 “Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su
padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. ”
2. La obediencia hacia Él es el único camino.
Lucas 14:27 “Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.”
El creyente solo cree pero no obedece, igual que los demonios. Santiago 2:19 “Tú crees que Dios es uno; bien haces.
También los demonios creen, y tiemblan.”
Los discípulos creen y obedecen, creen lo que Cristo dice y hacen lo que Cristo manda. Si yo deseo aprender pero no
quiero obedecer, no soy un discípulo.
El pecado
La primer pregunta que nos debemos hacer es ¿A qué vino Jesús a esta tierra? ¿Cuál fue su misión? La respuesta a estas
preguntas es la misma y la encontramos en Mateo 1:20-21
“Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a
María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre
JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.”
Jesús vino a salvarnos de nuestros pecados, tan simple como eso, pero muy difícil de lograr. Según la ley de Moisés se
debía sacrificar un cordero para expiar el pecado de alguien, pero esos pecados no eran quitados sino ocultados, hasta
que vino el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Juan 1:29
“El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.”
Ahora bien ¿Qué decía Jesús al respecto? Analicemos los siguientes versículos:
Juan 8:34-36
“34. Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado . 35. Y el
esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. 36. Así que, si el Hijo os libertare, seréis
verdaderamente libres.”
Acá vemos que Jesús declara “todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado”, por lo tanto Él ha venido a hacernos
libres de la esclavitud del pecado y lo declara así: “Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.”
Así que no quedan dudas que Jesús vino a librarnos de los pecados y eso sucedió cuando como un cordero fue llevado al
matadero, fue llevado a la cruz por nosotros.
Isaías 53:5-8
“5. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por
su llaga fuimos nosotros curados. 6. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino;
mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros . 7. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue
llevado al matadero; y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca . 8. Por cárcel y por juicio
fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi
pueblo fue herido.”
En el siguiente pasaje de Salmos nos describe en detalles como fue el momento de la crucifixión de Cristo.
Salmos 22:12-18
“12. Me han rodeado muchos toros; fuertes toros de Basán me han cercado. 13. Abrieron sobre mí su boca como león rapaz
y rugiente. 14. He sido derramado como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron; mi corazón fue como cera,
derritiéndose en medio de mis entrañas. 15. Como un tiesto se secó mi vigor, y mi lengua se pegó a mi paladar, y me has
puesto en el polvo de la muerte. 16. Porque perros me han rodeado; me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis
manos y mis pies. Contar puedo todos mis huesos; entre tanto, ellos me miran y me observan.
17. 18.
Repartieron entre sí
mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes.”
1 Pedro 3:18
“Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la
verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;”
Cristo, nos libertó de la esclavitud del pecado, ahora somos siervos de justicia.
Romanos 6:17-18
“17. Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina
a la cual fuisteis entregados; 18. y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.”
Ahora analicemos la diferencia entre el esclavo del pecado y el hijo de Dios que peca.
1 Juan 1:10
“Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.”
1 Juan 3:8-9
“8. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios,
para deshacer las obras del diablo. 9. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios
permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.”
1 Juan 5:18
“Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le
guarda, y el maligno no le toca.”
Al comparar estos pasajes 1 Juan 1:8, 1:10; 3:8-9 y 5:18 parece que Juan se está contradiciendo pero no es así. Lo que
está hablando es que todos los que no han nacido de nuevo son esclavos del pecado y por ello no pueden dejar de practicar
el pecado. Los que han nacido de nuevo, ahora son nuevas criaturas, ya no son esclavos del pecado pero como la carne
nunca se convierte siempre van a sufrir tentaciones y a veces van a pecar. Cuando el hijo de Dios peca, se siente incómodo
con su pecado, y pronto arreglará sus cuentas con el Señor. Un pez vive debajo del agua y fuera de ella se muere porque
su vida es bajo el agua. En cambio un gato no vive bajo el agua, pero eso no implica que a veces caiga en el agua y se
moje, pero no se va a quedar a vivir en el agua porque es gato y no pez. El hijo de Dios no va a vivir siendo esclavo del
pecado porque ya es libre de esa esclavitud por medio de Jesucristo nuestro Salvador.
1 Juan 2:1-2
“1. Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el
Padre, a Jesucristo el justo. 2. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también
por los de todo el mundo.”
Cuando Dios ve las vidas de todos los redimidos por la sangre de Cristo, los ve santos y sin mancha porque ve la sangre
de su Hijo Jesucristo derramada sobre esa vida. El pecado ha sido totalmente quitado.
Hebreos 10:10-18
“10. En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para siempre . 11.
Y
ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca
pueden quitar los pecados; 12. pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se
ha sentado a la diestra de Dios, 13. de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus
pies; 14. porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados . 15. Y nos atestigua lo mismo el Espíritu
Santo; porque después de haber dicho: 16. Este es el pacto que haré con ellos después de aquellos días, dice el Señor:
Pondré mis leyes en sus corazones, y en sus mentes las escribiré, 17. añade: Y nunca más me acordaré de sus pecados y
transgresiones. 18. Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por el pecado .”
Judas 1:24-25
“24. Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría,
25.
al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.”
1. Amar a Cristo sobre todas las cosas: “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo
o hija más que a mí, no es digno de mí” (Mt. 10:37). Jesús desea nuestra completa devoción. Nuestro amor por Jesús
debe sobrepasar al de cualquier persona sin importar qué tan querido o querida sea. Para poder ser digno de seguir a
Cristo es imperativo que uno lo ame (obedezca) en forma total.
2. Permanecer en las palabras de Jesús: “… Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos”
(Juan 8:31). Para poder obedecer a Jesús es necesario que conozcamos sus mandamientos. Permanecer significa habitar
o morar. El hábito de hacer las palabras de Jesús parte de nuestra vida cotidiana es un requisito para ser un verdadero
seguidor de Cristo.
3. Negarse a uno mismo: “Si alguien quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo … ” (Mt. 16:24). La frase “no se
trata de mí” es apropiada para resumir la actitud de un seguidor de Jesús. Para ser un discípulo de Cristo es imprescindible
renunciar a nuestros derechos y ambiciones para buscar solamente los de él.
4. Tomar la cruz: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día …” (Lucas 9:23). La
cruz era un instrumento de tormento y muerte. Jesús les pide a sus seguidores que cada día estén dispuestos a morir con
tal de seguirlo. Ser un discípulo de Jesús implica un compromiso total. Para seguir a Jesús uno debe estar dispuesto a
pagar cualquier precio y hacer cualquier sacrificio.
5. Seguir a Cristo: “Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí
mismo, tome su cruz y sígame” (Marcos 8:34). Cumplir con los deseos de Jesús debe ser el único propósito de sus
seguidores. Seguir a Cristo significa obedecerlo en todo. El plan de vida es hacer solamente lo que Jesús ordena.
6. Renunciar a las posesiones: “cualquiera de vosotros que no renuncie a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo”
(Lucas 14:33). Jesús les pide todo a sus seguidores. Mis posesiones ya no son mías sino de Jesús. Cristo no demanda
solamente el diez por ciento de nuestros recursos, él desea absolutamente todo. Sus seguidores son administradores de
los bienes materiales, pero el verdadero dueño debe ser Jesús para que uno pueda ser su discípulo.
7. Amar a nuestros semejantes: “En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tenéis amor los unos por los otros”
(Juan 13:35). La marca de los seguidores de Jesús es el amor que se profesan el uno al otro. Un discípulo de Cristo no se
identifica con asistir a una iglesia, cargar una Biblia o usar cierto tipo de lenguaje sino por el amor a sus semejantes. Los
seguidores de Jesús deben estar dispuestos a sacrificarse por otros al igual que Jesús lo hizo por ellos.
Los requisitos para ser un verdadero discípulo de Jesús o cristiano no han cambiado con el tiempo. Para poder seguir a
Cristo debemos acatar sus condiciones. ¿Qué clase de discípulo es usted?
John MacArthur en su libro El Evangelio Según Jesucristo, expone el caso del señorío de Cristo, resumiendo la enseñanza
de esta manera: "El llamado evangélico a la fe, supone que los pecadores deben arrepentirse de su pecado y someterse a
la autoridad de Cristo". En otras palabras, un pecador que se niega a arrepentirse no es salvo, porque él no puede aferrarse
a su pecado y al Salvador al mismo tiempo. Y un pecador que rechaza la autoridad de Cristo en su vida, no tiene una fe
salvadora, ya que la fe verdadera abarca una entrega absoluta a Dios. Por lo tanto, el evangelio requiere algo más que
hacer una decisión intelectual o pronunciar una oración; el mensaje del evangelio es un llamado al discipulado. Las ovejas
seguirán a su pastor en sumisa obediencia.
Jesucristo dio reiteradas advertencias a los hipócritas religiosos de Su época, como prueba de que simplemente estar de
acuerdo con las verdades espirituales, no salva a una persona. Debe haber un cambio de corazón. Jesús hizo hincapié en
el elevado costo del discipulado: "Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo" (Lucas 14:27),
y "Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo" (versículo 33). En
el mismo pasaje, Jesús habla de contar el costo; en otro lugar, Jesús enfatiza un total compromiso: "Ninguno que poniendo
su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios" (Lucas 9:62).
En el Sermón del Monte, Jesús dice que la vida eterna es un camino angosto que solo "algunos pocos" lo hallan (Mateo
7:14); por el contrario, la creencia fácil busca ensanchar el camino para que cualquiera que tenga una profesión de fe,
puede entrar. Jesús dice que "todo buen árbol da buenos frutos" (versículo 17); en cambio, la creencia fácil dice que un
árbol aún puede ser bueno y no producir nada, excepto un fruto malo. Jesús dice que muchos de los que dicen "Señor,
Señor" no van a entrar en el reino (versículos 21-23); por otra parte, la creencia fácil enseña que decir "Señor, Señor" es
suficiente.
El señorío de Cristo nos enseña que una verdadera profesión de fe, será respaldada por la evidencia de la fe. Si una persona
está realmente siguiendo al Señor, entonces él o ella obedecerá las instrucciones del Señor. Una persona que está viviendo
intencionalmente en pecado y sin arrepentirse, obviamente no ha decidido seguir a Cristo, porque Cristo nos llama del
pecado a la justicia. De hecho, la Biblia claramente enseña que la fe en Cristo resultará en una vida cambiada (2 Corintios
5:17; Gálatas 5:22-23; Santiago 2:14-26).
El señorío de Cristo no es una doctrina de salvación basada en las obras. La salvación es solamente por gracia, los creyentes
son salvos incluso antes de que su fe produzca alguna buena obra, los cristianos pueden pecar y de hecho lo hacen, pero
no practican el pecado. Sin embargo, la verdadera salvación conducirá inevitablemente a una vida cambiada. Los salvos
estarán consagrados a su Salvador. Un verdadero cristiano no se sentirá cómodo viviendo en un pecado que no ha
confesado y no ha abandonado.
Aquí hay nueve enseñanzas que establecen el señorío de Cristo, separadas de la creencia fácil:
1) El arrepentimiento no es un mero sinónimo de la fe. La Biblia enseña que los pecadores deben ejercer su fe junto con
el arrepentimiento (Hechos 2:38; 17:30; 20:21; 2 Pedro 3:9). El arrepentimiento es un apartarse del pecado (Hechos
3:19; Lucas 24:47), e incluso esto es un don de Dios (2 Timoteo 2:25). El genuino arrepentimiento, que surge cuando
una persona se somete al señorío de Cristo, no puede resultar sino en un cambio de comportamiento (Lucas 3:8; Hechos
26:18-20).
2) Un cristiano es una nueva creación y no puede simplemente "dejar de creer" y perder la salvación. La fe misma es un
don de Dios (Efesios 2:1-5, 8), y la verdadera fe permanece para siempre (Filipenses 1:6). La salvación es solo la obra de
Dios, no del hombre. Aquellos que creen en Cristo como Señor, son salvos aparte de cualquier esfuerzo que hagan por
su propia cuenta (Tito 3:5).
3) El objeto de la fe es Cristo mismo, no es una promesa, una oración o un credo (Juan 3:16). La fe debe implicar un
compromiso personal con Cristo (2 Corintios 5:15). Es mucho más que estar convencidos de la verdad del evangelio; es
un renunciar a este mundo y seguir al Maestro. El Señor Jesús dijo, "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me
siguen" (Juan 10:27).
4) La fe verdadera siempre produce un cambio de vida (2 Corintios 5:17). La persona en su interior es transformada por
el Espíritu Santo (Gálatas 2:20), y el cristiano tiene una nueva naturaleza (Romanos 6:6). Aquellos con una fe genuina, los
que están sometidos al señorío de Cristo, siguen a Jesús (Juan 10:27), aman a sus hermanos (1 Juan 3:14), obedecen los
mandamientos de Dios (1 Juan 2:3; Juan 15:14), hacen la voluntad de Dios (Mateo 12:50), permanecen en la Palabra de
Dios (Juan 8:31), guardan la Palabra de Dios (Juan 17:6), hacen buenas obras (Efesios 2:10), y continúan en la fe
(Colosenses 1:21-23; Hebreos 3:14). La salvación no es añadir a Jesús en el panteón de los ídolos; es una total destrucción
de los ídolos con el máximo reinado de Jesús.
5) Dios por medio de Su "divino poder nos ha dado todo lo que necesitamos para una vida piadosa" (2 Pedro 1:3;
ver Romanos 8:32). La salvación, entonces, no es simplemente un boleto para ir al cielo. Es el medio por el cual somos
santificados (prácticamente) en esta vida y por medio de la cual vamos creciendo en gracia.
6) La Biblia enseña que Jesús es el Señor de todos. Cristo exige entrega incondicional a Su voluntad (Romanos 6:17-
18; 10:9-10). Aquellos que viven en rebeldía a la voluntad de Dios, no tienen la vida eterna, porque "Dios resiste a los
soberbios, y da gracia a los humildes" (Santiago 4:6).
7) Aquellos que verdaderamente creen en Cristo, lo amarán (1 Pedro 1:8-9; Romanos 8:28-30; 1 Corintios 16:22).
Aquellos a quienes amamos, anhelamos amar mas (Juan 14:15,23).
8) La Biblia enseña que el comportamiento es una prueba importante de la fe. La obediencia es la evidencia de que nuestra
fe es genuina (1 Juan 2:3). Si una persona sigue negándose a obedecer a Cristo, está evidenciando que su "fe" es sólo de
nombre (1 Juan 2:4). Una persona puede afirmar que Jesús es su Salvador y fingir obedecer por un tiempo, pero, si no
hay un cambio de corazón, su verdadera naturaleza acabará manifestándose. Este fue el caso de Judas Iscariote.
9) Los creyentes genuinos pueden tropezar y caer, pero van a perseverar en la fe (1 Corintios 1:8). Este fue el caso de
Simón Pedro. Para empezar, un "creyente" que se aleja completamente del Señor, demuestra claramente que nunca nació
de nuevo (1 Juan 2:19).
Una persona que ha sido liberada de su pecado por medio de la fe en Cristo, no desearía permanecer viviendo una vida
de pecado (Romanos 6:2). Por supuesto, el crecimiento espiritual puede ocurrir rápida o lentamente, dependiendo de la
persona y de sus circunstancias. Y los cambios pueden no ser evidentes para todos al principio. En última instancia, Dios
conoce quiénes son Sus ovejas, y Él nos madurará de acuerdo a Su tiempo perfecto.
¿Es posible ser cristiano y vivir en la carne toda la vida, disfrutando los placeres del pecado, y nunca buscar glorificar al
Señor quién lo compró? ¿Puede un pecador despreciar el señorío de Cristo y aun así decir que Él es su Salvador? ¿Puede
alguien decir la "oración del pecador" y seguir con su vida como si nada hubiera ocurrido y continuar llamándose "cristiano"?
El señorío de Cristo dice: "No". No demos una falsa esperanza a los pecadores que no se arrepienten; más bien, declaremos
todo el consejo de Dios: "No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo ." (Juan 3:7).
Ezequiel 36:25-27
“25. Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias; y de todos vuestros ídolos os
limpiaré. 26. Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de
piedra, y os daré un corazón de carne. 27. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y
guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.”
Mateo 1:21
“Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.”
Juan 8:34-36
“Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo
no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente
libres.”
Juan 1:12-13
“12. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; 13. los
cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.”
2 Corintios 5: 17
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. ”
Romanos 6:17-18
“17. Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina
a la cual fuisteis entregados; 18. y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.”
Colosenses 1:12-14
“12. con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; 13. el cual nos
ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14.
en quien tenemos redención por su
sangre, el perdón de pecados.”
1 Juan 3:2-9
“2. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se
manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es . 3. Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se
purifica a sí mismo, así como él es puro. 4. Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es
infracción de la ley. 5. Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él . 6. Todo aquel que
permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido . 7. Hijitos, nadie os engañe; el que hace
justicia es justo, como él es justo. 8. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para
esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo . 9. Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el
pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios .”
1 Juan 5:18-20
“18. Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le
guarda, y el maligno no le toca. 19. Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno. 20. Pero sabemos
que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero,
en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.”
Mucha gente viene a Dios, hace una oración de entrega, pero no le rinde su corazón a Dios, esa gente vive engañada
pensando que ya son verdaderos cristianos, discípulos de Cristo, pero en realidad no es así, y es por eso que su naturaleza
pecaminosa no ha sido crucificada en la cruz de Cristo. Mateo 15:8 "Este pueblo de labios me honra; mas su corazón
está lejos de mí."
No hay salvación sin arrepentimiento. El Señor Jesucristo fue muy claro al decir el costo de ser un discípulo de Cristo:
1. Él es la prioridad.
Lucas 14:25-26 “Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su
padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. ”
Si quieres Nacer de Nuevo, debes entregarte de todo tu corazón a Dios, él te ama y tiene planes contigo. Él quiere hacerte
libre de la esclavitud del pecado y hacerte una nueva criatura, quiere pasarte de lleno al reino de su amado Hijo !!!
Colosenses 1:13 "el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,"
Ahora bien ¿Cómo puedes darte cuenta de que realmente le has entregado tu corazón de verdad a Dios? En la época de
la iglesia primitiva no se le decía "Señor" a cualquier persona, hoy en día la palabra "Señor" se usa a cualquier persona
mayor. Pero antes en el pueblo de Israel para que le digan "Señor" a alguien debía ser rico, propietario de grandes tierras,
tener esclavos y poder militar. La palabra "Señor" viene de la palabra griega "Kirios" que significa "Amo, Jefe, Soberano,
Dueño, Máxima Autoridad". La mejor forma de saber si eres un verdadero cristiano hijo de Dios es cuando de verdad
Jesucristo es tu Señor, el amo de tu vida, tu dueño, tu jefe, el que manda en tu vida, al que estas sujeto. En Mateo 7:21
Jesús dijo: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi
Padre que está en los cielos."
Es muy importante entender que Dios te ama y envió a su Hijo Jesucristo a morir en la cruz por tus pecados para que
puedas ser salvo del pecado, hacerte una nueva criatura y tener una relación personal con Él. La Biblia dice en Efesios 2:
8-9 “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para
que nadie se gloríe.” Y en 1 Corintios 5:17-21dice “17. De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas
viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 18. Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo
por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; 19. que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no
tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación. 20. Así que,
somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo:
Reconciliaos con Dios. 21. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos
justicia de Dios en él.”
Si realmente crees en Dios debes rendirle tu vida a Él sin reservas, y si nunca lo has hecho, has esta oración con toda tu
fe pero con toda tu entrega. Ya sabes, si Jesucristo es el que manda ahora tu vida entonces Jesucristo es tu Señor. No se
trata de confesar a Jesús con la boca solamente, se trata de confesar a Jesús con tu vida por el resto de tu vida !!!
"Dios, ¡Te necesito! Confieso que he pecado contra ti y me arrepiento de todos mis pecados y te pido
perdón. Yo creo que Jesús murió en la cruz por todos mis pecados para salvarme y lo acepto como mi
Salvador. Creo que resucitó de los muertos para darme vida eterna. Rindo mi vida a Jesús como mi Señor,
para servirle y obedecerle. Anota mi nombre en el libro de la Vida. Hazme la persona que tú quieres que
sea. Gracias por escuchar mi oración. Gracias por salvarme. En el nombre de Jesús. Amén."
no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; 5. pero el que guarda su palabra, en éste
verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. 6. El que dice que
permanece en él, debe andar como él anduvo.”
4. No practica el pecado.
1Juan 3:6-9
“6. Todo aquel que permanece en él, no peca; todo aquel que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. 7. Hijitos, nadie
os engañe; el que hace justicia es justo, como él es justo. 8. El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo
peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 9. Todo aquel que es
nacido de Dios, no practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es
nacido de Dios.”
1Juan 5:18
“Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios
le guarda, y el maligno no le toca.”
5. Ama al hermano.
1Juan 3:14-18
“14. Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su
hermano, permanece en muerte. 15. Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún homicida
tiene vida eterna permanente en él. 16. En esto hemos conocido el amor, en que él puso su vida por nosotros; también
nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos. 17. Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su
hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? 18. Hijitos míos, no
amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.”
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Pues este es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.”
1Juan 2:3-6
“3. Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y
4.
no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él; pero el que guarda su palabra, en éste
5.
verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en él. 6. El que dice que
permanece en él, debe andar como él anduvo.”
1Juan 3:24
“Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en
nosotros, por el Espíritu que nos ha dado.”
Juan 14:23-24
“23. Respondió Jesús y le dijo: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos
morada con él. 24. El que no me ama, no guarda mis palabras; y la palabra que habéis oído no es mía, sino del Padre
que me envió.”
14. Los nacidos de nuevo permanecen en la comunión con los santos y no se vuelven apóstatas.
1Juan 2:18-19
“18. Hijitos, ya es el último tiempo; y según vosotros oísteis que el anticristo viene, así ahora han surgido muchos
anticristos; por esto conocemos que es el último tiempo. 19. Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque
si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos
son de nosotros.”
2Juan 1:9
“Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina
de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo.”
17. Los nacidos de nuevo conocen la voz de Cristo y le siguen porque son sus ovejas.
Juan 10:2-4, 27-28
“2. Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a
Dios. 3. Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí. 4. Mas os he dicho estas cosas, para que cuando llegue la
hora, os acordéis de que ya os lo había dicho. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
27. 28.
y yo les
doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.”
1Juan 4:6
“Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el
espíritu de verdad y el espíritu de error.”
19. Los nacidos de nuevo son testimonio vivo de una vida transformada y comprometida con Dios.
3Juan 1:5-6, 9-12
“5. Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos,
6.
los cuales han dado ante la iglesia testimonio de tu amor; y harás bien en encaminarlos como es digno de su servicio
a Dios, para que continúen su viaje. 9. Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar
entre ellos, no nos recibe. 10. Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras
malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se
lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia. 11. Amado, no imites lo malo, sino lo bueno. El que hace lo bueno es de Dios;
pero el que hace lo malo, no ha visto a Dios. 12. Todos dan testimonio de Demetrio, y aun la verdad misma; y también
nosotros damos testimonio, y vosotros sabéis que nuestro testimonio es verdadero.”
En este poderoso pasaje el Apóstol Pablo aconsejo a los hermanos de Filipos a tener “el mismo sentir” que Cristo tuvo.
Cuando seguimos leyendo en el pasaje entendemos a que clase de sentir se esta refiriendo. El sentir de Cristo fue que el
no escatimó esfuerzo y sacrificio en su vida y ministerio, sino que se despojo de todo y siguió hacia el cumplimiento total
del plan de Dios. Esta clase de sacrificio y esfuerzo sirvió para que toda la humanidad fuese bendecida.
Así como Jesús alcanzo su objetivo con mucho esfuerzo y sacrificio, este principio del “sentir de Jesús” debe estar también
presente en nosotros, su Iglesia, para alcanzar aquellas metas que Dios nos ha encomendado y ser canales de bendición.
Muchos argumentan que como vivimos bajo la Gracia de Dios ya no hace falta esforzarse en nuestro caminar con el Señor,
cuando en realidad la Biblia dice en 2 Timoteo 2:1 “Tu, pues, hijo mío esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús” y
en los vv. 4-6 se dan tres ejemplos interesantes que reflejan la actitud constante que debe tener el creyente:
No hace falta dar mas detalles para darse cuenta que cualquiera de los tres ejemplos representan la clase de vida cristiana
esforzada que necesitamos llevar para agradar a Dios.
El sacrificio y el esfuerzo debe ser la característica que debe acompañar todo lo que emprendamos en la vida, aun lo
espiritual. Esta clase de sacrificio y esfuerzo que hacemos no es fruto de la obligación sino la medida de gratitud hacia el
Señor que dio todo para salvarnos.
En la Palabra de Dios se habla mucho acerca de ciertos personajes que fueron personas esforzadas, Miremos algunos de
ellos:
a. Jueces 6:12 Menciona a Gedeón el cual era considerado “varón esforzado y valiente”
b. Jueces 11:1 Aquí se menciona a Jefte el cual era “esforzado y valiente”
c. 1 Samuel 14:52 Habla de uno de los guerreros como “esforzado y apto para combatir”
d. 2 Samuel 17:10 Se decía sobre los guerreros del Rey David “es hombre valiente, y que los que están con el son
esforzados”
e. 2 Samuel 23:20 Benaia era “varón esforzado, grande en proezas”
f. 2 Crónicas 17:14 Los guerreros de Josafat eran “muy esforzados”
1. Antes de mencionar la aptitud para hacer algo se mencionaba la palabra “esforzado”. Esto nos enseña que antes de la
aptitud (la capacidad, don o talento) está la actitud de ser (conducta) esforzado.
2. Los que se ganaban el privilegio de estar con el Rey (que representa una posición de autoridad) eran los esforzados.
En la Biblia se menciona que se necesita de la actitud del esfuerzo para muchas cosas:
1. Números 13:20 Se necesita esfuerzo para tomar el fruto o las bendiciones de Dios.
“… esforzaos y tomad del fruto del país”
Una cosa es tener las promesas de Dios legalmente (por lo que dice la Biblia) y otra tenerlas prácticamente en la vida
cotidiana. Para que esto último suceda tenemos que batallar contra el enemigo que intentara impedir que nos lleguen
las bendiciones de Dios.
4. Josué 23:6-7 Se necesita esfuerzo para guardar la Palabra de Dios y evitar contaminarse con relaciones que no
convienen
“Esforzaos, pues, mucho en guardar y hacer todo lo que está escrito en el libro de la ley…para que no os mezcléis
con estas naciones…”
El razonamiento no quebrantado constantemente quiere rebelarse contra la Palabra de Dios. La Biblia dice que eso es
malo y nuestra mente razona diciendo: - No es tan malo -. Renovar la mente es un trabajo esforzado que todo cristiano
victorioso debe hacer. La mente renovada me lleva a obedecer la Palabra y evitar amistades o relaciones que me
conducen de manera directa o indirecta hacia el pecado.
7. I Crónicas 28:10 Se necesita esfuerzo para edificar nuestro hogar y la Casa del Señor
“Mira, pues, ahora, que Jehová te ha elegido para que edifiques casa… esfuérzate y hazla”
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Edificar tiene una palabra paralela: “tiempo”. Pensar que un matrimonio será feliz porque hicieron solamente los votos
en el altar es un error, como también pensar que edificar una iglesia local es algo que sucede por si sólo. Dios hace su
parte pero es necesaria también nuestra parte activa. Edificar requiere un proceso de tiempo esforzado.
11. Nehemías 2:18 Uno siempre debe esforzarse en toda causa buena
“Así esforzaron su mano para bien”
El creyente fiel siempre, antes de brindarse y esforzarse en algún emprendimiento, averigua si lo que va a hacer con su
esfuerzo glorifica a Dios, exalta a Cristo y tiene la base de la Palabra de Dios. Esto se llama una sana administración de
fe y esfuerzo.
El Señor sabe todo lo que le sucede a sus hijos y conoce que somos de carne y hueso, falibles y débiles. Es por eso
que a nuestra fe, El le agrega el poder para seguir en la brecha y no bajar los brazos. No tenga ninguna duda: Cuando
usted cruce al otro lado a una nueva etapa de bendición, habrá sido por las fuerzas de Dios.
La Biblia nos enseña que el “hombre fuerte” es el diablo, que siempre intenta robarnos las bendiciones de Dios. Cuando
somos fieles al Señor, el nos dota de mayor autoridad para recuperar de todo lo que hemos sido despojados. En el
Nombre del Señor podemos destruir las fortalezas del enemigo sobre nuestras vidas, familias y ministerios.
En este momento, varón, mujer esforzado/a de Dios, te animo por fe, a tomar esta palabra específica de Dios como una
palabra para su situación específica. Deja que estas palabras renueven tu fe, confianza y valor... ¡Y no tenga dudas que
verá la gloria de Dios en cualquier lugar o posición que se encuentre!
“Esforzaos todos vosotros los que esperáis en Jehová, y tome aliento vuestro corazón.” Salmo 31:24
Introducción:
Ser valiente es tener el ánimo para enfrentar las dificultades de la vida con cierta determinación. Se pueden sentir las
penurias de lo que se enfrenta, y aun la tentación de no seguir adelante, pero se toma la serpiente por la cola, como lo
hizo Moisés, para que se convierta en vara y con la vara de la fe abrirnos paso en la vida. David tuvo el valor de enfrentar
al gigante Goliat y vencerlo, pero también tuvo el valor de huir cuando Saúl procuraba matarlo. La vida cristiana es una
vida de propósito y de balance, porque hay tiempo de callar y tiempo de hablar, tiempo de buscar y tiempo de perder,
tiempo de llorar y tiempo de reír, etc. (Ecles. 3.). David huyó a la cueva de Adulam y atrajo personas en amargura de
espíritu, los animó, los entrenó y los hizo sus valientes aliados. Se debe, por lo tanto, hacer lo mejor que se puede con lo
que se tiene y dar gracias a Dios. Porque todo en la vida obra para bien a los que a Dios aman (Rom. 8:28). Esfuércese y
sea valiente y haga lo que Dios quiere que haga.
Punto 1.
¿Cómo se llamó el padre de David? (1Sam. 17:58) Isaí de Belén. ¿Cómo se llamó su hermano mayor? (1Sam. 17:13)
Eliab. ¿Cuál fue la encomienda que le dio Dios a Josué? (Josué 1:7-8) Que se esforzara y fuera valiente y que no apartara
de su boca el libro de la ley. ¿Cómo demostró David su valentía? (1Sam. 17:36-37) Matando leones y osos y al gigante
Goliat. ¿Qué hicieron tres de los valientes de David? (2Sam. 23:15-16) Éstos valientemente penetraron por el campamento
de los filisteos para traerle agua a David del pozo de Belén. ¿Qué hizo Sama hijo de Age? (2Sam. 23:11-12) Defendió
con éxito un terreno de lentejas de muchos filisteos.
Punto 2.
¿Qué dice la Biblia con relación a esforzarse en obra del Señor? Dice, (1) (Luc.13:24) que hay que esforzarse a entrar por
la puerta que es estrecha; (2) (Mat. 11:12; Luc. 16.16), que todos los que se esfuerzan por el reino de Dios entrarán en
él; (3) (1Cor. 16:13) que debemos estar firmes y portarnos valientemente en la vida cristiana; (4) (2Tim. 2:1) y que hay
que esforzarse siempre en el camino del Señor. ¿Por qué tenemos que ser valientes en la vida cristiana? (1) (Apoc. 2:10)
Porque, si queremos heredar la corona de la vida, tenemos que ser valientes en las luchas que nos trae la vida cristiana
y (2)(Apoc. 3:11) porque no podemos permitir que otro nos tome nuestra corona.
Conclusión:
Es un hecho que las Escrituras nos animan y nos exhortan a ser valientes y a esforzarnos en toda circunstancia de la vida;
a no acobardarnos, ni amedrentarnos y a no retroceder. La Palabra dice: "Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía,
sino de poder, de amor y de dominio propio" (2 Timoteo 1:7). Las Escrituras además nos animan a "no amedrentarnos
ante los enemigos que tenemos que enfrentar, puesto que Dios todopoderoso está con nosotros" (Deut. 31:6). También
dice la Palabra: "Nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del
alma". Nuestro esfuerzo y valentía un día se harán manifiestos y por ello recibiremos recompensa (Apoc. 22:12).
¿Cómo puede “prepararse” la Iglesia para el regreso de Cristo si hace caso omiso de sus instrucciones de predicar el
evangelio del Reino a todas las naciones? (Mateo 24:14 “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para
testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. ”). ¡Eso no es posible! Esa es la razón por la que la Iglesia del
Dios Viviente les ha enviado este folleto; y es por eso que publicamos otros folletos, revistas, el Curso bíblico por
correspondencia y otro material educativo. Es por eso que transmitimos el programa de radio y televisión El Mundo de
Mañana. Es por eso que nos servimos de la internet y de todos los medios que Dios provea para llevar a cabo su obra, en
tanto que nos abre las puertas para llevar su mensaje al mundo como testimonio antes del regreso de Jesucristo.
Es importante que nuestros lectores reconozcan plenamente que quienes estamos en esta obra, el personal de la revista y
del programa El Mundo de Mañana, y todos los que en alguna forma tomamos parte en la obra de la Iglesia del Dios
Viviente, estamos dedicados a la tarea de ¡restaurar el cristianismo original!
Cuando ustedes leen nuestros artículos y folletos o cuando escuchan el programa El Mundo de Mañana, es muy importante
que entiendan por qué hacemos lo que hacemos. Porque nuestra intención es continuar predicando y enseñando el mismo
mensaje que proclamaron Jesús y los primeros apóstoles. Nuestra meta es restaurar, en todos sus aspectos espirituales, el
camino de vida que enseñaron y siguieron Jesús y los apóstoles. Y además, bajo la guía del Espíritu de Dios, seguiremos
predicando las profecías inspiradas de la Biblia y advirtiendo, a quienes estén dispuestos a escuchar, sobre lo que nos
espera.
Al acercarse el tiempo de la intervención de Dios en los asuntos humanos y de la gran tribulación, es de vital importancia
que usted y sus seres queridos se aseguren de que realmente pertenecen a Jesucristo, al Cristo de la Biblia; que estén
adorando a Dios “en espíritu y en verdad” (Juan 4:23 “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren.”) y que formen
parte de la verdadera Iglesia de Dios, la que enseña y practica el cristianismo original, el cristianismo de Jesús y los primeros
apóstoles.
“ El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.” Apocalipsis 3:13
CREA
Crea los sucesos de la Biblia, que es la Palabra de Dios, y que por Cristo usted ha recibido vida eterna (1
Juan 5:10-13). Después, por fe, camine en nueva vida (2 Corintios 5:17). Recuerde que ahora usted es un
testimonio vivo del poder salvador del Señor Jesucristo y que la nueva vida de resurrección en Cristo está
manifestada en usted, el creyente, por siempre.
LEA
Lea y estudie su Biblia, memorizando las citas que son de ayuda y bendición para usted. Dé especial atención
a las promesas que Dios da a los creyentes. Medite en esto y será alimento para su alma (1 Pedro 2:2).
Recuerde que la Palabra de Dios es la luz para su camino (Salmos 119:105) y su arma de batalla (Efesios
6:17).
ORE
Ore constantemente a Dios, su Padre eterno, en el nombre del Señor Jesucristo. Agradezca a Dios por todo
(Efesios 5:20); alábele por Sus bendiciones (Filipenses 4:6). Pídale victoria sobre el pecado y la debilidad
(1 Juan 1:9). Ore por las necesidades de los demás cuando ore por sus propias necesidades. Una vida de
oración constante le mantendrá espiritualmente fuerte y en crecimiento.
CONFIESE
Confiese al Señor Jesucristo como su Salvador personal como un testimonio de su fe (Romanos 10:9-11).
Todos los que han creído en su corazón "en salvación" serán capaces de confesar su realidad interior ante
otros. El Cristiano es un embajador de Cristo ante el mundo perdido (2 Corintios 5:17-21).
EVITE
Evite las tentaciones. La Biblia nos dice que vendrán, pero nosotros debemos tener cuidado de no andar en
sus caminos (Salmos 1:1). Es también importante que evitemos esas cosas que sabemos que puedan estorbar
nuestro testimonio Cristiano, o causarnos tropezar (1 Tesalonicenses 5:22). Cuando comienza la tentación,
recuerde que Dios ha prometido una forma de escape, para aquellos que fielmente le sirven y obedecen.
(1 Corintios 10:13).
TESTIFIQUE
Testifique de otros acerca del Señor Jesucristo (Hechos 1:8). Muchos no tienen al Salvador, ¿quién les
hablará? (Romanos 10:13-14). El gozo más grande el creyente es el privilegio de contar las buenas nuevas.
No hay nada más importante que pudiéramos hacer por otras personas que hablarles del poder de Dios para
salvación. ¡Haga que el Evangelio sea conocido por los perdidos (Romanos 1:16)!
SIRVA
Sirva al Señor Jesucristo con alegría (Salmos 100:2). Dios tiene un ministerio para cada creyente (1 Corintios
12:12-21). Intégrese a una Iglesia local que enseñe la Sana Doctrina Bíblica Cristiana. Usted necesita el
cuidado pastoral, instrucción y compañerismo con otros de la misma fe, y la iglesia le necesita también a
usted. (Hebreos 10:25). Invierta su tiempo, talentos y dinero en la eternidad (Colosenses 3:1-3).
PERMANEZCA
Permanezca firme en la Palabra de Dios (Efesios 6:10-18). Esté alerta de los falsos maestros y de las falsas
doctrinas (2 Pedro 2:1-3). Pruebe todo de acuerdo a la Palabra de Dios, no por experiencias (Isaías 8:20).
Recuerde que Dios ha prometido la victoria para aquellos que le honran a El y a su Santa Palabra (1 Corintios
15:58). Sea un Discípulo de Jesucristo fiel que persevera hasta el fin haciendo su voluntad y agradando a
Dios.
En Comunión Diaria
¿QUE ES UN TIEMPO DEVOCIONAL?
Es una cita diaria con Dios. Debe ser diaria porque se requiere tiempo para desarrollar su
relación con él. La madurez no viene “al instante”, sino que se cultiva día tras día.
Salmos 5:3
“Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré .”
Unos lo llaman “la hora quieta” porque es un tiempo de esperar delante de Dios, para que nos hable a través de su Palabra,
y después responder en oración.
Josué 1:8
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas
conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien .”
Salmo 63:1
“Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde
no hay aguas,”
Mateo 4:4
“Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios .”
¿Diría usted que una cita diaria con Dios es una necesidad o solamente una buena idea si le queda tiempo?
Tal vez el mejor tiempo es en la mañana. Esto le permite comenzar el día con Dios. Nuestro Señor Jesucristo, y personas
como David apartaron un tiempo especial en la mañana (Salmo 5:3 “Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me
presentaré delante de ti, y esperaré.” y Marcos 1:35 “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió y se
fue a un lugar desierto, y allí oraba.”). Obviamente, esto implica que tendrá que levantarse más temprano de lo
acostumbrado, pero valdrá la pena.
Se debe buscar un lugar tranquilo donde pueda pasar este tiempo sin interrupciones. A veces, para buscar esta privacidad,
hay que levantarse antes que los demás, cerrar la puerta de su cuarto o irse al comedor o al estar o a un escritorio u
oficina, a la terraza o al patio.
Salmos 5:3 Con contemplación esperando oír la voz de nuestro dulce Señor.
“Oh Jehová, de mañana oirás mi voz; de mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.”
Oración
Ore para comenzar su devocional. Preséntese a Dios, adórele, dele gracias por un día mas de vida que le ha dado, pida
perdón por sus pecados y que le bendiga en su tiempo devocional para que usted pueda entender lo que El le quiere decir.
Pasaje: ______________________
Compre un cuaderno hoy para usar en su tiempo devocional. Use el método del cuadro arriba al estudiar su Biblia,
anotando sus pensamientos en su cuaderno.
Oración
Ore refiriéndose al pasaje bíblico estudiado. Responda a Dios, comentándole su reacción al pasaje. Incluya en su
oración:
✓ Confesión al darse cuenta de toda impureza en su vida.
✓ Adoración por lo que Dios es (los Salmos pueden ayudarle a enriquecer su alabanza).
✓ Ore por las peticiones en su lista de oración.
✓ Acción de gracias por lo que Dios le ha dado.
Cantar al Señor
La música levanta su espíritu y ayuda a crear un ambiente de adoración en su tiempo devocional. Cante o escuche coros
e himnos regularmente, no sólo en su devocional, sino durante todo el día. Efesios 5:19 “hablando entre vosotros con
salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; ”
Meditar y Memorizar
Copie un versículo del pasaje leído en una tarjeta o papel o libreta para poder meditar en él durante el día. Procure
memorizarlo. De esta manera Dios le ayudará a resistir el pecado.
SUGERENCIAS PRÁCTICAS
2. Dé prioridad a su cita diaria con Dios. Trate de no faltar a la cita. Si falta un día, no se desanime; pero no falte al día
siguiente.
3. Procure leer un capítulo diario. A veces, es mejor leer menos para poder estudiarlo bien.
5. Trate de poner los versículos claves en sus propias palabras para entenderlos mejor.
6. Si le cuesta concentrarse, lea u ore en voz alta o de pie. No tenga su devocional acostado en la cama; podría dormirse.
Pida el poder de Dios para poder concentrarse.
7. Tenga un cuaderno para anotar los resultados de su estudio bíblico, peticiones para oración etc.
La Confesión
¿Cómo debe ser la Confesión?
La confesión debe ser hecha a Dios en oración, en un lugar a solas con Dios, siguiendo las siguientes:
1 Juan 1:8-9
“8. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros . 9.
Si
confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad .”
Ser sincero.
Estar arrepentido (desear no volver a cometer el mismo pecado).
Ser específico (decirle a Dios en qué consistió concretamente mi pecado).
Hacerlo pronto. Apenas me dé cuenta que he pecado, debo confesarlo. De lo contrario, estoy expuesto a caer en
más pecado.
Hacerlo con humildad (pedirle perdón a aquellas personas que se vieron afectadas por mi pecado).
No debemos seguir recriminándonos por los pecados que ya confesamos. Si Dios nos ha perdonado, debemos
estar seguros de su perdón, y darle gracias por haberlo hecho.
1 Juan 2:1-2
“1. Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el
Padre, a Jesucristo el justo. 2. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también
por los de todo el mundo.”
1. Un espíritu respetuoso.- La Biblia es la Palabra de Dios por eso debemos acercarnos a ella con sumo respeto,
con absoluta reverencia. Cuando estudiamos así la Palabra de Dios, ella se descubrirá en sus maravillas a nosotros.
2. Un espíritu dócil.- La persona obstinada que se acerca a la Biblia con ideas preconcebidas con el afán de criticarla
o de encontrar en ella errores y contradicciones, no sacará ningún provecho espiritual de ella. Pero el discípulo manso y
dócil verá y entenderá la verdad divina, pues Dios promete “Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los
mansos su carrera.” Salmos 25:9
3. Amor a la verdad.- Para estudiar con provecho la Biblia es necesario poseer un corazón que ama la verdad de
Dios, y que por esto desea conocerla.
4. Paciencia en el estudio.- La paciencia, la diligencia, la perseverancia son virtudes indispensables para estudiar
provechosamente las Sagradas Escrituras. Salmos 119: 103, 128, 162 “103. ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!
Más que la miel a mi boca. 128. Por eso estimé rectos todos tus mandamientos sobre todas las cosas, y aborrecí todo
camino de mentira. 162. Me regocijo en tu palabra como el que halla muchos despojos.”
5. Prudencia en el estudio.- Hay que iniciar el estudio de la Biblia desde lo más sencillo hasta lo más difícil. El
Nuevo Testamento es más sencillo que el Antiguo. Los evangelios son más fáciles que las cartas apostólicas. Los tres
primeros evangelios son más sencillos que el cuarto.
Creo necesario compartir algunas sugerencias útiles que pueden ayudar a la hora del estudio personal de las Escrituras.
Tal como lo menciono son “sugerencias” y no necesariamente debe entenderse como “leyes absolutas” para poder
entender la Biblia. Estas sugerencias son muy personales, y me han ayudado en mis estudios de las Escrituras.
1. Aparte un tiempo.
El día no tiene más de 24 horas, la semana no tiene más de siete días. Por lo tanto tenemos tiempo suficiente para poder
apartar un horario y poder estudiar. Entiendo que muchas veces las ocupaciones seculares u otros, hacen dificultoso poder
puntualizar el tiempo. ¡Pero todo es cuestión de organización!. Es conveniente hacer el esfuerzo para apartar un espacio,
ya sea en la mañana, por la tarde o por la noche. Quizás treinta minutos; una hora por día, o simplemente organizar un
horario y día en la semana para llevar a cabo éste esfuerzo. ¡Claro que aquí juega un papel importante el “deseo” que cada
persona tenga!. Muchas veces se pierde demasiado tiempo en cosas superficiales, y que matan nuestro tiempo. No estoy
en contra, pero hay veces que en nuestras órdenes de prioridades tiene más valor un partido de fútbol, una película,
telenovelas, el facebook, etcétera, que dedicar algo de tiempo para el estudio de la palabra de Dios.
Esto fue lo que el apóstol Pablo escribió: “15. Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,
16.
aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos .” (Efesios 5:15-16). ¡El aprovechar bien el tiempo, es saber
ser organizado, y vivir ordenada y sabiamente!
Se debe tener el ánimo de estudiar la Biblia diariamente, pues por ella seremos grandemente bendecidos. La Biblia contiene
un caudal de riquezas y que debe ser cosechada por todos aquellos que profesan amar a Dios. Me gusta aquellas palabras
de Jeremías, que dijo: “Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi
corazón” (Jeremías 15:16). La palabra de Dios es un recurso al alcance de todos. No debe existir ningún tipo de limitación
que nos impida alegrar nuestro corazón con el estudio de las Escrituras. ¡Acudamos a la Biblia con mucha emoción y
entusiasmo!.
Sin duda alguna el estudiante serio de las Escrituras recibirá un beneficio inigualable, un beneficio que tendrá consecuencias
no solo para ésta vida, sino para la eternidad. No debemos olvidar que seremos juzgados por lo que nos dice las Escrituras
(Apocalipsis 20:12 - véase Juan 12:48); ¡conviene estudiarlas con atención!.
Es mi esperanza que este humilde tratado le haya estimulado para ser mas dedicado al estudio de las Escrituras con una
mente abierta y poniendo el sentido (Nehemías 8:8); y no dejarse llevar por interpretaciones forzadas y ajenas a la voluntad
de Dios.
Por último, deseo unirme a la oración del apóstol Pablo diciendo: “9. Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde
aun más y más en ciencia y en todo conocimiento, 10. para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e
irreprensibles para el día de Cristo, 11. llenos de frutos de justicia que son por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza
de Dios.” (Filipenses 1:9-11). ¡Que Dios nos ayude a estudiar y usar bien las Escrituras!.
Si estas en pecado, no ores, porque vas a perder tiempo. Si estamos en pecado, debemos arrepentirnos delante de
Dios y pedirle perdón a Él. 1 Juan 1:9 “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros
pecados, y limpiarnos de toda maldad.”
Dios escucha las oraciones de sus santos, y no solo las escucha si no que las guarda en copas de oro Apocalipsis 5:8
“Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del
Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos;”, Salmo 66:18-
20 “18. Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, El Señor no me habría escuchado. 19. Mas ciertamente me
escuchó Dios; atendió a la voz de mi súplica. 20. Bendito sea Dios, que no echó de sí mi oración, ni de mí su
misericordia.”.
Debemos pedir perdón por nuestros pecados pero también orar para que Dios nos libre de los que nos son ocultos.
Salmos 19:12-14 “12. ¿Quién podrá entender sus propios errores? Líbrame de los que me son ocultos . 13. Preserva
también a tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí; Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran
rebelión. 14. Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, Oh Jehová, roca mía, y
redentor mío.”.
Cuando no tenemos una actitud verdadera de perdón, Dios no perdona nuestros pecados, y por lo tanto Él no escucha
nuestras oraciones por no estar en santidad. Ni siquiera quera recibir nuestra ofrenda. Mateo 5:23-24 “23. Por tanto,
si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del
24.
altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.”
El que ofende tiene que pedir perdón y el ofendido tiene que perdonar aunque no le pidan perdón. Mateo 18:23-35
“23. Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. 24. Y comenzando
a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos . 25. A éste, como no pudo pagar, ordenó su
señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda . 26. Entonces aquel siervo,
postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo . 27. El señor de aquel siervo,
movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. 28. Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos,
que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes . 29. Entonces su consiervo,
postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo . 30. Mas él no quiso, sino
fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. 31. Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho,
y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado. 32. Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado,
toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. 33. ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo,
como yo tuve misericordia de ti? 34. Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo
que le debía. 35. Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su
hermano sus ofensas.”
4. Permaneciendo en Jesús
Juan 15:4-8 “4. Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no
permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí . 5. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que
permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer . 6. El que en mí no
permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden . 7. Si
permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho . 8. En esto es
glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.”
Permanecer en Jesús es guardar sus mandamientos y cuando esto sucede llevamos muchos frutos. Juan 15:10 “Si
guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre,
y permanezco en su amor.”
No podemos ser un visitante casual a Jesús, no debemos ser un cristiano de domingo o un cristiano de eventos. El
cristiano verdadero tiene una vida comprometida con Jesús y con Dios.
Permanecer en la palabra es igual a permanecer en la doctrina de los apóstoles como lo hacía la iglesia primitiva.
Hechos 2:42 “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del
pan y en las oraciones.”
Hebreos 10:38-39 “38. Mas el justo vivirá por fe; y si retrocediere, no agradará a mi alma. 39. Pero nosotros no
somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.”
Hebreos 11:1,6 “1. Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve . 6. Pero sin fe es
imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de
los que le buscan.”
7. Persistencia
Lucas 11:5-10 “5. Les dijo también: ¿Quién de vosotros que tenga un amigo, va a él a medianoche y le dice: Amigo,
préstame tres panes, 6. porque un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante; 7. y aquél,
respondiendo desde adentro, le dice: No me molestes; la puerta ya está cerrada, y mis niños están conmigo en cama;
no puedo levantarme, y dártelos? 8. Os digo, que aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo por
su importunidad se levantará y le dará todo lo que necesite . 9. Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis;
llamad, y se os abrirá. 10. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.”
Lucas 18:1-8 “1. También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, 2.
diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. 3. Había también en aquella ciudad
una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario . 4. Y él no quiso por algún tiempo; pero
después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, 5. sin embargo, porque esta
viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia . 6. Y dijo el Señor: Oíd
lo que dijo el juez injusto. 7. ¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará
en responderles? 8. Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la
tierra? ”
Debemos persistir en la oración porque el enemigo se interpone para que no recibamos la respuesta. No confundir,
persistir en la oración no es hacer vanas repeticiones, sino que mientras tengamos carga por cierta situación debemos
seguir orando a Dios cada vez que tengamos oportunidad. Pero cuando la carga desaparezca, aunque aún no llegue
la respuesta, debemos descansar confiando en que la situación ya está en las manos de Jesús.
LA ORACIÓN
Aprendiendo a comunicarnos con Dios
1. Introducción.
Por haber depositado la fe en nuestro Señor Jesucristo como Señor y Salvador, Él ha realizado en nosotros el Nacimiento
Espiritual. Este nuevo nacimiento nos permite relacionarnos con Dios bajo el Nuevo Pacto. Estar involucrado en el nuevo
pacto es estar en comunión con Dios, esta comunión nos da todo lo que necesitamos para vivir la vida cristiana.
El cristianismo es vivir asiendo la voluntad de Dios. El cristianismo es Cristo viviendo su vida a través de nosotros (1 Juan
2:6 “El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo .”). Por esto es necesario estar en continua comunión
con Él para saber cuál es su voluntad y realizarla. Esta comunión con Dios es lo que llamamos oración, de la cual dice la
escritura en 1 Tesalonicenses 5:16-18: “16. Estad siempre gozosos. 17. Orad sin cesar. 18. Dad gracias en todo, porque
esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.”
El pasaje enseña que la oración continua es una de las características normales de la vida cristiana pues es la voluntad de
Dios. Y es de tal importancia que después de haber Nacido Espiritualmente y tener el Espíritu de Dios habitando en
nosotros, la oración es elemento más importante en la vida de todo cristiano. Sin ella es imposible vivir la vida cristiana,
porque la oración es en realidad comunicarse con Dios.
La oración es en realidad conversar con Dios. La oración es algo que debemos aprender a hacer, especialmente porque
en el mundo hemos aprendido y practicado una forma de comunicarnos que aunque puede llegar a ser muy efectiva, no
es adecuada en nuestra relación con Dios.
En una conversación como mínimo debe ser entre dos integrantes, que al hablar uno el otro escucha y cuando el que habla
calla el que escuchaba responde.
La conciencia es de tal importancia en la dirección en la vida del hombre que todos aquellos que no han oído la
palabra de Dios serán juzgados por su conciencia. Romanos 2:14-15 “14. Porque cuando los gentiles que no tienen
ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son ley para sí mismos, 15. mostrando la
obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles o defendiéndoles sus
razonamientos,”
Las personas que viven de acuerdo a su conciencia (o en integridad) son personas que normalmente terminan
conociendo a Dios. Hechos 23:1 “Entonces Pablo, mirando fijamente al concilio, dijo: Varones hermanos, yo con
toda buena conciencia he vivido delante de Dios hasta el día de hoy.”, Juan 3:21 “Mas el que practica la verdad
viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios .”
Aunque el hombre viva de acuerdo a su conciencia eso no quiere decir que esté haciendo lo justo, la perfecta
voluntad de Dios. 1 Corintios 4:4 “Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; pero
el que me juzga es el Señor.”
Las escrituras nos han sido dadas por Dios para que con ellas poder corregir nuestras conciencias de todos aquellos
conceptos completamente equivocados que hemos aprendido en el mundo. Por esto entre más conozcamos y
crezcamos en las escrituras, más corregirá nuestra conciencia, lo cual nos permitirá discernir el bien y el mal, lo que
es de Dios y lo que no es de Dios. Por esto debemos renovarnos por medio de las escrituras en nuestro
entendimiento y así comprobar cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. Romanos 12:2 “No os
conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que
comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.”
Cuando un cristiano dice que vive de acuerdo a la palabra de Dios, lo que en realidad está pasando es que está
viviendo de acuerdo a su conciencia renovada por la palabra de Dios. Hechos 24:16 “Y por esto procuro tener
siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres .”, 2 Corintios 1:12 “Porque nuestra gloria es esta:
el testimonio de nuestra conciencia, que con sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la
gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mucho más con vosotros .” y Romanos 9:1 “Verdad digo en
Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo,”.
El Espíritu Santo está habitando en la vida de todo hijo de Dios, cumpliendo con la promesa dada por el Señor
Jesús. Todo cristiano debe vivir bajo la dirección del Espíritu Santo. 1 Juan 2:27 “Pero la unción que vosotros
recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma
os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él.”
El Espíritu Santo puede hablarnos y guiarnos de muchas formas diferentes: colocando un sentir, a través de las
escrituras, a través de una predicación, con la manifestación de los dones espirituales, a través de una situación,
oyendo una voz, teniendo una visión, un sueño, etc.
La dirección del Espíritu Santo nunca va en contra de las escrituras o de los principios enseñados por Dios.
Lo primero que Jesús enseña es que la oración debe ser hecha a Dios Padre. Si revisamos las escrituras notaremos
que los apóstoles oraban al Padre o a Dios. 2 Corintios 1:3 “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo,
Padre de misericordias y Dios de toda consolación,”, Filipenses 1:3 “Doy gracias a mi Dios siempre que me acuerdo
de vosotros,”, Colosenses 1:3 “Siempre orando por vosotros, damos gracias a Dios, Padre de nuestro Señor
Jesucristo,”, 1 Pedro 1:3 “Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia
nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,”.
Jesús no solo enseño que nuestra oración debe ser al Padre sino que todo lo que le pidamos al Padre debemos
hacerlo en su nombre. Juan 14:13-14 “13. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre
sea glorificado en el Hijo. 14. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.”, Juan 15:16 “No me elegisteis vosotros a
mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para
que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.”, Juan 16:23-24 “23. En aquel día no me preguntaréis
nada. De cierto, de cierto os digo, que todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará . 24. Hasta ahora
nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.”.
Otra cosa muy importante que enseñó Jesús es que debemos pedirle al Padre celestial que nos de él Espíritu Santo.
Lucas 11:13 “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre
celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? ”
Para resumir podemos decir que la Escritura nos enseña que “debemos orar al Padre en el nombre de Jesucristo en
el poder o la unción del Espíritu Santo”.
• No necesitamos intermediarios.
Para comunicarse con Dios no se necesitan intermediarios ya que Él es omnipresente (que está en todo lugar) y
también es omnisciente (que todo lo sabe), por lo cual lo único que tenemos que hacer es orar al Padre en el nombre
de Jesucristo. Jeremías 23:23-25 “23. ¿Soy yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos?
24.
¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra?
25.
Yo he oído lo que aquellos profetas dijeron, profetizando mentira en mi nombre, diciendo: Soñé, soñé .”
No solo Dios ha oído lo que aquellos profetas mentirosos dijeron, la escritura nos dice que Dios conoce nuestros
más íntimos pensamientos y sabe de antemano lo que vamos a decir: Salmos 139:1-4 “1. Oh Jehová, tú me has
examinado y conocido. 2. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis
Manual de Discipulado Básico Página 40 de 132
O
pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos . Pues aún no está
3. 4.
• Algunos creen necesitar intermediarios porque no se consideran dignos de hablar con Dios.
Hay creyentes que piden a otros creyentes que hagan oraciones por ellos porque creen que al otro creyente Dios si
le contesta, pero la escritura nos enseña que hay un solo mediador entre Dios y el hombre, y ese mediador es
Jesucristo. 1 Timoteo 2:5-11 “5. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo
hombre, 6. el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo . 7. Para
esto yo fui constituido predicador y apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), y maestro de los gentiles en fe y
verdad. 8. Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda .
9.
Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro,
ni perlas, ni vestidos costosos, 10. sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad . 11. La
mujer aprenda en silencio, con toda sujeción.”
El único intermediario valido entre Dios y los hombres es Jesucristo, el cual murió por nuestros pecados
justificándonos y haciéndonos aceptables delante de Dios. Esto quiere decir que cualquier hijo de Dios pude
acercarse confiadamente a Dios.
La creencia de un intermediario para hacer esto es evidencia del gran desconocimiento y de una pésima imagen de
Dios. Romanos 8:31-32 “31. ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32. El
que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él
todas las cosas? ”
Esta mala creencia de necesitar un intermediario para comunicarse con Dios, es la que han dado a luz una práctica
que a los ojos de Dios debe ser abominable: y es la de paga, o pactar con Dios al hacer una petición para asegurar
la respuesta de está.
Cuando la oración no es sincera, no agrada a Dios, porque es un intento de engañar a Dios, pues Dios está en
todos lados y todo lo sabe. Tal comportamiento es una clara evidencia de no conocer a Dios.
Dios aprecia la sinceridad, hay más confianza en Dios cuando usted le dice lo que piensa de verdad aunque usted
esté equivocado.
En nuestra relación con Dios es más importante la sinceridad que el conocimiento, y cuando hay sinceridad Dios
aumenta el conocimiento. Cuando no hay sinceridad en nuestras oraciones, Dios que todo lo sabe, percibe nuestra
hipocresía y falta de confianza en Él, que por supuesto daña nuestra relación con Él.
Si la oración es sincera y a Dios, no importa lo que piense la gente, Dios que ve lo que hay en lo profundo de
nuestro corazón promete recompensarnos en público. Mateo 6:6 “Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y
cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.”,
Marcos 9:23-24 “23. Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible . 24. E inmediatamente el padre del
muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.”
¿Qué lleva a los hombres a pedirle a Dios con insistencia algo? ¿Acaso Dios es sordo? ¿Sera que es olvidadizo? ¿Le
gusta hacerse rogar para sentirse importante? ¿Dios nos cobra las oraciones? ¿Dios no tiene en claro lo que es
bueno para nosotros y de tanto pedirle cualquier cosa terminara dándonosla? Cualquiera de estas razones demuestra
el desconocimiento tan grande que la gente tiene de Dios. Orar es conversar con Dios, las continuas repeticiones
no lo son.
Dios sabe lo que nosotros necesitamos aun antes de pedirle, sin embargo Dios nos ordena pedir y que nunca
molestan nuestras peticiones. Lucas 11:9-10 “9. Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se
os abrirá. 10. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá .” Sin embargo
después de orar, en lugar de insistir con la misma oración o de insistir con argumentos para convencer a Dios de
darnos lo que le pedimos, debemos aprender a descansar, en que Dios en el momento preciso, dará la respuesta
precisa que traeré verdadera bendición a nuestra vida.
Donde nos dice que todo lo que se pida si es de acuerdo a su voluntad Dios nos oirá y nos concederá lo que le
hayamos pedido.
Si pido algo que no es de acuerdo a la voluntad de Dios, Dios no nos responderá, por lo cual no debemos insistir
con la misma petición pues sería necedad. También corremos el riesgo de que nos responda para mostrarnos lo
equivocados de nuestra petición, y terminaremos por lamentarnos y arrepentirnos de haber hecho tal petición a
Dios. Podemos ver lo que le sucedió a Balaam en Números 22:1-34.
Es te tipo de oración es en realidad llamada alabanza o adoración, también se llama exaltación, y cuando las hacemos
al repetir las grandezas de lo que Dios es, conforta nuestra alma y nos da fortaleza para enfrentar situaciones difíciles.
Hay pasajes que enseñan que la insistencia en la oración trae resultados, pero debemos entender la diferencia entre
vana palabrería y la necesidad legítima de insistir con nuestra oración. Lucas 18:1-7 “1. También les refirió Jesús una
parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, 2. diciendo: Había en una ciudad un juez, que ni temía
a Dios, ni respetaba a hombre. 3. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme
justicia de mi adversario. 4. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo
a Dios, ni tengo respeto a hombre, 5. sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que
viniendo de continuo, me agote la paciencia. 6. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. 7. ¿Y acaso Dios no
hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? ”
La falta de conocimiento de la voluntad de Dios nos llevara a hacer muchas cosas completamente equivocadas, que
en lugar de hacer bien producirá mucho mal. Igual pasa con las oraciones hechas sin el conocimiento de la voluntad
de Dios, cuando Dios no responda estaremos en una situación de confusión en cuanto a la persona de Dios.
Si estamos pidiendo a Dios cosas que no nos interesa si nos la da o no, entonces no nos afectara que Dios responda
o no, lo más seguro es que Dios no contestara. Mateo 5:3 “Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos
es el reino de los cielos.”
Cuando oramos pidiendo algo al Señor debemos hacerlo no solo con fe si no también con gran deseo y pasión
2 Reyes 13:18-19 “18. Y le volvió a decir: Toma las saetas. Y luego que el rey de Israel las hubo tomado, le dijo:
Golpea la tierra. Y él la golpeó tres veces, y se detuvo. 19. Entonces el varón de Dios, enojado contra él, le dijo: Al
dar cinco o seis golpes, hubieras derrotado a Siria hasta no quedar ninguno; pero ahora sólo tres veces derrotarás
a Siria.”
La mejor motivación con orar con pasión y deseos es el verdadero amor. Gálatas 5:5-6 “5. Pues nosotros por el
Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia; 6. porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la
incircuncisión, sino la fe que obra por el amor.”, Filipenses 1:8-9 “8. Porque Dios me es testigo de cómo os amo
a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo. 9. Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más
y más en ciencia y en todo conocimiento,”
El apóstol Pablo consiente del amor por sus discípulos, ora por ellos fervientemente y pide que el amor de ellos
crezca también cada vez más. Es indudable que cuando verdaderamente amamos a alguien, tendremos los mejores
deseos para esa persona, de tal manera que nos alegraremos con sus triunfos y nos entristeceremos con sus derrotas
o fracasos. Romanos 12:15 “Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran.”
Pero si no hay amor, seremos indiferentes con su vida, de tal manera que nuestra oración no será ferviente, o
apasionada y por lo tanto no será efectiva. Santiago 5:16-18 “16. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad
unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho . 17. Elías era hombre sujeto a
pasiones semejantes a las nuestras, y oró fervientemente para que no lloviese, y no llovió sobre la tierra por tres
años y seis meses. 18. Y otra vez oró, y el cielo dio lluvia, y la tierra produjo su fruto.”
• Debe haber fe
Marcos 11:22-24 “22. Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios . 23. Porque de cierto os digo que cualquiera
que dijere a este monte: Quítate y échate en el mar, y no dudare en su corazón, sino creyere que será hecho lo que
dice, lo que diga le será hecho. 24. Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os
vendrá.”
Según este pasaje cualquiera que verdaderamente crea que lo que dice será hecho, se cumplirá. Por esta razón dice
el Señor Jesús que cualquier cosa que pidamos creyendo, recibiréis la respuesta. Sin embargo esta promesa no
puede ser separada de esta otra: 1 Juan 5:14-15 “14. Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos
alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye . 15. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos,
sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.”.
Si no tenemos en cuenta esta segunda promesa podríamos pensar que cualquier cosa que pidamos creyendo la
recibiremos, sin importar si es buena o una mala petición.
Si Dios no colocara este filtro y contestara cualquier petición, esto traería grandes problemas, pues Dios se vería
obligado a responder cuanta necedad los hombres con fe le pidiesen. Santiago 4:3 “Pedís, y no recibís, porque
pedís mal, para gastar en vuestros deleites.”
Pero si tenemos en cuenta está segunda promesa. 1 Juan 5:14-15 “14. Y esta es la confianza que tenemos en él,
que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. 15. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa
que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho .”, sabemos que cualquier cosa que
pidamos si está de acuerdo a la voluntad de Dios, recibiremos la respuesta ha dicha petición.
Si no tenemos una respuesta afirmativa, nuestra confianza en Dios debe llevarnos a reconocer que la petición fue
equivocada o que no es el tiempo para recibirla, por lo tanto la respuesta negativa de Dios es lo mejor que podemos
recibir en ese momento.
Siempre la razón por la cual Dios responde afirmativa o negativamente una petición es la misma, que el Propósito
Eterno de Dios se cumpla en el hombre. No hay mayor bendición para el hombre que Dios cumpla su propósito
en él.
Hay cristianos que en vez de orar hacen declaraciones de fe o proclamaciones de fe sin pensar que lo que dicen está
o no de acuerdo a la voluntad de Dios, y muchas veces declaran como hecho cosas que Dios no respalda por no
ser su voluntad. Por ejemplo han declarado sano a un enfermo y luego han tenido que predicar en el entierro.
Por esto cuando vamos a hacer una oración, si Dios nos ha mostrado lo que Él va a hacer y nos pide que lo
declaremos como un hecho, debemos hacerlo y la petición se cumplirá. Pero si no tenemos claro cuales la voluntad
de Dios, lo correcto es hacer una oración como nos enseñó el Señor Jesús en uno delos momentos más críticos de
su vida “Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad si no la tuya” Lucas 22:42
Cualquier oración en la que de todo corazón estemos dispuestos a aceptar la voluntad de Dios, cualquiera que esta
sea es algo que indudablemente agrada a Dios.
Cuando alguien no permanece en Dios ni palabra de Dios permanece en él, lo más seguro es que las peticiones que
hagamos en oración tampoco serán de acuerdo a la voluntad de Dios y por lo tanto no serán respondidas. (1 Juan
5:14-15 “14. Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos
oye. 15. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le
hayamos hecho.”, Santiago 4:3 “Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites .”.
También hay quienes sin conocer a Dios y sin desear hacer su voluntad usan la oración para obtener lo que desean,
pero Dios no responderá dicha oración.
Cuando un cristiano a nacido de nuevo por su fe en Jesucristo, evidenciara (mostrara) las obras de una nueva vida
en Cristo, y entre esas obras esta una vida obediente a Dios. Santiago 2:14 “Hermanos míos, ¿de qué aprovechará
si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? ”.
Es común por causa de la dureza del corazón del hombre, que cuando no recibe respuesta a sus oraciones, en lugar
de reconocer lo mal hechas o la mala actitud al hacerlas, prefiere culpar a Dios. Sin embargo Dios en su palabra
nos aclara la razón por la cual no contesta: Isaías 59:1-2 “1. He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para
salvar, ni se ha agravado su oído para oír; 2. pero vuestras iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro
Dios, y vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no oír .”. Dios no escucha las oraciones del
hombre que vive en el pecado. Salmos 66:18-19 “18. Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad,
el Señor no me habría escuchado. 19. Mas ciertamente me escuchó Dios; atendió a la voz de mi súplica.”.
Es un gran error no hacer tiempo para orar, pues la oración es uno de los recursos más importantes para nuestra
vida espiritual. La oración es tan importante como nuestra respiración, pues nuestra vida depende de ello.
El estudio de las escrituras nos da conocimiento de Dios y de su voluntad y la oración nos permite relacionarnos
con Dios. Sin estos dos elementos es imposible vivir la vida cristiana.
Siendo esto así; ¿Sera correcto que un cristiano diga que no tiene tiempo para orar? ¿No será más bien una clara
evidencia de que no está administrando bien su tiempo?
Cuando alguien dice que no tiene tiempo para orar o para cualquier cosa que Dios le pida es porque no está
dispuesto a pagar el precio, no porque no tiene tiempo. Esto demuestra que su escala de valores y sus prioridades
son equivocadas. Por esto la escritura nos advierte: Lucas 14:33 “Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia
a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.”, 2 Timoteo 2:4 “Ninguno que milita se enreda en los negocios de
la vida, a fin de agradar a aquel que lo tomó por soldado.”.
3. Beneficios de la oración.
Siendo la oración uno de recursos poderosos dado por Dios para que hagamos su voluntad, los beneficios de la oración
son muchos. El principal de ellos es que ayuda a la realización de la obra de Dios pero respecto a nuestra vida podemos
mencionar.
Entre más conocimiento tengamos de Dios, mucho más fácil es nuestra vida no solo porque hacemos las cosas de
manera más acertada, sino porque la confianza en Dios nos permite conocerlo cada vez más a Él.
Pero si hay una mala relación con Dios, la oración será casi nula o peor aún podría ser hipócrita y obstinada o religiosa.
Manual de Discipulado Básico Página 46 de 132
O
Éxodo 16:4 “Y Jehová dijo a Moisés: He aquí yo os haré llover pan del cielo; y el pueblo saldrá, y recogerá diariamente
la porción de un día, para que yo lo pruebe si anda en mi ley, o no.”
Cuándo se es consciente que el mundo es un desierto para nuestra vida espiritual es cuando nos acercamos a Dios en
busca del alimento espiritual necesario. Debemos meditar cuales son nuestros principales objetivos en la vida y en
nuestro diario vivir, si es Dios lo primero en nuestra vida, o es nuestro trabajo, o estudio, esposo o esposa o hijo o
negocio o cualquier otra cosa en nuestra vida Mateo 10:37-39 “37. El que ama a padre o madre más que a mí, no es
digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; 38. y el que no toma su cruz y sigue en pos de
mí, no es digno de mí. 39. El que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.”, Salmos
32:3-5 “3. Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día . 4. Porque de día y de noche se agravó
sobre mí tu mano; se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah 5. Mi pecado te declaré, y no encubrí mi
iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado .”.
La oración siendo una conversación puede incluir elementos como la adoración, alabanza, agradecimiento, confesión y
peticiones específicas. Los elementos que se usen y el orden en que se haga dependerán de cada persona y de sus
necesidades. Lo importante es que no se convierta en un ritual y se pierda el verdadero sentido de la oración, que es
comunicarnos con Dios.
• Adoración.
La adoración es un reconocimiento profundo y genuino de la grandeza de Dios. Salmos 95:6-7 “6. Venid, adoremos y
postrémonos; Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor. 7. Porque él es nuestro Dios; Nosotros el pueblo
de su prado, y ovejas de su mano. Si oyereis hoy su voz,”
Bajo el Nuevo Pacto la adoración es algo que no puede faltar en la vida del creyente puesto que el Espíritu Santo que
habita en él le llevara a adorar al Padre. Juan 4:23-24 “23. Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos
adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren .
24.
Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren .”
Una genuina adoración hace que nuestro corazón se humille delante de Dios y se disponga para hacer solo su voluntad.
Quien no está dispuesto a hacer la voluntad de Dios no ha entendido, no tiene idea de la grandeza de Dios.
Se adora a Dios por lo que Dios es.
1 Crónicas 16:25-27 “25. Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza, y de ser temido sobre todos los
dioses. 26. Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos; mas Jehová hizo los cielos . 27. Alabanza y magnificencia
delante de él; Poder y alegría en su morada.”, Hebreos 13:15 “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él,
sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre .”
Lo contrario de la alabanza son las quejas. Cualquier cosa que salga de nuestra boca directa o indirecta ofende a Dios
pues es quejarse de su soberanía y de las cosas que manda o permite para bendecirnos. Contrario a esto, la alabanza
nos permite estar en su presencia. Salmos 95:2 “Lleguemos ante su presencia con alabanza; aclamémosle con
cánticos.”, 1 Tesalonicenses 5:18 “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en
Cristo Jesús.”
Si no puedes alabarlo o no puedes agradecerle de corazón, es decir sintiéndote verdaderamente agradecido por lo que
está pasando, entonces debes pedirle perdón a Dios por tu incredulidad y rogarle que te permita creerle y agradecerle
por lo que Él está haciendo en tu vida. Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les
ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados .”
La alabanza fortalece nuestra vida espiritual y permite que Dios haga su obra. 2 Crónicas 20:22 “Y cuando comenzaron
a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab, y del monte de Seir, las emboscadas
de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros:”, Hechos 16:25-26 “25. Pero a medianoche,
orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían . 26. Entonces sobrevino de repente un gran
terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las
cadenas de todos se soltaron.”
• Confesión de pecados.
En nuestro tiempo de oración si somos conscientes de que hemos pecado, debemos ponernos a cuentas con Dios.
Esto es decirle perdón a Dios por nuestras faltas y pecados. 1 Juan 1:9 “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y
justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.”
Por lo que aprendemos en las escrituras de la Biblia reconocemos nuestros pecados, y por la misma escritura debemos
aceptar el perdón de Dios y la ayuda ofrecida para dejar de pecar.
• Peticiones específicas.
Según la escritura una de las razones por las cuales no recibimos lo que deseamos es porque no lo pedimos. Santiago
4:2 “Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que
deseáis, porque no pedís.”
Dios asegura estar dispuesto a dar buenas cosas a los que la pidan. Mateo 7:11 “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis
dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le
pidan?”, Juan 14:13-14 “13. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado
en el Hijo. 14. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.”
Debemos incluir en las peticiones las necesidades que otros tienen. 1 Timoteo 2:1 “Exhorto ante todo, a que se hagan
rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; ”
No hay razones para pensar que hay lugares desde donde Dios no nos pueda escuchar, o que haya posiciones que impidan
que nuestra oración llegue la presencia de Dios. Lo importante de la oración siempre será nuestra actitud, que puede ser
expresada de diferentes maneras. Por ejemplo.
Se postro sobre su rostro. Mateo 26:39 “Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre
mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú .”
Acostado entierra. 2 Samuel 12:16 “Entonces David rogó a Dios por el niño; y ayunó David, y entró, y pasó la noche
acostado en tierra.”
Con arpa, con salterio y decacordio, tañendo con júbilo. Salmos 33:2-3 “2. Aclamad a Jehová con arpa; cantadle con
salterio y decacordio. 3. Cantadle cántico nuevo; hacedlo bien, tañendo con júbilo.”
Cantad con gozo, aclamad con júbilo. Salmos 81:1 “Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra; al Dios de Jacob
aclamad con júbilo.”
Alzare mis manos. Salmos 63:4 “Así te bendeciré en mi vida; en tu nombre alzaré mis manos.”
Doctrina de la Biblia
“Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin
de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3.16–17).
La Biblia es el único libro dado por revelación directa de Dios al hombre. La palabra “Biblia” se deriva del griego biblos,
que significa “libro”. La Biblia es nuestro libro sagrado porque no hay ningún otro que tenga tal autoridad o autor
semejante.
La inspiración de la Biblia
Creemos en la inspiración verbal de la Biblia. Es decir, el Espíritu Santo guió a hombres santos a que escribieran cada
palabra que aparece en los escritos originales. Aunque se puede notar características personales en el estilo de los
escritores, sus voluntades estaban completamente bajo el control del Espíritu Santo. Los escritores no escribieron ni una
sola palabra por motivos propios (2 Pedro 1.20–21).
Creemos también en la inspiración plenaria de la Biblia. Esto quiere decir que toda la Biblia, desde el principio hasta el fin,
fue dada por inspiración verbal.
La Biblia no explica detalladamente cómo los escritores recibieron la inspiración del Espíritu Santo. Pero nos dice que
debemos reverenciar las palabras que escribieron. “Si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará
su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad y de las cosas que están escritas en este libro” (Apocalipsis 22.19).
En Gálatas 3.16, Pablo nos da a entender en su escrito la importancia de analizar hasta la más mínima letra en las escrituras.
Él explica que la promesa de Dios a Abraham (Génesis 13) “no dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino
como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo” (Gálatas 3.16). Si Dios hubiera dicho “simientes” se hubiera referido a
los hijos de Abraham, pero porque dijo “simiente” sabemos que se refirió a Jesucristo. En este caso podemos observar
cómo de una sola letra depende una doctrina cristiana muy importante. Con razón Cristo dio tanto énfasis en la importancia
de cada jota y cada tilde de la ley (Mateo 5.18).
Algunos se han preguntado: “¿Por qué la personalidad y el estilo de los escritores se hace tan evidente si la Biblia no es
escritura de hombres, sino de Dios?” Vamos a ilustrar nuestra respuesta con un breve ejemplo: Usted pasa frente a una
casa que ha sido pintada recientemente de muchos colores. Entonces pregunta: “¿Cuántos pintores trabajaron en esa
casa?” “Solo uno”, le contestan. “¿Pero, por qué tantos colores si fue sólo un pintor?” “Pues, no es difícil explicárselo;
este pintor mezcló sus pinturas y produjo muchos colores para así pintar la casa a su gusto.” ¿Acaso esto no le da a usted
una idea en cuanto a ese Gran Autor del libro divino que escogió muchas personalidades para expresar su mensaje? De
esta forma este libro divino es más útil y más adecuado para suplir las necesidades de las personas que lo leen. Puesto que
una parte de la Biblia está escrita en el lenguaje de Moisés, otra en el de Pablo y otras en los de otros escritores muestra
que Dios usó al hombre para escribir su mensaje y no solamente a su pluma. Todos estos “santos hombres de Dios
hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”.
La Biblia es auténtica en su materia, autoritaria en sus mandamientos, sin error en sus escritos originales y también la única
regla infalible de fe y práctica (2 Samuel 23.2; Salmo 12.6; 139.7–12; 2 Timoteo 3.16–17).
Pablo se refiere a las escrituras del Antiguo Testamento cuando dice: “Toda la Escritura es inspirada por Dios” (2 Timoteo
3.16). Pedro aclara que los escritos son inspirados porque los escritores fueron inspirados por Dios. Él dijo que “ninguna
profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que
los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1.20–21). Existen muchas
declaraciones que demuestran que las escrituras del Antiguo Testamento fueron inspiradas por Dios. En varias ocasiones
en el Antiguo Testamento encontramos expresiones tales como: “Jehová el Señor dice así” y “Así ha dicho Jehová”. De
igual forma “vino esta palabra de Jehová a Jeremías, diciendo: Toma un rollo del libro, y escribe en él todas las palabras
que te he hablado contra Israel” (Jeremías 36.1–2). De la misma manera el Señor vino a Ezequiel diciéndole que hablara
a los hijos de Israel, diciendo: “Les hablarás, pues, mis palabras” (Ezequiel 2.7). Existen muchas expresiones semejantes
en toda la Biblia.
Los escritores del Nuevo Testamento entendieron que las escrituras del Antiguo Testamento eran el mensaje de Dios
hablado por medio de sus siervos. En el momento de escoger a Matías para el apostolado, Pedro citó la escritura, diciendo:
“El Espíritu Santo habló antes por boca de David” (Hechos 1.16). El libro de Hebreos comienza con estas palabras: “Dios,
habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros
días nos ha hablado por el Hijo” (Hebreos 1.1–2).
En lo concerniente a la inspiración de las escrituras del Nuevo Testamento las mismas son tan enfáticas y firmes como las
del Antiguo Testamento. Pablo, escribiendo a los corintios, dice: “hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría
humana, sino con las que enseña el Espíritu” (1 Corintios 2.13). Más adelante en la misma epístola él dice: “Si alguno se
cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor” (1 Corintios 14.37). Esta
declaración concuerda con lo que el Señor le había dicho a Ananías acerca de Pablo, como se nota en Hechos 9.15. Pablo
también les escribe a los tesalonicenses diciéndoles: “Cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la
recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios. (...) Por lo cual os decimos esto en
palabra del Señor” (1 Tesalonicenses 2.13; 4.15).
Los apóstoles advirtieron contra las falsificaciones de la palabra de Dios. Ellos aceptaron como genuino los cuatro
evangelios, los Hechos de los Apóstoles, las epístolas de Pablo, Santiago, Pedro, Juan y Judas, y el Apocalipsis. (Lea
Gálatas 1.8–9; 2 Pedro 3.15–16; 2 Juan 7–10; Judas 3; Apocalipsis 22.18–19.)
La Biblia llega a nosotros con una declaración imponente e inflexible que no es un libro hecho por hombres, sino un libro
cuyo Autor real y único es el Dios vivo y eterno.
La Biblia habla de las faltas de Moisés, de Pedro, de Pablo, de Juan y de otros escritores de la misma. Pero ninguna de
estas imperfecciones, aunque reveladas en la palabra inspirada, alteran en alguna manera el valor o la perfección del
mensaje divino.
En ocasiones Dios mandó a los profetas a declarar profecías que ellos mismos no entendieron. Por ejemplo, vea la
perplejidad de Daniel cuando el Señor puso la última profecía en su boca (Daniel 12.4–8). Entonces vuelva a 1 Pedro
1.10–11 para que vea un testimonio que muestra que los profetas no entendieron todo lo que profetizaron. Esto
demuestra que mientras Dios obraba por medio de hombres imperfectos, él trajo por medio de ellos un mensaje perfecto al
mundo.
A continuación presentamos algunas de las evidencias principales que demuestran que la Biblia fue inspirada por Dios
mismo.
1. El cumplimiento de la profecía
Entre los datos más sobresalientes que tenemos en el Antiguo Testamento aparecen más de trescientas profecías que se
refieren al Mesías. Cada una de estas profecías se cumplió al pie de la letra en la persona de Jesús, el Cristo. Los profetas
predijeron que él sería de la tribu de Judá (Génesis 49.10); que había de nacer de una virgen (Isaías 7.14); que nacería en
Belén de Judea (Miqueas 5.2); que sería llamado de Egipto (Oseas 11.1; Mateo 2.15); que se enviaría un mensajero
delante de él (Isaías 40.3; Malaquías 3.l); que enseñaría por parábolas (Salmo 78.2); que sería paciente a la hora de la
prueba y la tribulación (Isaías 53); que sería vendido por treinta piezas de plata (Zacarías 11.12–13) con las cuales se
compraría el campo del alfarero. En fin, todas estas profecías fueron cumplidas, además de muchas otras más que no
podrían haber sido predichas por sabiduría humana ni nadie las hubiera podido adivinar. Muchas de estas profecías podrían
haber parecido improbables e increíbles en el tiempo en que se profetizaron.
La profecía de Daniel en la visión de las cuatro bestias (Daniel 7), junto con la interpretación de esta visión, nos da una
descripción exacta de lo que pasó después en la historia de las naciones, y pueda que algunos elementos de las mismas se
refieran a lo que está aconteciendo en el mundo actual.
Los profetas no solamente predijeron las destrucciones de las ciudades y las naciones de aquel entonces, sino que también
describieron algunos de los detalles de dichas destrucciones. Y así ha sucedido. Hasta la historia secular de los pueblos ha
archivado el cumplimiento de algunas de estas profecías como hechos verídicos.
Por ejemplo, Ezequiel profetizó contra Tiro (Ezequiel 26.4–12), que llegó a ser el orgullo de los mercaderes y la envidia
de las naciones en aquella época. Estas profecías se cumplieron en los días de Alejandro, cuando toda la ciudad llegó a
ser una gran ruina.
La desolación de Egipto sucedió siglos después de la profecía tal y como está descrita en Ezequiel 29–30. La historia
secular confirma de manera detallada las profecías de Ezequiel en cuanto a lo que ocurrió en Egipto. La profecía es historia
escrita de antemano. Esto se verifica en el cumplimiento de las profecías acerca de la desolación de Babilonia, Siria, Medo-
Persia, Grecia, Roma, Cartago y otras naciones. La desolación y la destrucción completa de Jerusalén, predicha por Cristo,
y la dispersión de los judíos entre las naciones de la tierra, predicha por los profetas, se presentan en los escritos de Josefo
y se confirman en la historia de los judíos.
Esto comprueba que estas profecías no podían ser el resultado de la sabiduría humana. Sería una locura tan sólo suponer
que las mismas fueron nada más que suposiciones y opiniones humanas. Cada una de estas profecías prueba que la Biblia
fue escrita por hombres que fueron guiados por una mente infinita, por el Dios del cielo y de la tierra, que ve y conoce
todas las cosas antes de que sucedan.
2. La unidad de la Biblia
La Biblia se compone de sesenta y seis libros que fueron escritos aproximadamente durante un período de quince siglos.
Fue escrita por alrededor de cuarenta escritores quienes ocupaban diferentes puestos, desde el rey sobre el trono hasta el
cautivo en tierra pagana; desde Moisés y Pablo que fueron hombres muy bien educados hasta Pedro y Juan que fueron
“hombres sin letras y del vulgo” (Hechos 4.13). La misma fue escrita antes, durante y después que Israel se convirtió en
una nación. Pero a pesar de todo lo expuesto existe una armonía bella e impresionante que prueba la presencia de la mente
de un Maestro que inspiró a todos estos escritores. En otras palabras: “Nunca la profecía fue traída por voluntad humana,
sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo” (2 Pedro 1.21).
Ningún libro jamás ha sido puesto a pruebas tan severas como la Biblia. Aunque los judíos fueron llevados a tierras paganas
llevaron consigo las escrituras y las preservaron allá. A través de los años muchos falsos profetas han imitado tan
ingeniosamente las escrituras que la gente difícilmente ha podido distinguir entre la palabra inspirada de Dios y la palabra
falsa de los falsos profetas. Durante los primeros siglos de la era cristiana se hicieron muchos esfuerzos para acabar con
esta “secta” que floreció después de la crucifixión de Jesús. Por toda la historia de los siglos se han hecho esfuerzos para
suprimir el mensaje de la Biblia utilizando el fuego, la espada y muchos otros métodos. Sin embargo, la palabra de Dios
vive. En toda generación han existido hombres que, llenos del orgullo a causa de sus intelectos y conocimientos, enseñaron
a la gente que la Biblia debía creerse en su totalidad solamente por los ignorantes y los supersticiosos. Pero a pesar de
todas estas oposiciones este libro antiguo aún permanece. En la actualidad este libro tan maravilloso es más popular que
cualquier otro libro que jamás se haya impreso. En realidad, la Biblia es y será la misma siempre.
4. Su integridad
La Biblia es el único libro que nunca ha tenido que cambiar su mensaje a causa de los avances de la ciencia. No es un libro
de ciencia; sin embargo, todo lo que dice es científicamente correcto. Esto no se puede decir de cualquier otro libro o
tratado jamás escrito. Los naturalistas, astrónomos, geólogos, historiadores y hombres de renombre han enseñando cosas
que posteriormente han resultado ser erróneas. Las teorías de los hombres han sido revocadas, o al menos extremadamente
cambiadas, en cuanto a los principios de la luz, la naturaleza, la forma de la tierra, el período glacial, la geología, la
estructura del cuerpo, las enfermedades, las leyes de la salud y todo campo de la ciencia. La Biblia concuerda
completamente con lo que el hombre ha observado de la naturaleza. Es el único libro que es total y eternamente verdadero.
Es cierto que muchos han citado de la Biblia para apoyar sus teorías erróneas, pero la Biblia no enseña ninguna falsedad y
nunca la ha enseñado. Sin embargo, no es extraño que hayan citado así de la Biblia para apoyar sus teorías falsas, pues el
diablo mismo es experto en citar la escritura para darle vida a sus falsedades (Génesis 3.1–6; Mateo 4.1–11).
En menos de diez años un texto ya es anticuado, una enciclopedia pierde su valor, una biblioteca es un cementerio de
libros muertos e ideas sin vidas; mas este libro sigue viviendo. La ciencia se ha reído del mismo, en vano. En el siglo
dieciocho Voltaire dijo: “Dentro de cincuenta años el mundo no oirá más de la Biblia”. Los eruditos seculares la han
declarado anticuada y muerta. Muchas veces se han efectuado servicios fúnebres para enterrar la Biblia que ellos creen
que ha muerto... y, ¡he aquí!, mucho antes que los críticos hayan vuelto a sus casas, la Biblia ha resucitado de la muerte,
se ha adelantado al cortejo fúnebre con una rapidez sorprendente, y se halla, como antes, en el mismo centro de la vida
de muchas personas y de la sociedad misma. Allí sigue dando voces tronantes contra la maldad, revelando los secretos del
corazón, ofreciendo consuelo a los que están de luto y esperanza a los moribundos, y continúa emitiendo de cada una de
sus páginas las maravillas del futuro.
—De Cristo, la cristiandad y la Biblia, páginas 151–152.
El efecto que la Biblia ejerce sobre los que la leen también nos enseña que la misma es inspirada por Dios y que a la vez
tiene cualidades sobrenaturales. La Biblia es luz en cualquier parte que es leída porque revela a Cristo, la luz del mundo.
Dondequiera que la gente cree en ella y la obedece trae cambios en la pureza, la educación, la cultura, el desarrollo y en
todo lo que contribuye a la felicidad moral y espiritual del alma. No es que la lectura de la Biblia en sí cambie
automáticamente el corazón, pero sí le enseña al pecador cómo llegar a Cristo quien sí puede cambiar el corazón.
Mientras más la persona se rinde a Cristo por su mensaje en la Biblia, más ordenada y virtuosa será la vida de esa persona.
Además, esto hará que en sus prójimos también se observen efectos positivos. Por ejemplo, incluso los incrédulos muchas
veces son más cuidadosos a la hora de expresarse cuando hay cristianos presentes.
Se ha demostrado que mientras más las leyes de las naciones sigan los principios bíblicos, más benditas serán esas naciones.
Esto demuestra la validez de los principios bíblicos.
¿Por qué este honor a la Biblia? No puede haber más que una respuesta: porque es la palabra de Dios. Sobre cada página
de este libro maravilloso se puede encontrar la huella divina de su autor.
La Biblia se divide en sesenta y seis libros distintos. De ellos treinta y nueve pertenecen al Antiguo Testamento y veintisiete
al Nuevo Testamento. Estos libros nos ofrecen una historia íntegra que sería incompleta si faltara uno de ellos. Muchos
creen que el libro de Job es el más antiguo de todos los libros de la Biblia. Le sigue, cronológicamente, el Pentateuco (los
primeros cinco libros del Antiguo Testamento), escrito por Moisés; después se escribieron los otros libros históricos,
poéticos y proféticos. El Antiguo Testamento fue escrito por reyes, jueces y profetas. Los libros que lo componen fueron
compilados en los días de Esdras y Nehemías. El interés por estas escrituras fue tan grande que las mismas se tradujeron
al griego más de tres siglos antes de Jesucristo. La versión griega más célebre fue la de los setenta (la Septuaginta) que fue
traducida alrededor del año 250 a.c. por los eruditos de Alejandría.
Los discípulos de Jesús escribieron acerca de la vida y las enseñanzas de él en cuatro libros que conocemos como “los
evangelios”. Las actividades de los apóstoles después de la crucifixión de Jesús se compilaron en un libro que llamamos
los “Hechos de los apóstoles”. Estos libros junto a las “epístolas” y el último libro al que llamamos “Apocalipsis” son los
que componen el Nuevo Testamento. La mayoría de estos libros se reconocieron como escritos sagrados en los primeros
200 años de la historia de la iglesia cristiana.
La Biblia completa ha sido traducida en muchos idiomas. Así la palabra de Dios ha alcanzado a los pueblos de muchos
países. Existen evidencias que demuestran que algunas partes de la Biblia fueron traducidas al español a fines del siglo
doce y principios del trece. En el año 1569, Casiodoro de Reina, un español que tuvo que huir de España a causa de su
fe, publicó la primera versión completa en español. Casiodoro la tradujo de las lenguas originales y la publicó en Basilea,
Suiza. Su versión fue conocida como la Biblia del Osoporque en su portada aparece un oso que se ve comiendo miel de
una colmena, representando así el deleite con que el creyente recibe la palabra. Se dice que la gran mayoría de los
ejemplares de la primera impresión de 2.600 fueron quemados por orden de la Inquisición. Un amigo español de
Casiodoro, Cipriano de Valera, revisó la Biblia del Oso y publicó su versión en 1602. Él también tuvo que huir de España
a causa de la persecución y pasó la mayor parte de su vida en Inglaterra. La obra de los señores Reina y Valera, la versión
Reina-Valera, en sus varias revisiones a través de los siglos ha sido la favorita de los evangélicos de habla español.
En ocasiones surge la pregunta: “¿Cómo podemos saber que nuestra Biblia es igual a la primera que usaron los cristianos
en aquel tiempo?” Aunque los manuscritos originales ya no existen, hay suficiente evidencia en los escritos de los escritores
antes del concilio de Nicea para calmar cualquier duda respecto a la autenticidad de la Biblia. En esta lista de los escritores
de la iglesia primitiva están Clemente y Policarpo, quienes vivieron en el tiempo de los apóstoles y conocieron
personalmente a algunos de ellos. Existen miles de reproducciones de varias partes de las escrituras que fueron escritas a
mano y que datan desde el siglo cuarto hasta el decimoquinto. Después de este tiempo han existido varias reproducciones
impresas hasta la actualidad. No hay duda de que tenemos el mismo evangelio que se predicaba en los días de los apóstoles
y el mismo mensaje que fue compilado en el primer canon del Nuevo Testamento.
Junto con los sesenta y seis libros que finalmente se incorporaron en el canon sagrado también aparecen otros escritos los
cuales muchas personas han considerado dignos de tener un lugar entre los libros canónicos. La mayoría de estas obras
fueron escritas en el período entre el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. Los mismos forman un vínculo histórico
y presentan muchos datos de interés al que estudia la Biblia. Sin embargo, los mismos carecen de evidencias que
demuestran que fueron inspirados por Dios.
La ley y el evangelio
En la Biblia se nos presenta la ley levítica en la historia antigua de la nación de Israel. Era la voluntad de Dios que la nación
tuviera una ley escrita que gobernara a sus ciudadanos. Dios les dio la ley levítica en el Monte Sinaí (Éxodo 19.) Esta ley
estuvo vigente hasta el tiempo de Cristo (Mateo 5.17–20; Juan 1.17; Colosenses 2.6–17).
La ley suprema para el pueblo de Dios en el antiguo pacto fue la ley levítica, y en el nuevo pacto es el evangelio de Cristo.
Existe una armonía y una unidad perfecta entre estas dos leyes. Ambas dependen la una de la otra. Todos los sacrificios y
las ceremonias bajo la ley eran solamente sombras de Cristo y no habrían servido para nada si no hubieran sido cumplidos
en Cristo. Él, “con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados” (Hebreos 10.14). Por otra parte, “la
ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo” (Gálatas 3.24). La ley de Moisés mostró a los israelitas cuan pecaminosos
eran y la eficacia de la sangre para borrar los pecados. Les preparó para recibir a Cristo. Cuando él vino, la ley había
cumplido su obra. Sus sacrificios ya no tuvieron valor y la palabra de Cristo tomó el lugar que ocupaban aquellas normas.
El Nuevo Testamento es la ley que ahora está vigente y que rige en nuestras vidas. Esa ley es la regla por la cual la iglesia
bíblica es gobernada.
¿Acaso Dios cambia? No. “Yo Jehová no cambio” (Malaquías 3.6). ¿Cambia su ley? Sí y no. Los principios de la verdad
eterna fueron expresados tanto por la ley así como por el evangelio; los dos forman parte de la misma palabra de Dios.
Pero Dios, en su sabiduría infinita, aplica sus principios eternos a las condiciones de cada época.
¿Acaso el padre ha cambiado de opinión? No, pero las condiciones han cambiado y por eso el padre lo dejó ir, aunque
ayer no se lo permitió.
De igual manera Dios ha dado leyes en el nuevo pacto que no están conforme a las del antiguo pacto. No porque él ni su
verdad hayan cambiado, sino porque las condiciones han cambiado. Dios aplica la verdad eterna a las condiciones
existentes de cada época. En cuanto a este punto Jorge R. Brunk dice lo siguiente:
2. En vista de que algunas condiciones han cambiado, Dios en su misericordia prohíbe en el Nuevo Pacto algunas cosas
que ordenó en el Antiguo Pacto (Mateo 5.38–39; Éxodo 21.23–25; Jeremías 31.31–32; Hebreos 7.12).
3. El Antiguo Pacto era la norma de vida de Israel hasta la muerte de Cristo en la cruz del Calvario (Gálatas 3.23–25;
Efesios 2.14–15; Colosenses 2.14). Cuando Jesús murió, la ley terminó su objetivo de revelar a Cristo y preparar a un
pueblo para recibirle.
4. El Antiguo Pacto fue quitado para que el Nuevo Pacto fuera establecido como la única norma vigente para el cristiano
(Hebreos 10.9–10; Gálatas 1.8–9).
5. El Nuevo Pacto es ahora la norma para la conducta del cristiano hasta la segunda venida de Cristo (2 Corintios 3.6;
2 Tesalonicenses 1.7–8).
6. El cristiano debe tener al Antiguo Pacto como una mina rica en instrucción y como algo muy esencial para la
comprensión adecuada del Nuevo Pacto (1 Corintios 10.6, 11; Gálatas 3.24–25).
7. Aquellos que persisten en promulgar la doctrina del Antiguo Pacto, en lugar de las enseñanzas del Nuevo Pacto,
trastornan las almas de los oyentes (Hechos 15.24; Tito 1.9–11).
1. Dos representantes
Dios autorizó un representante para cada uno de los dos pactos: Moisés para el antiguo pacto y Jesucristo para el Nuevo
Pacto. Respecto a Jesús de Nazaret, Moisés dijo: “Profeta os levantará el Señor vuestro Dios de entre vuestros hermanos,
como a mí; a él oiréis” (Hechos 7.37). El escritor a los Hebreos dice: “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas
maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo” (Hebreos 1.1–
2). El Padre, hablando desde el cielo, deja bien claro que Cristo es el portavoz autorizado para esta época cuando dijo:
“Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd” (Mateo 17.5). Hebreos 12.25 dice: “Mirad que no
desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que los amonestaba en la tierra, mucho menos
nosotros, si desecháremos al que amonesta desde los cielos.”
Este último versículo aclara que en el tiempo del Antiguo Pacto el pueblo de Dios consideró la ley de Moisés como su
regla de vida, mientras que en nuestros tiempos miramos al evangelio como nuestra ley suprema.
2. Dos pactos
El escritor a los Hebreos, comparando los dos pactos, dice: “Pero ahora tanto mejor ministerio es el suyo, cuanto es
mediador de un mejor pacto, establecido sobre mejores promesas. Porque si aquel primero hubiera sido sin defecto,
ciertamente no se hubiera procurado lugar para el segundo. Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el
Señor, en que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto” (Hebreos 8.6–8).
En esta escritura se encuentran dos expresiones muy notables: “mejor ministerio” y “mejor pacto”. La primera se refiere a
Cristo y a su obra comparada con Moisés y la obra del sacerdocio levítico. Y no es difícil darse cuenta que es mejor el
ministerio de Cristo que el de Moisés. Pero, ¿qué hemos de decir respecto al “mejor pacto”? ¿Acaso el antiguo pacto era
imperfecto?
De ninguna manera. “La ley a la verdad es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno” (Romanos 7.12). No existe
absolutamente ninguna falta ni ninguna imperfección en la ley de Dios. La ley de Moisés, como el evangelio de Cristo, es
la ley de Dios. Se concibió en la mente de Dios y por eso es absolutamente perfecta. Pero “era débil por la carne”
(Romanos 8.3); o en otras palabras, nadie pudo obedecerla perfectamente. “Por las obras de la ley ningún ser humano
será justificado” (Romanos 3.20). Por esa razón los judíos tuvieron que seguir haciendo sacrificios diarios. De este modo
la ley cumplía su propósito; mostró a la gente que necesitaban algo que la ley no ofrecía. Necesitaban a Cristo.
Además, como los sacrificios bajo la ley no eran más que “la sombra de los bienes venideros”, la ley “nunca puede, por
los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan” (Hebreos 10.l). En
otras palabras, la ley era perfecta, pero los sacrificios ofrecidos bajo ella eran válidos solamente con relación a su
cumplimiento en Cristo. Por esta razón, el pacto de la gracia es mejor que el pacto de la ley y por eso se dice que el primer
pacto tenía defecto (Hebreos 8.7).
3. La ley y la gracia
Pablo escribió a los gálatas diciéndoles: “La ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo” (Gálatas 3.24). La ley era
correcta en su lugar, en su tiempo, para su propósito; la ley era pura, justa, santa y perfecta. Pero la ley sirvió para su
propósito y se cumplió en Cristo al ser clavada en la cruz (Colosenses 2.14). De manera que hoy ya no estamos bajo la
ley, sino bajo el evangelio de Cristo. Ahora miramos a Cristo como nuestro Salvador y Redentor, nuestro Legislador y
Autoridad Suprema. Ya no buscamos en la ley de Moisés para discernir la voluntad del Señor respecto a nosotros, sino
buscamos en el evangelio de Jesucristo.
Juan nos reveló algo importante cuando dijo: “La ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron
por medio de Jesucristo” (Juan 1.17). El primero es símbolo de la justicia y el poder de Dios, el otro es símbolo de su
misericordia y de su gracia. Bajo el primer pacto el sello era por medio de la sangre de animales; bajo el segundo, por
medio de la sangre de Jesucristo, “inmolado desde el principio del mundo” (Apocalipsis 13.8).
Una de las distinciones más notables entre la ley y el evangelio es la manera de tratar con los transgresores. El período de
tiempo en que regía la ley era una época de justicia. La justicia exigió la muerte de la generación rebelde que no quiso
entrar en Canaán, el apedreamiento de Acán, la muerte de Uza (2 Samuel 6.6–7) y el cautiverio de Israel y Judá por su
infidelidad. Pero en Cristo Dios mostró su misericordia. Él vino para salvar, no para condenar. En nuestra época se ve la
misericordia de Dios en medio de la gran iniquidad que hay en el mundo. Además, conocemos personalmente su
misericordia por medio del perdón que nos ofrece por nuestras faltas y pecados.
Pero no piense el hombre que Dios tratará con menos severidad a los de su pueblo de esta época que de la forma que
trató a los hombres del tiempo pasado. Los tratos de Dios con su pueblo en aquel tiempo fueron diseñados como un
ejemplo para nosotros (1 Corintios 10.6, 11) a fin de que la gracia de Dios no nos fuera dada en vano. Hoy a nosotros se
nos amonesta enfáticamente que los que rechazan la gracia de Dios sufrirán su ira en la eternidad (2 Tesalonicenses 1.7–
9; Hebreos 12.25).
El tema central del Antiguo Testamento es la ley y se compone de treinta y nueve libros. El tema central del Nuevo
Testamento es el evangelio y se compone de veintisiete libros. La suma de estos libros completa el mensaje perfecto de
Dios al hombre. Esto es lo que llamamos el canon sagrado de las sagradas escrituras: la Biblia.
La Palabra de Dios es …
2 de Timoteo es un pasaje de importancia fundamental para la comprensión de la identidad y el uso de la Biblia. Ahí dice:
2 de Timoteo 3:16-17
“16. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17. a
fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”
En este pasaje he dado énfasis a la palabra “es” que se usa ahí y la cual, como probablemente sabemos, se usa para
identificar, caracterizar o describir algo. Por lo cual, de acuerdo al pasaje anterior, la Biblia o la Escritura ES inspirada por
Dios o, como dice en el texto en griego, por el aliento de Dios. Esto significa que el autor de la Biblia es Dios, quien la
inspiró, la produjo y por lo tanto la Biblia es la Palabra de Dios. Aparte de eso, el pasaje anterior también dice que la Biblia
ES útil, contando cuatro razones para ello. Más analíticamente, nos dice que la Biblia es útil para enseñar, para redargüir,
para corregir y para instruir en justicia. Así que, y puesto que el título de este artículo es: “La Palabra de Dios es:”, ya
tenemos varias cosas que la Palabra de Dios es. La primera de ellas se refiere a la identificación de la Palabra inspirada con
la Biblia; mientras que la segunda, la utilidad de esta Palabra para enseñar, redargüir, corregir y para instruir en justicia “a
fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”
Sin embargo, eso no es lo único que la Palabra de Dios es. Más adelante vamos a considerar otras cosas adicionalmente
que también nos ayudarán a apreciar mejor su valor y utilidad.
Creo que no habría mejor forma de empezar esta investigación que mediante el escuchar la opinión que Dios tiene sobre
Su Palabra. Para ver esa opinión vamos al Salmo 138:2.
Salmo 138:2
“Porque has engrandecido [refiriéndose a Dios] tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas.”
Teniendo en mente que no hay nada más grande que Dios, lo cual Su nombre expresa, podemos entender fácilmente que
lo que Dios nos quiere decir es que Él ha engrandecido Su Palabra por sobre todo lo demás. Si entonces queremos una
evaluación correcta del valor de la Palabra de Dios, aquí está la evaluación que Dios mismo ha hecho: para Él no hay nada
más valioso que Su Palabra.
Mateo 4:4
“Él respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios .”
Mucha gente piensa que el pan y la comida física en general es lo único que se necesita para vivir. Es verdad que la comida
física es necesaria para sobrevivir y satisfacer nuestro hambre físico, pero de acuerdo a Jesucristo, hay algo mas que se
necesita para hacer de nuestras vidas algo mas que simple sobrevivencia. ¿Qué es? La respuesta viene en el mismo verso:
“…, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”
Manual de Discipulado Básico Página 59 de 132
O
De acuerdo a este pasaje, para hacer de tu vida una vida en abundancia y no solo sobrevivir, lo que necesitas es “toda
palabra que sale de la boca de Dios”, esto es, la Palabra de Dios. Como en 1 de Pedro 2:2 dice:
1 de Pedro 2:2
“desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, ”
Los recién nacidos no pueden vivir sin leche. Se levantan cuando duermen y lloran porque quieren leche. De igual modo,
como los recién nacidos no pueden vivir sin leche así nuestras vidas sin la Palabra de Dios. No tenemos que decidir si
necesitamos la leche de la Palabra de Dios o no, es un HECHO que la necesitamos. Así como es un hecho que físicamente
para sobrevivir necesitamos comer algo, por lo cual es un HECHO, una verdad inalterada, que para verdaderamente vivir
necesitamos la Palabra de Dios.
Juan 18:38
“Le dijo Pilato: ¿Qué es la verdad? ”
La pregunta de Pilato no es para nada poco común. Mucha gente, y de hecho muchos de nosotros, puede que la hayamos
preguntado en algún momento de nuestra vida. Por lo tanto, es vital encontrar respuesta a dicha pregunta. La respuesta
viene en Juan 17. Ahí Jesucristo un poco antes de su arresto oró a Dios y dijo:
Juan 17:14, 17
“14. Yo les he dado [a los discípulos] tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo
soy del mundo. 17. Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.”
La respuesta a la pregunta sobre la verdad es muy simple: LA PALABRA DE DIOS ES VERDAD. La Biblia, siendo la
Palabra del único y verdadero Dios, es la verdad sobre la cual podemos fundamentar nuestras vidas sin el temor a ser
decepcionados. Es esa Palabra la que habla de Jesucristo como, “el camino, la verdad y la vida” (Juan 14:6) y de las cosas
maravillosas que logró para nosotros. Es esa Palabra la que dice que si confiesas al Señor Jesús y crees que Dios lo levantó
de los muertos serás salvo (Romanos 10:9). No se trata solo de una frase positiva, no es otra palabra religiosa; es la
VERDAD. Si la haces serás salvo y si no la haces seguramente continuarás sin la salvación. La verdad es verdad. NO la
puedes cambiar, no la puedes alterar. Es INALTERADA. Solo puedes aceptarla o rechazarla.
En cambio, la mentira tiene mil facetas. Cientos de ideas, filosofías y religiones van por ahí alegando un lugar en nuestras
mentes. El período de toda una vida sería suficiente para contar el nacimiento y muerte de docenas de ellas. El hombre
necesita actualizar continuamente sus filosofías y teorías para estar “de acuerdo” al tiempo. Si hubieran sido verdad no
necesitarían actualizarse. La verdad sigue siendo hoy verdad, mañana y después de mil o millones de años. Y la PALABRA
DE DIOS, la verdad, es la única que tiene duración eterna. Como en 1 de Pedro 1:23-25 dice:
1 de Pedro 1:22-25
“22. Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no
fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro; 23. siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de
incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre . 24. Porque: Toda carne es como hierba, y toda
la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; 25. mas la palabra del Señor permanece para
siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.”
La Palabra de Dios permanece para siempre. No necesita actualización. El Dios que respaldó esa Palabra hace más de dos
mil años, es el mismo Dios hoy también. Como en Santiago 1:17 dice:
Santiago 1:17
“Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra
de variación.”
Algunas veces para el hombre son suficientes unos minutos para cambiar de opinión. La “variación” es algo muy frecuente
en el hombre, pero con DIOS no la hay, ni siquiera la más remota señal de ella. La Palabra de Dios siendo verdad y
respaldada por un Dios que no cambia es ciertamente el fundamento más seguro para nuestras vidas y lo único de lo cual
podemos aprender sin temor a que nos fallen.
Salmos 12:6
“Las palabras de Jehová son palabras limpias, Como plata refinada en horno de tierra, Purificada siete veces.”
Salmos 119:140
“Sumamente pura es tu palabra, Y la ama tu siervo.”
La Palabra de Dios no tiene impurezas. No es una palabra a la que tengas que disculpar por sus “errores” ni una palabra
que necesita ser refinada antes de usarse. De lo contrario, es una palabra PURA y de hecho tan pura “como plata refinada
en horno de tierra, Purificada siete veces”, esto es, no puede ser más pura. Es por eso que la amamos (“Y [como resultado]
tu siervo la ama”). Su pureza, perfección y exactitud verdaderamente refleja la pureza, perfección y precisión de su autor:
DIOS.
Salmos 119:162
“Me regocijo en tu palabra como el que halla muchos despojos.”
Mucha gente trata de encontrar gozo mediante el poseer grandes cantidades de dinero. Sin embargo, como ya vimos, no
se puede sobrevivir solo de pan y dinero no es ni puede comprar el ingrediente que te da una verdadera vida y gozo real.
¿Cuál es el ingrediente? La Palabra de Dios. La Palabra de Dios, aparte de todas las cosas que ya hemos visto hasta ahora,
también trae gran regocijo. De hecho, trae tanto gozo como el de aquel que encuentra un gran tesoro. No necesitas
ganarte la lotería para tener gozo, lo que necesitas es ir a la Palabra de Dios, estudiarla, creerla y guardarla en tu corazón.
Cada vez que lo hagas, tu gozo será tan grande como el de aquel que encuentra un gran tesoro. ¿No es maravilloso el
tener tal fuente constante de regocijo? No es un gozo que depende de las condiciones, la “suerte” u otras cosas, sino de
Dios y Su maravillosa Palabra, la Biblia.
Salmos 119:105
“Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.”
Para andar por el camino se necesita luz, ya sea física o artificial, el hecho es que sin ella no puedes caminar. El camino de
la vida no es una excepción a esta regla. Para caminar por ese camino necesitas la luz para iluminarlo. ¿Dónde vas a
encontrar esa luz? De acuerdo a los pasajes anteriores, la respuesta es en La Palabra de Dios. Al seguirla, caminarás por
un camino lleno de luz. Como en el Salmo 84:11 y en 1 de Juan 1:5 dice:
Salmo 84:11
“Porque sol y escudo es Jehová Dios;”
1 de Juan 1:5
“Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él.”
Dios es como un sol3. Por lo cual, siguiendo Su Palabra es como andar por un camino iluminado por tanta luz, como la
luz misma de su autor, esto es, la luz de Dios.
Salmos 119:77
“tu ley es mi delicia.”
Para David, la Palabra de Dios (la “ley” en los tiempos y administración de David) era su deleite. Ahora para ver lo que
pasaría si la Palabra no fuera su deleite, no tenemos que ir mas que quince versos mas adelante, el verso 92 dice:
Salmos 119:92
“Si tu ley no hubiese sido mi delicia, Ya en mi aflicción hubiera perecido.”
Puede ser que algunas veces vengan períodos difíciles, en los cuales puede que haya ligera y temporal aflicción (2 de
Corintios 3:17 y 1 de Pedro 1:6). Sin embargo, eso no significa que en esos tiempos la Palabra de Dios deja de ser fuente
constante de gozo, la lámpara a nuestros pies y el alimento para nuestras vidas. No hay situación ni circunstancia que
pueda hacer que la Palabra brille menos de lo que es o que pierda su valor. Dios es el mismo Dios amoroso y poderoso
tanto en las buenas como en las malas. Su Palabra, es la misma Palabra confiable. Sin embargo, NOSOTROS tenemos que
tener cuidado de mantener la flama de la Palabra siempre encendida en nuestros corazones. Tristeza, presión y aflicción
puede que algunas veces vengan, pero no podrán vencernos mientras que la Palabra de Dios sea nuestra delicia. Dios es
un Dios fiel y siempre nos hará más que vencedores si confiamos en Él. (Romanos 8:37)
Habiendo visto algunas de las cosas que la Palabra de Dios es, ya debería haber quedado claro los grandes beneficios que
tendremos al estudiarla y poniéndola en lo profundo de nuestro corazón. Sin embargo, vamos a ver también algunos
resultados mas que esta Palabra tendrá si meditamos en ella, esto es, si la hacemos el enfoque de nuestra mente y
pensamientos.
Salmos 1:1-3
“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de
escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será
como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace,
prosperará.”
¿Hay alguno de nosotros que no quiera prosperar? No lo creo. Sin embargo, ¿Cómo lo podemos obtener? De acuerdo al
pasaje anterior la manera es meditando en la Palabra de Dios. Si la dividimos correctamente y la hacemos el enfoque de
nuestra mente, entonces, cualquier cosa que hagamos, complacerá a Dios puesto que provendrá de una mente en la que
la Palabra de Dios tiene el primer lugar, así que, de acuerdo al pasaje anterior prosperaremos y seremos “bendecidos”
(“felices”) y como árboles FRUCTÍFEROS plantados junto a las corrientes de las aguas.
“Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te
desampararé. Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres
que la daría a ellos. Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo
Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que
emprendas. Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes
y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.”
[Hebreo: “sakal” que significa ser cauteloso, prudente, tener entendimiento, sabiduría, prosperar.
Observa cuán maravillosamente Dios motivó a Josué. Dios no es alguien que se queda a lo lejos sin entender la fortaleza
y el consuelo que necesitamos; sino que es un Dios amoroso y cuidadoso. Observa también lo que le dijo a Josué, le dijo
para que siempre (“a donde quiera que vayas”) prosperes, tenia que ser muy valiente y hacer toda lo que la ley de Moisés
ordenaba ( La Palabra de Dios en aquella época). De hecho, ÉL le dijo que tuviera cuidado y que no se apartara de lo que
la ley decía y además, también le dijo que si meditaba en ella de día y de noche, esto es, si la Palabra de Dios era
continuamente el enfoque en su mente, prosperaría y actuaría prudentemente. Esos “ENTONCES” que se usan en el
pasaje demuestran que su prosperidad y prudencia eran condicionales sobre la posición de la Palabra de Dios en su mente.
Ciertamente, solo si la Palabra de Dios es el centro de nuestros pensamientos y actos es que seremos prosperados y
prudentes. Así como el lector puede confirmar al leer la historia de Josué, Josué era, sin lugar a dudas, un hombre que
siguió y sirvió a Dios a lo largo de su vida, y era absolutamente próspero y prudente en su tarea.
9. Conclusión
Habiendo terminado este estudio, tenemos que decir que no fue para nada cansado. Se le aconseja al lector buscar la
Palabra de Dios y encontrar por sí mismo lo que ella es. Sin embargo, creo que ya hemos visto muchas cosas que nos
ayudarán en nuestra apreciación de la Palabra de Dios.
1. la verdad,
2. lo mas engrandecido de Dios
3. alimento para la vida
4. leche para el crecimiento
5. la fuente de gozo
6. lámpara a nuestros pies
7. útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia
8. muy pura
9. algo que si hacemos nuestro deleite la aflicción no nos vencerá
10. algo que si meditamos, seremos:
a) bendecidos, b) como árbol plantado junto a corrientes de agua, c) prósperos en todas las cosas que hagamos
y d) prudentes.
Aunque la lista aquí no termina, creo que es suficiente para demostrarnos la grandeza, la importancia y el valor de la
Palabra de Dios. También es suficiente para poner en claro los efectos maravillosos que esta Palabra tendrá en nuestras
vidas si la estudiamos, la ponemos en nuestro corazón y la mantenemos ahí viva.
2 Pedro 2:1-3
"Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán
encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción
repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, y por
avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda,
y su perdición no se duerme."
Se les enseña a la gente que pueden comprar el favor de Dios y lo lamentable es que la gente les cree porque no conocen
las Escrituras. El ignorar la palabra de Dios es muy peligroso para el cristiano y discípulo del Señor.
Oseas 4:6
"Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del
sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos ."
El apóstol Juan nos declara una condición para la prosperidad que viene de Dios.
3 Juan 1:2
"Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma ."
Ese "así como prospera tu alma" quiere decir "así como adquieres el carácter de Cristo en tu vida". No se puede adquirir
el carácter de Cristo sin amar a Cristo y obedecerle. En el Salmo 1 encontramos las pautas de como debe ser esto, veamos:
Salmos 1:1-3
"Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de
escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como
árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará."
1. "Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos": Bienaventurado el que no presta oídos a las palabras
que no provienen de Dios.
4."sino que en la ley de Jehová está su delicia": Así como nos deleitamos comiendo algo que nos gusta muchísimo, así
debemos disfrutar la lectura y el estudio de la Palabra de Dios. Las Santas Escrituras deben ser nuestra delicia.
5. “y en su ley medita de día y de noche”: De día y de noche debemos meditar en la Palabra de Dios. Meditar significa
pensar y considerar un asunto con atención y detenimiento para estudiarlo, comprenderlo bien, formarse una opinión
sobre ello o tomar una decisión. Es interesante saber que Dios nos puede hablar aun cuando estemos dormidos. Debemos
orar a Dios para que nos de entendimiento y revelación de su Escritura.
Salmos 119:27 “Hazme entender el camino de tus mandamientos, para que medite en tus maravillas .”
6. “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas”: Lo que Dios nos quiere decir acá es que tenemos nuestro
sustento asegurado así como un árbol junto a corrientes de aguas no le faltará el agua. Nuestro Señor Jesucristo lo dijo de
esta manera.
Mateo 6:31-33
“No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas
estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el
reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”
7. “que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae”: Cuando el sustento diario ya no es el problema, nuestra atención está
libre para ocuparse de otras cosas. Debemos fructificar y debemos producir el fruto que Dios espera de nosotros y para
ello debemos poner toda nuestra atención en hacer todo lo que Dios nos pide. Cuando hacemos esto no solo crecemos
en nuestro ser interior, sino que también hacemos tesoros en los cielos.
La pregunta que surge acá es ¿Cómo hacemos tesoros en los cielos? La respuesta es que cuando nos negamos a nosotros
mismos, cuando vencemos al pecado que nos asedia, cuando ayudamos a nuestros hermanos en Cristo, cuando predicamos
de Cristo a la gente, cuando discipulamos a los nuevos convertidos, cuando ministramos la palabra a nuestros hijos, cuando
pasamos las pruebas, cuando nuestro testimonio honra a Dios y a Cristo y cuando hacemos todo lo que a Dios le agrada,
entonces estaremos haciendo tesoros en los cielos.
8. “y todo lo que hace, prosperará.”: Cuando hacemos todo lo anterior, entonces todo lo que hagamos y que agrada a
Dios será prosperado en nuestras manos. Así funciona la prosperidad que viene de Dios.
La lectura es el primer paso para aplicar la Palabra de Dios en nuestras vidas. Nuestro objetivo en la lectura es llegar a
conocer a Dios, aprender Sus caminos y entender Su propósito para este mundo y para cada uno de nosotros. Al leer la
Biblia, aprendemos acerca de la interacción de Dios con la humanidad a lo largo de la historia, Su plan de redención, Sus
promesas y Su carácter. Vemos cómo es la vida cristiana. El conocimiento de Dios que obtenemos de las Escrituras, nos
sirve como un valioso fundamento para aplicar los principios de la Biblia en la vida.
Nuestro próximo objetivo es a lo que el salmista se refiere como “guardar” la Palabra de Dios en nuestros corazones: “En
mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti” (Salmo 119:11). La manera cómo “guardamos” la Palabra
de Dios en nuestros corazones es a través del estudio, la memorización y la meditación sobre lo que ya hemos leído. Estos
cuatro pasos, el leer, estudiar, memorizar y meditar, hacen posible que se aplique con éxito las Escrituras a nuestras vidas.
Estudiar: Mientras que el estudiar ciertamente implica la lectura, el leer no es lo mismo que estudiar. Estudiar la Palabra
de Dios significa que pasemos tiempo en oración, y estemos atentos en obtener un mayor conocimiento sobre un personaje
en particular, un tema, un pasaje o un libro de la Biblia. Hay disponible una cantidad de recursos de estudio, tales como
comentarios bíblicos y estudios bíblicos publicados, que nos permiten tener un banquete de “carne” con la Palabra de
Dios (Hebreos 5:12-14). Podemos familiarizarnos con estos recursos, y luego escoger un tema, un pasaje o un libro que
despierte nuestro interés y en el cual podamos profundizar.
Memorizar: Es imposible aplicar lo que no podemos recordar. Si vamos a “guardar” la Palabra en nuestros corazones,
primero tenemos que hacer que llegue allí por medio de la memorización. Memorizar las Escrituras produce en nosotros
un pozo del que podemos beber continuamente, especialmente en los momentos en que no podemos leer nuestras Biblias.
De la misma manera en que guardamos el dinero y otras posesiones terrenales para usarlas en el futuro, deberíamos “poner
estas mis palabras en nuestro corazón y en nuestra alma” (Deuteronomio 11:18). Organice un plan para los versículos de
la Biblia que le gustaría memorizar cada semana.
Meditar: El escritor y filósofo Edmund Burke una vez dijo: “Leer sin reflexionar es como comer sin digerir”. No podemos
darnos el lujo de “comer” la Palabra de Dios sin “digerirla”. En la parábola del sembrador (Mateo 13:3-9; cf. 18-23),
Jesús habla de un sembrador que salió a sembrar la semilla en su campo, sólo para darse cuenta que algunas semillas, o
sea la palabra de Dios (Mateo 13:19), había caído sobre “pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque
no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó” (Mateo 13:5-6). Jesús dice
que ésta es la persona que oye la palabra, y la recibe con gozo pero no tiene raíz en sí (Mateo 13:20-21).
Salmo 1:2 dice que el hombre que medita en la Palabra de Dios se deleita en ella. Donald S. Whitney, en su libro Disciplinas
espirituales para la vida cristiana, escribe: “El árbol de su vida espiritual florece mejor con la meditación, porque le ayuda
a absorber el agua de la Palabra de Dios (Efesios 5:26). Simplemente escuchar o leer la Biblia, por ejemplo, puede ser
como una suave lluvia sobre un terreno duro. Independientemente de la cantidad o la intensidad de la lluvia, la mayor
parte del agua corre y muy poca se absorbe. La meditación abre el terreno del alma y permite que el agua de la Palabra
de Dios se filtre profundamente. El resultado es una vida con mucho fruto y prosperidad espiritual”.
Si deseamos que la Palabra “eche raíces” en nuestras vidas para que produzcamos una cosecha que agrade a Dios (Mateo
13:23), debemos considerar, reflexionar y meditar sobre lo que leemos y estudiamos en la Biblia. Mientras meditamos,
podemos hacernos algunas preguntas:
Aplicar: El punto hasta el cual debemos estudiar, memorizar y meditar en la Palabra de Dios, es hasta que entendamos
cómo se aplica a nuestras vidas. Sin embargo, no es suficiente con entender cómo se aplica la Palabra; debemos en realidad
aplicarla (Santiago 1:22). “La aplicación” implica acción, y una acción obediente es el paso final para que la Palabra de
Dios se haga vida en nuestras vidas. La aplicación de las Escrituras refuerza nuestro estudio y nos permite aclararlo mucho
más, además que sirve para afinar nuestro discernimiento, ayudándonos a distinguir mejor entre el bien y el mal (Hebreos
5:14).
Para concluir, es importante señalar que no estamos solos para tratar de entender y aplicar la Palabra de Dios en nuestras
vidas. Dios nos ha llenado con Su Espíritu (Juan 14:16-17), quien nos habla, llevándonos y guiándonos a toda verdad
(Juan 16:13). Por esta razón, Pablo instruye a los creyentes a “andar en el Espíritu” (Gálatas 5:16), porque Él es ¡Nuestro
pronto auxilio en las tribulaciones! (Salmo 46:1). El Espíritu nos guiará fielmente a la voluntad de Dios, haciéndonos hacer
siempre lo que es correcto (Ezequiel 36:26-28; Filipenses 2:13). Para empezar, ¿quién mejor que el Espíritu Santo que
inspiró la Biblia, nos puede enseñar a vivir de acuerdo a todo lo que está escrito en ella? Por lo tanto, hagamos nuestra
parte, guardando la Palabra en nuestros corazones y obedeciendo al Espíritu Santo en la medida que Él nos permite
recordar la Palabra que está en nosotros.
De la Tentación al Pecado
Por: Jorge L. Trujillo
Santiago 1: 13-15
“13. Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni
él tienta a nadie; 14. sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. 15. Entonces
la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte.”
Génesis 3: 1-24
“1. Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer:
¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 2. Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los
árboles del huerto podemos comer; 3. pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él,
ni le tocaréis, para que no muráis. 4. Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; 5. sino que sabe Dios que el día
que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal. 6. Y vio la mujer que el árbol
era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y
comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella. 7. Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron
que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. 8. Y oyeron la voz de Jehová Dios que
se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de Jehová Dios entre los
árboles del huerto. 9. Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 10. Y él respondió: Oí tu voz en el
huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. 11. Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo?
¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? 12. Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera
me dio del árbol, y yo comí. 13. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La
serpiente me engañó, y comí. 14. Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las
bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. 15. Y
pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el
calcañar. 16. A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los hijos; y tu
deseo será para tu marido, y él se enseñoreará de ti. 17. Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y
comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de
ella todos los días de tu vida. 18. Espinos y cardos te producirá, y comerás plantas del campo. 19. Con el sudor de tu rostro
comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. 20. Y llamó
Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes. 21. Y Jehová Dios hizo al hombre y a
su mujer túnicas de pieles, y los vistió. 22. Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el
bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre. 23.
Y lo sacó Jehová del huerto del Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado. 24. Echó, pues, fuera al hombre, y puso
al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino
del árbol de la vida.”
Muy a menudo hemos escuchado de la boca de pastores, ministros, laicos y otras personas que han caído en pecado,
utilizar la famosa frase "el diablo me hizo hacerlo". Es una aseveración que se hace hoy muy a menudo solo para sentirse
libre de toda culpa, pero, ¿Cuan cierto será eso? Es verdad que el diablo es un malhechor y desea por todos los medios
que hagamos lo que va en contra de Dios; pero ¿Quien es últimamente responsable por los pecados cometidos, el diablo
o la persona quien comete el pecado?
De acuerdo a la Biblia, podemos ver que el ser humano será siempre responsable por todas sus acciones, malas o buenas.
Que pensaría si dijéramos a alguien que ha hecho algo bueno que la recompensa por esa buena obra será dada a Dios.
Pues si el Diablo es quien se lleva la culpa por todo lo malo que se hace, seria lógico pensar que Dios debe llevar la
recompensa por todo lo que se hace bueno. Seguramente algunos protestarían ante tal proposición (aunque es muy cierto
que toda buena dadiva viene de Dios y sin él nada podemos hacer); Sin embargo cuando cometemos alguna falta o hacemos
algo indebido rápidamente tratamos de buscar a quien echarle la culpa de lo sucedido. Acusamos a alguien que esté cerca
o que directa o indirectamente este relacionado con lo sucedido; si la ofensa es muy clara y sabemos que somos los únicos
responsables por lo cometido, entonces podemos fácilmente decir: "el diablo me hizo hacerlo" y así quitar de nosotros
toda culpa.
De acuerdo a la lectura en Santiago 1:13-15, podemos comprender la forma como el pecado se desarrolla hasta que llega
a suceder en la vida del ser humano. Podríamos entonces decir que el pecado es un proceso que comienza con un simple
mal pensamiento al cual la Biblia llama 'tentación’.
Tentación
Significa poner a prueba o solicitar al mal. El ser tentado no constituye pecado, el ceder a la tentación, si constituye pecado.
El Diablo o Satanás puede de alguna forma, quizás, crear la situación para que se produzca la tentación, pero el jamás
podrá hacer que nadie haga algo que la persona no quiera hacer. Tomemos el ejemplo de Cristo mismo:
Mateo 4
Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. 2 Y después de haber ayunado
cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. 3 Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras
se conviertan en pan. 4 El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale
de la boca de Dios. 5 Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, 6 y le dijo: Si
eres Hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, En sus manos te sostendrán,
Para que no tropieces con tu pie en piedra. 7 Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. 8 Otra vez
le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, 9 y le dijo: Todo esto
te daré, si postrado me adorares. 10Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás,
y a él sólo servirás. 11 El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían.
El problema no está en ser ‘solicitado a pecar’, sino ceder ante tal solicitud. Como vemos, Jesús fue tentado, solicitado a
pecar, pero el no pecó:
Hebreos 4:15
Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que
fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sinpecado.
Aunque Cristo tenía un cuerpo de carne, no tenía una concupiscencia pecaminosa. Esto prueba que cuando la Biblia se
refiere a “la carne”, no se refiere a lo físico sino a la naturaleza caída. Cristo no tenía una naturaleza caída aunque tenía
un cuerpo carnal. A diferencia de Cristo nosotros tenemos ambas cosas, un cuerpo de carne, y una naturaleza caída, por
eso debemos depender constantemente de Dios y su Espíritu Santo para vencer las tentaciones y controlar la naturaleza
carnal.
1. Mala concupiscencia - Deseos que provienen de la mente (el corazón) y que van contra la ley de Dios.
Los malos deseos de la mente son los que provocan al hombre o la mujer para que haga lo indebido (pecado.) Por esta
razón es tan importante que estemos llenos del espíritu, para controlar los malos deseos de la carne. Tanto Jesús como
Pablo apuntan hacia “la carne” o la naturaleza carnal como el origen de los pecados:
Mateo 15
19 Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos
testimonios, las blasfemias.
Gálatas 5
16 Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17Porque el deseo de la carne es contra el
Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 18 Pero si
sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. 19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación,
inmundicia, lascivia, 20idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones,
herejías, 21 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como
ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.
· Atracción - Como se atrae una victima con una carnada para poder atraparla. El diablo o la carne trataran de atraer a
la victima para que caiga en pecado. Aunque Dios no envía la tentación, esta es de cierto modo permitida por Él quien
en medio del problema nos da la salida para que podamos vencer contra el pecado.(1 Corintios 10:13.)
· Seducción / Engaño - La palabra seducción tiene connotación del ser engañado. La concupiscencia engañara al
individuo con el fin de hacerlo hacer aquello que es indebido.
3. Concepción
Santiago compara esta etapa del pecado con la de la etapa de gestación o desarrollo de un niño en el vientre de la madre.
La concepción es el momento cuando la criatura se comienza a formar u obtiene vida dentro del vientre de su madre. Una
vez este proceso a comenzado, si la criatura no es abortada, pronto nacerá como el fruto de aquella semilla que fue
implantada en el vientre de la madre.
El pecado es concebido cuando (1. Seducción) se comienza a dar vueltas a las posibilidades de cometer aquello que
aunque sabemos va contra la ley de Dios, nos promete algo que deseamos llegar a tener o alcanzar. Puede ser una relación
con aquella bella joven, o aquel apuesto caballero, o quizás, aquella posición que tanto he deseado, o aquel dinero que
me viniera tan bien en este tiempo de dificultad económica, o poderme vengar de aquella persona que me hizo algún daño,
o quien sabe que otra cosa. (2. Engaño) Una vez damos cabida en nuestra mente a estos pensamientos y accedemos. (3.
Concepción) se comete el pecado. "El pecado ha sido concebido".
Es interesante que sepamos que aunque este proceso de tentación (Seducción, Atracción) haya comenzado dentro de
nosotros, todavía existe la posibilidad de no llegar a cometer el pecado (Concepción.) Se puede EVITAR EL PECADO
antes que sea concebido. Si la persona se da cuenta que está en proceso de cometer un pecado puede arrepentirse
(cambiar de mente), pedir perdón y desistir de su intento. El pecado una vez concebido, tal como el niño en el vientre de
su madre, será dado a luz. Y tal como en el caso natural de atracción de un hombre y una mujer, mientras más tiempo
pasa, más difícil será evitar la unión que provocará el embarazo.
Hay pecados que toman más tiempo que otros para ser desarrollados y concebidos. Algunos toman solo minutos para ser
concebidos o cometidos, mientras que otros pueden llegar a tomar días o semanas. El primer pecado que se comete
normalmente será más difícil, pero mientras pase el tiempo y cuando la persona se va acostumbrando a pecar, este proceso
se hará cada vez más fácil. La persona se "puede" llegar a convertir en uno que practica el pecado. El tal no es de Dios
de acuerdo a 1 Juan 3:8, pues se ha puesto bajo el dominio del diablo.
Este es el momento cuando se lleva a cabo el pecado, se disfruta o se alcanza lo que se desea. No es un pecado que salió
de la nada, sino que este fue planeado, concebido, desarrollado y alumbrado.
5. Se consuma el pecado
En este momento ya el pecado ha sido cometido. Ha llegado al tope de la montaña que deseaba conquistar y prontamente
por un poco de tiempo se sentirá el placer de haber llegado a hacer aquello que se deseaba pero que era indebido.
6. Se produce la muerte
Después de haber sido consumado el pecado, este comenzará a producir su consecuencia, la muerte. (Romanos 6:23.)
Tentación
Engaño (Gen. 3:1-5) - Satanás habló a Eva a través de la serpiente de manera que cuestionó lo que Dios había ordenado
respecto al árbol que estaba en medio del huerto. Ella dijo a la serpiente que no morirían, sino que sus ojos serian abiertos
y serian como Dios. Eva fue engañada (2 Corintios 11:2-7; 1 Timoteo 2:13-14)
2 Corintios 11:2-7
2 Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a
Cristo. 3 Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera
extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. 4 Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos
predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis aceptado, bien lo
toleráis;
1 Timoteo 2
13 Porque Adán fue formado primero, después Eva; 14 y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada,
incurrió en trasgresión.
Atracción (Gen. 3:6a) - La mujer vio que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, …y codiciable
para alcanzar sabiduría. Eva comenzó a darle cabida a las posibilidades de sabiduría e inteligencia que obtendría. Ella fue
atraída hacia el árbol porque se veía bien. El pecado siempre que se presenta se presenta como algo agradable a nuestros
sentidos(ojos, boca, oído, tacto.) El origen del pecado es siempre algo deseable y bueno a nuestros deseos.
Gálatas 1
6 Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio
diferente.
Gálatas 3
1 !!Oh gálatas insensatos! ¿quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya
presentado claramente entre vosotros como crucificado? 2 Esto solo quiero saber de vosotros: ¿Recibisteis el Espíritu por
las obras de la ley, o por el oír con fe? 3 ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por
la carne? 4 ¿Tantas cosas habéis padecido en vano? si es que realmente fue en vano. 5 Aquel, pues, que os suministra el
Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe?
Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, conocieron que estaban desnudos.
Una vez llevado a cabo el pecado, se disfrutan de los pocos momentos que siguen al haber obtenido lo que se deseaba y
gozar de los beneficios obtenidos. Adán y Eva gozaron por un poco de tiempo del supuesto beneficio del pecado, sus
ojos fueron abiertos, recibieron la codiciada sabiduría.
Desde el mismo momento que Adán y Eva comieron del fruto prohibido, murieron. El castigo fue Con el sudor de tu
rostro comerás el pan hasta que vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado; pues polvo eres, y al polvo volverás. La
muerte no existía hasta este tiempo, pero a causa del pecado ahora a llegado a existir. La muerte (espiritual y física) es la
consecuencia del pecado.
Conclusión
Ciertamente hemos podido ver como las palabras de Santiago claramente se pueden aplicar a todo pecado, pues el pecado
no es un simple hecho "es un proceso". Quiera Dios que entendamos el poder destructor del pecado en nuestras vidas y
confiemos en Dios para poder vencer las tentaciones que se nos presentan a diario. La Biblia dice que "el pecado está en
el que sabe hacer lo bueno y no lo hace". (Santiago 4:17.) El que no hace lo bueno esta en desobediencia y por lo cual
esta en pecado. Ha sido tentado a desobedecer y ha cedido a la tentación. Lo bueno es no dar lugar al diablo, a la carne
y a la tentación. Somos nosotros quienes hemos que dar cuenta a Dios por nuestros pecados, no el diablo, ni el vecino.
El mismo Dios está dispuesto y nos da la ayuda que necesitamos para no caer en la tentación. La misma Biblia nos dice:
1 Corintios 10:13
“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejara ser tentados mas de lo
que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar".
Enseñanzas Prácticas
Someteos a Dios, humillados y reconociendo que no estamos exentos a caer
Resistid al Diablo, bajo el poder de Dios
Vivir guiados por el Espíritu
Edificaos sobre las Escrituras para el conocimiento de la verdad
Permaneced Firmes en la Verdad
Velando en oración en todo tiempo
“Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en
angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.”
2 Corintios 12:10
(1) El Espíritu Santo – El Espíritu Santo es un don que Dios nos ha dado (a Su iglesia) para ser victoriosos en el vivir
cristiano. En Gálatas 5:16-25, Dios hace un contraste entre las acciones de la carne y el fruto del Espíritu. En ese pasaje,
somos llamados a caminar en el Espíritu. Todos los creyentes ya poseen el Espíritu Santo, pero este pasaje nos dice que
necesitamos caminar en el Espíritu, dejando bajo Su control nuestra voluntad. Esto significa que deberíamos llevar a la
práctica lo que el Espíritu Santo nos induce a hacer en nuestras vidas, en lugar de seguir los deseos de la carne.
Gálatas 5:16-25
“16. Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. 17. Porque el deseo de la carne es contra el
Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis. 18. Pero si
sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley. 19. Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación,
inmundicia, lascivia, 20. idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, 21. envidias,
homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho
antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios. 22. Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz,
paciencia, benignidad, bondad, fe, 23. mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. 24. Pero los que son de
Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 25. Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.”
La diferencia que el Espíritu Santo puede hacer en la vida del creyente se demuestra en la vida de Pedro, quien antes de
ser lleno del Espíritu Santo, negó a Jesús tres veces, habiendo dicho antes que seguiría a Cristo hasta la muerte. Una vez
lleno del Espíritu, Pedro habló del Salvador a los judíos en Pentecostés de manera fuerte y abierta.
Uno camina en el Espíritu tratando de no bloquear lo que él mismo nos induce a hacer (“sin apagar al Espíritu” como dice
en 1ª Tesalonicenses 5:19 “No apaguéis al Espíritu.”) y buscar más bien, ser lleno del Espíritu (Efesios 5:18-21 “18. No
os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu, 19. hablando entre vosotros con
salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; 20. dando siempre gracias
por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. 21. Someteos unos a otros en el temor de Dios.”).
¿Cómo se llena uno del Espíritu Santo? Primero, es elección de Dios igual que lo era en el Antiguo Testamento. Dios
elegía a individuos específicos en el Antiguo Testamento para llenar a estos individuos que él escogía para llevar a cabo
una obra que él los quería hacer (Génesis 41:38 “y dijo Faraón a sus siervos: ¿Acaso hallaremos a otro hombre como
éste, en quien esté el espíritu de Dios?”; Éxodo 31:3 “y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia,
en ciencia y en todo arte,”; Números 24:2 “y alzando sus ojos, vio a Israel alojado por sus tribus; y el Espíritu de Dios
vino sobre él.”; 1ª Samuel 10:10 “He aquí han visto hoy tus ojos cómo Jehová te ha puesto hoy en mis manos en la cueva;
y me dijeron que te matase, pero te perdoné, porque dije: No extenderé mi mano contra mi señor, porque es el ungido
de Jehová.”; etc.) En Efesios 5:18-21 “18. No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del
Espíritu, 19. hablando entre vosotros con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en
vuestros corazones; 20. dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
21.
Someteos unos a otros en el temor de Dios.” y Colosenses 3:16 “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros,
enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con
salmos e himnos y cánticos espirituales.”, hay evidencia de que Dios escoge llenar a aquellos que se están llenando de la
Palabra de Dios. De manera que eso nos lleva a nuestro siguiente recurso.
(2) La Palabra de Dios, la Biblia – 2ª Timoteo 3:16-17 “16. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para
enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17. a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra.” dice que Dios nos ha dado Su Palabra para equiparnos para cada buena obra. Esto nos
enseña cómo vivir y qué creer, nos revela cuando hemos escogido senderos erróneos, nos ayuda a regresar al sendero
correcto, y nos ayuda a permanecer en ese sendero. Como nos comparte Hebreos 4:12 “Porque la palabra de Dios es
viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los
tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. ”, la Palabra es viva y eficaz, y capaz de penetrar en
nuestros corazones, para arrancar los problemas más profundos que humanamente hablando no se pueden vencer. El
salmista habla acerca de este poder que puede cambiar vidas en Salmos 119:9, 11, 105 “9. ¿Con qué limpiará el joven su
camino? Con guardar tu palabra. 11. En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. 105. Lámpara es a mis
pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.” y otros versículos. A Josué se le dijo que la clave del éxito para vencer a sus
enemigos (una analogía para nuestra batalla espiritual) no era olvidar este recurso, sino más bien meditar en la Palabra día
y noche, de manera que pudiera cumplirlo. Él lo hizo, aún cuando lo que Dios le ordenó no tenía sentido militar, y esta
fue la clave para su victoria en Su lucha por obtener la Tierra Prometida.
Este comúnmente es un recurso que lo tratamos de manera trivial. Damos prueba de ello al llevar nuestras Biblias a la
iglesia o leer el devocionario diario o un capítulo diario, pero fallamos en memorizarla, en meditar en ella, en buscar la
aplicación para nuestras vidas, en confesar los pecados que nos revela, en adorar a Dios por los dones que revela habernos
dado. A menudo nos volvemos, o anoréxicos o bulímicos cuando se trata de la Biblia. Al alimentarnos de la Palabra,
aspiramos lo suficiente como para mantenernos vivos espiritualmente, pero lo hacemos solamente cuando vamos a la
iglesia (pero nunca ingerimos lo suficiente para ser cristianos saludables y prósperos); o a menudo nos alimentamos, pero
nunca meditamos el tiempo suficiente, como para obtener de ella una nutrición espiritual.
Si usted no ha hecho un hábito de estudiar la Palabra de Dios sobre una base diaria de una manera significativa, y de
memorizarla mientras pasa a través de los pasajes que el Espíritu Santo deja grabado en su corazón, es importante que
desde ya comience a hacer de ello un hábito. También le sugiero comenzar un diario (puede ser en el computador si usted
puede tipiar más rápido que escribir) o en un cuaderno espiral, etc. Tenga como un hábito no dejar la Palabra de Dios
hasta que haya escrito algo que lo beneficie. A menudo, yo anoto oraciones que hago a Dios, pidiéndole que me ayude a
cambiar en las áreas en las que El también me ha pedido hacer. ¡La Biblia es la herramienta que utiliza el Espíritu en
nuestras vidas y en las vidas de otros (Efesios 6:17 “Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la
palabra de Dios;”), una parte indispensable y primordial de la armadura que Dios nos da, para pelear nuestras batallas
espirituales (Efesios 6:12-18 “12. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra
potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones
celestes. 13. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo,
estar firmes. 14. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15. y calzados
los pies con el apresto del evangelio de la paz. 16. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los
dardos de fuego del maligno. 17. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios;
18.
orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por
todos los santos;”)!
(3) La oración – Este es otro recurso esencial que Dios ha dado. Nuevamente, este es un recurso que los cristianos
mencionan pero no lo ponen en práctica, le dan un uso muy pobre. Tenemos reuniones de oración, tiempos de oración,
etc., pero no encontramos el uso que le daba a ella la iglesia de la antigüedad, como puede ver en estos ejemplos en Hechos
3:1; 4:31; 6:6; 13:1-3, etc.
Hechos 3:1 “Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración.”
Hechos 4:31 “Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu
Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.”
Hechos 6:6 “a los cuales presentaron ante los apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos.”
Hechos 13:1-3 “1. Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros: Bernabé, Simón el que se
llamaba Niger, Lucio de Cirene, Manaén el que se había criado junto con Herodes el tetrarca, y Saulo. 2. Ministrando éstos
al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado. 3. Entonces,
habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los despidieron.”
Pablo repetidamente menciona cómo oró por aquellos a quienes ministró. Nosotros tampoco utilizamos de la manera
correcta este gran recurso que está a nuestra disposición. Pero Dios nos ha dado promesas maravillosas concernientes a
la oración (Mateo 7:7-11; Lucas 18:1-8; Juan 6:23-27; 1ª Juan 5:14-15, etc.).
Mateo 7:7-11
“7. Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca,
halla; y al que llama, se le abrirá. 9. ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? 10. ¿O si
le pide un pescado, le dará una serpiente? 11. Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos,
¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”
Lucas 18:1-8
“1. También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, 2.
diciendo: Había en una
ciudad un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en aquella ciudad una viuda, la cual venía a
3.
él, diciendo: Hazme justicia de mi adversario. 4. Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí:
Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, 5. sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no
sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. 6. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto. 7. ¿Y acaso Dios no
hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche? ¿Se tardará en responderles? 8. Os digo que pronto les hará
justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?”
Juan 6:23-27
“23. Pero otras barcas habían arribado de Tiberias junto al lugar donde habían comido el pan después de haber dado gracias
el Señor. 24. Cuando vio, pues, la gente que Jesús no estaba allí, ni sus discípulos, entraron en las barcas y fueron a
Capernaum, buscando a Jesús. 25. Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá? 26. Respondió
Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el
pan y os saciasteis. 27. Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el
Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.”
1ªJuan 5:14-15
“14. Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si 15.
sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.”
¡Y nuevamente Pablo incluye esto, en su pasaje referente a cómo prepararse para la batalla espiritual (Efesios 6:18)!
¿Cuán importante es esto? Al observar nuevamente a Pedro, se puede ver palabras de Cristo para él en el Huerto de
Getsemaní antes de que lo negara. Ahí, mientras Jesús está orando, Pedro está durmiendo. Jesús lo despierta y dice, “Velad
y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil” (Mateo 26:41).
Usted, como Pedro, quiere hacer lo que es correcto, pero no encuentra la fortaleza. Necesitamos seguir la recomendación
de Dios de mantenernos buscando, llamando, pidiendo… y El va a darnos la fortaleza que necesitamos (Mateo 7:7). Pero
necesitamos no solamente mencionar, sino poner en práctica este recurso.
No estoy diciendo que la oración es mágica. No lo es. Dios es formidable. La oración es simplemente reconocer nuestras
propias limitaciones, y el poder inagotable de Dios, y volvernos a El por esa fuerza, para hacer lo que EL quiere que
hagamos (no lo que NOSOTROS queremos hacer) (1ª Juan 5:14-15).
(4) La Iglesia - Nuevamente, este último recurso es uno que tendemos a ignorar. Cuando Jesús envió a Sus discípulos,
los envió de dos en dos (Mateo 10:1). Cuando leemos acerca de los viajes misioneros en el libro de los Hechos, vemos
que no salía un misionero a la vez, sino en grupos de dos o más. Jesús dijo que donde están dos o tres congregados en
Su nombre, allí está El en medio de ellos (Mateo 18:20). El nos manda a no dejar de congregarnos como algunos tienen
por costumbre, sino exhortándonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras (Hebreos 10:24-25). El
nos manda confesar nuestras ofensas unos a otros (Santiago 5:16). En la literatura acertada del Antiguo Testamento, se
nos dice que hierro con hierro se aguza; y así el hombre aguza el rostro de su amigo (Proverbios 27:17) “Cordón de tres
dobleces no se rompe pronto”. Hay fortaleza en el número (Eclesiastés 4:11-12).
Hay hermanos y hermanas en Cristo, que se comunican a través del teléfono o en persona, y comparten su caminar
cristiano, sus luchas, sus problemas, etc., se comprometen a orar unos por otros, y son responsables de sostenerse unos
a otros para aplicar la Palabra de Dios en sus relaciones, etc.
Algunas veces los cambios vienen rápidamente en unas áreas, y lentamente en otras. Pero Dios nos ha prometido, que
mientras hacemos uso de sus recursos, El VA a producir cambios en nuestras vidas. ¡Persevere sabiendo que El es fiel a
Sus promesas!
Tenemos la Oración como un arma poderosa que Dios ha colocado en nuestras manos. Por medio de la oración, el hijo
de Dios puede vencer todas las cosas. Pero hay una cosa que quita el arma de la oración de nuestras manos. ¿Qué es? Es
el pecado ! Mateo 26:14, Mateo 6:13.
Cuando cedemos a la tentación, Dios no oirá nuestras oraciones. Satanás sabe eso, y esta es una razón por la cual trabaja
tan duro tentando a los cristianos para que pequen. 1Pedro 3:7
¿CUÁNDO ENTRA EL PECADO? El pecado entra cuando decimos Sí a la tentación. Pecamos cuando cedemos a la
tentación.
La Biblia habla de algunos pecados que son externos, y de otros pecados que son internos.
Por pecados externos, queremos decir pecados tales como maldecir, mentir, robar, inmoralidad, ebriedad, homicidio.
Ningún cristiano debe ser culpable de estos pecados. Si estos pecados todavía existen en la vida de una persona, no hay
evidencia que haya nacido de nuevo.
Pero, tristemente, tanto los cristianos como los inconversos son culpables de pecados internos. Por pecados internos
queremos decir pecados tales como orgullo, celos, envidia, egoísmo, falta de perdón, odio, codicia. Estos son los pecados
secretos que los ojos del hombre no pueden ver. Pero Dios sí los ve y a Su vista son odiosos. Tenemos que aprender a
triunfar sobre ellos.
CADA CRISTIANO TIENE ALGÚN PECADO QUE LE ASEDIA. Ese es el pecado con el cual más eres tentado. Satanás
conoce tu punto más débil, y es allí donde más te tienta. Para triunfar sobre ese pecado y los demás pecados en tu vida,
debes aprender a vencer la tentación.
VENCIENDO LA TENTACIÓN
Para vencer la tentación, debes hacer cuatro cosas:
1. Depender de tu muerte con Cristo.
2. Depender de la vida de Cristo en ti.
3. Armarte con la Palabra de Dios.
4. No hacer caso de la carne.
Gálatas 5:24-25
Puesto que hemos sido librados de la autoridad del pecado, el pecado no tiene derecho de reinar sobre nosotros. Ya no
tenemos que obedecer más al pecado.
¿QUÉ ES UNA "LEY"? Una ley es algo que sucede una y otra vez. Por ejemplo, hablamos de "la ley de la gravedad". ¿Qué
queremos decir con esto? Queremos decir que existe una fuerza que siempre hace que los objetos caigan al suelo cuando
se les suelta. No importa a dónde tú vayas eso siempre sucede así; de modo que la llamamos, "la ley de la gravedad".
Tenemos en nuestro interior un principio de pecado que siempre está tratando de arrastrarnos hacia abajo al pecado. Por
eso es que la Biblia lo llama "la ley del pecado".
¿PODEMOS VENCER LA LEY DEL PECADO MEDIANTE NUESTROS PROPIOS ESFUERZOS? No, no podemos. Dios
nos tiene que librar del poder del pecado.
EL SEÑOR JESÚS USO EXACTAMENTE EL VERSÍCULO APROPIADO para refutar cada tentación de Satanás. Cuando
Satanás intentó hacer que Jesús le adorara ofreciéndole todos los reinos del mundo, el Señor Jesús no le citó el Salmo 23.
Este es un bello pasaje de las Escrituras, pero no era el arma para usar contra esa tentación. En vez de eso, el Señor Jesús
le dijo,
Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás (Mateo 4:10).
EL SEÑOR JESÚS VENCIÓ A SATANÁS porque había memorizado la Palabra de Dios, y sabía usarla. ¿Ves por qué es
tan importante para ti memorizar las Escrituras? Debes armarte con la Palabra de Dios.
He aquí unos versículos de victoria. Aprende lo que significan. Memorízalos. Úsalos contra Satanás.
"Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia", Romanos 6:14.
El pecado no continuará dominándote. ¿Por qué? Porque estás "bajo la gracia", donde el gran poder de Dios obra para tu
bien. Cristo vive en ti. Él te habilitará para vencer el poder del pecado.
"Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está en el
mundo". 1 Juan 4:4.
Jesucristo es quien está en ti. Satanás es el que está "en el mundo". Este versículo dice que Jesucristo, que está en ti, es
mayor que Satanás, que está en el mundo.
"Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio", 2 Timoteo 1:7.
El espíritu de temor es de Satanás. ¡No lo aceptes! Dios no nos da el espíritu de temor; en lugar de eso, nos da el espíritu
de poder, de amor y de dominio propio.
"Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo",
Filipenses 1:6.
Si tú eres hijo de Dios, Dios ha empezado una buena obra en ti. Continuará esa obra hasta el día en que tú te vayas a
reunir con Él. Puedes contar con esto.
"¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?" Romanos 8:31.
Hijo de Dios, Dios es por ti. Puedes estar seguro de esto porque Él así lo dice. Puesto que Dios es por ti, no importa
quien esté en tu contra.
"Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son
llamados", Romanos 8:28.
Algunas cosas vistas solas tal vez no nos parezcan bien, pero sabemos que Dios está obrando en todas las cosas para bien
de la persona que verdaderamente le ama. Sabemos esto porque Dios así lo dice.
EVITA AMIGOS Y COMPAÑEROS que influyan para que hagas cosas pecaminosas. Aprende a decir ¡NO! La Biblia dice:
Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, No consientas (Proverbios 1:10).
TEN CUIDADO EN LO QUE MIRAS. No puedes evitar ver algunas cosas pecaminosas, pero es la segunda mirada la que
te hace pecar.
CUIDA TU MANERA DE PENSAR. Una mente limpia es de gran precio. No puedes tener una mente limpia si lees revistas
y novelas indecentes o miras películas indebidas.
NO PERMITAS QUE PENSAMIENTOS PECAMINOSOS permanezcan en tu mente. Tal vez no puedas evitar que Satanás
ponga un pensamiento malo en tu mente, pero si puedes rechazarlo inmediatamente. Como se ha dicho: "No puedes evitar
que los pájaros vuelen sobre tu cabeza, pero, si puedes evitar que hagan sus nidos sobre ella".
2 Corintios 10:3-5
CONOCE TUS FLAQUEZAS. Cuida especialmente estas áreas de tu vida. Una de las mejores formas de resistir una
tentación sexual es huyendo de ella. Esto es lo que hizo José cuando fue tentado por una mujer malvada (Génesis, capitulo
39). Ver Génesis 39:7-12
NO VAYAS A NINGUNA PARTE donde no quisieras estar cuando venga el Señor Jesús.
NO SEAS ENGAÑADO POR SATANÁS. La Biblia dice: "Toda buena dádiva y todo don perfecto es de lo alto". Si no
viene de Dios y en la forma que Dios dispone, es pecado. Reconócelo como tal y recházalo.
Dios nos ha dado una promesa maravillosa en 1 Corintios 10:13. Cada cristiano debe memorizar este versículo:
No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo
que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.
¿QUÉ DICE ESTE VERSÍCULO? Dice que otras personas son tentadas con las mismas cosas que son tentación para
ti. "Mas fiel es Dios". Esto quiere decir que tú puedes contar con que Él hará lo que dice que hará. ¿Qué promete Dios
aquí? Promete que no te dejará ser tentado más de lo que puedas aguantar. Promete abrir una salida para ti, para que no
tengas que pecar.
TÚ PUEDES TENER VICTORIA sobre toda tentación. Dios dice: "El pecado no se enseñoreará de vosotros". Recuerda
estas cuatro cosas:
En Mateo 7:21-23 Jesús dice que no todo el que le diga "Señor, Señor" entrará en el reino de los cielos. Muchos le dirán
eso en el Día del Juicio, pero Él les contestará: "Nunca los conocí; apártense de mí, HACEDORES DE
MALDAD". ¿Entonces, cómo saber? ¿Cómo estar seguro de no ser uno de aquellos a los cuales Jesús dirá eso en aquel
día? La Biblia nos da unas pruebas para saberlo.
En 2 Corintios 13:5 dice: "Pónganse a prueba para ver si están en la fe. Examínense a sí mismos. ¿O no se reconocen a
ustedes mismos de que Jesucristo está en ustedes, a menos de que en verdad no pasen la prueba?"
Puede que alguna vez te hayan dicho que nunca debías dudar de tu salvación, pero aquí nos dice lo opuesto. Debemos
examinarnos. Y esta es una de las razones por la cual Juan escribió su primera epístola:
"Estas cosas les he escrito a ustedes que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan que tienen vida eterna."
1 Juan 5:13
En el libro de Juan encontramos una serie de pruebas que nos ayudarán a determinar si somos verdaderos creyentes o no.
Hay muchas, pero solamente veremos cinco de ellas.
¿Estás listo? Empecemos.
1. ¿Andamos en tinieblas?
"Si decimos que tenemos comunión con El, pero andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad". 1Juan
1:6 ¿Contradice tu vida a la Palabra de Dios? ¿Vives constantemente un estilo de vida de pecado, mintiendo, robando (sin
importar el valor), adulterando (si miras a una persona para codiciarla cometes adulterio en tu corazón, Mat.5:28),
tomando el nombre de Dios en vano, maldiciendo, etc.? Y peor aún: ¿haces estas cosas mientras profesas ser un seguidor
de Cristo? Esto se llama hipocresía. "El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha pecado desde el
principio…" 1Juan 3:8
Señor, pasando tiempo con Él en oración? ¿Te encanta compartir tiempo con otros cristianos? ¿Predicas el evangelio de
Cristo a los perdidos?
5. ¿Amamos al mundo?
"No amen al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguien ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque
todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del
Padre, sino del mundo". 1 Juan 2:15-16 ¿Amas las cosas del mundo (la música, las películas, las series de televisión, las
discotecas, etc.)? Recuerda que cualquier cosa que no glorifica a Dios en este mundo glorifica al diablo. "No pondré
delante de mis ojos cosa injusta. Aborrezco la obra de los que se desvían; ninguno de ellos se acercará a mí".
Salmos101:3 ¿Puedes sentarte y disfrutar de un programa o una película que Dios absolutamente aborrece, lleno de los
mismos pecados por los cuales Jesús tuvo que morir? ¿Amas y deseas las riquezas y cosas materiales? ¿Te atrae toda la
ostentación y el glamour que este mundo ofrece? "¡Adúlteros! ¿No saben que la amistad del mundo es enemistad contra
Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios". Santiago 4:4
¿Cómo te fue en el examen? ¿Irás al cielo con el Señor, o serás uno de aquellos impostores que Jesús mandará al infierno?
Si tu caminar no concuerda con la Palabra de Dios, es muy probable que no seas cristiano. Es nuestro sincero deseo que
tengas una experiencia verdadera de salvación.
Recuerda que Jesús hizo algo por ti para que no tengas que morir en tus pecados. Él sufrió y murió en la cruz, llevando
sobre su cuerpo tus pecados y el castigo que justamente merecías: la ira de Dios. Él derramó su sangre y se hizo una
maldición para que tú puedas tener vida eterna. Y resucitó de entre los muertos en el tercer día y venció a la muerte.
Entonces, ¿qué debemos hacer para ser salvos? La Biblia dice que tenemos que nacer de nuevo (Juan 3:3). La única forma
que podemos hacerlo es por medio del arrepentimiento y la fe.
El arrepentimiento significa pedirle perdón a Dios y apartarnos del pecado, estando dispuestos a dejar nuestro estilo de
vida pecaminoso. Tener fe en él no significa creer intelectualmente (los demonios creen y tiemblan, Santiago 2:19), sino
poner toda nuestra confianza en él y su obra completada en la cruz, entregarle todo nuestro corazón. Si haces esto Dios
realmente te salvará y te dará un nuevo corazón con nuevos deseos. Serás una nueva criatura en Cristo (2 Cor.5:17) y
empezarás una verdadera relación con él. Y la Biblia dice que en verdad sabrás que eres un hijo de Dios: "El Espíritu mismo
da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios." Romanos 8:16
¿Después de tan grande sacrificio que Jesús hizo por ti en la cruz, no crees que Él merece todo? ¿Menospreciarás el regalo
que te ofrece o le entregarás toda tu vida? Por favor, arrepiéntete y pon tu fe en Él antes de que sea muy tarde. !Hazlo
hoy! 2 Corintios 6:2
La Biblia provee un claro entendimiento acerca de que la fe verdadera produce buenos frutos. En su parábola de los
terrenos y la semilla, el Señor Jesús enseñó que, mientras que los inconversos son estériles, los que son salvos llevarían
fruto. En esta parábola, tres de cuatro suelos produjeron las plantas infructuosas, cuadros vivos de las recepciones de la
palabra de Dios que nunca dieron lugar a la salvación.
En contraste, las plantas que dieron buen fruto prosperan en el buen suelo que representa un corazón redimido. Jesús
dijo: “Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a
sesenta, y a treinta por uno.” (Mateo 13:23). Todos los creyentes son fructíferos, aunque no igualmente fructíferos.
Es la fe lo que está en el corazón de nuestro cristianismo. Ahora, quiero darle una pequeña prueba que le ayudará a
examinar su fe. Estoy convencido de que las iglesias están llenas de personas que tienen un tipo de fe que no las salva.
Santiago le llamó una “fe muerta”. 2 Corintios 13:5 dice, “examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe”. Usted debe
asegurarse de que su fe es real. Ahora, al examinarse usted mismo y se pregunte: “¿Soy Yo realmente un cristiano? ¿Me
he apropiado de este regalo que Dios me da? ¿He creído genuinamente?” ¿Qué es lo que debe buscar en su vida para
discernir que su fe es real? ¿Cuáles son las marcas?
Ante todo, déjeme mostrarle algunas cosas que ni prueban ni niegan la fe salvadora. Voy a darle una pequeña lista de
cosas que no prueban nada. Usted podría ser un cristiano; usted podría no ser un cristiano, y aun tener estas cosas. No
prueban ni niegan la fe salvadora, pero usted necesita saber lo estas son para que usted no sea engañado.
¿Qué quiero decir con eso? Bien algunas personas son simplemente buenas personas. Algunas de ellas son muy religiosas
como los mormones que por fuera parecen personas muy moralistas, o católicos romanos, o alguna otra clase de secta o
religión. Algunas personas son simplemente buenas personas. Son honestas, son abiertamente confiables en sus tratos.
Son personas agradecidas, son personas amables, y tienen una cierta moralidad visible externa. Por el camino, los fariseos
ciertamente tenían su esperanza descansando sobre eso. Son personas cariñosas, algunos de ellos son personas tiernas de
corazón. Pero acerca de amar y servir a Dios, no conocen nada y ni sienten nada. Cualquier cosa que hace o deje de hacer
la persona no involucra a Dios.
Esta persona es honesta en sus tratos con todo el mundo menos con Dios. Él no le robaría a nadie pero sí a Dios. Es
agradecido y leal para con todo el mundo pero no con Dios. No hablaría despreciativamente ni censurablemente de nadie
pero si de Dios. Tienen buenas relaciones con todos menos con Dios. Se parecen mucho a aquel joven rico que dijo:
“Todas estas cosas las he guardado, ¿Qué me falta?” Esta es una rectitud visible, pero no necesariamente significa salvación.
Las personas tratan de “limpiar sus actos” por medio de reformación mas que por regeneración.
En segundo lugar, otra cosa que no prueba o desaprueba la fe salvadora es el conocimiento intelectual. El conocimiento
intelectual no prueba la fe verdadera. El conocimiento de la verdad es necesario para la salvación y la moralidad visible es
fruto de la salvación, pero ni uno ni lo otro es igual a la salvación. Verá, usted puede saber todo acerca de Dios. Y usted
puede saber todo acerca de Jesús, quién fue y que vino al mundo y murió en la cruz, que resucitó, y que El vendrá de
nuevo. Y usted aun puede saber más de los detalles de Su vida. Usted puede comprender todo eso y darle la espalda a
Cristo.
Eso es lo que el escritor de Hebreos esta advirtiendo a aquellos en Hebreos 6:46. Había personas en la iglesia que sabían
todo de Dios y entendían las verdades del evangelio. Incluso tenía una medida de experiencia con la verdad del evangelio.
Habían visto el ministerio del Espíritu Santo trabajando en las vidas de las personas y aun conociendo todo esto estaban
aun paso del grave peligro de alejarse y rechazar a Cristo.
En Hebreos 10 él les dice que están pisoteando la sangre de Cristo al no creer lo que ustedes saben que es cierto. ¡Hay
muchas personas que conocen la Escritura y que tienen un conocimiento pero va con destino al Infierno! Usted nunca se
salvará sin ese conocimiento, pero tener ese conocimiento necesariamente no le salva.
En tercer lugar, el envolvimiento religioso. El envolvimiento religioso no es necesariamente una prueba de la fe verdadera.
Según Pablo, hay personas que poseen una apariencia (una simple apariencia externa) de piedad pero que han negado el
poder de la misma. Tienen una forma vacía de de religión. Jesús ilustró esto cuando habló de las vírgenes en Mateo 25.
Esperaron, y esperaron, y esperaron la llegada del novio, el cual es Cristo. Incluso aun cuando esperaron por mucho
tiempo, cuando El vino no entraron con El. Tenían todo pero les faltaba el aceite en sus lámparas. Aquello era lo más
necesario no lo tenían. El aceite, probablemente emblemático de la nueva vida, la morada del Espíritu Santo. No eran
regenerados. Eran religiosos pero no regenerados. Usted puede tener una moralidad visible externa, un conocimiento
intelectual, y una participación religiosa, y sin embargo no poseer una fe salvadora genuina.
El cuarto, es el ministerio activo. Es posible ser activo y aun tener un ministerio público, y aun no poseer una fe salvadora
genuina. Balaam era un profeta que resultó ser falso (Deuteronomio 23:3-6). Saulo de Tarso (mas tarde se convirtió en el
apóstol Pablo) pensaba que servía a Dios cuando mataba a los cristianos. Judas era un predicador público y uno de los
doce discípulos de Cristo, pero el era un apóstata. En Mateo 7:22-23 Jesús dijo: “Muchos me dirán en aquel día: Señor,
Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros?
Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.” Aquellos a quienes Jesús les habló
habían tenido un ministerio público y activo pero Jesús les dijo que nunca los había conocido. Palabras soberbias de hecho.
Por sí misma, la convicción de pecado no es prueba de la salvación. En este mundo hay gente llena de culpabilidad. Muchos
incluso se sienten mal por su pecado. Felix tembló bajo convicción en la predicación del apóstol Pablo, pero él nunca hizo
a un lado sus ídolos o se volvió a Dios (Hechos 24:25). El Espíritu Santo obra para convencer a los hombres de pecado,
de justicia, y juicio, pero muchos no responden en arrepentimiento verdadero. Algunos pueden confesar e incluso
abandonar los pecados que los hacen sentir culpables. Ellos dicen: “No me gusta vivir de esta manera. Yo quiero cambiar”
Pueden enmendar sus caminos pero aun faltarles la fe genuina salvadora. Eso es una reforma externa, no una regeneración
interna. Ningún grado de convicción de pecado es una conclusiva evidencia de la fe salvadora. Aun los demonios tienen
convicción de sus pecados por eso es que tiemblan pero ellos no son salvos.
Algunas personas dicen, “Pues Bien, debo ser un cristiano, porque siento que lo soy. Yo creo que si soy cristiano”. Pero
eso es un razonamiento falso. Si creer que uno es cristiano es señal de que alguien es cristiano, entonces por definición,
no sería posible ser un no-cristiano engañado y esto no encajaría en todo el punto del engaño de Satanás. El quiere que
las personas que no son realmente salvas piensen que si lo son. Satanás ha engañado a múltiples de millones de personas
religiosas en pensar que son salvas cunado aun cuando no lo son. Ellos podrían decirse a sí mismos: “Dios no me
condenaría. Me siento bien conmigo mismo. Tengo seguridad. Estoy bien”. Pero eso no significa nada.
Muy a menudo, las personas dicen algo como lo siguiente: “Pues Bien, yo sé que soy un cristiano, porque recuerdo cuándo
firmé la tarjeta.” Ó “recuerdo cuándo hice una oración”. “Recuerdo cuándo caminé por el pasillo” ó “recuerdo cuando
pase al frente”. Una persona puede recordar exactamente cuando sucedió y donde estaba cuado aquello sucedió, pero no
necesariamente significa algo. Nuestra salvación no se comprueba con un momento en pasado. Muchas personas han
hecho oraciones, han pasado al frente en los servicios de la iglesia, han firmado tarjetas, han pasado al cuarto de oración,
han sido bautizados, se han unido a iglesias sin aun experimentar una verdadera fe salvadora.
Estas son siete condiciones comunes, o pruebas que no necesariamente prueban o niegan la existencia de una fe salvadora.
¿Cuáles son entonces las marcas de una verdadera fe salvadora? Afortunadamente, hay al menos nueve criterios bíblicos
para examinar la autenticidad de una fe salvadora.
En primer lugar un profundo y permanente amor a Dios es una de las evidencias supremas de la verdadera fe salvadora.
Esto va hacia el corazón del tema. Romanos 8:7 dice: “ya que la mente puesta en la carne es enemiga de Dios [hostilidad,
odio], porque no se sujeta a la ley de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo” (LBLA). Por tanto, si el corazón del hombre
está en enemistad con Dios no hay una base para afirmar la presencia de una fe salvadora. Aquellos que verdaderamente
son salvos aman a Dios, pero aquellos que están molestos con Dios y Su soberanía. Internamente están en rebelión contra
Dios y Su plan para sus vidas. Pero la persona regenerada ama al Señor con todo su corazón, alma, mente y fuerza. Su
deleite esta en las infinitas excelencias de Dios. Dios se ha vuelto su principal fuente de felicidad y satisfacción. Busca de
Dios y tiene sed del Dios viviente.
Por cierto, hay una gran diferencia entre tal amor para con Dios y la actitud egoísta que se centra solo en mi propia
felicidad y ve a Dios como una medio de realización y ganancia, en vez de verme como un medio para glorificarle. La fe
verdadera no cree en Cristo para que Cristo lo haga a uno feliz. El corazón que verdaderamente ama a Dios deseará agrada
a Dios y glorificarle. Jesús enseñó que si alguien ama a su padre y a su madre más que a Cristo, no es digno de El. Jesús
lo dice así: “37 El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no
es digno de mí; 38 y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. 39 El que halla su vida, la perderá;
y el que pierde su vida por causa de mí, la hallará.” (Mateo 10:37-39)
¿Ama usted Dios? ¿Ama usted Su naturaleza? ¿Ama usted Su gloria? ¿Ama usted Su nombre? ¿Ama usted Su reino? ¿Ama
usted Su Santidad? ¿Ama usted Su voluntad? El amor supremo para Dios es una prueba decisiva de la fe verdadera. ¿Su
corazón se eleva cuándo le canta alabanzas - porque usted le ama?
2. Arrepentimiento de Pecado (Salmo 32:5: Proverbios 28:13; Romanos 7:14; 2ª Corintios 7:10; 1ª Juan 1:8-10)
Un amor correcto hacia Dios debe implicar necesariamente un odio por el pecado que conduzca al arrepentimiento. Esto
debería ser evidente. ¿Quién no entendería eso? Si verdaderamente amamos a alguien, buscaríamos su mejor interés. Su
bienestar es nuestra mayor preocupación. Si un hombre le dice a su mujer: “te amo, pero no tengo el menor interés en lo
que te suceda” justamente cuestionaríamos su amor por ella. El verdadero amor busca el mayor bien de su objeto. Si
decimos que amamos a Dios, entonces odiaremos cualquier cosa. El pecado es blasfemo a Dios. El pecado maldice a
Dios. El pecado pretende destruir a la obra de Dios y Su reino. El pecado mató a Su Hijo. Así que cuando alguien dice:
“Amo a Dios, pero tolero el pecado,” entonces tengo razón para cuestionar su amor por Dios. No puedo amar a Dios sin
odiar aquellos intenta destruirle. El verdadero amor por Dios, por lo tanto, se manifestará a través de la confesión y el
arrepentimiento. El hombre que ama Dios se dolerá pro su pecado y querrá confesarlo a Dios y abandonarlo. El
arrepentimiento verdadero implica confesión, implica apartarse del pecado. Debería dolerme por mi pecado.
Yo debería preguntarme, “¿tengo una convicción firme de la maldad del pecado? ¿Me aparece el pecado como algo como
tan malo y amargo como realmente es? ¿Aumenta la convicción de pecado en mí al andar con Cristo? ¿Lo odio no
simplemente porque es ruinoso a mi propia alma sino porque es una ofensa a mi Dios a quien amo? ¿Me aflijo más cuando
peco que cuando tengo problemas? En otras palabras, ¿qué me duele más - mi desgracia o mi pecado? ¿Mis pecados me
parecen muchos? ¿Frecuentes y agravantes? ¿Me encuentro afligido por mi pecado - más que por el pecado de los demás?
Esa es una marca de la salvación. La verdadera fe salvadora - ama a Dios y odia lo que Dios odia, el cuál es el pecado.
La fe salvadora se manifiesta en una humildad genuina. Jesús dijo que bienaventurados son aquellos que son pobres en
espíritu, y aquellos que lloran [por su pecado] y aquellos que son mansos y aquellos que tienen hambre y sed de justicia
(Mateo 5:3-6) –todas son marcas de humildad. En Mateo 18, Jesús dijo: “De cierto os digo, que si no os volvéis y os
hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.” La verdadera fe salvadora viene como un pequeño niño
dependiente. El salvo no es el hombre que esta lleno de sí mismo sino de el hombre que se niega a sí mismos, toman su
cruz cada día y siguen a Cristo (Mateo 16:24). En el Antiguo Testamento vemos que el Señor recibe a aquellos que vienen
con un espíritu contrito y humillado. (Salmo 34:18; 51:17; Isaías 57:15; 66:2). Santiago escribe: “Dios resiste a los
soberbios, y da gracia a los humildes” (Sant. 4:6). Debemos venir como el hijo pródigo. Recuerde lo que él dijo a su padre
en Lucas 15: “Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo” (v.21). Aquellos que
poseen una verdadera fe salvador ano vienen jactanciosamente ante Dios con sus logros religiosos o espirituales. Vienen
con manos vacías en humildad genuina.
4. Celo por la Gloria de Dios (Salmo 105:3; 115:1; Isaías 43:7; 48:10; Jeremías 9:23, 24; 1ª Corintios 10:31)
La verdadera fe salvadora es manifestada por un celo por la gloria de Dios. Cualquier cosa que el creyente haga, ya sea
comer o beber su deseo es ver a Dios glorificado. Los cristianos hacen lo que hacen porque quieren llevar gloria a Dios.
Sin duda los cristianos fallamos en cada una de estas áreas, peor al dirección de la vida del cristiano es amar a Dios, odiar
el pecado, vivir en humildad y abnegación, reconociendo si propia indignidad y dedicarse a la gloria de Dios. No es la
perfección de la vida de uno, sino la dirección de la vida la que proporciona la evidencia de la regeneración
5. Oración Continua (Lucas 18:1; Efesios 6:18; Filipenses 4:6; 1ª Timoteo 2:1-4; Santiago 5:16-18)
La oración humilde, sumisa y creyente es una marca de la fe verdadera. Clamamos: “Abba, Padre” porque el Espíritu gime
dentro de nosotros. Jonathan Edwards una vez predicó un sermón titulado: “Los Hipócritas son Deficientes En el Deber
de la Oración Secreta”. Es cierto. Los hipócritas pueden orar públicamente, porque eso es lo que quieren hacer los
hipócritas. Su deseo es impresionar a las personas, pero son deficientes en el deber de la oración secreta. Los creyentes
verdaderos tienen una vida personal y privada de oración con Dios. Buscan regularmente comunión con Dios a través de
la oración.
Una característica importante de la verdadera fe salvadora es un amor abnegado. Santiago dice: “Si en verdad cumplís la
ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis”
(Stgo. 2:8). Juan escribió: “Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él
su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él?”.
Si usted ama a Dios usted no solo odiará lo que Le ofenda, sino que amará a aquellos a quienes El ama: “Nosotros sabemos
que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su hermano, permanece en muerte”
(1 Juan 3:14) ¿Y porque amamos a Dios y a los demás? Porque es la respuesta del creyente a Su amor por nosotros.
“Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero” (1 Juan 4:19). Jesús dijo que sabríamos que somos Sus discípulos
por nuestro amor para con los demás (Juan 13:35). “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo
aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.” (1 Juan 4:7)
7. Separación del mundo (1ª Corintios 2:12; Santiago 4:4; 1ª Juan 2:15-17, 5:5)
Positivamente, los creyentes son marcados por un amor hacia Dios y hacia los demás creyentes. Negativamente, el cristiano
es caracterizado por una falta de amor hacia el mundo. Los verdaderos creyentes no son aquellos que son gobernados por
los afectos del mundo, sino por su afecto y devoción hacia Dios y Su reino.
En 1 Corintios 2:12 Pablo escribió que: “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene
de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido”. En 1ª Juan 2:15 leemos: “No améis al mundo, ni las cosas
que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.” La verdadera fe salvadora separa a uno
de las búsqueda de este mundo –no perfectamente, al fallar en estas áreas, pero la dirección de la vida del creyente, es
hacia las cosas de arriba. El siente la atracción del cielo en su alma. Los cristianos son aquellos que Dios ha trasladados
de un poder de la oscuridad hacia el reino de Su Hijo. El creyente esta marcado por la falta de amor o de la esclavitud al
sistema del mundo satánicamente controlado (Efesios 2:1-3; Colosenses 1:13; Santiago 4:4).
Los verdaderos creyentes crecen. Cuando Dios comienza una verdadera obra de salvación en una persona,. El termina y
perfecciona esa obra. Pablo expresó esa seguridad cuando escribió Filipenses 1:6 “estando persuadido de esto, que el que
comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”.
Si usted es un cristiano verdadero usted va a crecer, y eso significa que usted se parecerá cada vez más a Cristo. La vida
se produce a sí misma. Si usted está vivo usted va a crecer, no hay otra manera. Usted mejorará. Usted aumentará. Usted
crecerá. El Espíritu lo llevará de un nivel de gloria al siguiente así pues, examínese a usted mismo ¿Puede ver en usted
mismo el crecimiento? ¿Ve una disminución en la frecuencia del pecado? ¿Existe un patrón de aumento de rectitud y
devoción a Dios?
9. Obediencia (Mateo 7:21; Juan 15:14; Romanos 16:26; 1ª Pedro 1:2;,22; 1ª Juan 2:3-5)
Una vida obediente no es uno de los conductos opcionales dados a los creyentes para andar. Todos los creyentes están
llamados a una vida de obediencia. Jesús enseñó que todos los pámpanos que permanecen en El llevan fruto (Juan 15:1-
8). Pablo escribe que los creyentes: “….somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios
preparó de antemano para que anduviésemos en ellas” (Efesios 2:10). Esto habla de obediencia. Somos salvos para la
obediencia de la fe (vea 1 Pedro 1:2).
Si la lista “I” es verdad en una persona y la lista II es falsa, hay causa para cuestionar la validez de su
profesión de fe. Asimismo si la lista “II” es verdad, entonces la lista superior lo será también.
¿Cómo podemos saber que nuestra fe es genuina? Examine su vida a la luz de la Palabra de Dios.
¿Ve usted todas estas características en su vida?
¿Tiene amor por Dios, odio por el pecado, humildad, celo por la gloria de Dios, un patrón de oración
personal y privada, amor abnegado, separación del mundo, la evidencia de crecimiento espiritual y
obediencia?
Estas palabras fueron escritas a los cristianos de la iglesia de Corinto. No dice “Examina a tu prójimo”, dice “Examinaos a
vosotros mismos”. ¿Porqué Pablo hace esta petición? Porque muy fácilmente podemos estar entendiendo erróneamente la
conversión y por consecuencia creer que somos salvos cuando no lo somos. Es por eso que debemos examinarnos para
ver si hay evidencias de una genuina conversión en nosotros.
Beneficios de examinarnos
Mateo 7:16-20
“16. Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17. Así, todo buen árbol
da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18. No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar
frutos buenos. 19. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego. 20. Así que, por sus frutos los
conoceréis.”
Una persona regenerada (nacida de nuevo) tiene fruto de acuerdo a su nueva naturaleza. Pero una persona no regenerada
dará frutos de acuerdo a su naturaleza caída.
Mateo 12:33
“O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol.”
1. Tener una profesión de fe en el Señor Jesucristo no quiere decir que te hayas convertido de verdad.
Podemos ver un ejemplo en la falsa conversión de Simón el mago.
Hechos 8:12-13, 18-23
“12. Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban
hombres y mujeres. 13. También creyó Simón mismo, y habiéndose bautizado, estaba siempre con Felipe; y viendo las
señales y grandes milagros que se hacían, estaba atónito. 18. Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de
los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero, 19. diciendo: Dadme también a mí este poder, para que
cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu Santo. 20. Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca
contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con dinero. 21. No tienes tú parte ni suerte en este asunto,
porque tu corazón no es recto delante de Dios. 22. Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te
sea perdonado el pensamiento de tu corazón; 23. porque en hiel de amargura y en prisión de maldad veo que estás.”
Mateo 7:21-23
“21. No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre
que está en los cielos. 22. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre
echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23. Y entonces les declararé: Nunca os conocí;
apartaos de mí, hacedores de maldad.”
¿Porqué muchos le dirán aquel día “Señor, Señor”? ¿No es acaso porque tenían seguridad de salvación? Si esto no
fuera así no discutirían con el Señor. Estas personas creían que eran salvas y no era así.
3. Tener conocimiento de las Escrituras tampoco quiere decir que eres salvo.
Satanás conoce las Escrituras y no es salvo!
Mateo 4:5-7
“5. Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, 6. y le dijo: Si eres Hijo de Dios,
échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, en sus manos te sostendrán, para que no
tropieces con tu pie en piedra. 7. Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios.”
Los fariseos siempre escudriñaban las Escrituras pero no creyeron en Jesús, pues Jesús mismo los mandó a escudriñar
las Escrituras porque ellas dan testimonio de Cristo.
Juan 5:39
“Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan
testimonio de mí;”
Jesús les aclaró que aunque conocían mucho de las Escrituras, el Padre nunca les habló, ni habían visto su aspecto y
tampoco tenían la palabra morando en ellos.
Conocer las Escrituras no salva a nadie, lo único que salva es conocer al Señor. Las Escrituras contienen la revelación
de Cristo por el cual somos salvos. Nicodemo el fariseo, principal entre los judíos, conocía ampliamente las Escrituras
pero no había sido salvo porque no había nacido de nuevo y Jesús le dijo:
Juan 3:10
“Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto?”
4. Tener una moralidad externa y una rectitud visible en tu vida no quiere decir que eres salvo.
Lucas 18:11-12
“11. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros
hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; 12. ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de
todo lo que gano. 13. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el
pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador. 14. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro;
porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido. ”
Mateo 23:27
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la
verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.”
5. Tener convicción sobre el pecado no necesariamente quiere decir que eres salvo.
Hechos 24:25
“Pero al disertar Pablo acerca de la justicia, del dominio propio y del juicio venidero, Félix se espantó, y dijo: Ahora
vete; pero cuando tenga oportunidad te llamaré.”
Félix experimentó una convicción de pecado, sabía que era pecador, por lo cual se espantó pero no se arrepintió,
pues no se volvió a Dios. A muchas personas les pasa lo mismo, tienen convicción de pecado pero no se arrepienten
de verdad de sus pecados. Muchos dicen ser cristianos, tienen convicción de pecado pero no huyen del pecado a los
pies de Cristo.
Esaú tubo convicción sobre su pecado.
Hebreos 12:16-17
“16. no sea que haya algún fornicario, o profano, como Esaú, que por una sola comida vendió su primogenitura.
17.
Porque ya sabéis que aun después, deseando heredar la bendición, fue desechado, y no hubo oportunidad para el
arrepentimiento, aunque la procuró con lágrimas.”
Tú puedes tener convicción sobre tu pecado, sentirte culpable por haber pecado contra Dios y eso no quiere decir que
el Espíritu Santo esté dentro de ti necesariamente, puede significar que te esté convenciendo externamente.
Tú puedes tener una convicción tan fuerte como la de Judas o Esaú, que con lágrimas y con una tristeza profunda sobre
lo que has hecho y llegar a ser un apóstata.
6. Tener emociones agradables en cuanto a las cosas de Dios tampoco quiere decir necesariamente que eres un verdadero
convertido.
El rey Herodes fue un rey muy malvado, pero escuchaba a Juan el Bautista de buena gana.
Marcos 6:20
“porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era varón justo y santo, y le guardaba a salvo; y oyéndole, se quedaba
muy perplejo, pero le escuchaba de buena gana.”
Mateo 3:7-10
“7. Al ver él que muchos de los fariseos y de los saduceos venían a su bautismo, les decía: ¡Generación de víboras!
¿Quién os enseñó a huir de la ira venidera? 8. Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento, 9. y no penséis decir
dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham
aun de estas piedras. 10. Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto, todo árbol que no da
buen fruto es cortado y echado en el fuego.”
Juan predicaba sobre la necesidad de arrepentimiento de una forma muy fuerte y Herodes le escuchaba de “buena
gana”. Herodes tenía emociones bonitas al oír la palabra de Dios, pero Herodes no era un convertido a Dios, era todo
lo contrario.
Hebreos 6:4-8
“4. Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes
del Espíritu Santo, 5. y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero, 6. y recayeron,
sean otra vez renovados para arrepentimiento, crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a
vituperio. 7. Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos
por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios; 8. pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, está próxima
a ser maldecida, y su fin es el ser quemada.”
Los apóstatas de Hebreos 6:4-8, nunca fueron salvos, pero habían experimentado muchos milagros de parte del mismo
ministerio de los apóstoles que escuchaban, habían experimentado algunos cambios en sus vidas, habían experimentado
una iluminación del Espíritu Santo para entender la palabra de Dios, todo esto era una obra del Espíritu Santo sobre
ellos, pero no dentro de ellos, eran “convencidos” pero no “convertidos” y todo sale a la luz cuando apostataron de la
fe.
Si dices que conoces la palabra de Dios, que has sido iluminado, que has gustado del don celestial, eso no quiere decir
necesariamente que seas salvo.
Judas Iscariote había gustado del don celestial, había sido ungido externamente con el Espíritu santo y era apóstata.
7. Estar involucrado en la obra del ministerio o actividades de la iglesia y aún así no ser convertido.
Mateo 10:1-4
“1. Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera,
y para sanar toda enfermedad y toda dolencia. 2. Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado
Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano; 3. Felipe, Bartolomé, Tomás, Mateo el
publicano, Jacobo hijo de Alfeo, Lebeo, por sobrenombre Tadeo, 4. Simón el cananista, y Judas Iscariote, el que también
le entregó.”
¿Cómo Jesús echaba fuera los demonios?
Por el “dedo de Dios”. Lucas 11:20
“Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de Dios ha llegado a vosotros. ”
Por el “Espíritu de Dios” Mateo 12:28
“Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios.”
Un reino divido no permanece. Mateo 12:25 “Sabiendo Jesús los pensamientos de ellos, les dijo: Todo reino dividido
contra sí mismo, es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma, no permanecerá.”. Esto indica que Judas
Iscariote echaba fuera los demonios por el mismo poder del Espíritu Santo que le había ungido como apóstol de Cristo
por un tiempo, sin embargo era un diablo.
Juan 6:70-71
“70. Jesús les respondió: ¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo? 71. Hablaba de Judas
Iscariote, hijo de Simón; porque éste era el que le iba a entregar, y era uno de los doce.”
Judas Iscariote no era salvo, no se había convertido! Tú puedes estar bajo el mismo ministerio del Señor Jesucristo,
hacer milagros, echar fuera demonios y ver muchos prodigios y señales pasar por tus mismas manos, predicar el
arrepentimiento y el reino de Dios y todavía ir al infierno!
2 Timoteo 4:10
“porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y Tito a
Dalmacia.”
Demas estaba con Lucas y Pablo. Demas era misionero junto a Pablo y sin embargo abandonó a Pablo y se fue amando
al mundo.
1 Juan 2:15
“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. ”
Viendo todos estos puntos que hemos hablado. ¿Te das cuenta porqué debemos examinarnos para ver si estamos en
la fé?
Un falso converso no tiene fe verdadera, no tiene esperanza genuina y viva y no tiene amor verdadero no fingido para con
Dios, y no las puede tener porque todo esto es producto de la obra de Espíritu Santo en su corazón. La fe, la esperanza
y el amor siempre permanecen, todo lo demás perece.
1. La fe.
El convertido genuino tiene una fe verdadera y genuina en el Señor Jesucristo. Tiene una fe viva y no una fe muerta. La
fe verdadera tiene su origen en Dios, es un don de Dios, tiene su objeto en el Señor Jesucristo, porque mira a Él y solo
a Él para confiar únicamente en Él y en su obra para salvación.
Su naturaleza es confiar de todo corazón en el Señor Jesucristo porque tiene verdadera fe en Cristo.
El fruto de la fe verdadera son obras que glorifican a Dios.
Santiago 2:14-17
“14. Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? 15. Y si un
hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, 16. y alguno de vosotros
les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?
17.
Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.”
Hebreos 11:1
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. ”
La fe es certeza y la fe es convicción, esto habla de algo mas que estar de acuerdo intelectualmente. La fe verdadera
busca a Dios. Hebreos 11:6 “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios
crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”
La fe verdadera siempre incluye un arrepentimiento genuino de todo corazón que podemos definir como renunciar y
abandonar el pecado. La fe verdadera produce una victoria sobre el pecado en nuestra vida y te hace verdaderamente
libre de la esclavitud del pecado.
El verdadero convertido, por su fe, vive para agradar a Dios. Hebreos 11:6 Por esto el apóstol Juan dice que todo
aquel que es nacido de Dios vence al mundo y aclara que esto se debe a nuestra fe que cree que Jesús es el hijo de
Dios.
1 Juan 5:4-5
“4. Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.
5.
¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? ”
No hay salvación sin verdadero arrepentimiento, sin reconocer el Señorío de Jesucristo y sin pagar el precio de ser
un discípulo de Cristo.
Él es la prioridad: Lucas 14:25-26 “Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: Si alguno viene a mí,
y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no
puede ser mi discípulo.”
La obediencia hacia Él es el único camino: Lucas 14:27 “Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede
ser mi discípulo.”
La exigencia mínima es renunciar a todo: Lucas 14:33 “Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo
lo que posee, no puede ser mi discípulo.”
La fe verdadera produce obediencia a Dios: 1 Juan 5:2 “En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios,
cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos.”
La fe genuina en nuestro corazón produce sensibilidad al pecado, una sumisión al Señorío de Cristo, una obediencia
de corazón a los mandamientos de Dios.
Romanos 6:17-18
“17. Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina
a la cual fuisteis entregados; 18. y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia.”
La fe no es obediencia, sino la obediencia es fruto de la fe, pero no puedes tener fe genuina y verdadera sin tener
obediencia. No puedes tener una fe muerta y ser salvos.
El cristiano verdadero anhela tener mas y mas justicia y santidad en su vida. El que cree que tiene la suficiente santidad
en su vida, no tiene nada de santidad en su vida y sin santidad nadie verá a Dios.
Hebreos 12:14
“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.”
2. La esperanza.
Esta esperanza es la de un corazón santificado que anhela tener el gozo de la justicia perfecta. La fe produce
esperanza.
Gálatas 5:5
“Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia;”
Todo verdadero hijo de Dios tiene la esperanza de que algún día tendrá un cuerpo glorificado, porque ese cuerpo
glorificado representa la perfecta santidad hacia Dios que todo hombre puede alcanzar por medio de Jesucristo. El
saber que ya no habrá mas sufrimientos, ni mas dolor, ni mas llanto, ni mas hambre, no se compara con la posibilidad
de que ya no tendremos que batallar contra el pecado y nuestra carne para ser santos. Los ataques del pecado serán
historia y esa es la esperanza que debemos tener.
Tal vez no siempre pasamos hambre, o sed, o sufrimientos, pero todos los días aunque no seamos esclavos del pecado,
y aun cuando estamos dormidos tenemos que batallar contra el pecado. Como decía el apóstol Pablo en Romanos 7:24
“¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? ”.
Romanos 8:1
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino
conforme al Espíritu.”
Mateo 5:8
“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.”
Filipenses 3:7-14
“7. Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. 8.
Y ciertamente, aun
estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual
lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, 9. y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia,
que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; 10. a fin de conocerle, y el poder
de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, 11. si en alguna
manera llegase a la resurrección de entre los muertos. 12. No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que
prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. 13. Hermanos, yo mismo no pretendo
haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está
delante, 14. prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.”
Lucas 6:24-26
“24. Mas ¡ay de vosotros, ricos! porque ya tenéis vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!
25.
porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis y lloraréis. 26. ¡Ay de vosotros, cuando
todos los hombres hablen bien de vosotros! porque así hacían sus padres con los falsos profetas.”
Lucas 16:19-25
“19. Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez. 20. Había
también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas, 21. y ansiaba saciarse de
las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. 22. Aconteció que murió el
mendigo, y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico, y fue sepultado. 23. Y en el Hades
alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro en su seno. 24. Entonces él, dando voces,
dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque
mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama. 25. Pero Abraham le dijo: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes
en tu vida, y Lázaro también males; pero ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado.”
Amar al dinero es poner la esperanza en el dinero y las riquezas, esta falsa esperanza manda muchas personas todos
los días al infierno.
1 Timoteo 6:10
“porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron
traspasados de muchos dolores.”
Mateo 6:24
“Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará
al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”
Lucas 16:13
“Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y
menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”
Mateo 6:19-21
“19. No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; 20.
sino
haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. 21.
Porque
donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”
26.
teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada
en el galardón.”
3. El amor.
El amor hacia Dios, el amor hacia los hermanos y el amor hacia el prójimo. Cuando amas de verdad a alguien quieres
agradar a esa persona. El verdadero cristiano ama a Dios, pues cada día de su vida busca agradarle, piensa en todo lo
que hace de como agradar a Dios, y esto va a hacer su gozo, su deleite y su placer.
Deuteronomio 30:6
“Y circuncidará Jehová tu Dios tu corazón, y el corazón de tu descendencia, para que ames a Jehová tu Dios con
todo tu corazón y con toda tu alma, a fin de que vivas.”
1 Pedro 2:2
“desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, ”
Amor por la presencia de Dios en oración. La respiración de todo hijo de Dios es la oración y es lo primero que hace
un bebé cuando nace.
1 Tesalonicenses 5:17
“Orad sin cesar.”
La evidencia de estos frutos solo son producidos en una vida regenerada y no por esfuerzos humanos. Aunque no somos
perfectos, el que comenzó en nosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
Filipenses 1:6
“estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo; ”.
“13.
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda
atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14. prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo
Jesús.”
2 Corintios 3:18
“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de
gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.”
La salvación producida por la fe salvadora se evidencia en una vida completamente rendida a Cristo.
Judas 1:24-25
“24. Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría,
al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos.
25.
Amén.”
Hebreos 10:11-23
“11. Y ciertamente todo sacerdote está día tras día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que
nunca pueden quitar los pecados; 12. pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los
pecados, se ha sentado a la diestra de Dios, 13. de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por
estrado de sus pies; 14. porque con una sola ofrenda hizo perfectos para siempre a los santificados. 15. Y nos atestigua
lo mismo el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: 16. Este es el pacto que haré con ellos
Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en sus corazones, Y en sus mentes las escribiré, 17. añade:
Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones. 18. Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda
por el pecado. 19. Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo,
20.
por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, 21. y teniendo un gran sacerdote
sobre la casa de Dios, 22. acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones
de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. 23. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra
esperanza, porque fiel es el que prometió.”
Si bien Dios no necesita nuestro dinero, el acto de ofrendar y dar el diezmo, no solo son bíblicos, sino que son un “Acto
de adoración a Dios”, en el cual al ofrendar y dar el diezmo le estamos diciendo a Dios que EL es más importante para
nosotros que el dinero.
Mateo 6:24
“Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al
otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.”
Mateo 6:21
“Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón .”
1 Timoteo 6:10
“porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron
traspasados de muchos dolores.”
La ofrenda está vigente, pues Jesús nos habló de la ofrenda y el apóstol Pablo también:
Mateo 5:23-24
“23. Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, 24.
deja allí tu ofrenda
delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda.”
Hechos 24:16-17
“16. Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres . 17. Pero pasados algunos
años, vine a hacer limosnas a mi nación y presentar ofrendas.”
Mateo 23:23
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más
importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello .”
En este versículo Jesús les aclara a los fariseos que era necesario hacer la justicia, la misericordia y la fe sin dejar de dar el
diezmo.
Hechos 2:44-47
“44. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; 45. y vendían sus propiedades y sus
bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno . 46. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y
partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, 47. alabando a Dios, y teniendo favor con
todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.”
En el comienzo de la iglesia primitiva los hermanos daban todo es decir el cien por ciento, hoy en día el diezmo representa
un mínimo que debemos dar para el sostenimiento de la obra de Dios y si quieres dar más no tienes impedimento, lo
importante es que seamos fieles a Dios en esto.
Generalmente los ministerios que piden pactos de dinero y siembras ya sea de dinero, casas o vehículos, no enseñan
correctamente la palabra y los miembros incautos por la ignorancia de las Escrituras caen presos de estos engaños
producidos por verdades a medias. El versículo preferido de ellos es 2 Corintios 9:6 que dice “Pero esto digo: El que
siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará .”
2 Corintios 9:7
“Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre .”
1. Nadie tiene autoridad para decirle a la gente cuanto debe ofrendar o sembrar, sino que cada creyente debe dar como
propuso en su corazón.
2. La ofrenda al igual que los diezmos debemos darlo con alegría y no con tristeza. Esto debe ser así porque es un privilegio
poder ofrendar y diezmar y porque es un “Acto de Adoración” a nuestro Dios.
3. Nadie debe ofrendar por “necesidad”, no se puede comprar el favor de Dios, Dios no es un comerciante. Cuando la
gente hace “Pactos”, “Siembra” u “Ofrendas especiales” y lo hace para que Dios le conceda una petición, está
ofendiendo a Dios gravemente! Jesús nos enseñó lo que debíamos hacer en Mateo 6:31-33 “31. No os afanéis, pues,
diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? 32. Porque los gentiles buscan todas estas cosas;
pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. 33. Mas buscad primeramente el reino de
Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”
Hubo alguien que quiso comprar el favor de Dios con dinero y le fue muy mal, veamos la historia de Simón:
Hechos 8:18-23
“18. Cuando vio Simón que por la imposición de las manos de los apóstoles se daba el Espíritu Santo, les ofreció dinero,
19.
diciendo: Dadme también a mí este poder, para que cualquiera a quien yo impusiere las manos reciba el Espíritu
Santo. 20. Entonces Pedro le dijo: Tu dinero perezca contigo, porque has pensado que el don de Dios se obtiene con
dinero. 21. No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto delante de Dios . 22. Arrepiéntete,
pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si quizás te sea perdonado el pensamiento de tu corazón; 23. porque en hiel
de amargura y en prisión de maldad veo que estás.”
Hoy en día muchas cosas que se predican en las iglesias no es el verdadero evangelio de Jesucristo. Veamos unos versículos
y meditemos en ellos:
Mateo 6:19-21
“19. No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; 20. sino haceos
tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan . 21. Porque donde esté
vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”
Mateo 13:22
“El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas
ahogan la palabra, y se hace infructuosa.”
Mateo 8:19-20
“19. Y vino un escriba y le dijo: Maestro, te seguiré adondequiera que vayas . 20. Jesús le dijo: Las zorras tienen guaridas, y
las aves del cielo nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar su cabeza .”
2Corintios 4:18
“no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que
no se ven son eternas.”
Hebreos 13:5-6
“5. Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te
dejaré; 6. de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el
hombre.”
1Tesalonisenses 2:5-7
“5. Porque nunca usamos de palabras lisonjeras, como sabéis, ni encubrimos avaricia; Dios es testigo; 6. ni buscamos gloria
de los hombres; ni de vosotros, ni de otros, aunque podíamos seros carga como apóstoles de Cristo . 7. Antes fuimos
tiernos entre vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus propios hijos .”
2Corintios 2:17
“Pues no somos como muchos, que medran falsificando la palabra de Dios, sino que con sinceridad, como de parte de
Dios, y delante de Dios, hablamos en Cristo.”
2Pedro 2:1-3
“1. Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán
encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción
repentina. 2. Y muchos seguirán sus disoluciones, por causa de los cuales el camino de la verdad será blasfemado, 3. y por
avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas. Sobre los tales ya de largo tiempo la condenación no se tarda,
y su perdición no se duerme.”
Judas 1:16
“Estos son murmuradores, querellosos, que andan según sus propios deseos, cuya boca habla cosas infladas, adulando a
las personas para sacar provecho.”
Josué 1:8
“Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas
conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien .”
Salmos 1:1-3
“1. Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de
escarnecedores se ha sentado; 2. sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche . 3. Será
como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace,
prosperará.”
1 Pedro 5:6-7
“6. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; 7.
echando toda vuestra
ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.”
Mateo 6:25-34
“25. Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo,
qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? 26. Mirad las aves del cielo, que
no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que
ellas? 27. ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo? 28. Y por el vestido, ¿por qué
os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan; 29. pero os digo, que ni aun Salomón con
toda su gloria se vistió así como uno de ellos. 30. Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios
la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe? 31. No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o
qué beberemos, o qué vestiremos? 32. Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que
tenéis necesidad de todas estas cosas. 33. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os
serán añadidas. 34. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día
su propio mal.”
El síndrome de Elí
I Samuel 2:12-36
INTRODUCCIÓN
La juventud Norteamericana, nos guste o no, es la juventud que impone moda, es el tipo de juventud que los jóvenes
latinos desean y anhelan seguir (La música, la ropa y la filosofía). Pero lo más triste de todo esto es que esos jóvenes vienen
de hogares cristianos, son hijos de padres que van a las iglesias evangélicas y que no hacen nada porque sus hijos sigan
los principios de moral que nos ha dado nuestro Dios. Muchos de esos padres piensan que el dejar a los hijos hacer lo
que ellos quieran es la moda y que es algo tan anticuado y fuera de moda el educarlos bajo las enseñanzas de la Biblia. Es
decir que en E.U.A. se esta viviendo el Síndrome de Elí en su máximo apogeo. Y nuestras iglesias no distan mucho de este
síndrome que aunque en menor grado pero se da. Pero veamos
Conclusión
En los versículos 32-33 y 36 habla de las consecuencias que tienen que sufrir tanto los padres como los hijos criados con
el estigma del síndrome de Elí. V. 32 Dios los humillara y los corregirá por nosotros. V. 33 Nosotros sufriremos viéndolos
sufrir a ellos. V. 36 Lo más probable es que ellos nunca destaquen, ni tengan una vida feliz. Dios quiera que hoy hayamos
escuchado su mensaje y lo pongamos en práctica.
Introducción:
Qué tarea más hermosa nos ha dado Dios al brindarnos todos los recursos para bendecir a la familia. Los que están lejos
de sus seres queridos, darían la vida por tenerlo y poner en práctica todos éstos principios vamos a ver; por otro lado es
triste que todos aquellos que están rodeados de una linda familia, no la sepan apreciar y no puedan darle lo que les haría
totalmente felices.
Pregúntele a las personas que ahora están mutilados en casa… qué harían si tuvieran a su esposa con ellos, qué harían si
su esposo estaría en casa, qué harían si los hijos estuvieran a su lado… y por último … preguntémonos a los que no
tenemos a nuestros padres cerca ó quizá ya fallecieron… en la condición en que estuviéramos para darle a esos seres que
Dios usó para darnos vida… LES DARÍAMOS LO MEJOR… tristemente no lo hicimos en el tiempo que lo pudimos hacer.
Es por eso que el sermón de hoy persigue eso… iniciar a hacer todas aquellas cosas que aún podemos hacer… y no
lamentarnos en el futuro y decir… SI YO HUBIERA…
Ore por ellos, luche por ellos, bendígalos. Tráigalos a los pies de Cristo.
Siéntase bendecido al ver que una parte de su vida está en ellos
Deles un buen ejemplo, sea un buen testimonio para ellos
Es un regalo de Dios tener hijos…es una bendición de Dios ser padre.
La prosperidad que viene de Dios, no es una coincidencia, puesto que Dios es fiel a sus promesas “Dios recompensa a los que le
honran”. La prosperidad material en el plan de Dios está en segundo orden (Mateo 6:33 “Mas buscad primeramente el reino de Dios
y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”), lo primero que Dios desea prosperar en nosotros es el alma, desde el principio,
todo el accionar de Dios ha estado focalizado en el bienestar de la familia (Génesis 1:28 “Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y
multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se
mueven sobre la tierra.”).
Hay personas que se proponen en alcanzar la prosperidad por cualquier medio y sin importarles quienes caigan en el proceso
(Proverbios 1:32), pero esta no es la prosperidad que agrada a Dios (Santiago. 1:17). Que hacer para alcanzar la verdadera
prosperidad en la familia.
a) Muchos han fracasado por apartarse del camino de Dios (Josué 1:8)
1. Obedecer la palabra y ponerla por obra, es el mandamiento de Dios (Deuteronomio 29:9)
2. Permanecer en Cristo y en su palabra, es la clave del éxito (Juan 15:7)
Conclusión:
Ni la riqueza ni la pobreza son sinónimos de una buena o mala relación con Dios, nadie puede juzgar la condición espiritual de un
hermano, por su estado económico. Tenemos el ejemplo de Job, él vivió los dos extremos y ninguno de ellos fue determinante para
conocer su condición espiritual. La voluntad de Dios es que el hombre tenga prosperidad espiritual, (Salmos 1:3) las demás cosas ya
están bajo el cuidado de Dios.
Mi consejo a las parejas jóvenes es simplemente éste: No permitan que la posibilidad del divorcio entre en sus
pensamientos. Incluso en momentos de gran conflicto y desaliento, el divorcio no es la solución. Sólo sustituye una nueva
serie de sufrimientos por los que quedan atrás.
Guarden su relación de la erosión como si estuvieran defendiendo sus propias vidas. Sí, ustedes pueden lograrlo juntos.
No sólo pueden sobrevivir, sino que pueden mantener su amor vivo si le dan prioridad en su sistema de valores.
Cualquiera de los siguientes males pueden destruir su relación si les dan lugar en sus vidas:
Cuidado con este peligro. Es especialmente insidioso en las parejas jóvenes que están tratando de comenzar en una
profesión o todavía están estudiando. No traten de estudiar, de trabajar a tiempo completo, de tener un bebé, de manejar
a un niño pequeño, de hacer reparaciones en la casa, y de comenzar un negocio, todo al mismo tiempo. Suena ridículo,
pero muchas parejas jóvenes hacen exactamente eso y luego se sorprenden cuando su matrimonio se viene abajo. ¿Por
qué no habría de ser así? ¡El único momento en que se ven es cuando están agotados! Es especialmente peligroso cuando
el esposo es el que tiene demasiados compromisos o trabajo, y la esposa está todo el día en casa con un hijo en edad
preescolar. La profunda soledad de ella da lugar al descontento y a la depresión, y todos sabemos a dónde lleva eso.
Deben reservar tiempo el uno para el otro si quieren mantener su amor vivo.
Paguen en efectivo por los artículos de consumo, o no los compren. No gasten más de lo que pueden por una casa o por
un automóvil, dejando muy pocos recursos para salir juntos, para viajes cortos, para personas que cuiden a los niños, etc.
Distribuya sus fondos con la sabiduría de Salomón.
3. El egoísmo
Existen dos tipos de personas en el mundo, los que dan y los que toman. Un matrimonio entre dos personas que dan
puede ser algo bello. Sin embargo, la fricción está a la orden del día entre una persona que da y otra que toma. Pero dos
personas que toman pueden darse zarpazos la una a la otra hasta hacerse trizas dentro de un período de seis semanas. En
resumen, el egoísmo siempre devastará un matrimonio.
Si el esposo o la esposa no se ha emancipado totalmente de los padres, lo mejor es no vivir cerca de ellos. La autonomía
es algo difícil de conceder para algunas madres (y padres), y el estar muy cerca será causa de problemas.
Algunas parejas llegan al matrimonio esperando cabañas cubiertas de rosas, una vida sin preocupaciones ni
responsabilidades y un gozo ininterrumpido. La consejera Jean Lush cree, y yo estoy de acuerdo con ella, que esta ilusión
romántica es particularmente característica de las mujeres norteamericanas que esperan más de sus esposos de lo que ellos
son capaces de dar. La decepción consiguiente es una trampa emocional. Pongan sus expectativas en línea con la realidad.
No me refiero a extraterrestres de Marte. Más bien, mi preocupación es por las personas que violan el espacio para
funcionar que su cónyuge necesita, sofocándolo rápidamente y destruyendo la atracción entre ellos. Los celos son una
manera en que este fenómeno se manifiesta. Otra es la baja autoestima, la cual lleva a que el cónyuge inseguro se inmiscuya
en el territorio del otro. El amor debe ser libre y confiado.
Éstos son asesinos, no sólo de los matrimonios, sino también de las personas. Evítenlos como a la plaga.
Debe ser obvio para todos que la personalidad humana tiene imperfecciones. Tiene la tendencia a quedar atrapada en
comportamientos destructivos, especialmente cuando se es joven. Durante una etapa inicial, las personas creen que pueden
jugar con tentaciones tales como la pornografía o los juegos de azar sin salir dañadas. De hecho, muchos se alejan casi
sin haber sido afectados. Sin embargo, para algunos existe una debilidad y una vulnerabilidad que se desconoce hasta que
es demasiado tarde. Entonces se vuelven adictos a algo que rasga la fibra de la familia.
Tal vez esta advertencia les parezca tonta e incluso mojigata a mis lectores, pero he hecho un estudio de veinticinco años
de duración sobre personas que arruinaron sus vidas. Sus problemas a menudo comienzan con la experimentación con un
mal conocido y finalmente terminan en la muerte física o la muerte del matrimonio. Las restricciones y los mandamientos
de las Escrituras se han diseñado para protegernos del mal, aunque es algo difícil de creer cuando somos jóvenes. “La
paga del pecado es muerte” (Romanos 6:23). Si mantenemos nuestras vidas limpias y no nos permitimos jugar con el mal,
las adicciones que han hecho estragos en la humanidad nunca nos podrán tocar.
En especial, el fracaso en los negocios afecta adversamente a los hombres. Su inquietud por los reveses financieros algunas
veces se muestra en ira dentro de la familia.
Es casi tan peligroso tener mucho éxito en los negocios, como lo es fracasar rotundamente en ellos. El autor de Proverbios
dijo: “No me des pobreza ni riquezas; manténme del pan necesario” (Proverbios 30:8).
Las chicas que se casan entre los catorce y los diecisiete años de edad tienen el doble de probabilidades de divorciarse
que las que se casan a los dieciocho y diecinueve años. Las que se casan entre los dieciocho y los diecinueve años tienen
una vez y media más de probabilidades de divorciarse que las que se casan entre los veinte y los treinta años.
Las presiones de la adolescencia y las tensiones de los primeros años de vida matrimonial no hacen un buen dúo. Terminen
lo primero antes de emprender lo segundo.
Éstos son los asesinos del matrimonio que he visto más a menudo. Pero, en verdad, la lista es prácticamente interminable.
Todo lo que se necesita para que crezcan las malas hierbas más fuertes es una pequeña grieta en la vereda. Si van a vencer
la ley de las probabilidades en relación al divorcio y mantener una unión matrimonial estrecha a largo plazo, deben
emprender la tarea con seriedad. El orden natural de las cosas los alejará el uno del otro, no los unirá.
¿Cómo vencerán la ley de las probabilidades? ¿Cómo formarán una relación sólida que dure hasta que la muerte los haga
emprender el último viaje? ¿Cómo se incluirán ustedes entre el número cada vez más reducido de parejas de mayor edad
que han cosechado toda una vida de recuerdos y experiencias felices? Aun después de cincuenta o sesenta años de casados,
todavía se buscan mutuamente para darse aliento y comprensión. Sus hijos han crecido dentro de un ambiente estable y
amoroso, y no tienen cicatrices emocionales o recuerdos amargos que borrar. A sus nietos no se les tiene que explicar
con delicadeza por qué “los abuelos ya no viven juntos”. Sólo el amor prevalece.
Así es como Dios quería que fuera, y todavía sigue siendo algo posible que ustedes pueden alcanzar. Pero no hay tiempo
que perder. Refuercen las riberas del río. Defiendan el fuerte. Traigan las dragas y hagan más profundo el lecho del río.
Mantengan las poderosas corrientes en sus propios cauces. Sólo esa medida de determinación mantendrá el amor con el
que comenzaron, y hay muy poco en la vida que compita con esa prioridad.
La Biblia dice: “Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo”. (Efesios 5:23) Como tal, “la iglesia está sujeta a
Cristo”. (Efesios 5:24)
La iglesia que la Biblia describe obedece a Cristo. No tiene ningún otro jefe, ningún otro gobernador, ningún otro señor.
Claro que tiene líderes. Pero esos líderes no se levantan como señores sobre la iglesia. Más bien, guían a sus
congregaciones por el poder de su ejemplo, empleando sólo la autoridad de la palabra de Dios. (1 Pedro 5:2-3)
Cristo amó a la iglesia y la “ganó por su propia sangre”. (Hechos 20:28) Es decir, la compró. Ella le pertenece. No le
pertenece a ningún otro. Por esto la Biblia la llama “la iglesia del Señor”. (Hechos 20:28)
La Biblia dice que el pueblo que forma esta iglesia es “un cuerpo en Cristo” (Romanos 12:5) Es unida, no dividida. Pero
la Biblia no habla de ninguna organización m jerarquía que le une. Es “la unidad del Espíritu” (Efesios 4:3) que le hace “un
cuerpo”. (1 Corintios 12:13) Esto es, la presencia del Espíritu Santo en cada miembro de la iglesia une los miembros no
sólo a Cristo sino también los unos a los otros. Los une bajo el señorío de Cristo.
La Biblia dice que la iglesia verdadera es “una iglesia gloriosa, que no [tiene] mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que
[es] santa y sin mancha”. (Efesios 5:27) La iglesia consta de todas las personas en todo el mundo que han nacido por el
Espíritu de Dios y son (tiempo presente) limpios del pecado por la sangre de Cristo. Cristo vive en ellos (Colosenses 1:27-
28) y ellos están en Cristo. (1 Corintios 1:30) Son “los santos y fieles en Cristo Jesús”. (Efesios 1:1) Son la iglesia, la
iglesia universal. La esposa del Señor.
Pero la Biblia usa la palabra iglesia en otro sentido también. Habla de la iglesia que se reunía en la casa de Priscila y Aquila.
(Romanos 16:3-5) Dios dirigió un mensaje a las siete iglesias (plural) de Asia, o sea, a los grupos de hermanos cristianos
que se reunían en distintas ciudades de esta provincia. (Apocalipsis 1:11) El apóstol Pablo escribió una carta “a la iglesia
de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos”. (1 Corintios 1:2) Los santificados,
los que estaban en Cristo Jesús, los que se conocían como hombres santos —que vivían en esa ciudad— eran “la iglesia
de Dios ... en Corinto”.
De estas citas bíblicas y muchas semejantes entendemos que aquella iglesia universal, gloriosa, unida, consta de iglesias
locales... congregaciones de creyentes, seguidores de Jesús. Estos creyentes se llaman hermanos. Por eso, a esas
congregaciones a veces las llamamos hermandades. La Biblia las llama “iglesias de Cristo”. (Romanos 16:16)
congregaciones. Formaban hermandades cristianas, o sea, iglesias bíblicas. Y así será hoy en día también. Usted necesita
ser parte de tal congregación.
Vamos a ver algunas características de las iglesias (congregaciones locales) que forman parte de la iglesia universal, la
esposa de Jesús.
No existe para mejorar la sociedad o cambiar la política. La iglesia apostólica nunca se metió en estas cosas. Buscó convertir
a los pecadores con el poder del evangelio.
Una iglesia bíblica no existe para proveer diversión para sus miembros: actividades sociales, deportes, películas, banquetes.
Claro que un compañerismo espiritual contribuye a la necesidad social del hombre. Pero no leemos en la Biblia de ninguna
ocasión en que la iglesia apostólica planeara actividades con fines sociales. Se ocuparon sólo en lo espiritual.
Una iglesia bíblica alimenta a sus miembros con enseñanza bíblica. Los guía con consejos sanos y, cuando sea necesario,
con disciplina amorosa y espiritual. (2 Timoteo 4:1-2; 2 Tesalonicenses 3:14-15)
En conclusión
La Biblia nos dice todo lo que necesitamos saber para reconocer o formar una iglesia bíblica. Estudie usted la Biblia. Vea
usted mismo lo que dice.
Cristo dijo: “Edificaré mi iglesia y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”. (Mateo 16.18) Dios siempre tendrá
su pueblo. Siempre habrá una iglesia fiel a Dios... leal… obediente… pura.
Cristo tiene autoridad sobre la Iglesia y no la Iglesia sobre Cristo. La Biblia tiene autoridad sobre la Iglesia y no la Iglesia
sobre la Biblia. La cabeza tiene autoridad sobre el cuerpo y no el cuerpo sobre la cabeza.
Efesios 5:23-27
“23. porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su
Salvador. 24. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. 25. Maridos,
amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26. para santificarla, habiéndola
purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27. a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese
mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.”
Una iglesia bíblica buscar conformar a los discípulos a la imagen de Cristo. Es una iglesia que obedece la Gran Comisión,
no solo predica el Evangelio de Cristo, sino también hace discípulos.
Marcos 16:15
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.”
Mateo 28:19-20
“19. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo; 20. enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días,
hasta el fin del mundo. Amén.”
Hebreos 10:23-25
“23. Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. 24. Y
considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; 25. no dejando de congregarnos, como
algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.”
Hechos 2:42
“Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las
oraciones.”
1. Una Iglesia Bíblica es una iglesia que tiene una alta visión de Dios. Es una iglesia que está para agradar y
glorificar a Dios y no para agradar a los hombres.
Isaías 66:1-2
“1. Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la tierra estrado de mis pies; ¿dónde está la casa que me habréis de edificar,
y dónde el lugar de mi reposo? 2. Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice Jehová; pero
miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra.”
Éxodo 32:25-29
“25. Y viendo Moisés que el pueblo estaba desenfrenado, porque Aarón lo había permitido, para vergüenza entre sus
enemigos, 26. se puso Moisés a la puerta del campamento, y dijo: ¿Quién está por Jehová? Júntese conmigo. Y se
juntaron con él todos los hijos de Leví. 27. Y él les dijo: Así ha dicho Jehová, el Dios de Israel: Poned cada uno su espada
sobre su muslo; pasad y volved de puerta a puerta por el campamento, y matad cada uno a su hermano, y a su amigo,
y a su pariente. 28. Y los hijos de Leví lo hicieron conforme al dicho de Moisés; y cayeron del pueblo en aquel día como
tres mil hombres. 29. Entonces Moisés dijo: Hoy os habéis consagrado a Jehová, pues cada uno se ha consagrado en su
hijo y en su hermano, para que él dé bendición hoy sobre vosotros.”
Gálatas 1:10
“Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara
a los hombres, no sería siervo de Cristo.”
2. Una Iglesia Bíblica es una iglesia que tiene una amplia visión de las Escrituras. Es una iglesia que entiende
y tiene claro la inerrancia de las Escrituras (inerrancia: falta de error o de fallas en las Sagradas Escrituras, las que, al
ser inspiradas por Dios mismo, siempre dicen la verdad, y no se equivocan.). Cree realmente que toda la Escritura es
verdaderamente inspirada por Dios. Una Iglesia Bíblica tiene claridad de las Escrituras. Es una iglesia que sabe lo que
es y que significa el Nuevo Pacto y sus promesas, por lo cual se relaciona con Dios por medio de este Nuevo Pacto.
Jeremías 31:31-34
“31.He aquí que vienen días, dice Jehová, en los cuales haré nuevo pacto con la casa de Israel y con la casa de Judá. 32.
No como el pacto que hice con sus padres el día que tomé su mano para sacarlos de la tierra de Egipto; porque ellos
invalidaron mi pacto, aunque fui yo un marido para ellos, dice Jehová. 33. Pero este es el pacto que haré con la casa de
Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por
Dios, y ellos me serán por pueblo. 34. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo:
Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque
perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.”
Salmo 119:1
“Bienaventurados los perfectos de camino, los que andan en la ley de Jehová.”
2 Timoteo 3:16-17
“16. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia,
17.
a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.”
2 Pedro 1:19-21
“19. Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que
alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones;
20.
entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, 21. porque nunca la
profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu
Santo.”
La consejería bíblica dice : “Escrito está !!!”. No necesitamos ir fuera de las Escrituras (sicología) para aconsejar
bíblicamente y eficazmente.
3. Una Iglesia Bíblica es una iglesia que practica la predicación expositiva. La predicación expositiva es la
predicación que es impulsada por el texto y que hace honor a la verdad de las Escrituras como fue dada por el Espíritu
Santo. Su objetivo es descubrir el significado inspirado por Dios a través de la investigación e interpretación histórica,
teológica y gramatical. Por medio de la proclamación atractiva y convincente, el predicador explica, ilustra y aplica el
significado del texto bíblico en su presentación y en el poder del Espíritu Santo, predicando a Cristo para un veredicto
de vidas cambiadas.
Deriva claramente su contenido de la Biblia.
Explica con precisión lo que dice la Biblia.
Efectúa el cambio que Dios quiere que la Biblia efectúe.
1 Timoteo 4:13-16
“13. Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. 14. No descuides el don que hay en ti,
que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. 15. Ocúpate en estas cosas; permanece
en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. 16. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en
ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.”
Nehemías 8:7-12
“7. Y los levitas Jesúa, Bani, Serebías, Jamín, Acub, Sabetai, Hodías, Maasías, Kelita, Azarías, Jozabed, Hanán y Pelaía,
hacían entender al pueblo la ley; y el pueblo estaba atento en su lugar. 8. Y leían en el libro de la ley de Dios claramente,
y ponían el sentido, de modo que entendiesen la lectura. 9. Y Nehemías el gobernador, y el sacerdote Esdras, escriba,
y los levitas que hacían entender al pueblo, dijeron a todo el pueblo: Día santo es a Jehová nuestro Dios; no os
entristezcáis, ni lloréis; porque todo el pueblo lloraba oyendo las palabras de la ley. 10. Luego les dijo: Id, comed
grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro
Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza. 11. Los levitas, pues, hacían callar a todo el
pueblo, diciendo: Callad, porque es día santo, y no os entristezcáis. 12. Y todo el pueblo se fue a comer y a beber, y a
obsequiar porciones, y a gozar de grande alegría, porque habían entendido las palabras que les habían enseñado.”
4. Una Iglesia Bíblica es una iglesia “Cristo-céntrica”, es una iglesia donde Cristo tiene la preeminencia
en todo. La palabra Griega traducida “preeminencia” significa “ser primero”, “primero en rango o influencia”. Es una
iglesia que reconoce a Jesucristo como su Cabeza y como su Autoridad Máxima.
1Corintios 2:1-2
“1. Así que, hermanos, cuando fui a vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui con excelencia de palabras
o de sabiduría. 2. Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado.”
Colosenses 1:15-18
“15. El es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación. 16. Porque en él fueron creadas todas las cosas,
las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados,
sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.17. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en él
subsisten;18. y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos,
para que en todo tenga la preeminencia;”
5. Una Iglesia Bíblica es una iglesia que entiende correctamente la conversión. No hay salvación sin
arrepentimiento. Tiene claro el costo de ser un discípulo de Cristo. El Señor Jesucristo fue muy claro:
Él es la prioridad.
Lucas 14:25-26
“25. Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: 26. Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y
madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.”
La obediencia hacia Él es el único camino.
Lucas 14:27
“Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.”
La exigencia mínima es renunciar a todo.
Lucas 14:33
“Así, pues, cualquiera de vosotros que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser mi discípulo.”
6. Una Iglesia Bíblica tiene una teología bíblica. Una iglesia debe tener Sana Doctrina (Sana Enseñanza), teología
correcta (teología= El estudio de Dios).
La Doctrina debe ser Sólida, Correcta y Bíblica. Esto es importante para poder guardar del error y de la herejía. Una
iglesia que no conoce la Sana Doctrina está expuesta a todo viento de doctrina que sopla en las iglesias.
Ezequiel 44:23
“Y enseñarán a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo profano, y les enseñarán a discernir entre lo limpio y lo
no limpio.”
Pablo encarga a Tito a “enseñar lo que esté de acuerdo a la sana doctrina” Tito 2:1 “Pero tú habla lo que está de
acuerdo con la sana doctrina.”. Nuestra preocupación debe ser no solo con el cómo enseñamos, sino que es lo que
enseñamos. La Teología Bíblica es un compromiso de conocer al Dios de la Biblia tal y como El se ha revelado en la
Escritura. 1 Timoteo 4:16 “Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás
a ti mismo y a los que te oyeren.”
1 Juan 3:14,23
“14. Nosotros sabemos que hemos pasado de muerte a vida, en que amamos a los hermanos. El que no ama a su
hermano, permanece en muerte. 23. Y este es su mandamiento: Que creamos en el nombre de su Hijo Jesucristo, y nos
amemos unos a otros como nos lo ha mandado.”
1 Pedro 3:8-9
“8. Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables;
9.
no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis
llamados para que heredaseis bendición.”
Juan 15:12-14,17
“12. Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. 13. Nadie tiene mayor amor que este,
que uno ponga su vida por sus amigos. 14. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. 17. Esto os mando:
Que os améis unos a otros.”
Juan 13:35
“En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.”
8. Una Iglesia Bíblica es una iglesia que se ocupa del Evangelismo y tiene celo misionero.
Para formar discípulos, primero debemos anunciar el Evangelio de Cristo, para luego discipular. La iglesia de Cristo
debe amar el Evangelizar, la orden de anunciar el Reino de los Cielos es para todos los hijos de Dios. La evangelización
se realiza a modo individual de cada creyente en Cristo por medios de su testimonio de vida como también de testificar
hablando a cuanta persona conozca y pueda. Por otro lado la Iglesia en su conjunto debe organizar trabajos
evangelísticos a modo local para ganar a los vecinos donde se encuentra. También la Iglesia de Cristo debe tener carga
misionera para alcanzar a los que están mas lejos para Cristo.
Mateo 10:33
“Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los
cielos.”
2 Timoteo 2:12
“Si sufrimos, también reinaremos con él; si le negáremos, él también nos negará.”
9. Una Iglesia Bíblica es donde hay confrontación del pecado, un estándar de santidad y disciplina
eclesiástica.
Gálatas 6:1
“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de
mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.”
Mateo 18:15-17
“15. Por tanto, si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si te oyere, has ganado a tu hermano.
16.
Mas si no te oyere, toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. 17.
Si no los oyere a ellos, dilo a la iglesia; y si no oyere a la iglesia, tenle por gentil y publicano.”
1 Corintios 5:1-13
“1. De cierto se oye que hay entre vosotros fornicación, y tal fornicación cual ni aun se nombra entre los gentiles; tanto
que alguno tiene la mujer de su padre. 2. Y vosotros estáis envanecidos. ¿No debierais más bien haberos lamentado,
para que fuese quitado de en medio de vosotros el que cometió tal acción?
3.
Ciertamente yo, como ausente en cuerpo, pero presente en espíritu, ya como presente he juzgado al que tal cosa ha
hecho. 4. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, reunidos vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor
Manual de Discipulado Básico Página 130 de 132
O
Jesucristo, el tal sea entregado a Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu sea salvo en el día del
5.
Señor Jesús.
6.
No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa? 7. Limpiaos, pues, de la vieja
levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois; porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada
por nosotros.
8.
Así que celebremos la fiesta, no con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin
levadura, de sinceridad y de verdad.
9.
Os he escrito por carta, que no os juntéis con los fornicarios; 10. no absolutamente con los fornicarios de este mundo,
o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería necesario salir del mundo.
11.
Más bien os escribí que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, fuere fornicario, o avaro, o idólatra, o
maldiciente, o borracho, o ladrón; con el tal ni aun comáis.
12.
Porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro?
13.
Porque a los que están fuera, Dios juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros.”
10. Una Iglesia Bíblica es una iglesia que oran juntos. Tienen culto de oración.
Hechos 2:42,44
“42. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las
oraciones. 44. Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas;”
11. Una Iglesia Bíblica es una iglesia que tiene una práctica bíblica de las ordenanzas.
Bautismo
Mateo 28:19
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu
Santo;”
12. Una Iglesia Bíblica tiene un liderazgo bíblico. Un liderazgo bíblico mantiene una iglesia saludable. Tiene
pluralidad.
1 Pedro 5:2-3
“2. Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por
ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; 3. no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado,
sino siendo ejemplos de la grey.”
1 Timoteo 3:1-13
“1. Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. 2. Pero es necesario que el obispo sea irreprensible,
marido de una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar; 3. no dado al vino, no
pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; 4. que gobierne bien su casa,
que tenga a sus hijos en sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará
5.
de la iglesia de Dios?); 6. no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en la condenación del diablo.
7.
También es necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que no caiga en descrédito y en lazo del
diablo.
8.
Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias
deshonestas; 9. que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia. 10. Y éstos también sean sometidos a prueba
primero, y entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles. 11. Las mujeres asimismo sean honestas, no
calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo. 12. Los diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien
sus hijos y sus casas. 13. Porque los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza
en la fe que es en Cristo Jesús.”
Tito 1:5-9
“5. Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así
como yo te mandé; 6. el que fuere irreprensible, marido de una sola mujer, y tenga hijos creyentes que no estén
acusados de disolución ni de rebeldía.
7.
Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como administrador de Dios; no soberbio, no iracundo, no
dado al vino, no pendenciero, no codicioso de ganancias deshonestas, 8. sino hospedador, amante de lo bueno,
sobrio, justo, santo, dueño de sí mismo, 9. retenedor de la palabra fiel tal como ha sido enseñada, para que también
pueda exhortar con sana enseñanza y convencer a los que contradicen.”
1. Una Iglesia Bíblica es una iglesia que tiene una alta visión de Dios.
2. Una Iglesia Bíblica es una iglesia que tiene una amplia visión de las Escrituras.
4. Una Iglesia Bíblica es una iglesia “Cristo-céntrica”, es una iglesia donde Cristo tiene la preeminencia en todo.
8. Una Iglesia Bíblica es una iglesia que se ocupa del Evangelismo y tiene celo misionero.
9. Una Iglesia Bíblica es donde hay confrontación del pecado, un estándar de santidad y disciplina eclesiástica.
11. Una Iglesia Bíblica es una iglesia que tiene una práctica bíblica de las ordenanzas.