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“El inicio de la época de oro lo marca la aparición y consolidación de la historieta "seria", "adulta",
que le valdrá el mote de "literatura dibujada", y que se apoya en la fundación, en 1945, de la revista
Intervalo, también de Editorial Columba, que viene a llenar el "bache" y completa el espectro que se
da con Billiken, para los chicos; Patoruzito, para los jóvenes, e Intervalo, para los adultos” (Oscar de
Majo. Historieta argentina, la primera mitad de la historia”)
HÉCTOR OESTERHELD
Y LA CIENCIA FICCIÓN
PRIMEROS AÑOS DEL AUTOR
Nace en la ciudad de Buenos Aires el 23 de julio
de 1919.
Estudia la carrera de geología en la UBA. Los
finaliza en 1947 y se casa con Elsa Sánchez con
quien tiene 4 hijas.
Considera sus escritos como un hobby.
A los 23 años publica su primer cuento “Truila y
Miltar”
En 1951 le ofrecen trabajar como guionista de
historietas (antes de ello escribe textos de
divulgación científica y cuentos infantiles).
SUS PRIMERAS HISTORIETAS
Sus primeros trabajos como guionista de historietas
son Bull Rockett (1952) con dibujos de Paul
Campani y Sargento Kirk (1953) con dibujos de
Hugo Pratt.
Con los años Oesterheld se vuelca cada vez más a la actividad política y se
puede ver en sus historietas de carácter histórico: Vida del che (1968), 450
años de guerra contra el imperialismo (1973) y en historietas ¡Guerra de los
Antares! (1970).
En 1975 escribe desde la clandestinidad la segunda parte de El Eternauta
(1975).
Fue secuestrado por el gobierno militar en 1977. También fueron secuestradas
sus cuatro hijas, dos yernos y dos nietos.
EL ÁRBOL DE LA BUENA MUERTE
Título
Narrador
Tiempo/lugar
“María Santos cerró los ojos, aflojó el cuerpo, acomodó la espalda contra el blando tronco del árbol.
Familia Se estaba bien allí, a la sombra de aquellas hojas transparentes que filtraban la luz rojiza del sol.
Carlos, el yerno, no podía haberle hecho un regalo mejor para su cumpleaños”.
Final
Género literario ”…pero, ¡Marte era tan diferente!...”
“María Santos está sentada en la puerta de su casa, en su silla de paja, ve la hilera de casitas bajas, las
más viejas tienen jardín al frente, las más modernas son muy blancas, con algún balcón cromado, el
colmo de la elegancia”.