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Tesis central
La tesis central del artículo es acerca de los dilemas éticos y metodológicos en las
que el etnógrafo se puede conflictuar en el momento de realizar trabajo de campo.
Si bien, los dilemas que surgen, no son exclusivos del trabajo de campo, Chiara se
centrará en los que surgen en él.
Este tipo de dilemas al parecer suele surgir de la vinculación moral del etnógrafo
con los sujetos de estudio en el proceso de intersubjetividad. Tal vez el objetivo de
Chiara, no sea encontrar una ‘’fórmula’’ para manejar la situación cuando se
presenten estos dilemas, sin embargo, es necesario considerar y mencionar, porque
a partir de ahí, el investigador estará consciente de que devendrán este tipo de
situaciones y se estará preparando para mantener un equilibrio e irá guiando su
investigación, ejemplifica cómo el formato académico la obliga a excluir sus
reflexiones sobre su experiencia vivida en campo, probablemente sea esta la razón
por la cual pone estas reflexiones sobre la mesa, pues la parte subjetiva de la
investigación es de suma importancia y no puede pasar desapercibida.
Hipótesis
Chiara decide realizar una aportación mediante su experiencia, y sobre una temática
a la que hay que detenerse y discutir como etnógrafos, lo va a hacer a través de un
artículo sobre los conflictos que surgen al responder equitativamente a la disciplina
y a los sujetos de estudio a través de su propia experiencia en trabajo de campo,
considera que no hay como tal una carta magna que nos diga qué hacer y qué no
hacer en un vaivén entre una decisión personal (subjetiva) y profesional (objetiva).
Considera importante este tipo de reflexiones, ya que las introspecciones dentro de
la disciplina son necesarias para que esta pueda reformularse a sí misma y mejorar.
Estos dilemas no son exclusivos del trabajo de campo, señala Chiara, el etnógrafo
los puede encontrar incluso al publicar su trabajo, al escribir el nombre de una
persona, o cuidar su anonimato, sin embargo, se centralizará en los dilemas
surgidos en el trabajo de campo. Y también considera que cada experiencia va a
ser distinta para cada investigador, así sea el mismo objeto de estudio de
investigación, y sostiene que el resultado puede diferir dependiendo de la persona,
ella ejemplifica con la cuestión del género, por ser mujer, tuvo más facilidades y
acceso para relacionarse con las mujeres de su área de estudio.
Partiendo de esto, nos encontramos con un dilema de cuáles son los fenómenos
más relevantes o no para la etnografía, no hay que irnos a lo extravagante o exótico,
pues la misma cotidianidad puede dar a luz muchas cosas y permitir la comprensión
para posteriormente explicar las prácticas, realizamos un proceso de reflexividad en
el que comprendemos al otro y al mismo tiempo nos conocemos a nosotros mismos,
una fusión de horizontes culturales; la alteridad puede estar interesada en
conocernos a nosotros también, por ningún motivo hay que dejar de lado la relación
epistemológica en la investigación, que la relación es de sujeto y sujeto y que
nuestras acciones pueden ser un vaivén entre nuestros propios intereses, el
compromiso con la institución, academia o con la disciplina, y con los sujetos de
estudio, hay que mantener un equilibrio.
Tal vez una de las experiencias en campo que más tuvieron impacto en mi
desempeño personal y profesional, que he tenido, fue que logré tener más
sensibilidad hacia la alteridad sin que me agobiaran (mas no que me fueran
indiferentes) los pesares de las personas, y la confianza que llegué a recibir de la
gente con quienes trabajé en mi estancia, de ahí, uno de los dilemas éticos y
metodológicos ¿qué tan balanceada está mi situación? ¿estoy recibiendo más de lo
que puedo dar? ¿es mi trabajo con lo que puedo corresponderles en un acto de
reciprocidad realmente? ¿qué es lo que quieren o esperan de mí los sujetos de
estudio y, está a mi alcance proporcionarlo? ¿qué tan válido es oscilar en lo
subjetivo para que mi trabajo y compromiso con la disciplina sea óptimo?
Estas preguntas pueden ser respondidas por el etnógrafo y dependerá del conjunto
de decisiones tomadas para intentar descifrar la realidad en la que se encuentra,
para poder llegar a conocer las vivencias de los sujetos de estudio, lo que la gente
hace, lo que la gente dice que hace y lo que la gente dice que debería hacer, todo
esto vivido en la cotidianidad y condicionado por el lenguaje.
‘’…Dos aspectos del mismo proceso social que están presentes en todas las
relaciones sociales. La fisión y la fusión no sólo están presentes en la historia
de grupos singulares y sus relaciones, son inherentes a la naturaleza de toda
estructura social’’. (Gluckman, 1968)
Una mujer en la comunidad, sufrió acoso y violación por parte de un hombre con
cierto poder político, con quien anteriormente había tenido una relación. La mujer
junto con su madre, recibieron una emboscada y fueron agredidas físicamente
también por la esposa del agresor. Si bien no conocí a la mujer y a su madre, por
azares del destino, tuve la desdicha de conocer a su agresor, me enteré a medio
viaje, en su camioneta, me susurraron que él era el sujeto, ¿debo hacer como si no
pasara nada? ¿tomo partido en esto?
Tristemente, casi al final de mi estancia en campo, supe que el lugar en el que fui
recibido necesitaba apaciguar este conflicto, y fue por eso que el gobierno municipal
aceptó y mostró interés en el trabajo de la institución para la que estaba trabajando.
Mi trabajo era como una cortina de humo para la comunidad.
Rol y género
Por otro lado, Chiara hace énfasis también en cómo la situación de soledad en la
que se encuentran los sujetos de estudio, y su rol como mujer y como antropóloga
repercutirá para bien o para mal en la producción de conocimiento.
Chiara pudo percibir que las actividades y lugares estaban muy determinadas por
el género: los hombres pasaban más tiempo en los bares, mientras que las mujeres
se reunían para charlar frente a los portales.
Cabe mencionar que, nuestra interpretación de los hechos entre un sexo y otro
como etnógrafo o etnógrafa suelen ser distintos. Como la reinterpretación de
Annette Weinern a los trobiandeses con quienes Malinowski trabajó:
No perdamos de vista que el etnógrafo tiene que identificar las ‘’reglas del juego’’ y
emplearlas en su estancia de campo, que en la fusión de horizontes culturales sus
prácticas y las de la alteridad pueden parecerse o no, así que, tiene que ser
meticuloso en sus observaciones.
Conclusiones y comentarios personales
Con dilemas nos vamos a encontrar incluso dentro y fuera del aula de clases, desde
que nos expresamos, no podemos decir ‘’objetos de estudio’’ para referirnos a las
personas, por ninguna circunstancia podemos cosificar gente, a diferencia de las
ciencias naturales, nosotros no tenemos como tal objeto de estudio, al menos que
se trate de un concepto, por ejemplo cuando trabajé en una fiesta patronal en clase
de metodología, mi objeto de estudio era la violencia en la Fiesta Patronal del
Pueblo de San Juan de Aragón, el objeto de estudio, más bien se trataba de un
concepto, pues en la antropología como en otras ciencias sociales, somos personas
que trabajan con más personas, la relación epistemológica de la producción de
conocimiento es de sujeto a sujeto como lo vemos en el modelo epistemológico
llamado Construccionismo Social postulado por Peter L. Berger y Thomas
Luckmann, lo ético es decir sujetos de estudio. O al referirnos a las personas con
conceptos como ‘’indígenas’’ o ‘’indios’’, ¿esos conceptos nosotros se los
asignamos? ¿ellos se consideran indígenas a sí mismos? ¿o se transforman en
indígenas cuando el antropólogo llega a la comunidad, él les asigna el concepto o
los cataloga?
Bibliografía
Harris, Marvin (2001). Antropología Cultural. España. Alianza Editorial. Pp. 434-450