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INTRODUCCIÓN A LA BIBLIA

TH. D. Hugo Gómez Astivia

Nota: En la Iglesia Bautista Modelos de Madurez – OIKOS, utilizamos Elohim en lugar de dios, porque ésta últ ima p alabr a es gr iego , y e n
español significa “de zeuz”; tampoco utilizamos ojalá, porque significa “que alá quiera”, y en los idiomas originales no se invoca a éste dios luna.
Utilizamos Adonay en preferencia a Señor, porque en nuestra cultura a cualquiera se le llama señor; además, es la forma judía de leer el
T etragrámaton (‫ יְהוָה‬ó {YHWH o JHVH}). Preferimos usar Yeshúa en vez de Yeshúa, porque en hebreo los nombres son muy importantes.

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Lección Contenido Página


Objetivos 03

Introducción 04

I La Revelación 06

II La Inspiración 09

III El Mensaje 14

IV La Autoridad 16

V La Escritura 19

VI La formación del Canon 23

VII La Estructura de la Biblia 34

VIII La Preservación y Transmisión 36

IX La Traducción de la Biblia 39

X Antiguas Versiones Castellanas 43

XI Modernas Versiones Castellanas 46

XII Preparación Personal 48

Criterios de Evaluación 51

Conclusión General 52

Bibliografía 53

Apéndices 54

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OBJETIVOS

1) Conocer el origen de la Biblia y cómo fue preservada hasta llegar a nosotros.


2) Conocer cómo fue traducida la Biblia al castellano (español), y cómo ha llegado a nosotros.
3) Conocer la importancia de prepararse (en todo sentido), para estudiar la Biblia.

SUGERENCIAS DE ESTUDIO

Es indispensable que al estudiar esta materia te mantengas con una mente abierta para poder
obtener beneficios del curso. Excluye completamente actitudes como "ya me lo sé", "esto es muy
difícil" o "yo no puedo". La actitud para estudiar es muy importante, y siempre tenemos a nuestra
disposición, la opción de Santiago 1:5.
Antes de iniciar un estudio minucioso de esta materia, revisa todas las secciones de ésta guía
para así obtener una idea general del curso. Es conveniente, que consigas libros referentes al
estudio de éste tema, la bibliografía puede serte de mucha utilidad. Los temas de la Introducción
Bíblica son tan amplios y diversos que hay que estudiarlos en diferentes libros.
Lee completamente el material de cada lección sin detenerte en observaciones, así obtendrás una
vista general del tema; después, vuelve a leer, ahora más detenidamente y subraya nombres,
fechas, ideas, etc., especialmente si hay una lista o número de ellos que formen parte de un todo.
Por ejemplo: Versiones Castellanas de la Biblia.

Aquí es necesario hacer una observación

Aprender de memoria no es estudiar, hay que entender lo que se estudia y mientras no es puesto
en práctica, no ha habido aprendizaje; aunque sepa de memoria toda la Biblia, no tendrá
significado, si no la vivo.
Por otra parte, no es conveniente comprender bien una cosa y luego no recordarla; ambas cosas
van de la mano, se debe entender, pero también recordar.

El conocimiento es el conjunto de recursos o herramientas de que nos beneficiamos

Si aprendes bien esta materia, tendrás buenas herramientas para enseñar y usar la Palabra de
Elohim.
Acostúmbrate a estudiar, prepara las mejores condiciones para hacerlo, no estudies acostado
porque pronto vas a tener sueño, a mí me funciona estudiar con música, otros se distraen, utiliza
lo que sabes te funciona a ti.
Una última sugerencia: procura encontrar una hora fija para tu estudio personal, antes de
principiar a estudiar ten todo listo para que no tengas que dejar tu lugar para conseguir lo que
necesitas. Apaga el celular, pon la contestadora, pide a tu familia que no te interrumpa, cada
interrupción es un nuevo esfuerzo para concentrarse y lleva mucho más tiempo estudiar así, que
de un sólo golpe. En la universidad hubo épocas en que me levantaba a las 3 ó 4 de la mañana
para evitar todo tipo de distracción, tú mismo irás encontrando tus peculiaridades en el estudio
que no te serán difíciles de satisfacer si tienes voluntad.

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INTRODUCCIÓN

La Biblia contiene los pensamientos de Elohim, la condición del hombre, el camino a la


salvación, el triste fin de los pecadores y la dicha de los creyentes.
Sus doctrinas son santas, sus preceptos irresistibles, sus historias ciertas, sus decisiones
inmutables.
Como decía uno de sus estudiosos: Léela para ser sabio, créela para ser salvo y practícala para
ser santo.
Contiene luz para guiarte, alimento que nutre y consuelo para animarte.
Es el mapa de los viajeros, la brújula del piloto, la espada del soldado, la regla de conducta del
cristiano y un manual para vivir de manera plena.
Aquí vemos el paraíso restaurado, el cielo abierto y el velo descorrido acerca del infierno.
El Mesías es el tema principal, nuestro bien, su propósito, y la gloria de Elohim, su fin.
Léela despacio, frecuentemente y con oración, es una mina de riquezas, un paraíso de gloria y un
río de placer.
Recompensa el empeño puesto en su lectura, y condena a todos aquellos que tienen en poco su
sagrado contenido. Es el libro de los libros, el libro de Elohim, la revelación de Elohim al
hombre.
Elohim se ha revelado a Sí mismo mediante la Palabra, que fue escrita y preservada; las
Escrituras son de hecho la Palabra escrita de Elohim, la cual es verdadera, digna de fe y tiene
autoridad divina sobre los hombres.
La autoridad de la Biblia es entonces, la autoridad de la Gracia de Elohim puesta a nuestro
alcance por medio del Mesías, la Gracia que liberta de la culpa y de la servidumbre del pecado.
Por lo anterior, la Biblia ha de ser la norma decisiva para determinar:

1) Nuestro concepto de Elohim según lo que ÉL ha revelado de Sí mismo en las Escrituras.


2) Las doctrinas de nuestra fe cristiana.
3) Las costumbres y prácticas que forman nuestra vida cristiana (ética y cultura).
4) Las relaciones y actividades de nuestras iglesias.

Ahora toma tu Biblia y estréchala con tu mano, pregúntate a ti mismo: ¿Qué es lo que estoy
estrechando?, la respuesta a ésta pregunta, no la que se expresa con palabras sino la respuesta
honesta de una vida de compromiso, determinará si estás listo o no para aprender el como
estudiarla.

¿Crees que este libro que estás estrechando en tu mano es la Palabra de Elohim?

Tu respuesta es fundamental, si estás listo para comprometer tu vida a que el libro que estás
estrechando con tu mano es la Palabra de Elohim, entonces estás listo para proseguir con el
estudio de ésta materia.
Considera las implicaciones siguientes:

1) Dado que éste libro es la Palabra de Elohim, esto significa que Elohim ha elegido revelarse a
Sí mismo y su plan para los seres humanos de manera tal, que me sea posible estudiar y
aprender más de Él y de su obra en el mundo.

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2) Dado que éste libro es la Palabra de Elohim, seguramente es el libro más importante en mi
biblioteca personal, y de cualquier otra biblioteca en el mundo entero.
3) Dado que éste libro es la Palabra de Elohim, yo no tengo que depender de visiones o sueños
durante la noche para determinar lo que Elohim quiere; no necesito de una experiencia
subjetiva para guiarme, ya que existe un registro al cual puedo acudir una y otra vez para
tener seguridad y ser iluminado continuamente.
4) Dado que éste libro es la Palabra de Elohim, cualquier esfuerzo que haga para aprender sus
verdades, vale la pena.

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I) LA REVELACIÓN

La Biblia es la revelación de Elohim, mediante este libro Elohim ha dado a conocer a los
hombres su Plan de Salvación y su manera de tratar con los individuos y con las naciones. En la
Biblia se revela la condición y el destino del hombre pecador, pero sobretodo, se revela la
personalidad de Elohim, su carácter de amor, bondad, misericordia, justicia y santidad, entre
muchos otros atributos.
Hay muchas cosas que los hombres han intentado para descubrir la verdad respecto a Elohim,
también hay religiones con las que los hombres han tratado de alcanzar a Elohim. La gran
diferencia del cristianismo es que Elohim ha tomado la iniciativa para descubrirse a Sí mismo,
Elohim ha buscado al hombre; cuando hablamos de revelación a esto nos referimos.
Elohim se ha revelado a través de la inteligencia humana y en medio de las experiencias de los
hombres, la capacidad del hombre para recibir la revelación de Elohim siempre ha sido
importante, Elohim nunca ha pedido que el hombre cometa un suicidio intelectual o se despoje
del cerebro que ÉL mismo le dio; a veces el hombre ha tenido que luchar para comprender lo que
Elohim le está comunicando.
Es Elohim quien da la revelación, y es en la Biblia que encontramos ésta revelación, la única
revelación clara y completa que Elohim ha dado de Sí mismo.
Como leemos en la epístola a los Hebreos 1:1, Elohim ha utilizado distintos medios para
revelarse, entre los cuales se encuentra la experiencia propia de personas como Abraham, José,
Moisés, David, Isaías, Esdras, Mateo, Pablo, Juan y tú mismo.
Elohim empleó a los profetas para comunicar a los hombres las verdades divinas, pero la máxima
revelación, la revelación final de Elohim es Yeshúa el Mesías. Los evangelios nos cuentan los
hechos de la vida de Yeshúa, el contenido de su enseñanza, el cumplimiento de las profecías
veterotestamentarias; las epístolas explican el significado de la revelación en Yeshúa.
Si queremos saber cómo es Elohim, tenemos que mirar a Adonay Yeshúa, ÉL mismo dijo, "El
que me ha visto a mí, ha visto al Padre" (Juan 14:9). Pablo dice de Yeshúa que "El es la imagen
del Elohim invisible" (Col 1:15) y que "en ÉL habita corporalmente toda la plenitud de la
Deidad" (Col 2:9).
Cuando hablamos de Yeshúa como "la última palabra" de Elohim en Su revelación, hemos dado
por hecho el concepto de una revelación progresiva. La máxima Revelación es EL manifestado
en carne (1ª Timoteo 3:16).
La revelación progresiva quiere decir que Elohim se ha revelado a los hombres de una manera
gradual a través de muchas generaciones; hasta el tiempo de Yeshúa cada generación tenía
mayor conocimiento de Elohim, porque cada revelación nueva que Elohim daba se agregaba al
conjunto de conocimientos recibidos por las generaciones pasadas.
Hay varias razones de la necesidad de que Elohim se revelara gradual y progresivamente. La
primera razón ha sido la incapacidad humana para recibir la revelación total de Elohim de una
sola vez. En su gracia, Elohim se ajustó a las limitaciones del hombre y se reveló poco a poco.
Otra razón es que la revelación divina ha venido en medio de circunstancias históricas reales y
por medio de experiencias genuinas, cada nueva revelación tenía que esperar el ambiente
propicio, Gálatas 4.4-5 “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Elohim envió a su Hijo,
nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de
que recibiésemos la adopción de hijos”.

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Es por eso que Elohim fue mostrándose poco a poco al hombre, permitiendo que cada nueva
generación conociera un poco más de ÉL, sus diferentes nombres, lo que le agrada y lo que le
desagrada; siempre fiel a los pactos por ÉL establecidos.
Además, el contenido de la revelación es determinado por su propósito redentor, Elohim ha
revelado lo que es necesario para conocer su voluntad; por lo tanto, no encontramos en la Biblia
muchas cosas que sin duda serían interesantes y que podrían satisfacer nuestra curiosidad. Paso a
paso Elohim ha revelado lo que el hombre necesita para servir a Elohim en este mundo y en el
venidero.

CONCEPTOS

Revelación.- La comunicación sobrenatural que Elohim proporciona al hombre de aquellas


verdades acerca de Su carácter divino, Sus planes, Su voluntad y Su salvación del pecador; lo
que el hombre nunca podría alcanzar por sus propios esfuerzos. La Revelación tiene que ver con
el descubrimiento de la Verdad Divina.

Revelación General.- Aquel conocimiento de Elohim que el hombre puede derivar de la


naturaleza, el hombre es capaz de alcanzar (razonar e intuir) un cierto conocimiento de la
existencia de Elohim (que hay un Elohim y es Creador), así como del poder de Elohim y de Su
divinidad al considerar las obras de la creación, así como la conciencia moral del hombre.
(Romanos 1:19 - 21)

Revelación Especial.- Aquel conocimiento que el hombre puede alcanzar mediante los hechos y
las palabras por las cuales Elohim se revela a Sí mismo y su verdad en la Biblia. Elohim ha
expresado ésta revelación progresivamente, a través de las teofanías (manifestaciones visibles de
Elohim), las comunicaciones directas, las profecías, la persona de Yeshúa el Mesías y la
experiencia personal con Elohim.
Esta revelación de Elohim se encuentra en las Sagradas Escrituras, primordial y esencialmente en
la vida, carácter y enseñanza del Mesías. (Hebreos 1:1 - 2)

Revelación Progresiva.- La revelación de Elohim de Sí mismo, como se registra en las


Escrituras, fue progresando gradualmente y de maneras particulares, es decir, a personas
seleccionadas, en formas y tiempos selectivos. Cada porción de la Biblia, como el registro
inspirado de ésta revelación divina, acumulativa y progresiva, necesariamente refleja una etapa
diferente en éste proceso.
La autoridad de éstas diversas partes de la Biblia es primeramente pertinente para la etapa de éste
proceso que representan.
Este principio de revelación progresiva significa que la autoridad de ciertas porciones de la
Biblia quizás no tenga vigencia, en detalle o aplicación, sobre nosotros como la tuvo sobre
aquellos a quienes fueron dirigidas originalmente esas porciones; es decir, la autoridad también
es progresiva, y la autoridad de una etapa es modificada o superada por la autoridad de una
revelación subsiguiente más plena.

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CUESTIONARIO

1. Por revelación queremos decir:


2. ¿Qué lugar tiene la inteligencia humana en la revelación?
3. ¿Qué dice Hebreos 1:1 acerca de la revelación?
4. Los tres medios que Elohim ha usado para revelarse son (cita bíblica):
5. ¿Por qué es Yeshúa la revelación final de Elohim?
6. ¿Qué significa "revelación progresiva"?
7. ¿Por qué era necesario tener una revelación progresiva?

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II) LA INSPIRACIÓN

Inspiración ( - theópnefstos)
2ª Ti 3:16,
“toda la Escritura es inspirada por
Elohim, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia”.
“Inspirada de Elohim”, más bien significa exhalada por Elohim y no inhalada, o
sea divinamente “expirada” y no inspirada. En el siglo pasado Georg Heinrich August Ewald y
Cremer Hermann afirmaron que el adjetivo tenía un sentido activo, “exhalando el Espíritu”, y
Carl Barth parece estar de acuerdo (lo glosa de manera que signifique no solamente “dado,
llenado y gobernado por el Espíritu de Elohim”, sino también ”activamente exhalando y
esparciendo por doquier, a la par que haciendo conocer, el Espíritu de Elohim”; B. B. Warfield
demostró claramente en 1900 que el sentido del término sólo puede entenderse como pasivo. La
idea no es la de que Elohim exhala a través de las Escrituras, o que las Escrituras estén
exhalando a Elohim, sino la de que Elohim ha exhalado las Escrituras. Las palabras de Pablo
significan que la Escritura es producto divino, que debe considerarse y estimarse como tal, y no
que ella sea inspiradora (aunque esto también es cierto).

1. Definición
La inspiración de la Biblia es aquella influencia inexplicable por el Ruaj HaKodesh (Espíritu
Santo) sobre los autores escogidos por Elohim para escribir la revelación de Su carácter y
voluntad, que les guiaba aún en el empleo de palabras usadas y les guardaba de error en la
comunicación de todo lo que debía formar parte de ésa revelación.
Esta definición reconoce que hay algo inexplicable en la inspiración, se trata de un poder
aplicado por el Ruaj HaKodesh, pero no podemos decir exactamente cómo lo hizo.
También, ésta definición limita la inspiración a los escritores de la Biblia, por lo tanto, ningún
otro escrito fuera de la Biblia ha gozado de esta clase de inspiración.
La operación del Ruaj HaKodesh se presenta como dirección, guiaba a los autores en la selección
de los materiales que debían incluir: observación personal, información oral, fuentes escritas o
una revelación directa; también, les guiaba en escoger la mejor forma de expresar la verdad.
Según nuestra definición, el Espíritu protegía a los autores de tal modo que los documentos
originales fueron no solamente correctos sino también completos; es decir contenían todo lo que
Elohim quería revelarnos.

2. Restricciones
1) No estamos abogando a favor de cierta teoría en cuanto al método o el modo de inspiración.
Estas teorías suelen poner demasiado énfasis sobre algún aspecto de la obra del Ruaj
HaKodesh. Sin duda, el Espíritu usó distintos métodos para guiar a los autores.
2) Al decir que el Espíritu dirigió la selección de las palabras usadas, no estamos apoyando el
concepto de "dictado verbal". Este concepto confunde el modo de la inspiración con el
resultado.
3) La inspiración, como la hemos definido, se aplica sólo a los autógrafos de las Sagradas
Escrituras; es decir, a los documentos originales escritos personalmente por los autores. No
podemos insistir en que los hombres que copiaron y tradujeron las Escrituras fueran
inspirados igualmente como los originales autores. Sin embargo, podemos tener confianza en

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el texto de la Biblia, creyendo que la Providencia Divina ha velado sobre la Preservación de


las Escrituras.
4) Hay que recordar que la inspiración tiene que ver con los autores de los libros y no
necesariamente con los personajes que aparecen en la Biblia. Encontramos la historia de
pecados repugnantes, crímenes abominables y palabras necias y mentirosas, especialmente de
satanás. En estos casos, la inspiración no implica ninguna aprobación de lo relatado; solo
quiere decir que los autores fueron inspirados para dar un relato verídico de aquellos hechos
y dichos.
3. Comprobación
Algunos creyentes encuentran apoyo suficiente para la doctrina de la inspiración en estas tres
fuentes: los milagros, las profecías cumplidas y los descubrimientos arqueológicos. El
razonamiento es como sigue: si podemos demostrar que la Biblia presenta verdades normalmente
fuera del alcance de la mente humana, entonces ésas verdades tenían que venir de fuentes
sobrenaturales. Sin duda, que esta evidencia es valiosa, especialmente en cuanto a profecías
cumplidas.
Hay otras dos fuentes que dan mayor apoyo a nuestra doctrina de inspiración: el carácter de
Elohim y las declaraciones de las mismas Escrituras.
1) El carácter de Elohim: Semejante concepto de su inspiración demanda un alto concepto de
Elohim. Creemos que Elohim es personal, omnipotente, omnisciente, omnipresente; que es
perfecto en santidad, justicia y amor; que es el creador, el Sustentador y el Gobernador del
universo. Si Elohim es persona, entonces tiene inteligencia, emociones y voluntad, y la
comunión con El es posible. Si es omnipotente (todopoderoso), entonces es capaz de crear,
conservar y gobernar este universo. Si es omnisciente (sabiéndolo todo), entonces conoce
todas las necesidades de sus criaturas. Si es omnipresente (presente en todas partes), entonces
es capaz de revelarse a los hombres. Si es perfecto en santidad y justicia, entonces hay en el
universo una norma absoluta de rectitud moral. Si es perfecto en amor, entonces podrá buscar
el bienestar aún de los indignos.
Los hombres han podido captar estas verdades, hasta cierto punto a través de la naturaleza.
"Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles
desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que
no tienen excusa" (Romanos 1:20). Además, el hombre aún sin la ayuda de una revelación
especial, se da cuenta de su responsabilidad por su carácter y conducta. Su propia conciencia
lo convence de que es un pecador condenado por su propia culpa. Se pregunta qué hacer con
su problema de pecado, pero ni una razón ni la naturaleza le dan respuesta.
Si el hombre se siente responsable delante de la justicia de Elohim, ¿acaso podrá esperar
ayuda divina con el problema del pecado? En la justicia de los gobiernos humanos se
reconoce que la culpa demanda castigo. ¿Acaso Elohim, siendo justo, podrá perdonar al
culpable pecador? Si Elohim ha hecho algo para resolver este gran problema espiritual del
hombre, ¿cómo podemos saber de esta gran maravilla? Puesto que Elohim ha provisto
nuestras demás necesidades, ¿no podemos confiar en que él nos informará ampliamente
sobre este asunto?
Los hombres han tenido muchos libros llamados "sagrados"; "El Sendero Óctuple" del
Budismo, "Los Vedas" del Hinduismo, el “Libro del Mormón” de los mormones, "Los Cinco
Clásicos" del Confusionismo, "El Zendavesta" del Zoroastrismo y "El Corán" de los Islam.
Sin embargo, ninguno de estos libros da una solución lógica adecuada al problema del
pecado. En cambio, al estudiar la Biblia, especialmente en el Nuevo Testamento,

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encontramos una solución que satisface tanto la mente como el corazón. Nos convence de
que Elohim ha encontrado la manera de seguir siendo justo y a la vez justificar al pecador
que cree en Yeshúa (Romanos 3:21-26). Por supuesto, todo esto no es una prueba científica
de la inspiración de toda la Biblia, pero la inferencia es muy clara: Si Elohim es como lo
hemos presentado aquí y si es el Autor de la Biblia, entonces lo más razonable es que Su
Libro ha de ser tan perfecto como todas sus demás obras.
2) Las declaraciones de las mismas Escrituras: La Biblia es un Libro lleno de "Absolutos":
impone deberes absolutos sobre el hombre; absolutamente prohíbe todo pecado, aún el
pecado interno del espíritu; rechaza todo mérito humano como insuficiente para la salvación;
presenta al Mesías como absolutamente la única esperanza del hombre para la redención;
condena al infierno para toda la eternidad a todos los que rechacen este único camino de
salvación. Es inconcebible que tal libro sea el producto de hombres no inspirados. Tomando
en cuenta que más o menos 40 escritores, durante un período de aproximadamente 1,500
años, escribieron las partes, es una legítima maravilla encontrar en los 66 libros de la Biblia
una unidad doctrinal y moral. Con mucha frecuencia (se han contado 3,800 veces) los autores
del Antiguo Testamento introducen su mensaje con frases como éstas: "Habló Adonay",
"Adonay dijo", "Vino palabra de Adonay al profeta", "Vino a mí palabra de Adonay". A
veces los escritores dicen que Elohim les mandó escribir (Éxodo 17:14; 24:4; 34:27;
Números 33:2; Deuteronomio 31:24; Jeremías30:1-2; 36:1, 2, 4, 27-32; Habacuc 2:2).

En el Nuevo Testamento tenemos el testimonio de Yeshúa y de los Apóstoles, que aceptaban el


Antiguo Testamento como plenamente inspirado, fiel a la costumbre, Yeshúa habló del Antiguo
Testamento como "la ley", o "la ley", o "la ley y los profetas" o, "la ley de Moisés, los profetas y
los salmos". En las luchas con sus contrarios Yeshúa apeló al Antiguo Testamento como una
revelación de la voluntad de Elohim (Mateo 4:1-11; Mar 12:24-37). En esta última cita Yeshúa
cita el Salmo 110, afirmando que "el mismo David dijo por el Ruaj HaKodesh"; esto ilustra el
alto concepto que Yeshúa tenía de la inspiración del Antiguo Testamento.
Dos de los apóstoles testifican claramente de la plena inspiración del Antiguo Testamento, Pablo
dice: "Toda la Escritura es inspirada por Elohim, y útil para enseñar, para redargüir, para
corregir, para instruir en justicia" (2ª Ti 3:16); mientras que Pedro dice: "Entendiendo primero
esto, que ninguna profecía de la Escritura fue traída por voluntad humana, sino que los santos
hombres de Elohim hablaron siendo inspirados por el Ruaj HaKodesh" (2ª Pe 1:20-21).
El Nuevo Testamento también insiste en que su contenido es inspirado, en particular Pablo decía
que su mensaje era la "Palabra de Elohim" (1ª Tesalonicences 2:13). El mensaje que Pablo
predicaba fue inspirado de una manera especial: "El evangelio anunciado por mí, no es según
hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Yeshúa el
Mesías" (Gálatas 1:11-12). Algunos de los escritores declaran que el mensaje oral de los
Apóstoles es de sumo valor (1ª Pedro 1:25; 2ª Pedro 3:2; Judas 17).
Pedro daba a las epístolas de Pablo el mismo valor que "tienen las otras Escrituras" (2ª Pe 3:15-
16), cuando Pablo escribió a los Tesalonicenses, les hablaba de la venida del Mesías "en palabra
de Adonay" (1ª Tesalonicenses 4:15); “lo que os escribo son mandamientos de Adonay” (1ª
Corintios 14:37), Pablo dice que él habla la sabiduría de Elohim, usando palabras enseñadas por
el Espíritu.
Todo lo anterior es el resultado lógico de lo que Yeshúa enseñó acerca del ministerio del Ruaj
HaKodesh, cuando envió a los doce, Él les prometió que el Espíritu les ayudaría con su mensaje
(Mateo 10:19-20), después, les prometió que el Espíritu les capacitaría para ser competentes

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maestros de la verdad (Juan 14:26; 16:12-13). La insistencia de los apóstoles es que han recibido
este Espíritu (Hechos 2:4; 9:17; 1ª Corintios 2:10, 12; Santiago 4:5; Judas 19) y que hablan bajo
su influencia y por tanto con autoridad divina.

4. Conclusión
A pesar de algunas dificultades en la doctrina de la inspiración de la Biblia, la evidencia en favor
de este concepto es abrumadora. Un creyente en el Padre de nuestro Adonay Yeshúa el Mesías
no debe tener ninguna resistencia para aceptar toda la Biblia como plenamente inspirada Palabra
de Elohim.

5. Teorías sobre la inspiración


a) Inspiración Naturalista
La Biblia fue escrita por hombres buenos y sinceros que tenían genio especial, o fuerza
intelectual extraordinaria. La Biblia es igual que otro libro cualquiera de religión que expresa
antiguos conceptos y opiniones de experiencia personal que han tenido los hombres en e1
pasado. Aunque Elohim haya podido otorgar a sus autores una capacidad fuera de lo común para
expresar conceptos, la Biblia es... después de todo, una producción humana sin ninguna guía
divina y sobrenatural.

b) Inspiración Parcial
Algunas partes de la Biblia son plenamente inspiradas de Elohim y otras partes son meramente
palabras humanas. Elohim ayudó en diversos grados a los autores en lo que e11os escribieron,
pero no dándoles por completo la capacidad de escribir las escrituras sin error. Sólo parte de la
Biblia es inspirada, es decir, las porciones reveladas que se refieren a la verdad divina son
precisas y ciertas, pero no pueden aceptarse las declaraciones de tipo histórico, geográfico o
científico.

c) Inspiración Conceptual
No fueron las palabras sino solamente las ideas o los pensamientos lo que dio Elohim, y después
los hombres falibles los expresaron en sus propias palabras.
Elohim inspiró el concepto que se envuelve en las Escrituras, pero no las palabras precisas de las
Escrituras. Los autores humanos sólo entendieron parcialmente lo que Elohim les hubo revelado
y, al escribirlo con sus propias palabras, pudieron muy bien haber introducido errores de
consideración en sus escritos.

d) Inspiración Universal
La inspiración divina es igual para todos los escritores cristianos en el mismo sentido
sobrenatural como lo hizo e1 Ruaj HaKodesh con los escritores de la Biblia. Se ve en los
escritos de los padres de 1ª iglesia primitiva 1ª plena inspiración que se ve en las epístolas de
Pablo. (Postura de la religión tradicional).

e) Inspiración Mecánica
Elohim realmente dictó las Escrituras y los escritores de la Biblia actuaron sólo como
taquígrafos.
Elohim cumplió con exactitud lo que el quiso dirigiendo a los autores humanos que escribieran
los libros de 1ª Biblia, pero sin la influencia de su personalidad humana, su estilo literario o

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interés personal. La personalidad de1 escritor humano fue anulada y el escritor llego a ser un
agente pasivo. El Ruaj HaKodesh inspiraba las palabras pero no a los hombres que usaban las
palabras.

f) Inspiración Limitada
Aunque sin negar necesariamente que existen elementos sobrenaturales en los escritos de las
Escrituras, la neo-ortodoxia declara que hay errores en la Biblia, y de esta forma la Biblia no
puede ser tomada literalmente como verdadera. Elohim habla mediante las Escrituras y las utiliza
como medio para comunicarse con el hombre. La Biblia se hace verdadera sólo cuando es
comprendida, y la evidencia de verdad queda a juicio del lector individual como autoridad final.

g) Inspiración Plenaria
El Ruaj HaKodesh dirigía a los escritores de la Biblia en sus procesos de Meditación y de
Composición sin destruir ni anular su propia individualidad, estilo literario o intereses
personales; y bajo éste poder y dirección les hizo capaces de recibir y comunicar las verdades
divinas sin posibilidad de cometer el más mínimo error. Todas las partes de la Biblia son
igualmente inspiradas.
El mensaje de la Biblia es presentado en palabras que fueron aprobadas por el Ruaj HaKodesh,
tal como fueron expresadas por los autores en tos escritos originales y todo lo que han escrito
(en los idiomas originales) es la Palabra de Elohim y constituye para la raza humana una regla
infalible de fe y de conducta.

CUESTIONARIO

1) ¿Qué es la “inspiración bíblica”?


2) ¿En qué sentido son inspirados los pasajes que relatan los dichos de satanás?
3) ¿Cómo es el carácter de Elohim una prueba de la inspiración de la Biblia?
4) ¿Cuáles son los dos pasajes bíblicos en español que dan más clara comprobación de la
doctrina de la inspiración?

INVESTIGACIÓN

1) ¿Cómo se encuentra organizado el Antiguo Testamento en la Biblia Hebrea?


(Detalladamente)
2) ¿Cómo se encuentra organizado el Antiguo Testamento en la Biblia Romana?
(Detalladamente)
3) ¿A qué se deben las diferencias en (1) Y (2) con nuestra Biblia?
4) Elabora una lista de los autores (humanos) de cada libro que forma la Biblia.
(Detalladamente)
5) Realiza una búsqueda en Internet referente a los autores: Georg Heinrich August Ewald,
Cremer Hermann, Carl Barth y B. B. Warfield. Entrega una breve biografía y la característica
primordial de su enseñanza. (Busca en páginas cristianas y sus conexiones).

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III) EL MENSAJE

La Biblia relata la historia de este mundo desde el momento de su creación, hasta el tiempo
cuando habrá un cielo nuevo y una tierra nueva; aún cuando se compone de 66 libros (si
consideramos que Los Salmos son cinco libros y no uno solo, hablaríamos de 70, piénsalo), su
tema principal es el Mesías.
El Antiguo Testamento contiene muchas profecías respecto a Él (60 principales y 270 que se
derivan de éstas), mientras que el Nuevo Testamento relata el cumplimiento de las mismas, con
la venida y obra del Mesías en este mundo.
Es pues la Biblia la historia de la redención del hombre, planeada por Elohim y efectuada por
Yeshúa el Mesías. Su tema básico es la salvación y su personaje central es el Mesías, Adonay.
Puesto que este mensaje es una revelación y no una especulación, comienza con el hecho de que
Elohim existe.
Elohim se presenta como un Creador Todopoderoso que produjo un buen universo y una criatura
con la que deseaba tener comunión. Así que, Elohim hizo como una creación especial al hombre,
a su imagen y semejanza, para que fuera como Elohim es e hiciera como Elohim hace; le dotó
con el libre albedrío para que fuera libre en su elección de tener o no tener una relación cercana,
íntima, personal y de amor con Él. Sin embargo, el ser humano en lugar de escoger comunión
con Elohim, usó su libre albedrío (voluntad y libertad), para desobedecer a Elohim. Esta rebelión
en contra de la voluntad divina es lo que la Biblia llama pecado, a Elohim le desagrada y lo
abomina porque afecta tanto al hombre que éste queda condenado a la separación de su amante y
justo Creador.
La Biblia describe el esfuerzo de Elohim para rescatar al hombre de su perdición por el pecado, y
podemos ver que Elohim continuamente, desde Adán ha dado la oportunidad al hombre para
ponerse a cuentas con Él, reconociendo su desobediencia y pidiendo perdón; pero el hombre
generalmente echa a perder una disculpa con una excusa, y el juicio de Elohim, así como su
misericordia se manifiestan.
Expulsar al hombre del Jardín del Edén para que no coma del fruto del Árbol de la Vida,
manifiesta el juicio de Elohim, pero también su misericordia. El diluvio se interpreta como un
medio de "limpiar" al mundo, después de que la maldad de los hombres llegó a un extremo
inaguantable. Con la familia de Noé, se hizo un nuevo principio, pero la humanidad que resultó
siguió perdida y quiso llegar al cielo con una torre para preservar su nombre.
Elohim escogió a un hombre, Abraham, para levantar de su descendencia un pueblo por medio
del cual Él podría enviar al mundo un Salvador, el resto del Antiguo Testamento es el relato de la
obra de Elohim para preparar al pueblo escogido para la venida del Mesías que salvaría al mundo
de sus pecados.
Tenemos la historia de los Patriarcas Abraham, Isaac, Jacob (o Israel) y la de José; después viene
un largo período de crecimiento y disciplina de Israel en Egipto, seguido por los grandes
milagros del Éxodo, el "alumbramiento" de la nueva nación; la Conquista de Canaán y el
establecimiento del pueblo en la "Tierra Prometida" durante el período de los jueces.
El cambio de la Teocracia a un reino como el de todos los demás pueblos, con el permiso, pero
sin su aprobación; un reino que duró apenas la gestión de tres reyes: Saúl, David y Salomón. La
posterior división del reino en dos, y la gradual declinación del pueblo de Elohim, hasta la gran
vergüenza del cautiverio; mientras que los profetas trataban de convencer al pueblo de los
propósitos redentores de Elohim.

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Un remanente de ese pueblo fue restaurado en la tierra de Emmanuel (Isaías 8:8), en el territorio
de Israel: Judea, Samaria, Galilea, e Idumea, desde el Nilo hasta el Éufrates y la tierra de los
heteos (Gen 15:18-20). Elohim mismo se presentó dentro de ése remanente, encarnado en la
persona de Yeshúa, quien fue concebido en la virgen María, por el poder del Ruaj HaKodesh.
Como maestro Yeshúa reveló el verdadero carácter de Elohim como un Padre que desea y
procura la salvación de los hombres. Yeshúa, el Mesías, dio su vida en demostración de su
enseñanza, pero también fue resucitado de entre los muertos en demostración del valor eterno del
sacrificio que realizó en su muerte.
Para proclamar estas verdades y para reunir al verdadero pueblo de Elohim que Él iba a crear,
formó una nueva institución, la iglesia, que ha de perdurar en el mundo hasta la Segunda Venida,
que Yeshúa declaró iba a realizar; la iglesia tiene la tarea de anunciar a todos los hombres las
Buenas Nuevas ( - evangélion) de la redención que hay en el Mesías. Esa Segunda
Venida marcará el fin de la historia del mundo, cuando los hombres y las naciones serán
juzgados de acuerdo con su relación con el Mesías el Redentor.
La Biblia tiene un mensaje unificado, sin embargo, hay que reconocer que a través del desarrollo
de éste mensaje hay distintas clases de enseñanzas, podemos clasificar algunas de estas
enseñanzas o doctrinas de la siguiente manera:

1. Bibliología, la doctrina de la revelación bíblica.


2. Teología, la doctrina de Elohim.
3. Cosmología, la doctrina del mundo o del universo.
4. Antropología, la doctrina del hombre.
5. Harmaciología, la doctrina del pecado.
6. Cristología, la doctrina de la persona del Mesías.
7. Soteriología, la doctrina de la Obra del Mesías (Salvación o Redención).
8. Neumatología o Paracletología, la doctrina del Ruaj HaKodesh.
9. Eclesiología, la doctrina de la iglesia.
10. Escatología, la doctrina de las cosas finales.

CUESTIONARIO

1) ¿Cuál es el tema principal de la Biblia?


2) ¿Quién es el personaje central de la Biblia?
3) ¿Quiénes fueron los Patriarcas?
4) ¿De qué trata la Encarnación?
5) ¿Cuáles de las diez doctrinas de la lista anterior son más importantes a la luz del tema central
de la Biblia?

INVESTIGACIÓN

1) ¿Qué es el Talmud?
2) ¿Qué es la Mishna?
3) ¿Qué es la Cabala?

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IV) LA AUTORIDAD

En su esencia, la autoridad de la Biblia no es poder que domina, sino una influencia que
persuade. Así que la autoridad no depende de la fuerza que se puede aplicar; depende más bien
del carácter de la persona o de la idea que ejerce influencia. Esto es importante, porque
precisamente ésta es la clase de autoridad que tiene la Biblia.

1) La Naturaleza
Si aceptamos la doctrina de la inspiración que hemos expuesto, como consecuencia tenemos que
creer en la autoridad de la Biblia, ya que la fuente de esta autoridad es Elohim mismo. Si la
Biblia es de origen divino, entonces su contenido lleva el sello de la autoridad divina.
Si la Biblia es de hecho la Palabra de Elohim, entonces es verdad, porque tenemos el testimonio
de Yeshúa de que “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.” (Juan 17:17). Una verdad
absoluta que no se puede contradecir, sin embargo, esto no quiere decir que el lector ha de
aceptar cada dicho de la Biblia ciegamente, sin el uso de la razón. Al contrario, el lector tiene
que aplicar el mejor esfuerzo de su mente para usar bien la palabra de verdad, cortar recto, como
en el trazado de carreteras ( , recto; , cortar). Se emplea
metafóricamente en 2ª Timoteo 2:15 (RV: “que traza bien la palabra de verdad”; RVR: “que usa
bien”). El énfasis recae en ; la Palabra de Elohim tiene que ser empleada de manera
estricta siguiendo las líneas de su enseñanza. (2ª Timoteo 2:15). El estudiante de la Biblia debe
comprender su "plano" para poder comprender la correcta relación entre sus partes.
Debe partir del contenido para poder examinar lo más profundo de su significado, la autoridad de
la Biblia no excluye el sabio uso de las facultades mentales, si no todo lo contrario, exige que
estas facultades se empleen al máximo. Sin embargo, la mente humana no debe ponerse a sí
misma por encima de la Biblia para juzgarla.
El lector, mientras que traza bien la palabra de verdad, debe recordar que la Palabra de Elohim es
"viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el
espíritu, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón (Hebreos 4:12). La autoridad
de la Biblia no está sujeta al juicio de la mente humana sino que el espíritu del hombre tiene que
sujetarse a la autoridad de la Escritura.
Las Sagradas Escrituras son la autoridad final, aunque haya quien no lo crea o esté a disgusto por
ello; cada Escritura debe ser interpretada a la luz de todas las demás, a mayor Revelación, mayor
autoridad. La autoridad de la Biblia es espiritual en su naturaleza, dado que proviene de Elohim,
quien inspiró la Biblia como el Ruaj HaKodesh; se aplica dentro del carácter espiritual del
hombre, y opera a través de la influencia que su verdad ejerce para persuadir la voluntad del
lector y el oyente.
2) El Alcance
Es importante recordar que la Biblia es un libro espiritual, por lo que no se debe considerar como
última autoridad en asuntos de geografía, de historia, de medicina o de las demás clasificaciones
del saber humano. Sin embargo, cuando la Biblia habla de estos temas, lo que dice es totalmente
correcto. No podemos exigir que la Biblia hable de asuntos que no tengan que ver con su tema
central, el plan de Elohim para la redención del hombre.
Hemos de juzgar nuestro concepto de Elohim según lo que Él ha revelado de sí mismo en la
Biblia, de igual manera, la Biblia ha de ser la norma decisiva para determinar las demás doctrinas
de nuestra fe. Lo mismo se aplica respecto de las costumbres prácticas que forman nuestra vida
cristiana (ética), tanto en lo particular como en las relaciones y actividades de las iglesias.

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La Biblia es nuestra autoridad para hacer decisiones éticas, la autoridad no consiste solamente en
reglas o leyes expuestas en la Biblia, porque a veces nos encontramos en situaciones que no se
mencionan en la Biblia. Cuando esto sucede, tenemos que hacer una aplicación práctica de
nuestra comprensión del carácter de Elohim y de nuestra relación con Él. En ambos casos, la
Biblia es nuestra autoridad: donde la Biblia habla claramente sobre cuestiones morales, tenemos
obligación de seguir sus indicaciones; cuando no hay dirección precisa, tenemos la
responsabilidad de aplicar los principios generales de santidad y rectitud que la Biblia enseña.
3) La Autoridad Absoluta Y La Autoridad Relativa
¿Son iguales en autoridad todas las partes de la Biblia?
Cualquier estudiante serio de la Biblia sabe que la respuesta es no. Pero, ¿cómo hemos de juzgar
qué parte de la Biblia es superior en autoridad?
Al reflexionar un poco, nos damos cuenta de que la autoridad absoluta reside en la verdad
misma, si solamente la absoluta verdad tiene absoluta autoridad, entonces cualquiera
comprensión parcial de aquella verdad tiene solamente una autoridad relativa.
Aplicando esto a la experiencia religiosa del hombre, sabemos que la última verdad, la realidad
final, es Elohim. Por tanto, la absoluta autoridad reside en Él. El hombre comprende algo de
aquella autoridad al ir descubriendo aquella verdad, pero la verdad de Elohim se descubre sólo a
medida que Él se vaya revelando.
Hemos dicho que la Biblia es el relato de Elohim revelándose a Sí mismo al hombre, hemos
llamado a este proceso el principio de "la revelación progresiva". Si este razonamiento es válido,
entonces la Biblia tiene mayor autoridad en las partes donde la revelación de Elohim es más clara
y más completa. Obviamente, el Nuevo Testamento revela mejor el carácter de Elohim, puesto
que presenta al Mesías, quien es la personal revelación de Elohim mismo: "El que me ha visto al
mí, ha visto al Padre" (Juan 14:9).
El Nuevo Testamento es el clímax, el cumplimiento y explicación del Antiguo Testamento, así
que el Antiguo debe interpretarse a la luz del Nuevo, ya que su revelación parcial de Elohim se
entiende a la luz de la plena revelación de Elohim hecha en Yeshúa el Mesías; la autoridad
relativa del Antiguo Testamento tiene que ceder ante la autoridad superior del Nuevo.
A su vez, el Nuevo Testamento no se puede comprender plenamente sin la iluminación provista
por el Antiguo, las doctrinas más importantes del Nuevo Testamento son apenas el
desenvolvimiento natural de ideas que encontramos en el Antiguo en su forma más
rudimentaria.
Al estudiar la vida y el ministerio del Mesías, vemos que Él es el Hijo de Abraham, Hijo de
David, Hijo del Hombre, el segundo Adán, el Mesías, un sacerdote no según el orden de Aarón,
sino según el orden de Melquisedec, el Cordero de Elohim, ַ‫ יֵׁשּוע‬- Yeshúa; ¿qué pasaría si no
tuviéramos el Antiguo Testamento?, ¿cómo podríamos comprender estas frases? Los apóstoles
apelaron a la autoridad del Antiguo Testamento para convencer a sus oyentes de la veracidad del
evangelio cristiano, mucho antes de la existencia del Nuevo Testamento (Hechos 2:22-42).
Los dos Testamentos son mutuamente indispensables, cada uno es necesario para la
interpretación del otro, debemos reconocer que la autoridad de cualquier parte de la Biblia
depende de la excelencia de su revelación de la naturaleza de Elohim. Puesto que el Mesías es la
máxima y la final revelación de Elohim, entonces sus dichos y sus hechos forman la norma
suprema para evaluar el resto de la Biblia.
4) La Palabra Encarnada Y La Escrita
Algunos cristianos encuentran un dilema entre los conceptos de la autoridad de la Biblia y la del
Mesías, temen que si exaltamos demasiado la autoridad bíblica, llegaremos a adorar al libro de

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Elohim más que a la persona de Adonay. A la vez, ven el peligro de afirmar que la autoridad
final está en el Mesías como Él se revela en nuestra experiencia más bien que en la Biblia.
Puesto que el Mesías es la revelación suprema definitiva de Elohim, de hecho ninguna autoridad
puede ser superior a la de sus palabras. Pero, ¿cómo llegamos a conocer esas palabras sino a
través del testimonio de los escritores del Nuevo Testamento?
En realidad no hay conflicto aquí, la persona que los cristianos llegamos a conocer es
precisamente el Mesías presentado en las páginas del Nuevo Testamento. El Mesías que nosotros
conocemos en nuestra experiencia no puede ser diferente del Mesías que se presenta en la Biblia.
Al conocerlo, nos rendimos incondicionalmente ante su autoridad y presencia. Sin embargo, esta
experiencia de aceptar la absoluta autoridad del Mesías no hace menguar la autoridad de la
Biblia en nuestra vida, todo lo contrario, encontramos que la autoridad del Verbo encarnado
confirma y apoya la autoridad de la palabra escrita.
La autoridad de la Biblia descansa en el libro como un todo, no en fragmentos desligados y
errantes del mismo. La autoridad de un solo versículo reside en el significado que Elohim tuvo la
intención de darle; y una comprensión correcta de un solo versículo siempre será corroborada por
la Biblia como un todo.
No debemos convertirnos en bibliólatras o peor aún reinavaleristas60, la autoridad de las
Escrituras es incuestionable sólo en los escritos de los idiomas originales. En todas las
subsecuentes copias, versiones y traducciones, la autoridad es transmitida sólo hasta el grado
de su fidelidad al original.

CONCLUSIÓN

Elohim se ha revelado a Sí mismo mediante la Palabra, que fue escrita y preservada; las
Escrituras son de hecho la Palabra escrita de Elohim, la cual es verdadera, digna de fe y tiene
autoridad divina sobre los hombres.
La autoridad de la Biblia es entonces, la autoridad de la Gracia de Elohim puesta a nuestro
alcance por medio del Mesías, la Gracia que liberta de la culpa y de la servidumbre del pecado.

CUESTIONARIO

1) ¿Cuál es el significado básico de la autoridad de la Biblia?


2) ¿Cuál es la fuente de la autoridad de la Biblia?
3) ¿Cuáles son las dos razones para decir que la autoridad bíblica es espiritual?
4) ¿Cuál es el alcance de la autoridad de la Biblia?
5) ¿Qué parte de la Biblia tiene mayor autoridad?
6) ¿En qué medida las versiones de la Biblia NVI, De las Américas, Reina Valera y otras tienen
autoridad?

INVESTIGACIÓN

1) ¿Cuáles son las fuentes de autoridad para la iglesia tradicional (romana)?


2) ¿Cuáles son las fuentes de autoridad para los mormones?
3) ¿Cuáles son las fuentes de autoridad para los testigos de Russell?

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V) LA ESCRITURA

INTRODUCCIÓN
Se ha dicho que la Biblia es la "Biblioteca Divina", y esta afirmación es acertada, pues aún
cuando pensamos de ella como un solo libro, está formada por sesenta y seis libros diferentes.
La Biblia es el registro de una Revelación Progresiva, que tuvo su culminación en Yeshúa el
Mesías.
La Biblia comienza con el Génesis y termina con el Apocalipsis, se halla dividida en dos
secciones principales. La primera parte se llama "Antiguo Testamento", la segunda sección es el
"Nuevo Testamento".

1. Los Autores De La Biblia


Hablando en términos humanos, la Biblia fue escrita por algo así como 40 personas en un
periodo de tiempo de alrededor de 1,600 años.
Lo importante es tener en mente que estos hombres escribieron inspirados por el Ruaj HaKodesh
(2ª Pe 1: 21; 2ª Ti 3: 16 - 17); por consiguiente la Biblia es la Palabra de Elohim inerrable (no
contiene error, ni conduce a error), e infalible, es una precisa y exacta declaración de la verdad
divina.
La Biblia es el relato de la experiencia del hombre en que este descubre la verdad de Elohim
conforme Él se revela a Sí mismo. Elohim es el Autor Divino de su revelación contenida en la
Biblia, pero Él utilizó a muchos autores humanos, todos ellos hebreos con excepción de Lucas.
Algunos eran de la alta sociedad y eran muy cultos, como Moisés, Isaías, Pablo y Lucas. Otros
eran de las clases humildes y tenían poca preparación formal como Amos, Pedro y Juan.
El elemento distintivo de los escritores de la Biblia era su profundo conocimiento de Elohim y su
sujeción a la voluntad divina. Por eso, muchos de estos autores sentían que estaban escribiendo
exactamente lo que Elohim les había dicho. Otros relataban historia o componían poesía,
convencidos de que así estaban describiendo la relación de Elohim con su mundo y del hombre
con su Elohim.

2. El Periodo En Que Fue Escrita La Biblia


Probablemente la primera parte de la Biblia fue escrita por Moisés después del Éxodo de los
hebreos de Egipto. La fecha tradicional del Éxodo es a mediados del siglo XV antes del Mesías,
es decir, cerca del 1450 a.C. Las últimas partes del Antiguo Testamento tienen que ver con los
problemas de los judíos después del regreso del cautiverio y fueron escritas en el período de 450
a 400 a.C.
Los libros del Nuevo Testamento fueron escritos durante la segunda mitad del primer siglo
después del Mesías.
Los libros de la Biblia se escribieron a través de un período de 1,500 – 1,600 años.

3. El Método De Escritura De La Biblia


Los libros de la Biblia fueron escritos a mano; por eso se llaman manuscritos.
Los judíos usaban distintos materiales para sus escritos. La ley fue escrita en tablas de piedra
(Éxodo 31:18; 32:15-16; 34:1,4). Isaías escribió en una gran plancha de madera o de metal
(Isaías 8:1). Ezequiel dibujó en un adobe de barro (Ezequiel 4:1). Jeremías dictó y Baruc escribió
en un rollo, quizá de papel, pero posiblemente de cuero (Jeremías 36:4). Zacarías escribió en una
tablilla, probablemente una pizarra de cara que tenía la ventaja de poderse borrar fácilmente

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(Lucas 1:63). En el tiempo del Nuevo Testamento se escribía igualmente en papel o en


pergamino. En 2ª Timoteo 4:13, Pablo habla de sus libros y de sus pergaminos. Los libros eran
de papel, enrollado cada extremo en un palito. Los pergaminos tenían la misma forma pero eran
de fina piel de animales, especialmente preparada según un método descubierto en la ciudad de
Pérgamo; de allí el nombre de pergaminos.
Para escribir sobre piedra se usaba una especie de cincel. Para las tablas de barro se usaba un
instrumento puntiagudo, como una cuña (esta escritura se llama cuneiforme). Al escribir en
cuero o en papel, los autores usaban plumas hechas de caña fina cortada o de pluma de ave. La
tinta tenía como su elemento básico el carbón en polvo, normalmente en la forma de hollín.
En el tiempo en que la Biblia fue escrita, los libros tenían la forma de rollos. Jeremías y Ezequiel
hablan de "un rollo de libro".

4. Los Idiomas De La Biblia


Todo el Antiguo Testamento fue escrito en el idioma hebreo, con la excepción de unos breves
pasajes (Esdras 4:8 a 6:18 y 7:12-26; Jeremías 10:11; Daniel 2:4 a 7:28) que están escritos en el
idioma arameo. El arameo es semejante al hebreo y llegó a ser el lenguaje común de los judíos
después del cautiverio.
El hebreo tiene algunas características peculiares, se escribe de derecha a izquierda y está
compuesto de consonantes solamente. Después de 500 d.C. algunos eruditos judíos (los
masoretas) agregaron señales para indicar el sonido de las vocales. Los verbos en el hebreo no
especifican el tiempo de la acción. Indican solamente una acción completa o una acción todavía
no completa, sin señalar si la acción sucede en el pasado, el presente o el futuro.
Todo el Nuevo Testamento fue escrito en el idioma griego. En el tiempo del Nuevo Testamento
se hablaban muchas lenguas en el Imperio Romano (Hechos 2:8-11) pero los dos idiomas más
usados eran el latín, el lenguaje oficial de Roma, y el griego, el lenguaje del comercio y la
cultura. En casos especiales se usaban estos dos idiomas, junto con el idioma nativo del pueblo
en cuestión, (Juan 19:20).
Había dos clases del idioma griego. El griego clásico era el lenguaje de los grandes filósofos,
poetas y dramaturgos de la Grecia antigua. El griego Coiné (se pronuncia kiní), era el lenguaje
del vulgo. Esta era la lengua vernácula que se usaba en todos los tratados ordinarios del pueblo
común. Esta es la forma del idioma griego que usaron los autores del Nuevo Testamento.

CUESTIONARIO

1) ¿Cual era el elemento distintivo de los escritores de la Biblia?


2) ¿Por qué se llaman "pergaminos" a los documentos escritos en hojas de piel?
3) ¿Cuáles son los tres idiomas originales de la Biblia?
4) ¿Cuáles son dos peculiaridades del idioma hebreo?
5) ¿Cuáles son las dos clases del idioma griego?

INVESTIGACIÓN

¿Qué es el texto masorético, quién lo realizó y en que año?

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EVALUACIÓN

Antiguo Testamento
(5 – 12 –55 – 12)
1
2
3
4
1 5
La Ley 2 Libros 6
(Torah) 3 Históricos 7
4 8
5 9
10
11
12

1 1
2 2
Poéticos 3 Profetas 3
4 Mayores 4
5 5

1
2
3
4
5
Profetas 6
Menores 7
8
9
10
11
12

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Nuevo Testamento
(41 – 13 – 8 – 1)
1
1 2
Biográficos 2 3
(Evangelios 3 4
Sinópticos 5
Y Epístolas 6
Evangelio 4 Generales 7
Doctrinal) 8

Histórico 1

1
2 Profético 1
3
4
5
Epístolas 6
Paulinas 7
8
9
10
11
12
13

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VI) LA FORMACIÓN DEL CANON

CANON
Los 66 libros de nuestra Biblia fueron escritos en distintos lugares y en distintas épocas, en tres
continentes: África, Asia y Europa, en tres idiomas: Hebreo, Arameo y Griego Coiné.
Los muchos autores probablemente no sabían que sus escritos serían juntados en una colección.
A la vez, había muchos otros libros religiosos que no eran inspirados por Elohim, para reunir los
escritos inspirados y para excluir los otros, era necesario tener algunas normas; el procedimiento
para coleccionar los libros de la Biblia es lo que se llama "la formación del canon".
El término griego  es de origen semítico y su sentido inicial fue el de «caña». Más tarde la
palabra tomó el significado de «vara larga» o listón para tomar medidas utilizado por albañiles y
carpinteros. El hebreo  tiene ese significado (Ezequiel 40.3, 5). El latín y el castellano
transcribieron el vocablo griego en «canon». La expresión, además, adquirió un significado
metafórico: se utilizó para identificar las normas o patrones que sirven para regular y medir.
En la tradición judeocristiana el canon tiene un propósito triple. En primer lugar identifica y
conserva la revelación, a fin de evitar que se confunda con las reflexiones posteriores en torno a
ella; tiene el objetivo, además, de impedir que la revelación escrita sufra cambios o alteraciones.
Por último, brinda a los creyentes la oportunidad de estudiar la revelación y vivir de acuerdo a
sus principios y estipulaciones.
En el siglo IV la palabra «canon» se utilizó para referirse propiamente a las Escrituras. El
«canon» de la Biblia es el catálogo de libros que se consideran normativos para los creyentes y
que, por lo tanto, pertenecen con todo derecho a las colecciones incluidas en el Antiguo y el
Nuevo Testamento; con ese significado específico la palabra fue utilizada posiblemente por
primera vez por Atanasio, el obispo de Alejandría, en el año 367. A finales del siglo IV esa
acepción de la palabra era común tanto en las iglesias del Oriente como en las del Occidente,
como puede constatarse en la lectura de las obras de Gregorio, Priciliano, Rufino, Agustín y
Jerónimo.

FORMACIÓN DEL CANON HEBREO


Hay un largo periodo que podría llamarse precanonico, de extensión difícil de fijar siquiera
aproximadamente, pero que debió de haber sido por lo menos de unos cinco siglos, en que
existen, primeramente, materiales que preserva la tradición oral y de los cuales, ya en una
primera selección, que podría llamarse "natural", porque no es impuesta por ninguna autoridad,
excepto la de la popularidad, se van consignando algunos por escrito. Los más antiguos son sin
duda de índole folklórica: poemas épicos y cánticos que corren de boca en boca, y que cuando
llegan a formar parte de relatos históricos son generalmente de más antigüedad que el contexto
en que se insertan. En esta forma, o como cánticos separados, que es el caso de algunos salmos,
vienen finalmente a formar parte del canon, y de este modo llegar hasta nosotros.
La lista de éstos no es pequeña, el orden en que aparecen en la Biblia es el siguiente, por
supuesto, no es precisamente el de su antigüedad: Cántico de la espada, Génesis 4:23,24;
Maldición de Canaán, Génesis 9:25-27, Oráculo de Yahvéh, Génesis 25:23; Bendiciones de
Isaac, Génesis 27:27-29,39,40; Bendiciones de Jacob, Génesis 49:2-27; Epinicio de Moisés, Ex
15:1-18; Estribillo de Miriam, Ex 15:21, repitiendo 15:1; Cántico del Amón, Números 21:14,15;
Cantar del pozo, Números 21:17,18; Poema de los romanceros, Números 21:27-30; Seis
profecías de Balan, Números 23:7-10, 18-24, 24:3-9, 15-19, 21-22, 23-24; Cántico de Moisés,
Deuteronomio 32:1-43; Bendición de Moisés, Deuteronomio 33:2-29; Cántico de los astros.

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Josué 10:12,13; Epinicio de Débora, Jue 5; Enigma de Sansón, Jue 14:14; Dicho de Sansón, Jue
14:18; Cántico de Sansón, Jue 15:6; Cantar de las mujeres, 1º S 18:7; Elegía de David (por la
muerte de Saúl y Jonatán), 2º S 1:19-27; Elegía de David (por la muerte de Abner), 2º S 3:33;
Salmo de la liberación, 2º S 22:2-51 (Sal 18); Canto postrero de David, 2º S 23:1-7; Salmo de
David, 1º Cr 16:8-36 (Sal 105:1-15; 96:1-13; 106:47,48); Salmo de Ezequías, Isaías 38:10-20;
Salmo de Jonás, Jon 2:2-10; Salmo de Habacuc, Habacuc 3.
Entre esos antiguos materiales orales y escritos, son de particular importancia los que expresan
las relaciones del pueblo de Elohim. Son de dos clases:
1) Códigos o cuerpos de leyes prescritas por él para regir la vida individual y comunitaria.
2) Fórmulas rituales y reglamentos del culto establecidos por mandato divino.
Habiendo existido al parecer, primeramente, por separado, algunos de ellos, probablemente la
mayoría, quedaron incorporados al Pentateuco, pero todavía puede advertirse que forman un
grupo. Algunos de ellos, que han podido discernirse en el conjunto, son leyes como las de las
lesiones, Ex 21:12, 15-17; la que prohíbe ayuntarse con bestias, Ex 22:19; las del adulterio y las
relaciones sexuales entre parientes próximos, así como contra la homosexualidad, Lv 20:10-13;
el Decálogo, que existe en dos recensiones, Ex 20:1-17 y Deuteronomio 5:1-21; el que se ha
denominado Código del Pacto, Ex 20:22-23:19, probablemente el Libro del Pacto mencionado en
24:7, y del que algunos autores excluyen partes que suponen incorporadas posteriormente y que
formaban originalmente un Decálogo ritual (23:12, 15-17; 22:29.30; 23,18:19); el llamado
Código ritual. Ex 34; el designado como Código deuteronómico, Deuteronomio 12-26, el
denominado Código de santidad, Lv 18-26 y un Ritual del Arca, Números 10:35,36.
Los eruditos consideran que las principales tradiciones que finalmente se consignaron por escrito
son por lo menos tres: una en que se usa para Elohim el nombre de Yahvéh y a la que por eso se
ha llamado yahvista; otra que prefiere el nombre Elohim que significa simplemente "Elohim",
que por tanto ha recibido la designación de elohista, y una tercera, más tardía, quizá de los
últimos tiempos de la monarquía, y que por los temas en que hace hincapié y la importancia que
se da en ella al culto y al sacerdocio se ha llamado sacerdotal.
Los materiales de estas tres tradiciones o fuentes documentales se han combinado, según el
consenso de los eruditos modernos, en la composición del Pentateuco. El Código deuteronómico,
citado arriba, pertenecería probablemente a la tradición sacerdotal, y se habría redactado quizá en
tiempos de Ezequías, como una nueva versión de la peregrinación por el desierto y una nueva
codificación de las leyes.
Se ha sugerido, con muchos visos de probabilidad, que "el libro de la Ley", encontrado en el
templo en tiempos de Yosiyahu (Josías) podría haber sido una primera redacción del mencionado
Código deuteronómico o una recensión primitiva del Deuteronomio. Algunas autoridades
identifican la tradición sacerdotal con un código en forma, llamado Código sacerdotal, cuya
presencia, según algunos eruditos, se haría notar desde el primer capítulo del Génesis, que habría
sido originalmente parte de él.
Existieron también libros y otros materiales escritos que se perdieron, algunos de los cuales se
mencionan por nombre y se citan en la Biblia: Libro de las guerras de Yahvéh, Números
21:14,15; Libro de Yasar (o "del Justo"), Josué 10:13, del cual tomó el autor de los libros de
Samuel la elegía de David, 2 S 1:18; Historia del profeta Natán, Profecía de Ajiyáh el siloneo,
Visiones de Yedo (o Ido) el vidente, 2º Cr 9:29; Libro de la historia de Salomón, 1º R 11:41;
Libro de las crónicas de los reyes de Judá, 1R 15:7; Libro de las Crónicas de Israel, 1 R 15:31,
libros, estos dos últimos, que no son nuestros libros lo y 2º de Crónicas, y Libro de Yahvéh,
Isaías 34:16.

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Seguramente hubo materiales que se perdieron también, pero no se mencionan, y que


posiblemente sirvieron de consulta a los escritores sagrados y acaso se incorporaron en la Biblia
sin que puedan ahora distinguirse. Por ejemplo, algunos eruditos sugieren que 1º S 8:11-17, es
quizá parte de un libro que Samuel redactó con los fueros o atribuciones del rey, especie de
Constitución de la monarquía, que se habría guardado en el santuario de Mispa. Se ha sugerido
también que podría tratarse del pequeño código contenido en Deuteronomio 17:14-20, que el
deuteronomista, escritor muy posterior a Samuel, habría encontrado e incluido en su versión del
Código del Pacto, o sea en el llamado Código Deuteronómico, mencionado anteriormente. Estas
sugerencias son, por supuesto, aunque plausibles, más bien conjeturas.
De acuerdo a los diversos relatos evangélicos, Yeshúa utilizó las Escrituras hebreas para validar
su misión, sus palabras y sus obras (véanse Mc 1:14; Lc 12:32). Los primeros creyentes
continuaron esa tradición hermenéutica y utilizaron los textos hebreos, y sobre todo sus
traducciones al griego, en sus discusiones teológicas y en el desarrollo de sus doctrinas y
enseñanzas. De esa forma la iglesia contó, desde su nacimiento, con una serie de escritos de alto
valor religioso.
Los libros de la Biblia hebrea son 24, divididos en tres grandes secciones.
La primera sección, conocida como  (vocablo hebreo que por lo general se traduce «ley»,
pero cuyo significado es más bien «instrucción» o «enseñanza») contiene los llamados «cinco
libros de Moisés»: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.
La segunda división, conocida como  (profetas), se subdivide, a su vez, en dos grupos:
Los profetas anteriores, en los que figuran Josué, Jueces, Reyes y Samuel; y Los profetas
posteriores: Isaías, Jeremías, Ezequiel y el Libro de los Doce.
La tercera sección de la Biblia hebrea se conoce como  (escritos) e incluye once libros:
Salmos, Proverbios y Job; un grupo de cinco libros llamados Megillot (rollos), Cantar de los
cantares, Rut, Lamentaciones, Eclesiastés y Ester; y finalmente Daniel, Esdras-Nehemías y
Crónicas.
Con las iniciales de ,  y  se ha formado la palabra hebrea , que
significa «la Biblia».
Los 24 libros de la Biblia hebrea son idénticos a los 39 que se incluyen en el Antiguo Testamento
de nuestra Biblia, es decir, no contienen los libros deuterocanónicos; la diferencia en número
estriba en contar cada uno de los doce profetas menores y en la separación, en dos libros cada
uno, de Samuel, Reyes, Crónicas y Esdras-Nehemías. Al unir el libro de Rut al de Jueces y el de
Lamentaciones al de Jeremías, se identifican 22 libros; el 22 corresponde, además, al número de
caracteres del alfabeto hebreo.

La Septuaginta (“EL CANON GRIEGO”)


Uno de los resultados del cautiverio de Israel en Babilonia fue el desarrollo de comunidades
judías en diversas regiones del mundo conocido. En Alejandría, capital del reino de los
Tolomeos, el elemento judío en la población de habla griega era considerable; y como Judea
formaba parte del reino hasta el año 198 a.C., esa presencia judía aumentó con el paso del
tiempo.
Luego de varias generaciones, los judíos de Alejandría adoptaron el griego como su idioma
diario, y dejaron el hebreo para cuestiones cúlticas; sin embargo, para responder adecuadamente
a las necesidades religiosas de la comunidad, pronto se vio la necesidad de traducir las Escrituras
hebreas al griego.

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Al comienzo, posiblemente la lectura de la  (que era fundamental en el culto de la sinagoga)


se hacía en hebreo, con una posterior traducción oral al griego. Luego los textos se tradujeron de
forma escrita; éste proceso de traducción oral y escrita se llevó a cabo durante los años 250–150
a.C. La  (o Pentateuco, como se conoció en griego) fue la primera parte de la Escrituras en
traducirse, más tarde se tradujeron los profetas y el resto de los escritos.
Una leyenda judía, de la cual existen varias versiones, indica que desde Jerusalén se llevaron a
setenta o setenta y dos ancianos hasta Alejandría para traducir el texto hebreo al griego. Esa
leyenda dio origen al nombre  (LXX), con el que casi siempre se identifica y conoce
la traducción al griego del Antiguo Testamento.
El orden de los libros en los manuscritos de la Septuaginta difiere del que se presenta en las
Escrituras hebreas, posiblemente ese orden revela la reflexión cristiana en torno al canon: En
primer lugar, como en el canon hebreo, la Septuaginta incluye los cinco libros de Moisés o el
Pentateuco: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.
La segunda sección presenta los libros históricos: Josué, Jueces, Rut, los cuatro libros de la
monarquía (Samuel y Reyes), Paralipómenos (Crónicas), 1 Esdras (una edición griega alterna de
2º Cr 35:1- Neh 8:13), 2º Esdras (Esdras-Nehemías), Ester, Judit y Tobit.
Los libros de Judit y Tobit, y las adiciones griegas al libro de Ester, no aparecen en los
manuscritos hebreos. En la tercera división se encuentran los libros poéticos y sapienciales:
Salmos, Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los cantares, Job, Sabiduría y Eclesiástico (Sabiduría
de Yeshúa ben Sira); de este grupo, Sabiduría (escrito originalmente en griego) y Eclesiástico
(escrito en hebreo) no se encuentran en el canon hebreo.
El libro de los Salmos contiene uno adicional que no aparece en el canon hebreo: el 151, del cual
existen copias tanto en griego como en hebreo.
151
2
3
4
5
6
7

La sección final de la Septuaginta incluye los libros proféticos: Isaías, Jeremías y


Lamentaciones, junto a Baruc y la Carta de Jeremías, que no aparecen en el orden del canon
hebreo; Ezequiel; y el libro de Daniel, con varias adiciones griegas: la historia de , el
relato de Bel y el Dragón y una oración de confesión y alabanza de 68 versículos entre los
versículos 23–24 del tercer capítulo.
Los libros de los Macabeos (que pueden llegar hasta a cuatro en diversos manuscritos y
versiones) se incluyen, como una especie de apéndice, al final de la Septuaginta.
En torno a los libros y adiciones que se encuentran en la Septuaginta, y no aparecen en las
Escrituras hebreas, la nomenclatura y el uso lingüístico en diversos círculos cristianos no es
uniforme; la mayoría de los protestantes y evangélicos identifican esa sección de la Septuaginta
como “apócrifos”. La iglesia romana los conoce como “deuterocanónicos”.
Apócrifos, para la iglesia romana, son los libros que no se incluyeron ni en el canon hebreo ni en
el griego. Los protestantes y evangélicos identifican los libros que no se incorporaron en ninguno
de los cánones como pseudoepígrafos.

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Los libros deuterocanónicos o apócrifos son los siguientes: Tobías, Judit, Sabiduría, Eclesiástico
(Sabiduría de Yeshúa ben Sira), Baruc, 1º y 2º Macabeos, Daniel 3:24-90; 13; 14 y Ester 10:4-
16, 24. La mayoría de estos textos se conservan solo en manuscritos griegos.
Como ya dijimos, la Septuaginta hizo posible que los judíos grecoparlantes (en la diáspora y
también en Israel) tuvieran acceso a los textos sagrados de sus antepasados en el idioma que
podían entender.
El texto griego dio la oportunidad a grupos gentiles de estudiar las Escrituras hebreas (Hch 8:26-
40); la iglesia cristiana se benefició sustancialmente de la traducción de la Septuaginta: la utilizó
como su libro santo y le llamó “Antiguo Testamento”. El texto en griego dio la oportunidad a los
cristianos de relacionar el mensaje de Yeshúa con pasajes de importancia mesiánica (Hch 7; 8);
les brindó recursos literarios para citar textos del canon hebreo en las discusiones con los judíos
(Hch 13:17–37; 17:2–3); y jugó un papel fundamental en la predicación del evangelio a los
gentiles (Hch 14:8–18; 17:16–32).
El proceso de formar el Canon del Antiguo Testamento fue lento y progresivo, parece ser que
este Canon fue fijado unos doscientos años antes del Mesías, según un libro apócrifo llamado
Eclesiástico o La Sabiduría de Sirac.

11 2
3
4
5 6
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28
29 30

31 32
33 34
35 36

Prólogo del traductor griego


La Ley, los Profetas y los demás Escritos que los han seguido nos han dado tantas excelentes
enseñanzas que, al parecer, se debe felicitar a Israel por su doctrina y su sabiduría. Pero no
bastaría con guardar esas verdades para nuestra instrucción personal, pues los que aman la
sabiduría tratan de ayudar, por medio de sus palabras y de sus escritos, a los que están menos
familiarizados con ella, es decir, con sus enseñanzas.
Así fue como mi abuelo Yeshúa se aplicó durante toda su vida al estudio de la Ley, de los
Profetas y de los demás Libros de nuestros antepasados. Después de haber adquirido un gran

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dominio de ellos, se decidió también a escribir algo sobre estos temas de doctrina y de
sabiduría, para que los amantes del saber pudiesen a su vez dedicarse a éste y llevar una vida
mucho más conforme a la Ley.
Están pues invitados a leerlos con benevolencia y atención; sean indulgentes con aquellos
lugares donde, a pesar de todos nuestros esfuerzos para traducir bien, pareciera que no
logramos acertar en tal o cual expresión.
En realidad, las cosas que se dicen en hebreo pierden a menudo su fuerza cuando se las traduce
a otro idioma. Por lo demás, esto no sólo es problema de este libro, pues aun las traducciones
de la Ley, de los Profetas y de los otros Escritos difieren a veces considerablemente del texto
primitivo.
El año treinta y ocho del rey Evergetes, habiéndome trasladado a vivir a Egipto, descubrí un
ejemplar de esta instrucción de tan elevada sabiduría. Inmediatamente me sentí obligado a
traducir el presente libro lo más cuidadosamente posible, aun al precio de grandes esfuerzos.
Desde entonces, y por mucho tiempo, consagré a este trabajo muchos estudios y noches sin
dormir; quería traducir todo este libro y publicarlo para uso de los que, viviendo fuera de Israel,
aspiran a ser amantes de la sabiduría y a vivir más conforme a la Ley.
Yeshúa mismo se refirió a las tres secciones de las Escrituras del Antiguo Testamento, como la
Ley de Moisés, los profetas y los Salmos (Lucas 24:44). Cerca del fin del primer siglo después
del Mesías, el gran historiador judío Flavio Josefo, describió los libros sagrados tan claramente
que se ve que estaba hablando del Antiguo Testamento casi exactamente como lo tenemos ahora.
A la vez dijo que durante siglos nadie se había atrevido añadirles ni a quitarles nada, ni a hacer
ningún cambio en ellos.

EL PERÍODO APOSTÓLICO
Yeshúa y los primeros cristianos no carecían de Escrituras; contaban con el Antiguo Testamento
(Mc 12:24) y citaron de las tres divisiones reconocidas por el judaísmo (p.e. Lc 24:44).
Convencida de la autoridad absoluta de Yeshúa el Mesías y del Espíritu que Él envió, la Iglesia
vio cristianamente las antiguas Escrituras; pues al lado del Antiguo Testamento apareció una
norma superior.
Para Pablo (1ª Co 9:9,13ss; 11:23ss; 1ª Ts 4:15), un dicho de Adonay Yeshúa decidía tan
categóricamente como una cita escritural toda cuestión de doctrina o ética. Desde luego, estas
palabras de Adonay no eran citas de ningún documento, puesto que los Evangelios aún no se
habían escrito.
Al mismo tiempo, se desarrolló una nueva manifestación de autoridad. Pablo, al verse obligado a
decidir sobre algún asunto, apeló a su calidad de comisionado por Yeshúa el Mesías, poseedor
del Espíritu divino (1ª Co 7:25, 40; Ga 1:1,7ss), y en esto no difirió de otros doctores apostólicos
(Heb 13:18ss; 3ª Jn 5–10,12; Ap 1:1-3). Esta autoridad fue viviente, actualizada en el mensaje, y
no una garantía de status canónico para sus escritos; Pablo esperaba que sus cartas se leyeran en
voz alta en las iglesias (p.e. 1ª Ts 5:26ss).
Aunque la interpretación de 2ª P 3:16 es discutida, el texto parece enseñar que a las epístolas
paulinas se les atribuye igual valor que a las Escrituras veterotestamentarias. En cuanto a la
colección de epístolas paulinas, es probable que se llevara a cabo ca. 80–85 d.C. en Asia Menor,
donde una vez gozara de gran prestigio. (Misteriosamente este prestigio menguó en el siglo II.)
No obstante, a fines del siglo I no existía el concepto de “canon escritural”, como si la lista de los
libros sagrados estuviera completa. La existencia de una tradición oral y los apóstoles, profetas y
sus discípulos hacía innecesario tal canon.

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LOS PADRES APOSTÓLICOS


A finales del siglo I los primeros autores postapostólicos equiparaban la autoridad de las
Escrituras (o Antiguo Testamento) y los dichos de Adonay Yeshúa, o las palabras de los santos
profetas y el mandamiento de Adonay transmitido por los apóstoles (1ª Clemente 13:1ss; 46:2-3,
7-8.). De igual manera, Ignacio de Antioquía nombró «os profetas (del Antiguo Testamento),
como antídoto contra la herejía, pero sobre todo el Evangelio (Esmirna 7:2). Con todo, no
hicieron referencia a ninguna forma escrita de los dichos del Mesías, y aunque en diferentes
partes conocían algún Evangelio, no existía ninguna colección completa.
Hacia 150 d.C., sin embargo, Papías, el autor de 2ª Clemente y otros escritores patentizan
conocer varios Evangelios, los cuales figuraban, según parece, entre los cuatro incluidos en
nuestro canon. Hacia 170, Taciano compuso una narración continua de la vida de Yeshúa
() en la que utilizó estos cuatro, sin excluir materia apócrifa.
Conscientes de la distancia que los separaba de los tiempos apostólicos, los cristianos se dieron
cuenta de la necesidad de definir un segundo canon. Al principio (Justino Mártir, ca. 155,
propuso leer los “recuerdos de los apóstoles” en los cultos, este canon constaba solo de
Evangelios, pero no tardó en formarse un segundo núcleo (escritos apostólicos).

LA INFLUENCIA DE MARCIÓN
El semignóstico Marción rompió con la iglesia en Roma (ca. 150); repudiaba el Antiguo
Testamento con su “Elohim vengador de la justicia” y quería sustituirlo por “el Elohim de
Yeshúa el Mesías” y un nuevo canon en dos partes: un Evangelio (Lucas, mutilado) y diez cartas
paulinas (se excluyeron las pastorales). Esta acción de un hereje aceleró la formación del canon
eclesiástico, ya en marcha. Hacia 160–180 las iglesias corrigieron la lista, añadiéndole los otros
tres Evangelios de uso popular, Hechos y Apocalipsis; así llegaron a trece las cartas paulinas.

DE IRENEO A EUSEBIO
En su Contra las herejías (ca. 185), Ireneo citó como canónicos veintidós escritos de nuestro
Nuevo Testamento, más el Pastor de Hermas, pero tenía reservas respecto a Hebreos, 3ª Juan, 2ª
Pedro, Santiago y Judas. Impugna las aparentes revelaciones esotéricas de sus opositores,
subrayando la derivación apostólica de las tradiciones eclesiásticas.
En África, Tertuliano confirmó casi la misma lista y se empeñó en que se consagrara el canon de
los Evangelios aunque no el de las Epístolas; otro tanto hizo al respecto Hipólito de Roma,
discípulo de Ireneo.
De Roma procedió también el canon del Fragmento Muratoriano (ca. 195), el cual no se
limitaba a una simple enumeración de los libros; traía datos sobre el autor y los destinatarios de
los libros incluidos y explicaba por qué se rechazaron otros libros (p. ej., las Epístolas de
«Pablo» a los laodiceos y a los alejandrinos); incluyó, cosa curiosa, la Sabiduría de Salomón y
el Apocalipsis de Pedro; este y el Pastor, no obstante, se recomendaban más para la lectura
particular que para el culto, de nuestro canon actual solo faltaban Hebreos, 1ª y 2ª Pedro,
Santiago y 3ª Juan.
El Nuevo Testamento no era todavía una unidad cerrada: en la época de Eusebio (ca. 320) los
Padres citaban a veces como Escritura dichos de Yeshúa no consignados en nuestros Evangelios,
Evangelios no canónicos (p.e., De los hebreos), la Epístola de Bernabé, 1ª Clemente, la Didaqué,
los Hechos de Pablo, el Pastor y el Apocalipsis de Pedro.

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EL CANON DEL NUEVO TESTAMENTO


Podemos distinguir cinco etapas en la formación del canon del Nuevo Testamento.
1. Los libros del Nuevo Testamento fueron escritos durante el primer siglo, (hasta 100 d.C.).
Probablemente algunas de las epístolas se escribieron primero para guiar a las iglesias que
resultaron de la comunicación oral del evangelio, después aparecieron los Evangelios y más tarde
fue necesario presentar una historia verídica (el libro de los Hechos) de la extensión de la iglesia.
A estos siguieron las Epístolas, y por último, el Apocalipsis, para revelar la certeza de la victoria
final de Elohim.
Durante este período estos libros fueron copiados y diseminados entre algunas de las iglesias
existentes.
2. Durante la primera mitad del segundo siglo (de 100 a 150 d.C.) se distribuían estos libros más
ampliamente, se leían en las iglesias y los dirigentes religiosos los citaban en sus escritos.
Además de los 27 libros de nuestro Nuevo Testamento, otros escritos todavía eran aceptados
como de igual autoridad: La Primera Epístola de Clemente; La Didaqué, o la Enseñanza de los
Doce Apóstoles; la Epístola de Bernabé; y El Pastor de Hermas.
3. Durante la segunda mitad del segundo siglo (de 150 a 200 d.C.) los libros del Nuevo
Testamento fueron considerados iguales al Antiguo Testamento como "Escritura". En este
período comenzó la práctica de traducirlos y de hacer comentarios sobre pasajes importantes.
En este período se hicieron traducciones al idioma latín, al siríaco y al copto. Algunos eruditos
que hicieron comentarios sobre porciones del Nuevo Testamento son Papías, Heracleón, Melitón,
Taciano, Ireneo y Clemente de Alejandría.
4. En el tercer siglo (200 a 300 d.C.) los libros neotestamentarios fueron reunidos en un todo,
separándolos de la otra literatura cristiana; a ésta colección de libros sagrados, Tertuliano de
Cártago le llamó por primera vez "Nuevo Testamento".
Había tres razones principales que exigían una aclaración del Canon del Nuevo Testamento:
i) Como mencionamos más arriba, circulaba el Canon de Marción, un hereje, cuyo canon era
muy incompleto y mutilaba los libros que aceptaba como genuinos. Debido a esto la
popularidad de su Canon era una amenaza a los otros libros inspirados; era necesario, pues,
juntar éstos y preservarlos en su integridad.
ii) La existencia de otros libros considerados también como inspirados (Clemente, Didaqué,
Hermas, etc.) aunque sólo por algunas personas en distintos lugares y diferentes tiempos,
hizo que la iglesia sintiera la necesidad de excluir todos aquellos libros que no tenían derecho
de estar en el Canon.
iii) En el 303 d.C. el Emperador Dioclesiano decretó la quema de todos los libros sagrados; sin
duda, esta presión oficial estimuló a los dirigentes cristianos a escoger los libros que iban a
salvar de la destrucción.
5. Durante el cuarto siglo (300-400 d.C.) el Canon quedó fijo, los escritos de los grandes eruditos
cristianos afirman que las conclusiones de sus antepasados gozaban de una aceptación
prácticamente universal entre las iglesias.
Aunque por muchos años hubo cierta vacilación en cuanto a algunos libros de nuestro Nuevo
Testamento, principalmente las Epístolas Generales y en particular el Apocalipsis y la Epístola a
los Hebreos, es un hecho impresionante que los libros del Nuevo Testamento no fueron
escogidos por la autoridad de algún Concilio de la Iglesia. El tercer Concilio de Cártago en 397
d.C. fue el primero en tomar una decisión respecto del Canon; pidió que sólo los "libros
canónicos" se leyeran en las iglesias como las Sagradas Escrituras; entonces, dio una lista de los
libros canónicos del Nuevo Testamento, que son exactamente los 27 libros de nuestro Nuevo

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Testamento. Lo anterior indica que el Canon se formó aparte de los concilios eclesiásticos, los
cuales lo confirmaron después.
Hubo cuatro pruebas que ayudaron a determinar la selección de los libros que quedaron en el
Canon:
1) Su origen apostólico.
2) Su contenido de alto valor espiritual.
3) Su aceptación universal en la iglesia.
4) Su inspiración divina.

LA FIJACIÓN DEL CANON


Con la creciente divulgación de los diferentes escritos, y con más tiempo para conocer a fondo su
valor relativo, tanto el ala oriental como la occidental de la cristiandad fijaron el canon que
conocemos hoy. En el Oriente, el documento decisivo fue la trigésimo novena Carta pascual de
Atanasio (367), con una lista idéntica. Excepcionalmente, las iglesias de habla siríaca siguieron
un proceso más lento para llegar al canon actual.
La inclusión en el canon de ciertos documentos solo representó el reconocimiento eclesiástico
de una autoridad ya inherente a ellos. En este sentido, la Iglesia no «formó» el canon; lo
descubrió. Existieron tres criterios de canonicidad: 1) Atribución a un apóstol. Hubo
excepciones. Por ejemplo, Marcos y Lucas se aceptaron como autores íntimamente asociados
con los apóstoles. 2) Uso eclesiástico, o sea, reconocido por una iglesia prominente o por una
mayoría de iglesias. 3) Conformidad con las normas de la sana doctrina. Sobre esta base había
incertidumbre al principio respecto al cuarto Evangelio, pero luego se aceptó; en cambio, el
Evangelio de Pedro, a pesar de su atribución apostólica, Serapión de Antioquía lo rechazó como
docético.
En el siglo XVI, tanto la iglesia romana como el protestantismo reafirmaron, tras largo debate, su
adherencia a la norma tradicional.
Hoy ciertos teólogos liberales de ambas comuniones proponen que se establezca un “canon
dentro del canon” y que se vuelva a excluir 2ª Pedro, Apocalipsis, etc. El evangélico, sin
embargo, al mismo tiempo que da más importancia a los criterios (2) y (3) que al (1), abraza el
canon antiguo como la expresión escrita del plan de Elohim, autoritativa, suficiente y plenamente
inspirada (4).

LA IGLESIA Y EL CANON
Una vez finalizado el período del Nuevo Testamento, la iglesia continuó utilizando la
Septuaginta en sus homilías, debates y reflexiones teológicas; una gran parte de los escritores
cristianos de la época utilizaban libremente la Septuaginta, y citaban los libros que no se
encontraban en el canon hebreo.
La iglesia Occidental a finales del siglo IV aceptó un número fijo de libros del Antiguo
Testamento, entre los cuales, se encuentran algunos deuterocanónicos que aparecen en la
Septuaginta. Los teólogos orientales, por su parte, seguían el canon hebreo de las Escrituras.
Tanto Orígenes como Atanasio insisten en que se deben aceptar en el canon únicamente los 22
libros del canon judío; y Jerónimo, con su traducción conocida como “Vulgata Latina”, propagó
el canon hebreo en la iglesia Occidental.
A través de la historia la iglesia ha hecho una serie de declaraciones en torno al canon de las
Escrituras, al principio, estas declaraciones se hacían generalmente en forma de decretos

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disciplinares; posteriormente, en el Concilio de Trento, el tema del canon se abordó de forma


directa y dogmática.
El Concilio de Trento se convocó en el año 1545 en el entorno de una serie de controversias con
grupos reformados en Europa, entre los asuntos a considerar se encontraba la relación entre la
Escritura y la tradición, y su importancia en la transmisión de la fe cristiana; se discutió
abiertamente la cuestión del canon, y se promulgó un decreto con el catálogo de libros que
estaban en el cuerpo de las Escrituras y tenían autoridad dogmática y moral para los fieles. Se
declaró el carácter oficial de la Vulgata Latina, y se promulgó la obligación de interpretar las
Escrituras de acuerdo a la tradición de la iglesia, no según el juicio de cada persona. Además, el
Concilio aceptó con igual autoridad religiosa y moral los libros protocanónicos y
deuterocanónicos, según se encontraban en la Vulgata.
Hacia 1566 se comenzó a llamar “protocanónicos” a los libros del canon hebreo, y
“deuterocanónicos” a los demás incluidos en la lista de libros que el Concilio de Trento había
declarado, sin distinción, canónicos.
En 1568 apareció en inglés la llamada Biblia del Obispo, que contenía los deuterocanónicos y en
1569 la primera Biblia completa en castellano, versión de Casiodoro de Reina, publicada en
Basilea; contenía los deuterocanónicos siguientes, en la colocación de la Vulgata: Oración de
Manasés, III & IV Esdras, Tobit, Judit, Sabiduría, Eclesiástico, Baruc con la Carta de Jeremías, y
I & II Macabeos. Las adiciones a Ester se imprimen al final del libro, con nota de no hallarse en
el texto hebreo.
En cuanto a las adiciones a Daniel, la Oración de Azarías y el Cántico de los Tres Jóvenes se
insertan después de 3:23, con advertencia de no hallarse “en los originales hebreos, sino en los
griegos”. La Historia de Susana y la Historia de Bel y el Dragón van, como en la Vulgata, al final
del libro, formando respectivamente los capítulos 13 y 14, con la siguiente nota al final del
capítulo 12: “Hasta aquí se lee el texto de Daniel en hebraico; lo que se sigue en estos dos
capítulos postreros es trasladado de la versión de Teodoción”.
Reina pone en los protocanónicos referencias marginales a los deuterocanónicos, y viceversa, la
posterior revisión de Cipriano de Valera (publicada en Amsterdam en 1602) agrupó los libros
deuterocanónicos entre los Testamentos.
Entre los reformadores siempre hubo serias dudas y reservas en torno a los libros
deuterocanónicos, finalmente los rechazaron por las polémicas y encuentros con los miembros de
la iglesia romana. Lutero, en su traducción del 1534, agrupo los libros deuterocanónicos en una
sección entre los dos Testamentos, con una nota que indica que son libros apócrifos; aunque su
lectura es útil y buena, afirmó, no se igualan a las Sagradas Escrituras.
La Biblia de Zurich (1527–29), en la cual participó Zwinglio, relegó los libros deuterocanónicos
al último volumen, pues no los consideraba canónicos. La Biblia Olivetana (1534–35), que
contiene un prólogo de Juan Calvino, incluyó los deuterocanónicos aparte del resto del canon.
La iglesia reformada, en sus confesiones Galicana y Bélgica no incluyó los deuterocanónicos.
En las declaraciones luteranas se prestó cada vez menos atención a los libros deuterocanónicos.
En Inglaterra la situación fue similar al resto de la Europa Reformada. La Biblia de Wycliffe
(1382) incluyó únicamente el canon hebreo. Y aunque la Biblia de Coverdale (1535) incorpora
los deuterocanónicos, en Los treinta y nueve artículos de la iglesia de Inglaterra se dice que esa
literatura no debe emplearse para fundamentar ninguna doctrina. La versión King James (1611)
imprimió los deuterocanónicos entre los Testamentos.
La Confesión de Westminster (1647) reaccionó al Concilio de Trento y a las controversias entre
católicos y protestantes: afirmó el canon de las Escrituras hebreas. En su declaración en torno al

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canon, la Confesión indica que los deuterocanónicos (identificados como apócrifos) no son
inspirados por Elohim, y por lo tanto no forman parte del canon de la Escritura y carecen de
autoridad en la Iglesia; indica, además, que pueden leerse únicamente como escritos puramente
humanos; de esa forma se definió claramente el canon entre las comunidades cristianas que
aceptaban la Confesión de Westminster.
El problema de la aceptación de los apócrifos o deuterocanónicos entre las comunidades
cristianas, luego de la Reforma, se atendió básicamente de tres maneras:
1) Los deuterocanónicos se mantenían en la Biblia, pero separados (alguna nota indicaba que
estos libros no tenían la misma autoridad que el resto de las Escrituras).
2) De acuerdo al Concilio de Trento, tanto los deuterocanónicos como los protocanónicos se
aceptaban en la Biblia con la misma autoridad.
3) Basados en la Confesión de Westminster, se aceptaba la autoridad y se incluía en las
ediciones de la Biblia únicamente el canon hebreo.
Luego de muchas discusiones teológicas y administrativas, la British and Foreign Bible Society
decidió, en 1826, publicar Biblias únicamente con el canon hebreo del Antiguo Testamento, la
Biblia Reina-Valera se publicó por primera vez sin los deuterocanónicos en 1850.
En torno a los apócrifos o deuterocanónicos, las iglesias cristianas han superado muchas de las
dificultades que les separaban por siglo, la polémica y la hostilidad han cedido el paso al diálogo
y la cooperación interconfesional. En la actualidad grupos católicos y protestantes trabajan juntos
para traducir y publicar Biblias; ésta literatura, lejos de ser un obstáculo para el diálogo y la
cooperación entre creyentes, es un recurso importante para estudiar la historia, las costumbres y
las ideas religiosas del período que precedió el ministerio de Yeshúa de Nazaret y la actividad
apostólica de los primeros cristianos.
Para el exegeta bíblico, no solo es importante establecer cuál es el texto más original de la
Escritura y analizar la historia interna de los diversos libros, sino también trazar los límites de la
Palabra escrita, reconociendo por qué hay diferencia entre la Inspiración de los libros canónicos
y la de los demás. Aunque para hacer tal estudio es necesario valerse de inferencias en ciertas
épocas, cuando el conocimiento de los datos es escaso, los rasgos generales del establecimiento
del canon son claramente discernibles.

CONCLUSIÓN
La inclusión en el canon de ciertos documentos solo representó el reconocimiento eclesiástico de
una autoridad ya inherente a ellos, en este sentido, la Iglesia no formó el canon; lo descubrió.

CUESTIONARIO
1) ¿Qué significa el concepto de "canon" con referencia a la Biblia?
2) ¿Cómo llamó el Mesías a las tres secciones del Antiguo Testamento?
3) ¿Durante qué período fueron los libros neotestamentarios reunidos en un todo?
4) ¿Quién puso el nombre de "Nuevo Testamento" a esta colección de libros cristianos?
5) ¿Por qué influyó el Emperador Diocleciano en la fijación del Canon del Nuevo Testamento?
6) ¿Cuál fue el primer concilio de la Iglesia para reconocer el canon del Nuevo Testamento?
7) ¿Cuáles son las cuatro pruebas que ayudaron a determinar los libros que debían estar en el
Canon?
8) Realizar el bosquejo de uno de los siguientes documentos: La Primera Epístola de Clemente;
La Didaqué, o la Enseñanza de los Doce Apóstoles; la Epístola de Bernabé; y El Pastor de
Hermas.

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VII) LA ESTRUCTURA DE LA BIBLIA

Es necesario comprender el arreglo de las partes de la Biblia y la relación entre las divisiones.
Lo primero que notamos es que la Biblia consta de dos divisiones generales: el Antiguo
Testamento y el Nuevo Testamento; aunque las divisiones son del todo naturales, los nombres no
son inspirados. Es cierto que Pablo habla del "antiguo pacto" (2ª Corintios 3:14) y de un "nuevo
pacto" (2ª Corintios 3:6); estos nombres fueron usados por los dirigentes griegos de la iglesia
primitiva para referirse a las dos divisiones de la Biblia.
Pacto en latín es la palabra testamentum, que se emplea en la versión latina llamada Vulgata, de
ahí, el nombre "Testamento" que se usa en las iglesias occidentales. En hebreo es  ( ),
cortar, talar; cortar un pacto; hacer un pacto, pactar;  ( ), pacto; alianza; convenio;
acuerdo; confederación. Lo más probable es que este nombre se derive de la raíz acádica que
significa encadenar, poner grillos. En griego es  ( , significa primariamente
otorgamiento de propiedad mediante un testamento o por otros medios. En su utilización en la
LXX, es traducción de un término hebreo que significa pacto o acuerdo, de un verbo que significa
cortar o dividir, en alusión a una costumbre sacrificial relacionada con la celebración de un pacto
(p.e. Génesis 15:10: “partió”; Jer 34:18,19: “dividiendo”). En contraste al término castellano
“pacto”, que significa una mutua obligación de dos o más partes, comprometiéndose cada una de
las partes a cumplir sus obligaciones,  no implica por sí mismo la idea de obligación
mutua, sino que mayormente significa una obligación asumida por una sola persona.
El Antiguo Testamento consta de 39 libros, los judíos, los romanos y los evangélicos usan
clasificaciones distintas para estos libros.
Los judíos usan una triple clasificación: La Ley, los Profetas y los Escritos; en la Ley, se incluían
los cinco libros de Moisés, de Génesis a Deuteronomio. En los profetas habían dos grupos: los
Profetas Anteriores y los Profetas Posteriores, los Anteriores incluían los libros de Josué, Jueces,
Samuel y Reyes, mientras que los Posteriores abarcaban Isaías, Jeremías, Ezequiel y todos los
profetas Menores juntos, los doce formando un solo libro.
En los Escritos estaban los demás libros de nuestro Antiguo Testamento en este orden: Salmos,
Proverbios, Job, Cantar de los Cantares, Ruth, Lamentaciones, Eclesiastés, Esther, Daniel,
Esdras (incluyendo Nehemías) y Crónicas.
Los romanos también clasifican los libros del Antiguo Testamento en tres divisiones: los Libros
Históricos son de Génesis hasta Esther; los libros Didácticos, desde Job hasta Cantares y los
Profetas, desde Isaías hasta Malaquías; ellos agregan seis libros más (llamados apócrifos), de
modo que su Antiguo Testamento consta de 45 libros.
Los evangélicos tienen en su Antiguo Testamento los mismos 39 libros que los judíos, pero el
orden y la clasificación son diferentes; se suele hacer cinco divisiones del Antiguo Testamento:
Pentateuco, Libros Históricos, Libros Poéticos, Profetas Mayores y Profetas Menores. En el
Pentateuco están los cinco libros de la ley: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.
Los libros históricos son: Josué, Jueces, Ruth,1º y 2º Samuel, 1º y 2º de Reyes, 1º y 2º de
Crónicas, Esdras, Nehemías y Esther. Los libros Poéticos son: Job, Salmos, Proverbios,
Eclesiastés y Cantar de los Cantares.
Los Profetas Mayores son Isaías, Jeremías, Lamentaciones, Ezequiel y Daniel; y los Profetas
Menores son Oseas, Joel, Amos. Abdías, Jonas, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Hageo,
Zacarías y Malaquías.
En cuanto al Nuevo Testamento, evangélicos y romanos están de acuerdo en que consta de los
mismos 27 libros.

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Los romanos los dividen en tres grupos: los Históricos, desde Mateo hasta Hechos; los
Didácticos, desde Romanos hasta Judas; y un libro profético, el Apocalipsis.
Algunos evangélicos siguen el mismo arreglo para descubrir la estructura del Nuevo Testamento,
mientras otros emplean otras divisiones. Un sistema fácil de recordar clasifica los libros del
Nuevo Testamento en cinco grupos: Los Biográficos: Mateo, Marcos, Lucas y Juan, el Histórico:
Hechos de los Apóstoles, las Epístolas de Pablo: Romanos, 1ª y 2ª de Corintios, Gálatas, Efesios,
Filipenses, Colosenses, 1ª y 2ª de Tesalonicenses, 1ª y 2ª de Timoteo, Tito y Filemón. Las
Epístolas Generales: Hebreos, Santiago, 1ª y 2ª de Pedro, 1ª, 2ª y 3ª de Juan y el libro Profético:
el Apocalipsis.
En el principio los libros de la Biblia fueron escritos sin las divisiones en los capítulos y
versículos, con la excepción de los Salmos, que probablemente tomaron la forma de poemas
separados desde su origen. Estas divisiones en capítulos y versículos se hicieron para facilitar la
comparación de citas, especialmente entre versiones de diferentes idiomas.
Algunos eruditos atribuyen las primeras divisiones al Cardenal Hugo de San Cher, cerca de 1240
d.C. Parece que la mejor opinión es que el autor de ésta práctica fue el Arzobispo de Canterbury
en Inglaterra, Esteban Langdon, quien murió en 1228 d.C.
Posiblemente estos hombres hicieron las divisiones en capítulos, la división del Antiguo
Testamento en versículos fue hecha por los propios eruditos judíos antes del 1000 d.C.
Los versículos del Nuevo Testamento fueron enumerados primero en 1551 d.C. en una edición
publicada por Roberto Estienne.

CUESTIONARIO

1) ¿Cuál es el origen de "Testamento" como el nombre de cada una de las grandes divisiones de
la Biblia?
2) ¿Cómo clasifican los judíos a los libros del Antiguo Testamento?
3) ¿Cómo clasifican los romanos a los libros del Antiguo Testamento?
4) ¿Cuáles son las cinco divisiones que los evangélicos usan para el Antiguo Testamento?
5) ¿Cuáles son las tres divisiones que los romanos usan para el Nuevo Testamento?
6) ¿Cómo podemos dividir a los libros del Nuevo Testamento en cinco grupos fáciles de
recordar?
7) ¿Quiénes fueron los que dividieron la Biblia en capítulos y versículos?
8) ¿Qué propósito tienen estas divisiones en capítulos y versículos?

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VIII LA PRESERVACIÓN Y TRANSMISIÓN DE LAS ESCRITURAS

Los evangélicos creemos algo difícil de comprobar: que ningún libro canónico de la Biblia se ha
perdido. Tenemos esta confianza porque creemos en el poder de Elohim para conservar lo que
inspiró. Tenemos que reconocer que la misma Biblia menciona libros que no se han conservado
como parte de las Sagradas Escrituras, aunque en un tiempo sin duda eran muy importantes al
pueblo de Elohim.
Algunos de estos libros son "el libro de las batallas de Adonay" (Num 21:14); "el libro de Jaser"
(Josué 10:13); "el libro de los hechos de Salomón" (1º R 11:41); "los libros de Natán profeta... la
profecía de Ahías Silonita...las profecías del vidente Iddo" (2º Cr 12:15). Quizá podríamos
mencionar también los escritos de Salomón que no se encuentran en nuestra Biblia (1º R
4:32,33).
Lo anterior nos indica que los judíos pusieron especial atención al cuidado de sus escritos
sagrados, los que ellos consideraban inspirados por Elohim. Hay una buena razón para esto: por
orden especial los levitas tenían el deber de cuidar los libros de la Ley (Deuteronomio 17:18 y
31:24-26).
Aún así, es una maravilla que los escritos sagrados de los judíos hayan sido conservados intactos
a través de los largos períodos de guerra, de apostasía y de cautiverio que se describen en el
Antiguo Testamento.
Durante el cautiverio babilónico, y después, surgió un grupo de judíos llamados escribas,
especialistas en copiar e interpretar las Escrituras, estos peritos tenían pasión para transmitir los
documentos sagrados con exactitud esmerada, y así se desarrolló una tradición para regir el
procedimiento de copiar los libros. Esta tradición alcanzó la calidad de la ley para los escribas
cuando fue incorporada al Talmud. Este reglamento exige que los pergaminos sean preparados y
cosidos de cierto modo y que sean de cierto tamaño.
Cada columna de escritura no podría ser de menos de 48 líneas ni de más de 60, y tenía que ser
de 30 letras de ancho. Antes de escribir una sola letra, era necesario poner rayas en la copia
entra. La tinta, sin excepción, tenía que ser negra, preparada según cierta fórmula, de guía se
usaba una copia auténtica que el escriba debía consultar continuamente; no debía escribir nada de
memoria, ni siquiera una yod ( ).
Se especificaba el espacio necesario entre consonantes, entre secciones y entre libros, el vestido
del copista tenía que ser la indumentaria oficial de los judíos. Antes de trabajar, el copista tenía
que bañarse el cuerpo entero; al escribir el nombre de Elohim, el copista no podía hacer caso del
saludo de nadie, ni siquiera de un rey.
Los rollos hechos sin observar este reglamento eran usados en las escuelas para ejercicios de
lectura, de esta manera se ha protegido el texto del Antiguo Testamento.
La genizá era el depósito para rollos que ya no se consideraban adecuados para su uso.
En tiempos de persecución los fíeles a veces daban su vida antes que entregar los libros sagrados
a las llamas.
En cuanto al Nuevo Testamento, la historia es semejante, los cristianos también pasaron por
muchos períodos de intensa persecución, en que sufrieron muchos para proteger las Sagradas
Escrituras.
Todos los libros del canon hebreo se encontraron en Qumrán, excepto el libro de Ester, esto no
sólo presenta ciertos datos interesantes sobre el canon, sino que ofrece, sobre todo para los
eruditos, un texto hebreo mil años más antiguo que el usado en las ediciones críticas (científicas)
del hebreo bíblico.

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El estudio del texto de los rollos del Mar Muerto permite conocer la diversidad de tradiciones
textuales, y así poder evaluar mejor el Texto Masorético (TM). Es importante saber que varios de
los rollos y fragmentos están más cerca de la traducción griega conocida como Septuaginta
(LXX) que del TM.
La transmisión de la revelación divina se ha hecho principalmente de tres maneras:
La primera de éstas es verbal: se comunicaba el contenido de un libros sagrado a viva voz; la
Biblia misma exige este método de transmisión (Deuteronomio 6:6-9). Recordemos que “Así que
la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Elohim” (Ro 10:17).
La segunda manera de transmitir las Escrituras fue a través de copias hechas a mano, ésta
práctica duró hasta la invención de la imprenta, a mediados del siglo XV, éstas copias, llamados
manuscritos, se hacían según la descripción que ya hemos estudiado; cuando los judíos
comenzaron a ser dispersados por el mundo, después del cautiverio, llevaron consigo las
Sagradas Escrituras. Hemos visto cómo vigilaban la pureza de sus copias del Antiguo
Testamento, pero esos manuscritos se trasmitían de judíos a judíos solamente, puesto que su
religión no era básicamente misionera. Sin embargo, con el tiempo los judíos se asimilaban a la
cultura en que vivían, entonces, la transmisión de las Escrituras tomó la forma de traducciones,
lo que veremos enseguida.
En cuanto al Nuevo Testamento, podemos trazar algo de la historia de algunos manuscritos, no
se ha descubierto hasta la fecha ninguno de los autógrafos (manuscritos hechos por el mismo
autor), pero hay copias de porciones del Nuevo Testamento que fueron escritas a mediados del
segundo siglo, es decir, de 150 a 170 d.C.). Parece que se hacían copias de los libros del Nuevo
Testamento, precisamente porque los misioneros cristianos necesitaban los escritos sagrados para
evangelizar primero, y después para adoctrinar y edificar a las iglesias. Como ejemplo de ésta
práctica, se ha conservado una copia de una carta del emperador Constantino a Eusebio de
Cesárea en 332 d.C., en la que el Emperador ordenaba la preparación de 50 Biblias para las
iglesias de su nueva capital de Constantinopla. Estas Biblias habían de escribirse en pergamino
por los escribas profesionales de amplia experiencia.
El Emperador dio instrucciones al jefe de hacienda de la provincia para que todos los gastos se
pagaran de la tesorería imperial; al terminar el trabajo de copiar las Biblias, Eusebio recibió
autoridad para conseguir dos carruajes públicos para llevar los volúmenes ante el Emperador,
bajo cuidado de un diácono.
Aunque probablemente no haya perdurado ninguna de las Biblias que Eusebio preparó para
Constantino, todavía existen unas pocas copias hechas durante ese mismo siglo IV, estos
documentos se llaman códices unciales.
Códice es el nombre de un libros hecho de hojas planas, en lugar de los rollos que se usaban
antes, uncial se refiere a un manuscrito en que la escritura consta completamente de letras
mayúsculas, más tarde se hicieron copias en que se escribían con letras minúsculas; estos
manuscritos se llaman cursivos.
Podemos mencionar algunos de los más importantes manuscritos unciales: El Códice Vaticano
fue hecho en el siglo IV y se encuentra en la Biblioteca del Vaticano, cada página contiene tres
columnas de cuarenta y dos renglones. Faltan pequeñas partes de ambos Testamentos.
El Códice Sinaítico también data del siglo IV, fue descubierto a mediados del siglo pasado (de
1844 a 1859) en el Convento de Santa Catalina en el Monte Sinaí, y ahora se encuentra en el
Museo Británico; está escrito en cuatro columnas de cuarenta y ocho renglones en hojas que
miden 34 por 37 centímetros. Faltan algunas hojas del Antiguo Testamento, pero el Nuevo
Testamento está completo.

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El Códice Alejandrino fue hecho en el siglo V, se sabe que por mucho tiempo fue propiedad de
la Cámara Patriarcal de Alejandría; después fue llevado a Constantinopla, regalado al rey de
Inglaterra y ahora descansa en el Museo Británico. El Antiguo Testamento está casi completo,
pero faltan varias partes del Nuevo.
El Códice de Efraín también pertenece al siglo V pero no es del mismo valor de los otros
unciales mencionados. Sólo perduran 209 hojas, aproximadamente las dos terceras partes del
original. Se encuentra en la Biblioteca Nacional de París.
La Tercera Manera de transmitir las Escrituras ha sido por medio de la imprenta, desde la
invención de la prensa movible ha sido posible aumentar la circulación de copias de la Biblia de
una manera amplísima. Cuando las copias se hacían a mano, eran tan caras que sólo la gente rica
podía poseer una Biblia; todavía, después de la introducción de las Biblias impresas a veces todo
un municipio tenía una sola Biblia. Ahora, con la abundancia que hay de Biblias en ediciones
baratas, cada hogar puede tener su propia Biblia.

CUESTIONARIO

1) ¿Qué grupo entre los hebreos tenía el deber especial de cuidar el libro de la Ley?
2) ¿Cuál era, la especialidad de los escribas?
3) ¿Cuáles han sido las tres maneras de transmitir las Escrituras?
4) ¿Qué es un Códice?
5) ¿Cuál es la diferencia entre un manuscrito "uncial" y un cursivo"?
6) Indique el nombre y la fecha aproximada de tres grandes manuscritos del Nuevo Testamento.

INVESTIGACIÓN

1) ¿Qué es un Tárgum?
2) ¿Cuántos se conocen?
3) ¿Cuál es el más importante y por qué?

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IX LA TRADUCCIÓN DE LA BIBLIA

A través de los siglos han habido dos causas principales de traducción de las Sagradas Escrituras:
La primera fue la dispersión de Israel, después del cautiverio de Babilonia muchos de los judíos
no entendían el idioma hebreo en que estaba escrito el Antiguo Testamento. Era necesario
explicar el significado en el idioma arameo, que llegó a ser el idioma común de los judíos
(aunque investigaciones más recientes llegan a la conclusión de que después de la revuelta de los
Macabeos, el hebreo recuperó su lugar principal). Durante varios siglos éstas traducciones se
transmitían oralmente, éstas versiones arameas se llaman Tárgumes y se conocen ocho de ellas;
durante los primeros tres siglos después del Mesías, los eruditos judíos las pusieron en forma
escrita. Los dos más famosos son el Tárgum de Onkelos y el Tárgum de Jonatán.
Más tarde, cuando los judíos comenzaron a esparcirse a través del imperio conquistado por
Alejandro Magno, necesitaron leer sus Sagradas Escrituras en el idioma griego; como resultado
de esta necesidad apareció la versión griega conocida como la Septuaginta (LXX). Esta
traducción del Antiguo Testamento fue hecha en Egipto durante el período del 250 al 150 a.C.
Cuenta una leyenda que esta traducción fue hecha en 72 días por 72 ancianos, invitados todos
ellos a Alejandría por el rey Tolomeo Filadelfo.
Hubo otras tres versiones griegas del Antiguo Testamento, se conocen por los nombres de los
traductores: Aquila, Teodocio y Símaco; las tres traducciones se hicieron durante el segundo
siglo después del Mesías.
A mediados del tercer siglo después del Mesías (cerca de 240) el gran erudito Orígenes preparó
una edición muy interesante del Antiguo Testamento, llamada Hexaplas, porque cada hoja
contiene seis columnas. La primera contenía el texto en hebreo y la segunda los sonidos del
hebreo en letras griegas las otras cuatro columnas tenían las traducciones que acabamos de
mencionar, en este orden: la de Aquila, la de Símaco, la Septuaginta y la de Teodocio.
En estos casos la traducción tenía el propósito de ayudar a los judíos a conocer mejor sus propias
Escrituras.
La segunda razón es diferente: en este caso las traducciones se han hecho con fines misioneros,
es decir, los cristianos que han querido extender el evangelio han visto la necesidad de poner las
Escrituras en el lenguaje de los pueblos que quieren evangelizar.
Es obvio que la primera traducción de esta clase tendría que ser en latín, el cristianismo se
originó en la parte oriental del Imperio Romano, donde el idioma común de los pueblos era el
griego.
La versión popular antigua del Antiguo Testamento era la Septuaginta, sabemos también que los
libros del Nuevo Testamento fueron escritos en griego, pero pronto los misioneros cristianos
comenzaron a extender su fe a la parte occidental del imperio, donde el idioma común era el
latín. Para poner las Sagradas Escrituras al alcance de aquellos pueblos, fue necesario traducirlas.
Así resultó lo que se conoce como la Versión Antigua Latina, en esta versión participaron
muchos traductores, algunos eran de África y otros de Europa; su relativa capacidad variaba
mucho de modo que algunas partes de esta traducción son de menor calidad.
Puesto que la base de ésta versión del Antiguo Testamento fue la Septuaginta, fue la traducción
de una traducción.
La Antigua Latina se hizo durante los primeros dos siglos después del Mesías, a mediados del
siglo IV los dirigentes de la iglesia veían la necesidad de una mejor traducción al latín. Jerónimo
recibió la comisión de preparar tal traducción, hizo una parte en Roma y se trasladó a Belén para
terminar su trabajo. Con la excepción de los Salmos tradujo el resto del Antiguo Testamento del

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hebreo.
Entre 382 y 405 d.C. siguió Jerónimo con su monumental tarea; ésta versión de Jerónimo fue
conocida más tarde como la Vulgata Latina; por siglos hubo mucha oposición a esta versión,
pero en 1546 el Concilio de Trento la aprobó como la Biblia oficial de la iglesia Católica
Romana.
Al mismo tiempo que el cristianismo se extendía hacia el occidente, también encontraba
aceptación en regiones al oriente de Israel, donde el idioma vulgar era el siríaco, pronto la Biblia
fue traducida a este lenguaje. Hubo cuando menos cuatro versiones siríacas.
Existen sólo fragmentos de dos: la Curetoniana y la Palestiniana, las otras dos son más
completas: la Peshitto y la versión Harcleana.
La versión que fue más usada por la iglesia de habla siriaca fue la Pesito; “Pesito” (o Peshita)
quiere decir sencillo o claro.
Durante este mismo período (los primeros cuatro siglos de la era cristiana) aparecieron
traducciones de la Biblia en varios dialectos del idioma cóptico, el antiguo lenguaje de Egipto.
Probablemente la versión más antigua es la que se hizo en el sur de Egipto en la región de Tebas,
conocida como versión Tebaica o versión Sahídica; se hizo en el dialecto sahídico del idioma
cóptico. Una segunda traducción cóptica es importante, la versión Menfítica, la versión
Bohaírica, hecha en el norte de Egipto en la región del Delta (cerca de la costa del Mar
Mediterráneo).
La Versión Etiópica es la traducción de la Biblia para la iglesia de Abisinia y Etiopía, se cree que
se hizo en el siglo III o IV.
Volviendo nuestra atención en Europa, nos interesa ver algo sobre el origen de algunas
traducciones allí, la primera de éstas es la versión Gótica, el traductor de esta versión fue Ulfílas,
obispo de los godos.
Los godos eran un pueblo rudo y bárbaro en el centro de Europa, para darles la Biblia, Ulfílas
tuvo que inventar un alfabeto, que resultó ser el precursor del idioma teutónico o alemán. La
traducción se hizo entre 350 y 380 d.C.
La versión Eslavónica también tiene una historia muy interesante, ésta versión fue el fruto de la
obra misionera de dos hermanos griegos, Constantino y Metodio, que nacieron en Tesalónica.
Trabajaron en el sureste de Europa, principalmente en Moravia, cuando quisieron poner la Biblia
en el lenguaje del pueblo, escogieron el dialecto Macedo-búlgaro.
Constantino creó un alfabeto para este idioma eslavónico, las letras que inventó se basaron en lo
general de las letras griegas, aunque algunas revelan también la influencia de los alfabetos
hebreo y latín; éste nuevo alfabeto se llama el alfabeto cirílico, porque Constantino tomó el
nombre de Cirilo cuando fue nombrado obispo en 867 d.C. Este alfabeto todavía es la base de los
idiomas usados en Rusia, Bulgaria y otras partes de Europa Sudoriental.
Todos estos ejemplos sirven para ilustrar la práctica universal del cristianismo verdadero de
proveer para la gente común una versión de la Biblia en el idioma vulgar.
Tan es así que la distribución de las Escrituras se considera una parte indispensable de cualquier
movimiento misionero; para sembrar la semilla del evangelio en una nueva cultura, una de las
primeras tareas es la traducción y la impresión de las Sagradas Escrituras.
Aun entre los pueblos que han tenido la Biblia en su propio idioma durante los siglos, la
traducción sigue siendo un ministerio valioso, ya que las antiguas versiones requieren revisión de
vez en cuando, puesto que los idiomas vivientes cambian con el paso de los años.
Una nueva traducción cada diez o veinte años es una función muy útil, puesto que cada
generación tiene que descubrir por sí misma la Verdad de Elohim revelada en la Biblia.

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CUESTIONARIO

1) ¿Cuál fue la primera causa por la que se tradujo la Biblia?


2) ¿Qué significa la Septuaginta?
3) ¿Cuál es la segunda causa por la que se tradujo la Biblia?
4) ¿Cuál es el otro nombre de la versión de Jerónimo?
5) ¿Cuántas versiones siríacas se conocen?
6) ¿Cuál fue la versión siríaca más usada?
7) ¿Cuáles son las dos versiones cópticas que estudiamos?
8) ¿Quién fue el traductor de la versión Gótica?
9) ¿Cuál es la versión hecha por Constantino y Metodio?
10) ¿Cuál es el otro nombre del alfabeto eslavónico?
11) ¿Por qué es provechoso tener nuevas traducciones de la Biblia?

INVESTIGACIÓN

1) ¿Cuántos lenguajes hay en el mundo?


2) ¿En cuántos de ellos existe una traducción de la Biblia?
3) ¿En tu país, cuántas etnias aún no tienen una traducción de la Biblia?
4) ¿Cuál es tu fuente?

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Alfabeto Cirílico

Cirílico Pronunciación
a A corta
б B
в V como en vete
г G como en gol
д D
е IE corto
ё IO
ж Como la 2ª G en garaje
з Z
и I corta
й Y como en Yuma
к K
л L
м M
н N
о O corta
π P
р R
с S
т T
у U corta
ф F
х J
ц TS
ч Ch
ш Sh
щ ShCh como fresh cheese
ъ Señal dura
ы Entre I y U
ь Señal suave
э E corta
ю YU como en you
я YA como en yate

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X ANTIGUAS VERSIONES CASTELLANAS

Hemos visto que los cristianos a través de su historia, han traducido sus Sagradas Escrituras en el
idioma del pueblo, hay traducciones de la Biblia o de algún libro de la Biblia en más de 1,100
idiomas y dialectos. Así, la Biblia está disponible para la mayoría de los habitantes del mundo.
Uno de los idiomas más importantes del mundo es el castellano, que se habla no solamente en
España y sus posesiones, sino también en los varios países de Hispanoamérica, en los Estados
Unidos de Norteamérica, en las Filipinas, en el norte de África y en el Oriente Cercano. Se
calcula que más de 160 millones de personas hablan el español o castellano y otros miles lo leen
con facilidad.
TE DAS CUENTA DEL ENORME POTENCIAL MISIONERO QUE TIENE TU IGLESIA
En una lista de versiones españolas de la Biblia publicada en 1957, hubo más de 50, Después han
salido otras. En este estudio no podemos examinar todos los ejemplos de traducción; por eso,
hemos seleccionado algunas versiones de mayor importancia.
LA BIBLIA ALFONSINA: Esta traducción fue la primera hecha en España, se hizo en 1280 d.C.
por orden de Alfonso X, rey de Castilla y León. Es una traducción de la Vulgata Latina de
Jerónimo. Parece que no se ha publicado comercialmente, pero se conserva un ejemplar en la
Real Biblioteca de El Escorial en España.
LA BIBLIA DEL DUQUE DE ALBA: Así se conoce una traducción del Antiguo Testamento
hecha en 1430, el traductor fue un erudito rabino judío, Moisés Arragel, quien tradujo
directamente del hebreo al español. Esta versión se publicó en forma impresa en 1922.
LA BIBLIA DE QUIROGA: Esta es otra traducción del Antiguo Testamento, pero de la Vulgata
Latina, se hizo cerca de 1527, el cardenal Quiroga la presentó como regalo al Rey Felipe II.
EL NUEVO TESTAMENTO DE ENCINAS: En 1543 en Amberes, Bélgica, Francisco Encinas
publicó esta traducción, la primera hecha directamente del griego al castellano. Encinas nació en
1520 en Burgos, España y estudió en las mejores universidades de Bélgica, Alemania e
Inglaterra. En Alemania vivió en la casa de Melanchton, uno de los líderes de la Reforma, amigo
de Lutero, quien también fue maestro-consejero del joven español. Al terminar su traducción.
Encinas la presentó a Carlos V, pero por presión del clero romano, Encinas fue preso en
Bruselas, después escapó para continuar con sus labores literarias.
LA BIBLIA DE FERRARA: Esta es la traducción del Antiguo Testamento publicada en 1553
en Ferrara, Italia. Es la obra de dos judíos portugueses, Abraham Usque y Jom Tom Atías,
quienes tradujeron directamente del hebreo al español.
LA BIBLIA DE REINA-VALERA: Así llamamos la traducción hecha por Casiodoro de Reina y
revisada por Cipriano de Valera. Puesto que esta es la versión usada por la mayoría de los
cristianos evangélicos, daremos más detalles de su origen.
Casiodoro de Reina nació en Granada en 1520, el mismo año que Encinas. Se hizo monje
Jerónimo, estudiando en el convento de San Isidro del Campo Sevilla. Por su simpatía con el
movimiento protestante en España tuvo que huir en 1557. Primero se refugió en Inglaterra.
Parece que había empezado una traducción de la Biblia antes de salir de España. Siguió su
trabajo en Inglaterra y lo terminó en Frankfurt, Alemania en 1567. Se fue a Basilea, Suiza, y allí
en 1569 publicó su traducción de la Biblia completa.
El Antiguo Testamento fue traducido directamente del hebreo y el Nuevo Testamento del griego.
Esta primera edición de 2,600 ejemplares se conoce como La Biblia del Oso porque en la portada
hay un grabado de un tronco de árbol con un enjambre de abejas y un oso que está lamiendo la
miel que destila del tronco.

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Cipriano de Valera nació en Sevilla en 1532. También fue monje en el Convento de San Isidro
del Campo. Juntamente con otros fue convertido al cristianismo evangélico y tuvo que huir de la
furia de la Inquisición. Tuvo contacto con Casiodoro de Reina y otros evangélicos en España.
Primero huyó a Suiza y después a Inglaterra donde vivió por muchos años. Después de la
publicación de la Biblia de Reina, Valera dedicó unos 20 años a una esmerada revisión de la obra
de Reina. En 1596, en Londres, Valera publicó su revisión del Nuevo Testamento. En 1602 en
Amsterdam, Holanda, publicó su revisión de la Biblia entera. Esta traducción es reconocida
como una verdadera obra clásica del idioma castellano.
Desde 1602 ha habido numerosas revisiones de la Biblia de Reina-Valera. Son cuando menos
doce las revisiones de la Biblia entera, además de varias revisiones de porciones, principalmente
del Nuevo Testamento. Casi todas estas revisiones fueron hechas bajo la supervisión de la
Sociedad Bíblica Británica y Extranjera o por la Sociedad Bíblica Americana.
Esta es la versión de la Biblia usada por la mayoría de los cristianos evangélicos de habla
española. A la vez, aún los eruditos católicos reconocen que esta obra de Reina y Valera es una
de las mejores traducciones de la Biblia en español. Marcelino Menéndez y Pelayo, un
historiador que escribió sobre los heterodoxos (los no católicos) en España, dice que la versión
de Reina-Valera es superior a las Biblias católicas del Padre Scío y de Torres Amat.
DOS BIBLIAS ROMANAS: En este grupo de "antiguas versiones" podemos incluir dos
traducciones que gozan del apoyo oficial de la iglesia romana, las dos son traducciones del latín
de la Vulgata de Jerónimo, así que no son traducciones de los idiomas originales.
LA BIBLIA DE FELIPE SCIO DE SAN MIGUEL: Esta es la primera versión española de la
Biblia entera impresa por los cromanos. El padre Scío era obispo de Segovia e hizo traducción
por encargo del Rey Carlos IV. Los hermanos José y Tomás de Orga publicaron esta Biblia en
Valencia, entre 1790 y 1793; ésta primera edición era de diez tomos, ya que resultó muy costosa,
no circuló extensamente.
LA BIBLIA DE TORRES AMAT: En los años de 1823-1824, salió otra traducción con el
respaldo del trono real y de la jerarquía romana, comúnmente se conoce como la versión de Félix
Torres Amat, obispo de Barcelona. No es una traducción fiel de la Vulgata, porque hace mucho
uso de la paráfrasis (diciendo la misma idea con otras palabras o frases); sin embargo, es la
versión romana que ha tenido más circulación, tanto en España como en las Américas. Es una
edición publicada en 1956, se dice que el trabajo de traducción fue hecho realmente por el padre
José Miguel Petisco, aunque se publicó bajo el nombre del obispo Torres Amat.
UNA BIBLIA "MEJICANA": Nos falta mencionar entre la "Versiones Antiguas" una traducción
netamente mexicana, se conoce como La Biblia de Vence, fue publicada en la ciudad de México
en los años 1831-1833 en 26 tomos.
El traductor fue Mariano Galván Rivera quien también la publicó en imprenta, básicamente es
una traducción de la versión francesa del Abad de Vence, aunque hay notas que indican que los
idiomas originales fueron consultados.
Esta Biblia está dedicada a LA IGLESIA MEJICANA, tratándose por supuesto de la Iglesia
romana en México, sin embargo, no lleva ninguna dedicación de la aprobación de alguna
autoridad eclesiástica; ésta Biblia tiene la distinción de ser la primera editada y publicada en
México, y algunos eruditos insisten que es la primera en Hispanoamérica.

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CUESTIONARIO

1) Aproximadamente ¿cuántas versiones españolas hay de la Biblia?


2) ¿Cuál fue la primera traducción del Nuevo Testamento directamente del griego al español?
3) ¿Quién hizo la primera traducción del Nuevo Testamento directamente del griego al español?
4) ¿Por qué huyeron de España Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera?
5) ¿Quién tradujo la Biblia del Oso?
6) ¿Cuántas revisiones ha habido de la Biblia entera que se conoce como la Reina- Valera?
7) ¿Qué tienen en común la Biblia de Scío y la de Torres Amat?
8) ¿Cuál es la distinción especial de la Biblia de Vence?

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XI) MODERNAS VERSIONES CASTELLANAS

Desde la publicación de la Biblia de Vence, donde dejamos la historia de la lección anterior, ha


habido muchas traducciones de distintas porciones de la Biblia. Para este estudio hemos escogido
algunas de las que consideramos de más importancia, presentándolos en orden cronológico.
LA VERSIÓN BAUTISTA: Este es el nombre que se le ha dado a una traducción del Nuevo
Testamento hecha bajo los auspicios de la Unión Bíblica Americana, un organismo sostenido por
los Bautistas. La primera parte consistió en los Evangelios: ésta edición se publicó en
Edimburgo, Escocia, en 1855. En 1858 salió el Nuevo Testamento entero, también impreso en
Edimburgo.
Parece ser que este trabajo de traducción lo hizo el Sr. Guillermo Norton, en 1870 se publicó en
Nueva York otra edición de esta traducción, bajo el título de "Las Escrituras del Nuevo Pacto".
LA VERSIÓN MODERNA: Esta traducción es la obra del gran misionero presbiteriano, H.B.
Pratt, comenzó a traducir la Biblia mientras servía como misionero en Colombia, allí publicó su
versión de los Salmos en 1876, de San Mateo, en 1877 y en 1886 publicó en Nueva York su
traducción del Génesis. En 1893 fue publicada la Biblia entera en esta importante versión.
El Dr. Pratt era un perito en los idiomas hebreo y griego, también dominaba bien el castellano.
Su propósito era traducir directamente de los idiomas originales al español, reflejando fielmente
tanto el sentido como el estilo de los escritores originales. A la vez, quiso usar un lenguaje que
todos pudieran entender fácilmente.
Después de que hubo publicado su traducción de Salmos y de Mateo, la Sociedad Bíblica
Americana lo comisionó para traducir el resto de la Biblia, desde 1885 hasta 1893, se dedicó
completamente a esta tarea; durante parte de este período (1888 a 1890) el Dr. Pratt vivió en el
Seminario Presbiteriano de Tlalpan, en México, D.F.
En 1929 la Sociedad Bíblica Americana publicó una nueva revisión de la Versión Moderna.
LA VERSIÓN HISPANO-AMERICANA: Esta traducción del Nuevo Testamento fue publicada
en 1916, un comité hizo la obra de traducción, algunos miembros de dicho comité eran de países
americanos (Argentina, México, Puerto Rico) mientras que otros representaban a España. Se
esperaba que esta versión llenara las necesidades de todos los pueblos que usan el idioma
español. Se publicó por parte de dos sociedades bíblicas, la Americana y la Británica-Extranjera,
en Madrid. Todos los conocedores de versiones reconocen su alto valor, pero no ha gozado de la
circulación popular que los traductores esperaban.
LA VERSIÓN DE PABLO BESSON: Esta es otra traducción del Nuevo Testamento que es de
especial interés, el Sr. Besson era un suizo que se educó en Europa con algunos de los más
renombrados eruditos bíblicos, como Godet, Delitzsch y Tischendorf. Fue a Argentina como
misionero de la Iglesia Reformada, pero después se identificó con los bautistas. Su traducción
salió poco a poco en la revista El Expositor Bautista. Fue publicada en forma de libro, en Buenos
Aires en 1919.
Otro dato de interés particular es que el Sr. Besson basó su traducción en el Texto recibido del
Nuevo Testamento, éste texto griego, comúnmente llamado "Textus Receptus" es la versión
griega basada principalmente en los antiguos códices bizantinos, y arreglada por el gran Erasmo
de Roterdam.
LA VERSIÓN DE NACAR-COLUNGA: Esta versión romana es la primera traducción
directamente de los idiomas originales al español, es la obra de los sacerdotes de Salamanca,
España: Eloíno Nácar Fuster y Alberto Colunga. Fue publicada en 1944 en Madrid por la
Editorial Católica, S.A. Tiene mucha semejanza con la versión Reina-Valera y por tanto se

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considera de mucho valor en el estudio de la Biblia.


LA VERSIÓN DE BOVER-CANTERA: Esta otra traducción de dos sacerdotes, José María
Bóver y Francisco Cantera Burgos, es también una fiel traducción de los idiomas originales al
castellano. Algunos evangélicos la consideraban la mejor traducción que los romanos habían
efectuado, hasta la publicación de La Biblia de Jerusalén y La Latinoamérica, que son fieles al
significado de los textos originales. Fue publicada en Madrid en 1947 por la misma Editorial
Católica, S.A.
LA VERSIÓN DE STRAUBINGER: El Dr. Juan Straubinger, un católico alemán, hizo ésta
traducción directamente de los idiomas originales. Se publicó en Buenos Aires, el Nuevo
Testamento en 1948 y la Biblia entera en 1951.
NOTA: Las versiones romanas llevan como título "Sagrada Biblia", mientras que las nuestras
dicen “Santa Biblia”, todas tienen notas explicativas.
LA VERSIÓN POPULAR: Hasta 1968 sólo ha aparecido de esta versión en Nuevo Testamento,
publicada por la Sociedad Bíblica Americana, pero esta publicación del Nuevo Testamento
entero fue la culminación de un proyecto de traducción comenzado en México antes de 1947.
Este proyecto se originó con motivo de la Campaña Nacional de Alfabetización que se inició en
1944; hubo millares de adultos que comenzaron a leer.
La Sociedad Bíblica Americana y su agencia en México promovieron la traducción de ciertos
pasajes escogidos en un español sencillo. Al principio estos pasajes se imprimían en hojas sueltas
para una distribución gratuita entre la gente recién alfabetizada; sin embargo, a raíz de ésta
distribución comenzada en 1947, se vio la conveniencia de tener una versión de todo el Nuevo
Testamento en "castellano popular".
Las primeras porciones completadas de este proyecto fueron Lucas, que se publicó en 1945 y
Romanos en 1955; el Nuevo Testamento entero se publicó bajo el título de "Elohim Llega al
Hombre".

CUESTIONARIO

1) ¿Quién tradujo la versión Moderna?


2) ¿Qué grupos patrocinaron la versión Hispano-Americana?
3) ¿Quién era Pablo Besson?
4) ¿Dónde se hizo el trabajo de traducción para la versión Popular?
5) ¿Cuál fue el origen de este proyecto?

INVESTIGACIÓN

1) Presentar un plan personal de distribución de Biblias o Nuevo Testamentos.


2) Presentar una investigación referente a las siguientes Biblias:
a) Jerusalén
b) Latinoamérica
c) NVI
d) Nuevo Mundo
e) De Las Américas

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XII) PREPARACIÓN PERSONAL

Puesto que la Biblia es un libro, muchas personas suponen que se ha de estudiar como cualquier
otra literatura; sin duda uno puede aprender mucho estudiando la Biblia de esta manera, pero este
conocimiento es principalmente teórico e intelectual, tratándose de datos de historia y geografía,
de relaciones internacionales y experiencias personales, de la poesía y la filosofía de pueblos
antiguos, etcétera, puede ser bueno.
Para fines espirituales dicha clase de estudio no es suficiente, aunque sí importante, hemos
insistido mucho en que la Biblia es un libro espiritual; por lo tanto, éste factor es determinante
para que el estudio sea provechoso. En esta lección trataremos este aspecto de la preparación del
estudiante de la Biblia.
En primer lugar, es importante hacer algunos preparativos físicos y materiales:
1. Designar un tiempo especial para el estudio, debe haber un tiempo propicio durante el día
cuando se puede iniciar con toda atención. El período debe abarcar suficiente tiempo para poder
tratar bien el pasaje del día. De preferencia, será la misma hora cada día, para que se forme el
hábito de estudio continuo.
2. Escoger un lugar adecuado, por supuesto que la Biblia se puede leer en cualquier parte, pero se
puede estudiar mejor en un lugar tranquilo donde no haya interrupciones; somos una sociedad
que se ha acostumbrado al ruido, por lo que necesitamos buscar el silencio, ya que Elohim nos
habla a través de su Palabra, así podremos escucharlo mejor.
3. Disponer de varias versiones bíblicas, es muy útil leer una pasaje en distintas versiones,
comparando las varias maneras de expresar el pensamiento del autor. Lo ideal sería estudiar de
los idiomas originales.
4. Tener libros de auxilio, debemos tener un buen diccionario del idioma español, un diccionario
de la Biblia, una concordancia y algunos comentarios.
5. Tener siempre disponibles papel y lápiz para hacer apuntes, es indispensable apuntar las ideas
y los discernimientos que surjan al estar meditando en un pasaje. A veces pensamos que nuestras
ideas no merecen conservarse; suponemos que seguramente después vendrá mayor comprensión.
Esto se escucha como muy razonable, pero no siempre sucede así; a veces lo que Elohim nos
revela al momento es el mejor pensamiento que jamás tendremos sobre tal o cual pasaje. Si no
apuntamos aquello para atesorarlo, después tendremos que lamentar la pérdida de una buena idea
olvidada.
En segundo lugar, debemos poner mayor atención a nuestra preparación espiritual:
1. Ser creyente regenerado, la primera condición para entender bien la Biblia es conocer a su
autor y tener la ayuda de su Espíritu. La Biblia es básicamente un libro espiritual: "Nosotros
hablamos de estas cosas con palabras que el Espíritu de Elohim nos ha enseñado, y no con
palabras que hayamos aprendido por nuestra propia sabiduría. Así explicamos las cosas
espirituales a los que son espirituales. El que no es espiritual no acepta las cosas que son del
Espíritu de Elohim, porque para él son tonterías. No las puede entender, porque son cosas que
tienen que juzgarse espiritualmente" (1ª Corintios 2:13-14, versión Popular). Este discernimiento
espiritual viene solamente a través de un nuevo nacimiento. Al estar explicando una verdad
espiritual, Yeshúa dijo: "el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Elohim" (Juan 3:3
versión Popular).
2. Considerar la Biblia con amor y fe, aceptándola como Palabra de Elohim, el verdadero hijo de
Elohim naturalmente ama su Libro, se acerca a la Biblia con gusto, apreciándola como un
mensaje de su Padre. Vemos esta actitud en algunos escritores de la misma Biblia: "Del

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mandamiento de sus labios nunca me separé; guardé las palabras de su boca más que mi comida"
(Job 23:12). "Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. Cuan dulces son a mi
paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca" (Sal 119:97, 103).
Este amor crece a medida que vamos conociendo mejor la Biblia, también nuestra fe aumenta si
estudiamos la Biblia como la verdadera Palabra de Elohim. Esto quiere decir que al estudiar la
Biblia, nos sentiremos en la presencia de Elohim; tomaremos muy en serio todo lo que dice la
Biblia, confiando en que el Padre quiere decimos algo a través de cada parte. Tendremos mucho
cuidado en la interpretación para no errar en comprender lo que Elohim quiere decir.
Si leemos la Biblia con hostilidad o con dudas, no debemos esperar mucho provecho.
Pero amor y fe son llaves para abrir sus tesoros.
3. Tener la disposición de trabajar con empeño, algunos sinceros estudiantes de la Biblia todavía
pueden fracasar si no entienden que este estudio requiere arduo trabajo.
Hay el esfuerzo de poner toda la atención en la lectura, hay la labor de aprender todo lo que uno
pueda acerca de cada libro de la Biblia, hay la tarea de investigar la historia de los tiempos
bíblicos, la geografía de las tierras bíblicas y las costumbres de los pueblos bíblicos. Existe la
disciplina de buscar el significado de palabras nuevas, pero sobre todo existe la obligación de
meditar; meditar quiere decir rumiar en el sentido figurado; es la idea de masticar largamente
para extraer hasta la última gota de jugo a un bocado.
El estudiante de la Biblia tiene que hacer esto para hallar la bienaventuranza del estudio: "En la
ley de Adonay está su delicia, y en su ley medita de día y de noche" (Salmo 1:2).
El esfuerzo necesario para estudiar la Biblia se ve en este pasaje también: "Si clamares a la
inteligencia y a la prudencia dieres tu voz; si como a plata la buscares y la escudriñares como a
tesoros, entonces aprenderás el temor de Adonay y hallarás el conocimiento de Elohim (Pr2:3-5).
Si uno desea comprender las más profundas verdades de la Biblia, tendrá que buscarlas como el
buzo que se sumerge en las profundidades en busca de tesoros materiales.
4. Rendir su voluntad totalmente a la Voluntad de EL, si el lector de la Biblia sujeta todo lo que
se encuentra allí a su propia voluntad, sus conocimientos serán superficiales. Quizá podrá llegar
a ser el juez de los aspectos técnicos de la Biblia, pero no avanzará en la comprensión de las
verdades espirituales; sin embargo, si se acerca a la Biblia con su voluntad rendida a la voluntad
del Divino Autor, verá hasta el fondo de lo que dice.
El Mesías nos impuso esta condición cuando dijo: "Mi doctrina no es mía, sino de aquél que me
envió El que quiera hacer la voluntad de Elohim, conocerá si la doctrina es de Elohim, o si yo
hablo por mi propia cuenta" (Juan 7:16-17).
5. Aceptar obedientemente cada verdad que se descubre, ésta actitud es el fruto natural de una
voluntad rendida. Si nos hemos sujetado a la voluntad del Padre, entonces sin duda vamos a
querer obedecer todo lo que El nos diga.
Esta actitud es indispensable para crecer en la capacidad para comprender la verdad.
Supongamos que un niño no quiera aceptar la verdad de las tablas de multiplicar. ¿Podrá
comprender las verdades más avanzadas de las matemáticas?
Igualmente, si un aspirante a músico no obedece las leyes sencillas de las notas y del ritmo,
nunca comprenderá la hermosura de la música grande; menos podrá ejecutarla como artista.
Estos principios se aplican aún con más rigor en la comprensión de verdades espirituales.
Santiago compara a la Biblia con un espejo. El espejo nos indica lo que necesitamos para
mejorar nuestra apariencia y la Biblia nos enseña nuestras faltas para corregirlas y las virtudes
que debemos incorporar a nuestro carácter. Pero si comenzamos a rechazar los deberes y
responsabilidades que nuestro propio estudio de la Biblia nos revela, comenzaremos a perder el

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poder de comprender mayores verdades.


No debemos estudiar la Biblia sólo para satisfacer nuestra curiosidad, la verdad espiritual no es
solamente para iluminar la mente; sobretodo es para regir la conducta.
En la Gran Comisión Yeshúa subraya esta idea: "enseñándoles que guarden todas las cosas que
os he mandado (Mateo 28:20). El propósito de esta enseñanza no es mero conocimiento sino
cumplimiento de lo que se aprende. El valor práctico del estudio bíblico se ve también en estas
palabras de Yeshúa: "Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis
discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Juan 8:31-32). Otra vez, vemos
que es necesario permanecer en lo que ya comprendemos para poder aumentar nuestra
comprensión de la verdad.
6. Estudiar con una mente de niño, debemos estudiar la Biblia con sencillez de corazón, con la
mente humildemente abierta. Si el estudiante sólo busca en la Biblia la confirmación de sus
prejuicios no aprenderá más de lo que sabe. En cambio, el niño reconoce su ignorancia y su falta
de sabiduría; por tanto se acerca al estudio dispuesto a recibir lo que resulte. Así hemos de
estudiar la Biblia.
Los judíos dicen que el hombre más sabio, es aquel que puede aprender de todos.
Yeshúa dijo, "Te alabo Padre, Adonay del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de
los sabios y de los entendidos, las revelaste a los niños" (Mateo 11:25). Esto nos hace ver que los
que están llenos de sus propias nociones y su propia sabiduría no tienen lugar para recibir lo que
Elohim les podría revelar.
7. Orar continuamente para pedir iluminación de Elohim, debemos usar esta plegaria del salmista
cada vez que estudiamos la Biblia: "Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley" (Sal
119:18); muchas veces leemos un pasaje sin ver algo del valor de él. Después, orando que
Elohim nos de su mensaje, el pasaje se abre como una hermosa flor; vemos su belleza y olemos
su fragancia y nos refrescamos con su sabroso néctar. Esto no quiere decir que de repente hay
algo nuevo en el pasaje; quiere decir que Elohim ha contestado nuestra oración capacitándonos
para ver lo que no pudimos ver antes. Por lo tanto, debemos recordar la oración como condición
indispensable en el estudio de la Biblia.
En resumen, podemos afirmar que el estudio de la Biblia es esencialmente una experiencia
espiritual, cualquier preparación técnica es valiosa; cualquier auxilio es útil, pero nada más
puede tomar el lugar de una adecuada preparación del estudiante.

DIEZ PRINCIPIOS

1) Iluminación espiritual.
2) Dar prioridad a los idiomas originales.
3) ¿La porción es parte de la Revelación Progresiva?
4) El Nuevo Testamento interpreta al Antiguo Testamento.
5) Las Epístolas interpretan a los Evangelios.
6) Los pasajes sistemáticos interpretan a los incidentales.
7) Los pasajes universales interpretan a los locales.
8) Los pasajes didácticos interpretan a los simbólicos.
9) La Escritura interpreta a la Escritura.
10) El Mesías es la clave para interpretar cualquier pasaje bíblico.

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CUATRO NORMAS PARA TRATAR LAS PARÁBOLAS

1) Identificar la verdad central.


2) Determinar cuánto de la parábola Yeshúa interpreta.
3) Determinar cualquier cláusula que da origen a la Palabra.
4) Comparar la parábola con cualquier asociación / referencia del Antiguo Testamento.

CUESTIONARIO

¿Qué clase de preparación es más importante para el estudiante de la Biblia?


¿Cuáles son cinco elementos en nuestra preparación física?
¿Por qué es necesario un nuevo nacimiento para el estudiante de la Biblia?
¿Por qué es la pereza un obstáculo en el estudio de la Biblia?
¿Qué significa meditar en un pasaje bíblico?
¿Qué tiene que ver la obediencia con el estudio de la Biblia?
¿Cómo ayuda la oración al estudiante de la Biblia?

CRITERIOS DE EVALUACIÓN

La Evaluación realizada en clase tiene un valor del 15%.


El alumno deberá entregar los Cuestionarios resueltos. 25%
El alumno deberá entregar las Investigaciones indicadas. 50%
Las autoevaluaciones localizadas en los Apéndices II y III. 10%

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CONCLUSIÓN GENERAL

Generación tras generación pasan, pero ella vive.


Las naciones se levantan y caen, pero ella vive.
Reyes, dictadores, presidentes vienen y se van, pero ella vive.
Despedazada, condenada, quemada, pero ella vive.
Odiada, despreciada, maldecida, pero ella vive.
Puesta en duda, bajo sospecha y criticada, pero ella vive.
Reprobada por los ateos, pero ella vive
Exagerada por los fanáticos, pero ella vive.
Malinterpretada e incomprend ida, pero ella vive.
Insultada y blasfemada a gritos, pero ella vive.
Su inspiració n ha sido negada, pero ella vive.
A pesar de todo vive y es lámpara a nuestros pies.
A pesar de todo vive y es luz a nuestro camino.
A pesar de todo vive y es tutor para la niñez.
A pesar de todo vive y es guía para la juventud.
A pesar de todo vive y es inspirac ión pa ra los adultos.
A pesar de todo vive y es consuelo para los ancianos.
A pesar de todo vive y es pan para el Hambriento.
A pesar de todo vive y es agua para el sediento.
A pesar de todo vive y es reposo para el cansado.
A pesar de todo vive y es luz para el pagano.
A pesar de todo vive y es salvación para el pecador.
A pesar de todo vive y es gracia para los Cristianos.
Conocerla es amarla
Amarla es aceptarla
Aceptarla es Vida Eterna.
Autor desconocido

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BIBLIOGRAFÍA

1) Auges y Gres, Los Libros de la Biblia -Antiguo y Nuevo Testamento, Casa Bautista de
Publicaciones, sin fecha.
2) Baez Camargo, Gonzalo, Breve historia del canon bíblico, CUPSA, 1992.
3) Baez Camargo, Gonzalo, Breve historia del texto bíblico, CUPSA, 1992.
4) Burgués, PE, Bosquejo de la Historia Sagrada, Casa Bautista de Publicaciones, 1960.
5) Clifford, A., Nuestra Biblia, Editorial Moody, 1963.
6) Douglas, J. D., Nuevo Diccionario Bíblico Certeza, (Barcelona, Buenos Aires, La Paz, Quito:
Ediciones Certeza) 2000, c1982.
7) Fountain, T.E., Claves de Interpretación Bíblica, Publicaciones de la Fuente, 1961.
8) Graves, H.C., Conoce Tu Biblia, Casa Bautista de Publicaciones, 1958.
9) Halley, Henry H., Compendio Manual de la Biblia, Editorial Moody, sin fecha.
10) Lund, E., Hermenéutica, Editorial Vida, sin fecha.
11) Manley y Stibbs, Nuevo Auxiliar Bíblico; Casa Bautista de Publicaciones, 1958.
12) Marroquín, H.T., Versiones Castellanas de la Biblia, Casa Bautista de Publicaciones "El
Faro", 1959.
13) Miles, A.R., Introducción Popular al Estudio de las Sagradas Escrituras, Sociedad Americana
de Tratados, 1902.
14) Montecillos, José Luis, Casiodoro de Reina (Sus tiempos y la Biblia del Oso), Editorial El
Camino de Vida, 2002.
15) Robert y Tricot, Iniciación Bíblica, Editoral Jus, 1957.
16) Rolla, Armando, La Biblia Frente a los Últimos Descubrimientos, Ediciones Paulinas, 1961.
17) Smith, Roy L., Cómo se Formó la Biblia, Casa Unida de Publicaciones, 1955.
18) Torrey, Reuben A., Cómo Estudiar la Biblia, Editorial Caribe, sin fecha.
19) Trenchard, E., Normas para la Recta Interpretación de las Sagradas Escrituras, Editorial
Moody, sin fecha.
20) Van Gladen, Introducción Bíblica, Departamento de Extensión STBM, Lomas Verdes, sin
fecha.
21) Van Ness, B.F., Esta es mi Biblia, Casa Bautista de Publicaciones, 1958.
22) Vos, H.F., Introducción a la Arqueología Bíblica, Editorial Moody, sin fecha.

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APÉNDICE I

NORMAS SOBRE EL BOSQUEJO

1.- Complete el bosquejo de cada capítulo.

Capítulo #
1) El tema del capítulo.
2) Introducción al capítulo: Escriba con sus propias palabras uno o dos párrafos breves de
introducción.
3) Puntos principales que desarrolla.
4) Puntos en que está de acuerdo con el autor.
5) Puntos en que está en desacuerdo con el autor.
6) Síntesis y aplicación: Esta es la parte más importante del bosquejo. Señale aplicaciones
prácticas tanto de su propia experiencia, como del texto mismo.
7) Mínimo tres preguntas por capítulo para discusión y / o meditación.

2.- Escriba un "Ensayo de Impresiones" de 3 - 5 páginas, donde pueda expresar sus pensamientos
acerca del material que leyó.
3.- Guarde copias para su uso futuro.

Pedimos que los reportes se escriban con la Fuente: Times New Roman, Normal, Font 12, sin
espaciado e interlineado sencillo. Los márgenes deberán ser de 1 pulgada.

Bosquejo

Fecha de Impartición
Lugar
Nombre del Expositor
Nombre del Estudiante
Teléfono(s)
Email(s)
Título del libro
Autor

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APÉNDICE II

Autoevaluación I

Los resultados entregados son bajo palabra de cristiano espiritual de no haber consultado el
material, ni ninguna otra fuente.

1) Por Revelación queremos decir: (2 puntos)


2) Tres medios que Elohim ha usado para revelarse son:
3) ¿Por qué era necesario tener una revelación progresiva? (2 puntos)
4) ¿Qué diferencias existen entre las teorías de la Inspiración mesiánica y la inspiración
plenaria?, ¿cuál es la aceptada por los evangélicos? (2 puntos)
5) ¿Qué es la inspiración y que es la iluminación? (2 puntos)
6) ¿Cuál es el tema principal de la Biblia?
7) ¿Quién es el personaje central de la Biblia?
8) ¿Por qué es importante para nosotros la doctrina de la soteriología? (2 puntos)
9) ¿Debo aceptar cada dicho de la Biblia, sin el uso de la razón?, ¿por qué? (2 puntos)
10) Nombra tres materiales, tres idiomas y tres continentes que estén relacionados con la
escritura de la Biblia.
11) ¿Qué significa el concepto de canon con referencia a la Biblia? (2 puntos)
12) Nombra tres pruebas a que se sometía un libro para incluirlo en el canon (A.T.). (3 puntos)
13) ¿Por qué los profetas (Nebhiim) pasaron a formar parte de las Escrituras? (2 puntos)
14) ¿Cuál es la fuente de autoridad de la Biblia?
15) Aproximadamente, ¿en cuánto tiempo se escribió la Biblia?
FALSO O VERDADERO
1) Los judíos clasifican las escrituras en: la Ley, los Profetas y los Escritos.
2) El Nuevo Testamento se escribió en griego clásico.
3) Los patriarcas fueron Moisés, Josué, Abraham y Jacob.
4) La primera traducción de la Biblia fue a causa de que los judíos no entendían el hebreo.
5) Sólo el pastor es el "Ungido" de Elohim.

Total de aciertos 30 puntos.

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APÉNDICE III

Autoevaluación Final

Los resultados entregados son bajo palabra de cristiano espiritual de no haber consultado el
material, ni ninguna otra fuente.

1).-Escribe en orden los libros conocidos como Profetas Menores.

2).-Escribe en orden las Epístolas Paulinas.

FALSO -VERDADERO

1) ( ) Los libros neotestamentarios se reunieron en un periodo de aproximadamente 100 años.


2) ( ) Tertuliano de Cartago puso el nombre de "Nuevo Testamento".
3) ( ) Diocleciano influyó en la formación del Canon Neotestamentario debido al dinero que
invirtió.
4) ( ) Uncial es un manuscrito que consta de letras minúsculas exclusivamente y los cursivos
fueron los que se hicieron de sólo letras mayúsculas.
5) ( ) Targumes se les llama a las versiones arameas de la Biblia.
6) ( ) El otro nombre de la versión de Jerónimo es la Vulgata Latina.
7) ( ) Casiodoro de Reina hizo la primera traducción del Nuevo Testamento directamente
del griego al español.
8) ( ) Cipriano de Valera tradujo la Biblia del Oso.
9) ( ) La versión hecha por Constantino y Metodio fue la versión Etiópica.
10) ( ) La organización que patrocino la Versión Bautista fue la Unión Bíblica Americana.
11) ( ) Es provechoso tener nuevas traducciones de la Biblia para que toda la gente en todo el
mundo, sepa del amor de Elohim.
12) ( ) El origen de la Versión Popular fue la campaña nacional de alfabetización.
13) ( ) Sintetizar significa: colocar separados los varios elementos para formar un todo y para
verlo completo.
14) ( ) Análisis significa: separar algo en sus partes integrantes o sus elementos y el examen de
esas partes para poder entender el todo.
15) ( ) Pablo escribió la carta a Los Hebreos.

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COMPLETAR LAS SIGUIENTES PREGUNTAS

1) ¿Cómo ayuda la oración al estudiante de la Biblia?

2) ¿Qué es la Septuaginta?

3) ¿Por qué es necesario el nuevo nacimiento para el estudiante de la Biblia?

4) ¿Qué es un Códice?

5) ¿Cuáles son las 5 divisiones usadas por nosotros para dividir el Antiguo Testamento?

6) ¿Cómo podemos dividir el Nuevo Testamento en cinco grupos fáciles de recordar?

7) ¿Qué significa el concepto de Canon con respecto a la Biblia?

8) ¿Cuál fue el primer concilio de la Iglesia para reconocer el Canon del Nuevo Testamento?

9).- ¿Qué peculiaridades presenta el idioma hebreo?

10).- ¿Cuál es la diferencia que existe entre nuestra Biblia y la de la iglesia romana?

RELACIONA COLUMNAS

1).- La Peshita se escribió en:___ a).- Hebreo


2).- Biblia del Oso traducción: ___ b).- Francés
3).-La Duque de Alba se tradujo del: ___ c).- Cirílico
4).- Eslavónica escrita en: __ d).- Latín
5).- Abad de Vence se tradujo del: ___ e).- Sirio antiguo
6).- Torres Amat se tradujo del: ______ f).- Hebreo y Griego

56 puntos en total.

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APÉNDICE IV
BIBLIAS ROMANAS

De los originales, Salmos


1 VULGATA LATINA – Jerónimo 400 D.C.
del griego
2 BIBLIAS PRE-ALFONSINAS (Fragmentos) SIGLOS X Al XII Traducción de la Vulgata

3 BIBLIA ALFONSINA-1280 D.C. Traducción de la Vulgata

4 Biblia Del Duque De Alba. 1430 D.C. Traducción de la Vulgata

5 Biblia De Ferrara (A.T) 1553 Traducción de la Vulgata

6 Biblia De Scio. De San Miguel 1793 Traducción de la Vulgata

7 Santa Biblia De José Petisco 1820 Traducción de la Vulgata

8 Santa Biblia De Félix Torres Amat. 1823 Traducción de la Vulgata

9 BIBLIA DE VENCE -2 5 Tomos(Impresor Mariano Galván) 1831-1836 D.C. Traducción del francés
Traducción de los
10 Santa Biblia Nacar-Colunga -1944
idiomas originales
Traducción de los
11 Santa Biblia Bover-Cantera -1947
idiomas originales
Traducción de los
12 Santa Biblia Straubinger -1951
idiomas originales
Traducción de los
13 LA BIBLIA -Barcelona- Equipo Dirigido Por Félix Púzo 1961
idiomas originales
Traducción de los
14 Santa Biblia Ed. Paulinas -Evaristo Martín Nieto -1964
idiomas originales
Traducción de los
15 SANTA BIBLIA Herder -Serafín De Ausejo. -1964
idiomas originales
Traducción de los
16 La Sagrada Escritura -Bac Jesuitas 1964
idiomas originales
Traducción de los
17 Biblia De Jerusalem-1967
idiomas originales
Traducción de los
18 Biblia Latinoamericana -1972
idiomas originales
Traducción de los
19 Santa Biblia Cantera / Iglesias -1975
idiomas originales
Traducción de los
20 NUEVA BIBLIA ESPAÑOLA Schöckelk Y Mateos -1976
idiomas originales
Traducción de los
21 SANTA BIBLIA De Ausejo -1976
idiomas originales
Traducción de los
22 Sagrada Biblia Agustín Magaña -1978
idiomas originales
Traducción de los
23 El Libro Del Pueblo De Dios Levoratti-Truso -1980
idiomas originales
Traducción de los
24 SANTA BIBLIA -Madrid- Revisión De La De Martín N. -1988
idiomas originales
Traducción de los
25 LA BIBLIA Casa De La Biblia Madrid -1992
idiomas originales
Traducción de los
26 Biblia Del Peregrino Alonso Schökel –1993
idiomas originales

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BIBLIAS EVANGÉLICAS
(Traducidas de los idiomas originales / 1543 - 2000)

1 Nuevo Testamento - Francisco Encinas -1543

2 Nuevo Testamento - Juan Pérez De Pineda -1556

3 Evangelios – Juan de Valdez-1556

4 Biblia Del Oso - Casiodoro De Reina 1569

5 Biblia Del Cántaro - Cipriano De Valera 1602

6 Santa Biblia - Reina – Valera (Otras Revisiones 1862, 1909, 1960, 1995, 1997 - 98)

7 Santa Biblia - Versión Moderna Hb. Pratt - 1893

8 Nuevo Testamento - Versión Hispanoamericana -1916

9 Nuevo Testamento – Pablo Besson-1919

10 Dios Habla Hoy -S.B.U. 1976 (Con O Sin Libros Apócrifos)

11 La Biblia Al Día -1979 (Paráfrasis del inglés)

12 La Biblia Reina - Valera Revisión 1977 Clie

12 Biblia De Las Américas - Fundación Lockman -La Habrá Ca. -1986

14 Biblia R.V.A. Mundo Hispano -1989

15 Santa Biblia Nueva Versión Internacional -1998

16 Biblia Del Milenio Ecuménica -2000

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APÉNDICE V

La ofrenda sugerida por este material es de 15 USD, o su equivalente en Moneda Nacional, depositar a una de las
cuentas a nombre de Hugo Gómez Astivia:
Scotiabank - 00101401297 (México) / CLABE 044 180 0010 1401 2972
Banorte - 023 339 7904 (México) / CLABE 072 180 0023 3397 9042
Capital One - 381 529 9670 (USA) / Routing Number 111901014

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